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Demanda de Amparo
Demanda de Amparo
SECRETARIO :
ESCRITO N° : UNO
DEMANDA DE AMPARO
SINDICATO DE TRABAJADORES DE LA
EMPRESA IMI DEL PERU S.A.C. - SITRAIMI,
debidamente representado por el Secretario General señor
Fernando Carnaqué López identificado con D.N.I. N°
03885721, el Secretario de Defensa señor Jorge Ernesto
Zapata Sandoval identificado con D.N.I. N° 03870242 y
el Secretario de Control y Disciplina señor Paul Alexander
Rosales Alzamora identificado con D.N.I. N° 41048670,
con domicilio real sito en Urbanización Alejandro
Taboada S/N, Interior Edificio Sindicato de Petroperú,
Talara, Piura; señalando como domicilio legal el local
sindical sito en Urbanización Alejandro Taboada S/N,
Interior Edificio Sindicato de Petroperú, Talara, Piura, a
Usted con el debido respeto se presenta y dice:
I. PETITORIO:
De conformidad con lo previsto por el Artículo 200° numeral 2. De la Constitución Política del Perú,
y los Artículos 39°, 42° y siguientes del Código Procesal Constitucional, INTERPONE
DEMANDA DE AMPARO contra SAVIA PERÚ S.A. (antes PETROTECH PERUANA S.A.)
con domicilio en Av. Jorge Chávez s/n La Brea - Negritos, Talara, Piura, y contra IMI DEL PERÚ
S.A.C. con domicilio en Playa Tortuga s/n Edificio Petroperú, Pariñas, Talara, Piura, por violación
de los derechos fundamentales a la igualdad y a la no discriminación, al trabajo y a la libertad sindical
individual y colectiva, reconocidos por los Artículos 2o numeral 2., 22° y 28° numeral 1 de la
Constitución Política del Perú y por el Artículo 37° numerales 1., 10. y 11. del Código Procesal
Constitucional y las Sentencias del Tribunal Constitucional de fecha 24 de Enero de 2012, Exp. N°
02111-2010-PA/TC y de fecha 28 de Noviembre de 2005, Exp. N° 0206-2005-PA/TC para el pago
de los beneficios sociales vigentes y los no percibidos, por la violación de los derechos
constitucionales invocados.
Así, el Artículo 5° inciso 2 del Código Procesal Constitucional establece que no proceden
los procesos constitucionales cuando existan vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias, para
la protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado. En consecuencia, el proceso de amparo
está configurado en nuestro ordenamiento jurídico como un proceso subsidiario y excepcional,
buscando que se atienda causas verdaderamente urgentes que requieran una tutela especial por
parte de la justicia constitucional.
Además, el Fundamento 5 de la referida Sentencia, señala que: "este Tribunal comparte la posición
asumida por el sindicato demandante, cuando afirma que la vía del amparo es la idónea para resolver la presente
causa, en la medida en que uno de los agravios denunciados en el demanda, y que a su juicio derivaría del supuesto
“fraude a la subcontratación’’ operado entre las empresas demandadas, radica en la imposibilidad que tiene el
SUTREL para plantear sus reclamos sindicales en la empresa CAM PERÚ S.R.L, pues ésta arguye que al
no pertenecer al sector eléctrico, sus trabajadores no podrían estar representados por dicha organización sindical,
que es una de rama de actividad. Vistas así las cosas, este Tribunal considera que la afectación prima facie de la
libertad sindical como requisito „ para acudir excepcionalmente a la vía del amparo, está debidamente acreditada”.
Por último, el Fundamento 34 del Voto del Dr. Eto Cruz de la Sentencia referida del Exp.
N° 02111-2010-PA/TC. señala que: “... la posibilidad de que la empresa principal contrate a otras empresas
para la prestación de un servicio, y no a otros trabajadores de forma directa, convierte a aquélla en una suerte de
empresa "fantasma” o “vacía”, con el consecuente debilitamiento de la acción colectiva de sus trabajadores... Lo
propio sucede con las personas que laboran para la empresa contratista, cuya actividad sindical se ve mermada al
no contar con representación directa ante la empresa principal, así como por estar imposibilitados de encargar su
defensa a algún sindicato de rama o actividad, cuyo ámbito difiere en todo caso de la labor especializada atribuible
a la contratista”.
Esta “precarización del trabajo” conlleva siempre una afectación a determinados derechos laborales
individuales y colectivos de los trabajadores, tanto de la empresa principal como los de la empresa
contratista. Entre aquellos derechos laborales afectados por este fenómeno de la tercerización
encontramos algunos tales como las condiciones de empleo y remuneración, la estabilidad laboral,
los derechos sindicales, entre otros.
La actual SAVIA PERÚ S.A. es una empresa perteneciente a un holding empresarial, cuyo
propósito es desarrollar esencialmente las actividades relacionadas con la explotación del
petróleo, en consecuencia, fiscaliza, monitorea y asegura la producción de hidrocarburos. Para
ello, descentraliza la producción de estos hidrocarburos y subcontrata a empresas tercerizadoras
para que se encarguen de cada unidad de la producción y del mantenimiento.
Dentro de las empresas tercerizadoras que contrata SAVIA PERÚ S.A. se encuentra la empresa
IMI DEL PERÚ S.A.C., a la cual pertenece el Sindicato demandante, empresa que forma parte
del holding empresarial, y tiene como actividad principal la prestación de servicios de transporte
marítimo, reparaciones de plataformas petroleras en el norte del país y realiza actividades
permanentes y esenciales para la producción petrolera. IMI DEL PERÚ S.A.C es la empresa que
tiene mayor personal desplazado para la empresa SAVIA PERÚ S.A.
Sus actividades no tienen una estructura fija, se centra en el pedido que le hace la principal. Entre
estas actividades encontramos el transporte, el cual puede ser de personal, equipos o materiales y
la realización de reparaciones de plataformas. Por ende, las actividades que realiza IMI DEL
PERÚ S.A.C. son actividades centrales para la cadena productiva de SAVIA PERÚ S.A. y tienen
carácter de permanentes.
b) Uno de los elementos esenciales de la tercerización que no se cumple, es que los materiales
como lo son insumos: combustibles, lubricantes y agua potable no son asumidos por cuenta
de la empresa tercerizadora, sino que éstos son proporcionados a título gratuito por
PETROTECH PERUANA S.A. (ahora SAVIÁ PERÚ S.A.) a IMI DEL PERÚ S.A.C.
c) Se encuentra acreditado en el Acta de Infracción que IMI DEL PERÚ S.A.C. sólo cuenta con
02 embarcaciones, arrienda 16 de éstas y que 27 embarcaciones las arrienda a PETROTECH
PERUANA S.A. (ahora SAVIA PERÚ S.A), de lo cual se concluye que quien asume el costo
de arrendamiento de éstas 27 naves es PETROTECH PERUANA S.A. (ahora SAVIA PERÚ
S.A.) y no IMI DEL PERÚ S.A.C., la que sólo provee el personal para la operación de estas
naves.
d) La empresa IMI DEL PERÚ S.A.C. no cuenta con sus propios recursos financieros, técnicos
o materiales, al quedar comprobado que la empresa PETROTECH PERUANA S.A. (ahora
SAVIA PERÚ S.A.) proporciona sin costo a la empresa IMI DEL PERÚ S.A.C. todos los
combustibles, lubricantes y agua potable necesarios para la operación de los barcos, barcazas
y grúas, así como los espacios adecuados de almacén, talleres y oficinas en Talara; por lo que
se evidencia la falta de solvencia económica suficiente por parte de la empresa contratista para
la prestación del servicio, existiendo una dependencia económica y financiera de la empresa
contratista con la empresa principal.
f) IMI DEL PERÚ S.A.C. no asumió los servicios prestados por su cuenta y que el dinero o
capital en riesgo no es de IMI DEL PERÚ S.A.C. sino de PETROTECH PERUANA S.A.
(ahora SAVIA PERÚ S.A.), en vista de que el dinero prestado por la empresa principal a la
tercerizadora no pasó a su área de decisión, por cuanto el destino de estos fondos estaba
previamente determinado en el contrato de mutuo, evidenciándose una dependencia
económica y financiera de la empresa contratista respecto de la principal.
5. Por tanto, en virtud a las conclusiones arribadas por la Autoridad Administrativa de Trabajo, se
encuentra demostrado que ha existido “desnaturalización de la tercerización" efectuada entre las
empresas IMI DEL PERU S.A.C. y PETROTECH PERUANA S.A. (ahora SAVIA PERÚ S.A.);
por lo que, de acuerdo a la normatividad vigente, existe desnaturalización cuando la
tercerización implique una simple provisión de personal. lo cual originará que los
trabajadores desplazados de la empresa tercerizadora tengan una relación de trabajo
directa e inmediata con la empresa principal.
Así pues, nuestro TC, consagra la interpretación amplia del "derecho al trabajo", en virtud de
la cual este se extiende a la protección del empleo, admitiendo la pérdida del mismo
únicamente cuando medie una causa justa, legalmente establecida y debidamente
comprobada.
A diferencia de lo que ocurre en la faceta colectiva del derecho al. trabajo, que por su carácter
programático o de aplicación diferida, no es exigible judicialmente, en su faceta individual,
entendido como mecanismo de conservación del empleo, deviene un derecho de aplicación
inmediata, judicialmente exigible, cuando es vulnerado por el acto arbitrario del empleador.
1 DE LA CUEVA, Mario, "El Nuevo Derecho Mexicano del Trabajo", Quinta Edición, Tomo I, Editorial
Porrúa S.A., México D.F., 1978, p.222
Por consiguiente, no es la mera voluntad del empleador sino la naturaleza, permanente o no,
de sus actividades la que determina la duración, -indeterminada o determinada- de las
relaciones de trabajo. Sólo excepcionalmente, cuando la naturaleza de la labor del trabajador
es temporal, accidental u ocasional el empleador podrá celebrar contratos de trabajo de
duración determinada o sujetos a modalidad.
Por ello, cuando la actividad del empleador es eventual, ocasional o sujeta a plazo, el
contrato de trabajo también lo es pues la extinción de la relación laboral tendrá lugar cuando
cese o finalice aquella actividad.
Por ello, en nuestro ordenamiento jurídico prevalece la noción del contrato de trabajo de
duración indeterminada, el cual corresponde a labores de carácter permanente, propias de
empresas que realizan una labor continua, en tanto que el contrato de trabajo de duración
determinada (sujeto a modalidad) tiene carácter excepcional, en función a labores eventuales,
ocasionales o temporales.
Desde este punto de vista, debe, también, considerarse excepcional la existencia de empresas
que realizan actividades temporales o eventuales, la cual debe encontrarse debidamente
acreditada de acuerdo a la naturaleza de la actividad y no al criterio subjetivo del empleador.
La necesidad de evitar que esta clase de empresas se utilicen fraudulentamente para impedir
que los trabajadores gocen del “derecho al trabajo” y a la “estabilidad laboral”, ha llevado a
nuestro ordenamiento jurídico a regular estrictamente esta clase de empresas, bajo las
modalidades de empresas de servicios temporales, empresas de servicios complementarios o
especializados y empresas tercerizadoras.
Concretamente, uno de los requisitos que se exige a una empresa de tercerización, conforme
al artículo 2o de la Ley 29245, es que tenga “pluralidad de clientes”, lo cual tiende a garantizar
2 Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo 728, aprobado por el Decreto Supremo NS 003-97-TR
su existencia permanente y, en particular, a evitar que se trate de una empresa “cautiva” o
empresa “de paja”, que por el hecho de prestar servicios exclusivamente a una empresa
principal, depende totalmente de ésta, lo cual pone en entredicho que su actividad sea
realmente autónoma respecto de la empresa usuaria, tratándose, más bien, de una forma de
provisión de personal a ésta, para eximirla de obligaciones laborales directas con el personal
destacado.
Al respecto, el maestro Plá Rodríguez explica “(...) junto con esos casos en que no cabe duda
de que se trata de empresas independientes que contratan entre sí para desarrollar una
actividad económica concertada, hay otros en los que simplemente el empleador busca eludir
o aligerar sus responsabilidades laborales o de previsión social, promoviendo artificialmente
la ficción de una empresa que figura a nombre de una persona (generalmente un ex empleado)
que aparece como contratando a otros trabajadores; pero que en realidad actúa como un
simple intermediario de la empresa principal que es la auténtica empleadora tanto del que
figura como intermediario como de sus empleados”3.
Esta es la situación que existe en IMI DEL PERU S.A.C., empresa que sólo y exclusivamente
brinda sus servicios a SAVIA PERÚ S.A. (antes PETROTECH PERUANA S.A.), razón por
la cual su propia existencia depende totalmente de ésta, pudiendo aquella desaparecerla de un
plumazo con el sólo hecho de no renovarle o resolver el contrato de prestación de servicios
que media entre ambas. Al carecer IMI DEL PERÚ S.A.C. de otros clientes - como los debe
tener una empresa que goza de autonomía - no podría subsistir por sí misma y tendría que
disolverse, procediendo a la cesación colectiva de todos los trabajadores que le brindan sus
servicios.
Bajo esta perspectiva, poco importa que los trabajadores de IMI DEL PERÚ S.A.C. se
encuentren vinculados a ésta empresa, en su gran mayoría, por contratos de trabajo de
duración indeterminada, pues la precariedad de éstos se encuentra determinada por la antes
mencionada situación de cautividad, sometimiento o subordinación que tiene dicha empresa
respecto de SAVIA PERÚ S.A. Reiteramos que la sola decisión de ésta de prescindir de los
servicios de IMI DEL PERÚ S.A.C. determinará el despido de todos los trabajadores que
actualmente ésta desplaza a prestar labores en SAVIA PERÚ S.A., pues al carecer de otros
clientes, no tendrá adonde destacar a aquellos trabajadores.
Lo señalado acredita que la situación de IMI DEL PERÚ S.A.C. es la de una falsa,
más aún fraudulenta, tercerización que, por consiguiente, vulnera directamente el
3 PLÁ RODRÍGUEZ, Américo, “ Los Principios del Derecho del Trabajo", 2da edición actualizada, Ediciones
Depalma, Buenos Aires, 1978, p.p.293-294
“derecho al trabajo” y a la “estabilidad en el trabajo” de los trabajadores que figuran
en la planilla de sueldos v salarios de dicha empresa.
Además del enunciado constitucional, este derecho halla fundamento en las declaraciones y
tratados sobre derechos humanos en materia social5, en el Convenio 111 OIT, "Convenio
relativo a la discriminación en materia de empleo y ocupación", en virtud del cual todo Estado que lo
ratifique6 se obliga a formular y llevar a cabo una política nacional que promueva "la igualdad
de oportunidades y de trato en materia de empleo y ocupación" (art.2°); y en el Convenio 100 OIT
“Convenio relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina
por un trabajo de igual valor”7.
Alude de este modo, a otra dimensión del principio de igualdad que, trasladada al ámbito
laboral, supone el derecho del trabajador a recibir de su empleador un trato igual al que reciben
los demás trabajadores. En este sentido, la igualdad de trato, en la relación laboral, no se
mueve, como la igualdad ante la ley, en el marco de las relaciones entre el individuo y el Estado
- como poder legislativo, administrativo o judicial-, sino dentro de una relación entre dos
sujetos particulares, el empleador y el trabajador, el primero de los cuales está dotado de un
El principio de igualdad de trato deviene lesionado cuando la empresa que brinda el servicio
de tercerización es sólo una apariencia de empresa, al tratarse de una mera “externalización”
de actividades de la empresa principal o usuaria, en la medida que las condiciones de trabajo
del personal destacado a ésta son, generalmente, inferiores y precarias respecto de aquellas de
las que gozan los trabajadores de la empresa usuaria.
En efecto, como lo destaca Valdés Dal-Ré “El masivo recurso de las empresas colaboradoras y
auxiliares de la principal a las modalidades de contratación temporal (...); el establecimiento de bajas
condiciones de trabajo para los trabajadores de sectores enteros que funcionan en régimen de descentralización
(por ejemplo, seguridad o limpieza), en ocasiones procedentes de la empresa principal y que quedan extramuros
de la normativa sucesoria o, en fin, la introducción por vía de convenio colectivo de condiciones de trabajo
distintas y menos favorables para los trabajadores que se incorporan a empresas con posterioridad a los procesos
de finalización adoptados constituyen hoy prácticas habituales (...)”89.
Es innegable que el status del trabajador que labora para la empresa tercerizadora no es el
mismo de aquel que lo hace para la principal o usuaria. Para ilustrar esta situación basta un
ejemplo: los trabajadores de SAVIA PERÚ S.A. para quien prestan servicios los trabajadores
de IMI DEL PERÚ S.A.C., perciben anualmente el 5% de las utilidades de dicha empresa, las
cuales por provenir de la actividad petrolera han sido bastante elevadas en los últimos años.
En cambio, el personal de IMI DEL PERÚ S.A.C. destacado en SAVIA PERÚ S.A., pese a
contribuir al resultado económico de ésta, no tiene participación en las utilidades generadas
por esta empresa, limitándose a percibir las que genera IMI DEL PERÚ S.A.C., la cual está
sujeta, - más aún por ser cautiva de SAVIA PERÚ S.A.-, a los ingresos que cobra por sus
“servicios” a ésta. Ello genera, sin duda alguna, una importante diferencia de ingresos entre
ambos grupos de trabajadores, derivada exclusivamente de la artificial consideración de IMI
DEL PERÚ S.A.C. como empresa de tercerización, no obstante que sus actividades
corresponden a la principal, se realicen exclusivamente para ésta y el personal que las realiza
se encuentra subordinado a SAVIA PERÚ S.A.
Además, como antes se indicó, la precariedad del contrato de trabajo del personal de IMI
DEL PERÚ S.A.C., cuya continuidad no se encuentra garantizada, estable otra importante
diferencia de trato entre estos trabajadores y los que prestan servicios a SAVIA PERÚ S.A.,
Si bien, la Ley 29245 garantiza a los trabajadores destacados por la empresa tercerizadora a la
empresa principal, el ejercicio de sus derechos colectivos, esto es, i) libertad sindical, ii)
negociación colectiva y iii) huelga, con arreglo a lo que dispone el art. 7, inciso 2 de aquella norma,
en la realidad la eficacia de esos derechos se encuentra menoscabada.
En efecto, tales derechos sólo pueden ejercerse ante su empleador directo o aparente, esto es el
intermediario (IMI DEL PERÚ S.A.C.) y no ante el empleador real (SAVIA PERÚ S.A.), tal
como lo puntualiza el inciso 2, in fine, del artículo 7 de la Ley 29245. Cuando la empresa
tercerizadora, es una empresa real, que cuenta con recursos financieros, técnicos o materiales,
responde por los resultados de sus actividades y cuenta con pluralidad de dientes, ello no
representa problema alguno, porque, entonces, dicho empleador está en condiciones de asegurar
a sus trabajadores condiciones de trabajo, remuneraciones y seguridad en el empleo, sustentadas
en la propia solvencia y permanencia de la empresa en el mercado. Pero, cuando -como en el caso
de IMI DEL PERÚ S.A.C.- se trata de una empresa cautiva, que emplea los recursos de la
principal y le presta servicios exclusivos al carecer de otros clientes, estamos ante una mera
intermediación de personal o simple provisión de trabajadores, lo cual está prohibido
expresamente por el artículo 5o de la Ley N° 29245, por constituir un supuesto de
desnaturalización de la tercerización. Es obvio que, en tal caso, al impedir a (os trabajadores
de IMI DEL PERÚ S.A.C. estar representados v negociar sus remuneraciones y
condiciones de trabajo con el verdadero empleador, esto es SAVIA PERÚ S.A., se afecta
el ejercicio de los derechos colectivos de los trabajadores que IMI DEL PERÚ desplaza
permanentemente a aquella para que le presten servicios.
En tal sentido, en el Fundamento 34 del Voto del Dr. Eto Cruz emitido en la Sentencia recaída
en el Expediente N° 02111-2010-PA/TC, éste refiere que: “... la posibilidad de que la empresa principal
contrate a otras empresas para la prestación de un servicio, y no a otros trabajadores de forma directa, convierte a
aquélla en una suerte de empresa fantasma” o “vacía”, con el consecuente debilitamiento de la acción colectiva de
sus trabajadores... Lo propio sucede con las personas que laboran para la contratista, cuya actividad sindical se ve
mermada al no contar con representación directa ante la empresa principal, así como por estar imposibilitados de
encargar su defensa a algún sindicato de rama o actividad, cuyo ámbito difiere en todo caso de la labor especializada
atribuible a la contratista” (STC. N° 02111-2010-PA/TC. FJ.34 - Fundamento de Voto del Dr. Eto
Cruz).
En consecuencia, como bien señala el Dr. Eto Cruz, los derechos sindicales de los trabajadores
de IMI DEL PERÚ S.A.C. que se encuentran desplazados y realizando labores en las
instalaciones de SAVIA PERÚ S.A., se ven mermados y en condiciones de precariedad, debido
a que toda actividad sindical que pretendieran realizar, se ve imposibilitada debido a que no
cuentan con representación directa ante la empresa principal, en la cual realizan sus labores,
siendo imposible encargar la defensa de sus derechos a algún sindicato, por lo que la afectación
al derecho fundamental a la libertad sindical se encuentra totalmente acreditada en el presente
caso.
V. MEDIOS PROBATORIOS:
Ofrezco en calidad de medios probatorios el mérito de los siguientes instrumentales:
1. El Acta de Infracción N° 022-2008 de fecha 30 de Julio de 2008.
2. La Resolución N° 01-19-C-070-2008-DRTPE-PIURA-ZTPET de fecha 7 de Octubre de 2008.
3. La Resolución Directoral N° 005-2009-GOB.REG-DRTPE-PIURA-DPSC de fecha 26 de
Enero de 2009.
4. La Resolución Zonal N° 01-19-C-011-2009-DRTPE-PIURA-ZTPET de fecha 20 de Febrero de
2009.
5. La Resolución Directoral N° 049-2009-GOB.REG-DRTPE-PIURA-DPSC de fecha 15 de Abril
de 2009.
POR TANTO:
Sírvase usted, señor Juez Constitucional, tener por interpuesta
la presente demanda y sustanciarla conforme a ley.
Finalmente, ya bajo la vigencia del CPCO, el Tribunal Constitucional ha indicado que: “(...) debe precisarse
que en caso de que la afectación consiste en una omisión de actos de cumplimiento obligatorio, el cómputo del plazo de
prescripción no transcurrirá mientras ella subsista, según lo establece el inciso 5) del artículo 44° del Código Procesal
Constitucional.” (STC. N° 3420-2004-AA/TC. FJ.41
DÉCIMO OTROSÍ DIGO: COPIAS Y CÉDULAS.- Acompaña copia de la demanda y sus recaudos
para notificar a la parte demandada, así como cédulas de notificación.
ESCRITO N° : UNO
II. ANTECEDENTES:
1. La presente medida se interpuso con fecha 9 de febrero de 2018 alegando los siguientes tres
hechos que acreditan la verosimilitud del derecho.
IMI DEL PERU Y SAVIA PERU (ANTES PETROTECH PERUANA) SON
EMPRESAS VINCULADAS ECONÓMICA Y ADMINISTRATIVAMENTE,
asimismo, IMI DEL PERU SAC se encontraba Impedida de suscribir contratos de
servicios petroleros al 01 de julio de 2001; siendo que su autorización para dicha finalidad
recién fue aprobada el 24 de enero de 2002, como lo demostró la Partida Electrónica
11351335 del Registro de Hidrocarburos que se adjuntó oportunamente.
LA PRESTACION DE SERVICIOS DE LOS TRABAJADORES SE INICIO
ANTES DE LA SUSCRIPCION DEL CONTRATO DE TERCERIZACIÓN, el
Contrato de Tercerización denominado CONTRATO INTEGRAL DE SERVICIOS
MARITIMOS fue suscrito entre SAVIA (en ese entonces PETRO TECH) e IMI el 01
de julio de 2001, señalándose efecto retroactivo al 01 de enero de 2001; dicha estipulación
no alcanza a las relaciones laborales iniciadas el 01 de junio de 2001, por cuanto siendo el
contrato laboral un contrato realidad, el mismo se perfecciona con la prestación de
servicios y no con la suscripción del contrato de tercerización.
2. Sin embargo, la Resolución apelada omite mencionar y mucho analizar nuestro escrito
de fecha 09 de marzo de 2018, el cual ha sido referido por la Resolución N° DOS de fecha
12 de abril de 2018 como el escrito con Registro N° 1435-2018; esta lamentable situación
ocasiona que de por sí la apelada sea nula, toda vez que el A quo al no haber analizado la
petición cautelar atendiendo al escrito ampliatorio (que contiene nuevos medios probatorios)
incurre en la causal de nulidad por motivación aparente contraviniendo el mandato expreso
del artículo 139° inciso 5 de la Constitución Política del Perú.
3. Debe recordarse que esta es una segunda apelación a la actuación de la Jueza RUTH
IVONNE RUIZ BENITES, ya que mediante Auto de Vista de fecha 07 de Junio de
2018, La Sala Laboral Transitoria de Sullana resuelve declarar NULA LA RESOLUCIÓN
NÚMERO UNO de fecha 23 de marzo de 2018, que declaró improcedente, por ahora, el
pedido de medida especial de innovar fuera del proceso. Nulidad que fue fundamentada en
la motivación aparente de la apelada.
III. FUNDAMENTOS DEL ERROR DE HECHO Y DE DERECHO INCURRIDA EN
LA RESOLUCION IMPUGNADA:
1. Con respecto a lo expresado en el punto 2.9 que nos habla sobre la verosimilitud, que nos
indica sobre la prueba de tal contundencia que genere certeza, cabe precisar que con fecha
09 de marzo de 2018, se presentó documentos para un mejor resolver obtenidos del
Congreso de la República con fecha 05 de marzo de 2018 a través de la Ley de Transparencia
donde se adjunta las declaraciones del señor ALBERTO VARILLAS CUETO, representante
legal de Petro Tech Peruana y la señora MARIA VICTORIA REAÑO, directora de
funciones y en Ecopetrol Colombia, dichas declaraciones expuestas ante el Congreso de la
República por la COMISION INVESTIGADORA ENCARGADA DE INVESTIGAR
LAS RAZONES DE LA VENTA DE LAS ACCIONES DE LA EMPRESA PETRO
TECH Y SUS CONTINGENCIAS TRIBUTARIAS, SOCIETARIAS Y DE OTRO TIPO
CON RELACION A LOS CONTRATOS CELEBRADOS CON EL ESTADO
PERUANO.
2. Otro punto que llama la atención, es que la Jueza RUTH IVONNE RUIZ BENITES
para descalificar un hecho que se produjo el 1 de junio de 2001 y que conllevo la
desnaturalización del contrato de tercerización suscrito el 1 de julio de 2001 (un mes después)
se ampara en normas posteriores; así de la revisión del numeral 2.12 de la apelada se aprecia
que cita el D.S. N° 020- 2007-TR publicada el 20 de setiembre de 2007 y en el punto 2.13 de
la apelada cita la Ley N° 29245 publicada el 24 de junio de 2008; es evidente que al
fundamentar su decisión al amparo de esta normas se viola el artículo 103° de la Constitución
Política del Perú que garantiza la no aplicación retroactiva de la ley.
3. Lo cierto es que la Jueza RUTH IVONNE RUIZ BENITES omite analizar la existencia
del peligro de en la demora, como la razonabilidad y proporcionalidad de la medida; es decir,
renuncia a aplicar justicia.
4. Por otro lado, en el numeral 2.20 la Jueza RUTH IVONNE RUIZ BENITES resta valor
probatorio al Informe de la COMISION INVESTIGADORA ENCARGADA DE
INVESTIGAR LAS RAZONES DE LA VENTA DE LAS ACCIONES DE LA
EMPRESA PETRO TECH Y SUS CONTINGENCIAS TRIBUTARIAS, SOCIETARIAS
Y DE OTRO TIPO CON RELACION A LOS CONTRATOS CELEBRADOS CON EL
ESTADO PERUANO de fecha 15 de mayo de 2009, aduciendo que es una prueba indiciaría,
cuando por mandato expreso del artículo 97° de la Constitución Política del Perú, las
Comisiones, entre las que se encuentran las investigadoras, acceden a todo tipo de información,
incluido el levantamiento del secreto bancario y la reserva tributaria, por lo que sus
conclusiones corresponden a la realidad y por ende son prueba plena.
Por las consideraciones expuestas, solicitamos a la Sala Revoque la apelada y actuando en sede de
instancia, CONCEDA LA MEDIDA CAUTELAR SOLICITADA, recordando que la misma busca
favorecerá 192 trabajadores, buscando garantizar el alimento, el bienestar y el desarrollo de la
personalidad de cada uno de ellos y de su familia; es decir, la presente medida tienen incidencia directa
en casi 1000 personas.
POR TANTO:
Pido a usted Señora Juez, tener por interpuesta la apelación
y elevar los autos a la Sala Laboral Transitoria de Sullana, en donde estamos seguros se revocará la
apelada y se concederá la medida cautelar solicitada.