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PAUL BERGMAN LA DEFENSA EN JUICIO LA DEFENSA PENAL Y LA ORALIDAD SEGUNDA EDICION BUENOS AIRES Cartruvo TIL EL INTERROGATORIO DIRECTO ‘A. CONSIDERACIONES GENERALES 1. La necesidad de interrogatorios directos persuasivos it enda de la creacién al interrogatorio puede parecer herética a las personas io provienen de los dramaturgos. Pues arece depender siempre de una repre- igo, enfrentado de pronto con una infor- dora, confiesa angustiado una fechoria. Pero en el Capitulo Il, es tipico que cada parte trate de demostrar la exactitud de un: afirmativa. El terrogatorio directo es la principal oportunidad que uno tiene interrogntorio directo simplemente sta en el registro la prueba favorable, y se utiliza el alegato final para persuadir al Juegador. La investigacién sugiere qi definir suxposicién hablan de modificar. Por ejemplo, si se ne- de datos para convencer a un juz- “X +3" para a quien ha adoptado una disposiciin mental desfavo- ‘Uno puede comprobar personalmente esta afimacién comparando las impresiones que recibe de dos personas a partir del siguiente par de adjetivos: 538 PAUL BERGMAN A. Generoso, digno de confianza, egocéntrico, sin humor, odioso. B, Odioso, sin humor, egocéntrico, digno de confianza, ge- neroso. ficilmente podré superar. Por supuesto, una recomendacién rutinaria al j recuerda: “No formen opiniones hasta que finalmente les some- tan el caso”. Pero la existencia misma de la recomendacién de- muestra que un jurado puede comenzar a resolver un caso desde ‘el momento en que ve nuestro portafolios. Asi, un interrogato- tio directo eficaz es més que un repaso de la historia de un tes- tigo con una proporcién minima de objeciones. Un examen di- recto eficaz persuade al juzgador de que Ja declaracién de un testigo es exacta, y ayuda al juzgador a identificar Ia evidencia iportante que demuestra las proposiciones fiicticas. La atencién a las técnicas persuasivas en el interrogatorio nte oral del juicio, fa demuestran que Los estudios acerca de la conciencia cogn alrededor del 85 % de lo que aprendemos es resultado del aprendizaje visual. Un mero 5~ 10 % de nuestro aprendizaje es consecuencia de la audicién. Como lo confirman nuestras expe- riencias estudiantiles, la mayoria sencillamente no somos muy eficientes en izaje embargo, aun: pone pruebas, es princip: abogados y los iestigos intentan gador una transcripcién con el fin de que la lea, o una “pildora de pruebas” para saborear. Uno debe basarse en técnicas de in- terrogatorio que tienden a elevar la eficacia del aprendizaje oral del juzgador. 2. El interrogatorio directo como narracién de una historia Usted es el fiscal, y lama al sefior Resnik con el fin de que declare acerca de los actos de la seforita Shelley, a quien se acusa de homici LA DEPENSA EN JUICIO 59 P: Sefior Resnik, édénde trabaja usted? R: Soy el subgerente de un supermercado A & P. P: éCusles son sus obligaciones como subgerente? , confecciono los horarios de los empleados, atiendo las quejas y las preguntas de | guro de que los estantes del local estén abastecidos y de que el local esté limpio... esa clase de cosas. P: éCudnto tiempo hace que desempefia el cargo de subgerente? R: Alrededor de cuatro afios. P: Sefior Resnik, deseo lariar su atencién sobre la fe- cha del 12 de marzo de este aio, alrededor de las 18:00 ho- ras, éDénde estaba usted entonces? R: Estaba sacando al perro para dar el habitual paseo vespertino. P: éD6nde se encontraba usted exactamente? R: En la manzana 600 de Hayvenhurst, inmediata- mente después de los campos. Vio a la sefiorita Shelley, la dama sentada alli, mientras usted paseaba a su perro? R: Sila vi P: Por favor, describa lo que vio. R: Yo estaba caminando por la aceta, cuando vi que la dama descendié del automévil y caminaba hacia una casa. \P: dPuede decirnos qué casa era? R: Una casa blanca con una raya azul; el jardin en- frente mosttaba casi toda su superficie ocupada por enre- dadera. No conozco la direccién exacta. P: Con eudinta claridad alcanz6 a ver a la sefiorita? R: Con bastante claridad. Cruz6 frente a mi, y yo es- taba apenas a cinco metros de distancia, Aun no habia oscurecido del todo. P: éHabia algo peculiar en ella? R: Diria que sf. Portaba un arma, P: 2Qué clase de arma? 60 PAUL BERGMAN R: No sé mucho de armas de fuego, y por eso no puedo responder con exactitud, Pero parecia una pistola, no un ri. fle ni nada semejant ie qué quiere decir cuando afirma R: Bien, tenfa un caién corto, quizé diez o doce centi- metros. Vi un solo caifio, y el color era oscuro, P: 2Qué reouerda de la culata? ver con igual claridad esa parte, pero al- ir que toda la culata calzaba bien en la mano ‘Recuerda en qué mano portaba el arma? Sé que estaba en su mano izquierda, porque vi in- mente el arma, y yo me encontraba’a la izquierda P: ¢Puede explicarnos cémo caminaba? R: Yo diria que se daba prisa... no corria, pero se des- plazaba con més velocidad que la que suele mostrar la per- sona que camina, P: éPudo verle la cara en cierto momento? R:Si P: éCémo describiria su expresién facial? R: Dirfa que parecia enojada. Abogado. de la contraparte: Objecién, Su. Sefioria, y pido que se suprima esa respuesta. Falta de fundamento, Juez: Si, se elimina esa respuesta. P: Seftor Resnik, Equé hizo usted después que vio que la dama se acercaba a la casa con el arma? R: Corti a micasa, a dos calles de distancia, y llamé a la policia. Permaneci en 'mi hogar, tenia miedo de salir lasti- mado. P: Gracias, por el momento nada més, narracién puede diferir en algunos aspectos de la que Resnik quizé relatase en el discurso social comtin. La necesidad dedemostrar proposiciones fécticas especificas significa que sub- LA DEFENSA EN JUIGIO 61 rayaremos especialmente algunas partes decisivas del relato, Por ejemplo, como una proposicién féctica es “Shelley dispars Gobre la ”, el relato subraya especialmente la posesién del arma y el lugar exacto en que se encontraba la acusada. Y la necesidad que uno tiene de demostrar Ja veracidad del relato significa que el juzgador reco; i informacién acerca de los ant su capacidad de observ , y diferentes detalles (descripci del arma). Ademés, el juzgador escucha la explicacién de Resnik acerca del motivo por el cual él recuerda que el arma estaba en la mano izquierda de Shelley. Pero mientras uno adapta un relato a los requerimientos del ambiente del tribunal, de todos modes el interrogatorio di- recto adopta la forma conocida de un relato. Los hechos surgen sobre todo en orden cronol6gico, partiendo de un momento que precedi6 al instante en que Resnik vio a Ia acusada, y conclu yendo con sus heroicos actos concomitantes. 3. La verdad, y nada mas que la verdad ‘Como el lector puede ver, la adaptacién de un relato a la sala del tribunal generalmente lo obliga a modificar Ia historia tuna ocasién social. Por ej lles acerca de hechos que tienen especial importancia por refe- a las proposiciones facticas, y subraye la informaci6n re- ferida a la credibilidad. 2Estas formas de adaptacién armonizan con nuestro deber como funcionarios del tribunal en el sentido de ofrecer un testimonio al que uno atribuye cardcter de infor. macién veraz? Un modo de abordar esta cuestién es hacerlo mediante una analogta. Consideremos dos mapas de Estados Unidos. Uno que muestra los Estados de acuerdo con sus limites geogrdticos, y el otro que los relaciona con su poblacién. Los dos mapas pue- den ser exactos, pero parecer muy distintos porque fueron tra- zados teniendo presentes prop6sitos diferentes. Cuando desarrolla una historia en el interrogatorio directo, el abogado se asemeja a un cartégrafo. La historia que evoca en i irecto no es menos veraz que el relato de ca- el cartégrafo que adapta un mapa a la po- a un relato a las proposiciones ficticas. Las 62 PAUL BERGMAN proposiciones mismas le dicen qué evidencia debe subrayar en una narracién; el sistema acusatorio y las ‘ones inheren- tes a las palabras lo obligan a tratar de persuadir a un juzgador en el sentido de que la prueba fundamental que usted aporta es exacta. Por consiguiente, usted no sacrifica la verdad en benefi- cio de su defensa al ampliar el relato de un testigo, 4, ¢Toda la verdad? tra dimensién del tema de “la verdad en los relatos” pro- viene del hecho de que asf como es tipico que el abogado amplie la historia que un testigo puede relatar en una ocasién social, también la comprime. Por ejemplo, las reglas de la prucba pue- den exigir que el abogado omita informacién que quizé sea parte de ra “completa”. Pero a menudo us me ir informacic tas en directo de tal modo ejemplo, supongamos consiste en los hechos un telato no es impropio desde el punto de jos de ello, es necesario tanto para facilita nejo eficaz de los juicios, como para faciitar la comprensién, el juzgador de las proposiciones fécticas en disputa. En lugar, reconozca que usted nunca puede relatar la “completa” de un hecho. Por ejemplo, la historia “completa un incumplimiento de contrato incluirfa el color de los zapatos que el demandante calzaba cuando concert6 el contrato, y qué consumié el demandado al almuerzo el dia que se nego a recbit los articulos especificados en el contrato. Asf como la historia del “motorcito que pudieron entregarnos”, no nos dice cuéntos engranajes tenia la méquina, tampoco la historia det incumpli- miento del contrato incluiré probablemente el color de los zapa- tos y las preferencias a la hora de la comida. , LA DEFENSA EN JUICIO 63 En segundo lugar, cuanto més “completa” es la historia que se intenta narrar, menos puede apreciar el juzgador las rela- nes entre la evidencia importante y las proposiciones fécticas ertidas. Por ejemplo, suponga que usted representa a los inquilinos en un caso de secuestro ilegal en la falta de pago de la renta por los inquilinos. La defensa que usted propone, valida, en su jurisdicciGn, es la inhabitabilidad del apartamento, El pro- pictatio afirma que las instalaciones eran habitables, y que los, problemas existentes fueron resultado de los actos realizados por Jos inguilinos. En resumen, la cronologia de la historia “completa” de sus clientes es ésta: a. Nevesidad de trasladarse a un nuevo apartamento; los nifios crecen, el antiguo apartamento es-un lugar sucio y rui- oso. 'b. Supo por un amigo que habia disponible en Nirvana Estates Apartments un apartamento de dos dormitorios y dos ‘cuartos de baito. : : Llamé al administrador, y pidi6 ver el apartamento. El rador dijo que estaban’pintdndolo, todavia no podia admini inistrador finalmente recibio a ento, pero a causa de a pintura y la de electricidad sélo les permiti6 mirarlo por la ventana, ‘Acept6 alquilar el apartamento sobre la base de esa jebia mudarse el dia 10. El apartamento no estarfa disponible hasta el 15, Jo cual originé problemas, porque supuestamente debfan desalojar el antiguo apartamento. g El apartamento parecia encontrarse en buenas condi- ‘ciones cuando se mudaron, es fh. Un par de semanas después, el grifo de la'cocina co- menz6 a perder, y los inquilinos advirtieron la presencia de cu- carachas en el apartam i. Al cabo de las dos semanas, la calefaccién central ces6 de funcionar, de lluvia habia goteras en el techo. i, Los inquilinos se niegan a pagar la renta hasta que se resuelvan los problemas; a veces el administrador promete rea- lizar los arreglos, pero los problemas persisten. Tal vez uno se sienta tentado de desarrollar esta historia “completa” durante el interrogatorio directo de los inguilinos. Y uno puede racionalizar la inclusién de cada tema. Por ejemplo, 64 PAUL BERGMAN Jas razones por las cuales los inquilinos abandonaron el an- a demostrar que estén interesados en vivir en un lugar y habitable. La demora del administra- dor cuando llega el moniento de mastcar el apartamento y pre- pararlo, puede originar sentimientos emotivos contra el propie- narracién de una historia completa acarrea costos La evidencia acerca de las razones por las ¢1 los inguilinos se mudaron, y la actitud recal. trador, en el mejor de los casos esté relacion: ‘con Jas con it incluir informacién de im- portancia marginal, uno puede desdibujar la informaci6n funda: mental y critica. Si evoca nuevamente su época de estudiante, recordaré que en un medio oral la alcance limitado. Su exper gacidn acerca del comportami que cuando se sumin: informa- cin acerca del producto, ellos cesan de prestarle atencién, Asi, la inclusién de informacién marginal puede levar al juzgador a abstenerse de prestar atencién a la evidencia importante. Es po- sible que la evidenci weorpore al registro”, pero no a la mente del juzgador. En el momento en que usted revise la prue- ba importante durante el alegato final, puede ser demasiado tarde para superar la “disposicién mental” desfavorable del juzgador. Lo que es pe cién secundaria y al buscar cierta relacién entre la informa- jestiones en disputa, un juzgador puede extraer una inferencia que es precisamente la contraria de la que uno desea que él extraiga. Por eje tamento ocupado antes por los inquilinos tambi proble- mas con las cucarachas, el juzgador puede llegar a inferir que los inquilinos en efecto provocan sus propios problemas. A pesar de estos costos muy reales, una serie de factores puede inducirnos a incluir en los relatos un exceso de informa- ‘cin marginal. El formato nar i lrecto és alld de los rubros especificos de la prueba para aleanzar una resefia natrativa de los hechos. ‘Otro culpable puede ser la elasticidad del concepto de pertinencia, La Regla Federal de Prueba 401 define la prueba ertinente como la que “tiende a determinar que la existencia LA DEFENSA EN JUICIO 6 de un hecho que gravita sobre la deter n de la accién sea ms probable o menos probable que lo que se i cha prueba”. Este lenguaje, en lugar de actuar como un freno a la incorporacién de la evider dos los elementos de informa gravitar sobre un veredicto. Las experiencias personales y el rol profesional del abo- gado también pueden contribuir a preguntas directas excesiva- mente englobadoras: a. En su condicién de abogado entusiasta, usted puede sentir que es mejor equivocarse por exceso. Después de todo, un juzgador no puede verse persuadide, por nunca oye. El peor de radio que transm in que estén en condiciones de recompensado respuesta més més breve; un b. Enel curso de la vida, quizé uno se vi por la magnitud del esfuerzo que desarrolé, amente que las largas preguntas directas son un modo de demostrar el gran esfuerzo ‘que uno consagré a un caso, y suponer que el trabajo duro con- tinuara aportando su propia recompensa, . La incertidumbre o la falta de confianza en ri jotivo por el cual el cliente tiene mos a aplicar un enfoque demasia- r4 ofrecer todo lo que pueda ser F todas estas razones, 0 quizé por otras, es posible que uno tienda a ofrecer narraciones excesivamente amplias, Por desgracia, los juicios son demasiado particulares para permitir un consejo més especifico que la recomendacién de poner mu- cho cuidado cuando uno piensa en qué parte de “tod: dad” desea revelar. Quizé el hecho de tener present nes que justifican las preguntas directas excesivamente amplias nos ayudard a restringir éstas 66 PAUL BERGMAN 5. Relleno Con Ia palabra “relleno” aludimos al proceso aoe Ue sy ney inal rm po Y el inquilino en la seccién precedente. jen mental del aspecto- del edificio de ie, €8 porque la rellené con el resultado ién, porque en el esbozo no existe una nar “qué sucedié realmente”, consciente o inconscientem puede agregar informacié tra ipeiones ‘erbales en episodios Teale, > “nsforms as Getripciones i NO estd incluida en la declaracién de un testigo, nde viene la informacién de relleno? Generalmente de Ce cexperiencias juzgador. Que una objetos co de conducta como “correr” y “reunirse’ ;pletamos las descripciones verbales con de nuestra propia experiencia. El relleno no es necesar a Ia aceptacién de nuestro rel el caso de rio y el inquilino, no es probable que le decisién del juzgador se vea afectada por el color de ln cove de {Bartumentos indiado por eljuzeadr. Pero el elleno que prac. juzgador en un fragmento de informacién qu: auesttdrelato puede interferir en la Inentgacioe neon Boe lente un obstéculo que se opone or el juzgador. Por ejemplo, atropellado y provocado estuviera desplazindose transetnte de pronto sa Fectamente en el camino de alcanz6 a mencionar qué pist wuerte de la victima, pero negs que gran velocidad. Su defensa ‘equa el de entre dos vehiculos y se cruz6 di- tutomévil. El relato del acusado no n26 2 i6 después de terminar el gi a la izquierda. Durante las deliberaciones, un jurado mencions que, de acuerdo con su experiencia, Ia gente que gita a la iz. Quierda termina Ia pista de la extrema igquierda ‘después de LA DEFENSA EN JUICIO 67 completar la maniobra, y que como el acusado estaba en la pista de Ia extrema izquierda, seguramente hubiera podido detenerse i la vietima hubiese emergido en el espacio que habia ulos estacionados. El jurado aports fa pista que el acusado utiliz6, y extrajo una inferencia de negligencia a partir de esa informacién, La tendencia de un juzgador a rellenar puede infundir més fuerza al consejo en el sentido de que conviene recortar de las historias 1a informacién marginal; y al consejo anterior, en el Capitulo TI, en el sentido de que uno debe narrar historias sufi- i alladas. A primera vista, se dirfa que estos son cientemente consejos contradictorios. Pero se combinan para recordarnos que debemos imponer a un juzgador nuestra versiGn acerca “del modo en que sucedieron realmente los hechos importantes”, Limite a los hechos importantes la amplitud de un relato, y pro- fundicela evocando detalles acerca de tales sucesos, Al evocar sus propios detalles, usted limita el peligro de que un juzgador lo rellene con sus propios elementos indeseables. B.LA ORGANIZACION DE LOS INTERROGATORIOS DIRECTOS 1, Orden de los testigos i Cuando uno presenta més de un testigo durante el ofreci- miento de prueba porque asume la carga de la misma, las redu- cidas proporciones del estrado de los testigos exige que declare uno solo por vez. Por lo tanto, uno debe decidir en qué orden declararén, El orden de los testigos casi siempre es nada més que una de cardcter téctico; hay pocas normas que impongan inado orden. Una posibilidad de ordenamiento es la que sugieren los principios de primacia y novedad. Estos principios sugieren que recordamos mejor Io que vemos y ofmos primero y imo. (i acabamos de sumergirnos en la parte media licacién a los juicios de ningiin modo esté clara, pues los experimentos de los cuales derivan tienden a corisistir fen personas que jjamente hileras de combinaciones de letras, y después intentan recordar el mayor nimero posible de combinaciones. En la medida en que los resultados de tales ex- 68 PAUL BERGMAN ican a los ambientes ju de comenzar y termi Los testigos cuya declaracién es menos ‘euyo modo de atestiguar no es el propio de una e: instalarse entre los extremos. iales, uno puede con- veces més que lo que desgracia, los. relatos tienden a ser inabordables en las repreguntas, aunque con un significado secundario; o recusables por diversas razones, aun- ‘que todas importantes. A usted le toca decidir cual de estos ti- pos comunes de his fuerza de acuerdo con in general. Por ejempl ne que ver con las em apelaci6n primaria es racional 0 ci puede ser un perito. En un caso ci sentido de ofensa o de com ino desea reafirmar un idad, su tes 0 que perdié la partida lores, probablemente nunca seré conside- ie puede ser también aquel que suministea un panorama cronolégico de los hechos. Incluso si uno puede resumic los aconi os durante la formulacién inaugural, icado de fos ru- momento en que el jonio suministra un contexto general. El contexto tiende a destacar nuestra capacidad de evocar informacién y de recono- ido. Por ejemplo, supongamos que nos pregunta- ruvo haciendo a las 22:00 horas del jueves, hace Quizé uno se vea en dificultades para responder. ‘Ahora bien, agreguemos un conte fue fa noche dels timo dia del examen para ingresar en el foro”. Es posible que el Contexto nos provoque cierta inquietud, pero también puede fa- LA DEFENSA EN JUICIO 69 vorecer la rememoracién, Un testigo que describe un panorama general de los hechos al comienzo de tn caso aporta un contexto andlogo al juzgador. Por ejemplo, supongamos un juicio civil por datios origi- nado en una tipica pesadilla del transito urbano, que desembocs en una coleccién de automéviles que atestaron el camino a lo largo de centenares de metros. Usted representa a uno de los acusados, cuya supuesta negligencia al acelerar y el mal manejo su cami6n determinaron que colease, lo cual a del desastre. El cliente niega tales afirma- describe lo que sucedié més 0 menos del ribuye la culpa a todo el mundo, excepto a si inte habia sido despedido de su empleo un par de horas antes del episodio, y habia pasado esas dos horas en una taberna local. También viene a atestiguar por el acusado ue lleg6 a la escena bastante después que in detenido. El policia puede atestiguar ‘inicamente que los frenos del camién i recer se encontraban en buen estado, probablemente seri inatacable. Pero la cap: para ofrecer un panorama general de los hechos puede lograr que é! sea el testigo mas s6i policia atestigua antes que ‘el acusado, el juzgador quizé no tenga una imagen muy clara de asuntos como el momento en que el policia probs los frenos, oa cudl de los vehiculos se le probaron los frenos. Aunque el aci- i icién inatacable, ni mucho menos, su tes- iva igos no siempre esté sometido al con- | del abogado. Estas situaciones son usuales: ~ ‘a. Cuando un juez concede un pedido que excluye a los testigos de la sala del tribunal en espera de que declaren, no ¢s posible excluir a una de las partes. De modo que a veces, si bien ‘uno puede desear que su cliente sea el primer test posible que lo llamen en dltimo término, y por lo tanto el cliente goza del beneficio de escuchar el interrogatorio directo y las repre- guntas de todos los testigos antes de declarar. b. Uno puede enterarse en visperas del juicio de que el testigo cuyo llamado como primer testigo uno planed durante dos afios de pronto ha sido enviado a Mozambique. Lo éinico que uno desea en ese momento es ir a acompatiarlo, O el ex 70 PAUL BEROMAN perto médico que uno se proponia convocar por la mafiana tal vez tiene que participar en una intervencién quirdrgica urgente, Y no estaré disponible hasta la tarde. A menos que un juez prov Tongue e! juicio hasta la tarde, es posible que uno deba modificar el orden proyectado, cumento, con la condicién de que si no aporta el fundamento apropiado, la declaracién serd anulada, Finalmente, el abogado de la parte contraria puede acordar acerca de la aceptabilidad de la prueba. 2. Orden det testimonio, En general, se obtiene una historia en orden eronol6gico, La eronoiogia, como el contexto, ayuda a un jucgador a reme. ‘morar la evidencia y a reconocer su significado. La experiencia personal que usted’mismo pose probablemente verifica el in. fiyjo de la cronologia. Por ejemplo, supongamos que usted ex- travié las laves,e intenta recordar dénde pedo haterae dejado. Es probable que evoque los hechos recientes ajustandese cierta secuencia. Aunque es posible que repase los hechos en orden inverso, lo més probable es que comience a la hora mds temprana posible y avance-hacia adelante. Nuestros recuerdos parecen funcionar mejor cuando seguimos el curso de los hechos desde atrds hacia adelante, A modo de ilustraci6n, elijamos una letra del alfabeto y pidamos a un amigo qu. ue Ja que sigue inmediatamente, A menos que uno haya elegido impro- piamente la letra “2”, el amigo no tendré dificultad para respon- der acertadamente. Después, elija otra letra, y pregunte a su amigo excesivamente confiado cudl es Ia letra que la precede inmediatamente en el alfabeto. Aunque todos estamos familiari LA DEFENSA EN JUICIO n Cuando se obtiene una historia cronolégica, es posible que nos ajustemos a uno de dos esquemas generales. En resumen, éste es el primer esquema (y quiz4 el mas usado): I. Primer hecho de la historia Detalles del hecho némnero 1 TI, Segundo hecho de la historia Detalles del hecho niimero 2 TIL Y asf sucesivamente, Como el lector imaginaré, este ésquema ¢s una siniplifica- cién. Por ejemplo, no es posible distinguir exactamente los “techos” de los “detalles”. El prop6sito del esquema es senci- lamente sugerir Ia conveniencia de que uno interrumpa al tes- tigo en puntos importantes de un relato, y obtenga detalles acerca de cada uno de estos puntos, antes de continuar con la resefia cronolégica. . El segundo esquema adopta la siguiente forma: I. Primer hecho de la hist I. Segundo hecho de la his IIL Tercer hecho de la historia, y asi sucesivamente IV. Detalles de hechos importantes de Ia historia tafe de siminse dor racién general del tes- ventaja de sumi juzgador una narracién gen tige, ls que no ‘errumpida por detalles. Sin embargo, ‘cuando una historia es extensa, tal vez uno no desee separar el andlisisinicial de tos h Fel testigo de los detalles que, asi Jo esperamos, aportan claridad y énfasis. ‘Como ilustracién del esquema ntimero uno, sipongamos terrogatorio directo consiste en tres con- is a las 14.00, y las 16.00 horas. Uno jente plan: que una parte de wu ‘versaciones, mat puede ajustarse R P: LQué sucedis después? R: Nos encontramos en una reunién, P: iCutindo se realiz6 la reunién’? iS 14.00 hs. P: éDénde fue? __R: En Broceol tito. P: £Quignes estuvieron? R: Los tres, yo, Carl (h.) y Jack P: Por favor, diganos qué sucedié en la reunién. R: Bien, Carl comenz6 diciendb.. P: £Cémo respondid Jack? ing, nuestro restaurante al paso favo- lede estar seguro de que Jack mencion6 imente los semiconductores? mediatamente después... fecuerda otra cosa que fue dicha 0 algo que se reunién de las 14.00 horas? €0 que es0 €s todo. P: Muy bien, Zqué sucedié después? R: Bien, hubo otro encuentro, éste fue a las 15.00 horas. sPuede decimnos dinde se realizé esta rer io directo aporta detalles de una reunién an- tes de pasar al ‘0. Aqui demostramos el modo en que usted puede obtener el mismo relato, ajustindose al es- quema niimero dos. Suponiendo que estos encuentros incluyen todos los hechos de la narracién del rogatorio di- recto puede desarrollarse después siguiente m P: 4Qué es lo primero que sucedi6, segin lo que usted recuerda? R: Nos encontramos en una reunién, P: Cuando se celebré la reunién? LA DEFENSA EN JUICIO 3 R: A las 14.00 horas, : CHubo otras reuniones? hhubo una a las 15,00 horas. R: No, P: éHubo un total de tres reuniones? R: En efecto, volvamos a la primera reunién, la que se horas, {Donde fue? Cuando una historia esté formada por diferentes series de hechos que sobrevienen mas o menos en el mismo perfodo, puede organizar un interrogaitorio directo en “minicronologias”. Uno rastrea la cronologia de una serie, después la de otra, y asi por el estilo. Por ejemplo, supongamos que Megncorp Inc. quiere conocer los result acuerdos con Fledgling Industri istrar a Me- iceles. Los re presentantes de ventas de ambas compafiias mantuvieron una serie de discusiones e intercambiaron correspondencia acerca de cada uno de estos rubros, pero Fledgling afirma que nunca se concerts un acuerdo acerca de cualquiera de ellos. Si uno consi- dera toda la transacci6n como una sola histori z hhechos relacionados con los envases, los y los eepillos estardn entremezclados, y quizé confundirdn al juzgador acerca de las condiciones de cada acuerdo. En una situacién semejante, uno puede presentar una minicronologia para los envases, otra para los restantes materiales, y una para los cepillos. Las histo- rias separadas correspondientes a cada rubro. nos permitiran presentar una imagen més clara, La cronologia no exige el aporte de testigos para recordar con precisiGn matematica el orden de los hechos. Un t de sentirse inseguro acerca de una narracién que com “No estoy seguro de cudndo nos comunicamos por: pri- mera vez con Fledgling para hablar de pinturas, pero fue a rincipios del verano”. 4 PAUL BERGMAN Quizé un testigo ni siquiera pueda recordar las fechas aproximadas, pero puede saber qué hechos sucedieron en relacién con otros episodios. “No estoy seguro del momento en que sucedi6, pero sé ‘muy bien que el pollito aparecié antes que el huevo.” Inclusp estas imprecisas referencias cronolgcas originan una sensacién de orden, y por lo tanto tienden a mejorar la comprensién del juzgador. Usted, que es un lector inteligente, puede reaccionar frente a lo que considera una contradiccién. “Aji... ilo atrapé! Primero, hablé de la importancia de la primacta y Ia novedad, y ahora exalta las ventajas de la cronologia. ZQué nos dice si el aspecto més importante de la declaracién de ain testigo aparece aproxi- madamente en mitad de su historia? Es posible que yo no co- mience ni termine con la nota més sélida, y pese @ todo me ajuste a un orden cronol6gico”. “No hay una sola respuesta a esta aparente contradiccién... hay tres. Primero, la respuesta del i surda es el espantajo de los espiritus pequefios”. Segundo, la respuesta del filésofo: “La primacta, la novedad y ologia son principios rectores, no normas que uno debe iega- necesario tenerlas todas en cuenta, y idual.” Tercero, la respuesta del fin de que seamos persuasivos. n cada caso que debe obtenerse un t y/o en la conelusion de ui ef el adecuado punto cronolégico de ‘ejemplo, suponga que usted representa al acu- io por calumnias. La calumnia consistié en un ar- tieulo publicado en un 6rgano tabloide en el cual se afirmé que el demandante, una persona que llegé a ser famosa por razones a recordar, hacia una discreta vida de hogar, y siempre habia sido un cOnyuge fiel. El acusado reconoce haber el articulo acerca del demandante, pero sostiene je presuntamente calumnioso no estaba.en el mat primera vez que el articulo fue entregado al editor. La no aut fa de la supuesta calumnia por el acusado no esté al principio ni LA DEFENSA EN IUICIO 8 la cronologia general. Sin embargo, uno puede proce- siguiente modo: | material niimero 1 del . {Usted lo reconoce? lo publicado. rayadas “La vida de hogar de wrosamente rutinaria, y Jesse es un conyuge demandante, es decir, el arti R: Si, parece que es R: Veo el text : P: {Usted escribié esas palabras? R: No, no las escribs. P: dEstaban en el articulo que usted present6 final- mente a su editor? R: No estaban, P: Volvainos al comienzo, y veamos cémo usted llegs a escribir el articulo, En primer lugac.. la denegacién del autor pesar de la norma que reguntadas y contes- rmula brevemente, suele ocurrir que puede punto eronol6gico adecuado. Yun ue concluya el interrogatorio di- impide formula tadas”, si uno las i la denegacién incluso puede per recto con la negacién ‘La cronologia es apropi testigo a declarar uede llamar a un a corroborer glue $e hecho, 0 que se en- hechos breves se desp| promovié un interrogator en las siguientes partes: irecto completo que consistié sélo 16 PAUL BERGMAN P: LQué dijo Felice? R: Felice le advirtié que si usaba mal el colutorio bucal podia llegar a tener juanetes. ° P: {D6nde estaban los zapatos? R: Los encontré en el refrigerador del acusado. Privado totalmente del contexto de la historia, es posible imonio no sea verosimil, o enfdtico o persuasive. Por incluso cuando uno convoca a un testigo con una tada, es posible que necesite delinear una breve 3. Apartiindose de Ia cronologia Dado que el sistema legal ha creado excepciones a muchos de los Diez Mandamientos, no debe sorprender que las ventajas de la cronologfa dejen el sitio a otras consideraciones. Esta sec. cidn examina algunas de ella. 4 Interrogatorio directo y agrupan Uno puede estar familiarizad pruebas como técnica de eunir rubros de legal. Por ejemplo, cuando en tn caso de asesinato se arguye que “Costello actué con malicia premeditada”, es posible subra- ionio de Larry en el sentido de que Costello con- que pertenecen a la misma cuestién Cuan 1ado con una sola proposicién féctica proviene de igo, Ia capacidad para agrupar pruebas durante el 0 es limit Puede movilizar a los testigos, llevandolos al estrado y retirdn- dolos de alli para reunir toda la prueba acerca de una proposi- UA DEFENSA EN JUICIO 7 trecha proxi- midad unas con otras. Como los rubros relacionados con una sola proposicién fictica pueden darse en diferentes momentos, es posible que uno deba sac clatidad cro: ‘arse por el agrupa- en lugar de esperar uno puede te durante el examen dir i6n, supongamos que uno representa a un 0 de des que el empleador habia concertado provisio- indicato. (c) Durante una reunién disc : res das a Johnson por B PAUL BERGMAN LA DEPENSA BN JUICIO, 9 Yuxtaposicién de los dos elementos de prueba obliga a apartarse del orden cronolégico, pero subraya Ia relacin en beneficio del © Fortalecer la credibilidad Parte del relato mejora la credi- Juzgador. rabajo de Kebo como barman mente verosimil la opinién de Pr después, 2qué sucedi6? R: Escuché un “golpe”” P: Cuando se refiere a un “golpe”, iqué quiere decir? R: Sonaba como... P: Puede decitnos de qué lado legs el ruido del golpe? : R: Ciertamente, del sector en que se-encontraban esta cionados los dos automéviles, - P: éCémo pudo estar tan segtiro de que venia de ese lado? * Z R: Como era un dia célido, yo habia bajado las venta- nillas de mi automévil. Of; muy claramente el ruido. & Cronologta sin import conclusién de que la aclaracién del orden en que sucedieron los hechos contribuiré més a per) que a-facilitar la comprensign del juzgador. Por ejemplo, chos hechos sucedieron en un lapso breve, un Provocar la e6lera del juez y a amenazar la cre tigo si intenta definir tna cronologia. “Ahora describiendo el choque entre las hordas mon; los filisteos. ido el arquero que usted mencion6 por el nombre de Leon ballo, Zeso sucedié antes © después que dispara- esimotercer caiién de la derecha” veces el orden en que sucedieron Jos hechos es incoge noscible, en otras ocasiones carece de importancia. Por ejemplo, Supongamos un caso en que se cuestiona un testamenio, y se trata de aclarar si el testador deshered6 a un hijo, a cause de cierto desequilibr nable. El albaces Pruebas en el sentido de que el testador desheredé al hijo por- que éste era jugador, era un cényuge infiel, consumia drogas y gustaba de las aceitunas. La cuestin es la medida en que el tex tador conocia el supuesto comportamiento de su hijo. Proba~ . Supongamos que usted conductora del automévil que estuvo com. terte dolosa, pues atropellé a la victima des. El demandante sostiene tras cruzaba la calle. La hist de pronto surgié entre dos auto- lo menos a 15 metros de la bocacalle. de Julie, Matt afirmia que él estaba sentado en su automévil, cere: rando a un amigo. Aunque no euchs un golpe, que venia de la proxi udo escuchar el sponde du- Fante el interrogatorio direet “telacione” el testimonio at Por consigui que el juzgador no mr acerca de la ventanilla. La 80 PAUL BERGMAN formas de conducta ‘caso, quiz uno no se blemente Ia relacién eronolégica entre presuntas carece de importancia. En moleste tratando de det © OBTENCION DEL TESTIMONIO 1. Formas de las preguntas EI consejo tradicional a los abogados que dirigen el inte- Frogatorio directo es que no formulen preguntas concentren la atencién del juzgador del hecho en el que en ef abogado. En general, los abogados acept: sejo por ejemplo, pocos dirigen el interrogatorio directo ador. nados con una nariz de goma roja y un par de aletas. Sin e bargo, en el interrogatorio directo uno puede utilizar diferentes formas de las preguntas e incluso formular preguntas sugestivas cuando ello es apropiado. Las preguntas son importantes ferrogatorio direct fo probatorio, sino porque son para determinar el conte; Tde del 4 de mayo usted estaba en la estacion tro de gas con autoservi P: éHubo un robo en ese lugar y a esa hora? R: Si P: 2Usted estaba de pie cerca del cajero cuando alguien se abalanzé con un arma de fuego y exigié que le entrega- sen todo el dinero de la caja registradora? P: dLa persona después r R: LA DETENSA EN JUICIO 81 las preguntas son objetabl margen de Las re terrogador. Imagine, (0 final que el fiscal podria re efior Wall, usted recuerda la declaracién del t ocular. Declaré sin vaeilar, y aqui ci Desde este punto de vista, el “peor” interrogatorio directo tal vez no sea el que abunda en preguntas sugc can repetidas objeciones, sino mas bie in obj directo persuasivo depende en parte de que uno formule preguntas de acuerdo con los objetivos que ice variard de acuerdo , fa fase del testimo- y el temperamento judicial, Las Begin un continuo que desafia lara. Pero la mayoria de las preguntas tienen cerrado 0 sug Por favor,~. inta, y sus ventajas e inconvenien- 4, Preguntas narrativas Las preguntas narrativas (o “preguntas que exigen una res- las respuestas, e Pregunta narrativa jue describa una serie de 82 PAUL BERGMAN limita al testigo a la descrip- iecho. Los ejemplos de preguntas narrativas in- cluyen las siguientes formas: “Por favor, describa el choque que sucedié el 3 de junio en el cruce de las avenidas Beach y Desei “4Qué sucedié después de que el sefior Dumpty lleg6 al borde superior del muro?” ae “Describa la cirugia artroscépica que usted practicé Ia rodiiadevecha a zeae son POF 80% Signnos lo que se hablé en esa eonversa- cién.” “Describa la apariencia del demandante después que as6 al lado la aplanadora.” Las preguntas ni is a menudo elevan la credibilidad del testigo, porque los testigos estén en libertad de describir los hhechos en sus propias palabras. En lugar de aparentar que se ofrecen respuestas memorizadas y programadas, los testigos eli- gen sus propias palabras, y es abundantes, ms vivaces y quiz4 incluso emotivas. Las preguntas y las respuestas narrativas pueden aumentar la credibilidad también porque son una forma familiar del didlogo social. Des- ppués de todo, en las ocasiones sociales tendemos a preguntar a nuestros amigos: “Digame lo que sucedis”. No decimos: “Quiero averiguar lo que sucedié, pero no me lo diga. Permi- tame formular una serie de preguntas”. Es importante cl hecho de que las preguntas narrativas también nos permiten destacar los aspectos mas importantes de las respuestas de los testigos. Las preguntas narrativas del tipo de “Diganos lo que sucedis” contribuyen poco a estimular la ales, es posible destacar Ia ficativa. Por ejemplo, consideremos esta pregunta narrativa y su respuesta: P: Después que usted llegé a la pared, équé sucedi6? R: Bien, esta persona de forma un tanto extrafia insistia ‘en repetir “Voy a saltar, voy a saltar”. Unos minutos des- pués, se incliné hacia adelante y cayé al suelo. En ese mo- ‘mento los hombres del rey habfan legado en los caballos del rey, pero era demasiado tarde. . En una formulacién bastante tipica, esta respuesta narra- tiva suministra un esbozo del hecho, pero escasos detalles. Si este hecho es importante para las cuestiones.en disputa, Ia respuesta nos permite formular preguntas de seguimiento que destacan detalles especificos. Aunque los detalles pu tener su propio si ito pri nos miieve al buscarlos, es sencillamente subrayar el hecho mismo. En el ejemplo mencionado més arriba, algunas pregun- tas que pueden aportar cierto subrayado adoptan la siguiente forma: P: Usted dice que la persona tenia una forma extrafia. 4éPodria describirla con mayor detalle? R: Bien, era més o menos ovalada, muy pélida y sin pelo. P: Cuando gritaba “Voy a saltar”, Zeémo era el tono de la vor? R: Muy aguda; a menudo parecia que se quebraba P: ECuéntos caballos del rey habia allt? R: Es dificil decirlo exactamente. Ignoro si alli estaban todos, pero vi por lo menos veinte. Obsérvese que las preguntas de seguimiento pueden ser muy especificas (“éCudntos eaballos del rey habfa?”) o abiertas 84 PAUL BERGMAN (“iPuede descri dos casos, uno con més detalle?”), En cualquiera de tos rede for interrogaci6n se asemeja a las capas de las c prende detalles de los hed portancia. Cuando co: propio criterio y fa brayar un hecho sin formular jamés una pregunt “preguntada y contestad uno puede su- ‘que ya ha si nto, més arriba, posee un ‘0 subrayado. El abogado precede la pregunta con la repeticion de la respuesta del tes. fia”. Es sted dice que la persona tenia una for te que en el intertogatorio directo uno mente a la formulacién de preguntas. La rep onio importante s6lo con el fin de conseguir que el juzgador la escuche de nuevo probablemente es una actitud impro la referencia ocasic imonio precedente como ara una pregunta ulterior generalmente es a Pese a sus muchas ventajas, siempre son adecuadas. Algunos una respuesta narrativa sin que ét sado y memorizado. En su forma sultado de una respuesta que incluye cierto exceso de d Por ejemplo, examinemos esta pregunta y su respuesta: P: €Y qué sucedi6 después que usted lleg6 a la pared? R: Esa persona de forma extrafia estaba sentada sobre el borde superior de la pared. La pared tenia por lo menos una dde 5 metros. No sé cuanto tiempo llevaba sen- tada alli. Me parecié extrani tenia el cuerpo ova- lado y muy pal 1@ era una per- sona ‘buena. Insistia e ” con voz muy lo menos diez veces duran- aguda, Seguramente “ndola, antes de saltar. te-el minuto que yo 1A DEFENSA EN IUICIO 85 Esta respuesta excede la tipica contestacién narrativa para dilucidar interrogantes especificos que no fueron formulados. Una respuesta de este cardcter a menudo carece de credibilidad, porque tiene un aire artificial. Asimism uestra capaci dad para formular preguntas de se porque muchos detalles que quizé uno quiso obtener para subrayar ciertos as. pectos ya estan registrados. Asimismo, uno debe evitar las preguntas narrativas cuando los testigos tienen un cardcter francamente ten Algu- unos testigos utilizan la libertad narrativa para vilipendiar a un adversario 0 volcar un comentario social. Consideremos este fragmento de un interrogatorio directo: " P: €Y qué sucedié después que usted lleg6 a la pared? R: Bien, esa pared ha sido una trampa mortal durante aiios. El sefior Dumpty es la quinta persona que, segtin re: cuerdo, quedé atrapada en ee lugar el tltimo aio, éAlguna vez el rey hard algo excepto enviar a sus ji cada vez que hay una tragedia? De todos modos, af estaba el sefior Dumpty... Este testigo parece més interesado en su propia opinién que en lo que sucedié realmente. Tanto porque muchas, nas descontian de los testigos que parecen francamente partidis- tas, como porque Ia tolerancia de los jueces frente a este género de testigos es escasa, tales respuestas suelen carecer de credibi.- ‘Una tercera situaci6n en que las preguntas narrativas pue- den ser poco sensatas es aquella en que los testigos tienden a la digresién. Por ejemplo: P: Muy bien, usted esta junto a la pared. £Qué sucedié entonces? R: Le aseguro que llegar a la pared no fue ficil. Habia caballos por doquier; todos los caballos mente estaban en las calles. Cuando vi Dumpty, me asusté de veras. La escena me sign en que mi hermano... 86 PAUL BERGMAN La atencién del juzgador se disiparé répidamente con se- mejante testigo, y asf se pierde el efecto de la evidencia impor- tante, Como tienen conciencia de las posibles fallas de estos ‘muchos jueces apoyan la objecién en el sentido de que cierta “pregunta exige una respuesta narrativa”. Mas alld del temor fundamental a escuchar respuestas extensas de personas que no concurrieron a la facultad de leyes, los jueces también deben proteger el derecho de un adversario a conocer de ante- mano cufl es exactamente la declaracién que probablemente ofrecerd un testigo, en caso de que la totalidad o parte del tes- timonio sea objetable. Sin duda, una pregunta como “Por favor, diganos con sus propias palabras lo que sucedi6” suministra al abogado menos aviso de lo que un festigo puede decir que una pregunta como “ZA qué velocidad se desplazaba el autom6vil?” En cambio, una politica enérgica favorece a los testigos que des- criben los hechos en sus propias palabras, en el interrogatorio directo, libres del control rigido del abogado. De modo que en idad los jueces disponen de considerable libertad para per- mitir las preguntas de cardcter narra Es més probable que los jueces utilicen su libertad en favor de las preguntas narratives si pueden’ contar con que un testigo replicar4 brevemente, en general sin incluir element ta bles. Algunos jueces presuntivamente conceden a testigos como los agentes de policia y los expertos forenses la libertad de res. ponder con narraciones. Puede atenerse a esta misma resuncién cuando las respuestas anteriores sugieren que un testigo lego comiin es “fidedigno”. Consideremos este ejemplo: P: Bien, sefiorita Thori, éd6nde estaba usted a las 18:00 horas del 18 de junio? R: Acababa de llegar a la Taberna de la Estrella y de Jas Ligas, y me preparaba para el turno de la noche, en que yo trabajaba. P: Por favor, diganos lo que sucedié. Oponente: Objecién, la pregunta exige una respuesta narrativa Juez: Apoyo la objecién. P: Cuando usted Ileg6, dhabfa clientes en la tabernia? LA DEFENSA EN JUICIO 87 R: Por lo que recuerdo, dos o tres. Todo estaba bas- tante tranquilo. P: CVio a la seftorita Ray, la dana que esté sentada allt? R: Segtin recuerdo, entré en la taberna poco después que yollegué. =. P: {Vio adénde fue después de entrar en la tabersia? R: Se senté en uin reservado, cerca del tocadiscos. P: Usted se le aceres? R: Sf, fte a recibir su pedido. P: ZY qué stcedié entonces? nente: Objecidn, la pregunta exige una respuesta narrativa. Juez: Permito la pregunta. R: Una de las personas que habia estado en la ta- bemna... que describan los hechos l menor ntimero de rasgos limitativos. Consideremos estas pre- Como las palabras en bastardilla sugieren limites, es posi- ble que los jueces no las consideren objetables por su cardcter narrative, La nimero uno limita al testigo a lo que sea ‘“desusado”. (Por supuesto, Ja pregunta puede desconcertar al empleado de tienda que estd declarando en el robo nimero 57 88 PAUL BERGMAN del cual fue victima.) Las preguntas 2 temporal: el abogado desea escuchar un que sucedié inmediatamente, y no a pi completa de hechos. Por cons de una serie » uno puede usar @ menu la declaracién en las propias tiempo que evita las objeciones nes confirmadas por el juez). formula una pregunta de cardcter na- tar en el curso de la respuesta de ienza a asemejarse, por su longi- "Hamlet Aungue las acide endrgegs que declaran con sus propias palabras, el imonio es el de la “pregunta-respuesta”. tensa de hecho puede ser ra, uno debe interrumpir os fespucstaexcede ef le “El testigo est4 na- ‘do esta situacién, cuando uno desea que un na serie de hechos utilizando sobre todo un es. intercalacién de frases como “Por favor, conti. después” puede servir para indicar a un formato pregunta-respuesta. Al mismo Po, uno puede interealar la enploracion ocasional de fae ne s mediante una serie de respuestas narrativas. , Progumnias abiertas Las preguntas a tivas cuyo aleance en ti pregunta abierta generalmente solo hecho, més que una serie de Preguntas narr F favor, describa lo as suelen Hamar la atencién ico que uno de: LA DEFENSA EN JUICIO 89 “Después que Jas gallinas cruzaron la calle, équé sucedi6?” “Por favor, desci de la palma izquierda dos meses después de la intervencién quirdrgica. “EPor qué fij6 tan alto su buzin?” Como puede verse, las preguntas abiertas también permi- ten que los testigos declaren con sus propias palabras. pueden aportar a la memoria un estimulo un tanto mé: ‘que las preguntas narrat testigos’ suministren puesta. Por consigu , las preguntas abiertas también suelen ofrecer amplia oportunidad de subrayar hechos importantes mediante las preguntas de seguimiento orientadas hacia la ob- tencién de detalles, Por supuesto, en su forma tipica no son me- nos probleméticas que las preguntas narrativas cuando se trata de testigos que declaran en un estilo francamente mecénico, s, las preguntas rrogatorio directo. En lugar de que uno pregunte impre sucedi6?”, las preguntas pueden adquirir hasta cierto punto el cardcter de ta descripcién de un encuentro de boxeo por el Examine este posible interrogatorio directo (soto “Qué lo asust6?” ;Cémo reaccion6 cuando usted Qué sucedid cuando usted lleg6 al hos Quizé-nada tertiblemente dramético, pero en todo caso un poco més interesante que “EQué sucedié enseguida?” . Preguntas cerradas | Las preguntas cerradas tratan de aportar aspectos especifi- cos de la evidencia, Por su forma no sugieren al testigo una res- 90 PAUL BERGMAN Puesta deseada, pero dejan al testigo escaso espacio para des- cribir un hecho’ en sus propi: mayorfa de las pre- guntas cerradas exigen que el ministre una respuesta: “{De qué color era la alfombra?” “ZCudnto duré la discusi6n?” “Después que Vivian dijo eso, 2qué afirmo Pat?” 1aciHéntos angeles pueden bailar en la cabeza de un alfiler? Las preguntas “por s{~por no” son formas més cerradas (ero en general no ilegan a sugeir, porque el testigo slo “@La alfombra era “ELa discusién cont “2Usted vio realmente a los éngeles? __El empleo de preguntas cerradas puede parecer contradic- rogatorio directo que se expresa Por ejemplo, supongamos que usted desea obtener la evidencia de un médico en el sentido de que en el curso de una conversa- cién con el paciente, ese profesional dijo que la boca seca era un posible efecto colateral de cierta droga. La pregunta abierta del ti ppaciente el 3 de febrero” quiz4 no estimule el recuerdo del t tigo acerca de “la boca seca””. Una pregunta cerrada: "Qué usted al paciente acerca de los P tiene més probabilidades de a -curso no alcanza a sugerir la hacia una pregunta més cerra ‘@Usted habl6 de la boca seca?” sted puede orientarse ra, por ejemplo: alli usted obtiene una res- de “hablenos de la conversacién que usted mantuvo con el. i LA DEFENSA EN JUICIO o1 puesta por “si”, puede retornar a una pregunta abierta: “Por fa- vor, diganos lo que mencioné acerca de la boca seca”, ‘Al margen de la posibilidad del olvido, es tipico que sélo las preguntas cerradas nos permiten obtener detalles que real- cen los hechos importantes. Por ejemplo, supongamios que en el ejemplo mencionado més arriba la advertencia del médico acerca de Ia boca seca del paciente fue un aspecto fundamental de los datos. Las preguntas cerradas pueden aportar detalles que quizé nunca aparecerian en la respuesta 2 las preguntas abiertas: “éUsted se refirié al PDR cuando coments la posibilidad de la sequedad bucal con el-paciente?” IE) pacienis Je formul6 preguntas acerea deta sequedad de la boca?’ Ademés de destacar un aspecto de la historia, os detalles también pueden afirmar la credibilidad del testigo al demostrar que recuerda claramente los hechos. ‘Las preguntas cerradas que or pueden aumentar de manera significativa el efecto del tes- timonio directo. Los testigos generalmente declaran acerca de su recuerdo ge los hechos que efectivamente sucedieron. Por Jo tanto, una setie de respuestas que subrayen lo que no sucedié puede ser muy dramética. Uno puede utilizar preguntas con do su relato difiere iplo, supongamos qué ie Ia “sequeded bu- an una tespuesta negativa respuesta negativa para subrayar de qué del que presenta el adversario. Por usted representa al paciente en el cal” mencionado més arriba. El paciente afirma que la conver- sacién que el médico afirma haber mantenido con él no existi6. Una serie: de preguntas que originan la respuesta “negativa” puede subrayar la diferencia: P: {Usted mantuvo una conversacién con el médico el 3 de febrero? R: No. 92 PAUL BERGMAN P: EI médico hablé con usted el 3 de febrero? R: No. P: éAlguna persona del consi con usted el 3 de febrero? R: No. P: cEn algiin momento le mencionaron la sequedad de a boca como un posible efecto colateral de la droga? R:No. io del médico habl6 Uno puede emplear las preguntas cerradas con fines tan ‘umerosos que es dificil catalogarlas. Las preguntas cerradas pueden refrescar los recuerdos de los testigos; obtener informa: Ci6n de testigos que son demasiado j6venes, demasiado ancianos © estén muy enfermos como para responder verosimilmente a las preguntas abjertas; y aclarar respuestas("“No estoy pregun- indole lo que usted creyé que era. Sélo deseo saber Las pr cerradas tambi ejemplo, suponga que usted obtuvo del tes. tigo la historia de una conversacign celebrada el 3 de marzo, y Para lograrlo apelé a una narracién de preguntas narratives, abiertas y cerradas, Usted desea que el testigo y el juzgador re. conozean que el siguiente grupo de preguntas corresponderd a otra conversacién mantenida el 5 de marzo. Las preguntas ce~ rradas pueden desplazar répida y claramente la atencién hacia el hecho siguiente. Cuando uno y el testigo llegan al "hecho si- guiente”, usted abre sus preguntas: P: {Puede recordar otra cosa que fue dicha en la con- versacién del 3 de marzo? R: No, es0 es todo. P: Estd bien, chubo otra conversacién? P: Es decir, édos dias después de la conversacién que usted acaba de describir? LA DEFENSA EN JUICIO B R:Si, P: éDénde se celebré la conversacién del 5 de marzo? R: En el mismo lugar, el vestibulo del Centro Comer- cial K-Mart. P: ZY quiénes estuvieron durante la conversacién del 5 de marzo? R: Yo, Lucie y Graham. Ah, esta vez Beverly pudo acompaiarnos. P: Por favor, relitenos con la mayor fidelidad posible lo que sucedié durante la conversacién del 5 de marzo. En primer lugar... La diferencia principal entre una pregunta cerrada y una pregunta sugestiva es que la primera no sugiere a un testigo la Tespuesta que usted desea. Por ejemplo, consider gunta mencionada més arriba: “2 pregunta ce- ero a un rubro importante de la prueba «por lo tanto impropia durante el ilustrar este punt ‘La conversacién irmaciones de las partes. Por Zquién debe mencionar primero la fecha? El testigo. hace el abogado, en este contexto la pregunta sera sugestiva. El abogado debe preguntar en cambio: “Cudl fue la fecha de la ‘conversacién siguiente?”, . Preguntas sugestivas Después de las palabras “mami” y “papa”. “Objecién, pre- _gunta sugestiva” es tipicamente la tercera frase formulada por los 74, PAUL BERGMAN nifios pequefios que con el tiempo concurren a la Facultad de De- echo. Por consiguiente, uno sin duda sabe que una pregunta su- gestiva es Ia que sugiere la respuesta descada. Las preguntas sugestivas a menudo son sencillamente afirmaciones, con una frase agregada al principio o al final para convertirlas en pre~ guntas. Como ejemplo de preguntas sugestivas tenemos: “El automévil era rojo, Zverdad?" “ZBs cierto que usted nunca vio el documento?” “Un arbol que cae en un bosque desierto hace cierto ruido, verdad?” : i En el supuesto de un testigo demuestre espiritu de coope- raci6n, las preguntas sugestivas generalmente son impropias porque convierten al testigo en el canal por el cual discurre la prueba suministrada por el abogado. Ademds, como las pregun- ‘no permiten que los testigos describan los hechos as palabras, probablemente menoscabardn la cre- igo. De todos motos, uno puede tender a la abundancia excesiva de preguntas sugestivas en el interrogatorio directo. En el se- ‘gundo interrogatorio directo, aunque las reglas no son las mismas de las que se aplican en el primero, la tendencia puede conver. tirse en una verdadera avalancha de preguntas sugest ‘cuando Hegue el momento del juicio uno esté tan con una historia que la relate muy naturalmente. O biet uno desee incorporar al re creer sencillamente que puede narrar una testigo. Encauce estos impulsos narrati PreparaciGn prejudicial, la negociaciGn, las conferencias previas al juicio, la declaracién de apertura y el alegato final. La norma que se opone a las preguntas sugestivas en el in- terrogatorio directo no tiene menos excepciones que la mayoria de las restantes normas. A menudo se nos permite guiar a los ue parecen tropezar con dificultades para dé , @ menudo uno podré guiar a los nihos, a los ue tienen problemas auditivos 0 de comunicaci6n, y 2 0 | LA DEFENSA EN JUICIO, 95 lo. Obligadas a elegir entre el testimonio su- abogado, o quizé la falta total de testimonio, To primer importante, despéchela con Ia mayor plo, uno puede utilizar preguntas sugestivas cuando reclama in- formacién rutinaria acerca de los antecedentes personales: P: Sefor Atila, dusted es un bérbaro? R:Si . P: ZY fue un bérbaro durante ocho afos? R: En efecto, Nueve si cuenta mi tltimo afio de apren- dizaje. Los aspectos complemnentarios de los hechos a menudo no son cuestionados, y: por lo tanto podemos considerarl ‘cuestién preliminar. Por ejemplo, una controversia pue caso de cuestionamiento, ince de la atencién los aspectos subsi- P: Usted asisti6 a una reunién el 26 de agosto, ino es asi? P: éMenkel y Meadow también asistieron? En diferentes circunstancias, usted puede utilizar preguntas feclaracién que un testigo ya sui condesadores iatamente después que le condesa lespués que Uegaron a la R: Sh P: ZY comprobé que ninguno era defectuoso? rueba. El olvid meno desusado, Muchos litigantes pueden men de la persona cuya me ira durante la pr derrumba al ot LA DEFENSA EN JUICIO 7 qué usted se declaré contrario a la Facultad de Medicina a me~ dida que se desarrolla el interrogatorio directo: P: Por favor, diganos 2qué vio al pasar el autom6vil? R: No sé muy bien qué quiere decir. P: Lamento no haberme expresado claramente. Sélo deseo saber Equé observ6 acerca del modo de desplazarse el automévil? R: Nada que pueda recordar ahora. jen, 2a qué velocidad se desplazaba? R: Sencillamente, no recuerdo. P: ZPudo haber sido aproximadamente a 55 kil6nietros por hora? R: En efecto, ahora recuerdo, Observe emo estas preguntas son’cada vez més cerradas. ‘A menudo, la combinacién de las preguntas més cerradas y el hecho de que uno mantenga los dedos cruzados aportan la Jada, antes Je que uno deba apelar a I pregunta st- D. EL COMIENZO DE LOS INTERROGATORIOS DIRECTOS 1. Preguntas acerca de los antecedentes personales Es costumbre que uno inicie el interrogatorio directo reca~ formacién acerca de los antecedentes personales de un Esta parte del examen suele ser breve, por lo menos los antecedentes no guardain relacién directa con Jos te- 's acerca de los cuales declararé un testigo. Por supuesto, el jnterrogatorio acerca de los antecedentes puede llegar a ser mas formacién es importante por referencia a la credi- dad de la prueba, o si uno intenta demostrar la condicién de experto den testigo. ‘Las preguntas relacionadas con los antecedentes personales tratan de poner cémodo al testigo, de conceder al juzgador unos pocos momentos con el fin de que se familiarice con un testigo 98. PAUL BERGMAN antes de escuchar lo que él tiene que decir, y de confirmar la credibilidad de un testigo. Los temas tipicos de indagacién en el dea de los antecedentes incluyen el lugar de residencia y la pro- fesién del testigo, y sus obligaciones laborales de cardcter gene- ral. Que se permita al abogado recabar més antecedentes (por ejemplo, el estado civil del t i ti tiempo vivié en el mismo domi las consideraciones de tiempo, del concepto de eada juez acerca de la importancia del interrogatorio referido a los antecedentes personales, y de que la informacién ejerza cierta influencia so- bre las cuestiones en disputa. Sin embargo, los antecedentes re- lacionados con las obras caritativas de un testigo casi segura. mente representan un material impropio referido al cardeter de la persona, Por ejemplo, examinemos este posible fragmento de it rrogatorio aeerea de los antecedentes! mento de inte P: {Cuiles son sus obligaciones generales en ese lugar? R: Diligencio las visitas oficiales, y Igunos discursos en piblico. P: éD6nde vive? gh Ba Bastbourne, en el distrito Larchmont de la ciu- da jempo hace que reside allt? in, Ese dato es irrelevante, Juez: Abogado, ‘puede responder a la objecién? _ P: Si, Su Sefiorfa, Esta cuestién tiene que ver con un in- cidente que su el ve io de la seftorita Gil El lapso que indario influye di igar en que sucedi6 el auinenta la credibilidad de su de- incidente, y por claracién. Juez: Permitiré la pregunta, pero no se detenga en ella, P: Sefiorita Gillig, érecuerda la pregunta? R: Sf, he vivido allt. LA DEFENSA EN JUICIO 99, Si falta una relaci6n entre la pregunta objetada y el tema en disputa, es posible que el juez.legue a respaldar la objecién. Cuando la prueba a la que usted quiza atribuya el mero ca- récter de “un antecedente personal” en efecto gravita sobre el tema en discusi6n, como sucede en el i arriba, uno puede postergar la formulacién hasta que aborde el testimonio con ef cual se relaciona, Esta es la técnica de to de la evidencia” deserita en la Seccién B-3. En arriba, preguntar a Gillig cuénto tiempo vivi6 en el vecindario, y,formular la pregunta durante el i io acerca de los antecedentes personales, puede relacién entre su familiaridad con la escena y Ia id de su testimonio. Si uno‘ obtiene la informacion al 10 tiempo que pide a Gillig la descripci6n del incidente, es posible que esa técnica contribyya a convencer al juzgador de la id de las observaciones dé Gillig. bsérvese que las preguntas incluidas en el ‘uno no desea de su propia in embargo, es mas probable que uno preguntas abiertas cuando califica a un experto. Las preguntas del tipo de “Por favor, diganos qué obras escribié en el campo de la psico- logia animal”, permite que los peritos exhiban la profundidad de gue los 2, Preguntas definitorias deta escena Después que uno finalizé con las preguntas acerca de los antecedentes personales, comienza a desarrollar el relato del testigo. Pero de acuerdo con una antigua autoridad: “Todos los, comienzos son dificiles”, y el interroga recto no es excep- ‘cin, Consideremos esta posible maniobra inicial: P: Bien, sefiorita Gunning, diganos si hubo algo desu- sado la tarde det 12 de marzo. ‘Oponente: Objecién, Pregunta imprecisa, que exige una respuesta narrativa, Juez: Apoyo la objecién. 100 PAUL BERGMAN P: Sefiorita Gunning, évio al acusado cometer un robo la tarde del 12 de marzo? Oponente: Objecién, es una pregunta sugestiva Juez: Apoyo la objecién, En este punto, es posible que usted ya esté abtiendo su Portafolios y retirando sus papeles, mientras contempla una forma menos publica de hacer el papel del tonto. Para evitar tales acechanzas, quiz4 pueda comenzar la narracién del testigo ‘con preguntas destinadas a definir la escena. Estas preguntas comienzan una narracién con un aspecto contextual indiscutido de un hecho. Como el contexto indiscu- tido es “una cuestién preliminar”, uno puede formular una pre- gunta sugestiva. Una pregunta o dos acerca del contexto fija la escena, y comienza el interrogatorio directo. Uno puede definir una escena llamando la atenciGn del testigo sobre: a) el primer hecho en la narracién del testigo; b) la persona que participé en ese hecho; ©) Ja fecha del hecho, 0 ¢) el lugar del hecho. P: Sefiorita Gunning, deseo llamarle la atencién sobre un robo que usted presencié, dlo recuerda? R: Por supuesto, P: Qué fue lo primero que llamé su atencién..? Con escaso esfuerzo uno est embarcado en el relato. Sin ‘embargo, si el testigo ha sido un auténtico imén por referencia a i LA DEFENSA EN JUICIO 101 los robos, la pregunta acerca del “episodio” quiz deba ser més especttica: P: Sei ing, deseo llamar su atenci6n sobre un robo en que la victima estaba disfrazada. éLo recuerda? Después, suponga que el acusado reconoce que estaba en Ia escena del robo, pero niega haber tenido nada que ver con el mismo. Como no se trata de discutir la identidad, uno puede de- finir la escena utilizando esa evidencia contextual: P: Sefiorita Gunning, deseo llamar su atencién sobre el acusado que esti sentadg aqui, éLove? ~ R: Lo veo. P: dLo vio en la tarde del 12 de marzo? RiLovi. , P: EQué estaba haciendo usted cuando lo vio por pri- mera vez? ‘Quizé el hecho y Ia identidad son tema de controversia, Pero el hecho de que el testigo se encontraba en cierto lugar no ‘es tema de discusién, de modo que usted puede comenzar par- sjempl terse encontrado en Oeste? R: (le falta un poco el aliento) Lo recuerdo, P: LQué vio cuando se encontraba en esa esquina? Finalmente, uno puede lamar la atencién de un testigo so- bre la fecha de un hecho: P: Sefiorita Gunning... Sefiorita Gunning, Zrecuerda la fecha del 12 de marzo? R: La recuerdo. Por lo menos la recordaba cuando us- ted me dijo que viniese aqui. 102 PAUL BERGMAN P: éDénde estaba usted ese dia por la tarde? Ri Yo cestaba en la esquina.. Ps ree Pero tenga en cuenta que a pesar de la preparaciGn, los tes- tigos tienden a olvidar las fechas cuando al “cEI dia 12? ZNo es el cumpleaiios de mi tia?” Si es pou trate de delimitar Ia escena sin apoyarse en una fecha, nari todas estas preguntas son preliminares, uno puede com binar en una sola pregunta una serie de detalles contencion P: Sefiorita Gunning, deseo lamar su atencién sobre robo cometido la tarde del 12 de marzo en la eqn de las avenidas Oeste y Este. CRecuerda el incidente? Una vez delimitada una escena, uno puede i ona pout ean Gi ta conus on Mente pregunta al testigo qué cambi6 acerca de la escena que nada con el cardcter “sugestivo” de la pregunta, Suponga qu ena eicena gue used dents un iesige anit un sendero rural. Usted puede di or un sender Puede desarrollar el asunto del si P: Sefior Wolfe, & i i congas Sgh0" Wolfe, dusted continu descendiendo por el R:No, no lo hice, P: dPor qué no? R: Vi un pequefio claro donde el suelo estaba cubi | Al acercarme mds, vi una fiauta depositada sobre la aja, y algunos pelos que parecian arrancados de un :Qué hizo entonces? Si ninguna de estas téenicas de definicién de ta cficaz, usted puede continuar guard: os ls fe gfeaz, sted pe lar guardando en el portafolios los li LA DEFENSA EN JUICIO 103 E. CONCLUSION DE LOS INTERROGATORIOS DIRECTOS 1. La presentacién de la prueba Pocas consideraciones especiales acompafian a la parte fi- nal de un interrogatorio directo. Si uno practics un interrogato- tio directo en general cronolégico, la narracién del testigo con- cluye con el hecho importante mas reciente, ‘Como sabe que el factor de la “novedad” sugiere que las Giltimas respuestas de un testigo pueden influir més sobre un jumgador, tal vez usted concluya pidiendo a un testigo que repita su declaracién més importante. Al proceder asf, usted esté pro- vocando la objeci6n acerca de la pregunta “formulada y contes- tada”. Sin embargo, los jueces son libres de permitir el tes- timonio, y pueden ejercitar tsa discreci6n en nuestro favor si la declaracién es especialmente decisiva, si uno exhibe una actua- cién breve, y no finaliza rutinariamenté de este niodo con todos los testigos. Las preguntas que usted formule también deben “sefialar” que usted esté terminando: lamente dos preguntas més, sefior Jackson. De \éntas semanas de trabajo perdi6? is. . P: LY cul fue el ingreso de su familia durante esas die- cistis semanas? R: Ninguno. P: Por el momento, no hay més preguntas. nu ‘Muchos jueces acogen dé muy buen grado este tipo. de didlogo, El abogado promete que formularé a lo sumo un par de preguntas, y cumple su promesa. 2. Segundo interrogatorio directo El segundo interrogator formular més preguntas a mularon las repreguntas. gundo interrogatorio direc pladas en las repreguntas de la parte contraria. Es 104 PAUL BERGMAN uno utilice este tipo de interrogatorio para aclarar reas que uizé resultaron confuses durante las repreguntas, 0 para reha- bilitar a un testigo impugnado. La norma general contra el em. pleo de preguntas sugestivas durante el ‘orio directo se aplica también al segundo interroga Es posible que uno no utilice el segundo interrogatorio di- ecto para repetir una‘historia completa, ni para me imera vez temas que uno oF rrogato- rio directo. Pero si por desei itié prueba en el inte- rrogatorio directo, incluso después de las repreguntas uno puede solicitar permiso para “reabrir el interrogatorio directo”. Por supuesto, el abogado de la parte contraria podrd repreguntar en relacién con cualquier evidencia nueva. A causa de su alcance limitado, es tipico que no se sol una narraci6n cronolégica durante el segundo interrogator directo. Mas bien uno suele utilizar preguntas cerradas para lla. mar la atencién de un testigo sobre partes especificas de la hi toria, pero después formula preguntas aclaratorias o rehabilita. doras referidas a cada porcién. Por ejemplo, supongamos que uno representa al demandante en el problema de la muerte ilich. ta, que incluye al transetinte atropellado por el vehiculo que viré hacia la izquierda, En el interrogatorio directo, uno lamé atonal, aunque ella desvié la mi precisamente un instante antes de que atropellasen a “etima, pues deseaba verificar la luz del seméforo. En las repre guntas, los interrogantes de la parte contraria sugirieron que el testigo pudo haber apartado la vista del cruce peatonal durante un lapso considerable, de modo que quizé el transeiinie se retir6 Gel eruce de peatones antes de ser atropellado. En el segundo terrogatorio directo uno puede aclarar del siguiente modo la raci6n de la testigo: * Sefiorita Daar, deseo llamarle la atencisn sobre el momento en que usted desvi irada para verificar el estado de la luz. 2Recuerda ese instante? R: Si, lo recuerdo. LA DEFENSA EN JUICIO 105 P: éCudinto tiempo pasé entre el momento en que us- ted desvi6 la mirada para verificar la luz, y el momento en que oy6 el golpe del camién que atropeliaba al transetinte? R: Ciertamente, no més de un segundo o dos. P: £Cémo es posible que esté tan segura? R: Porque me llevé apenas un instante ver que la luz continuaba en rojo, y ya volvia a mirar a la vi ‘que sostenia en la mano un portafolios del ti taba buscando, y deseaba verlo con més detalle, Cuando estaba volvigndome para mirarlo, of su grito. P: Bien, volviendo al momento en que usted vio que el, conductor del vehiculo que viré hacia la izquierda descen- dié del coche... vA El sey directo es también una oportu- nided de tatar-de rehas igo cuya credibilidad fue atacada, Supongamos que en el mismo ejemplo el abogado de la parte contraria sefala en las repreguntas que la testigo mante- nia una relacién personal y estrecha con el demandante, que es el cOnyuge sobreviviente. El juzgador puede inferir de este tes- timonio que a testigo y el demandante estén relacionados ro- manticamente, y que Ia testigo puede haber mentido o defor- mado su declaraci6n. Las preguntas del segundo interrogatorio directo pueden adoptar esta forma: P: Seforita Daar,, usted se considera amiga del de- mandante? R: Si, como ya le dije al otro abogado. P: éSuele verlo en ocasiones sociales? R:St P: 2En qué circunstancias? R: Siempre con mi marido y nuestros hijos. Nos encon- tramos con él y sus hijos... tienen més 0 menos la misma edad que los mios. : P: &Con cufinta frecuencia se retinen las dos familias? R: Oh, tal vez un par de veces por aio. 106 PAUL BERGMAN P: Usted y el demandante se vefan cuando usted no estaba con su esposo y los nifios? R: No, nunca, P: dHay algo roméntico en su amistad con el deman- dente? F. LAS TECNICAS RELACIONADAS CON LAS EXPOSICIONES CLARAS Y ENFATICAS 1, Aclare utilizando la lengua vernécula dominante fuesen més vividos y memorables, El mundo oral i impone a los abogados algunas de as nece- sidades de comunicacién que jas sociedades preliterarias impo- nian @ sus narradores. El lenguaje llano y simple generalmente aumenta el efecto de las preguntas y las respuestas. Y cuando un testigo, por ejemplo un p ino poco comin, lique el asunto con palabras de la ae 2. La distancia mas corta entre dos puntos Para conferir fuerza a una exposicii de manera directa. No aborde oblicuameni invoque la evidencia la prueba, como un LA DEFENSA EN JUICIO 107 gato que describe circulos acerca del misterioso promontorio de una alfombra. Por ejemplo, si usted intenta demostrar que un testigo estuvo en su casa a las 23:00 horas de ci pregunte si el testigo estd “generalmente” en su casa a las 73:00 horas. Asimismo, si intenta demostrar que un testigo pudo eseu- char una conversaci6n por una puerta abierta, no pregunte sila puerta “a veces” queda abierta. O si quiere demostrar que dos personas discutieron la vispera del dia que rifieron, no pregunte acerca de la “naturaleza” de su relacién, En cada caso, uno puede llegar en definitiva al punto que desea demostrar, pero en el camino la historia puede desdibu- Jarse, En los dos primeros ¢jemplos la, cuestién no es lo que sucedia “generalmente” 0 “A veces”, sino lo que sucedié en de terminada ocasién, En el tercero, la pregunta puede ser tan am- plia que en el tribunal nadie, y menos todavia el testigo, sabré probablemente cual es la prueba pertinente. Una pregunta que porta més orientaci6n, pero aun permite que un testigo declare ‘eon sus propias palabras, podria ser: “Diganos cules son las discusiones que pudieron haber mantenido en los dias que pre- cedieron a la rifia”. Uno casi siempre sabe qué prueba desea ob- tener antes de formular una pregunta. Elija las preguntas que directamente a dicha evidencia. 3. Observe al testigo No, no es probable que un testigo se aleje del | veces, convencido uno mismo de que formulé pregunta narrativa que pueda formularse.a un tes éste tiene una respuesta explosiva que necesitard cinco minutos para formularla, quiz4 nos sintamos tentados de revisar las rucbas o de preparer el alegato final. ° Los juzgadores a menudo recogen indicios acerca del tes- timonio cbservando la conducta del abogado, y si uno mismo no presta atencién a un testigo, es posible que tampoco ellos lo ha- ‘gan. Mas atin, el hecho de que uno ignore a un testigo puede originar la apariencia de que el testimonio fue completamente ensayado de antemano. Asimismo, incluso un bien pre- parado puede suministrar una respuesta sorpresiva. Si uno no presta atenciGn, es posible que formule una pregunta de segui- miento en presencia del testimonio equivocado: 108 PAUL BERGMAN P: £Qué vio después? R: No recuerdo nada més. P: £De qué color era? La atencién y el cuidado con que el abogado adapte la preguntas a las respuestas del testigo puede amentar de me, nera significativa el influjo del interrogatorio directo, 4, Mantenga un registro claro Cuando los jueces piensan en la Posibilidad de mar un registro claro, el piblico al que probablemente denen ea ‘cuenta es un tribunal de apelacidn. El abogado también puede tener en mente esa audiencia, pero su audiencia mas inmediata ¢s el juzgador. Una serie de consideraciones relacionadas con sel Seer puede afectar el influjo de un interrogatorio di- Cuando la respuesta de un test en cierto tipo de gesto, tome la términos verbales. Si no espera que tono profesional a su it puede mover la cabeza Usted puede responder: mativa?” Cuando usted adopta esta acti id, recuerde ue emu a oereadanes gata resuede qu ner: al testigo tendido bien su declaracién. O bien puede decir a un testigo: “Por fave onda ala pregunta por sf 0 por no, de modo que el cronista judicial y todos podamos aa ‘exactamente cudl es su respuesta. testigos a menudo responden por gestos a las - tad ais cami pend or ges as preg verbales. Por ejemplo, un testi ketchup estaba aqui”, y lleva la mano a la zona de su pecho. O bien afirma: “Tan joe de mi como yo lo estoy de usted”. Ante el primer gesto usted 4 indicando que el ketchup estaba a ut eat Y para el segundo to su comenta: una distancia de aproximadamente En muchas salas de tribunal hay dl me incon tancia entre el estrado de. los testigos y distintos puntos de sala; uno puede pedir al juez que se proceda a utilizar un “a una pregunta consiste de traducir el gesto a LA DEFENSA EN JUICIO 109 grama para obtener més exactamente el equivalente de los ges- tos del testigo. Por otra parte, muchos jueces permitirén que uno convier- ta ef gesto del ‘en términos verbales. Las tradicionales palabras mégica fican que uno no esté atestiguando, sino sencillamente aclarando un gesto del testigo, son: “que se que en el registro”. Por ejemplo, usted puede decir: "Que el re- gistro indique que los cabellos del testigo muestran que la elec- tricidad est4 funcionando”. El problema de reducir los gestos a la forma verbal es un poco més cor ‘cuando los gestos de un testigo tienen que ver con una actividad “dinémica”. Por ejemplo, el testimonio verbal de un acusado que acompafia a sus gestos para demostrar Jo que sucedié durante una rifia puede consistir en los siguientes elementos: “Ella hizo esto, y él hizo aquello, y entonces ella des- liz6 el brazo aqui debajo, y la cabeza del’ hombre cayé hacia atrds del siguiente modo”. No es posible sefalar fécilmente los movimientos fisicos fluidos mediante la descripcién verbal. La jor posibilidad en una situacién ast quiz4 sea pedir al testigo que repita el incidente paso a paso, y entonces “congelar” los zgestos del testigo en momentos significativos. Con los gestos congelados, uno consigue algo parecido a una “instanténea” es- tatica de diferentes fases de la actividad, y puede describir ver- balmente a cada una. Asi, uno puede decir: “Usted esté indicando ahora que la mujer se encon- traba de pie casi directamente detrds del hombre; ella tenia el brazo derecho alrededor del cuello del individuo, y lo obligaba a levantar la cara en un Angulo de aproximada- mente 45 grados, y tenfa la mano izquierda cerrada sobre Ja mufieca izquierda del hombre, y le sostenfa el brazo izquierdo a In espalda, dobludo a ta altura del codo, en Jo que podia denominarse una media ave Nelson, Era asi?”, “ties” verbales del propio abogado pieza del registro. Por n © por el deseo de darse tiempo para pensar, durante el i quizé el abogado murmure repetidas veces: “aja” después de cada respuesta. Quizé uno se LA DEFENSA EN JUICIO ut las de un relato que suponga erradamente que un ad- también sabe a qué atenerse. ‘evidencia que puede perjudi- terrogatorio direct worable en la mente de un favorable puede perdurar a ‘impugnacién del oponente. En cambio, si uno in- riamente la prueba impugnatoria en el interrogato- (0, puede impedir que el juzgador se forme nunca una primera impresiGn favorable. despachar cuatrocientas “el 7 de agos e ;portante para eliminarlos. © bien la de imponerse’una pausa entre una respuesta y la pregunta suede superar la necesidad subconsciente de crear un iempo artificial de pensamiento utilizando me ; 6, Puntos de referencia ale la pena evocar elementos pejudiciles Los puntos de referencia son elementos de prueba que ya | i : estén en el registro y a los cuales uno alude en una pregunta. La sabiduria tradicional sugiere que uno suaviza parte del Utilice con parquedad los puntos de referencia y sélo en un es- filo de las repreguntas de un contrario sefialando durante el in- fuerzo sincero por aclarar el testimonio, no sea que su exposi- t 10 que es probable que de todos modos salga a cin se parezca demasiado a la de un testigo. luz cierta informaci6n perjudicial. Por ¢}. Por ejemplo, consideremos esta secuencia del interroga- todas las partes saben que nuestro principal test torio: verde” hablé en la convencién ar rdotes, y Rabinos, P: 2Qué sucedié enseguida? ar al elgg ae ie nueseo segecla: {Y despues qué sucedis? curso de las repreguntas? Es mejor tracr a colacién el tema en el : Por favor, continde. interrogatori con lo cual se demostrar4 que uno actia P: Después que él se puso los nudillos de bronce, équé sucedi6? franqueza. Ademés, quiz4 uno pueda obtener in- En el supuesto de que la prueba representada por los nudi- ue uno puede decir una mentira sin caer fulminado por los de bronce ya esté en el registro, la ditima pregunta es un ¥ = punto de referencia, Recuerda a todos en qué punto exacto de la Pero uno debe condicionar Ia sabiduria tradicional, En harraci6n se encuentra el tet primer lugar, no debemos evocar elementos perjudiciales que no | “Asimaisma, uno. puede con,un punto de referencia si, mas que t tigo en el desarrollo de su relato en el tiempo, usted desea a atribuir a_un adversario més conocimiento de los aspectos Per) del caso que nos interesa que que el tener una descripcién més amplia de un hecho que el testigo ar ¢ realmente, Ast como algunos, 105 per | mencioné antes. Aqui, Ia pregunta del punto de referencia man- ien conciencia de una mancha o una arruga en tiene la atencién del testigo fija en el acontecimiento a n ponen en forma equivocada que todos estén en la del cual estd atestiguando, y busca el detalle de un aspecto li- tacién, también usted puede estar tan familiarizado mitado: 112 PAUL BERGMAN P: Qué sucedi6 después que él salt6 del camién? R: Me aferr6 y me arrojé al suelo. Después, comenzé a descargar puntapiés sobre mi cuerpo. Me puse de pie y es- eapé, pero él me persigui6 armado con un garrote. P: Usted dijo que él lo amenaz6 con un garrote. 2Puede describir con més detalle ese garrote? Un punto de referencia también puede aclarar un testimo- nio ambiguo. Por ejemplo, un testigo que describe heroicamente Jos caminos convergentes de seis automéviles en un cruce dice: “Se desplazaban a 55 puta entre dos mujeres, un era Una estépida endomorfa”. En cualquiera de los dos casos, el Juzgador no puede decir quién hizo o dijo qué cosa. Utiice tna pregunta del punto de referencia: P: Usted declaré que uno de los dos automéviles se desplazaba a la velocidad de 55 kilémetros por hora. cA qué automévil se referia? ° P: Usted atestigué que una de las mujeres dijo que la otra era una estdpida endomorfa. {Qué mujer dijo eso? d puede usar un punto de referencia tam ha saiteado cierto testimonio, y sit igo hacia la parte ol P: iQué sucedi6 después? imos a la autopista, y de pronto vimos enfrente sa fuente gigantesca de spaghet P: Después que ustedes partieron, pero antes de ver la fuente de spaghetti, .qué sucedis? Un punto de referencia también puede aclarar dénde los testigos coinciden o discrepan. Por ejemplo: LA DEFENSA EN JUICIO 113 contenfa ojos de salamandra y pates de rana, pelo de mur- ciélago y lengua de perro. {Usted coincide con él? R: No; es claro que no. El contenido real era... 7. Testigos acummulativos El abogado a menudo puede encontrarse en una situacién igo expone esencialmente la misma infor- quiza sus clientes son odnyuges 0 socios ‘comerciales, y cada uno de ellos particip6 en grado casi idéntico en las transacciones que dieron ocasién a un juici declatan en su favor. Usted igos? En caso negativo, ésobre ‘eufles son los testigos que convocara? los testigos que seg Clarence Darrow durante la década de 1930. Darrow defendia a tuna familia de negros que se habia mudado a un vecindario del Medio Oeste, que antes habia sido totalmente blanco. A todos los miembros de la familia se los acus6 de asesinato por balear a un blanco que estaba frente a la casa de la familia negra. La de- familia estaban defendiéndose ‘que se habian reunido frente ‘que no habia una turba frente a Ia casa, y lam6 muchos testigos en abono de su tesis, Darrow uso si los testigos de la acusacién eran las tinicas estaban frente a la casa, su ndimero era suficiente una turba, El juicio desembocé en un empate del ante una turba a la casa, La acus: ,Y asi sucesi- vamente, Mas ain, el razonamiento que afirma que “la cadena fa como el eslabsn més sugiere que Ia escasa idad de un testigo puede afectar a todos los testigos. 114 PAUL BERGMAN Asimismo, si una palabra que uno repite constantemente co- mienza a perder significado, la prueba repetida pierde senti por lo menos pierde efecto emocional. Fi i ss6lo uno o dos que sumini hechos, y pedir a los fes que declaren s6lo acerca de los hechos més decisivos. Si el juzgador llega a saber que los tes- tigos que usted no convocaré pueden estar disponibles quvsé ws. ted deba concertar un acuerdo que impida que cl juzgador ex- traiga implicaciones negativas de esa ausencia. La estipulacién deberia adoptar esta formula: mento, A, By C atestiguardn mite que el abogado de la parte contraria testigos que declarardn, sin acordar por caso la exactitud o la credibilidad de su G. PRESENTACION DE PRUEBAS 1. Introduceiéa Esta seocién repasa los procedimientos mediante los cuales es tipico que uno offezca materiales como evidencia. Pero debe advertirse que muchos jueces tienen métodos peculiares de ma- nipulacién de los elementos de prueba. Antes del juicio, uno siempre debe consultar con el empleado del tribunal y/o con un abogado que haya intervenido en un caso ante el mismo juez, para conocer los métodos preferidos por éste en el manejo de la Presentacién de evidencias. de prueba son “ilustrativos del testimo- ilustrativas pueden aumentar el interés, la lidad de un interrogatorio directo, pero ca- recen de significado independiente al margen de la declaracién LA DEFENSA EN JUICIO us de un testigo. Entre los ejemplos de pruebas ilustrativas pode- mos mencionar el arma que es un facsimil de la que se utiliz6 en elcrimen, una fotografia del arma del crimen, un diagrama de I escena en que se cometié el asesinato, y un videotape de un liti- gante supuestamente obligado a guardar cama que esta jugando al golf. Pero cuando los elementos de la evidencia real e ilustra- tiva franquean el umbral de la sala del tribunal, son todas prue- bas, y en general los métodos de presentacién de los mismos idencia son i cd recuerda la decidida preferencia de la gente aprendizaje visual més que por el oral, no tropezard con tades para comprender por qué usted mismo busca la of dad de proponer elementos de prueba como evidencia. El +s del juzgador por el testimonio se acentiia siempre a causa de Jos elementos de prueba. Sin embargo, los elementos de prueba no sdlo comprometen el interés del juzgador; ademés, exhiben ‘otros aspectos persuasivos. Los elementos de prueba estén me- nos expuestos que lo las afirmaciones referidas a un presunto error. Por ejemplo, la mayoria de nosotros considerard que una fotografia de la escena de un accidente es mas exacta que la descri tigo, Recuerde que una imagen vale més que tres mil palabras (Corregimos Ja equivalencia en vista de la inflacién). Ademés, los elementos de prueba tienen més durabilidad que el testimonio. El testimonio oral se dispersa como una ola gue rompe sobre la arena, y quiza renace provisionalmente en el alegato tinal del abogado 0 cuando un juez concede el pedi del jurado que solicita la lectura de una parte del testimor durante las deliber . Pero Jos elementos de prueba cor icamente presentes en la sala de jo. A menudo pueden encontrarse a la vista del juz zd sobre la mesa de los abogados, sobre el escri del empleado, o depositados sobre un cabailete, Mas tarde, la mayorfa de los elementos de prueba acompafan al jurado cuando éste pasa al sal6n de deliberaciones. Los elementos de prueba también nos permiten subrayar el testimonio mediante la repeticién. A menudo uno puede pre- sentar Ia evidencia una vez wente, y de nuevo en el con- texto de un elemento de prueba. Finalmente, uno puede presentar pruebas simplemente para satisfacer las expectativas de los jurados. La mayoria de los el 116 PAUL BERGMAN conceptos judiciales de los jurados en rel provienen directamente de Hollywood. En filmes, los abogados pueden entrar en las das a depésito en busca de las pruebas, y por presentarlas por docenas como evidencia. Por consi Jurados pueden suponer que si uno se preparé exha ¥ tiene un caso sélido, también dispondré de un portafolio re- Pleto de pruebas. Por ejemplo, en un caso penal, un jurado puede razonar asf: “{Cémo puedo condenar a un acusado ‘cuando no me presentaron muestras de las huellas digitales?” En un litigio comercial, es posible que un jurado no esté conven- sino le muestran los con el proceso én O borradores y los memos que lo precedieron. Aunque uno no Puede presentar pruebas carentes de relacién con el asunto, del mismo modo que no puede ofrecer tn testimonio desconectado con el tema, por Jo menos debe considerar cules son las prue- bas que un juzgador espera que el abogado presente. or stipuesto, uno pede presentar pruebas como evidencia durante las repreguntas, incluso, después de acordado, du- rante la declaraci6n inaugural o el alegato final. Pero en general, uno presenta pruebas durante el examen directo. 2, Mareaci6n de las pruebas La prueba que uno presenta en un debe estar “marcada” con fines de identificacién. La marcacién suministra tun modo seneillo de aludir a las pruebas y distinguir unas de otras. Una vez que se mares una prueba con un naimero o una letra, refiérase a su marca cuando habla para el registro. Piense ‘en que una persona trata de entender a qué documento usted se refiere cuando el texto dice: “Testigo, vea esto. ZAlguna vez vio sta letra? ZY ‘Compare cor vio el numero 1 del demandante dencia. Sucede 2 menudo que las pruebas de los demandantes estin numeradas y las que presentan los acusados estén sefiala- das con letras. Uliimamente, en un cambio radical, algunos jue- LA DEFERSA EN JUICIO 7 ces usan tanto letras como nimerds, y marcan consecutivamente las pruebas de todas las partes. Hasta el momento en que el foro judicial pueda convencer a los fabricantes de objetos que probablemente se convertin fen pruebas de la conveniencia de grabarles pequefios ndmeros © Tetras, el proceso de marcacién continuaré siendo manual. En muchas salas del tribunal, uno marea una prueba cuando la muestra por primera vez un testigo, Algunos jueces exigen que Tas pruebas estén marcadas antes del juicio; las pruebas incliso pueden estar marcadas de acuerdo con un orden previ al Un ejemplo del proceso de mareacién en el caso de un elemento dela evidencia real adopta la siguiente forma: P: Qué vio inmediatamente después? : El desenfundé un arma y comenz6 a manipularla en diferentes direcciones. P: Su Sefiorfa, aquf tengo un arma de fuego. Antes le agregué un membrete blanco, con el némero “1” y agregado al arma. 2Es ‘marear el arma nero 1 del Estado con fines cién? Juez: Puede maredrselo de ese modo. P: He mostrado el ndmero 1 del Estado al abogado de- fensor. {Puedo acercarme al testigo? ‘Juez: Puede hacerlo, P: Le entrego el niimero 1 del Estado, y le pregunto si lo identifica. Si, se parece al arma que él estaba agitando, P: (El al continia formulando otras preguntas fundacionales, si tal cosa es necesar Un ejemplo del proceso de mareacién con una prueba ilus- trativa adopta la siguiente forma: P: 6Y qué sucedi6 después? R: El automévil terminé contra el arbol. Parecia que el roble y el automévil se habian fusionado, 118 PAUL BERGMAN P: Su Seforia, aqui tengo una fotografia que ha sido marcada previamente como el mat ” de la defensa, y ja he mostrado al abogado defensor. éPuedo acercarme al ir de este momento no necesita Juez: Adelante, y a ps pedir autorizacién, P: Entrego el material “B” del acusado, y pregunto si reconoce lo que describe. R.. El proceso de marcaciGn es un poco més complicado cuan- do uno tiene miltiples pruebas del mismo tipo. Cuando uno tiene nada més que un arma como prueba, el registro puede re- ficjar la prueba niimero 1 como un “arma de fuego”. Pero, équé sucede si uno se propone presentar cuatro cartas, tres fotogra- fias y dos palomas? El registro ya no puede reflejar esa prueba nGimero 3 como una ” o lina “fotografia”. Para distinguir una prueba de otra, ique una carta como la “carta fechada el 28 de junio", y otra como una “carta fech: 2Uno tiene dos cartas fechadas el 28 de j i Uno busca una caracteristica que distinga una “Su Sefioria, tengo dos cartas fechadas el 28 de Junio. ¢Puedo marcar demandante nfimero 4 la que est dirigida a Smith y demandanje némero 5 la que esté dirigida a Wessor Cuando. uno marea un mi i de una prueba, por ejemplo la fecha de una carta (por supuesto, ‘a menos que la fecha misma tenga importancia decisiva). Por ejemplo, uno no marca una carta identificéndola como “una arta en que el acusado realiza un reconocimiento pleno, duro inequivoco de todos los elementos de nuestro reclamo de in- demnizaci6n”. 3. Autenticacién de materiales de prueba Una vez marcado, ef material de prueba debe ser autenti- cado. La autenticacién significa que un testigo declara que un material de prueba es Jo que uno afirma que es. Asi, después LA DEFENSA EN JUICIO 19 ‘be mostrarlo al testigo y pedirle el error de mover en el aire un que uno mareé un mater que lo identifique. No de prueba desde ‘ma el nexo entre el objeto y el testimor ° rueba Por testigo declara que: Por ejemplo, “Esto parece el arma de fuego que él esgrimta”, 0 “Bota es la carta que yo envie teclamando la devolucién de mi dinero”, 0 - . “Esta foto muestra el automévil’ después que cayé sobre el viejo roble”, Para destacar la credibilidad del testimonio que autentica, uuno puede preguntar enseguida al testigo: "Revonoce este ob- jeto como”, por ejemplo, “el arma que esa persona agitaba” 0 “la carta que usted envid?” Al responder, los testigos. general- mente pueden iar ‘de una prueba, 0 sv iniciales que agregaron al mate- j6n probatoria que tiende a surgir ién es el conocimiento personal de un tes- tigo. El conocimiento personal no debe representar un problema siun material de prueba es un memo preparado por el testigo, 0 fotografia que describe una escena observada por un tes- "En otras ocasiones, uno tendré que organizar una “cadena de custodia” con més de un testigo para demostrar el conoci- miento personal. Por ejemplo, supongamos que un material de prueba esta formado por drogas ilegales. La autenticaci6n px bablemente exigiré por lo menos dos testigos: el agente de cia que $2 apoder de las droga, y el ‘determinar su composicién quimica, Esa evidencla de que la prueba presentada ante el tibunal es el mismo articulo que el agente de policia secuestré y el quimico analiz6. 120 PAUL BERGMAN 4. La presentacién de pruebas: Ia creacién de una base Una vez que un testigo autentica und prueba, suministra todos los fundamentos exigidos por los prindpios de la evidens Por ejemplo, el fundamento en el caso de una carta puede cen la declaracién de un testigo: “Esa es mi firma”, 0 ta es la carta que yo reclamé durante nuestra conversaci6n”. \damento tipico de una fotografia es la declaracién en el sentido de que “Ia foto describe con justicia y precision el lugar en que quedé el automévil cuando chocé contra el Arbol”. Fi nalmente, pronuncie las palabras mégicas: “Puede recibirse ‘como evidencia el numero 3 del demandante (el material B el acusado)?”. Si el fundamento es adecuado, nuncia una palabra incluso més mégia _. Losproblemas de la evidencia que tienden a surgit en rela cin con los requerimientos fundacionales incluyen el conoci. miento adquirido de ofdas, la norma de la prueba m Regla 403 de las Reglas Federales de Prueba. En esenci ala 403 afirma que un juez puede excluir la evid si su valor probatorio se ve compensado sustai peligros del prejuicio injusto, la confusién de lo idad de que induzea a error a un jurado, o por cor nes relacionadas con los tiempos. Uno puede co cualquiera de una serie de obras acerca de la evidencia, aten- diendo especialmente a la ju ion k deli in ene: adecuado en relacién con oo mea in aspecto importante que se origina después de recibida tuna prueba como evidencia es lograr que los jrados Since su contenido antes del alegato final. Este aspecto no es blema cuando j trado querré examinar todo Jo que usted muestre al ero en un juicio por jurado, si un material de prueba pasa de ln ‘mesa del abogado al juez, al testigo, a una caja sobre ia mesa del empleado, Zcudndo el jurado podra echarle una ojeada? En lo un bate de béisbol. luno desea que los jurados examinen una carta o una fotografia, pida autorizacién al juez para mostraria al jura- do, Como se necesitara un tiempo para permitir que cada jus rado examine el material de prueba, y durante ese periodo sera necesario interrumpir la formulacién de los testimonios, es po- LA DEFENSA EN JUICIO 121 sible que el juez se niegue:,“Podrétt hacerlo durante las delibe~ raciones. Continuemos”. Como respuesta, ef abogado puede in- dicar por qué los jurados realmente deberfan examinat el mate- rial de prueba en el curso del testimonio: “Su Seforia, si se me permite una explicacién. Este testigo declararé acerca de un in- cidente que sucedié en varias habitaciones de una casa. A me- nos que los jurados vean las fotografias de las habitaciones, no podrén comprender la declaraci6 ible, presente co- pias de los materiales de prueba gar una a cada Jurado, con el fin de reducir todo lo posible el tiempo de la interrupcidn. Por otra parte, en una iniciativa quiz mas costosa, uno puede obtener una versién ampliada de una prueba y mos- trarla sobre un caballete. ; ‘Cuando conclaye una declaracién acerca de un material de prueba, uno puede sentirse tan ineémodo con éste como era el ‘caso con las manos cuando tuvo que pronunciar un discursos en ‘séptimo grado. En cualquiera de ambas situaciones, la nica re- gla ala cual no debe faltarse es la que se simboliza en Ia palabra ¥en": uno no mete las manos “en” el bolsillo cuando pronuncia un discurso, y no debe guardar pruebas “en” el portafol pués que fueron recibidas como evidencia. En much: ciones, las pruebas se convierten en propiedad del que un juez ordena su liberacién, Hasta ese momento, deben permanecer custodiadas por el empleado. 5. Diagramas Un diagrama es un dibujo esquematico, que en su forma la escena de hechos importantes de una histo- in de objetos visuales que los jurados pueden ‘menos, si uno los evar consigo al momento de deliberar (por prepara sobre papel, y no en un pizarr6r tan las mismas ventajas que otros materiales. Ademis, los dia- gramas pueden acentuar la - Muchos {estigos que responden nerviosamente a las preguntas mientras estin sentados en Ia silla del testigo, declaran en_actitud confiada cuando pueden ponerse de pie, caminar y sefalar un diagrama. Ademés, los diagramas nos permiten subrayar Ja de- claraciGn, pues uno puede desarrollar la evidencia una vez oral- mente, y después de nuevo en la forma de marcas aplicedas a un diagrama. Finalmente, comparados con materiales exsticos como 122 PAUL BERGMAN el videotape o Ja recreacién de accidentes de trénsito generada por la computadora, Ios diagramas suelen ser ba obtener un diagrama por el precio del papel ‘eso uno generaimente puede obtenerlo del tribunal. Aunque los servicios de los abogados profesionales de buena gana nos pre- pararén diagramas, a menudo uno sencillamente puede reunirse ‘con un testigo antes del juicio y preparar un esbozo sumario, Después, el testigo puede identificar la escena reflejada en el dibujo, y agregarle personas y objetos, y explicar su desplaza- miento en el curso del testimonio. Si comienza la preparacién de un diagrama en compafifa de un testigo antes del juicio, no sélo ahorra tiempo al tribunal, sino que también garantiza que usted y el testigo coincidan en una imagen visual de los hechos. A veces los abogados llegan al tribunal y presentan complicados diagramas que ellos prepara- ron personalmente, y miran incrédulos cuando un testigo no atina a responder a ia pregunta: “ZSabe lo que representa este diagrama?” aportando un contexto visual a una des- . Los diagramas en general no son efi- ‘caces para describir condiciones abstractas, por ejemplo si la iluminacién i te Stiles para reflejar detalles exactos. Por ejemplo, a menos que nuestro testigo sea el mejor alumno de la escuela de arte local, un diagrama no puede describir exactamente los movimientos fisicos de un testigo durante una discusién, ‘Como los diagramas tienden a ser informales, a menudo puede objetérseles que son engafiosos. Por ejemplo, un dia grama puede inducir a error a un juzgador acerca del lugar en {que estaban los obstéculos que supuestamente interrumpian la linea de visién de un testigo, 0 acerca de la longitud de las hue- las de los neuméticos. Uno puede superar esa objecién subra- yando que no afirma que el diagrama es una representacién exacta de la escena, simplemente ilustra y ayuda a aclarar elt i igo. O también uno puede Jas mar- ién informal es especialmente dificil. LA DEFENSA EN JUICIO 123 ‘Tracemos un diagrama que aporta un contexto visual a esta discusi6n verbal acerca del uso eficaz de los diagramas. Supon- gamos que usted y un testigo han preparado el siguiente dia- grama antes de! juicio: Wun way Es evidente que el dia; ilustrar la declaracién de un En general, uno soli- in con un diagrama a me testigo que declare en re ita iageam dida que desarrolla su declaraci6n, aunque al principio puede obtener tinicamente el testimonio verbal, y después llevar al tes- tigo a través de todo el relato un di zi huiera de ambos casos, en primer término pida al testigo que 1 forma resumida y instalados en la pa- las personas, los automéviles y otros elemen- . Por-ejemplo, en el diagrama reproducido més tos por el estilo. Por-ejemp! agama reproduido mis arriba uno puede pedir al que ic tan las marcas “*” y “o” y los dos recténgul ‘Cuando el testigo narra su historia, pidale que marque los, mientos de las personas y los objetos. Por ejemplo, si en tna narraeién un automovl pasa de tn lugar del diagrama’a igo que indique el nuevo lugar en el diagrama, y mode que demuestre que el mismo automévil ‘cambié de posicién. Como la mayoria de los hechos son “diné- y las personas y los objetos se desplazan constan- 124 PAUL BERGMAN temente, uno no puede resefiar todos los movimientos, salvo que el diagrama se asemeje a un mapa aéreo del sistema de subte- rréneos de Nueva York. Interrumpa al testigo en los puntos im- portantes de, uri hecho, y pidale que reubique a las personas y los objetos sein se encontraban en cada uno de dichos puntos. La marcacién de un diagrama se asemeja mucho a la re- duccién a términos verbales de los gestos de los testigos. Nues- tro objetivo es lograr que la persoria que lee una transcripc mira un diagrama comprenda el relato del testigo, Del mi modo que el gesto que, acompafia al testimonio, esta distancia de mi”, no significa nada a menos que se lo tra- duzea en palabras, lo mismo un diagrama del testimonio en el sentido de que “Yo estaba aqui y el automévil estaba alli, pero de pronto llegé por este camino”, no si nada a menos que las palabras se conviertan en marcas aplicadas al diagrama. Re- cuerde que todos los que estén en la sala del tribunal pueden ‘comprender dicho testimonio mientras el testigo habla y sefala. Uno tiene que recordar que un jurado puede necesiar que se le relea el testimonio cuando el testigo no esta presente, y que un jjuez de apelacién puede leer la transcripeién y mirar un dia- agrama cuando se encuentra solo. Aquf tenemos un ejemplo del ‘modo en que un testigo puede marcar el diagrama mencionado més arriba en el curso de su declaracién: ap Pi, Hamo su atencién sobre el diagrama marcado *Prucba A”. ZReconoce lo que es? R: Sf, es un diagrama de la bocacalle en que sobrevino el accidente, Usted sabe emo se preparé el diagrama? lo preparé anteayer, en su estudio. ¢ lugar se describe en el diagrama? R: Es la avenida Wun, en el punto en que Wun cruza la, calle Della, en el distrito suburbano denominado Hamps- tead Garden. Wun es una avenida que corre de este a este, y Della corre esencialmente de norte a sur en ese lugar. P: Usted aplic6 personalmente las marcas al dia- grama? R:Si LA DEFENSA EN JUICIO. 15 P: Veo dos recténgulos eli el diagrama. {Qué repre- sentan? R: El recténgulo en la avenida Wun es un automévil que se estaba acercando a Della, y emitia sefiales antes de virar hacia la izquierda. El otro recténgulo es el automévil rojo que avanzaba hacia el sur por Della. P: Muy bien. Por favor, aplique la marca “B-1” en ef azul, y una marca auiom6vil rojo. lecha detrés de cada rectdngulo para mostrar en qué direcciones avanza- ‘ban los automéviles cuando los vio por R: Ya esté. P: Al mirar el diagrama, también veo tres marcas “x” y una “0”. Por favor, épodria explicar qué representan esas marcas? R: Si, Las mareas “ cesquina de esa int taba de pie cuando vi P: LY el par de Iineas de guiones que cruzan la calle Della, exactamente al norte de la interseccién con Wun? R: Es un paso de peatones P: ZQué estaba haciendo usted cuando se detuvo en el punto marcado “0”? R: Estaba esperando a Aura David. Es mi socia en el de diseno de 2s, y pensébamos realizar una exposici6n en la firma legal de Cooper & Berg, cuyo estu- dio esté all, sobre la avenida Wun, .ed continus observando los automéviles a quie- nes identifie6 con las marcas Bel y Rel? R: No constantemente. Of un bocinazo, y pensé que pola ser Aura, de modo que durante unos segundos desig izquierda. Comprobé que no era ella, de tra vez la mirada hacia Ia intersecci6n. trénsito en cada 126 PAUL BERGMAN P: Usted vio Jos automéviles a quienes rotulé con las mareas B-l y R-I después que se volvi6 para mirar hacia la interseccién? Ri. P: Por favor, dibuje otro recténgulo en el diagrama, en la posicién aproximada que ocupaba el automévil azul ‘cuando usted lo vio la segunda vez, y aplique a ese rectén- gulo e! rétulo “B-2”. Haga lo mismo en el caso del automé- vil rojo, y asigne a ese recténgulo el rétulo “R-2”. Ri Muy bien, P: Cuando los automéviles estaban en las posiciones B-2y R-2, dusted se encontraba todavia en la posicién que mareé con una “x”? P: ZY la distancia aproximada entre los dos automovi- Jes cuando estén en los puntos “B-2” y “R-2"? R: Estaban muy cerca uno del otro. Quizas unos seis metros. P: LQué velocidad atribuiria al automévil azul cuando estaba cn el punto que usted mares “B-2"? R: Yo diria que... Como lo demuestra este breve ejemplo, la utilizacién de un diagrama puede insumir bastante tiempo. Un testigo que aplica y aclara las marcas, y el hecho de que nosotros mismos aporta- ‘mos detalles, puede representar cierta carga para la atenciGn del juzgador. Los detalles deldiagrama pueden sepultar el frag- mento testimonial sencillo y decisivo que uno desea fijar en Ia memoria del juzgador (por ejemplo, “el automévil rojo estaba acelerando”). Por lo tanto, limite el aporte de detalles a los as- pectos decisivos de los hechos. __ Obsérvese que este examen se realiza sin qué el abogado pida al juez que “ordene asentar en el registro” que un testigo aporté cierto testimonio. Como el lector recordar4, la frase “asentar en el registro” a menudo acompafia a nuestra interven La DBFENSA EN JuIcIo 127 La declaracién del testigo determina que esa evidencia pase al registro. en el punto 6. Pruchas “exéticas” La economia del litigio moderno es de tal cardcter que en Ja actualidad muchos juicios tienen que ver con sumas muy ele- vadas de dinero. Por es0 mismo, los clientes pueden estar dis- ‘puestos a gastar dinero para crear pruebas que. aumenten la cla- ridad, el interés y la capacidad persuasiva de sus Una ojeada a las publicaciones orientadas hacia los litigant gue los abogados, a menudo buscan la ayuda de prof ‘que preparardn pruebas como los modelos anatdmicos, las f grafias aéreas y las recreaciones de los accidentes en videotape, En general, los métodos utilizados para aportar pruebas, “exéticas” son similares a los que hemos descrito més arriba. Es necesario'marcarlos, autenticarlos y presentarlos. Sin embargo, las pruebas ex6ticas a menudo originan objeciones en relacién con la Regla Federal de Prueba 403. Con respecto a los “peli- gros”, la Regla 403 puede determinar la exclusiGn de las pruebas gue no se ajustan muy exactamente a las condiciones implicadas en una disputa. Las pruebas exdticas, a diferencia de I males, a menudo pretenden reflejar exacta y cientifi- las condiciones segtin éstas se manifestaron realmer a las partes, Por lo tanto, estén expuestas a la afirmacién de que sus diferencias co ick i ipe deun accidente obt puede se le, porque las condiciones que describe pueden set demasiado disimiles. Cuando fallan acerca de la ‘exéticas, los jueces pueden tener e de las partes. Es posible que el juicio no cumpla su func orientada hacia la bisqueda de la verdad si una de las partes, que posee enormes ventajas en el rea de los recursos, puéde 128 PAUL BERGMAN ofrecer costosas pruebas exéticas que no estén al aleance de su antagoni Aunque no puede considerdselas “exéticas”, las pruebas que, segtin las palabras de una respetada autoridad, el finado Ir- ving Younger, pueden provocar la ndusea de un jurado, también muy probablemente se verdn excluidas de acuerdo con Jos té minos de la Regla 403. Las pruebas como las fotografias he bles y los brazos cortados a menudo contradicen este principio. i

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