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2016
Introducción
Por un lado, los elementos que aporta Danto para el análisis de la historia del arte
y, en especial, de su etapa actual, resultan sumamente relevantes, ya que la aparición de
su libro Después del fin del arte significó un antes y un después en el pensamiento artístico
contemporáneo y, por lo tanto, las categorías de análisis que nos aporta son de una
vigencia notable. Por otro lado, el análisis del caso de John Cage, junto con sus colegas
coetáneos, es interesante ya que presenta puntos en común con las consideraciones de
Danto, así como genera, a su vez, una atracción particular dada la enigmática figura de
Cage como artista y pensador del arte.
Danto habla de “fin del arte” ya que, evidentemente, considera que el arte tuvo
una determinada época en la historia de Occidente que finalizó, según su análisis, a
mediados de los años ochenta y tuvo, asimismo, un comienzo aproximadamente en el año
1400 d.C. Después de los años ochenta y previamente al año 1400 d.C., Danto afirma que
hubo dos discontinuidades de suma relevancia, es decir, rupturas en la manera de
entender el arte: el artista, por ejemplo, antes de esta “era del arte” tenía un rol
notablemente secundario en relación a su creación artística, creyéndose ésta última tener
un origen divino o milagroso, algo absolutamente inverosímil en el Renacimiento, donde
el papel del artista era de una relevancia mucho mayor; de la misma manera, la manera
de entender el arte en la época posterior al “fin del arte” es significativamente distinta a la
cosmovisión artística anterior.
Lo que caracteriza principalmente a este arte posthistórico, según Danto, tiene dos
ejes (o al menos dos son los ejes que plantea en cierta manera en el texto): la manera en
que los artistas disponen de los materiales del arte del pasado y la ausencia de una
directriz artística. Ambas características se retroalimentan y tienen una profunda
interrelación con una característica más constitutiva, que es lo que Danto afirma, citando
a Belting, la “relativa y reciente pérdida de fe en un gran relato que determine el modo en
que las cosas deben ser vistas”. Esto es el quid de la cuestión, ya que de allí se desprende,
en primer lugar, la ausencia de un relato común en torno al cual se establezca el estado
del arte y, por ende, la ausencia de directriz de la que más arriba se hablaba; y, asimismo,
la relación libre y abierta de los artistas con el pasado, dado que ya no hay ningún límite
en torno al uso de los materiales dado que “todo puede ser arte”. De ahí, a su vez, la
caracterización de lo contemporáneo en el arte expuesta al comienzo del texto como algo
eminentemente heterogéneo, no solo entre las diversas manifestaciones artísticas
catalogadas bajo su etiqueta, sino, a su vez, al interior de éstas, es decir, en la manera en
que su propia constitución consiste en la utilización de materiales muchas veces disímiles,
pertenecientes a “estilos” o “ámbitos” muchas veces inconexos entre sí desde un punto
de vista cronológico e incluso desde el punto de vista de una teoría estética más bien
tradicionalista. En esta misma línea es que Danto afirma que el arte contemporáneo es
impuro: citando a Venturi, asevera que sus “elementos son híbridos más que puros,
comprometidos más que claros, ambiguos más que articulados, perversos y también
interesantes”.
Antes de seguir, es interesante hacer una analogía aquí entre las postrimerías de la
tonalidad y los primeros grandes músicos contemporáneos (Schönberg, Boulez,
Stockhausen) con lo que Danto describe en su texto como el “paroxismo” del
modernismo: evidentemente, no se puede hacer un paralelismo en términos de
contenido, no solo por la diferencia significativa entre el contenido de la música (si es que
lo tiene) y el contenido de las artes plásticas, sino también por el hecho de que, según
Danto, ese paroxismo vino dado por la aparición de una multitud de nuevos estilos,
cuando en el caso de la música contemporánea no podemos decir precisamente lo mismo;
pero sí podemos afirmar que, en un sentido formal y coyuntural, al interior del marco
histórico de cada disciplina, estos tres grandes compositores formarían parte, en relación
con ese “paroxismo” en las artes visuales, de los últimos vestigios (de un nivel de alcance
mucho mayor en contraposición al arte plástico) de la música académica moderna.
En relación a lo que Danto afirma acerca de los materiales del arte posthistórico y
la libertad de los artistas para utilizar cualquier tipo de medio artístico, muchas veces no
objetual, dado que el arte ya no tiene por qué responder a un formato en particular,
podemos resaltar que, al estar focalizados principalmente en el desligamiento del sonido
de sus posibles significaciones psicológicas o sentimentales, los materiales con los que
trabajaba Cage son muchas veces absolutamente poco convencionales, al punto de utilizar
plantas, radios, licuadoras, bañaderas y demás objetos de la vida cotidiana para llevar a
cabo sus obras (que incluso podríamos llamar performances).
Por estas cuestiones es que Cage, junto con su concepción de la música y el arte,
significó una ruptura con respecto a la perspectiva estética de la música que lo antecedía:
sus materiales, su carácter anti-institucional, la apertura de sus piezas a los sonidos
circundantes y la búsqueda por evitar lo que Cambiasso denomina “organicismo
romántico”, que caracterizó a todos los compositores de la tradición occidental
incluyendo a sus últimos referentes dentro del ámbito contemporáneo (Boulez y
Stockhausen), lo volvieron un pionero indiscutido de lo que sería otro tipo de música
contemporánea, más preocupada por el estudio de los sonidos en sí mismos que por la
formación de un discurso musical en particular o por la rebelión contra el pasado musical
mediante el replanteo de técnicas musicales que a la larga terminaban girando en torno a
un mismo paradigma. Su búsqueda apuntaba, si se quiere, a una mayor espontaneidad de
la música o, en otras palabras, a un mayor acercamiento entre arte y vida.
Bibliografía
- Cambiasso, Norberto. Cómo hacer cosas con sonidos: La estética de John Cage y los
orígenes de la música experimental (I). http://hipermedula.org/2012/04/cosas-
sonidos-estetica-john-cage-origenes-musica-experimental/. 3/4/2012.
- Cambiasso, Norberto. Cómo hacer cosas con sonidos: La estética de John Cage y los
orígenes de la música experimental (II). http://hipermedula.org/2012/04/estetica-
john-cage-origenes-musica-experimental/. 3/4/2012.