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ws sociedadesoccientales han vivido al menos dos revolucione: ls primers, el paso de lo otal a lo e cto; la segunda, la aparicén de la imprenta. Hoy asttimos una tercrarevluci gulada pore auge de as reves tecnologia, de a cul surge un nuevo humano que “Michel Sees bautia "Pulgareita, en alsin ala maesia con la que lot menses brotan de sus pulgaes. Los jovenes vive un vida completamente dscns que las generacionesantecores: ya no habian el mismo expe cio, no se comunican de la misma manera, no peciben miso mundo Las grandes inviraciones dacan de una fpoca que ya no reconocen, Ext cambios an dectvos repercuten en a sociedad ens coajunte en la educicién, dl trabajo, as empress, lal, el derecho la pola, Feene 2 eso, Pulgatcita debe relavenar todo: una mane ra de vive juntos, insttuiones, un manera de se y de conocer... Comienza una aueva era que veré Ja victoria ela mulkcud andnima peo individuals, sobre as elites dligets, bien identificadas; del saber dscuido, accesible y descentrado, sobre lt doctinas tansmitidas sumisa- mente; de una sociedad libremence conecada sobre la s0- edad del espectculeregids por los medios de comunica- cin yl publicidad, Est libro le propone a Pulgarlea una colaboracién ex tre geneaciones para poner en marcha eta utopia, din ca realidad posible Ayn Wich Serres AR a OUST Michel Serres PULGARCITA EL MUNDO CAMGI® TANTO QUE LOS J6VENES OEBEN REINVENTAR TODO: UNA MANERA DE VIVIR JUNTOS, INSTITUCIONES, UNA MANERA DE SER Y DE CONOCER, ‘Traduceén de ‘MICHEL SERRES Vera WaxSMAN PULGARCITA EI mundo cambi tanto que les jovenes deben reinventar todo: wna manera de vivtr juntos, instituciones, una manera de ser de conocer. as G FONDO DE CULTURA ECONOMICA. Mico Anca - Bast =Covneih- Cats Esra Banos Dos Du AMEmca -GURTDMALA-Paxd=Veneee.a Panera einen nels 2012 Fan eno eel 20 abate cnsmuen de Sep init lesan | Solo 2 Educa 3. Vr Waa td ode ap: Jae Pb Feder eee etre a Peeters pigments fondoatecoma:/wmrcecmar em Scene echo el depésto que mares ay 11728, a OL Indice PUIBAPCHE nn 1. Novedades... : 2, Aquello en cuanto al cuerpo; esto en cuanto al conocimiento. 3.Hlindividuo.... . 4. ¢Qué transmit? £A quién transmititlo? {Cémo transmitiro?. 5. Tornada, Bsc Sociedad... u 15 9 4 27 32 35 61 Para Helene, formadora de formadores de Palgarcia, opente de los ayentes de los Palgarcitos Para Jacques, poeta, (que los hace cantar, I. PULGARCITA Antes de ensefiar algo a alguien, es necesario al me- nos conocerlo, Quign se presenta hoy en la escuela, en el colegio, en elliceo, en la universidad? 1. Novedades [ESTE NUEVO ESCOLAR, esta nueva estudiante no vio nunca tn ternero, una vaca, un chancho ni tuna nidada. En 1900, la mayorfa de los humanos del planeta trabajaban en la labranza y el pasto- eo; en 2011 en Francia, y Io mismo ocurre en paises anilogos, s6lo existe el 19 de campesinos. Hay que ver en ello, sin duda, una de las rupturas sas fuertes de la historia desde el Neolitico. Nues- tras culturas, referidas en otros tiempos a las pric- ‘cas geérgicas, cambiaron de repente. Asi y todo, cen el planeta, seguimos comiendo dela tierra ‘Aquella o aquel que presento a ustedes ya no vive en compaiiia de los animales, ya no habita la ‘misma tierra ni tiene la misma relacién con el ‘mundo, Hla o él sélo admira una naturaleza arci- dic, la del tiempo de ocio o del turismo. Vive en la ciudad, Sus predecesores inmediatos, mis de la mitad de ellos, andaban por los cam- pos. Sin embargo, como se ha vuelto sensible al entomo, contaminaré menos; es mas prudente y respetuoso de lo que éramos nosotros, adultos in- conscientes y narcisos, ‘Ya no tiene la misma vida fisica, ni hay a misma cantidad de gente, porque la demografia salt6 de pronto, en el lapso de una sola vida hi: mana, de 2a 7 mil millones de bumanos; vive en un mundo Teno. Aqui, su esperanza de vida llega hasta los 80 afios. Eldia de su casamfento, sus bisabuelos se habian jurado fidelidad por apenas una década, Si élo ella viven juntos, jurardn lo mismo por 65 afios? Sus padres heredaron alrededor de los 30, ellos espe- rardn a la vejez para recibir ese legado, Ya no co- nocen las mismas edades, ni el mismo matrimo- nio, nila misma transmisién de bienes. Al partir a la guerra, con a flor en el fusil, sus padres ofrecfan a la patria una esperanza de vida breve; écorrerén ellos a la guerra de la misma ma- nera, con la promesa de seis décadas por delante? Desde hace sesenta aitos, intervalo tinico en la hhistoria occidental, ni él ni ella conocieron guerra alguna; en breve, tampoco sus dirigentes y sus maestros. Al contar con una medicina por fin eficaz y, en la farmacia, con analgésicos y anestésicos, su- frieron menos, desde un punto de vista estadis- Heo, que sus predecesores, /Tuvieron acaso ham- bre? Religiosa o Jaica, toda moral se reducia a ejercicios destinados a soportar un dotor inevita- ble y cotidiano: enfermedad, hambruna, crueldad del mundo. Yano tienen el mismo cuerpo nila misma con- gina, lector, usted ahora mismo me est evaluando. ‘Una suerte de demonio de doble cara empuja a juzgar esto 0 aquello como bueno o malo, inocente ‘onocivo, La hucidezdiscieme mis bien aquello que _muere del mundo antiguo y emerge del nuevo, Ese dia nace una inversién que favorece una circula- ‘ign simétrica entre los calificadores y los califica- dos, los poderosos y los sibdito, una reciprocidad, ‘Todo el mundo parecia ereer, en efecto, que todo cae de arriba hacia abajo, de la cétedra alos ban- 05, de lo elegidos a los electores; ue 1 ariba se presentala oferta y que la demands, to abajo, con- sumiré todo. Que hay grandes centros comercia- les, grandes bibliotecas, grandes patrones, minis- ‘ros, hombres de Estado... que, dando por sentada Ja incompetencia de los otros, extienden su Iuvia bienhechora sobre las tallas pequeias. Quis esa ea tuvo lugar; hoy se termina bajo nuestros ojos, en el trabajo, en el hospital, en el camino, en grupo, cen a plaza pablica, en todas partes. liberada de os semiconductores, quiero decir de las relaciones asimeétrcas, la nueva circulacién hace ofr las nota, casi musicales, de su vor E1ocio pe H. Porrer _ Hombrecito de Birmingham, Humphrey Potter at6, dicen, con la cuerda de un trompo, el brazo de la sméquina de vapor a valvulas que debia accionar con Ja mano; al huir de un trabajo absarsido para ir a ju- 2%, invent6, suprimiendo su esclavitud, una suerte de retroalimentacién. Ya sea verdadero o inventado, este cuento.celebra la precocidad de un genio; desde ‘mi punto de vista, muestra més bien la competencia frecuente, fina y adaptada, del obrero, hasta del me- ‘or, en los lugares mismos en los que quienes dec en, lejanos, mandan a actuar sin pedicles nada a los actores, que se prejuzgan incompetentes. H. Potter es uno de los nombres de guerra de Pulgarcita. El término empleado expresa esa presuncion de incompetencia: se trata, en efecto, de plegarlo a gusto pata explotaso; asi como el enfermo se re- ‘gui. Mas ain, en el trabajo le responde al que le duce a un drgano que hay que repara,el esta habla, no de acuerdo con la pregunta planteada, dante a una orja que hay que lenaro ana boca sino para no perder el trabajo, Esta mentza, ahora silenciosa que colmas, el obrero llega a ser una Ihabitual, data a todo ef mundo. ‘éguina que hay que administra, algo més com-]* Pulgarcitase abure en el abajo. Su veino plicada que aquellaen fa que tabaja. Arriba, an- carpintero recibia en otros tempos las planchas talio, bocas sin orejas; abajo, ofdos mudos. en bruto del aserradero, ubicado en medio del Hlogio del control reciproco. Al restituir ros- bosque; después de dejaras secar un tiempo, sa tos completosenlos dos niveles, las mejores emr- FF caba de ese tesa, y de seuerdo alos peidey tn presas ubican al ebrero en el centro de la decision os, mesas o pueras. Treinta alos despues recibe réctica. Lejos de organizar de manera pitamidal la de una fabrica las ventanas ya listas que coloca en logistca sobre los fujos ylaregulacién de lacom- FE grandes construcciones con abertione Ieomnasn plejidad, lo cual la multiplica por capas de regula- f° das El se abumre. Hla tambign, Hlintens de baton ‘ibn, ls empresas dejan a Pulgacita controlar en se capitaliza en ls oficinas de estudios, ald amiba, tiempo real su propia actividad ~defectos obser. HL capital no significa séo la concentracién del di. vados o reparados con mayor faclidad,solucio- ‘nero, sino también del agua en las represas, del mi. nes téenicas que se encuentran con més rpidez, feral bajo later, de Iv inteligencl oo as rey roductvidad mejorada-, pero también examinat de ingenieria alejado de quienes ejecutan. Hl abu 8 quienes la mandan,aquf patrones per, més all, rimiento de todos viene de esa concentracin, de médicos y politicos | esa captacién, de ese robo del interés a productividad, que aumenta de manera vertical desde 1970, el crecimiento demogrético Tumba DEL TRABAJO ‘mundial, también vertical y afadido a la pri. ‘mera, enrarecen cada vez mis el trabajo; pronto Paulgarcta busca trabajo, Y cuando encuentra st- f/séio una aistocraia gosard det ele ng gue buscando, a tl punto sabe que puede perder | ia revotucion industrial y copinde delosencn de fa noche ala mafiana el que acaba de conse- divino de los monasteros thoy en dia se mere poco a poco? Pulgarcita vio cémo disminufa el niimero de mamelucos; las nuevas tecnologias reduciran el de sacos y corbatas, LAcaso no desa- pareceré el trabajo también por el hecho de que los productos que inundan los mercados a me- ‘nud dafan el entomo, contaminado porlaaccién de las méquinas, por la fabricacion y el transpor- te de mercaderias? Ht trabajo depende de fuentes de energia cuya explotacién arruina las reservas y contamina, Pulgarcita suefla con una obra nueva cuya fi- nalidad seria reparar esos perjuicios y ser bené- fica ~no habla del salaro, habia dicho beneficia- ria, sino también de la felicidad para aquellos que trabajan. En suma, hace la lista de las accio- nes que no produciran estos dos tipos de conta- ‘minaciones, sobre el planeta y los humanos. Los utopistas franceses del siglo xix, despreciados porque sofiadores, organizaban las practicas de acuerdo con direcciones contrarias a las que los, precipitaron hacia este doble callej6n sin salida. ‘Come no hay mas que individuos, como la so- ciedad sé6lo se organiza alrededor det trabajo y todo gira en tomo a él, inclusive los encuentros, inclusive las aventuas privadas que nada tienen que ver con él, Pulgarcita esperaba realizarse en. 41 Sin embargo, no encuentra mucho trabajo 0 se aburre. Busca imaginar también una sociedad que = yano estéestracturada por {Pero estructurada | por qué? Y cunts veces se le pide su opinion? E1octo Det nosPrtAL ‘También recuerda una visita padecida en un ‘gran hospital. Entr6 en la habitacién sin golpear, seguido, como un macho dominante, de hembras sumisas ~el modelo bestial se imponia-, el pa- _ ton gratificé a su rebafio con un discurso de alto vuelo dando la espalda a Pulgarcita, acostada, que vivi6 fa presunci6n de incompetencia. Como © en la facultad; como en el trabajo. En tn registro ‘més popular, eso se dice: que lo tomen a uno de imbécil —-Rengo,-al imbécil, en lengua latina, Ie falta, para sostenerse, un bast6n, ese bacillus del que vienen nuestros bacilos. Una ver levantada de la cama, curada, Pulgarcita anuncia wna novedad a Ia manera del enigma de Edipo: cuanto més avanza cl tiempo, menos necesita el hominido ese bast6n. Se mantiene de ple por sf mismo. Escuchen. Los hospitales piblicos de las gran- © des ciudades disponen de estacionamientos para sillas 0 camas rodantes: en las salas de guardia; FL0Gl0 DE LAS Voces HUMANAS antes y después de una resonancia magnética ¢ de otro escéner; delante de la sala de operacio. ‘es, para la anestesia 0 después, para el desper- tar. Se puede esperar alli de una a diez horas Sabios,ricos 0 poderosos del mundo, no eviten estos lugares donde se escucha suftimiento, con. miseracion, célera, angustia, gritos y ldgrimas, uegos a veces, exasperacién, siplica de quien lama ata que no lama o se lamenta por la que ‘no responde, silencio tenso de unos, espanto de los ottos, resignacién de la mayoria, reconoci. siento también...Quien nunca tuvo que mezclar ‘su Yor en este concierto disonante sabe sin duda ue sutre, pero ignorard siempre lo que significa “nosotros suftimos', ese canturreo comin ema. nado de la antecamara de la muerte y de los cut. dados, purgatorio intermedio donde cada uno teme y espera una decisién del destino. i uno se plantea la pregunta: qué es el hombre?, la res- uesta se da, se oye, se aprende aqui, a waves de ese murmullo, Antes de oitfo, hasta un filbsofo queda despistado, se es el ruido de fondo, la voz humana que ecubren nuestros discursos y chicharas. 2se ca0s no murmura tan s6lo en las escuelas o en Jos hospitales, no emana tan s6lo de los Pulgar- citos en clase o de ios sollozos en paciente espera, sino que ahora Ilena todo el espacio. Los mismos profesores charlan cuando el director les habla; Jos internos conversan mientras oyen la perorata del patrén; los gendarmes hablan cuando el gene- ral da Ordenes; reunidos en la plaza del mercado, Jos ciudadanos hacen ruido cuando el intendente, _ diputado 0 ministro arroja sobre las cabezas su | lenguaje convencional, Citen, dice Pulgarcita i= nica, una sola asamblea de adultos de la que no cemane, divertido, un barullo semejante Saturadios de mtisica de fondo, el bullicio de los medios y el griterio comercial ensordecen y ador- mecen, de ruido lamentable y de dtogas calcu- Jadas, esas voces reales, mas las voces virtuales de Jos blogs y las redes sociales, cuya cifta incalcula- ble alcanza totales comparables a a poblacién del planeta. Por primera vez en la historia, se puede oir la-voz de todos. La palabra humana zumba por el espacio y el tiempo, A la calma de los pueblos del silencio, donde rara vez.sonaban la sirena y la cam- pana, el derecho y a religin, hija e hijo de la escei- tra, le sucede, de manera brusca, la extensién de esas redes. Fenémeno bastante general como para prestarle atencién, este nuevo ruido de fondo, ta multo de clamores y de voces, privadas, piiblicas, ermanentes, reales o vistuales, caos recubierto Por los motores y los sintonizadores de ta socie- ad del espectéculo envejecida de manera irreduc- tible, reproduce en grande el pequefo tsunami de las clases y los anfiteatros; no, éte es antes bien el ‘modelo reducido del primero. sas conversaciones pulgarcitas, ese tumulto de mundo Zanuncian acaso una era en la que se ‘mezclarén una segunda edad oral y esos escritos ‘virtuales? Esta novedad dahogard con sus ondas la edad de la pagina que supo formateamos? Desde hhace tiempo escucho esta ntieva edad oral ema- nada de lo virtual, Esa es una demanda general de palabra ané- Toga a la demanda singular que los Pulgarcitos hhacen oir desde las escuclas hasta las universida- des, en la sala de espera de los enfermos en los hospitales 0 de los empleados en el trabajo. Todo el mundo quiere hablar, todo el mundo se comu- nica con todo el mundo en innusmerables redes. Ese tejido de voces concuerda con el de la Red; ‘ambos murmuran en la misma frecuencia de onda. A la nueva democracia del saber, ya presente en Jos lugares donde se agota la vieja pedagogia y donde se busca la nueva, con tanta lealtad como dificultades, corresponde, para la politica general, luna democracia en formacién que, mafiana, se impondré. Concentrada en los medios, la oferta politica muere; aunque no sepa ni pueda todavia expresarse, la demanda politica, enorme, se le- vvanta y presiona. La voz anotaba Su voto con una boleta escrita, estrecha y recortada, local y se reta; con su capa ruidosa, hoy ocups la totalidad del espacio. La voz vota de manera permanente. ELOGIO DE Las REDES En este punto preciso, Pulgarcita increpa a sus pa- dre: ustedes me reprochan mi egoisino, pero iquién me To muestra? Mi individuatismo, pero iquién me fo enseii6? LAcaso ustedes supieron armar equipo? Incapaces de vivir en pareja, se divorcian. éSaben acaso hacer nacer y durar un partido politico? Vean en qué estado se debilitan,..}Constituis un gobiemo en el que cada uno sea solidario durante mucho tiempo? gjugar a un deporte colectivo? Pero si, para gozar del espectaculo, ustedes van a buscar a los actores a esos pafses lejanos en los que todavia se sabe actuar y vivir en grupo...Ago- nizan las viejas pertenencias: fraternidades de at- -mas, parroquias, paras, sindicatos familia en recom pposiciGn; quedan los grupos de presién, vergonzosos obstaculos dela democracia. Ustedes se burian de las redes sociales y de | nuestro nuevo uso de la palabra “amigo”. éAlguna ver lograron reunir grupos tan considerables que su mimero se acerque al de los humanos? {No es | prudente acercarse a los otros de manera virtual ppara herirlos menos, en primer lugar? Ustedes de- ben de temer, sin duda, que a partir de estas ten- tativas aparezcan nuevas formas politicas que ba- san a las precedentes, obsoletas. Obsoletas, en efecto, y tan virtuales como las mias, sigue diciendo Puigarcita, de zepente ani- mada: ejército, naci6n, iglesia, pueblo, clase, pro- Tetariado, familia, mercado... éSas son abstraccio- nes, que vuelan por encima de las cabezas como fetiches de cart6n: Encamadas, dicen ustedes? Por cierto, responde, s6lo que esa came humana, lejos de vivir, debia sufrir y mori. Esas pertenen- cias sanguinarias exigian que cada uno hiciera el sacrificio de su vida: martes supliciados, mujeres Japidadas, herejes quemados vivos, presuntas bru- jas inmoladas en hogueras, hasta aqui en cuanto alas iglesias y el derecho; soldados desconocidios. alineados de a miles en los cementerios militares, sobre los cuales a veces se inclinan, compungidos, algunos dignatarios, largas lstas de nombres en | Jos monumentos a los muertos -en la guerra de 1914-1918, casi todo el campesinado-, hasta aqui en cuanto ada patria; campos de exterminio y gu- © lags, esto por la teoria loca de las “razas”y la lu- = cha de clases, en cuanto a la familia, alberga la © mayoria de Ios crimenes, una mujer muere por dia a causa del maltrato del marido o del amante; yen cuanto al mercado: mas de un tercio de los ‘humanos padece el hambre ~muere un Pulgarcito por minuto- mientras que los opulentos hacen dieta. En la sociedad del espectéculo de ustedes, incluso la asistencia s6lo crece con el miimero de cadiveres exhibidos; sus relatos, con los crimenes _ relatados, puesto que, para ustedes, una buena noticia no es una noticia. Desile hace unos cien afios, contamos estos muertos de todo tipo de a cientos de millones, ‘A.esas pertenencias nombradas por virtualida des abstractas, cuyos libros de historia cantan la gloria sangrante, a esos falsos dioses devoradores de victimas infinitas, prefiero nuestea virtualidad inmanente que, al igual que Europa, no exige la muerte de nadie, Ya no queremos coagular nues- ‘ras asambleas con sangee. Lo virtual, al menos, evita ese aspecto carnal. No construir un colec- tivo sobre la masacre de otro y la suya propia; ahi est nuestro futuro de vida frente a su historia y sus politicas de muerte Asi hablaba Pulgarcita, viva, ELOGIO DE LAS ESTACIONES, DE LOS AEROPUERTOS Escuchen también, dice, cOmo rugen las suaves ‘multitudes que pasan. De acuerdo con la caza, los frutos las vaiaciones del clima, el Homo sapiens no dejé de desplazarse, llegé a ser Homo viator desde ‘hace mucho tempo, hasta la fecha, bastante re- lente, en que el planeta ya no le ofrecis mas tierras desconocidas. Desde la puesta a punto de diez tipos cde motores los viajes se multiplicaron al punto que la percepcién del habitat se transformé, Un pais como Francia llegé a ser en poco tiempo una ciu- dad que e! tev [tren de gran velocidad] recorre como un metro y que las autopistas cruzan como calles. En 2006, las compatiias aéreas ya habian ‘transportado a un tercio de la humanidad. Por los aeropuertos y las estaciones pasa tal cantidad de personas que parecen moteles de trnsito. ‘Cuando calcula el tiempo de sus desplazamien- tos a partir de su casa, 2Pulgarcita sabe acaso en. qué ciudad vive y trabaja? 2A qué comunidad per- tenece? Vive en el suburbio de alguna capital, a tuna distancia en tiempo del centro y del aero- puerto equivalente a diez transportes mas alld de las fronteras; reside, entonces, en un conurbano que se extiende por fuera de su ciudad y de su P naci6n. Pregunta: {donde vive? Reducido y ex- ‘pandido al mismo tiempo, ese lugar le plantea ‘una pregunta politica, puesto que la palabra pols tica se refiere a la ciudad, £De cul puede decirse cludadana? iOua pertenencia fluctuante! Quién, venido de dénde, la representard, a ella que se plantea d6nde habita? éDénde? En la escuela, en el hospital en com- paaiia de personas de multiples proveniencias; en F el trabajo, en el camino con extranjeros; en reu- nién con traductores; pasando por la calle donde se oyen varias lenguas; frecuenta sin cesar varios mestizajes humanos que reproducen de maravi- Tas las mezclas de culturas y de saberes con los que se ha encontrado al momento de su forma- ciGn. Porque los cambios radicales descriptos afec- tan también a la densidad demogréfica de los paf- ses del mundo, donde Occidente se retrae ante la marea montante de Africa y de Asia. Las mezclas hhumanas fluyen como rios a los que se les da nombres propios, pero cuyas aguas se mezclan dea decenas con las de sus afluentes. Pulgarcita vvive en un tapiz diverso, pavimenta su espacio con una marqueteria dispar. Su vista se maravilla ante este caleidoscopio, sus ofdos oyen el tinti= near de un caos confuso de voces y de sentido que anuncia otros cambios. INVERSION DE LA PRESUNCION DB INCOMPETENCIA Utilizando la vieja presuncién de incompetencia, {grandes méquinas pablicas privadas, burocra- ia, medios, publicidad, tecnocracia, empresas, po- titica, universidades, administraciones, inclusive iencia en ocasiones...imponen su poder gigante dirigiéndose a presuntos imbécils, llamados gran piblico, despreciados por las cadenas dedicadas al especticulo, Acompafiados por semejantes a quie- nes suponen competentes y, ademés, no tan segu- ros de sf mismos, los Pulgarcitos, andnimos, antin- cian, con su vor difusa, que esos dinosautios, que adquieren un tamaiio tanto mayor por cuanto es- ‘én en vias de extinci6n, jgnoran la emergencia de ‘nuevas competencias, como las siguientes. Si consulté con anterioridad un buen sitio en la Red, Pulgarcita, nombre de cédigo para a est diante, el paciente, el obrero, la empleada, el ad- ministrado, el viajero, la electora, el senior o el adolescente, iqué digo?, el niio, el consumidor, en suma, el anénimo de la plaza piiblica, aque! que se llamaba ciudadana o ciudadano, puede sa- ber tanto o més sobre el tema tatado, la decision tomar, la informacién anunciada, el cuidado de si. que un maestro, un director, un periodista, wn responsable, un gran patrOn, alguien que ha sido elegido, inclusive un presidente, todos llevados al pindculo del especticulo y preocupados por la sloria. {Cudntos oncblogos confiesan haber apren- dido més acerca de las mujeres con céncer de mama cen los blogs que en sus afios de facultad? Los es- ppecialistas de historia natural ya no pueden igno- rar lo que dicen, en linea, os granjeros australia- nos acerca de las costumbres de los escorpiones 0 Jos guias de los parques en los Pirineos acerca del desplazamiento de las gamuzas, El reparto vuelve simétrica la ensefianza, los cuidados, el trabajo; la escucha acompaia al discurso; el retorno del viejo iceberg favorece una circulaci6n que puede dar lugar a dos interpretaciones. Lo colectivo, cuyo caricter virtual se ocultaba, temeroso, bajo la ‘muerte monumental, deja lugar alo conectivo,vi- tual de verdad. Al terminar los estudios, alrededor de los 20 aiios, me hice epistemélogo, mala palabra paca de- ci que estudiaba los métodos y los resultados de Ja denca,intentando a veces emit un juicio. rae sos pocos, en aquellaépoca, através del mundo, Y manteniamos tna correspondencia. Medio siglo sds tarde, cualquier Pulgarcito de Ia calle se pro ‘nuncia sobre la energia nuclear, as madres subto- antes, os oom forganismos genéticamente modi ficados, la quimica, Ia ecologa. Ahora que ya no aspico a esta dsciptina, todo el mundo se hace epistemblogo, Hay una presuncion de competen- cia. No se fan, dice Pulgarita: cuando a lamada democracia le do el derecho de voto a todos, de- bié acevo contra quienes se escandalizaban de que se lo diera por igual a fos sabios y als locos, a los ignorantesy a los nstruids, Vitlve el mis. smo argumento, las grandes insttuciones que acabo de citar, cuyo volumen sigue ocupando todo el decorado ye telin de lo que todavia llamamos nuestra so: ciedad, mientras que ésta se reduce aun escena- rio que plerde todos los dias alguna plausible densidad, in tomarsesiquiera el trabajo de reno- var el especticuloy aplastando de mediocridad a tan pueblo astuto, esas grandes instivaciones, me gusta volver a decirio, se parecen a las estrellas Cuya luz seguimos recbiendo pero que ta astof- sica calcula que mutieron hace mucho tiempo. Sin duda, por primera vez en la historia, el pui- blico, los individuos, las personas, el transedinte antes llamado vulgar, en definitiva, Pulgarcita, podran y pueden detentar al menos tanta sabidu- va, ciencia, informaci6n, capacidad de decision como los dinosaurios en cuestion, cuya voracidad de energia y avaricia en la produccién todavia servimos, como esclavos sumisos. As{ como toma cuerpo la mayonesa, esas ménadas solitarias se organizan, con lentitud, una por una, para formar tun nuevo cuerpo, sin ninguna relacién con las instituciones solemnes y perdidas. Cuando esta lenta constitucién de repente se dé vuelta, como el iceberg de otra época, diremos que no vimos prepararse el acontecimiento, Ese cambio radical afecta también a los sexos, puesto que las tiltimas décadas vieron la victoria de las mujeres, mas trabajadoras y seria en la es- ucla, en ef hospital, en la empresa... que los ma- chos dominantes, arrogantes y debiluchos. Por esa raz6n también este libro se intitula Pulgarcita. Afecta también a las culturas, porque la Red favo- rece la multplicidad de expresiones y, pronto, la ‘traduccién automética, mientras que apenas sali ‘mos de una era en la que la dominacién gigante de una sola lengua habia unificado dichos y pen- samientos en la mediocridad, esterilizando la inno- vvacin. En suma,afecta a todas las concentracio- nes, incluso las productivase industrales, incluso Jas ingtisticas, incluso las culturales, para favore- cer disiibuciones amplias, mitipes y singulares “He aqui a calicacin por fin generalizada; he aqut el voto generalizado para una democracia sgeneralizada, Todas las condiciones estén dadas ‘para una primavera occidental. salvo que los po- dezes que se oponen no utilizan ya la fuerza sino Ja droga. Un ejemplo tomado del diario: la cosas ‘mismas pierden su nombre comin para dejar hu- {gavalos nombres propios de las marcas. Lo mismo ocurte con toda informacion, incluida la politic, puesta en escena en arenas iluminadas donde pa zecen combatir sombras sin ninguna relaciéa con Ja realidad. La sociedad del espectéculo trans- forma, pues, a lucha, dura en otros-tiempos y en otras partes por barricadas y caddveres, en una desintoxicacion heroica que nos purgaria con somuniferos distribuidos por tantos distribuidores de estupor. Fvocto pe 1a manquererta que, para conservar el antiguo estado de cosas, utilizan ef argumento que apunta ala simplicidad; 4cémo gestionar la complejidad hace poco anun- ciada por voces y barullos, heterogénea y dispar? WDesorden? Veamos. Atrapado en una red, un do- rado intenta soltarse, pero cuanto mas colea para liberarse, mas se enreda; las moscas que dan vuel- tas quedan atrapadas en las telas de araia; los es- caladores de montaftas que se cruzan en una la- dera, frente al peligro, embrollan tanto més sus sogas cuanto mis se apresuran por desenredarse. los administradores redactan a veces directivas. para reducir la complejidad administrativa e,imi- tando a los alpinistas, la multiplican.iAcaso Se re- duce a un estado de cosas tal que todo intento de simplifcara la complica? £Cémo analizarlo? Por el crecimiento del mi- mero de elementos, su diferenciacin individual, Ia multiplicacin de la relaciones mutuas y de las intersecciones entre esos caminos. La teorfa de los grafos y la informitica tratan con esas figuras cen red cruzada que la topologia llama un simpler. Tn historia de las ciencias, esa complejidad apa- rece como un signo de que no se esté utilizando ‘un buen método y que es necesario cambiar de paradigma. as multiplicidades conexas de ese orden ca- racterizan a nuestras sociedades, en las que el individualismo, las exigencias de las personas 0 de os grupos y la movilidad de los sitios se en- trecruzan. Hoy en dia, todo el mundo teje sus ropios simplexes y se desplaza con otros. Hace un rato, Pulgarcita se desplazaba en un espacio mezclado, atigrado... en un laberinto, ante un mosaico con los colores de un caleidoscopio. Como la libertad se refiere a cada uno y exige que goce de manos libres y de codos francos, na- die ve por qué simplificar esta exigencia de la democracia. Las sociedades simples nos llevan, en efecto, a la jerarqufa animal, bajo la ley del ‘ms fuerte: haz piramidal con una tinica cima y ‘una amplia base, Que la complefidad prolifere, ienhorabuenal Pero tiene un costo: multiplicacién y longitud de las filas de espera, lastres aciministrativos, embo- tellamientos en las calles, dificultad para interpre- tar leyes sofisticadas, cuya densidad, en efecto, hhace decrecer la libertad. Se paga siempre con la misma moneda que se gana, Este costo resulta ser, por otro lado, una de las fuentes del poder. De abi que los ciudadanos sospechen que sus representantes no quieren re- ducir dicha complicacién cuando acumulan di- rectivas para que parezca que desean reducirla, sino més bien multiplicarla, como los dorados en Ia red. EL0GIO DEL TERCER SOPORTE Ahora bien, Io repito, la historia de las ciencias cconoce el tipo de desplazamiento que se sigue de este tipo de crecimiento. Cuando el antiguo mo- delo de Tolomeo hubo acumulado decenas de epiciclos que hacian ilegible y complicado el mo- -vimiento de los astros, fue necesario cambiar de figura: el centro del sistema se movi6 hacia el Sol y todo se valvié limpido. Sin duda, el cédigo es- ‘rito de Hammurabi puso fin a dificultades socio- jurfdicas que dependian del derecho oral. Nues- tras complejidades provienen de una crisis de lo escrito. Las leyes se multiplican, hacen crecet el Diario oficial. La pagina se encuentra al final de Ja carrera. Hay que cambiar. La informatica per- mite este relevo. La gente espera y se empuja en las filas de las ventanillas; entre embotellamien- ‘tos interminables, hasta se puede matar a su pa- dre en una esquina, sin saberlo, por un desacuer- do sobre las prioridades de paso. Ahora bien, la velocidad electrSnica evita la lentitud del trans- porte real y a transparencia de lo virtual anula los choques en las intersecciones, y en consecuencia, las violencias que implican. iQue la complejidad no desaparezca! Crece y crecerd, porque cada uno aprovecha el conforty la libertad que procura; caracteriza la democracia. Para reduc su costo, hasta con quererlo, Algunos ingenieros pueden resolver ese problema pasando al paradigma informétice, cuya capacidad con- serva e incluso deja crecer al simples, pero lo reco se con rapidez, suprime filas 0 embotellamnientos ‘Yamortigua los choques, La puesta a punto de un Drograma idéneo para un pasaporte virtual y va ido para todos los datos personales y publicables Puede requerir algunos meses, no mas, Serd nece- sario algtin dia ubicar en un nuevo y iinico so- porte el conjunto de estos datos, Por el momento, se reparte en diversos mapas, cuya propiedad com. parte el individuo con varias instituciones, priva- das o paiblicas. Pulgarcita ~individuo, cliente, ciu- dadano- Ldejard para siempre que el Estado, los bbancos, las grandes tiendas se apropien de sus pro- pios datos, por cuanto hoy en dia resultan una fuente de riqueza? He agut un problema politico, ‘moral y juridico, cuyas soluciones transforman ‘Buestro horizonte histérico y cultural, Puede dar ‘como resultado un reagrupamniento de los repastos sociopoliticos por el advenimiento de un quinto poder, el de los datos, independiente de los otros cuatro, legislativo,ejecutivo, judicial y mediatico. Qué nombre imprimiré Palgarcita en su pa- saporte? ELOGIO DEL NOMBRE DE GUERRA Hlnombre de mi heroina no indica “alguien de su ‘eneracién’, “un adolescente de hoy", expresion nes de desprecio. No, No se trata de sacar un ele- ‘mento xde un conjunto a, como se dice en teora. Unica, Pulgarcita existe como individuo, como luna persona, no como una abstracci6n. Esto me- rece una explicacién, 4Quién recuerda la antigua divisién, en Fran- cia y en ottos lados, entre cuatro facultades: le- tras, cencias, derecho y medicina-farmacia? Las primeras cantaban el ego, el yo personal, lo hu- ‘mano de Montaigne, asf como el nosotros de los historadores,ingtista y sociélogos. Descrbien- do, explicando, calculando el es, as facultades de ciencias enunciaban leyes generale, inclusive universales, Newton para la ecuacin de los as- 110s, Lavoisier en el bautismo de os cuerpos. En tercer lugar, a medicina y el derecho accedian ambos, quiz sin comprenderlo, a una manera de conocer que ignoraban las cienciasy las letras, Al uni fo general y lo particular, nai6, en esas fa- cultades juridicas y médicas, un tercer sujeto, luno de los ancestos de Pulgecita Su cuerpo, en primer lugar. Hasta hace poco tiempo, una plancha de anatomia mostraba un esquema: de la cadera, de la aorta, de la uretra. Aibujo abstracto, casi geométrico. Ahora, repro duce una resonancia magnética de la cadera de tal anciano de 80 afios, a aorta de esta jovencita de 16... Aunque individuals, esas imagenes tie- ‘nen un alcance genérico y cualitativo. Como ca- suistas que eran, al estudiar un caso, los juriscon- sultos romanos también tenfan la costumbre de designar un tema citado en una cauisa tratada con el nombre de Gaius 0 Casius: nombres de cédigo, nombres de guerra, seudénimos, smicos en dos per- sonas: individuales y genéricos. sos nombres jue- gan con Io general y lo particular; dobles si se quiere, valen para uno y para el otro, Entiéndase por Pulgarcita un nombre de c6- digo para talestudiante, este paciente, este obrero, este campesino, este elector, este transetinte, este ciudadano.. andnimo, por cierto, pero individuada No ¢s tanto un elector que cuenta como uno en los sondeos, ni un telespectador que cuenta como tuno en la medicién del rating no es tanto una can- tidad como una cualidad, una existencia. Como en otr0s tiempos el soldado desconacido, cuyo cuerpo yace de verdad aqui y que el andlisis de su ADN in-

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