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ra-encuesta-sobee ormacién de Ee -uperado de hrzpa! cienres ca labora y sega 7a. Serie Economis = de una historia Convencién Ince 2 violencia corns 1 do Para: Autoz sen el Mundo det 25+ reunién 2) -rencia Internacs cuperado de hep stat/documenss! _Aportes para sx icantes de Suefios. and fertility, Sam {Alberto Hurrade do.c\wp-contexs mic and Politica! jon. Nueva York: cuidado y politics snes. Documenta de la Conferencis ‘Caribe. Mar de > baja la tasa de Expansiva, Re- _foco/documen- Empresa. Santis -as/empresas.htm ornelle et Temps GOBERNANDO LA INFANCIA POBRE. FAMILIARIZACION Y NEUROPSICOLOGIZACION EN EL PROGRAMA CHILE CRECE CONTIGO’ Claudia Calquén Donoso” y Rodrigo Guerra Arnaut IstRopUCCION Uno de los grandes desafios de la salud piiblica chilena —con- siderados en los objetivos sanitarios 2011-2020— es superar los s. Ha publicado diversos trabajos sobre género, historia de la picalogi, cuidados, fantre ots euestiones en diversas revises indenadae nacionales como internacionales [s eoordinadora de Investigacin en la Escuela de Psicologia de la Universidad Central de Chile, Psicdlogo por la Universidad de Santiago de Chile (vsacu). Earesado del Magister en Pricologia Social, con Mencion en Ineervencion Psicasocaly Evaluacion de Pzoyeecos en la Universidad Alberto Hurtado. Posee un Diplomado en Psicologia Laboral dela usAcis. Iavestigador dela Escuela de Psicologia de la Universidad Central de Chile m5 Cava Caquiny Doxoso ¥ Roprico GuERRA ARRAU fortaleciendo las prestaciones entregadas para la primera infancia (de cero a cuatro aiios). Este programa es un subsistema de una politica estatal més amplia de proteccién integral a la infancia, dirigiéndose a los nifios més pobres y sus familias desde la gestacién hasta los cuatro afios de edad. Su objetivo es acompafiar el proceso de desarrollo desde el primer control de gestacién en el sistema puiblico de salud hasta ou ingreso al sistema escolar, en el primer nivel de transicién o su equivalente (Ley N° 20.379, Art. 9). La meta del programa es: «la recuperacién del rezago del desarrollo en un 15%, es decir, bajar la prevalencia desde un 25,2 % a un 21,4 %, cifra que va a orientar el maximo de los esfuerzos en salud y de la red comunal» (Chile Crece Contigo, 201: ). El eje del subsistema es el programa Apoyo al Desarrollo Biop- sicosocial, ejecutado por el Ministerio de Salud, que consiste en acompafiamiento y seguimiento personalizado a la trayectoria de! desarrollo de toda la poblaci6n de la primera infancia y sus familias que se atienden en el sistema piblico de salud (Ley N° 20.379, Arc 11).El ccc también contempla el fortalecimiento de las intervencio nes en la poblacién infantil en situacién de vulnerabilidad, rezage y déficit en su desarrollo integral. Los nifios pueden ser derivados @ modalidades de apoyo al desarrollo (salas de estimulacién, ludotecas acencién domiciliaria, etcétera), jardines infantiles, salas cuna 0 a programa de Visitas Domiciliarias Integrales, El coc forma parte de lo que se ha llamado la generacién Bachelet en politica priblica (Caro, 2009) y que, de acuerdo a Ga rretén (2010), permiti6 darle cohesién y contenido a la idea de us gobierno orientado a un Estado de proteccién social, con el objetiv de garantizar derechos sociales por medio de la consolidacién de diversas politicas de proteccién. Desde su creaci6n, el programa se propuso dar una respuesta gubernamental a los problemas de la gra desigualdad social existente en nuestro pais, nutriendo su caréeter promocional a partir de una mirada de inversisn social a largo plazc sf, el programa sitta a los nifios como sujetos de gobiemno en una FOBERNANDO LA IN doble f6rmula: co: basal para ef desa Este capitulo preliminares de un formativos de la ix proteccién temp: lamados «estudios coucault y algun an campo de estus e como la vida o i gobierno de la v es de anilisis qu ograma, en tan construye ciertas LA GUBERNAMEN RODUCTIVOS LAS POL{TICAs Los estudios xio incorporado: iticas piblicas sss pricticas de g cxre los diversos comprensién scopia libertad (E » la guberriam as institucion lculos y las técrie saque muy come seblacién> (Fouca forma «del ins & forma calei ‘duos que con royecto FONDE sidados un andiion mera infancia a estatal mas se a los nifios cuatro afios sarrollo desde fe salud hasta grama es: «la deci, bajar la a orientar unal» (Chile sarrollo Biop- consiste en el -ayectoria del ysus familias 20.379, Art. s intervencio- idad, rezago -r derivados a on, ludotecas, las cuna o al ia generacién uerdo a Ga- la idea de un. on el objetivo solidacién de | programa se was de la gran su cardcter a largo plazo. bierno en una GosERNANDO LA INFANCIA POBRE, FAMILIARIZACTON ¥ NEUROPSICOLOGIZAGION doble formul: : como sujetos de proteccién y como capital human basal para el desarrollo social y econémico del pais (Tolentino, 2013). Este capitulo presenta algunas reflexiones sobre los resultados preliminares de una investigacién' dirigida a analizar los efectos per formativos de la infancia y el cuidado de los nifios de este sistema de proteccién temprana, situando dicho andllisis en los cruces entre los lamados «estudios de gubernamentalidad» inaugurados por Michel Foucault y algunos registros claves del pensamiento feminista, en un campo de estudio que, creemos, es privilegiado para dar cuenta de cémo la vida cotidiana se articula de una manera compleja con cl gobierno de la vida y la subjetividad. Intentaremos situar algunos ejes de andlisis que responderian a la pregunta acerca de cémo el programa, en tanto dispositivo de gobierno de la primera infancia, construye ciertas versiones de la infancia y su cuidado, La GUBERNAMENTALIDAD ¥ LOS TRABAJOS REPRODUCTIVOS: DEL DISPOSITIVO HIGIENICO ALAS POLITICAS NEOLIBERALES EN SALUD INFANTIL Los estudios en gubernamentalidad en las tiltimas décadas han sido incorporados de forma creciente como clave interpretativa de las politicas puiblicas en los contextos neoliberales. Para esta perspectiva, las précticas de gobierno se comprenden en términos del vinculo entre los diversos dispositivos estatales y privados en la constitucién y comprensién de si mismo, y de este en términos de Ja gestién de la propia libertad (Foucault, 2010; Rose, 2007a). De acuerdo a Fou- cault, la gubernamentalidad corresponde al «conjunto constituido por las instituciones, los procedimientos, anélisis y reflexiones, los culos y las técticas que permiten ejercer esa forma bien especifica, aunque muy compleja, de poder que tiene por blanco principal la poblacién» (Foucault, 2012: 136). La gubernamentalidad describe tuna forma «del intento de alcanzar fines sociales y politicos actuando de forma calculada sobre las fuerzas, actividades y relaciones de los individuos que constituyen una poblacién» (Rose, 1989: 4). + Proyecto FoNDEGIT N® 11160371, «Tecnologias de G cidado: un andlise discuesivo ino de la pimerainfania ys programa Chile Creve Contino 337 Craupia Carquix Donoso ¥ Ronaico GUERRA ARRAU En politicas de salud infantil, el concepto de gubernamentalidad es particularmente importante, pues si hay un lugar donde la disci- plina, la regulacién y la gestin de los procesos vitales y los trabajos reproductivos han tenido impacto, ha sido en el ambito de la salud riblica, desde fendmenos como el control de las epidemias, la mor- talidad infantil, la promocién de la lactancia materna, la incorpora- cién de la higiene en las viviendas populares y en la escucla hasta el control epidemiolégico, la gesti6n del riesgo psicosocial, etcétera. La salud piiblica aparece como un caldo de cultivo para este ejercicio de intervenci6n de lo reproductivo en clave gubernamental Es por ello que para el mismo Foucault (1976, 2010) o para Nikolas Rose (1997, 2007a) y Paul Rabinow y Dan-Cohen (2005 Ja salud piblica aparece como uno de los dispositivos privilegiados de las sociedades modernas neoliberales para comprender los modos en que el gobierno se articula con el cuerpo, la subjetividad y la vide cotidiana, logrando incidir en diversos espacios de la vida politica y social, al punto que se dificulta pensar en un ambito en que no tenga influencia (Foucault, 1976). Esto supone que las politicas de salud Piiblica dirigidas a la infancia no son meramente efectos de las formas dominantes de concebir la salud y la condicién infantil, sino tambiés son constructoras y formadoras de dicha condicién, es decit, las practicas gubernamentales son précticas performativas que producen, asimismo, «resultados performativos» (Butler, 1998). Tal como ha planteado la contundente bibliografia al respecto, las relaciones entre gobierno y las poblaciones, infancia, salud y crianza no es novedosa y en Chile se remontarfan a la implementa- ci6n, por parte del Estado, entidades filantrépicas y organizaciones obreras, del llamado dispositivo higienista durante los siglos xt y xx (Fuster, 2015; Araya, 2006; Illanes, 2007). Una lectura genealégic: ‘nos conduce al higienismo como una modalidad de gobierno que emerge con el mismo nacimiento de las naciones latinoamericanas ¥ que se organizé en tomo a la conformacién de un dispositive complejo y articulado de intervencién sobre la sociedad urbana Desde su inicio, este conjunto de practicas —articuladas en y desde distintos campos de accién—estuvo destinado a regular, «mejorar» y SOBERNANDO LA INE moralizar a loss El higienisma.s que un paradigmas nista», la cual sesrad apelando a un mm ao exista y que,m an futuro signades De este mode: § de los pobres basaron en prin .alinear por el lade sasurreccién» (Dom propia, el discip acién de la educa del proteccionismes elcuerpo de los pote 2 la caridad criscing materiales a aq 68). Asi, las prices entre la esfera pail auténoma de las fag os de tutelage elcomplejo tute que hari de las £ 2 alternativa entre ella, por medio deg cl poder paterno. 9 baciendo interven Este comple control social adel encimiento de ou de la mortalidad negligencia ¢ i rnamentalidad donde la disci- sy los trabajos ito de la salud iemias, la mor- s [a incorpora- scuela hasta el 1, ercétera, La 2010) © para Cohen (2005), 1s privilegiados der los modos widad y la vida vida politica y n que no tenga liticas de salud »s de las formas i, sino también n, es decis, las que producen, 2 al respecto, ancia, salud y 2 implementa- rganizaciones siglos xix y xx ra genealdgica gobierno que voamericanas un dispositive iedad urbana. das en y desde «mejorar» y GoBERNANDO LA INFANCIA POBRE. FAMILIARIZACION Y NEUROPSICOLOGIZACION moralizar a los sectores populares de acuerdo a preceptos sanitarios orientados a crear ciudades higiénicas, donde la poblacién pudiera vivir saludablemente (Kohl, 2006). El higienismo, como «régimen de salud», constituy6 algo mas que un paradigma médico, pudiendo hablarse de una «utopia higie- nista», la cual se tradujo en la intencionalidad de evitar la enfermedad «apelando a un modelo de sociedad deseable y posible, donde ella no exista y que, necesariamente, debe encontrarse proyectada hacia un futuro signado por la salud» (Khol, 2006: 22). De este modo, los nuevos dispositivos de regulacién y control de los pobres que surgen con el liberalismo en los siglos x1x y xx, se basaron en principios politicos donde la cuestién de Ia necesidad se va alinear por el lado de la «integraci6n social y no como principio de insurreccién> (Donzelot, 1999: 67). El estimulo al ahorro, la vivienda propia, el disciplinamiento del trabajo y la reproduccién, junto con la creacién de la educaci6n y la salud piiblicas —piezas fundamentales del proteccionismo social— fueron modalidades de actuacién sobre el cuerpo de los pobres que pusieron en tensién de modo sistematico a la caridad cristiana, en tanto no se trataba de entregarles bienes materiales a aquellos, sino més bien de ejercer una «influencia moral» (68). Asi, las prdcticas higienistas fueron un punto de articulacién entre la esfera publica —el Estado social— y la relacién privada y auténoma de las familias a partir del despliegue de una serie de dis- positivos de tutelaje sobre estas. Esto es lo que Donzelot (1999) llamé el complejo tutelar, una tecnologia de la necesidad (Donzelot, 1999) que hard de las familias la piedra angular de la autonomia a partir de la alternativa entre controlar sus necesidades ser controladas por cllas, por medio de una estrategia apuntalada a debilitar y franquear el poder paterno, ampliando el derecho de correccién a la madre y haciendo intervenir la «norma» en desmedro de la ley. Este complejo tutelar supuso que las nuevas estrategias de control social adquirieron un marcado carécter de género: el con- vencimiento de que el control de las epidemias y Ia disminucién de la mortalidad infantil estaban estrechamente relacionados a la negligencia e ignorancia de las madres. Para Luis Huerta, médico Ciaupia CaLquilt Donoso ¥ RODRIGO GUERRA ARRAD higienista espafiol, «Todas las mi de la mujer» (Nash, 1993: 694), Asi vemos que, a ambos lados del Atkéntico, las nacientes rep cas se asociaron con los saberes médicos higienistas en un proyecto de i s sociales se forjan en el ttere ordenacién del sistema corp6reo / espacial que suponia a las mujere /'madres como principales focos de intervenciGn y adoctrinamiento colocando en el centro del debate puiblico el cuerpo de las mujeres como geografia de signacién, Con ello se intentaba educar a las dres pues, para los médicos, estas no poseian la competencia natural para cumplir con los mandatos de la higiene. La maternidad con ¢ higienismo se transforms en cuestién de hombres, instituyendo p: ello agencias correccionales que tenian por objeto el disciplinamient control y vigilancia de las actuaciones de las madres hacia sus hijos = través de campaiias de higicne del cuerpo el espacio y el incentivo de {a Jactancia materna (Illanes, 2007; Palacios, 2003; Donzelot, 1999 Si bien el higienismo se sitiia en la actualidad como el pasad de la historia de las politicas de salud modernas, no es tan claro que aquel haya sido totalmente superado. Al respeto ctcemos, més bien. que ha ocurtido un cierto desplazamiento que nos permite hablar de la configuracién de un neohigienismo, renovado, pero en el que sigise desplegindose la utopia de un desarrollo social, cultural, moral politico nacional, inscrito en los problemas del cuerpo, especialmente de nifios y mujeres en tanto entidad en el que ocurren los procesos de salud-enfermedad. Este neohigienismo emerge en el contexto tanto de un nuevo papel del Estado dentro de la profunda reorganizacién biopolitica de la produccién capitalista (Moncayo, 2010}, como de Ja hegemonia del modelo neoliberal como racionalidad de gobiernc (Garretén, 20105 Quitral, 2012; Lazzarato, 2000, 2006a, 2006b: Read, 2009; Fraser, 2003). Entre estas reconfiguraciones podemos destacar la reduccién del gasto piblico, el cercamiento de los bienes sociales comunes y, con ello, la redefinicién y restructuracién del estado social y de bienestar, que ha privatizado y mercantilizado los espacios que antes estuvieron en manos del aparato piiblico (vivienda, educacién, salud, pensién de vejez, etcétera), impulsando una serie de estrategias de SoRERNANDO LA INFANCIA srvenci6n desde lo s pobres desde est que Rose (1989) ll da» que, desde nue neohigienismo. Por otro lado, ¢ amada modernizac: sec entendida como = Jionar hacia la de cesos de reduccics suladox, su descems samento de su capac eobernabilidad (Brese Esta moderniz: coduccién de nue ion de politica px entrado en la ev aberes y tecnologias, -nsambladas al m: mtroduciria una sex cxales se concretizars 2 infancia pobre. EL GOBIERNO NEW Asi ve 10s que introduce, se encucss cerebro y las rede objetos de gobierna. cién de la subjetivat Rose (2007a, 26 Pensemos que, distingue, entre 24 o predisposiciones mas mitica de la mente. 6 LARRAU orjan en el Gtero iacientes repuibli- nun proyecto de nia a las mujeres doctrinamiento, o de las mujeres, educar a las ma- petencia natural ternidad con el stituyendo para isciplinamiento, hacia sus hijos a yelincentivo de Donzelot, 1999). como el pasado estan claro que mos, mas bien, mite hablar de oenel que sigue ral, moral y especialmente los procesos de contexto tanto reorganizacion 2010), como de iad de gobierno 2006a, 2006b; ar la reduccién ciales comunes ado social y de sacios que antes fucacién, salud, = estrategias de Gonennanpo 1A INFANGIA POBRE, FAMILIARIZACION ¥ NEUROTSICOLOGIZAGION «= intervencién desde lo social destinadas a incorporar y castigar a los més pobres desde estrategias de marketing, gestién empresatial y lo que Rose (1989) llama «pedagogias del consumo y del estilo de vida» que, desde nuestra perspectiva, cabrian en lo que llamamos un neobigienismo. Por otro lado, estas transformaciones se han articulado con la llamada modemnizacién del Estado (Garret6n, 2010), la cual puede ser entendida como un nuevo marco politico-récnico que define su accionar hacia la delimitacién de su cobertura institucional y los procesos de reduccién de su tamafio, la demarcacién de su papel regulador, su descentralizacién y los procesos de desregulacion, el aumento de su capacidad de «gobernanza» y el incremento de su gobernabilidad (Bresser, 1998; Draibe, 19945 Vilas, 1997). Esta modernizacién esta ernzada en los tltimos afios por la introduccién de nuevas epistemologias y metodologias de formu- lacién de politicas pablicas, especialmente vinculadas al modelo centrado en la evidencia que ha posibilitado la incorporacién de saberes y tecnologias de intervencidn de orden tecaocientificos que, ensambladas al marco regulatorio y juridico de los derechos del nitio, introduciria una serie de nuevos objetos empiricos a través de los cuales se concretizarfa la accién estatal y se regularia y gestionaria Ja infancia pobre. EL GOBIERNO NEUROQUIMICO DE LA INFANCIA Asi vemos que, entre estos nuevos saberes que el programa ccc introduce, se encuentra la neurociencia y sus objetos de estudio: el cerebro y las redes nenronales, entidades que emergen como nuevos objetos de gobierno, asi como de nuevas ontologias en la produc- cién de la subjetividad en lo que podrfamos llamar —siguiendo a Rose (2007a, 2007b)— una gubernamentalidad neuromolecular. Pensemos que, para este autor, la gestidn del yo contempordneo se distingue, entre otras cuestiones, por actuar sobre las capacidades y predisposiciones mentales de los sujetos y en la dimensién neuroso- matica de la mente, es decir en el cerebro y las sustancias quimicas CLaupia CaLquin Donoso ¥ RopRiGo GUERRA ARRAU (Rose, 1989, 2007a; Rose, y Abi-Rached, 2013), lo que supone us giro en la escala con la que se gobierna la infancia, paséndose ¢ un nivel molar y organicista —que fue propio del campo higienist= decimonénico—, a uno molecular y quimico que seria el campo de este neohigienismo. Esto redundaria en «un nuevo modo de ver juzgar la normalidad y la anormalidad humanas, y de actuar sol ellas» (Rose, 2007a: 378). Desde nuestra perspectiva, estos procesos aluden directame a profundas modificaciones en las normas y representaciones si bolicas sobre las relaciones infancia-sociedad que otorgan nuevo: sentidos a las maneras de comprensidn de la realidad y a las forma en que se desea intervenir en ella (Inostroza y Riffo, 2003). Est conlleva de modo necesario la transformacin de las formas de producir infancias por parte de los dispositivos sociotécnicos, pues la privatizacin del bienestar y la hegemonia de saberes como li neurociencia introduciria nuevas normas del desarrollo infantil c retraduciria las existentes, mostréndonos que hablar de infancia como una identidad socialmente construida, es hablar de los dispos tivos semidtico-materiales que hacen posible su aparicién, defini regulacién y posicién en la sociedad. ‘Vemos asi que, en las politicas de salud infantil, se traducen ne solo los propésitos, funcionalidades y modos de existencia de I medicina y las ciencias psi, sino también el yo y sus relaciones. E coc nos muestra que la salud infantil se constituye en un terreno de definicién politica e ideolégica del sujeto infantil y de las précticas asociadas al cuidado de! cuerpo individual y social de la infancia Como plantea Ociel (2007), la salud piblica «materializa el érea de conjuncién entre ideologia (politica) y conocimiento (ciencia técnica}, pues es el espacio por excelencia desde donde es posible observar el gobierno de la vida y la reproduccién de sus técnicas de poder y gestién» (s/p). Con esto se apres que la salud piblica infantil «no solo tiene caracteristicas objetivas, graficadas en la sumisi6n del cuerpo indivi dual y social a eriterios de salud normativos» (Ociel, 2007: s/p),sino que en ella también se construye un proyecto acerca de la infancia. SERNANDO LA INFANCIA ® de modo puntual, el s -mas de biogubernazs skcia, perfectible, vigil sivel micromoleculas srecnobiologia que, smo el apego, facilita fenémenos como lay scito de su desarroi sna subjetividad plas del Estado funciona ¢ Asi, el objetivo d en desarrollo neurol6; paratos, saberes ¢ ins sarrollo son eleme! cas destinadas a da -xistente en la infanc humano, lo cual -sarrollo infantil, no, esto nos con- Ja lo que es ya lo »de produecién y gurarla garantia 2 este sentido, es la proteccién de mo uno de esos rechas de género aribe, 2016) ain do especialmente 2 en el entrecru- idado realizado zensiones se dan los nifios (Yago, las mujeres, entre ciales y politicas modos de hacer lente, en los ucen identidades 2s y significados la subjetividad. an parte de las pone se apoyan lo infantil, espe- atorno maternal 2, 2016), a clasificacién de na politica social al de los estados lado, relega la atender a la ocalizacin— y, cipal de bienes y ‘GOBERNANDO LA INFANCIA POBRE. FAMILIARIZACION ¥ NEUROPSICOLOGIZACION wa servicios sociales. De modo puntual, y de acuerdo a Goldani (2005, en Arriagada, 2006), corresponderia a una politica de familia cen- trada en un «conjunto de medidas que intentarian intervenir en el modelo de familia existente, tratando de conformar estructuras familiares para lograr un cierto modelo ideal de familia» (23). Desde esta perspectiva pareciera que el programa sigue consi- derando «a las madres como el punto de partida en la produccién de unos “cindadanos democréticos”» (Burman, 1998: 109) y en el cual el uso retérico del término «familias» sirve para ligar a los individuos en pequefias unidades y «para negar su relaci6n con una accién y una reaccin social més extensas, y para actuar como una zona de amortiguacién que enmascara una responsabilidad social més considerable» (102). Siguiendo nuevamente a Arriagada (2006), si bien las politicas pablicas se han modificado en distinto grado para adaptarse a los cambios de las familias —en lo que se ha de- nominado la diversidad familiar—, la organizacién de la provision del bienestar sigue descansando en unos supuestos muy concretos sobre las caracteristica sy la dindmica de la vida familiar, En otras palabras, «la familia continiia constituyendo un criterio basico de la organizaci6n de la proteccién social» (23). Para Contreras, Rojas y Contreras (2015), es necesario tener precaucién con esta mirada del Estado chileno, ya que las familias no son estructuras democréticas per se dado que el poder en su interior se configura en torno al género y la edad, Que el Estado apueste por la familia, en términos de regulacién de sus relaciones de crianza bajo una Jégica conservadora, creemos que constituye un riesgo para la sostenibilidad de la politica pablica por lo menos en tres ambitos. El primero, que analiza Hardy (2015), se vincula a que esto puede ser un elemento problemético para la nocién misma de ciudadania y derechos, pues en la falta de consistencia de los derechos del nifio. —con lo que esta autora llama un Sistema de Proteccién Social de Derechos Garantizados para el conjunto de la sociedad chilena— se enfatiza el hecho de que el Fstado ha realizado un esfuerzo de asegurar los derechos fundamentales de los nifios sin profundizar en aquellos que hacen al conjunto de la sociedad. Siguiendo a esta misma autora, Craup1a Catquty Donoso ¥ RopRiGo GUERRA ARRAU la viabilidad del ejercicio de los derechos de los nifios se pone en en- tredicho sino existe un marco de protecci6n de derechos garantizados pata el resto de la sociedad, para cl conjunto de las familias, entendidas estas en toda su diversidad. El segundo tiene que ver con limites de Ja acci6n del Estado en una sociedad democrética y plural y bajo un orden juridico liberal, pues —donde el sistema de proteccién seftala como requisitos para Jos cuidados de un nifio, una familia «bien constituida» que ofrezca un «ambiente adecuado» o «experiencias ricas y positivas»—, puede, al mismo tiempo, sustituir una seric de practicas, formas de intercambio, transmisiones y filiaciones que. hasta cierto punto, obedecen a modos en que los sujetos establecen lazos familiares de acuerdo a sus condiciones sociales ¢ histéricas propias (Leinaweaver, 2007), Por tiltimo, la falta de adecuacién de las Politicas pablicas al escenario actual, caracterizado por una reciente complejidad y heterogeneidad de los hogares, familias y formas de maternidad (Arriagada, 2006; Provoste, 2012; Imaz, 2016). En este contexto es que nuestra indagacién problematiza el hecho de que el programa inserta a las poblaciones mas pauperiza das en una forma de intervencién biopsicosocial que se alinca a la perspectiva de los modelos de competencias parentales (Contreras et al., 2015), adoptando, por ello, una mirada diédica en la cual se diferencia el individuo y el entorno, trabajando sobre las dindmicas de interaccién de ambos niveles concebidos como independientes.. una estrategia de intervencién acorde ‘esta mirada se orienta a optimizar las destrezas, habilidades ¥ recursos personales con especial atencién hacia aquellos que demuestran mayor vulnerabilidad (Contreras et al.,2015: 97} Eso indica que hay un juicio respecto a aquello de lo que las jas carecen y debieran desarrollar (Contreras et al., 2015). juicio que es elaborado a partir de concepciones de infancia centra- das en los derechos y Ia autonomia (Caro, 2009) y cuyos riespos y vulnerabilidad son constantemente reconducidos hacia las familias (Alvarez-Leguizamén, 200Sa, 20056), en tanto agentes productores de privacidad y emocionalidad (Pernas, 2010; Illouz, 2007). fami OBERNANDO LA (NPA PsIcoLoaizacié EI énfasis en la ‘2 accién instituci ca la infancia chiles salud y educacién, : cin e institucional de la promocién sis seanuales y sitio we Introducie Io Rose, 1989, 20072 os sistemas de pod scima entran en ic técnicas disciplin mplementarfan evs alas madres (alredes -s como estados con la maternidad. tulables y sus ategea el amor d clones mentales us stas interven de lo que las s et al., 2015), nfancia centra cuyos riesgos y acia las familias (GOBERNANDO LA INFANCIA POBRE, FAMILIARIZACION Y NEUROFSICOLOGIZACION PSICOLOGIZACION DE LA INFANCIA POBRE El énfasis en las familias se ve reforzado en que gran parte de Ja acci6n institucional dirigida a eliminar las inequidades existentes en la infancia chilena, junto con mejorar al acceso a los servicios de salud y educacién, se centra de modo privilegiado en la incorpora- ci6n e institucionalizaci6n de formas de conocimiento psi por medio de la promocién sistematica del discurso de un personal experto cn cuestiones de crianza y desarrollo infantil, tal como se muestra en los manuales y sitio web del programa. Introducir lo psi en la produccién de ciudadanos de derechos (Rose, 1989,2007a) supone analizar el rol que juega lo psi dentro de los sistemas de poder y de cémo la subjetividad y la esfera personal ¢ intima entra en los célculos politicos a través de una combinacién de técnicas disciplinarias y biopoliticas. A través de la primera, se implementarian evaluaciones psicolégicas estandarizadas dirigidas a las madres (alrededor de seis pruebas), que buscan medir aspectos tales como estados emocionales, habilidades de crianza, relacién con la maternidad, etcétera, volviéndose estos elementos en fuerzas calculables y susceptibles de intensificar. A través de la segunda se integra el amor de las madres, asi como sus capacidades y disposi- ciones mentales a una red de saberes y tecnologfas de poder. Estas intervenciones psi se dirigen a la promocién de la estimu- lacién temprana o la crianza «activa», bajo la égida de las interven- ciones en apego (Gémez, Mutioz y Santelices, 2008) y la interven en las llamadas competencias parentales, con la idea de que son la in calidad y la frecuencia de las interacciones familiares (Chile Crece Contigo, 2012) y el «capital relacional» (Chile Crece Contigo, 2006) las que permiten al nifio alcanzar su maximo nivel de desarrollo. Estas intervenciones se focalizan, principalmente, en la estimulacién de la sensibilidad parental, el fortalecimiento de la capacidad de mentalizacién de los cuidadores y brindar apoyo social a los padres (Gémez et al., 2008). La intervencién se dirige fuertemente, entonces, a aumentar los potenciales parentales de las madres y cuidadores. ‘Asi leemos que el Programa de Estimulacién Temprana, otro de los ejes de esta politica, asume que: Ctaupta Carquiny Donoso y RopriGo GUERRA ARRAD la falta de estimulaci6n y de cuidados de adultos signi- icativos en edades tempranas tiene efectos devastadores € itreversibles en el desarrollo de las funciones cerebrales, ya que se altera su organizacién y disposicidn frente al apren- dizaje. Por el contrario, las experiencias ricas y positivas durante la primera infancia, pueden tener efectos positivos en el desarrollo cerebral, ayudando a los nifios en la adqui del lenguaje, en el desarrollo de destrezas de resolucién de problemas, la formacién de relaciones saludables con iguales y adultos (Chile Crece Contigo, 2006: 12}, La psicologia se erige como un dispositive a través de la cus ¢s posible dirigir y modelar la infancia y el crecimiento infantil por medio del yo de las madres, en tanto entidad activa y autorregulad en una combinacién de bioingenieria cerebral y técnicas conductus Jes. Introducir el lenguaje de la psicologia supone transformac n las encargadas de la crianza a través de practicas performativas que actualizan las normas de lo que acd se denomina «crianza act: va» (Chile Crece Contigo, 2006). Estas intervenciones no buscar tanto normalizar un comportamiento desviado, como «ajustar 2 individuo y restaurar y mantener su capacidad para participar c los circuitos de la vida cotidiana» (Rose, 2007a). En ese sentido, se trata de indagar en las tensiones que emergen en estas practicas ¥ que se plasman ¢ imponen a través de distintos sentidos del infantil y materno, Para Llobet (2014), el discurso experto y legitimado de los saberes psi —mediante la articulacién de lenguajes, vocabulari aradigmas argumentativos y modos de subjetivacién— «cumple la funcién de ser un puente administrativo desde el Estado, me diante el cual se despolitiza nuevamente un problema» (215). Ex ese sentido, la neuropsicologizacién de la infancia, acompaiiada d su familiarizacién es una operacién que estructura y hace eficaz la mattiz simbélica desde la cual las politicas neoliberales privatizan, despolitizan c individualizan la cuesti6n social actual de la infanci Llobet (2014) indica que tales tendencias: «han cimentado la tesis de que el discurso de derechos es despolitizado por su interpretacion ps (225) y,similarmente, que los derechos del niio configuran un punto 148 BERNANDO LA INFANCIS oque para la indivad s infancia (Schuc! stas pricticas re : alizan las relacio: en sujetos y Subs = un campo de Ich Montenegro, Gal: edagacién emp’ sparatos semidticos © 2 perspectivas que § sablicos bajo lo que i = politica», diferentes liberal actual. REFERENCIAS Aivarer-Leguiraméa. 54 dades bésicasy im pobreza. En S. dela pobrezsent yy actores (pp 2am Aivarez-Leguizamin§ historia de once (Ed.), Problema (pp. 81-125) Sam scaya, C. (2006) : discurso mé Acriagada, I. 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En acompaiiada de y hace eficaz la rales Privatizan, al de la infancia tado la tesis de aterpretacion psi iguran un punto ANDO LA INFANCIA POBRE, FAMILIARIZACION ¥ NEUROPSICOLOGIZACION wu, Secogue para la individualizacién y psicologizacién del gobierno de fancia (Schuch, 2009 en Llobet, 2014). tas practicas reguladoras del yo, a través de la cuales se mate slizan las relaciones de poder, son el marco normativo en el que se sujetos y subjetividades de forma inestable, pues se mueven un campo de luchas entre diferentes configuraciones de sujeto atenegro, Galaz, Yufta y Montenegro, 2011). Asumimos que la gacién empirica de los discursos y pricticas que configuran los sparatos semiéticos del cc, al revelar tensiones y dilemas, vislum- perspectivas que permiten la emergencia de nuevos escenarios pablicos bajo lo que Moncayo (2010) llama «nuevas gramaticas de 2 politica», diferentes ala que han acompafiado y servido al modelo oliberal actual, REFERENCIAS Alvarez-Leguizamén, S. (2005a). 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