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14 J. SORIANO y V. MONSALV E R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 9, N.º 1, Enero-Febrero 2002
Universitario de Valencia, el 25% (n=57) varones y el 75% mación ha sido desarrollar cuestionarios de afronta-
(n=172) mujeres, con un diagnóstico de dolor neuro p á t i c o miento específicos que preguntan al individuo sobre
en el 36,2% de los casos, y de dolor somático en el 59%, su forma de afrontamiento ante el dolor crónico (4).
y el resto se diagnosticó de dolor visceral (3,9%) y dolor
Ambos enfoques suelen coincidir en sus resultados
psicógeno (0,9%). Todos los sujetos contestaron, en la pri
mera visita de evaluación psicológica, un cuestionario de cuando los individuos consideran el dolor como la
76 ítems (en el que se incluyeron ítems de distintas fuen fuente primaria de estrés en sus vidas, pero difieren
tes) dirigido a evaluar las estrategias de afrontamiento cuando no resulta así.
utilizadas ante el dolor, así como un inventario de emocio Por otra parte, las estrategias de afrontamiento an-
nes. te el dolor crónico se han clasificado de diversas for-
mas (3-5), que han dado lugar a un conjunto de pro-
Resultados:
blemas asociados con las definiciones empleadas
Partiendo de un original de 76 ítems se ha obtenido un (añadir citas). Al respecto, Lazarus y Folkman consi-
cuestionario con una estructura estable y fiable de 6 facto deran que la distinción establecida entre estrategias
res compuesto por 31 ítems, que explica el 63,8% de la centradas en el problema y las centradas en la emo-
varianza con una consistencia interna de cada factor entre ción no resulta clara, además de que el éxito en una
0,77 y 0,94. estrategia conductual reduce el impacto emocional
(3). Por su parte, Fernández considera que mientras
Discusión:
hay autores que perfieren definir el afrontamiento en
El CAD (cuestionario de afrontamiento ante el dolor términos conductuales, otros prefieren hacerlo en
crónico) es un instrumento de medida realizado con mues términos cognitivos (6). El problema reside en la dis-
tra española, de fácil aplicación, y con una estructura inter tinción entre el afrontamiento y sus resultados cuan-
na consistente y estable, puede ser válido para la evalua do se utilizan las definiciones conductuales.
ción de una dimensión cada vez más relevante en el ámbito Las estrategias de afrontamiento pueden clasifi-
del dolor crónico. © 2002 Sociedad Española del Dolor. carse en adaptativas y desadaptativas. La considera-
Publicado por Arán Ediciones, S.L.
ción de una estrategia como adaptativa o desadaptati-
Palabras clave: Afrontamiento. Dolor Crónico. CAD. va depende de múltiples factores, interviniendo tanto
Evaluación. las diferencias intraindividuales como también las
interindividuales. Sin embargo, también es cierto que
diferentes estudios han encontrado relaciones entre
el uso de determinadas estrategias y su grado de
adaptación al dolor.
En general, se plantea una relación positiva entre
INTRODUCCIÓN estrategias activas y los índices de funcionamiento fí-
sico y psicológico y una relación negativa entre la uti-
Las estrategias de afrontamiento han sido defini- lización de estrategias pasivas y ajuste (4,5,7,8). La
das como la forma en que el sujeto intenta manejar utilización de estrategias pasivas (rezo, esperanza,
las fuentes de estrés (1). Esta dimensión ha sido en pensamiento desiderativo) se ha asociado con incre-
los últimos años ampliamente considerada en el ám- mento en el dolor, depresión, impotencia y peor ajuste
bito del dolor crónico, lo que ha propiciado la nece- psicológico (9). Por el contrario las estrategias activas
sidad de utilizar instrumentos de medida adeucados a (solución de problemas, búsqueda de información) se
las características del paciente que padece un síndro- encuentran correlacionadas negativamente con depre-
me álgico. sión e incapacidad física. Sin embargo, tampoco que-
da claro qué constituye un afrontamiento activo o pa-
sivo, ya que determinadas estrategias clasificadas
La evaluación de las estrategias de afro n t a m i e n t o como pasivas incluyen comportamientos activos (to-
al dolor mar medicación o avisar a la enfermera o al médico).
Así, el catastrofismo no constituye una estrategia
Para evaluar el afrontamiento al dolor se han utili- de afrontamiento en sí misma. Como indican algunos
zado dos tipos diferentes de aproximaciones (2). La autores (10,11) el catastrofismo se refiere a las valo-
aproximación más tradicional ha sido evaluar el raciones que realizan los pacientes sobre su capacidad
afrontamiento utilizando cuestionarios que piden al de afrontamiento más que sus intentos reales o aplica-
paciente que especifique y responda al estresor pri- ción de los mismos. Las estrategias etiquetadas como
mario en su vida (sea o no el dolor) (3). Otra aproxi- evitación incluyen tanto procesos cognitivos pasivos
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CAD: CUESTIONARIO DE AFRONTAMIENTO ANTE EL DOLOR CRÓNICO 15
como activos así como comportamientos dirigidos ha- afrontamiento en el ámbito del dolor crónico se han
cia la reducción del dolor y hacia su anticipación. Se utilizado fundamentalmente cuatro cuestionarios, el
incluyen aquí la reducción en la frecuencia de las ac- Ways of Coping Checklist (WCC) y sus revisiones
tividades físicas y el ejercicio que se considera que (3,13,14), el Vanderbilt Pain Management Inventory
aumentan el dolor, pero también se extienden hacia (VPMI) (5), el Pain-Related Self-Statements Scale
aquellas conductas que no necesariamente predicen o (PRSS) (15) y el Coping Strategies Questionnaire
causan el dolor. Estas estrategias suelen conllevar una (CSQ) (4). Sin lugar a dudas, de todos los anteriores,
retirada de las actividades sociales. Aunque las estra- el CSQ es el instrumento de evaluación más utilizado
tegias de evitación y de retirada suelen reducir el do- y por ello el instrumento de referencia. Prueba de
lor prolongado en las fases iniciales de la enfermedad, ello son los datos obtenidos en los últimos 10 años
a largo plazo suelen reforzar la creencia de que estas (mediante la revisión de la base de datos Medline) de
estrategias previenen el dolor futuro. El problema que la utilización de dichos cuestionarios en el ámbito
presenta este tipo de acciones es que se generalizan del dolor, en donde el CSQ ha sido utilizado en más
hacia las actividades displacenteras, tales como reali- de 360 trabajos, lo que representa más del 95% del
zar las actividades del hogar, o hacia la evitación de total.
las relaciones interpersonales cuando hay problemas, El cuestionario CSQ, desarrollado a principios de
quedando reforzadas negativamente. la década de los 80, está compuesto por 42 ítems
Parece que ante el dolor agudo este tipo de estrate- agrupados en 7 escalas de 6 ítems cada una, más 2
gias tiene mayor efecto que en el caso del dolor cró- ítems referidos al control que se ejerce sobre el dolor
nico, encontrándose que lo individuos con dolor cró- y a la capacidad para disminuirlo. Cada ítem se pun-
nico que utilizan estrategias atencionales suelen ser túa de acuerdo con una escala de 7 puntos (0= nunca,
más activos socialmente, menos depresivos y menos 3= a veces, 6= siempre). Las escalas son d e s v i a c i ó n
ansiosos que los que utilizan la evitación. de la atención (pensamientos que sirven para distraer
Probablemente las estrategias más eficaces en el do- la atención del dolor; α= 0,85), re i n t e r p retación de
lor crónico sean aquéllas que eliminan la atención y las sensaciones de dolor (Imaginar algo que pueda re-
concentración del paciente sobre el dolor. La concen- sultar inconsistente con la experiencia de dolor; α= 0,85),
tración en alguna actividad como la relajación dismi- ignorar las sensaciones de dolor (negación del daño
nuye la actividad del sistema nervioso simpático. Ade- causado por el dolor; α= 0,81), a f rontamiento autoa -
más, suele reducir el uso del catastrofismo y la f i r m a t i v o (decirse a uno mismo que se puede hacer
evitación. También la socialización puede reducir el frente al dolor; α= 0,72), rezo y esperanza ( m a n t e n e r
énfasis en la importancia del dolor. Las relaciones so- la esperanza y rezar para que el dolor mejore algún
ciales actúan como un colchón y poseen un efecto con- día; α= 0,83), catastrofismo (pensamientos negativos
trario al estrés y a la enfermedad crónica. También se e ideas catastrofistas; α= 0,78) e i n c remento del ni -
ha investigado sobre el efecto de un condicionamiento vel de actividad (comprometerse en tareas activas
operante en el mantenimiento de las conductas de do- que le mantengan alejado del dolor; α= 0,71).
lor (lamentos, suspiros, quejidos, cojeos, etc.), que Sin embargo, desde su publicación han aparecido
pueden reforzarse positiva (atención) o negativamente diversos trabajos en los que se plantean diferentes es-
(evitación o escape de actividades displacenteras) (12). tructuras factoriales. Lawson y cols. establecen 3
Ello hace que se encuentren relaciones entre la satis- grandes factores: A f rontamiento Cognitivo Conscien -
facción con el apoyo social recibido y el incremento de te, Creencia en la Autoeficacia y Evitación del Dolor
conductas de dolor. Por otra parte también se encuen- (16). Gross también establece 3 factores pero diferen-
tran relaciones entre apoyo social y la manifestación tes a los encontrados por Lawson y cols.: p é rdida de
de un mejor humor y un mayor sentido de control, pese c o n t rol, afrontamiento activo y supresión y autocon -
a la limitación que supone en sus vidas el tener una pa- f i a n z a (17). Por su parte Hagglund y cols. también
reja con dolor crónico. Esto hace que las relaciones en- consideran 3 factores nuevamente distintos: c o g nicio -
tre el dolor y el apoyo social resulten complejas. nes optimistas, autocontrol y afrontamiento com -
p o rt a m e n t a l (18). Spinhowen y cols. encuentran 3
factores: a f rontamiento activo, control percibido y
P roblemática de la evaluación de las estrategias d e s a m p a ro (19). Turner y Clancy, encuentran 3 facto-
de afrontamiento al dolor res: negación del dolor, distracción de la atención y
rezo y desamparo (20). Incluso los mismos Rosenstiel
Tras revisar las bases de datos de Psyclit y Medli- y Keefe en su trabajo original de 1983, agrupan las 7
ne podemos considerar que para la evaluación del dimensiones en 3 factores: a f rontamiento cognitivo y
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supresión, desamparo y distracción de la atención y sos el criterio de más de 6 meses de evolución, siendo
rezo (4). más del 55% con una evolución temporal de 4 o más
Keefe y cols. encuentran posteriormente 2 facto- años, un poco más del 7% una evolución de un año o
res: intentos de afrontamiento y control del dolor y menos (siempre cumpliendo el criterio de los 6 meses
pensamiento racional (21,22). Gil y cols. modifican- como mínimo), y sobre el 9% de los sujetos padecen
do el CSQ, encuentran 2 factores: intentos de afro n - un síndrome de dolor crónico con una evolución de
tamiento y pensamiento negativo y adherencia pasi - más de 10 años. En cuanto al diagnóstico, 83 pacien-
va (23). tes fueron diagnosticados de dolor neuropático
En un trabajo previo, utilizando una muestra espa- (36,2%), 135 de dolor somático (59%), y el resto de
ñola de pacientes con dolor crónico, también se obtu- dolor visceral (3,9%) y dolor psicógeno (0,9%).
vieron 3 factores denominados: a f rontamiento cogni - Todos los sujetos contestaron un protocolo en la
tivo, afrontamiento conductual y desesperanza q u e primera visita al servicio de psicología, consistente
dieron cuenta del 43% de la varianza aproximada- en 76 ítems dirigidos a evaluar las estrategias de
mente (24). afrontamiento utilizadas ante el dolor, así como a un
Tras los aspectos que acabamos de indicar, se plan- inventario de 22 emociones referidas a lo que sentían
tean dos tipos de problemática. Por un lado, el análi- en esos momentos, todos ellos evaluados sobre una
sis de la aplicación de dichas pruebas con diferentes escala de acuerdo/desacuerdo de 5 puntos.
muestras plantean su inconsistencia estadística. Por Los ítems analizados provienen tanto de otros
otra parte, existe un déficit en el diseño de escalas o cuestionarios de afrontamiento como el de Rosenstiel
cuestionarios que valoren las estrategias de afronta- y Keefe (4), el de Vitaliano y cols. (14), el de Brown y
miento en pacientes con dolor crónico en muestra es- Nicassio (5) el de Amirkhan (25) y el de Flor, Behle y
pañola. En este trabajo se presenta un cuestionario de Birbaumer (15), así como también de las estrategias
estrategias de afrontamiento ante el dolor crónico, de- indicadas por los propios pacientes recogidos en un
sarrollado a partir de varias fuentes (otros cuestiona- inventario de ítems utilizado con una muestra previa
rios, verbalizaciones de los propios pacientes, expe- (n=58) (24), y de observaciones clínicas.
riencias clínicas y planteamientos teóricos), en el que Las emociones valoradas fueron: a l e g re, irr i t a d o ,
se ha utilizado para su construcción una muestra ente- satisfecho, pesimista, feliz, furioso, deprimido, ten -
ramente española de pacientes con dolor crónico. so, animado, decepcionado, aliviado, culpable, opti -
mista, ansioso, seguro de sí mismo, preocupado, im -
paciente, entusiasmado, pacífico, contento, sociable
MATERIAL Y M É TO D O y enfadado.
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CAD: CUESTIONARIO DE A F R O N TA M I E N TO ANTE EL DOLOR CRÓNICO 17
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TA B L A I I I. ÍNDICES DE CONSISTENCIA INTER Y (p= 0,031), siendo el grupo neuropático (X = 1,75) el
E S TADÍSTICOS BÁSICOS DE LOS FA C TORES DE que puntúa más bajo, – frente al grupo de pacientes
PRIMER ORDEN con dolor somático (X= 1 , 9 8 ) .
Ello indica que, según los datos obtenidos, tanto
Media D e s v. Típica las estrategias de afrontamiento como las reacciones
Religión 0,944 13,56 7,02 emocionales, poco tienen que ver con el tipo de dolor.
Catarsis 0,886 12,34 5,33
Distracción 0,826 15,22 5,70
Autocontrol mental 0,817 11 , 4 1 5,00 DISCUSIÓN
Autoafirmación 0,791 18,73 4,07
BAS instrumental 0,777 16,38 4,81 El primer y último objetivo de este trabajo, ha si-
do elaborar un cuestionario de estrategias de afronta-
miento para pacientes con dolor crónico derivado de
una muestra española. El primer paso consistió en la
realización de un análisis exhaustivo de los principa-
les cuestionarios utilizados, así como recoger las
opiniones de los pacientes sobre lo que hacían para
hacer frente a su dolor. A partir de estos resultados se
consiguió una amplia batería de ítems que fueron
agrupados en 8 escalas teóricas. A continuación se
seleccionaron aquellos ítems que resultaban más re-
presentativos de la muestra analizada. Se elaboró así
un protocolo amplio con la idea de reducir y selec-
cionar aquellos ítems que fueran capaces de discri-
minar entre escalas. Tras eliminar los ítems que no
saturaban de manera significativa en ningún factor,
así como aquellos que lo hacían en más de un factor
Fig. 1— Comparación de las puntuaciones entre las es- se redujo el número de ítems a 31. Para buscar la es-
trategias de afrontamiento . tructura simple de la matriz se rotaron los ejes man-
teniendo la ortogonalidad de los mismos (varimax);
también se utilizaron rotaciones oblicuas, pero los
más independiente la estrategia de re l i g i ó n. resultados no diferían de los anteriores, por lo que se
Con respecto a las emociones hay que destacar optó por mantener la independencia de los factores.
que aparece un conjunto de emociones sin relaciones Por último, las comunalidades de las variables indi-
significativas, por lo que han sido eliminadas del can el buen ajuste existente entre los ítems, sin que
análisis. Las emociones eliminadas son las siguien- aparezca ninguno con una varianza común excesiva-
tes: i rritado, satisfecho, deprimido, tenso, decepcio - mente baja.
nado, culpable, ansioso y pacífico. El resultado es un cuestionario con 6 factores que
da cuenta del 64% aproximadamente de la varianza
explicada, porcentaje superior al conseguido por la
D i f e rencias en afrontamiento y emociones según el mayoría de los cuestionarios utilizados hasta la ac-
tipo de dolor tualidad. La estructura simple se ha conseguido de
manera satisfactoria, encontrándose los factores bas-
Dada la distribución obtenida en el tipo de dolor, tante equilibrados entre sí, ya que la diferencia de
se han buscado las posibles diferencias con significa- varianza explicada entre el mayor y el menor es de
ción estadística en las 6 estrategias de afrontamiento 4,5% de varianza. De esta manera todos los factores
y en las 22 emociones existentes, entre el grupo de explican una proporción de varianza muy semejante.
pacientes con dolor neuropático (83 pacientes) y el Además, se ha procurado equilibrar al máximo el nú-
grupo de sujetos con dolor somático (135 pacientes), mero de ítems entre todas las escalas, de manera que
por ser los más importantes. a excepción de una escala que consiste en 6 ítems, el
Únicamente se ha obtenido una variable que pre- resto está compuesto por 5 cada una.
senta diferencias entre los dos grupos con significa- Los índices de consistencia interna calculados me-
ción estadística que se refiere a la emoción a l i v i a d o diante el coeficiente alfa de Cronbach resultan satis-
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Catarsis 0,297**
Distracción
Aut. menta. 0,129* 0,302**
Aut. afirm. 0,477** 0,401**
BAS probl. 0,262** 0,256** 0,386** 0,264**
Alegre 0,149* 0,156*
Pesimista 0,141* -0,175**
Feliz 0,142*
Furioso 0,160* -0,157*
Animado 0,202** 0,263**
Aliviado 0,180** 0,187**
Optimista 0,241** 0,174** 0,315** 0,175**
Seguro de sí mismo 0,201** 0,144* 0,131*
Preocupado 0,148*
Impaciente -0,233**
Entusiasmado 0,231** 0,218**
Contento 0,180** 0,264**
Sociable 0,189** 0,250** 0,156*
Enfadado -0,146*
Edad 0,235** -0,245** -0,163* -0,190** -0,295**
Estudios -0,169* 0,209** 0,166*
E VA i n i c i . 0,194**
*La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral). **La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
factorios, como puede observarse en la Tabla III, in- que la mayoría de sujetos pertenecen a la religión ca-
dicando que la fiabilidad de las escalas parece bas- tólica, por ser el resto de prácticas minoritarias en
tante asegurada. nuestro país. Teniendo en cuenta esta consideración,
Las escalas obtenidas: religión, catarsis, distrac- parte de estos resultados descritos anteriormente, se
ción, autocontrol mental, autoafirmación y búsqueda confirman al relacionar el afrontamiento religioso
de información, se encuentran dirigidas hacia el con emociones como “furioso” y “preocupado”, lo
afrontamiento centrado en la emoción, salvo la últi- cual apunta hacia una relación del uso de la religión
ma, que se centra más en el problema, aunque no como estrategia de afrontamiento y el incremento en
desde la perspectiva de las acciones directas (3). El el distrés emocional.
afrontamiento religioso puede definirse como la uti - La estrategia de “distracción” se refiere a un con-
lización de técnicas cognitivas o conductuales para junto de acciones que pretenden que el individuo no
a f rontar situaciones estresantes que provienen de la se concentre en su dolor. La escala de “autocontrol
religión o espiriatualidad (26), estableciéndose co- mental” se refiere a los esfuerzos cognitivos para in-
mo una estrategia efectiva para múltiples circunstan- tentar disminuir el dolor y la escala de “autoafirma-
cias estresantes (27). Sin embargo, aparecen claras ción” contiene diversas formas de darse ánimos a
diferencias entre individuos practicantes de diferen- uno mismo para no desfallecer. Estas estrategias se
tes religiones, apareciendo los individuos protestan- relacionan en algunos estudios con menor puntuacio-
tes más adaptados que los católicos, al resultar estos nes en la intensidad del dolor (28,29), aunque hay
últimos con un pobre ajuste ante las situaciones es- otros que no encuentran dichas relaciones (4). En
tresantes, frente a los protestantes, así como con un nuestro caso no hemos obtenido relaciones significa-
menor control sobre la situación (26). En nuestro ca- tivas entre el uso de estas estrategias y la intensidad
so, aunque no se tienen datos sobre la práctica y/o de dolor inicial, sin embargo, sí que son estrategias
creencia religiosa de la muestra, podemos suponer que pueden considerarse como adaptativas, en fun-
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CAD: CUESTIONARIO DE AFRONTAMIENTO ANTE EL DOLOR CRÓNICO 21
ción de las relaciones obtenidas a nivel emocional, tes más mayores tienden a utilizar en mayor grado la
encontrándose relacionadas positivamente con emo- estrategia de re l i g i ó n, mientras que conforme avanza
ciones positivas, tales como alegre, sociable, opti- la edad se observa una clara disminución en el uso de
mista o contento, mientras que aparecen relaciones estrategias como distracción, autocontrol mental,
negativas con emociones tales como furioso e impa- autoafirmación y búsqueda de información. Por otra
ciente, aunque de manera desigual entre todas las es- parte, conforme aumenta el nivel de e s t u d i o s de los
trategias de afrontamiento. pacientes disminuye el uso de la estrategia de afron-
Por último, dados los problemas que puede conlle- tamiento de re l i g i ó n y aumenta el de las estrategias
var evaluar la estrategia de búsqueda de apoyo so- de distracción y búsqueda de información.
cial, en donde según Lazarus y Folkman (1984), se Estos resultados resultan claramente congruentes
encontraría relacionada tanto con las estrategias diri- si tenemos en cuenta que la e d a d y el nivel de e s t u -
gidas hacia el problema como con las dirigidas hacia dios correlacionan negativamente (r=- 0,43; p= 0,000).
la emoción (3), en nuestro caso se ha optado por di- Es decir, conforme aumenta la edad de los sujetos
ferenciar el componente dirigido hacia la emoción menor nivel de estudios se posee, tendiendo a utili-
(“catarsis”), del dirigido hacia el problema (“búsque- zar en mayor grado la estrategia de re l i g i ó n y en me-
da de información”). Mientras que la “catarsis” con- nor las estrategias que resultan más adaptativas tales
tiene las verbalizaciones sobre el dolor por el alivio como distracción y búsqueda de información, así co-
que produce el hecho de comentar con otros el pro- mo también se tiende a utilizar menos las estrategias
blema y buscar su comprensión, la “búsqueda de in- de a u t o c o n t rol mental y a u t o a f i r m a c i ó n.
formación” se refiere a las consultas que realiza el Como resumen podemos indicar que mientras que
individuo dirigidas hacia saber más sobre su proble- la estrategia de catarsis no tiene correlatos emocio-
ma con el fin de poder ponerle remedio. De esta ma- nales, la estrategia de religión los tiene negativos,
nera puede considerarse esta última dirigida hacia el aunque escasos, mientras que el resto, distracción,
problema, mientras que la primera (catarsis) está di- autocontrol mental, autoafirmación y búsqueda de
rigida hacia la emoción. información, obtienen correlatos con emociones po-
La catarsis curiosamente no se relaciona con nin- sitivas, aunque en diversos grados.
guna reacción emocional y parece que debería hacer- Por último, indicar que la muestra de pacientes pa-
lo con emociones que supongan liberación o descarg a rece intentar “darse ánimos, buscar información so-
emocional. Al respecto de estos resultados algunos bre su dolor, confiar en la religión, distraerse, contar
autores no consideran la búsqueda de apoyo social su problema a otros y, por último, intentar reducir su
como una estrategia de afrontamiento en sí misma, si- dolor mentalmente”. Éste puede ser el resumen de
no como un predisponente (30). En cualquier caso, la los resultados obtenidos (Fig. 1), en función de las
“búsqueda de información” se encuentra relacionada puntuaciones obtenidas en las diferentes estrategias
con diversas emociones positivas, lo cual parece jus- de afrontamiento.
tificar el hecho de su separación de la “catarsis”. El CAD (Cuestionario de Afrontamiento ante el
En cuanto a las relaciones entre afrontamiento y Dolor Crónico), es un instrumento de medida de fácil
respuestas emocionales, hay que anotar que la estra- aplicación, con una estructura estable y altos índices
tegia de re l i g i ó n se relaciona con las emociones de de consistencia interna, que, dado que para su crea-
furioso y pre o c u p a d o. Resulta sorprendente que la ción ha sido utilizada una muestra de pacientes con
estrategia de catarsis no se relacione con ningún tipo dolor crónico española e intentando corregir las de-
de respuesta emocional. El resto de estrategias (d i s - ficiencias de otros instrumentos de medida utilizados
tracción, autocontrol mental, autoafirmación y bús - hasta ahora, puede ser válido para la evaluación de
queda de información), obtienen unas relaciones mu- una dimensión, la forma de afrontar el dolor, sin du-
cho mayores, siendo más similares las estrategias de da relevante para el control y manejo de la percep-
distracción y a u t o a f i r m a c i ó n, las cuales se relacio- ción álgica.
nan con lo que pueden denominarse como “emocio-
nes positivas”, mientras que las estrategias de a u t o -
c o n t rol mental y búsqueda de información t a m b i é n AGRADECIMIENTOS
tienden a lo mismo pero en menor grado.
La valoración inicial del dolor (EVAINICI) se rela- Este trabajo se ha realizado en parte mediante sub-
ciona únicamente con la estrategia de re l i g i ó n, mien- vención para la investigación de la Generalitat Va-
tras que las variables de e d a d y nivel de e s t u d i o s, lenciana, Consellería de Educación y Ciencia. Nº.
manifiestan unas relaciones interesantes: los pacien- GR-0017.
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