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ii, Por ROBIN WOOD DIBUJOS DE LUCHO OLIVERA Le EI Ni, @1 sabio rfo que Corta las tierras negras, se alarya milles y millas, bajo al sol, enorme lagarto de fuego que nos amodorra con su Calo Aeadado en te borda ‘ne dejo dominar por el aroma de! aire, y el sabor agriduke del rio de Jos papiras. Et rnavio avenza dando tordadas en direccién a Tebas, lento ycru- Jiente, En un rincéa sombrio de la cubler- taUr-El reposa de! monéteno viaje. (ichos soles se habfan puesto desde que comenzara- mos e! largo viaje a Tebas, dejando atrés los 4ridos desier 5 del pars de Khatti hasta llegar al rio viejp, donde em- ramos gastando nuestro Gllimo trozo de cobra, [zero Negare mos a Tees? JOE Zaue? i Te agrada imi pafs, hombre 3) \ Elcanitén del barco es amable ycharlatén y me ha si muy Gti! para informarme ce Cuanto me interesaba, E/ Nilo es hermoso bajp las estrellas egipclas. Dest los cafiawrales; — Se oye el croarde lag ranas y el ledrid de as hienas. aniana Sig navio arriba a Tebas y desde elorimer momento me sien- to apabullado por os las z= mala manera 2 los vendedo- 7 feggp [hy hacen esperar en los jerdines. De alguna parte llega trecen baratijas, vinas, /_. e| rumar de una fuente y risa de mujeres Me_Sients abruvmado ante su desbordente alegria, Habla y re feliz, cesentierre anéccolas de nuestras cacer‘as de leones en Jos desiertos de Ein-Rur, Comers con 6! una excelente oca asada y bebe mos vino de fas oodegas ve! tarabn, ces lanceé a [a mala bestia y a>) nzas se rompleron... Zo Tntento explicar luego a Kristaton qua nos hallamos sin dinero y bus: |cando ocupacién. Se muestra fu~ levanta los punos al cielo TSin dinero! 151m Oeupe cién! EY tG, mi amigo, hy eres capez de decir #50? Mista casa y todo Jo mio na palabra mas y te haré ana- tear por mis Cabellerizos ! Una vez me sacaste de entre las ca- ras de! le6n cojo y otra.e en tre fas lenzas de madera de los salvajes de la montana. 2¥ me hablas como si fueras un men _cicante? A Por fin, Kristaton secalma, wien= tras Ur-tl rie acarcajacas, un po: coor el vino y otro poco por lecb- vyeral farabn mie acompanarés y 'varé que ese viejo tonto se ocupe dia tl y de ese rinoceronte que se_ burla de mi, gaa Tego su rostro se pone serio. Lary srruges quiabran su frente como un viejo pargamino, FExtranos momentos vivi= | fos en Tebes, Nippur, b Reina ia inquietuc y abun dan los crfmenes, La tum ba de Sonrusett ests lista | fy S1est8 listo para ocupar [Yo temo, pues es ex- lo que sucede en y a Tehas. wey amodorrado por Ta cca y por el vi= no, Kristaton se retira a dormir y lo mismo hacemos Ur-El y yo Tu enigo est muy preocupado, Nippury incluso parece asustado, ax Si. ¥eso me extrara pues 10 he’ } visto refr ante los leones del de (ierioy os asesinos de te mon 1 C Mira, aguel es eFtaraén Senrusett, ) la semana trascu- rre entre paseos ycacerfas por los alredadores ce Te- tas. Al yolver una ‘mafiena en el carro de caza de Krista- ton, embanderado con fa sangrienta piel,ce un Ieén ce tad,n0s topamos con la corte del Fa re6n que cruza les cals. ‘Amn sea contigo, Kristaton, Veo que ona) nueva piel adornars tu sala de trofeos. (a Thera de manos, custodiada por giganlescos guerreres ne= gr0s,se detiene ante nosotras e inciinamas las catezas. Ta mirada del viejo farain @s agu= a y at|lada como el pico de un ave ide rapitia y me {Con tanzas? De [Agradezco tus pa- ben ser, 0 hos, labras, pero el imérito no es mio sino de mis amigos, que fo mataron Icon sus lanzas en fos arenaies. (Del pafs entre los ries. De La- gash, Zi ‘Aigo mé goipea los séntidos, Siento el estampida de la cuerda de un arco, WUserles iKristaton | Proteged al iUr-El, conmigo! dome cots y roditias, hasta nues~ tro carro de caze, saguido por Ur- Ya he visto las silustas emibosead junto 2 un macizo de palmeras. cha de gigantes-2-=S os potros espu~“ a ireanes, ruetas/“A/ yevehilias gl- rando en ioqu cas, El viento me azota la yporsobre ni { / ateza tlamea ta A. sanguinolenta piel de! leén, ra 4 Un extranjero es siempre un all vio para mts viejos ofdos. Venid y me hablaréis de vues jerras, vuestros vinos y vyuestras mujeres, A fy ami hijo Usertes, i Un grito largo de agonta y el ‘quardia a quien arranqué el es ‘cudo cae con a frente atrave- soda, Varias flechas se clavan alrededor mio. Salto dentro delcarro, Ur-tlse apodera de las riendas y lanza su estent6reo grito de gue- sangre, Hin 36 La yo2 és opaca y acostu mbrada a ser obedec' E(hombre es peligroso y allio y no apart sus ojos de ani= mal feroz del rostro de Ur-E|, Usertes, fastidiat, dice: (Este es Baknath, e| gene: ral de mi padre. E! que todo lo puede, Hasta ha Conseguido que sus mer- cenarios mestizos se ba- ‘fen por fo menos una vezalano. [Baunath ni siquieve concede na Tare deal joven, ya una voz'suya, los mar- cenarias s¢celman como por arts de bru Jerla. Me pasma ver e! dominio que este hombre trio y corpulente posea sobre la bia con prasentes, joyas que fastidian a Ur-EI y finas vestidu- ras, pero el rostro de Kristaton est sombrfo ysin alearfa, Kristaton, no seas duro con tus emigas, Sufrimos con tu sufrimiento, e manera que conffa en noso- ‘Muchos dioses tenemos en Egipto, pues son bu ‘ngs para facilitar ta vi- ayy 135 cosechas, pero fo mas sagrado en noso- tros es la sangre del fe- ran, Nunca ni en €! Ba- bien sates que tadas esas historias de san- _)gres sagradias son s6lo balbuceos de viejas, Muchos faraones habrén cruzado el um- bral Gitimo por el punal o el veneno, Eneaqid los hombros con buen humor. if uzeser0 el secreto qued6 do rmido entre las murallas,| ero hoy las flechas volarun a fa luz del sof yel crimen fue exhibido ante el pueblo, gee 7 ZEsclavos? 2 Bromeas? Unesclavo ‘No puede conseguir armas ni... Esa noche [acena real nos fascina con su esplen= dor, pero el Clima es opresive y sombrfo, Al fin Senrusett exclama: SE o que plensas y también yo To sé, sin embargo los qué hay se alzaron contra el faraén, eran escla. PPanni, ve y dile a Nofretamon que venge | a acompariarme pues me aplzsta el dasaso~ siego y fa extrano. Guise relrme de Kristaion y fo Tame hinopatamo aFto de vind y poctastro de los marjals..Y de pronto mi risa se cort Ta hija mayor de Senrusett, la hija del halcén y sacerdo- tisa do Horus, Es como el rayo y.como las flores; como rl vino y como el metal de las espadas, nar 1D belleza heria como el rayo amon, Sacerdotisa de Horus, hija de Senrusett y Pan- embelesaba como las flo ni, Nofretamon, fa de ja belleza que hacfa nalidecer las estre- imo el vino embriagaba y pod las y private del suefio a fos hijos de los hombre destrozar el coraz6n como e! mas afilado metal de guerra, Era alta yrnivea, con ops somortos y enigméticos, Sobre su hombro derecho se posata un gran hal én de ojos salvajes. Th eres un hombre de espada, extrenjero, Mi hakén olfatea en ie tel sudor y fa sangre del campo de batalla, Te aquivecas, fella Nofretamnon, \iay Si Tue y hoy mis Hombres y mT rey] No hace mucho tiempo he coman- ) | ¢ son menos que tierra sobre la tierra dado ejércitos y me he sentado a_/ y micludad es humo y cenizas en un cerco de lanzas enmohecitas, ‘ero a la diestra de un rey, ane = ejemos el triste pasado y deja que ad Ten cuidado con tu lengua galantel hombre de Lagesh, pues mi haleén me cela y te mira con fastidio. 39 Tio puedo respetario, Los hiesos { burbujean en nuestra frontera co-| \, mo hormigas carniceras, listas 7 para invadirnos y nuestro faraén sélo piensa en-sutumba, | TANT fa llenies, hombre de Lagash, Esa.es la tumba real, jPor Amon! Con estas rocas, yo hublera leventato tortalezas temi- Bles ycon e! oro que se guardaré adentro comprarfa carros de que~ tray mercenarios del pafs de los Heones. Luego los hicsos olerfan / su miedo en mis lanzas, scot Pais bre violento y apasionedo y ate- | | { math me prescuna. Es hom- mas creo qué es ambicivso en desgarran: te hace erizar mipiel Me aba'anzo contra la puerta Tas agresores no presentan combate y huyen desesperadamente por os grandes ventanales y los corredores, entre los salvajes gritos de Jos quardias negros que los cazan a lanzezs. Is princesa egincta me con= tampla con sus ojos oscurcs. Toorazdn deluvo su marcha cuan- ido reconocf tu vozen el grito, prin= cesa de Eginto, Llegaste primero que ninguna, Nippur, Grité con todas mis fuerzas y anhelé el socor. TG entraste con tu espada desnu-) da ycon ¢! rostro agrio decélere, Tenfas fuego en tu mirada, iquiera fe respondo, ella toma mi meno, Torpe y De pronto se aparia de mf, como aver= vil entre fas suyas, frlas y perfumadas, Dulce Notre~ gonzads y corre hacia las puertas. Ho- tamon de Evito. rrus,el hak6n, con las garras alin san [Tus manos son grandes y duras, Nipour, y la espada grientas, la sigue, ly el pufal les han encallecido, pero para mf son be- lias, aunque sean toscas, pues tus manos habln a las fas, 3 99 extrano ocurre, pues, zpara qué tuieren los esclevos raplar a una prin- Teataves lca ini? esa 0 matar al farain? Su suerte no Sue scontecinien= Imejoraria con ello, {10s extrafios son es, ( shustes tu idea, hom- bre de Layesh? Tintin [ATanochecer, Ur-Ely yo nos deslize- remos por el campemento de los escla- } ¥0s y trataremos de espiar entre ellos, Pies buscanco,.. sate 7 yy (Ato. iBah! Ycomo siempre, por tus ocu~ rrencias,tendré que correr como el viento yluchar como un le6n, cas om Se golne6 el pacho coléricamente y éste retumbd. Te un tambor de bronce, hit Buscando qué, entrometido? ) eTemer? 2Temer yo? 2Y0, Ur-El2 7 J |i¥0 soy Ur-E1! JE! hijo del le6n de ee {| |e amamantaron con leche de coco- {|| [rilo y szque fos dlentes mordiendo SA) |e! metal de las espatas. Con una mano despedazo aun hombre, errans co los drboles y. ... (a Vate a movestar a los asnos del establocon tus discurses, guerrero de heroica lengua, eee Durante largo rato reptaimos por Tos alrededores de fa tumbe real, rezando para no tocar un escorgién, Trcventro una peseda puerta provista, que al ser en \errado el fara6n ser arrancada y sustituida por un bloque de piedra. La emoujo pulgata a pulgada, rando por grasa en sus ejes sill lle amos caulelosamente ycon Tas espadas ists, Mas e el confuse rumor, De promt, . Vi ‘Nippur, mira! iUna luz! Ta nache 65 negra como el aceite y fa tumnba monstruosa e incomoletal El campame nto de los esclavos se veFa quieto y silencioso.Ur-£l y yoll nos deslizamos sin ser :ofdos i élite, hijo de leones, lotos y cocodritos. For un momento dude, pero Tuego siento én efecto, un val go rumor dentro de laconstruccién,. un ruido meta Ven, sigueme pero ten tu Imaza lista, pues habra [Atgulen ha mantenido los ejes bien engrasedos, pues ningun ruldo altera el silencio, Ante nuestros ojos se extlende un ler cote sae Ae oy The lo,sentados, hay medio centenar de hombres, Aigunos visten 'a aida {nica de los esc avos, otros ta thnica blanca de los ricos y otros tle~ von ef uniforme de la guarda del fara, Reconozco 2 u voz surge de 1a5 pe Ineqra silueta embozada habial g Ro permitsis que los hom= Festa noche repartirés las brs se lancen al pile, ni aunque alien por st presa, Primero deben ter- Minar fa lucha, luega ten-J farde comprendemos 10 que ocurre, Me fi ‘contra una parte no finalizada de la cor una pisdra cae estruendosamente une piodr Cos estrus ndosa mental | Fre al palacio real y notifi ) abn de todo esto y cite que ataque \ esta misma noche; que no utilice ala quardia real, pues itras Ur-ET huye por los corredores, Se abre y el hombre que ia abre salta aja Pero un renentino gabe me liena ws ojos ue 1uzy te de oscurided. Es suave, tenta periar, un fuel ET emibozado se halla 5s esiancado y hUimedo me penetra por las naricas, Hedor pie ante mi, Deri) suyo por une pequeria| Por fin despiertas, Nioour [Tus palabras son Feburnos Ge aid para ris bidos aburridos ) de Layesh, Has sido para mf y me rio de tus amenazas, pero, dime 4 ‘om una espina en mi pie Bp) {ses conquistar tetas con un ejército de pero ahora le arrojaré al viento tras quebrarte, y [tu muerte no sera du inUtil ej embozo, Baknath, cenéral del faraén, Baknath,| nis sequidares acinerados y por guardian de! sepulcro real, ;Baknath, el traidor! sn ejército de mercenarios que e: ere en las fronteras del pais de en entre ra tara, ipto, por mi Egipto acorrals Necasita un rey querrero, iendes eso? Un rey que le de grande za y gloria, no a ese viejo cloqueante ni a ese jovenzuelo fantarrén No puedes ser rey ila arena te ha entra- iq Gorrera (doen ei cerebro! {No corre sangre a por tus venas | jel corazén en al pecho al ver a Nof retamon de pie contra af muro, inmévil y hermosa con la mirada oscud SS x Esta maflana tue ¢ sacrificar @ Amén y mis hombres Para quseno. Mira detrds tuyo. aoderaron de ella. Conia verds, todos mis a Nofretamon, princesa de Eaiot. planes... 2¥ eso? Por el ventanuco veo el cielo tenirse de rosa y gris. Mezclado con fa luz llega un confuso rumor, ahogado alprincipio, luego més potente hasta convertirse en un trueno pode ros {El ejército del faraén ! iEs- {as perdido, Bakneth | Aqui estoy, Nippur iAquT estoy! = 45 Er rostro poderoso dé Baknath se congela de estupor, de pronto | Janza un grilo ronco y sale violentamente del recinto, ({iNotretamon ! jNotretamon princesa, mis jAbro Ta puerta de un puntanié y ante mise extiende el largol ‘orredor hGmedo y sombrio. No hay nadie. Todos deten ha er huido Nofretamon, debes esperar aqui sin salir ni Un momento ! a Taz del sol me desgarra la vista al salir y ante mi se extien= A 4 la batalla, sanorienta y fragorosa bajo la luz naranja de! N amanece A [los Carros del farain cargan como avalancha sobre fos es ipantados esclaves, provecantio una feroz carnicer‘a. Por Hodos lads cae un diluvio de flechas y los herjdos atiian desang rindose en la arena, lo arrojo contra lel muro de la tute y siento Taceo y transpire, restalo y tlemblo como un pose’, | pero treoo, trepo, \ Hpaknath mé €spe> ie To, TG lo hiciste, Hes quebrado ‘como ramilias mis planes. 1 rroextranjero! Con un rugido de victoria, Baknath alza u espada que centellea aI sol, sus enor: mes mGsculos se hinchan y sus tendo: jan lianas, Péro una salvaje flecha ce plumas y garras se abate sobre stro de deknath y veo sus ojos feroces ionarse de sangre SU gfito hiela mi sangre en las yenas, El griterfo de los soktados vietorlo- sos hace temblar Jagran tumt, eet eee Belendido en cruz ie hinco mi espada en} Para a! cielo, ya al vientre y lo siento | fir2 Baknath, y Ho- © etorcerse-como un | (grus lanza dsperos ) jabait herido, mien- | BPhillidos y revolo~ 7 tras elova hacia el sol] Rea 2 mi alrededor. su rostro desgarrado, ide del viejo faraon es aguda y afllada como el pl 7 We visto & mi hija Notreta- code un aye de rapifia y (a sonrisa en su boca es s6lg \ mon contemplarte con ojos de mujer. Yt le respon: dias con ojos ardientes. To do le deto, pero mi hija es inskeanzabie para Ul. Por Sus venas corre sengre de 50 Se debe @ su pals, Estas palabras me arrebataron @ No- fretamon. La volvl a ver recién en el muelle cuando embarcSbamos. Kristaton y Usertes nos habfan traido facto ante tas areas y sus contenides, presenies y oro del farain. Ur-EI habe quedado estupe- | : ‘Asi es;princese, 10 | [2te marches, Nepur? Goro perourwote il tiempo en tu pais. mé una mano. Sus ojas estaban sombrios y dolores. rat ad Eres altiva y orgulloso, Nippur, tanto que destrozas mi Corazin, Paro fal vez te amo justanvente porque eres or- guulloso y altivo, aunque no te vuelva aencontrar en mi Sender nunca més, Te amo, nunca lo olvides; te amo. ‘Vite Nippur, hombre de lagash, ama do mio, Véte, Véte, que yo te podré ver siempre en la bruma de! rio y { te oiré en e! resonar de los metales. (vate ya, que no quiero Horerante t [ET barco se aleja gil y Tero ly en el muetie ia blanca figu- ra de Nofretamon se achica ada vez mas y mi pecho gi- me dolorido, De pronto la El hak6n corla el ai- re como una saeta, reluciente y feroz y se posa en mi hom bro, Sus ojos de cuentas de cristal mg miran curiosos. ‘Te envie ella, amigo? JEres, quizé, el talisman que Notrat Airés queda el plo, Con sus This y sus eacodrios, sus tumbas y sus royesy desde un mule do Tebas,Nofrotamony Nn hha enwviado su emisario de amor. El vierto gime entre | cordajey el coro bronco de los remeres canta mi adiés 2 la princesa de Tebas.

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