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EN CIRUGÍA
UROLÓGICA
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ASHUTOSH TEWARI, MD
Cornell Institute of Robotic Surgery
Department of Urology
New York Weill Medical Center
New York, New York
COLABORADORES vii
ASHOK K. HEMAL, MD
MICHAEL J. FUMO, MD Professor, Department of Urology
Urology Resident Director, Robotics and Minimally Invasive Surgery
Vattikuti Urology Institute Wake Forest University School of Medicine
Henry Ford Hospital Wake Forest University Health Sciences
Detroit, Michigan Winston-Salem, North Carolina
7: Técnica de prostatectomía del Vattikuti Institute (VIP) y análisis 5: Función del cirujano del lado del paciente en cirugía robótica
actual de los resultados; 15: Cistectomía radical robótica
S. DUKE HERRELL III, MD
Assistant Professor
MATTHEW T. GETTMAN, MD Department of Urologic Surgery
Department of Urology
Vanderbilt University Medical Center
Mayo Clinic
Nashville, Tennessee
Rochester, Minnesota
10: Establecimiento de un programa de prostatectomía robótica;
16B: Cirugía renal robótica: nefrectomía parcial y nefropexia
20: Consideraciones económicas de la prostatectomía robótica
KHURSHID GURU, MD
Attending Surgeon ANDRÁS HOZNEK, MD
Department of Urologic Oncology Service d’Urologie
Director Centre Hospitalier Universitaire Henri Mondor
Robotic Surgery Creteil, France
Roswell Park Center for Robotic Surgery 8: Prostatectomía radical laparoscópica extraperitoneal robotizada
Assistant Professor of Oncology
Roswell Park Cancer Institute
Buffalo, New York
MELISSA R. KAUFMAN, MD
Department of Urologic Surgery
3: Formación en prostatectomía radical laparoscópica con asistencia
Vanderbilt University Medical Center
robótica: el programa del Vattikuti Urology Institute
Nashville, Tennessee
10: Establecimiento de un programa de prostatectomía
robótica; 20: Consideraciones económicas de la prostatectomía
JUSTIN HARMON, DO
robótica
Assistant Professor
Department of Urology
Robert Wood Johnson Medical School AMY E. KRAMBECK, MD
Assistant Professor Resident
Department of Urology Department of Urology
Cooper University Hospital Mayo Clinic
Camden, New Jersey Rochester, Minnesota
14: Prostatectomía robótica frente a la técnica laparoscópica estándar 16B: Cirugía renal robótica: nefrectomía parcial y nefropexia
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xII ÍNDICE DE CAPÍTULOS
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ÍNDICE DE CAPÍTULOS xIII
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PREFACIO
La urología se ha considerado durante mucho tiempo como la robótica en la práctica quirúrgica. El entusiasmo inicial
una especialidad que asume con facilidad los avances tec- que despierta cualquier tecnología nueva debe moderarse
nológicos. Desde los primeros cistoscopios y resectoscopios por un análisis objetivo de los resultados comparativos y
hasta los ureteroscopios flexibles, la litotricia extracorpórea de los resultados centrados en el paciente.
y la laparoscopia, los urólogos están a la cabeza en materia Incluso aunque la robótica se ha introducido en la
de adaptación y aplicación de la tecnología quirúrgica. Por práctica urológica hace relativamente poco tiempo, es pre-
tanto, no resulta sorprendente que, hasta el momento, el ciso un libro exhaustivo sobre esta materia. De hecho, la
uso de los robots quirúrgicos haya estado dominado por los gran novedad de este tema aumenta la relevancia de un
urólogos. En la última década, los abordajes mínimamente libro que describa de forma imparcial los aspectos más
invasivos han revolucionado la cirugía, tanto la urología actuales, aunque en rápida evolución, de este campo. El obje-
como otras especialidades. La cirugía robótica ha acelerado tivo de este texto es presentar de forma objetiva y exhaus-
estos cambios y parece probable que tenga un impacto aún tiva todos los aspectos de la cirugía urológica robótica. La
mayor en el futuro. creación de un equipo quirúrgico apropiado es esencial para
Sin duda, la prostatectomía laparoscópica robotizada el éxito de cualquier programa de cirugía robótica y se des-
es el procedimiento que ha afianzado el papel de la cirugía cribe con detalle. Además, en cualquier situación, las conse-
robótica. Ya en estos momentos, esta técnica de prostatec- cuencias económicas de una tecnología cara deben formar
tomía es el procedimiento dominante de tratamiento qui- parte de la ecuación y en este libro se presentan con detalle.
rúrgico del carcinoma prostático en Estados Unidos, y su El objetivo no es fomentar la cirugía robótica, sino ayudar a
uso presenta una rápida expansión en todo el mundo. Sin los clínicos a establecer su papel apropiado.
embargo, el ámbito de la cirugía robótica se ha expandido Los editores están en deuda con los numerosos colabo-
mucho más allá de la prostatectomía radical en el campo radores que son responsables del éxito de este esfuerzo.
urológico. La robótica tiene un impacto en casi cualquier Muchos de ellos son pioneros en este campo, y todos
aspecto de la cirugía urológica, como la extirpación y la ellos han realizado un trabajo magnífico para preparar a
reconstrucción renales, la extirpación vesical y la urología tiempo sus aportaciones. No se ha intentado desarrollar
femenina y pediátrica. Además, no es difícil prever cambios una opinión de consenso, sino que todos los colaboradores
tanto en la instrumentación robótica como en sus aplica- han ofrecido su perspectiva personal y una presentación
ciones que ofrecerán nuevas oportunidades. Algunas de equilibrada.
ellas son previsibles y otras aún no están vislumbradas por Sin duda, la cirugía urológica robótica ha llegado para
completo. quedarse entre nosotros. Igual de cierto es que el papel
La introducción de la robótica en una práctica qui- de la robótica en casi todas las disciplinas quirúrgicas,
rúrgica supone dificultades tanto para el clínico como incluida la urología, aumentará en el futuro. Es de espe-
para el hospital. Hay que tener en cuenta la formación, los rar que este texto sea de ayuda a la hora de incorporar
aspectos económicos y la logística requerida para formar la robótica en la práctica quirúrgica urológica para pro-
un equipo quirúrgico apropiado. En ocasiones se deben porcionar los mejores resultados quirúrgicos a nuestros
tomar decisiones difíciles sobre si se va a incorporar o no pacientes.
Ashutosh Tewari
PREFACIO xv
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Capítulo 1
Prokar Dasgupta l Kirsten Rose l Ben Challacombe
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ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
el movimiento de la punta del instrumento se produce en el marco para que soportara un robot Unimate Puma
la dirección opuesta al de la mano del cirujano, lo que hace de seis ejes con un resector endoscópico con aspirador
que no sea intuitivo y sea una habilidad difícil de dominar. Wickham Endoscope Liquidiser5. Inicialmente este dispo-
La pared corporal también limita el movimiento de ins- sitivo se probó en patatas con forma de próstata, y se con-
trumento a sólo dos direcciones, lo que da tan sólo cuatro firmó que este sistema robótico era viable y rápido. A esto
GL en lugar de seis. Todos estos problemas hacen que la siguió una serie de estudios clínicos, inicialmente tan sólo
cirugía laparoscópica mínimamente invasiva sea una com- en cinco pacientes, en los que se mostró que era seguro y
pleja mezcla de habilidades nuevas que debe aprender el proporcionaba una hemostasia adecuada. Estudios poste-
cirujano, y la mayoría de las intervenciones tiene curvas riores también incluyeron la velocidad del flujo postopera-
de aprendizaje más prolongadas que sus equivalentes torio de los pacientes, que se encontró que había mejorado
abiertos. significativamente6.
Aunque las dificultades ya mencionadas se pueden com-
pensar con una práctica intensiva, no todos los cirujanos
pueden ser competentes en cirugía laparoscópica. Mientras Robot scara
los pioneros en cirugía laparoscópica luchaban por superar
Como la próstata es una estructura relativamente fija,
estos problemas, la Defense Advanced Research Project
seguía siendo un órgano ideal para mejorar aún más las
Administration (DARPA) financiaba proyectos telequirúr-
intervenciones con asistencia robótica. Se desarrolló el
gicos en los Estados Unidos con el principal objetivo de
robot SR8438 Sankyo Scara para realizar biopsias pros-
permitir que cirujanos de hospitales lejanos operaran a
táticas transrectales guiadas mediante ecografía. El sis-
soldados lesionados en el campo de batalla3.
tema permitía que el cirujano eligiera el punto de biopsia
a partir de las imágenes ecográficas que ofrecía la sonda
Primeros sistemas robóticos: rectal antes de tomar biopsias de la próstata con asisten-
cia robótica. Los estudios iniciales en modelos animales
la era de wickham mostraron que este método de obtención de biopsias pros-
Las limitaciones de la cirugía laparoscópica fomenta- táticas era más rápido y exacto que el método tradicional7.
ron la introducción de sistemas robóticos que realizan También tenía una buena fiabilidad debido a la ausencia de
tareas precisas de forma rápida y repetida sin cansan- deriva del sistema. Se podía controlar el robot a distancia y
cio. Actualmente cada vez hay más datos a favor del uso se utilizaba con líneas de red digital de servicios integrados
de estos sistemas robóticos en el campo de la urología. El (RDSI) como demostración temprana de la telecirugía.
primer uso clínico de un robot en urología fue el disposi-
tivo PROBOT en 1989, que se utilizó como ayudante en la
resección transuretral de la próstata (RTUP)4. El armazón Sistemas endourológicos
robótico de la RTUP se desarrolló a finales de la década de
A medida que creció el interés en la robótica en urología,
1980 como un proyecto conjunto entre el Guy’s Hospital
también lo hicieron sus aplicaciones clínicas. Una vez más,
y el Mechanical Engineering Department del Imperial
el grupo de Wickham desarrolló el primer robot de nefroli-
College de Londres, Reino Unido (fig. 1-1). Se construyó
totomía percutánea (NLPC) en colaboración con el Imperial
College. El robot de NLPC era un manipulador pasivo de
cinco GL con una aguja de acceso que estaba montada
sobre la mesa de quirófano y guiada por un arco. Se utiliza-
Cabezal móvil ron sensores posicionales para registrar la posición del dis-
positivo, y se la hizo coincidir con las coordenadas del arco.
Un ordenador personal mostraba la trayectoria de la aguja
de acceso en cada una de las imágenes fluoroscópicas, y el
cirujano podía manipular su posición. Los experimentos
Anillo iniciales mostraron una exactitud en la determinación de
la diana de menos de 1,5 mm8.
Centro El robot de tecnología punta para NLPC, el robot PAKY-
de rotación
RCM, ha sido diseñado para localizar de forma exacta e
Res insertar una aguja estándar de calibre 18 por vía percu-
ect
osc tánea en el riñón. Este acrónimo se refiere a Percutaneous
opi
o Forma de
Arco Access of the KidneY robot-Remote Center of Motion (robot
la cavidad
producida para el acceso percutáneo al riñón-centro remoto de con-
trol) y fue diseñado, elaborado y patentado por el equipo del
opio
ectosc Urobotics Laboratory, Johns Hopkins, Baltimore9. El robot
Res Cuchilla PAKY-RCM está formado por un manipulador bloquea-
ble de 7 GL, o brazo pasivo10, conectado a un brazo activo
de tres GL con un impulsor de la aguja radiotransparente
(figs. 1-2 a 1-4), que se utiliza para guiar e impulsar acti-
Figura 1-1 El armazón de Wickham para TRU. (Por cortesía de vamente una aguja con trocar en las técnicas de acceso
J. Wickham y S. Nathan.) percutáneo. El dispositivo RCM es un robot compacto para
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Equipo y tecnología en robótica
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ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
F
a de R
Sond
ja
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p u ls or de PAKY
Im tema RF en posición
del sis
Robot de
RCM
Figura 1-4 Aplicación de radiofrecuencia con centro de control remoto (RCM) guiada con tomografía computarizada (TC). (Por cortesía de Urobotics
Laboratory, Johns Hopkins, Baltimore, MD.)
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Equipo y tecnología en robótica
Telerrobótica transoceánica
El grupo de Baltimore ha sido pionero en la supervisión
a distancia en cirugía; ha supervisado a distancia varias
intervenciones en Austria, Singapur, Italia y Alemania,
incluyendo suprarrenalectomía laparoscópica, nefrecto-
C mía radical, varicocelectomía, ablación de quiste renal y
NLPC21. El control telerrobótico se consigue a través de
Figura 1-6 A–C, Robot da Vinci. (Por cortesía de Intuitive Surgical.) líneas RDSI. También se pueden utilizar conexiones de
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ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Internet, que son más económicas. Las conexiones a dis- Principios de actuación
tancia más rápidas, pero más costosas, utilizan conexiones
compatibles con sistemas
vía satélite. El concepto de tener un cirujano en un país
realizando una operación en otro a través de una conexión multiprocesador en robótica
asistida por ordenador se hizo realidad en 2001, cuando un quirúrgica
cirujano que estaba en Nueva York realizó una colecistec-
Se piensa que los sistemas de amo-esclavo actuales no han
tomía laparoscópica en Estrasburgo utilizando el sistema
alcanzado todo su potencial. Un posible avance es integrarlos
telerrobótico Zeus (Lindbergh Operation)22. La operadora
con guía de imagen en tiempo real, que es un concepto que
de telefonía francesa Telecom suministró líneas en modo de
estamos desarrollando actualmente. Sin embargo, la compati-
transferencia asincrónica (ATM) de alta velocidad para
bilidad con procesadores de imagen plantea importantes retos
esta técnica pionera. El retraso temporal puede afectar sig-
de ingeniería para los sistemas robóticos. Aunque la mayoría
nificativamente al rendimiento quirúrgico; sin embargo, si
de los componentes robóticos se puede rediseñar con materia-
el tiempo de demora es menor de 700 ms el cirujano puede
les compatibles para RM, los motores electromagnéticos que se
aprender a compensar.
utilizan con más frecuencia en la actuación robótica son incom-
patibles. Stoianovici27 ha descrito dos nuevos tipos de motores
neumáticos/hidráulicos que pueden permitir el desarrollo de
Estudio aleatorizado robots guiados por imagen con mejor rendimiento.
y controlado de telerrobótica MrBot es el primer robot para un acceso guiado por ima-
Que nosotros sepamos, el único estudio aleatorizado y con- gen totalmente automático de la glándula prostática (fig. 1-7).
trolado de telerrobótica en urología fue el estudio trans El robot está adaptado para la inserción transperineal de
atlántico entre los hospitales Guy’s y Johns Hopkins. El una aguja y está diseñado para que sea compatible con
análisis estadístico con una potencia adecuada precisaba todos los tipos conocidos de equipo de imagen médica. Esto
un total de 304 NLPC telerrobóticas, lo que podría no incluye la compatibilidad sin problemas con equipos de RM
tener fundamento ético en seres humanos y era legalmente de la mayor potencia de campo, accesibilidad de tamaño
inaceptable en animales en el Reino Unido. Se utilizó un dentro de tomógrafos en forma de túnel cerrado y seguri-
modelo especialmente diseñado y validado de riñón (Limbs dad durante la intervención clínica. El robot está diseñado
and Things, Bristol, RU), y un brazo robótico (152 interven- para poderlo adaptar a diversos terminales para diferen-
ciones) o un urólogo (152 intervenciones) insertaron una tes intervenciones percutáneas, como biopsia, inyecciones
aguja percutánea. Se realizaron 30 operaciones remotas de suero o braquiterapia. Para la compatibilidad con RM,
desde Baltimore a través de cuatro líneas RDSI. El estudio el robot está construido exclusivamente con materiales no
mostró que el robot era más lento, pero más exacto que los magnéticos y eléctricos como plásticos, cerámicas y gomas,
seres humanos. Todos los urólogos hicieron menos pasos de y no tiene electricidad. El sistema utiliza un nuevo tipo
la aguja mientras utilizaban el brazo robótico. Un estudio de motor diseñado específicamente para esta aplicación,
cruzado ha mostrado posteriormente que el robot se puede el motor paso a paso neumático (PneuStep), que permite
controlar igual de bien desde el Reino Unido hacia los una actuación neumática controlable fácilmente, precisa y
Estados Unidos que en la dirección opuesta23. segura. Se utiliza codificación mediante fibra óptica para la
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Equipo y tecnología en robótica
retroalimentación, por lo que todos los componentes eléc- aprender la manipulación de la cámara y del instrumental
tricos están localizados distalmente, fuera de la sala donde como parte de sus habilidades laparoscópicas.
está el dispositivo de imagen28.
Evaluación de la tecnología
Ventajas de la tecnología robótica: la intuición no es
robótica: percibidas y reales ciencia
Las ventajas percibidas de la cirugía asistida por robot inclu- Tener un robot porque su vecino también lo tiene es una
yen el movimiento preciso de los brazos robóticos, la tecnolo- perspectiva casi de moda, pero bastante costosa. La inteligen-
gía de articulación interna y la visión estereoscópica 3D. Para cia comercial no debe ser la fuerza impulsora de esta tecnolo-
el novato, la robótica parece hacer que sea más fácil la sutura gía; por el contrario, el impulso para adquirir estas máquinas
intracorpórea que con la cirugía laparoscópica pura. El «efecto debe nacer de un verdadero deseo de realizar una evaluación
de fulcro» de la cirugía laparoscópica convencional, en la que científica robusta. Esto debe implicar no sólo a los urólogos,
las puntas del instrumento se mueven en la dirección opuesta sino también a los economistas de la salud y a los científicos
a la mano del cirujano alrededor de la localización del puerto sociales. El Jet Propulsion Laboratory del California Institute
(fulcro), es contrario a la intuición. Por el contrario, los movi- of Technology ha formulado una nueva técnica para evaluar
mientos robóticos son intuitivos, de modo que las puntas del el rendimiento de los sistemas ser humano-robot, que implica
instrumento se mueven en la misma dirección que las manos una compleja metodología matemática30. Se podría utilizar
del cirujano. Sin embargo, los urólogos laparoscópicos con
un método similar para evaluar el rendimiento y la seguri-
experiencia piensan que éstas no son ventajas verdaderas
dad verdaderos de los robots quirúrgicos31.
de la cirugía robótica y se puede superar fácilmente con una
El rendimiento (p) del sistema m para la primitiva k se
práctica rigurosa de la laparoscopia convencional. Aunque
caracteriza por lo siguiente:
ven los objetos en dos dimensiones en una pantalla plana, la
mayoría de los cirujanos laparoscópicos piensa en tres dimen- p(k,m)
siones. También pueden suturar de forma eficaz y precisa den-
tro del cuerpo sin necesidad de robot17. Para justificar su coste Esto cuantifica en qué medida el sistema realiza cada
y establecer su situación con firmeza en la cirugía, la robótica una de las funciones primitivas.
debe ser mejor que la cirugía abierta y que la laparoscopia Para cada sistema también hay un conjunto de pará-
convencional, no tan sólo igual29. No se dispone de datos de metros que refleja los recursos que necesita el sistema. Se
si un urólogo laparoscópico con experiencia puede mejorar su obtiene un cociente de rendimiento respecto a recursos y,
técnica quirúrgica y sus resultados utilizando robótica. Sin finalmente, una puntuación completa, como sigue:
embargo, la robótica sí aporta algunas ventajas reales. Se
piensa que la posición sentada del cirujano delante de la con- S (1 2) log S p2 (k,m)
sola es más ergonómica. El escalado del movimiento puede ser
un complemento informático útil. Estas máquinas hacen que Actualmente se está estudiando la ergonomía del sis-
sea posible la cirugía a distancia, lo que en principio permite tema da Vinci en nuestro laboratorio de movimiento
que un paciente que está en una zona remota reciba asisten- mediante la fijación y el registro a partir de sensores de
cia de un cirujano con experiencia. Finalmente, es seguro que movimiento en la cabeza, los brazos y el torso del cirujano
la tecnología robótica mejorará aún más en el futuro. (fig. 1-8). Esta nueva técnica permitirá comparar la cirugía
Desventajas de la tecnología
robótica
Los costes de la instalación de un sistema robótico, su
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10 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
El futuro Agradecimientos
Parece que nos encaminamos hacia un futuro quirúrgico Quisiéramos expresar nuestro agradecimiento a Guy’s
digital. A pesar de los avances de la robótica quirúrgica, es and St. Thomas’ Charity, British Urological Foundation
importante mantener las cosas en su contexto. La rama y Friends of Guy’s, por sus becas para el proyecto para
de tecnología robótica del NASA Johnson Space Center financiar la urología robótica y telerrobótica en el Guy’s
ha desarrollado un robot humanoide denominado Robonaut Hospital, y al Robotic Steering Group por su evaluación.
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Capítulo 2
Atsushi Takenaka l Ashutosh Tewari
Fundamentos anatómicos
Introducción eurovascular proximal (LNP), los haces neurovasculares
n
predominantes (HNVP) y las vías neurales distales acce-
La prostatectomía robótica está aumentando rápidamente sorias (VNDA)6.
y se está transformando en una opción importante para
el tratamiento del cáncer de próstata localizado1. Durante Lámina neurovascular proximal
la prostatectomía robótica se pueden ver casi todas las
estructuras anatómicas pélvicas utilizando el laparosco- La LNP es un centro integrador para el procesado y la
pio tridimensional (3D) con aumento2,3. Esto permite que transmisión de señales neurales. Esta placa está localizada
el cirujano, en teoría, realice la operación en relación con lateral al cuello de la vejiga, las vesículas seminales y las
los hallazgos anatómicos utilizando instrumentos con múl- ramas de los vasos vesicales inferiores. Es gruesa en el
tiples articulaciones. Por tanto, hemos pensado que era centro, cerca de las vesículas seminales. Específicamente,
necesario revisar los fundamentos anatómicos para conocer dependiendo de las variaciones anatómicas y del tamaño
los hallazgos macroscópicos y microscópicos en relación con de la próstata, la LNP está localizada entre 5 y 10 mm (en
esta nueva instrumentación. Además, como se invierten los promedio 5 mm) lateral a las vesículas seminales, tiene de
pasos quirúrgicos, los ángulos visuales son diferentes de 2 a 7 mm (en promedio 3 mm) de grosor, de 5 a 25 mm (pro-
los de la prostatectomía retropúbica abierta y es necesario medio de 7 mm) de anchura, y de 4 a 30 mm (promedio de
reconsiderar estos principios anatómicos en el contexto de 9 mm) de longitud. Está localizada a 4-15 mm (promedio
la cirugía robótica. de 6 mm) del cuello de la vejiga y a 2-7 mm (promedio de
El objetivo de este capítulo es presentar algunos nuevos 5 mm) de la fascia endopélvica, y se superpone de 0 a 7 mm
conceptos anatómicos con la esperanza de que ayuden a los (promedio de 5 mm) sobre la próstata proximal.
cirujanos que intentan realizar cirugía pélvica robótica. La LNP se extiende posterolateralmente hasta la base
Nos centraremos especialmente en la anatomía relacionada de la próstata y los haces del nervio cavernoso tienen su
con la función eréctil y la continencia urinaria. trayecto en la parte más distal. En la zona distal la placa
se continúa como un haz neurovascular clásico, mientras
que algunas ramas viajan a través del tejido fascial y cap-
sular de la próstata como vías accesorias. Durante la pros-
Anatomía de las estructuras
tatectomía robótica, la LNP se entremezcla con el pedículo
nerviosas autónomas vascular de la próstata. Es imposible separarlos con clari-
dad (fig. 2-2).
Concepto trizonal para la prostatectomía
robótica con preservación nerviosa Haces neurovasculares predominantes
En el concepto clásico, la neuroanatomía para la cirugía El haz neurovascular predominante corresponde al haz
pélvica con preservación nerviosa se ha descrito en una clásico; sin embargo, transmite los impulsos neurales no
zona limitada, es decir, sólo la cara posterolateral de la sólo al tejido cavernoso, sino también al esfínter uretral
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próstata y la vesícula seminal4. Muchos urólogos han ima- y al extremo del músculo elevador del ano, es decir, al
ginado que el componente neural que se preserva es una músculo bulboperineal (fig. 2-3)7. El HNVP está incluido
estructura similar a un haz. Sin embargo, estudios recien- dentro de las capas de la fascia del elevador y/o de la fas-
tes señalan que el origen del nervio cavernoso es una cia pélvica lateral y está localizado en la cara posterolate-
rama distal del nervio esplácnico pélvico (NEP). Además, ral de la próstata. El trayecto varía desde la base hasta el
estas fibras nerviosas se unen al nervio hipogástrico vértice de la próstata. No pudimos distinguir el HNVP de
(NHG) con una disposición en abanico a lo largo de la las VNDA histológicamente; es decir, no hay ninguna vaina
pared lateral del recto5. Debemos entender que la neuroa- evidente que rodee al HNVP.
natomía pélvica está localizada en una zona más amplia El HNVP ocupa el surco entre la próstata y el recto. Es
para realizar cirugía con preservación nerviosa. Como más grueso en la base y tiene el trayecto y la arquitectu-
abordamos la próstata por vía anterógrada durante la ra más variables cerca del vértice. Nuestros estudios anató
prostatectomía robótica, debemos conocer la anatomía que micos han mostrado que el haz del nervio cavernoso conti-
rodea a la cara proximal y posterior de la próstata. Desde nuaba hasta el HNVP a través de la parte distal de la LNP.
el punto de vista práctico, el tejido neural importante Las fibras procedentes del NHG son más centrales, y las
que encontramos durante la prostatectomía robótica se fibras procedentes del NEP son más dorsales en la base de
puede agrupar en tres grandes zonas (fig. 2-1): la lámina la próstata5.
Fundamentos anatómicos 13
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14 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Vejiga
Hueso Próstata
púbico
VNDA
LNP
HNVP
Recto Haces neurovasculares Lámina neurovascular
predominantes proximal
Figura 2-1 El concepto trizonal de la lámina neurovascular proximal (LNP), los haces neurovasculares predominantes (HNVP, flechas blancas) y las
vías neurales distales accesorias (VNDA). Las cabezas de flecha blancas indican la continuidad de la LNP y las VNDA, y las cabezas de fecha negras
son la LNP y los HNVP. Cadáver en fresco.
UR
Uretra
Próstata
Hueso
púbico Próstata EA
Cuello
VS vesical
C
UR
A Próstata
E Haz neurovascular
predominante
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Fundamentos anatómicos 15
Próstata Próstata
Recto
EA EA
MRU MRU
Uretra
A
Próstata
EA EA
Haz neurovascular
predominante
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16 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Elevador del
ano
Próstata
B
Músculo elevador
Próstata
A Recto
HNVP
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Fundamentos anatómicos 17
El control del pedículo, la liberación de los HNVP y la la fascia pélvica lateral representaba la fascia endopélvica
superación del vértice prostático son pasos muy importan- verdadera. Durante la cirugía, con frecuencia están fusiona-
tes para la preservación de las CG. Esto es así porque hay das la fascia endopélvica verdadera y la fascia del elevador
varias CG a lo largo del plano de disección. del ano. Cuando los cirujanos cortan esta fascia de fusión,
la fascia del elevador del ano está unida a la fascia pélvica
Clasificación funcional lateral12.
La clasificación funcional de los nervios autónomos real- La fascia del elevador se pliega hacia atrás en la cara
mente no fue muy sencilla. Butler-Manuel y cols.11 descri- anterior o lateral de la próstata, por detrás de la fascia
bieron que el ligamento uterosacro que contenía el NHG endopélvica. La superposición de la fascia endopélvica y el
tenía inmunotinción positiva para tirosinahidroxilasa (TH) pliegue recuerda a una línea blanca condensada, el arco
como marcador de nervios simpáticos y para el polipéptido tendinoso fascial de la pelvis. En otras palabras, el arco ten-
intestinal vasoactivo (VIP) como marcador de los nervios dinoso fascial de la pelvis no es una estructura ligamentosa
parasimpáticos. Demostramos que había CG positivas anatómica. Su parte más inferior se conecta con el ligamento
para TH y positivas para el péptido de histidina-isoleucina puboprostático.
(PHI, como marcador parasimpático) entremezcladas en un
ganglio unido a la superficie posterolateral de la próstata.
También se vieron células positivas para TH en todos Collar puboprostático:
los grupos de CG en la pelvis masculina; por ejemplo, el
cociente medio de células positivas para TH en un agre-
ligamento puboprostático
gado de CG era del 62% en el NHG y del 36% en los NEP9. y fascia endopélvica
Una clasificación simple de los componentes macroanató- Cuando la próstata es pequeña, el arco tendinoso fascial
micos de los nervios autónomos pélvicos en simpáticos y conecta con la cara anterior de la próstata, y se ve clara-
parasimpáticos podría llevar a error. mente que el ligamento puboprostático conecta con la
vejiga. Cuando ocurre esto, se denomina ligamento pubo-
vesical (fig. 2-7 A). En pacientes con próstata grande, la
Anatomía del sistema localización del arco tendinoso fascial a veces es lateral
de soporte uretral y el ligamento pubovesical no se ve fácilmente (fig. 2-7B).
Cuando se incide la fina fascia endopélvica dentro del arco
Anatomía fascial tendinoso fascial de la pelvis, el collar y el elevador del ano
se pueden separar lateral y distalmente (fig. 2-7C). La fas-
Casi todos los libros de texto convencionales sobre cirugía
cia del elevador conecta los ligamentos puboprostáticos.
urológica señalan que la incisión de la fascia endopélvica debe
Después la fascia endopélvica, la fascia del elevador y los
llegar hasta el espacio paraprostático; sin embargo, pocos
ligamentos puboprostáticos forman una lámina que recu-
mencionan la existencia de la fascia del elevador del ano.
bre el suelo de la pelvis. La forma del collar varía, depen-
La observación macroscópica transversal mostró la fascia
diendo de la forma y el volumen de la próstata y de la
del elevador del ano como una estructura definida adherida,
forma de la propia pelvis.
aunque no fusionada, a la fascia pélvica lateral (fig. 2-6). La
delgada fascia que recubría la fascia del elevador del ano y
Músculo puboperineal
El músculo puboperineal se inserta detrás de la inser-
PR
ción del ligamento puboprostático13. Es la parte anterior
y medial del elevador del ano. Es un músculo más grueso
EA EA que el esfínter externo y envuelve la uretra y el esfínter
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18 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
PR
PR
PR
V
V
A B C
Figura 2-7 Diversas formas de la fascia endopélvica y de los ligamentos puboprostáticos (estrella) en los cadáveres en fresco. A, La próstata es muy
pequeña. Se puede comprender fácilmente que el arco tendinoso fascial de la pelvis (flecha) conecta con la sínfisis del pubis para formar el ligamento
puboprostático (pubovesical, en este caso). B, Caso con una próstata grande. Se ha realizado una incisión en la fascia endopélvica a lo largo de las flechas, el
collar condensado; se pudo separar en dirección lateral el arco tendinoso fascial de la pelvis (flecha) y el elevador del ano (C). PR, próstata; V, vejiga.
Pene
Vejiga
Próstata
Recto Uretra
Recto
Figura 2-8 El esfínter externo, la uretra y el músculo puboperineal en Arco tendinoso fascial de la pelvis
el cadáver en fresco. Se ha cortado la uretra en el vértice de la próstata, y Figura 2-9 Esquema de las estructuras que dan soporte a la uretra.
se ha introducido la pinza dentro de la uretra en dirección retrógrada. El
músculo puboperineal (estrella) y los ligamentos puboprostáticos (cabeza
de flecha blanca) están separados de la sínfisis del pubis y «caen» sobre el
recto. El esfínter externo tiene forma de , y las fibras dorsales se dirigen
hacia el músculo puboperineal y el vértice de la próstata (cabeza de flecha
negra y flecha negra, respectivamente). El músculo puboperineal termina en
el cuerpo perineal (rodeado por puntos). UR, uretra. Agradecimientos
Agradecemos al Prof. Masato Fujisawa, de la Division
of Urology de la Kobe University Graduate School of
Medicine, por sus aportaciones intelectuales sobre la
Conclusiones anatomía neural clínica, y al Dr. Robert A. Leung, del
Este capítulo resume algunos conceptos anatómicos nue- Department of Urology del Weill Medical College de la
vos de la pelvis masculina. Estos hallazgos se obtuvieron Cornell University, por su ayuda en la elaboración de este
de la fusión de las imágenes quirúrgicas ampliadas 3D, de manuscrito. También expresamos nuestro agradecimiento
estudios macroanatómicos utilizando cadáveres en fresco al Prof. Gen Murakami, del Department of Anatomy de la
y fijados, y de estudios histológicos. Esperamos que estos Sapporo Medical University, por haber suministrado los
conceptos ayuden a muchos urólogos a comprender la ciru- cadáveres en fresco y fijados y por sus útiles comentarios
gía robótica anatómica en la pelvis masculina. técnicos sobre el estudio anatómico.
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Fundamentos anatómicos 19
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Capítulo 3
Richard C. Sarle l Khurshid Guru l James O. Peabody
Formación en prostatectomía
radical laparoscópica con
asistencia robótica: el programa
del Vattikuti Urology Institute
«La prostatectomía robótica es difícil de aprender, pero fácil que para embarcarnos de forma segura en un programa de
de hacer.» prostatectomía laparoscópica sería necesaria una supervi-
El buen juicio procede de la experiencia, y la experiencia sión intensiva por expertos, como los del IMM.
procede del mal juicio. Muchos cirujanos han oído este afo- Dirigidos por el Dr. Mani Menon, varios miembros de la
rismo y conocen su verdad. Es evidente que una formación plantilla iniciaron una formación intensiva en prostatec-
adecuada puede y debe sustituir al mal juicio que procede tomía laparoscópica, que incluyó varias visitas al IMM de
de la inexperiencia. Lo que constituye una experiencia de nuestro equipo para observar casos, además de 12 visitas
formación adecuada dependerá de muchos factores y es de una semana al Henry Ford Health System por parte de
probable que varíe de unas instituciones a otras. En este Vallencien y Guillonneau para monitorizar casos de PRL.
capítulo analizamos nuestra filosofía y nuestra experiencia Los casos iniciales se realizaron de forma segura y eficaz
en la formación en cirugía robótica en el Vattikuti Urology con ayuda del mentor.
Institute (VUI). Esta experiencia se ha desarrollado y ha Después de varias visitas del equipo del IMM, arrenda-
evolucionado en las casi 2.400 operaciones con asistencia mos el robot da Vinci porque pensamos que podría facilitar
robótica, incluyendo prostatectomía radical (PR), cistecto- la realización de la intervención de PRL. La experiencia
mía radical y nefrectomía radical y parcial, realizadas por inicial con el sistema robótico confirmó esta impresión.
nuestros equipos quirúrgicos. Pensamos que el sistema robótico tenía una aplicación
Nuestro programa de prostatectomía robótica comenzó específica en la PRL. Aunque nuestros primeros casos fue-
poco después de la autorización del sistema da Vinci ron difíciles, con la ayuda de nuestros mentores en 20 o
Surgical System por la Food and Drug Administration 30 casos pudimos establecer una técnica de prostatectomía
(FDA) estadounidense en octubre de 2001. Fue uno de los laparoscópica con asistencia robótica conocida, en esta ins-
primeros que se desarrollaron y rápidamente fue el pro- titución, como la operación de prostatectomía del Vattikuti
grama de mayor volumen del mundo. Una breve descrip- Institute (VIP)2.
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ción del desarrollo y la filosofía subyacente del programa Pensamos que el sistema robótico reduce significa-
puede ser instructiva. tivamente la difícil curva de aprendizaje de la PRL. Esto
De acuerdo con una revisión de datos históricos de no quiere decir que el sistema robótico elimine esta curva
nuestra institución, teníamos la sensación de que la PR en modo alguno, sino que, debido a la visualización tridi-
permitía obtener mejor resultado en relación con el con- mensional (3D) y a los instrumentos articulados, reduce
trol del cáncer en la mayoría de los pacientes con cáncer de forma importante la dificultad de la compleja técnica
de próstata. También pensábamos que algunos pacien- de disección y sutura laparoscópicas. Por tanto, aunque
tes elegían tratamientos no quirúrgicos para su cáncer de la curva de aprendizaje de la PRL puede ser mayor de
próstata por preocupaciones sobre la posible morbilidad 50 casos, pensamos que con una planificación, una forma-
asociada a la cirugía. Nos sentimos impresionados por el ción y una supervisión adecuadas, la curva de aprendizaje
desarrollo del programa de prostatectomía radical laparos- robótica puede ser de 20 a 30 casos en muchas situaciones3.
cópica (PRL) de Guillonneau y Vallancien en el Institute
Mutualiste Montsouris (IMM) de París1 y la posibilidad de
El estándar actual
obtener un resultado mejor y más seguro y con menos mor-
bilidad. Nuestro instituto tenía unas habilidades laparos- Desde primavera de 2001 hemos realizado más de 2.000
cópicas rudimentarias en aquel momento, y pensábamos operaciones de VIP. Actualmente realizamos la intervención
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22 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Cuadro 3-1 inactividad, y esto puede influir en el éxito final del pro-
grama. Aunque no es fácil definir un número específico de
Programa de formación del Vattikuti Urology casos, una institución que realice menos de cuatro o cinco
Institute casos de prostatectomía al mes puede tener dificultad para
elaborar un programa con éxito. Teniendo esto en mente,
Trabajo con enfermeras y ayudantes para aprender el la realización de casos varios días seguidos al comienzo del
montaje y el funcionamiento del sistema robótico. programa puede ayudar a inculcar los principios necesarios
l
Revisar las grabaciones de las intervenciones para a todos los miembros del equipo. Sin un volumen significa-
aprender el procedimiento. tivo, el tiempo transcurrido entre casos únicamente retrasa
la consecución de competencia del programa.
l
Participar como segundo ayudante al lado del paciente
(lado izquierdo) en 30 casos de prostatectomía del
Vattikuti Institute (VIP).
El equipo robótico
l
Participar como ayudante principal del lado del paciente Hemos organizado nuestro equipo alrededor de un ciru-
jano principal y dos cirujanos ayudantes. El equipo está
(lado derecho) en 30 casos de VIP.
complementado por un anestesiólogo y dos enfermeras de
l
Realizar una experiencia supervisada gradual en la quirófano. El cirujano principal era el cirujano de la con-
consola desde las partes más básicas de la intervención sola en los primeros 30 casos realizados por el equipo, y los
a las más complejas en 50 casos. cirujanos ayudantes fueron los mismos en los 50 o 60 casos
iniciales. Durante este tiempo el equipo desarrolló una
l
Continuar la realización supervisada de intervenciones técnica homogénea. Los miembros del equipo se familiari-
completas hasta que se consiga el dominio en 50 casos. zaron con los pasos de la intervención estando presentes
en todos los casos y revisando las grabaciones en vídeo de
las intervenciones, además de los resultados anatomopato-
en un promedio de 2,5 horas de tiempo quirúrgico total y el lógicos. Esto permitió la transición de otros miembros del
30% de los casos se realiza en menos de 2 horas. Damos equipo a la posición de cirujano de la consola. A medida que
de alta a nuestros pacientes el día 1 del postoperatorio en el equipo trabajaba en conjunto y se familiarizaba más con el
aproximadamente el 95% de los casos, y la tasa de trans- sistema robótico, se produjeron reducciones importantes
fusión sigue siendo menor del 2%. La recuperación de del tiempo hasta el montaje del sistema, la colocación de
la continencia y la potencia ha sido excelente, y las tasas los puertos y los pasos quirúrgicos, que ayudaron a reducir
de control del cáncer han mejorado en relación con las que el tiempo total de ocupación del quirófano.
conseguimos con la PR abierta4,5. Actualmente tres miem- Aunque el sistema robótico puede permitir que un ciru-
bros de la plantilla del VUI realizan habitualmente las jano no laparoscópico realice maniobras laparoscópicas
VIP. Todos estos cirujanos han realizado un período pro- complejas en la consola, pensamos que al menos uno de los
longado de formación como se describe más adelante en ayudantes debe tener formación laparoscópica previa signi-
este capítulo. Además, los residentes y los especialistas en ficativa y debe sentirse cómodo con las técnicas laparoscó-
formación del VUI tienen una exposición extensa a la VIP picas básicas, como el establecimiento del neumoperitoneo
y tienen destreza como ayudantes y en la realización de mediante diversas técnicas, la colocación segura de los puer-
todos los aspectos de la intervención (cuadro 3-1). tos, la exposición y la manipulación de los tejidos, la extrac-
ción mediante aspiración y de las agujas, la introducción de
las piezas en bolsas y el cierre de los puertos. Los detalles
La decisión de iniciar un finos de estas técnicas son difíciles y el cirujano laparoscópico
programa de prostatectomía no los domina con facilidad al comienzo de su formación. Los
ayudantes se pueden beneficiar de la supervisión y del estu-
robótica dio cuidadoso de los casos grabados para aprender las téc-
Nuestro instituto realizaba de 120 a 150 operaciones de nicas adecuadas. Pensamos que la supervisión cuidadosa de
PR al año cuando comenzamos nuestro programa de ciru- los ayudantes que están al lado del paciente puede reducir
gía robótica en marzo de 2001. Un volumen quirúrgico mucho la curva de aprendizaje del ayudante y del equipo.
adecuado que permite la realización frecuente de la inter- Aunque los cirujanos tienen una participación funda-
vención facilitará la capacidad del programa de reducir su mental, un anestesiólogo familiarizado con la anestesia
curva de aprendizaje. La repetición frecuente de la inter- laparoscópica es crítico para la seguridad del paciente,
vención permitirá que todo el equipo integre los aspectos especialmente en las primeras fases del programa, cuando
fundamentales de montaje del sistema robótico, anestesia, es probable que los casos tengan una mayor duración. La
colocación del paciente, colocación de los puntos de entrada posición de cabeza abajo que utilizan muchos equipos,
y técnica quirúrgica. Las mayores mejoras de nuestro junto al abordaje retroperitoneal, puede crear dificultades
tiempo operatorio se produjeron cuando realizamos los casos con presiones ventilatorias elevadas y retención de dióxido
en días consecutivos. Un programa sin un volumen signifi- de carbono. El equipo debe estar familiarizado con las téc-
cativo que realiza la intervención de forma irregular progre- nicas anestésicas para afrontar estos problemas.
sará por la curva de aprendizaje más lentamente, porque el Finalmente, la enfermera instrumentista y la enfermera
equipo tiene mayor probabilidad de olvidar algunos aspec- circulante tienen funciones importantes en la facilitación de
tos del montaje y de la intervención durante los períodos de los casos. Un equipo que puede preparar de forma eficiente
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Formación en prostatectomía radical laparoscópica con asistencia robótica 23
Cuadro 3-2 elvis profunda y pueden realizar las operaciones con más
p
precisión.
Atributos de un equipo robótico eficaz Los cirujanos y los equipos interesados en iniciar un pro-
grama deben realizar el curso en línea de Intuitive Surgical,
l
Familiaridad con las técnicas laparoscópicas básicas. que les enseña los diversos componentes del sistema
l
Excelente apoyo laparoscópico. robótico y de la instrumentación. Después de realizar la for-
mación en línea, los cirujanos habitualmente son expuestos
l
Familiaridad con los pasos de la prostatectomía al sistema robótico en el contexto de laboratorio de simu-
robótica. lación clínica. Esta exposición inicial al sistema robótico
l
Cirujano de la consola con experiencia en la es una parte crucial de la formación porque permite que el
equipo empiece a aprender a manipular el sistema. Cuanto
prostatectomía radical anatómica abierta.
más rápidamente se familiarice un equipo con el montaje y
l
Familiaridad con la anatomía vista por vía laparoscópica. la manipulación del dispositivo, más rápidamente pasará a
l
Conocimiento de la colocación del paciente. realizar con éxito las intervenciones. Los siguientes pasos
suponen prácticas en el laboratorio de simulación clínica
l
Familiaridad con la colocación de los puertos para el con manipulación de cuentas, anillos y alambres y realiza-
robot y el montaje del robot. ción de suturas y anudado de nudos. La visión 3D y la ins-
l
Destreza en el cambio y la limpieza de las lentes y en la trumentación «articulada» hacen que estas tareas iniciales
sean mucho más fáciles de lo que ocurría con la laparos-
resolución de problemas del robot.
copia tradicional. Estas técnicas siguen siendo difíciles al
l
Supervisión de los casos iniciales. comienzo de la experiencia, y la mecánica se puede practicar
l
Revisión de las grabaciones de los casos y de los utilizando un simulador pélvico. Hemos encontrado que las
técnicas de sutura intracorpóreas, como el conocimiento y la
resultados.
integración de aspectos fundamentales como la dirección del
paso de la aguja y aprender a mantener una tensión ade-
cuada de la sutura, mejoran de forma óptima en esta fase.
Es importante que los cirujanos de la consola dominen estas
técnicas antes de realizar casos en vivo.
el equipo robótico, incluyendo el revestimiento con paños y la
Mientras se dominan los aspectos básicos de estas mani-
calibración de las lentes, posibilitará tiempos de inicio meno-
pulaciones, es crítico que el cirujano se familiarice con la
res y un recambio más rápido de los pacientes. El personal de
cámara y los mecanismos de prensión de los instrumentos.
enfermería debe ensayar con el resto del equipo quirúrgico
Esto permite que el cirujano trabaje en una posición más
para que todo el personal conozca qué equipo es necesario con
cómoda y ergonómica. Hemos observado que algunos ciruja-
frecuencia, y también debe tener disponibles instrumentos de
nos robóticos novatos trabajan con el sistema de la cámara
sutura y catéteres que sean necesarios con menos frecuencia.
demasiado lejos o demasiado descentrado del punto de
Debe conocer los pasos de la operación, para que cada uno de
disección, o con las manos sobre los mandos en una posición
los elementos esté disponible cuando sea necesario. Los casos
no óptima, lo que reduce su capacidad de realizar la inter-
iniciales con frecuencia también tienen el apoyo de Intuitive
vención con una exactitud máxima. De esta forma la pren-
Surgical, y sus representantes pueden aportar importantes
sión es muy similar a conducir un coche con transmisión
consejos para la resolución de problemas durante las fases
manual. Al principio se presta mucha atención a engranar
iniciales de un programa (cuadro 3-2).
el embrague y manipular la palanca de cambios, pero con el
tiempo esto pasa a tener una importancia secundaria.
Preparación antes del primer Después de realizar la experiencia en el laboratorio de
simulación clínica, el equipo debe pasar al laboratorio
caso
de experimentación animal y realizar varias intervenciones
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Recomendamos que el equipo quirúrgico pase tiempo revi- urológicas, incluyendo la prostatectomía. Esto da al ciru-
sando tanto el DVD como demostraciones de casos en vivo jano de la consola y a sus ayudantes experiencia práctica
antes de la realización de la intervención inicial. La fami- con tejidos vivos y la oportunidad de manipular estos teji-
liaridad con los pasos de la intervención y su aspecto en dos, para suturar y realizar hemostasia. La oportunidad
una proyección laparoscópica puede ayudar a un cirujano de trabajar en un entorno sin retroalimentación háptica
experto en cirugía abierta a apreciar las sutilezas de la es habitualmente nueva, y permite que el cirujano se
intervención más rápidamente. Incluso cirujanos con una acostumbre a los datos visuales que son importantes para
experiencia importante en PR abierta pueden sentirse algo evaluar las características y la resistencia de los tejidos.
desorientados por la anatomía de la pelvis en la proyec- Se recomienda la realización de varias intervenciones en
ción laparoscópica. Se abordan los planos tisulares desde cada animal para maximizar la oportunidad de disección y
una dirección diferente, y la ausencia de retroalimenta- reconstrucción tisulares.
ción táctil puede hacer inicialmente que las disecciones Algunos autores también recomiendan la experiencia de
sean más difíciles. Una vez que están familiarizados con laboratorio en cadáveres, que tendrá una utilidad particu-
los pasos de la intervención y con las marcas anatómicas lar en los equipos que no tengan una experiencia impor-
importantes, los cirujanos con frecuencia conocen mejor tante con la prostatectomía laparoscópica para permitirles
la proyección que les permite el sistema robótico de la familiarizarse aún más con la vía de abordaje quirúrgica.
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24 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Formación en prostatectomía radical laparoscópica con asistencia robótica 25
aprovechar por completo algunos aspectos de la tecnología Herell y Smith11 publicaron su experiencia inicial
robótica. Los casos iniciales estuvieron sometidos a una cuando iniciaron su programa de prostatectomía robótica.
supervisión estrecha, y el equipo del VUI realizó una parte Su formación incluyó observación de casos y experiencia
cada vez mayor de las intervenciones a medida que adquiría en el laboratorio de simulación clínica y en el laboratorio
experiencia. A medida que creció la experiencia del equipo, de cirugía experimental. Su equipo estaba formado por un
cirujanos de otros muchos centros vinieron a observar casos cirujano con mucha experiencia en prostatectomía abierta
para aprender el montaje y las técnicas quirúrgicas. y un cirujano laparoscópico con experiencia. El grupo
El siguiente trabajo lo realizaron Aherling y cols.6, del ha comparado sus resultados entre las técnicas abierta y
grupo de la University of California en Irvine, y describie- robótica. El grupo ha publicado su curva de aprendizaje
ron la transferencia de las habilidades quirúrgicas abiertas percibida, afirmando que hicieron falta varios cientos de
a un entorno laparoscópico utilizando el sistema da Vinci. casos robóticos para conseguir resultados comparables a
Este equipo, procedente de un entorno con experiencia en los de los casos realizados mediante cirugía abierta.
cirugía laparoscópica, pudo alcanzar tiempos quirúrgicos Wicklund12 publicó la experiencia del Karolinska Insti
menores de 4 horas después de 12 casos. Lo consiguie- tutet de Estocolmo, Suecia. Un equipo de cirujanos con
ron desarrollando un equipo laparoscópico con experien- experiencia en cirugía prostática abierta se entrenó
cia encabezado por un cirujano con mucha experiencia en con el robot en un laboratorio de simulación clínica y en un
prostatectomía abierta y un cirujano laparoscópico experto modelo animal y observó casos en vivo. Describió que los
que había realizado las primeras prostatectomías laparos- tiempos operatorios eran de forma constante de 2 a 3 horas
cópicas del mundo7. Los miembros del equipo se formaron después de aproximadamente 20 operaciones, aunque con-
en el robot en un laboratorio de simulación clínica y en un tinuaron con una tendencia decreciente hasta los 80 casos.
modelo porcino, y vieron y grabaron casos antes de embar- Los informes de otras instituciones han detallado otros
carse en sus primeros casos. aspectos de sus resultados comparando su experiencia ini-
Patel y cols.8 describieron la primera experiencia con cial con la prostatectomía laparoscópica con su experiencia
la prostatectomía con el sistema da Vinci en un contexto más reciente con la prostatectomía laparoscópica con asis-
comunitario. Su grupo describió los excelentes resultados tencia robótica13,14. Aunque no se describen los detalles de
de los primeros 200 casos realizados por un equipo de dos la formación, es evidente que todos los grupos tenían expe-
cirujanos. Su formación incluyó la experiencia laparos- riencia en la realización de la intervención laparoscópica
cópica previa y observaciones de casos en el VUI y durante y pudieron hacer una transición relativamente sencilla a
los simposios International Robotic Urology Symposiums la intervención robótica en virtud de su conocimiento de
(IRUS) de Detroit. Fueron cuidadosos en la selección de los aspectos fundamentales de la cirugía laparoscópica, su
los casos iniciales siguiendo los criterios del cuadro 3-1. familiaridad con los pasos de la intervención y la corres-
Indican que los tiempos quirúrgicos eran de forma habitual pondiente anatomía pélvica. Para estos grupos, la adición
menores de 4 horas en 20 casos. del robot fue la adición de una herramienta laparoscópica
Costello y cols.9 publicaron su experiencia con la PR sofisticada a una intervención con la que ya estaban muy
telerrobótica en el Royal Melbourne Hospital. Describieron familiarizados. Es probable que los grupos con este nivel de
los resultados de sus 122 pacientes iniciales. Su formación experiencia previa tengan una curva de aprendizaje menor.
incluyo un período de 1 semana en el laboratorio de simu-
lación clínica y de experimentación en animales, seguido
por intervenciones en cadáveres. Los primeros seis casos
Otras consideraciones
fueron supervisados por un cirujano robótico con experien- Esto plantea la pregunta de decidir cuándo un equipo está
cia. Se obtuvieron resultados excelentes. «formado». Típicamente los grupos piensan que tienen
Kaul y cols.10 han descrito los resultados de su expe- experiencia cuando se alcanza un determinado parámetro
riencia inicial en el Addenbrooke’s Hospital con la prosta- temporal, habitualmente 4 horas. Aunque éste es un hito
tectomía robótica después de una intensa experiencia de importante, es evidente que no es el resultado clínico
mentoría. El equipo estaba formado por un cirujano prin- más importante. Los parámetros más importantes son
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
cipal con mucha experiencia en prostatectomía abierta el control del cáncer, la continencia, el control urinario,
que había observado de 10 a 15 casos de prostatectomía la preservación de la potencia, el reinicio de las activida-
robótica en vivo. Otros miembros del equipo eran cirujanos des normales y la ausencia de complicaciones. Como estos
con mucha experiencia en prostatectomía laparoscópica y resultados tardan más tiempo en observarse, no son el obje-
anestesiólogos y enfermeras bien formados en laparoscopia tivo en el momento de las operaciones iniciales. Es crítico
y anestesia laparoscópica. Les supervisó un equipo de ciru- monitorizar estos resultados para que los equipos puedan
gía robótica con experiencia formado por un supervisor en transformar sus técnicas a lo largo del tiempo para conse-
la consola y un supervisor al lado del paciente. El supervi- guir unos resultados óptimos. Se deben grabar en vídeo los
sor de la consola realizó el 60% del primer caso; la partici- casos para que los equipos puedan revisar los casos y los
pación del cirujano en formación fue de aproximadamente resultados que sean óptimos y subóptimos. Estas revisio-
el 70% en el caso 2 y realizó la operación completa en el nes deben llevar a hacer modificaciones y mejorías.
caso número 3. Se utilizaron los casos 4 y 5 para aumen- El punto en el que un equipo alcanzará la adecuación, la
tar la velocidad y mejorar la técnica quirúrgica. El equipo comodidad y el dominio de la técnica variará con las habi-
realizó casos adicionales después de que los supervisores se lidades del equipo y con el nivel previo de éxito del equipo
marcharan, con buenos resultados funcionales y con tiem- con la prostatectomía abierta. Los equipos con mayores
pos quirúrgicos menores de 4 horas. habilidades y mejores resultados pueden tardar varios
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26 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
cientos de casos en superar de forma fiable los resultados arantice a sus pacientes que serán atendidos por médicos
g
obtenidos con cirugía abierta, mientras que los equipos con que tengan una experiencia adecuada (o que serán super-
menos pericia en la cirugía abierta pueden conseguir mejo- visados por médicos que tengan una experiencia adecuada)
res resultados con muchos menos casos.11 para realizar la operación de forma segura y eficaz.
Cualquier nueva técnica plantea el problema de la Finalmente, la oportunidad de supervisión y mentoría a
asignación de credenciales. En último término, la decisión distancia es una perspectiva muy atractiva que se ha hecho
a este respecto corresponde a los hospitales locales y, en realidad por la posibilidad de interactuar entre sistemas
ocasiones, a las sociedades científicas. Sin embargo, estos da Vinci. Un cirujano-supervisor que está en un lugar dis-
grupos tienen interés en proteger al público y a sus pacien- tante puede observar la señal de vídeo en vivo y puede diri-
tes al suministrarles el mayor nivel asistencial posible. gir al equipo durante la realización de un caso. En último
Teniendo esto en mente, pensamos que los equipos deben término, existe la posibilidad de situar una consola para el
comunicar a los pacientes su nivel de experiencia, su for- docente adyacente a la consola quirúrgica primaria o en un
mación y sus resultados. Se debe reconocer que la medicina sitio muy alejado de la consola quirúrgica. Esto permitiría
no es una ciencia exacta y que no se pueden garantizar que el supervisor asumiera transitoriamente la realización
los resultados, incluso en las manos más experimentadas. de partes del caso para demostrar partes particulares de la
Los hospitales deben establecer un nivel de calidad que intervención.
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Capítulo 4
Nicholas J. Hegarty l Inderbir S. Gill
Fundamentos laparoscópicos
de la cirugía robótica
Introducción cirujano para realizar la disección y la reconstrucción en
zonas de difícil acceso en la cirugía abierta. Las interven-
El uso de robótica en urología debe mucho a la experiencia ciones laparoscópicas con frecuencia se asocian a menos
en el campo de la laparoscopia. Es cierto que se han reali- hemorragia que sus equivalentes abiertos. La laparosco-
zado diversas operaciones, particularmente vasovasostomía y pia con asistencia robótica ha adoptado las ventajas de la
vasoepididimostomía, con asistencia robótica1, aprovechando CMI. Hay acuerdo general en que la posibilidad de reali-
la capacidad del robot de eliminar mediante filtrado el tem- zar maniobras más complejas, como sutura intracorpórea y
blor y de realizar movimientos escalados, junto a su gran atado de nudos, se adquiere más fácilmente con la laparos-
aumento y la visualización tridimensional (3D); sin embargo, copia robótica que con la laparoscopia pura. Por tanto, más
es difícil pensar en algún aspecto de la cirugía laparoscópica cirujanos están adoptando esta forma de CMI y, en conse-
con asistencia robótica que no se haya visto influido por la cuencia, se está ofreciendo a más pacientes el acceso a las
laparoscopia. Se han utilizado y se siguen utilizando diversos ventajas de la CMI. Dos áreas de avance tecnológico que
robots en diferentes situaciones urológicas, aunque con mucho han facilitado esta transición son los avances en la óptica y
el sistema más utilizado es el sistema da Vinci (Intuitive en la instrumentación.
Surgical, Sunnyvale, CA). No es un robot en sentido estricto,
porque no realiza movimientos autónomos, sino que realiza
cirugía con asistencia informática, traduciendo los movi- Óptica
mientos del cirujano en la consola quirúrgica en movimien- Los primeros sistemas de visualización de uso clínico habi-
tos de los brazos quirúrgicos. Hechos como son la habilidad tual utilizaban cámaras de tubo analógicas, que fueron
quirúrgica, el conocimiento y el juicio del cirujano operador se sustituidas por cámaras con chip con dispositivo acoplado
han sumado al atractivo de la robótica para los cirujanos que de carga (CCD), que ofrecen una claridad de imagen mucho
ya estaban familiarizados con las técnicas quirúrgicas abier- mayor. Avances posteriores en esta tecnología permitieron
tas o laparoscópicas, y hasta la fecha los avances en el ámbito el desarrollo de cámaras con tres chips, que ofrecen mejores
de las intervenciones que se pueden realizar con asistencia imágenes sin aumentar significativamente el volumen de
robótica han dependido de la formación y la actitud del ciru- la cámara. Las imágenes digitales resultantes son menos
jano. También ha abierto el campo de la cirugía mínimamente sensibles a la degradación que las imágenes de los sistemas
invasiva (CMI) a un número mayor de cirujanos. analógicos, y ofrecen mayor nitidez, color y profundidad de
percepción. Se pueden captar fácilmente imágenes tanto
continuas como estáticas a partir de los sistemas digitales,
Principios de la laparoscopia y se pueden editar con fines docentes o de presentación. La
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La CMI aporta ventajas respecto a la cirugía abierta tradi- introducción de pantallas de cristal líquido (LCD) y más
cional en muchas situaciones. En cirugía reconstructiva, la recientemente de pantallas de plasma ha reducido mucho
posibilidad de realizar operaciones equivalentes a las téc- el volumen de las pantallas de visualización, lo que per-
nicas abiertas con efectos secundarios quirúrgicos mucho mite que estén suspendidas cerca del equipo quirúrgico,
menores ha permitido acortar las estancias hospitalarias y las pantallas planas grandes permiten una visión clara de
y reducir los costes. Los pacientes tienen una recuperación las intervenciones desde casi cualquier parte del quirófano.
más rápida y vuelven antes a sus actividades habituales, y a Esto ofrece una muy buena visión al personal auxiliar del
largo plazo tienen unas heridas menos problemáticas y más quirófano, y con fines de educación y demostración.
aceptables desde el punto de vista cosmético. Las ventajas
Visión 3D
son similares para la cirugía de resección, particularmente
cuando el pequeño tamaño de la pieza quirúrgica per- Aunque los sistemas de pantalla plana que se utilizan en
mite su extracción a través de uno de los puntos de acceso. laparoscopia permiten la percepción de la profundidad, el
Otras ventajas, como la visión que se puede obtener con el sistema de cámara del robot ofrece una imagen 3D basada
aumento y la capacidad del laparoscopio de transmitir imá- en la superposición de imágenes (fig. 4-1). La fuerza de los
genes procedentes de las zonas más alejadas del abdomen brazos robóticos y el sistema de contraequilibrio del brazo
y de la pelvis, facilitan claramente la capacidad del de la cámara significan que se pueden utilizar cámaras
Fundamentos laparoscópicos de la cirugía robótica 27
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28 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Instrumentación
La gama de instrumentos disponibles para la laparosco-
Superposición de las imágenes
que ofrece una imagen
pia ha aumentado rápidamente. Actualmente se dispone
tridimensional de muchos instrumentos para asir, disecar, cortar, retraer y
suturar, y se dispone de dispositivos más específicos para la
visualización intraoperatoria, el grapado y la aplicación de
Figura 4-1 Generación de imágenes tridimensionales con la cámara. diversas formas de energía térmica. Sin embargo, los ciru-
janos laparoscópicos siguen quejándose de que el diseño
de los instrumentos no se adapta a sus necesidades para
pesadas. Esto ha permitido el uso de cámaras que incorpo- la realización de las operaciones más complejas. Se han
raban dos cabezales para generar la imagen 3D. La esta- adoptado muchos instrumentos laparoscópicos para la ciru-
bilidad de la cabeza del cirujano en la consola quirúrgica gía robótica. Una diferencia significativa en el diseño de
minimiza la distorsión de la imagen 3D por el movimiento la mayoría de los instrumentos robóticos ha sido la incor-
o por la visualización de las pantallas con angulación y poración de una articulación distal, similar a la muñeca
ofrece una mayor percepción de la profundidad durante la humana. Esto desplaza buena parte de la manipulación, que
disección y la sutura. es predominantemente extracorpórea en la laparoscopia,
a una zona próxima al punto de la operación. El diseño de
Posición del endoscopio estos instrumentos ha exigido un ingenio considerable para
crear instrumentos suficientemente delicados, aunque con
El mantenimiento de la posición óptima del endoscopio
una robustez adecuada para realizar maniobras intracor-
durante la laparoscopia exige que haya colaboración entre
póreas tanto delicadas como menos finas. El desplazamiento
el cirujano ayudante y el cirujano principal. Es fundamen-
del lugar de realización de la cirugía ofrece ventajas particu-
tal para esto un buen conocimiento de la operación que
lares a quienes no estén acostumbrados a realizar movimien-
se realiza. Con frecuencia el ayudante de la cámara debe
tos laparoscópicos avanzados. Un aumento adicional de la
adoptar una posición incómoda para ofrecer la mejor ima-
gama de instrumentos disponibles significará que el cirujano
gen posible, a la vez que intenta simultáneamente dejar
dependerá menos del ayudante que está al lado de la mesa
al cirujano operador el mayor espacio posible para mani-
de quirófano para la aplicación de grapas y la introducción de
pular los instrumentos laparoscópicos. También se plantea
suturas, además de la retracción laparoscópica, el uso de
la cuestión de la fatiga, que puede aparecer no sólo en las
aspiración y la irrigación. Las mejorías de la longevidad de
cirugías más prolongadas, sino también por mantener pos-
los instrumentos (los instrumentos robóticos actuales típi-
turas anómalas. El sistema Automated Endoscopic System
camente tienen una vida útil de 10-20 casos) probablemente
for Optimal Positioning (Sistema endoscópico automático
se asocien a la reducción del coste por caso. La ausencia de
para una colocación óptima, AESOP; Computer Motion,
retroalimentación táctil con la instrumentación robótica ha
Goleta, CA) es un sistema de «manos libres» formado por
planteado nuevos retos al cirujano. Cada vez más se utilizan
un brazo computarizado montado sobre la mesa y que
datos visuales para determinar la tensión adecuada de las
sujeta la cámara. En su forma actual está controlado por la
suturas. Se utilizan variaciones sutiles de la fuerza de pren-
voz, lo que permite que el cirujano principal dé instruccio-
sión para evitar traumatizar los tejidos y para mantener las
nes directas sobre la posición de la cámara y de esta forma
agujas fuera de la zona quirúrgica cuando sea necesario por-
obtenga una imagen estable con la que poder trabajar.
que tienen tendencia a adoptar una posición en ángulo recto
Reduce la necesidad de personal, sin tener ningún efecto
dentro de las mandíbulas del portaagujas.
sobre la duración de la cirugía ni la morbilidad2.
El sistema da Vinci utiliza un concepto similar, de modo
que el cirujano principal controla la posición de la cámara Colocación de los puertos
desde la consola quirúrgica. Esto ofrece al cirujano una ima-
para el instrumental
gen estable que no está sometida a fatiga y que puede situar
según sus preferencias. Sin embargo, esto significa que el ciru- Se ha aprendido mucho de la laparoscopia en relación con
jano puede tener que interrumpir el flujo de la cirugía para los confines de la cavidad anatómica y el espacio externo
recolocar la cámara o llegar a una solución de compromiso necesario para realizar los movimientos necesarios en su
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Fundamentos laparoscópicos de la cirugía robótica 29
Consideraciones generales
La laparoscopia nos ha enseñado que son necesarios un
pensamiento y un esfuerzo considerables para replicar
las técnicas abiertas en un entorno quirúrgico nuevo. Con
experiencia y con un mejor diseño del instrumental cada
a b c vez más ha sido posible replicar las operaciones abiertas,
incluso las más complejas, en el entorno laparoscópico5.
Figura 4-2 Fulcro sobre la pared abdominal anterior. a, Un punto
Continuamente se están proponiendo diferencias útiles
de acceso colocado demasiado profundo en el abdomen produce un
movimiento excesivo del punto de acceso distal y un aumento del par
para replicar de forma más fiel la cirugía abierta y de
sobre la pared abdominal. b, Fulcro del punto de acceso localizado al nivel esta forma obtener mejores resultados para los pacientes.
de la fascia, que produce el mínimo par sobre la pared abdominal. c, La Un ejemplo es evitar la cauterización en la disección de
aplicación del fulcro en el punto de acceso superficial produce aumento del los haces neurovasculares para reducir la lesión nerviosa
par sobre la pared abdominal. y preservar la potencia durante la prostatectomía. Esta
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30 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
modificación de la disección de los pedículos prostáticos, médica, y algunos pacientes pueden haber llegado a tener
que se describió por primera vez en la laparoscopia6, se ha expectativas infundadas por las ideas preconcebidas que
descrito posteriormente en la prostatectomía radical lapa- genera esta impresionante tecnología. El término robótica
roscópica con asistencia7. es un término igualmente deslumbrante, que genera sen-
La laparoscopia ha sentado otra base fundamental timientos de control más allá de las capacidades humanas.
para la robótica como modelo para la introducción de un Los críticos han aludido al despliegue publicitario y al mar-
nuevo abordaje quirúrgico. Como práctica quirúrgica com- keting que rodea a ese término. Como grupo no debemos
plementaria, y en muchos casos competitiva, a las técnicas fingir que es algo que no es, y en nuestras transacciones
abiertas establecidas, se han aprendido varias lecciones con los pacientes debemos asegurarnos de que sus percep-
importantes. Cuando se han hecho comparaciones, habi- ciones sean acordes a la realidad. Al mismo tiempo, debe-
tualmente se han hecho con los resultados obtenidos con mos luchar por maximizar las ventajas que sí aporta la
los mayores niveles de calidad de la cirugía abierta estable- robótica, de modo que la precisión de la disección, la mani-
cida correspondiente, en relación con resultados oncológicos pulación delicada de los tejidos y la sutura con materiales
o funcionales, económicos y de comorbilidad. Los resultados de sutura muy finos puedan pasar a un nuevo nivel.
catastróficos, cuando se han producido, han recibido una Como en la laparoscopia, debemos intentar determinar
publicidad considerable, y unas demandas exageradas han las áreas de utilidad e identificar sus inconvenientes,
recibido una respuesta rápida. Esto es totalmente laudable y abordarlos para obtener el máximo beneficio para los
porque ha significado en su mayor parte que la laparosco- pacientes que se pueda conseguir con esta impresionante
pia se ha introducido con la diligencia debida. La honradez tecnología. No hay duda de que la robótica tendrá una
en la notificación ha sido muy importante, y la demostra- utilidad cada vez mayor en el futuro. Las mejorías de la
ción del beneficio de cualquier nueva intervención ha sido miniaturización, el mejor diseño de los instrumentos, la
fundamental para los estudios publicados, en lugar de reducción de los costes y la introducción de las tecnologías
demostrar simplemente que se puede realizar una nueva existentes y de nuevas tecnologías sólo pueden mejorar lo
técnica. Estos principios han guiado el establecimiento de que ya se está aceptando rápidamente en la comunidad
la laparoscopia como una entidad clínica muy real. Esto es urológica y en la comunidad quirúrgica en su sentido más
importante porque los avances tecnológicos habitualmente amplio. La robótica debe mucho a los aspectos fundamen-
son recibidos con una mezcla de escepticismo y entusiasmo. tales de la laparoscopia y ampliará la capacidad de reali-
El entusiasmo con que se acoge una nueva tecnología se zar CMI a más cirujanos, y de esta forma ofrecerá a más
debe basar en el análisis de los aspectos fundamentales. pacientes los beneficios de la CMI. Sobre estos cimientos,
Términos como «cirugía en ojo de cerradura» y los láseres la robótica seguirá imitando lo que ya es posible desde el
en cirugía han generado en el pasado grandes niveles de punto de vista humano y abordará el reto de ofrecer estra-
interés en la prensa lega y con frecuencia en la prensa tegias quirúrgicas más allá del ámbito humano.
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Capítulo 5
Ashok K. Hemal l Rajeev Kumar
ERRNVPHGLFRVRUJ
32 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
ella un equipo que realizara con frecuencia prostatectomía se hayan insertado los trocares, se debe instalar el robot
radical o cistectomía por vía laparoscópica. y se deben unir los brazos robóticos a sus correspondien-
tes puertos. Éste es un paso importante en cirugía robótica
y puede llevar mucho tiempo en la parte inicial de un pro-
Colocación de los puertos grama. El brazo de la cámara se fija al punto de acceso cen-
La colocación de los puertos depende de la técnica qui- tral, mientras que los dos o tres brazos laterales se unen a
rúrgica y del número de ayudantes utilizados en la opera- los correspondientes trocares robóticos. Mientras instala el
ción. La colocación adecuada de los puertos es uno de los robot, el CLP debe asegurarse de que haya un encaje ade-
pasos más importantes en cualquier operación laparos- cuado y una colocación adecuada de los puertos y debe con-
cópica porque esto determina la capacidad de manipular firmar que el paciente esté seguro y no tenga compresión en
los instrumentos para obtener el mejor uso posible5. La ningún punto, particularmente en las extremidades inferio-
decisión de la localización de los puertos corresponde al res, por el robot. La instalación del robot precisa coordina-
CLP. Esta decisión no se puede tomar por adelantado para ción entre el personal no lavado, que mueve el robot, y el
todos los pacientes. La colocación de los puertos se debe CLP lavado, que guía la colocación. El aumento de la expe-
decidir de forma consciente para cada paciente individual riencia ha reducido significativamente el tiempo utilizado
porque incluso para la misma operación diferirá según el para fijar el robot. Este paso con frecuencia llevaba hasta
hábito corporal y las cicatrices quirúrgicas previas. Los una hora en los casos iniciales, aunque actualmente se
puertos colocados demasiado cerca unos de otros dificul- puede conseguir en menos de 10 minutos. Esto se ha debido
tarán el movimiento y producirán colisiones de los instru- principalmente al aumento de la experiencia del CLP.
mentos, mientras que los puertos demasiado alejados de la
zona de la operación pueden no permitir llegar a la zona
quirúrgica con los instrumentos. El CLP debe tener en
Cambio de los instrumentos robóticos
cuenta estos factores cuando decida el lugar de colocación. Otra función específica del CLP en cirugía robótica es el
cambio de los instrumentos en los brazos robóticos. Cada
uno de los instrumentos está diseñado específicamente
Inserción de los trocares para una función, y se deben cambiar los instrumentos en
Para cualquier operación laparoscópica se debe crear un diferentes momentos de la intervención. El CLP debe cono-
espacio de trabajo. En las operaciones transperitoneales cer los pasos quirúrgicos y las preferencias de instrumentos
esto supone la creación de un neumoperitoneo, mientras que del cirujano de la consola en cada paso para situar rápi-
para las operaciones extraperitoneales la creación del propio damente esos instrumentos en los brazos robóticos. Estos
espacio extraperitoneal precisa un ayudante con experiencia costosos y precisos instrumentos precisan una manipula-
en laparoscopia para evitar crear un espacio inadecuado o ción cuidadosa para evitar su funcionamiento inadecuado
un desgarro peritoneal. Este espacio habitualmente lo crea y su rotura. El CLP debe conocer bien los mecanismos de
el CLP. Posteriormente, el CLP es responsable de la intro- articulación.
ducción de los trocares primarios y secundarios. La inser-
ción de los trocares precisa una formación razonable porque
se pueden producir lesiones si no se realiza adecuadamente. Ayuda quirúrgica
El CLP debe conocer los diversos tipos de trocares disponi- La ayuda quirúrgica activa sigue los mismos principios que
bles y su uso. El CLP también debe asegurarse de que los en la cirugía abierta. Sin embargo, en la cirugía robótica el
puertos robóticos estén situados a la profundidad correcta CLP debe tener formación laparoscópica. Las principales
para evitar los desgarros accidentales en la zona de los responsabilidades del CLP son la retracción, la aspiración,
puertos por el movimiento de los brazos robóticos. la irrigación, la inserción de las suturas, el atrapamiento y
la extracción del órgano disecado, la extracción de los puer-
tos y el cierre. Algunos de los pasos importantes durante la
Adherenciólisis PRR que precisan ayuda activa son la disección del cuello
Aunque siempre es preferible operar a pacientes sin ciru- de la vejiga, la identificación y disección de las vesículas
gía abdominal previa, con frecuencia puede haber adhe- seminales, la movilización de la próstata respecto al recto,
rencias entre el epiplón, el intestino y la pared abdominal, la identificación y la preservación de los haces neurovas-
incluso en abdómenes no operados. En estos casos, el CLP culares y, finalmente, la anastomosis uretrovesical. Estos
tiene que seccionar las adherencias utilizando los puertos pasos precisan retracción activa, aspiración e irrigación
disponibles y los instrumentos laparoscópicos convencio- para limpiar el campo quirúrgico, y la inserción y extrac-
nales. Este paso precisa al menos técnicas laparoscópicas ción de suturas. El CLP debe conocer bien la función que
básicas. Es importante presentar un campo quirúrgico se espera de él en cada paso para minimizar la pérdida de
claro al cirujano de la consola, que después puede seccionar tiempo y los movimientos accidentales.
las adherencias adicionales a medida que aparezcan.
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Función del cirujano del lado del paciente en cirugía robótica 33
la consola puede no tener habilidades laparoscópicas avan- tener habilidades laparoscópicas avanzadas. Sin embargo,
zadas. Aunque el cirujano de la consola puede tratar por el CLP que presenta el campo quirúrgico al cirujano de
completo algunas complicaciones con asistencia robótica, la consola y ayuda durante la intervención debe tener
pueden ser necesarias habilidades laparoscópicas avanza- destreza en cirugía laparoscópica6. Esta técnica pone de
das para tareas como movilización adicional, retracción, relieve el uso de dos CLP con la finalidad de entrenar a
aspiración, compresión o sutura intracorpórea de manos residentes y otros médicos en formación y utiliza seis puer-
libres. Las habilidades laparoscópicas del CLP pueden ser tos con un robot de tres brazos. Hay tres puertos disponi-
el factor decisivo que determine si la intervención continúa bles para su uso por el CLP. Dos de ellos, uno de 10 mm y
por vía laparoscópica o si es necesaria la conversión a ciru- otro de 5 mm, están en el lado derecho, y hay un punto de
gía abierta. Esto es particularmente cierto en el caso de las acceso de 5 mm en el lado izquierdo. El ayudante del lado
complicaciones vasculares, que no sólo puede prevenir, sino derecho es el único responsable de la aspiración, irrigación,
también tratar, el CLP, o al menos puede sujetar la estruc- introducción y extracción de suturas, aplicación de pinzas
tura sangrante para permitir un tratamiento posterior. vasculares cuando sea necesario y extracción de la pieza.
Los dos ayudantes son responsables de la tracción y la
retracción en diversos pasos (tabla 5-1).
Aprendizaje de la intervención
La importancia de la formación práctica con programas con Ayudante único, robot de tres brazos
mentoría es fundamental para el desarrollo de las habili-
dades tanto laparoscópicas como robóticas. La ayuda al De forma similar al programa del Vattikuti Institute, el pro-
lado del paciente es el principal método que permite adqui- grama de PRR de la University of California de Irvine7, que
rir estas habilidades. Por tanto, el CLP es responsable no tiene mucha experiencia, también depende de un CLP con
sólo de la realización segura y eficaz de la cirugía, sino formación laparoscópica porque el cirujano de la consola
también de adquirir las habilidades necesarias para poder tiene una gran experiencia en cirugía abierta, pero tiene
pasar a la posición de cirujano de la consola. Aunque toda- habilidades laparoscópicas escasas. Estos cirujanos utilizan
vía no hay datos que indiquen que los cirujanos que han una técnica de cinco puertos con un robot de tres brazos. El
trabajado como CLP en los programas robóticos adquieren ayudante utiliza dos puertos, y la colocación de estos puer-
las habilidades de la consola más rápidamente o con mayor tos depende de la mano dominante del ayudante. El CLP
nivel, parece razonable que la ayuda repetida en la misma se sienta al lado derecho del paciente con ambos puertos
intervención permitirá al cirujano apreciar mejor la anato- a la derecha del punto de acceso de la línea media para la
mía y las dificultades de la operación y le permitirá adap- cámara si es zurdo, y al contrario para un CLP diestro. La
tarse fácilmente a la función de cirujano de la consola. mano no dominante se utiliza principalmente para la retrac-
ción, mientras que la mano dominante, de mayor destreza,
es necesaria principalmente para la aspiración. La mano
Función en operaciones dominante controla la aspiración a través de un punto de
específicas acceso de 5 mm, mientras que el punto de acceso de 12 mm
de la mano no dominante se utiliza para introducir una
La PRR es una de las pocas intervenciones urológicas pinza de agarre engranada para la retracción, un portaagu-
robóticas en las que las técnicas de la cirugía se han jas para introducir y extraer las suturas y un dispositivo de
estandarizado razonablemente. La función del CLP varía grapado vascular para el complejo venoso dorsal.
según la técnica que se utilice para realizar la operación. Se han descrito varios pasos críticos que precisan ayuda
Dependiendo de la disponibilidad y la necesidad de for- activa. El CLP sujeta el tejido adiposo de la pared vesical
mar cirujanos adicionales, la prostatectomía del Vattikuti anterior y lo retrae en dirección craneal para poder iden-
Institute (VIP)2,6, que se ha convertido en un programa tificar la unión entre la próstata y la vejiga en la parte
ejemplar en todo el mundo para el desarrollo de programas anterior. Después de haber seccionado la pared vesical an-
robóticos, permite el uso de uno o dos CLP. El grupo de la terior se desinfla el globo del catéter de Foley, y el CLP
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University of California en Irvine7 utiliza un CLP con un pinza el catéter a través de su ojo y lo utiliza para retraer
robot de tres brazos. También es necesario un CLP para la la próstata con tracción hacia arriba. Después de la sección
prostatectomía con un robot de cuatro brazos8,9. del cuello vesical posterior se utiliza la pinza de fijación
para sujetar las puntas del conducto deferente y retraerlo
hacia arriba, exponiendo las vesículas seminales para su
Técnica de la Vip2,6 disección. El instrumento de aspiración se utiliza con la
El equipo del Vattikuti Institute ha publicado la experien- mano dominante para tener un campo de visión limpio y
cia más extensa en PRR10. También fueron los primeros también para aplicar contratracción para la disección de
que describieron un programa estructurado para la for- las vesículas seminales. Durante la disección del vértice de
mación en PRR1. La técnica de la VIP permite el uso de la próstata se utiliza el dispositivo de aspiración para man-
dos CLP, uno a cada lado del paciente. El ayudante del tener un campo de visión limpio. Posteriormente, durante
lado derecho tiene una función más dominante que el del la anastomosis vesicouretral el CLP ayuda a mantener la
lado izquierdo. El ayudante del lado izquierdo está lavado tracción sobre la sutura continua y también proporciona
principalmente para mejorar la formación y no por ser un aspiración continua para eliminar del campo la orina y la
componente esencial del equipo quirúrgico. En el programa sangre. Finalmente, el CLP extrae la pieza a través del
del Vattikuti Institute el cirujano de la consola puede o no punto de acceso de 12 mm.
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34 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Tabla 5-1 Técnica de la prostatectomía del Vattikuti Institute (VIP): función del cirujano del lado del paciente (CLP)
Paso de la intervención Función del CLP
Peritoneoscopia Adherenciólisis utilizando instrumentos de laparoscopia convencionales
Entrada en el espacio de Retzius Retracción de los ligamentos umbilicales mediales para facilitar la incisión
Contratracción sobre el peritoneo durante la exposición de la vejiga
Control del complejo de la vena dorsal Introducción y extracción de sutura para ligadura
Retracción de la próstata para mejorar la visibilidad
Sección del cuello de la vejiga Tracción sobre la sutura de fijación proximal de la próstata (que realiza
el CLP del lado izquierdo)
Tracción sobre la vejiga para poder identificar mejor la unión entre la
próstata y la vejiga
Retracción del catéter de Foley en dirección craneal después de la
sección del cuello vesical anterior
Disección del conducto deferente, las vesículas Retracción de los extremos del conducto deferente seccionado y de las
seminales y los fascículos vasculares puntas de las vesículas seminales
Aplicación de grapas hemostáticas cuando sea necesario
Preservación nerviosa Retracción de la próstata alejándola del lado de la disección
Sección del vértice Retracción de la próstata
Extracción del tejido para biopsias de cortes congelados
Linfadenectomía pélvica Retracción y extracción de la pieza
Anastomosis vesicouretral Introducción y extracción de la sutura
Sutura «después» si es necesario
Finalización Introducción de la bolsa para la recuperación de la pieza, atrapamiento
de la pieza y extracción de la misma
Desconexión del robot y cierre de los puertos
La aspiración y la irrigación son probablemente las dos funciones más importantes del CLP. Estas técnicas se deben realizar con juicio y cuidado-
samente en todas las fases de la intervención para que el cirujano de la consola tenga un campo quirúrgico limpio, a la vez que no se permite
que el neumoperitoneo disminuya significativamente. Puede ser necesario un dispositivo de aspiración largo de diseño especial si el punto de
acceso que se utiliza es craneal al punto de acceso de la cámara robótica, porque los dispositivos tradicionales pueden no llegar a la pelvis.
Ayudante único, robot de cuatro brazos8,9,11 fija al punto de acceso del lado derecho y el CLP utiliza el
punto de acceso de 10 mm del lado izquierdo. El cuarto brazo
En base a su experiencia anterior con la prostatectomía ayuda a reducir la dependencia del CLP para la retracción
laparoscópica extraperitoneal, Gettman y cols.11 describieron y la disección. El CLP es necesario sólo para la aspiración,
un abordaje extraperitoneal de la PRR, en el que es necesa- la irrigación, la inserción y extracción de las suturas y la
rio un CLP, sentado a la derecha del paciente. Sin embargo, extracción de la pieza. Los autores piensan que la adición
al contrario de la vía de abordaje transperitoneal con un del cuarto brazo ayuda a eliminar la necesidad de un CLP
ayudante que se ha descrito antes, se utilizan seis puertos, con experiencia en técnica laparoscópica, aunque están de
de los que tres están disponibles para su uso por el CLP. acuerdo en que este abordaje es más adecuado en institu-
Estos puertos incluyen dos a la derecha del punto acceso ciones docentes, en las que una de las funciones del CLP es
de la cámara en la línea media y uno en la línea media por aprender de forma activa la intervención.
encima de la sínfisis del pubis. De forma similar a la pros- Sundaram y cols.8 han descrito otra variación del robot
tatectomía retropúbica anatómica abierta, la intervención de cuatro brazos en la que el cuarto brazo del robot se fija al
comienza con la disección del vértice de la próstata. Es punto de acceso del lado izquierdo, y el CLP utiliza el punto
necesario que el CLP ayude a visualizar el vértice girando de acceso del lado derecho para ayudar. Los autores piensan
la próstata en ambas direcciones durante la colocación de la que el CLP con frecuencia es mejor que el cuarto brazo, par-
sutura sobre el complejo venoso dorsal. Posteriormente, se ticularmente para la disección de las vesículas seminales,
secciona el vértice y la disección avanza en dirección retró- debido a su conocimiento básico sobre laparoscopia.
grada hacia el cuello de la vejiga. Esposito y cols.9 modifi-
caron esa técnica utilizando un robot de cuatro brazos. El
cuarto brazo del robot se articula con la columna central y Prostatectomía radical con asistencia
permite sujetar un instrumento adicional. Sin embargo, con el sistema AESOP
como en la intervención de tres brazos, sigue siendo necesa-
rio un CLP. Esta intervención utiliza cinco puertos, cuatro Aunque el término PRR casi se ha hecho sinónimo de uso
para el robot y uno para el CLP. El cuarto brazo del robot se del dispositivo da Vinci, se utilizan mucho otros dispositivos
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Función del cirujano del lado del paciente en cirugía robótica 35
robóticos, como el sistema AESOP (Automated Endoscopic El CLP es crítico durante la anastomosis del uréter espatu-
System for Optimal Positioning), y se han utilizado durante lado con la pelvis, particularmente en el caso de un riñón con
más tiempo, en cirugía laparoscópica urológica. Computer buena función en el que puede ser necesaria la aspiración con-
Motion desarrolló en 1993 el primer ayudante robótico dis- tinua del drenaje urinario. Otra función específica del CLP en
ponible comercialmente, el sistema Aesop 1000. Este dispo- estos casos es durante la colocación de la endoprótesis urete-
sitivo trabajaba según el principio de control compartido y se ral. Como muchas de esas intervenciones se realizan en niños,
utilizaba para sujetar una cámara endoscópica en la cirugía adolescentes y adultos jóvenes, también es esencial un cierre
laparoscópica mínimamente invasiva. El dispositivo se con- meticuloso de todos los puertos de la laparoscopia, y el CLP
trolaba con pedales, lo que con frecuencia era problemático debe tener cuidado de que esto sea adecuado para evitar las
para los nuevos usuarios porque tenían que mirar los pedales hernias posteriores en el punto de acceso.
antes de poder ajustarlos. El dispositivo se modificó en 1996,
y el sistema Aesop 2000 utilizaba control por voz. El sistema
Aesop 3000 añadió otro grado de libertad en el brazo. Varias Cistectomía radical robótica19
publicaciones con series que llegan hasta más de 1.000 casos La cistectomía radical con derivación urinaria es una
describen el uso de asistencia robótica controlada por la voz opción terapéutica estándar para el cáncer de vejiga con
para la prostatectomía radical laparoscópica12,13. invasión muscular. La cirugía abierta precisa una incisión
Kavoussi y cols.14 describieron el uso de un brazo robótico relativamente grande, con la consiguiente morbilidad y con
AESOP en un lado y un ayudante humano en el otro lado en recuperación prolongada, y la cistectomía radical laparos-
pacientes que precisaban operaciones laparoscópicas simila- cópica es una intervención difícil técnicamente. El uso de
res en ambos lados, y concluyeron que el robot era útil para asistencia robótica para esta operación sigue estando limi-
sujetar la cámara debido a su precisión infatigable. Antiphon tado a algunas descripciones, aunque es prometedor debido
y cols.15 describieron prostatectomías radicales con asistencia a la similitud de la técnica con la PRR.
exclusiva por el sistema AESOP en 16 pacientes y los compa- Habitualmente se utiliza una técnica de cinco o seis puer-
raron con otros 16 pacientes a los que se realizó una prosta- tos, con una colocación de los puertos que difiere poco de la
tectomía radical laparoscópica estándar. Se utilizaron cinco de la PRR, según la descripción de Hemal y cols.5 El CLP
trocares en ambos grupos de pacientes. En el grupo que utilizó habitualmente está sentado a la derecha del paciente. Al
un ayudante humano, el ayudante sujetaba la cámara a tra- comienzo de la intervención el CLP ayuda a identificar y
vés de un punto de acceso y un instrumento a través de otro disecar los uréteres retrayendo el peritoneo posterior sec-
punto, dejando tres puertos abiertos para el cirujano principal. cionado por encima del recto. El CLP aplica pinzas al uréter
En el grupo de asistencia robótica exclusiva se utilizó un brazo antes de su sección, y también ayuda a controlar los pedículos
robótico AESOP 3000 para sujetar la cámara, mientras que se vesicales aplicando grapas hemostáticas. Durante el resto de
utilizaba otro brazo mecanizado (Lina Medical, Dinamarca) la intervención la función del CLP es similar a la que tiene
para sujetar un instrumento de ayuda. Concluyeron que en la prostatectomía radical, principalmente retracción, aspi-
el grupo de cirugía con asistencia del sistema AESOP tuvo ración e inserción y extracción de suturas. El CLP, si tiene
menos movimientos inadecuados y erráticos de la cámara. experiencia, también puede ser responsable de la creación
Los resultados de este trabajo se pueden aplicar a los brazos de la neovejiga y de la anastomosis ureteroileal que se rea-
mecanizados que se utilizan durante la cirugía laparoscópica, liza en una localización extracorpórea a través de la pequeña
aunque puede que no sea importante para la cirugía telerro- incisión de la línea media por la cual se ha extraído la pieza.
bótica, como en las intervenciones con el sistema da Vinci, en Después de haber realizado la neovejiga se reintroduce en
las que el cirujano principal no está lavado. la cavidad peritoneal, y el CLP cierra la herida abdominal y
vuelve a conectar el robot para permitir la realización de la
Pieloplastia anastomosis entre la uretra y la neovejiga19. La anastomosis
se realiza de forma similar a la prostatectomía radical, y el
La pieloplastia laparoscópica se ha convertido en una moda- CLP es responsable de la aspiración, la irrigación, la tracción
lidad terapéutica aceptada para las obstrucciones de la unión y la inserción y extracción de las suturas.
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36 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
se ha hecho evidente en los trabajos en los que actualmente PRR completa en solitario
se utiliza sólo un CLP. Al contrario que un robot, el ayu-
dante humano puede realizar tareas intuitivas y responder Un corolario natural del CLP con formación completa y
a situaciones cambiantes. Un CLP con experiencia actúa competente que se convierte en cirujano de la consola es el
como fuente de apoyo y guía para el cirujano de la consola intento de realizar la prostatectomía con asistencia exclu-
y con frecuencia ofrece consejo constructivo durante la siva del sistema da Vinci. Como el CLP puede realizar
intervención. También ayuda a superar la necesidad de for- todas las tareas, incluyendo el mantenimiento, la coloca-
mación laparoscópica del cirujano de la consola y permite ción de los puertos, la conexión del robot y la cirugía, puede
que el cirujano de la consola transfiera las habilidades de realizar la cirugía completa en solitario con la ayuda única-
la cirugía abierta directamente al entorno laparoscópico. El mente de un médico o de una enfermera. El cirujano puede
uso de un ayudante humano también es importante desde lavarse inicialmente para colocar los puertos e instalar el
la perspectiva de la formación. La formación práctica es la robot antes de pasar a la consola para la cirugía real. La
mejor forma de aprendizaje en cirugía, y ayudar al lado del ayuda intraoperatoria puede prestarla un CLP con forma-
paciente ayuda al médico en formación a conocer la inter- ción adecuada, aunque no sea un cirujano.
vención mejor que con cualquier otra modalidad. Aunque esto parece técnicamente posible, plantea
algunos problemas éticos y legales aparte de negar los
principios básicos de la educación y la formación de otros
Desarrollo del programa cirujanos. En caso de urgencia, el cirujano de la consola
puede tardar algún tiempo en lavarse y estar disponible al
Una de las principales ventajas de un CLP con formación lado del paciente, lo que puede tener consecuencias catas-
adecuada es el posible desarrollo de nuevos programas de tróficas en el caso de lesiones vasculares graves que no se
cirugía robótica. La formación sistemática similar al pro- puedan tratar a través de los instrumentos robóticos o que
grama del Vattikuti Institute puede ayudar a conseguir no pueda tratar la enfermera.
este objetivo porque garantiza el desarrollo secuencial de
las habilidades necesarias para el mismo. El médico en for-
mación comienza observando la intervención y ayudando Experiencia del Instituto AIIMS
en el lado izquierdo del paciente, en el que su función es La primera PRR de la India se realizó en el All India
mínima, pero adquiere un conocimiento práctico de los Institute of Medical Sciences (AIIMS), de Nueva Delhi, en
instrumentos y del dispositivo. También le ayuda a apren- 2005. La realización de estas operaciones avala la función
der los aspectos básicos de la asistencia robótica, como la del CLP no sólo en la realización de la cirugía, sino también
colocación de los puertos, la conexión y el cambio de ins- en el establecimiento de nuevos programas desde cero. El
trumentos. Para ayudar en el lado derecho, el CLP debe cirujano de la consola formó parte del equipo del Vattikuti
adquirir unas habilidades laparoscópicas razonables, y su Institute desde el comienzo y se formó en todos los aspec-
participación activa en la intervención ayuda a aumentar tos de la cirugía como CLP antes de pasar a la consola. Esta
su confianza para pasar a la consola como cirujano prin- formación permitió el desarrollo del equipo del instituto
cipal. El conocimiento meticuloso del dispositivo y de su AIIMS, en el que sólo otro miembro había observado PRR
uso que se consigue con esta experiencia puede ser una durante una estancia corta en el programa del Vattikuti
inmensa ayuda para diseñar y establecer un programa Institute21,22. Este equipo pudo realizar cirugía sin com-
robótico en el que el resto del personal pueda no conocer la plicaciones y con un tiempo quirúrgico menor de 2,5 horas
intervención y el dispositivo. La excelencia que se consigue principalmente debido a que la formación exhaustiva como
mediante el programa de formación del Vattikuti Institute CLP permitió que el cirujano de la consola abordara todas
como CLP se ha utilizado mucho para establecer nuevos las tareas necesarias para la cirugía, incluyendo el manejo
programas de PRR en todo el mundo. de los instrumentos, la colocación de los puertos, la instala-
ción del robot y la finalización de la cirugía. Este departa-
mento adquirió un sistema quirúrgico da Vinci-S de cuatro
EL CLP como profesor brazos en julio de 2006 y en poco más de un año ha realizado
A pesar de la rápida aceptación del robot como herra- más de 200 intervenciones robóticas, como PRR, cistectomía
mienta para la prostatectomía radical con asistencia radical, pieloplastia, exenteración anterior, reimplantación
robótica, muy pocos centros de todo el mundo realizan esta ureteral y reparación de fístulas vesicovaginales23-25.
cirugía habitualmente o en número suficiente para poder
ampliar la formación a otros cirujanos. Los CLP con for-
mación adecuada serán cruciales para la extensión de las
Conclusiones
habilidades robóticas a nuevos cirujanos. Un cirujano de la La cirugía telerrobótica ha ayudado a cirujanos sin expe-
consola que haya aprendido todas las áreas de la cirugía riencia en laparoscopia a ofrecer una cirugía con acceso
robótica, incluyendo el mantenimiento y la ayuda al lado mínimo a sus pacientes sin realizar una formación extensa
del paciente, tendrá la preparación ideal para ayudar a en laparoscopia. Sin embargo, esto ha dependido de la dis-
formar a más cirujanos, inicialmente como CLP y después ponibilidad de ayudantes con formación laparoscópica.
como cirujano de la consola. Esto no sería posible si todos Incluso un cirujano de la consola con formación laparos-
los cirujanos de la consola migraran directamente desde la cópica no puede evitar la necesidad de un CLP bien for-
cirugía abierta hasta la cirugía robótica sin el paso inter- mado, porque el CLP tiene que ayudar durante toda la
medio de su actuación como CLP. intervención y no es posible que el cirujano de la consola,
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Función del cirujano del lado del paciente en cirugía robótica 37
situado lejos del paciente y no lavado, utilice sus habilida- la función de cirujano de la consola, los médicos en forma-
des laparoscópicas durante la cirugía. Por tanto, es impor- ción deberán adquirir habilidades robóticas junto a sus
tante que los médicos en formación que quieran participar habilidades básicas y laparoscópicas. Por tanto, es probable
en cirugía robótica aprendan al menos laparoscopia básica. que, al contrario que muchos cirujanos robóticos actuales,
Esta formación se debe añadir a la formación en cirugía los cirujanos robóticos del futuro sean expertos en las tres
abierta que guía todos los pasos durante la intervención formas de cirugía, porque pueden no tener libertad para
robótica. Finalmente, para ayudar en la conexión del robot convertirse directamente en cirujanos de la consola desde
y el intercambio de instrumentos y para progresar hasta cirujanos expertos en cirugía abierta.
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© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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Capítulo 6
Ashutosh Tewari l Sandhya R. Rao l Rajan Ramanathan
viosa5, que trata de responder a estas preocupaciones. Esta rización en masa de los pedículos prostáticos.
técnica maximiza el control oncológico, conserva el tejido
neurovascular (en los candidatos apropiados) y se basa en
los principios anatómicos formulados por Walsh6,7 y en el Haz neurovascular predominante (HNVP)
procedimiento de la prostatectomía del Vattikuti Institute
El HNVP se sitúa en la profundidad del surco prostatorrec-
(VIP) desarrollado por Menon8,9. Las modificaciones que se
tal y transmite los impulsos neuronales al tejido cavernoso.
han introducido consisten en la evitación absoluta de toda
En el 65% de los casos existe una extensión medial por
la energía térmica y la necrosis coagulativa en la disec-
detrás de la próstata, que converge en sentido medial hacia
ción posterior, la evitación de las pinzas de bulldog sobre
el vértice en el 30% de los casos.
el tejido neurovascular, una maniobra simplificada para
identificar el cuello vesical, el uso de tijeras en lugar de un
gancho para todo el procedimiento, una técnica anatómica Vías neurales accesorias
para restaurar el mecanismo de continencia y la integra-
ción de la exploración de la muestra antes de acabar la Las vías neurales accesorias se sitúan en las capas de la
intervención. En línea con los principios de la prostatec- fascia del elevador y/o la fascia pélvica lateral en la cara
tomía radical, nuestra técnica incluye la disección de los anterolateral o posterior de la próstata y forman un plexo
Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 41
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42 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
cerca del vértice en el 35% de los casos. Este plexo actúa Preparación del paciente
como una vía neural tanto para el tejido cavernoso como
para la cirugía
para el esfínter de la uretra.
Las medidas preoperatorias principales que nosotros reco-
mendamos consisten en la realización estricta de un pro-
Capas fasciales grama de ejercicio basado en caminar, pérdida de peso e
interrupción de los fármacos antiagregantes-anticoagulan-
La cápsula prostática está rodeada por la fascia prostática, tes. El abdomen se explora en busca de cicatrices de ciru-
la fascia pélvica lateral, la fascia del elevador y, por último, gías previas para ayudar a planificar la colocación de los
por los músculos elevadores del ano. El tejido neurovascu- puertos.
lar y el plexo venoso periprostático se encuentran inter-
puestos entre la fascia prostática y la fascia pélvica lateral.
Este plexo venoso y el tejido neurovascular discurren en Colocación del paciente
sentido distal para inervar las estructuras distales, como el
Antes de la inducción de la anestesia, con el paciente
esfínter, la uretra y el tejido cavernoso. Una conservación
situado en decúbito supino, sus nalgas se sitúan un poco
adecuada de los nervios debería dejar la cápsula intacta
más abajo de la zona de flexión de la mesa para las pier-
cubierta de forma preferente por una capa de seguridad
nas, de modo que se compense el deslizamiento previsto
de fascia prostática (y algunas venas) en la pieza. Durante
en sentido cefálico del paciente al pasar a una posición de
una conservación nerviosa agresiva, se puede desarrollar
Trendelenburg extrema. Esto evita tener que recolocarlo
un plano profundo a la fascia prostática y las venas que,
una vez que se le ha anestesiado. Las piernas del paciente
aunque ofrece las máximas probabilidades de conservar la
también se sujetan en estribos y se mantienen en posición
potencia sexual, aumenta el riesgo de incisión capsular.
de litotomía. Después de aplicar dispositivos neumáticos de
compresión secuencial para las extremidades inferiores, los
brazos del paciente se fijan de forma segura a sus lados.
Indicaciones quirúrgicas Ambas manos se protegen con gomaespuma ondulada y
Las indicaciones de la prostatectomía robótica son las mis- se apoyan sobre sus correspondientes soportes, que deben
mas que las de la prostatectomía radical. Los pacientes estar colocados de modo que dejen el espacio suficiente
asesorados de forma adecuada y que hayan firmado el con- para los ayudantes y para evitar que los brazos robóticos
sentimiento, y que tengan un cáncer de próstata localizado, ejerzan una presión inadvertida sobre las manos. De forma
así como una expectativa de vida superior a 10 años son similar, se utiliza gomaespuma y cinta adhesiva para sos-
candidatos para el procedimiento. Aunque no existen con- tener ambos hombros de forma cruzada sobre el tórax, con-
traindicaciones absolutas, algunas afecciones pueden plan- trarrestando los efectos de la gravedad sobre el paciente
tear dificultades para los cirujanos robóticos principiantes. cuando se adopte la posición de Trendelenburg extrema.
Entre otras, pueden citarse la obesidad (índice de masa La cara se cubre con una pieza de gomaespuma cortada a
corporal 35), múltiples cirugías abdominales o pélvicas medida o con un cabecero de Shea para proteger el tubo de
previas con probabilidad de adhesiones, la reparación pre- intubación y para evitar una lesión facial inadvertida.
via de una hernia, una próstata de gran volumen (100 g), En los pacientes con una restricción de los movimientos
un tratamiento hormonal neoadyuvante y la radioterapia de abducción y flexión de la articulación de la cadera, en
previa. lugar de utilizar estribos del modo convencional, se debe-
rían utilizar barras más anchas o soportes para las pier-
nas en el extremo de la mesa, dependiendo de la altura del
paciente.
Toma de decisiones para
la conservación nerviosa
Ubicación de los puertos
En función de los criterios recomendados con anteriori-
dad10, los pacientes se agrupan en categorías de riesgo bajo, La ubicación de los puertos es una parte integrante de la
riesgo intermedio y riesgo alto. Se pone un énfasis especial cirugía, y el éxito del procedimiento depende de esta com-
en la exploración rectal digital (ERD) intraoperatoria para pleja tarea.
evaluar la palpabilidad, localización y tamaño del tumor.
Para comprender la utilidad de la ERD, se realiza una
Puerto de la cámara
reexploración poco después de la extracción de la muestra.
Esta técnica utiliza una exploración detallada de la mues- Nosotros creamos el neumoperitoneo utilizando una
tra para evaluar la idoneidad del tejido circundante, el área aguja de Veress que se introduce a través de una punción
de conservación nerviosa, las induraciones, rotura capsular, periumbilical. La posición del puerto de la cámara suele
contorno apical, forma e integridad, vesículas seminales, estar 2,5 cm por debajo del nivel del ombligo. Sin embargo,
conducto deferente y ganglios linfáticos. Además, se rea- esto no constituye una regla general. La posición umbilical
liza un estudio intraoperatorio de cortes congelados para varía en función de la altura y del peso del paciente, y la
complementar las pistas visuales a la hora de tomar posición del puerto ha de adaptarse de forma adecuada a
decisiones respecto a la escisión amplia de los haces cada morfotipo corporal. La creación del neumoperitoneo
neurovasculares. es similar para los procedimientos laparoscópicos robóticos
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Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 43
Elección de la lente
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44 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
prostatovesical se liberan de grasa. Además, se identifican La grasa próxima al vértice de la próstata también se
las referencias significativas, como los ligamentos pubopros- diseca para exponer los ligamentos puboprostáticos y el
táticos, el arco tendinoso y la unión prostatovesical. CVD. Nosotros no abordamos el CVD en este momento,
sino hacia el final, justo antes de la sección uretral cuando
Disección del espacio de Retzius la próstata está móvil. A continuación, la fascia endopélvica
se abre de forma nítida con el extremo afilado de las tijeras
Nosotros colocamos una cámara a través del puerto de 12 mm robóticas multiarticuladas. Se utiliza un único movimiento
para la misma y realizamos la laparoscopia con una lente de descendente para realizar una incisión distal en la fascia,
30 grados con la angulación hacia abajo. Si es preciso, se rea- limitada al tercio proximal de la próstata, y se evita la cau-
liza la adherenciólisis. El ciego y el colon sigmoide se movi- terización (fig. 6-3A y B). La fascia del elevador se retira
lizan. El ligamento umbilical medial, el uraco, el conducto de la superficie lateral de la próstata. El límite distal de la
deferente y el anillo interno se identifican y se emplean como incisión es la extensión falciforme de los ligamentos pubo-
referencias para proseguir la disección. El conducto defe- prostáticos, que se conservan evitando una disección late-
rente se observa en su recorrido lateral al anillo interno y se ral. Las fibras del elevador del ano se observan por debajo
secciona medial al anillo interno y lateral a los ligamentos de la incisión. Las inserciones laterales del vértice se libe-
umbilicales mediales. La incisión se profundiza y la grasa y el ran parcialmente en esta fase. Al final de este paso de la
tejido areolar se disecan hasta observar la fascia transversal. disección, los ligamentos puboprostáticos intactos se obser-
La vena ilíaca externa se identifica y la disección se prosigue van en continuidad con la fascia a cada lado (fig. 6-3C).
en sentido inferior hasta el ramo pélvico anterior. Nosotros
mantenemos la disección medial a los vasos epigástricos.
En el lado opuesto se realiza una disección idéntica, tras
Sección del cuello vesical
lo que ambas incisiones verticales se unen a través de la La transición sutil y gradual de la vejiga a la próstata
línea media en forma de U invertida sobre el pubis (fig. 6-2). dificulta la identificación clara de la unión prostatovesi-
La incisión se profundiza y el arco púbico se expone por cal. Existe un área estratégica localizada a nivel ante-
completo. Mientras se desciende la vejiga, no se debería rior, donde un cilindro de mucosa une la mucosa vesical
interrumpir la integridad de la fascia transversal poste- con la uretra. Este cilindro suele ser superficial y estar
rior y se diseca la grasa que cubre la fascia endopélvica cubierto por una fina capa de una banda de detrusor y
y la superficie posterior de la próstata. El cumplimiento por la extensión proximal del complejo venoso dorsal. Una
de estos principios es esencial para lograr una exposición vez que se ha colocado una sutura para evitar una hemo-
quirúrgica adecuada durante la prostatectomía robótica. rragia retrógrada en la parte media de la próstata y que
Esto es especialmente cierto en los casos difíciles, como los con otra sutura se agrupan las venas en el lado vesical, la
pacientes obesos, con pelvis estrecha, con una próstata de disección de este plano anterior se realiza con facilidad y
gran tamaño, una cirugía pélvica o inguinal previa, la ciru- sin una hemorragia excesiva. Nosotros denominamos a
gía de rescate o cualquier combinación de estos factores. esta técnica tracción bimanual del cuello vesical para la
identificación de la parte anterior del cuello vesical11. Esta
Exposición del vértice y de la fascia parte de la disección se realiza con una lente de 30 gra-
dos con la angulación hacia abajo. Nosotros colocamos una
endopélvica sutura con poliglactina del 0 en la superficie anterior de la
Una vez que se observa el arco púbico, se diseca la grasa próstata proximal a los ligamentos puboprostáticos para
para exponer las fibras brillantes de la fascia endopélvica. evitar una hemorragia retrógrada y también para aplicar
tracción (fig. 6-4A). Otra sutura de agrupación se coloca
en una zona superficial de la próstata para realizar trac-
Uraco Ligamentos umbilicales ción. Mediante el uso de las pinzas y las tijeras robóticas,
medios la próstata se sujeta en ambos lados y se tira de ella en
sentido proximal y medial con una tracción distal suave
sobre la sonda de Foley hasta que la unión prostatovesical
se identifica con facilidad (fig. 6-4B). El ayudante situado a
la izquierda tira de la sutura prostática de tracción hacia
los pies del paciente. El cirujano realiza una contratracción
firme con las pinzas del robot da Vinci. En la superficie se
realizan unas pequeñas incisiones para marcar con preci-
sión la unión prostatovesical a nivel anterior. A continua-
Vejiga
ción, la parte anterior del cuello vesical se incide de forma
curvilínea. Nosotros utilizamos unas pinzas bipolares
de Maryland y unas tijeras monopolares curvas con una
escala 1:1 para realizar una coagulación adecuada de los
puntos hemorrágicos. La disección se profundiza hasta que
Recto se observa la sonda de Foley (fig. 6-4C).
Uréter
La identificación de la sonda de Foley garantiza que la
parte anterior del cuello vesical se ha incidido de forma
Figura 6-2 Incisión en forma de U para el descenso de la vejiga. correcta. Dicha sonda se extrae de la vejiga y se desinfla
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Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 45
Ligamento
puboprostático
A
B Fascia
endopélvica seccionada
Collarete puboprostático
intacto
Incisión en Figura 6-3 A, La grasa situada cerca del arco púbico se diseca para
la fascia exponer la fascia endopélvica (FEP). B, Incisión distal limitada en la fascia
endopélvica endopélvica izquierda con respeto de los ligamentos puboprostáticos (LPP).
C, Incisiones bilaterales en la FEP con el collarete puboprostático intacto.
ciones posibles para conservar la mayor distancia posible por debajo. Tanto los conductos deferentes como las vesí-
del cuello anatómico de la vejiga y para evitar lesionar los culas seminales tienen sus propias vainas e irrigación san-
orificios ureterales. La incisión posterior se modifica según guínea. La arteria vesiculodeferencial, que es una rama de
el tamaño y la configuración de la próstata. La incisión se la arteria vesical superior, junto con unas cuantas ramas
profundiza manteniéndose tangencial a la próstata y evi- de la arteria vesical inferior, irrigan las vesículas semina-
tando cualquier adelgazamiento del tejido prostático. La les cerca de su extremo.
disección vertical descendente también protege frente a Nosotros comenzamos la disección con la apertura de
un adelgazamiento inadvertido del trígono y de la reali- la capa retrotrigonal y con la exposición de la superficie
zación de un ojal en la vejiga. Una hemorragia intensa en anterior del conducto deferente (fig. 6-4D). Aunque dichos
esta fase puede indicar que la disección se ha extendido conductos y las vesículas seminales están relativamente
a la próstata. A continuación, la sonda se retira hacia la insertados cerca de la próstata, presentan una ligera sepa-
uretra y el ayudante situado en el lado izquierdo separa la ración a nivel proximal por debajo del trígono. Por tanto,
zona posterior de la base de la próstata en sentido ante- nosotros disecamos un plano en el interior de la vaina que
rior. Después, nosotros disecamos un plano por detrás de la rodea al conducto deferente y aislamos el conducto en su
pared posterior del cuello de la vejiga que expone la capa parte proximal. Este conducto se pinza y los vasos circun-
retrotrigonal12. dantes se controlan con clips quirúrgicos de 5 mm. La parte
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46 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Vejiga
A B
Extremo de la sonda
de Foley en la
uretra prostática
Unión
Sonda de prostatovesical Vesículas
Foley en seminales
el cuello
vesical Cuello
Conducto
deferente vesical
C D
Figura 6-4 A, Sutura de tracción en la próstata. B, Prensión del cuello vesical. C, Sección de la parte anterior del cuello vesical e incisión de la uretra; la
sonda de Foley se ve en el interior. D, Visión de la parte posterior del cuello vesical seccionada y de ambas vesículas seminales.
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Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 47
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48 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
medial se identifica y se controla cerca de la próstata uti- resto de la disección parece muy elegante y se realiza ale-
lizando un clip. A continuación, nosotros nos centramos jando la próstata de los haces. Si esto se realiza de forma
en los pedículos laterales. Comenzamos a nivel medial y atérmica con el uso de clips, los tejidos no se coagulan ni se
disecamos de dos a cuatro pedículos pequeños cerca de la disecan y se conserva la textura tisular natural (fig. 6-8A).
próstata y los controlamos con clips de 5 mm.Esto expone Dependiendo de la estimación preoperatoria de la exten-
la zona situada por debajo de la superficie de la próstata y sión del cáncer, nosotros disecamos un plano muy cercano a
separa con suavidad la LNP de la zona de disección. A con- la próstata (justo sobre la cápsula prostática: conservación
tinuación, nosotros cambiamos a una lente de 0 grados para nerviosa agresiva o intrafascial), cercano (fuera de la fas-
visualizar toda la superficie posterior de la cápsula pros- cia prostática, pero dentro de la fascia pélvica lateral, que
tática y las capas superficiales de la fascia de Denonvilliers. supone una conservación nerviosa segura, que se realiza
Mediante una ligera tracción contralateral se exponen los con más frecuencia, o intrafascial) o lejos de la próstata
escasos vasos restantes que penetran en la próstata, que se (dejando unas pocas capas mediales de fascia pélvica late-
ligan con clips y se seccionan a continuación. ral en la pieza: conservación nerviosa parcial o gradual). La
extensión de la fascia conservada (y los nervios inmersos
en ella) se ha descrito de un modo elegante en los artículos
Liberación de los haces neurovasculares de Menon y cols. (velo de Afrodita)14. Estos autores reco-
Cuando la próstata se libera del pedículo vascular, aumenta miendan que la incisión sea bastante anterior para contro-
su movilidad y se puede rotar para exponer el triángulo lar las fibras nerviosas que tienen una desviación anterior
neurovascular, que es un posible triángulo avascular limi- y que se continúan como nervios cavernosos tras pasar el
tado posteriormente por la fascia de Denonvilliers, a nivel hiato pélvico.
lateral por la fascia del elevador y en su parte medial por Por tanto, nosotros incorporamos la incisión anterior
la cápsula prostática cubierta por la fascia prostática (fig. según la recomiendan Menon y cols. en el abordaje trizo-
6-8B)13. Una vez que este espacio triangular se abre, el nal. Además, en los casos apropiados, conservamos el plexo
Haz Próstata
neurovascular
Pró stata
Cáp sul a
Ele vad or pros táti ca
del ano Fas cia
Fas cia pros táti ca
Fas cia pros táti ca
pros táti ca lat eral
FPL
Fas cia de
HNV Den onv illier s
B
Figura 6-8 A, Liberación del haz neurovascular izquierdo. B, Triángulo neurovascular rodeado en su parte posterior por la fascia de Denonvilliers, en la
lateral por la fascia del elevador y en la medial por la fascia prostática.
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Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 49
retroapical dejando a nivel distal una capa de la parte las vías accesorias en la parte posterior, es decir, el plexo
superficial de la fascia de Denonvilliers. Estas dos modifi- posterior. Hay que procurar dejar un muñón uretral lo más
caciones maximizan la conservación de los nervios acceso- largo posible sin comprometer el control oncológico. El arco
rios responsables de la función sexual. tendinoso, la lámina lateral de la fascia endopélvica y los
ligamentos puboprostáticos conservados de cada lado for-
Conservación nerviosa trizonal man un collarete de tejido alrededor del muñón uretral
Nuestro abordaje trizonal descrito en este capítulo mini- que se ha dejado después de completar la prostatectomía.
miza la lesión de las tres zonas neurales (LNP, HNVP y A continuación, se remiten muestras de los márgenes del
vías accesorias). Como es obvio, el grado de conservación muñón uretral para su estudio anatomopatológico en sec-
nerviosa y el plano de disección dependen de la exten- ciones congeladas.
sión, localización y proximidad del cáncer a la cápsula Casi todo el tejido neurovascular converge en el vértice
prostática. y los plexos distal y posterior se pueden lesionar durante
la sección y anastomosis uretrales. Los ángulos visuales
Comparación entre la conservación nerviosa se cambian varias veces para permitir la visualización de
anterógrada y retrógrada sincrónica ambos haces y su relación con el esfínter.
En la cirugía robótica, los haces neurovasculares (HNV)
suelen liberarse en sentido anterógrado, es decir, la disec- Restauración anatómica total
ción prosigue en sentido distal (como se ha descrito previa- del mecanismo de continencia
mente). En los pacientes con una próstata de gran tamaño
o con unos pedículos prostáticos anchos, así como en aque- Reconstrucción posterior
llos con variaciones apicales, nosotros liberamos los haces Nosotros combinamos dos técnicas, la sutura de Pagano15
en sentido retrógrado y continuamos en dirección proximal y la técnica de Rocco,16 para realizar el refuerzo posterior,
hasta los pedículos. A continuación, realizamos la libera- que se lleva a cabo antes de la anastomosis uretrovesical.
ción en sentido anterógrado hasta que la próstata queda Se coloca una sutura de poliglactina de 2/0 a través de la
unida al cuerpo sólo por un pedículo claramente definido, parte posterior del cuello vesical, a 3 cm de su borde ever-
que se controla, tras lo que se libera la próstata. tido, y se anuda para reforzar dicho cuello. Es probable que
este procedimiento de imbricación sirva para evitar la aper-
Disección apical, ligadura de la vena tura del cuello vesical cuando la vejiga se llena. Utilizando
la misma sutura, el rafe medio posterior se une en sentido
prostática dorsal y sección uretral proximal con el resto de la fascia de Denonvilliers y a con-
Una vez que la próstata está liberada en todo su perímetro, tinuación se fija a la pared posterior de la vejiga, con la
nosotros procedemos a la disección distal del vértice. La finalidad de restaurar la longitud funcional y anatómica
disección apical es el paso más crítico de la prostatecto- del esfínter uretral (fig. 6-12C).
mía robótica. La disección en este punto tendrá un gran
Anastomosis uretrovesical
impacto sobre los tres elementos claves que determinan el
resultado de esta cirugía: margen apical, continencia y fun- La anastomosis uretrovesical se realiza con una sutura
ción sexual. Existen variaciones anatómicas significativas continua del modo descrito por Van Velthoven y cols17. y
en la forma de la próstata y en su relación con el complejo Menon y cols18. Se utilizan dos suturas de poliglecaprona
del esfínter distal, los nervios y la uretra. Las variaciones de 22 cm y de 3/0 con una aguja RB; una de las suturas
de forma pueden afectar de forma significativa al nivel de es de color y la otra no. Sus extremos se anudan de forma
sección de la uretra membranosa. Las variaciones no iden- extracorpórea con 10 nudos. La anastomosis se comienza
tificadas pueden hacer que queden márgenes apicales posi- con la sutura de color y avanza en dirección horaria, anu-
tivos o que se pierda una longitud uretral significativa. dando primero la pared posterior (fig. 6-11). La primera
A continuación, se ejerce tracción sobre la próstata pasada se realiza en la posición de las 4 en punto en la
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y el CVD se sutura con poliglactina del 0. La sutura se parte posterior del cuello vesical, de fuera hacia dentro y se
pasa sobre la vena dorsal y por debajo de los ligamentos continúa en la uretra de dentro hacia fuera. Después de las
puboprostáticos en la derecha, tras lo que se extrae por la tres primeras suturas, se realiza un bloqueo con 3 nudos,
izquierda sobre la vena dorsal y por debajo del ligamento descendiendo la vejiga hacia la uretra y creando la lámina
(fig. 6-9A). Se realizan dos o tres pasadas de este tipo y a posterior. La anastomosis se continúa en sentido horario
continuación se anuda el hilo. Por tanto, se sutura el CVD hasta la posición de las 11 en punto, donde se mantiene a
tomando todas las precauciones posibles para evitar eng- tensión por el ayudante o insertando la aguja en la parte
lobar los ligamentos puboprostáticos y teniendo siempre pélvica de la pared.
en cuenta el esfínter de músculo estriado y los ramos neu- A continuación, se completa el resto de la anastomo-
rales para asegurar la continencia. La próstata se sujeta sis con la sutura que no es de color, de forma antihoraria.
mediante tracción proximal y el CVD y la parte anterior de En primer lugar, se pasa de fuera hacia dentro en la ure-
la uretra se seccionan en un punto proximal a los ligamen- tra y de dentro hacia fuera en la vejiga, en la posición de
tos puboprostáticos utilizando las tijeras de punta roma las 4 en punto y se continúa hasta la posición de las 11 en
Endowrist (fig. 6-9B). A continuación, se secciona la parte punto, donde se une con la sutura de color. Las agujas se
posterior de la uretra, asegurando la disección y la sepa- cortan y los dos cabos se anudan entre sí con varios nudos.
ración de los haces neurovasculares y teniendo en cuenta Durante toda la anastomosis, el ayudante situado en la
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50 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Ligamento
puboprostático
Ligamento Complejo venoso dorsal
puboprostático
Uretra
Próstata
A
Ligamento Haz
puboprostático neurovascular
seccionado
B
Vértice prostático
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Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 51
Nervio obturador
Vena ilíaca externa
Grupo
ganglionar obturador
Figura 6-10 Linfadenectomía pélvica derecha, con disección del paquete obturador.
Sutura
de color
Cuello vesical
Figura 6-11 Inicio de la anastomosis uretrovesical en la pared posterior.
parte derecha desempeña un papel fundamental al traccio- La reconstrucción del arco tendinoso y la suspensión
nar de la sonda hacia dentro y hacia fuera según se pre- de la anastomosis se logran utilizando una sutura conti-
cise para exponer la mucosa uretral. La realización de la nua que se comienza en la cara proximal del cuello de la
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anastomosis requiere un promedio de 12 minutos (rango, vejiga20. Se realizan tres suturas continuas con poliglac-
8-15 minutos). tina de 2/0 y una aguja RB1 en cada lado, entre el collarete
puboprostático que se ha dejado y la vejiga (fig. 6-12A y B).
Reconstrucción anterior La sutura aproxima la parte distal de la vejiga y la anasto-
mosis vesicouretral al arco tendinoso, los ligamentos pubo-
El objetivo consiste en alterar lo menos posible la anatomía prostáticos y el músculo puboperineal y el tejido conjuntivo
del mecanismo de continencia con conservación y restau- de la línea media de cada lado. El objetivo es restaurar el
ración del collarete puboprostático. Nosotros evitamos la soporte periuretral. La reconstrucción anterior y posterior
disección lateral a los ligamentos puboprostáticos y conser- requiere un tiempo promedio de 10-12 minutos.
vamos el arco tendinoso, que es el soporte lateral de la ure-
tra. Los ligamentos puboprostáticos se dejan intactos hasta
justo antes de la sección uretral. Esto ayuda a proteger el Linfadenectomía pélvica
músculo puboperineal, que constituye un soporte posterior bilateral
a modo de hamaca a la uretra, donde el esfínter es más
débil19. La reinserción de los ligamentos puboprostáticos a La linfadenectomía pélvica se realiza con una lente de
la vejiga restaura el soporte anterior. 0 grados. La grasa retroperitoneal se diseca de la superficie
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52 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
LPP
Rec onst rucc ión de l ar co ten dinos o
y su spen sió n de la anas tom osis
AT
AT
Vejiga
Vejiga
A
B C
Figura 6-12 A, Reinserción del arco tendinoso (AT) a la vejiga. B, Aspecto final del collarete puboprostático reconstruido después de la reinserción
del arco tendinoso y la suspensión de la anastomosis. C, Sutura de Rocco que fija el rafe medio dorsal a la fascia de Denonvilliers, con fijación posterior del
esfínter. LPP, ligamento puboprostático.
anterior de la vena ilíaca externa. Los vasos ilíacos externos se por el puerto de la cámara bajo visión directa; a continuación,
limpian de tejido adiposo y de ganglios linfáticos. La disección la hebra se extrae del abdomen por este trocar de la cámara.
continúa en sentido posterior hasta el nervio obturador, en La incisión del puerto paraumbilical de la cámara se amplía
sentido inferior hasta el conducto femoral y en sentido supe- entonces, dependiendo del volumen de la próstata, y la bolsa
rior hasta la bifurcación ilíaca común. En los pacientes con con la pieza se extrae. Debido a que la mayoría de los puertos
cánceres T3, neoplasias de gran volumen, un PSA mayor de son autoexpandibles, el puerto paraumbilical de la cámara es
10 ng/ml y una puntuación de 8 o mayor en la escala de el único que requiere suturar la fascia. Se inserta una sonda
Gleason se realiza una linfadenectomía pélvica ampliada. de Foley permanente del calibre 18 de French, y se comprueba
Todo el tejido fibroadiposo se extirpa en sentido posterior la ausencia de fuga mediante la instilación de 200 ml de suero
hasta el suelo de la fosa obturatriz y en sentido medial hasta salino. Se deja colocado un drenaje de Jackson-Pratt del cali-
la pared lateral de la vejiga, y las tres piezas de vaciamiento bre 14 de French para recoger cualquier líquido de irrigación
ganglionar (ilíaca externa, ilíaca interna y obturatriz) se mar- que se haya acumulado en la parte superior del abdomen
can por separado. debido a la posición de Trendelenburg.
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Prostatectomía radical robótica atérmica: técnica y resultados 53
casos, la extraemos después de la anastomosis y estudiamos Alrededor del 47% de los pacientes tenían una pun-
la pieza mediante una inspección y palpación exhaustivas tuación en la escala de Gleason de 6 o menos. La invasión
para evaluar su forma, contorno apical, nodularidad, indu- capsular se observó en 36 pacientes (17%), la invasión
raciones cerca de la superficie posterior o lateral y cualquier perineural en 104 (48%) y una neoplasia intraepitelial
alteración iatrogénica de su integridad. Se toman muestras prostática (PIN) de alto grado en 55 (26%). Los márgenes
para su estudio intraoperatorio por congelación de las áreas quirúrgicos fueron positivos en 14 pacientes (6,5%). La
sospechosas. Si el estudio de las secciones por congelación localización más frecuente de los márgenes quirúrgicos
o los hallazgos de la palpación sugieren una afectación positivos fue apical (25% de todos los positivos). La recidiva
neoplásica de los HNV, se colocan clips en los haces cerca de global mediante PSA se observó en el 7%.
la base y en el vértice y se extirpan ampliamente para ase- Nosotros definimos la continencia como el uso de «0
gurar un control oncológico adecuado. pañales». Con esta definición, nuestras tasas de continen-
cia a 1 año fueron del 92%. Después de la introducción de la
técnica de reconstrucción anterior de la continencia, las tasas
de continencia a 1 año fueron del 97%. De los pacientes que
Resultados tenían potencia sexual preoperatoria (puntuación en la escala
Entre enero y diciembre de 2005, se operó a un total de 215 de salud sexual 22) y en quienes se realizó una cirugía de
pacientes por el autor (AT). El promedio de edad de los pacien- conservación nerviosa, el 80% pudieron lograr una erección
tes fue de 60 años y el PSA sérico fue menor de 10 ng/ml lo bastante firme para mantener relaciones sexuales o tenían
en el 92,5% de los mismos. La mayoría de los pacientes relaciones sexuales activas al año de seguimiento (v. fig. 6-11).
tenía una puntuación en la escala de Gleason de 6 (72,6%) y
el 4,7% de los pacientes tenía una puntuación de 8 o supe-
rior. Utilizando los criterios descritos con anterioridad, en
Conclusiones
182 pacientes (85%) se realizó una conservación nerviosa En este capítulo se ha descrito la técnica robótica atérmica
bilateral utilizando nuestra técnica trizonal atérmica, en 24 de la prostatectomía robótica y se ha expuesto el concepto de
pacientes (11%) se efectuó una conservación nerviosa gradual la conservación nerviosa trizonal. Se ha descrito una nueva
(17 pacientes [7,9%]) o una escisión nerviosa, un avance y una técnica anatómica para la restauración del mecanismo de
anastomosis término-terminal (7 pacientes [3,1%]), y en otros continencia. Los resultados oncológicos y funcionales con
9 pacientes (4%) se llevó a cabo una escisión amplia. esta técnica son prometedores.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 7
Ketan K. Badani l Michael J. Fumo l Mani Menon
Técnica de prostatectomía
del Vattikuti Institute (VIP)
y análisis actual de los resultados
Introducción numerosas adherencias o de un abdomen hostil deberían
hacer que el cirujano se tomase su tiempo para considerar
La prostatectomía radical robótica ha adquirido gran popu- el mejor abordaje. Alrededor de un 33% de nuestros pacien-
laridad en Estados Unidos, tanto entre los médicos como tes se habían sometido a una intervención abdominal pre-
entre los pacientes, quienes continúan buscando los bene- via. La necesidad de una adherenciólisis limitada es algo
ficios de este procedimiento. El sistema robótico ofrece común, aunque no supone una limitación para la parte
varias ventajas frente a la laparoscopia estándar. Algunas robótica del procedimiento si se realiza de forma correcta.
de las más destacadas son el movimiento articulado de los Resulta sorprendente que en el 5-10% de los pacientes se
brazos robóticos, que permite seis grados de libertad (dos observan adherencias incluso sin antecedentes de ciru-
más que la laparoscopia), una visualización tridimensio- gía abdominal. La posición quirúrgica debería tenerse en
nal, la eliminación del temblor manual fisiológico mediante cuenta para el cribado de los pacientes, porque una posi-
un sofisticado sistema de filtración, así como el aumento ción de Trendelenburg marcada con sujeción torácica com-
de la imagen para una mejor visualización de los tejidos. presiva y una deshidratación relativa durante la interven-
Una vez expuestas estas ventajas, nosotros hemos desarro- ción pueden excluir este abordaje en los pacientes con fac-
llado una técnica denominada prostatectomía del Vattikuti tores de comorbilidad cardíaca y pulmonar.
Institute (VIP), que ha demostrado que puede superar la
marcada curva de aprendizaje de la prostatectomía radical
laparoscópica (PRL) para los profesionales que tengan unas
habilidades laparoscópicas mínimas y además ha demos-
Técnica del vip
trado que proporciona unos resultados mejores en cuanto Preparación
al control oncológico, la continencia y la potencia, que riva-
lizan con las mejores series de prostatectomía abierta y de Los pacientes ingresan el día de la intervención y reciben
PRL1-4. Hasta el momento, nosotros hemos realizado más profilaxis contra la trombosis venosa profunda (5.000 UI de
de 2.000 procedimientos de VIP, lo que supone la mayor heparina por vía s.c.) y antibiótica (cefalosporina de tercera
serie del mundo. generación) de forma preoperatoria. Además, al paciente
se le colocan dispositivos de compresión secuencial. El
abdomen se rasura desde los pezones hasta la ingle. La
Indicaciones quirúrgicas preparación intestinal no es estrictamente necesaria. Sin
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56 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Colocación de los puertos Figura 7-1 Movilización de la vejiga: creación del espacio
extraperitoneal.
Nosotros realizamos la VIP por un abordaje transperito-
neal. Es obligatorio que la colocación de los puertos sea
abdomen para no lesionar la vejiga, y cada rama vertical se
correcta para tener un acceso robótico a la pelvis ade-
sitúa lateral al ligamento umbilical medial, extendiéndose
cuado. Se requieren tres puertos para los brazos robóticos
hasta los conductos deferentes a cada lado (fig. 7-1). Esta
y dos o tres para los ayudantes. En nuestra serie, nosotros
disección se realiza en el plano avascular e incluye la disec-
hemos realizado intervenciones con el ayudante tanto a la
ción del tejido adiposo y areolar laxo. La primera referencia
izquierda como a la derecha, como parte del proceso de for-
que se visualiza es el hueso púbico, y la disección se com-
mación durante la residencia, por lo que se precisan tres
pleta en sentido lateral a cada lado y en sentido anterior.
puertos para los ayudantes; sin embargo, el procedimiento
Debe exponer por completo la fascia endopélvica de forma
se puede completar con facilidad sólo con un ayudante en
bilateral. Este abordaje permite que la vejiga, la próstata y
el lado derecho, lo que disminuye el número de puertos de
el intestino se desplacen en sentido posterior, lo que facilita
los ayudantes a dos.
la separación durante la disección posterior.
El neumoperitoneo se crea con una aguja de Veress,
que se introduce a través de una punción periumbilical
izquierda. Después de aumentar la presión inicial a 15- Incisión de la fascia endopélvica
20 mmHg para la colocación de los puertos, la aguja de y exposición del vértice prostático
Veress se reubica con un trocar de 12 mm y se inserta un
laparoscopio de 30 grados para transiluminar la pared La incisión de la fascia endopélvica y la exposición del vértice
abdominal. El resto de los puertos se colocan a continua- prostático no es necesaria, porque nosotros no solemos incidir
ción bajo visión directa, comenzando con los dos trocares de la fascia endopélvica, si se va a realizar una técnica de con-
metal de 8 mm para los brazos robóticos, que se sitúan a 3- servación nerviosa exhaustiva. En los procedimientos de
5 cm por debajo del nivel del ombligo, laterales al músculo conservación nerviosa estándar, y para los cirujanos menos
recto a cada lado. Después, se coloca un trocar de 12 mm en expertos con la técnica, la incisión de la fascia endopélvica
la línea axilar media, a 2,5 cm por encima de la cresta ilíaca permite la identificación del contorno prostático, la localiza-
derecha para el ayudante situado a la derecha. Un trocar ción del haz neurovascular y del pedículo, así como la iden-
de 5 mm se coloca entre el puerto de la cámara y el puerto tificación del complejo venoso dorsal. Se utiliza una lente de
robótico derecho y a continuación se coloca un segundo tro- 0 grados con una escala 1:3 de los movimientos. La fascia
car de 5 mm en la fosa ilíaca izquierda, a 5 cm por encima y endopélvica se incide en el punto en el que se refleja sobre
lateral a la espina ilíaca anterosuperior. Es esencial recor- la pared lateral de la pelvis, por lo que se expone el músculo
dar que la posición de cada punto de inserción de los troca- elevador del ano, que a continuación se puede disecar con
res puede variar de un paciente a otro, pues la anatomía de suavidad en sentido lateral para exponer las superficies late-
la colocación de los puertos varía en función de la altura, el rales de la próstata (fig. 7-2). Después, la incisión se extiende
peso y las intervenciones previas. hacia el vértice de la próstata para exponer la vena dorsal, la
uretra y el esfínter estriado de la uretra. El músculo pubope-
rineal cubre la uretra y es el componente más anteromedial
Movilización de la vejiga: creación del elevador del ano; tiene un papel especial en el mecanismo
de continencia urinaria6. Se diseca de forma roma desde el
del espacio extraperitoneal vértice de la próstata, lo que expone la uretra.
El resto de la intervención se realiza en el espacio extra-
peritoneal. Con la cámara orientada a 30 grados hacia
arriba, se realiza una incisión en U invertida utilizando el
Ligadura del complejo vascular dorsal
gancho de electrocauterio, de modo que la parte horizontal La ligadura del complejo vascular dorsal se puede reali-
de la incisión esté lo bastante alta en la pared anterior del zar en dos momentos distintos de la operación: o bien justo
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Técnica de prostatectomía del Vattikuti Institute (VIP) y análisis actual de los resultados 57
Parte anterior
del cuello vesical
Cuello vesical
(separado hacia
la izquierda)
Figura 7-2 Reflexión de la próstata sobre la fascia endopélvica con Figura 7-4 Incisión del cuello vesical con separación de la vejiga en
separación de la vejiga hacia la izquierda. sentido cefálico.
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58 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Complejo
Conducto venoso dorsal
deferente izquierdo
Velo de
Vesícula Afrodita
seminal izquierda
Conservación
nerviosa estándar
Fascia de
Denonvilliers
Figura 7-5 Exposición de las vesículas seminales y de la parte Figura 7-6 Vista después de extraer la pieza, con conservación
posterior de la fascia de Denonvilliers. nerviosa estándar izquierda y técnica de velo de Afrodita derecha.
Hay que intentar utilizar el electrocauterio lo mínimo posi- lo que expone un plano relativamente avascular para el
ble, para evitar una lesión térmica o eléctrica de los haces resto de la disección. El electrocauterio bipolar se utiliza lo
neurovasculares. Ambas vesículas seminales se liberan de menos posible, pues los haces neurovasculares se liberan
forma circunferencial. Como alternativa, se pueden dejar de la cápsula siguiendo una técnica roma en sentido poste-
in situ ambos extremos de estas vesículas para lograr una rolateral (fig. 7-6). Si la fascia endopélvica no se ha abierto
conservación óptima de la potencia en pacientes de bajo con anterioridad, esto se puede realizar con facilidad en
riesgo seleccionados. Las vesículas seminales y los conduc- este momento para facilitar la disección.
tos deferentes se utilizan a continuación como punto de A medida que nuestro procedimiento de abordaje ha evo-
palanca para separar toda la próstata hacia arriba, lo que lucionado, hemos realizado modificaciones técnicas consi-
expone los pedículos prostáticos. derables. Una de las principales es el intento de conservar
Se realiza una incisión transversa con las tijeras arti- los nervios peneanos y cavernosos accesorios, que pueden
culadas a través de las gruesas capas de la fascia de discurrir a lo largo de los laterales de la próstata. Los estu-
Denonvilliers para crear un plano entre el recto y la dios realizados en animales y en el ser humano sugieren que
próstata. Una vez que la fascia está abierta, la grasa pre- puede haber nervios cavernosos accesorios que discurran por
rrectal aparece en la parte posterior y el plano de disec- debajo de la fascia pélvica lateral sobre la superficie antero-
ción debería dejar las capas más posteriores de la fascia de lateral de la próstata7. Estos nervios pueden tener relevancia
Denonvilliers en el recto. Nosotros creemos que esto mini- fisiológica en la función eréctil. Dado que la visión y la mani-
miza la probabilidad de una lesión rectal. Esta disección se pulación robótica son mejores, es factible disecar esta fascia
desciende hasta el vértice de la próstata. lateral respecto de la próstata. Nosotros hemos desarrollado
una técnica atraumática de disección de los haces neurovas-
culares y de la fascia prostática lateral. En pacientes jóvenes
Control de los pedículos prostáticos sin un riesgo significativo de extensión extraprostática, la
fascia periprostática lateral se conserva, lo que crea un velo
laterales y conservación de los haces
de tejido denominado «velo de Afrodita» (figs. 7-6 y 7-7).
neurovasculares Recientemente, nosotros hemos perfeccionado aún más
Los brazos robóticos están equipados con unas tijeras arti- nuestra técnica de conservación nerviosa en pacientes
culadas y unas pinzas bipolares. El tejido que contienen los selectos con enfermedad de bajo riesgo, extendiendo la
haces neurovasculares se libera mediante la incisión de la conservación atraumática del velo de Afrodita de la fascia
fascia pélvica lateral en sentido anteromedial y en paralelo prostática lateral descrito con anterioridad a la superficie
a los haces neurovasculares entre el plexo venoso pros- anterior de la próstata. Se puede crear un plano de tejido
tático y la cápsula prostática. La superficie posterolateral entre los afluentes venosos dorsales y la próstata en la
de la próstata se diseca de forma aguda, liberando una parte anterior una vez que se ha reflejado la fascia lateral.
capa de fascia, grasa, nervios y vasos sanguíneos desde la A esta cirugía de conservación de la fascia periprostática
base y prosiguiendo hacia el vértice. La mayor parte de la anterolateral la denominamos «súper-VIP».
disección transcurre en un plano relativamente avascular,
de modo que los haces neurovasculares pueden liberarse de
la próstata en sentido lateral con facilidad, requiriendo sólo Incisión del complejo vascular dorsal
un uso mínimo de electrocauterio. Una vez que los pedí-
culos laterales se han aislado, se aplican clips vasculares
y de la uretra
Hem-o-lock (Weck, Research Triangle Park, NC) cerca de En este momento, nosotros cambiamos a la lente de 0 grados.
la próstata. Dichos pedículos se seccionan en ambos lados, La próstata se separa en sentido cefálico por el ayudante de
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Técnica de prostatectomía del Vattikuti Institute (VIP) y análisis actual de los resultados 59
Fascia
pélvica lateral
Pedículo prostático
ligado con un clip
Cápsula
prostática
Velo de
Afrodita
B Haz
A neurovascular
Figura 7-7 Disección del plano de conservación de la fascia prostática lateral.
Complejo
venoso dorsal
Complejo venoso
dorsal (ligado)
Velo de
Afrodita conservado
Parte posterior
de la uretra
Vértice
Haz Uretra
prostático
A B neurovascular
campo, lo que expone el complejo venoso dorsal. Los liga- en sentido lateral, de modo que el último tejido restante (la
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mentos puboprostáticos se inciden y el complejo venoso pared posterior de la uretra) y el músculo rectouretral se
dorsal ligado con anterioridad se secciona con tijeras en un puedan incidir de forma aguda (fig. 7-8). A continuación, la
punto proximal a los ligamentos puboprostáticos, combi- pieza se coloca en una bolsa de extracción y se deja a un
nando disección aguda y roma hasta encontrar la uretra. Si lado durante el resto de la intervención.
no se ha colocado antes una sutura venosa dorsal, la com-
binación de electrocauterio bipolar y neumoperitoneo per-
Biopsias parietales
mite una visualización continua para completar la sección
de la uretra. A continuación, se puede colocar una sutura Dadas las limitaciones de la disección anatómica y las con-
para controlar el complejo después de haber completado la sideraciones individuales, nosotros realizamos biopsias
sección uretral. marginales. Se toman biopsias parietales (mediante esci-
La uretra debería ser en este momento la última sión aguda) de los márgenes anterior, posterior y lateral de
conexión que le quedase a la próstata. Hay que tener la uretra, así como del cuello vesical y del haz neurovascu-
mucho cuidado para conservar un muñón uretral lo más lar, que se remiten para su estudio en secciones congeladas
grande posible para facilitar la anastomosis. Una vez divi- cuando esté indicado. En los pocos casos en los que haya
dida la pared uretral anterior, la sonda se retira y hay que células tumorales en las muestras congeladas, se extirpa
comprobar que los haces neurovasculares se han liberado más tejido de la localización correspondiente.
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60 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Paquete Vena
ganglionar linfático ilíaca
Nervio
obturador
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Técnica de prostatectomía del Vattikuti Institute (VIP) y análisis actual de los resultados 61
t ransfusión intraoperatoria y en ninguno se realizó una GRUPO CONTROL GRUPO DEL ESTUDIO
donación autóloga de sangre de forma preoperatoria. Más
del 95% de los pacientes se dio de alta en las primeras 24
horas tras el ingreso. Los que permanecieron más tiempo
lo hicieron por motivos sociales (3%) y por íleo (2%)9. El
índice de masa corporal no supuso una diferencia signifi-
cativa en nuestra serie en lo referente a la duración de la
(MQ
intervención, pérdida de sangre y estancia hospitalaria,
+)
comparando los pacientes con un peso normal y los obesos.
(M
Q
+)
+)
(MQ
La continencia total, definida como el uso de nin-
gún pañal, se logró en el 96% de los pacientes, con un
seguimiento de 6 meses. En el momento de la retirada PREOP 1 AÑO POSTOP PREOP 1 AÑO POSTOP
de la sonda, el 50% de los pacientes eran continentes (no Cada radio del gráfico representa un paciente individual
*Pacientes que tomaban inhibidores de la fosfodiesterasa 5, **Pacientes que usaban un dispositivo de erección por vacío
requerían pañales en absoluto, o sólo una compresa por (MQ+): márgenes quirúrgicos positivos
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 8
András Hoznek l Laurent Salomon l Clément-Claude Abbou
Prostatectomía radical
laparoscópica extraperitoneal
robotizada
Introducción Materiales y métodos
El desarrollo inicial de la prostatectomía radical laparos-
cópica (PRL) se basó en la experiencia de unos pocos ciru-
Sistema robótico da Vinci
janos con el abordaje laparoscópico transperitoneal a la El sistema robótico da Vinci es un sistema computarizado
próstata y las vesículas seminales1-3. La PRL transperito- integrado que consiste en dos brazos robóticos interactivos,
neal se introdujo con éxito en la práctica clínica rutinaria un brazo para la cámara y un control remoto con capaci-
en Francia, después de los trabajos pioneros de Gaston y dad de visión tridimensional. El robot da Vinci utiliza ins-
Piéchaud en 1998 (series no publicadas). El abordaje trans- trumentos con seis grados de libertad que proporcionan
peritoneal se convirtió en el método predominante en todo la misma flexibilidad que la muñeca humana. Los instru-
el mundo y se consideró el tratamiento de elección de la mentos intercambiables recomendados para la PR robótica
prostatectomía laparoscópica. son el gancho de electocauterio, las tijeras de punta roma,
Sin embargo, muchos equipos describieron con posterio- las pinzas de Cadiere, los portaagujas grandes y las pinzas
ridad que la apertura de la cavidad peritoneal no es indis- Prograsp con una fuerza de prensión adicional, diseñadas
pensable y que el acceso transperitoneal primario a las de forma específica para la PR robótica. Los brazos robó-
vesículas seminales nunca más se debería considerar como ticos de trabajo se unen a trocares reutilizables de 8 mm,
clave de la prostatectomía laparoscópica4-7. Cada vez es y la cámara se inserta a través de un puerto laparoscópico
mayor el número de centros en todo el mundo que cuentan estándar de 12 mm. Para que la función del robot sea
con su propia técnica de prostatectomía laparoscópica extra- óptima y para minimizar el riesgo de colisiones, el ángulo
peritoneal y muchos de ellos han abandonado para siempre creado por el puerto de la cámara y cada puerto robótico
el abordaje transperitoneal6-13. de trabajo debería ser obtuso y la distancia entre el puerto de
Sin embargo, ambas técnicas son difíciles de aprender y la cámara y cada puerto de trabajo debería ser de al menos
enseñar debido a las limitaciones inherentes de la cirugía 10 cm. Con la cirugía telerrobótica, los movimientos del
laparoscópica. cirujano en la unidad de control remoto son replicados por
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La posibilidad y la reproducibilidad de la PRL robotizada los brazos robóticos situados dentro del paciente. El sis-
también se han descrito14-18, pero mayoritariamente a tra- tema da Vinci no ofrece retroalimentación táctil, por lo que
vés de un abordaje transperitoneal. La telerrobótica propor- se requiere una mayor confianza en la información visual.
ciona características técnicas como la visión tridimensional, Durante la cirugía telerrobótica, un cirujano ayudante se
una mayor maniobrabilidad de los instrumentos robóticos y encuentra lavado de forma estéril en la mesa de operacio-
un filtrado del temblor fisiológico. Se cree que estos factores nes (cirujano de campo). El ayudante es el principal res-
ofrecen un entorno ergonómico para el cirujano que simpli- ponsable de acceder al campo quirúrgico y de colocar todos
fica la realización de las tareas laparoscópicas complejas. Por los trocares. Este ayudante realiza varias tareas esenciales
desgracia, la obligatoriedad de que los puertos laparoscópicos relacionadas con el robot, como el alineamiento e intercam-
estén muy próximos en la prostatectomía radical (PR) robo- bio de los instrumentos en los brazos robóticos. Además, el
tizada transperitoneal puede interferir entre el robot y los ayudante realiza maniobras quirúrgicas con instrumen-
instrumentos convencionales utilizados por el ayudante17. tos convencionales, como la contratracción de los tejidos,
Dados nuestros resultados favorables con la PRL extra- hemostasia, aplicación de clips hemostáticos, aspiración
peritoneal convencional, primero se describirá la técnica y ayuda durante las suturas. Lo que es más relevante, el
del abordaje extraperitoneal utilizando el sistema robótico cirujano de campo debe estar disponible si se requiere una
da Vinci en una serie inicial de cuatro pacientes19. conversión urgente.
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64 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Técnica quirúrgica balón, éste facilita en gran medida la creación del espacio
en esta fase.
En esta serie inicial, el paciente se colocó en decúbito A continuación se colocaron los puertos adicionales. En
supino en la mesa de operaciones. Después de establecer la los pacientes 1 a 3, los puertos laparoscópicos se colocaron
anestesia general, se colocó una sonda nasogástrica, ambos lo más alto posible en el espacio de Retzius para replicar la
brazos se situaron a los lados del tórax y las piernas se colocación de los puertos utilizada previamente para la PR
dispusieron en abducción para permitir el acceso perineal robótica transperitoneal.14 Para el paciente 4, los puertos ro-
durante el procedimiento. Mediante una técnica estéril se bóticos de trabajo se colocaron 4 cm más distales (fig. 8-2).
insertó una sonda de Foley del calibre 20 de French. El paciente se colocó en una posición de Trendelenburg de
Se realizó una incisión de 3 cm en la línea media según 15-20 grados, y las presiones de insuflación se redujeron a
un trazo transversal, a 1 cm por debajo del ombligo. El tejido 12 mmHg. El robot se situó a los pies de la mesa de opera-
subcutáneo se disecó hasta llegar a la fascia anterior del ciones y se alineó.
músculo recto del abdomen. Dicha fascia se incidió a conti- Durante el procedimiento, el ayudante estaba en el lado
nuación en transversal para identificar los bordes internos derecho del paciente y utilizaba puertos laparoscópicos
de los músculos rectos separados por la línea alba. El dedo convencionales (v. fig. 8-2). El cirujano utilizaba un instru-
índice se introdujo en sentido medial bajo el músculo recto mento Prograsp en el brazo robótico izquierdo y un gancho
y a lo largo de la vaina posterior del recto (fig. 8-1A). Se rea- de electrocauterio en el brazo derecho durante la disección
lizó una disección roma con el dedo para crear un espacio que ganglionar linfática. El ayudante utilizaba un aspirador/irri-
se extendía en sentido superior desde el nivel de la incisión gador e instrumentos laparoscópicos convencionales (pinzas,
cutánea hasta el borde lateral del músculo recto. Este espa- cauterización bipolar, aplicadores de clips). En un principio,
cio estaba limitado en su parte caudal por la línea arqueada se utilizaron los mismos instrumentos robóticos durante la
de Douglas, a nivel posterior por la vaina posterior del recto, PR laparoscópica. Se identificó la vena dorsal superficial,
a nivel anterior por las fibras posteriores del músculo recto y que se coaguló y se seccionó. La fascia endopélvica se inci-
en la parte medial por la línea alba. En el lado contralateral dió de forma bilateral con el gancho de electrocauterio y el
se realizó lo mismo. En este momento, se habían creado dos músculo elevador se separó en sentido lateral. Se disecaron
espacios bajo cada músculo recto, separados por la línea alba. las estructuras para identificar el complejo venoso dorsal y
A continuación, la línea alba se incidió en contacto con los ligamentos puboprostáticos. Antes de ligar el complejo
la fascia anterior del recto. La sección de la línea alba se venoso dorsal, el ayudante separó la próstata en sentido pos-
continuó con el dedo índice todo lo posible hacia la sínfisis terior, mientras los ligamentos puboprostáticos se liberaban
del pubis. Al final de la disección roma con el dedo, se había en parte con el gancho de electrocauterio. Este instrumento
creado un gran espacio preperitoneal (fig. 8-1B). se quitó a continuación del brazo robótico derecho, y se colocó
Después, se colocó una cánula de Hasson (Bluntport; un portaagujas grande en dicho brazo. El ayudante introdujo
US Surgical), y se comenzó la insuflación a 18 mmHg. El una sutura de poliglactina del n.º 2 con una aguja de 26 mm
uso de disección roma con un laparoscopio convencional en el campo quirúrgico. Durante la ligadura del complejo
permitió crear un «túnel» en la línea media, en el espacio venoso dorsal, el ayudante rotó la próstata para facilitar
de Retzius hasta el pubis. Si se dispone de un dilatador de la identificación del plano situado entre el complejo venoso
Hoja posterior de
la vaina de los rectos
A B
Figura 8-1 Creación del espacio de trabajo extraperitoneal.
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Prostatectomía radical laparoscópica extraperitoneal robotizada 65
queo y separó la vejiga en sentido posterior con el aspira- La colocación más distal de los puertos robóticos pareció
dor/irrigador. Después de abrir el cuello vesical en la parte mejorar la realización del abordaje extraperitoneal. El
anterior, la sonda de Foley se manipuló a través de la peritoneo actuó como un retractor natural del intestino y la
abertura y el ayudante la sujetó para separarla en sentido colocación distal de los puertos facilitó el uso de los puertos
anterior. El cuello vesical se incidió de forma circunferen- del ayudante. La duración media de la intervención fue de
cial sin intentar respetarlo. 274 minutos (rango, 124-360 minutos). La duración media
La disección se continuó en la línea media para liberar del uso de sonda urinaria y de hospitalización fue de 2,7
la parte anterior de la fascia de Denonvilliers. A continua- y 5,3 días, respectivamente. En un paciente se observaron
ción, el cirujano utilizó el gancho de electrocauterio y las márgenes positivos. El estadio anatomopatológico fue pT2
pinzas Prograsp para liberar las vesículas seminales y los en tres pacientes y pT3 en uno. No se observaron complica-
conductos deferentes. En el extremo distal de la vesícula ciones postoperatorias ni conversiones abiertas.
seminal, se realizó una disección cuidadosa y la hemosta- Más recientemente, estas ventajas ergonómicas se han
sia se logró mediante clips, en lugar de con electrocauterio confirmado en una serie más amplia de 154 pacientes con-
para no lesionar los haces neurovasculares. A medida que secutivos23. Esposito y cols. han utilizado un cuarto brazo
las vesículas seminales y los conductos deferentes se libera- robótico y observaron que esto disminuía la dependencia
ban, el ayudante sujetaba estas estructuras y las separaba de un ayudante con una amplia formación en laparoscopia,
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66 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
proporcionaba una tracción y exposición eficaces y permitía de la probabilidad de colisiones entre los instrumentos y
una colocación más natural del paciente durante la inter- aumento del acceso al periné. Además, el abordaje extra-
vención, con un menor grado de Trendelenburg. peritoneal no influye de forma negativa en la geometría
La experiencia más extensa ha sido descrita por Joseph laparoscópica, posiblemente porque los instrumentos tele-
y cols.24, quienes han tratado a 325 pacientes mediante rrobóticos devuelven dos grados de libertad que no están
PRL extraperitoneal robotizada con un sistema da Vinci. presentes con la laparoscopia convencional.
La duración media total de la intervención fue de 130 Además de los beneficios para la prostatectomía
minutos (rango, 80-480 minutos), la pérdida media de robótica, el abordaje extraperitoneal también ofrece otras
sangre fue de 196 ml, y un 1,3% de los pacientes requirió ventajas8,10,11,13,26-28. La creación del acceso en el caso de
transfusión de sangre. El 96% de los pacientes fue dado de un abdomen ya operado es más segura. El íleo postopera-
alta en 8-23 horas tras la cirugía. El estadio anatomopato- torio es menos frecuente. Las colecciones de líquidos (p. ej.,
lógico fue pT2a, pT2b, pT3a y pT3b en el 18, 63, 14 y 5% de fuga anastomótica, hematoma) son más fáciles de controlar.
los pacientes, respectivamente. Los márgenes quirúrgicos Esta última observación es relevante, sobre todo para los
fueron positivos en el 5% de los casos pT2a, el 11,1% de los cirujanos con una experiencia laparoscópica limitada. En el
pT2b, el 37,1% de los pT3a y el 27,3% de los pT3b. caso de un acceso directo al espacio de Retzius, el peritoneo
también funciona como una especie de separador natural
del intestino, lo que impide el desplazamiento intestinal
Comentarios dentro del campo quirúrgico. En nuestra experiencia, el
El abordaje extraperitoneal para la PR laparoscópica se tamaño del espacio extraperitoneal puede aproximarse
realiza con éxito en un número cada vez mayor de cen- con facilidad al espacio de trabajo real utilizado durante
tros en todo el mundo.22-25 Una consecuencia favorable del el abordaje transperitoneal. Además, el abordaje extrape-
abordaje extraperitoneal puede ser una mejor colocación ritoneal se acerca mejor a los pasos de la PR retropúbica
de los puertos para la PR robótica. Con la técnica transpe- abierta.
ritoneal, todos los puertos se colocan esencialmente en una
línea umbilical horizontal para facilitar la disección de las
vesículas seminales y los conductos deferentes en el saco Conclusión
de Douglas y para facilitar el descenso del uraco. Aunque
nosotros hemos observado que una inserción más alta de El abordaje extraperitoneal para la PRL asistida con
los trocares era factible con el abordaje extraperitoneal, su un robot da Vinci es una alternativa viable. El abordaje
situación distal parece ser más eficaz. La colocación más robótico extraperitoneal, en el que se emplea una colo-
distal de los puertos es posible porque el abordaje extrape- cación más distal de los puertos, parece ofrecer un mejor
ritoneal permite un acceso directo al espacio de Retzius y acceso a la próstata, así como un abordaje más coordinado
no requiere el descenso del uraco. Joseph y cols.24 utilizan entre el cirujano y el ayudante; sin embargo, requiere una
una geometría muy similar de los trocares cuando reali- experiencia clínica adicional. Si se pudieran demostrar
zan una prostatectomía robótica extraperitoneal. La ventaja ventajas técnicas en una serie mayor de pacientes, el abor-
ergonómica es triple: incremento del área de trabajo entre daje extraperitoneal podría acabar por convertirse en el
los puertos laparoscópicos y convencionales, reducción abordaje de elección para la PRL robótica y no robótica.
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Prostatectomía radical laparoscópica extraperitoneal robotizada 67
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Capítulo 9
Joseph A. Smith Jr.
Principios de la prostatectomía
radical abierta: aplicación a la
prostatectomía laparoscópica
robotizada
Introducción transferibles en parte a otro. Además, algunas situaciones
hacen que un abordaje sea preferible frente a otro y en oca-
Hay varios procedimientos quirúrgicos diferentes, per- siones se requiere la conversión a otro abordaje. Por tanto,
tenecientes tanto a la urología como a otras disciplinas, de forma ideal, el cirujano que realice una prostatectomía
en los que se pueden utilizar múltiples abordajes quirúr- radical debería tener experiencia y estar familiarizado con
gicos. Dependiendo de la incisión, el método de disección y varios abordajes.
la instrumentación, cada uno puede ofrecer unas ventajas Casi todos los urólogos clínicos en ejercicio han apren-
concretas y contar con sus propios defensores. La nefrecto- dido la técnica para la prostatectomía radical abierta
mía radical, por ejemplo, puede realizarse a través de una durante la residencia, y la mayoría incorpora al menos una
incisión subcostal, de la línea media abdominal, del flanco cierta experiencia con esta técnica a su práctica clínica.
o toracoabdominal. Además, se pueden aplicar tanto abor- Por otra parte, en la actualidad pocos médicos han tenido
dajes con asistencia manual o totalmente laparoscópicos, la oportunidad de convertirse en expertos en la prostatec-
con cirugía robótica o sin ella. Todos estos abordajes dife- tomía laparoscópica robotizada durante la residencia. Por
rentes tienen su propio papel, y cada uno cuenta con unos tanto, la adopción de la prostatectomía laparoscópica en la
aspectos positivos específicos. Ninguno tiene unas ventajas práctica clínica, con asistencia robótica o sin ella, requiere
predominantes tales que se haya adoptado de forma gene- la adquisición de nuevas habilidades quirúrgicas. En este
ralizada como el único abordaje razonable para su uso en capítulo se resumen algunas de las consideraciones que
la nefrectomía radical. deben tenerse en cuenta al realizar la transición de una
Muchas de estas mismas observaciones se aplican a práctica centrada sobre todo en la prostatectomía radical
la prostatectomía radical. Durante más de 50 años, se ha abierta a otra en la que se incorpora de forma activa la
usado un abordaje tanto retropúbico como perineal para prostatectomía laparoscópica robotizada (PLR).
la prostatectomía radical, y aún existe un debate abierto
(tanto formal como informal) sobre las ventajas de cada
uno. La prostatectomía radical perineal puede realizarse Motivos para realizar la
por un abordaje subesfinteriano o supraesfinteriano, y se transición de la prostatectomía
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70 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Principios de la prostatectomía radical abierta: aplicación a la prostatectomía laparoscópica robotizada 71
Conducto deferente
Lóbulo medio
de la próstata
Cuello vesical Figura 9-2 El cuello vesical se ha seccionado por completo, lo que
expone la superficie anterior de las vesículas seminales y los conductos
Figura 9-1 Se ha realizado la incisión de la parte anterior de la vejiga. deferentes. La próstata se está elevando en sentido anterior. Las pinzas
Con las pinzas se eleva el lóbulo medio (de gran tamaño) en sentido sujetan el conducto deferente izquierdo.
anterior, lo que permite visualizar la parte posterior de la vejiga y el trígono,
de modo que la incisión posterior se puede realizar distal a los orificios
ureterales.
que esta disección adicional es innecesaria y preferimos La grasa perirrectal se visualiza con facilidad y el recto
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la visualización directa de las vesículas seminales tras la se puede disecar por completo de la parte posterior de la
sección de la parte posterior de la vejiga10 (fig. 9-2). Las próstata en todo el recorrido hasta el vértice prostático.
pequeñas arterias que irrigan las vesículas seminales y Se han descrito varios métodos para controlar los pedí-
los conductos deferentes suelen identificarse y controlarse culos vasculares9,10. Muchos cirujanos utilizan un bisturí
con una aplicación limitada de electrocauterización o clips. bipolar. Sin embargo, incluso aunque puede haber una
La disección completa en todo el recorrido hasta llegar al menor propagación tisular y lesión nerviosa con la elec-
extremo de las vesículas seminales suele ser más fácil con trocauterización bipolar en comparación con la monopo-
PLR que con PRR. lar, cualquier método que genere calor puede lesionar los
El siguiente paso clave es la incisión cortante de la fas- nervios. Por tanto, nosotros utilizamos simplemente clips
cia de Denonvilliers. Esta maniobra puede ser poco familiar Weck para controlar el pedículo. Esto permite la sección del
por este abordaje para los cirujanos que tienen experiencia tejido del pedículo utilizando tijeras frías y evita la aplica-
con la PRR. El temor de entrar en el recto puede hacer que ción de cualquier energía térmica (fig. 9-3).
el cirujano incida el tejido demasiado cerca de la base de Un aspecto clave del criterio quirúrgico es decidir el
las vesículas seminales y que cree una entrada al tejido grado de hemostasia que se requiere para disecar el haz
prostático. La mejor forma de evitar la lesión rectal es la neurovascular. Lograr una hemostasia perfecta por cual-
incisión cortante completa de la fascia de Denonvilliers. quier método conlleva un riesgo de lesión de los nervios del
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72 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Haz
neurovascular Esfínter
periuretral
Pedículo lateral
ligado con un clip
Figura 9-3 El pedículo prostático izquierdo se diseca, de modo que los Vértice
vasos puedan controlarse con clips hemostáticos. La próstata se eleva en prostático
sentido anterior y a la derecha. El haz neurovascular conservado se visualiza
justo lateral al pedículo.
Uretra
Figura 9-4 El complejo venoso dorsal se ha seccionado por completo,
lo que expone el vértice prostático y la uretra.
haz, y una hemorragia activa oculta el campo quirúrgico, en La sección del complejo venoso dorsal y de la uretra es
especial con la visión aumentada que se emplea en la PLR. el paso final antes de introducir la próstata en una bolsa
Una vez más, los clips pequeños son útiles para controlar los endoscópica de extracción. Las consideraciones sobre si se
vasos que sangren de forma sustancial, pero en la mayoría deben incidir o no los ligamentos puboprostáticos son inde-
de las ocasiones el haz neurovascular puede separarse por pendientes del abordaje quirúrgico. Nosotros preferimos
completo de la próstata utilizando sólo disección cortante. dejar todo el complejo venoso dorsal y los ligamentos pubo-
La leve hemorragia que se produce no suele ser lo bastante prostáticos intactos y rodearlos con una sutura hemos-
cuantiosa para interferir con una disección precisa. Al igual tática. A continuación, este tejido se secciona de forma
que con la cirugía abierta, nosotros preferimos iniciar la limpia, lo que expone el vértice prostático. La unión pros-
separación de la fascia prostática lateral a lo largo de la cur- tatouretral debería visualizarse de forma adecuada e inci-
vatura mayor de la próstata. Aunque no estamos convenci- dirse en un punto distal a la próstata (fig. 9-4). Hay que
dos de que haya unos nervios significativos a lo largo de la tener cuidado para no realizar una incisión en un labio
parte anterior de la glándula, la sección de la fascia a este posterior de tejido prostático, que puede extenderse por
nivel permite ofrecer un borde para sujetar la próstata en detrás de la uretra.
un punto lo bastante alejado de la propio el haz neurovascu- En la prostatectomía radical abierta, el uso de una
lar y de ese modo evitar una lesión por aplastamiento. sutura continua es muy difícil desde el punto de vista
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Principios de la prostatectomía radical abierta: aplicación a la prostatectomía laparoscópica robotizada 73
Postoperatorio
La vía clínica que aplicamos en el postoperatorio de la
prostatectomía radical es idéntica, con independencia de
si se realiza una PLR o una PRR11. La única diferencia
A
estriba en el uso de la anticoagulación profiláctica. Nuestra
vía clínica estándar para la PRR consta del uso de hepa-
rina de bajo peso molecular en el período perioperatorio
como profilaxis de las complicaciones tromboembólicas12. Uretra
Existen al menos algunos datos que sugieren que las com-
plicaciones tromboembólicas son menos frecuentes des-
pués de la PLR. Además, como en la PLR hay un menor
taponamiento postoperatorio del lecho quirúrgico, nosotros
teníamos ciertas preocupaciones sobre el riesgo de hemo-
rragia postoperatoria. Por tanto, en los pacientes someti-
dos a PLR, nosotros utilizamos una deambulación precoz
y dispositivos de compresión quirúrgica neumática como
profilaxis.
En ambos grupos de pacientes se mantiene una dieta
absoluta el día de la intervención. Nosotros hemos obser-
vado que muchos pacientes tienen mucha sed al volver a
la habitación tras la cirugía y que ingieren una gran can-
tidad de líquidos. Si se impide la ingesta oral hasta la
primera mañana postoperatoria y la dieta se avanza con Cuello vesical
rapidez, es posible alcanzar el objetivo de dar el alta un
día después de la operación en casi el 90% de los pacientes
de PLR y PRR.
Nosotros también utilizamos instrucciones similares
para la reanudación de la actividad en ambos grupos de
pacientes. Incluso aunque las incisiones quirúrgicas son
pequeñas en la PLR, existe un riesgo de hernia, sobre todo
en el sitio del puerto umbilical, si se reanuda una actividad
intensa demasiado rápido. Por tanto, aunque permitimos
que los pacientes conduzcan un coche pasadas dos sema-
nas, aconsejamos a los pacientes sometidos a PRR y PLR
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74 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Principios de la prostatectomía radical abierta: aplicación a la prostatectomía laparoscópica robotizada 75
Vejiga
Próstata
Figura 9-6 La fascia endopélvica se ha escindido de forma bilateral. Incisión de la fascia
Se ha colocado una sutura en la parte anterior de la próstata para ligar de Denonvilliers
el complejo venoso dorsal. La extracción parcial de la grasa perivesical Figura 9-7 Los conductos deferentes y la vesículas seminales se han
permite una buena visualización del contorno prostático, de modo que se liberado mediante disección y se están elevando en sentido anterior. Con
puede seguir hasta la base para identificar el cuello vesical. la pinza se sujeta la fascia de Denonvilliers, que se ha incidido. La grasa
expuesta se sitúa justo por delante del recto.
i ncorporen una retroalimentación háptica. No obstante,
mientras tanto la pérdida de la capacidad de palpar en rea-
lidad los tejidos durante la prostatectomía radical supone
un compromiso muy escaso o nulo de la capacidad para inicial en la vejiga a nivel anterior puede garantizar que no
realizar el procedimiento. se ha dejado tejido prostático en el cuello vesical y permite
una visualización directa del trígono y de la parte poste-
rior del cuello vesical para lograr una disección anatómica
Identificación del cuello vesical precisa. A medida que se adquiere experiencia, la identifi-
Con la PRR, el paso final de la extirpación de la próstata cación del cuello vesical se vuelve igual de fácil con la PLR
suele ser la separación de la glándula respecto del cue- que con la PRR.
llo vesical. Debido a que la disección está completa por lo
demás en este punto, la identificación anatómica del cuello
Lesión rectal
vesical suele ser relativamente sencilla. Es relativamente
inusual encontrar un margen positivo aislado en el cuello En la mayoría de las series publicadas de PLR o de prosta-
vesical con la PRR, debido tanto a la relativa escasa fre- tectomía laparoscópica pura se incluyen al menos algunos
cuencia del tumor en esta porción de la próstata como a la casos de lesión rectal en la experiencia inicial27,28. Además,
capacidad de disecar en los planos tisulares adecuados. se producen lesiones rectales incluso en manos de cirujanos
Con la PLR, la sección del cuello vesical es uno de los con gran experiencia, tanto con la técnica abierta como con
primeros pasos de la cirugía. El tejido adiposo perivesical el procedimiento robótico. Con la PRR, la lesión rectal suele
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y periprostático situado sobre las estructuras y alrededor producirse cerca del vértice prostático durante los intentos
de ellas puede ocultar las referencias, y la palpación para de identificar el plano adecuado de disección posterior a la
identificar la unión entre la próstata y las vesículas semi- fascia de Denonvilliers y tras la sección de la fascia prostato-
nales no es posible. La tracción de la sonda de Foley para rrectal (músculo rectouretral). En la PLR, la mejor forma de
identificar el balón sólo ofrece una estimación aproximada evitar la lesión rectal consiste en la movilización completa
de dicha unión. del recto respecto a la superficie posterior de la próstata
La identificación de la localización anatómica adecuada antes de la sección de la uretra. Después de la disección y ele-
para la incisión en la vejiga se facilita gracias a una disec- vación anterior de las vesículas seminales (fig. 9-7), resulta
ción cuidadosa de la grasa perivesical y periprostática, evidente una capa bien definida de la fascia de Denonvilliers.
sobre todo de la que recubre la porción proximal de la fas- Es mejor incidir esta capa tisular de forma cortante y exten-
cia endopélvica. La colocación de una sutura en la super- der la incisión en sentido lateral hasta el nivel de los haces
ficie anterior de la próstata puede agrupar el complejo neurovasculares. El plano de la grasa prerrectal se visualiza
venoso dorsal para permitir una identificación adecuada de con facilidad, y la disección a lo largo de la parte posterior de
la glándula. El contorno de la próstata en el cuello vesical la próstata moviliza el recto por completo. Después de rea-
se visualiza con facilidad, y se puede determinar la unión lizar casi 1.000 prostatectomías laparoscópicas robotizadas,
anatómica de la próstata con la vejiga (fig. 9-6). La entrada nosotros hemos tenido una sola lesión rectal.
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76 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Vena Haz
Haz Uretra dorsal neurovascular
neurovascular
Recto
Pedículo
prostático
Próstata
Figura 9-9 La próstata se ha extirpado y se ha colocado en una bolsa
Figura 9-8 El haz neurovascular se está separando del lado derecho de extracción. El extremo de la sonda muestra la uretra seccionada y se ven
de la próstata. Las tijeras robóticas se utilizan para disecar este plano, los clips en el pedículo. Los haces neurovasculares conservados se visualizan
evitando el uso de la electrocoagulación. en ambos lados.
Uso de energía térmica a lo largo del haz y menos lesión potencial de los nervios adyacentes.
También se ha descrito el uso de otro tipo de bisturís
neurovascular
(armónicos). Sin embargo, es mejor evitar cualquier lesión
Los nervios, sobre todo las pequeñas fibras que suelen térmica cerca del haz neurovascular, algo que puede
estar presentes en el haz neurovascular, son muy sensibles lograrse con la PLR.
a la lesión térmica29. Los dispositivos de aspiración usa- En nuestra experiencia, el uso de un clip Weck ha resul-
dos para evacuar la sangre del campo quirúrgico son más tado la mejor estrategia para controlar el pedículo vascu-
eficaces con la cirugía abierta. Además, se pueden aplicar lar. A continuación se puede realizar la separación del haz
pequeños clips o ligaduras alrededor de los vasos perforan- neurovascular de la parte posterolateral de la próstata
tes de dichos haces. Incluso aunque la PLR permite reali- de forma cortante (fig. 9-8). Se pueden usar clips peque-
zar una hemostasia excelente gracias al neumoperitoneo, ños para controlar los vasos perforantes identificables. La
una cantidad relativamente pequeña de sangre puede colocación de pequeñas suturas hemostáticas en el haz
ocultar el campo quirúrgico aumentado. Se han descrito neurovascular también se puede llevar a cabo mediante
distintos métodos para el control del pedículo vascular de una técnica robótica. Esto requiere un cambio de los
la próstata y para realizar la disección a lo largo del haz instrumentos, pero se puede lograr una colocación muy
neurovascular. A menudo, se emplea el electrocauterio precisa de la sutura, lo que limita la lesión de los nervios
bipolar porque hay menos propagación tisular de la energía subyacentes (fig. 9-9).
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Principios de la prostatectomía radical abierta: aplicación a la prostatectomía laparoscópica robotizada 77
Exploración de la pieza
quirúrgica Uretra
La inspección de la pieza quirúrgica una vez que se extirpa
la próstata puede proporcionar una información útil. Una
invasión macroscópica de la cápsula quirúrgica puede
ser evidente y se pueden observar áreas donde el tumor
parezca extenderse cerca del margen. La próstata se coloca
en una bolsa endoscópica de extracción tras su extirpación
con PLR. A continuación, se extrae después de acabar la
anastomosis y como paso final previo al cierre.
Aunque el estudio inmediato de la pieza quirúrgica
tiene algún valor, pocas veces modifica el procedimiento
quirúrgico. El estudio de secciones congeladas de la pieza
prostática y la escisión de tejido adicional en la localización
de un margen positivo no suelen ser fructíferos. El tejido
extirpado pocas veces muestra la presencia de carcinoma
y puede provocar una interrupción del haz neurovascular o
una extirpación excesiva de tejido uretral. Sin embargo, si
un cirujano cree que la exploración inmediata de la pieza Cuello vesical Arteria
quirúrgica es relevante, se puede hacer en el caso de la pudenda accesoria
PLR. El sitio del puerto de la cámara se puede ampliar y es Figura 9-10 Se visualiza una gran arteria pudenda accesoria en el
posible extraer la pieza. A continuación, la fascia se puede lado derecho, que atraviesa el diafragma genitourinario justo en el vértice
cerrar de forma parcial para permitir la reintroducción de prostático. La identificación y conservación de las arterias accesorias
la cámara y completar la anastomosis. puede ser esencial para mantener el flujo sanguíneo del pene y evitar la
incontinencia y la disfunción eréctil.
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78 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Asimismo, el cierre intraoperatorio de una lesión rectal PLR. Existen algunas diferencias en el abordaje anatómico
identificada se puede realizar de forma robótica28,29. Es y en la secuencia de la disección quirúrgica. La visualiza-
esencial visualizar toda la extensión de la lesión y realizar ción excepcional que proporciona la PLR supera los pro-
un cierre multicapa. Tras la intervención, se coloca un dre- blemas asociados con la falta de retroalimentación táctil.
naje pélvico. Si se sospecha de la idoneidad de la técnica La manipulación mecánica de los brazos del robot requiere
del cierre del defecto, se aplica el mismo principio que en la que la mayoría de los cirujanos que realizan una prostatec-
cirugía abierta: debería realizarse una colostomía de deri- tomía abierta adquiera nuevas habilidades, pero la ayuda
vación temporal. robótica facilita las suturas y otros aspectos de la cirugía
que pueden ser bastante difíciles con la laparoscopia pura.
Las habilidades para ambos abordajes son parcialmente
Resumen complementarias, y un cirujano diestro en ambas técnicas
Muchos de los principios familiares para los cirujanos que tiene la mayor flexibilidad.
realizan una prostatectomía abierta son aplicables a la
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 10
Lee R. Schachter l Melissa R. Kaufman l S. Duke Herrell
Establecimiento de un programa
de prostatectomía robótica
Introducción aparición de la cirugía robótica como la urología. En 1994,
el robot AESOP (Computer Motion, Goleta, California) se
La tecnología quirúrgica robotizada o computarizada ya ha
convirtió en el primer ayudante quirúrgico robótico apro-
alcanzado un gran impacto en muchas disciplinas quirúr-
bado para su uso en el ser humano1. Este sistema permitía
gicas. Aunque varias especialidades quirúrgicas, como la
que el cirujano dispusiese del control y el movimiento de
cirugía cardíaca, torácica, general y ginecológica, han des-
la cámara mediante órdenes verbales, con el fin de aumen-
crito los usos potenciales de los sistemas quirúrgicos robo-
tar el rendimiento de muchos procedimientos laparoscó-
tizados, en ninguna otra disciplina quirúrgica el impacto
picos urológicos. En 1997, se aprobó el sistema quirúrgico
de esta tecnología se ha adaptado, investigado y aplicado
robótico da Vinci para su uso en el ser humano. La primera
en la práctica clínica generalizada con tanta rapidez como en
prostatectomía radical laparoscópica robotizada (PRLR) fue
la cirugía urológica. La reintroducción de la prostatecto-
realizada por Binder y Kramer en 20002. Con posterioridad,
mía radical laparoscópica como opción viable a finales de
la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense
la década de 1990 hizo que apareciese un interés renovado
aprobó el robot da Vinci para realizar la PRLR en mayo de
en aprovechar los beneficios potenciales de los abordajes
2001. En 2003 se habían realizado más de 800 PRLR en
laparoscópicos mínimamente invasivos para la cirugía del
Estados Unidos y en 2004 este número había aumentado a
cáncer de próstata. Este interés, acoplado a la difícil curva
más de 8.000, con la expectativa de que siga creciendo3.
de aprendizaje y a la serie de habilidades necesarias para
Para el desarrollo satisfactorio de un programa de ciru-
una cirugía oncológica ablativa y reconstructiva tan avan-
gía robótica se deben evaluar varios factores antes de la
zada, creó un terreno fértil para la introducción de la tec-
adquisición del sistema. El coste inicial de la unidad, el
nología robotizada. Los elementos de diseño de los sistemas
acuerdo de mantenimiento y los costes de los instrumen-
de cirugía robótica, como la tecnología «articulada» con más
tos desechables de la cirugía robótica son considerables y
grados de libertad de los que se dispone en la instrumen-
deben sopesarse frente a los beneficios para los pacientes
tación laparoscópica actual, visión tridimensional (3D), con-
y el centro. Es esencial realizar un análisis de mercado que
trol de la cámara por el cirujano y múltiples funciones de los
incluya un estudio de los servicios quirúrgicos internos y
brazos, proporcionaron varias ventajas potenciales, incluso
de los cirujanos que usarán la tecnología robótica, de los
para los cirujanos laparoscópicos expertos. Como resultado
procedimientos en los que se usará y de los mercados sani-
de estas ventajas, junto con la generalización del interés y
tarios locales y regionales. Además, se deben considerar los
de la publicidad por parte de urólogos tanto docentes como
requisitos del quirófano, de formación, de acreditación y los
extrahospitalarios y de sus pacientes, el número de sistemas
resultados de rendimiento relacionados con la robótica y su
quirúrgicos robóticos (da Vinci) en uso ha aumentado de 100
impacto sobre el programa y el centro4.
en 2002 a más de 300 en 2005 (www.intuitivesurgical.com).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ERRNVPHGLFRVRUJ
80 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
sistema se incluye una serie de sesiones formativas para el Existen varias ventajas potenciales para que un centro
cirujano y su equipo en un centro de formación. Las demoras emprenda el desarrollo y la expansión de un programa de
en adquirir esta formación retrasarán el comienzo de todo el prostatectomía y cirugía urológica robóticas. Los pacientes
programa; por tanto, se deben presupuestar el tiempo y los quieren tener la sensación de que reciben una asistencia
fondos económicos antes de adquirir la tecnología. Después actualizada en la que se utiliza la última tecnología. Los
de iniciar el programa, la mayor duración de las interven- pacientes cada vez son más capaces de buscar grandes can-
ciones durante la fase de adquisición de experiencia de la tidades de información sobre los procedimientos y los ciru-
curva de aprendizaje de los cirujanos no se compensa por un janos a través de los medios de comunicación y de Internet.
mayor reembolso, lo que incrementa los costes iniciales de Un programa de cirugía robótica proporciona una oportu-
la realización de los procedimientos robóticos. En la actua- nidad publicitaria para llegar a esta población y animarla
lidad, el reembolso no es mayor para la cirugía robótica. a solicitar asistencia en un hospital concreto. Por tanto,
A medida que se adquiere experiencia, la duración de las incluso aunque tengan un problema no relacionado y que no
intervenciones suele disminuir con rapidez, lo que reduce requiera un procedimiento quirúrgico robótico, puede que
el coste del procedimiento robótico, pero es difícil alcanzar los pacientes se sientan atraídos por un hospital en el que
una equivalencia temporal con la cirugía abierta, sobre todo saben que existe esta tecnología. Este es un beneficio intan-
en el caso de los cirujanos de procedimientos abiertos. Un gible, cuya posible relevancia puede revelarse en el análisis
programa o práctica urológica y las instituciones asociadas de mercado inicial. Puede que sea necesario aplicar una
deben ser capaces de absorber estos mayores costes relati- estrategia comercial y publicitaria específica para aprove-
vos del programa para que sea satisfactorio. char esta oportunidad. La cobertura en los medios de comu-
nicación, como la aparición de reportajes en las noticias
locales y regionales, aumentará la visibilidad del programa
Beneficios
y de la institución en su conjunto. Además de atraer a más
La cirugía robótica tiene muchos beneficios percibidos, sobre pacientes a través de la autoderivación, también existe la
todo para la prostatectomía radical. Para el paciente, entre posibilidad de que lleguen más pacientes derivados de otros
estas ventajas pueden citarse la reducción de la pérdida médicos de la comunidad y de la región que quieran que sus
de sangre, de la tasa de transfusiones, del tiempo de hos- pacientes accedan a esta asistencia, pero que no disponen
pitalización, del período que se mantiene la sonda y de las de dicha tecnología en sus centros. Además, dado que la tec-
complicaciones perioperatorias, así como la posibilidad de nología robótica se ha generalizado en muchas áreas y está
mejorar los resultados oncológicos, las tasas de continencia y disponible en un centro, otros hospitales pueden añadir esta
la potencia. La PRLR puede proporcionar una mayor dispo- tecnología tan sólo para mantener su cuota de mercado. Un
nibilidad de un procedimiento mínimamente invasivo y se ha programa de cirugía robótica también tiene el potencial de
citado que puede ofrecer otros posibles beneficios, como unas atraer a cirujanos con una buena formación y, en las insti-
incisiones menores, menos dolor, menos tiempo de hospita- tuciones académicas, a residentes y/o especialistas de otros
lización, una menor convalecencia y menos tiempo de baja centros. En 2001, en una encuesta realizada con residen-
laboral. Aunque se ha demostrado una reducción sistemática tes de cirugía general, se observó que el 57% tenía un gran
de la pérdida de sangre y de la tasa de transfusiones con la interés en la cirugía robótica, aunque sólo el 20% tenía
PRLR, algunos de los otros beneficios mencionados son con- acceso a un robot. En la actualidad, en cirugía urológica, es
trovertidos. Por ejemplo, los pacientes operados de prosta- probable que ambas cifras hayan aumentado7.
tectomía en nuestro centro se tratan según una vía clínica Por último, también hay ventajas potenciales para el
común y reciben el alta el día 1 del postoperatorio, tanto si cirujano, como la visualización 3D, una mejor destreza, una
se han operado mediante una prostatectomía radical retro- mayor precisión quirúrgica, un mayor rango de movimien-
púbica (PRR) abierta convencional como por una PRLR5. tos, reducción del temblor, escalado de los movimientos y
La retirada de la sonda de Foley se realiza tras un período una mejora de la ergonomía y de la comodidad. El sistema
comparable (7-10 días). Aún es demasiado pronto en nuestra da Vinci proporciona una visión 3D ampliada, estable e
experiencia y en la evaluación activa de los datos de resul- infatigable y controlada directamente por el cirujano, quien
tados validados como para realizar afirmaciones definitivas manipula la cámara y dos o tres brazos adicionales con ins-
sobre los resultados oncológicos, las tasas de continencia y la trumental. La tecnología da Vinci Endowrist cuenta con siete
conservación de la potencia. Por último, aunque las incisio- grados de libertad para manejar los instrumentos, cuyos
nes de la prostatectomía robótica son más pequeñas que las movimientos los dirige el cirujano con sus dedos, manos y
de la cirugía abierta, la gran reducción del dolor observada muñecas (fig. 10-1), lo que hace de forma innata que se sienta
en muchos procedimientos laparoscópicos, como la nefrecto- más cerca de una cirugía abierta en lugar de un procedi-
mía, ha resultado ser más controvertida cuando se ha eva- miento laparoscópico puro estándar. Gracias a estas ventajas,
luado en los procedimientos prostáticos. En varias series el sistema quirúrgico robótico ha pretendido (y parece haber
iniciales se ha observado una reducción marcada del dolor, conseguido) permitir que incluso los cirujanos sin experiencia
aunque en nuestra evaluación prospectiva utilizando vías laparoscópica se adapten a la realización de intervenciones
clínicas estandarizadas y escalas de dolor validadas para laparoscópicas complejas, como la prostatectomía radical8,9.
ambos procedimientos, no se ha apreciado una reducción en
cuanto a la puntuación media del dolor. En ambos procedi-
mientos, la puntuación media del dolor es inferior a 4, lo que
Análisis de Mercado
indica que la intervención suele tolerarse bien, como sería de Como ya se ha mencionado, el análisis de mercado es un
esperar para intervenciones e incisiones abdominales bajas6. componente esencial del desarrollo del programa robótico
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Establecimiento de un programa de prostatectomía robótica 81
Cuadro 10-1
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82 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
3) completar un curso de formación robótica específica, 4) reali- permitir una utilización eficaz y rentable. Nosotros hemos
zación de cirugía robótica en modelos animales, 5) observación construido un quirófano robótico especializado que también
de cirugía robótica realizada por expertos, 6) actuar como se puede utilizar para procedimientos quirúrgicos mínima-
ayudante de campo de cirugía robótica, 7) observación por un mente invasivos y abiertos.
tutor en los casos iniciales de cirugía robótica y 8) monito- La solicitud, almacenamiento y control del equipo y de
rización continua de los resultados quirúrgicos de los casos los suministros necesarios para el quirófano son otros aspec-
de cirugía robótica10. Nuestro centro aplica un sistema simi- tos administrativos relevantes. El sistema robótico utiliza
lar y creó un comité de cirugía robótica antes de adquirir el una cámara especial no estéril enfundable, sistemas de len-
sistema para establecer la acreditación, monitorizar la apli- tes esterilizables de 30 y 0 grados, así como instrumentos
cación segura y su uso continuos, así como para prepararse robóticos reutilizables (como tijeras con electrocauterio, por-
con anterioridad a la llegada de la nueva tecnología. Esto taagujas, pinzas y paños especiales). Además, los distintos
permite que el tiempo muerto sea mínimo y evita la pérdida equipos quirúrgicos pueden tener preferencias sobre algunos
económica de un sistema robótico no utilizado. artículos especiales. Con frecuencia, a medida que los servi-
cios incrementan su volumen para incluir varios pacientes y
procedimientos en un mismo día quirúrgico, puede que sea
Requisitos de instalaciones necesario adquirir un segundo juego de lentes y duplicar el
y medios equipamiento para reducir los tiempos de rotación.
El quirófano y el lugar donde se guarda el sistema robótico
merecen una consideración cuidadosa. La cantidad de Formación
espacio dedicada en el quirófano al robot para la consola
del cirujano, la torre del brazo robótico y el sistema de la La formación del personal puede ser la parte que requiera
torre de visión es considerable. La distribución espacial y más tiempo y esfuerzo a la hora de desarrollar el programa
la cantidad de espacio requerida deberían diseñarse con de cirugía robótica. Sin embargo, un equipo robótico con
anterioridad (fig. 10-2). Es beneficioso tener un quirófano una buena formación es el componente fundamental a la
dedicado de forma específica a la cirugía robótica. El mon- hora de iniciar un programa de PRLR satisfactorio. Un
taje del robot requiere una cantidad y tipos adecuados de ejemplo típico consta del cirujano, uno o dos ayudantes,
circuitos eléctricos, cables y un gran esfuerzo de ingeniería. una enfermera instrumentista, una enfermera circulante
Los monitores de imagen y la determinación de qué tipos y el equipo de anestesia. El número de ayudantes y quién
usar (p. ej., pantallas de plasma, 3D) deben considerarse y actúa como tales puede variar entre los distintos centros
planificarse de forma cuidadosa, y la posibilidad de actua- y cirujanos. Por ejemplo, si el robot cuenta con un cuarto
lizarlos a lo largo del tiempo puede ser útil. La decisión de brazo, puede prescindirse del segundo ayudante o es posi-
qué servicios quirúrgicos y cirujanos requieren el uso del ble que la enfermera instrumentista ejerza dicha función.
quirófano y un acceso al sistema se debe negociar para El primer ayudante puede ser otro cirujano laparoscópico
Quirófano
Ayudante
Monitor
Brazo instrumental
Brazo de la cámara
Carro
quirúrgico
Anestesiólogo
CO2
Consola del cirujano
Enfermera Monitor
instrumentista
Carro de vídeo
Visor
estéreo 3D
Figura 10-2 Esquema del quirófano de cirugía robótica, con el personal quirúrgico requerido.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Establecimiento de un programa de prostatectomía robótica 83
con formación, un técnico quirúrgico, un auxiliar de enfer- la competencia suficiente para realizar la intervención en 4
mería, una enfermera con formación o un residente. Con horas o menos. Estos autores también señalaron que esto
independencia de quién actúe como primer ayudante, es supone una mejoría significativa respecto a los datos publi-
preciso que se sienta cómodo y que tenga habilidad con la cados en la bibliografía, donde se cita una cifra de 80-100
laparoscopia y los procedimientos quirúrgicos previstos, casos para que un cirujano principiante desde el punto de
además de formación sobre la instrumentación robótica. vista laparoscópico adquiera la competencia para realizar
En nuestro centro, el cirujano de campo fue un cirujano con una prostatectomía laparoscópica y 40-60 casos cuando se
una amplia experiencia laparoscópica durante los primeros trata de un cirujano con experiencia laparoscópica. Hubens
40-50 casos realizados por el urólogo oncológico de cirugía y cols16. han llegado a una conclusión similar, según la cual
abierta. Los residentes y un primer ayudante especializado el robot mejora la curva de aprendizaje en comparación con
han recibido formación sobre el inicio de la intervención, el la cirugía laparoscópica manual al evaluar a seis estudian-
acoplamiento, la ayuda y el cierre. Hemos observado que la tes de medicina y comparar su curva de aprendizaje con
decisión de crear un puesto de primer ayudante específico varias tareas utilizando laparoscopia manual y el robot, de
es de incalculable valor. Este papel permite contar con un modo que la curva de aprendizaje fue significativamente
primer ayudante robótico muy especializado que puede for- más corta cuando se usaba el robot. Yohannes y cols17.
mar a los residentes, además de ser de gran valor a la hora realizaron un estudio similar, pero evaluaron a ocho lapa-
de proporcionar una ayuda e instrucción constantes. roscopistas principiantes y expertos, que realizaron varias
Se han publicado numerosos artículos sobre la formación tareas diferentes. Estos autores también observaron una
en cirugía robótica. En todo Estados Unidos se dispone de curva de aprendizaje de tareas más corta cuando se usaba
cursos y centros de formación específica. En varios estudios el robot. En resumen, el robot parece acortar de forma sus-
se han evaluado diversos paradigmas de instrucción para tancial la curva de aprendizaje cuando se compara con la
adquirir experiencia con la cirugía robótica antes de comen- laparoscopia estándar para varias pruebas orientadas a
zar los casos humanos iniciales. Por ejemplo, Dasgupta y las tareas, como sería de esperar, dada la interfaz intuitiva,
cols11. han descrito la progresión desde las prácticas en el aunque con un coste económico elevado. Aunque varios
laboratorio robótico, pasando por el laboratorio con cadá- estudios iniciales publicados en la bibliografía urológica
veres y la observación de cirugía robótica en otro centro han citado la duración de la intervención como parámetro
hasta la realización de cirugía bajo supervisión y, por último, para evaluar la «curva de aprendizaje» y la competencia,
la realización de intervenciones por uno mismo. Boehm y nosotros propondríamos que la verdadera curva de apren-
cols12. han descrito un método similar de formación en el que dizaje para operaciones como la prostatectomía robotizada
se sustituye la experiencia con procedimientos en el labo- se mida en términos de estado de los márgenes junto con
ratorio con animales por el laboratorio con cadáveres. Los los parámetros validados de resultados en lo referente a la
autores, que son cirujanos cardíacos, introdujeron el robot en continencia y conservación de la potencia.
la práctica clínica realizando un paso de forma robótica cada
vez y después llevando a cabo el resto del procedimiento del
modo estándar mediante una incisión abierta para familiari- Resultados
zarse con el uso del robot. A medida que adquirían experien- Una vez que se ha iniciado el programa de cirugía robótica,
cia, cada vez se incorporaba el uso del robot en una mayor es esencial valorar de forma continua sus aspectos clave
parte de los procedimientos y el tamaño de su abordaje (cuadro 10-2). El impacto económico suele ser el aspecto fun-
torácico disminuyó a lo largo del tiempo. damental para el hospital y consta del beneficio por cada
En otros estudios publicados se ha evaluado la forma- caso y del número de casos realizados, así como de los bene-
ción en cirugía robótica comparando su curva de aprendi- ficios publicitarios obtenidos. La valoración continua de la
zaje con la de la formación en habilidades laparoscópicas instrumentación por cada caso, de las necesidades de perso-
estándar. En un estudio de Di Lorenzo y cols.13, en el que nal y la reducción de la duración de las intervenciones puede
se evaluó el robot para la formación, se analizó a 20 ciruja-
nos expertos y a otros 20 en fase de formación, evaluando
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84 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
reducir el coste y mejorar posiblemente los márgenes de limitadas por el diseño del estudio y por la falta inherente
beneficio; sin embargo, el impacto económico innato del sis- de grupos de control adecuados, de aleatorización y de
tema actual de vendedor único limita dicha reducción de cos- mediciones de resultado. Además, la rápida e intensa pene-
tes. Para el paciente y el cirujano, es probable que el aspecto tración de los sistemas robóticos en muchas áreas geográ-
fundamental sean los resultados de cada caso concreto, que ficas, combinada con el entorno competitivo de asistencia
para la PRLR son el estado de los márgenes, la continencia, sanitaria y su publicidad pueden limitar una valoración no
la conservación de la función eréctil y las complicaciones. sesgada de los resultados. Es esencial que tanto el paciente
Aunque aún es demasiado pronto en la experiencia como el cirujano tengan expectativas realistas. Los ciruja-
robótica para establecer muchas afirmaciones definitivas nos deben evaluar de forma continua sus propios resulta-
respecto a los resultados de la cirugía robótica en urolo- dos y resistirse al deseo de citar los resultados alcanzados
gía, la experiencia inicial ha sido alentadora, sobre todo en la bibliografía experta o en los centros de excelencia.
en el área de la prostatectomía radical. Debido a la falta
de resultados a largo plazo basados en estudios multicén-
tricos aleatorizados prospectivos, es esencial aconsejar a
Conclusiones
los pacientes de forma apropiada. Se debe informar a los El establecimiento de un programa de cirugía urológica
pacientes de que la cirugía robótica del cáncer de próstata robótica para la PRLR requiere una previsión y planifica-
tiene beneficios probados, como una menor pérdida de ción cuidadosas, unos gastos económicos necesarios, unos
sangre. Sin embargo, también se les debe informar de que pasos apropiados para establecer un quirófano y un equipo
muchos de los beneficios de la PRLR son potenciales y no se robótico específicos y para formar al personal, así como una
han demostrado, como la mejor continencia, función eréctil, autoevaluación continua. Con un compromiso apropiado,
estado de los márgenes o incluso sobre el dolor postope- un programa de cirugía robótica y de cirugía robótica uro-
ratorio y duración del ingreso en algunos centros. En la lógica pueden suponer un beneficio para el hospital, los
actualidad, algunas instituciones han publicado datos que cirujanos y sus pacientes. A medida que se continúa estu-
muestran una ventaja marcada en su experiencia inicial diando sobre este tema, se seguirán incrementando los
al comparar la prostatectomía robótica y abierta, aunque conocimientos sobre esta tecnología fascinante y sobre el
muchas de las conclusiones globales de estos estudios son papel que asumirá en el arsenal de la cirugía urológica.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 11
Andreas Lunacek l Christian Schwentner l Wolfgang Horninger
l Ashutosh Tewari l Georg Bartsch l Hannes Strasser
Fundamentos anatómicos
de la conservación nerviosa
en la prostatectomía radical
Introducción quirúrgico que podrían conservar la potencia. Se demostró
que los ramos del plexo pélvico que inervan los cuerpos
Durante los últimos 10 años, la evolución clínica del cáncer cavernosos (nervios cavernosos) discurren por fuera de la
de próstata ha experimentado un cambio espectacular. Las cápsula prostática en la fascia pélvica lateral, a nivel dor-
razones de esta variación son la mejor información de los solateral entre el recto y la próstata. Aunque los nervios
pacientes y la optimización de los métodos de cribado. En tienen un tamaño microscópico, su localización se puede
la actualidad, el número de pacientes en quienes se detecta determinar de forma intraoperatoria utilizando los vasos
un cáncer de próstata localizado con una cifra baja de prostáticos capsulares que los acompañan como referen-
antígeno prostático específico y lesiones T1c es más elevado cia2. Los HNV se localizan en la fascia pélvica lateral entre
que nunca1. la fascia prostática y la del elevador del ano. A nivel de la
La prostatectomía radical retropúbica es aún el tra- uretra membranosa, se demostró que discurren en las posi-
tamiento de elección para lograr un tratamiento eficaz ciones horarias de las 3 y las 9 en punto5-10.
del cáncer de próstata limitado al órgano. La extirpación Los nervios fetales son más prominentes y relativa-
completa del tumor es el objetivo principal de la cirugía, mente más gruesos que en los adultos, por lo que se pue-
pero la reducción de la morbilidad operatoria también se den analizar con más facilidad9,10. Se realizó un estudio
ha convertido en un aspecto fundamental para cumplir las histológico para investigar los cambios del trayecto de los
expectativas de los pacientes y para mantener una elevada nervios cavernosos que discurren por los HNV durante el
calidad de vida tras la cirugía. desarrollo fetal, para obtener datos morfológicos que se
Para lograr un resultado postoperatorio óptimo, se pudiesen emplear para mejorar el abordaje anatómico de
requiere una hemostasia adecuada del complejo venoso la prostatectomía radical.
dorsal y una conservación cuidadosa del plexo pélvico y de
los nervios cavernosos. Una experiencia quirúrgica exce-
lente y un conocimiento exacto de la anatomía topográfica
Materiales y métodos
de los haces neurovasculares (HNV) son requisitos para El desarrollo fetal del plexo pélvico y de los nervios caverno-
reducir la morbilidad postoperatoria. sos se analizó en un amplio estudio histológico, con 29 fetos
Los objetivos principales del cirujano son el control masculinos cuya edad estaba en un rango de 9-37 semanas
oncológico, la conservación de la continencia urinaria y el de gestación. La longitud cráneo-rabadilla era de 41-360 mm.
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mantenimiento de la función sexual. Después de la pros- Todos los fetos se obtuvieron de abortos y ninguno mostraba
tatectomía radical, la incontinencia urinaria suele ser signos de maceración ni anomalías macroscópicas.
secundaria a una deficiencia del esfínter intrínseco provo- Toda la porción pélvica del tronco fetal se disecó por
cada por una lesión durante la sección del complejo venoso debajo del ombligo. El proceso de plastificación comenzó
dorsal o de la uretra2. Por tanto, es necesario realizar una con la conservación de los fetos en formaldehído al 4%
disección apical meticulosa sin destrucción del esfínter durante unas 12 semanas, seguida de la deshidratación
estriado en forma de omega (la principal estructura del en acetona a 25 °C durante unas 6 semanas. La grasa
complejo del esfínter uretral) y una anastomosis mucosa- tisular se extrajo introduciendo las muestras en cloruro de
mucosa precisa para evitar esta complicación2-4. metileno a temperatura ambiente durante 1-2 semanas.
Antes de la aparición de un abordaje anatómico para la A continuación, las muestras se impregnaron en una
prostatectomía radical, casi todos los pacientes presenta- cámara de vacío con una mezcla de resina epoxi BiodurE12,
ban impotencia, porque la localización anatómica exacta de endurecedor E1 y acelerador E600 durante unas 2 sema-
los ramos neurovegetativos procedentes del plexo pélvico nas. Después de la polimerización, se realizaron secciones
y dirigidos a los cuerpos cavernosos no se conocía2. Walsh seriadas de los bloques pélvicos utilizando una sierra de
y Donker5 describieron la anatomía de los nervios caver- alambre de diamante Well. El grosor de las secciones seria-
nosos y recomendaron modificaciones en el procedimiento das estaba en un rango de 300-700 m. Las secciones se
Fundamentos anatómicos de la conservación nerviosa en la prostatectomía radical 85
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86 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Fundamentos anatómicos de la conservación nerviosa en la prostatectomía radical 87
EE
UP
A B
S 1
C
D
Figura 11-2 Cambio del trayecto de los nervios cavernosos después del crecimiento de la próstata. A, Antes del desarrollo de la próstata, los nervios
cavernosos (marcados con flechas) se sitúan laterales y dorsales respecto a la uretra prostática (UP) y membranosa, así como al esfínter estriado (EE).
Alrededor de toda la uretra pueden verse vasos sanguíneos teñidos en oscuro. B, Debido al crecimiento de la próstata (P), los nervios cavernosos y los vasos
sanguíneos (teñidos en oscuro) que discurren en el haz neurovascular cada vez se abren más en abanico a lo largo de la superficie convexa de la glándula.
Por tanto, ahora adquieren una forma de «curva pronunciada de pista de bobsleigh» o en «cortina» cóncava (marcada con flechas). Salida de una curva
pronunciada de la pista olímpica de bobsleigh en Igls/Innsbruck. A semejanza del trayecto del trineo más rápido (1) en la curva pronunciada (comparado con el
trineo más lento [2]), la disección del haz neurovascular tiene que empezar en una posición más anterior para respetar la mayoría de los nervios cavernosos.
La estrecha salida (S) puede compararse con la convergencia de los haces neurovasculares en la región que rodea la uretra membranosa. D, Dibujo de la forma
en «curva pronunciada de pista de bobsleigh» o de «cortina» cóncava del haz neurovascular tras el desarrollo de la próstata. Las dos secciones transversales
muestran el trayecto del haz neurovascular a lo largo de la superficie de la próstata y a lo largo de la cara dorsolateral de la uretra membranosa. La línea
de color rojo marca el punto anterior de la incisión de la fascia pélvica lateral durante la nueva disección en cortina del haz neurovascular. La línea de color
azul demuestra la posición estándar mucho más dorsal de la disección de dicho haz. La línea de color verde marca los nervios cavernosos que están situados
dorsales y laterales respecto a la uretra membranosa. En el dibujo más pequeño se muestra el haz neurovascular situado en la fascia pélvica lateral después de
haber extirpado la próstata. El trayecto de los nervios puede compararse con una curva pronunciada de una pista de bobsleigh (C).
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EE EE
EE EE
UM
RD
RD
A R
B
Figura 11-3 Uretra membranosa de dos fetos tras el desarrollo de la próstata. La localización de ambos haces neurovasculares (marcados con flechas)
no se modifica por el crecimiento de la próstata. Los haces neurovasculares (marcados con flechas) se sitúan dorsales y laterales a la uretra membranosa
(UM) y al esfínter estriado (EE). R, recto; RD, rafe dorsal del esfínter estriado. El rafe dorsal medio (RD) del esfínter estriado (EE) no contiene fibras nerviosas
(marcadas con flechas). Los vasos sanguíneos están teñidos de oscuro.
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88 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Complejo venoso
Haz dorsal seccionado
neurovascular
EE VD
H F F H
Sonda de N P P N EE
Foley V L U L V U F H
P N
Próstata V V L V
A
B
VD
H F EE
U Fascia pélvica
N P
lateral
V L EE U
V HNV
FP
C D
Sonda de
foley
Sonda de
foley
Uretra
posterior
H H EE
N U N
Sonda de U H
V Cuerpo perineal V N
foley
E V F Fascia rectal V
Figura 11-4 A, «Disección en cortina» del haz neurovascular y disección apical modificada. B, Colocación de la segunda sutura anastomótica (11 en
punto). C, Se tracciona de la sonda con una pinza (hacia la izquierda); colocación de la tercera sutura anastomótica (3 y media). D, Se tracciona de la sonda
con una pinza (hacia la derecha); colocación de la cuarta sutura anastomótica (8 y media). E, La incisión de la fascia pélvica lateral y disección en cortina del
haz neurovascular no tiene que empezar en un punto muy alejado anteriormente para conservar todas las fibras nerviosas que dispersan de forma cóncava
a como de «curva marcada de pista de bobsleigh» o de «cortina» a lo largo de la superficie del lóbulo lateral de la próstata (FP). La uretra se secciona en el
vértice de la próstata, sin disecarla con unas pinzas. La parte posterior de la uretra y el cuerpo perineal se seccionan hasta la fascia rectal bajo visión directa.
F, Se coloca una sutura de tracción a las 6 en punto. Mientras se aplica tracción retrógrada en dicha sutura, se coloca la quinta sutura anastomótica (5 en
punto) medial al haz neurovascular. A continuación, se coloca la sexta sutura en el otro lado. EE, esfínter estriado; FP, fascia prostática; FPL, fascia pélvica lateral;
HNV, haz neurovascular; U, uretra; V, vértice de la próstata; VD, complejo venoso dorsal.
para colocar las dos suturas anastomóticas dorsales en la posterior y el recto (fig. 11-4F). Como los nervios cavernosos
pared uretral (fig. 11-4F). no sólo están situados laterales a la uretra, sino que también
Debido a que la mayoría de los nervios cavernosos están discurren en una posición dorsal a la uretra membranosa,
en una situación dorsolateral y dorsal a la uretra membra- excepto en el rafe dorsal medio del esfínter estriado, es fun-
nosa, se recomienda no utilizar pinzas de ángulo recto ni damental realizar una manipulación mínima de la uretra
otros instrumentos quirúrgicos para disecar entre la uretra membranosa para conservar las fibras nerviosas eréctiles.
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Fundamentos anatómicos de la conservación nerviosa en la prostatectomía radical 89
Otro hallazgo principal de este estudio es que las fibras A partir de estos datos anatómicos, ha quedado claro
nerviosas rodean muy íntimamente las vesículas semina- que el crecimiento de la próstata influye en el trayecto de
les. Este hecho corrobora las descripciones más antiguas los nervios cavernosos que discurren por los HNV. A medida
que afirmaban que la disección de las vesículas seminales que la próstata crece, los nervios se desplazan en sentido
debe realizarse con gran precisión para evitar la lesión de anterior y se abren en abanico a lo largo de la superficie
las fibras nerviosas. No se debe efectuar una disección roma convexa de la cápsula prostática. Los HNV adoptan una
lateral a las vesículas seminales, porque las fibras nervio- forma a modo de «curva pronunciada de pista de bobsleigh»
sas están directamente adyacentes a las vesículas semina- o de «cortina» cóncava que cubre ambos lóbulos prostáticos
les. Por tanto, estas vesículas se deben disecar bajo visión (v. fig. 11-2B a D). En el vértice de la próstata, las fibras ner-
directa. El control de las hemorragias debe realizarse con viosas de los HNV vuelven a convergir. Las fibras se sitúan
clips hemostáticos y hay que evitar la electrocoagulación. no sólo en las posiciones de las 3 y las 9 en punto, sino tam-
bién dorsales y laterales a la uretra membranosa en toda
la zona entre las 3 y las 9 en punto. El área del rafe dorsal
medio del esfínter estriado es la única zona libre de fibras.
Discusión Los nervios cavernosos son más propensos a sufrir su
En función de los estudios anatómicos, Walsh y Donker destrucción durante la disección de los HNV a lo largo de
demostraron que los nervios cavernosos discurren por fuera la próstata y durante la disección apical. La disección en
de la cápsula prostática y de la fascia de Denonvilliers cortina modificada descrita en este capítulo se ha introdu-
hasta que llegan a la región de la uretra membranosa. cido para mejorar la conservación de los nervios cavernosos
Cuando salen del plexo pélvico, se ha descrito que los ner- que discurren en los HNV. La incisión de la fascia pélvica
vios cavernosos y los vasos adyacentes se disponen en el lateral y la disección de los HNV tiene que realizarse en
espacio triangular existente entre la próstata, el músculo una posición mucho más anterior de lo que antes estaba
elevador del ano y el recto, formando el «haz neurovascu- descrito para respetar de verdad la mayoría de los nervios
lar», que se localiza entre la fascia prostática y la del eleva- cavernosos (v. fig. 11-2B a D). También se recomienda no
dor del ano2,5. En el vértice de la próstata, los nervios sólo utilizar la electrocauterización, sino emplear pequeños
están alejados unos pocos milímetros de la luz uretral. Se clips para controlar las hemorragias de los HNV durante
pensaba que los nervios cavernosos salen de la pelvis late- la disección y extirpación de la próstata.
rales a la uretra membranosa5-14. Además, la disección apical se debe llevar a cabo de
Este estudio se realizó para describir el trayecto exacto forma muy meticulosa18-20. Cualquier disección del tejido
de los nervios cavernosos. Su objetivo consistió en pro- dorsal a la uretra membranosa, incluida la inserción caudal
porcionar un mapa anatómico para mejorar la técnica de la fascia de Denonvilliers en el cuerpo perineal, debería
quirúrgica. La conservación de la potencia durante la pros- realizarse con mucho cuidado, porque la mayoría de los ner-
tatectomía retropúbica radical es posible15-17 si el cirujano vios pueden destruirse con cualquier maniobra quirúrgica
conoce con exactitud el recorrido de los nervios cavernosos. roma (v. fig. 11-4F).
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90 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Capítulo 12
Sagar R. Shah l Vipul R. Patel
Resultados perioperatorios de la
prostatectomía radical robótica
Introducción Indicaciones
El cáncer de próstata supone el 33% de todos los cánceres y contraindicaciones
de reciente diagnóstico en varones. Se estima que en 2007 Según los estudios publicados, las indicaciones de la pros-
su incidencia en Estados Unidos será de 218.890 casos, con tatectomía radical laparoscópica robotizada a través de un
alrededor de 27.050 fallecimientos por la enfermedad1. El abordaje transperitoneal son similares a las de la prosta-
tratamiento de elección del tratamiento quirúrgico actual tectomía abierta y laparoscópica. Los pacientes deberían
es la prostatectomía radical retropúbica (PRR), que ha tener un cáncer de próstata localizado, marcadores ana-
demostrado reducir la mortalidad específica por la enfer- líticos de enfermedad significativa y una expectativa de
medad en los pacientes con cáncer de próstata localizado2. vida superior a 10 años7,17. Suele ser más fácil realizar
Cada año, se realizan alrededor de 77.000 prostatectomías una PRLR que una PRR convencional en pacientes que se
radicales para el tratamiento de este cáncer. Sin embargo, hayan sometido a una herniorrafia inguinal laparoscópica
esta opción terapéutica es invasiva y puede producir una previa17. Además, se cree que las prostatectomías robotiza-
morbilidad perioperatoria significativa, disfunción eréctil, das permiten que los pacientes con más factores de comor-
incontinencia y una reducción de la calidad de vida. Por bilidad se sometan a cirugía, mientras que de otro modo
consiguiente, tanto los pacientes como los cirujanos han se habrían considerado malos candidatos para el abordaje
buscado opciones quirúrgicas menos invasivas que tengan quirúrgico abierto. Las contraindicaciones relativas de la
al menos unos resultados perioperatorios equivalentes PRLR son un peso superior a 136 kg, un índice de masa cor-
y unos resultados posiblemente superiores. Una de tales poral (IMC) superior a 40, la rotura previa de una víscera,
alternativas es la prostatectomía radical laparoscópica los antecedentes de peritonitis y un tratamiento previo con
robotizada (PRLR). radioterapia.
Las primeras publicaciones sobre el uso de los sistemas
quirúrgicos telerrobóticos para facilitar la realización de
la prostatectomía radical laparoscópica (PRL) se presen-
taron en 2001 por Abbou y cols.3, Pasticier y cols.4, Binder Resultados quirúrgicos
y Kramer5 y Rassweiler y cols6. Se ha descrito que la
ayuda robótica con el sistema da Vinci (Intuitive Surgical,
Duración de la intervención
Sunnyvale, California) mejora el rendimiento de la pros- Suele ser difícil comparar la duración de la intervención
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tatectomía laparoscópica gracias a: 1) restauración de la entre las distintas series, debido a las variaciones a la
percepción de profundidad y mejora de la visión, gracias hora de describir dicha duración, sobre todo si se tiene o
al aumento de 10 con visión tridimensional (3D); 2) ins- no en cuenta el tiempo necesario para la preparación del
trumental miniaturizado y articulado, con recuperación de paciente y/o para efectuar la disección de los ganglios lin-
los siete grados de libertad quirúrgica; 3) filtrado del tem- fáticos pélvicos. Se debe observar que existe una curva de
blor y escalado de los movimientos, que supone una ayuda aprendizaje no sólo para el cirujano con el procedimiento,
para realizar una disección fina y unas suturas precisas; sino también para el personal del quirófano a la hora de
4) movimientos intuitivos controlados con los dedos, y preparar el robot. La duración media de la intervención en
5) mejor ergonomía y posición relajada del cirujano princi- las series robóticas publicadas oscila de 141 a 540 minu-
pal, lo que disminuye su fatiga3-13. Se ha descrito que, gra- tos (tabla 12-1)1-10,14,16,18-32. En nuestra experiencia, en
cias a estas ventajas sobre la laparoscopia convencional, la una serie de 200 casos, la duración de la operación dismi-
asistencia robótica ha acelerado el aprendizaje en los ciru- nuyó desde un promedio de 202 minutos en los primeros
janos sin experiencia en laparoscopia y ha reducido la curva 50 casos a 141 minutos en los últimos 5032. En la actua-
de aprendizaje, hasta poderse realizar la intervención en lidad, esta cifra ha disminuido aún más, a unos 90 minu-
4 horas después de 12-18 casos sin una variación significa- tos, a medida que nuestra serie ha madurado y avanzado
tiva de los resultados13-16. a lo largo de más de 1.000 casos. Ahlering y cols.14 también
Resultados perioperatorios de la prostatectomía radical robótica 91
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92 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Tabla 12-1 Características quirúrgicas y resultados de la prostatectomía radical laparoscópica robotizada (PRLR)
Duración
Promedio de media de la
edad en años N.º de PSA medio en N.º de intervención en
(rango) pacientes ng/ml (rango) Acceso ayudantes minutos (rango)
Abbou y cols.3 (2001) 63 (NN) 1 7 (NN) TP 1 420 (NN)
4
Pasticier y cols. (2001) 58 (55-63) 5 12,4 (6-23) TP 1 222 (150-381)
5
Binder y Kramer 60,5 (57-69) 10 6,4 (0,5-22,4) TP 1 540* (325-660)
(2001)*
Rassweiler y cols.5 47 (40-55) 6 9,7 (2,4-12) TP 2 315* (242-480)
(2001)*
Samadi y cols.28 (2002) 67 (58-71) 11 8,9 (3,9-32) TP 1 300 (200-420)
16
Menon y cols. (2002) 60,7 (NN) 40 5,7 (NN) TP 2 274 (NN)
8
Menon y cols. (2003) 59,9 (42-76) 200 6,2 (0,6-41) TP 2 160* (71-315)
Menon y cols.9 (2003)* NN 100 NN TP 2 165* 135 (NN)
Bentas y cols.31 NN 40 NN TP NN 498 (NN)
14
Aherling y cols. (2003) 61,4 (46-71) 45 7,3 (1,1-24,0) TP 1 207 (150-306)
Worlfram y cols.30 (2003) 63 (45-71) 81 8,96 (1,5-40) TP 1 250 (150-390)
26
Aherling y cols. (2004) 62,9 (43-78) 60 8,1 (0,6-62) TP 1 231 (160-340)
7
Cathelineau y cols. NN 70 TP 8 (4-24) TP/EP 1 180 (120-190)
(2004) 35 EP
Patel y cols.32 (2005) 59,5 (40-78) 200 7,1 (1-90) TP 1 141,2 (NN)
EP, extraperitoneal; NN, no notificado; PES, pérdida estimada de sangre; PSA, antígeno prostático específico; TP, transperitoneal.
*
Incluye disección ganglionar linfática pélvica.
han descrito una reducción similar del tiempo con la expe- quirúrgico ideal. Se sabe que las tasas de transfusión no
riencia, con una duración media de 184 minutos en sus siempre representan con precisión la pérdida de sangre aso-
últimos 10 casos (en una serie de 45), en comparación con ciada con un procedimiento. Un paciente puede sufrir una
la duración media de la intervención de 207 minutos. En pérdida de sangre significativa y no requerir una transfu-
un estudio reciente, en los pacientes sometidos a PRLR con sión, que depende de la variabilidad de los cirujanos res-
un IMC superior a 35, la duración media de la intervención pecto a los criterios quirúrgicos. Se ha descrito que la menor
(295,8 minutos) era significativamente mayor en compara- pérdida de sangre intraoperatoria es una ventaja caracte-
ción con la de los pacientes con un IMC menor de 35 (236,1 rística de la prostatectomía laparoscópica21,22,34-41. Debido a
minutos)33. En una serie en la que se comparó la PRLR con que la mayor parte de la pérdida de sangre intraoperatoria
la PRR realizada por el mismo cirujano o en el mismo cen- se origina en los senos venosos, el efecto de taponamiento
tro, no se han observado diferencias significativas entre la creado por el neumoperitoneo ayuda a reducir la pérdida
duración de las intervenciones en estos estudios11,26. Por de sangre42. Además, la identificación precoz y la ligadura
tanto, es seguro afirmar que los cirujanos expertos pueden precisa de los vasos facilita la limitación de la pérdida de
efectuar la PRLR al menos con la misma rapidez que las sangre. La pérdida media de sangre estimada en las series
otras modalidades, con una tendencia hacia su realización de PRLR es de 75-900 ml (v. tabla 12-1)3-9,14,16,26,28,30-32. Se
más rápida que la PRL. ha descrito que la tasa de transfusión tras una PRLR es del
0-16,6%3-9,14,16,26,28,30-32. En muchas de las series de PRLR
de Estados Unidos, se ha descrito una tasa de transfusión
Pérdida de sangre y transfusión del 0% tras una PRLR8,14,16,26,43. Menon y cols.17 han citado
Al igual que con cualquier otra intervención quirúrgica, una tasa de transfusión del 0% tras 1.100 PRLR. Tewari y
en todos los tipos de prostatectomía se puede producir una cols.11 citan una tasa significativamente mayor de trans-
pérdida de sangre significativa y puede dar lugar a una mor- fusión después de una PRR (67%) en comparación con la
bilidad significativa secundaria a reacciones transfusiona- PRLR (0%) en su serie monocéntrica, al comparar 100 PRR
les, el contagio de una infección transmitida por la sangre realizadas por distintos cirujanos y 200 PRLR efectuadas
y la mayor dificultad técnica debida al ocultamiento del por el mismo cirujano. Menon y cols.16 también han des-
campo quirúrgico por la sangre, lo que impide un resultado crito una mayor tasa de transfusión tras PRL (2,5%) en
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Resultados perioperatorios de la prostatectomía radical robótica 93
Duración Duración
PES media Tasa de media de la media del % de % de % de
en ml transfusión hospitalización sondaje en días complicaciones complicaciones márgenes
(rango) en % en días (rango) (rango) intraoperatorias postoperatorias positivos
300 (NN) 0 4 (NN) 3 (NN) 0 0 0
800 (700-1.600) 0 5,5 (4-7) 6,5 (5-9) 0 0 20
NN 10 NN 18 (5-23) 0 10 30
c omparación con una PRLR (0%). Por tanto, parece que los vista estadístico en cuanto al dolor medido con una escala
datos disponibles en la actualidad muestran que la PRLR visual analógica el día 1 del postoperatorio, de modo que
tiende a tener un resultado al menos equivalente, o mejor, con PRLR se obtenía una puntuación media de 3 (1-7), en
respecto a la pérdida de sangre y las tasas de transfusión comparación con la PRR, que tenía una puntuación media
cuando se compara con la PRR y la PRL. de 7 (4-10). En un estudio de Webster y cols.44 se describió
lo contrario, sin diferencias estadísticas en cuanto al dolor
el día de la cirugía utilizando la escala de dolor de Likert (la
Resultados funcionales PRLR tuvo una puntuación media de 2,52 comparada con
Convalecencia 2,88 en el grupo de PRR). En el mismo estudio de Webster y
cols.44, las puntuaciones medias del dolor eran significativa-
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Uno de los beneficios potenciales de la cirugía «míni- mente menores, con un mejor resultado del grupo de PRR el
mamente invasiva» (es decir, laparoscópica) es el menor día 1 del postoperatorio (1,58 para la PRR en comparación
tiempo de convalecencia, donde se incluye el menor dolor con 2,92 para la PRLR), pero el día 14 del postoperatorio, de
postoperatorio, un período más breve de hospitalización y nuevo no había diferencias entre ambos grupos (2,81 para
un menor tiempo de sondaje. la PRLR en comparación con 2,1 para la PRR).
En nuestra experiencia, el dolor tras la PRLR es mínimo.
Dolor postoperatorio
En las órdenes postoperatorias de nuestro hospital no se
Existe la percepción de que el dolor postoperatorio es menor usa ningún opiáceo, sino que sólo se emplea ketorolaco
con cualquier tipo de cirugía laparoscópica debido al me- (15 mg i.v. cada 6 horas) y un sistema ON-Q (I-flow corpora-
nor tamaño de las incisiones; sin embargo, hay pocos estudios tion, Lake Forrest, California) subcutáneo para la adminis-
que comparen el dolor postoperatorio entre los grupos de tración de bupivacaína al 0,5%. Se necesitan más estudios
pacientes sometidos a PRLR y PRR por un único cirujano en series con un solo cirujano con grupos de pacientes
o en un mismo centro. En los pocos trabajos publicados, hay emparejados que comparen el dolor postoperatorio con PRR
datos conflictivos sobre la reducción del dolor postopera- y PRLR mediante cuestionarios validados para confirmar o
torio con la PRLR. En los estudios de Menon y cols.9,11, se descartar el argumento de un menor dolor postoperatorio
ha observado una diferencia significativa desde el punto de debido a las menores incisiones de la PRL y la PRLR.
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94 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Duración de la estancia hospitalaria eurovasculares son los factores que afectan a la recupera-
n
ción postoperatoria de la función eréctil16,45,46.
La duración de la hospitalización es otro componente de
Incluso después de varios años de perfeccionamiento de
la convalecencia tras la cirugía y se suele considerar una
la técnica de conservación nerviosa en la cirugía abierta, la
medida de bienestar, así como un marcador de un mejor
tasa de recuperación de la función eréctil tras la PRR no es
resultado quirúrgico en los pacientes tratados. Se ha des-
óptima y varía ampliamente, dependiendo de la habilidad
crito que la duración media de la estancia (DME) en las
del cirujano y de la definición de la disfunción eréctil. En la
series robóticas es de 1,08-5,5 días3-10,14,16,26,27-32 (v. ta-
mayoría de los casos, la potencia se define como la capaci-
bla 12-1). En las series más recientes de PRLR de Estados
dad de lograr erecciones y mantener relaciones sexuales con
Unidos, se ha descrito que la duración media del ingreso
el uso de medicación oral o sin él, pero no suele incorporar
es de 1,08-1,5 días, con una disminución a medida que
la medición de la frecuencia o calidad de las erecciones, que
aumenta la experiencia8-10,12,14,16,26,30,32. Sería de esperar
pueden mostrar una disminución respecto al estado preope-
que los pacientes sometidos a PRL y PRLR tuviesen una
ratorio. Según esta definición, las tasas de potencia global
DME similar, puesto que la PRLR no es menos invasiva,
tras PRR publicadas son del 62-68% en los centros que
sino que tan sólo utiliza la ayuda robótica para realizar
atienden a un gran número de pacientes, pero de tan sólo
la PRL. Ahlering y cols.26 han descrito una menor DME
el 10-30% en los estudios donde se pregunta directamente
en pacientes sometidos a PRLR en comparación con PRR
al paciente47-56. En la serie de Quinlan y cols.46, las tasas
(25,9 frente a 52,8 horas) realizadas por el mismo cirujano.
de potencia son del 90% para varones menores de 50 años
Menon y cols.10 han descrito unos hallazgos similares, con
sometidos a PRR con conservación de una o ambos haces
una DME media para el grupo de PRLR de 1,2 días en
neurovasculares, con una disminución de la tasa de poten-
comparación con 3,5 días para el grupo de PRR. Por tanto,
cia para los varones mayores de 50 años, sobre todo si no
en las series que comparan la PRLR con la PRR realizadas
se conservan ambos haces neurovasculares. Walsh y cols.57
en un mismo centro o por un mismo cirujano se ha demos-
también han descrito que la tasa global de potencia defi-
trado una menor DMR tras la PRLR en comparación con
nida por el mantenimiento de relaciones sexuales con o sin
la PRR. En nuestra experiencia, el 95% de los pacientes
el uso de sildenafilo es del 38% a los 3 meses, del 54% a los
recibe el alta el primer día de postoperatorio.
6 meses, del 73% a los 12 meses y del 86% a los 18 meses.
Duración del sondaje Se ha propuesto que la PRLR puede evitar la lesión de
los haces neurovasculares por varios motivos: la disección
La ayuda robótica proporciona una mejor visión, con movi- se realiza de forma anterógrada (lo que reduce la tracción
mientos intuitivos, lo que permite realizar la anastomosis sobre el nervio), la visión es mejor gracias al aumento y la
uretrovesical con más facilidad. De ese modo, se podría presencia de sangre en el campo quirúrgico es menor, lo
deducir que esto permitiría una anastomosis más her- que permite una disección más precisa (que evita una inci-
mética y, por tanto, una retirada más precoz de la sonda sin sión inadvertida o que queden englobadas por una sutura
temer una retención de orina. La duración media del son- o un clip). En su serie comparativa inicial correspondiente
daje en las series publicadas de PRLR oscila de 3 a 18 días a un único centro, Bhandari y cols.15 describieron una recu-
(v. tabla 12-1)3,4,7,8,14,26,32. Cuando se excluyen las series peración de la potencia basal preoperatoria en el 29,4%
con menos de 40 pacientes, la mayoría de las series res- (5/17) de los pacientes sometidos a PRLR tras un período
tantes citan una duración media del sondaje de 4,2-7,2 días. medio de seguimiento de 1,5 meses, en comparación con el
En una serie de un único cirujano (Ahlering y cols.26), la 25% (3/12) en el grupo de PRL tras un período medio de
duración media del sondaje tras la PRLR fue de 7 días, seguimiento de 6,5 meses. En su serie inicial, Ahlering y
en comparación con los 9 días para la PRR; sin embargo, cols.14 sólo tuvieron dos pacientes con potencia sexual
esto no es significativo desde el punto de vista estadístico. preoperatoria (puntuación 20 en el cuestionario de salud
Tewari y cols.11 han descrito que la duración del sondaje es sexual en varones [SHIM]) con un seguimiento adecuado y
el doble tras la PRR comparada con la PRLR (15,8 frente a citaron una tasa del 50% de potencia a los 6-9 meses (en el
7 días) en su estudio monocéntrico. Recientemente, Menon paciente con impotencia postoperatoria sólo se realizó un
y cols.9 han publicado una reducción de la duración del procedimiento unilateral de conservación nerviosa). En una
sondaje tras la PRLR a un promedio de 4,2 días. Por tanto, serie reciente de 565 PRLR, Tewari y cols.11 han citado que
parece existir una tendencia hacia una menor duración del el 82% de los pacientes con potencia preoperatoria y meno-
sondaje con la PRLR en las series que comparan los resul- res de 60 años reanudaban algún tipo de actividad sexual
tados de la PRLR con los de la PRR de un único cirujano o y que el 64% tenía relaciones sexuales a los 6 meses. En
centro. los pacientes mayores de 60 años, el 75% recuperaba algún
grado de actividad sexual y el 38% tenía relaciones sexua-
les a los 6 meses de postoperatorio. Si la potencia se define
Función eréctil como la capacidad de tener relaciones sexuales, su recupe-
En teoría, la aparición de una disfunción eréctil de novo ración en varones menores de 60 años en la serie de PRLR
tras una prostatectomía se produce por la lesión de los de Tewari11 es mejor en comparación con la serie de PRR de
haces neurovasculares. Esta lesión se puede producir por Walsh57. En una serie anterior, Tewari y cols.11 también
incisión directa, inclusión del nervio en una sutura o clip compararon los resultados de 200 procedimientos de RLRP
hemostático, así como por lesión térmica o por tracción. con los de 100 PRR realizadas en el mismo período en un
Se ha demostrado que la menor edad, una mejor poten- único centro; estos autores citaron una recuperación más
cia preoperatoria y el grado de conservación de los haces rápida de la erección tras la PRLR (50% de recuperación
ERRNVPHGLFRVRUJ
Resultados perioperatorios de la prostatectomía radical robótica 95
con un seguimiento medio de 180 días para la PRLR frente de la intervención era del 50-76%26,65,66. La mayoría de las
a 440 días para la PRR, p 0,05) y una reanudación más series citan tasas de continencia tras la PRR mayores del
rápida de las relaciones sexuales (50% a los 340 días para 90% y de hasta el 95% en una serie a los 12 meses de la
la PRLR frente a 50% después de 700 días para la intervención45,53-57,65,67,68.
PRR). Hay que señalar que tanto Menon como Ahlering Se ha propuesto que la PRLR puede lograr tasas mejo-
han observado unas mejores tasas de potencia después de res de continencia o una recuperación más rápida de dicha
que se dispusiera de tijeras y bisturí bipolar para su uso continencia gracias a la mejor conservación del esfínter
con el sistema da Vinci en la disección posterior8,14. uretral y de la longitud de la uretra. Esto se basa en la teo-
Recientemente, se han presentado los resultados de ría de que la visualización excepcional del vértice permite
más series basados en cuestionarios validados. Uno de los que el cirujano diseque con suavidad el tejido del esfínter
cuestionarios utilizados de forma rutinaria es el Índice muscular uretral de la parte anterior de la próstata y que
Internacional de Función Eréctil (IIEF) y su versión resu- la mejor hemostasia impide que la sangre oculte el vértice,
mida, IIEF-5. Rosen y cols.58 han descrito que una pun- lo que produciría una lesión inadvertida del esfínter.42
tuación en el IIEF-5 mayor de 21 tiene un valor predictivo Ahlering y cols.14 han descrito tasas de continencia del
negativo del 98% para diagnosticar la disfunción eréctil. 33, 63 y 81% después de 1 semana, 1 mes y 3 meses, res-
Cuando se usa un valor de corte del IIEF-5 menor de 21 pectivamente, tras la PRLR. En un estudio comparativo,
como definición de la disfunción eréctil, el porcentaje de Ahlering y cols.26 observaron que no había diferencias sig-
varones potentes tras PRR oscila del 10 al 74%59-61. En una nificativas en las tasas de continencia global tras la PRLR
serie reciente de PRL, el 17% de los varones obtenían pun- (76%) en comparación con la PRR (75%) cuando las reali-
tuaciones postoperatorias en el IIEF-5 mayores de 2160. zaba el mismo cirujano. Sin embargo, Tewari y cols.11 han
En un estudio reciente de Menon y cols.62, que usaron su demostrado que la recuperación de la continencia es más
técnica del «velo de Afrodita», estos autores citan que el rápida en el grupo de PRLR, con un 50% de pacientes con-
86% de los varones (media de edad de 57,4 años) mantuvo tinentes a los 44 días, en comparación con 160 días para la
puntuaciones postoperatorias en el IIEF-5 mayores de 21 PRR. En las publicaciones de referencia iniciales de PRLR,
después de la PRLR cuando eran potentes de forma preope- Pasticier y cols.4 describieron que el 80% de los pacientes
ratoria según se definía por una puntuación mayor de 21. eran continentes a los 9 días de postoperatorio, mientras
No existe un consenso sobre las herramientas ideales que Binder y Kramer5 citaron una tasa del 50% de conti-
para documentar la potencia pre y postoperatoria respecto nencia al mes. Recientemente, Menon y cols.12 han descrito
a cualquier forma de prostatectomía. También parece exis- una tasa de continencia (ausencia de uso de pañales) del
tir una gran variación en la metodología utilizada para 96% a los 3 meses de postoperatorio. En nuestro estudio
describir los resultados de potencia en toda la bibliogra- de 200 pacientes32, la continencia se definió como el uso de
fía disponible para la PRR, PRL y PRLR19,35,36,39,63,64. Sin ningún pañal diario, con lo que la continencia a 1, 3, 6, 9
embargo, sí parece que la PRLR tiene unas tasas similares y 12 meses fue del 47, 82, 89, 92 y 98%, respectivamente.
de potencia postoperatoria en comparación con las mejores En un estudio reciente en el que se usó un análisis mul-
tasas publicadas después de PRR y PRL, y presenta una tivariante, se observó que la obesidad (IMC 30) era un
tendencia hacia unos resultados mejores, sobre todo cuando factor predictivo significativo (p 5 0,016) de continen-
se comparan los datos que han usado cuestionarios valida- cia sin pañales a los 6 meses de la intervención tras una
dos para la evaluación de la función eréctil postoperatoria. PRLR, con continencia sin pañales en el 47% de los pacien-
tes que tenían un IMC mayor de 30, frente a un 91% de
pacientes continentes en el grupo con un IMC menor de 30
(p 0,001)33.
Continencia En función de los datos publicados, la recuperación de la
Uno de los principales objetivos quirúrgicos cuando se continencia parece ser más precoz para la PRLR, con una
realiza una prostatectomía es el mantenimiento de la tendencia hacia unas mejores tasas globales de continencia
continencia. Este aspecto suele ser un motivo de espe- (98% para la PRLR frente a 95% para la PRR en los mejo-
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
cial preocupación para el paciente a la hora de considerar res resultados publicados), incluso cuando se incluyen los
las opciones terapéuticas. La aproximación precisa entre las casos de la curva de aprendizaje.
mucosas y la preparación óptima del muñón uretral son
esenciales para conservar la continencia y evitar la este-
nosis12. También se ha descrito que una menor edad, la
conservación de los haces neurovasculares y la ausencia
Resultados oncológicos
de estenosis preoperatoria aumentan las probabilidades de El objetivo principal de cualquier tipo de intervención para
conservar o recuperar la continencia tras la cirugía45. un cáncer de próstata es la curación oncológica. Los varo-
En las series iniciales de PRR, las tasas de inconti- nes con un estadio tumoral avanzado, un gran volumen
nencia basadas en los estudios en los que se preguntaba tumoral, múltiples biopsias positivas, un grado elevado en
directamente al paciente eran de hasta el 50%48-51. Walsh la biopsia y una cifra alta del antígeno prostático específico
y cols.57 han descrito que la continencia (ausencia de uso (PSA) tienen más probabilidad de tener márgenes positi-
de pañales en las últimas 4 semanas) fue del 54% a los vos tras la cirugía69-71. Los márgenes positivos constituyen
3 meses, del 80% a los 6 meses, del 93% a los 12 meses y un factor de riesgo independiente bien establecido para
del 93% a los 18 meses. Se ha descrito que lª tasa de recidiva del PSA43. Por tanto, cualquier modificación del
pacientes que no usaban pañales tras PRR a los 3 meses tratamiento de elección debe proporcionar unos resultados
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96 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
NN, no notificado.
oncológicos equivalentes para que se considere una opción positivos en el grupo de PRR abierta (20%) en compara-
terapéutica viable. Se ha propuesto la teoría de que la falta ción con el grupo de PRLR (16,7%), incluso aunque no se
de retroalimentación táctil asociada con la PRL y la PRLR alcanzó significación estadística debido al pequeño tamaño
puede evitar que se obtengan unos resultados oncológicos muestral. En esta misma serie, los autores citaron una
equivalentes porque el cirujano no puede palpar el tumor. TMP asociada con un tumor T2 del 4,5% para la PRLR en
Otros autores han propuesto que la visión 3D aumentada y comparación con un 9,1% para la PRR26. En nuestra se-
la mínima cantidad de sangre en el campo quirúrgico pue- rie de 500 pacientes, la TMP fue del 9,4% para toda la serie
den mejorar la visión, lo que ayuda en la disección y puede (Patel VR77). La TMP fue del 13% (casos 1-100), 8% (casos
dar lugar a una disminución de los márgenes quirúrgicos 101-200), 13% (casos 201-300), 5% (casos 301-400), y 8%
positivos. (casos 401-500). La TMP fue del 2% para los tumores T2a,
La mayoría de las series actuales de PRR abierta citan 4% para los tumores T2b, 2,5% para los tumores T2c, 23%
unas cifras globales de tasa de márgenes positivos (TMP) del para los tumores T3a, 46% para los tumores T3b y 53% para
12-25%68,71. En una revisión bibliográfica, Weider y cols.70 los tumores T4a. En los tumores limitados a la glándula
citaron unas tasas de márgenes positivos tras PRR del 0- (T2) la TMP fue del 2,5%, y en los tumores no limitados a
77%, con una media global del 28% en las series revisadas la próstata la TMP fue del 31%. Se encontró un total de
de PRR. En esta revisión, estos autores también citaban 47 pacientes con márgenes positivos, con 26 en situación
una TMP para los tumores T2a del 0-38%, con un pro- posterolateral (56%), 4 apicales (8,5%), 4 en el cuello de la
medio del 17%, del 11-77% con un promedio del 36% para vejiga (8,5%), 2 en la vesícula seminal (4%) y 11 multifoca-
los tumores T2b y del 25-59% con un promedio del 53% les (23%).
para los tumores T3.70 Han y cols.72 han descrito una TMP El resultado oncológico verdadero sólo se puede eva-
de tan sólo el 2,7% para los tumores T2 tras PRR. Eastham luar en función de los datos de supervivencia a largo plazo.
y cols.69 citan una elevación significativa del riesgo de már- Dado que la PRL y la PRLR son técnicas muy nuevas, en
genes positivos con la PRR cuando la realizan cirujanos la actualidad no se dispone de estos datos. Los datos de
que llevan a cabo menos intervenciones. PSA a corto plazo de la mayoría de las series son prome-
En la PRLR, el cirujano carece de la retroalimentación tedores. La variabilidad a la hora de describir el estado de
táctil, porque los instrumentos laparoscópicos están contro- los márgenes y de manipular la pieza anatomopatológica
lados por brazos robóticos sin retroalimentación táctil para también dificulta en gran medida el análisis entre las dis-
el cirujano. Por este motivo, en un principio se temió que tintas series. Esto impide una comparación definitiva de la
los resultados oncológicos fuesen peores, pero esto ha cam- PRLR, PRR y PRL respecto a la superioridad del resultado
biado, porque la mayoría de los cirujanos puede superar la oncológico hasta que se disponga de datos a largo plazo de
falta de retroalimentación táctil gracias a la mejor visión recidiva analítica y de supervivencia.
3D y al aumento de la imagen. La TMP descrita tras PRLR
en las series publicadas oscila del 0 al 36,4%3-9,14,16,26,28,30-32.
Cuando se desglosa por estadios, la TMP es del 0-16,7%
Complicaciones
para los tumores T2a, del 0-33,3% para los tumores T2b, del Las complicaciones pueden producirse con cualquier inter-
0-20% para los tumores T2, del 0-81,8% para los tumores vención quirúrgica; sin embargo, nuestro objetivo debería
T3a, del 20-50% para los tumores T3b, del 0-75% para los ser realizar la operación y ofrecer el mejor resultado a la
tumores T3 combinados y del 33,3-66,6% para los tumo- vez que se minimiza el riesgo de complicación. Las compli-
res T4 (tabla 12-2)3-9,1,4,16,26,28,30-32 Esto parece ser similar caciones también deben notificarse y analizarse de forma
a los resultados de la PRR. En una serie comparativa de crítica, de modo que se puedan llevar a cabo los ajustes
un único cirujano, Ahlering y cols.26 citaron una tendencia apropiados de la técnica quirúrgica con el fin de evitar que
hacia unas tasas más elevadas de márgenes quirúrgicos aparezcan con posterioridad. Las tasas de complicaciones
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Resultados perioperatorios de la prostatectomía radical robótica 97
intra y postoperatorias tras la PRLR son del 0-1% y del 0- tras la PRR abierta del 1,1-7,8%47,67,73,74, con cifras meno-
13%, respectivamente (v. tabla 12-1)3-9,14,16,26,28,30-32. En una res tras la PRL (0,35-0,72%)23,35 y también con la PRLR
serie en la que se compararon las tasas de complicaciones (0-2,22%)4,5,8,11,14,17,28,75. Se han citado tasas de TVP en
postoperatorias entre pacientes obesos (IMC 30) y no obe- pacientes obesos (IMC 30) tras la PRLR del 5,55%33. Una
sos después de PRLR, en caso de obesidad la tasa de com- complicación más específica de la PRL es el íleo prolongado,
plicaciones postoperatorias era significativamente mayor que se produce como resultado del abordaje transperitoneal
(26,3%) respecto a los pacientes no obesos (4,9%)33. y la manipulación del intestino. Se han descrito tasas de
íleo del 1,1-3,3% de los pacientes tras PRL20,23,33,35, y del 0-
2,5% tras la PRLR11,16,17,26,28. Una complicación frecuente
Intraoperatorias tras la PRR es la fuga por la anastomosis urinaria, que se
produce en un 0,1-21,7%73,76. Después de la PRLR, las tasas
Las principales complicaciones intraoperatorias asocia-
de fuga urinaria son del 0-4,44%4,5,7,14,26,28,33. Otra compli-
das con la prostatectomía son las lesiones rectal, ureteral
cación significativa tras la prostatectomía es la estenosis
y nerviosa (obturador, femoral). En las series recientes
del cuello vesical, con unas tasas tras la PRR del 0,5-9% (en
de PRR, se han citado tasas de lesión rectal del 0,05-
una serie se citó una tasa del 17,5%).50 Rassweiler y cols.20
2,5%47,68,73,74. En las series de PRL, se han descrito tasas
han citado una tasa de estenosis del cuello vesical del
de lesión rectal del 1,3-1,5%20,23,35,36. En las series de
3,6% tras una PRL. Aunque se dispone de pocos datos por
PRLR, se ha descrito que la lesión rectal se produce en un
el corto seguimiento, se han citado tasas de estenosis del
0-1% de casos4,6,7,11,17,28,32. Se ha descrito que las lesiones
cuello vesical tras la PRLR del 0,5-1,6%17-32. Las complica-
intestinales distintas a las del recto se producen en un
ciones específicas de la cirugía laparoscópica son la hernia
0,5% de los casos de una serie de PRL35. En la PRLR, se
y la hemorragia por el sitio de los puertos. Después de la
han descrito tasas de lesión intestinal del 0-0,95%4,6,7,17,28.
PRLR, las hernias y las hemorragias tardías por el sitio de
Las tasas de lesión ureteral durante la PRR son del
los puertos se producen con una frecuencia del 0-1,5% y del
0-1,6%47,68,73,74, mientras que para la PRL, esta tasa es del
0-2,22% de los pacientes, respectivamente4,6,8,11,14,17,26,28.
0,5-0,7%23,34. Hasta el momento, no se han descrito lesiones
Parece que la tasa global de complicaciones y las tasas
ureterales intraoperatorias con la PRLR4,6-8,14,17,26,28,29,75.
de complicaciones específicas tras PRLR son al menos
Según Guillonneau y cols.35, la tasa de conversión abierta
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Postoperatorias Conclusiones
En el período postoperatorio, pueden producirse complica- Nuestra revisión de los datos de la prostatectomía radical
ciones relacionadas de forma específica con la cirugía o bien laparoscópica robotizada muestra que se trata de un pro-
de tipo médico que suponen un riesgo en cualquier cirugía. cedimiento prometedor en evolución. Se estima que, en
Se han citado tasas de trombosis venosa profunda (TVP) 2008, la mayoría de las prostatectomías en Estados Unidos
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98 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
se realizarán según una técnica robótica. Aunque parece funcionales y oncológicos, como se ha demostrado con
que se trata de una alternativa cada vez más utilizada en anterioridad en este capítulo. A medida que la tecnología
todo el mundo, debería advertirse que es un procedimiento robótica evolucione y aumente su prevalencia, es de espe-
aún joven y en evolución. Las limitaciones de la tecnología rar que continúe su adopción, innovación y mejoría de los
robótica, como un instrumental voluminoso y la falta de resultados quirúrgicos. Si las tasas a largo plazo de recidiva
retroalimentación háptica, parecen superarse por las venta- bioquímica sin enfermedad y de supervivencia con la PRLR
jas de una mejor visualización y un instrumental articulado son equivalentes o mejores que las de la PRR, y si los resul-
y miniaturizado. Los datos a corto plazo están aumentando tados funcionales a largo plazo con la PRLR mantienen su
con rapidez y son alentadores cuando se comparan con el tendencia actual, la PRLR tendrá un papel duradero en el
tratatamiento de elección actual en términos de resultados tratamiento del cáncer de próstata localizado.
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Capítulo 13
Thomas E. Ahlering l James F. Borin l Douglas W. Skarecky
Resultados oncológicos de la
prostatectomía radical robótica
La incidencia anual del cáncer de próstata está en sobre todo en el estadio pT2. Sin embargo, la mayoría de
aumento; se ha incrementado en un 2,3% anual desde los autores cree que un margen positivo es un mal signo
1996, mientras que la mortalidad ha disminuido de forma pronóstico y que al final dará lugar a una tasa más elevada
continua1. Aunque estas variaciones se pueden explicar de recidiva bioquímica y a una menor supervivencia6. Un
en parte por el cambio de estadio y por la detección selec- margen quirúrgico positivo (MQP) se define como la pre-
tiva mediante el antígeno prostático específico (PSA), un sencia de tumor en el margen marcado con tinta de una
estudio reciente en el que se ha comparado la prostatecto- pieza. El riesgo a 5 años de recidiva bioquímica en caso de
mía radical con una actitud expectante ha demostrado el MQP es del 42-64% según los estudios, lo que es signifi-
beneficio de la cirugía para reducir el riesgo de progresión, cativamente mayor que el de los pacientes con márgenes
metástasis, mortalidad específica por cáncer y mortalidad quirúrgicos negativos (MQN)7. Swindle y cols.5 estudiaron
global basándose en un período medio de seguimiento de a 1.389 pacientes consecutivos que se sometieron a pros-
8,2 años2. Aunque el éxito comparativo de otros tratamien- tatectomía radical retropúbica, realizada por dos cirujanos
tos es discutible por la falta de ensayos clínicos aleatori- en el período 1983-2000 para cáncer de próstata de estadio
zados y con un seguimiento prolongado, la prostatectomía T1 a T3. La tasa global de MQP fue del 12,9% (6,8% para
radical ofrece la ventaja de permitir una estadificación y el estadio T2 y 23% para el T3). Con un seguimiento medio
gradación precisas, así como la facilidad de detección de la de 50 meses, la probabilidad de no presentar progresión
erradicación de la enfermedad o de la recidiva mediante la del PSA era del 58% frente al 81% (p 0,00005) para los
elevación o el ascenso del PSA3. Debido a la significativa grupos con MQP y MQN, respectivamente, lo que se tra-
reducción de la morbilidad perioperatoria y de las com- duce en un riesgo relativo de recidiva de 1,2-2,7. Los auto-
plicaciones a largo plazo, en el año 2000 el 36-41% de los res concluyeron que un MQP se asocia a un mayor riesgo
varones con cáncer de próstata optó por someterse a una de recidiva, incluso tras realizar el ajuste según los facto-
prostatectomía radical. Con la aparición de las técnicas res de riesgo concurrentes, como el PSA preterapéutico,
mínimamente invasivas, que rivalizan con la mínima mor- el grado de Gleason y los estadios clínico y anatomopato-
bilidad perioperatoria de la braquiterapia y de la radiote- lógico. Blute y cols8. han realizado un estudio similar con
rapia externa, lo más probable es que este número siga en más de 2.500 pacientes que respalda estos hallazgos.
aumento.
El principio clave de la prostatectomía radical, tanto
por vía retropúbica, perineal, laparoscópica o robótica, es el
Prostatectomía robótica:
control oncológico, es decir, la erradicación de toda la enfer- ventajas e inconvenientes
medad presente a nivel local. La recidiva de la enfermedad Los abordajes mínimamente invasivos de las enfermeda-
se ha relacionado con una serie de parámetros: PSA pre-
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102 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
la prostatectomía abierta es de 1.726 dólares y con la lapa- usa el sistema robótico da Vinci y que mejora la habilidad
roscopia, de 1.239 dólares10. Esto se debe sobre todo a los de cada cirujano para disecar con más precisión el vértice
costes asociados con la compra y el mantenimiento del robot y reducir los márgenes quirúrgicos11. La tasa de MQP en
(857 dólares por caso), que los autores amortizaron en 7 años, nuestros primeros 50 pacientes fue del 36% y, después de
así como a la limitada vida de los instrumentos reutilizables. modificar nuestra técnica apical, esta tasa se redujo al
En este estudio, la equivalencia de coste teórica se habría 18%. En estos primeros 50 casos, utilizamos dos suturas
logrado sólo si todos los costes asociados principales (precio para controlar el complejo venoso dorsal (CVD), una proxi-
de compra, contrato de mantenimiento anual e instrumen- mal y otra distal. La próstata se liberó y, por último, se sec-
tos robóticos desechables) hubiesen disminuido alrededor de cionaron el CVD y la uretra. Sin embargo, una franja de
un 67%. grasa impedía visualizar el vértice, lo que culminaba en
unos márgenes apicales positivos. Para definir visualmente
el vértice con más precisión, desarrollamos el siguiente
Técnica para reducir método (fig. 13-1). En primer lugar, se elimina toda la
grasa que recubre el CVD y la próstata. En segundo lugar,
la positividad de los márgenes las fibras del elevador se disecan por completo del vértice
Durante la prostatectomía, es fundamental realizar una prostático y los ligamentos puboprostáticos se seccionan
disección apical meticulosa para conservar las fibras del para aumentar la longitud del CVD. Por último, dicho CVD
músculo esquelético parauretral, que contribuye a formar se grapa y se secciona. En los siguientes 200 casos conse-
el esfínter externo de la uretra. Además, la unión prosta- cutivos, la tasa global de márgenes positivos fue del 18% y
touretral debe identificarse bien para respetar la longitud 7,2% en el estadio pT2 (tabla 13-1).
uretral sin correr el riesgo de un margen positivo. Nosotros Después de una revisión cuidadosa clínica y anatomopa-
hemos descrito con anterioridad una técnica en la que se tológica de este grupo, realizamos una nueva modificación
Ligamento
Fascia puboprostático
endopélvica
seccionada
A B
Complejo
Ligamento
venoso dorsal
puboprostático
seccionado Dispositivo
de grapado
C D
Extremos seccionados de
los ligamentos puboprostáticos
Complejo venoso
dorsal grapado
E
Figura 13-1 Técnica para reducir los márgenes positivos. A, Toda la grasa situada sobre la próstata se extirpa desde el complejo venoso dorsal (CVD)
y los ligamentos puboprostáticos hasta el cuello vesical. B y C, La fascia endopélvica se incide, las fibras del elevador se disecan por completo del vértice
prostático y, a continuación, los ligamentos puboprostáticos se seccionan para aumentar la longitud del CVD. D, El CVD se liga con grapas y se secciona con
una grapadora EndoGia, de modo que el vértice y la unión prostatouretral se puedan identificar con facilidad (E).
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Resultados oncológicos de la prostatectomía radical robótica 103
Tabla 13-1 C
omparación de las tasas de márgenes positivos en los pacientes sometidos a prostatectomía radical robótica
antes y después de un análisis provisional y del cambio de la técnica
Antes del análisis provisional (N 200) Después del análisis provisional (N 70)
Estadio MQ MQ en el vértice MQ MQ en el vértice Valor p*
pT2 11/152 (7,2%) 73% 2/61 (3,3%) 50% 0,36
pT3/4 25/48 (52%) 74% 2/9 (22%) 100% 0,15
Global 18% 74% 5,7% 75% 0,01
*
Prueba de Fisher exacta bilateral.
MQ, márgenes quirúrgicos positivos.
100%
2
Porcentaje de pacientes
80% 1
0
continentes
60%
40%
20%
0%
0 100 200 300 400 500 600
Días de postoperatorio
Figura 13-3 Porcentaje de varones que logran continencia sin pañales
en función de la longitud de la uretra membranosa, evaluado por un análisis
de la varianza (ANOVA). La posición del muñón uretral se definió del
siguiente modo: 0, muñón bajo el diafragma urogenital (UG), con necesidad
de presión perineal para realizar la anastomosis uretrovesical; 1, muñón a
nivel del diafragma UG; 2, muñón uretral de al menos 1 cm situado muy por
encima del diafragma UG. No existía una diferencia significativa desde el
punto de vista estadístico en % de continencia entre los grupos a los 1, 3, 6,
9 o 12 meses.
Unión Lugar de la
prostatouretral nueva incisión, de la técnica (fig. 13-2). Durante la disección apical, siem-
3-7 mm
más distal
pre habíamos intentado conservar bastante longitud ure-
tral para no comprometer la continencia. Sin embargo, un
análisis provisional de estas 200 prostatectomías radicales
laparoscópicas robóticas (PRLR) demostró que la longitud
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104 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
se seccionó en perpendicular al eje de la uretra y se laminó no se habían definido de forma prospectiva los criterios que
en sentido radial para obtener 5-8 segmentos. El resto de determinaban la escisión de los HNV, el grupo del estudio
la próstata y de las vesículas seminales se seccionaron de tuvo menos MQP (8% frente al 14%, p 0,027), mientras
forma seriada en el plano transverso a intervalos de 3-5 mm. que se conservó un numero significativamente mayor de
La presencia de MQP se definió por la existencia de células HNV). La sensibilidad, especificidad, valores predictivos
tumorales en el margen de resección (es decir, células can- positivo y negativo, así como la precisión del algoritmo fue-
cerosas con tinta en los márgenes). Nosotros observamos ron del 18, 93, 28, 89 y 84%, respectivamente. En los casos
que la mayoría (75%) de los márgenes positivos eran foca- de extensión extraprostática, la escisión ipsilateral amplia
les y se localizaban en el vértice. Por tanto, en nuestros del HNV se asoció a márgenes positivos en el 33% frente al
últimos 70 pacientes se realizó una disección apical más 22% cuando se conservó dicha estructura (p 0,42).
agresiva, lo que dio lugar a una disminución significativa Nosotros preferimos la estrategia de Lepor y determina-
desde el punto de vista estadístico de la tasa global de mos si se realizará la escisión de los HNV en función de los
márgenes positivos del 18 al 5,7% (p 0,01). Las tasas siguientes criterios. En primer lugar, el paciente debe ser can-
de márgenes positivos para pT2 y pT3/4 mejoraron del 7,2 didato para el procedimiento de conservación nerviosa. Esto
al 3,3% y del 52 al 22%, respectivamente (ambas p NS) requiere una puntuación superior a 21 (o 25) en el cuestiona-
(v. tabla 13-1). rio de salud sexual para varones (SHIM), que es un cuestio-
nario multidimensional validado sobre la función eréctil. En
los pacientes con un estadio T1c y que sean candidatos para
Escisión del haz neurovascular la conservación nerviosa, realizamos una escisión amplia del
No se debe olvidar que, ante todo, la prostatectomía radi- HNV ipsilateral si en la biopsia no se observan más de dos
cal es una operación oncológica y debe seguir siéndolo, a cilindros con puntuaciones 4 3 en la escala de Gleason en
pesar de cualquier avance tecnológico. Puede que sea nece- más del 30%. En pacientes con enfermedad palpable (T2a),
sario extirpar el haz neurovascular (HNV) para lograr un el umbral para realizar una escisión amplia es menor.
control adecuado y para asegurar que se logran márgenes
negativos. Se ha propuesto realizar una exploración intra
operatoria de la próstata para ayudar a determinar cuándo
Resultados
es necesaria una escisión amplia. En un estudio efectuado Se han publicado pocos estudios con un seguimiento a largo
con 403 pacientes sometidos a una prostatectomía radical plazo tras una PRLR. En la tabla 13-2 se comparan los
abierta en la universidad de Chicago en el período 1997- resultados de las series recientes extensas de prostatecto-
200412, se llevó a cabo una exploración de la próstata en mía retropúbica y perineal frente a los de las series actuales
todos los pacientes y se observaron anomalías palpables laparoscópicas y robóticas. La tasa de márgenes positivos
en el HNV en el 12%. En todos estos pacientes se realizó fue de un 9-26%. La serie más amplia, del hospital Johns
una escisión extensa del HNV, y en el 37% se observó una Hopkins, consta de 9.035 prostatectomías radicales retro-
extensión extraprostática en la localización de la anomalía púbicas con un 14,7% de márgenes positivos14. Las series
palpable, con sólo un MQP. En un total de 354 pacientes, laparoscópicas seleccionadas representan más de 1.750 pa-
la exploración prostática intraoperatoria era normal, por lo cientes, con márgenes positivos en el 18,6-26% de los casos.
que en ellos se efectuó un procedimiento de conservación Las series de PRLR, que están entre las más extensas publi-
nerviosa. Entre estos pacientes, hubo una incidencia del cadas, representan a 1.300 pacientes, con márgenes positi-
8,5% de extensión extraprostática en el HNV, con un 23% vos en el 9-14,8% de los casos, lo que se corresponde con las
de MQP. En esta serie, la exploración intraoperatoria de la series publicadas de prostatectomía abierta.
próstata tuvo un valor predictivo positivo del 37% para La positividad de los márgenes suele evaluarse como se
la extensión extraprostática y un valor predictivo negativo ha descrito con anterioridad, mediante el marcado con tinta
del 92%. La conclusión de los autores fue que la explora- de los márgenes de la pieza. Se debe señalar que algunos
ción intraoperatoria es una parte significativa de la prosta- autores toman biopsias por congelación de los tejidos periu-
tectomía radical y recomiendan su uso para guiar la toma retrales en la zona anterior y posterior al vértice prostático,
de decisiones clínicas respecto a la escisión del HNV. Sin la unión prostatovesical y de los tejidos anteriores a los HNV,
embargo, según reconocen los autores, el valor predictivo y emplean estos resultados para determinar el estado del
muy bajo de esta técnica se traduce en un número sustan- margen24. Lepor y Kaci25 recomiendan tomar una biopsia de
cial de escisiones innecesarias del HNV. forma rutinaria del margen apical de tejidos blandos, porque
El grupo de Lepor ha sugerido otra estrategia, con la esto reduce su tasa de márgenes positivos apicales un 3,8%.
creación de un algoritmo de conservación nerviosa basado Sin embargo, estos autores señalan que la pieza quirúrgica
en el análisis de 535 pacientes sometidos a prostatectomía tiene un valor predictivo negativo del 98% para predecir la
radical retropúbica13. Se evaluó un total de 263 pacientes positividad de los tejidos blandos apicales. Nosotros no reali-
de forma preoperatoria, y el HNV ipsilateral se extirpó en zamos una biopsia sistemática de los tejidos blandos apicales
los tumores de grado 6 o menor en la escala de Gleason y preferimos informar el estado del margen en función de los
(EG) con un 50% o más de volumen tumoral en la pieza de márgenes de toda la pieza marcados con tinta.
la biopsia e invasión perineural, en los tumores de grado 7
(EG) con un 30% o más de volumen tumoral o invasión
perineural y en los tumores de grado 8-10 (EG) con un 10%
Progresión
o más de volumen tumoral o invasión perineural. En com- La recidiva de PSA, aunque es sencilla y cómoda de utili-
paración con una cohorte de 272 prostatectomías en las que zar, no ha demostrado con claridad su valor para predecir la
ERRNVPHGLFRVRUJ
Resultados oncológicos de la prostatectomía radical robótica 105
Tabla 13-2 C
omparación de los resultados de las series contemporáneas amplias de prostatectomía radical: retropúbica,
perineal, laparoscópica y robótica
Márgenes Seguimiento Sin progresión
Centro Técnica N positivos (%) medio (meses) de PSA (%)
Johns Hopkins14 Retropúbica 9.035 14,7
NYU15 Retropúbica 1.000 19,9
Clínica Mayo16 Retropúbica 3.170 24 60 52 a 10 años
Baylor17 Retropúbica 1.000 12,8 53 75
Duke18 Perineal 1.242 23 60 Limitada a la glándula 92
Limitada a la pieza
quirúrgica 65
Márgenes positivos 35
Heilbronn19 Laparoscópica 450 18,6 23 91
Henri Mondor20 Laparoscópica 330 26
Monstouris21 Laparoscópica 1.000 19,2 12 90,5
Vattikuti Institute22 Robótica 530 9 6 92
Alabama23 Robótica 500 9,4 9,7 95
UC Irvine (no Robótica 270 14,8 7,6 93
publicada)
progresión hacia una metástasis ósea o de mortalidad espe- un TDPSA mayor de 18 meses mostraba una mayor concor-
cífica por cáncer. Sin embargo, en los pacientes que desa- dancia con una evolución satisfactoria. En los pacientes que
rrollan una recidiva bioquímica, el tiempo de duplicación desarrollan una recidiva bioquímica según se desprende de
del PSA (TDPSA) se está constituyendo en el mejor factor un PSA mayor de 0,2 ng/ml, nuestra práctica actual con-
predictivo de progresión de la enfermedad. Por ejemplo, siste en ofrecer tratamiento hormonal a los que tienen un
Stoergel y cols.26 estudiaron a 121 pacientes con recidiva del TDPSA menor de 12 meses. En los pacientes en quienes
PSA tras una prostatectomía radical y observaron que el esta cifra es mayor de 12 meses, se realiza una monitoriza-
60% de los pacientes con un TDPSA menor de 6 meses aca- ción activa en busca de signos de progresión clínica.
baron por desarrollar una enfermedad metastásica, frente
al 0% de los que tenían un tiempo de duplicación mayor de
12 meses. Ahlering y Skarecky27 evaluaron a 204 pacientes
que se sometieron a una prostatectomía radical de 1984
Conclusiones
a 1994. Como era de esperar, estos pacientes tenían una La PRLR ha aparecido en escena como una alternativa
enfermedad más avanzada en el momento de la prostatec- viable para el tratamiento del cáncer de próstata limitado
tomía de lo que se encontraría en la actualidad. La recidiva a la glándula. La visión aumentada y el neumoperitoneo
del PSA se produjo en el 44%, y el 17% de estos pacientes ofrecen una mejor visualización, con una escasa pérdida de
falleció de cáncer de próstata después de un promedio de sangre. Si se realiza una técnica meticulosa, las tasas de
7,6 años, frente al 27% que murió por otras causas. De los márgenes positivos pueden ser muy bajas. Aunque los datos
pacientes con recidiva, el 40% no requirió otra intervención son a corto plazo, la PRLR parece ofrecer un control onco-
ni tratamiento hormonal a los 10 años. De nuevo, el TDPSA lógico excelente, al menos equivalente a sus contrapartidas
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
fue el mejor factor predictivo de progresión. En esta cohorte, abierta y laparoscopia pura.
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Capítulo 14
Justin Harmon l François Rozet l Xavier Cathelineau l Eric Barret l Guy Vallancien
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108 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Prostatectomía robótica frente a la técnica laparoscópica estándar 109
Abordaje extraperitoneal
Este abordaje ya se ha descrito en la bibliografía, y se puede
dividir en varios pasos de un modo similar23,24:
1. Disección roma del espacio de Retzius con el
laparoscopio o con un balón.
Figura 14-3 Sistema telerrobótico. 2. Apertura de la fascia endopélvica.
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110 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
3. Disección del cuello vesical, lo que expone el plano experiencia laparoscópica pueden ser más cortas de lo que
inicial de disección de las vesículas seminales y la fascia se había descrito antes33,34. Las curvas de aprendizaje
de Denonvilliers. descritas con la PRL son significativamente más cortas.
4. Disección de las superficies laterales de la próstata Ahlering y cols.19 han descrito que un cirujano sin expe-
en el plano intrafascial para conservar los haces riencia laparoscópica sólo requiere 12 casos de PRLR para
neurovasculares (cuando esté indicado). trasladar con éxito sus habilidades quirúrgicas. Al compa-
5. Ligadura con sutura del complejo venoso dorsal y rar la duración de la intervención de la PRL con la PRLR,
disección del vértice prostático, que se moviliza para Menon y cols.35 observaron una disminución progresiva de
efectuar una sección selectiva de la uretra. la duración de la PRLR a medida que el cirujano adquiría
6. Realización de la anastomosis vesicouretral con suturas experiencia, lo que no se advirtió en el grupo de PRL. Esta
de poliglactina, según una técnica interrumpida o tendencia se ha descrito en la mayoría de las series inicia-
continua, tras lo que se extrae la próstata con una bolsa les de PRLR19,20. Sin embargo, se requiere un ayudante
laparoscópica. de campo con una habilidad laparoscópica intermedia o
avanzada para lograr este resultado con PRLR.19,35,36 La
El abordaje retropúbico, o extraperitoneal, descrito tras la preparación del robot también puede requerir más tiempo
experiencia que se ha adquirido con la prostatectomía trans- durante la curva de aprendizaje, pero esto se puede supe-
peritoneal, ha atraído un gran interés, porque se alega que rar con facilidad19.
la anatomía es más comparable a la de la técnica abierta y Los factores técnicos a los que se puede atribuir el acor-
que, al evitar el peritoneo, el peligro de lesión digestiva es tamiento del proceso de aprendizaje de la PRLR son la
menor23. Gracias a la experiencia se ha aprendido que tam- visualización tridimensional37 en comparación con las dos
bién permite identificar mejor los vasos epigástricos, lo que dimensiones de la laparoscopia estándar, así como los seis
es muy útil durante la colocación de los puertos laterales. grados de libertad de los extremos de los instrumentos del
Por último, las fugas anastomóticas son más fáciles de con- robot de los que dispone el cirujano comparados con sólo
trolar al mantener el peritoneo intacto para impedir que el cuatro de la laparoscopia estándar. Otras ventajas del robot
intestino contacte con la orina23. son la capacidad de filtrar el temblor de la mano, un esca-
lado de los movimientos de 1:5 y una consola ergonómica
Técnicas quirúrgicas de prlr para el cirujano, lo que limita la fatiga.
Un inconveniente tanto de la PRLR como de la PRL es
El sistema da Vinci (Intuitive Surgical, Sunnyvale, California) la falta de retroalimentación táctil. El robot requiere que el
es un robot quirúrgico de tipo maestro-esclavo, consistente en cirujano utilice pistas visuales para determinar la tensión
una unidad esclava (o de trabajo) y otra maestra (o de con- de las suturas o la consistencia de los tejidos. Sin embargo,
trol), que se conectan mediante un sistema computarizado. esto se mejora gracias a la visión tridimensional. La laparos-
La unidad esclava se encarga de mover la cámara y dos o copia estándar tampoco permite la retroalimentación táctil
tres brazos instrumentales. La unidad maestra, situada en directa de la cirugía abierta, pero se puede obtener informa-
la consola remota, transmite los movimientos que realiza el ción adicional mediante la «palpación con los instrumentos».
cirujano. El papel del ayudante se limita a exponer el campo También se han realizado análisis de costes comparativos
quirúrgico y a ayudar a realizar la hemostasia mediante aspi- entre la PRLR y la PRL38-40. El sistema da Vinci requiere
ración, irrigación y colocación de clips25. Una vez que el robot un desembolso inicial de 1,2 millones de dólares, a lo que
está montado y que se han insertado los trocares, se realiza se suman 100.00 dólares anuales como tarifa de manteni-
la prostatectomía como se ha indicado con anterioridad para miento38. Lotan y cols.38. citan una ventaja económica de
la PRL estándar. Se han descrito ambos abordajes, transperi- 1.239 dólares a favor de la PRL en comparación con la PRLR.
toneal8,20 y extraperitoneal26,27. Menon y cols.41 estimaron que un centro debe realizar 75 ca-
sos anuales con una duración media de la intervención de
3 horas para obtener rentabilidad en Estados Unidos.
Prl frente a prlr En lo que respecta a los resultados del paciente, la biblio-
Los beneficios de la PRL en comparación con la prostatec- grafía de estos abordajes mínimamente invasivos aún carece
tomía radical retropúbica abierta se han documentado de de un seguimiento de la suficiente duración. Sin embargo, se
forma detallada5. Estos beneficios se obtienen sin sacrifi- está publicando una segunda generación de series (tabla 14-1)
car los estándares oncológicos establecidos por el abordaje sobre PRL que presentan datos posteriores a la curva de
abierto28. Con la aparición de la PRLR, los pacientes y los aprendizaje inicial de los centros5,17,42-49, por lo que se puede
cirujanos han sido testigos de unas mejoras similares res- establecer una comparación mejor entre la PRL y la PRLR,
pecto a la técnica abierta29-31. porque se elimina la mayor ventaja para el cirujano con la
El robot ofrece varias ventajas e inconvenientes al ciru- PRLR (la curva de aprendizaje) y los resultados relacionados
jano cuando se compara con la laparoscopia estándar. El con el paciente se pueden analizar de un modo más homo-
beneficio más alabado tal vez sea la reducción de la curva géneo. La primera serie de PRL descrita por Schuessler y
de aprendizaje. Con anterioridad, dominar la PRL reque- cols.1 se recoge en la tabla 14-1 para demostrar esta progre-
ría una curva de aprendizaje muy pronunciada, en la que sión. En la tabla 14-2 se muestran las series más recientes
incluso los laparoscopistas muy expertos precisaban casi de PRLR19,20,27,50,51.
60 casos para dominarla32. En la actualidad, cuando las Se han publicado comparaciones entre la PRLR y la
técnicas de PRL se han desarrollado y perfeccionado ade- PRL35,41,53 similares a los datos comparativos monocén-
cuadamente, la curva de aprendizaje de los cirujanos sin tricos de la cirugía abierta respecto a la PRL5,28,52. Las
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Prostatectomía robótica frente a la técnica laparoscópica estándar 111
series comparativas de PRLR y PRL se muestran en la series de PRLR, en la actualidad no se pueden establecer
tabla 14-335,41,53 junto con los resultados de las primeras conclusiones definitivas.
2.208 PRL realizadas en el Instituto Montsouris, en com-
paración con las primeras 105 PRLR.
Complicaciones
Duración de la intervención La notificación y la descripción de las complicaciones varían
en gran medida entre los distintos autores. En la tabla 14-1
La duración de la intervención para las series de PRL se muestra que la tasa de complicaciones globales oscila en
y PRLR se recoge en las tablas 14-1 y 14-2. La duración un rango del 4-34% en las series de PRL, mientras que en
media de las series de PRL es de 234 minutos, con un la tabla 14-2 dicha tasa presenta un rango del 1-8,8% en las
rango de 151-453 minutos. Esto supone una disminución series de PRLR. Debido a la gran discrepancia entre estas se-
espectacular en comparación con la duración de 564 minu- ries, se puede obtener una información significativa cuando
tos observada en la descripción original de Schuessler y se consultan los estudios monocéntricos de la tabla 14-3. En
cols.1. En el Instituto Montsouris, la duración de la inter- el Instituto Montsouris, nosotros hemos observado una tasa
vención también ha disminuido de 200 minutos en la serie de complicaciones del 7,3% con la PRL y del 7% con la PRLR.
inicial54 a 173 en la más reciente43. Dos autores han indi- Los otros autores de la tabla 14-3 coinciden en que no se
cado unos tiempos significativamente más cortos para el observan diferencias significativas entre cada abordaje35,41,53.
abordaje extraperitoneal en comparación con el transperi- A medida que la experiencia de cada centro aumenta, la
toneal para la PRL, alegando que este abordaje es similar tasa de conversión tiende a disminuir. En la tabla 14-3 se
al procedimiento retropúbico abierto y, por tanto, familiar muestra que la conversión a una cirugía abierta es relati-
para el cirujano45,46. Sin embargo, esta tendencia no se ha vamente infrecuente (2,5% en la serie de Menon y cols. de
observado en todos los estudios comparativos44,55. La dura- PRL) y que la conversión de PRLR a PRL (dos pacientes en
ción de la intervención para la PRLR (v. tabla 14-2) oscila la serie de PRLR del Instituto Montsouris) y de laparosco-
de 141 a 250 minutos, con una duración media entre todas pia extraperitoneal a transperitoneal (dos pacientes en
las series de 182 minutos. En el Instituto Montsouris, en el la serie de Joseph y cols.) es más frecuente en función de la
grupo de PRL la duración era de 180 minutos, en compara- experiencia del cirujano y del nivel de comodidad.35,41,53 De
ción con los 155 minutos del grupo de PRLR (v. tabla 14-3), forma global, no hay diferencias en cuanto a la conversión
sin que se observasen diferencias significativas desde el cuando se compara la PRL con la PRLR.
punto de vista estadístico. Este hallazgo también se ha
observado en otros estudios monocéntricos35,41,53.
Estancia hospitalaria
Pérdida estimada de sangre La estancia hospitalaria es otro factor difícil de estanda-
La pérdida estimada de sangre para la PRL es de 185- rizar debido a la variabilidad internacional que existe en
850 ml, con un promedio entre las distintas series de 482 ml cuanto a las políticas de alta hospitalaria. En la tabla 14-1
(v. tabla 14-1). En el Instituto Montsouris, esta estadística se muestra un rango de 1,6-12 días en el grupo de PRL,
no ha variado cuando se comparan las series iniciales y mientras que en la tabla 14-2 este rango es de 1-5,5 días
finales43,54. Al igual que sucede con la duración de la inter- para la PRLR. En la serie combinada (v. tabla 14-3), no hay
vención y la PRL, los autores han observado diferencias una diferencia significativa entre el número de días de hos-
significativas de pérdida de sangre cuando se comparan los pitalización entre los grupos de PRL y PRLR.
abordajes extraperitoneal y transperitoneal; sin embargo,
no se puede llegar a una unanimidad en cuanto a la supe-
rioridad de una respecto a la otra45,46. La pérdida estimada
Resultados oncológicos
de sangre para la PRLR es de un promedio de 234 ml, con Aún no se dispone de datos sobre resultados a largo plazo de
un rango de 75-500 ml (v. tabla 14-2). En la tabla 14-3 se progresión del PSA para la PRL o la PRLR, debido a que su
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
muestra cada serie, con una diferencia significativa en existencia es relativamente corta. No obstante, están empe-
cuanto a la pérdida de sangre para cada abordaje. Menon zando a aparecer datos alentadores para la PRL56. En varias
y cols.41 y Joseph y cols.53 han descrito menos pérdida de series extensas donde se comparaba la PRL con la prostatec-
sangre con la PRLR (391 ml para la PRL frente a 256 ml tomía radical retropúbica, no se observaron diferencias en
para la PRLR en el estudio de Menon y cols. y 299 ml para cuanto a las tasas de márgenes quirúrgicos positivos5,28,52.
la PRL frente a 206 ml para la PRLR en el de Joseph y En las series recientes de PRL se ha observado una tasa
cols.). En el Instituto Montsouris, los resultados fueron los media de márgenes positivos del 20,6% (v. tabla 14-1), con
opuestos. El promedio de pérdida estimada de sangre para un rango del 11-29,7%. De forma similar, en la tabla 14-2 se
la serie de PRL fue de 360 ml, mientras que en el grupo muestra un rango del 10,5-35,5% (media, 19,24%) para la
de PRLR se observó una pérdida estimada de sangre de PRLR. En el Instituto Montsouris, en el grupo de PRL se ha
500 ml. La tasa de transfusión varió de forma significativa obtenido una tasa del 15,8% de márgenes quirúrgicos positi-
en nuestra serie del 3% en el grupo de PRL al 9,8% en el de vos globales, frente al 22% en el grupo de PRLR (p 0,05).
PRLR. En las otras series no se informó de este dato41,53. Cuando se comparan otras series monocéntricas, no se
En resumen, las diferencias en cuanto a la pérdida de san- observan diferencias significativas desde el punto de vista
gre varían según cada centro y, aunque se ha observado estadístico entre los grupos de PRL y PRLR en términos de
una tendencia hacia una menor pérdida de sangre en las márgenes quirúrgicos positivos globales (v. tabla 14-3)35,41,53.
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112 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Duración de la
Serie Abordaje Año N Abordaje intervención (min)
IMM PRL 2005 2.208 Transperitoneal/ 180
extraperitoneal
PRLR 105 Transperitoneal/ 155
extraperitoneal
VIP35,41 PRL 2002 40 Transperitoneal 258
PRLR 40 Transperitoneal 274
U. Rochester, Nueva York53 PRL 2005 50 Extraperitoneal 264
PRLR 50 Extraperitoneal 277
n.n., No notificado; PES, pérdida estimada de sangre; PRL, prostatectomía radical laparoscópica; PRLR, prostatectomía radical laparoscópica robótica.
*
p 0,05.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Prostatectomía robótica frente a la técnica laparoscópica estándar 113
Estancia Márgenes
Complicaciones (%) hospitalaria (días) positivos (%) Continencia (%) Potencia (%)
2 graves, 9,7 leves n.n. 10,8 pT2, 31,2 pT3 92 47,1 cnbl
2,3 graves, 9,2 leves 6,3 17,7 84 64
11 2,1 24 87 55
12 1,6 21 75 25
8 3,8* 16 56 61
4 2,6* 16 80 82
9,1 6,7 23 n.n. n.n.
6,1 6,3 29,7 n.n. n.n.
5 graves, 24,6 leves 6 7,8 pT2 80,7 65
10 12 23,7 95,8 n.n.
23 4,5 31,25 n.n. n.n.
19 n.n. n.n. 100 71
34 7,5 26,4 92 59
33 7,3 11 66 50
Estancia Márgenes
Complicaciones (%) hospitalaria (días) positivos (%) Continencia (%) Potencia (%)
1 1 10,5 98 n.n.
7 5,5 22 70 79
Estancia
hospitalaria Márgenes
PES (ml) Transfusión % Conversión (%) Complicaciones (%) (días) positivos (%)
360* 3* 0 7,3 4 15,8
ERRNVPHGLFRVRUJ
114 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Capítulo 15
Michael J. Fumo l Ketan K. Badani l Mani Menon
ciado, la grasa perivesical, la porción distal de los uréteres sentido cefálico dependiendo de la altura del paciente. Un
y, en los varones, la próstata, los conductos deferentes y las segundo puerto de 12 mm se coloca por encima de la fosa
vesículas seminales. En las mujeres es posible conservar el ilíaca derecha, a unos 3 cm por debajo de la cresta ilíaca, a
útero y la vagina, por lo que también puede asociarse o no lo largo de la línea axilar media. Por último, se colocan dos
la exenteración anterior2. puertos de 5 mm: el primero equidistante entre la cámara
y el puerto robótico derecho y el segundo en una posición
simétrica a la del puerto de 12 mm derecho por encima de
Tratamientos ALTERNATIVOS la fosa ilíaca izquierda (fig. 15-1).
Existen muchos protocolos consistentes en radiación, qui-
mioterapia sistémica o una combinación de ambas moda-
lidades terapéuticas para el tratamiento de los cánceres
Equipamiento
vesicales con invasión muscular. Estas opciones suelen Después de colocar los puertos, el robot se sitúa en su posi-
escogerse para los pacientes que son malos candidatos qui- ción, a los pies del paciente y se le acoplan los trocares
rúrgicos o que rechazan la cirugía. La cistectomía radical robóticos. Los instrumentos robóticos estándar consisten
se considera el estándar de asistencia. en un gancho monopolar da Vinci, unas pinzas bipolares
Cistectomía radical robótica 117
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118 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Disección
Posterior 5 mm Primer puerto
de 12 mm
La disección debería comenzar con la cámara orientada a 8 mm de la cámara
30 grados en sentido inferior; el peritoneo se abre en una Puerto de 8 mm
«U» horizontal, con la base en el fondo de saco y cada brazo 12 mm a 3 cm 2-4 cm por
siguiendo el trayecto del uréter si se ve a nivel de la bifur- por encima debajo del
cación de los vasos ilíacos. La disección comienza en sentido de la cresta ombligo
ilíaca derecha 5 mm
posterior para aprovechar las adherencias naturales de la
vejiga en su parte anterior, que sostienen la vejiga en el Línea
axilar media
espacio, de modo que se requiera una mínima separación
adicional mientras se efectúa la disección de la superfi-
cie posterior de la vejiga. En los varones, después de abrir
el peritoneo se encuentra la capa anterior de la fascia de
Denonvilliers, que se escinde en la línea media, de modo que
se pueda extender un plano entre el recto y la vejiga en sen-
tido distal, lo más lejos que se pueda visualizar. Este espa-
cio debería ampliarse en sentido lateral lo máximo posible.
Las uniones ureterovesicales se encontrarán al ampliar Figura 15-1 Disposición anatómica de los puertos.
este espacio posterior, y se debería poder ver el uréter en
su trayecto descendente desde el punto donde cruza a los
vasos ilíacos hasta la vejiga a cada lado. Las vesículas semi-
nales y los conductos deferentes servirán de referencias; los
conductos se cruzan en sentido medial, con la unión urete-
rovesical justo lateral y posterior a dichos vasos. En esta Arteria vesical inferior
área se encontrará el pedículo vesical inferior, que se debe
controlar y seccionar (fig 15-2). Una vez que los uréteres se
han disecado y liberado por completo, se pueden ligar con
clips y realizar una biopsia del extremo distal para asegu-
rar que los márgenes están libres de tumor. En los varones,
las vesículas seminales se pueden disecar a continuación de
forma cuidadosa, pues los haces neurovasculares discurren Uréter
Arteria ilíaca externa
a lo largo de sus extremos. Una vez que están liberadas, se
encuentra la lámina posterior de la fascia de Denonvilliers,
que se secciona para poder continuar la disección en sen-
tido posterior al vértice de la próstata.
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Cistectomía radical robótica 119
Vesículas
seminales
Incisión
peritoneal Vejiga
Parte posterior
de la próstata
Uréter
Fascia de
A Denonvilliers
B
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Vejiga
Uréter
C D
Figura 15-3 A, Disección posterolateral izquierda. B, Disección posterior de la próstata hasta el vértice. C, Sección del conducto deferente y disección
del uréter izquierdo en bloque con tejido linfoide. D, Incisión en «U» invertida a través del peritoneo que expone el uraco y los ligamentos umbilicales
mediales, pues la vejiga no se desciende de la pared abdominal.
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120 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Arteria
ilíaca externa Complejo venoso
dorsal (ligado)
Velo de
Afrodita conservado
Uretra
posterior
Vértice
prostático
Nervio obturador
Figura 15-5 Linfadenectomía a lo largo de los vasos ilíacos.
Haz
neurovascular Uretra
puede introducir en una bolsa endoscópica de extracción vesical y otro lateral a ella. La linfadenectomía puede ser la
grande hasta su extracción final. parte más difícil de la intervención, debido a la multitud de
pequeños vasos sanguíneos, que se deben coagular de forma
meticulosa, pues, en caso contrario, los vasos se retraen en
Linfadenectomía los tejidos y provocan una hemorragia en sábana sin reper-
cusión hemodinámica, pero muy molesta, pues dificulta la
La linfadenectomía suele formar parte de la cistectomía
visibilidad. Si se deja la grasa perivesical y el tejido gan-
radical porque muchos ganglios se pueden extraer intactos
glionar fijado a la vejiga, se puede disminuir esta hemorra-
con la vejiga (fig. 15-5). Una vez que se extrae la vejiga, es
gia y es posible realizar una operación más anatómica.
posible visualizar cualquier ganglio restante utilizando la
lente de 30 grados orientada en sentido inferior. El uso de
esta lente es esencial para obtener una visualización ade- Derivación urinaria
cuada de los ganglios linfáticos ilíacos comunes. Todo el
tejido ganglionar se elimina del nervio genitofemoral en
y uretroneovesicostomía
sentido lateral, hasta la pared vesical en la parte medial, y A continuación, la pieza se puede extraer por una incisión
desde la arteria ilíaca común en la parte superior a la vena de 5 cm realizada a media distancia entre el ombligo y la
ilíaca circunfleja lateral y el ganglio de Cloquet en la parte sínfisis del pubis (fig. 15-6). Esta incisión se planifica de
inferior. En la fosa obturatriz se elimina todo el tejido gan- tal modo que después se extraiga un segmento de íleon,
glionar, conservando el nervio obturador, pero sacrificando que se aísla, se destubuliza y se reconfigura de forma
los vasos obturadores si es preciso. El tejido ganglionar extracorpórea para crear la derivación ortotópica elegida.
parece formar dos paquetes naturales: uno fijado a la pared Esta pequeña incisión también se puede utilizar para la
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Cistectomía radical robótica 121
publicado series quirúrgicas que destacan los beneficios también disminuyan la pérdida de sangre y el íleo, depen-
de la cistectomía laparoscópica frente a la técnica abierta. diendo de la técnica y de la experiencia. La principal ven-
Basillote y cols.5 han descrito que la duración de la inter- taja de un procedimiento totalmente intracorpóreo es que
vención, la pérdida de sangre y las tasas de complicaciones se reduce aún más la pequeña incisión abdominal, pero a
son iguales entre los abordajes abierto y laparoscópico, pero costa de que el paciente esté anestesiado 2-3 horas más.
han observado que el dolor postoperatorio y la duración de Aunque la creación de una derivación intracorpórea es
la hospitalización son menores después de la cirugía la- factible desde el punto de vista técnico, parece que no apro-
paroscópica. En las series laparoscópicas se ha descrito vecha la oportunidad que ofrece la incisión de extracción
una menor pérdida de líquidos intestinales y de sangre, una de la pieza quirúrgica. Se puede hacer, pero es cuestionable
menor incidencia y duración del íleo, una duración más si es necesario hacerla. Es posible que si surgen disposi-
breve del dolor, así como una estancia hospitalaria más cor- tivos más eficaces de sutura automática, la técnica total-
ta. En la actualidad, la tecnología robótica mejora la lapa- mente intracorpórea tenga sentido, pero hasta entonces la
roscopia al facilitar la realización de los movimientos pre- cistectomía robótica con derivación extracorpórea ofrece
cisos y sofisticados que son necesarios en este complejo una menor morbilidad con una recuperación más rápida y,
procedimiento para conservar una función normal a la vez hasta el momento, el mismo resultado oncológico de segui-
que se cura la enfermedad. miento a corto plazo.
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122 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Capítulo 16A
Justin M. Albani l David I. Lee l Ralph V. Clayman
ERRNVPHGLFRVRUJ
126 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Tabla 16A-1 Experiencia publicada con pieloplastia laparoscópica robotizada
Duración Plazo medio de
Seguimiento media de la retirada de la
N.º de Tasa de medio intervención endoprótesis
Autor Año casos Técnica éxito (%) (meses) (min) PES (ml) (semanas)
Graham y cols.6 2001 1 TP — — — — —
Guillonneau y cols.7 2001 1 TP 100 — — — 1,5
Gettman y cols.9 2002 6 TP 100 3 140 50 3-6
Gettman y cols.10 2002 9 TP 88,9 4,1 138,8 50 6
Yohannes y Burjonrappa18 2003 1 TP 100 1,5 300 150 6
Hubert12 2003 12 TP — — 153 — —
Bentas y cols.13 2003 11 TP 100 21 197 — 5-6
Munver y cols.14 2003 10 TP 90 3 168 — —
Peschel y cols.11 2004 41 TP 100 7,4 124 50 6
Luke y cols.21* 2004 5 TP 80 3 225 68 3-6
Mendez-Torres y cols.15 2005 32 TP 89 8,6 300 50 6
Siddiq y cols.16 2005 26 TP 95 6 245 69 4-6
Palese y cols.17 2005 35 TP 94 7,9 216,4 73,9 4-6
Rubinstein y cols.19 2005 5 RP 100 6 145 36 —
Patel20 2005 50 TP 96 11,7 122 40 2,5
*
Plataforma robótica Zeus.
PES, pérdida estimada de sangre; RP, retroperitoneal; TP, transperitoneal.
Cirugía renal robótica: pieloplastia 127
Ayudante
Brazos quirúrgico
robóticos de campo
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Cirujano
Consola
Figura 16A-1 Configuración del quirófano para una pieloplastia desmembrada izquierda robótica (da Vinci).
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128 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
s ubcutáneo subyacentes se seccionan con electrocauterio debería estar al menos a 8 cm del puerto de la cámara. Las
hasta llegar a la fascia subyacente. Después de establecer el suturas se pueden introducir y sacar con facilidad por el
neumoperitoneo con una aguja de Veress en este punto, se puerto del instrumental robótico de 8 mm, lo que evita la
colocan los puertos según la figura 16A-2, comenzando con necesidad de una segunda cánula de 12 mm. En los pacien-
el trocar periumbilical, según lo descrito por Peschel y cols11. tes obesos, esta colocación de los puertos se desplaza en
Nosotros preferimos utilizar el trocar dilatador de 12 mm sentido lateral, de modo que el puerto inicial de 12 mm se
de Ethicon (Ethicon Endo-Surgery, Cincinnati, Ohio) para coloca en la línea pararrectal, al nivel del ombligo o justo
el puerto de la cámara. Este puerto se coloca bajo visión por encima de él; los otros puertos también se mueven en
directa con la lente de 0 grados en el puerto de plástico sentido lateral de forma similar. Por lo general, es más útil
transparente; es esencial incidir la fascia periumbilical a que el puerto de la cámara esté en línea directa con la UPU;
lo largo de 10 mm para permitir que este puerto pase con en ocasiones, esto puede requerir la colocación de los tres
facilidad al abdomen. Los dos puertos de trabajo de 8 mm puertos robóticos en la línea media, con el puerto de 12 mm
(Intuitive Surgical, Sunnyvale, California) para los brazos equidistante del ombligo (puerto de 8 mm) y de la apófisis
robóticos se colocan bajo control laparoscópico de forma xifoides (otro puerto de 8 mm se podría poner en la línea
triangular, de modo que uno se sitúa en la parte superior de media bajo la apófisis xifoides). También en este caso, todos
la línea media, cerca de la apófisis xifoides, y el otro se intro- los puertos robóticos deben estar alejados 8 cm entre sí.
duce en el borde lateral del recto, por debajo del ombligo.
Para que estos puertos tengan una ubicación óptima, hay
que asegurarse de que existen al menos 8 cm entre el puerto Exposición de la unión pieloureteral
de la cámara y cada puerto de trabajo, para evitar que los
brazos robóticos colisionen durante la cirugía (v. fig. 16A-2).
obstruida
Existen muchas variantes para el puerto del ayudante, pero, Muchos autores (incluido RVC) alegan que la disec-
en nuestra opinión, la colocación de un puerto de 5 mm por ción laparoscópica estándar para la cirugía renal es más
debajo del ombligo y a lo largo de la línea media proporciona cómoda y refieren que logran la exposición de la UPU sin
una movilidad excelente al ayudante. Asimismo, este puerto ayuda robótica9,15-18. Otros (JA, DL) prefieren completar
todo el procedimiento laparoscópico con el robot.
En los pacientes con una OUPU izquierda, se incide la
línea de Toldt y el colon descendente se moviliza en sentido
medial para exponer la fascia de Gerota. En las UPU situa-
das a nivel lateral, puede ser necesario alejar sólo el colon
y su ángulo esplénico del bazo. Para una UPU situada en
posición más medial, puede ser preciso efectuar una movi-
lización completa del bazo para visualizar de forma ade-
cuada la pelvis y el uréter; esto puede incluir la incisión
de las inserciones esplenofrénicas, así como del ángulo
esplénico y, en pocas ocasiones, del ligamento esplenorre-
nal. La vena gonadal también se puede utilizar como guía
para el propio uréter si el abordaje al área se realiza desde
una localización más distal, pues la vena gonadal cruza
siempre por delante del uréter, habitualmente a nivel del
polo inferior del riñón. No suele ser necesario realizar una
disección amplia del hilio renal.
En los pacientes con una OUPU derecha, el colon ascen-
8 cm
Puerto de Puerto de dente suele poder movilizarse en sentido medial realizando la
trabajo 12 mm incisión de la reflexión peritoneal del colon en la cara antero-
de 8 mm para la medial del riñón, lo que permite reconocer enseguida la fascia
8c cámara
m de Gerota. Puede realizarse una maniobra de Kocher en el
Puerto de duodeno para exponer por completo la pelvis renal distendida.
5 mm del Puerto de
trabajo Se efectúa una incisión en la fascia de Gerota y se moviliza la
ayudante
de 8 mm grasa perirrenal en el polo inferior del riñón para exponer la
UPU obstruida y la superficie de la pelvis renal. Si se realiza
con el robot, estas maniobras se llevan a cabo con unas tijeras
monopolares y con unas pinzas bipolares de Maryland. Hay
que evitar una disección extensa del uréter proximal para
mantener el aporte vascular al uréter y la UPU; por tanto,
sólo se suelen disecar 3-4 cm del uréter proximal.
En cualquiera de los lados, a medida que la disección
de la UPU se lleva desde el uréter hacia la UPU, es esen-
cial advertir los cruces vasculares que puede haber en esta
Figura 16A-2 Colocación de los puertos para una pieloplastia zona. Para realizar una disección suave puede recurrirse a
transperitoneal izquierda robótica (da Vinci). Para un procedimiento sujetar con cuidado la pelvis renal. Cuando se realiza por
derecho se utiliza una disposición simétrica. laparoscopia, se emplean disectores de Kittner de 5 mm
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Cirugía renal robótica: pieloplastia 129
y unas pinzas atraumáticas (p. ej., pinzas de intestino o posición declive. En este punto, cualquier zona redundante
pinzas Atrac [Applied Medical, Rancho Santa Marguerita, de la pelvis renal puede escindirse. Como alternativa, si
California]). Cualquier manipulación del uréter debe ser sólo se ha realizado una pequeña apertura en la pelvis, se
mínima, sobre todo cuando se emplea la plataforma qui- puede espatular en sentido medial y cefálico para facilitar
rúrgica, con la que no es posible «sentir» la fuerza con la la anastomosis subsiguiente del uréter.
que se tracciona de los tejidos. La porción proximal del uréter se espatula en sentido
Una alternativa para mantener una exposición óptima lateral a lo largo de 1 cm, y el segmento estenótico obstruc-
de la UPU consiste en aplicar una única sutura trenzada tivo se extirpa o se puede dejar en posición, para que sirva
reabsorbible de 3/0 (poliglactina-910) en una aguja SH de «mango», a fin de facilitar la anastomosis con posteriori-
a través de la parte más alta de la pelvis renal disecada dad, lo que limita la manipulación de la parte «buena» del
y fijarla a la pared abdominal lateral o, si esta parte del uréter que se va a anastomosar con la pelvis renal. Una vez
procedimiento se realiza por vía laparoscópica, sacarla por que se ha completado la espatulación, se acaba la incisión
uno de los puertos antes de la sección de la UPU. En este de la UPU, lo que la desmembra de la pelvis renal.
último caso, la sutura se exterioriza a la superficie de la Antes de comenzar la anastomosis de la UPU, la presión
pared abdominal y el puerto se extrae y se vuelve a colo- del neumoperitoneo se desciende a 5 mmHg y se realiza una
car, lo que permite sacar la sutura del puerto. Esto pro- hemostasia excelente. A continuación, se realiza la anasto-
porciona al cirujano una excelente orientación respecto a mosis pieloureteral utilizando bien una adaptación de la
la UPU durante el resto del procedimiento. Si es necesario, técnica de Van Velthoven descrita para efectuar una anasto-
se puede colocar un lazo vascular directamente a través mosis vesicouretral laparoscópica, o bien con tres suturas
de la piel con un dispositivo de Carter-Thomason, pasarlo separadas22. La técnica de Van Velthoven emplea dos sutu-
por debajo del uréter y sacarlo por el mismo trayecto de ras de monofilamento reabsorbible de 4/0 de 12 cm de lon-
la misma aguja para aplicar una tracción continua hacia gitud (poliglecaprona 25) con una aguja SH, atadas entre sí
arriba sobre el uréter durante la movilización. por el extremo sin aguja, lo que permite realizar una pielo-
plastia con un único nudo, como se ha descrito con anteriori-
dad23. Una de las suturas es de color y la otra es blanca para
ayudar a distinguir la anterior y la posterior. La espatula-
Pieloplastia/inserción de catéter ción lateral del uréter se asigna a la posición horaria de las
Nosotros preferimos realizar una pieloplastia desmem- 3 en punto, tras lo que se colocan las primeras dos suturas a
brada de Anderson-Hynes para el tratamiento de la las 2:30 y las 3:30, de fuera hacia dentro en la pelvis renal y
OUPU, porque permite una escisión completa de una de dentro hacia fuera en las posiciones correspondientes en
UPU con anomalías anatómicas o funcionales, con trans- la pared lateral del uréter proximal. Cuando ambas suturas
posición de los cruces vasculares si es preciso. La OUPU se aproximan, traccionan del uréter a lo largo de un amplio
se secciona en parte utilizando las tijeras de electrocau- arco de 30 grados, que fija con firmeza el sitio de espatula-
terio monopolar. En este punto, es fundamental identifi- ción a la pelvis renal. El nudo único que une ambas suturas
car y seguir la orientación del uréter para espatularlo en actúa a modo de contrafuerte que desciende la pelvis hacia
la dirección adecuada, lo que evita una rotación excesiva el uréter e impide un acortamiento subsiguiente de los bra-
o una espiralización del uréter durante la anastomosis. zos de la sutura, o que pueda producirse un efecto de «sie-
Si hay un catéter colocado, se debe tener mucho cuidado rra». Después de completar la pared posterior con el brazo
para no seccionarlo al cortar el uréter. Éste se puede abrir izquierdo de la sutura, si no se había colocado una endopró-
en su parte anterior para pinzar con suavidad el catéter tesis externa al principio del procedimiento, se puede colo-
y traccionar de él en sentido anterior. A continuación, se car ahora una de tipo permanente. Para ello, se introduce un
puede seccionar el resto del uréter por completo. Si existe sistema dilatador/vaina de tipo Amplatz del calibre 8/10 de
un cruce vascular anterior, se puede traccionar de la pel- French (Cook Urological Inc., Spencer, Indiana) a través del
vis en sentido craneal antes de la sección de la UPU. Una puerto del ayudante o por el puerto robótico de 8 mm más
maniobra clave es movilizar por completo la pelvis para alto; este último está en línea más directa con la luz ureteral;
separarla de sus inserciones anteriores con el cruce vas- sin embargo, el brazo robótico debe desacoplarse para acce-
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cular y de las posteriores con el retroperitoneo; también der a este puerto. El catéter del calibre 8 de French se vuelve
se debe prestar una atención adicional al separar la cara a colocar con un catéter de acceso ureteral de Kumpe del
lateral de la UPU de la cara medial del riñón. Esto per- calibre 5 de French (Cook Urological Inc., Spencer, Indiana),
mite realizar con facilidad la transposición de la UPU que se avanza hasta que su extremo queda en la porción
antes de la anastomosis. proximal del uréter. A continuación, se avanza un fiador de
Si el robot se va a acoplar después de una disección lapa- nitinol de 0,889 mm hasta que se siente cómo se acoda en
roscópica estándar, debe observarse que es útil colocarlo en la vejiga. El catéter de Kumpe se extrae y se avanza una
su posición de modo que esté en línea con el laparoscopio endoprótesis ureteral permanente de tipo doble J del calibre
cuando éste se dirige hacia la UPU. Esto proporciona más 7 de French a través de la vaina de Amplatz del cali-
espacio entre los brazos robóticos y parece funcionar mejor bre 10 de French sobre el fiador y hasta el interior del
que una conexión perpendicular directa del robot al puerto uréter. Se debe seleccionar una endoprótesis que pueda
umbilical. resultar «demasiado larga»; por tanto, en la mayoría de los
La incisión desmembrante comienza en la pelvis, por lo pacientes más bajos de 180 cm se emplea una endoprótesis
que ésta se abre para que la UPU pueda visualizarse de de 28 cm, mientras que en los más altos de esa altura se uti-
forma directa. El objetivo es incidir la pelvis de modo que liza una de 30 cm. A continuación, la endoprótesis se avanza
la porción lateral e inferior de la incisión quede en una con un dispositivo para empujarla hasta que se ve cómo la
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130 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
marca proximal de color negro sale de la vaina de Amplatz nudo cruce la anastomosis y, de ese modo, proporcionar una
del calibre 10 de French. Esta vaina se retira, seguida del coaptación y una fuerza óptimas a los tejidos.
fiador. Después, la espira proximal de la endoprótesis se Si la pelvis no requiere un cierre adicional, la anasto-
avanza en la pelvis renal, tras lo que se inserta suero salino mosis está completa y las agujas se retiran, de modo que
teñido con índigo carmín en la vejiga a través de la sonda de el nudo queda fuera de la pelvis. Si la pelvis renal requiere
Foley; si la espira distal de la endoprótesis está bien situada una sutura adicional, se continúa dando puntos en sentido
en la vejiga, el suero salino teñido de azul debería refluir cefálico, a modo de lazada de zapato hasta cerrar toda la
por la endoprótesis hasta el campo quirúrgico alrededor de pelvis. Esta técnica se muestra en la figura 16A-3.
la pelvis renal abierta. La pared anterior de la anastomo-
sis de la UPU se sutura a continuación, utilizando el brazo
derecho de la sutura. En ese momento se realiza un punto Cierre
de transición con el brazo izquierdo de la sutura, pasando Una vez que se ha completado la sutura de la anastomo-
dicha sutura de fuera hacia dentro en el uréter proximal y sis, se retira la sutura de tracción; dependiendo de dónde se
de dentro hacia fuera en la pelvis renal para permitir que el colocó, esto permitirá que la grasa perirrenal caiga y acabe
Suturas continuas
Pelvis renal
Pelvis
renal
Uréter
Sutura Uréter
continua
Uréter B
A espatulado C
Suturas continuas
utilizadas para completar
D el cierre de la pelvis renal
E F
Figura 16A-3 Técnica de pieloplastia con un único nudo intracorpóreo. A, Defecto romboidal de la pelvis renal y uréter espatulado. B, Cada extremo
de la sutura con dos agujas se pasa de fuera hacia dentro de la pelvis renal y después de dentro hacia fuera en el uréter. C, La sutura se realiza a cada lado de
la anastomosis según una técnica continua. D y E, En la parte superior del uréter, un cabo de la sutura se invierte de dirección como punto de transición,
de modo que se pasa de dentro hacia fuera de la pelvis renal. F, Si se debe cerrar una extensión mayor de pelvis renal, las suturas se continúan en sentido
cefálico, a modo de lazada de zapato. (Modificada de Eichel, L, Khonsari, S, Lee, DI y cols.: One-knot pyeloplasty. J Endourol 18:201, 2004.)
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Cirugía renal robótica: pieloplastia 131
una sutura discontinua inicial de hilo reabsorbible de 3/0, seguimiento para definir el verdadero valor de este proce-
seguida de suturas de refuerzo con hilo reabsorbible de 4/0, dimiento a la luz de los datos de seguimiento a largo plazo
bien inmediatamente o después de colocar dos suturas de sobre pieloplastia laparoscópica y abierta.
refuerzo adicionales interrumpidas de 4/0.
También existen numerosas variaciones en cuanto a los
Conclusiones
puertos. Algunos autores prefieren colocar los tres puer-
tos en la línea media; sin embargo, esto hace que el puerto Los resultados preliminares de series con pocos pacien-
intermedio de 12 mm no quede en el ombligo, lo que resta tes apoyan la hipótesis de que la pieloplastia robotizada
valor estético al procedimiento. Otra variación consiste parece ofrecer unos resultados equivalentes a los aborda-
en colocar un cuarto puerto estándar subxifoideo o en la jes estándar laparoscópico y abierto. Nosotros creemos que
línea axilar anterior15. Esto último es difícil, pues el ayu- las características de la plataforma robótica proporcionan
dante compite con los brazos del robot para obtener acceso; a todos los cirujanos (salvo a los más expertos) unas capa-
no obstante, proporciona un punto de entrada excelente cidades laparoscópicas mejores que pueden ser de incalcu-
para separar en sentido lateral la UPU y para «seguir» lable valor para la difusión de esta técnica menos invasiva
una sutura continua. Otros autores optan por un abordaje a muchos de los urólogos que ya tienen una gran habilidad
estándar con tres puertos16. con la pieloplastia abierta.
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132 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Capítulo 16B
Amy E. Krambeck l Matthew T. Gettman l Reinhard Peschel
El tratamiento de las masas renales ha cambiado de forma ble presencia de adherencias al intestino y de distorsión de
espectacular en las últimas dos décadas. El mayor uso de las referencias anatómicas. El abordaje de la masa renal
la tomografía computarizada (TC) y de la resonancia mag- debe basarse en su localización. En las lesiones anterio-
nética (RM) ha dado lugar al descubrimiento casual de res se puede usar un abordaje transperitoneal con faci-
pequeñas masas renales susceptibles de una nefrectomía lidad, mientras que en las lesiones posteriores se puede
parcial. La cirugía de conservación de nefronas se realiza emplear igualmente un abordaje transperitoneal, aunque
cada vez más en presencia de un riñón contralateral sano, también se puede recurrir a un acceso directo con una
con una eficacia probada y beneficios a largo plazo para técnica robótica por un abordaje retroperitoneal. Para los
el paciente1-3. Aunque la nefrectomía laparoscópica se ha cirujanos principiantes con los procedimientos robóticos,
convertido en un procedimiento ampliamente aceptado, el nosotros recomendamos que al principio sólo se traten los
uso de la nefrectomía parcial laparoscópica ha sido limi- tumores que estén en posición anterolateral y que se uti-
tado, debido a su dificultad técnica, sobre todo por la capa- lice un abordaje transperitoneal para estas lesiones, que
cidad de realizar una hemostasia eficaz de forma fiable proporciona unas referencias anatómicas más familiares y
durante el procedimiento. Los materiales hemostáticos de un espacio de trabajo más amplio. Ambos factores pueden
los que se dispone en la actualidad son la coagulación con ofrecer ventajas técnicas cuando se realice una nefrectomía
haz de argón, el electrocauterio, las esponjas de gelatina, parcial laparoscópica robotizada.
Cirugía renal robótica: nefrectomía parcial y nefropexia 133
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134 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Puerto de
Puerto de 8 mm
8 mm a 7 cm
equidistante entre
por encima
el ombligo y la
del ombligo
apófisis xifoides
Puerto de
8 mm Puerto Puerto de 12 mm
Puerto de infraumbilical
12 mm de 8 mm
Puerto Puerto de
infraumbilical 12 mm a 7 cm
de 12 mm por debajo
en la línea del ombligo
medioclavicular
B
A
Figura 16B-1 Colocación de los puertos estándar (A) y modificada (B) para una nefrectomía parcial transperitoneal con sistema robótico da Vinci.
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Cirugía renal robótica: nefrectomía parcial y nefropexia 135
Postoperatorio
Toldt, se moviliza el intestino en sentido medial y se incide
El primer día del postoperatorio se debe realizar un aná-
la fascia de Gerota. Si se utiliza un abordaje retroperito-
lisis de la bioquímica sérica y un hemograma completo.
neal, se identifica la fascia de Gerota y también se incide.
Este mismo día se debe animar a los pacientes a que
El ayudante quirúrgico facilita la disección utilizando ins-
comiencen a caminar, así como avanzar la dieta según la
trumentos laparoscópicos convencionales para proporcio-
tolerancia, a medida que se expulsa el aire intestinal. La
nar contratracción y aspiración. Al principio, se identifican
sonda urinaria se retira cuando el paciente camine del
y se aíslan el uréter y el pedículo. El riñón se moviliza por
todo. El drenaje se quita antes del alta, siempre que no
completo en el interior de la fascia de Gerota para identifi-
haya signos de hemorragia activa ni de fístula urinaria.
car la lesión renal y descartar la presencia de lesiones adi-
cionales. La grasa situada por encima de la lesión renal se
deja en su sitio y se incluye como parte de la pieza anato-
mopatológica. A continuación, se diseca el hilio renal para
Resultados
permitir la oclusión durante la escisión de la masa. Hasta el momento, se han publicado dos series principales
Para preparar la nefrectomía parcial, el ayudante intro- de nefrectomía parcial laparoscópica robotizada: nuestra
duce una sutura de poliglactina de 2/0 (15-20 cm de largo) serie de la Clínica Mayo (Rochester) y de la Universidad de
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a través de su puerto de 12 mm. También se coloca una Innsbruck (Austria), compuesta por 13 pacientes, y la serie
torunda dentro del abdomen compuesta por esponja de gela- de Phillips y cols.16 de la Universidad de Nueva York, de
tina y celulosa oxidada, con vistas a la sutura que se rea- 12 pacientes. Ambas técnicas fueron similares, aunque en
lizará después de la escisión del tumor. A continuación, se la de Philips y cols. no se usó un catéter renal intraarterial
administran 12,5 g de manitol por vía intravenosa. Si no se para el enfriamiento renal.
va a utilizar ningún catéter intraarterial de enfriamiento, En nuestra serie, ocho pacientes se sometieron a enfria-
la vena y la arteria renales se ocluyen con pinzas laparos- miento renal mediante un catéter intraarterial y en los
cópicas de bulldog. Esto requiere que el cirujano situado en otros cinco se efectuó un pinzamiento hiliar renal estándar.
la consola eleve el riñón y coloque el hilio a tensión, mien- La duración media de la intervención fue de 215 minutos
tras que el ayudante aplica las pinzas de bulldog mediante (rango, 130-262 minutos), que englobaba el tiempo nece-
laparoscopia. Como alternativa, en los pacientes en quienes sario para la instalación/selección del robot. El diámetro
se vaya a colocar un catéter intraarterial para administrar medio del tumor fue de 3,5 cm (rango, 2-6 cm) y la pérdida
suero salino frío, la oclusión de la arteria renal se consi- estimada de sangre fue de 170 ml (rango, 50-300 ml). En
gue utilizando el balón del catéter intraarterial14,15. La dos casos se produjo una rotura del sistema colector, que
isquemia fría se consigue con la infusión continua de suero se cerró en la propia intervención quirúrgica, sin que se
salino frío, que también impide el reflujo venoso durante la observasen fístulas renales postoperatorias.
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136 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
En los cinco pacientes sometidos a pinzamiento renal, t écnicas adicionales o una planificación preoperatoria
la duración media global de la isquemia caliente fue de basada en imágenes transversales permitirán optimizar la
22 minutos (rango, 15-29 minutos). En los que se utilizó un colocación de los puertos.
catéter de enfriamiento intraarterial, la duración media En ambas series se ha reconocido la relevancia de un
de isquemia fría fue de 33 minutos (rango, 18-43 minu- planteamiento en equipo. Contar con un ayudante de
tos). Nosotros no tuvimos dificultades con la colocación campo familiarizado con el equipo robótico y su montaje es
del catéter vascular y no se desplazó de su sitio en ningún esencial para que el procedimiento transcurra a la perfec-
momento de la intervención. El uso de este catéter permi- ción. Además, es obligatorio contar con un ayudante qui-
tió una hemostasia excelente y no pareció complicar la esci- rúrgico experto o con un segundo cirujano. Este profesional
sión de la masa renal. es responsable de la aplicación de las pinzas del pedículo,
En nuestra serie no fue preciso realizar conversiones así como de la introducción de suturas y de torundas. Puede
abiertas ni hubo complicaciones intraoperatorias. En un ser difícil para el cirujano o ayudante de campo proporcio-
paciente, la hospitalización se prolongó 7 días debido a íleo nar una ayuda óptima debido al movimiento continuo del
postoperatorio. Sin embargo, la duración media del ingreso sistema robótico. En caso de una conversión abierta rápida,
fue de 4,3 días (rango, 2-7 días). En un caso se observó un el cirujano o ayudante de campo debe actuar con presteza,
margen positivo, a pesar del estudio intraoperatorio de porque es la única persona que está lavada de forma estéril
secciones por congelación. En este paciente se realizó con y requerirá iniciar el proceso de conversión.
posterioridad una nefrectomía radical laparoscópica, sin Si se va a usar isquemia caliente, la escisión del tumor
que mostrase signos de tumor residual. En la actualidad, y la reparación deberían durar menos de 30 minutos
nuestro seguimiento se limita a 2-11 meses, pero no se han para optimizar la función renal. El catéter intraarterial
observado recidivas17. con enfriamiento renal mediante suero salino frío puede
Phillips y cols. han obtenido resultados similares. En su prolongar el tiempo de isquemia más de 30 minutos con
caso, la duración media de la intervención fue de 265 minu- seguridad. Nosotros hemos comenzado por usar el catéter
tos, incluida la preparación del robot. El tamaño medio del intraarterial en todos los casos recientes. Al eliminar la
tumor fue de 1,8 cm. La pérdida estimada de sangre fue limitación temporal, se mantiene un ambiente de trabajo
de un promedio de 240 ml, con una disminución media del controlado y más relajado.
hematocrito del 6,5%. La duración media de la isquemia
caliente fue de 26 minutos y no se empleó isquemia fría. La
reparación del sistema colector fue necesaria en el 25% de
Nefropexia robótica
los pacientes de esta serie, y un paciente tuvo una fístula Antecedentes
urinaria que requirió un drenaje percutáneo durante 5 se-
manas. La nefropexia es el único procedimiento quirúrgico dispo-
La conversión a una técnica abierta fue necesaria en nible para tratar la nefroptosis sintomática. La nefroptosis
2 pacientes de esta serie. En un caso se produjo un fallo del consiste en un descenso renal superior a dos cuerpos verte-
funcionamiento del robot; en el otro, las pinzas vasculares brales (o bien mayor o igual a 5 cm) observado en bipedes-
se desacoplaron durante la escisión de la masa. Un tercer tación en una pielografía intravenosa (PIV) o en estudios
paciente requirió la conversión a una técnica laparoscópica de medicina nuclear18. La ptosis renal se encuentra hasta
manual debido a una hemorragia tras la retirada de las en el 20% de los varones y mujeres al realizar una PIV
pinzas hiliares. La duración media de la estancia hospita- rutinaria19-20. Sólo el 10-20% de estos casos son sintomá-
laria para los pacientes de esta serie fue de 2,7 días16. ticos, con una mayor incidencia en las mujeres (5:1)21. Las
En ambas series se observó que la nefrectomía parcial mujeres delgadas se afectan con más frecuencia, debido a
laparoscópica robotizada es factible con el robot da Vinci, y la presencia de una mínima grasa perirrenal de soporte22.
el cierre mediante sutura del defecto renal pudo realizarse La nefroptosis se produce más en el riñón derecho (70%)
con dicho robot. Este abordaje permite obtener de forma que en el izquierdo (10%) y puede ser bilateral en el 20%
global una hemostasia fiable y una duración de la interven- de los casos18-20. Aunque el dolor en el flanco se ha consi-
ción comparable a la de otras nefrectomías parciales lapa- derado el signo patognomónico, otros trastornos, como una
roscópicas. En nuestra serie, observamos que el abordaje infección del tracto urinario (ITU) recidivante, hiperten-
retroperitoneal también es posible, pero requiere modifica- sión, nefrolitiasis, isquemia o atrofia renal, hematuria y
ciones más frecuentes del alineamiento del robot por parte proteinuria, también se han atribuido a esta afección22,23.
del ayudante. Por este motivo, nosotros recomendamos un Estos síntomas se consideran el resultado de una altera-
abordaje transperitoneal cuando sea posible, sobre todo ción de la perfusión renal y se sabe que la gammagrafía
al realizar esta técnica por primera vez. Además, se debe renal puede mostrar una función renal fraccionada impre-
hacer hincapié en la colocación de los puertos. Para lograr cisa o signos de obstrucción en caso de riñones ptósicos24.
una funcionalidad óptima del robot, el ángulo creado entre Se han descrito más de 170 procedimientos quirúr-
cada puerto robótico de trabajo y el puerto de la cámara gicos distintos para la nefropexia21,25,26. El grupo de la
debería ser obtuso y la trayectoria al tumor renal debería Universidad de Washington introdujo la nefropexia transab-
constituir la bisectriz de este ángulo. Es necesario obte- dominal laparoscópica en 1993 y ha descrito unos resultados
ner la visualización endoscópica del campo quirúrgico al iniciales a 1 año del 100% de resolución de los síntomas27,28.
comienzo del procedimiento antes de la colocación de los Esta introducción de la laparoscopia ha renovado el interés
puertos subsiguientes para establecer la trayectoria ade- en la nefropexia para el tratamiento de la nefroptosis. El tra-
cuada; sin embargo, en el futuro tal vez ciertas ayudas tamiento disponible se había vuelto mucho menos invasivo,
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Cirugía renal robótica: nefrectomía parcial y nefropexia 137
y había más médicos dispuestos a intentar una reparación Para el abordaje transperitoneal, el paciente se coloca en
para corregir los síntomas si la morbilidad pudiese limitarse. posición de flanco lateral modificada a 45 grados. Con la
Sin embargo, la realización de suturas laparoscópicas puede aguja de Veress, el cirujano establece el neumoperitoneo
ser compleja incluso para los laparoscopistas más avezados, y coloca un trocar infraumbilical de 12 mm. El endoscopio
lo que llevó a la introducción de la nefropexia laparoscópica robótico se introduce en este sitio. Con el neumoperitoneo
robotizada. El sistema da Vinci mejora en gran medida el a una presión de 12 mmHg, se insertan otros tres trocares:
suturado intracorpóreo, lo que puede reducir la duración de un puerto de 8 mm a nivel del ombligo en la línea medio-
la intervención y las dificultades técnicas, lo que constituye clavicular, otro puerto de 8 mm subxifoideo y un puerto
un beneficio para la nefropexia. adicional de 5 mm en una posición alta en la línea medio-
clavicular, justo bajo las costillas. El ángulo entre los puer-
tos de trabajo y el puerto de la cámara robótica debe ser
Indicaciones obtuso (fig. 16B-3). Como alternativa, los trocares pueden
La decisión de tratar a estos pacientes suele tomarse des- disponerse de forma similar a la utilizada para la nefrec-
pués de haber descartado todas las demás etiologías de tomía parcial laparoscópica robotizada (v. fig. 16B-1). El
dolor abdominal o del flanco. Boeminghaus29 ha sugerido retroperitoneo se abre a lo largo de la línea de Toldt, y el
una clasificación sistemática de estos pacientes, que dife- riñón se moviliza por completo. La pelvis renal y el uréter
rencia a las personas con nefroptosis en tres grupos: 1) pto- se exponen mediante la apertura de la parte anterior de
sis asintomática que no requiere tratamiento, 2) pacientes la fascia de Gerota y de la grasa perirrenal. Una pequeña
sintomáticos pero sin alteraciones funcionales y 3) pacien- zona de la superficie posteroinferior del riñón se fulgura
tes sintomáticos con alteraciones funcionales y en ocasiones con electrocauterio, al igual que un área correspondiente
morfológicas. Boeminghaus recomienda que sólo se trate a del músculo cuadrado lumbar o del psoas. Con una sutura
los pacientes del grupo 3. Rassweiler y cols.12 recomiendan de 3/0 de polidioxanona, el cirujano fija la zona fulgura-
la intervención quirúrgica sólo en los pacientes con un des- da de la cápsula renal al área correspondiente del músculo
censo renal de dos o más cuerpos vertebrales asociado a la con varias suturas intracorpóreas. Se debe procurar asegu-
presencia de dos síntomas objetivos o de un síntoma obje- rarse de que la sutura sólo engloba la cápsula renal, pero
tivo y uno subjetivo. La mayoría de los médicos que tratan no grandes cantidades de parénquima renal. El intestino
esta afección consideran adecuado realizar la interven- se reaproxima con polidioxanona de 3/0 y un drenaje de
ción quirúrgica en pacientes sintomáticos con un descenso 5 mm se extrae por uno de los puertos de 8 mm. El resto
demostrable del riñón, después de haber descartado otras de los puertos se extraen bajo visión directa, tras lo que se
etiologías. cierran las incisiones.
Evaluación preoperatoria
Se debería realizar una historia clínica y una exploración
física completas centradas en las intervenciones quirúr-
gicas abdominales previas. Es necesario efectuar una PIV
en decúbito supino y en bipedestación que demuestre un
descenso del riñón de dos o más longitudes vertebrales
para establecer el diagnóstico de nefroptosis. En el pasado,
se sugirió la realización de una gammagrafía renal con
ácido dimercaptosuccínico (DMSA), pero no es fiable para
establecer el diagnóstico de ptosis renal. Los estudios
recientes de Strohmeyer y cols.23 indican que la medición
del índice resistivo (IR) mediante técnicas de imagen con
Doppler color es una herramienta útil en el diagnóstico Puerto de
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Técnica quirúrgica
La noche antes del procedimiento, el paciente debería
someterse a una preparación de evacuación intestinal. En
el quirófano, después de administrar la anestesia general Figura 16B-3 Colocación de los puertos para una nefropexia
se insertan una sonda de Foley y una sonda nasogástrica. transperitoneal con sistema robótico da Vinci.
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138 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Postoperatorio
La deambulación se autoriza el día 1 del postoperatorio
y se administra medicación analgésica según se precise.
Puerto de 12 mm Durante la hospitalización se realiza una PIV y una
en la línea axilar ecografía para descartar una hidronefrosis y verificar la
media a la altura posición correcta del riñón. El drenaje se extrae antes del
del ombligo
alta domiciliaria.
Puerto de 5 mm
a 7 cm por Ombligo
detrás Resultados
Puerto de 5 mm En la actualidad, la nefropexia laparoscópica robotizada
a 7-10 cm por se realiza sólo en unos pocos centros, y los datos disponi-
delante bles sobre los resultados son limitados. No se ha realizado
una serie extensa que compare la nefropexia laparoscópica
con la nefropexia robotizada, y es necesaria antes de que
se puedan ofrecer recomendaciones sobre la utilidad de la
aplicación del sistema robótico. A diferencia de la nefrec-
tomía parcial robótica, la nefropexia no requiere un ayu-
dante muy experto para realizar el pinzamiento vascular.
El elemento central del procedimiento de nefropexia es la
sutura del riñón al músculo psoas o al cuadrado lumbar,
que se efectúa con la ayuda del sistema robótico. Por tanto,
la robótica puede ser muy útil para la nefropexia, y es posi-
Figura 16B-4 Colocación de los puertos para una nefropexia ble que en el futuro aumente su aceptación.
retroperitoneal con sistema robótico da Vinci.
Conclusión
Los papeles definitivos de la nefrectomía parcial y de la
nefropexia laparoscópicas robotizadas en la práctica uro-
Como alternativa, se puede utilizar un abordaje retrope- lógica general siguen sin estar definidos. Aunque la nefrec-
ritoneal. El paciente se coloca en decúbito lateral y la mesa tomía parcial laparoscópica robotizada es beneficiosa por
se flexiona. Se realiza una incisión cutánea de 15 mm en la la reducción del tiempo de isquemia caliente gracias a
línea axilar media a nivel del ombligo. Se entra en el espa- que mejora la realización de las suturas intracorpóreas,
cio retroperitoneal, que se amplía mediante disección roma requiere contar con un ayudante quirúrgico experto y
con el dedo. A continuación, se introduce un balón disector un planteamiento de equipo, lo que puede resultar poco
para crear un espacio de trabajo retroperitoneal. Después, se práctico para la mayoría de los cirujanos. Es posible que
introduce un puerto de 12 mm a través de la incisión cutánea sean necesarias modificaciones de la técnica quirúrgica
previa para el endoscopio robótico. El neumoperitoneo se antes de que la nefrectomía parcial laparoscópica roboti-
mantiene a una presión de 8 mmHg y se coloca un trocar de zada sea factible para la práctica general. Por otra parte,
5 mm en una posición 7-10 cm dorsal al primero. Luego se la nefropexia laparoscópica robotizada es una técnica muy
diseca el peritoneo desde la pared abdominal en sentido ante- nueva de la que se dispone de pocos datos. Se necesita
romedial. Un tercer trocar de 10 mm se coloca en una posi- que se publiquen más series antes de poder recomendar
ción 7-10 cm anterior al primero. Se puede colocar un cuarto este abordaje frente a los procedimientos laparoscópicos
trocar de 5 mm cerca del tercer trocar si es necesario para estándar. Sin embargo, los resultados iniciales son favo-
aplicar separación (fig. 16B-4). El resto del procedimiento es rables, y puede que se incluya en el arsenal del urólogo a
igual a lo que se ha descrito para el abordaje transperitoneal. continuación de la pieloplastia robótica.
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Capítulo 17
J. Del Pizzo
resultados estéticos. Las comparaciones retrospectivas han A continuación, el robot se acerca al campo quirúrgico y se
demostrado una reducción del dolor postoperatorio, la dis- coloca a la izquierda del paciente, con un ángulo de 45 gra-
capacidad y la duración de la hospitalización, así como una dos respecto al eje mayor de la mesa de operaciones, tras lo
recuperación más rápida y una menor tasa de complicacio- que se acoplan el laparoscopio y los instrumentos robóticos.
nes en comparación con la suprarrenalectomía abierta1,2. Después de inspeccionar la cavidad peritoneal y de rea-
Más recientemente, se ha demostrado que la suprarre- lizar todas las adherenciólisis necesarias, se incide la línea
nalectomía robótica es un abordaje mínimamente inva- blanca de Toldt desde el nivel de los vasos ilíacos hasta por
sivo factible. Gill y cols.3 describieron por primera vez la encima del bazo. Las inserciones esplenocólicas, espleno-
suprarrenalectomía robótica en un modelo animal y poco rrenales y esplenofrénicas se inciden mediante un gancho
después en seres humanos4. Después, otros grupos han o tijeras de electrocauterio para movilizar por completo
demostrado que la suprarrenalectomía robótica es un abor- el bazo en sentido medial. La cola del páncreas se diseca
daje seguro y eficaz5-7. La suprarrenalectomía robótica con cuidado para separarla de la fascia de Gerota, de modo
permite reducir la morbilidad y la presencia de cicatrices que el páncreas pueda descender en sentido medial con
quirúrgicas en el paciente a la vez que permite a los ciru- el bazo. Esto ofrece una exposición excelente de la supra-
janos urológicos entrenados realizar esta intervención rrenal izquierda y del polo superior del riñón izquierdo.
mínimamente invasiva con éxito7. Los seis grados de libertad A continuación, la glándula suprarrenal se diseca de forma
Técnicas diversas de cirugía robótica en adultos 141
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142 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
B E
A
D
C
A B
Figura 17-1 A, Colocación de los trocares para la suprarrenalectomía derecha laparoscópica robotizada. El procedimiento en el lado derecho se
realiza con cinco puertos. Un puerto inicial de 12 mm para la cámara (A); puertos de trabajo robótico derecho (8 mm) (B) e izquierdo (8 mm) (C); puerto de
12 mm del ayudante (D); puerto de 5 mm para la separación del hígado (E). B, Colocación de los trocares para la suprarrenalectomía izquierda laparoscópica
robotizada. El procedimiento se realiza a través de cuatro puertos, de forma similar a la colocación de los puertos para la intervención derecha, salvo el
puerto de 5 mm para la separación del hígado. (De Desai MM, Gill IS, Kaouk JH y cols.: Robotic-assisted laparoscopic adrenalectomy. Urology 60:1104-1107, 2002.)
circunferencial, comenzando por el borde superior; las y del ligamento triangular lateralmente. El hígado se separa
ramas de los vasos frénicos inferiores se controlan con elec- con un separador autoestático o por parte del ayudante de
trocauterio o con clips. A continuación, se aborda la cara campo. Después, se identifica la vena cava inferior, lo que
medial de la glándula, procurando controlar los pequeños puede requerir la realización de una maniobra de Kocher en
vasos que surgen de la aorta. En este punto, se identifica la segunda porción del duodeno. Una disección cuidadosa a
la vena suprarrenal y se secciona entre clips. La fascia de lo largo de la pared lateral de la vena cava permitirá iden-
Gerota se incide en la unión del polo superior del riñón y tificar la vena suprarrenal derecha, que se secciona entre
de la vena suprarrenal para completar la disección inferior; clips. Al igual que se ha descrito para la suprarrenalectomía
se debería procurar identificar las ramas venosas/arteriales izquierda, la disección se efectúa de forma circunferencial,
adicionales que surgen de la vena y/o arteria renal. Por ligando con clips y/o cauterizando el aporte arterial con dis-
último, se desprende el resto de las inserciones laterales posición en estrella. Las inserciones laterales relativamente
de la suprarrenal, lo que libera la pieza por completo. Se avasculares son las últimas que se seccionan, lo que permite
emplea una bolsa endoscópica para extraer la pieza com- extraer la pieza con una bolsa endoscópica.
pleta. El campo se irriga y se inspecciona con presiones de
insuflación reducidas, se asegura la hemostasia y los sitios
de los puertos se cierran según se precise. Resumen
Se ha demostrado que la suprarrenalectomía robótica es
factible, segura y eficaz. Muchos trabajos publicados han
Técnica: suprarrenalectomía derecha documentado que la duración de la intervención, la pérdida
La suprarrenalectomía robótica derecha suele realizarse estimada de sangre y las tasas de complicaciones son acepta-
a través de cinco puertos; un puerto adicional de 5 mm se bles5-9. Las múltiples virtudes del sistema da Vinci, como la
emplea para que el ayudante de campo separe el hígado excepcional visualización, la reducción del temblor y los seis
(v. fig. 17-1). La exposición de la suprarrenal derecha depende grados de libertad que proporciona la tecnología EndoWrist,
de una adecuada movilización hepática; no se precisa una suponen una ayuda para la disección delicada que se precisa
movilización completa del colon ascendente y del ángulo durante la suprarrenalectomía. A medida que la robótica se
hepático. El hígado se moviliza mediante una incisión en el integre cada vez más en la práctica urológica cotidiana, el
peritoneo posterior, a lo largo de la superficie inferior hepática abordaje robótico adquirirá un papel creciente en el futuro.
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Técnicas diversas de cirugía robótica en adultos 143
1 mm
10 grados
10
grados
A B C
Figura 17-2 A, Vista superior. B, Vista lateral. C, Micropinzas utilizadas para la vasovasostomía robótica.
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144 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
la intervención, y no se permiten las relaciones sexuales la vasovasostomía robótica con la reconstrucción realizada
ni la eyaculación durante 4 semanas. Se realizan análisis bajo visión con microscopio15,16 y han descrito una dismi-
del semen al mes y a los 3 y 6 meses de la intervención. nución de la formación de granulomas espermáticos tras la
La vasoepididimostomía representa el procedimiento vasovasostomía robótica, que se puede atribuir a la mayor
microquirúrgico más difícil desde el punto de vista técnico. precisión de la anastomosis15. Las publicaciones ofrecen
Nosotros realizamos una vasoepididimostomía robótica datos variables sobre la duración de la intervención (más
utilizando una técnica de tracción (pull-through) con inva- larga14,16 o más corta15) utilizando el robot en comparación
ginación longitudinal10. En primer lugar, el epidídimo se con el abordaje microscópico convencional. Falta por reali-
explora con el microscopio quirúrgico Zeiss (Carl Zeiss, zar estudios que comparen los resultados de la vasovasos-
Oberkochen, Alemania) para escoger un túbulo epididima- tomía microquirúrgica tradicional con la técnica robótica
rio dilatado. El extremo del conducto se fija a continuación en el ser humano. En la actualidad la vasoepididimosto-
a la túnica epididimaria con una única sutura de nailon mía se ha descrito en un único estudio en animales, en el
de 9/0. A continuación, el microscopio se retira, el robot que la duración de la intervención, la tasa de granuloma
se lleva a la mesa de operaciones y se realiza la vasoepi- espermático y la tasa de permeabilidad no presentaron
didimostomía por tracción con invaginación longitudinal10, diferencias significativas con la técnica microquirúrgica
mediante dos suturas de 10/0 con dos agujas, que se colo- convencional.
can en paralelo y longitudinales al túbulo epididimario y Una limitación de la cirugía robótica que se ha citado es
de dentro hacia fuera en el extremo del conducto (fig. 17-3). la falta de retroalimentación táctil. En la reversión de la
A continuación, se utilizan 8-10 suturas interrumpidas de vasectomía, esto puede tener una especial relevancia para
10/0 para aproximar la túnica epididimaria al músculo del determinar la tensión necesaria a la hora de traccionar de
conducto, lo que refuerza la anastomosis. Después, se retira las suturas anastomóticas sin romperlas. Por tanto, cuando
el robot y se realiza el cierre de la herida como se ha des- se usa una técnica robótica se pueden utilizar pistas visua-
crito antes para la vasovasostomía. les, como el enrollado de la sutura, para guiar la cantidad
de tensión que se debe aplicar13. Además, el aumento habi-
tual del microscopio es de 16-25, mientras que el sistema
Resumen robótico da Vinci tiene una lente de 10. Se puede obtener
La posibilidad de revertir la vasectomía robótica se ha un aumento de hasta 30 con el robot si se mueve la lente
demostrado con estudios in vitro y en animales14-16. Los de la cámara a 1 cm del campo quirúrgico14; sin embargo,
investigadores no han observado diferencias en cuanto a las mejoras del sistema pueden permitir que se aumente la
las tasas de permeabilidad o de complicaciones al comparar distancia de trabajo, lo que proporcionará más espacio para
Conducto
deferente
Sutura de 10/0 con doble aguja
Túbulo epididimario
Conducto
A deferente
B
Figura 17-3 Vasoepididimostomía por invaginación longitudinal microquirúrgica robótica. Se realizó una vasoepididimostomía por tracción con dos
suturas de nailon de 10/0 con doble aguja colocadas en paralelo y longitudinales en el túbulo epididimario (A) y después de dentro hacia fuera en el extremo
del conducto utilizando el robot (B). (De Schiff J, Li PS, Goldstein M: Robotic microsurgical vasovasostomy and vasoepididymostomy: a prospective randomized study in a
rat model. J Urol 171:1720-1725, 2004.)
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Técnicas diversas de cirugía robótica en adultos 145
los movimientos del instrumental y minimizará los efectos bolsa, descendiéndola al muñón uretral. Después, se cie-
térmicos sobre el conducto deferente14. rra la incisión abdominal, y el robot se vuelve a acoplar
De forma global, el uso del robot puede aumentar la pre- para efectuar la anastomosis de la neovejiga con la ure-
cisión de las suturas para la vasovasostomía y la vasoepi- tra. La anastomosis se completa mediante una sutura
didimostomía, lo que dará lugar a unas anastomosis más continua de polidioxanona de 3/0 con doble aguja, que se
herméticas y a unos mejores resultados. La eliminación prepara atando entre sí los extremos de dos suturas de
del temblor fisiológico puede hacer que los procedimientos 12 cm de polidioxanona de 3/0, una de ellas con color y otra
sean menos complicados y de ese modo acortar la curva blanca17-20.
de aprendizaje. Los continuos avances de la tecnología Un abordaje alternativo para realizar la derivación uri-
robótica, como las mejoras del aumento de la imagen y el naria consiste en efectuar la movilización y disección por
desarrollo de instrumentos más delicados, facilitarán aún vía laparoscópica y, a continuación, emplear el robot para la
más el uso de la robótica en la reversión de la vasectomía. sutura21,22. Por ejemplo, se puede utilizar el robot para
crear las anastomosis ureterointestinales durante la deri-
vación laparoscópica con conducto ileal21. Para este proce-
Derivación urinaria dimiento, se colocan cinco puertos de 12 mm (fig. 17-4).
El colon izquierdo se diseca en primer lugar de forma
Antecedentes laparoscópica con un bisturí armónico, incidiendo la línea
de Toldt y exponiendo el uréter izquierdo a nivel de la
La derivación urinaria puede estar indicada tanto para las
bifurcación ilíaca. El uréter se moviliza en sentido proxi-
enfermedades benignas como para las malignas y puede
mal y distal a la unión ureterovesical, donde se secciona
consistir en una neovejiga ortotópica, una bolsa continente
y después se pasa por debajo del mesenterio sigmoideo.
cateterizable o un conducto. Las técnicas mínimamente
Después, se identifica el uréter derecho, que se moviliza y
invasivas para la derivación urinaria se han aplicado con los
se secciona tras rechazar el colon derecho. Se aísla un seg-
objetivos de disminuir la morbilidad y mejorar la estética, a
mento de unos 15 cm de íleon para el conducto, en un punto
la vez que se mantienen unos resultados funcionales equi-
situado 15 cm proximal a la válvula ileocecal, y se sec-
valentes a los de la cirugía abierta. Sin embargo, estos pro-
ciona con una grapadora Endo-GIA 60-3,5 (U.S. Surgical,
cedimientos implican la creación de múltiples anastomosis,
por lo que se encuentran entre las intervenciones laparoscó-
picas más difíciles, pues la técnica de realización de suturas
intracorpóreas es muy compleja. La tecnología robótica, con
una visualización estereoscópica tridimensional y un control Cabeza
fino de los instrumentos quirúrgicos dotados de seis grados
de libertad, facilita la disección, el suturado y el anudado, lo
que se puede aplicar a la derivación urinaria para facilitar
un abordaje mínimamente invasivo.
Técnica
Se han descrito varias técnicas para utilizar el robot en
la derivación urinaria. Hasta el momento, el abordaje se
ha utilizado sobre todo en pacientes con cáncer vesical en
quienes se realiza una cistectomía radical robótica con
Derecha Izquierda
derivación extracorpórea a través de la incisión efectuada
para la extracción de la pieza17-20. Utilizando este abordaje,
se puede crear un conducto ileal o una neovejiga ortotópica.
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146 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Norwalk, Connecticut). Después, se completa una anasto- A continuación, los uréteres se espatulan a lo largo de
mosis ileoileal laterolateral con la grapadora Endo-GIA. varios centímetros en la cara anterior de su porción distal
A continuación, se acopla el robot y se coloca un porta- y se reimplantan en el asa ileal según la técnica escogida
agujas en cada uno de sus brazos para cerrar la ventana por el cirujano. Nosotros preferimos una anastomosis de
mesentérica con suturas interrumpidas de seda de 3/0. tipo Bricker, con suturas interrumpidas de poliglactina de
Después, se colocan unas tijeras y unas pinzas de DeBakey 4/0, que se completan sobre una endoprótesis exteriorizada
en los brazos del robot, y los uréteres se espatulan a lo por la piel a través del estoma del conducto. Después, el
largo de varios centímetros. Después, vuelven a acoplarse extremo proximal del conducto se fija al peritoneo parietal
portaagujas en los brazos robóticos y se reimplantan los utilizando dos o tres suturas de seda, y el extremo distal se
uréteres en el asa ileal según la técnica escogida por el exterioriza por la pared abdominal en el sitio del puerto de
cirujano. Nosotros preferimos una anastomosis de tipo 12 mm de la fosa ilíaca derecha. Un estoma en diafragma
Bricker, con suturas interrumpidas de poliglactina de 4/0, se fija a la piel con suturas interrumpidas de poliglactina
que se completan sobre una endoprótesis situada dentro de 2/0. Se puede dejar un drenaje de aspiración, que se
del conducto y exteriorizada por la piel. Después de aca- exterioriza por el puerto subcostal izquierdo.
bar las anastomosis ureteroileales, el extremo proximal Se puede construir una neovejiga ileal en forma de W de
del conducto se fija al peritoneo parietal utilizando dos o un modo similar, con una técnica totalmente robótica, utili-
tres suturas de seda, y el extremo distal se exterioriza por zando los puertos mostrados en la figura 17-5. Después de
la pared anterior del abdomen, en el sitio del puerto de la haber realizado la cistectomía radical y la disección gan-
fosa ilíaca derecha, y se completa con suturas discontinuas glionar linfática pélvica, las piezas se introducen en bolsas
de poliglactina de 2/0. Al final del procedimiento, se puede grandes de endoscopia y se dejan en la cavidad abdominal.
dejar un drenaje de aspiración a través del puerto perium- A continuación, se aísla un segmento de 60 cm de íleon
bilical izquierdo. terminal, comenzando en un punto situado a unos 15 cm
La técnica de utilizar el robot para realizar las sutu-
ras en una derivación que por lo demás sigue un proce-
dimiento laparoscópico se ha empleado también para la
apendicovesicostomía, utilizando un puerto laparoscópico
de 12 mm para la cámara a través del ombligo y dos puer- 1
tos laparoscópicos de 10 mm para el robot, uno en la fosa 2 2
ilíaca izquierda y otro en la línea axilar media derecha a 3 3
nivel del ombligo, así como un cuarto puerto en la línea
axilar media izquierda22. Después de haber movilizado el
apéndice y el colon derecho por vía laparoscópica, se utiliza
una grapadora Endo-GIA para seccionar el apéndice en su
base. A continuación, se realiza una cistostomía vertical
en la pared posterior de la vejiga, y el robot se aproxima
para realizar la anastomosis del apéndice con la vejiga,
utilizando suturas interrumpidas de poliglactina de 4/022. A
Después, el apéndice se moviliza hasta el ombligo y se crea
un estoma.
Un tercer abordaje para la derivación urinaria robótica
consiste en realizar todo el procedimiento, incluida la
movilización, la disección y las anastomosis, utilizando el
robot da Vinci. Esta técnica se ha descrito tanto para la
derivación con conducto ileal23 como para la neovejiga orto-
tópica24. Para elaborar un conducto ileal, se colocan tres
puertos robóticos en una línea horizontal, justo por encima
del ombligo (un puerto de 12 mm para el laparoscopio y dos
puertos de 10 mm para los instrumentos), y se insertan
tres puertos adicionales para el paso de instrumentos lapa-
roscópicos (un trocar subcostal izquierdo de 12 mm, un trocar B
en la fosa ilíaca derecha de 12 mm y un puerto suprapúbi- Figura 17-5 A, Esquema de las posiciones de los trocares. B, Fotografía
co de 5 mm). En primer lugar, se identifican los uréteres, se de las posiciones típicas de los trocares. En primer lugar, se introduce un
disecan para liberarlos y se seccionan, tras lo que el uréter trocar estándar de 12 mm a nivel paraumbilical para el acceso del laparoscopio
izquierdo se pasa por debajo de la base del mesenterio tridimensional (3D) (1); dos trocares especiales de 8 mm se colocan a nivel
pararrectal para el acceso de las herramientas laparoscópicas endoarticuladas
sigmoideo y se lleva a la fosa ilíaca derecha. Después, se
(2). Durante el procedimiento, se insertaron dos trocares adicionales de
aísla un segmento ileal de unos 15 cm de longitud, en una
10 mm (3) de forma bilateral en la zona inferior del abdomen para permitir
zona situada a 15 cm proximal a la válvula ileocecal y se el acceso de las herramientas laparoscópicas estándar, como pinzas bipolares,
secciona con una grapadora Endo-GIA, utilizando un cis- un dispositivo de aspiración/irrigación, un aplicador de clips y una grapadora
toscopio de 70 grados que se ha introducido por el puerto intestinal. (De Beecken WD,Wolfram M, Engl T y cols.: Robotic-assisted laparoscopic
suprapúbico para identificar los vasos mesentéricos. La radical cystectomy and intra-abdominal formation of an orthotopic ileal neobladder.
ventana mesentérica se cierra con suturas de seda de 3/0. Eur Urol 44:337-339, 2003; Urology 63:51-55, 2004.)
ERRNVPHGLFRVRUJ
Técnicas diversas de cirugía robótica en adultos 147
proximal a la válvula ileocecal y seccionándolo con una gra- pared lateral de la neovejiga y a través de la piel de la fosa
padora Endo-GIA. La situación del cuello de la neovejiga se ilíaca derecha. La pared anterior de la neovejiga se cierra
define en la rama declive aboral de la W, y se realiza una a continuación en dos capas. Por último, la pieza se extrae
incisión sobre la porción antimesentérica de este segmento. extendiendo la incisión de la línea media, y los extremos
Después, se introduce un catéter a través de la uretra y ileales se exteriorizan por la incisión de extracción para
se guía al interior del cuello de la neovejiga recién creada, realizar una anastomosis intestinal latero-lateral.
tras lo que la anastomosis se completa con una sutura con-
tinua de polidioxanona de 3/0 con dos agujas, preparada
como se ha descrito con anterioridad. El resto del segmento
Resumen
intestinal se incide a continuación a lo largo de la porción La aplicación de las técnicas mínimamente invasivas en
antimesentérica, dejando el extremo oral tubulizado a urología continúa ampliándose a los procedimientos más
modo de chimenea para la anastomosis ureteral. A conti- complejos, como la derivación urinaria. La mejor visuali-
nuación, la neovejiga se alinea según una configuración en zación, el mayor grado de movimiento y la eliminación de
W, y su pared posterior se construye suturando los segmen- los temblores fisiológicos que proporciona el robot permiten
tos destubulizados entre sí con dos capas de poliglactina que el cirujano obtenga unos resultados funcionales equi-
de 2/0, la primera como una capa continua y la segunda valentes a los de la cirugía abierta, a la vez que se mini-
de forma interrumpida. Después, los uréteres se espatulan miza la morbilidad y se mejora la estética. El papel de la
y se reimplantan en la chimenea tubulizada, al igual que robótica en la derivación urinaria continúa evolucionando a
para un conducto ileal, descrito con anterioridad. Los caté- medida que aumenta la experiencia con la cirugía robótica
teres doble J introducidos en los uréteres se extraen por la y que mejora la tecnología y la instrumentación robóticas.
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ERRNVPHGLFRVRUJ
Capítulo 18
Glen W. Barrisford l Craig A. Peters
ticos. Los urólogos pediátricos realizaban la orquidopexia y supervisión de un cirujano menos experto por
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
tras la localización laparoscópica del testículo no descen- parte de un cirujano experto situado a distancia.
dido. El desarrollo posterior de la laparoscopia quirúrgica La telesupervisión consiste en ofrecer consejos en
se produjo cuando la competencia de los cirujanos y el tiempo real sobre los diversos pasos mecánicos de
equipo mejoraron, y cuando se vencieron ciertas actitudes una intervención concreta. La teleconferencia de
que actuaban como barrera. Una vez que la laparoscopia audio-vídeo es fundamental para esta actividad.
demostró ser una alternativa segura y eficaz, pasó a apli- A menudo, la telesupervisión se mejora con el uso de
carse de forma más generalizada. A pesar del abanico de dispositivos de tipo telestration.
posibles ventajas asociadas con el uso de la laparoscopia, l Telemonitorización. Es la observación del rendimiento
sus principales limitaciones han sido las asociadas con una de otro cirujano o de un cirujano en formación
destreza o precisión limitada, la dificultad de realizar las durante un procedimiento quirúrgico. Esta práctica
suturas intracorpóreas y una curva de aprendizaje pronun- puede considerarse un «teleexamen» que se suele
ciada. Para intentar superar algunas de estas restricciones, realizar en tiempo real, pero que puede efectuarse
se desarrollaron nuevos dispositivos. mediante tecnología de almacenamiento y reenvío.
Los límites de la cirugía mínimamente invasiva se La telemonitorización suele constar de algún tipo
expandieron en gran medida gracias a la aparición de los de evaluación del cirujano por un experto, pero sin
sistemas quirúrgicos robóticos. La tecnología quirúrgica comunicar en tiempo real dicha evaluación.
Técnicas robotizadas en urología pediátrica 149
ERRNVPHGLFRVRUJ
150 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
l Telemanipulación. Consiste en el manejo remoto de s uelen ejercer en grandes centros urbanos. Para los uró-
un dispositivo (p. ej., cámara, aguja, instrumento) con logos pediátricos que no realicen un gran número de in-
un fin específico (p. ej., visualización, biopsia). Esta tervenciones laparoscópicas, el desarrollo de competencias
actividad requiere que se envíen señales de control a quirúrgicas sigue siendo complejo. Además de las mejoras
través de líneas de telecomunicaciones para mover el visuales y manipulativas asociadas a la tecnología robótica,
dispositivo. La telemanipulación es una parte limitada la ventaja de una curva de aprendizaje más corta y la posi-
de la telecirugía (que se define a continuación). bilidad de telecolaborar con expertos situados a distancia
l Telecirugía/cirugía de telepresencia. Es la realización de hacen que la urología pediátrica sea una especialidad ideal
una intervención quirúrgica (incluidas todas las tareas para el desarrollo y el uso continuos de tecnología robótica.
que suele realizar el cirujano) a distancia, utilizando el
control remoto de robots quirúrgicos mediante redes de
telecomunicaciones. La telecirugía es la manipulación Equipo robótico
remota bimanual del tejido que se está operando con
Entre los múltiples sistemas quirúrgicos robóticos que se
un acceso visual completo en tiempo real del campo
comercializan en la actualidad, el más utilizado es el da
quirúrgico. Cuando se emplea la telecirugía para operar
Vinci (Intuitive Surgical, Sunnyvale, California). Fue el pri-
junto con un cirujano de campo, la telecirugía permite que
mer sistema de este tipo que recibió la aprobación de la Food
el cirujano experto o consultor situado a distancia «tome
and Drug Administration estadounidense (11 de julio de
el mando» según sea necesario para mostrar el «siguiente
2000), lo que le proporcionó una clara ventaja en el mercado.
movimiento» o que realice realmente la intervención.
Hasta el momento, se han vendido más de 320 sistemas en
todo el mundo. El precio aproximado de compra es de 1,4 mi-
Con el uso del vídeo, el audio y el flujo de datos en
llones de dólares, con un coste anual de mantenimiento de
tiempo real, la armada estadounidense demostró la apli-
unos 35.000 dólares. Este sistema consta de tres componen-
cación de la telesupervisión en una serie de cinco repa-
tes principales: robot, consola del cirujano y torre del instru-
raciones laparoscópicas de hernia inguinal a bordo del
mental. El robot se compone de un gran pedestal, dos (o tres)
portaaviones USS Abraham Lincoln3. De forma similar, un
brazos de manipulación y una cámara endoscópica tridimen-
cirujano laparoscópico menos experimentado en Singapur
sional. Este robot se cubre de forma estéril y se sitúa a la
fue telesupervisado por un cirujano más experimentado
cabecera del paciente. La consola del cirujano es una unidad
de Estados Unidos durante una nefrectomía radical y una
voluminosa, con controles manuales de manipulación, peda-
varicocelectomía bilateral4. En un ejemplo de telemanipu-
les y un puerto de visión con una pantalla tridimensional. La
lación, los cirujanos demostraron su viabilidad en experi-
consola suele situarse en el propio quirófano, pero se coloca
mentos animales mediante la manipulación remota de un
alejada de la cabecera del paciente. La torre del instrumen-
endoscopio durante procedimientos quirúrgicos urológicos
tal consta de un monitor para el cirujano de campo y una
en un modelo porcino5.
fuente de luz para la cámara, así como un sitio y conexiones
Aunque varios aspectos de la cirugía robótica se han
apropiadas para el equipo de grabación de vídeo.
demostrado con éxito, se han identificado varios factores
limitantes que han impedido una aplicación más extendida
de la telecirugía. El grupo OR2020 definió cuatro limitacio-
nes principales de la cirugía robótica remota: la latencia de
Quirófano y equipo quirúrgico
control, la discrepancia visual, la demora de ida y vuelta y Cuando se utiliza un equipo y tecnología nuevos, la seguri-
el fenómeno de jitter.2 La latencia de control se refiere al dad del paciente debe ser la máxima prioridad. Es esencial
retraso temporal que se produce entre el inicio del movi- que el equipo quirúrgico tenga una formación adecuada y
miento y la respuesta. La discrepancia visual indica la coordinada. En ningún otro contexto esto es tan esencial
demora que se produce entre el movimiento de un objeto en como cuando se trabaja con pacientes pediátricos. La coor-
el campo quirúrgico y la apreciación de la imagen visual por dinación del equipo es fundamental para la realización de
el cirujano remoto. La demora de ida y vuelta es la suma de los procedimientos quirúrgicos con seguridad. Todos los
la latencia de control y la discrepancia visual. Representa el miembros del equipo deben haber participado en simula-
tiempo que se requiere para que el cirujano remoto inicie el cros de laboratorio para comprender los movimientos del
movimiento de un instrumento y para que se produzca sistema, el modo de acción y los métodos necesarios para
su apreciación visual. Por último, el jitter se refiere a las los cambios de instrumentos. El equipo consta del cirujano
demoras variables que se producen como resultado de fluc- principal, el cirujano de campo, la enfermera instrumen-
tuaciones en el tráfico a lo largo de las redes de telecomu- tista, la enfermera circulante y el equipo de anestesia. El
nicaciones. Es de esperar que a medida que estas redes y cirujano principal no se lava de forma estéril y se sienta en
los equipos robóticos mejoren, muchas de las dificultades la consola del robot. El cirujano de campo lleva una bata
asociadas con la latencia y el ancho de banda de los datos estéril y se sitúa a la cabecera del paciente. Este profesio-
mejorarán de forma sustancial. Hasta entonces, los ciruja- nal suele encargarse de los cambios del instrumental y de
nos situados en una localización más cercana serán capaces ajustar los brazos robóticos. En nuestro centro, este papel
de utilizar la visión mejorada y los aspectos manipulativos suele desempeñarlo un residente de urología que esté inte-
asociados con la cirugía robótica sin tener que enfrentarse resado en participar. La enfermera instrumentista ayuda
con las dificultades asociadas con una localización remota. al cirujano de campo con los cambios del instrumental. Es
Los urólogos pediátricos representan un grupo rela- esencial contar con un equipo de enfermería específico, que
tivamente pequeño de cirujanos muy especializados que debería formarse para tal fin.
ERRNVPHGLFRVRUJ
Técnicas robotizadas en urología pediátrica 151
El equipo robótico se prepara mientras se anestesia al estar colocado de forma correcta, con un almohadillado de
paciente y durante la realización de la cistoscopia, si ésta todos los puntos de presión y se debe fijar de forma segura
es precisa para el procedimiento. Además del equipo robóti- a la mesa de operaciones. Antes de cubrirle con paños, se
co requerido, debe contarse en el quirófano con instru- debe verificar la inmovilidad del paciente inclinando la
mentos reutilizables básicos de laparoscopia convencional. mesa de operaciones de forma muy pronunciada hacia cada
Asimismo, se prepara una bandeja quirúrgica por si fuese lado (fig. 18-1). Al realizar procedimientos renales, el riñón
necesaria una conversión a una cirugía abierta. Al igual puede exponerse por vía transmesentérica o rechazando el
que con la laparoscopia, la conversión de un procedimiento colon. En este último caso, el paciente debería inclinarse
robótico a una técnica abierta es una decisión que se toma unos 60 grados. Sin embargo, el acceso transmesentérico
para maximizar la seguridad del paciente. La mayoría de los requiere sólo 30 grados de inclinación. En los procedi-
procedimientos robóticos que se convierten se realizan en mientos pélvicos y vesicales profundos, el robot se sitúa a
circunstancias controladas no urgentes. Sin embargo, en un los pies de la mesa y el paciente adopta una posición de
número muy pequeño de casos, una lesión de un gran vaso Trendelenburg para mejorar la exposición. En los procedi-
durante la colocación de los trocares puede ser una razón mientos abiertos y en la laparoscopia estándar, la posición
urgente para abrir al paciente. Aunque es muy infrecuente, del paciente puede ajustarse durante toda la intervención.
debe contarse con un plan adecuado de contingencia. Sin embargo, una vez que el robot se acopla, el paciente no
Antes de iniciar el procedimiento, el sistema robótico se puede movilizar sin desacoplar el robot. La atención a
se «enciende» y se comprueba. Cuando se realiza de forma los detalles de la colocación maximizará la eficacia, la expo-
eficaz, este proceso tarda unos 20 minutos y se efectúa de sición y la seguridad del paciente.
forma simultánea a la inducción anestésica y a la cistosco- Una vez que el paciente está situado de forma correcta,
pia (si ésta es necesaria). Se coloca una sonda rectal para puede comenzar la colocación de las cánulas quirúrgicas.
descomprimir el intestino y se emplea una sonda urina- Es fundamental que los puertos se ubiquen de forma ade-
ria para rellenar o vaciar la vejiga, dependiendo del pro- cuada en los pacientes pediátricos, dado que el espacio
cedimiento. Una coordinación adecuada con el equipo de de trabajo es limitado. En los pacientes adultos, los puer-
anestesia permite conocer la colocación del paciente y del tos suelen colocarse a unos 8-10 cm de separación. Esto
equipo. Si esta comunicación es incorrecta, puede haber un no resulta práctico en los niños, cuyo abdomen no es lo
desconocimiento de la situación, lo que puede dar lugar a bastante grande. Por consiguiente, el factor crucial es la
lesiones del paciente. simetría, más que la distancia. La cámara se sitúa en el
eje central y los puertos del instrumental se colocan a nivel
lateral en posiciones uniformes. Cuando los puertos no
Colocación del paciente tienen una posición uniforme, el movimiento de los instru-
mentos puede verse limitado o éstos pueden colisionar con
y acceso la cámara. Nunca se hará suficiente hincapié en la coloca-
En cualquier procedimiento quirúrgico, la colocación del ción segura de los puertos, porque una lesión vascular en
paciente puede influir en gran medida en el progreso y el este momento representa una de las pocas complicaciones
nivel de dificultad de la intervención. El paciente debería catastróficas que pueden producirse6.
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152 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Los puertos se pueden colocar según la técnica de El desarrollo de instrumentos multifuncionales mejora
Hasson7 o con una aguja de Veress.8 Aunque la técnica en gran medida la fluidez del procedimiento. Quizá la defi-
de Hasson permite una visualización directa, la aguja ciencia más notable es la imposibilidad de aplicar sutu-
de Veress permite una colocación segura de los puertos. ras de forma interrumpida sin tener que intercambiar de
Cuando se utiliza dicha aguja, se puede emplear la prueba forma repetida los portaagujas por las tijeras. El desarrollo
de la gota de suero salino. En caso de que la aguja de de un portaagujas capaz de cortar las suturas mejoraría
Veress se haya insertado de forma inadvertida en un vaso, esta deficiencia. Sin embargo, en los procedimientos con 4 o
la insuflación puede provocar una embolia de dióxido de 5 cánulas, el ayudante puede utilizar unas tijeras laparos-
carbono, que se puede evitar si se aspira primero por la cópicas manuales para cortar la sutura en lugar de hacerlo
aguja de Veress y después se utiliza la prueba de la gota de el cirujano principal. Por lo general, nosotros restringimos
suero salino. Los puertos de trabajo se colocan bajo visión el número de puertos debido a las limitaciones espaciales
directa, aplicando unas suturas fasciales en cuadrado para y para disminuir la morbilidad. Otro inconveniente es la
permitir un cierre rápido al final del procedimiento. ausencia de corriente de corte en el gancho de electrocoa-
Cuando se han colocado las cánulas, se sitúan los brazos gulación. En la actualidad, sólo se dispone de corriente de
robóticos y se insertan los instrumentos (fig. 18-2). Una vez coagulación. Al intentar seccionar los tejidos, el proceso es
establecida la posición adecuada, los cambios de los instru- lento y se produce una gran cantidad de lesión tisular. Para
mentos se realizan con rapidez y seguridad. Si se ha reco- intentar rectificar este problema, se han desarrollado unas
locado adecuadamente, el instrumento recién insertado no nuevas tijeras de corriente de corte de 8 mm.
sobrepasará la localización del previo. Los instrumentos
quirúrgicos están disponibles en tamaños de 5 y 8 mm, con
una cámara endoscópica tridimensional de 12 mm. Aunque Cirugía RENAL
los instrumentos de 5 mm son más pequeños y delicados,
su extremo es más largo y requieren un campo quirúrgico Nefrectomía
más amplio para manipularlos en una posición de ángulo
La nefrectomía es un procedimiento que se puede rea-
recto. Esto suele limitar el movimiento de estos instrumen-
lizar de forma eficaz mediante un equipo laparoscópico
tos de 5 mm en espacios confinados. Los instrumentos más
estándar, ligando los vasos hiliares con clips quirúrgicos.
utilizados para los procedimientos urológicos son las pin-
Sin embargo, la mejora de la visión y la mayor destreza que
zas de DeBakey, los disectores de Maryland, el gancho de
permiten los sistemas robóticos ofrecen grandes ventajas al
electrocoagulación, las tijeras y los portaagujas de punta
cirujano. Nosotros preferimos una técnica de tres puertos,
grande y fina. Es esencial prever y minimizar los cambios
con una exposición hiliar mejorada mediante el uso de trac-
de instrumentos, porque tienden a alterar la continuidad
ción ureteral. En ocasiones, se requiere un cuarto puerto
del procedimiento.
para lograr una exposición adecuada. Nosotros preferimos
obtener el control vascular antes de movilizar el riñón por
completo. Una vez que el riñón se ha movilizado, suele difi-
cultar la exposición hiliar y aumenta el grado de dificultad
del procedimiento. En los pacientes adultos, suelen prefe-
rirse las técnicas manuales, debido a la retroalimentación
táctil y a la disección manual que puede emplear el ciru-
jano9,10. En la población pediátrica, los puertos manuales
suelen ser mayores que la incisión necesaria para la ciru-
gía abierta, por lo que las técnicas robotizadas ofrecen una
ventaja sobre la nefrectomía laparoscópica pura.
Nefrectomía parcial
Se han publicado casos de nefrectomía parcial robotizada
en pacientes adultos11,12. Gettman y cols.11 han realizado
con éxito técnicas tanto transperitoneales como retroperi-
toneales. En la bibliografía pediátrica, las únicas publica-
ciones de nefrectomía parcial son las de Peters13 y las de
Pedraza y cols.14. Estos últimos han descrito la realización
de una heminefroureterectomía bilateral en una niña de
4 años. El control que ofrece el robot facilitó la disección deli-
cada de los vasos polares sin una tracción excesiva sobre
el resto de los vasos. La visualización mejorada constituye
una ventaja al separar los dos polos. Nosotros tenemos
experiencia con un bisturí armónico no articulado, que se
ha adaptado al robot. Si se pudiera contar con una versión
articulada supondría una ventaja. En ausencia de este dis-
Figura 18-2 Colocación robótica para la cirugía renal. positivo, se puede utilizar la electrocoagulación monopolar.
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Técnicas robotizadas en urología pediátrica 153
Catéter
ureteral
doble J
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Uréter
espatulado
Pelvis
renal
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154 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Pielolitotomía
La pielolitotomía laparoscópica se ha descrito en pacien-
tes pediátricos37,38. Sin embargo, no se han publicado casos
de técnicas robotizadas. Cuando los cálculos urinarios tie- Conducto deferente
(anómalo)
nen un tamaño y una composición que no se pueden tra-
tar por ureteroscopia o con ondas de choque, el tratamiento
percutáneo se convierte en la alternativa de elección. Sin
embargo, establecer un acceso percutáneo en una pelvis
renal no dilatada puede ser un procedimiento difícil. El
tratamiento laparoscópico se ha descrito como una alter-
nativa en los pacientes con un acceso fallido39. Además,
se han descrito casos de pieloplastia laparoscópica con
pielolitotomía asociada40. Nosotros hemos observado la
ventaja de la ayuda robótica para la reparación de una
UPU obstruida. La mayoría de los abordajes de pielolito-
tomía laparoscópica se han descrito utilizando un equipo
endoscópico flexible41, que se ha adaptado al sistema
robótico pasando un cistoscopio flexible del calibre 15 de Resto uterino
French por la cánula de trabajo para extraer los cálculos
caliciales mediante control robótico y endoscópico. La rea-
lización robotizada de suturas permite un cierre eficaz de
la pelvis renal. Nosotros hemos utilizado este abordaje en
pacientes con cálculos voluminosos, sobre todo con los más
duros compuestos por cistina, en los que la eficacia tera-
péutica de las modalidades alternativas es limitada. En los Figura 18-5 Escisión robótica de un resto mülleriano en un varón con
pacientes que requieren procedimientos combinados (pie- una anomalía de tipo cromosoma Y en anillo, gónada derecha disgenésica
lolitotomía/pieloplastia), la ayuda robótica parece ofrecer y epididimitis recidivante del testículo izquierdo. El conducto deferente
varias ventajas. entraba en la estructura mülleriana, que parecía un útero y una vagina.
Cirugía pélvica
Aunque nosotros hemos demostrado que la cirugía robótica pensó que el abordaje laparoscópico reduciría este riesgo44,
ofrece muchas ventajas evidentes en la cirugía renal, la aunque este aspecto no se ha resuelto de forma defini-
cirugía robótica es especialmente útil para los procedi- tiva. Es probable que exista un cierto riesgo cuando se
mientos pélvicos más profundos. La cirugía pélvica es usan técnicas laparoscópicas. Dada la posibilidad de una
bien conocida por la mala visualización, con abordajes retención urinaria transitoria, se demostró un abordaje
difíciles durante los procedimientos retrovesicales. La transvesical laparoscópico en tres pacientes46. Más recien-
visión y el espacio de trabajo mejoran en gran medida con temente, se ha demostrado un abordaje robótico en un
la ayuda robótica. El acceso a las vesículas seminales, los modelo porcino47. Ambos abordajes utilizaron técnicas a
restos müllerianos y el cuello vesical es excelente cuando través del trígono. La experiencia de nuestro centro corres-
se emplea una cámara dirigida a 30 grados en sentido ponde a técnicas extravesicales y transvesicales48.
superior. Se han descrito abordajes laparoscópicos de los Cuando se realizan reparaciones unilaterales, se emplea
restos müllerianos42,43, pero hasta el momento no se han un abordaje extravesical con tres puertos. El pedestal
publicado casos de técnicas robóticas. Nuestra experiencia robótico se coloca a los pies de la mesa de operaciones, con
ha sido alentadora, y la excepcional visión, así como la posi- los brazos dirigidos hacia los pies. Se establece el neumo-
bilidad de realizar manipulaciones delicadas por detrás de peritoneo (12 mmHg), y la cámara endoscópica tridimen-
la vejiga, ha proporcionado resultados notables (fig. 18-5). sional (en un ángulo descendente de 30 grados) se coloca
en el ombligo a través de un puerto de 12 mm utilizando la
técnica de Hasson7. Los puertos de trabajo (de 5 o de 8 mm)
Cirugía vesical se colocan justo por debajo y equidistantes del puerto de
La cirugía vesical mínimamente invasiva se describió por la cámara, a lo largo de la línea inguinal media. En las
primera vez hace más de una década. Sin embargo, las mujeres, el uréter se identifica en una situación cefálica
dificultades de la disección y del suturado actuaron como respecto al útero y se puede determinar su orientación. El
barrera para lograr una aplicación más generalizada. Se uréter se expone incidiendo el peritoneo anterior al útero y
reintrodujo en el nuevo milenio, pero seguía constituyendo desplazando el ligamento y el pedículo uterinos en sentido
un reto tecnológico44. Los procedimientos antirreflujo posterior. El uréter se visualiza fuera de la vejiga, se movi-
laparoscópicos iniciales se realizaron de forma extravesi- liza y se diseca a lo largo de 4-5 cm. Hay que procurar no
cal utilizando la técnica de Lich-Gregoir. Por desgracia, movilizarlo demasiado. A continuación, se diseca la pared
la reimplantación extravesical bilateral se ha asociado vesical posterior y la vejiga se rellena de forma parcial.
a un mayor riesgo de retención urinaria transitoria45. Se Se puede utilizar una sutura de anclaje para movilizar
ERRNVPHGLFRVRUJ
Técnicas robotizadas en urología pediátrica 155
dos. Se realiza una incisión en el detrusor y se lleva hasta para los urólogos pediátricos. Los requerimientos de una
el nivel de la mucosa a lo largo de unos 2,5-3 cm (fig. 18-6). técnica de suturado precisa y eficaz han supuesto un obs-
Es mejor disecar el detrusor separándolo de la mucosa en táculo, incluso para los cirujanos laparoscopistas más expe-
sentido lateral para facilitar la cobertura del uréter. Se rimentados. La tecnología robótica ha proporcionado una
realiza una movilización en forma de Y alrededor del hiato alternativa para esta dificultad técnica.
del uréter, pero no se completa de forma circunferencial.
A continuación, el detrusor se sutura sobre el uréter con
Diversión continente y enterocistoplastia
una sutura de polidioxanona o poliglactina de 3/0 o 4/0. El
músculo se puede colocar alrededor del uréter y suturarlo La posibilidad de crear un estoma cateterizable conti-
en cualquier dirección (fig. 18-7). Si se trabaja de distal a nente utilizando técnicas laparoscópicas se demostró en un
proximal, es posible mantener una visualización clara de caso publicado por Jordan y Winslow50 (procedimiento de
todas las estructuras, pero esto requiere pasar la aguja Mitrofanoff) y en un modelo porcino de Siqueria y cols.51
bajo el uréter durante el cierre. Durante el postoperatorio, (procedimiento de Monti). A pesar del número limitado
se mantiene el sondaje vesical 1-2 días. Sin embargo, en los de publicaciones posteriores a la de Jordan, la demos-
últimos casos no se ha realizado sondaje y se ha dado de tración de que podía realizarse animó a Docimo y cols.
alta al paciente por la tarde o la mañana siguiente. a desarrollar técnicas que integrasen la movilización
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156 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Capítulo 19
Simon C. Moten l Alan P. Kypson l W. Randolph Chitwood Jr.
intervenciones quirúrgicas complejas que requieren la rea- taciones. El cirujano opera desde una consola (fig. 19-1A),
lización de numerosas suturas y anastomosis complicadas, en la que visualiza un campo quirúrgico tridimensional.
sobre todo cuando se llevan a cabo en un espacio relativa- A través de una interfaz computerizada, sus movimien-
mente limitado. Esta magnífica tecnología ha influido en la tos se reproducen a escala mediante unos instrumentos
forma en la que se realizan muchos procedimientos quirúr- microarticulados que están montados en los brazos robó-
gicos. Aunque en la actualidad es cara, la telemanipulación ticos insertados a través de la pared del cuerpo (fig. 19-1B).
robótica de los tejidos y órganos es necesaria para preparar Estos instrumentos (fig. 19-2) simulan los movimientos
el camino ante los futuros avances tecnológicos. Tanto la de la muñeca humana en los ejes X-Y-Z, con siete grados de
robótica como la tecnología auxiliar serán necesarias para libertad ergonómica. El filtrado del temblor y el escalado
la evolución de la cirugía mínimamente invasiva desde de los movimientos se traducen en una mayor destreza en
los procedimientos de extirpación y ablación a las recons- los espacios quirúrgicos confinados.
trucciones tisulares completas y las anastomosis precisas. En un principio, había dos sistemas robóticos rivales,
Los sistemas robóticos quirúrgicos avanzados prometen Zeus (Computer Motion, Goleta, California) y da Vinci.
ofrecer una combinación excepcional de ventajas sobre los Estos dispositivos tenían grandes diferencias entre sí. Las
abordajes abiertos y laparoscópicos convencionales, como ventajas del sistema da Vinci consistían en una visualiza-
la articulación precisa y compleja de los instrumentos, ción 3D integrada y en unos brazos robóticos articulados.
Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 159
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160 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
A B
Figura 19-1 A, Sistema de telemanipulación robótica da Vinci: consola quirúrgica donde se sienta el cirujano. B, Sistema de telemanipulación robótica da
Vinci: carro de instrumentos con dos brazos para los instrumentos y un brazo para la cámara. Se sitúa próximo a la mesa de operaciones.
El sistema Zeus carecía de un diseño articulado, y la visua- su uso clínico. La FDA aprobó el uso del sistema da Vinci
lización era tridimensional. Sin embargo, se utilizaba en para operaciones abdominales en 2000 y más reciente-
combinación con sistemas de visualización 3D desarro- mente para los procedimientos cardíacos.
llados de forma independiente. Curiosamente, en 2003,
Intuitive Surgical, Inc., adquirió Zeus technology, con lo
que sólo quedó una plataforma robótica aprobada por la Robótica en cirugía general
Food and Drug Administration (FDA) estadounidense para
De forma global, los cirujanos abdominales poseen unas
habilidades quirúrgicas videoendoscópicas excelentes. Sin
embargo, las limitaciones de la laparoscopia, como el rango
de movimiento reducido, la pérdida de destreza de los ins-
trumentos y la visión bidimensional del campo quirúrgico,
han inspirado incluso a los laparoscopistas más expertos
a investigar el potencial de la robótica quirúrgica para
ampliar su aplicación del paradigma de la cirugía mínima-
mente invasiva.
En comparación con la endoscopia convencional, el
campo quirúrgico tridimensional ampliado junto a unos
instrumentos articulados y controlados de forma intuitiva
permitirían aumentar la destreza y la precisión del ciru-
jano, lo que permitiría lograr mejores resultados. Si se
compara con la cirugía cardíaca, en la que no ha existido
un verdadero equivalente laparoscópico, los cirujanos gene-
rales se han visto menos obligados a utilizar la robótica,
debido a que cuentan con unas habilidades laparoscópicas
convencionales eficaces con el nivel actual de tecnología y
Figura 19-2 Varios brazos instrumentales que pueden usarse en el experiencia. Los sistemas telemanipulativos robóticos han
sistema robótico da Vinci. Obsérvese la moneda en la esquina inferior evolucionado para superar algunas de las dificultades aso-
izquierda como orientación de la escala. ciadas con la manipulación de instrumentos laparoscópicos
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Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 161
y cols.3 distribuyeron de forma aleatoria a 21 pacientes que dio con 57 fundiplicaturas robóticas con resultados simila-
se sometieron a una fundiplicatura de Nissen en un grupo res. Estos estudios demuestran la viabilidad y seguridad
laparoscópico (n 11) y otro robótico (n 10). La dura- de la fundiplicatura robótica, y el consenso general entre la
ción de la intervención fue de 52 minutos (rango, 45-62 mayoría de los grupos establece que el sistema robótico da
minutos) en el grupo laparoscópico y de 76 minutos (rango, Vinci permite a los cirujanos realizar procedimientos lapa-
59-130 minutos) en el robótico (p 0,01). El promedio de roscópicos avanzados con facilidad, seguridad y precisión,
tiempo necesario para la disección del hiato fue de 9 minu- mientras que las comparaciones con las técnicas laparos-
tos (rango, 5-14) en el grupo laparoscópico y de 15 minutos cópicas convencionales muestran una mayor duración
(rango, 8-27 minutos) en el grupo robótico (p 0,05). De de la intervención, así como un incremento del coste, con
forma similar, el promedio de tiempo necesario para la pli- los mismos beneficios clínicos5,6. A pesar de estos éxitos
catura del fondo fue de 6,5 minutos (rango, 4-12 minutos) iniciales, las publicaciones de los procedimientos de fundi-
en el grupo laparoscópico y de 8 minutos (rango, 6-13 mi- plicatura de Nissen se limitan a pequeñas series y a casos
nutos) en el grupo robótico (p 0,151). No se produjeron aislados. Por el momento, la técnica robótica de fundiplica-
conversiones a una intervención abierta, y la única com- tura de Nissen no ofrece unos beneficios clínicos claros en
plicación fue la perforación del estómago con un trocar comparación con los procedimientos laparoscópicos conven-
en el grupo robótico. No hubo diferencias en cuanto a la cionales, que han establecido unos resultados excelentes.
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162 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 163
Cirugía pancreática
Al igual que sucede con las operaciones esplénicas
Figura 19-5 Colecistectomía robótica realizada con el sistema da Vinci.
La disección de la vesícula biliar se realiza de forma similar a la de la cirugía computarizadas, se dispone de pocas publicaciones que des-
laparoscópica. criban resecciones pancreáticas robóticas4,20-22. Melvin y
cols.20 han publicado la primera resección robótica de una
lesión pancreática (tumor neuroendocrino en la cola del
páncreas). Con posterioridad, este autor describió cinco
realizadas con el robot da Vinci. La duración total de la pacientes (uno desarrolló una fístula pancreática que se
intervención fue mayor al principio, pero disminuyó con la curó sin tratamientos adicionales) que se sometieron a una
experiencia. La duración media de la intervención robótica pancreatoyeyunostomía suturada mediante robot tras
fue de 110 33 minutos comparada con 99 28 en el una pancreatoduodenectomía. Melvin21 concluyó que la
grupo de control endoscópico (p 0,05). No hubo conver- manipulación precisa de los tejidos y las imágenes 3D pue-
siones abiertas y los resultados clínicos fueron similares a den permitir un abordaje quirúrgico mejor para una tarea
los del grupo control. La duración de la hospitalización fue compleja como la reconstrucción del conducto pancreático en
similar entre ambos grupos (1,2 0,6 frente a 1,6 1,6; comparación con la cirugía abierta o laparoscópica. Además,
p NS). Kim y cols.12han publicado un estudio con 10 pa- Giulianotti y cols.22 han realizado tres pancreatoduodenec-
cientes sometidos a colecistectomía robótica, con una dura- tomías totalmente robotizadas y ocho pancreatectomías
ción de la intervención de 60 25 minutos. Ruurda y izquierdas totalmente robotizadas. En esta pequeña serie se
cols.13 han publicado un trabajo con 35 casos, en el que la produjo un fallecimiento. Hasta el momento, los resultados
duración media de la intervención fue de 82 minutos. La du- han sido alentadores. Sin embargo, han surgido varias pre-
ración de la hospitalización fue similar en todos estos ocupaciones sobre la resección robótica de los tumores de la
estudios y no hubo mortalidad quirúrgica. En todas estas cabeza del páncreas4, debido a la falta de retroalimentación
series, la anatomía ductal se visualizó mucho mejor gracias táctil inherente a los sistemas robóticos actuales.
a la imagen 3D aumentada. Además, todos los autores coin-
cidieron en que la ayuda robótica facilitó la disección. Sólo
la realización de ensayos clínicos multicéntricos amplios Glándulas suprarrenales
permitirá saber si el uso de los sistemas robóticos, con su
mejor destreza y visualización anatómica, supondrá una En la mayoría de los centros, las suprarrenalectomías
reducción de las lesiones del conducto colédoco. abiertas se han sustituido por métodos laparoscópicos. Se
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164 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
la visión 3D facilita la disección de las venas respecto El sistema da Vinci se diseñó en un principio para su
de la vena cava. Young y cols.25 observaron que la capacidad uso en cirugía cardíaca. Los requisitos de la cirugía abdo-
de controlar la cámara desde la consola y de centrarla, minal no se contemplaron inicialmente en el diseño origi-
aumentando la imagen de las estructuras pertinentes, per- nal. Por tanto, el rango de instrumentos disponibles para
mitió una disección muy precisa. Estos autores concluyeron la cirugía abdominal es limitado. Los voluminosos brazos
que la disección robótica fue más precisa que una disección robóticos no están unidos a la mesa de operaciones, por lo
laparoscópica estándar. que deben retirarse durante las maniobras de recolocación
del paciente. Esto retrasa los procedimientos abdominales
complejos. Los amplios recorridos de los brazos en el exte-
Cirugía colorrectal rior suelen dar lugar a colisiones y a una restricción de los
Las primeras dos colectomías robotizadas se realizaron en movimientos internos.
200127. Desde entonces, varios grupos han publicado estu-
dios en los que se comparaba la cirugía del colon mediante Robótica en cirugía torácica
una técnica laparoscópica o robótica. Delaney y cols.28 com-
pararon a pacientes sometidos a hemicolectomías derechas, Se ha publicado un número relativamente pequeño de
colectomías sigmoideas y proctopexia frente a un grupo artículos que describan intervenciones de cirugía torácica
control de procedimientos laparoscópicos. Aunque el sis- robótica. El número de operaciones realizadas en cualquier
tema robótico facilitó la realización de la complicada movi- centro suele ser insuficiente para lograr una experiencia
lización del colon y de unas ligaduras vasculares precisas, adecuada. La cirugía robótica transtorácica requiere una
la duración de la intervención y el coste fueron las únicas planificación distinta a los demás procedimientos robóticos,
diferencias significativas entre ambos grupos (robótico: debido a la rigidez de la pared torácica y a los posibles con-
1 hora y 350 dólares por intervención). La duración flictos externos con las estructuras circundantes, en espe-
media de la intervención era de 108 minutos para la ciru- cial los hombros del paciente. La tomografía computarizada
gía colorrectal laparoscópica estándar y aumentaba a 165 torácica preoperatoria es una parte integral de la coloca-
minutos para las intervenciones laparoscópicas robotiza- ción satisfactoria de los trocares, que requieren una ubi
das. Munz y cols.29 compararon las proctopexias robóticas cación cuidadosa para lograr un uso óptimo de los grados
sin resección con grupos históricos de control. En el grupo de libertad rotacional inherentes al sistema da Vinci.
de reparaciones robóticas no se observó morbilidad perio- La tecnología robótica se puede utilizar para realizar
peratoria, recidivas del prolapso ni estreñimiento. En com- maniobras intratorácicas avanzadas por toracoscopia.
paración, el 19% de los pacientes del grupo control tenían El robot da Vinci permite una disección precisa en áreas
alguna de estas complicaciones. En contraste, D’Annibale remotas y de difícil acceso, lo que hace que la rígida ana-
y cols.30 compararon de forma retrospectiva a 53 pacientes tomía torácica sea una situación ideal para la cirugía
operados con técnicas laparoscópicas tradicionales con una robótica. Una limitación fundamental para la cirugía
cohorte igual intervenida con una técnica robótica. Estos torácica robótica sigue siendo la falta de más instrumentos
autores no observaron diferencias significativas en cuanto adecuados.
a la duración de la intervención, la longitud de la pieza, el
número de ganglios linfáticos extirpados, la recuperación
de la función intestinal ni la duración de la hospitalización
Cardiomiotomía de Heller
(tabla 19-1). La única diferencia significativa observada fue La miotomía laparoscópica de Heller es el tratamiento de
la necesidad de más tiempo a la hora de preparar el qui- elección de la acalasia. Los últimos datos sugieren que las
rófano para la cirugía robótica. Otros grupos han limitado técnicas robóticas computarizadas proporcionan una ven-
sus aplicaciones robóticas a los pacientes con enfermedades taja sobre la laparoscopia estándar para el tratamiento
benignas, como la diverticulosis recidivante y los pólipos no quirúrgico de la acalasia31. Varios autores han descrito las
resecables por laparoscopia4. cardiomiotomías de Heller robóticas, con unos resultados
DE, desviación estándar; GLC, grupo de laparoscopia convencional; NS, no significativo; ROB, grupo robótico. Modificada de D’Annibale A,
Morpurgo E, Fiscon V y cols.: Robotic and laparoscopic surgery for treatment of colorectal diseases. Dis Colon Rectum 47:2162, 2004.
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Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 165
Modificada de Melvin WS, Needleman BJ, Krause KR y cols.: Computer-enhanced robotic telesurgery: initial experience in foregut surgery. Surg
Endosc 16:1790, 2002.
excelentes y unas complicaciones mínimas o nulas32-34 Melvin y cols.32 han descrito una esofagectomía total-
(tabla 19-2). La mejor calidad de imagen ofrece una visuali- mente robótica. Los cirujanos completaron mediante el
zación excelente de las fibras musculares esofágicas, lo que robot la disección del esófago torácico con movilización
facilita la diferenciación del plano submucoso. Esto parece gástrica y después realizaron la esofagogastrostomía uti-
ser útil para evitar las perforaciones de la mucosa. Además, lizando una técnica de Ivor-Lewis modificada. El proce-
los extremos de los instrumentos articulados pueden facili- dimiento requirió 7,5 horas y el paciente fue dado de alta
tar la extensión de la miotomía y reducir las lesiones por el 12 días después sin complicaciones32. La duración de la
extremo del electrocauterio en la mucosa. intervención sigue disminuyendo, y Bodner y cols.36 han
En una serie amplia de Melvin y cols.31 de 104 pacientes descrito su serie de seis pacientes con tumores esofágicos.
sometidos a una miotomía de Heller robótica con fundipli- La duración media de la intervención fue de 173 minutos
catura parcial, no se produjeron perforaciones esofágicas, en los cuatro casos oncológicos y de 121 minutos en los dos
sólo hubo ocho complicaciones menores y una conversión casos benignos. No se produjeron complicaciones intraope-
a un procedimiento abierto. Por tanto, la aplicación de las ratorias. Sin embargo, en las resecciones esofágicas robo-
técnicas quirúrgicas computarizadas parece ofrecer unos tizadas aún pueden producirse complicaciones asociadas a
resultados superiores en los procedimientos esofágicos los abordajes laparoscópico y abierto, como mortalidad qui-
seleccionados; sin embargo, no se ha demostrado en todas rúrgica, fístulas anastomóticas, fístulas quilosas y parálisis
las series que se evite la perforación de la mucosa, aunque de cuerdas vocales37; sin embargo, no se ha realizado una
se puede tratar de forma satisfactoria mediante el robot33. comparación directa en un ensayo clínico aleatorizado.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Además, otro posible beneficio de la miotomía de Heller También se han descrito resecciones transhiatales robó-
robótica puede ser evitar la necesidad de un procedimiento ticas38,39. En una serie de 9 pacientes, la duración media de
antirreflujo gracias a la mínima disección lateral y poste- la intervención fue de 312 minutos (rango, 245-360 minu-
rior con el uso de instrumentos articulados33. tos). La pérdida de sangre estimada fue de 60 ml por proce-
dimiento y la estancia en la unidad de cuidados intensivos
se estimó en 1-5 días.39 No hubo mortalidad quirúrgica y la
Resección esofágica duración media de la hospitalización fue de 8 días. Otras
La disección del esófago intratorácico y de los ganglios lin- series más recientes también recogen estos resultados40.
fáticos adyacentes puede realizarse utilizando un abordaje
toracoscópico robotizado. Es posible llevar a cabo reseccio-
nes de tumores tanto malignos como benignos. En 2004,
Timectomía
Elli y cols.35 publicaron un estudio con dos pacientes que Yoshino y cols.41 realizaron la primera timectomía robótica
tenían leiomiomas esofágicos y que se sometieron a una en enero de 2001. Mediante un abordaje combinado robóti-
extirpación robótica derecha, con una duración de la inter- co y por mediastinotomía, se resecó un timoma de 2,5 cm en
vención de 2 horas. La extirpación del tumor se realizó sin poco menos de 2 horas. También se han obtenido resultados
perforación de la mucosa. excelentes con este abordaje en pacientes con miastenia
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166 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Lobectomías pulmonares
En 2001 se publicaron los primeros artículos de lobecto- Figura 19-6 Extracción de la arteria torácica interna izquierda
mías pulmonares robóticas43,44. La duración de la interven- mediante el sistema da Vinci. Se muestra un aplicador robótico de clips
ción fue de unas 6 horas en algunos casos iniciales. En la en el brazo izquierdo y un electrocauterio en el derecho. Las técnicas de
extracción son similares a los métodos tradicionales.
mayor serie de lobectomías robóticas se describieron 19 pa-
cientes45. Todos tenían tumores periféricos pequeños
(3 cm). La duración de la intervención osciló de 2,5 a
5,9 horas (media, 3,5 horas) y la duración de la hospita- primera anastomosis coronaria clínica por una pequeña
lización fue de 2-8 días (media, 4 días). Otros detalles de incisión de toracotomía anterior izquierda. El grupo de
resecciones pulmonares robóticas se limitan a casos ais- Carpentier en Broussais51 describió las dos primeras ope-
lados46,47. En la actualidad, una limitación principal de la raciones coronarias totalmente endoscópicas en junio de
cirugía robótica en este campo es la falta de unos instru- 1998. El grupo de Leipzig intentó un abordaje torácico
mentos apropiados, como grapadoras bronquiales y vas- totalmente cerrado para un injerto de ATII sobre una arte-
culares. Hasta el momento, no se han publicado casos de ria descendente anterior izquierda (DAI) en parada car-
segmentectomía, metastasectomía ni procedimientos tra- díaca en 27 pacientes, con éxito en 22 de ellos52.
queales o bronquiales robóticos. La extracción de la arteria torácica interna puede rea-
lizarse en 25-40 minutos tanto para la ATII como para
la arteria torácica interna derecha (ATI) después de un
Resección de masas mediastínicas período de curva de aprendizaje. Se puede llevar a cabo
la extracción de una ATI pediculada o esqueletizada53,54
Se han publicado varios casos aislados de resección de
tanto para las arterias torácicas izquierda y derecha,
masas mediastínicas, incluyendo en una localización poste-
desde una colocación unilateral de los puertos, utilizando
rior41,47,48, y de otras masas mediastínicas benignas46. Por
el sistema da Vinci. A continuación, se pueden realizar
el momento, las ventajas sobre los procedimientos tora-
las anastomosis coronarias, incorporando estabilizadores
coscópicos o abiertos no son valorables, debido al limitado
cardíacos, a través de una pequeña toracotomía lateral,
número de casos publicados.
sin circulación extracorpórea49. Srivastava y cols.55 han
publicado los resultados de sus primeros 200 casos utili-
zando un abordaje similar, con buenos resultados inicia-
Robótica en cirugía cardíaca les. La revascularización completa planificada se logró en
todos los pacientes, con un promedio de 2,9 1,1 injertos
Injerto de derivación coronaria
por paciente. La conversión a circulación extracorpórea fue
La cirugía endoscópica de derivación arterial coronaria se necesaria en dos pacientes (1%). En la Universidad de East
limita a sólo unos pocos centros, y los resultados están muy Carolina, hemos utilizado este abordaje de cirugía corona-
controlados. La cirugía coronaria depende de múltiples ria robótica junto con procedimientos valvulares mitrales
pasos complejos que culminan en la creación de una anasto- robóticos56.
mosis vascular. Por ello, la mayoría de las series clínicas Además, varios cirujanos de Europa han mejorado el
han introducido la cirugía coronaria robotizada de forma método coronario inicial con el robot da Vinci y han sido
gradual. Esto explica que la experiencia inicial se limitase capaces al final de completar injertos bilaterales de ATI
a la extracción endoscópica de la arteria torácica interna sin circulación extracorpórea a las arterias coronarias des-
izquierda (ATII) (fig. 19-6), seguida de una anastomosis cendente anterior y derecha mientras trabajaban desde un
robotizada por una esternotomía medial y, por último, de un lado del tórax57,58. Hoy en día, es posible realizar una deri-
procedimiento totalmente endoscópico realizado en parada vación arterial coronaria totalmente endoscópica (DACTE)
cardíaca seguido por una operación sin cardioplejía. de forma segura. Sin embargo, con la tecnología actual,
En mayo de 1998, Mohr y cols.50 y Falk y cols.50 extra- estas intervenciones suelen realizarse en casos de enfer-
jeron una ATII con un sistema da Vinci y realizaron la medad de un solo vaso (DAI) bien con parada cardíaca
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Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 167
Los valores corresponden a la media DE. ACD, arteria coronaria derecha; ATI, arteria torácica interna; ATIB, arteria torácica interna
bilateral; ATID, arteria torácica interna derecha; ATII, arteria torácica interna izquierda; CEC, circulación extracorpórea; DAI, arteria
coronaria descendente anterior izquierda; RD, rama diagonal. Modificada de Dogan S, Aybek T, Andreßen E y cols.: Totally endoscopic coronary
artery bypass grafting on cardiopulmonary bypass with robotically enhanced telemanipulation: report of forty-five cases. J Thorac Cardiovasc
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168 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Colocación
de una banda
de anuloplastia
A B
C
Figura 19-8 Colocación robótica de suturas para una anuloplastia con banda mitral. Se colocan suturas de poliéster trenzado de 2/0 y se anudan de
forma seriada. Utilizando un portaagujas robótico, esta sutura realizada con un solo brazo se coloca en primer lugar a través de la banda (A) y después por
el anillo (B), tras lo que vuelve a pasarse por la banda. La banda suele asegurarse con firmeza mediante seis nudos, con una cantidad adecuada de compresión
anular (C).
promedio de 7,5 suturas en la banda de anuloplastia. La robot representa el tiempo exacto de utilización del mismo
duración total de la intervención fue de un promedio de tras la exposición de la válvula y hasta el final de la coloca-
4,8 horas. No se produjeron complicaciones relacionadas ción de la banda de anuloplastia. Este tiempo disminuyó de
con el dispositivo, y sólo hubo una complicación (una reinter- forma significativa de 1,9 0,1 horas en el primer grupo a
vención por hemorragia debida al electrodo de un marcapa- 1,5 0,1 horas en el segundo ( p 0,002). Igualmente, el
sos auricular). La duración media de la hospitalización fue tiempo necesario para la reparación de la valva disminuyó
de 4 días (rango, 3-7 días). A los 3 meses de seguimiento, de forma significativa, de 1 0,1 horas en el primer grupo
la ecocardiografía reveló tan sólo una mínima insuficiencia a 0,6 0,1 horas en el segundo ( p 0,004). La duración
mitral. Todos los pacientes reanudaron su actividad normal total de la intervención disminuyó de forma significativa,
al mes de la cirugía64. de 5,1 0,1 horas a 4,4 0,1 horas en el segundo grupo.
Nosotros hemos publicado nuestros resultados de las Además, tanto el tiempo de pinzamiento aórtico como el
primeras 38 reparaciones mitrales utilizando el sistema de circulación extracorpórea disminuyeron de forma sig-
da Vinci65. Los pacientes se dividieron en dos cohortes de nificativa con la experiencia. En una publicación posterior
19 pacientes (experiencia inicial y final) para el análisis que revisó los datos posteriores de pacientes operados con
y comparación de los datos. La duración total de uso del el sistema da Vinci se notificaron tendencias similares en
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Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 169
cuanto al tiempo66. El único parámetro temporal que no nuevo retractor de la aurícula izquierda. La exposición es
varió entre ambos grupos fue el tiempo necesario para la mejor y más sencilla, además de ajustable, lo que ha facili-
colocación de la banda de anuloplastia, relacionado con el tado aún más la reparación valvular robótica.
tiempo necesario para el anudado de las suturas. En todo La duración de una intervención de reparación val-
el grupo de 38 pacientes, la duración media de la hospitali- vular mitral mínimamente invasiva puede ser similar
zación fue de 3,8 días, sin diferencias entre ambos grupos. en comparación con las técnicas estándar en las que se
En todos los pacientes del estudio, el 84% mostró una emplea una esternotomía media70. La experiencia actual
reducción de tres o más grados de insuficiencia mitral en el demuestra que la reparación valvular mitral robótica
seguimiento. No se observaron complicaciones relacionadas también se puede efectuar con seguridad y con unos resul-
con el dispositivo ni fallecimientos quirúrgicos. Una de las tados precoces satisfactorios71. Es posible una extubación
válvulas se sustituyó a los 19 días por un cuadro de hemó- precoz, al igual que el alta hospitalaria (a las 24 horas
lisis secundario a una fuga dirigida contra una cuerda ten- de la intervención). Nuestro grupo ha demostrado pocas
dinosa protésica. complicaciones pulmonares y reintervenciones por hemo-
Además de nuestra experiencia, se han publicado los rragia65,72. Se ha comunicado de forma constante una
resultados de un ensayo clínico prospectivo multicéntrico disminución del traumatismo quirúrgico, del dolor, de las
de fase II de la FDA67, en el que participaron 10 centros complicaciones y de la duración de la hospitalización, así
y se utilizó el robot da Vinci para realizar reparaciones como un regreso más precoz a las actividades de la vida
valvulares mitrales en 112 pacientes. Estas reparacio- diaria del paciente cuando se usan procedimientos mitra-
nes consistieron en resecciones cuadrangulares, plastias les robóticos y mínimamente invasivos72. La satisfacción
de deslizamiento, aproximaciones borde a borde y trans- de los pacientes con la reparación valvular mitral míni-
ferencias y sustituciones de las cuerdas tendinosas. La mamente invasiva también es mayor gracias a los mejores
duración media de la reparación de las valvas fue de resultados estéticos73.
36,7 0,2 minutos, con una duración de la anuloplastia
de 39,6 0,1 minutos. La duración total de uso del robot,
del pinzamiento aórtico y de la circulación extracorpórea Colocación de un electrodo ventricular
fue de 77,9 0,3 minutos, 2,1 0,1 horas y 2,8 0,1 izquierdo
horas, respectivamente. En el seguimiento al mes, en la
ecocardiografía transtorácica se observó que nueve pacien- El tratamiento de resincronización cardíaca mediante un
tes (8%) tenían una insuficiencia mitral de grado 2 o marcapasos ventricular izquierdo (VI) y ventricular dere-
superior y seis de ellos (5,4%) se reintervinieron (cinco sus- cho (VD) es una opción terapéutica eficaz para la insufi-
tituciones, una reparación). No hubo fallecimientos, ictus ni ciencia cardíaca74-76. Las técnicas actuales de colocación
complicaciones relacionadas con el dispositivo. Este estudio percutánea de un electrodo de VI, a través del seno coro-
demostró que muchos equipos quirúrgicos podían realizar nario, se asocian con una tasa del 10-15% de fracaso76,77.
intervenciones valvulares mitrales robóticas con seguridad El desplazamiento del electrodo contribuye a un 5-10%
al principio del desarrollo de esta técnica. adicional de fracaso tardío de la captura del electrodo de
Hasta el momento, nosotros hemos realizado más de VI78. Además, el tiempo requerido para el procedimiento
240 reparaciones valvulares mitrales con el sistema da de implantación sigue siendo prolongado. La estimulación
Vinci. Se ha producido un fallecimiento quirúrgico como del sitio adecuado del VI también es un factor crítico para
resultado de una reacción a la protamina, y ha habido dos lograr una resincronización completa del VI. Los electro-
fallecimientos tardíos más de 60 días después de la ciru- dos epicárdicos de marcapasos ventricular izquierdo para
gía. No hemos tenido lesiones relacionadas con el dispo- el tratamiento de resincronización cardíaca pueden inser-
sitivo o alteraciones del abordaje quirúrgico. En cuatro tarse con precisión y rapidez sin cardioplejía utilizando el
pacientes hubo que hacer reintervenciones tardías secun- sistema robótico da Vinci79,80.
darias a hemólisis o a un incremento de la fuga valvular.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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170 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
Vinci permite la realización de la pericardiotomía, la oclu- cúpula vaginal posthisterectomía, con la facilitación de
sión bicava, la auriculotomía derecha, la septopexia auricu- una colocación precisa de las suturas intracorpóreas,
lar (sutura directa o cierre con parche) y el cierre auricular. de modo que el procedimiento podría realizarse de forma
En las series iniciales se han notificado unos resultados similar a la del método abierto. Por tanto, la sacrocolpo-
favorables con una duración media de pinzamiento aórtico pexia laparoscópica robotizada puede ofrecer la misma
de 32 minutos y una duración de la circulación extracor- durabilidad a largo plazo de su homóloga abierta, con los
pórea de 122 minutos.83 El cierre robótico de la CIA obtuvo beneficios de un abordaje mínimamente invasivo89.
la aprobación de la FDA en 2003.
Anastomosis tubárica
Ginecología La anastomosis tubárica microquirúrgica laparoscópica se
El primer procedimiento ginecológico robotizado fue una puede realizar con o sin ayuda robótica. En una comparación
anastomosis tubárica, que se realizó en 1998 con el robot de ambas técnicas, la duración de la intervención fue 2 ho-
Zeus84. El desarrollo de la tecnología robótica actual ha ras mayor con la ayuda robótica, utilizando el sistema
permitido efectuar otros procedimientos ginecológicos. robótico Zeus, y la pérdida estimada de sangre fue mayor.
A medida que se desarrolle esta tecnología, las aplicacio- No se observaron beneficios en cuanto a la recuperación
nes para su uso en ginecología y oncología ginecológica del paciente con el abordaje robótico. Por tanto, aunque la
aumentarán. ayuda robótica es factible, no se han demostrado mejoras
apreciables en cuanto a la recuperación del paciente ni a los
resultados quirúrgicos, en comparación con la anastomosis
Histerectomía laparoscópica90.
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Uso de la robótica en otras especialidades quirúrgicas 171
tejido patológico y de sus características estructurales. Esto A pesar de que el sistema robótico cuenta con más de
por sí solo puede ayudar a los cirujanos a guiar la aplica- 5 años de experiencia, no hay datos concretos de resultados
ción óptima del tratamiento percutáneo. Las investigacio- que justifiquen el coste de estos sistemas. Los testimonios
nes que se están llevando a cabo en Francia y Alemania se de cirujanos y pacientes son alentadores, pero carecen de
centran en simular y planificar procedimientos robóticos. una evaluación rigurosa. Por consiguiente, aunque la ciru-
A partir de la angiografía biplanar, Falk y Coste-Maniere gía robotizada es factible desde el punto de vista técnico
han creado modelos dinámicos de anatomía coronaria y en una gran variedad de casos, suele haber pocas eviden-
los han superpuesto en imágenes reconstruidas de RM cias en diversos campos que sugieran sus beneficios o su
y TC del corazón. Este modelo virtual está diseñado para justificación en varios de ellos cuando se compara con las
analizar y planificar una colocación óptima de los puer- técnicas laparoscópicas. La mayoría de publicaciones sobre
tos con el fin de optimizar la convergencia de los brazos la cirugía robótica se limitan a pequeñas series de unida-
instrumentales en el plano quirúrgico93. Para la cirugía des especializadas, con un interés específico en este campo.
robótica, esta tecnología auxiliar debería proporcionar una No existen ensayos clínicos multicéntricos, aleatorizados
destreza ergonómica ideal en el plano quirúrgico94,95. En y con series extensas. Se debe moderar el entusiasmo por
cirugía craneomaxilofacial y ortopédica ya se han introdu- las nuevas técnicas, con un respeto consciente de lo que es
cido sistemas similares96. En las intervenciones donde los deseable para el paciente y aceptable desde un punto de
objetivos son móviles, como en la cirugía coronaria, las difi- vista económico. Al mismo tiempo, se debe mantener un
cultades son aún mayores. planteamiento inquisitivo y adaptativo frente a este campo
En última instancia, todas estas ventajas permitirán en expansión. Los avances en cirugía robótica se están rea-
que la «realidad virtual» sea una parte integrante del qui- lizando con lentitud, pero de forma progresiva. A menudo,
rófano y de la formación de los cirujanos. Los cirujanos del lo que enlentece cualquier progreso es su adopción por los
futuro practicarán las técnicas mediante gafas o monitores cirujanos. Sin embargo, la mayoría de los que son reacios
holográficos de realidad virtual y percibirán la tensión de suelen tener una preocupación porque no se pueda realizar
moverse a través del tejido humano a medida que manipu- una operación adecuada sin los beneficios de la sensibili-
lan las herramientas quirúrgicas en situaciones similares dad táctil, el rango de libertad de movimientos y la visua-
a las reales. Estos sistemas ya están demostrando ofrecer lización del ser humano, objeciones que son comprensibles
beneficios docentes97. Recientemente, se ha demostrado cuando se desea lo mejor para los pacientes. Sin embargo,
que el uso de la simulación quirúrgica mediante reali- los avances de la tecnología están empezando a acercarnos
dad virtual mejora de forma significativa el rendimiento a una cirugía mejor con el uso de la robótica. Son necesa-
en el quirófano de los residentes durante una colecistec- rios ensayos clínicos aleatorizados y bien elaborados, lle-
tomía laparoscópica98. Resulta concebible que los siste- vados a cabo por cirujanos expertos en técnicas de cirugía
mas futuros puedan permitir a los cirujanos introducir convencional y robótica, para responder a las dudas sobre
todos los datos de las pruebas de imagen preoperatorias el uso razonable de la cirugía robótica.
del paciente, realizar la operación primero en un simula- Esta nueva ciencia es un medio, no un fin en sí misma.
dor virtual y después reconstruirla digitalmente en una El estímulo que dirige su aplicación es el reto y el deseo
plantilla volumétrica. Esta plantilla quirúrgica digital de aplicar las capacidades quirúrgicas convencionales en
superpuesta podría transferirse a un sistema robótico de una intervención mínimamente invasiva. Los avances tec-
telemanipulación para facilitar la realización perfecta de nológicos continuos de la tecnología robótica, la capacidad
la intervención. No se trata de una «cirugía automática», de computación y la reconstrucción óptica siguen estimu-
sino que el cirujano tan sólo habrá experimentado y corre- lando nuestra imaginación y el deseo de lograr una cirugía
gido todos los conflictos ergonómicos, evitado las estruc- exhaustiva con una mínima morbilidad y unos resulta-
turas vitales y diseñado el mejor plan quirúrgico con dos superiores, que extiendan su aplicación y alcance a
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172 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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Capítulo 20
Melissa R. Kaufman l Lee R. Schachter l S. Duke Herrell
Consideraciones económicas
de la prostatectomía robótica
Introducción robóticos articulados (esclavo) controlados por una consola
remota (maestro). Las imágenes que visualiza el cirujano
La aparición de la tecnología quirúrgica robótica ha reque- principal en la consola son tridimensionales (3D) y los ins-
rido décadas de intensa innovación y la inversión de cientos trumentos permiten siete grados de libertad de movimien-
de millones de dólares. Los inicios de la cirugía robótica se to de las articulaciones para semejarse a los movimientos
enmarcan en el ámbito de la medicina militar, pero recien- manuales utilizados en la técnica quirúrgica abierta.
temente se ha convertido en una fuerza impulsora del trata- Además del cirujano, el equipo quirúrgico consta de una
miento moderno del cáncer de próstata1-3. La prostatectomía enfermera circulante de quirófano típica; un primer ayu-
radical laparoscópica robotizada (PRLR) ha aprovechado dante de campo responsable de cambiar los instrumentos
los beneficios de un abordaje mínimamente invasivo de la robóticos y que utiliza un puerto de trabajo para aspirar,
prostatectomía radical para optimizar el tratamiento posto- irrigar y transferir diversos elementos, como los clips vas-
peratorio al disminuir la duración del ingreso hospitalario culares y las piezas quirúrgicas, y un técnico quirúrgico
(DIH) mediante el avance rápido de la dieta y un mínimo que está lavado de forma estéril. Por tanto, el personal de
uso de los analgésicos4-5. Por el momento, los datos sugieren quirófano requerido para la cirugía robótica no es distinto
que la PRLR ofrece unos beneficios equivalentes a la prosta- que el que suele utilizarse para un procedimiento abierto.
tectomía radical retropúbica (PRR) en términos de control Sin embargo, existe un uso significativo de tiempo y recur-
oncológico, continencia y función eréctil6,7. Sin embargo, la sos para formar a este personal y que adquiera familiari-
energía que se requiere para poner en marcha un programa dad con la cirugía robótica. Un equipo robótico entrenado
de cirugía robótica suele considerarse prohibitiva en lo refe- es el componente fundamental de un programa de PRLR,
rente tanto al tiempo como al gasto. Durante el auge de la y se debe tener en cuenta el trabajo intensivo que requiere
laparoscopia convencional en la década de 1990, que ahora este proceso de formación cuando se planifiquen los costes
se considera una herramienta habitual en el arsenal del iniciales del programa de prostatectomía robótica. Debido
urólogo, hubo que salvar unos obstáculos similares refe- al voluminoso tamaño del equipo robótico, es preferible
rentes a los costes de la nueva tecnología. De hecho, en la contar con un quirófano más amplio, con todos los aparatos
era moderna de la gestión sanitaria, las consideraciones electrónicos necesarios fijos, aunque todos los componentes
sobre los costes son siempre un factor destacado a la hora sean móviles y puedan transferirse desde el lugar donde
de tomar las decisiones terapéuticas, y la cirugía robótica estén almacenados con mínimas dificultades.
debe adaptarse a este entorno. Sin embargo, las opciones de El coste inicial del sistema da Vinci es de 1,2 millo-
cirugía mínimamente invasiva (CMI) como la PRLR se han
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176 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
quirófano. En este análisis, el coste medio de la PRR fue Un elemento común a todos esos estudios son los gastos
de 5.941 dólares y el de la PRLR de 6.191, lo que supone iniciales del robot, que atenúan los posibles beneficios en la
una diferencia modesta de 250 dólares. Los datos actuali- aplicación a corto plazo. A medida que estos costes iniciales
zados del Instituto Vattikuti muestran que si se excluye la se amortizan a lo largo de un período más prolongado y que
depreciación del robot y el contrato de servicio, el coste de se expande el uso de la tecnología robótica, los gastos origi-
la PRLR es en realidad un 2,39% menor que el de los pro- nales deberían integrarse con más facilidad en un entorno
cedimientos abiertos12. económico práctico.
Los datos recientes de Joseph y cols.13 indican que los Recientemente, Scales y cols.16 han descrito un modelo
elevados costes fijos y el estancamiento del reembolso de analítico de toma de decisiones para comparar la PRR
la prostatectomía robótica generan una pérdida neta para y la PRLR que, a diferencia de los estudios previamente
el hospital por cada intervención de PRLR, incluso sin publicados, incluyó el coste inicial del robot y las tarifas
tener en cuenta los costes iniciales del sistema y de man- de mantenimiento. Los datos de costes se obtuvieron de la
tenimiento. Los costes hospitalarios totales por prostatec- administración del hospital y se subdividieron en costes qui-
tomía se estimaron en 9.102 dólares, de los que 2.949 son rúrgicos (quirófano, equipo desechable, cuidados periopera-
costes fijos y 6.153 son variables por cada intervención, torios de anestesia, transfusión y honorarios profesionales)
mientras que el reembolso medio es de 8.954 dólares. Los y costes no quirúrgicos (p. ej., habitación y comida, farmacia,
autores concluyen que si no se producen modificaciones del servicios de laboratorio). El coste inicial del robot se amor-
reembolso, junto con un descenso de los costes del equipo, tizó en un período de 7 años, a un ritmo medio mensual de
los beneficios de la tecnología robótica para el hospital sólo 20.595 dólares, que incluían el contrato de mantenimiento.
serán de tipo indirecto. Se elaboraron dos modelos de caso básico para la PRR uti-
Bernstein y cols.14 han publicado un estudio simi- lizando los parámetros mencionados con anterioridad, uno
lar sobre el aumento del coste de la PRLR asociado con en un contexto especializado y otro en un contexto genera-
un reembolso inadecuado. En esta revisión retrospectiva lista. El modelo de caso básico de PRLR se elaboró a partir
de 267 pacientes consecutivos sometidos a prostatecto- de los datos del Instituto Vattikuti. Se empleó una serie de
mía se compararon los costes y los ingresos obtenidos por análisis de sensibilidad uni y bidireccionales para evaluar
la PRR, la prostatectomía perineal y la PRLR. Se diseñó la relevancia de las desviaciones de los factores individuales
una fórmula que incorporaba los costes totales, la DIH y respecto a los modelos básicos en lo referente a los resulta-
la duración de la cirugía para determinar el impacto eco- dos de coste. Los datos revelaron que la PRLR es siempre
nómico de cada método de prostatectomía. Los autores más costosa que la PRR, con independencia del contexto.
señalaron que los determinantes fundamentales en cuanto Para lograr la equivalencia de coste en el contexto especiali-
al beneficio eran los costes directos y el tipo de reembolso zado, la duración de la intervención mediante PRLR debería
del seguro médico. En lo que respecta a la PRLR, los cos- disminuir a 90 minutos. En realidad, el modelo demuestra
tes medios fueron de 7.062 dólares, con unos beneficios de que en el contexto generalista, a menos que la duración de
7.154 dólares, lo que supone un beneficio de 92 dólares, la intervención disminuya por debajo de 165 minutos, la
una cifra sustancialmente menor que los 1.060 dólares PRLR seguiría siendo más costosa que la PRR. Para lograr
de beneficio obtenidos con la PRR. Este análisis tampoco la equivalencia de la DIH en un contexto especializado, la
incluyó los honorarios del cirujano ni el coste inicial del sis- PRLR debería convertirse en un procedimiento ambulatorio
tema robótico y los gastos asociados de mantenimiento. con una DIH de 0,5 días. Sin embargo, en el contexto gene-
Continuando con esta búsqueda de una mejor compren- ralista, una DIH de 1 día para la PRLR permitiría que su
sión de la asignación de recursos sanitarios en lo referente coste fuese equivalente al de la PRR. También en el contexto
a la cirugía del cáncer de próstata, Lotan y cols.15 crearon generalista, se necesitaría un volumen de 10 intervenciones
un modelo informático para evaluar los distintos factores de PRLR semanales para lograr la equivalencia de coste con
que contribuyen a los costes de la PRR y la PRLR. Los cos- la PRR, mientras que en el contexto especializado serían
tes hospitalarios se obtuvieron de los datos del propio hospi- necesarias 15 PRLR semanales. Los autores concluyeron
tal, mientras que la información sobre las variables como la que la principal ventaja de la PRLR desde el punto de vista
DIH media y la duración de la intervención se obtuvieron de del coste es la disminución de la DIH y puede ser más com-
una búsqueda de la bibliografía. Los autores utilizaron una petitiva respecto al coste en centros especializados con un
fórmula que integraba los datos de los costes de la estancia gran volumen de intervenciones en comparación con la PRR
hospitalaria, los gastos de quirófano, los líquidos intraveno- en un contexto generalista. En nuestro centro, un análisis
sos, las transfusiones de sangre y la tarifa de mantenimiento económico preliminar ha mostrado que, aunque se ha obte-
del robot, y notificaron una diferencia de coste entre la PRR nido un cierto beneficio económico para el centro una vez
y la PRLR de 1.155 dólares. También en este caso, este coste que se ha logrado una cierta experiencia, el procedimiento
excluyó el gasto inicial de la compra del robot. Mediante un de PRLR no ha mostrado la equivalencia económica obser-
análisis de sensibilidad unidireccional, los autores demostra- vada con la PRR (tabla 20-1).
ron que ningún cambio individual de la DIH o de la duración Todos estos estudios demuestran el elevado coste intrínseco
de la intervención podría igualar el coste de la PRLR con de la aplicación de la prostatectomía robótica cuando se
el de la PRR. En su estudio indican que los factores limitan- evalúa en el entorno actual de reembolso de los costes. Sin
tes para hacer que el coste de la PRLR sea competitivo son el embargo, tal y como se ha descrito en las secciones previas,
gasto de compra inicial del robot, así como el coste por cada en el futuro puede que se apliquen varios factores que creen
intervención de mantenimiento y del equipo reutilizable. unas perspectivas económicas positivas para la PRLR.
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Consideraciones económicas de la prostatectomía robótica 177
*
El coste inicial del robot se incluye en el análisis.
N/A, no aplicable; PRLR, prostatectomía radical laparoscópica robotizada; PRR, prostatectomía radical retropúbica; ( ), déficit.
Uso de la robótica en otras por parte de las aseguradoras a medida que aumente la
demanda de PRLR y que los datos de resultados confirmen
intervenciones urológicas
una menor morbilidad.
A medida que se extiende la formación en cirugía roboti- Los cirujanos que cuentan con una formación clásica
zada, también lo harán las aplicaciones potenciales de esta precisan una inversión significativa de recursos para apli-
tecnología. La expansión de la robótica en otros aspectos car y dominar las habilidades laparoscópicas requeridas
de la cirugía urológica, de forma similar a la situación para la cirugía robótica20. Aunque el abordaje robótico
que tuvo lugar con el rápido desarrollo de la laparoscopia proporciona una ventaja en términos de facilidad de uso
convencional, disminuirá en teoría los costes globales a la respecto a los abordajes laparoscópicos tradicionales21, la
vez que mejorará los resultados de los pacientes. Algunas curva de aprendizaje sigue siendo pronunciada, a lo que
de las aplicaciones urológicas que ya se han descrito son se asocia un mayor uso de recursos por la mayor dura-
el uso de la robótica para el acceso renal percutáneo, la ción de la intervención y unos resultados potencialmente
nefrectomía, la nefrectomía parcial, la pieloplastia des- menos óptimos para los pacientes. Se ha demostrado que
membrada, la cistectomía, la suprarrenalectomía, la en el caso de los cirujanos que realizan un gran número
sacrocolpopexia, la reparación de fístulas vesicovaginales, de operaciones, la duración de la intervención disminuye
la vasovasostomía y diversos procedimientos urológicos de forma progresiva a medida que aumenta su experiencia
pediátricos9,17-19. con la PRLR22. Sería razonable pensar que estas reduccio-
nes del tiempo de uso del quirófano disminuirán de forma
progresiva los costes. Asimismo, los avances continuos
en las técnicas quirúrgicas usadas con la PRLR mejo-
Discusión
rarán el procedimiento y disminuirán la duración de la
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178 ROBÓTICA EN CIRUGÍA UROLÓGICA
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