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EXCAVACIONES DE UN CONCHAL EN EL PUEBLO DE GUANA- QUEROS. (PROV. DE COQUIMBO) Virgilio Schiappacasse F. y Hans Niemeyer F. I. INTRODUCCION Las piedras de tacitas, 0 simplemente “tacitas”, constituyen_un elemento arqueolégico de amplia distribucién on la zona central de Chi- Ie, que ha sido objeto.de continuo interés en Ja arqueologia chilena, Fuera de las monografias ya clisicas sobre este tema (Latcham, R. 1929; Caiias Pinochet, A. 1902), en el pasado reciente se han preo- eupado de ellas, aportando’ nuevos datos: Silva, J. 1957; Gajardo, R. 1958 ¢ Iribarren, J. 1963. Al grupo que trabajaha por la Sociedad de Arqueologia e Historia “Feo, Fonck” de Vifia del Mar, habia llamado la atencién la ocurrencia de piedras de tacitas en conchales precerdmicos de la costa, asentados en terrazas marinas elevadas aproximadamente 15 m sobre el nivel ac~ tual del mar (sitios en Las Ventanas, Papudo, Ritoque). Cornely habia hecho. notar (Cornely, F. 1947) la ocurrencia en niimero importante de este elemento cultural en la caleta de Guanaque~ ros, al sur do Coquimho. Si a esto se agregan los informes de Niemeyer (Niemeyer, H. 1960) sobre la presencia de: “tacitas” en Ia caleta de El Panul y en ia Bahia de La Herradura, ademés de otras tacitas inéditas concentradas en la costa de la Provincia de Couimbo (*), resulta que esta regién constituye un centro importante en la distribucién de este elemento en la costa de Chile Central. Las tacitas de Guanaqueros (y también de La Herradura y de Pta. ‘Teatinos) se localizan en una terraza alta donde asienta un conchal des- provisto de cerémica, En la prolongacién de esa misma terraza frente a ‘Totoralitlo, en un pequetio conghal cércano a das casas de las comun:dad (Niemeyer, inédite), y en Punta de ‘Teatinos, : ‘En reconocimientos recientes, dos autores han individualizado, piedras tacitas en tres, sitios veeinos a Guanaqueros: cerea de la Qda, de Las Mos- tazas, en Ia misma Bahia de Guanaqueros; on ta calela de Guanaquerillo, en el flaneo oeste de la peninsula Guanagueros; y en Quebrada Romeral, en Bahia Barnes, “ — 285 — la bahfa, Iribarren individualizé whi cementerio correpondiente a una “fase tardia de la Cultura preeeramica del Anzuclo de Concha” (Iriba- rren, J. 1956). Estos_hechos y la circunstancia que el asentamiento actual det poblado de Guanaqueros en esta terraza venfa destruyendo progresiva- mente este yacimiento, movieron a los autores a solicitar del Conser- vador del Museo de La Serena, la autorizacién para estudianlo, quedan~ do el material arqueol6gico a beneficio de dicho museo. I. ANOTACIONES GEOGRAFICAS La Bahia de Guanaqueros ocupa una posicién céntrica entre dos notables accidentes del -litoral coquimbano, en latitud aproximada 30° 10° S y longitud 72° 25 W. Hacia el sur se desarrolla la gran Bahia de Tongoy, de Ia cual la separa una peninsula rocosa dirigida al Norte, Mas al Norte se abre Ja Bahfa de Coquimbo. El trfptico de las tres ba~ hfas, con sus respectivas peninsuias (Lengua de Vaca, Guanaqueros y Coguimbo) constituye un buen ejemplo-.de analogia geogréfica en la costa chilena. Geolégicamente, 1a peninsula de Guanaqueros es una silla tect6- niea (Briiggen, J. 1950) de naturaleza granodioritica, de la cual desta- ca el macizo de Guanaqueros (564 m s. n. m.). Constituye éste un he moso cerro isla que se alza por sobre los sedimentos marinos de las gran- des terrazas litoréneas de la regién (Iamadar. aqui los Llanos de Ton- goy). En el vértice que forma el lado interior de la penfnsula y la pla- ya de més de 12 km que le sigue al Norte, se ubiea la ealeta de Guana~ queros y su poblado de pescadores, bien protegidos ambos por el cerro citado de los vientos reinantes del sur y suroeste. Es abierta sin embar go al viento norte, Io que la hace vulnerable a los esporddicos tempora- les invernales. - El elima es benigmo, tfpico marftimo, sin oscilaciones térmicas acentuedlas, Temperatura media anual de 14,8 °C. Media méxima de 20,5 °C y media minima 12,1 *C, Atendiendo a las precipitaciones es cali- fieable el clima —como en todo el Norte Chico— de semi frido, lo que condiciona una tipica flora arbustiva y de cactéceas. Las especies que logran cierto desarrollo arbéreo son el Jitre (Hrithrea caustica), muy caracteristico en este paisaje y —en menor grado— el espino (Acacia cavenia). La precipitacién media es de 144 mm al afio, (*) concentrada en Jos meses més frfos del invierno, Suelen suceder sequias prolongadas que ponen en peligro la crianza del ganado menor. La bahia es rica en peces, lo que proporciona Ja principal activi- dad a Jos habitantes de Guanaqueros y constituye aetualmente una atraecién de veraneantes y turistas. La costa rocosa de la peninsula pro- porciona cierta abundancia de mariscos y peces de pefia, y abunda la ()” Estacion pluviométrica de Legunilas, — 286 -— PLANO N21 GUANAQUEROS B Exeavaciones +@ Prsrstcta © Estacién taguimétviea Wm OCEANO PACIFICO 3 2 30m PERFIL 1-1 (Por el conchal del pueblo, : & IL 10 Plays actus! = Fla peetice 50 100, 150 a Ee Seva nee Same one Fig. t: Vista SE-NW del pucblo de Guanaqueros, Fig. 2: Viela W-E de da trinchera 0 y unidgdes A y B en proceso de ex. Uaruoibe, Falta por exeavar Uni, Go Lam, 1: Excavaciones de un conchal en e} pueblo de Guanaqueros. Fig, 1: Tacita Ne 05, exeavaciones principales © incipientes. Fig, 2: Tacita No 35, excavaciones en hilera. Lim, I; GUANAQUEROS: Piedras de tacitas. 2 ae Any Fig. 2: Teite N59, Excovaciones priucipoles y sccosories. Lém. IH: GUANAQUEROS: Piédras de tacila, Fig, 2: Tacita No 21. Lam, IV: GUANAQUEROS; Piedras de taoitas. Ja excavacin del nivel 3: piedra Fig. 1: Pozo 7 duran 10 y tacita im situ, Fig, 0: Detafle de Je vista anterior. La piedra tacita ha side ‘ada vuelta de eu posicién original. Lam, ¥: GUANAQUEROS: Piedra molino y ttacita en “Bloque éxanspontabl playa en machas, navajuelas y almejas. Suelen verse aqui, como en las bah{as vecinas, lobos marinos y jibias. El agua de bebida es escasa. Proviene de dos fuentés, La tra~ dicional es una pequefia vertiente que nace al pie del C? Guanaqueros, en la cabecera de una quebradilla de erosién. Dista del pueblo aproxima- damente 1 km. Bl acarreo diario desde esta fuente resulta incémodo. Otros pobladores ‘se abastecen de pozos poco profundos, perforados ca- si en la playa misma. La extraccién se hace por bombas accionadas a mano y el agua os bastante salobre. Bl pueblo dista do Coquimbo alrededor de 45 km. Consta este po- blado de unas 60 casas que dan albergue a, 400 6 500 pobladores. La ma- yor parte se dedica a la pesca; otros tienen pequefias crianzas de cabrios. Los miembros jévenes de las familias suelen salir en busca de trabajo. a otros centros de mayor actividad. Tiene Guanaqueros una escticla nueva y una posta sanitaria. El material mas usado de construccién es el adobe, con techos de ramas y barro, aunque no faltan techumbres de materiales modernos. Las vivien- das mas pobres se hacen con tabiqueria de quincha (amas) mezcladas ¥ revestidas con harro, como es usual en los eampos de la Provincia de Coquimbo, Una parte del pueblo se desarrolla frente a la caleta misma sobre una explanada o terraza costera. Otras construcciones se ubican a orillas de la pequefia quebrada en cuya cabecera esté la vertiente. Ill. ANTECEDENTES ARQUEOLOGICOS Inmediatamente frente a las playas de Guanaqueros, sobre una tervaza baja de 6 m se encuentra un conchal muy extendido en superti- cie pero de poca profundidad que eonticne abundante cerémica Molle y en menor eantidad Diaguita, Ia que aparece en la superficie (Corne~ ly, F. 1947). La terraza de nivel mds alto (15 m), paralela a la anterior esté cuhierta por otro conchal, ubicéndose en 41 el comenterio precordmico °8- tudiado por Iribarren ai que hemos hecho referencia anteriormente. Tam- bién en la superficie de este conchal anarece abundante cerémica utili- taria (Ivibarren, J. 1957), Cernely ha descrito un cementerio préximo a Ja playa de La Hi guera, a tres km del puehlo hacia el extremo de la peninsula, con ceré- mica Diaguite arcaiea, como asimismo varios pequefios conchales per tenecientes a esa misma cultura. a La caleta de Guanaqueros es conocida por la abundancia de ob- jetos indigenas, que los pobladores colectan y venden a turistas y afi- cionados, Mas de algtin habitante se ha dedieado a localizar sepulturas indigenas, puesto que Ia demanda de objetos arqueolégicos proporciona una actividad asaz remunerativa. Las colecciones particulares que hemos podido examinar y que consisten prineipalmente de puntas de proyectiles, no difieren del ina~ terial que obtuvimos en nuestra pronia investigacién, Hace excénéién, 237 — un material obtenido de una sepultura situada en el patio de 1a casa del sefior Milo Cortés (Almacén restaurante “Las 8B"), (Ver plano N° 1). No pudimos precisar las condiciones y caracteristicas de este hallazgo, pero el Sr. Norman Cepeda, profesor primario del lugar, nos. facilité para examinar algunos objetos que retenia en su poder: 2). Un conjunto de alrededor de, 200 cuentas de collar de vidrio de diferentes co~ dores: azul, verde, amarillo, Atgunas do formas discosdales pequeftas (3 mm co sdanotro yt mm de grovon) “yes ven forma ‘de pequctos “batslitos™ de calor azul jaspeado (4 inm de ‘altura por 3 mm de diametzo), Estas cuentas son de origen europeo (cuentas venecianas). b) Una punta de proyestil de hnueso, de superficie pulida, de limbo curso y base pesmi ln! gett oierongonie With véstia) "yaloies asaiee Je bordes curvos, Secclon delgeda, Tongitud ictal de 72 am a hhoja mide (5 mam); anh do 18mm y'3'mun de espesor (Lim Vile Fig. Me ©) Punta de proyeetil de sflex rojo jaspeado, de limbo recto y base recia con ipedineulo convergente, Longiitd ‘maxima’ 31 mim hoja 2 mm); aucho tt mm y espesor 3 mm (Lém, VIL, Fig. 10), 8) Nuestro eobre, formante, sefialé ademés, la presencia de un disco pectoral de _ De lo anterior se deduce que esta sepultura corresponde a un pe- riodo post hishénico, Vale la pena hacer mencién ademés, de un objeto proveniente del conchal, pero de ubicaciéri no precisada, por el hecho de no presentarse en nuestro material; corresponde a wna “nesa cigarro” de nizarra obs- cura, de 80 mm de longitud y seecién eliptica (12 x 9 mm). En ambos extremos presenta escotaduras circulares profuncas aue comprometen todo el perimetro (Lam. VII, Fig. 11). E tipo de esta “pesa cigarro” es comparable con las obtenidas por Bird en los niveles inferiores de Punta Pichalo (Bird, J. 1948). IV. LAS PIEDRAS TACITAS DE GUANAQUEROS En Jas inmediaciones del caserfo de Guanaqueros, se encuentra un niimero considerable de bloaues de piedra de naturaleza sranodioritica, en los enales se han excavado “tacitas’ Estas manifestaciones indigenas son de especial interés para nos~ otros por las relaciones inmediatas que guardan con el conchal que ex- ¢avamos en el pueblo. En el sector comprendido entre 1a quehrada que limita por el Sur el nueblo y el cerco de alambre que sirve de deslinde entre Guanaqueros v el sector de Ta Higuera (ver plano), registramos 65 piedras tacitas con un total de 270 excavaciones. Seguramente algunas se nos han escapado por encontrarse tapadas hajo tierra, especialmente en el sector de la quebrada. Sabemos, adems, aue bloaues pequefios 0 medianos han sido trasladados a mnseos (hay uno en el Museo de His- toria Natural de Santiago) y otros se Hevaron los turistas aue frecuen- tan el haineario, — 238 — Jel Dd. ve tel ‘se ds 108 on Ubicacién: La ubicacién de las tacitas se ha, destacado en et Plano N° 1 que se acompafia, Una parte se encuentra en la quebrada del lado Sur , tanto en sus orillas como en su actual talweg. Las de mas baja cota se hallan on la desembocadura de la quebrada principal, hacia la parte alta de la actual playa (tacitas 4 y 34), y de la quebradilla menor del pueblo (tacitas 2 y 8). Varias estén en el pueblo mismo o a espaldas de él, al pie del cerro. Buen ntimero se distribuyen a ambos lados del sendero que conduce al sector de La Higuera, a cotas superiores a 12 m 8. n,m, Elevacién: El levantamiento taquimétrico nos ha permitido co- nocer la cota sobre el nivel del mar a que se encuentran las tacitas. Las de menor elevacién corresnonden a las tacitas 2 y 8, a cota 5,50 y 5,0 respectivamente. Entre las curvas de nivel 5 y 10 m hay 4 bloques, que representan el 6% del total reconocido; entre las curvas de nivel 10 y 16, se encuentran 25 bloques, representando 39% del to- tal. La mayorfa de las tacitas (46%) se encuentra entre 15 y 20 m. Finalmente entre las curvas 20 y 25 m se encuentra sélo el 9% de las tacitas. Sobre la cota 25, hacia la ladera del cerro (o on la terraza mas alta de 110 m) no hemos hallado tacitas en las inmediaciones de Gua- naqueros. : Formas y dimensiones de los bloques: Las excavaciones se han practicado en los bloques de los més diversos tamafios, 0 en afloramientos de la roca fundamental. Ordinariamente se han elegido caras mas o me- nos planas, horizontales 0 ligeramente inclinadas; a veces, en salientes © poreiones menores de los bloques con partes horizontales. En ocasiones, aparecen agrupados o vecinos entre sf algunos blo- ques (Por ej.: tacitas 8, 9 y 10; tacitas 87 y 88). En otras oportunidades un bloque se ha dividido por termo fractura, apareciendo dos porciones vecinas de un mismo pefiasco primitiyo, Parece que a lo menos en un caso (tacitas 44 y 45) se produjo la divisién del primitive bloque inten- cionatmente con explosive. En cuanto a la altura sobre el suelo veeino ai bloque en que se han labrado Jas oquedades, gran néimero de éstas estén pricticamente al ras del suelo. Otras, a alturas f4cilmente aleanzables por una persona de pie sobre el suelo. Formas y dimensiones de las excavaciones: Es posible distinguir ‘es tipos de “exeavaciones”: 1°) completas 0 principales, Son oquedades bien constituidas, acahadas (Lam. IIL, Fig. 1); 2°) aecesorias, que se presentan como depresiones de escasa profundidad inmediatamente ai lado de las anteriores, siempre acompafiéndolas (Lém. III, Fig. 2); 8°) incipientes, es decir oquedades aisladas de la forma do las principales, de muy eseaso desarrollo (2 a 3 cm de profundidad). (Lam. II, 1). Las exeavaciones principales son cupuliformes 0 semiesféricas, de diémetros comprendidos entre 12 y 16 em y profundidades que van de 5 a 12 em (Cuadro N° 1). Dimensiones de mayor frecuencia son 14 por — 239 — 9 em (didmetro por profundidad). En todos los casos, el eje do simon tria de la excavacién es vertical. Aproximadamente el 67% de las ex. eavaciones son de este tipo. Las exeavaciones accesorias son de didmetro un poco inferior al de la principal que acompafian, y considerablemente menos vrofundas, Representan el 12% del total de excavaciones. Distribucién y ntimero de tacitas: 1 niimero de exeavaciones en un bloque varia desde uno a 37. Fl ntimero més frecuente, sin emhargo, -es el de una excavacién (879%) ; sigue en frecuencia ol de 8 oxcavaciones (15%). Los bloques con niimero alto de oquedades son. poco frecuentes (24 bloques de los 65 reconocidos presentan més de 4 excavaciones), Los bloques con 4 y 6 excavaciones son igualmente frecuentes, repre sentando cada uno el 6% de los registrados. Los de 2 exeavaciones, asi como los de 5, corresponden al 11% det total de bloques, cada caso. Bloques con 7, 9, 10, 11, 12 y 17 exeavaciones hay uno de cada caso, Bloque exeepcional, tinico en Guanaqueros, es el que lleva el N° 21, con 87 excavaciones, entre las‘cuales hay de los tres tipos sefialados en pro- porciones altas. Este bloaue fue descrito vor Francisco Cornely (1947), aunque este autor conté en él sélo 82 excavaciones, dejando sin conside- rar con seguridad algunas incipientes, muy poco sefialadas. (Lam, IV, Fig. 2). 7 En cuanto a la distribucién de las oquedades en la cara horizon- tal del bloque, ce puede decir en general que es al azar, es decir, que no se ha seguido una ley de ordenamiento discernible. En muy pocos casos aparecen mas de dos tacitas en ‘inea recta. Sucede asi en el bloque N? 85, en que se han alineado en reeta 4 exeavaciones contiguas entre si, (Lam, IL, Fis. 2). Particularidad notable, y de alta frecuencia, es la presencia de oquedades practicamente unidas (tacitas N° 63, 21, 84, 85, 5, 4). (Ver Lam. IH, Vig. 2), mediando s6lo una delgada paved rebajada entre dos de ellas. Ess de interés sefialar el hecho que la tacita N° 5, ubicada en la quebrada Sur, se habia usado en esos dias de nuestra visita, para ma- chacar Jas cortezas de las ramas de churco (Oxalis gigantea, Barn), formando, con agregado de agua, una pasta con la que los pescadores del titoral coquimbano acostumbran a teflir de rojo oscuro 0 café aus “tienzas” (sedales) y vedes de pesear. Sobre esta costumhre ya R. A. Philippi habia llamado la atencién en su célebre viaie al Desierto de Atacama (Philippi, R. A. 1860, p. 15), al encontyarla en la costa de la actual Provincia de Atacama. — 240 = 10 Wi 12 e x CUADRO Ne ¢ SINOPSIS DE LAS PIEDRAS TACITAS DE. GUANAQUEROS. No de excava- Cota suport. _Dimensiones (Dxh) Observaciones Ne clones Ga se) om 1 6 18,40 18x8 (8x8); 14x12 Cada exe. prine. con (7x1); 12x8 (8x2)* 1 exe, ace, 2 6 5,55 1dx9; 12x75 18x65 12x8; 10x3,5; y 12x6 8 2 5,05 14x9 y 16x7 La de menor cota 4 10 8,30 15x95 14x9; 10x4; Dos unidas; 2 inci- 18x8; 14x11; 16xi1; _pientes 14x10; 15x8 5 17 12,20 17x12; 19x14 (14x Varias con 1 tac. ace. 6); 14x9; 18x16; y 1 con 2 ace. (15x7) T1x14 (145); 16x 1 exe. con tintura de 10; 18x15 (14x7); Churco (Onalis gi- 17x12 (12x5); 15x gantea). 19 (0x3); " Lex11; (1x4) 6 8 12,20 10x4 2 ineipientes 0 dudo- sas 7 1 14,60 11x68 8 1 17,40 16xt4 9 1 17,65 11x65 7 10 8 17,65. 169; 15x8 1 Neva exe. ace. uw 2 19,60 12x7 y 12x8 A ras del suelo 12 6 19,60 14x63 18x11; 12x6; 1 exe. prine. ¢/ace. 16x12; 20x12 13 1 19,20 122, Dudosa o ineipiente 4 1 16,00 15x9 nire paréntesi van Jus medidas de las excavaci na la principal, — 21 jones accesorias que acompa- No de exeava- Cota superl, _Dimenstones (Dx Observaciones nN ‘clones (@m.'m) cua 16 1 1620 2039 Bloque volcailo 16 7 16,90 14x93 18x8; 15x8; 1 ¢/exe. ace. 12x6} 16x11; 18x8 Afloramiento (2x6) qr 17,90 15x9 Bloque enterrado 18 17,80 12x9; 8x8; 1x4; 1 ¢/2 exe. ace. 10x6; 11x8; 12x8; A ras del suclo 18x85 16x11'1¢x9 19 5 17,80 128; 17x12; 15x12 2 tac. unidas y una y 12x12 (9x6) de ollas tiene i exe. ace, 20 1 17,80 16x9 21 8T 17,60 14x8 (9x8); _7x8; 6 tac. incip; 1 tae. Jixd; 18x8;" 13x8; ¢/2 ace. 5 tac. ¢/1 14x8; 15x11; (12x ace. 4 parejas de tac. 5 y '10x4); 16x12; unidas; 25 tac. prin 4x9; 14x10; 16x10 cipales (12xb) ; 16x10; 16x 11; 14x8; 16x11; 16x 12" (10x2) ; 16x10; 5x9; 14x10; 14x7 14x95; 17x95 16x11; 6x9" (10x38) ; 15x10 18x65; 16x9; 9x2; 9x 2. 22, 8 15,90 16x10; 14x10,5 1 tac, ace. 28 2 1740 15x9,5; 16x10,5 24 12 VTAO 15x95 L4xt0; 12x25 1x9} 14x9} 14x8; 4 tae. inci 16x11; 25 5 16,20 15x95 15x10; 15x8; 2 tac. incip. 9x25 10x2 26 4 1470 12x; 4x9; 19x; 8x2 2t 8 14,00 9x45 14x9 1 tac. ace. 28 1 12,80 18x7 — 242 — No 29 80 BL a2 88 34, 36 36 37 Ba 39 40 41 42 ne Nedgoxcava- Cota suport, Dimensiones (Dx) Observaciones 29 1 12,60 10x8 30 al 13,00 12x65 31 2 15,10 10x4,5; 18x6 A ras del suelo 32 4 18,00 16x8; 17x8; 18x75 15x8 33 8 14,70 16x93 11x6 c/a, J exe. aislada y 2 unidas 34 5 9,20 18x7; 18x9.5; 12x8; 2 tac. unidas por ca 18x10; 12x8 naleta, 86 7 12,20 12x95 10x8 (8x8); 2 exe. con ace.; 10x8; 18x9; 1ixd’ 2 tac. unidas 36 a 12,00 20x11; 11x5 87 1 17,00 12x77 38 4 17,00 14xB; 16x95 10x55 15x8 39 4 17,60 18x10; 18x7; 19x12; 25x12 40 1 1810 14x8 4 1 1520. 9xb, 42, 5 22,70 15x10; 14xB; 16x12; 1 e/tac, ace. y 1 in- 7x11 (10x2) cipiente 48 3 14,80 15x10; 16x10; 14x31 incipiente 4. 3 1180 11x11; 18x8; 12x da. y dada vuelta 45 2 1180 14x8 c/tac. ace, 46 1 11,80 15x10 vecina a In 45 aT 1 22,50 18x11 Bloque enterrado 48 2 23,50 14x9,5 (1x4) ¢/tac. acc. 49 3 17,80 14x83 14x10; 18x7 Prag. de 1 bloque 50 2 16,60 12x65 11x65 Bloque enterrado 51 1 19,70 14x8 52 1 12,60 12x53 105; 11x4; 1 incipient 10x6; 13x6,5; 10x5; 8x2 No de excava- Cota superf. _Dimensiones (Dxh) Observaciones wr ciones (6 nen) om 58 1 12,60 14x9,5 54 8 12,40 10x; 12x43 8x4 2 tac. unidas 66 1 19,20 15x8,5 56 1 16,20 12x10 A ras del suelo BT 2 14,80 14x8 y 8x2 Incluida en una vi- vienda; 1 exe, incip. 68 8 14,10 13x9; 15x12; 16x18 A ras del suelo 59 5 18,40 —-12x5 (8); 18x7,5 2 con exe. ace, (1x4); 12x65 60 1 1620 169 61 1 21,90 12x7 62 6 12,20 14x8;_ 15x9; 16x8 Dos parejas de exe. 416 x9; 13x7 unidas 63 ut 28,50 14x8; 14x6; 14x8; 5x12; 14x85 16x13; 14x11; 14x 11; 16x9 64 5 20,00 15x16; 19x8; 186; 1 exe. c/ace. (16x83) ; 19x6. 65 6 18,40 15x6; 15x65; 15x6; Todas exe, prince. 1x6; 18x4; 15x6 TABLA RESUMEN A) Relaciones de cota Cota (ms. n,m.) Cant, pie- dras tac. B) Ne de excavaciones Ne Exeav. Cant. pie- % ar as tac. % 24 37 1 it 10 16 4 6 1 1 4 6 3 5 1 15 1 1,5 1 15 1 15 1 1,5 1 16 | S b) ° 2p. xe, V. DESCRIPCION DEL YACIMIENTO ARQUEOLOGICO ¥ EXCAVACIONES REALIZADAS : Como se ha dicho, of objetivo principal de nuestro estudio era el reconocimiento del conchal del pueblo. Se ubica éste sobre los remanen- tes de una terraza marina elevada en 10 m (nivelacién taquimétrica) so- bre el nivel del mar, con una extensidn cereana a una y media hectarea. Su parte central queda comprendida entre ol frontis de Ia escuela y el contrafrente de las casas de don Pedro Leyton y de don Clodomiro Mu- fioz. Fi borde externo ha sido bastante destruido por la erosién natural y por Jas construcciones de las casas. Sus sectores marginales norte y sur, han sido cortados por pequefias quebradillas y zanjones colectores de aguas Invias. Una de las ids profundas, que corta el yacimiento de E a W se produjo en el gran aguacero de Mayo de 1957, que asolé la re- gidn, (Lam, I, Fig. 1). Aprovechando los cortes realizados por los pobladores con el fin de ampliar el fondo,de sus predios, fue posible perseguir un perfil N-S por una distancia de aproximadamente 80 m, observndose un depésito de residuos ligeramente superior a 2 m en su mayor esvesor. Con el fin de obtener un perfil perpendicular al anterior, se ex- cavé una trinchera de 6 x 1,50 m en la parte central del conchal. Los perfiles as{ obtenidos permitieron observar una secuencia de estratos naturales, relativamente paralelos a la superficie, sin accidentes de im- portancia, (Ver plano N* 2). A continuacién se excavé una unidad de 4 x 4 m (Unidad A), dejando entre ésta y Ja trinchera un bloque semejante, el cual fue ex- cavado a continuacién (Unidad B). Con el propésito’ de obtener una muestra més representativa del material cultural, se exeavé una tereera unidad de 6 x 2 m en el remanente del conchal que hahfa quedado entre las excavaciones anteriores y, su limite externo (Unidad C). (Lam. I, Fig. 2). Para investigar posibles variaciones de composicién en el resto det conchai, que pudioran tener algiin significado cultural, so excavaron dos pozos de 3 x 2 m (pozos N° 2 y N° 7) hacia su extremo norte, los que demostraron uniformidad en los residuos del yacimiento. Las exeavaciones citadas mostraron la siguiente estratigrafia: 4) Bstrato superficial, de espesor no mayor de 10 em formado por una cubierla reciente de tierra y arena amarilentas, }) Bstrato de un conchal de color gris obscure formado por un alto contenido de couchas muy fragmentadas, anezeladas con tierra fing cenicienta, Dos mues- tas obienidas de este estrato dicron una concentracién semejante de con chas y materia inerte (50% c/u,) (Ver cuadro No 2). ©) Sin una dolimitacion precisa, el conchal anterior se contintia con un estrato en el cual va disininuyendo el contenido de conchas a expensas de la cantidad de arena, Este cambio de composiciéu produce una ionalidad més clara del estrato, — 245 — \ @) La proporeién de arena va aumentando a mayor profundided haste Wlegar a Fa Drovers ce jelgede do color amarilento, desprovista de conchas me: (orm alturale Este estrato 0 individualiza bien en los pozos 2 7 y en el ‘ter Ge a drinchera E-W. En das unidades A, By C presenia soluciones de PeMinwidad, aparesiendo on los perfiles como formaciones Jenticulares de are- contiete esirato aicanza un espesor méxino de, $0 em en et Pozo 7. Bl and itis de una inuestra dio un contenido de conchas inferior al 2%. ©) Conchal de color café obsouro que resalla de Jos estratos superiores por ea tonalidsd obscura, ebida prineipelmente a su contenido: de hmumedad, tiexdndose medida que se steabon tos perfles, La materia, inents de, re wayne, predomina ‘sobre los restos orgdnicos de conchas y restos ésc0s, funrdaude proporciones do G0 y ‘4e respectivamento, Los soe “orgénicos Fini ‘con of material cultural, muesizan una tendencia agruparse en lentes, disteibuidos irregulanmente en el espesor del esirato, 4 Bstrato culturalmente estéril, de arena amarillenta con belones gr dluidos en estado de franca meteorizacién, Este estiato, de un espesor de 0.80 y 10 m se deposita sobre cl piso pro- piamente tal de Ja terraza. CUADRO Noe COMPOSICION DEL CONCHAL ‘Exeavacién principal, Unidad A flieos ins “Whiedtia No Cantidad Estrato. Concha Materia inerte a 500 gr. » 30 50 2 500” a 2 eal 3. 500” e 40 6” ‘ANALISIS-ESPECIFICO DE LOS RESTOS MALACOLOGICOS (UNIDAD A) (*) : £ 500 gr. bb machas (mesodesma donacium) 86% 5 500” e ” Bttfe La fracci6ii ‘Yostainte de conchas es semejanic en ambas rnuestras, Se han ordenado las especies de acuerdo a su importancia en cantidad Choromytitus ‘chorus (Mol) ‘Concholepas concholepas Patelloida viridis (Lam.) Crucibulum quiriquinae (Lesson, 1850) Permmytilus purpuratus (Lem) Loxeehimus albus (Mol.) Plagioctenium purpuratus (Lam) Protothaen thaea (Mel) Crepidula sp. 40 Turrltella cingulate (Sow.) AL Argobucei 12. Murieidae fav eeveuednd te) Ja ientitiensson de log. restos malacolégicos fue realizada por Ta. Seta Cooht) Bioiten it sige sgn Gidvoblotogia del Aluseo Nacional. de Ristoria Naz Gaal Se Sonttage, Chile: — 246 — “ Los estratos d) y f) son bastante semejantes en su composicién y' sus caracteristieas corresponden a una arena de playa o duna (Ver Cuadro N? 8). ~ cUADRO Ne 3 ANALISIS DE 2 MUESTRAS DE SUBLO PROVENIENTES DEL CONCIHAL DEL PUEBLO DE GUANAQUEROS (POZO 2) ANALISIS MICROSCOPICO (Estrato a) (strato f) Composicién Mt M2 Cuarzo 30% 25 fe Feldespato 50 9% 50 Méficos 20% 25% Incluidos aparecen restos de conchas y de madera, Los minerales apa” recen allérados a arelllay Oxides de fiero,” : ANALISIS SEDIMENTOLOGICO Didmetro medio 035 mm 38 mm Clasificacién 2.64 191 Esfericidad 03-07 01-05 Redondeamiento 041-05 05-07 Conclusién: Ambas muestras corresponden posiblemente a una arena de playa ode duna, Por si composicién mineralégiea podrian haberse origi- nado a partir de im intrusive de tipo granitico, Es posible diferenciarlas sedimentolégicamente mediante la clisificacién. Eduardo Valenzuola Ayala Instituto de Geologfa, U. de Chile Bl andlisis especifico de los restos malacolégicos realizado por la Srta. Cecilia Osorio, no demuestra variaciones cualitativas en los rentes niveles. Hay un predeminio importante de machas (Masodesma donacium), de 86-89% (Ver Cuadro Ne 2), ‘Tampoco ge obsorvaron diferencias en otros restos orgdnicos, cuya proporeién on comparacién con las conchas es muy inferior. En los restos éseos predomina el lobo de mar (no se ha identifiea- do Ja o las especies representadas), en especial individuos jévenes con epi- fisis no soldadas. La mayor parte de los huesos argos aparecen partidos longitudinalmente. Parte de ellos estén caleinados. En los lentes de los niveles inferiores aparecieron con frecuencia sezmentos de columna ver- tebral o extremidades en posicién anatémica. En varios niveles del conchal se recolectaron fragmentos dseos de cobiceos. — 247 — Los restos de roedores consiaten on genoval en piczas dseas comple- tas, lo que hace dificil precisa si formaban parte de la dieta o son in- trusivos. La presencia de auquénidos s6lo esté demostrada por un retocador elaborado de un metapodio, el cual conserva en un extremo la epifisis cavacteristica para este género. Del nivel 1 del Pozo 1 tenemos otro trag- mento de metapodio semejante. Las aves estén representadas por especies de tamafios grandes y pequefios, no identificadas. Los restos de peces no han sido identificados. La excavacién de la Unidad A se realiz6 por niveles artificiales pavalelos a-la superficie, de 20 y 30 cm de espesor. Tn las unidades res- tantes se trat6 de seguir los estratos naturales, si bien los limites entre ellos no siempre fueron féciles de precisar. Como que la diferenciacion més neta era el cambio de tonalidad entre el estrato e) y las capas supe- yiores, puesto atin més de relieve, en ciertas Areas, por la interposicién del estyato de arona d), este cambio sirvié de guia durante la excavacién. Ey depésito sobre este Iimite se dividi6, para facilitar su remocién, en 4 niveles, y cl estrato inferior ¢) en otros dos niveles, obteniéndose un total de seis niveles descontando el estrato suverficial a), que fue des- preciado. En e! Pozo 7, los niveles 1, 2 y 8 corresponden a los estratos natura- iveles 4, 5 y 6 al estrato e). ésito removide fue pasado por una malla metalica de 6 mm (1/4”). La investigacién del conchal se completé con una serie de pe- quefios pozos (1 x 1 m) practicados segtin dos ejes perpendiculares: los pozos 1, 6 y 6 en direccién E-W y los pozos 8 y 4 en direccién N—S (ver Plano N° 1), El Pozo N° 1 se excavé contiguo a la tacita N° 1, en el patio frente a la Escuela. El bloque de esta tacita aparcce semi ‘onterrado en el conchal. Del andlisis del perfil del horde externo u oriental, més el de los potos 8 y 4, se deduce que el depésito va disminuyendo progresivamente de N a S, a expensas del estrato inferior e) hasta desaparecer éste en el extremo meridional det “perfil principal, no apareciendo en los pozos. Lo mismo oeuvre en direccién E a W. Por consiguiente el estrato infe- rior presenta un fea menor que los estratos superiores b) y ¢). Caracteres arqueolégicos particulares de algunas de las Unidades excavadas: Unidad A; Enel nivel 1 a 15 em de profundidad, avarecieron dos es- ‘queletos humanos completos, sin ofrendas asociadas y sin evidencias de remceién posterior a su sepultacién. — 248 — Wh 1 wep Premeno wp = siewas dseas comple- + la dieta o son in- la por un retocador extremo la epffisis tenemos vtre frag- tamafios grandes y & 2E LA EXCAVACION PRINCIPAL niveles artificiales in las unidades res- ve, en los timites entre te la diferenciacion ») y las capas supe- wel por la interposicién vante Ia exeavacién. woah faa Temcno cilita su vemocién, we ies, obteniéndose un al'a), que fue des- los estratos natura- a maila metéliea de 1 una serie de pe- es perpendiculares: en direecién N—S o a, la tacita Ne 1, tacita aparece semi ental, més e) de los clo progresivamente desaparecer éste en siendo en los pozos. mte el estrato infe- mes b) ye). de las Unidades aparecieron dos es- ‘as asociadas y sin pultacién. ~ he ___ PERFIL_N-S PERFIL Lave Sue Lavo orsre dom Parents MWS oF LA Excatcdy OF LA UNIDAD 4 : “F 40 PLANO N°? EXCAVACIONES EN GUANAQUEROS YNDITEO VLSIA 2 020d i _ Bl esqueleto N° 1 _corresponde a un individuo adulto con sus epifisis soldadas, en posicién flectada, el cual yacia en dectibito lateral izquierdo, con el vértex orientado hacia el N. EI esqueleto Ne 2, veeino al anterior, también ¢orresponde a un adulto, en posicién semejante y recostado en deciibito lateral derecho con el vértex orientado hacia el E. Amhos esqueletos muestran sus. miembros inferiores flectados sobre el tronco y las manos recogidas cevea de la mandfbula inferior, No muestran deformaeién craneana. ue En el nivel 5, a 1,50 m de profundidad, en el centro de la exea- vacién se obtuvo una piedra molino, on posicién normal. Unidad C: En el nivel 2, a 0,48 m, so individualiz6 otra viedra molino semejante a la anterior, también en posicién normal. Pozo 7: En el nivel 8, a 0,69 m de profundidad se localizé otra piedra molino y junto a ella un fragmento de un bloque tabular con una “tacita” cupuliforme exeavada en una de sus cavas. Esta ditima piedra se hallé en posicién invertida, (Lam. V, Fig. 1 y 2). En el nivel 6, 2 1,60 m de profundidad cerca de la pared Sur, en una suave depresién en el estrato subyacente de arena, aparecié un conjunto de fragmentos dsoos y conchas incluidas en una matria de tierra obscura. La condicién de estos huesos era sumamente frégil debido # la humedad del terreno, pero Ia limpieza con pineel permitié individualizar partes del htimero, etbito y radio izquierdos de un esqueleto humano en posicién anatémica. En el relleno de la excavacién se recobraron ademas dos punta de proyectiles tefiidas de ocre rojo, pertenecientes a las veriedades ape- dunculadas Il y IV (Ver deseripcién del material litico). Ej anilisis posterior de los xestos éseos revelé que éstos estaban tefiidos de rojo; el hiimero y radio parcialmente ealcinados. Se indivi- dualizaron también los restos de un citbito derecho. Otros fragmentos éseos, parcialmente calcinados, pertenecen & animales, algunos a lobo de mar. Jstos restos indican la existencia de una sepultura destruida (lo que no pudo haber ocurrido mucho tiempo después de su depositacién poraue no hay evidencias de remocién de los estratos sobre ella). o- Por Gitimo, para precisar si oxistian analogias entre nuestro ya- cimiento y el conchal que se extiende sobre la misma terraza, frente a Ia Bahia de Guanaqueros, bajo el cual Ivibarren localiz6 el cementerio precerémico al que ya nos referimos, se practicaron varias trincheras dispuestas en'%, con una longitud total de 46 m. Esta exploracién tuvo — 249 — i i i} i que realizarse hacia el extvemo oriental del conchal, obligados por las excavaciones realizadas previamente y por la nivelacion de otros sectores eon maquinas bulldozers. Para este conchal, Iribarren (Iribarren, J, 1957) describe el perfil siguiente: 1) superficie con alfarerfa {osea y_ algunos fragmentos mole so por excopei6n. 2) capa de conchal de 0,3 4 0,5 m con predominio de machas y escaso material ‘anqueolégico, sin cerdmica, 5). eapa,de tierra compacta gris obscura con escasa proporcién de conchias ine ). capa de tierra, compete failaren las sopulternss 4 capa de arena amarifla de grucso cepesor,, arqueolégicamente estéril, Yarias sepulisiras se profundizaban hasta esta ‘lima capa, Nuestra exploracién confirma en lineas generales el perfil descrito por Iribarren a) estrato superficial (10 a 20 cin de esposor) de grena y tierra suclta, con mu- merosos fragmentos"de cerdmica burda, con abundantes inchusiones, y esca- .. sas esquirlas de picdra 1b) strato de conchal (@proximadamente 0,30 m de espesor) con abundanites con has, especialmente maghas, Material cultural sin cerdmica, (ver cuadro de Gistribucién del maiorial-cultural: “conchal del comenterio”). e}) estrato de arena obscura con una proporeién decreciente de conehas, Espe~ sor de aproximadamente 040 1m, d) estrato de arena estéril Logramos individualizar una sepultura, correspondiente a un in- dividuo adulto en posieién flectada, recostado sobre el dorso y las manos cruzadas sobre ‘el’ pubis. El vértex se orientaha hacia el E. Como tnica ofrenda presentaba tina cuenta tubular de piedra ubicada sobre el es- ternén. Rate enterratoiio ocupaba el espesor del estrato c’), pero prove- iia de un bolsén-intrusivo del estrato superior h’);, 10 cual se distingu‘a nitidamente en el perfil del corte y lo confirmaba la fntima cementa- cién de conchas al esqueleto, El piso del enterramiento se hallaba a egeasos centimetros del estrato inferior de arena. ‘VI. DESCRIPCION DEL MATERIAL CULTURAL * E) material eultural reeuperado consiste principalmente de arte- factos clahorados en piedra y, en menos proporcién, en concha y hueso. Bstos tiltimos, especialmente en los niveles inferiores del conchal, pre- sentahan una condicién muy frdgil por la humedad del terreno to que difieultaba su preservacion, (#) Las ‘fotografias de} material fueron hechas por ol seflor Manuel Bazéiu, de la Hoouela de Medicina de la U. de Chilo. — 250 —

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