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‘apa wise Zod axgod 12 BA, 1 SOOTY VHINOO SaudOd ‘41 VION ‘La Lrrerarura Soctat que @ ninguno aprovecha hasta que ha muerto. «13 ‘Me dijiste que era pobre digo que tenés razon; hombre pobre y lefia verde arden cuando hay ocasién. “ ih, trabajo que es ser pobre!, Jo digo por mi pobreza; me puse a tejer sombreros ninguno tuvo cabeza, 6 Siempre mi madre decia en el mas sentido tono: ‘Nunea dejar acerearlo, que hombre pobre hiede a mono. 302 Anvarno YUNQUE rt ‘Un pobre se consolaba ‘ala sombra de un espino; jemo serian sus penas que hallo entre espinas allvio! 20 Con frecuencia el hombre rico a la esponja es comparado, porque si no se le aprieta no larga lo que ha chupado. aL Como campana de palo son las razones del pobre: No las escucha ninguno, aungue la razén le sobre. 22 EI pan que tiran al pobre cuando le hacen ¢ Je ponen hiel y vin con la mala volunté, 23 EI amor y el interés se pusieron a pelear; como el amor era pobre, fel interés pudo més. Pr EI que es demasiado pobre no busque mujer bonita, ‘porque en medio de sus gustos Viene el rico y se Ia quita, 25 Pobre, no pidas al rico, ‘pedi més bien a otro pobre 304 Auvano YUNQUE a2 AL rleo Je ponon alla bre I xe est el pobrecito medi ‘ampo, 33, Siempre esté mi coraz6n pensando sl volvera, alegrias en un pobre son anunctos de pesar. 4 Al rico Ie ponen cama. con fundas y con volados y al pobre no més le ponen ‘que un cuero mal estaqueado, 35. Si por pobre me desprecias digo que tenés raz6n: hombre pobre y lefia verde se meten en el rincén. 36 ‘Como soy pobre las penas nunea me quieren dejar, ayer me despido de ellas, / hoy me vuelven @ aleanzar. 37 El pobre se halla en el mundo ‘an solo como el cardén, de noche no tiene luna, Ge dia le pega el sol. 38 Detréis de mi rancho pobre, sembré de todos tamafios Atvaro Yunque 45 Las amarguras del mundo me estn volviendo sabihondo, el pobre es un mate amargo, amargo, pero sabroso! 46 increible pesadilla no tenia qué comer. a1 Todo es ser pobre o ser rico, no ser criollo o ser estranjis, ‘unos calientan el agua y otros se chupan el mate. Bs un jardin desbordado de rosas blaneas Ja vida: para el rico son las flores; para el pobre, las espinas. 49 Hombres pobres y caballos viven masticando verde: el caballo verdes hierbas y el pobre, esperanzas verdes. 50 El rico dice: trabaja si quieres Hegar a rico; y el trabajo y la pobreza son dos hermanos mellizos. 51 ‘Tu coche, burgués orondo, rueda sobre el empedrado’ Como soy pobre lo paso como garza en Ia laguna, con el pescuezo estirado sin esperanza ninguna. ot Pobre, encima del sepulero te pondran este letrero: Sin ataiid aqui yace ‘uno que fué carpintero. 308 ALVARO Yunque 1 En la pila del bautismo, el fraile a los chicos echa, . sal para los nifios ricos; para los pobres, plmienta, En la pila del bautismo, echando sal o pimienta, Je rezonga al nifio pobre y al nifio rico le reza, Cura que en Ja vecindé usa de desenvoltura, no puede Iamarse cura que es la propia enfermeda. 3 ‘Una monja se empacho de beber agua bendita. ¥ el empacho de la monja era otra monja chiquita. 4 No dice verdad el cura ‘su sermén no me intimida: jEn esta vida amargura, tormentos en la otra vida! EL CURA NO SABE ARAR El cura no sabe arar menos amansar un buey, pero con su rara ley € cosecha sin sembrar.. El gana cabras y ovejas y, segin lo considero, gana vacas y dinero se gueja mal si se queja. El logra a la gente vieja La Lirenatura Soctat y logra a la gente nueva, cobra su buena moneda al enterrar a los muertos, tullidos, mancos y tuertos Jos logra cuando se mueren. El para salir a andar muy poco y nada se apura, tiene su renta segura y vive tan descansado. ¥n la sombra y engordando nadie gana més que el cura, Hasta las razas de color, negros ¢ indios, a veces levantan su protesta'de desheredados en as cuatro avispas de una bella copla. He agui algunos ejemplos: Pues, eva zapato negro “4 el pie de la mejor dama, ser negro no es afrentoso nj quita ninguna fama, ‘Ya ser pobre es bastante, bastante triste; pero ser pobre y negro... iAy, més que triste! Si vieses comer a un blanco de un negro en la compafiia, el blanco le debe al negro ne (0 es del negro 1a comida, Negros no hubo en la Pasién, # Indios no se conocia, mulatos no los habia: ‘De blancos fué la funcion. No crea, rubia bonita ‘que sélo el blanco merece: cuando el sol manda sus luces, ‘aun para el negro amanece. 312 Atvaro YUNQUE tologia de Ia poesia espafiola e hispanoamericana” creeria que los poetas hispanoamericanos no perturba la mas minima in. quietud social. A Gonzalez Prada, a Lopez, al chileno Pezoa ‘Valls, a los argentinos Almafuerte y Carriego, al espafiol Ben jamin Taborda lla acogidos, se les presenta en una faz que no es la de c! precisamente. Gonzalez Prada, vibrante condenador de lo “viejo”; Lépez, aeido que corroe la’ mezquin- dad pequefio burguesa; Pezoa Vélis y Carriego, pintores del cotidiano dolor de los humildes; Almafuerte, espasmédico, de- tonante apostrofador de las injusticias de la existencia; Ta~ que, con sonrisa filos6fica, ridiculiza la fioferia patri- tica, no estén en la antologia para poner en ella el tono que en ella falta. Ain de entre los poetas que no pueden considerarse como revolucionarios € ineluidos, con holgados elogios, en la antolo- gia Fernandez Moreno, sea el caso, no pocas veces tan agu- do y risuefio ironista— se pudo sacar facetas de su obra que muestran aristas de protesta social. Alfonsina Storni, otro © ejemplo, qi midad de quiere reles abunda en poesias donde expresa su disconfor- consciente de la condicién subalterna & que fl régimen capitalista. Para el copllador bur- especie de poesia no cuenta o quizds no la cree qué otra cosa son la poesia pa- 10 politica en verso?). 8, cuando sea otra la clase social pere y otra Ia cultura —y otro el arte— vendrén qule- mundo hispanico, sus potas no se més mi que todos se hubleran eva- lossfiea, cuando no religiosa, Drecedentes, ya Cifiéndome me 3 mis famillar, en el grupo de las naciones amerieanas, Giré que poetas tan representativos de un movimiento ideol6- eo coms €| sarquismo que conmovid el orden social al pun- to que la clase dirigente no vaellé en violar la Constitucion aryenting con leyes como la de Residencia y Detensa Boclal, Alberta Ghiraldo y Federico Gutiérrez, no figuran en la anto- ‘La Lrrerarura Socta. 313 Jos que se hallan ineisivas plezas antolégicas, y Nicolas Oli- varl y Gonzilez Tufién y Juan Guijarro y Aristébulo Echega- ray y Antonio Gil y José 8. Tallon y Pedro Godoy y Juan M, Prieto y José Portogalo... Todos podrian haber puesto en el mosaico de Onis la no- ta estridente, aspera, imprevista y ricamente colorida del des- contento social, del anuncio de lo que llega... Todos estén ex- elufdos. ¥ lo estd César Tiempo que aporta a Ia poesia ar- gentina el elemento judio y, por ende, se aboca al problema raclsta, palpitante hoy més’ que ayer, pero siempre evidente en toda sociedad burguesa. Orillando este t6plco, no puedo dejar en silencio al poeta, judio de raza pero profundamente argentino, que con mas va- mente, el problema racial. Me refiero su libro “Mester de Juderia”, Su ex- clusién de’ la antologia de Onis se halla justificada, pues, "Mester de Juderia” aparecié en 1940, y el mosaico de Onis en 1934. Pero voy a ser suspicaz: me jugaria el dedo indice de la mano derecha a que el profesor Onis, hombre de culti- ‘vado gusto, deblendo incluir al autor de “Mester de Juderia”, Jo hubiese hecho, por lo pintoresco del judaismo y jamés por un poema tan lacerante como “Judezo”, grito de una since- ridad que sangra y nos hace sangrar de horror por el mundo en que vivimos: i tnncer ta jlo del cubano ‘Me autoriza a hacer tal suposicién el ejemp! y encelente poeia. cullen esta Ee erent 010 ‘exterior, lo exétieo, lo mu- fora, mu cultura ¥ de su arte, para hacer cr Ma fain cultura y que au arte es todo el ‘ues, como dicen Marx y Engels en a 1 dominanie, Bunes jenen a Mfabrieaeion de ilusiones de 3a clase sobre 314 ALVARO YUNQUE citar otras. La “Antologia de Ia Poesia Argentina”, ordenada, por Julio Noé, por ejemplo. Aqui, naturalmente, ‘se excluye a todo poeta poseido de rebeldia social, y cuando’ se acepta a que, por su edad, fuer | copilador ignorarlo, se 1 Alberto Ghiraldo aparece como un poe- a; Federico Gutiérrez, que pone en el argentinos 1a nota de su sareasmo, tan amatica, esta representado, exclusiva- clera que Noé —que et se obstina en desconocerl composicién alguna para representar al burlén condenador de la sociedad que es Gutiérrez, demuestra que, fiel a su ideo- logia burguesa, Noé les niega valor poético. Con otros poctas ocurre algo semejante. Asi los soctalistas Ernesto Mario Barreda 0 Mario Bravo, asi los satiricos Pedro Herreros y Gonzalez Tufén, aquéllos aparecen en su faz bucd- a, éstos en la pintoresca. Lo que exteriorice se halla sistematicamente exeluido, ‘También la inclusién de mediocridades liricas, de nombres insignificantes, pero detentadores de una ideologia antiprole~ tra en la politica de estos expositores de arte. Con enan vacios. Los poetas rebeldes que no figuran son tituidos por estos otros, a quienes ni el refugio de las antologias logrard salvar del olvido. ‘Para el critico burgués, la poesia épica ha desaparecido en cl siglo XX. Y uno se pregunta: ,Cémo un siglo tan estu- pendo, coneurrido por hechos trascendentales, un siglo que ha visto triunfar la primera revolucién proletaria, no halla voces de poetas capaces de cantarlo? Para los antologistas burgue- ses, no hay mas poesia que la lirica. Los elegiacos, los angus~ ‘tiados por la duda, los quejumbrosos atentos nada mas que a su dolor personal, son los poetas. A los otros, los que tra- dueen el abejeo urbano, los que afirman credos de redencién obrera o yerguen rotundas voces de condenacién para la es~ tructura social que sobrevive a la logica, no se les admite en el Parnaso, Pero mientras exista lucha entre los hombres, habré poesia éplea, Los idedlogos burgueses, comprobado el fracaso de su seudo-democracia, perdida la fe en las ideas que a sus abuelos hicieron optimistas y creadores, se han tornado escép- gan toda \deologia. Pero la humanidad, 1a dolo- idad que siempre renueva su sangre, con su san- gre renueva su entusiasmo. Se ve brotar de ideas jévenes, ¥ juventud es poesia, NOTA III LEYENDAS ABORIGENES “DIRIGIDAS” POR LOS MISIONEROS CATOLICOS En sus crénicas de “En las Tierras del Inti", trae Roberto Payré una observacién justisima con respecto a las creencias miticas, forman, con las creencias cristianas, una mezela hi- brida que no podré descomponer en muchos afios el mis ce- loso propagador de 1a fe, porque estén en la sangre y vienen de padres a hijos, de abuclos a nietos, a través de los siglos, ‘sin que los mismos medios coereitivos y triigicos de que se va Heron los espafioles para imponer su religion junto con su dominio y como palanca formidable de éste, hayan podido extir- parlas de los corazones indigenas, donde han echado raices Andlogas a las de los frboles de este suelo calcinado —Cata~ marca y La Rioja—, arboles cuyo ramaje subterrineo suele ser mayor que el de st co} '¥ lo que Payré dice en cuanto a creenclas y ritos religiosos, ‘se puede'repetir en lo referente a tradiciones, leyendas, cuen- tos, supersticiones 0 fabulas que ain narran los pobladores se- mi-indigenas y que pueden leerse en los libros de folkloristas como Adin Quiroga, Daniel Granada, Samuel Lafone Quevedo, Tuan Ambrosetti, Ricardo Rojas, Ernesto Morales, Carlos B. Qui- roga, Eloy Farifia Nifiez, Carlos Davalos, Luls Franco, Bernar- do Canal Feijoo, Juan Draghi Lucero, y en la tradicién oral. En la region del litoral, particularmente, alli donde actua~ ron los ins inteligentes de los misioneros catdlicos, los jesuitas, Jos que mejor supieron aprovechar la abundante agua poética de las tradiciones a fin de dirigirla hacia su molino, las leyen~ das han sido transformadas para hacerlas servir a la religién. No desarraigarlas fué 1a hébil politica de los jesuitas. Del viejo ‘Arbol secular, colgaron los frutos traidos de Europa, ¥ con es to allmentaron la mente de los trabajadores Indios: eficaz bele~ fio para su domesticacién. Por supuesto que ésta se realizaba por medios mas positives. ¥ es preciso buscar —como dice el Autor de “La Ciudad Indiana”, estudiando la obra de los misto- _ neros— “la fuerza econdmica oculta, que teje siempre 1a trama Go la historia’. Los misloneros jesuitas, aprovechando inteli- ntemente las circunstancias sociales del momento en que los 316 ALVARO YUNQUE guaranfes, perseguidos por los feroces mamelucos, huian a re- fugiarse en las selvas comprendidas entre los dos grandes rios Parand y Uruguay; supieron atraerse la voluntad de los fugiti- ‘yos, mediante comida, abrigo y asistencia seguros. ¥ bajo esta proteccion que subvenia a sus necesidades mas urgentes en un instante en que peligraba su existencia misma, aceptaron los guaranies el credo que los misoneros ofrendaban. ¥ en la nue- va religion vieron Ja antigua propia, modificada, y a la que se aiiadia alimento, estabilidad en poblaciones al amparo del ata que de sus enemigos y las fieras. Es asi cémo a veces, tribus enteras errantes y semthambrientas, se convertian al catolicis- mo en masa. “Con que més almas se ganan para el cielo — escribe el Padre Boroa— es procurar que los indios tengan mu~ cha comida y sustento...”. compararle con un modo de pu- mada de trabajo del indio no se- hecho de que los trabajadores, al fa, tan cansados se halla- como, pasadas unas horas de la noche, se despertaba farones para que eumpliesen su obligacién de futuros Los misioneros que tan vigilante atencién mostraban para ian descuidar, por supues- -as las leyendas, tradiciones y fibulas guaranies —y ain diaguitas— que hasta nosotros ha~ yan Iegado en su pristina forma. En los libros del naturalista espafiol Félix de Azara, de los cronistas Ruy Diaz de Guzmén, 10, José Guevara, Ruiz de Montoya, en los viajes del des D’Orbigny, pueden rastrearse. La LrreraTuRA Social jaro y a Afié (El Diablo) quo, para emularlo, hace el sapo, feo y saltén. denunelando que no son Jo es Tupa-h6 (Casa de Dios) choza en choza. Nadie 1a socorrid. Bila, entonces, ‘da en caplguara (carpincho), s¢ puso a roer, vengativa, Taices del Arbol que Hegaba hasta el cielo, y lo tumbé. Ahora Tas almas de los mocobies —tribu de indios donde ocurrié este — hhecho— vagan esperando que crezca otro naliadigua. Este castigo contra la falta de caridad denuncia 1a. gia cristiana de la leyenda, : EI origen de Cad —yerba mate— lo explica una, ‘cuyos origenes se han perdido, pues, sélo se perpetiia su cién catélica. Jesus, acompafiado de San Juan y San Pedro, Ja choza donde vivia un an 318 Anvano Yuneur seneia en Peri, Bolivia y norte argentino hablan vari sistas como précediendo"a In de Ios conaustadoren ‘Santo Tomas, acogido en sus andanzas por abor 3 uname ome, Seo us ens por aeigney ea que constituia bosques, tan profusa era. Pero también les ade virtié —dice Ia tradici yerba hoy venenosa, tostada y mezeléndola con agua caliente se transformara en una bebidy que os har renacer el vigor, pero os advierto un peligro: Cad es venenosa y nadie la quiere. Una vez que sea dtil, legaran hombres blancos y asolatén vuestros bosques para levarsela,” ¥ la prediccién del santo esta cumplida: los yerbales se han transformado en un infierno donde los hombres blancos hacen trabajar a los degenerados y alcoholistas descendientes de aquelios indios liclosa bebida. nas los negreros enlevitados que se pasean por las ealles de Asuncién, Buenos Aires o Rio de Janeiro, y no llega a ella una rifaga espiritual, un eco de Ja cultura, un consuelo de la s0- ‘minero desgaja y acarrea de dia. De noche — pena dia y noche en el yerbal!— aleanza el “fogon”, | ramaje, és decir, lo tuesta en la Nama, abrasindose las manos; deshoja la rama destrozindose los dedos} pisa la hoja en ol sujetando con tiras de cuero la mole que levara a cuestas hasta el “romanaje” donde sera pesada”... “Asi trabaja, hozando en el bosque sus galerias de topo, tendi- das de picada en picada, agujeros en fondo de saco por donde busca y trae la yerba, Desgaja, carga y acarrea el ramaje al “fogon”, Se arrastra penosamente bajo el peso que le abru- ma, A eso se reduce la est acémila que hocieara ante su sendero de retorno. .. ce Barrett, que vid los yerbales con los bien abiertos e Slumi- nados ojos de una conciencia apostélica.) ‘Asi mismo a Santo Tomas o Santo Tomé, el evangelizador pre-colonida, se atribuye el descubrimiento de 1a mandioca, tan precioso alimento para los tupies como el jugo de la yerba lo es para los guaranies. érculo que, tostado y redueido a polvo, pler- La mandiocs, Miiclones ¥ se transforma en la suculenta £8 tivos antes de la legada de los ibuyeron a un predecesor Y los Indios "Gn motivo mas de gratitud para quienes, con a ¢ \.reabuz, 7 bajo el régimen de las encomlendas, veniat Srlos para que pudiesen entrar en las dulzuras jo a fuerza de cruz se logra. ae " ror dice que ést a moulanime meja en mula y condenada & a pecadora transformad: x La Lrrerarura Soctat 319 vagar eternamente, ayeando, por las noches. ¢Pero qué peca- dos ha cometido una mujer, para verse condenada a ser mt fnima? Dos: hacer vida marital con un hermano o con un clé- rigo, Lo primero, entre los aborigenes como entre todo primi tivo, no seria un pecado. La creencia en la mul’énima es debi- Ga, ‘pues, a la introducclin de una moral mds refinada, En cuanto a 10 segundo, es curloso que le castigada fuere Ja mujer y 0 el seduetor, mas responsable que ella. EI AhO no es una bestia real, sino un ente imaginado —co- mo el “Curupf i-Yateré®, 0 los distintos “poras”: fan- tasmas. El Ahé es un monstruo voraz de afiladas ufias y agu~ dos dientes; pero con aspecto de oveja. El puma y el tigre huyen a su presencia, pues, como anda en manadas, es invencl- ble, Sélo se salva de 61 guien trepa a un Arbol y éste, dice 1a leyenda transforma ios jesuitas, debe set una palmera, Arbol santo del Calvario. El ah6 lo respeta. Como las leyendas del Yaci-Yateré, del Curupi, del acuatico “I-pora”, raptores de ia el objeto de impedir que los indios de las reducciones se alejasen de ellas o desertaran, anhe- losos de su insegura pero preciosa lbertad, Los misioneros catélicos se encargaron de agregar Jas su- ppersticiones del pueblo espafiol a las muchas que ya poseian los aborigenes, La creencla en la Salamanca es una de esas supers-_ ficlones, Ei nombre ya denuncia su origen peninsular, ¥ en ica encontramos un entremés de Cervantes y una comedia de Ruiz de Alaroén cel a Cueva de Salamanca”, ™ lene dot ae © devorado por brujos y mons truos. ‘i, sobreponiéndase a su terror, resiste a las fucraas eneantamiento maligno, oblfene cuanto desear pil 5 Auvano YUNQUE por arauennos, Ofiapué en un vene= iapué de Araueo quo los némades pobre a fin de p amos en numerosos cuentos y leyendas ture popular, pre» moralizadora y dirt ra nadie, Bila era, ad $1 fnloo alimento Ge ie aginactin de I roailged de sus vidas permiag, oe juede escapa olvidado, Los aborigenca erefan de hombres en fleras, Colne! bishomen” de expafoles la transformaci6n temporaria n en esto con la ereencla en el orlugueses, 0 sea la metamor- 1s, de un séptimo hijo va- “runauturunco” (runa: hom- tigre) y low guaranties en el yaguareté-abé (t1- gre-hombre). Innumerables son los cuentos que en las selvas del Tucumén o en las reglones del Itoral uruguayo-argentl- no se forjan en torno a esta terrible supersticién, Cuentos poe- nianos, algunos, proplos para expliear los muchos erimenes que permanecen en ¢l misterlo, impunes. En la del Yaguareté-Abd encontramos la introducelén eris- tana en el hecho de que, para transformarse en tigre, es nece: gario revolearse en el suelo de derecha a faqulerda @ 1a ve que” se reza un credo, Para tornar a la forma humana se le J revole4ndose inversamente, 0 sea de Saquierda 304 Arvaro Yunque faciones, y Jas hicieron sonar a hueco, pusieron de actualidad, fetter, el debatido tema del “arte por el arte” contra el “arte Soler" los de Boedo, hijos de obreros o de la burguesia media, xzhostraron con el éxito editorial de sus libros de rapida difusion gor 72 habla en Sudamérica un gran pliblico lector, ansioso de gontar un arte americano en donde palpitase el problema social fon pus angustias y sus esperanzas. Los primeros bros que lanz6 f'paitorial Claridad, y que fueron expresién del movimiento ar- tistico-soclal del grupo “Boedo”, se vendleron por miles. Los en cambio, permanecieron inertes er tor ensanchaba sus limites hasta adguirir ‘Artisticamente, zde donde proven! rida? De Francia, que jen vit el de Florida— ne disgregd. fleado: Por primera ver preocupacio pleno de tumul- habia cultivado desde tina; pero su vehemer Las dos calles que dieron nombre a uno y otro movimiento, Florida era ¢l centro de Buenos as grandes tiendas, la del exquiaito, 1m eantada por Dario con profusién de oros ras bellas, la calle donde esta el Jockey Club y donde ‘sus acdlitos— exhibia su cotidiano oc! desaparecido en este perpetuo transfor Boedo era el suburblo chato y gris, calle de boliches, de cate. tines y Leatre}os refugio del dominical cansanclo obrero, calle ‘La LrreraTura Socran. 325 que nunca tuvo poeta suntuoso que 1a cantara, calle cosmo- polita, ruidosa, de fotbaliers, guaranga, amenazante. Florida tenia pasado, tradicién portefia. Boedo era lo gringo, Jo importado, 10 actual. Florida alzé como demostracién de arte el bello libro de Ricardo Giliraldes, un eseritor de generaciones pasadas: “Don Segundo Sombra”, y que no era, en rigor, una exhiblelén de arte por el arte, pese a sus sutilidades y' primotes de estilo. También expuso las paradojas de Macedonio Fernandez. Los de Boedo mostraron los sangrantes Ibros de Rafael ‘tan corajudos, y qué bien escritos!: |Eso era arte “Cuentos de Pago Chico” y “Las divertidas aven- turas del nieto de Juan Moreira”, tan plenos de realidad cuanto condenatorios de 1a politiqueria ‘burguesa, acababa de regresar de Europa, nimbado de heroismo perlodi 105 de Boedo ve acercaron ‘a Payrd. 2Otros maestros argentinos?: Para Boedo, t Almafuerte 0 de Carrlego 0 de Florencio Sanche En Florida, con respecto a la literatura local precedente, Ellos estaban inventando el vex algo de admiradores, auna jartin Fierro! votos, Algunos, Jectores cast exclusivos de on ultratsmos y dadatn y", Obras, simngre con los libros de la Bt Oh, sh te estoy agradecido, to que jos, 1a altura de mi bolaillo es japital” do Marx o “EL Origen de 0 “La Ayuda Mutua” de Kropotkine!,.). Jag Especies” de Darw! 326 Atvaro Yunqué En suma: Boedo era la calle; Florida, 1a to1 Buenos Aires, cerebro de 1a Argentina, ento afortunadaménte para ésta; vio asi, represe pos turbulentos, excesivos ‘hasta la injusticia, Enéticas que, desde el Rensctmiente, © een Geode tue ea esteens a, desis Renacimiento,o Ee Gee gue nan al forma, se han disputado 1a posesién del arte, En Florida: Los neogrecolatinos, los estetas, los que cultivaban un arte para mic noriss, hermético y vanguardista. En Boedo: Los antimitolé- gicos, los socializantes, Jos que iban hacia el pueblo con sts na- rraclones y suis poemas hoscas de palabras crudas, eargados de sangre, sudor y lagrimas, los revolucionarias. (Un paréntesis: ‘Los “vanguardismos” estéticos son apa- rentemente revolucionarios; pero ante la realidad de la vida son. reaceionarios: Los goblernos, los diatios grandes sostenedores de aquellos gobiernos, y Ia Iglesia ce de todos, siempre han acogido con simpatia esos m ntos puramente formales y por los que han escapado gran parte de los impetus juventles de michas generaciones. En Tos conventes fué donde mis se prac- tico —sin el talento de Gongora— el gongorismo, En nuestra teocratica Cordoba tuvimas a Luls de Tejeda) rre de mai os ma ntados por dos gr. ido de -Ver= nocratas, A amarras que usa afirmd idad de una n del Estado. como todos— so habla Nenado: ‘os muchachos de Boedo #0 to, 0 I ee ‘La Lrrenatura Soctat, 327 ‘Unos y otros, aunque se creyeran colones o hernéncorteses de sus respectivos modos artisticos, tenian antecedentes en la propia Argentina. Es lo que me propuse historiar en este libro, para recordar fa los que, desde los albores de In naclonalidad, desde antes de Mayo, cultivaron el arte de la palabra escrita consideran~ dola como una dtil, fuerte, eficaz, imprescindible herramienta de perfecctonamiento humano. En mi concepto, este es el gran arte. A él, por instinto, le entregué mis brios juveniles. En é1 persisto, aunque ahora por madura conviccién reflexiva. El seri —afirmo— el arte de Jas sociedades del futuro, sin ‘elnses todo poseedoras y parasitarias que puedan tener a su serviclo artifices uniformados de retérica. Biblioteca de Obras Famosas EDICIONES EN FORMATO 15 x 21 LOS LIBROS DE MAYOR SUCESO LITERARIO, 17—La Nueva Santa Alianza, por Emil Ludwig. 160 paginas, $150 alemén. 450 paginas ae 19—E1 Anti-Dihring, por Federico Engels. Obra 380 paginas ha del Fas pagina: 4 ee 21—Un Hombre Contra Europa, por Konrad Helden. de Alemania ante la pasién morbosa de su dictador. 350 pa- sine + $250 Konrad Heiden. La lucha de un 10 de Europa, p 28—Los Origenes de Ja Religién, por Lucien Henry. Revisién de las tesis religiosas y de 210 paginas ......... venetss «ores 24—La Vida Heroiea y Amorosa de Enrique IV, por Marcela Vioux. 304 paginas, flustradas .... vases ero OE 25—Ane Bolena, por Marcela Vioux. Estudio biografieo de una reina que sirvid para poner de relleve la perversidad de un monarea disoluto, 220 paginas, con ilustraciones ..... $2— 26—Francisco 19, el rey caballero, por Marcela Vioux. El monar- ‘ca que padecié por afrontar las ambiclones imperiales de Carlos V y de Enrique VIII de Inglaterra. 304 pginas, con iisetee cee cee reece cove $250 los Pantancs del Nazismo, por W. Langhoff. Las perversi- ios campos de coneentracién. 224 paginas ... $ 2— rand. E] mago de la diplomacia, por Dutt Cooper. Un siglo de historia europea. 350 paginas $250 29,—La Ciudadeta. La tragedia de los médi a, DOr Cronin. 416 paginas .... $3— ropedia del Conocimtento Sexual, Costler 'y. Compilaeién de todos los conocimientos cientificos re- sa la vida sexual, desde el embarazo hasta Ia muerte, aginas, con un apéndice ilustrado +. $5 3i-—Los Cazadores de Microbios, por Paul de Kruif. Blografis Ge los grandes héroes de 1a elencia, descubridores de los divers Sos continentes que forman ese mundo poblado por seres m= s. 432 paginas, con 64 Justraciones rk. (El dictador democratico. “por J. G. Blanco Villalta. Biografia, del hom= (6 exoticas costumbres y un régimen de esclavi= ‘ndo un Estado moderno, 528 PABS. «.+:<+7 $3— 4§8,—Europa y et Problema Alemén. (Filosofia de le erisis euro- pea), por el profesor Federico G. Foerster. 300 pégs. -. $ 2.50 34._Sombras sobre ta Tierra, por Francisco Espinola (b.). El cli- ‘aa social y humano del campo uruguayo. 256 pags. .. $ 2— 35.Descubrimtento de Hungria, por A. Sauvageot. Su vida so- cial, a y cultural. Edicién ilustrada. 224 paginas $ 2.50 30.—Principios de Metodologia General, por el Prof. Angel C. Bas- ‘a. Sintesis de las ideas y experiencias dominantes en el cam- po de la moderna pedagogia. Para maestros y profesores. 304 paginas, con ilustraciones .........--- ‘s1—La Guerra Secreta por el Algodén, por ‘blografia del “oro blanco” a través de la historia de las civill- zaciones antiguas y modernas. 224 paginas, con laminas ¥ cuadros estadisticos. Se + $250 38.—Cieneia contra Monopolios, por Anton Zischka. La gran ‘batalla de Ia clencia con Ia economfa mundial. El anénimo efército de hombres de ciencla procurando hi terias sintéticas. 300 paginas, con léminas . 30.—La Pesea Milagrosa, por Guy de Pourtalés. Novela de la Academia Francesa, Visién torturante de una Europa dramitica. 450 paginas ... ve 40.—La Esfinge Develada, por el Dr. Adolfo Weiss. El ocultismo, a alguimia, 1a magia y los fenémenos psiquicos, a la luz de ns clenclas exactas. 350 paginas ... 470 paginas, con ilustraciones a cinco colores . 42.—Aversion y Atraccién en el Matrimonio, por Velde, El segundo tomo de la Triloria del Matrimonio Per- fecto proporeiona vastos conocimientos psicolégicos, higiéni- eos y sexuales. 450 paginas, ilustradas profusamente.. $ 5— 43.—Fertilidad y Esterilidad en el Matrimonio, por Th. H. Van de Velde. Tercer y witimo tomo de 1a Trilogia mas grande que se ha escrito sobre el problema de la vida sexual 44.—Impaciencia del Corazén, por Ste! ra pauecets 3 por Stefan Zweig. Primera not 45.=E1 Antisemitismo, Su historia, Su sociologia, Su psicologia, et Bes Setkely. 400 piginas Seay tigas. (Del vasallaje a 1a Revolucién: La por Jesualdo. La Vida de Artigas, el discutido fundador de ta Independencia del Uruguay. Una restauracién eélida de 1a fisonomia del jefe de la Revolucién de la Banda Oriental. 580 pigs. ilust. § 8.— 47—El Drama de Asia, por John Gunther. Esta obra refleja las verdaderas proyecciones de la tragedia de ese continente, don- de ha de jugarse el destino del mundo, 040 péginas $ 5— 4&.—G6mez, tirano de los Andes, por Tomas Rourke. La dicta- dura de Gémez en Veni tiene paralelo en los tiempos modernos. Una investigacién formal, impareial y completa del tirano. 350 paginas, con ilustraciones 49.—E1 Nuevo Orden del Mundo, por H. rra Wells hace un ganizar ese futuro az, sobre prineiplos sociales, .$2— . (The Grapes of Wrath), por John Steinbeck, 1a que ha causado mas sensacidn en el mundo de la cultura, por su reciedumbre humana y por su vasta resonan- cia popular. 550 as ees 51.—Historia de ta Musica, por A. Enstein. Un estudio metédico y profundo de la trayectoria de este arte y sus problemas des- Ge la misica primitiva hasta Ia moderna, 200 paginas . $ 2— ntos Revoluetonartos en las Colontas Espafiolas de or L, Machado Ribas, La agitada vida politica co- ‘América, en la que los factores econémleo-soctales ibertad. 240 paginas wee $ 250 Is. La gi ra actual, la vi- futuro politico del mundo aS + +. por €, Galvin Moreno, La ynds completa biografia del gran presidente argentino reall- mda hasta ahora. 592 pags. con numerosas ilust. .. $ 5 55 El Fin det Mundo, por Upton Sinclair. Histon ‘desde la guerra del 14 hasta el fin del encuadernado un punto de vista clentifico y moderno. 550 paginas, con 108 grabados, encuadernado i fn Maa $5— 60,—Vida de Shakespeare, por Victor Hugo. La obra extraordi- aria del genio francés, con dos estudios sobre el género dra~ mético. 336 paginas, encuadernado .. cage ae 62—La Noche Quedé Atrds, por J: torla de un agente comunista ginas, encuadernado .. 63,—Teatro Compl ‘Compilacién y prélogo de toda produce ta, del gran dramaturgo rioplatense. 650 pags., encuad. $ 5.— 64.—Sangre, Sudor y Lagrimas, por Winston Churchill, 1a wltima obra del gran estadista inglés, 528 pags, encuadernado $ 5.— 65—Balzae, el Mundo de 1a Comedia Humana, por Artemio Mo- , eonocida e inédi- $3— por Phyllis ‘Moir. 200 paginas, encuadernado ....... se $2.50 67.—Mi Primera Juventud, por Winston Churehill. Autobiogra- fia del gran estadista in 68.—E1 Poder Sovi: 8. 390 pags., encuadernado $ 5.— ico, por el Dean de Canterbury. 392 paginas, istraciones, encuadernado .......... $3.— loria, por Bette Davis. Autoblografia de la ac- ¥ la diplomacia de la segunda guerra mundi pfginas, con diversos mapas, encusdernado wee Be $4— TEI Tirano Rosas, por Angel C. Bass Julcio histérico fw damentado en los ‘precedentes revolucionario los democraticos yen las nonmas de la mo Paginas, encuadernado ee “Gran “Amor de, Marta Antonieta, p : a 6 pags. encuad. . $ 3— ‘Félix Moeschlin. Novela blogréfica. 35 s1_-B1 Proceso Dreyfus, por Bruno Well. Estos, da cia judicial mas escandaloso del siglo XIX. 272 , env dernado, con ilustraciones «... 58.—Historia Estética de to Mise nechea. Ideas fundamentales sobre ga bistorla. 544 paginas, encuadernado .» 59.-Eugenesia y Armonia Sezual, por el DE. ‘Todos los problemas relacionados con el Sex; 56.—El Conde Fersen, > Mariano Antonio Barte- a de 1a miisica ¥ Ia estéties pee Herman H. Rubin. ‘abordados desde Editorial a Claridad Dirzcorén Generar: (CARO ANTONIO ZAMORA 4 Ontomas ¥ Tauuznss: 1621 SAN JOSE 1645. -- Buenos Aires fer soorea ss. cuarsao)) Cp / EDITORIAL CLARIDAD

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