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ssi j capitulo 6 EXCAVACION EN TERRENOS BLANDOS 4, INTRODUCCION s necesatio indicar, por muy elemental que parezca, que los tineles 0 excavaciones sublerrdneas en terrenos 0 suelos blandos no tienen nada que ver con los tineles en roca, puesta que los problemas y la tecnolo- gia para resolver la ejecucién de unos y otros es muy distinta Asi mismo, tampoco es comparable la construccién de tlneles en suelos, cuando éstos se realizan en zones urbanas 0 en el ‘campo, puesto que en el segundo caso no es tan importante la subsidencia provocada, como en el primer, en sl que la ejecucion puede incluir asentamientos 0 movimientos horizontales que provoquen desperfectos en edificios 0 instalaciones, con la consiguiente problematica que pudiera incluso desembo- car en la parada de la obra, Todo esto es mas importante si se’piensa que la mayoria de 16s tunelés en terrenos blandos 0 sueltos son tineles urbanos y, a U vez, la mayoria de los tUneles urbanos es necesario ejecutarios en suetos, debido a que la mayoria de las grandes ciudades se asientan en la orilla de los rios, con las .garacteristicas geoldgicas que esto supone. Esie tipo de tineles tiene el problertia aftadi- do de la rigidez del trazado en planta y aizado, por edificios en superficie, construc ciones subterréneas existentes, lechos de rios, ademas de [a dificultad provocada por los niveles freaticos, susceptibles de ser rebajados pdr el efecto drenaje, que la construccién del tdnel provoca, ton'el consi- guiente peligro de subsidencias en superti- Cie, por los viajes de agua abandonados, los gases nocivos y los liquidos inflamables, A continuacién se relacionan algunos.de los sistemas de ejecucién mas usuales en este tipo de obras, haciendo después unos co- mentarios sobre ventajas, inconvenientes, rendimientos y problematica detectada con cada uno de ellos. 2. SISTEMAS CONSTRUCTIVOS En este capitulo se describen los sistemas constructivos mas habituales, habiéndolos agrupado de forma genérica en sistemas para ejecutar tineles, (secciones compren- didas entre los 40 m?y los 80 m2) y siste- mas para ejecutar cavernas o recintos de gran dimensién, Es normal encontrar tineles proyectados o ejecutados con combinaciones de los siste= mas que se describen a continuacién. (Las. medidas y dimensiones aportadas son orien tativas, debiendo ser revisadas en cada caso. ~ particular), 24, Ténel Normalinente se utilizan dos sistemas, el que se ha denominado efecucién subterré- rea, sin afectar a la superficie y muy condi- cionada por lo existente por encima y el llamado ejecucién a cielo abierto, que como su nombre indica requiere abrir-ef terreno desde superficie, para alojar en su interior lo que luego seré el tunel y posteriormente reslituire a su estado original. La opcion a ‘cielo abierto econdmicamente es competit- va, y Unicamente [6s condicionantes de supetficie, viario, servicios, praximidad de edifcios, elc., y plazos, determinan el siste- ima elegivo. 24.4. Ejecucién subterrénea En toda esta familia de sistemas de ejecu- cién, uno de los problemas que hay que resolver previamente a su inicio es el acceso al frente, ya que el tlinel se encuentra a una profurdidad determinada y habitualmente se parte de la superficie del terreno. Por tanto, equieren realizar unas rampas de ataque 0 acceder desde pozos verticales, con el incremento de coste y tiempo que estos trabajos previos acarrean. Otra parte comtin a los sistemas es la posi- bilidad de realizarios a seccién completa o a media seccién. ‘Seguidamente se describen cada uno de los sistemas tal y como se realizan habitualmen- te. 2.4.4.1. Método Tradicional Consta de varias fases que se van realizan- do sucesivamente, construyendo primera- ‘ments la media eccoién superior y posterior mente el resto. Las fases son: A. Boveda Se inicia la excavacién con una galeria de avance de apenas un metro de anchura, en ‘el eje del tinel y en fa clave de la seccién, con entibatién continua de tabla de eucalipto de 1,50 m de largo por 0,25 mde ancho y 0,025 m de espesor. Las tablas se Van colo- cando a medida que avanza la excavacion apoyadas en el propio terreno forrando la Parte superior de la galeria, lo que supone Una alteracién minima del terreno, Una vez concluida la galeria en toda su longitud, que es la longitud del avance, entre 2m y 2.5m, segtin e! terreno, se colocan las fongarinas, ue son los perfiles. metalicos TH que servi- ran de apoyo a las tablas, disponiéndose tongitucinalmerite al tinel y separados un metro. Entre tas tablas y la longarina-se coloca una tabla corrida haciendo de falso apoyo y s parando éstas con calas pata dejar espaci suficiente a las tablas de los pases laterales siguientes. Esta tabla cortida se denomina falso Las longarinas tienen de 3 ma 3,50 m de longitud, en funcién de la longitud det avan- ce, y se apoyan en pies derechos de rollizo. de dlamo negro en-sus-extremos y.en- et centro, de 1,50 m de altura inicialmente (enanos) y 2,50 m una vez terminada la mina. Entre las dos longarinas se ponen estampidores tresillones de madera. Una vez finalizada la galeria de avance, se comienza a abrir la excavacién a ambos lados de ésta en pases, numerandose éstos con primeros, segundos, etc., segin se van alejando de la mina de avance. La ejecucian de los pases se realiza de forma andloga, pasando las tablas de entibacin.a.través del... falso y acufadas contra la longarina ya colocada. En el otro extremo las tablas apoyan en el terreno hasta que se finaliza la excavacién del pase y se coloca la longarina siguiente con su falso, que permitira pasar a su vez las tabias del segundo pase y asi sucesivamente. De esta forma se configura una particién de la seccién, en secciones de unas 3m? con un sostenimierito unido tansversalmente. Es variable el ndmero de pases a cada lado, en funcién del terreno, pudiendo variar a separacién de las longarinas con el fin de que los pies derechos no se claven en el terreno debide a la carga que les transmite; se suele colocar una o varias calas de tablén como apoyo. Asi mismo, en cabeza se ies Zuncha una pieza de perfil TH para garanti- zat el apoyo de la longarina. Inmediatamente después de ejecutada la excavacién se procede al encofrado y hormi- gonado de la seccién dé béveda, con lo que se impide la dsformacién del terreno, otor- gando al sostenimiento la labor de contener la deformacién instantanea del mismo. La entibacién continua permite soportar tas cargas que transmiten terrenos sueltos con potencia de hasta 1,5 m, impidiendo la deformacién cradual de los’ suélos mas estables que pidieran existir sobre ellos. EI método apota una gran versaillidad, ya que se pueden modificar los parémeiros basicos: =" Ancho del pase 219 wars v1 30 oomosinuon (B) PUpeN ap nape Ua jeudioIpE OOTAN "L ean Ld vanes v7 30 naovavars (2) ~ Longitud de avance. ~ Densidad de fa entibacién y del apuntala- mento, Normalmente se utilizan longitudes de pase desde 1 m a 2,5 m, seg el terreno atrave- sado, y anchos de pase de 1 ma 1,5 m. La entibacién suele ser cuajada de forma siste- matica salvo raras excepciones. La excavacién se realiza con martillos neu- maticos y la evacuacién mediante cintas transportadoras hasta tolva y camién. B. Destroza central Una vez hormigonada la béveds, y con un desfase de unos 5 0 6 anillos, se comienza la destroza, consistente en excavar una caja central dejando un resguardo del orden de 1 a 1,51m en los hastiales, para que los empu- Jes que la béveda transmite al terreno que Sirve de apoyo no formen planos de rotura peligrosos, que pudieran dar origen al asen- tamiento y rotura de la misma, Esta opera- cign se fealiza con maquina excavadera y, ademas, en ella se retiran las-tierras proce. dentes de la excavacién de la boveda que ten en la destroza a través de una o varias cintas transportadoras. Las maquinas ‘empleadas normalmente son del tipo Cater- pillar 965 0 Poclain LC-80 con excavador frontal. ©. Hastiales laterales Finalizada ta destroza, se ejecutarén los hastiales por bataches al tresbolillo. Su excavacién se realiza con la.misma~ maquina que la destroza y se refina.poste- riormente a mano..La entibacién suele ser ligera y poco cuajada Se excavan médulos de 2,5 m, al igual que los aniltos, con tas dos precauciones siguien- tes: la junta de los anilios debe caer aproxi- madamente en el centro del batache con el fin de no descaizar ja béveda completamen- te y, en segundo lugar, nunca se excavan dos bataches enfrentados al mismo tiempo Por razones semejantes. Para encofrar se - utllizan médulos metalicos: Esta operacion que parece tener poca im- portancia, cuando el terreno es relativamen- te bueno, se puede complicar y llegar a ser Una de fas fasés mas comprometidas cuan- do existe abundancia de agua y el terreno tiene poca coherencia D. Solera o contrabéveda Se realiza la excavacién correspondiente con maquina, en una longitud de 10 a 15m (Cinco anillos) para aprovechar los fines de semana, hornigonando posteriormente con plantillas para conseguir la forma de la Seccion tipo. Se puede hacer en toda la luz © por mitades. Cuando el terreno presenta mucha agua se recurre a zanjas 0 pozos drenantes. 2.1.1.2, Nuevo Método Austriaco Modifi- cado Realmente no se trata del Nuevo Método Austriaco, ye que no est basado en ia filosufia del misma, de que el.terreno coope- ra a su propio sostenimiento, permitiendo su deformacién hasta un punto de equlibrio en que el sosterimiento controla dicha defor- ‘macién, anclardo éste al propio terreno. Se le llama asi porque se utiizan los elementos de sostenimiento que se usan en el Método Austriaco, pero aqui termina toda su relacién con dicho procedimiento. El tunel se reaiza en dos fases de avance y destroza, ‘A. Avance La ejecucién del frente de avance, cuya ‘seccién comprende la totalidad de la boveda ‘mas aproximadamente un metro de altura de hastiales, se excava mediante equipos, mecénicos, relrooxcavadores, rozadora 0 pala cargadora, segtin las caracteristicas del terreno, en una longitud de avance variable entre uno y dos metros, e inmediatamente se coloca un scstenimiento primario consti tuido por cerchas de acero, de perfil omega (cerchas TH)’ separadas entre 0,5. y un metro, previamente curvadas con la seccidn de fa boveda del tiinel, se unen con tresillo, nes metalicos separados un metro, de re- dondo de acero de 32mm de seécion, me diarite soldadura, y una capa continua de hormigon proyectado de entre 15 y 20 cm de espesor, con fibras metalicas en una cuantia de alrededor de 40 kg/m’. Lainstalacién de este sostenimiento primario se. lleva con un. desfase maximo: de dos metros respecto a la excavacion, que en los casos que ha sido necesario ha sido previa~ mente sellada y regularizada mediante una capa de 3 om de espesor de hormigén pro- yectada Posteriormente se hormigona la béveda con el revestimiento definitive, con un desfase entre sostenimiento y revestimiento de unos 48 m para permitir hacer otros trabajos de mejora y consolidacién del terreno. Todo el proceso requiere una medicion sistematica de [a deformacién del sostenimiento para tomar las medidas correctoras que fueran necesarias, B, Destroza Se ejecuta de forma similar al métods tradi cional, continuando con fos hastiales y contrabéveda de la misma manera, 2.4.4.3. Método del Precorte Mecanico del Terreno Este método se -ha-ullizado-a-secoiérr-com= pleta y se trata de un sistema patentado que se realiza en las siguientes fases. A, Formacién del sostenimiento. B. Excavacién de la seccién interior. C. Formacién de muretes laterales y.contra- béveda D. Revestimiento definitivo. ‘A. Formacién del sostenimiento Para la ejecucion de este sistema es nece- satio disponer del equips, de precorte del terreno, consistente basicamente en un gran bastidor muy rabusto.que tiene la forma de la seccién del tine! @ excavar, que esta dotado de un equipo de traslacién longitud- ar nal auténomo mediante gatas. hidréulicos. Sobre el bastidor S¢ desplaza Un equipo dé corte de-cadena, que produce en el terreno una ranura perimetral en la seccion a exca- var de 18 a 25 cm de espesor. La fongitud del precorte esta condicionada por la dimen- sién del-equipo de corte y suele ser de 35 m. La ranura perimetral de tres metros se hace por bataches sucesivos a un lado y otro de Ja séccién, rellenandose inmediatamente con hormigén proyectado de alta resistencia inicial hasta completar el perimetro de ta seccin, La forma de este anillo perimetral es tranco- cénico, para permitir el paso de la seccién del tunel g B. Excavacién de la seccién interior Una vez completada la seccion del sosteni- miento se excava el nticleo de tlerras que queda en el interior, dejando un machén central para estabilzar el frente, pudiendo disponer en alguna acasién de anclajes de fibra de vidrio para mejorar dicha estabilidad Terminada la fase de excavacién se ejecuta un nuevo anillo coneéntrica con el.anterior. Los ayances son de 3 a 3,6 m con un solape de 0,50 a 1,00 m entre anillos, fo que da un avance de 2,75 m. Normaimente-se-refuerzan’ Tos anillos’ corr na o varias cerchas metalicas y se acodala la base con vigas metalicas 0 riostras de hormigén que quedan embebidas en la contrabéveda definitiva. C.Formacién de muretes laterales y contrabéveda A la menor distancia del frente, compatible con las operaciones de sostenimiento y excavacién (alrededor de unos cuarenta motros), se ejecutan los muretes laterales que empotrari las bases de los anillos, sobre los que discurren luego el carro del encofra- doy se excava y hormigona la conlraboveda que cierra fa seccién, en tramos de cinco metros de longitud, 219 [ ‘oougoay ayooeig 9 awetpeuljaUR UN 9p vooNsuOg "¢ HNGi4 220 D, Revestimiento definitive Finalmente mediante un encofrado.conven- sional con la forma de seccién total de la boveda del tinei se hormigona el revesti- miento definitive por tramos de unos cinco metros. La separacién entre tas fases se puede acortar en caso de que sea neceserio por problemas derivados de la estabilidad del terreno. Todo el proceso requiere una medi- ciémt de la deformacién del. sostenimiento para tomar medidas ‘correctoras sl fueran ecesarias. : 24.44. Escudos. Para la construccién de tuneles en terrenos blandos e inestables, y sobre todo en suelos permeables sometidos a carga fredtica, se ha debido recurrir frecuentemente a la iizacion de escudos presurizados, exis- tiendo escasas alternativas a los mismos, a {as que, sin embargo, no siempre es posible acid. \ Los escudos presurizados’ garantizan la contencién del terreno del frente de fa exca- vacién, impidiendo, ademas, la penetracién del agua del subsuelo al interior del tine. La presurizacién se biuscé inicialmente acudiendo al empleo de aire comprimido, que se aplicaba bien a un tramo completo del tine} excavado y revestido, al que se accedia mediante esclusas, bien ala zona inmediata al frente de excavacién, que se concebia ‘como una camara hermética. Salvo que se pueda mantener a los opera. ‘ios fuera de fa zona presurizada, esta técni- ¢a tiene hoy en dia importantisimas limita- clones, ‘derivadas de la legislacién sobre trabajos a presion y de la propia penosidad de las condiciones en las que se deben realizar las labores. Se han desarrollado ottos sistemas, mas modernos, que persiguen fos mismos objeti- vos de sostenimiento del frentey estanquei- dad de la excavacién. El primero, del que hay abundantes realizaciones en Europa y Japon, es el empleo de los hidroescudos (Slumy Shields), que presurizan el frente mediante la inyeccién de lodes bentoniticos ‘@ una cémara estanca situada tras la rueda de corte de| escudo, Estos lodos sirven, ademés, como. vehicula. para.la.extraccién .. del material excavado, que se realiza por via htimeda mediante el bombeo del fango resultante por tuberias hasta una instalacién situada en superficie en que se regenera el lodo y se separa el inerte para su transporte al vertedero, El Ultimo exponente de los escudos presuri- zados lo constituyen las tuneladoras, que desarrollan la técnica de Equilibrio a Presion de Tierras, las cuales, recogiendo las inicia- les de su transcripcién inglesa (Earth Pres: sure Balance}, se conocen genéricamente como escudos E.P.B, 24.2. Ejecucién a cielo abierto La ejecucién a cielo ablerto requiere una condicién previa, y es que se pueda ocupar temporalmente el terreno bajo el que discu- rrird el tunel; si esta condicién se cumple y 10 existe ningtn condicionante de servicios, obras subterraneas intermedias 0 cualquier otro impedimento, la eleccién del método a Difici control de io que se corta en el frente, con e! consiguiente problema de posible destruccién de restos arqueolégi- 005, estriicturas 0 instalaciones no detec- tadas previamente. = Gran acopio de dovelas, con ta consi- guiente ocupacién del escaso espacio existente en las ciudades. Si este acopio ‘se reduce en zonas préximas a la entrada al tunel, obliga a una buena coordinacién del transporte y acopio continuado, para la demanda que se considere minima. 3.4. Campafias geotécnicas En cuanto a los andlisis geotéenicos previos a la realizacién de las obras, hay que indicar que los resultados de las diferentes campa- fas pueden ser muy distintos, dependiendo de quidn los ejecute ¥ quién los interprete, con el condicionante que esto representa Para el proyecto y para la eleccién del siste- ma constructive mas adacuado. En general es de gran ttilidad efectuar las campajias baséndose en los. siguientes puntos > Sondeos cada 50 m alo largo de la traza de! tunel, a una distancia no superior a 10 m de la misma, con profundidad de 10 m por debajo cela cota de'sotera def tie - Perforacién con diémetro superior a 80 mm y refrigeracion en seco (utilizando agua en cantidades minimas) para la obtencién de testigo continuo. ~ Deteccién precisa de los niveles de are- ha. Para esto se pueden utilizar diversas técnicas geofisicas, ~ Analisis de Ia permeabilidad de las are- nas, mediante la realizacién muy cuidada de ensayos Lefranc de carga variable. ~ Estudio de ta deformabilidad del terreno, mediante ensayos presiométricos en los diversos materiales del perfil geolégico. Como experiencias mas significativas sobre campafias de prospeccién efectuadas se hacen los siguientes comentarios: ~ La deteccién de los niveles arenusos con métodos geolisicos-es muy efcaz con la medicién de radiactividad natural, - Los ensayos ce permeabilidad Lefranc se deben realizar cuidadosamente, lo que puede suponer mucho tiempo hasta que ‘se estabilizan ios niveles de agua, con el consiguiente encarecimiento del ensayo, pero dan valcres correctos, necesarios ara la toma de decisiones, ~ Tanto el presiémetro Menard como el presiémetro Oyo dan valores del médulo de deformacién muy superior a los dedu- cidos en ensayos de laboratorio, y cerca- nos'a los comprobados can la auscutta- cién y posterior catculo, 3.5. Rampas de ataque Hay que destacar la importancia para el buen desarrollo de la obra sublerrénea que tienen las rampas de ataque, muy dificiles de ubicar en obra urbana por el poco espa- cio pata instalarlas de que disponen jas ciudades, Es evidente que cualquier obra lineal necesi ta una serie de puntos por los que acometer- la, Las rampas necesarias tienen unas secciones “y longitudes ‘importantes que indican claramente que los medios huma: ‘nos, de maquinaria y presupuestarios nece- sarios para ejecutar estas obras auxiliares: no son en ningun caso despreciables y, por fo tanto, es muy importante adscuar el bino- mio coste-plazo a la hora de decidise a acometerlas. 3.6, Auscultacién 3.6.1. Obras Subterrineas 3.6.1.1. Instrumentacién En odras subterréneas debe instalarse una instrumentacién dirigida a la medicion de + Movimientos verticales: ~ En ssuperficie y en obras existentes (edifi- cios, tuneles existentes, gelerias), me- diante nivelacién topografica. = En profundidad, mediante la instalacién de extensdmetros de 3 varilas en seccio- nes de control. = Enel sostenimiento provisional del tanel construido con el método de precorte, mediante a nivelacién de ciavos coloca- dos en clave y hastiales. + Movimientos horizontales: =. En profundidad, mediante la utilizacion de inelnémetros-errsecciones de-control-— - Convergencias en el tunel excavado, medidas con cinta de precision. + Presiones: = Sobre células instaladas en el interior del sostenimiento provisional + Niveles piezométricos: En las capas permeables alo largo de la taza, mediante tubos piezométricos instalados en sondeos verticales 3.6.1.2. Movimientos verticales En cuanto a los movimientos verticales 235 producides por la construccion del tunel, podemos deducirque éstos dependen princi- palmente y en orden, decreciente- de los siguientes factores: = Tipo de terreno - Presencia de agua = Métado constructive. Es importante destac’r que los movimientos ‘obtenidos con los Métodos Tradicional y Precorte son parecidos en ambos. La experiencia demuestra que con e! Precor- te los movimientos son mas bruscos al paso del frente, mientras que en el Tradicional no se detienen una vez pasado éste, estabili zandose tnicamente al proceder a las inyec- iones del trasdés. De alii Ia importancia de ejecutar éstas lo mejor y lo antes posible. 3.6.1.3 Influencia del agua En cuanto a la influencia del agua, es impor- tante destacar que en niveles arenosos con agua a presion (0.1 a 0,18 MPa) se ha com- probado que se inicia el descenso de Jos niveles piezométricos cuando el frente se aproxinia a cistancias incluso, superiores a los 20 m (caso en que dicho nivel de arena venga siendo afectado por la excavacién). En la mayorta de los casos, fa cohesion de las arenas sometidas al gradiente hidraulico establecido por el efecto de drenaje del tine! ha evitado su arrastre. No ocurre lo mismo, légicamente, cuando un nivel de arena con ~cargarde-aguz:importante es afectado'por la excavacién por primera vez. En ese momen- to la estabilidad de la arena es mas critica, pudiendo dar lugar a sifenamientos. 3.6.2, Obras acielo abierto 3.6.2.1. Movimientos reales de pantailas - En cuanto a los movimientos reales de las pantalla, se evaliian mediante tres sistemas: os movimientos horizontales mediante colimacién de una alineacion de clavos en el trasdés de la cabeza de la pantalla y con lecturas de inclinémetro a lo largo de toda la vertical de a pantalla. Los asientos, mediante nivetaciones de precisién en el terreno de trasdés de fa 236 excavacién y de las fachadas de los edificios préximos, ~ La.colimacién es menos precisa que fa lectura con inclindmetro y Gnicamente proporciona valores del movimiento en cabeza con margen de precision de apro- ximadamente 5 mm pero su coste es minimo y en cualquier caso advierte la evolucién dei movimiento. ~ En el Metro de Madrid: los movimientos en cabeza de pantallas registrados con el + inclinémetro y los pronosticados por ef calcula coinciden sensiblemente en el orden de magnitud, unos 20 mm, para vaciados con pantalla en ménsula de 5 a 6 mde altura ~ La retdcién eri tanto por ciento entie e! maximo desplazamiento horizontal obser- vado y la profundidad excavada resulta ser de un 0.11%, que se sitéia dentro del margen empirico del 0,1 al 0.2 % para arcillas rigidas y entibacién tipo pantalla continua de hormigén armado ~ Lamedida de asientos con micrometro y mira invar ha puesto de manifiesto que el asiento maximo detectado alcanza apro- ximadamente e! 60% del maximo movi- miento horizontal, observado en cabeza de la pantalla, y se produce a 10 0 12m de distancia de ésta Distancia barde excavacion {ni Figura 11. Asiento en superficie. 3.6.2.2, Piezémetros Para el estudio de la evolucidn dé los niveles de agua es aconsejable utilizar piezémetros de cuerda vibrante. Una de sus ventajas, aparte de la comodi dad de la lectura, es la posibilidad de alojar ‘en una sola perforacién piezémetros a distin- tas cotas sin ninguna dificultad Las lecturas de piezémetros se han mostra- do totalmente fiables cuando se ha excava- doen suentorro. . Células de carga Para tratar de evaluar las cargas que trans- mite el terreno a las pantallas se instalan células de carga en el trasdés de las mis- mas. Una vez fijado el plano de la célula en paralelo a la ammadura de trasdés de la pantalla, ésta queda a una distancia de 2 a 4 cm del terreno espacio que queda relleno con el hormigén de la pantalla, Al no poder- se rellenar dicho espacio con un material mas homogéneo y de granulometiia mas fina, el hueco puede tener grandes hetero- geneidades; desde no estarrelienc en sr totalidad, hasta haber quedado particulas de grava incidiendo de forma directa en ta superficie de la célula. Todo ello puede suponer una trensmisién de esfuerzos a través de diversos puntos, no de forma homogénea, que desvirtuaria la presién real que transmite al ierreno. Normalmente los registros observados en {as células instaladias son bastante variables, a diferencia de los aportados por otros apa- fatos instalados, lo que puede deberse a defectos en su cclocacién. 3.6.2.4. Anclajes al terreno Con el fin de comprobar el comportamiento de los anciajes al terreno, es conveniente instalar células de carga con dos objetivos fundamentales: ~ Confirmar.que quedan acufiados a la tensién calculada, ~ Observar si existen variaciones de carga @ lo largo de su periodo de servicio, Es habitual detectar que las pérdidas de carga, tensién tedrica desde la que se suelta (lectura en gato) menos tensién real a que quedan,acufiados los cables, (lectura en célula), alcanzar’ un valor medio del 19% respecto ala leciura en gato desde la que se suelta, por io que es recomendable incre- entar un 20% la tensién de acuriamiento respecto ala tensién deseable de trabajo de! cable, TRAMO, PRINGIPE PIO-MONCLOK AMPA BY DEL REY. ANCLATE NY 22 0 80 60 so zo wo ao nm 240 Figura 12, Relajacion de ancigjes. Respecto al segundo punto, en la Fig. 13 se presenta la evolucién media de la tensién en diferentes lineas de anclajes activos con el butbo en terreno consistente. El cero corres- —ponde a fa tensiéri'a que quedé acuriado el anclaje. En dichos gréficos se muestran, alo largo del tiempo, las envolventes de Ia dife- rencia de tensin maxima, media y minima respecto a la de acufamiento. La ordenada superior representa el 20 % de la carga teérica, para la cual se comprueba el anclaje en la prueba del mismo, antes de ser en clavado. La inferior representa al 10 % con que se ha incrementado la carga necesaria segin célculo, como margen de seguridad frente a posibles pérdidas durante su vida «tit 3.6.2.5 Puntales Metalicos Es poco recomendable el empleo de pun: PRIMERA LINEA O€ ANGLALES (48 €) cue) EGUNOA LINEA DE ANGLAJES (80 t ) Figura 13. Diferencia de tensiones en anclajes res- pecto ala de acultami=nto, tales demasiado sofisticados y mucho me nos sitian de ser definitivos. Para observar el comportamiento del siste- ma pantalla-puntales pueden usarse uno de estos tres tipos de sistemas de auscultacién: © Cinta invar para medi la convergencia ‘nite Cabazas de pantallas: (A traves dé la deformacién unitaria deducida se pue- de estimar la tension), - Extensdmetro de cuerda vibrante para estimar el acortamiento en un punto de perfil, (A través del médulo de elasticidad y la temperatura se obtiene la tensi6n.) - Célula carga, para medir directamente la tensién en el puntal 3.6.2.8. Lodos Hay que destscar que se da et caso de pantallas en las que es necesario el uso de lodos para su ejecucion por la inestabilidad 0 los arrastres de terreno provocados par el agua, lo que viene a confirmar el efecto de drengje del tine! mencionado anteriormente, que al quitar presion- de aguaevita arrastres en terrenos y zonas similares. Tambien es destacable aqui el beneficioso efecto conseguido, en algunos casos. al ejecutar pantallas de pilotes en lugar de las pantallas normates. 4. BIBLIOGRAFIA = ARNAIZ, M. (1993).: "Sistemas construc- tivas en obras en ejecucién para la am- pliacién del Metro. de Madrid. Periodo 1990-1993. Jornadas Técnicas sobre la Ampliacién det Metro de Madrid. Conseje- riade Transportes de !a'Comunidad de Madrid. + DE PORCELINIS, P. et al: *Eiecucién mediante lretiizacion defttetsaePrémill el Tdnal de El Goloso. Madrid” Radio. PEREZ, R. y MINGUEZ, J. (1996).:,Pre- ~ corte inecanico en tUneles. Experiencias en Madrid". Curso sobre Excavaciones Urbatias. Colegio de’ ing. de Caminos, Canales y Puertos. TRABADA, J. (1993).: “Reflexiones y experiencias sobre las obras de amplia- cidn del Metro", Jomadas Técnicas sobre fa Ampliacion del Metro de Madiid. Con- sejerla de Transportes de la Comunidad de Madrid. TRABADA, J. (1996).: “Estacién de Ar- giielles. Método constructivo. 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