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Sistema sociceconémice: y estructura regional en la Argentina Nueva edicién actualizada Alejandro B. Rofman Luis A. Romero Amorrortu editores Buenos Aires Sistema socioeconémico y estructura regional en la Argen- tina, Alejandro B. Rofman y Luis A. Romero ~ © Alejandro B. Rofinan y Luis A: Rornero, 1978 y 1996 Primera edicidh, 1973; primera reimpresién, 1974; segunda réeimpresién, 1990; segunda edicién, 1997 Unica edicién en castellano autorizada por los autores y debidamente protegida en todos‘los paises. Queda hecho el depésito que previene la ley n® 11.723. © Todos los de- rechos de la edididn en castellano reservados por Amorror tu editores S. A., Paraguay 1225, 7° piso, Buenos Aires. La reproductisn total o parcial de este libro en forma idén: tica o modificada por cualquier medio mecénico 0 electré- ico, incluyendo fotecopia, grabacién. 6 cualquier sistema de almacenamiento y recuperacién de informacién, no au- torizada por los'editores, viola derechos reservadds. Cual- quier utilizacién debe ser previamente solicitada. Industria argentina. Made in Argentina, ISBN 950-518-220-1 ‘9 Prélogo-é la segunda edicién. 18° Prélogo ala primera edicién 16 Primera parte. El marco teérico 15° Tntroduceién 19 1, Bl fancionamiento real del'sistema internacional 28 2: Factores constitutivos y condiciones de fancionarmiento del sistema internacional 87 8. Estructura decisional en la sociedad dependiente 88 4. Las modalidades de la vinculacién entre las estiuchuras de poder y decisionales eni las relaciones de dependencia 45 6. Sistema decisional de wa sociedad dependiente ¥ su vineulaciéa con el fenémeno espacial 64 6. Conchisiones 67, -7. El andlisis histérico 73 Segunda parte. El marco histérico 78 Introduccién 75. 1. Primera etapa: La Argentina criolla 75 1. El sistema internacional 77. 2, #1 sistema nacional 90 3, La configuracién espacial 108 4. Configuracién del esquema urbano 100,_2. Segunda etopo: La produocin de biente primarios ~ (1852-1930). 109 sistema intemacional 118. 2. El sistema nacional 3. Tercera etapa: La sustitucién de importaciones (1930-1952) ‘La oxisis de 1a econcmfs mundial de 1929-80 daié irre- parablemente el sistema econdmico argentino, basado en la produccién agropecuaria exportable, y modifiod sensible~ ‘mente eu vinculacién.con el sistema internacional de domi- nacién. ‘La crisis y después ta Guerra Mundial aflojaron los vinculos de dependencia y elevaron ol nivol de Ja frontera interna, permitiendo a los grupos dominantes locales mayor juutonomia en.sus decisiones; este autonomia lee permiti6, incluso, aprovechar el debilitamiento de los vineulos y jugar con los enirentamientos parciales entre las grandes poten- cias, La nueva organizacién. del mercado mundial que 9° es- tablecié a partir de dicha crisis —caracterizada por una co- yuntura sistémdticamente desfavorable para los productos primarios, 1a retraceién y cambio de las caracteristicas dela inversién internacional, la formacién de dreas cerradas yla elevaciGn de rigidas barreras proteccionistas en los paises centrales— impuls6 un cambio lento, diffcil al principio, en Ja organizacién productiva argentina, que comenzé a vol- carse en parte hacia el mervado interno, Rete cambio, cono- cide habitualmente como proceso de sustitueién de impor taciones, fue acompafiado paso a paso por profundas medi- ficaciones en la estructura de poder, no solo cn cuanto ala articulacién de los grupos que lo efercian sino también en jcuanto a Ia fimcin misma que en ese nueva organizacion .dqquirié el aparato estatal. Analizaremos primero esta mo- Bificacién del nfvel politico, a veces consecuencia ¥ a veces Jgctor causal de las modifieaciones on el proceso productive, 154 1. La estructura de poder ‘Dos etapas claramente distintas so advierten en Ia es: tructuracién del poder on la Argentina luego da la crisis. La gevolucién de 1990 abrid un ciclo —Ia década infame— que 86 carré el 4 de junio de 1948. El golpe militar, primero, ¥ el peronismo, después, caracterizaron la segunda etapa, que concluyé cuando, hacia finas de Ja década, se establocic una nueva relacién de fuerzas, local ¢ internacional, radical- mente distinta de la que privé en esta. Ld Laetape 1990-43 La crisis de 1930 inicié en la Argentina un proceso de e- pansién y desarrollo industrial apoyade en la sustitucién de impertaciones. 2] contoxto global nacional y mundial en que se produjo este proceso determind que ese desarrollo no alterara profundamente la estractura social argentina; por el contrario, la oligarquia terrateniente, el micleo de los se0- ‘tores dominantes Rasta 1850, se adapté «a las nusvas con- / diciones, consolidé su posicién y mantuve el liderazgo ena nueva orgdinizacién que se delineaba. Este raszo poriaite aclerar la diferencia entre este proceso de industrislizaciin ¥y los similares que, en Jo dos siglos anteriores, se habian producido en Ruropa. En la Argentina, la sustitucisni de im- ‘portaciones —forma peculiar de la iidustrializacién en los | Paises dependiantos—no se origind en una fraiecién induis- ‘trial auténoma y enfrentads ton el sector terrateniente sitio que en buena parte fue obra da aste, que result asi Goniside- rablemante fortalecido, Rsta situacién, caracteristiea de la subetapa, perduré sin modificaciones hasta la cayuntiird loriginada por la Segunda Guerra Mundial! } La rolactén entre el sector agrario y el industital en osts etapa del pro- halla muy controvertida. Algtnas postures sostienen gue ay una fundamental entre ainbos soctores, expresioner de-ua sorden. ‘antiguor y otro entevon, recpectivamente, otras pesturas que considsra ‘mos mér correcias— advierlen tne hdentidad sastaicel do tatereses, ob. istivos y gubjetivos, entre amnbae fracciones; una y oftm pesbara admiton ja dimplia gama de posiciones intermedins, Para tina Lonfroniselon de "gas teovins, véase Miguel Murmis y Juan Cordos Portantiens, Zetadiog co! bre low origenes del peronizme, Buenos Aires, 1971, pags. 12 155 a. La politica anticrisis y el nuevo papel det Estado ‘La més importante respuesta de la oligarquia ala crisis mundial fue recuperar el poder politico y desalojar al radi- calismo yrigoyenista. Confluyeron en esta situacién diver. ‘s0s procesos. Por una parte, el sector yrigoyenista, vuelto al ‘en 1928 huogo del fracaso de la escisiin alvearista pa~ Ya cerrarie las puertas, acontué algunos rasgos populares con ciertgs matices nacionalistas y antiimperialistas que, ‘aunque doclarativos, atacaban ostensiblemento a los socto- yes tradicionales. Este enfrentamiento fue, sin embargo, 50- perficial. En realidad, el radicalismo estaba fuertemente anclado en la tradicional Argentina agroexportadora —cu- ‘yes caracteristicas estructurales nunea pretendis modificar ‘serlarhente—, y era por ello ineapaz de encarar y dirigiz los drdsticos cambios necesarios para salvar al sistema de los efectos de la erisis. a ‘Vacllante on los primeros afios, Ia accién de la oligara estaurada en el podeF politico se caracterizé luego del | triunfo de Justo por wna vigorosa intarvencién del sparato estatal para salvar al sistema oconémico total. Las medidas | gue tom, si bien comtradecian la teoria y la practica pasadla del Estado. oligérquico-liberal, tenfan antecedentes inme- | diatos en. muchos otros paises afectados igualmente por id crisis.? Como respuesta an mercado externe que habia ! disminuido aus domandas, ol Estado adopté 1a politica de. regular la produecién y comercializacién de productos agri- colas mediante la creacién de la Junta Nacional de | _ el establecimiento de precios sostén y la Lmitacién de Areas sembradas. Iguales medidas se torharon con otros eul- “tives, come Ja vid, el amicar y el algodén. Las carries fueron objeto do un régimen similar, regulado por la Ley de Carnes, que tendia a adaptar la produccién a las necosidades im- puestas por el Tratado Roca-Runciman, que se analizard én. soguida, El Estado logré asf asegurar la renta ngraria para: ios sectares propictarics a costa de arruinar a innumierable 2 eta pollen de cardoterantleicotove su orig Sntlosbal. om a ca ripidameste dituwaioe y soupeado on BUSPe Fae ee te ree et OEE a ide ous aapectos, Se lees oxi, queen ta z rete aBlcaclin alsteadtien de dicho deo de cantidad de pequefios hacendades y de acentuar el proceso ‘de conceniracién dela propiedad. La aguda crisis financiera iy las dificultades para cumplir con'los servicios de la deuda lexterna Nevaron al cierre de la Caja de Conversién, al con- ‘trol de cambios y a la creacidn del Banco Central y del Ins- stato Movilizador de Inversiones Bancarias. El conjunto de estas medidas, cuya influencia sobre el sistema econémico se analizerd posteriormente, reflejaba un gran aumento de la participacién del Estado en la vida econdmica. : ‘A diferencia de lo que habia sido el Estado liberal ante- ror a Ja crisis, el Estado asumié numerosas funciones nue- ‘vas y adquiris progresivamente una mayor autonomia rela- tiva respecto de las fracciones dominantes. Esa mayor auto- [ nomia ae vineulé estrechamente con la‘composicidn mucho mas compleja del Estado luego de la crisis; a las fracciones tradicionalmente dominantes se agregaron entonces' los sectores industriales, a quieries la nueva situacién daba uia importancia que antes no tenian.’ * ~ El Estado asumié la funcién de arbitraje y regulacién de intereses no siempre arménicos, y legs a adquirir una inde- Pendencia tal respecto de ellos que pudo defender los objeti- ‘vos superiores de In clase auin a riesgo de afectarla én sus in- tereses més inmediatos.® La acsién del Estado se concebtré en un intentoparasu- perar la crisis provocada'par! e ‘eg gla mroducein Srvpocuaris. Contribuian a dicha crisis no solo le restric de la demainda y la caida de los precios mundigles sino también las barreras proteccionistes pues- tas por Inglaterra, que en la Conferencia de Ottawa decidié dar preferencia a sus dominios para la importacién de car- nes. E}Tratado Roca-Runciman fué la respuesta ante esa situacién. La Argentina obtuvé la asignacién’ de una cudta en cl mercado de carnes inglés a cambio de un trate prefe- rencial a las inversiones britdnicas en la Argentina, Este trato preferencial, per ¢i cual el capital inglés esperaba re= ‘cuperar posiciones que habia perdido en la década del vein- 2 Este concepto de sutonamia relativa debe entanderse come capasidad _ el Estado, qi representa uni alianea complele de fraccioncs de Fa guporar loa interenes corperatives de cada tna de elles on pro del ‘Yenimiento de [as cundielonas de suparvivencia da ta allahon. 1BT \ ‘te frente al capital norteamericano, se tradujo en Ia creacién dol Banco Central y el establecimiento dal control de camn- bios, mediante el cual se otorgé cambio favorable para las ‘eompras en Inglaterra, cerrando las puertas a mereados competidores. Fl Instituto Movilizador permitis al capital inglés controlar Ja politica crediticia del pais. La Coordina- cign de ‘Transportes oturgé el menopolio de los servicios wz- banos, tranviaries y ferroviarios, a las compaiiias briténi- as, eliminando a los pequetios empresarios. Se garantizaba igualmente a Inglaterra que las medidas proteccionistas no afectarian ni a la iraportacién de cazbén ni a la de otros pro ductas tradicionalmente compracos a dicho pais. Se progra- ms finalmente un plan de nacionalizacién de las inversio- nes britdnices deficitarias, especialmente las ferroviarias, meiliante la utllizacién de los saldos favorables del comercio exterior, congelados debido a una inconvertibilidad parcial de la libra, el que se concreté luego de la finalizacién de la Segunda Guerra Mundial. Con respecte a lis cuotas de carne, el Tratado estable- cia que se mentendria el cupo para la carne enfriada —el chilied-— y.que #} 85 % seria comercializado por los frigo- riffcos ingleses. Esta medida cireunscrfbia los beneficios del scuardo al sector més alto de los productores ganaderos, es decir, a los ganaderos invernadores, directamente relacio- nados con los Gs; los ganaderos de Jas zonas margi- nales, Jos criadores, quedaron totalmente subordinados a Jos grandes invernadores y vieron drasticamenta reducidas sus posibilidades de acceso al mercado externo. Son signifi- cativas las cifras de exportacién de carnes luego del Trata- do; mientras el chilled mantuvo un nivel estable de alnede- dor de 350.000 toneladas (hasta 1929 habia sido de 400.000), la carne congelada cayé bruscamente.de alrededor de 250.000 a 60.000 toneladas. Esta diferenciacién entre ssctores ganaderos y la apari cién de intereses contrapuestos entre invernadores y cria- dores ya se habia anunciado en la etapa anterior, cuando la instalacion del frigorifico determiné la especializacién en : Jas etapas productivas. Paro fue el ‘Iratado el que opuso los intereses de los criadores y pequetios ganaderos, excluidos del asreglo, y los de los grandes inversores, quienes, me diante una serie de concesiones que (segtin se denuricié en- ‘tonces) permitian asimilar la Argentina a la categoria de co, 188 Joni inglesa, salvaron su sttuacién comprometida por Ja b. La composicion del Rstado ¥ la politica de proteccién industrial La erisis determiné —como hemos visto—no solo una, modificacién profunda en el papel del Estado sino tambisn una divisién en el bloque dominante. A partir de 1039, la conduceién hegeménica quedé en manos del séctor inver nador, que por otra parte estaba intimamente vinculado con al financiera internacional radicado en. a. Si ol Tratado Roca: ‘SHIVIS Comic primer pase’ cia una recuperacién de! oquilibrio perdido en 1990, fueron. necesarias otras medidas que complementaran y ampli ran la base de sustentacién del sector Peso a que en lo in- maodiato los grandes genaderos Habian recuperado su mer- cado, no era posible imeginar que se volviera a la situacién. anterior a la crisis. Como altemativa, se intenté una sali- da que se afustara mejor a Ja nueva situacién del mercado zmundial y que ponia el acento én el desarrollo de la activi. dad productiva orientada hacia ol mercado interior. So ela. bboré de ese modo un plan de protaccién y estitmulo a la in- dusttia local cuya expresién mas sistematica fue el Plan de Reaclivacién Industrial —Plan Pinedo— de 1940.9 Bute proyecto, aunque no fue aprobado legalmente, ‘recogié sin embargo una serie de medidas que habfan sido aplicadas por los gobiernos de Justo y Ortiz, y se proponia proteger y desarrollar la instalacién industrial existente: desde el origen, esta plan de-industrislizacién fue linitado ¥ no 62 planted objetivos de mayor alcance. Es dificil hallar en él una radical oposicién a las metrépolis indtistrieles, no solo por la cuidadosa seleccidn de drens, que redujo al mint. 4 Fusron sestores nacionalistes, particularmente FORJA, los gue de- ‘tunclaren esta situacidn y crearon un fuerte movimiento de opinion son SY¥s en 1931 Rexil Prablsch habfa propuesto un plan de proteosiéa adua: ‘nara y promocidn iadustriel. Lax atancresas medides purciales adore: ‘dae cntre.enn fecha ¥ 1940 —proteceién, drowbok, eredite industrial 9 preforencias on las.iicitaciones al producto argentine — 90 comaplome:s, {aban con un entimulo m Is construccién y « las obras pulbbeas (bajo el eo. bare de Justo ae ccnstruyé buana parte de In sed chniners), Soa tee oo ‘96 buscaba renctivar al inerende ierion 159 mola competeneia, sino porque la industrializacién sustitu- tiva de importaciones, come después so verd, acentuaba en. Tagar de disminuir la dependencia respecta de las‘mporta- ciones industriales.® ‘Las medidas protectoras de Ja industria surgisron de las primeras disposiciones anticrisis, aunque después se con Virtieron en politicas constientes de fomento, Se establecié lun severe control de importaciones, tendiente a equilibrar la balanza de pages, que favorecid en el mereads a los pro- ductos claborados localmente. Se fijeron derechos adicions- les para combatir el dumping de los paises contrales, se pro- pusieron tarifés protectoras e incluso el establecimierite del Growback; por primera vez, aparecid el erédite industrial en los proyectos oficiales. ‘Es dificil eomprender’el sentido de estas medidas si so parte de la hipsteais de que existia una oposicién entre los, jntereses industwidles y los agropecuarios en la Argentina fon ese taomento. La industria tania un modesto campo de “ accién y sus capitales se hallaban estrechamente vincula- dos con los sectores agropecuarios y con los capitales ex- tranjeros. Como se.seailard mis adelante, el sector més importante de la.itidustria habla surgido fuertemente en- raizado en elgumox de los dectores tradicionales. Esto expli- ca los beneficios que obtuvo él grupo dominante'estimulan- do la expansién de ene sector, y explica también por qué no Inubo interés mauiifiesto en pasiir de ese tipo de erecimien- to a una industrializacidn més amplia, que podria alterar el equilibrio existente enize ambos soctores. Par otra parte, tuna expansiGn del sector orlentado al mercado interno, pro- Gucida en el momento de la crisis en que todo el sistema se encontraba amenazado, no ora sino ol mejor eamino para asegurar ¢} predaminio de los sectores tradicionales me- ‘diante 14 consolidacién dal sistema total. Esta politica, que, si bien se aparta de los intereses inmediatos dela oligarquia, Feerrateniente se ajusta & sus intareses mas generdles, fue © Rte fragmento del diacurse con el cual Pinedo preseatsin plan aclére ‘ion los linitas del progacto do incustrializaciénr Lai vida eeonémice de] [Pols gira alnwdedor Se uma gran mueda madetra siies el coshercio expor- Enos: Nosutres no estamos en condiciones de: {ina pere estamos on condiciones de eresr, al lado do oye mecaniemo, ga- ‘has ractas manors: que permitan elcrta cireulacidn de 1a riqueza, seria, [Zetividad sconémnies, ia suma de la coal mantenga ol nivel de vida del pue- Blo olerta alturan. Citado por Mucins ¥ Partantiere, op. ety p6e. $8... 160 @irigida por um Betado que, en la mismna isis, ganda auto-| nomi e independencia nécesaria para cumplirla. El bloque dominante se halié entonces compuesto por una fraccién de Ja oligarquia —la més directamente vincu- Jada con el mercadlo externo— y la fractién industrial, man- teniendo la primera Ia hegemonia dentro del bloque; habia quedado excluide ol sector ganadero subotdinado, que fue et que mds fmemente se opuso, a lo largo de toda la década, a Ja politica oficial. SeBalemos simplemente la encendida opo- sicion.a esta politica del Partido Demscrata Progresista y de Ja UCR Este alineamiento de fuorzas se aprecié en la te- naz impugnacién de los proyectos proteccionistas, ante los cuales tanto la UCR como el PDP do Lisandro de la Torre ‘adoptaron una actitud totalmente tradicional de defensa de Ja produccién agropecuaria. Por boca de ellos se expresaban Jos pequetios ganaderos, para quienes cualquiera de esas medidas representaba una dificultad adicional para colocar sus productos en loé mercados. ¢. Caracteristicas de la industrializacién En este contexto, la industrializacién fue necesariamen- {te lmitada y no rebasé los limites que le asigmaba el sector dominante. Esta etapa maroé, sin embargo, un intenso cre- cimiento de la produccién y una répida acumulacién de ca- pital. En efecto, el control exclusive que el sector propieta- rio tenia del poder le permitié reducir al minimo los ingresos del sector obrero. La capacidad de presién del sector sbrero fue muy Limitada durante este periodo, primero por las con- secuencias de la recesidn y el desempleo y, después, por Ia endeblez dé la organizacién sindical.® La solidez del poder, 7 En 1985, fus el Partido Demsersta Prograsiste, éspociaimenta ef ae- ads Lisando dole Trve, ot guns opine aclivumanie f Tretage Bega: Bisnchhens au 1940 fos redelen "pe sean onionsen one pea Tha Oar emg lange de in revelucion di producto fears dee Feveluaios de 1050, come sin de in USA sadist 9 ln COA, telat, Hass DSS operon br recldndinienteswntnaata quo ou arectovsaron por oe Seneed mpinciense hata el gobierno ins Supra an aceperg oie pros, “un bleque iitegrado por les rindleatoe mayoritaries, yor soci stat y comnistan, tm el contrel dela G2IT « tniig yn prone de fora Jecimisnto. Elsumento del mimers de afiliados en todas las cenirales, que pasaron de 320.000 en 1986 = 440.000 en 1941, fue acompatiado por una Risyor lodepandentia frente al exblaraa: Lar Ucesonse: Ja falta de oposicién organizada y la debilidad estructural de los sectores que se oponian a la politics estatal parmitie- von mantener tna politica salarial que determing wna gran acumulacién de capital.? Sin embargo, el cardcter estitico de la situacién era pu ramente coyuntural. La industrializacién aceleré el proee- 50 de migraciones internas: grandes masas de poblacidn ra- ral, empujadas por Ja crisis agricola, se volearon hacia los ‘centros industriales, especialmente la capital: el crecimiento de sus zonas subimbanes —el Gran Buenos Aires—es muy conocido, y algunas de sus caracteristieas se mencionarén, mis adelente. La expansicn del sector obrero modified en tamente el equilibrio aleanzado entre las fracciones socia- Jes; el nuevo proletariado se incorpors a la accién sindical y ‘se movilizs en pos de mayores salarios y mejores condicio- nes de trabajo. La ola de huelgas y acciones de fuerza erecid, ¥ culminé en los aos 1939-42, aunque no obtuve grandes ‘victorias, pues chots con el programa de intensa agumnula- cién quo estaba realizando el sector industrial. Estamos aqui, sin embargo, ante uno de los elementas dindmicos que explican cdo se modifies la estructura de podér on la stapa siguiente. 1.2 La etapa 1949-52 Apartir de 1943 se desarrolld en la Argentina una origi- nal experiencia politica, habitualmente caracterizada como Periodo de nacionalismo popular. La compleja artiowlacién. ‘tendieron a darts prioridad a Jos problemas pilitios, comola Guerra Civil ssepafila o el avarice del nazifascismo, en detrimanto de las Telviitionclo ‘nes estrictannente sindicales. Lentamente mprrecid un nuevo tipo do sindi- ccalismo, desbordando algunas de las fracclones wadicionales, qe postalé Jun nuovo tipo de acuerde con los sectores estatsles eapacne de abender & og demands, ° 9 Bi cea en 100 el nivel del eslariozesl en 1929, luogo de un teansitario desoeuse tras Is Gran Depresién, xe cleva 8 203 on 1948 pars desccnder muevamente a 65.en 1986, como valor miniino, y subir a 9S gx 1982, como valor maximo, Estos indicadares se correrpandan ean lot doe distibucién {el ingrece ucto intarno entre yropletacion y fusrea de'trabajo, En 1935, Jos poruentajes fueron, respectivamente, 539 ¥ 46,1 9% en 1641, 84,3 ¥ 45,1 %, Véase Searstaria de Avuntos Reanémicee, Producto ¢ ingreso de Lt Repiblice Argentine ene! periedo 1895-64, Buenow Aiser, B55, page, 116-19. 162 de grupos que se reunieron en torna de un Estado que.de- saurollé atin mas sus funciones no puede identificarse por la simple referencia a uno de sus rasgos mds suliontes; hablar do gobierno de la burguesia'e gobierno popular define inal un fenémeno bastante complejo y-sebre todo, dindmico y cambiante. Quizd sea su rasgo mds notable, el que le ctorga peculiaridad frente a experiencias similares en Latinoamé- wiea, que el Estado populista e industrializador surgid cusn- do, en buena medida, ya estaban colmadas las posibilidades del proceso de custitucicn de importaciones. En ase sentido, el gobierno peronista represent un intents para llevar ade. -lante ese proceso y superar, mediante medidas politieas, las dificultades que tempranamente le pusicron limites. EAT a, La nueva coyuntura politica Eil proceso de sustitucién de importaciones se acelerd no- tablemente a) comenzar le década del cuarenta a causa de Jas repercusiones locales de la Guerra Mundial. Los proble- mas que debieron afrontar los paises centrales, quo habian convertido su industria en funcién de las neces Ia contiends, y también el relative aislamiento que bla lucha matitima, erearon para la industria argentina mie vas condicionsé de proteccién automatica. El desarrollo in- dustrial, que hasta entonces se habia limitado a induistrias ya instaladas, estrechamente vinculadas eon los grupos in ternacionales, incorporé toda una serie de actividades que adquirieron un mereado por la guerra: repuestos, mante- nimiento, metalurgia, ete. De ese modo, el primitive proyee- ‘to de sustitucién de importaciones fue dejando paso, paula~ tinamente, a.otro qué advartia las potencialidades dal mer- cado interno. Por otra parte, 1a coyuntura favorable crenda por la mis- ama guerra a los productos agropecuarios otorgé al pais una igran cantidad da divisas y saldos comerciales favorables. Esto, unido a lad restrieciones de las importaciones, ered una situacién absolutamente novedosa: la Argentina’ se virtié on acreedora de los paises eentrales. De la revolucisn de 1943 salié un aglutinamiento politico que expresé esta nueva situacién, y entre las numerosas tendencias actuan- $28 en el golpe de junio (que incluia desde sectores liberales hasta clerieales) surgié y se hizo fucrte un grupo militar 163 Partidario de una industrializaci6n. que, segén los modelos militares, asegurase 1A aytarquia de la nacién miediante el desarrollo de una industria de base. Esta situscidn, impen- sable en la etapa a la coyuntura poste- rior a 1930, cuando e] desarrollo de las funciones estatales| adjudics importancia a un sector militar que, a partir del contro! del Estado, intenté conseguir les apayos politicos ne- cesarios para mantenerse.! ' En torne de ese grupo se formé un nuevo agiutinamien- to, apoyado en aquel sector de industziales que, a partir de Ja guerra, habia adquirido autonomia respecto de la anti- gua fraccidn terratoniente. Surgide y fortalecido en 1a co- ‘yantura bélica, sin las vineulaciones que los antiguos gru- Pos industriales tenyian con los agrarios y con las empresas internacionales, traté de llevar adelante el proceso de in- dustrializacién mis alld de los limites que le habia impuesto ‘hasta 1949 él sector oligdrquiéa, EI apoyo estatal Tas Wadis- pensable'para ésa politica, no solo por la proteccién necexa- ria sino para posibilitar su relacién con el sector obrero. El movimiento obrero se incorporé a este bloque politico, prestando su apoyo a los sectores hegeménicos. La etapa de luchas iniéiadd en él periodo anterior —en el que choc con. una politica contraria a todo tipo de redistribucién de ingre- s08-—te confirié solide, fuerza. En efecto, la gran tensisn a que se habia Legado en 1943 hacia necesorio alvin tipo dé canalizacién del movimiento popular. _ - "_. El movimiento peronista se present como yina alianza ‘entre los sectores mas nuevos y pujantes dela burguesfé dustrial ya clase obrera, organizada y garantizada por'el Estado; mérced a ella, la fraccién indristrialista del ejército, que oeupaba el poder, logré no solo legitimar este sino obte- ner una base de apoyo para su programa de industrialize- cién, Desde entonces, el Estado actué con cierts autonomia respecto de los dos sectores. El peronismo procuré armoni- zar las necesidades del desarrollo-del sectar més dinsmico de la industria con la presién del movimiento obrero, que buscaba tuna mayor participacién on los ingresos. El Estado * asumié e] papel de drbitro en esa situacién que, por defi 104 valon eet de consi al eapects ot iteresene estudio de W. Fotach, Bjérato y polities de Vrigoyan a Pern, Bupnoe Aires, 1072, Una excelente versiéa die ecte proyecto inilitar ee ol discurse de Pern da 4a Universidad de La Pista, insugurando la Gatedra de Defanioa Nacloval: 184 cl6n, habria de ser inestable.! Las contradiceiones de-es- te aglutinamiento se manifestaron de entrads, y en buena medida fueron canalizadas mediante un enfrentamiento, formal y verbal, con la vieja oligarqufa. El vordadero senti- do de esta politica se advierte al comprobar que munca hubo intento alguno de afectar seriamente el fundamento del po- der de los grandes terratenientes: expropiacién de la tierra, etc. Por el contrario, los destinatarios de los ataques fueron Jos sectores subordinados a los terratenientes menores, medianos propietarios, la clase media en general, ‘ete.—, asentuando la tendencia que ya se habia delineado en el perfodo 1980-43. b. La politica peronista de promocién industrial ‘Uno de los puntos bisioos dé'la' politica peronista inicial fue la redisteibucién de ingresos, Son bien conocidas las me- didas iniciadas en 1948 desde la Secretaria dé“Trabajo, que fueron factor decisive del triunfo electoral de Perén y que se prolongaron hasta el fin de la década del cuarenta. En bue- na medida, esta politica respondfa a la présién anterior del movimiento obrero, que vio asi satisfechos muchos de sus zeclamos. Pero probablemente fue mds importante el que Ja redistribucién de ingresos expandiera sensiblemente el ‘meréado consumidor interno} esta expansién era Vital para ‘todas las industrias surgidas de la guerra, alas que el fin de Ja contienda ponia en situacién dificil. La mayor demanda do productos de consumo, especialmente Jos de eqnsumo du- rable; permiti¢ la subsistencia del séctor manufa: 3A dine ots relate rnin nla de actones te case tame de caraciarioartina contra polities on ta guelos agrepasaicn intogran a distintos ectres de distintas clacer, dsiowiande Wansite. sun centyediciones Rindamantales. Setalantor sd riete tiempo ll papel hegerdnion que on ente agrupaaiienia tenia el rapa militar pa lsdaro de un provecto inductrialntaa'eaacircunstancle ta laze obre. [za pardipa coro‘ acter Geccs oa Rancién Delos ebjetiven pn em oe ‘momento me piantany para los gov souslpaié oopuctien aftonastyan: Sar 45, gue vaic para Inetspa arsativn del peroniesn sp sodificd sustanciet “monte luego de la logma al poset, canndo progrestvamanta’d mover — ‘Shreve, ae habia Magade a formar fm pastide ello, fe aber por el aparato astatal La tayectoria del Pertida Laeriata de sa primer pret Hissts Tal" Gayyangaren larumente cate proce, (Ok sEateevista 8 Las Gaye, Proyecto Hisorlo Oral, Gente de Investigaciones Seclales, Tanna Torcuato Bill 4070)” : 185 que era uno de los ejes del bloque dominante. Eva ésta coin- dideneia de intereses entre indastriales y cbreros, decidida- mente efimera, la base de la existencia del peronismo. Esta situacién, al generar un mercado interno consumidor-con necesidades que debian ser satisfechas, obligé a volcar el es- fuarzo econémice hacia Ia industria do bienes de consumo, abandoniindose el primer proyecto industrializador del e)ér- ito. Para sostener esta politica distributiva y al mismo tiem: po mantener la acumulacién de capital sé aplicaron’ méto- dos nuevos. E] Estado peronista contaba oon las reservas de divisas y con la transferencia de ingresos del sector rural al industrial. Las divisas de guerra fueron, mientras duraron, el fandamento de esta politica. Sin embargo; fueron’ aplica: das a fines que, como se sefialaré mas adelante, eran rela- tivamente poco productivos, como la nacionalizacién de-los forrocarriles. El control de cambios y la transferenicia de iné greses de la actividad agropectiaria a la industrial (Instits- ‘to Argéitting de Promocién del Intercambio, APT); junto don el mantenimiento de la Jogislacisn protactora; el desarrello del crédito industrial, ete., caracterizaron la politica’ econé- mica.del gobierno poronista.- Para yealizarla, el Estado debié‘ekpandix atin mas sus funciones e intervenir ampliamente enla vida-éconémica, haciendo de mediador entre intereses distintos y contradic- tories, a los que debie armohizar. Fl'Estado intervino en muchos bectares de la economia oimno’gestor directo; tal el ‘caso de le nacionalizacién de los servicios piiblicos (ferro- carziles, électricidad, gas, teléfonos, etc.) de las empresas estatales, como Yacimientos Petroliferos Fiscales (YPF), Ya- cimientos Carboniferos Fiscales (YGF), Sociedad Mixta Si- derurgia Argentina (SOMISA), Induatrias Aeronduticas ‘Mecdnicas del Estado (AME) o el grupo alemén DINIE; similar politica intervencionista se llevé adelante con el control del comercio exterior (IAPD) e 1a nacionalizacién de los recursos bancarios. Esta politica, sin embargo, no se di- rigia a variar findamentalmenté‘las patitas del procéso ‘econdmico que s¢ iba dando, ni a que el Estado compitiera 1919 importencia de este cambio derumnbo he sido sefiaat lente trabajo, por Juan Carlos Torre, La econounin del ition do os sindicatost, Las ibroe, Buemoe Aires, w# 14, 1970, lem ¥ ta po- 166 con los inversores privados y los deeplazara, sino a comple- ‘tar y coordinar Ia accién de los empresarios locales. La misma presin cbrera no apnntaba a lograr el contra de] Estado, para desde alli paxticipar directarnente en. la accién econémica. Por el contrario, el movimiento obrero, actuando a través de las asociaciones profesionales y los sindicatos, raconocis la Jogitimidad dela situacién vigente y limité su accién al reclame de mejoras salariales. Por otra. parte, el Estado fue absarbiendo prosresivamente a Jos sin- icatog, # los que impuso una arganizacién y divescién verti cales. ‘Un sistema de este tipo podia perdurar en tanto siguie- ran siendo compatibles la acumulacién y la redistribuien, de ingresos. El agotamiento de In sustitucién de imporiacio- nies, que se analiza ids adelante, ¥ la utilizacién de las divi- sas acwmtuladas originaron tensiones en el sistemia de pro- duccién y distribucion que se reflejaron en el nivel politico y que llevaron a una modificacién pronunciada de la politica peronista, primero, y ala dispregacién del sisterna después. 2. El proceso de sustitucién de importacionés a. Lacrisis mundial y el desarrollo de la sustitucidri de: / importaciones La erlais de 1929.30 provos’, como séfilamés antes, un able efecto negative sobre la economia sgrgexportadora a ‘gentina: disiminuyd notablemente In derhazida de alimentos ¥ el precio de estos en el mereado mvindialyiniclsndose-¢l largo proceso llamado de edeterioro de los términos del ia- ternimbion. Esta sltuacléa resulté ser mas proloagada que lgcrisismismna: la aparicién de otros produictcres ituhdiales —tome Estados Unidos—- impidié que las exportaciones agropecuarias aleanzaran el nivel anterior... ‘s, Miguel Gazzera oealizd una sutoctiticn similar en Peronismo, gutocr Howe y porspectivac, Buenos Aires, 1870. 167 Las siquicintes cifras ihastran la caida de las, inversiones. extranjeras’a largo plazo, asi eémo su qambio de somposi- ‘ion. A partir de 1985 se hace evidente la declinacién’en el tonto total y se aprecia uri fuerte inio de las inver- Siones privadas (dedicadas a la obtentién de bienes de capi- tal y de consumo)-en desmedro de‘las-inversiones piblicas. (orientadas hacis la infracstructura-Social basiea).“7232%.. Cir 33¢ Bherade de capitals a lag plaze. Promedtion anion (ile Stage doleren de 1890) " ‘Pumie: CBPAE, op: eit, pig. 29. Sori igualnientesignificativas las cifras de inversicties extranjeras comespondientes « diversos atios del period Cusitco 12: Invervionce exiranferas en ld’Argertinds “© 8 7% debido al deterioro de Ja relacién dé precios de éixportation ‘con Jos de importacién, se advierte en Ia fuerte diaminucién ‘dol respective indice. En 1930-34, dicho indice fue de 66,2 frente al valor base 100 en 1925-29. En aiios siguientas;'¢l indice fue siempre inferior al valor base, salvo en-1947-y 3948.14 cece ee on 18 CEPAil, Bt desarrollo eoondmico de le Argentina, Santiage de Chile, 1958, ps 2, . 168 Por otra parte, Ja crisis puso fin al libre flujo de capitales que habia caracterizado la etapa anterior; el-patrén-ofe fue) Sbandonade y los paises contrales, al tieiapo que restrih an_sus exportaciones, climinaban también él aports'fty nanciero. ~ ‘ "El problema mas grave fue el peso que adquiris la deuda externa; en funcién de ello se tomaron una serie de driisti, cas medidas, surgidas de la necesidad de aborrar divisas.’ ‘Las exportaciones dejaron definitivamente de tener la funcién exclusiva y dominante que habian desemperiadio hasta entonces; sin embargo, las medidas adopiadas para combatir la crisis crearon lus circunstancias favorables pa: ra In expansién industrial. La caida de las exportaciones ¥ la falta de divisas obligaron a adoptar inedidas necesarias pera reducir las importaciones: depreciacion monetaria, control de cambios, aumento de derechos aduanerés 0 sim ple prohibicién de importar algunos productos.19 Si bien ‘esta implics tun cierto aumento en lds costes de produdéion’ Jocales, estos fueron menores que los aumeéntos en Ids pro~” ductos importados, eresndose asi una atracei6n de 14 in sidn local hacia la industria, ie (Cundzo 18. Volumen y ealor reat de lae importactones én Perfode 1228, 980 (admaro tang, base 1910 = 200). Puente. Jorge, op ct, pie. 122, - mS 35 La polities seguide exilos primerot afos do la crisis, bajo la preaiden- cin de Uriburu, fue alge vacilante. Ba 1931 ee aplicd un derecho ndieional SEL 1Geua todc ins mereaderfas de import&cion. Cosi aimultaneamenté sn ovatus el peso, que past de 2,78 por dolar « 8,45 an 1931 y a 8,88-0n 1892. Ennoviewbre de 1983, siendo ministre Pinedo, ve establecié ¢l contrel de Caution que tnpticnba; de hecho, um control de laa imporvaciones, El Tra- ado: Hoca-Ttumeiman taodifies en parte-in situacton al-otorgurventsias.— Sdusneras a nlgunes produeloe britipicce, pero no alters aus reagos fan Samaentalee i El aumento del nivol de la actividad econémica expandis Ja demanda interna y creé nuevos incentives ala inversion. Por lo menos en una primera otapa, el proceso se realinen- 5 ¥ dasarroll6, aunque condicionado por la contirmidad de Ja politica estatal, que se prolongs obligatoriamente por la guerra de 1939-45. El proceco da susticucién se mantuvo aceloradamente hasta 1943, prosiguiendo luego can menor ritmo de desarrollo hasta 1950. La ley de radicacidn de eapi- tales mareé, on1953, ol agotamiento y fin de esta coyuntura. 'b, Los agentes de inversin La inversin durante el:periodo de sustituciin de impor- taciones no surgié de uh séctor ospocificamente industrial; su origen se halla‘en la reinversion do ganancias de los gu pos financieros locales, obtenidas.en actividades :ajroex- portadoras estrechaments vinculadas al capital extranjero. Esa inversion adopts desde el eomienzo caractevisticas mo- nopélicas.:.°2 3s saan settee ‘Come ya se express, a partir de la crisis del treinta se produjo una retraccin general-del capital extranjero in- vertido ea‘el pais. Esto se nots especialmente en las inver- siones en, titulos publicos, que caygroit hasta.1940, y vol- vieran a descender.accleradamente hasta-1945 a eatisa de Ja guerra: ‘También desaparsoen casi por completo lag inver~ siones en infracstructura y servicios publicos, a excopcién de le electricidad, sector clave sin duida on la nuevit Srgani- zacién econdmica.1® Luaego de la guerra, el proceso de reduceién de las inver- siones se acenbiia por la politica de nacionalizaciones —=que ineluys los ferrocarriles y otros servicios de transporte y los teléfonoe— realizada por Perdn. Paralelamente, sin embar- g0, 8 produjo un. aumento de las inversiones industriales directas, que con las nuevas condiciones del mereade intor- no resultaban ltamente rentables.!7 Muchas de estas inversiones se habian productdo unt da 1980, atingue las casas actuaban preferentemente co- mo importadoras y representantes; solo a partir dela crisis comenzaron a operar en tareas de armado y montaje, Las empresas norteamericanas, que habjan avanzado notable~ mente entre 1920 y 1980, siguieron instaldndose, luego de ese afio, en muchas de las ramas que empezarian a crecer con el proceso de sustitucion. Sin embargo, también las em- presas europeas parecieron aprovechar las nuevas opor- Origen de los onpitatas extranjeros, 1909-1945 (millones de détares) (coat). Bxtadeo "Europa Gran Bredaia ‘Union: eominental baled” Forze Inversiones~ Tnversiones Inversion inverse Ao cenliee "Uarlag Varia, ring say soaring ios 1.055 28 ious E000 oh Puente: B. Jorge, op. ct, p Y7 EL aigaionte cuadro, oh ol ue oe advicitd el avod dé th inetitonee Airectas, Somplete loe datonofracidos on of unde de fa pote anterior,” Orlentacién de ae capitataséxiramiaroe na inners en ferrstrries thir 928 y 1945 (mitlonas le L6lares). Furopa continental Gran Bretar Estados Unidos Invecsio- Titwlor Tnversio- . Titules Inversio. Titulos Aiio nes varias publics nec varies piblicns nes varias, publicos or rr a er “aT 308 wSl | 8870 ak dat 270 360 2B. je 2630-8 a8, at oss sa BBR 0 Eg 180. Penta: B Jorge, op ot, pay. 98. am tunidades, sogin surge de los datos citados por Eduardo Songe3® : no, El capital britsinico, particularmente, logré eonsolidarse Juego del Tratado Roca-Runciman, que aseguré un, trato preferencial a las inversiones ya realizadas. =). = ‘Para aclarar totalmente el panorama ¢s pecesario tener en cuenta el papel desempefiado por el capital extranjero ya: invertido en el pais, que en la coyuntura inaygurada por’ crisis reorients sus actividades. De ese modo, muchas em: presas nacionales estuvieron, desde el principio, estrecha~ ménte vinculadas con las inversiones extranjeras... Bn efecto, la situacién posterior a la crisis modifics In es- teategia del capital internacional. A costa de sacrificar los intereses de los productores de articulos de consumo metro- politancs, las inversiones se orientaron hacia el mercado in- terno argentino, protegido por las barreras arancelarias ¥ desarrollade por la sustitucién de importaciones; la contta- dicolén entre estas inversiones y las similares que se reali- zaban en la industria metropolitana fue sin duda secunda- ria en la estrategia genoral del capitalismo. La Argentina ‘comenz5 a ofrecer énormes ventajas: proteccién advanera, exenciones impositivas, mano de obra relativamente bara- ta, un mereado relativamente.amplio y altas ganancias por Jas-ventajas que ofrecia una posicidn oligopélica 0 monops- lica. Por otra parte, esta inversidn no afects on su totalidad ‘alos productorés metropolitanos, pues si bien disminuyé la demanda de productos terminados, aurnents la necésidad de materias primas, productos semiterminados, maquinarias yeombustible. Estas fueron las condiciones que permitieron el-estrecho entrolazamiento de los inversores extranjeros ‘con los locales; dé hecho, numerosas fabricas queantes dela crisis tenian un modesto nivel se desarrollaron al estableser alianzas con el capital internacional: " Esta telacion se-dio a través de distintos mocanismos;!? ‘elmés simple fiie la instalacién de filieles de casas metropo- (Grandes unidadee se comportamionte monopélice a excels internacional Saesetorere Bed pede Scone, Op sega OO, 18 La relucién ontve la industrin argentina y el capital internacional fue! say esirecha: Lar unde importantes empresarios argentings eran agentes x72 litanas. Menos evidente pero igualmente real fue el caso de fébricas que transfirieron buena parte de sus acciones grupos financieros internacionales o que se establecicroh con capital prestado por bancos extranjeros. forma, de la que ne quedé exeluida ninguna, relacidn a través de las patentes de fabricacién, que obliga- ban a abonar importantes sumas en concepto de regalias. ‘La caracteristica nds peculiar de la inversién surgida del proceso de sustitucién fue la coexistencia de estas gran- des empresas monopslicas oon infinidad de’ pequeiios esta- blecimientos industriales, surgidos y mantenidos gracias a Ja politica protectora. Su participacin en ol producto indus- iial era minima y sus decisiones de inversién debian ajus- tarse, on definitiva, a las iniciativas de tos grandes grapos. Bs que la concentracién industrial no se detuvo durante el periodo, como io indican los datos del cuadro 14, Si bien las Jotas mrandes emprocen jntervsoionales x el xan de Torniet ges fends Sn 136) in Reforrin donate, too la Compal Azwearern de ‘Rumah al trigorfce Sunninenn; a Cnrvecerfa Parone; dase 3 nor seat llcres sartalaensece Rosobaeo, Otonallay Cin: Gnas tnd Te 6. Shads'Se in Gampatin Coven y Sen oonprevemvtnbtrgionFonor. ‘tain fontcas gue ne eren donde Ol comionso extrawras pass # = peodacde grandis sinpreans internacionales, come Duiet, Sgja—oe Pt Pre dopecar de ln Weatinghocsee, Alpargseae ave quedn com Hal UL Beadia fiecerelSonenetilere nee "navinetlaciones de lag arsoreres tuntinie argdcnas con a ep Toutos sipiietndne ak un menanje del Poder Efowutieo al Sangitse Sande on iB al gobierno ineauts ievemprosas.decupitel sle- man (Thyszen Lametel, Tubos Mansssmann, Ineg, Sema, Siemen=, AEG, "SBOP Bayer Schering wtzy agvopades an DISTI wlodan Ins Smapracas cave contel mst gibinee argentine camped commprom saiinmncciogeins eivndcs el cstndo ds guerra eran empy-sns deh Sfoatos de holdings yoavtoles enessiean +) seat que empresas cone {ican ytuicndina cn teste apwentin, bale loyes engentions, depen ‘iste todea sn docsionon; aun onan anda sicnas dela merera a8 Seab tatn ge poate lomprohor on sar concrcton, do sevanivacte Lergueccpondion slntareoosy polltias svtranjoran, Cltado en Gustavo Hole Sanger logeafions de 1a mown turgeeta industrial argention>, anc de Hocnahoten Boondinicey Seal, Boones Aires, 1963, pas, TS, 'B Spun Dorfman, lev coreaies oxeranjerenconctenyen wim rived del copll foal doin industria trpeatin, poser do ee le ifeemnect miie ‘SGRleadn ev evideptomente run AW, pan, Une pare crnridersble de los Tipu invrtides on fatcas aque fancontn Geir de terrtoro argent Siihc'son nuclopnln’derivan'y dependen de prapoe industria fname Zena ton ramfceclonee en tadeelonunde, que tambien grams. ecclan= [oBertinan, Hooluctin nauatriat argendinay Buenos Ai Soot: 173 1956 Porcetaje 100.0 st ‘hres ERs Bas 2 49.104 a g 5 aero do it iz wa 8 a5 1009 1946 10181 1159 20.106 RED 18.592 ‘Tosa 116,190 138 1g 138 cant 108 152 1000 ] 1937 mre de oberon 26 5.28 sro 197.100 4453 ass 80.18 100 50a 1.600 Mes do 1.260 onupecisn 10005 050 518100 101 500 Puente: Veta Testa, eLa evolucin industriel argntinas, Fichas de Investigacién Reondntia y Social, Busucs Aires, 1964, ye, 2, Cuno 1 Concern indutiat en as moreso ein pclae ose Toslee pequeiias empresas ven incrementada su perticipactén (se blova del 32,5 % en 1946 al 34,6% en. 1054, en los estableci- mientos de menos de 25 obreros), el valor porcentual au- ‘menta mucho més signifieativamente en las unidades pro- ductivas dems de 500 obreros. Asi, del 27,4 %en 1948 pasa a representa el 31,8 % dal total do los obreros ocupads. Como £0 seBialard més adelante, el grupo de pequefias em presas subsistid por la politica de precios del capital mono- pilico, a costa de resignarse a no expandirse y permaniecer siempre en el mismo nivel. Bl periodo de la guerra, que acentué las restricciones a las inversiones, permitié un cierto crecimiento de este sector.2 Cuadro 14 bis. Grupoe eoondmioor nla Argentina de la décesta de 1940. Nombre Tatovds indasial interés terrateniente ‘Riberto, Bnrique, NF Repdblica, Comercial, Ei Dorado S.A. Colds Nazar de An: Industrial y Financiers 980.600 hectireas* Shorena, Gia Tealo-Argentina de Elqctriekiad INSUD-Hanomag To Arata cape ‘Frigorifico La Nogrs ‘Tamvet “Victorian, Cian de Colon. Sudamnetal aacign. INDUSTRIA Tn Crielle Cotesia ‘Arewntino-Briténica de Fibrecrrnento Monolit. Inmuebles Formals Acgenting Bunge y Bora ‘mental ea el plane social ¥ on la ‘polio, por 2» naturaicsa, lear las pavtas del ercclsbento Industriak 175, BenuunMentndes Behety Alcjaindro M. Drysdale "* Lan fra on hecbireag correspondan a olras propiedades ap indluldas sso Ins menciondan pe includ “Pusnte: Alberto Ciria, Partidoe y pocer en ines me tence = dlberto Che, _podar on Ta Argentina modama, Bus El sector agricola particips de dos modos distintos en ia snversiim indeivtrlal. Loo grepos mada dineckamente Henlos a] eapital financiero estuvieron presentes desde el princi- Pio. (Véase el cuadro 14 bis. Los restantes participaron, obligatoriamente debido a las politicas de redistribucién de ingresos de Ia actividad agropecuaria a la industria, omola practicada luego de 1946 a través dal [API #2 Los datos intluldos en este suadro, propercionndos por: Milcindes. Pex ‘ia, son suficientamente Hustratives, Deu axtonss liste, ardeneda por Cie ‘nso sclialan solo sigue casoss | a e*tona Tite, ordenete por Ci 176 La inversién estatal fue reducida —si descontamos la nacionalizacién de inversiones provias—, aunque su parti- cipacion en el desarrollo industrial fue importante en-ctros aspectes. Précticamente no hube inversiones en infraes- tructuras (transportes, energis) y on ese sector se nots. un gran deteriora, no aolo por el envejecimiento normal, sino porque fue sometido a un uso muy inténso a medida que fue avanzando la industrializacién: Esta insuficiencia, dé la que solo se ealvé la ved caminera —que crecié énormemente en la década del treinta—, gravité posteriormente en forma negativa en el desarrollo del proceso de industrializacién.2# * / ‘Localizacisn de las inversiones / EI desarrollo manufacturero se concentré en algunas centros urhanos, especialmente on los alrededores de Bue hos Aires. El crecimiento del-ciniurén suburban del Gran Buenos Aires fue el hecho més significative del desarrollo industrial, no solo por sus peculiaridades sino por las enor- mes consecuencias sociales y politicas que tuvo'la concen- traciGn de obreres industriales en la regidn. Esa locailizacin, que acentus tendeneias anteriores en cuanto a la ubicacion de los centros decisionales de la produccién argentina, obe- 23 BI porsents total de inversiones ectitaled no" béandsntal (editoacion, obras snnitaring'y otras) sobre el total de las inversiones Sescendié del 68,6 90 en 1045-46 al 46,49 on 1947-51. En.2990 cl pate consume pudiorn crecer mas 7 ‘ igs primeros ates del periodo no se realizaron nuova joversiones, ¥ ol Palatine numento de {a demands llevé a una situacion muy distiate. El [Pastarior crecimiento dela capacidad oneraitiea fue mnicho menor en fel Zn com el seecisvienta del eonmimo, come lo wuastra el siguiente cusdro Gorcentales de grecimiontsy. ene S Capacidad . Period tretaloda Consume 1980-35 18 oa 1905-48 47 os 3888.55 18 87 ‘Bn lou tranaportas ne produjo también un proceso de descapitalizactén. Bleapitel da les ferreoarriles era on 1958 ay ‘Si Sede lo que fue oe 1935-29. Fucnte: CEPAL, op. ait, pigs. 84-05. vt decié a diversos factores que, en conjunta, hicieron més ree munerativa la elescion dal lugar. En primer lugar, ya existia en Buenos Aires y sus alr: dedares una bass industrial instalada, consistente en una gran cantidad de pequefios talleres, que produefan con un. nivel tecnolégieo bajo, Esta instalacién industrial, carac. terizada por la gran dispersin de recursos, fue —como se: Belamos antes— complemanteria de le importacién hasta 1990; luego de la crisis, el crecimiento industrial se basa en evan parte en Ja utilizacidn intensiva de In instelacién exis- tente. Hista industria coexistia con algunos grandes estable- cimientas, especialmente en la rama alimentaria, vineula- dos con Jos sectores exportadores. Rn segundo lugar, la regién metropolitana de Buenos Aires alojaba una oferta de mano de obra abundante, que aumenté come. consecuencia de las migraciones intarnas. Esa abundancia impidié el aumento del costo del trabajo, ‘que podia haber acompagiads el crecimiento induatrial. soguida insistiremos sobre el papel de las migraciones in- tornas. : En, toroar lugar, el grueso del mercado para los productos sustituibles se hallaba radicado en Buenos Aires (articulos de consumo, alimentos, vestides, etc), y un crecimiento in- dustrial que se orientara hacia una demanda ya existento (earacteristico de la sustitucién) debia tener en cuenta esto factor fundamental. En cuarto jugar, la industria so earacteriz6 por la es- trecha dependencia de los insumes externos (maquinarias, productns semiterminados, combustibles) que entraban por ol puerto de Buenos Aires. En este caso, tambien la maximi- zacin del beneficio determing 1a localizacién dentro del Gran Buenos Aires. mes Finalmente, en Buenos Aires se hallaba instalada la in- feaestructura de servicios sobre la cual iba 2 apoyarse el cre- cimiento industrial; allf estaba la mayor produccion de ‘energia, el contro de los transportes para la distribucién, et- eétara, Eistos factores permiticron, especialmente durante la co- yuntura dela guerra, el crecimiento industrial de otros cen~ tros urhanos, pero no alteraron la primacia de Buenos Aires, El proveso de cancentracién demograifica no prosiguis Jamente debido a los factores de localizacién favavables, qui 178 atrajeron fuerza de trabajo a los mas grandes eentros urbar nos del pais. Debemos citar, al respecto, el papel asumido iiblioo on los sectores manufacturers y vivienda. El Banco de Crédito Industrial y el Banoo Hipotecario Nacional orien- ‘taron con preferencia hacia el Gran Buenos Aires y los gran. des centros urbano-industriales del Litoral su politica de asigoncién de créditos, + ‘Un andlisis de las caracteristicas del desarrollo indus- ‘ial sustitutivo permitird sefialar su papel y cl de las uni- dades productivas que lo componen en el.proceso de estruc- turacién espacial. 4. Las ramas de la industria en la sustituciin de importaciones Bl crecimiento industrial por sustitucién de importacio- hes que correspondia al proyecto del treinta, y que fae reto- mado por el peronismo, tendia a favorecer a las industrins de bienes de consumo, que gozaban de muiltiples fuentes do Proteccién y estimulo, Algunias cifras globales muestran la magnitad de este crecimianto. Cuadro 18, Produccitn « tmporsactén de manufacture, 1900-55 (porven- tales). Producsisa Demande Periodo nacional Iipportarida ‘final total SE eros Sat total 1900-04, aA 588 300, 1905.08, 102 598 100,0, 1910-14 a0 88,0 100.0 1935-19 38,7 463 300,0 i9ap.24 508 a2 ‘100.0 1925-29 489 ona 1000 1990.84 927 aa 1000 1095-88 ea3 307 100,0 1940-44 305 ws 100,0 eee e000 ‘FucnterB Jorge, op. elt, pag. 77. St Véase Alcjandro B, Rofsun, «Aspacios del comportemiento det sist #Ba sociosconcmico argentino en ol period 1943-03 7 sits ofoutos a secaln: espacial, EURE, Santiago de Chile, separate vol, 2,98 4, marzo de 1972, pags. 61-63, 179 ~ Le prineipal rama de expansién, quemantuvo el lideraz- g0 en ol crecimiento industrial al prrneipio del periodo, fae Ja textil, No solo constitufa un amplio sector de fas importa- cicnes sino que su sustitucién era relativamente fécil, pues se contaba con las materias primas Jena, algodén). Esta industria tenia la ventaja adicional de emplear un factor abundante —la fuerza de trabajo— y de brindar una s0- lucidn al problema dela desocupacién, El constituirun am- Iplio sector de las importaciones fue decisivo para él creci- miento de otras ramas de la industria, como alimentos, ma- quinarias, artefactos eléetricas e industria del caucho. Fin ‘estos dos tiltimos casos, que no constitufan.rabros significa. tives en las importaciones, pesd sobie todo la expansién del mereado interno en bienes de alta clasticidad de ta deman- da con respecto al ingreso. En esas ramas y en la del pe- taéleo se concentraron preferentemente les invorsiones ex- tranjeras, que adoptaron con rapidez caracteristicas mono- Policas. La Guerra Mundial extendié este crecimiento a to- das las remas industriales, no ya porque sustituyeran im- Portaciones sino porque atendian aun mercado interno que, al ritme de la primera industrializaciéa, se habia extandido considerablemente. Al respecto, comparese el crecimiento por ramas en dos perfodas, antes del proceso sustitutive y ‘cuando este se hallaba en plena marche. Ezte proceso, que en algunos casos fue detenido por la guerra'y la escasez de algunas materias primas, continué ‘aceleradamente al fin de la contienda. La politica estatal, ‘como se analizaré en seguida, protegié continnamente es- , te tipo de industrias, Io que condujo a una falta de estimulo ' para las inversiones en procesos productores de bienes de capital. En efecto, el control de cambios y el olorgamiento de permisos do importacién dio facilidades a las industrias productoras de bienes de consume para adguirir maquina- rias o los productos semielaborados a mnds bajo costo. Cual- quier intento de invarsin de nquel tipo no solo hubiera cho- cado con Ja necesidad de grandes capitales, demora en las ganancias, ete., sino tambign oon la imposibilidad de compe- ‘ir en el mereado interno con les productos extranjeros, 180 Gusidro 18. Incrementos en valor brute de la produccin de'ramas in- ustriales elacslonewdas entre 1025-29 5 1997-88. Thoremenio oo illones de parce Increment Rama de industria ‘precios de 1860 percentval Allnentos y bebidas + 25.240 25 Textiles #36810 210 Betalae +7890 74 Maguinarias, velsiculos y ‘exuipoe + 8.000 as. ‘Maquinerine y artafuctos ‘Séetriooe + 2.260 asus ‘Refineelin do potatos + 9820 259 Productos derivadas det erache + 4.380 BAT0* «= El valor de la produccién on ol periods 1995-29 ora fofime- ‘Fuente: B- Jorge, op. ct, pag. 186. Blaborado on base a las sates de Carlos Diaz Alejandro, «Btapes de la industrializasisn en Argentinas, Buenox Aireo, 1968 (mimeogr). e. La estructura productiva La sustitucién de importaciones creé-una peculiar es- ‘ructura productiva, earactarizads por Ja cosxlatencia de grandes con alta Gcassnttactdn, ya gam santidad de i Las primeras, como ya sen ‘correspondicren alas ticipacién de capital extranjero. Asi lo indicain las cifras del cuadro 18 (pag. 185). La presencia y la importancia —numeérica al menos, Pues incluian cerca del 90 % de los establecimientos—de las Saqundas fusron,caractevisticas de la situacién argentina enesta etapa. % ‘Sead 17. Incremntoe dt valor bruto de 1a prodicoin inustriat entre 41997,09 y 1846-47. Sag 22, Inarementas det nator bruto de ta procaccién industriad entre 18 Concentract i ss 1807997 13080) ene eS Gunde 18. Concentracidn industrial y propiedad extranjera 1054. Cincuents y mieve rama de industria Tnesemonte do Conficiente de ‘In producsioe Tneremento ‘ae Seman Seopande sige Bogus,” Seaportactonee sq milloncs Potgenbal aa de cada rane — ve ~ en 10078) “Ge peaces in woeroe OGD obveres “100ahraror ‘Total (Poreentajes) precies da 1960 produceiéts de aetividad | 500 200 cbreros 100. Eohtelanie 3g 7 2 a8 ae ‘eso 19 Fropletnd tela i 2 2 28 280 Heo Oisee a2 2810 336 ‘Antiguae 3 - 4 7 Noeras = 2 ‘ 5 a 2.460 s58 = = ~ F ane 3.80 m8 ‘Toalee % 492 10910 ane ise 20 3 487 650 ae 49,1 14770, 198,7 Esta situaciin, limits yredujo las. ‘Posibilidades de expan- 55, 1.200 or Sion industrial mediante la acumulacidn de les propiesenn a * bresas, Las pequejias unidades no poseian ganahcias sufi- ‘ycerraica . 182 5700 66.1 Gentes para expandirse; las unidades medianas, que pre. Gelinas de yetiien a 2830 =e ducian sobre la base del aprovechamiento intensive do la Ofras industria o 2800 : instalacién pero que no incorporaron nuova tecnologia, no 0p cit. Blaborado en bane » lan varies de G, Ding Posefan ganancias suficientes para dar el salto y renever Jandro, op eft, page 18h a ibsistencia de pequefias £. Bl papel del Rstado inidades a costa de resignarse a poqucfias ganancias, re- cet Sultando paraddjicamenta protegides por la empresas me, La accién estatal fue decisiva para el desarrollo del pro- nepélicas. ceeo de sustitucién, Como sefialamos antes, fae neessarty 182 tan de los niveles mas altos del sector exportador mediante la firma del tratado Roca-Runciman. Como derivacién, surgié ‘una politica de estimulo industrial que en lineas generales respondie @ esos mismos intereses; directamente en cuanto existfa un vinculo muy estrecho entre los sectores exparta* dores y los industriales, ¢ indirectamente en cusnto asegu- raba la estabilidad general del sistema. Esta politica, que habia tendido a una industrializacin Hmitada, se acentud Inego de 1943. A las medidas anterio- res se agregaron otras destinadas a provocar una redistri- bucién de ingresos que permitiera superar el precoz estan- camients que insinuaba el proceso de sustituci punto de vista de los intereses obreros, el gobierno realizé ‘una persistente politica de aumentos salariales y msjora de Jas condiciones generales ds vida que, si bien en parte se re- lacionaba con Ja solidez de la alianza politica gobernante, ‘también se explicaba en términos de ampliacidn del mer- eado interno para los bienes de consurno que elaboraba la industria local. Efectivamente, el aumento del nivel de in- gresos se tradujo en un mayor consume de ropas, articulos para el hogar, etostera. Por otra parte, el control estatal de la comercializacién agricola a través del LAPIy el establecimiento del eontral de cambios produjo un traslado de ingresos del sector expor- tador a los destinatarios do las divisas del mereado oficial. La distribucién de permisos dé importacin al cambio ofi- cial, junts con las tarifas aduaneras y el erédito industriel] —que se desarrollé sistemdticamente— constituyeron los instrumentos més eficaces para la promocién industrial, ‘Fusron usados para acentuar las tendehcias del proceso. de sustitucién tanto en cuanto al tipo de produccién,—indus- ‘tria liviana-— come a la localizacién de las mismas. La pro- teccién negativa a los insumos importados desalenté toda. posibilidad de jnversiones loéales de eve tipo y Ia necesidad” de mantener en funcionamiento les fuentes de trabajo ya. existentes Ilevé s financiar empresas que, teniendo alta uti- lizacién de mano de obra, funcionaban con reducido nivel de. productividad. Cade sofala, sin embargo, que al fnveitinae la doy fatirablei’ ‘para lor precios do Ins exportationmy, iasge de 1950, A TAPY fenciond tn U8" Exotica loveres, pest apdtgve for peecos ipteroon. 184 En otros aspectos, se aprecia el papel de distribuidor que asumié el Estado; ante la desocupacién, uno de los «cuellos de botella» de Ia expansién, sl Estado tomé medidas para absorberla, creando empleos, etc.,, y provocando la aparicién. de una dasocupacién distrazada que, si bien-distrafa recar- 0s, aseguraba la estabilidad politica del sistema. Este papel del Estado se reflejé en Ja redistribucién do Jas inversiones del gobierno, que se acentuaron marcada- mente en los sectores no produetores de bienes (edificacién, obras sanitarias, defensa nacional y otros). La construceién y el transporte absorbieron una canti- dad anormalmente grande de mano de obra durante este Poriodo: la construccién ocups el 10,9 % del meremento to- tal de mano do obra entre 1940-44 y 1955, en tanto que el transporte ferroviario recibia et 8,8 % de dicho incremento en el misms lapso. Por el contrario, en la agricultura yen la industria manufacturera hubo un descenso de los porcenta- Jes de participacién en la fuerza de trabajo que se fue incor- Porando. Cuadro 19. Distribucién da la poblacién aétivd entre Ioe actividades _Productisas (porcentajes dal ineremanto por periods). 1985 4a 188 09 102 3a Productividad. 1R5, Guadro 20. Distribucién an. los actividades no praductivas de biznes (Porcentajes del inerementa por periados). a de Comareioy Services ‘nansae Pesiocio personales Estado a 190.047 1095-29 147 12,0 6s 1925-207 eao.as aaa us 12a sso 3865 188 126 233 Fugue: CEPAL, op. cit, pag, 82. &. Los limites de la custituctén de importaciones La sustitucién de importaciones, al no modificar profra- | damente la estructura productiva argentina, pronto alean- 26 sus limites. Ya sefialamos: Ja incidencia de algunos facto- es) comé la escagez de inversiones en bienes de capital, que derivé en una F altos costos; también sefielamos la falta de desarrollo deindustrias bist. cas qus.acompafiaran-cl execiiniento en la necesidad de i Sumos; Esta situacién creé répidamente una mayor danee> oncia gam-el exterior on tanto crecian Jos requerimientos de insutios ¥ bicnes intexmedios para la predueda ion (espe- qialipente los combustibles), agrégandose la necttidad do Ten6Var los bienes de capital doteriorados y, sobre toda, tina infraestructura que muy pronio results inadecuada, La de- maanda interna, por su parte, permanecié relativamente estable, y por no haber habido transformaciones sociales profundas no superé los limites anteriores al Process, ago: . tdndose asf las posibilidades de expansion. La produccién local, muy cara; sclo pudo subsistir oon) mantenimionte de la proteccién estatal, cuya accidn deter: tmind Ja formacién de una industria. incapaz de superar ez3 etapa. La dependencia externa se valvié amanifestar por él La agricultura y la ganaderia, fuentes habitiales dedi: visas, fueron incapaces de proporcionar las cantidades né= eecarias. El cuadro 21 muestra el movimiento de la balania de pagos durante el periodo constderado, “ 186 Las exportaciones se mnantienen estaclonarias con algu- nos altibajoc, mientras que las importaciones aumentan, aio a afio, con algunos saltos. Las remesas de intereses y servicios financieros de capitaies deerece como consecen- cla de las repatriaciones de capital, Em los ultimos afios Ios saldos se vublven nogativos. Cuadro 24. Ingrescs y agrees corriantes de ln balenza de paggos (millones de dares ae Eeresos Expertacionss Import =“ Remienasde Sobrante de omar ingress slenoe Sntersses reeureos AS ““comientescorrfenta__yutilidedes —_conrlentes rier _yuilidedes corrfentes 1946 78. 38 172 aan 198 1.180 “a68 134 bea ise .629 eu 53 578, 148 Lane 10870 355 99 Loss ‘380 20 323 1900 Lae 800 as 385 esr Lie ua 28 — "85 1952 88 228 10 23 er Puente: CEPAL, op. cit, née. 16. No solo la demanda se habia limitado, aparecierido com- Petidores como Estados Unidos, sino que el mercado intarho. empez6 a absorber mucho mas, limitando los saldos exper? tables. La reldeién entre la produccién agropeenatia, las ex. Portaciones y el consumo interno conobora esta afirmacin. ‘Chiedte 29. Proctuccidn yennsumo de bianee de exportaciin, 1926-54: Se Porcentajes _. Produecisn Biportaciones -— ‘dole, Consuine ‘Tetaldel —produccién enti total Periodo Pampanna pais Pampeana tol pale. 1925-29 7.788 pers ef we 198054 = B05 «1848 6a 52 1995-99 85751 ST 5 BD 1i041 995910 35 8 1Si-49 Bore 12.788 40° 10 1980-54 Baas, 12489 22 a8 a ‘Puente: CBPAL, op. olt, pig. 28. ‘embargo, factores mas profundos. Las wquevas caracteristicas de los mercados oxigian pasar de una produccién extensiva —cuyos limites territariales ha- fan sido alcanzados—a otra tecnificada y diversificada. La persistencia de la propiedad latifundista —uno de los ras- gos mas caracteristicos de esta industrializacién sin revo- Incién industrial, que mantieria los viejos modos detenencia de la tierra— impostbilité este desarrollo técnico. Es en este aspecto donde mds claramente se advierte la coexistencia, durante la etapa de sustitucién, de latifundio e industriali- zackén. ia

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