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ARTÍCULO ORIGINAL
Correspondencia:
Introducción
La muerte celular puede ser apropiada o inapropiada. Una muerte celular apropiada en
la mayoría de los casos es programada y ocurre por apoptosis. El programa de
apoptosis, incorporado en el material genético de cada célula, sólo se activa en
aquellas células destinadas a morir en cierto punto. Lejos de ser dañina, la muerte
celular apropiada es esencial para un desarrollo adecuado. En contraste, la muerte
celular inapropiada es la destrucción no anticipada de una célula, la cual no estaba
destinada a morir en condiciones normales. La muerte celular inapropiada puede tener
múltiples formas, con características necróticas y apoptóticas. Aunque la necrosis es la
forma de muerte celular inapropiada más característica, también el inicio erróneo de la
apoptosis en condiciones anormales o estresantes resulta en el detrimento del
organismo (1).
La muerte celular puede ser iniciada por señales extrínsecas (ej. ambiente hostil) e
intrínsecas (ej. mutaciones génicas). La exposición a substancias tóxicas y ambientes
nocivos, como en el trauma, producen muerte celular. La exposición a detergentes,
ácidos y oxidantes, frío o calor extremos y daño mecánico también tienen efectos
nocivos sobre la viabilidad celular.
Varias de las condiciones descritas previamente pueden inducir tanto apoptosis como
necrosis, dependiendo de la intensidad del estímulo. Estímulos mayores causarían
necrosis, mientras los menos intensos resultarían en apoptosis.
Las células sufren necrosis cuando son expuestas a estrés extremo. Distintos tipos
celulares toleran grados diferentes de estrés. Todas las células poseen mecanismos
homeostáticos elaborados que pueden compensar cambios ambientales y mantener el
compartimiento interno estable, pero la mantención de la integridad es limitada.
Condiciones adversas intensas que superan la capacidad de los sistemas de protección
comprometerán en forma irreversible los mecanismos homeostáticos, dañando y
eventualmente causando la muerte celular. Condiciones ambientales adversas como la
falta de oxígeno o nutrientes esenciales (isquemia), temperatura elevada, compuestos
tóxicos, y estrés mecánico (trauma) pueden iniciar la necrosis, como también parecen
hacerlo anormalidades subyacentes a varios desórdenes neurodegenerativos (5).
La muerte celular parece ser crítica para el origen y progresión de muchas patologías
neurológicas, incluyendo desórdenes genéticos, degeneración asociada al
envejecimiento y el trauma. Tanto neuronas como células gliales mueren en forma
anormal en cuadros neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer, el
Parkinson, el Huntington, la Demencia Fronto-temporal, la Esclerosis Lateral
Amiotrófica, y patología vascular entre otros.
Una de las características más distintivas de la apoptosis es la participación de las
caspasas de ejecución (Figura 2). Sin embargo, hoy se sabe que la necrosis también
depende de fenómenos proteolíticos, incluyendo una actividad de caspasas importante.
La activación de las caspasas durante la necrosis es un evento aislado del resto de la
cascada apoptótica y se asociaría al daño mitocondrial secundario a los altos niveles de
calcio intracelular, o por activación de otros sistemas de proteasas como la calpaina o
las catepsinas. De esta manera, las caspasas serían activadas en forma inapropiada y
contribuirían a la muerte necrótica de manera similar a la de otros procesos celulares
desregulados, sin conferir a la célula una morfología apoptótica.
La familia Bcl2 está involucrada en la regulación y tiene miembros con efecto anti-
apoptótico (Bcl2 y Bcl-xL) y pro-apoptosis (Bax y Bak). Los miembros Bcl2
multidominio pueden preservar o alterar la integridad mitocondrial al regular la
liberación de factores apoptogénicos como citocromo c, smac/diablo o factores de
inducción de apoptosis.
Recapitulación
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Correspondencia:
Rommy von Bernhardi M.
Depto. Neurología, Facultad de Medicina,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Lab. Neurociencias CIM, Marcoleta 391,
Santiago, Chile.
Fono: 354 6936. Fax: 632 1924.
E-mail: rvonb@med.puc.cl