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ry CAPITULO [X Sintesis Las caractetisticas esenciaies en la profesién de ladrén, taly corno han sido descritas por un especialista en la prime- ra parte de este libro, se refieren a la habilidad técnica, of modo de comportarse, el espiritu de equipo, el modo de vida y la orpanizacién. De esta simple enumeracién se deduce que esta profesidn se asemeja al resto de las organizaciones esta- blecidas, de las que difiere por sus implicaciones. Bl examen de estas caracteristicas nos permitira poner de relieve las se- iejanzas y lasdiferencias que dicha profesién presenta res- pecto a otras de la vida social J. Complejidad de las téenicas El tadrén profesional esta dotado de una gran habilided y en esto se asemeja al cirujano, al abogado y al albanil. To- dos los recursos de su ingenio estén orientados a preparar y a ejecutar el delito, a esconder Jas mercancias robadas, a Salir airoso del proceso en caso de detencidn ¥ a controlar durante el curso de la accién (odas las operaciones que im- plica. La destreza manual y la fuerza fisica son Factores se- ios; lag elenrentos principales som lcinteligencia, €f Sen- tid del negocta’y"saner exprasanse blen> Los ladrones que no poseen estas cualidades fuiilamentales son considerados los Eadwin Ui, Suthestand aficionados, aumique roben habitualmente ’. Lo mismo ocurre con los attacadores que, sitviéndose a ao de la vio~ encia,, estan especializadas et grandes golpes. Tampoco ellos son considerados profesionates si su trabajo esta basado ex- clusivamente en la destreza manual o en la fuerza. Desde el punto de vista téenico la distineién entre ladro- nes profesionsles y no profesionales es relativamente frail De becho la técnica del oficio tinicamente se adquiere traba- jando con ladrones prafesionales ya que, hablando con pro- piedad, no existe ningtia centro de formacién para adicstrar a los jovenes nedfitas "', sino simplemente una cooperacion. constante en él trabajo en el que todos los problemas relati- vos a su vida son sucesivamente abordados. Algunas indivi duos que trabajan en solitario perfecetonan su técnica reali- zando siempre el mismo tipo de delito —por ejemplo la fal- sificacién de documentos, pero estas personas se ven sorprendidas y caen faciimente en celadas pues no flenen ua plan previamente fijado frente a una situacidn inesperada y carecen de recursos y de relaciones para salir de un mal paso, Al existir una serie de técnivas especificas para determi nados tipos de accién, los ladrones se especializan en un mit- mero restingido de golpes. Sin embargo los goatactos' del hampa, en donde se encueniran delincuentes 48 fod0 #p9, favonecen el trasvase de un especialidad a otra. A veces los Jadrones se entretienen en cambiar sus habitos y abandonan suis Viejos métodos por otras nuevos, pero por lo general no sueien hacerlo. Hapgood cuenta que ef ladrén de su libro, gue en un principio fue carterista, particips después en stra cos, pero como no le gustaban este tipo dle avciones en ef fone do de su corazin siempre se considerd un catterista. El mis- mo confesaba: «EH! alraco es un juego demasiado peligxaso, WW Becistee estadistieas solve lox reineidentes, pero, aungiue se arata dé esiuciog gerios, no ays aclaran sacs averca de los profesionales ye que no cliseriminai entre las diferentes categorias ce lacrones, Vease R. Grass berger, op. ct., Pity Berger, Die Rickfaltigen Beirtigar, , Leipzig, 1929; Alfied John, Bie Rickjtiidiebe, Leipzig, (929. HW De cuando en cuando se habia de que existen esctelas de garteris fas, de timadores y He a0 proesignales del robo, $1 haa existido, ham _ Sintesis 195 las detenciones son continuas, uno depende denrasiado de la frialdad de tos companeros y fas penas son tan duras que es muy dificil poder arreglar las cosas» '2, Resulta muy arriesgado afirmar si se tiende a una mayor especializacidn 0 no. Cooper asegura que no y que la espe- clalizacién es cada dia menor como consecuencia de la gue. ra, de la prohibicion y de la recesiéa. «Estafadores, afir- ma, que hace veinte alos se habrian avergonzado de arries- garse a realizar trabajos ajenos a su especialidad, no dudan ahora en lanzarse al atraco, al secuestro y a otros crimenes.»» Ef mismo nos cuenta que en ef transcurso de una asamblea de estafadores que tuvo lugar en Chicago intentaren elabo- rar un cédigo gue prohibiese cambiar de especialidad. En su historia sobre los criminales profesionales Bysnes, indicaba ya.en 1886 que numerosos dlelincuentes participaban ea ope- raciones criminales, provisionaimente, al margen de su es- peciatidad 3. 2. La sociedad de ladrones Aligual que cualquier otra persona que pertenezca a una profesidn el ladrén profesional posee unggstalut’) definida Por su habilidad técnica, su situacién financiere7%us relacio- nes, sui comportamiento y sus conociunientos adguirides en J elcurso de su vida errante. Su rango social esté determinada # por la actitud que tienen los otras delincuentes respecto a él y también por la de los policfas, jueces y periodistas, El 1é- mino Jadrdn es considerado un titulo honorifico y dicho ast, sin adjetivos, se refiere a un profesional. Veamos la defini én que nos proporciona un diccionario de argot: umiem- bro de! mundilfo detincuente que raba frecuentemente ¥ con éxito, Este término estd reservado a los delincuentes hebiiuales 42H Hapguod, op. cit., p. 107. "5 Thomas Byrnes, Professional Criminals of America, Nueva York, 1886,-0p. cit, utliza varios métodos ingeniosos para calibrar el grado de especializacién de los ladrones, De todas Farmas sus conclusiones se retie: ren a los ceiminules en general ms que a los protesionales y, son nate: os, precisamente, los que tienen tendencia a especializarse menos. | | | | 196 Edwin H. Suthertancl y se utitiza en un sentido elogioso» ", Los profesionales desprecian a los aficionados y se sirven de toda una bateria de epitetos peyorativos para designarlos, Utilizan métodos audaces cuando tienen una cobertura, pero se averguenzan de estar protexidos y se consuelan sdlo con la certeza de que pueden hacer un trabajo todavia mis refinado si la ocasion lo requiere. No quieren codearse con aquellos ladroes que 9 ulllizan 108 métodos Corrects establécidos éti a profe- sida, Los profesionales estn en desacuerdo entre eltos a la hora de establecer jerarquia ent el interior del cuerpo: algunos es tablecen dos categorias de ladrones, los que se dedican a los grandes golpes y los que se dedican a las cinucias, en fun- Cidn del tiempo de preparacion y de las relaciones dé que dis ponen. Veatnos lo que un estafidor de gran alla piensa de tun deseuidero: «Aunque sean profesionales, hace afios (an- tes de ir a la carcel) me avergonzaba de encontyarme con ellos en la calle. ¥ ne digo esto por saebismo, sino porque esos encuentros podian perjudicarme desde el punto de vista so- cial si alganos de mis colegas me encoatraba charlando con un ratero El mismo individuo parece considerar sin embargo que no éxisten diferencias &eneiales en el interior de ta profesion «Jams he piiésto una etiqueta a un ladrén fuese este de pe- quefia, mediana o gran envergadura, del Este o de las Roco- sas, La distincidn se realiza en un nivel muy distinto, todo depende del lugar y del modo de actuar. En este sentide re- cuerdo un robo que se levé a cabo a las diez de la manana y que produjo un beneficio de 21 dolares. Los mismos auto- res, wes horas mas tarde y en el mismo lugar, dieron un gol- pe de 6,500 ddlares. ,Se puede afirmar que estos hombreeran de una categoria inferior por la manana y superior por la tar- de? Los timadores que se dedican al juego y a Ja boise espe- Fan cuantiosas sumas (para lo cual cuentan con eficinas con- vertidas en clubs de juego y oficinas de agentes de cambio). Pero existe una movilidad constante entze las bandas que unas Te Noel Exsine, Underworlel end Prison Stang, Upland, Indiana, 1935. ‘un papel prepot Sintesis: 197 veces artiesgan mnds y otras veces menos y todas ellas se co nocen entre sin. Pantre los profesionales del cobo cada uno dispone de un valor personal de] inismoiGdd Yue ocurre entre los rnédi- cos 0 los abogados, Enis€ ellos’ ef s8atido del hioriér juega tanle. En este sentido es muy representa~ tiva In reaccién de Roger Benton, un falsificador. Un tende- ro le dio un cheque en blanco para que lo rellenase con la suma convenida. Benton to anulé y se lo reenvid. El mismo nos dice por qué: «Mi amor propio profesional me impedig utilizarlo; después de todo soy un falsificador que siempre hha sabido estafar nébilmente a tos bangueros y no us ladron- zuelo que intenta engatiar a uni tendero» ", 3. Et espiritu de equipo entre los tadrones La profesién de ladrén mplica un conjunte de sentimien- tos compartidos y de expetiencias comunes. Los carteristas tienen reacciones similares ante las futuras victimas y ante las circunstancias particulares en las que actéan, Estas seme- janzas se deben a un subsuelo comin de experiencias y a los gestos que deben de realizar en situaciones parecidas, Sus reac- ciones similares pueden ser asimiladas a un diagndstico cli- nico emitido por un médico sobre un enferma que tisne de- lante, o al examen répido que have un abogado de un caso especifico. En virtud de estas aciitudes y reacciones compar- ticlas tos iadrones pueden trabajar juntos sin peligro ni miedo Este espiritu de cuerpo se prolonga en todas las activida- dles de fa misma vide de los ladrones y se unanifiesta de modo especialinente claro en la lucha contra su enemigo comin: fa ley. De este espiritu de equipo se derivan un conjunto de reglas, hdbitos de apoyo y solidaridad que son comunes a todo al inedio. cee La necesidad deypuntualidad Sobre la gue tanto insisten sys oft itusira bien este espitilir UF Cierpo fan puiante entre ellos €5 un principio esencial entre los asociados del erimen el Ile US Where Bo I go from bere? Nueva Yurk, 1936. p. 62. Edwin H, Sutherland gar a las citas a la hora en punte, Cuando uno tiene una cita és preciso llegar a elta exactainente a fa hora convenida. Se urata de no hacer esperar a! cdmplice, Por otva parte es Fécil comprender ta importancia de esta regia dado el constante peligro a ser detenido, Si un individuo es arrestado su cém- plice corre peligro también. La tinica excusa valida para no llegar a tiempo es haber sido detenidlo, y en este caso el eom- plice tieue mucho interés en salir a escape para no correr la misoia suerte". Una de las ofensas més graves que un ladrén puede infli- gir a otro eg délatarlo 6 denunclarlo, Esta maxima es respe- tada por todos casi undtimemente. Los profesionales la vio- Jan menos que los otros delincuentes porque estan menos su- jelos a las presiones que los obligan a la delacién. Por otra parté la mayoria de los ladrones aguantaran los peores casti- 205 aates de entregar a sus camaradas. Existen dos razones ai menos para actuar de este modo. La primera, és que quien "9 to hace asi plerde. su-prestigio, ng.encontrara complices ser ohjetg de rs : la segunda, se fundamenta en ii leallad y el espicitu de ‘olidavidad La reaccidn esponta- ‘nea de lus delincutentes hacia sus delatores es su puesta en cuarentena que expresa su desagrado, su miedo y su odio. En la base pues de estas dos reavciones contra los delatores se encuentva el espiritu de equipo fundado en experiencias comunes. FEL mencionado espiritu de equipo implica una escala de valores y unt corporativismo que enmascan al ladron en si carrera detictiva. La angustia de un ladron solitario que no forma parte de la sociedad de los delincuences esta perfecta- mente descrita en las Hneas que siguen por Roger Benton. Las eseribié cuando ya era un Palsificador habitual, pero avin no habia alcanzado la categoria de profesional: «No tenia hogar ni lugar a donde it pura sentirme segura, no contaba con un solo amigo en el que poder contiar, estaba solo, se- parado del resto de los seres humans, pero no sufria por HS bid, ps 260, > Phifip S. Wau Cise, Fighting the Uindervvorid, Boston, 1936, p. 321 Josiah Flynt Willie, THomping with Tramps, Nueva York, 1899, pp. 23- aby My Life, Nueva York, 1908, pp. 331-340. Sineesis 199 ello, o al menos eso me parecia a mi. Un poco més tarde co- mencé a frecuentar el bar Neto, que era el lugar de reunion de las personas de teatro. Me gustaba ese bar y la gente que acudia alli, y me habria gustado poder pasar en él muchas noches. Descubr! que tenfa mas necesidad de contactos hu- manos de io que habia pensado. En Nero pude satisfacer esos deseos de sociabilidad. Pue un periodo en el que disfruté mu- cho. Descuidaba mi trabajo (de falsificador) y me dedicaba a beneficiarme de la amistad honesta, simple y franca de esta ingenua gente del teatro. Mas tarde no podia desembarazar- me de esta fuerte necesidad del sentimiento de seguridad que ofvecen los contactos humanos y !@ aprobaci6n sociai del gru- po. Estaba solo y tenfa miedo. Me hubiese gustado reencon- fear a alguien que me bubiese conocido antes de convertitme en un fuera de fa ley". Entre las indios el individuo que forma parte de las tri- bus criminales estd inmerso en un contexto coherente y, de este modo, no tiene ningtin remordimiento cuando ataca 4 alguien que no es de su grupo porque socialmente su accién no le causa ningin perjuicio. No existe en América un solo Gelincneate que, pese a estar integrado en ef grupo, no sé sign ia enfrentado a la mayoria de Ja sodiedad. Thcluso cuando Roger Benton sé convirtio én iin falsificador profesional, y por tanto en un miembro del hampa, se sentia solo y a di gusto: «Estaba harto de este trabajo, de esta necesidad de ser siempre un fugitivo, de la imposibilidad de iastalarme y de te- ner una casa, tan harto como del miedo a ir a la carcely 1, BE} ladrén profesional en América se sientc un fuera de la ley, y esto es cierto sobre todo para los ladrones que pro ceden de la clase media que son muchos. Cuando forman par- te de las bandas del «medio» se sienten unos renegados. Chie Conwell cuenta que el ladrén ousea argumentos para sentir- se libre: evita pensar en las consecuencias de sus actos asi como toda reflexion acerca de los titimos dias de su vida. Cuando esta solo en la cdrcel no puede dejar de pensar en todas estos problemas y tiembla ante la idea de reemprender sus activi- Gp ta pp. 62, 66.57, B01 a a. Peg v 200 Eastin H. Sutherland dades delictivas. De vueita a la banda adopta de nuevo este espiritu bravucén que caracteriza a los fadronies, se desvarie- cen sus temores y todo parece ir sobre ruedas. En estas cit~ cunstancias no puede desarrollar todas sus cvalidades perso- nales, pero su ajstamiento disminuye lop mismo que su sole. dad, y su vida profesionai vuelve a ser posible porque forma parte de un grupo en el que tiene una vida social de ladrén que implica una cultura y unos vaiores reconecidos por ef conjunio de tos ladrones. También en este sentidg por tanto al robo profesional es una profesién de grupo 4. La profesion de ladrén en oposis na otros grupos Bl ladrén profesional forma parte éel mundo del ham- a, y estd en cierto modo separado del resto de Ja sociedad, Reside con frecuencia en los bajos fondo 6 en los barrios en los que abundan Jas diversiongs, Tncluso cuando vive en un hotel del centro de la ciudad, © en una casa de.la periferia debe mantener una cierta reserva con sus vecinos, mantener- se a una cierta distancia’si quiere mantener ocultas sus ocu- paciones. Las barreras que delimitan al grupo de los ladrones son mds de orden funcional que geogrfico: los propios ladvo- nes las establecen fundandose en la comunidad de sus inte- reses y principalmente en fa seguridad y en la salvaguarda de sus personas. Puesto que los otros grupos se protegen es- tableciendo barreras defensivas contra los ladrones, éstos, por este mismo hecho, se ven confinadas en su propio terreno. Por otra parte resulta muy diffeil penetrar en sus grtipos. Un extraflo que se adentra en sus antros es jlamado «una mala tho Se puede comprobar ona difereneia de tono entre fos primeros.ea- pilulos y el dimo. Al principio, e! ladron aparece idealizado, se,ofiecen ectos, él ond eS seguro, En el imo capitulo e laden HESTEa i Sethnieao GE rusian, seZonisidesa a stmisino Lacvletia | principal, oi tano es nbs flojo eincorsstente. El ladvon ests mas seguro [cuando habla dé las técivicas, de las rélaciones entre los miembros de la Janda, que cuando se cefiere slag relaciones de la profesion con el festa die ia Sociedad, Sincesis 201 hierba en cl jardin» y desde que aparece cesan tas conversa. ciones o versan sobre temas banales. Los hombres de negovics que se dedican a actividades des- « homestas deberian ser considerados ladrones profesionates, aunque de hecho el que engafla a una viuda 0 un huésfand no es visto como wn ladrdn, ni tammpoco éstos lo consideran como uno de su cuerda. Ambos grupos se desprecian of uno al otro, Cuando se encuentran, y no existen muchas ocasio- nes para elio, no tienen nada que decirse ya gue no forman parte del mismo grupo. La definicién de ladrén profesional Se fragua en el interior tnismo del grupo restringido. Todo el que es recibido y reconocido en el grupo como ladran pro- Fesional adqaiere ese estatuto, mientras que el que no es acep- tado y reconocido no Jo adquiere, sean cuaies sean sus méto- dos de trabajo El trabajo de oficie es definido pues como tal por lz aso- ciacién a la que pertenece, lo cual no significa que deje de formar parte del orden social en general, Seria un exror pen- sar que los ladrones profesionales viven completimente se pafados dei resio de la sociedad, ¥ aiie si entran on contacto con ella ¢s sélo para robar. El carierista establece precomi- nantemedte contacto con las carteras y las prendas de vestir de sus victimias, pero el timacor debe establecer una relacidn més intima con cllas. De todes modus deben de miantencr un dominio permanente de si mismos y controlar los efectos que producen en los demas como si se iratara de ung actor que estd en escena. Se los puede comparar también 4 un ven- dedor que tiene que convencer a su cliente, veneer sus resis- tencias, y conseguir que le compre sus articulos. Los ladrones lienen atnigos honrados y respettiasos con las leyes que saben a qué se dedican. Su amistad y los servicios que se prestan recipracantente no estar ligados al mundo del robo. 5 ladrones reviben también ta ayuda de personas y de organismos consicler sociédad; encieri un tante a la suya!!, Los mecanismos, gue rigen la vida poll- "BT He toatinds el término predation conrras de mi colega et Ihr. A. B. * nad: A Ny vez en la jerarcprizacion y en ef esp ar Hidwin H. Suthertant tics de numerosas ciudadles americanas asf como de muchos distritos de provincia, estdi generahnente sometidos a un con- trol venal. Los ludcoues profesionales y los politicos, liga- dos por cl interés que encuentran en este control abusivo, se len trabajar juntos para obtener beneficios reciprocos. La coo- peravidn entre le policia y los iribunales es necesaria en la medida en que ambos orgenismos estén bajo el control de Ja administraciéa, El ladron lejas.de estar separado de esta parte de la sociedad, esta en relacién estrecha ¢ intima con celia, no sélo en su vida profesional, sino también en su vida social, fsas relaciones se establecen en los clubs de juego, en los cabarets y casas de citas en donde todas esas personas consideradas hoavrables se divierten en sus ratos de ocic Por titimo, 2! ladrén profesional depend de los valores funcaumentgles del orden social en el que vive. Es sensible a Jo que sucede, como todo é] mundo: lee periddicos, escucha la radio, va al cine, asiste a los partidos de base-ball y se in teres por las auevas modas. Se deja influenciar, ‘como to- Gos, por los anuncios de pasta de dienes, cigarrillos y co- ches, Le gusta el dinero y también fos abjetos que éste puede proporcionar; en este sentido sus esfuerzos coineiden a la per- feocién con ef pioderno modo de vida. En suma, cs un pro- fesional quic posce el sentido y la responsabilidad de! trabajo en equipo, pero en lo que se refiere a todo lo demas esta inti- mamente figado 2 la sociedad en su sentido mas ampiio y a tos valores que ceinan en ella, 5. Organiaicién de a profesion de ladrén LJ robo organizado es el delito organizado, y ello no en el sentide en el que to entienden los periddicos pues no existe un jele o una diveccion central que supervise el trabajo de sus miembros, Se trata may bien de un sistema hasado a la itn de solidaridad. El Zn- Holtiugsicad. Dichin expresién detine bien las setividades no séto del ven- dear sites eitadlo, shin tambien dat ladnsn, de mumerasos politicos y de imehay teas wees Sincesis JSorme del Comité de la Ciudad de Chicago contra el delito lo definia en los siguientes términos: «Este grupo de delincwentes, pese a que no posee ningu- ha estructura orgénica, presenta todas las caracteristicas de una organizacién. Dispone de un lenguaje propio, de leyes, de historia, de tradiciones y costumbres, cuenta con méto~ dos y técnicas muy especializadas para atentar contra las per- sonas y sobre todo contra sus bienes, asi como con un pode- roso sistema defensivo. Estas redes de ctiminales de profe- sign se ramifican por todas las ciudades, los Estados e incluso los continentes», Concretando més se podria decir que la organizacién de {os fadrones profesionales reposa esencialmente en tas rela clones existentes entre sus miembros ya que cada uno aporta sa contribucién al patrimonio comin. Cada ladrén es una oficina de informacién, y ademas el profesional es conocido personalmente por casi todos las miembros del gremio debi- do a sus habites itinerantes. Cuando inesperadamente se en- cuentran en sus habituales locates de rennin abundan las ex- presiones de este tipo: «jsorprendente!n, «ja este sefior no io conozco de nada!», «ipues mira que no 6s famoso!, cha blando dei rey de Roman. Estos comentarios equivalen 4 car- tas de prescatacién cuando el Jadrén pide entrar en una ban- de o solicita ayuda para evitar la cércel. El conocimiento de métados y de lugares es también una, de Jas caracteristicas de Ja profesién. «Toledo es una ciudad muy sustanciosa», «La hora de comer es la mejor para tra- bajar en esta onan. «Mucho cuidado con la vendedora de 10)0, es muy peligrosan. «Si te sientes agobiado en Chicago vete a ver a Skicb», «No robes nunca cuando regreses de dar um golpe», Tales consignas se transmiten de boca en boea has: ta que todo cl mundo las conoce. Las discusiones en los In- gares de reunidn tienen por objeco explicitar estas informa- clones y readeptarlas a situaciones nuevas. También en Ja clan- destinidad se organizan sistemas de servicios sociales. En una sivurteién peligrasa un ladrén puede ayudar a su compaaere advirtiéndote directamente 0, por el contrario, desapareciendo para eviter sospechas. En sus locales o en otros lugares se veatizan colectas para ayudar a un ladrén oa una mujer de 204 Edwin H, Sutheriand un ladron gue estan en prisidni. La reciprocidad es una regia general y tacitamente se sobreentiende que, cuando pueda, ia persona ayndada devolverd lo recibido. De todo Jo dicho se deduce que para ser ladrén profesio- nal es preciso ser conocide y reconocido como tal por los otros smiembros de la profesién. Ei robo es una vida de grupo ev. Ja que tinicamente se puede enirar y permanecer mediante el consentimiento def grupo. Para ser miembro de pleno dere- cho la condicién absoluta, necesayia y universal, es la de ser reconocido por los colegas y, a fa vez, la de aceptar el con- junto de los estaiutas de la profesién y las leyes del grupo. Las etapas indispensables para acceder a esta posicién pri- vilegiada son la eleccion ¥ el padrinazgo, Factores esenciales en la génesis ce la profesién de ladrén porque muchos son Jos Lamy s pocas sor: los elegidas. Lodaspirantesa ladrén estan en permanente contacto con Jos Grofesisiialé"la confianza reciproca, la comprobacion, de determinadas cualidades, la resolucion rapide en situacio- nes dificiles, etc., determinan progresivamente una carrera En este largo aprendizaje él aediito se convierte en profesio- nal, pero muy pocos de los que emplezan consiguen alcan- zar ese sentido definitivo, Por otra part ra se pus de quebrar en cuslquier momento, bien por parte.del. asp rante, bien por decisifa del arupo de picFesionales. En primer higar la eleccidn es el resultado de una simpa tia reeiproca que nace tras los primeros €ontactés, entre 1a- drones profesionales, y chutos, aticionados, atiacadores o per sonas empleadas en trabajos iegales tales come asalariados de hoteles o vendedores. LosGontactop pueden también es- tablecerse en Ja cdscel, en los sitios donde trabajan los tadro- nes, 6 en los locales donde se reinen y divierten. Resulta fa- cil sentir simpatia por los lacrones profesionales ya que la mayor parte de ellos son muy seductores, ticnen experiencia de la vida, conocen bien la naturaleza humana, son grandes chaslistas, gastan con facilidad el dinero y poseen una cierta autoridad natural. El hecho de que no todas las personas se sientan atcaidas por estas cualjdades constituye en fa précti= ca una primera seleccién. Mas que el ladrdn en potencia es el Iadrén profesional quien realiza la eleccién. No basta con sentir yoa inchimacion hacia el robo para que cristalice fa vocacién de ladrdn. De hecho en ef fondo de cada uno de nosotros hay, un ladrén. Esta tendenicia a robar sé manifiesta. con mayor o menor fie~ cuencia, esta més 0 menos seprimida, Ef profesional sabe apreciar las cualidades de un sujeto que va a entrar a formar parte de su red de relaciones. El sujeto en cucstién debe po- seer, como ya se ha dicho, inteligencia y vator, facilidad de palabra, honradez, seriedad, autucontro! y determinacion para la accién. De todas estas cualidades imprescindibles & importantes la bonestidad ocupa ef primer lugar en ta jerac- quia, yes una virtud mas esencial que la propia inteligencia. Por supuesto se trata de ser hoarada con cl grupo. Generalmente ¢s una ocasiéa fortuita Ia que origina gue el profesional se interese por un ntievo adepto. Por ejemplo, tin joven pierde su empleo y entra a formar parte de una red de ladrones aficionados o bien busca dinero por su cuenta, Si se establece una amistad entre este joven y un ladrén pro- fesional, éste puede pedirle que se una a su banda para reali- zar (areas menores. Si acepia, recibiré instracciones verba- les sobre la planificacién del golpe y de su papel especifico on él. En este primer trabajo se vera ayudado por los profe- sionales, cosa que resultaria humillante pera una persona ent- trenada, Si realiza su cometidlo de un modo satisfactorio le confiardin otras tareas cada ver mAs importantes. Durante este periodo probatorio el neéfito entra en relacién con el eddixa (Wt de la profesién, se familiaciza von el tipo de moralidad, con Jas normas de correccitin, la etiqueta y los ceremoniates del grupo, en suma, iré adquizienclo el sentido def robo. Tendlra qque aprender también Jo que hay que hacer para colocar los ‘objetos robados y para dlefenderse ante la justicia. Poco a poco, ird ampliando el radio de sus relaciones personales en- fre los ladrones, los abogados y los asesores juridicos. Este educacién no se transmite en forma de Jecciones, sino por impregnacién, mediante la jnmersién en ef «medion. El no. ig) Pato ser schazado sino ¢s receptivo a esta culttra, 0 si es incapac de asimilar determinadlos procedimientos técnicos. \ Durante este periodo de aprenclizaje se inicia en las pre | ticas del offcio y acquiere el espiritu de equipo. Paco a poco ho. L Wo peach Bealpa i 2d gates Ve Pe ig Dele win et ¥ hep! 206 Edwin Ht, Sutherland es admitido por et grupo que lo considera, provisionaimen- 2, como un profesional; si sube responder bien a esta con- fianza su integracién en el medio sera total y entonces s¢ le concederé el titulo de ladrén profesional, Una persona que quisiese entrar en el oficio podria tam bién instruirse sirviéndose de los periddicos, revistas 0 libros dedicadas al tema. Solo o acompaiado ei aspirante podria intentar utilizar das téenicas y se convirtiria asi en un profe- sional autodidacta. Pero evidentemente, esta forma de apren. dizaje es puramente libresca y tedrica lo que le. dificultars para adquitir esa practica, esa habilidad y el sentido del robo indispensadles para hacer carrera. Tampoco contaria con las relaciones personales, ni la confianza de los intermediarios, politicos y demas familia, tan necesarios para actuar con seguridad. Una persona preparada siguieado este método aca- barfa posiblemente muy pronto ea la céevel en donde, por otra parte, se le presentaria una buena acasiGn Para apren- der de verdad « robar. Un ladrén puede d neralmenté cuando h. cjat de ejerwer su arte y ello sucede ge- violado las reglas de la profesi “Wana 1s edad emiiedo, la droga oel alcohol lo han Incebacitgeo, Por tin de esias deseracias dlejara rapi- Sameiife GE contar con compaferos de trabajo, perderd fa vonfianza del consejero y de los polictas, en fin, sera inea- paz dé Conseditir salir absuelto, A partir de este momento de- Jara de ser reconocido como profesional le que quiere decir que, de hecho, dejard de serle. Pero. si, por el contrario, in- terrumipe sus actividades por propia iniciativa y conserva in. legras sus capacidlades scguird siendo considerado como un profesional, lo mismo que un médico que sigue con su titulo aunque deje de ejerver la medigina. El profesional que ha ctito Ja primera parte de este libro no ha empleado un méto. do de estudio comparativo de las prolesiones para probar que el robo es una profesién mas, Simplemente ha planteado de modo axiematico que es wa Profesion y ha empleado el tér- mino profesién siguiendo los habitus mentales de su grupo. Sin embaryo seria interesante examinar inds de cerca por qué se trata realmente de una profesin. Casr-Saunders y Wilson en su libro sobre las Professions LAME 1 estoy Sinesis font tee, rset? TE Opa han enumerado asi fas caracteristicas de las carreras profe- sioneles: habilidad técnica, asociacién reconocida —como ocurre con los Colegios de médicos 0 abogados—, reglamen- iacién oficial de las condiciones de admisidn, autorizacién para su éjercicio asi como reglas mofales que regulan los be- heficios ecciidmicos y refuerzan su sentido social La profesién de ladeén pose la mayoria de estas carac- teristicas, aunque posiblemenite ae tin modo Mens Hxiaa, HliesTa'se ‘dad de ladrories no-cuenta con estatutos ju os eseritos ni con reglamentos que se expongan al publico. ‘Existen si argo ui rie de paralelismos edn ellas qué se transmiten por tradicién. Entre las propiedades enumeradas por Carr-Saunders, la que no existe entre los ladrones es el Banta 1 moral que atenuia el sentido pecuniario. Un lacrén profesional a quien se le mostr6 este texi6 asi lo admite, pero precisa que, si esia clailsula constitilyese reilmiente, en Ia prictica, una condicién de admisign, descenderia enormemente el nime- ro de médicas y-abogados. Las profesiones intelectuales cuentan con un enorme ba- gaie de conocimientos y con un largo periodo de formacién practica. La profesi6n de fadrén posee evidentemenie un fon- do mucho menos importante de conocimientas teéricos, sero, por adicién ‘oral, se transmiten principios a veces centena- ios que reguian las diferentes espectalidades. Por esto, 2 gue el cobo no sea una profesién culta, es ung pfofesion edul- parable, por ejempld, al atletismo profesional. “La profesién de ladrén tiene como finalidad esencial con- if dinero eon Ta Taayor seguridad posible. En este punto és perfectainenite asifiilablé a ottas profesiones y a otras or- genizaciones establecidas. Dinero y seguridad son los vaio- res inberentes a la civilizacion occidental y los métodas em- pleados para obtenerlos se adapran a la cultura generél, EL ladréa consigue la seguridad al menos por tres vies, En primer lugar, elige los golpes que presentan un minimo ‘AE TeSHS El chantaje a los proxenctas y otros tipos de vio- ha ACW. CatrSaunders y P. A. Wilson, The Prafestions, Oxford, 1933, a” 208 Bévsiee H, Stthertand aciones de la ley no implican’ excesivos riesgos, puesto que as victimas al actuar a su vez flegalmente no presentaran de- nuncias en la comisaria de policia, Por la misma razon los timos tampoco implican riesgos, ya que los timadas traba- jan en connivencia con los ladrones para engafiar a terceros que, a su vez, los despluman a ellos. Los descuideros estan relativamente seguros puesto que los grandes almacenes no son muy prociives a acusar a posibles clientes. Los carteris- tas, por su parte, evitan correr peligros per lo que desechan robos arriesgados @ aquellos trabajos que se verfan acompa- fiados de grandes escdudalos. Esta es la razor por la que no se suelen robar grandes obras maestras, ya que el revuelo pro- vocado por su desaparicida, impediria sin duda, hacerlas cir- cular en el mercado. Seitalenios en este sentide que los dos robos mas espectaculares cel siglo pasado —La Duquesa de Devonshire de Gainsborough y La Gioconda de Leonardo da Vinci— no fueron perpetrados con fines {ucrativos La segunda razén por la que fos ladrones gozan de segu- ridid es que gracias ai entrenamiento y a la experiencia ad- quicten una macsiria que les permite controlar las situacio-, ines peligrosas. El ladron, sirviendose de sus cualidades de ac- Yor, debe de ser capaz de manipular las sensaciones y los sentimientos de la gente para conseguir sus fines. En fin, ef tercer pilar de cobertura se asienta en tas rela- cionies que le permiten salir airoso de situaciones dificiles. ~ Para el ladrén se trata de sortear todas las dificultades, aunque para ello tenga gue devolver lo robade a fin de que la victima retire la denuncia, 0 bien tenga que comprar con \ dinero a [a justicia o servirse de influencias politicas 0 de ami- bas cosas a la vez, En la mayor parte de los casos la victima estd dispuesta a aceplar Is restitucidn de sus bienes y a aban- donar la via judicial, y esto tanio los particulares como las compaiiias de seguros que Hegan a ofrecer ptimas por rectl- perar los objetos robados dando asi cancha a los encubrido- res. Los procesos son (an {argos que las personas, afectadas por los rabos, suelen esiar interesadas en llegar a un arteglo en el que cada parte saca su tajada al margen, por supuesto, del bien comin. Los delincuentes logran prosperar gracias a la corrupeida Sintesis de los servicios piiblices. Los partidos politicos son verdade- ras agencias de concusién. Esas organizaciones controlan la yenalidad a todos los niveles de los engranajes administrati~ vos y politicos. Los. periodistas, por su paric, han sacado a Ja luz't comienzos del presente siglo los medios de corrup- cidn utilizados en todas las grandes ciudades "*. Las Comi- Siones de depuracién Hofstadter y Seabury de Nueva York y Merriam de Chicago muestran que nada hia cambiado des de hace cincuenta afios™. Se podrén comprobar devatles que lo confirmen en las autobiografias de funcionarios que han intentado trabajar para el bien publico' y en los eseri- tos de quienes se dedicaron a acciones subyersivas'™*. Las reaceianes dle la gente corriente han sido admirablemente des- critas en el libro de Carolina F, Wave que se centra en: el ba- trio de Greenwhich de Nueva York". ‘Gracias a este sistema de corzupeién organizado todos los actos de la vida piiblica estén controlados: votacion de le- yes, adjudicaciones, concesivnes de licencias, depésitos de Tondos bancarios, hombramientos para diferentes priests Por lo general se da una connivencia entre funcionaries y per~ sonas del exterior que forman un maléfico bloque compacco que corroe el orden social. . La proteccidn concedida a los delincuentes forma parte et sistema gevieral GE prevaricacién controlada de fa caal.no “Tar Ca. especialmente Lincoln Steffens, Awobingraphy, Nueva York, 31 V8 suru Seabury, Pinal Report m the Motier af the Invesigetion of the Magisivaves'courts, Nurva York, 1932; W. B. Northrup y J.B. Northup. tnvolence nf Offices The Starry of the Seabury Frvestigaion flaca York, 1982 Chates F. Martiam, Chiezzo, iweva York, 1929, pp. 2428 " Véase, por ejemplo, Carlet H. Hanson, Stormy Yeas Atcoto, rephy of Carter {1 Harrison. Indiantyols, 1335. Harrison deciaca que Saige parado sige ins aunts liens en Chicago eonatinia el ‘oun peiwodo de una banda de gentes redioetes, de esphity estrecho y poce das qua solo tuseaban dinero, Harrison decancia, et 1972, ante ja Copeencin Nacional Democrdvica de Baltimiore, que un puesto inypor~ tante era deseunperaio por el propietatie de un antro de Chicago, guar Gade earteristes, proteyido pot Roger Sullivan, jote de la facci6at rival det partido en Minis, Inc. H. Woolly, The Cuse of Frank L Sialth, Chicago, 234 12 Grees wich Viligge, Boston, 1915, pp. 267-291. 210 Edwin H, Suthertand es mas que una rama la otorgada a los ladrones profesiona- Jes. Un inspector retirado nos hizo la siguiente confidenci: ‘Todo malhechor que acaba de ser detenido intenta por ta- das fos medios conseguir ta libertad, Que lo logre o no de Pendle mucho mids de los gontactos que tenga que de su pro pia inoralidad». Las infracciones al cédigo de cireulacién son objeto de an enorme trdfico de influencias pues, segtin un juez de Chi cago, e! 90 por 160 de las personas multadas intentan Librar= se de ta sancion, Los periddicos de esta ciudad informaron gue, en el primer trimestre de £934, inicaimente una persona de cada mil habia recibido una condena en firme, Lo mismo ocurre en todas las grandes ciudades de Estados Unidos. La proteccién de los que violan las leyes en el terreno del juego, la prostitucién y el alcohol, se realize a gran escala y mediante una poderosa organizacién, Joln C. Weston, sus Lituto del fiscal de fa Woman's Court de Nueva York, testi- ficd en 1931 ante la Comision de Hofstadter que habla reci- ido 20.000 détares en sobornos por parte de abogadas, po- liticos, consejeros y otros agentes por absolver a 600 prostitutas inculpadas. Aftadid que fa red estaba Formada por 21 abogados y dos inspectores de le seccidn de policia encar- gada de velar por las buenas costumbres. En le mayor parte de las grandes eiudades, y también en las pequenas, la sitna- cién_morai e3 igualmente desastios. Cuando tienen {ugar crimenes violentos fos delincuentes pueden tecurrir también al soborno aunque es rads raro. Sile Doty, ladrén de caballos y estafador de altos vuelos de Nuc. va York, Michigan e Indiana en el periodo que va de 1820 a 1850, dectaraba: «Si me detenfan, tenia medios para com- prar a cualquier funclonario, desde el mas pequefto al mas grande». London W. Moore especialisia en baneos, en fa iileima mitad det pasado sigio, celata también qite podi obtenet de Funcionurias eorsnptos fa inmunidad ante cual guier posibte vomiena '. Greorge M. White, otro ladrén de Bancos de la misma época, contaha que tos polictas de fa ciu- 1G. W. Coliuru, Tae Life of Site Doty, Toledo, 1880, p. 137 Langdon W. Moore, His Own Story of itis Eventful Lise, Boston, N93, Sinresis: 2uL dad de Nueva York cooperaban con los ladrones; la asociax cién era conocida con el nombre de «Cireulo de los Bancos» y los policias recibian el 10 por 100 del botin de todos los robos cometidos por los delincuentes protegicios. Ademas les pasaban informacién acerca de tos lugares mas féciles para desvalijar las cajas; dos miembros de esta asaciacida se con- virtieron mas tarde en inspectores de la policia de Nueva York, Pat Crowe, secuestrador y estafador a la vez, explt caba que la mayor parte de sus grandes crimenes fueron ocul- tados por abogadas célebres entse los cuales figuraban dos senadores y un gobernador del Estado de Towa ™, En las columnas de la Associated Press del 18 de julio de 1936 po- dia leerse que, de los 100.000 délares de fianza entregados por e! asunto del secuestrador Harm, 25.000 estaban desti nados a Thomas Brown, antiguo jefe de policia de St. Paul quien, en esta época, fue nombrado jefe del servicio de se- ciiestradores por haber desvelado los planes de la policia para arrestar a Hamm. En este estado de delicuescencia moral el criminal puede navegar a sus anchas. Este clima podria definirse con el tér- ain. mino de desorganizacién social y se caracteriza, no s6lo por que nadie se preocups en realidad de supcimir el crimen, sino, ademds porque los propios funcionatios cooperan coa los de- lincuentes para que trabajen con seguridad. La victima, que por su parte intenta recuperar sus bienes robados, suele ser egoista, no mira mas que por su interés personal y el interés general suele tenerle sin cuidadlo, El ciudadano medio, que €5 quien mantiene esta concepciéa del orden social, consti- tuye ef blanco de los ladrones, de los funcionarios corruptos yde los magistrados complacientes. Esta ausencia de anid : para Hegar a un consenso que permita instaurar un orden ¥ el bienestar general ¢s io que se denomina la desorganizacion social - La profesién de latirén, con todas estas caracteristicas y sus implicaciones sociales, parece haber surgido con la de- be George M. White, rom Roniface co Bank Burglar, Nueva York, 190, pp 29838 9 4a0'480 1 Patrick. Chowe, Spreading Bul: Auaoblography os Told to Tho- ras Regan, Neca ors, (927 212 Edwin H. Suiheran: sintegracion del sistema feudal y los desplazamigntos de pa- blacida que ello supuse. Los coniienzos de la historia de esta profesion fueron admirablemente deseritos por Avé- Lallemant en lo que se refige a Alemania y por Aydelotte por lo que se refiere a Tnaeherra i Desde el momento en el que los servicios prestados se pagaron en dinero y no et especie, el siervo adquirié el derecho a camibiar de residencia para encontrar el mejor salatio y el amo pudo prescindir de su criado cuando ya no lo necesitaba. Los siervos pudieron beneficiarse de esia revolucién sobre todo en un principio, Gespués de Ja Gran Peste, cuando Jas ofertas de empleo fue- ron més numerosas que las demandas. Mas tarde, cuando Ja situacion se regularizé y la agricuitura dio paso a Ia gana- devia, las ofercas de entpleo no fueron suficientes para dar trabajo a tode ei munde. Los siervos, sin empleo y sin domicitio, andaban erran- +tes por los caminos a la busqueda de trabajo 0 formands ban- das de yagabundos y ladrones. Esos hombres y esas mujeres desarraigados entraron en contacto con los grupes margina- dos de la época —~judios, gitanes, jugadores, prostitutas y raficantes de alecholes—. Vivian en los barrios mateados por la miseria en donde se perdian en el anonimato de la ¢s- coria de la sociedad. Los bandidos de la época habian fabri- cado juegos de cartas fraudulentes y salvoconductos gue cons- tituyen los primeros antecedentes de la profesién de ladrén y de timador.

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