You are on page 1of 5

Prosopagnosia: ¿entidad única o múltiple?

R. García-García a, L.J. Cacho-Gutiérrez b

PROSOPAGNOSIA: IS IT A SINGLE OR A MULTIPLE ENTITY?


Summary. Introduction. The prosopagnosia has generally been defined as an incapacity to recognize familiar faces, or faces
previously known, due to certain lesions to certain areas of the cerebral cortex. Yet it seems that there is no universal consensus
neither on its definition nor in relation to the specific lesions that might cause it. There seems to be no consensus either around
the criteria that might enable us to identify different types of prosopagnosia. Objective. We make an attempt to revise the
definition of prosopagnosia and to see if it is appropriate to consider it as a single entity or, on the contrary, we are able to
differentiate specific types of prosopagnosia according to its origin, brain lesion associated with it or the patients
characteristics. On the other hand, we questioned ourselves whether different exams usually utilized for the identification
of prosopagnosia in fact measure the same concept. Conclusions. We propose that we could distinguish different types of
prosopagnosia with different clinical characteristics. Then we went on to differentiate between developed prosopagnosias and
acquired prosopagnosias by bilateral brain lesion as opposed with those associated with a fundamentally aperceptive deficit,
as opposed to those linked with a fundamentally associative deficit. Lastly, we propose that different types of exams of
recognition and identification can measure distinct aspects linked to prosopagnosia. [REV NEUROL 2004; 38: 682-6]
Key words. Agnosia. Face recognition. Object recognition. Prosopagnosia. Prosopagnosia classification. Visual agnosia.

INTRODUCCIÓN erróneamente en personas jóvenes como un problema de tipo


El término ‘prosopagnosia’ deriva del griego prosopon (cara) y atencional.
agnosia (ausencia de conocimiento). Entre los primeros casos Se han desarrollado diversos modelos cognitivos para expli-
clínicos que hacen referencia a los déficit en la identificación de car los distintos ámbitos de procesamiento que pueden estar
rostros, podemos destacar los que describió Wilbrand en 1892 implicados en el reconocimiento facial, basados fundamental-
[1]. No obstante, el término prosopagnosia fue introducido por mente en estudios neuropsicológicos y clínicos experimentales
Joachim Bodamer en 1947 para describir el caso clínico de un [6-9]. Según estos diferentes modelos, el procesamiento de
paciente de 24 años que tenía una herida de bala en la cabeza. caras implica una serie de pasos o de rutas, cada uno de los cua-
Este paciente había perdido su capacidad para reconocer las les puede estar específicamente alterado en función de la locali-
caras de familiares y amigos, incluso era incapaz de reconocer zación de la lesión cerebral.
su propio rostro al mirarse en un espejo; sin embargo, conserva- Uno de los modelos más conocidos es el que proponen Bru-
ba la capacidad de identificar a las personas a través de otras ce y Young [7], según el cual nuestro cerebro tiene un sistema
vías perceptivas, como el tacto o la voz, o a través de otras ca- especializado en la identificación de caras, diferente al sistema
racterísticas específicas, como la forma de caminar [1,2]. de identificación de otros estímulos visuales. Para Bruce y
Podemos hacer una distinción en función del origen de la Young, el procesamiento visual de caras se realiza a través de
prosopagnosia. Así, por ejemplo, numerosos pacientes co- cuatro rutas separadas que permiten derivar diferentes tipos de
mienzan a desarrollar este déficit a partir de una determinada información. Este modelo distingue, por ejemplo, el procesa-
lesión que afecta a alguna zona específica del cerebro, lo que miento de caras familiares respecto al de las no familiares. La
podemos identificar como ‘prosopagnosia adquirida’; es decir, prosopagnosia podría presentarse como consecuencia de un
en estos pacientes podríamos establecer una relación directa fallo en alguna de estas vías de procesamiento de las caras [1].
de causa y efecto entre la lesión cerebral y su déficit en la per- No obstante, este modelo presenta una serie de limitaciones, por
cepción, el reconocimiento y la identificación de rostros. En ejemplo, que los resultados que se obtienen con ciertos pacien-
cambio, en la literatura científica encontramos otros casos clí- tes no parecen apoyar la distinción entre el reconocimiento de
nicos de pacientes cuya dificultad para percibir, reconocer o caras familiares y no familiares [8].
identificar rostros conocidos se observa a lo largo de toda su A partir de los diferentes casos clínicos de prosopagnosia
vida, y en muchos casos en ausencia de una lesión neurológi- que se han descrito en la literatura científica, se han propuesto
ca conocida [3-5], en lo que podríamos identificar como ‘pro- algunos intentos de clasificación. Así, por ejemplo, McNeil y
sopagnosia evolutiva o desarrollada’. En este sentido, algunos Warrington [10] describen tres casos de pacientes con incapa-
casos de prosopagnosia evolutiva leve podrían identificarse cidad para reconocer caras, y deducen a partir de sus resulta-
dos que podrían diferenciarse dos tipos de prosopagnosia: uno
que estaría provocado por una desconexión entre las diferentes
Recibido: 31.05.03. Aceptado: 10.12.03. unidades de reconocimiento de caras, y otro que se relaciona
a
Departamento de Psicología Básica. Psicobiología y Metodología. Facultad
con una alteración en el sistema de almacenamiento de la
de Psicología. Universidad de Salamanca. b Sección de Neurología. Hospi- información facial. Estos autores consideran que los déficit
tal Universitario de Salamanca. Salamanca, España. visuoperceptivos no tienen por qué contribuir a la etiología de
Correspondencia: Dr. Ricardo García García. Facultad de Psicología. Avda. la prosopagnosia.
de la Merced, 109-131. E-37005 Salamanca. E-mail: rigar@usal.es De Renzi, Faglioni, Grossi y Nichelli [11] aplicaron a tres
 2004, REVISTA DE NEUROLOGÍA pacientes con prosopagnosia diversas tareas de percepción vi-

682 REV NEUROL 2004; 38 (7): 682-686


II CINI: SÍNDROMES NEUROPSICOLÓGICOS ESPECÍFICOS

sual, de emparejamiento de caras y de reconocimiento de caras. Podríamos considerar en la clasificación anterior que la pro-
A partir de sus resultados, propusieron diferenciar una proso- sopagnosia aperceptiva y la discriminativa estarían más asocia-
pagnosia asociada a déficit fundamentalmente perceptivos (pro- das a lo que De Renci et al [11] identifican como prosopagnosia
sopagnosia aperceptiva), frente a una prosopagnosia asociada a aperceptiva, mientras que las prosopagnosia asociativa e identi-
déficit en la recuperación de información de una cara, la cual se ficativa de la presente clasificación estarían probablemente más
ha percibido adecuadamente (prosopagnosia asociativa). Según asociadas a lo que De Renci et al [11] denominan prosopagno-
estos autores, la prosopagnosia puede aparecer asociada a dife- sia asociativa. No obstante, en esta propuesta matizamos algu-
rentes grados de alteración perceptiva. nos aspectos que probablemente permitirían acotar más el tipo
No parece existir unanimidad en cuanto a los criterios de de déficit prosopagnósico que sufre un paciente.
clasificación de los casos clínicos de prosopagnosia; no obstan-
te, lo que sí parece evidente es que muchos de estos pacientes
manifiestan distintos grados de afectación en el reconocimiento LESIONES NEUROLÓGICAS
de caras. Se pueden observar pacientes con un déficit en los ASOCIADAS A LA PROSOPAGNOSIA
procesos visuoperceptivos, en los de asociación de la informa- En primer lugar podemos plantearnos si existen zonas en nuestro
ción percibida, en la conexión de la información que se percibe cerebro especializadas en el procesamiento visual de los rostros.
con la que se almacena en la memoria y otros con déficit de Humphreys et al [14] sugieren que el almacenamiento de infor-
almacenamiento o en la recuperación de dicha información. mación de diferentes tipos de estímulos visuales (caras, palabras,
A continuación proponemos una categorización que puede objetos) podría estar representado en diferentes áreas específicas
obedecer más a aspectos descriptivos que a un intento de identi- del cerebro, por lo que se produciría una agnosia visual específi-
ficar el origen de la prosopagnosia. Es posible, por ejemplo, ca en función de la zona lesionada. En este sentido, se han descri-
encontrarse frente a un paciente con dificultad para reconocer to casos de pacientes con una incapacidad para el reconocimiento
que una cara es una cara, lo que denominamos ‘prosopagnosia de caras sin déficit en el reconocimiento de otros estímulos visua-
aperceptiva’; probablemente, se trataría de un déficit visuoper- les [15,16], y también casos en los que pacientes con agnosia para
ceptivo tan elemental que estaría asociado a una agnosia más los objetos no presentan prosopagnosia [17,18]. No obstante,
generalizada visual, como agnosia para los objetos; en otros aunque diversos autores han realizado trabajos para intentar com-
casos, un paciente podría presentar dificultades para reconocer probar si la prosopagnosia implica una alteración específica en el
una misma cara desde diferentes perspectivas espaciales, o mos- reconocimiento o identificación de caras respeto a otros estímu-
traría dificultades, por ejemplo, para identificar un mismo rostro los visuales, esta cuestión aún sigue sin resolverse [19,20].
en posición invertida, lo que denominamos ‘prosopagnosia dis- Generalmente, en los casos que se han descrito de prosopag-
criminativa’. El caso que describen Wada y Yamamoto [12] trata nosia evolutiva no se han identificado lesiones cerebrales especí-
de un paciente que sufrió una hemorragia cerebral que afectó a la ficas asociadas [5,21-23]. En cambio, los casos de prosopagno-
región fusiforme y a la zona occipital lateral del hemisferio dere- sia adquirida, habitualmente son consecuencia de una lesión
cho. Presentaba una incapacidad para percibir y discriminar cerebral provocada por un accidente cerebrovascular o por un
caras no familiares y para reconocer caras familiares, sin que se tumor cerebral [24], aunque también se describen casos en la
observasen déficit perceptivos para otros estímulos visuales ni literatura científica de pacientes prosopagnósicos como conse-
agnosia visual para objetos; en otros casos podría presentarse un cuencia de un traumatismo craneoencefálico o de enfermedades
déficit para reconocer caras familiares (que es lo que habitual- infecciosas que afectan al sistema nervioso central [11,24-26].
mente se ha relacionado con el concepto de prosopagnosia), lo No parece existir unanimidad en cuanto a la localización
que denominamos siguiendo la nomenclatura de De Renci et al neuroanatómica de las lesiones asociadas a la prosopagnosia
[11] ‘prosopagnosia asociativa’; otras personas podrían conser- adquirida. Diversos estudios sobre percepción de caras con
var la capacidad de reconocer si una cara pertenece a alguien pacientes con lesiones cerebrales [27-31] y otros estudios reali-
conocido, aunque tendrían dificultades para identificar de quién zados con sujetos sanos utilizando técnicas de neuroimagen
se trata, lo que denominamos ‘prosopagnosia identificativa’; es funcional [32-36] indican que la percepción de caras está aso-
decir, en este caso, al presentar fotografías de personas conoci- ciada a regiones posteriores del cerebro, sobre todo a las áreas
das junto a otras de desconocidas, podría decir cuáles le resultan de asociación occipitotemporal del hemisferio derecho. El
familiares, sin llegar a identificar quiénes son. Existe el caso de hemisferio cerebral izquierdo parece estar más implicado en el
un paciente con prosopagnosia evolutiva que describieron Mén- recuerdo de nombres propios y en aspectos semánticos asocia-
dez y Mehdí [13], el cual no podía reconocer caras familiares dos a las caras que se perciben [6,24,28].
que se presentaban en fotografías, aunque sí podía emparejar Numerosos pacientes con prosopagnosia presentan una
caras no familiares y distinguirlas de las familiares. lesión cerebral bilateral, por lo que autores como Damasio et al
Podríamos encontrarnos ante un sujeto que no presentara [37] consideran que la prosopagnosia se asocia a lesiones cere-
problemas de reconocimiento ni de identificación, pero sí difi- brales bilaterales y señalan que los casos de pacientes que se
cultades para encontrar el nombre de la persona a la que perte- han descrito con prosopagnosia en los que se ha identificado
nece el rostro, lo que podríamos identificar como ‘prosopano- una lesión unilateral (generalmente derecha) podrían tener en
mia’. No obstante, es probable que los pacientes de estos casos realidad una lesión ‘silenciosa’ (no identificada) en el hemisfe-
presenten una anomia más generalizada. rio contralateral. Damasio et al [37] llegaron a esta conclusión
Por último, podemos encontrar casos en los que los pacien- después de comprobar que un grupo de pacientes con prosopag-
tes presentan dificultades para identificar estados emocionales nosia asociada a una lesión cerebral unilateral –que Hecaen y
de las caras, aspecto que, según Young et al [8], implica un pro- Angerlergues [38] habían estudiado– tenían en realidad una
cesamiento cognitivo diferente al de reconocimiento y empare- lesión bilateral, lo que pudo comprobarse al hacer un exhausti-
jamiento de caras. vo estudio post mortem de su cerebro.

REV NEUROL 2004; 38 (7): 682-686 683


R. GARCÍA-GARCÍA, ET AL

Sin embargo, diversos autores no parecen estar de acuerdo lacionan los déficit en el procesamiento de expresiones faciales
con la propuesta de Damasio et al. Consideran que la proso- con lesiones que se localizan en la amígdala [49-51].
pagnosia adquirida puede ser provocada por una lesión unila-
teral [12,28,29,39-41]. Podemos observar casos de prosopag-
nosia en pacientes con lesión cerebral unilateral derecha [29, PRUEBAS PARA EVALUAR LA PERCEPCIÓN
42-45]. No obstante, se han descrito pocos casos clínicos de Y EL RECONOCIMIENTO DE CARAS
pacientes con prosopagnosia asociada a una lesión en el he- En apariencia, la evaluación de la prosopagnosia puede parecer
misferio izquierdo. Tzavaras et al [46] describen el caso de un una tarea relativamente simple, puesto que, de forma general,
paciente zurdo con una lesión en el hemisferio izquierdo que pretendemos comprobar si un paciente tiene dificultades para
presenta una incapacidad para el reconocimiento de caras. identificar o reconocer rostros. No obstante, si consideramos que
Benken [47] muestra otro caso de un paciente con una lesión la percepción de rostros conlleva una secuencia de procesos cog-
en la región occipitoparietal izquierda, provocada por una nitivos que se asocian a diferentes estructuras o regiones de nues-
hemorragia cerebral interna con prosopagnosia, agnosia visual tro cerebro, podemos sugerir que para realizar una exploración
de objetos y una grave afectación de la memoria. No obstante, pormenorizada de la capacidad de reconocimiento de rostros
la lesión occipitoparietal izquierda focalizada que presenta deberíamos aplicar diferentes tipos de pruebas que evalúen dis-
este paciente no parece que sea suficiente como para explicar tintos ámbitos de la percepción, reconocimiento e identificación
la presencia de una grave amnesia junto con una agnosia visual de rostros. En este sentido, proponemos de forma orientativa
para los objetos, lo que podría crear ciertas dudas sobre la algunas pruebas que nos podrían facilitar dicha evaluación. Divi-
localización precisa de la lesión. En este sentido, el propio dimos dichas pruebas en cinco bloques que van desde tareas fun-
Benken reconoció que este paciente podría presentar otras damentalmente perceptivas, pasan por otras de tipo asociativo y
lesiones focales adicionales no identificadas, debido a que se terminan con pruebas de denominación e identificación de expre-
utilizó una tomografía axial computarizada (TAC) en lugar de siones emocionales.
una resonancia magnética (RM) para localizar las lesiones. Por
otra parte, Mattson et al [24] presentan otro caso clínico de Ámbito perceptivo
prosopagnosia asociada a una lesión cerebral focalizada en el En este ámbito consideramos que pueden aplicarse pruebas para
hemisferio cerebral izquierdo. Se trata de la paciente DN, de valorar si el paciente es capaz de percibir los rasgos que carac-
24 años de edad, que cinco años antes de su evaluación había terizan una cara, por ejemplo:
sido atropellada por un un automóvil, lo que le produjo una – Prueba de emparejamiento de fotografías idénticas. Reali-
lesión focal occipital izquierda. DN muestra una grave incapa- zar una tarea de emparejar fotografías idénticas de rostros.
cidad para reconocer caras familiares, a pesar de que conserva Para ello, presentamos dos fotografías idénticas de diversos
la capacidad de reconocer objetos. Asimismo, DN es incapaz rostros humanos en dos columnas y solicitamos al paciente
de aprender nuevas asociaciones entre un nombre y una cara. que empareje aquellas que son iguales. Nos ayudaría a eva-
Tiene dificultades para identificar fotografías de sí misma, de luar un ámbito visuoperceptivo básico.
familiares y de amigos. Conserva la capacidad de identificar y – Prueba de identificación perceptiva de rostros. Presentamos
emparejar expresiones faciales, aunque es lenta. Además, no fotografías de diferentes estímulos; el paciente debe respon-
tiene grandes dificultades para identificar el género y la edad der si el estímulo que se presenta corresponde a una cara
aproximada. Curiosamente, Mattson et al [24] consideran que humana o no.
el patrón de ejecución al comparar la realización de las tareas – Dibujo de una cara. Pedir al paciente que dibuje una cara
de reconocimiento facial y no facial es similar al que presenta humana.
otro paciente con prosopagnosia postraumática, que describie- – Copia del dibujo de una cara. Pedir al paciente que copie un
ron De Renzi y Di Pellegrino [16], el cual presentaba lesiones modelo del dibujo de una cara en trazos simples. En esta
bilaterales. Una de las explicaciones que exponen Mattson et prueba y la anterior habría que evaluar la presencia o no de
al [24] de sus resultados es que la paciente podría tener un apraxia constructiva; además, podrían estar interferidas por
patrón de especialización hemisférica atípico, por lo que una aspectos educativos, en el sentido de que podrían resultar
lesión izquierda en esta paciente sería equivalente a una lesión difíciles para una persona con baja escolarización.
derecha en personas con dominancia cerebral izquierda para el
lenguaje. Ámbito asociativo
Uttner et al [45] consideran que puede haber diferentes gra- – Prueba de emparejamiento de fotografías diferentes. Reali-
dos de dominancia hemisférica para el procesamiento de caras, zar una tarea de emparejar fotografías de un mismo rostro
lo que puede deducirse al observar la distribución de casos clí- bajo diferentes ángulos visuales. Para ello, presentamos
nicos, desde una minoría que presentan prosopagnosia asociada diversos rostros con dos fotografías realizadas desde dife-
a una lesión cerebral en el hemisferio izquierdo, pasando por rentes ángulos, y solicitamos al paciente que las empareje.
otros casos en los que la lesión se observa en el hemisferio dere- En este caso se podría aplicar, por ejemplo, el test de reco-
cho, y otros, la mayoría de los casos que se han descrito, en los nocimiento facial de Benton y van Allen [52].
que se observa una lesión bilateral. – Prueba de identificación categorial. Presentamos fotografías
Algunos autores proponen que las lesiones bilaterales en las de diferentes estímulos, como en la prueba de identificación
regiones anteriores temporales estarían más relacionadas con una del ámbito perceptivo, pero en este caso el paciente debe
prosopagnosia de tipo asociativo, mientras que las lesiones de la identificarlas de forma más específica, según la instrucción
circunvolución lingual y fusiforme del hemisferio derecho estarían que le demos; por ejemplo, sexo, edad aproximada, etc.
más asociadas con la prosopagnosia de tipo aperceptivo [11,48]. – Dibujo pautado de una cara. Pedir al paciente que dibuje
Por otra parte, queremos destacar que diversos estudios re- una cara con pautas concretas de sexo o edad aproximada.

684 REV NEUROL 2004; 38 (7): 682-686


II CINI: SÍNDROMES NEUROPSICOLÓGICOS ESPECÍFICOS

Ámbito identificativo mos deducir que la prosopagnosia no es una entidad única, sino
– Prueba de emparejamiento visuoverbal identificativa. Em- múltiple o diferenciada. Es posible distinguir las prosopagno-
parejar fotografías de rostros de personas conocidas con su sias provocadas por una lesión cerebral identificada (prosopag-
profesión, escrita verbalmente. nosias adquiridas) de aquellas que se han desarrollado desde la
– Prueba de elección múltiple. Presentar una serie de fotogra- infancia sin una lesión específicamente asociada (prosopagno-
fías de personas allegadas junto con otras de desconocidas, sias evolutivas o desarrolladas).
y pedir al paciente que señale aquellas cuyos rostros le Por otra parte, podemos considerar que diferentes procesos
resulten familiares, sin que necesariamente tenga que iden- perceptivos, de procesamiento asociativo o de la memoria pue-
tificar su nombre. den estar alterados en pacientes que presentan prosopagnosia.
Así, podríamos distinguir prosopagnosias aperceptivas, en las
Ámbito denominativo que podría existir un déficit perceptivo asociado al problema
– Prueba de emparejamiento visuoverbal denominativa. Em- de identificación de rostros, frente a prosopagnosias asociati-
parejar fotografías de rostros de personas allegadas con su vas, que estarían más relacionadas con déficit en el procesa-
nombre, escrito verbalmente. miento asociativo y en el acceso, almacenamiento o recupera-
– Prueba de denominación. Presentar una serie de rostros de ción de información memorística asociada a las caras. Aunque
allegados o familiares y pedir que identifiquen su nombre. la diferenciación entre prosopagnosia aperceptiva y asociativa
resulta controvertida, debido a que algunos autores consideran
Identificación de expresiones faciales y estados emocionales que la prosopagnosia es independiente de los déficit visuoper-
– Prueba de identificación de expresiones faciales. Describir ceptivos, consideramos esta clasificación más como descripti-
la expresión emocional de los rostros que presentamos en va de las características clínicas del paciente que como referi-
una serie de fotografías. Una alternativa puede ser mostrar da al origen del proceso alterado. En función de esto, y tenien-
varias fotografías de rostros y pedir que señale aquel o aque- do en cuenta diferentes casos que podemos encontrar en la clí-
llos que manifiestan una determinada expresión facial y emo- nica, proponemos una categorización descriptiva más porme-
cional. norizada: prosopagnosia aperceptiva, discriminativa, asociati-
va e identificativa.
Podrían aplicarse pruebas con taquitoscopio para evaluar la Aunque algunos autores consideran que la prosopagnosia
rapidez perceptiva en determinadas características faciales. Asi- se produce como consecuencia de una lesión cerebral bilate-
mismo, pueden realizarse pruebas de memorización de rostros ral, diversos estudios muestran que una lesión cerebral unila-
para su posterior recuerdo o reconocimiento en tareas de elec- teral, generalmente derecha, podría ser suficiente para provo-
ción múltiple. car este déficit.
Por último, destacamos algunas pruebas que nos podrían
facilitar una evaluación de distintos aspectos que pueden estar
CONCLUSIONES implicados en la percepción, asociación e identificación y deno-
A partir de los diferentes estudios que se han analizado, pode- minación de rostros.

BIBLIOGRAFÍA

1. Lezak MD. Neuropsychological assessment. 3 ed. New York: Oxford 16. De Renzi E, Di Pellegrino G. Prosopagnosia and alexia without object
University Press; 1995. agnosia. Cortex 1998; 34: 403-15.
2. Szpir M. Accustomed to your face. Am Sci 1992; 80: 537-9. 17. Feinberg TE, Schindler RJ, Ochoa E, Kwan PC. Associative visual
3. Ariel R, Sadeh M. Congenital visual agnosia and prosopagnosia in a agnosia and alexia without prosopagnosia. Cortex 1994; 30: 395-412.
child: a case report. Cortex 1996; 32: 221-40. 18. Thomas RM, Forde EM, Humphreys GW, Graham KS. A longitudinal
4. Barton J, Cherkasova M, O'Connor M. Covert recognition in acquired study of category-specific agnosia. Neurocase 2002; 8: 466-79.
and developmental prosopagnosia. Neurology 2001; 57: 1161-8. 19. McNeil JE, Warrington EK. Prosopagnosia: a face-specific disorder. Q
5. Hadjikhani N, Gelder B. Neural basis of prosopagnosia: an FMRI J Exp Psychol A 1993; 46: 1-10.
study. Hum Brain Mapp 2002; 16: 176-82. 20. Evans JJ, Heggs AJ, Antoun N, Hodges JR. Progressive prosopagnosia
6. Rhodes G. Lateralized processes in face recognition. Br J Psychol associated with selective right temporal atrophy. Brain 1995; 118: 1-13.
1985; 76: 249-71. 21. McConachie HR. Developmental prosopagnosia. A single case report.
7. Bruce V, Young AW. Understanding face recognition. Br J Psychol Cortex 1976; 12: 76-82.
1986; 77: 305-27. 22. Bentin S, Deouell L, Soroker N. Selective visual streaming in face
8. Young AW, Newcombe F, DeHaan EH, Small M, Hay DC. Face per- recognition: evidence from developmental prosopagnosia. Neuroreport
ception after brain injury. Brain 1993; 116: 941-59. 1999; 10: 823-7.
9. Wilson BA, Clare L, Young AW, Hodges JR. Knowing where and 23. De Gelder B, Rouw R. Configural face processes in acquired and
knowing what: a double dissociation. Cortex 1997; 33: 529-41. developmental prosopagnosia: evidence for two separate face systems?
10. McNeil JE, Warrington EK. Prosopagnosia: a reclassification. Q J Exp Neuroreport 2000; 11: 3145-50.
Psychol 1991; 43: 267-87. 24. Mattson A, Levin H, Grafman J. A case of prosopagnosia following
11. De Renzi E, Faglioni P, Grossi D, Nichelli P. Aperceptive and associa- moderate closed head injury with left hemisphere focal lesion. Cortex
tive forms of prosopagnosia. Cortex 1991; 27: 213-21. 2000; 36: 125-37.
12. Wada Y, Yamamoto T. Selective impairment of facial recognition due 25. Levin HS, Peters BH. Neuropsychological testing following head
to a haematoma restricted to the right fusiform and lateral occipital injuries: prosopagnosia without visual field defect. Dis Nerv Syst
region. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2001; 71: 254-7. 1976; 37: 68-71.
13. Méndez M, Ghajarnia M. Agnosia for familiar faces and odours in a 26. Levine DN, Calvanio R. Prosopagnosia: a defect in visual configural
patient with right temporal lobe dysfunction. Neurol 2001; 57: 519-21. processing. Brain Cogn 1989; 10: 149-70.
14. Humphreys GW, Riddoch MJ, Quinlan PT, Price CJ, Donnelly N. Par- 27. Bruyer R. Lateral differences in visual processing: relative vs exclusive
allel pattern processing and visual agnosia. Can J Psychol 1992; 46: hemispheric specialization. Hum Neurobiol. 1986; 5: 83-6.
377-416. 28. Carlesimo GA, Caltagirone C. Components in the visual processing of
15. Buxbaum LJ, Glosser G, Coslett HB. Impaired face and word recogni- known and unknown faces. J Clin Exp Neuropsychol 1995; 17: 691-705.
tion without object agnosia. Neuropsychologia 1999; 37: 41-50. 29. De Renzi E, Perani D, Carlesimo GA, Silveri MA, Fazio F. Prosopag-

REV NEUROL 2004; 38 (7): 682-686 685


R. GARCÍA-GARCÍA, ET AL

nosia can be associated with damage confined to the right hemisphere Prosopagnosia without topographagnosia and object agnosia associat-
–an MRI and PET study and a review of the literature. Neuropsycholo- ed with a lesion confined to the right occipitotemporal region. J Neurol
gia 1994; 32: 893-902. 1994; 241: 470-4.
30. Rapcsak SZ, Polster MR, Glisky ML, Comer JF. False recognition of 42. Landis T, Cummings JL, Christen L, Bogen JE, Imhof HG. Are unilat-
unfamiliar faces following right hemisphere damage: neuropsycholog- eral right posterior cerebral lesions sufficient to cause prosopagnosia?
ical and anatomical observations. Cortex 1996; 32: 593-611. Clinical and radiological findings in six additional patients. Cortex
31. Rösler A, Lanquillon S, Dippel O, Braune HS. Impairment of facial 1986; 22: 243-52.
recognition in patients with right cerebral infarcts quantified by com- 43. Michel F, Perenin MT, Sieroff E. Prosopagnosie sans hémianopsie
puter aided ‘morphing’. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1997; 62: 261-4. après lésion unilatérale occipito-temporale droite. Rev Neurol (Paris)
32. Haxby JV, Grady CL, Horwitz B, Ungerleider LG, Mishkin M, Carson 1986; 142: 545-9.
RE, et al. Dissociation of object and spatial visual processing pathways in 44. Takahashi N, Kawamura M, Hirayama K, Shiota J, Isono O. Prosopag-
human extrastriate cortex. Proc Natl Acad Sci U S A. 1991; 88: 1621-5. nosia: clinical and anatomical study of four patients. Cortex 1995; 31:
33. Haxby JV, Grady CL, Horwitz B, Ungerleider LG, Mishkin M, Carson 317-29.
R, et al. Dissociation of object and spatial visual processing pathways 45. Uttner I, Bleim H, Danek A. Prosopagnosia after unilateral right cere-
in human extrastriate cortex. Neurobiology 1991; 88: 1621-5. bral infarction. J Neurol 2002; 249: 933-5.
34. Sergent J, Ohta S, MacDonald B. Functional neuroanatomy of face and 46. Tzavaras A, Merienne L, Masure MC. Prosopagnosie, amnésie et trou-
object processing. Brain 1992; 115: 15-36. bles du langage par lésion temporale gauche chez un sujet gaucher.
35. McIntosh AR, Grady CL, Ungerleider LG, Haxby JV, Rapoport SL, Encephale 1973; 62: 382-94.
Horwitz B. Network analysis of cortical visual pathways mapped with 47. Benken T. Visual agnosia and amnesia from a left unilateral lesion. Eur
PET. J Neurosci 1994; 14: 655-66. Neurol 1988; 28: 236-9.
36. Grady CL, Maisog JM, Horwitz B, Ungerleider LG, Mentis MJ, Saler- 48. Damasio A, Tranel D, Damasio H. Face agnosia and the neural sub-
no PP, et al. Age-related changes in cortical blood flow activation during strates of memory. Annu Rev Neurosci 1990; 13: 89-109.
visual processing of faces and location. J Neurosci 1994; 14: 1450-62. 49. Adolphs R, Tranel D, Damasio H, Damasio A. Impaired recognition of
37. Damasio AR, Damasio H, Van Hoesen H. Prosopagnosia: anatomical emotion in facial expressions following bilateral damage to the human
basis and behavioral mechanisms. Neurology 1982; 32: 331-41. amygdala. Nature 1994; 372: 669-72.
38. Hecaen H, Angerlergues R. Agnosia for faces. Arch Neurol 1962; 7: 50. Young AW, Aggleton JP, Hellawell DJ, Johnson M, Broks P, Hanley JR.
92-100. Face processing impairments after amygdalotomy. Brain 1995; 118: 15-24.
39. Landis T, Regard M, Bliestle A, Kleihues P. Prosopagnosia and agnosia 51. Gallagher M, Chiba AA. The amygdala and emotion. Curr Opin Neu-
for noncanonical views. An autopsied case. Brain 1988; 111: 1287-97. robiol 1996; 6: 221-7.
40. Benton AL. Facial recognition. Cortex 1990; 26: 491-9. 52. Benton AL, Van Allen MW. Impairment in facial recognition in
41. Tohgi H, Watanabe K, Takahashi H, Yonezawa H, Hatano K, Sasaki T. patients with cerebral disease. Cortex 1968; 4: 344-358.

PROSOPAGNOSIA: ¿ENTIDAD ÚNICA O MÚLTIPLE? PROSOPAGNOSIA: ENTIDADE ÚNICA OU MÚLTIPLA?


Resumen. Introducción. La prosopagnosia se ha definido general- Resumo. Introdução. A prosopagnosia foi definida geralmente co-
mente como una incapacidad para reconocer caras familiares o pre- mo uma incapacidade de reconhecer caras familiares ou previa-
viamente conocidas, debida a lesiones en determinadas zonas de la mente conhecidas, devido a lesões em determinadas zonas do cór-
corteza cerebral. No obstante, no parece que exista un criterio uni- tex cerebral. No entanto, não parece que exista um critério universal
versal respecto a su definición, ni en relación con las lesiones espe- relativamente à sua definição, nem em relação às lesões específicas
cíficas que pueden provocarla. Asimismo, tampoco existen unos cri- que a podem provocar. Deste modo, também não existem critérios
terios definidos que permitan identificar diferentes tipos de proso- definidos que permitam identificar diferentes tipos de prosopagno-
pagnosia. Objetivo. En el presente trabajo revisamos la definición sia. Objectivo. No presente trabalho, revemos a definição de proso-
de prosopagnosia, y analizamos si puede considerarse como una pagnosia e analisamos se pode ser considerada como uma entida-
entidad única o si, por el contrario, podemos diferenciar tipos espe- de única ou se, pelo contrário, podemos diferenciar tipos específi-
cíficos de prosopagnosia en función de su origen, lesión cerebral cos de prosopagnosia em função da sua origem, lesão cerebral
asociada o características de los pacientes. Además, nos plantea- associada ou características dos doentes. Além disso, propomos se
mos si las diferentes pruebas que se han utilizado habitualmente diferentes provas que se utilizam habitualmente para a identifica-
para la identificación de la prosopagnosia miden en realidad el mis- ção da prosopagnosia medem na realidade o mesmo conceito.
mo concepto. Conclusiones. Consideramos que se podrían distin- Conclusões. Consideramos que podem distinguir-se diferentes ti-
guir diferentes tipos de prosopagnosia, con características clínicas pos de prosopagnosia, com características clínicas específicas. As-
específicas. Así, existen diferencias entre prosopagnosias desarro- sim, existem diferenças entre prosopagnosias desenvolvidas ou
lladas o evolutivas frente a adquiridas, prosopagnosias por lesión evolutivas versus adquiridas, prosopagnosias por lesão cerebral
cerebral bilateral frente a aquellas asociadas a una lesión unilate- bilateral versus aquelas associadas a uma lesão unilateral, proso-
ral, prosopagnosias asociadas a un déficit fundamentalmente aper- pagnosias associadas a um défice fundamentalmente aperceptivo
ceptivo ante las asociadas a un déficit fundamentalmente asociativo. versus aquelas associadas a um défice fundamentalmente associa-
Por último, consideramos que diferentes pruebas de reconocimiento tivo. Por último, consideramos que diferentes provas de reconheci-
e identificación de caras pueden medir aspectos distintos asociados mento e identificação de caras podem medir aspectos distintos
a la prosopagnosia. [REV NEUROL 2004; 38: 682-6] associados à prosopagnosia. [REV NEUROL 2004; 38: 682-6]
Palabras clave. Agnosia. Agnosia visual. Clasificación de proso- Palavras chave. Agnosia. Agnosia visual. Classificação de proso-
pagnosia. Prosopagnosia. Reconocimiento de caras. Reconoci- pagnosia. Prosopagnosia. Reconhecimento de caras. Reconheci-
miento de objetos. mento de objectos.

686 REV NEUROL 2004; 38 (7): 682-686

You might also like