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A.

VARELA-HERNÁNDEZ, ET AL
REVISIÓN

Hipertensión endocraneal
A. Varela-Hernández, V. Cerrón-Rojas, O. Herrera, J. Infante,
J. García-Calzada, F. Casares, S. Morciego C.

ENDOCRANIAL HYPERTENSION
Summary. Introduction and objective. The endocranial hypertension syndrome is one of the commonest and most feared neuro-
logical complications in clinical practice. This encourages its continued study, and is the subject of this review. Development.
Endocranial hypertension is the common pathway for the presentation of many neurological and non-neurological disorders. An
increase in the volume of one or more intracranial structures causes secondary lesions of the brain and even the death of the
patient, although this may frequently be avoided by prompt recognition and suitable action by the doctor involved. General, non-
specific therapeutic measures should be instituted to achieve a normal endocranial pressure. The clinical presentation and
complementary investigations should be correctly interpreted to determine the aetiology of the condition so that specific treatment
may be given. Continuous monitoring of the intracranial pressure and other neuromonitorization techniques are essential for
correct decisions as to treatment. Conclusions. Understanding the physiopathology, diagnosis and treatment of the syndrome of
endocranial hypertension are still essential in modern medicine. In recent years there have been advances in the use of well-known
treatments and new drugs have been introduced. Use of the different neuromonitoring techniques permits optimum use of the
treatment available. [REV NEUROL 2002; 34: 1152-61]
Key words. Cerebrospinal fluid. Computerized axial tomography. Endocranial hypertension. Head injury. Hydrocephalia. Intra-
cranial pressure. Neuromonitoring. Neurosurgery.

ASPECTOS ANATÓMICOS
recinto intracraneal para contrarrestar el aumento de otro, lo que
La cavidad craneal se comporta como un sistema semicerrado se conoce como complianza cerebral.
que contiene las leptomeninges, el encéfalo, la sangre y el líquido Cuando estos hechos físicos se analizan en la representación
cefalorraquídeo (LCR), y que está rodeado por dos estructuras de de una curva de presión/volumen (P/V), puede llegarse a defini-
escasa elasticidad: la duramadre o paquimeninge y el cráneo. ciones más exactas. De esta manera, la complianza cerebral sería
Dicho recinto intracraneal se comunica con el compartimiento igual a la cantidad de unidades de volumen necesarias para incre-
intrarraquídeo a través de la continuidad de su espacio subarac- mentar la PIC en una unidad de presión, en un punto de dicha
noideo, y con el exterior a través de los múltiples orificios de la curva, y la elastancia sería el incremento en la PIC producido por
base craneal, por donde discurren vasos sanguíneos y nervios la adición de una unidad de volumen en el recinto intracraneal en
craneales. En el recinto intracraneal, la duramadre crea estructu- un punto de la curva P/V.
ras divisorias que limitan varios compartimientos; de estas es- Estas relaciones P/V ocurren de forma exponencial, es decir,
tructuras durales, dos son de gran importancia: la hoz del cerebro, pequeños cambios de volumen pueden producir una marcada
que divide los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, y la elevación de la PIC una vez agotados los mecanismos de com-
tienda del cerebelo, que da origen a dos compartimientos: el su- plianza, lo que explica el deterioro clínico agudo que en ocasio-
pratentorial y el infratentorial. nes ocurre en pacientes con hipertensión endocraneal (HEC) [1,2].

FISIOLOGÍA PATOGENIA
Aunque tiene más de 100 años, sigue vigente la teoría de La HEC es un cuadro patológico producido por el aumento de uno
Monro-Kelly, según la cual la sangre contenida en el árbol vascu- o más de los componentes del recinto intracraneal más allá de los
lar, el LCR y el tejido encefálico son los responsables de la presión límites fisiológicos. Cada uno de estos componentes se analizará
intracraneal (PIC), que varía con la actividad física, la ventilación, por separado.
el pulso, la fase del sueño, etc., dentro de un margen fisiológico.
En términos prácticos, la presión intracraneal puede igualarse Líquido cefalorraquídeo (LCR)
a la presión hidrostática del LCR en cualquier punto del recinto Este líquido se produce en mayor medida por los plexos coroi-
craneoespinal; el hecho de que pueda mantenerse dentro de este deos de los ventrículos cerebrales, en un proceso que consume
margen fisiológico obedece a la existencia de sistemas amorti- energía y que denota que el líquido es más que un simple trasu-
guadores o buffer –de los cuales el más utilizado es el LCR–, que dado del plasma; en una medida bastante menor también se pro-
conllevan la disminución del volumen de algún componente del duce en la barrera hematoencefálica (BHE) de los vasos sanguí-
neos cerebrales y en el propio parénquima cerebral.
Recibido: 19.09.01. Aceptado tras revisión externa sin modificaciones:31.10.01. Desde su lugar de producción circula por los ventrículos la-
Servicio de Neurología. Hospital Provincial Manuel Ascunce Doménech. terales, hasta llegar al tercer ventrículo a través de los agujeros de
Camagüey, Cuba. Monro, y de aquí al cuarto ventrículo a través del acueducto de
Correspondencia: Dr. Orestes Herrera Lorenzo. Servicio de Neurología. Silvio. Entonces, cruzando el agujero de Magendie, llega a la
Hospital Provincial Manuel Ascunce Doménech. Cielo # 471, esq. a Damas. cisterna magna; más abajo del agujero magno, continúa por el
Camagüey, Cuba. E-mail: irmm68@yahoo.com espacio subaracnoideo final, donde circula en sentido descenden-
 2002, REVISTA DE NEUROLOGÍA te por la porción dorsal y asciende por la ventral hasta llegar a las

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HIPERTENSIÓN ENDOCRANEAL

cisternas del espacio subaracnoideo de la base craneal. Otra ruta so del mismo); de esta manera, el líquido se acumula en el
desde el cuarto ventrículo es a través de los agujeros de Lushka parénquima encefálico, produciendo un agrandamiento volu-
a las cisternas del ángulo pontocerebeloso y, de allí, al resto de métrico del mismo.
cisternas subaracnoideas de la base craneal. Desde éstas pasa al Aunque basado en estudios previos, fue Klatzo quien definió
espacio subaracnoideo de la convexidad del encéfalo y a sus lu- dos clases diferentes de edema dentro del encéfalo desde el punto
gares de absorción, fundamentalmente en las granulaciones arac- de vista morfológico y fisiopatológico [6]:
noideas próximas a los senos venosos (granulaciones de Pachio- – Edema vasogénico: se produce la salida de líquido y proteínas
ni), donde pasa a dicha circulación venosa y, en menor medida, plasmáticas fuera del espacio intravascular debido a una dis-
se absorbe en los manguitos durales de las raíces nerviosas espi- función de la BHE. Es un edema básicamente extravascular
nales e incluso en los ganglios linfáticos cerebrales. y predomina en la sustancia blanca (p. ej., neoplasias y abs-
La circulación del LCR en este sentido se debe a varios fac- cesos encefálicos).
tores, como la existencia de un gradiente de presión entre los – Edema citotóxico: se produce por disfunción de la bomba de
diferentes lugares por los que circula, incluyendo el seno venoso, membrana Na/K ATP-dependiente, detectada sobre todo en
la presión hidrostática del LCR, los movimientos de los cilios de situaciones de isquemia o por tóxicos. El aumento del potasio
las células ependimarias y la fuerza intermitente pulsátil ejercida dentro de la célula lleva a una difusión de agua dentro de la
por la sangre en los plexos coroides. La velocidad de producción misma, que provoca la turgencia celular; es, por tanto, un
del LCR en condiciones normales oscila entre 0,3 y 0,4 mL/min, edema intracelular, que en sus inicios predomina en los astro-
lo que representa una producción aproximada de 24 mL/h. En 24 citos y se detecta varias horas después de instalado el acceso
h se producen aproximadamente 576 mL de LCR, es decir, cada en las neuronas.
8 h se renuevan 192 mL de LCR existentes en los ventrículos
laterales y el espacio subaracnoideo craneoespinal. Para que este Dentro de esta misma etapa se mencionaba el edema intersticial
volumen se mantenga constante debe permanecer un equilibrio o hidrocefálico alrededor de los ventrículos cerebrales, provoca-
entre la producción y la absorción. do por la trasudación de líquido debido al aumento de la presión
Debido a la ausencia en el encéfalo de sistema linfático y a las hidrostática del LCR dentro de estas cavidades en el curso de la
funciones atribuidas al LCR, algunos autores han denominado a hidrocefalia.
éste sistema linfático del encéfalo. Dentro de estas funciones, aún Más recientemente, Marmarou et al han descrito otros casos
no todas dilucidadas, destaca la de transporte de hormonas, neu- de edema intracelular no relacionado directamente con la disfun-
rotransmisores y sustancias de desecho, ya que constituye una vía ción de la bomba Na/K y sí con la liberación de aminoácidos
fundamental de eliminación del edema cerebral, los hematíes y neuroexcitatorios (sobre todo glutamato y aspartato), visto más
los productos de su degradación tras una hemorragia subaracnoi- frecuentemente en el trauma y la isquemia cerebrales. La relación
dea. Una de sus funciones fundamentales consiste en constituir el de estos aminoácidos con receptores en la membrana de los astro-
sistema buffer de volumen por excelencia dentro del recinto cra- citos y neuronas (sobre todo receptores de N-metil-D-aspartato)
neoespinal, por su salida fuera de éste hacia el espacio subarac- lleva a la apertura de los canales del calcio voltajedependientes y
noideo espinal de forma muy rápida en los casos de hipertensión al aumento del calcio citosólico con la activación de sistemas de
endocraneal no relacionados con trastornos hidrodinámicos [3]. segundos mensajeros y enzimas proteolíticas intracelulares, así
La existencia de trastornos hidrodinámicos lleva a la hidroce- como la difusión de agua al espacio intracelular; este hecho se ha
falia, fenómeno actualmente aceptado como un síndrome, el cual, llamado edema neurotóxico [7,8].
a su vez, es capaz de producir HEC de forma aguda o intermitente Resulta lógico pensar que en algunas patologías se imbriquen
–por ejemplo, la hidrocefalia de lenta producción–. Los trastor- varios tipos de edema, lo cual podría denominarse edema cerebral
nos hidrodinámicos pueden resumirse de la forma siguiente [4,5]: mixto y ser el tipo de edema cerebral más frecuentemente encon-
1. Aumento en la producción del LCR, hecho infrecuente que trado en la práctica clínica.
conlleva una hidrocefalia no obstructiva (algunos papilomas En caso de desarrollo de una lesión con efecto de masa, resulta
del plexo coroides). más fácil comprender la instalación de una HEC; tal es el caso de
2. Aumento en la resistencia a la circulación del LCR en los las neoplasias, abscesos y otros tumores no neoplásicos, inclu-
ventrículos cerebrales o a la salida de la cisterna magna, así yendo los hematomas intracraneales.
como al espacio subaracnoideo (hidrocefalia obstructiva no
comunicante). Volumen sanguíneo encefálico
3. Trastornos en la absorción del LCR en las granulaciones arac- El encéfalo es un órgano ‘voraz’ respecto a la demanda sanguí-
noideas o por aumento en la presión en el seno venoso (hidro- nea, motivado por sus intervalos metabólicos elevados y por la
cefalia obstructiva comunicante). ausencia en el mismo de reservas energéticas. Aunque el cerebro
representa sólo el 2% del peso corporal, consume el 15% del gasto
Tejido cefálico cardíaco y el 20% del oxígeno inspirado.
En este contexto existen dos condiciones que pueden llevar a la Lassen fue el primero en plantear que el flujo sanguíneo ce-
HEC: el edema cerebral y el desarrollo de una lesión con efecto rebral (FSC) estaba acoplado a su metabolismo; esto hace que el
de masa. mismo se distribuya de forma no uniforme en el encéfalo, siendo
El edema cerebral constituye una respuesta inespecífica del mayor en la corteza cerebral.
encéfalo ante noxas de variada índole (traumáticas, isquémicas, Normalmente, el flujo sanguíneo se autorregula en el encéfa-
metabólicas, tóxicas, infecciosas...) y que denotan la existencia lo; esto significa que el FSC y el volumen sanguíneo cerebral
de líquido en exceso fuera del compartimiento vascular, rom- (VSC) se mantienen constantes dentro de un intervalo de varia-
piendo con la ley de Starling (todo el líquido filtrado por el ción de la presión arterial media sistémica (PAM).
extremo arterial del capilar es reabsorbido por el extremo veno- La regulación del FSC se basa en la vasorreactividad cerebral

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que permite mantener dicho flujo ante cambios en el diámetro de unilateral o bilateral del segmento horizontal de la arteria
los vasos sanguíneos, sobre todo en las arteriolas capilares (vasos cerebral media.
de resistencia). El valor normal aproximado del FSC es de 50-55 – Herniación tonsilar: las tonsilas o amígdalas cerebelosas pa-
mL de sangre/min por 100 g de cerebro. san a través del agujero occipital y comprimen la médula
La autorregulación del FSC cuenta con dos etapas: oblongada; habitualmente se presenta paro cardiorrespirato-
1. Autorregulación de presiones: este sistema permite mantener rio en estos casos.
constante el FSC con variaciones en la PAM entre 50-120
mmHg. De esta forma, el aumento de la PAM conduce a la El FSC es directamente proporcional a la PPC dentro de un
vasoconstricción cerebral, y viceversa cuando ésta disminu- margen fisiológico (aproximadamente, 50-100 mmHg). La PPC
ye. Estos cambios en la vasorreactividad ocurren de forma no es más que la diferencia existente entre la PAM y la PIC. Una
logarítmica respecto a los cambios en la presión de perfusión caída importante en la PPC por degradación de la PAM –por
cerebral (PPC). ejemplo, la hipovolemia– o por aumento de la PIC reduce el
2. Autorregulación metabólica: FSC y contribuye a crear nuevas lesiones isquémicas en el en-
a) Hipercapnia: trae consigo disminución del pH periarterial céfalo [10].
y, por tanto, vasodilatación con disminución de la resisten- En muchas de las patologías que se acompañan con HEC,
cia vasculocerebral y aumento del FSC. después de producida la anoxia inicial (trauma, infarto, etc.), se
b) Hipoxia: niveles de oxígeno en sangre inferiores a 60 mmHg originan trastornos bioquímicos que, con posterioridad, produ-
producen también vasodilatación y elevan profundamente cen lesiones en otros sitios del sistema nervioso central (SNC)
el FSC. –lesión secundaria–. Dentro de estos mecanismos de daño neuro-
nal secundario destacan la producción de radicales libres de oxí-
Algunas patologías, como la hipertensión arterial y el traumatis- geno, la liberación de aminoácidos neuroexcitatorios, la activa-
mo craneoencefálico (TCE), pueden modificar los umbrales nor- ción de enzimas proteolíticas intracelulares (lipasas, caspazas,
males en que se desencadenan estos mecanismos de autorregula- etc.), la desregulación del calcio citosólico y la liberación de
ción. Cuando algunas patologías vencen dichos mecanismos de citocinas. Todo ello produce daño directo a la microcirculación,
autorregulación se produce un aumento del FSC y el VSC, que a la pared y a los organelos celulares con la necrosis, e incluso
originan la HEC, como es el caso del TCE grave, la enfermedad desorganización del material genético responsable de la apopto-
cerebrovascular (sobre todo en el área de penumbra isquémica), sis o muerte celular programada. Estos mecanismos en algún
la hipotensión arterial y patologías que cursan con hipoxia o hi- momento favorecen la HEC. En el futuro se avista un incremento
percapnia [9]. de las investigaciones en los mecanismos de producción y en el
tratamiento farmacológico, que se han impulsado fuertemente en
la pasada década [11-16].
FISIOPATOLOGÍA
La HEC se produce por dos mecanismos fundamentales:
1. Trastornos compartimentales intracraneales (herniaciones ce- ETIOLOGÍA
rebrales). La HEC constituye un síndrome que puede encontrarse en algún
2. Disminución en la PPC. momento evolutivo de múltiples patologías dentro y fuera del
SNC. El análisis de la posible etiología es un paso de segunda
El primer aspecto se refiere al hecho de que, durante la HEC, el prioridad, pero debe hacerse de forma inmediata una vez se hayan
tejido cerebral pasa de un compartimiento cerebral a otro, auto- tomado las medidas iniciales para reducir la PIC en la situaciones
destruyéndose; además del daño físico que esto provoca se pro- en el médico detecte este síndrome.
ducen oclusiones arteriales con zonas de isquemia e infarto, así Aunque el listado de todas estas patologías excede el objetivo
como obstrucciones en la circulación del LCR. Aunque existen de este artículo, ofrecemos los grupos de entidades que con más
diversas herniaciones, las de mayor significación clínica son las frecuencia encontrará el médico cuando esté presente la HEC:
siguientes: 1. Afecciones de estructuras intracraneales:
– Herniación cingulada: el giro del cíngulo pasa al lado contra- a) Traumáticas: contusiones, acceso axonal difuso, hemato-
lateral por debajo del borde libre de la hoz del cerebro; puede mas yuxtadurales o intraaxiales traumáticos.
ocluirse la arteria cerebral anterior. b) Infecciosas: meningoencefalitis, empiemas yuxtadurales,
– Herniación transtentorial descendente: puede ocurrir de abscesos cerebrales.
forma lateral o central. Durante la misma se comprimen c) Vasculares: arteriales (trombosis cerebral, embolismo ce-
uno o ambos nervios oculomotores, se acoda el acueducto rebral, hemorragia subaracnoidea, hemorragia intraparen-
de Silvio y se comprimen uno o ambos pedúnculos cere- quimatosa, paro circulatorio, o bstrucción de senos veno-
brales, con la posibilidad de fatales hemorragias del tallo sos o venas corticales (tromboflebitis, estados de hiper-
cerebral (hemorragias de Duret); además, se produce oclu- coagulabilidad, infiltración tumoral).
sión de una o ambas arterias cerebrales posteriores e irri- d) Neoplásicas: gran variedad de neoplasias benignas y ma-
tación del tentorio. lignas dentro del SNC; la HEC es más frecuente en la
– Herniación transtentorial ascendente: habitualmente se her- presentación de procesos malignos.
nia el culmen cerebeloso hacia el espacio supratentorial por e) Tóxicos: plomo, hiperavitaminosis A, tratamiento con te-
aumento del volumen en el espacio infratentorial; las lesiones traciclina y esteroides.
que se producen son similares al caso anterior. f) Trastornos hidrodinámicos del LCR: distintos tipos de hi-
– Herniación retroalar: las porciones basifrontales pasan por drocefalia.
detrás del ala menor del esfenoides; puede ocurrir la lesión g) Enfermedades diesmilinizantes: infrecuentes pero posibles.

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HIPERTENSIÓN ENDOCRANEAL

h) Encefalopatía anoxoisquémica e isquemicoanóxica:pa- A los síntomas anteriores hay que agregar aquellos que sean pro-
tologías sistémicas que alteran la hematosis ( cor pulmona- pios de la etiología, como fiebre, fotofobia, ataxia, etc.
le, asfixia, etc.) y el aporte de nutrientes al encéfalo (dia- La exploración de los hallazgos físicos puede dividirse en
betes mellitus, insuficiencia hepática). aquellos que dependen de la HEC y los que dependen de la loca-
i) Síndrome de Reye. lización en el encéfalo de la lesión etiológica. La exploración
j) Pseudotumor cerebral. física debe practicarse de forma secuencial y, aunque incluye el
2. Afección del cráneo:craneosinostosis. examen físico general, regional, por aparatos y sistemas, debe
insistirse en los aspectos siguientes:
– Nivel de conciencia: por su uso generalizado, efectividad y
DIAGNÓSTICO DE HEC capacidad de reproducción, se recomienda la escala de coma
Los signos y síntomas de la HEC dependen fundamentalmente de de Glasglow.
la edad del paciente y de la velocidad de instalación del proceso. – Aparición de trastornos pupilares (p. ej., anisocoria).
En el paciente menor de 2 años, donde aún están presentes las – Alteración en el patrón ventilatorio.
fontanelas y no existe unión sólida entre los huesos craneales, los – Respuestas motoras anómalas al tacto, al dolor o espontáneas.
efectos de la HEC pueden paliarse por algún tiempo debido al aumen- – Paresia de VI nervio craneal (endotropia unilateral o bila-
to del continente, siendo el cuadro clínico menos florido. En general teral).
se detecta abombamiento de las fontanelas, crecimiento de la cir- – Reflejos de tallo cerebral: fundamentalmente, fotomotor, cor-
cunferencia cefálica a un ritmo acelerado, e irritabilidad. En esta- neal y oculocefalógiro.
dios avanzados sobreviene el vómito, depresión del estado de con- – Existencia de signos meníngeos.
ciencia, alteraciones pupilares y oftalmoparesias, así como trastor- – Convulsiones cerebelosas: opistótonos súbito, midriasis bila-
nos cardioventilatorios que llevan a la muerte si no hay intervención. teral y clonus.
En el niño mayor y en el adulto es donde este síndrome puede – Papiledema: aunque éste, junto con la cefalea y el vómito,
alcanzar su cuadro más florido; los síntomas referidos son los constituye la clásica triada de la HEC, puede estar ausente en
siguientes: aproximadamente un 20% de los pacientes. Cuando está pre-
– Cefalea: es el síntoma más constante, tiene carácter progresivo sente constituye un signo útil, aunque requiere diferenciarlo
tanto en intensidad como en frecuencia, puede localizarse en un de la neuritis óptica anterior aguda, drussen intrapapilar o
sitio específico del cráneo pero con el tiempo llega a generali- disco oblicuo. Por tanto, debe analizarse en el contexto clíni-
zarse, se refiere con más intensidad en las regiones bifrontales co del paciente. Clásicamente, en sus inicios se detecta impre-
o en el vértix y tiene habitualmente carácter continuo, aunque cisión de los bordes papilares, elevación de la papila y pérdida
en algunos pacientes con hidrocefalia no comunicante puede del pulso venoso, seguido de éxtasis; a continuación parecen
referirse como pulsátil. Suele ser más intensa durante el sueño exudados algodonosos y, como lesión más grave, hemorra-
(fase REM), llegando a despertar al paciente, o por la mañana, gias. La existencia de este proceso unilateralmente orienta a
y se alivia poco con los analgésicos; se exacerba con los movi- la existencia de tumor subfrontal contralateral (signo de
mientos de la cabeza, lo que hace que habitualmente el paciente Foster-Kenedy). De no detenerse el proceso de la HEC, la
adopte una actitud quieta en el lecho, evitando incluso la tos o evolución cursa hacia atrofia óptica y ceguera. Actualmente
el estornudo. En general, constituye un síntoma que tiene poco se acepta en la fisiopatología del signo la imposibilidad del
valor en la localización de la lesión responsable. transporte axoplásmico retrógrado de los axones que compo-
– Vómitos: es un síntoma frecuente; clásicamente puede pre- nen el nervio óptico, por el aumento de la presión en el espacio
sentarse de forma bruscamente, no precedido de náuseas (en subaracnoideo que lo rodea.
proyectil o ‘pistoletazo’), y sobre todo por las mañanas, acom-
pañado la cefalea. Algunos pacientes refieren cierto alivio El examen físico también debe encaminarse a detectar repercu-
una vez que han vomitado. Puede ser un síntoma localizador siones sistémicas como:
al presentarse precozmente en los tumores del IV ventrículo – Hipertensión arterial (efecto Cushing).
por la irritación del área postrema. – Disrritmias cardíacas: más frecuente, bradicardia, aunque
– Vértigo: referido como sensación de vahído, inestabilidad o también puede aparecer taquicardia y ritmos ectópicos ven-
desvanecimiento debido a una disfunción laberíntica, secun- triculares.
dario a estasis o edema en el oído interno al transmitirse la – Anomalías en la repolarización electrocardiográfica simulan-
presión aumentada del LCR. do la cardiopatía isquémica, más frecuente en la hemorragia
– Trastornos psíquicos: sólo como consecuencia de la HEC en subaracnoidea.
sí puede aparecer inatención, indiferencia y ralentización en – Edema pulmonar como posible consecuencia de la disfun-
el curso del pensamiento. ción hipotalámica, que causa hipertensión en la circulación
– Convulsiones: pueden aparecer, independientemente de la menor-
etiología del síndrome, de forma generalizada durante los – Disritmias ventilatorias: hiperventilación, disritmia de Chey-
abscesos de HEC, posiblemente por hipoxia difusa cortical. ne-Stokes, bradipnea, ventilación apnéustica hasta la apnea.
Su presentación es frecuente en los tumores cerebrales.
– Trastornos visuales: pueden referirse crisis momentáneas de Los signos de localización son muy variables y escapan al alcance
oscurecimiento de la visión unilaterales o bilaterales, así como de este capítulo; pueden detectarse alteraciones en la esfera psí-
visión borrosa o diplopía, esta última casi siempre por afec- quica superior, déficit sensitivos o motores, ataxias, afectación de
tación del VI nervio craneal. Regularmente carece de valor nervios craneales, entre otros. Debe tenerse en cuenta que varios
localizador. signos dependientes de la HEC pueden constituir falsos signos de
– Hipo o sialorrea: menos frecuente en la práctica clínica. localización; entre ellos se encuentran:

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– Bradipsiquia, que sugiere tumor frontal o temporal. – Aumento global de la densidad cerebral con pérdida de inter-
– Anosmia por compresión de los filamentos olfatorios. fase corticosubcortical y colapso de las cavidades del LCR.
– Trastornos visuales secundarios al papiledema.
– Defectos hemianópticos por compresión unilateral o bilateral En ausencia de TAC, la angiografía cerebral (indica aumento del
de la arteria cerebral posterior en la herniación transtentorial. tiempo circulatorio cerebral más las alteraciones específicas de la
– Diplopía por parálisis del VI nervio (como es el nervio de etiología) e incluso la neumoyodoventriculografía –raramente
mayor curso subaracnoideo, resulta el más frecuentemente practicada en la actualidad– pueden ser de ayuda. En este último
afectado por la HEC). caso, propiciado por la colocación de un catéter en el ventrículo
– Algias faciales por distorsión de las raíces del V nervio craneal. lateral para la monitorización de la PIC.
– Signos piramidales en la herniación transtentorial, así como
rigidez descerebrada. Doppler transcraneal
– Ataxia cerebelosa debido a compresión de la arteria cerebelo- Se encuentra disminución global de la velocidad circulatoria y
sa posteroinferior en la herniación amigdalina. aumento del índice de pulsatibilidad.
– Rigidez nucal debido a irritación del tentorio en la herniación
transtentorial. Monitorización de la PIC
Véase apartado ‘Neuromonitorización’.
En situaciones en que la HEC se ha instalado muy lentamente o
se presenta de forma intermitente –como en la hidrocefalia de
lenta progresión–, las manifestaciones clínicas varían: se presen- NEUROMONITORIZACIÓN
ta demencia y palidez papilar, y en un grado mayor, trastornos La necesidad de la neuromonitorización se planteó desde 1936,
motores, esfinterianos y ceguera por atrofia óptica. También puede cuando Browder y Meyer establecieron que el examen físico no
ocurrir que, en una HEC crónica, se instale una descompresión era un indicador fiable del estado de la PIC.
aguda, en cuyo caso los síntomas y signos son similares a los Este ámbito comenzó a extenderse cuando Lundberg introdu-
descritos [1]. jo en la práctica clínica la monitorización continua de la PIC en
la década de los años sesenta; aunque este método se ha validado
Exámenes complementarios en el contexto del TCE, resulta esencial extenderlo al tratamiento
En algunos casos, en la práctica sobre la base del cuadro clínico, de pacientes graves con HEC no relacionado con dicho trauma-
puede realizarse el diagnóstico de HEC. Sin embargo, cuando tismo [17,18-20].
existe duda, el diagnóstico positivo debe apoyarse en los siguien- Un tipo de monitorización no excluye a otro, sino que cada uno
tes estudios: ofrece una información sobre el paciente para instituir tratamientos
precoces, optimizar y racionalizar las terapéuticas existentes sobre
Manometría espinal la HEC o definir el pronóstico (neuromonitorización multimodal).
La utilización de la manometría espinal con este fin ha dejado de
ser una práctica cotidiana debido a la posibilidad de crear o au- Monitorización continua de la PIC
mentar conos de presión, exacerbando yatrogénicamente los tras- Se logra con la introducción de un catéter para monitorización en
tornos compartimentales intracraneales. Sin embargo, esta técni- ventrículos laterales, parénquima cerebral, espacio subaracnoi-
ca aún mantiene su vigencia en el tratamiento de las infecciones deo o epidural, y cisterna magna (sobre todo en patologías de la
del SNC, del pseudotumor cerebral y en lugares donde no se fosa craneal posterior) [21]. Con este método se obtiene el valor
dispone de técnicas más novedosas. La mayoría de los autores medio de la PIC, considerándose como patológico por encima de
aceptan como HEC valores superiores a 22 cmH 2 O, asegurándose 10 mmHg, aunque se sabe que sólo cuando se sobrepasan los 20
la correcta posición y relajación del paciente durante el examen. mmHg se produce daño celular. Por esta razón, el tratamiento
Hay situaciones en las que un compartimiento cerebral queda paliativo de la HEC no se comienza hasta que se alcanza esa cifra,
aislado de otro, como en la herniación transtentorial del lóbulo excepto en las lesiones del lóbulo temporal, en que por su proxi-
temporal, en las estenosis del acueducto de Silvio o en el bloqueo midad al tallo cerebral se comienza el tratamiento una vez la PIC
del espacio subaracnoideo en la zona espinal o craneoespinal, en sobrepasa los 15 mmHg.
cuyo caso la manometría espinal puede ser falsamente normal. Habitualmente se prefiere la colocación del catéter en el
sistema ventricular mediante un agujero de trépano que se
Tomografía axial computarizada (TAC) craneal sitúa en la región frontolateral (punto de Kocher). Debido a
Aunque existen otras técnicas imaginológicas de mayor resolu- que ofrece una idea más exacta de la PIC global, permite uti-
ción, como la resonancia magnética (RM), la gran resolución que lizar el drenaje de LCR como método terapéutico y la realiza-
brinda esta técnica, su rápida realización y el menor costo de los ción de pruebas dinámicas del LCR. En ocasiones, resulta difícil
equipos hace que se mantenga como patrón oro en la investiga- canalizar el ventrículo por colapso o desplazamiento del mis-
ción de la HEC. Aunque tiene gran utilidad en la detección de la mo y se prefiere la monitorización intraparenquimatosa. Este
etiología del síndrome, algunos signos se han correlacionado con método brinda la PIC más exacta del sitio cerebral afectado
la HEC: (contusión o tumor); la creación de sistemas de catéteres finos
– Luxación de las estructuras de la línea media, sobre todo si es de fibra óptica de fácil colocación ha extendido este método
mayor de 4 mm. [22]. El empleo de catéteres subaracnoideos o epidurales tiene
– Colapso o ausencia del espacio subaracnoideo, cisternas de la a su favor una menor invasión pero, en su contra, una menor
base o sistema ventricular. efectividad.
– Dilatación ventricular con colapso o ausencia del espacio Tomando en cuenta los valores del la PIC, pueden detectarse
subaracnoideo. tres tipos de ondas patológicas:

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HIPERTENSIÓN ENDOCRANEAL

– Ondas A: valores superiores a 50 mmHg por un período no – Monitorización cardíaca continua: en los pacientes ventila-
inferior a 5 min; casi siempre relacionadas con trastornos en dos, además de la gasometría periódica, es importante la cap-
el tono vasomotor. nometría al final de la espiración.
– Ondas B: entre 30 y 50 mmHg; duración de pocos minutos,
con intervalos más cortos.
– Ondas C: elevaciones de 20 mmHg hasta seis veces por mi- TRATAMIENTO
nuto; denotan disminución de la complianza cerebral. Los objetivos generales del tratamiento de los pacientes con HEC
pueden resumirse de la forma siguiente [27]:
En la monitorización de la PIC son útiles otras determinacio- – Reducción de la PIC. En este sentido hay que incluir varios
nes –para lo cual remitimos al lector a otros textos–: morfolo- aspectos:
gía de la onda, índice P/V, índice de reabsorción y formación – Promover un aporte suficiente de oxígeno y de sustancias
de LCR, etc. nutritivas al cerebro mediante el mantenimiento de una
Una vez corregida la causa de la HEC y logrado el control de adecuada PPC, oxigenación arterial y glicemia.
la PIC por 24 o 48 h, puede suspenderse esta forma de neuromo- – Impedir el aumento excesivo de la tasa metabólica cere-
nitorización [1,3,10,23]. bral que aumenta la HEC, como fiebre y convulsiones.
– Tratamiento de la causa subyacente (tratamiento definitivo).
Saturación de oxígeno en el golfo yugular
Resulta un tema controvertido en el contexto del TCE. En el resto Para lograr estos objetivos, el tratamiento puede estructurarse en
de etiologías de la HEC no se ha establecido su utilidad [20]. medidas generales, medidas para la reducción de la PIC y trata-
miento etiológico.
Electroencefalograma (EEG)
El EEG puede ser de gran ayuda terapéutica: por ejemplo, con el fin Medidas generales
de definir la dosis óptima de barbitúricos para el coma terapéutico, 1. Atención de la vía aérea.Todo paciente en coma debe consi-
o como pronóstico en la determinación de la muerte encefálica. derarse un paciente hipoventilado. La aparición de arritmias
ventilatorias, hipoxia clínica o hemogasométrica, obstrucción
Potenciales evocados de la vía aérea o incapacidad de los mecanismos reflejos para
En los pacientes graves tienen la ventaja de que su resultado no proteger la misma son también indicadores de intubación. Para
es interferido por el empleo de medicamentos sedantes ni blo- realizarla, debe utilizarse al menos sedación y administración
queadores neuromusculares, los cuales más bien favorecen su tópica o endovenosa de lidocaína (100 mg por vía EV 5 min
uso. Los más utilizados son los potenciales evocados visuales antes) para paliar la HEC provocada por este procedimiento.
(PEV) y los auditivos del tallo cerebral (PEATC), también sobre En la actualidad se aconseja evitar al máximo el bloqueo neu-
una base pronóstica. romuscular manteniendo modalidades de SIMV (en inglés,
synchronous intermittent mandatory ventilation) en el venti-
El campo de la monitorización se encuentra en pleno desarrollo lador con servomecanismos (los movimientos ventilatorios
y se hacen estudios para lograr poner en práctica, a gran escala, activos del paciente mejoran el retorno venoso cerebral y se
la monitorización continua de la oxigenación cerebral, la tempe- evita la miopatía por bloqueadores neuromusculares) y la FiO2
ratura cerebral, el FSC regional y la resistencia vascular cerebral, mínima necesaria para una oxigenación adecuada. No obstan-
así como la neuromonitorización bioquímica por técnicas de mi- te, si sólo con el empleo de hipnóticos (de preferencia, mida-
crodiálisis o por RM con espectroscopia [24-26]. zolam o propofol) el paciente lucha con el ventilador o no se
La implantación de un catéter intracraneal para la monitoriza- controla la PIC, debe relajarse y controlarse la ventilación. En
ción de la PIC conlleva riesgos, siendo los más importantes la la intubación hay que considerar la posibilidad de lesión con-
hemorragia e infección intracraneales. Por ello, debe escogerse el comitante de la columna cervical en caso de traumatismo (en
grupo de pacientes en los que las ventajas justifiquen los riesgos; este contexto, es útil el endoscopio de fibra óptica) y de la
de esta manera, cabe proceder a su utilización en los pacientes que broncoaspiración (puede evitarse con una secuencia de induc-
reúnen las siguientes características [27]: ción anestésica rápida y maniobra de Selli).
– Estado de coma: escala de Glasgow menor o igual a 8. 2. Hidratación del paciente. Está totalmente obsoleta la antigua
– Cuando se prevé el uso de terapéuticas enérgicas, como PEEP creencia de que el paciente con HEC debía tener una deshidra-
mayor a 10 cmH2 O (puede elevar la PIC) o barbitúricos. tación ligera o moderada. El objetivo es lograr la euvolemia
– Postoperatorio neuroquirúrgico complicado: por ejemplo, ede- del paciente para evitar la caída de la PPC y el desarrollo de
ma cerebral transoperatorio, accidentes ventilatorios o hemo- otras lesiones isquémicas sobre el encéfalo. El equilibrio hí-
dinámicos significativos transoperatorios, y hemorragias im- drico debe ser neutro, para lo cual es útil reponer el volumen
portantes del lecho quirúrgico. urinario dependiente de los diuréticos además del cálculo
diario (habitualmente, 100-150 mL/h). Los electrolitos, sobre
Otras formas de monitorización importantes son: todo sodio y potasio, deben mantenerse en valores normales.
– Monitorización humoral: gasometría, hematocrito, osmola- Se evitarán las soluciones glucosadas por el efecto deletéreo
ridad sérica, electrolitos, urea en sangre, glicemia y densidad de la hiperglicemia, que en esta situación genera acidosis
de orina. cerebral con disfunción de la microcirculación. En este caso
– Monitorización hemodinámica: el estado de la diuresis en los resulta preferible la solución salina 0,9%, alternando con co-
pacientes sometidos a diuréticos no es totalmente fiable; por loides (generalmente a razón de 2/3:1/3) [28,29].
ello debe hacerse mediante línea arterial, PVC o catéter de 3. Posición de la cabeza. Debe mantenerse en una posición neutra
Swan-Ganz. elevada de 15-30º, lo que mejora el drenaje venoso cerebral.

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A. VARELA-HERNÁNDEZ, ET AL

La posición de Trendelenburg sólo debe emplearse en casos microcirculación (efecto poseuville). Ésta es una de las
de shock. propiedades a la que más importancia se da hoy día.
4. Mantener el pH gástrico normal. Existe actualmente la ten- d) Es una depurador de los radicales libres de oxígeno.
dencia de evitar los bloqueadores H 2 por aumento en la inci- 2. Efectos adversos a tener en cuenta:
dencia de infección respiratoria en el paciente ventilado. a) Produce deshidratación, hipovolemia y trastornos elec-
5. Evitar situaciones que aumenten la PIC: trolíticos.
a) Fiebre [30]. b) Como toda sustancia hiperosmolar, inmediatamente des-
b) Convulsiones cardíacas. pués de su administración provoca hipervolemia y aumen-
c) Agitación y dolor cardíaco. to del VSC, que puede llevar a una HEC transitoria, y au-
d) Usos de estimulantes del SNC (p. ej., ketamina cardíaca). mento de la presión en elshunt arteriovenoso pulmonar.
e) Hipercapnia e hipoxemia cardíaca. c) Mayor riesgo de hipervolemia, hemoconcetración, aci-
f) Tos, vómitos y lucha contra el ventilador cardíaco. dosis metabólica e insuficiencia renal, con valores de os-
g) Hipertensión e hipotensión arteriales cardíacas. molaridad plasmática entre 330 y 350 mM/L.
h) Hipoglicemia e hiperglicemia. d) Exacerbación de las hemorragias intracraneales activas.
i) Hiponatremia. e) Menor efectividad en los sitios de ruptura de la BHE,
6. Hiperalimentación. Se sabe que estos pacientes graves están pero útil en la disminución del volumen cerebral global
sometidos a la influencia del síndrome de respuesta inflama- f) Posible efecto de rebote por la supresión brusca. No obs-
toria generalizada que lleva al autocanibalismo de la persona. tante, muchos autores coinciden en que dicho efecto se
Sin embargo, la hiperalimentación, ya sea enteral o parente- debe tan sólo a la deshidratación que pueda producirse.
ral, produce aumento de la PIC y no debe comenzarse hasta g) Disminución de la efectividad después del tercer día de
que ésta se controle –habitualmente, en el contexto del TCE tratamiento, secundario a la aparición de osmoles idiopá-
o antes del tercer día de evolución–. En todo caso, se prefiere ticos en el tejido cerebral.
la alimentación enteral a través de sonda de Levine, gastros- 3. Medidas recomendadas para paliar los efectos adversos:
tomía o yeyunostomía, vinculada o no con alimentación pa- a) De manera rutinaria no debe emplearse en casos de des-
renteral. hidratación o hipotensión arterial hasta que ésta no se
corrija. No obstante, podrían tratarse estos casos con ma-
Medidas para la reducción de la PIC nitol –debido a su primer efecto como expansor plasmá-
Drenaje de LCR tico– si las condiciones permitieran una reposición enér-
Puede utilizarse cuando se encuentra un catéter en el ventrículo gica de volumen, preferiblemente regido por una monito-
lateral, disminuyéndose el volumen del LCR. Es particularmente rización hemodinámica invasiva. Otros autores han
útil cuando está presente la hidrocefalia. Habitualmente se ex- obtenido buenos resultados con el empleo, en estas situa-
traen 5-10 mL de LCR de forma lenta, lo cual puede repetirse ciones, de solución salina hipertónica [34].
varias veces al día si no se produce colapso ventricular. No se b) La dosis de manitol por vía EV debe administrarse en un
recomienda la extracción de LCR mediante catéter espinal por la tiempo mínimo de 20 min.
posibilidad de desencadenar una hernia amigdalina. c). Debe determinarse la osmolaridad plasmática antes de
administrar el medicamento, y aplazar la misma si es mayor
Hipotermia a 310 mM/L.
La hipotermia ligera (34 ºC) ha demostrado ser un método útil d) Reducción escalonada de la dosis. La reducción, primero
para la reducción de la HEC mediante la reducción del metabo- a la mitad, seguida de la retirada total con 24 h de separa-
lismo cerebral. Para asegurarse de la efectividad del procedimiento ción, puede ser un método útil.
debe colocarse un sensor principal para la temperatura (membra- e) Reposición con solución salina isotónica del volumen uri-
na timpánica o cavidad gástrica). Debe evitarse la hipotermia nario producido en la hora que sigue a la administración
moderada o profunda (menos de 33 ºC), en cuyo caso pueden del medicamento, además del cálculo de la hidratación
aparecer importantes complicaciones: coagulopatías, arritmias para 24 h.
cardíacas, infecciones, etc. [31,32]. 4. Dosis recomendadas por el autor:
a) En nuestro medio son más frecuentes las minidosis repe-
Manitol tidas (1 g/kg/24 h, en dosis cada 2 h). Con esto disminu-
Se ha convertido en el tratamiento más usado para el control de yen los efectos de la hiperosmolaridad, pero se ha visto
la PIC, probándose su efectividad. En este sentido, ha desplazado menor efectividad en el control de la PIC.
a otros medicamentos, como la urea y el glicerol. También puede b) La administración de minibolos del medicamento es la
emplearse como tratamiento temporal de las lesiones intracranea- modalidad preferida al haberse probado un mejor con-
les con efecto de masa antes de la descompresión quirúrgica trol de la HEC; se calcula 0,25-1,5 g/kg/4-6 h (habi-
[1-3,10,13,20,23,27,33]. tualmente se usa 0,25 g/kg/4 h). En caso de que las
1. Mecanismos de acción: manifestaciones clínicas o la monitorización de la PIC
a) El efecto deshidratante cerebral y diurético, debido a la denoten un rápido ascenso de ésta, puede administrase
creación de un medio hiperosmolar en el espacio intravas- un bolo de 1g/kg EV.
cular, no comienza hasta después de 15 min de su admi-
nistración y para mantenerlo requiere dosis regulares. Furosemida
b) Reduce el VSC por medio de una vasoconstricción transitoria. Por su acción diurética potente se usa en este síndrome. No se ha
c) Al constituir una macromolécula tiene efecto antiagre- confirmado totalmente su acción en la disminución de la produc-
gante en la sangre, con consecuencias favorables en la ción de LCR. Sus efectos adversos son, fundamentalmente, des-

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HIPERTENSIÓN ENDOCRANEAL

hidratación, hipovolemia, hiponatremia e hipokaliemia. Aunque Para mantener los efectos de la reducción de la PIC debe
con anterioridad se prefería su asociación a manitol, hoy se pres- administrarse una dosis de ataque, seguida de dosis de manteni-
cinde de ella debido a la deshidratación importante que se produ- miento en bolos o infusión continua. Para determinar las dosis
ce, afectando la PPC; también se ha documentado la mayor efec- efectivas es útil la monitorización con EEG (ésta coincide con el
tividad del manitol en el control de la PIC. La furosemida puede aplanamiento de la actividad eléctrica cerebral) o la medición de
utilizarse durante un tiempo mayor respecto al manitol y algunos las concentraciones séricas (de 30 a 50 g/mL para el pentotal).
prefieren su uso con la presencia de distrés respiratorio del adulto. Por su acción más prolongada es preferible el pentotal. Las
Las dosis recomendadas son de 10-40 mg EV cada 6-8 h. dosis aconsejables son de 3 a 5 mg/kg en el ataque, a pasar de 30
a 60 min, y dosis de mantenimiento de 1 mg/kg/h, en bolo o
Corticosteroides infusión continua. Otros medicamentos, como el tiopental, tam-
Aunque el empleo de los esteroides se encuentra formalmente bién pueden emplearse; tiene un período de acción más corto, la
contraindicado en la HEC relacionada con el TCE, en otras enti- dosis de ataque es de 5-11 mg/kg, y la de mantenimiento, de 4-8
dades, como tumores, se acepta su utilidad. Se plantea que el mg/kg/h. El empleo de los barbitúricos ha sido más frecuente en
mecanismo de acción fundamental es la estabilización de las el contexto del TCE y la isquemia cerebral [10,20,27,38].
membranas celulares e inmunomodulación con disminución del
edema cerebral vasogénico. Sus efectos adversos pueden ser sig- Otros medicamentos anestésicos
nificativos: inmunodeficiencia, hiperglicemia, retraso en la cica- Nuevos fármacos anestésicos han mostrado también su efectivi-
trización de tejidos, úlcera de estrés de Cushing, hipertensión dad. Es el caso del propofol (dosis de inducción de 2-2,5 mg/kg
arterial, miopatía, hipopotasemia y alcalosis ventilatoria. Los más y mantenimiento de 150 g/kg/min), con mecanismo de acción
utilizados han sido: dexametasona (4-20 mg IV cada 6 h), metil- similar al de los barbitúricos. Su efecto más novedoso radica en
prednisolona (500 mg IV cada 6-8 h) y betametasona (4-12 mg IV un tiempo de recuperación mucho más rápido del período de
cada 6-8 h) [35]. Algunos estudios han mostrado utilidad con los inconsciencia. El etomidato tiene también un mecanismo de ac-
compuestos esteroides como el mesilato de tirilazad, sobre todo ción similar al de los barbitúricos, con un efecto mucho menos
en presencia de hemorragia subaracnoidea y vasoespasmo cere- pronunciado sobre la presión arterial. Se ha demostrado que, con
bral [36,37]. su uso crónico, se interfiere con la esteroidogénesis, llevando a la
enfermedad de Addison; ésta puede prevenirse con la administra-
Hiperventilación ción concomitante de esteroides.
Aunque sólo pocos años atrás constituía un pilar básico en el Se han logrado buenos resultados con el empleo de morfina
tratamiento de la HEC, las evidencias obtenidas en TCE de induc- (0,1 mg/kg/h), fentanilo (dosis de ataque, 5-10 g/kg, y manteni-
ción de lesiones secundarias isquémicas con su empleo han soca- miento, 3-5 g/kg/h) y sufentanil (dosis de ataque, 0,5-1 g/kg, y
vado su utilidad. Basa su efecto en la vasoconstricción resultante mantenimiento, 0,3-0,5 g/kg/h).
de la alcalosis, la cual reduce el FSC y el VSC. Su efecto se pierde Algunos gases anestésicos, como el isofluorane, se han en-
después de 6-12 h de tratamiento. Entre otros efectos adversos contrado también de utilidad como protectores cerebrales.
destacan: HEC por aumento de la presión venosa, disminución
del umbral para las convulsiones y aumento de la afinidad de la Otros fármacos y terapéuticas
hemoglobina por el oxígeno, lo que disminuye la liberación de – Lidocaína. Su uso radica en su efecto protector ante mecanis-
ésta a los tejidos. En la actualidad, la hiperventilación se utiliza mos reflejos que aumentan la PIC, como es el caso de intuba-
para el tratamiento agudo de las elevaciones de la PIC, sobre todo ción, aspiraciones y fisioterapia ventilatoria. En tal caso re-
las propiciadas por un aumento del VSC, en un paciente con PAM sulta útil su administración tópica o EV (50-100 mg), cinco
y PPC normales, y además por un período corto, hasta que dicha minutos antes de dicho procedimiento.
HEC se reduzca. De cualquier manera, no se acepta la reducción – Fenitoína. Carece de indicación específica en la HEC. En
de la pCO2 por debajo de 30 mmHg (margen aceptable, 30-35 relación con algunas etiologías del síndrome, como el hema-
mmHg) [10,20,27]. toma subdural agudo y la neoplasia cerebral, puede utilizarse
como tratamiento sintomático o profiláctico debido al efecto
Barbitúricos deletéreo que causan los fenómenos convulsivos por desati-
Su utilidad radica en la reducción del metabolismo cerebral y, con ración de oxígeno cerebral.
éste, del FSC y del VSC. Estos medicamentos disminuyen el – Oxigenación hiperbárica. Aunque algunos estudios han de-
umbral convulsivo, bloquean los mecanismos del escalofrío y mostrado reducción de la HEC, se necesitan más investiga-
producen protección ante los procedimientos médicos que au- ciones que demuestren la efectividad del procedimiento.
mentan la PIC (por ejemplo, fisioterapia ventilatoria, aspiración
de secreciones, etc.). No obstante, con su empleo se pierde la Descompresión quirúrgica
capacidad de la exploración neurológica, disminuye la resisten- La descompresión quirúrgica puede constituir el tratamiento de
cia vascular periférica que puede llevar a la hipotensión arterial elección cuando la HEC es motivada por una lesión intracraneal
(debe llevarse a cabo monitorización hemodinámica invasiva), focal con efecto de masa. Tal es el caso de las neoplasias, hema-
produce depresión ventilatoria, predispone a infecciones y puede tomas, contusiones, abscesos y tejido cerebral necrótico. Con
inducir íleo gastrointestinal y depresión miocárdica. mucho, este tipo de tratamiento ha sido el más empleado en TCE,
Debido a lo anterior, esta terapéutica se emplea ante el fallo de aunque no deja de tener detractores, fundamentados en que no se
los otros métodos de control de la PIC. No debe insistirse en su uso ha demostrado en estudios estadísticos controlados la disminu-
cuando la dosis inicial no es capaz de reducir la HEC o cuando ésta ción en la mortalidad en el grupo de pacientes en que se ha prac-
reaparece tras alcanzarse la dosis máxima tolerada, así como cuan- ticado. En este aspecto, basándonos en otros estudios donde sí se
do hay hipotensión arterial con disminución de la PPC. ha demostrado una mejoría de los mecanismos de complianza

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A. VARELA-HERNÁNDEZ, ET AL

cerebral con el procedimiento, pensamos que es una técnica que La descompresión interna incluye, además, la resección de la
puede ser útil en pacientes en los cuales han fallado otras formas lesión con efecto de masa. Esta técnica cuenta con la dificultad de
de tratamiento, y antes de que se detecten signos de lesión estruc- poder reconocer el tejido cerebral necrótico cuando se tratan le-
tural cerebral irreversible (escala de Glasglow menor a 5 puntos, siones en un período agudo, cuya decisión es aún más difícil en
midriasis paralítica bilateral, shock y ausencia de reflejo de tallo el caso de un tejido cerebral elocuente.
cerebral). Además del TCE y los tumores, también se han aceptado estas
Estos procedimientos descompresivos pueden dividirse en técnicas –todavía pendientes de estudios estadísticos más elo-
externos e internos. Los primeros consisten en realizar una aper- cuentes– en la isquemia cerebral con edema maligno [38-40].
tura del cráneo amplia (debe incluir región frontotemporoparie-
tooccipital, con resección hasta la base craneal), unilateral o bi- Tratamiento específico
lateral, y de la duramadre, y efectuar una plastia de ésta para En la mente del médico siempre debe estar presente, al mismo
aumentar su capacidad. En contra de esta técnica está el hecho de tiempo que se toman medidas generales y paliativas para contro-
que puede ocurrir una herniación cerebral transcalvaria con auto- lar la HEC, el abordaje directo de la causa de la misma siempre
destrucción del cerebro. Por ello se utiliza sólo cuando el efecto que sea posible, lo cual constituye el tratamiento definitivo. Re-
de masa de cerebro no tiene carácter focal, como en el ataque sulta fuera del alcance de este artículo abordar la gran gama de
axonal difuso postraumático. tratamientos posibles dependiendo de la etiología del síndrome.

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1160 REV NEUROL 2002; 34 (12): 1152-1161


HIPERTENSIÓN ENDOCRANEAL

HIPERTENSIÓN ENDOCRANEAL HIPERTENSÃO INTRACRANIANA


Resumen. Introducción y objetivos. El síndrome de hipertensión endo- Resumo. Introdução e objectivo. A síndroma de hipertensão intra-
craneal constituye una de las complicaciones neurológicas más fre- craniana constitui uma das complicações neurológicas mais fre-
cuentes y temidas en la práctica clínica lo cual motiva siempre a la quentes e temidas na prática clínica, motivando sempre o aprofun-
profundización y actualización en este tema. Es este precisamente el damento e a actualização sobre este tema. É precisamente este o
objetivo de la actual revisión. Desarrollo. La hipertensión endocraneal objectivo da actual revisão. Desenvolvimento. A hipertensão intra-
constituye la vía común de presentación de un gran número de patolo- craniana é a via comum de apresentação de um elevado número de
gías neurológicas y extraneurológicas. El aumento del volumen de uno doenças neurológicas e extra-neurológicas. O aumento do volume de
o más de los componentes del recinto intracraneal conlleva a lesiones um ou mais dos componentes do recinto intracraniano comporta
secundarias en el encéfalo y hasta la muerte del enfermo lo cual en lesões secundárias no cérebro e porventura a morte do doente, cir-
muchas ocasiones puede ser evitado por un reconocimiento y acción cunstância que em muitas ocasiões se pode evitar, com o reconheci-
oportunas por parte del médico quién además de imponer medidas mento e a acção oportuna por parte do médico. Este deve implemen-
terapéuticas generales e inespecíficas para lograr la normalización de tar medidas terapêuticas gerais e inespecíficas com vista a normalizar
la presión endocraneal así como ser acucioso en la interpretación de la a pressão intracraniana, assim como, ser rápido na interpretação da
presentación clínica y las investigaciones complementarias para inter- apresentação clínica e nos exames complementares de forma a inter-
pretar la etiología del fenómeno lo que permite aplicar medidas especí- pretar a etiologia do fenómeno, permitindo a aplicação de medidas
ficas de tratamiento. La monitorización continua de la presión intracra- específicas de tratamento. A monitorização contínua da pressão in-
neal y otras técnicas de neuromonitorización constituyen una ayuda tracraniana e outras técnicas de neuromonitorização constituem um
insustituible para las diferentes decisiones terapéuticas. Conclusiones. auxílio insubstituível para as diferentes decisões terapêuticas. Con-
El conocimiento sobre la fisiopatología, el diagnóstico y el tratamiento clusões. O conhecimento da fisiopatologia, o diagnóstico e o trata-
del síndrome de hipertensión endocraneal se mantiene como un punto mento da síndroma de hipertensão intracraniana mantém-se como
capital y álgido en la medicina moderna. En los últimos años se ha um ponto capital e inalterado na medicina moderna. Nos últimos
avanzado en la mejor aplicación de las terapéuticas ya conocidas y en anos avançou-se na melhor aplicação dos tratamentos já conheci-
la introducción de nuevos fármacos. El empleo de las diferentes técni- dos e na introdução de novos fármacos. A utilização das diferentes
cas de neuromonitorización permite optimizar el arsenal terapéutico técnicas de neuromonitorização permite optimizar o arsenal tera-
disponible. [REV NEUROL 2002; 34: 1152-61] pêutico disponível. [REV NEUROL 2002; 34: 1152-61]
Palabras clave. Hidrocefalia. Hipertensión endocraneal. Líquido ce- Palavras chave. Hidrocefalia. Hipertensão intracraniana. Líquido
falorraquídeo. Neurocirugía. Neuromonitorización. Presión intra- cefalorraquidiano. Neurocirurgia. Neuromonitorização. Pressão in-
craneal. Tomografía axial computarizada. Traumatismo craneoen- tracraniana. Tomografia axial computorizada. Traumatismo encéfa-
cefálico. locraniano.

REV NEUROL 2002; 34 (12): 1152-1161 1161

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