El mio imerior herido
mnticos eréticos de casarme y fantasas en las que me
via easado con el paciente,
Searles sefala que ha observado el mismo fendmeno con
respecto a ambos sexos." Y, para corroborar ss ideas, pro-
porciona datos adicionales referidos a su experiencia como
marido y como padre:
que ahora tiene ocho aos, he teido
les fantasia y setimientos de eatdcterroménti-
0, complementarios de Ia roméntica conducta amorosn y
seductora que ella he manifestado muchas veces desde la
‘edad de dos 0 tres aos. En algunas oeasiones, embelesado
por sus encanos, me preocupaa verlarepresentar para mi
papel de I coqueta muy segura de s misma, Sin embar
0, hace un tiempo leg a In conclusign de que esos mo-
‘mentos de proximidad no representaban més que un apoyo
para el desarrollo de su personalidad, asf como un delete
Para mi. Si una nia no puede senirse caper de conguistar