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Rodolfo E. Modern EL EXPRESIONISMO LITERARIO BIBLIOTECA DEL UNIVERSITARIO TEMAS/LITERATURA EUDEBA EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES Primera edicién: alo 1958, Nova, Buenos Aires Segunda ediciin: afio 1972, Eudeba, Buenos Aires MSW LG e 2auag aval io 99,00 EUDEBA S.em, Fundads or la Univescad de Guenos Aires PLAN EDITORIAL 1972/4973" © wre FDIOWIAL UNIVERSITARIA DE BUS Rivadavia 1371/73 VENOS AIRES Sociedad de Economia Mista Hecho el depésito de ley {IMPRESO ENA ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA Be INDICE PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION . INTRODUCCION : . 1. EL “PORQUE” DEL EXPRESIONISMO UL. EL “QUE” DEL EXPRESIONISMO UL EL “COMO” DEL EXPRESIONISMO .. IV, EL “MENSAJE” DEL EXPRESIONISMO ANTOLOGIA POSTICA [planes Becher 9% Cotried Benn, 04 Tear, Dau er, 73; Albert Ehrenstein, 75; Tan Goll, 78; George Heyin, 62, Rust Heynicke 88, Jakob Van‘ Haddin, 9, ein Klemm, 93; Else Lasker-Schiler, 94; Alfred. Lichtenstein, 100: Oskar Loarke, 101; Kael Otten, 104; Ernst Stadler, 105; August Stramm, ‘110; Emnst Toller, 114; Georg Trakl, 115; Franz Werfe, 120; Alfred Wol- fenstein, 137, Paul Zech, 129; vo IK 1 aT 61 PREPACIO A LA SEGUNDA EDICION La favorable acogida con que se recibiera, en su mo- mento, la primera ediciin de El expresionismo literario, agotada al presente, ha impulsado esta segunda. El tema, no demasiado analizado entre nosotros, ofrece, desde eb meridiano alemén sobre el que descansara en un origen, tun interés creciente. Estudiantes y estudiosos de la evo. lucién de la literatura en nuestra centuria, aficionados al teatro, al cinematégrafo, a la pléstica, leen u oyen con- tinuamente referencias al “expresionismo”. En este sen- tido, remontarse a sus origenes, deslindar sus limites, ex- plicar su contenido variado como las técnicas formales y estilos de que sus cultores se valicron, implica un em- peilo fructifero. Por to demds, el expresionismo se ha derramado y ha determinado ta direccién de vastas éreas del_quehacér cultural contempordneo. Y las ‘ma- nifestaciones que lo. coracterisan son fluidas y muy di versas, una aspiracién comin —y muy noble, ciertamen- te— hermana a quienes hicieron de esta tendencia una bandera y un ideal, tanto estético como humano. La rup- tura con una tradicién firmemente asentada y el descu- Brimiento de un nue del espiritu no son tam- poco us mento Toren A todo lo expresado cabe agregar una modificacién con respecto al contenido anterior. El apéndice de ta antolo- gia inicial, que contaba con la traduccién al castellano de 44 poemas de los mds eminentes liricos del expresio- nismo, se ha aumentado con otros 31, lo que implica mds de dos tercios respecto a la cantidad primera. En este sentido, se han insertado més poemas de Gottfried Benn, vo EL BXPRESIONISMO LITERARIO Else Lasker-Schiiler, Franz Werfel, Georg Heym, Jakob ven Hoddis, August Stramm y Paul Zech. Y, como no- vedad, muestras de la aptitud lirica primeriza de Ivan Goll, Oskar Loerke y Ernst Toller, que conceptuamos definitoria de una tendencia artistica bien determinada y digna de la mejor difusién. Ex avron Vill INTRODUCCION EL fendmeno cultural comprendido dentro del término “expresionismo” cs uno de los més apasionantes para el historiador de la literatura de nuestro siglo. Se trata de un movimiento extendido a carias manifestaciones esté ticas, la bandera de su nombre cubre temas, concepcio- nes y tratamientos muy diversos, y la misma férmula “expresionismo” adquiere una fluide: y tena falta de pre- cisién notables, a poco que se haga un andiisis cuidadoso de sus elementos, ‘Ademés, puede localizarse, en un sentido estricto, como un objeto Ristérico-cultural que ha tenido un origen, un desencolvimiento y una répida agonia dentro de un pais, © mejor un grupo de paises lingiisticamente unitarios: Alemania y Austria, y que duré alrededor de veinte aos; pero por otra parte, con una concepcién mds amplia, pucden fijdrsele raices europeas, mucho mds que germa- nas; su contorno excede cémodamente lo nacional, sus consecuencias no han terminado de ninguna manera y afloran todavia a través de distintos matices de la civi- lizacién occidental Para complicar aiin mds las cosas, el expresionismo es tanto un problema formal y conceptual como un astnto de tematica, de clima diriamos casi, de disociacién ardua en muchos aspectos. Con todo, esa misma complejidad es un sintoma mds de nuestra cultura contempordnea, al par que uno de los estimulos mds eficaces para empren- der su estudio y explicacién, Ix CAPITULO 1 EL “PORQUE” DEL EXPRESIONISMO Es verdad ya consagrada que los periodos de intenso trajin cultural albergan, en su etapa culminante, los ele- mentos explosives que arin estallar el edificio que es su obra y su orgullo. Las vilkimas déeadas del siglo xix convalidan plenamente esta asercién, y Ia literatura es tun ejemplo cémodo y apto para ponerla en evidencia EI imperio alemin y la monarquia de los Habsburgo habian arribado, al trasmonte del siglo xix, a una situa cién de prosperidad y expansiin excepcionales. Hereda ban un poderio politico respetable, sob: mania que Bismarck forjara, la economia era sana; cl nivel de vida, alto; la cultura del Herr Erofessor, séolida y convincente; las diversiones, abundantes; la vida, fAcil y plécida, Esos. mismos afios habian visto también la aparicién del teléfono, el cinematégrafo y el acroplano, EI reino de la téenica en gran escala y el de la ciencia aplicada comenzaban a florecer. La superaciin de las profeetas més optimistas pareefa un hecho, y las grandes capitales, Viena, Berlin, las ciudades de rango, Munich, Leipzig, Francfort, mostraban su alegria, su sonrisa y su Dienestar superficial, pero conereto, Sin embargo, el reverso de la medalla era también un hecho conereto, y nada superficial, por lo demés. .Atios antes, Nietzsche habia denunciado Ios cimientos, podri- dos ya, de Ia cultura europea, y sus requerimientos iban i EL EXPRESIONISMO LITERARIO za. La materia ralizaciones del itud, pero con firm ndose con lentit astmilind ose aban las grandes re Yau cto 2 doa achat ceteleante fos profs ‘dvenimiento de Ta catistrofe, Jeate del espiritu se hacia indispensable, sobre sont estate tos mis orgullosos de su pajanza, Como odo en Ios Biren estaria a cargo de la juventud, y los jévencs expresionistas partiiparian en primera linea en jovenes ex? hara, Alemania, las juventides habian sido Jermietin probiema y, en el fondo, una solucién, EL See cod avenes_ del Sturm und Drang, el de los em eotios, cl de la “Joven Alemania” y los naturalist, ‘ran ejemplos aleccionadores. Estas generaciones modi Fe Te bo por el descubrimiento de nuevos hori aboraban fmpulsados por el rechazo del pax eae y iy esperanza de un futuro deseable. step estas javentudes no buscaban el mero cambio, El acl iakia sido, siempre, una revolucién, circunscrita wv iteantara o extendida a la totalidad de la vida, se- n a tancias, La auténtica tradicién de los poe- see scree nis jovenes habla sido, y era, el movimien- ee eeaconario, en las letras, en Tas artes, en la activ dad humana en general f eaprestonistas no dejaron de ajustarse a esta re- ge viene eoneibieron_ una revoluciin que traté de eee ices y extenderse hacia arriba en una pro- poreiGn de, desmesura jamés intentada por las generacio- nes precedentes. El fendmeno de Ja aparcién del expresonsmo es su manent manplejo y se vincula a las causales que pro- deus, manifestaiones, mis exacrbadas, oro clrtor Sean pneden indiear el porqué del tiempo y Ingar de esas puede Hppderos preear ta fechas 1010. Y el ugar: Alemania, porque este pais habia Hegado, en ese momento, paralelamente a una coneiencia de nacionali 2 gritaban el 3 zontes, yl gin Tas circu ‘RL “PORQUE” DEL EXFRESIONISNO dad bien definida, a un grado de europeizacién y asimi- hein de influencias diffeilmente superables, muchas de las cuales sefialaban los rasgos catastréficos del porve- nit, y porque la misma Alemania era el mejor ejemplo para’ la demostraciin del triunfo de los ideales burgue- 50s, que sonaban a los ofdos sensibles de esta generacién como la exaltacién del vacio y la mediocridad. En rea- Tidad, estos jovenes canalizaron el ansia de cambio jus- tamente en ‘el momento de la crisis que marcaria el and de satu racion de Jas nina del siglo anterior. También contribuye otra entidad politica con vastas pro- vineias de habla alemana: el itpero sostring, Franz Werfel y el otro Franz, Kafka, son oriundos de Prag, mientras que TrakY seis en Salburgo La nacionalidad del expresionismo encierra a su vez otro problema, porque ni la palabra es originaria de Alemania, mi el moviniiento es peyativo de la literatura, mis pesar desu firme voluntad de romper eon el dis, con todo el pastdo, pudo sustractee a influcheias europeas, y hasta americanas, A ello cabe agregar que, dentro ‘de'los mismos historiadores del. ‘xprestonisno! no hay acuerdo al respocto, al punto que uno de los mas destacados, Fritz Martini, lo lama movimiento esencial- mente alemén en su obra Qué fue el expresionismo?,! mientras que en un estudio publicado en’ 1953 bajo el tale de “ET expresioname? le auibuye. na, fsion europea En el fondo no existe la contradiccién, porque la vio- Teneia con que se hace sentir en Alemania Ie irk tig. nando caracteres especificos susceptibles de Hegar a ua prmeipio de. acuerdo, es dec a afmacion de que ja sustancialidad de lo que el término implica, amén de Ta duracién del mismo, se dio en Ja Alemania guiller- 1 Was war Expressonismus?, Bort Verlag-Urach, 1948. 2 En Deutsche Literatur im zwanzigeten Jahrhundert, Wolf- gang Hothe Verlag, 1954. _EL EXPRESIONISMO LITERARIO nina y Iuego en Ia republicana de Weimar, como en ningiin otro pais y por ello, cuando se alude a la Mirica expresionista, 0 al chic, 0 14s artes plisticas, o el drama ola esconografia_expeesionistas, sobreentendemos que hablamos de creaciones de impronta germénica.. Las vor, “epresinisna” no apareis en Alemania sno en Ia veeina Francia, cuando fa utilizé por primera ver U pintor Julien Auguste Hervé en una exposicién de sus Cuadros.celebrada en 1901. La férmula sirvié para des- tacar el modo pictirico de Cézanne, Matisse y Van Gogh, y aplicada exclusivamente a la pintura, Ia’ difun. dig su compatriota de Vauxcelles. De alli se ertendib xr Europa, aunque circunseripta en sus comienzos a la Fina En Alemania dio carta de ciudadania. al voca- blo el eminente Wilhelm Worringer, por el afio 1911, cn la revista Der Sturm, publicada por Herwarth Walden. En 1906, varios pintores se asocian en Dresde y fun- dan cl grupo “El puente” (Die Briicke), integrado por Otto Muller —pariente de Gethart Hauptmann, Pechs- tein, Schmitdt-Rottluff y Emst Kirchner, que persigue tuna’ pintura de rasgos sintéticos y esenciales, y que ad- Quin relieve después de las primeras exposciones de ‘ar Kokoschka. Hay en ellos un propésito de enjuicia PeeRto de in sociedad, y ven en las hombes el rasgo Grotesco detrés del cual ‘se esconden, en los planos mis fiondos, In vida de los instintos y la barbarie humana. Pocos alias mis tarde, actin én Munich bajo el 16 tulo de “EI jinete azul” (Der blaue Reiter), un movimiet to cuyos jeles son Franz Mare y Wassily Kandinsky. Entre otras figuras sobresalientes del mismo se cuentan Paul Klee, Kubin y Macke, y en todos ellos el propésito de renovacion es palpable. Franz Mare explica los su- yos; “rato de identificar mi sensibilidad para el ritmo Orginico de todas las cosas; trato de proyectar mi sen- timiento pantefsta en cl vibrar y fluir de Ja sangre en la naturaleza, en los frboles, en el aire, y trato de plasmar 4 BL “FONQUE” DEL EXPRESTONISMO todo ello en una imagen, con nuevos ritmos y con co- lores que se burlen de nuestro antiguo cuadro de cabs. Hee". Se renuewa ef color, ef dibujo tiende a la abstrace cidn, y Ta imagen se capta en visiones donde figuran los hombres al lado’ de los ieracionales. = Visto de otro modo, la phistica,‘ especialmente Ja pin- tora, fecunda en un principio a’ Ts! letras Luego, las influencias se harian recfprocas, con mayor o menor pre- dominio de una sobre la otra. ¥, dato ilustrativo, los mas revolucionarios de entre estos’ pintores no vacilan en expresar por medio de la palabra su postura estética y vital. Algunos de ellos estén particularmente dotados al respecto, como los aportes de Franz Mare y el trabajo de Kandinsky: Lo espiritual en el arte. Otros, se hacen conocer y apreciar simultineamente en ‘cl campo de las letras y las artes, en donde exista un instrumento capaz de anunciar Ja voluntad de cambio y revuclta. Emnst Barlach escribe piezas teatrales, y su colega Oskar Ko- Koschka estrena en Viena, en cl afio 1907, una obra de escindalo: Asesino, esperanza de las mujeres. ~ El paso que iba de la pintura a la literatura se dio Pronto, porque los fines importaban mas que los medios, pero los poetas se aduefiaron y abondaron en lo que se Jes entregab, en opinion de que el verbo resultarfa mis apto para Ia ‘difusién de su credo. Aprovecharon las in: venciones de “E! puente” y “El jinete azul”, y las le. varon adelante, Si bien el expresionismo denuncié. de entrada al pa- sado como cosa caduca y sin valor, con lo que no hacia sino seguir la tradicin de toda generacién rebelde, te- nia tras de si muy ricos Iegados artisticos e ideolégicos, supo también utilizar con destreza, para sus propios Fines Yo que era coctanco’y estaba en cl ate aster de su formulacién sistematica. Pero es en las preferencias intelectuales de esta generacion precozmente madura, donde radicarin las influencias de mencién inevitable BL EXPRESIONISMO LITERARIO. Los primeros expresionistas y Inego sus sucesores, acen- tuanddla, se colocaron en una actitud de rechaz) total frente al pasado inmediato, y més precisamente, frente al mundo de sus.padres. Lo transmitido estaba absolutar mente viciado y la recuperacién del espiritu, que era lo importante, reclamaba el arrangue deste el punto cer, Sin embargo, este principio a priori no estaba en con. tradiccién con la afinidad guardada hacia épocas cuyos representantes mis altos habian gritado apasionadamen: te y so. habjan sacrificado por los derechos del espiritu, como también por todos aquellos parientes en la sensi” bilided revolucionaria, en el petits, de. cambio, Agime- ‘mo, mostraron simpatias por los periodos en que el arte se manifestaba de un modo sioble, angenuo’y clemson, tal —de ahi la preferencia por el arte infantil y el negro— ¥ por todo tiempo en que el hombre se habia visto en vuelto en conflictos desgarradores, cuyas cicatrices se mostraban en Tas expresiones torturadas del barroco y en los simbolos de predominio de lo supraterrenal, como el de la mistica y el gético del mediocvo. Rastrearon el pasado alemin, y fueron sumamente permeables ala influencia extranjera, al punto de que un blanco de las critieas ficiles hechas al expresionismo residid en su afin cosmopolita, en su pretensién universalista, Del lado alemiin fueron inspiracién el impetu revolu- ionario de los integrantes del Sturm und ‘Drang, con sus exigencias de genialidad, cl rasgo roméntico de los jovenes Goethe y Schiller, la oleada del romanticismo de Jena alrededor de los hermanos Schlegel, In lama no tuma de Novalis, el culto al espirity puro, que termi. naria en la demencia de Holderlin, Ia miseria y devociin pottica de Kleist, las visiones demonfacas do E. T, A. Hoffmann y el preexpresionismo del drama de Bichner Woyscek, al desnudar en su esencialidad elemental la tragedia de la indefense pareja protagénica, Ligado adensis a la europeizacién de la literatura ale- BL “PORQUE” DEL EXPRESIONISUO mana, que se afirma desde fines del siglo xx, pesaron desde fuera el enjuiciamiento de Ta burguesia’ a través de la novelistica de Balzac, In mistica social de Tolsti, cl alma atormentada y la constante prescupacién ética de Dostoiewski, predicador de la ruina de la cultura curopea y maestro de un cristianismo hecho espirity, los nuevos sondeos y_posibilidades poéticas @ lo largo de la Vinca Baudelaire-Verlaine-Rimbaud, el ritmo libre y la actitud anticonvencional de Walt’ Whitman, y_Strind- berg, que merece pirrafo separado por sus’ numerasos aportes al movimiento, En Strindberg vieron los expresionistas un ascendien- te directo, un precursor de su mismo linaje. El era, en medio de’ su vasta obra permanentemente autobiogrifi ca y lirica, a pesar del cultivo de distintas especies It terarias, ef arquetipo del caos espiritual que fes habia dado origen y que intentaron superar desesperadamen- te. En sts terribles luchas, en las contradicciones que abrasaron su alma y que por fin Jo arrastrarian a un nihilismo integral, ya std sefialada Ia signicacién ejem plar que su obra’ tiene para los expresionistas, Como és- tos, tenia necesidad de" aferrarse a una creencia, a un orden conceptual y prictico, pero el hervor interior y el gusto escondido por Ia dialéctica y la controversia en que su poderoso intclecto se complacia, redujeron sus gsfuerzos al desorden, al escepticismo y' la impotencia. Se agot6 en Ta bisqueda de una respuesta a su exigen- cia de absoluto, y ello explica sus posturas sucesivas 0 combinadas de realista y romdntico, naturalista y tedso- fo, anarquista y socialista, mistico y ateo, misogino y feininstar como enum gado. mis clevado, su, hambre de Dios y su encuentro con Satanis. Fl resultado de todo este cris ideolSgico se concreté en las concepeio- nes del pecado, el remordimiento, y en el pavor ante el vacio de la existencia. ‘También aprovechd el expresionismo las particular 7 Pr EXPRESIONISMO LITERAMIO dades técnicas de dramas como A Damasco y Fantas- magoria. El desarrollo no obedece aqui a las leyes de Ja Tgica, la aceién carece de importancia, el tiempo y el espacio borran sus contornos, la vision y' el ensueiio va- gan por cl escenario, y cl hombre deja de serlo para transformarse en una naturaleza mitolégica ‘Otro hombre de teatro contribuys, casi contemporénea- mente, esta vez en Alemania, a la creacién de la ate misfera desasosegada que rode6 al movimiento. Es Franz Wedckind, al que te falta para ser un expresonsta ax bal, ef fondo de auténtica scriedad que el expresionis- mo exigié. Wedekind denuncié constantemente al filisteo, al burgueés, y el abismo extendido entre padres « hijos Exalté al individuo de excepeién, ya fuera un artista, un héroe, un bohemio o uma expresién incontrolada de los instintos, sobre todo el erdtico, al cual le exploté el filén trigico. Para ello se valié de un didlogo satirico de efec- tos agudos y grotescos, que montaba sobre una dialéctica solida y que no Hevaba a ninguna conclusién positiva por la ausencia de humanidad de sus personajes, exeepcién hecha de la inteneién moralizante del autor, inserta en tono satirico. Como siempre, la Iucha contra el pasado y el despren- dimionto de todo lo heredado debian ser mas intensos ‘con respecto a las corrientes literarias mis préximas: el naturalismo, el neorromantieismo y el impresionismo, to- das las cuales habjan proporcionado una cosmovision ya en estado de agotamiento. El naturalismo, que se habfa propagado ripidamente por Alemania, ecomendaba, sem los postilados zolia- nos, In consideracién exclusiva de la realidad terrenal, subrayando los aspectos de fealdad y miserin en todo sentido, Fl predominio de los Factores materiales, el reco nocimiento de Ia gravitacién includible del ambiente, im- plicaban una actitud negativa frente al ideal, la religion o tuna metalisica cualquiera, y este empobrecimiento de la 8 ~ FL “PORQUE” DEL EXPRESIONISMO existencia humana, tinicamente susceptible de ser pesada (© medida, no podia dar sino una solucién superficial, por tanto, incompleta, a los problemas mis graves. Se’ des- tacaba entre los naturalistas el dramiatirgo Gerhart Haupt- mann, detris de cuyas obras se asomaba un sentimiento compasivo para con cl infortunio humane. Para huir de esta realidad dotorosa y estrecha habfan Jevantido sw pendén los neorromntices. Se refugiaron en cl pasado, el ensueno, Ia belleza y la melancolia, Las alas de sit espiritu los transportaban paises y épocas remo- tas donde se embriagaban en li contemplacion de la be- lleza pura y en cl triunfo de su sensibilidad delicada. La Tiriea fue su medio de expresién favorito y en Hugo von Hoffmannsthal tenfan su representante més ilustre, at gue ete poeta y, ms grandes contemporineos, Rilke Seorge, que también cayeron parcialmente bajo la in- fuencia impresionista, fueron capaces de seguir un cami- no propio de objetivos universales. ‘A su ver, cl impresionismo también rechazaba el mi do conercto, aunque angosto, de los naturalistas. Para ellos, lo valido yacfa en Ja aprehensin de Jo momen- tineo, de lo fugiz. Lo tinico que tenia autoridad era la experiencia que habia hecho impacto en el sujeto, La exactitud objetiva de lo observado o el roméntico en- sueio cedian paso a la captacién relativa del sujeto. Se agudizé la penctracién psicoligica y cada visibn antistica, por muis momentinea que fuera, poseia un criterio de verdad propia. En otras palabras, Ii fijacion del instante era el fin perseguido por los adeptos a esta tendencia Hiteraria, con afinidad marcada a lo que ocurria en cl ‘campo de la pintura Estas distineiones esquemiticas no coincidian, por st puesto, con la realidad. Los hombres de letras no podian ser absolutamente impresionistas o neorroménticos. Las influencias se entrecruvaban porque estaban en el aite, y los mismos expresionistas, a pesar de su repuclio del pre- 9 térito, no pudieron sacudirsclas, por mis firmes que fue- ran sus propésitos en otro sentido. Asi en Trakl, el mas genial de los liricos expresionistas, los comienzos estin teflidos de resonancias impresionistas, un ejemplo entre tantos. Ta mencién de las influencias no seria completa sin la alusion a las experiencias ritmicas, de Inboratorio casi, de Amo Holz y Johannes Schlaf, y al eireulo de “Charon”. fundado por Otto zur Linde alrededor de la revista del mismo nombre en 1904, que exigia un cambio en Ta fonna y contenido poctios y que, con Ia lirica de Alfred Mombert, marcan la transicién hacia el expresionismo, El repudio a las normas heredadas, In necesidad de la visién, el arrobamiento y el ensuefo, el reconocimiento del caos y de un sentimiento religioso, In identificacién entre los elementos fisicos y_psiquicos de la poesfa, y Ta actitud ética inseparable de aquella postica, elemer tos integrantes de los poctas de “Charon”, fueron absor- bidos y desartollados por el expresionismo. En el plano idcolégico y de la cultura, configuran el telin de fondo de ta Weltanschauung expresionista la filosofia fnomenologica de E, Husserl, el atague anti rracionalista dle Bergson v las teorias psicoanaliticas de Freud. Y el aio crucial de 1914 ve la aparicion. simul tinea de los principios musicales de Arnold Schinberg, a experiencia mental decisiva de Martin Heidegger, y el Diario de un filésofo, en el que el conde Keyserling indicaba Ia mistica oriental como una via de salvacion para la civilizacién del Occidente. Hay que sefalar adenvis, antes de la entrada al campo propio del expresionismo, que con simultaneidad a su reinado ~1910 a 1924 aproximadamente—, florecen los més ilustres nombre de la literatura alemana de nuestro siglo (Rilke, Kafka, Hesse, George, Hauptmann, Hof- mannsthal, Mann), sin que pueda incluirseles dentro del, movimiento examinado, @ pesar de ciertas concomitan- 10 [EL “PORQUE” DEL. EXPRESIONISMO cis ¢ influenias perilrics, porque so ate no const tuyé una negacidn radical del pasido, y porque el mun- {13 por ellos ereado tuvo un ststentaculo\ de vabidez. ob- jetivay uma autonomia que desconocid, segin veremos oportunamente, el expresionismo, Hasta cierto punto fue previsible que el expresionismo iterario se_manifestara Zn idioma alemén, pero su literatura esti exenta de ata- ras ideolbgieas nacionales, Pretendié convertirse en la vou de la humanidad, en la universalidad del espiritu y Jos corazones. Asi, Ia Tectura o relectura de Francois Vie Jon, de Baudelaire, Rimbaud, Verlaine y Peguy, Claudel y ef belga Verhaeren, la traduccién del francés Francis Jammes por el alemin Ernst Stadler, tuvieron el sentido de una eleccién que respondia a las’ propias simpatias 0 necesidades. u CAPITULO IL EL “QUE DEL EXPRESIONISMO EI fenémeno del expresionismo exige, para su com- prensidn, el desglose en dos preguntas: Zqué es el ex- presionismo? y gqué fue el expresionismo? Aunque am- bas se hallan’intimamente vinculadas, la primera apunta una cuestiin de estilo, de “manera” de intuir y de es- cribir. En la segunda va implicito el contenido de la primera, pero es mucho mis compleja, porque contiene el examen de las circunstancias histéricas, del ambiente, de la psicologia de sus cultores, de su background filos6- fico, de su actitud ética, de su temitica y, en suma, de las ‘condiciones ideolégicas generales y particulares en que sc desarrollé. Ademis, es materia del pasado; fue y durd, ya no es mas. Es decir, es una corriente, escuela, movimiento 0 como quiere Hamérscle, dentro de Ja lite: ratura de una nacién determinada, con una duracién (na- cimiento, desarrollo, extincién) también determinada, Es- te segundo aspecto es el propio de nuestra referencia, pero no cabe acercarse a él sin tratar de responder al primero. En este sentido, nada mejor que valemos de la auto- ridad y el rigor cientificos de Elise Richter, que en su estudio “Impresionismo, expresionismo y gramitica”® Jo 3 Em ol volumen Et impresionismo en el lenguaje, Buenos Ai- 15, 1936, Instituto de Filologia de In Facultad de Filosofia y letra. 2B ——— EL EXPRESIONISMO LITERARIO < define asi: “Expresionismo es ta reproduceién de repre sentaciones 0 de sensaciones provocadas en nosotros por impresiones externas o internas, sin que entren en con- ideracidn las propiedades reales de los objetos que sus- Gitan tales impresiones. El arte expresionista no se ocupa de lo objetivamente presente ni de eémo representar esas existencias objetivas en la forma mis irreprochable. Ofre- ce el pensar y el sentir subjetivo sobre las cosas: las ideas de las cosas, presentes en la conciencia especulativa’. Y agrega: “Lo que ‘ve’ son ‘imagenes’, lanzadas desde. el interior al espacio, como por una linterna magica. Lo contemplado internamente, de manera puramente sub- jetiva, se objetiviza tornindose cosa sensible, y accesible con ello a Tos demés’. El impresionismo ya habla. pre parado, con su concepcién relativa del mundo, con su falta de referencia a los valores éticos 0 religiosos, un nuevo idioma de lo intimo y lo subjetivo, del ensuefio y cl éxtasis. La objetividad formal no existia desde el ma- turalismo, 10 que coincidia con la pérdida de la objetivi- dad poética y de las valoraciones fundamentales que so- brepasaran fos meros intereses personales. El expresio- nnismo proclamé su retorno a esta objetividad, e intenté reenperarla en el drama, pero también en todo otro tipo de poesia, con urgencia y con un caricter absoluto, Estos conceptos implican, ademis, como se ha dicho ya, los “modos”, es decir, el repertorio de recursos de que se vale un escritor o un artiste en general, para el ogro de sus propésitos. Asi entendido, el campo de su estudio se dilata. considerablemente, porque se refiere a un problema de “expresiOn”, manifiesto en cualquier época y en cualquier lugar. El'mismo lenguaje de todos los dias nos ofrece entonces una forma “expresionista” y de la que nos valemos casi mecinicamente, sin ninguna preocupaciin estética previa, como cuando decimos “el cielo plécido”, 0 “el mar amenazador”, o “el paisaje rie”, por ejemplo. 4 BL “QUE” DEL EXPRESIONISMO Se trata aqui, en tltimo término, de una actitud _parti- cular del sujeto frente al objeto, en donde aquel trata do expresar, en la forma mas objetiva que le es posible, tcémo ha sentido y experimentado-el impacto en él sus titado por dicho objeto. Para finalizar, al revés de lo que curre en el impresionismo, el sujeto impone su intuicién specifica frente al objeto; estamos en presencia de un mecanismo centrifugo, que irradia del sujeto-interior al, objeto-exterior, después de haber sido puesto en movi- miento por este siltimo, Afirmar que el expresionismo nacié por espiritu de reacciin -tluy lejos de todo reaccionarim, (por otra parte— es acercarse a la verdad. La ebullicién revolucio- hnaria de sus muy jovenes conductores y seguidores se volearia desde muy temprano, con la agudizacién pro- vocada por la Primera Guerra Mundial y su agitada pos- guerra, en una impresionante cantidad de manifiestos, programas, juicios, prejuicios y dogmas intocables, que comienzan a adquirir vida propia mas 0 menos a partir de 1914. La revtielta contra el mundo patemo, contra las condiciones politicas, sociales y econdmicas de la bu geesia de donde son oriundos, en su mayorla, estos j6- Yenes poetas— va configurando desde el primer momento tuna de las caracteristieas esenciales y a las que mayor fidelidad guardard el movimiento: a de que no se trata aqui de un cambio de orientacién privativo de la litera- tura, sino de una transformacién en la concepeién del mundo y de la vida Estos expresionistas, excluidos quizd los mas tempra- nos y mejores poetas, Ilimense Heym, Trakl o Stadler, consideran que la poesfa es el agente por excelencia para proporcionarle al mundo una fisonomia distinta de ta in- tolerable que habitualmente ofrece. Su ambicién es mitada, pero como los méviles que la guian son nobles, es més digna de respeto y de comprensién que de cen- sura. Por lo demés, no estuvieron solos en su pretensién 15 tT | FS pirans to [EL EXPRESIONISMO LITERARIO de totalismo, porque sus parientes y sucesores inmediatos, tos superretstas ostalaron también una revolucin ex trapodtica Los expresionistas se ahogan en cl ambiente que res- Io ene sentran sin sentido, vacio, falso 0 ca6- tico, Tienen la piv muy sensible, los nervios incontral bles, y el presentiniento de que’ sus destinos personales no desentonaran con el aire trégico que los eireunda, Poseen de sobra esa clarividencia propia del conocimiento pottico, afios antes de que estalle y se haga pedazos el mundo del que abominan. Veamos unos pocos ejemplos de la existencia de esta generacion castigada, que nacié entre 1872 y 1882, Emst Stadler muere ahogado cerca de Berlin en 1912, mientras patinaba; Georg Trakl, des- trozado por Jas drogas y el alcohol, se deja morir en un hospital militar en 1914; Georg Heym cae ese mismo aiio en cl frente de batalla; August Stramm fallece, con el grado de capitin, en 1915, mientras luchaba en cl sector Griental; ese mismo afio es muerto en combate Reinhard J, Sorge, Efectivamente, “los buenos morian jovenes". Con excepeiin de Stramm, ninguno de ellos superaba los treinta y dos afios de edad. Adolf von Hatzfeld encegue- ce, y Ele Lasker-Sehiiler, Franz. Werfcl y Paul Zech ter- minan su vida en el exilio, segin Tas demandas de una politica cruel, y por es0, como bien se ha dicho, estipida, Estos mismos afios anteriores a la iniciacién del_pri- mer conflicto en gran escala del siglo, ven una prolifera- cin de revistas y semanarios, aparecidos en distintas ciu- dades, como Berlin, Dresde, Leipzig, Viena, Munich, don- de colaboran, con envios liricos casi todos, 'y a veces con articulos doctrinarios, los principales poctas del expre- Sionismo, los que antes se adjudicarian otros nombres, Mamdndose abstractos, neopatéticos, etemistas o Futuris: tas. También abundan las tradueciones de poctas extran- jeros y las reproducciones de pintores, dibujantes y gra- badores afines a las metas expresionistas. Estas publica- 16 EL “QUE” DBL EXPRESIONISMO ciones tienen ya en sus titulos los nuevos planteos, por- ‘que sus nombres son Die Aktion, Revolution, Sturm, etcé- tera. Cuando la censura de In guerra se hace més apre- miante, muchos de ellos prosiguen én su actividad revolu- cionaria, que se fue extendiendo a otros campos, a otros lugares, y las Hojas blancas que fundara René Schicke- Ie, mitad alemin, mitad francés, en las que Hlasenclever y Becher incitaban ardorosamente al cambio, se trasladan fla pacifica Zurich. Sinmulténeamente, surgen editoriales dedicadas a la difusion de Ia nueva literatura. Asi, Der jtingste Tag’, de Leipzig, publica poemas de Trakl y Stadler, obras de Hasenciever y el euento El fogonera, que formaria el primer capitulo de la inconchisa Amé- rica de Franz Katka, Mas tarde, aunque todavia en medio de la réfaga ex- presionista, se podri mirar hacia atrés y aparecen las pric meras recopiliciones y selecciones de la joven poesia. En 1919 da a conocer Kurt Pinthus su Sinfonia de tos poctas mds jévenes y el famoso Aurora de la humanidau; en 1921, Rudolf Kaiser publica la Antologia de la lirica joven. Aibos estin entre los tedricos del movimiento. Es- tos abundan, y las distintas definiciones, que son la ex- presiin de li necesidad de una explicacién racional, atributo inseparable de toda nueva manifestacién artistica, sefialan, junto con las_coincidencias fundamentales la inseguridad del terreno que pisan. Veamos algunas, EI mencionado Kurt Pinthus da las causas esenciales de su surgimiento: “Lo cadtico de la época, el derrumbe de las viejas firmas sociales, la desesperacién y el anhelo, Ta brisqueda avida y fandtica por nuevas posibilidades de vida, se exteriorizan en esta poesia con ef mismo estré- pito y la misma furin que en la realidad...”, Y Kasimir Easchmid, completo hombre de letras, lo entiende ast 4 “Aceién”, “Reveluctén”, “Ataque’’ 5 “El dia del juicio”, aw EL EXPRESIONISMO LITERARIO “Ya no vale més la cadena de los hechos: fitbricas, casas, enfermedades, prostitutas, gritos y hambre, Ahora existe su vision, Los hechos tienen significacién sélo en tanto que, obrando a través de cllos, la mano del artista toca quello que esti detris de los mismos. Ve lo humano en las prostitutas, lo divino en las fitbricas, introduce la apa- ricion singular en la grandeza que constituye ef mundo, Todo adquiere relaciin con la eternidad” ‘Ademés, como era de esperar, se contradicen, polemi- zan y se injurian, y aunque los agravios aleanzan’a los ar- tistas del pasado, sus destinatarios directos son, por su- puesto, los contemporineos. La maduraeién temprana y la conciencia del propio valer exaltan los énimos a la frespetuosidad y Ia quema de idolos, como hacia la ex- cesiva importancia de las creaciones de la edad juvenil, Asi, acuiian frases como: “jQuemad la Capilla Sixtinal” © “jFuera con Goethe!” Los aforismos proliferan y son tipicos de estas acometidas revolucionarias. Uno, elegido entre el gran mimero, dice: "El que es joven, que lo sea hasta a catistrofe”, Hay muchos mas por el estilo. Blanden frases que son yerdaderos mazazos, indice del apasionamiento con que viven sus ideas. Albert Soergel, en su voluminoso libro Dichter und Dichtung der Ze4 © dedicado a juzgar con auténtica simpatia y comprensién el movimiento, expresiosta, tre algunos ejemplos tipi cos de esta actitud agresiva, que es reciproca y que tiene como remitente y destintario a una capa. delgadisima de la intclectualidad alemana, Es que la levadura expre- sionista no encontrd eco propicio en Ia masa, quizé por sus exigencias desmesuradas, quiz& porque anteponia el hombre total al suclo y la sangre alemanes, 0 por exceso de sensibilidad, cualidades todas éstas capaces de hacer antipopular cualquier tentativa, Pero volvamos a lo anterior. Segin Kurt Hiller, uno © Poctas y poesia de la época. 18 BL “QUE” DEL BXPRESIONISNO de os creadores del “activismo”, al que nos referiremas en Su oportunidad, “el que no tiene los versos aparccidos en el Rondor’? como los mis “valiosos” que se han escrito fen lengua alemana desde Rilke, es an “eerdo antisemita’, tun “piojoso” ;Y cémo se juzgan entre ellos! EY mismo Hil. Ter considera a Kandisky como un “mocoso sin gusto”; Kokoschka_ es, de acuerdo con la opinidn de Georges Gross, un “aprendiz"; Joseph Adler sefala que Paul Zech ces un “lirico tramposo”, y asi sucesivamente, Y sin em- argo, esta vitalidad turbulenta, esta libertad de juicios, este clima chocante y vivaz, muestra sélo unos hilos de Ja trama expresioniste, y aunque caracteristicos, nada esenciale Porque lo meduloso, lo que hace del movimiento ex- presionista algo absolutamente distinto y, pese a las ilu- Siones de sus adeptes, limitado en el tiempo y el espacio, suis respuestas al “zde donde vienc”, “a dénde va?", “ceuil es Ia ruta 9 seguir®” A su vez, este ordenamiento exclusi- vamente didictico permite el esclarccimiento de su temi- tica, que ni es en todos sus poetas semejante, ni deja de sufrir una evolucién que las peculiares eircunstancias his- tGrieas orientan, Ello permite entender el porque del con- tenido, en cierto modo fluido, de sus manifestaciones, que rebasa la formula rigida y que, con un fondo comin, se voleé en una diversidad, antagénica en ocasiones, de proclamas, teorias y articulos de Te P'La génesis del expresionismo esti, sin Iugar a dudas, en el Feconacimiento de que la humanidad se ha preci itado fvidamente al cuos, es decir, que est frente @ una de los valores de la civilizacién en una medida yoncebible. ;Sintomas? Aqui van algunos. Ely triunfo de una jerarquia materialista, la invasion de la | miquina y Ia técnica, la supersticién’ de la eiencia y el] rogreso, el predominio del enfoque burgués, la miseria! ola clase desposeida y In multiplicacién del proletai 1 Publicacién.expresionista, 19 EL ExPnision/SWOLITERAnIO : do, el engranaje econdmico capitalista, cl culto al Estado oniipotente,tafaible yomnicomprensivo. La. hiimani Gad en torno & los expresionistas se revuclea con gusto centre estos elementos, y no queda duda, Se va derecha mente al desastre, ese mismo desastre que uno de los tutores favoritos del movimlento, Nictzsehe, denuneiara tempo atris. Lo mojor es recotocer, enlonces, que el hombre esti gravemente enferma, Los testinonios expe- cifcgs.abundan,_y_tansenbiremos dos de ells. ‘Kart Pinthus expresa: “{No debe ser acaso esta poesia cadtica, como Ja. época de euyo suclo desgarrado y sangriento ha nacido?” ¥ Paul Kornfeld llega hasta. saludar estrepito- samente al mismo caos, con estas palabras: “Que viva el exos, el corazén sangrante, que suene el canto del alma dat hombre y el grito de seatimiento atronader” (De su obra Cielo ¢ infierno, 5° acto). Hay una sola salida para salvar al espitity, bien su- premo del que derivan todos los demis, y a cuya defensa ¥ exaltacién dedican su obra todos los expresionistas. Gonsiste en lr destruclan de exe aos por el reeneuen: tro integral del hombre con el hombre, del hombre con todos Tos sefs, eon ef cosmos y Dios. Los expresionistas tienen gusto a muerte en la boca, y el comjer de enfrentarla sabiendose inermes, Su pote Sule tomar entonees, en TraKl, en Heyin, en Stadler, la forma de la visin y el ensucio monstruosos, el medio mis adecuado para reflejar el pavor que la’ existencia ies inspira, Tertann Babe sintti con exactitud este es: tado de nim: *Nunea habla sido’ una époea agitada por tanto espanto, por tal horror a la muerte. Nunca ha- Bia sido cl hombre tan pequeiio. Nunca Ia paz estuvo tan Tejana y Ja libertad tan muerta. ¥ ahora grita In necesi- dad: el hombre: grita por su alma, la época toda es. un grito de mis También cl arte clama, dentro de las ti- ebles, cama por ayuda, cluna por ef expints esto es cxpresanism 20 Er “QUE” DEL EXPRESIONISMO De esta cita se desprende una caracteristien de fondo y otta formal anejas af movimento, La primera, ta i ‘ionalismo, exacerbado y exclusive, que intenta, Geos de ninguna clase, intuir en forma directa e inme- Giata el ser de las cosas, si verdad propia y anténtica, fe- némeno éste que se repite a To largo de la literatura alemana (Sturm und Drang, por cjemplo,) La segunda: cl reconocimiento del “grito” como expresién legitima de ese irracionalismo. Los poetas expresionistas —no los mejores “gritan”, cargan las palabras de wn énfasis y una intencionalidad emocional excepcionales. Asi, se ¢s- pecializaron en una particular sensibilidad frente al do- lor, que transformaron, por una operacién opuesta, reali- zada dentro de a propia personalidad, en una energia renovada, tanto en Ta queja como en la’ acusacién, La Ti teratiira cred una nueva realidad “por Ia expresién aut noma y absoluta del alma humana, agitada hasta sus capas mis profindas, a kt espere de una nueva totalidad su- prapersonal mediante kx, acumulacion de contrarios, es decir, Ja esencia del ser” (Kurt Pinthus). Proyecto am Dicioso, sin duda, pero que cl expresionismo dejé sin ccumplir, sexi se’ veri Pero recursos como los mencionados —en si mismos reflejos del caos— no cran Tos mis aptos para superar ese estado eaético que les entrecortaba la respiracién y que los dejé, en realidad, a mitad del camino, No supferon re- sconacer que en cl uso de Ia violencia no existéa ninguna osbilidad seria de construir sobre bases firmes. Su acti tud extremista, la condicidn fronteriza a que Tevaron_la Titeratura, sha 2 ser condiciin de su fracaso. La insegu- idad que Tos carcomia cra congénita y no les permitié montar una construceiin perdurable. La realidad se en- cargé de convencerlos de que la poesia, 0 por lo me- nos, st poesia, no era suficiente para emerger a salvo del aos origina! Por otra parte, cabe preguntarse:

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