You are on page 1of 10
wat bs nba, Roto Etuctusen piu ysujetvactn dol io de essai ‘rman evapo ca alanca =a 0. Guanos Ares: Con do Pibteacones Eaucstvasy Natal Disclen, 208, 200 .;Zaxi6.om,(Conncones lida por Marea Perle) ‘san ove. ser 598-2138 1, Peclogla onl 2. Desa eecual 1 Tilo coo tas Coleceién Conjunciones CCorrccién do esto: Susana Pardo Diagramacion Patricia Leguizamén - Analia Kaplan 1 edicién, febrero de 2008 © Ediciones Novedades Educstivas dl Centro de Publicaciones Educatvas y Material Didéctico S.R.L. ‘Av. Cortientes 4945 (C1195AAC) Buenos Aires - Argentina “Tol: (58 11) 4867-2020 - Fax: (54 11) 4867-0220 E-mal: nvedue@novedue.com 7 wuw.novedue.com Ediclones Novedades Edueativas de México S.A. de C.V. {nsttuo Técnico lndusial# 234 (Circuito Interior) Oficina # 2 = Panta Ata (Rot: Moo Estacion Normal) Colonia Agrcutra. Dele. Miguel Hidalgo México, D. F.C. P. 11980 - TelFax: 53 98 59.96/53 96 60 20, mal novemex®@novedue.com -novemex @inoselnatmx 1S.BN. N° 978-987-598-219-8 Queda hecho el dopésito que establecs la Ley 11.723, lmpreso en Argentina - Printed in Argentina No ae gerne ta ropeoducclin part oa nacenaniann lq, a wanemisin ola wanstorma- ‘in eta i, en culqaa om 9 por cule modo, sea lactic © mectncn, media loco fa, dane uc métods, sl peso peo yest dl ede Su neccin et pena por Fas oye 1.725 28.46 Rodolfo Urribarri Estructuraci6n psiquica y subjetivacion del nifio de escolaridad primaria El trabajo de la latencia noveduc Buenos Aires © México a indice PROLOGO por Madelaine Baranger . PRESENTACION Carfroto 1. Revisin hist6rico-crftica de la bibliografia sobre la latencia .... Caviruo 11. Planteando la latencia Introducci6n .. Acerca de la teoria Latencia temprana y tardia Pasaje ala pubertad, 106 Cartruzo TI. De lo observable a lo inferido en lo intrasubjetiv 109 Expresin grifica ul ‘Actividad motsiz y juego 137 Desarrollo intelectual y del pensamiento . 152 Lenguaje 173 Captroto IV. ‘Trabajo de la latencia .. Preconsciente 183 185 190 Relacién con otros trabajos psiquicos CarkruLo V. Explorando lo intersubjetivo .. El camino exogimico .. 195 197 + Relaciones intersubjetivas .- 205 Cartroxo VI Sobre psicopatologia. 228 Algunas consideraciones generales 1-228 Patologia adolescente y peeudolatencia .. 248 Conctusionss ..281 Brsrrocearia E 289 Capitulo [1 ae ee PLANTEANDO LA LATENCIA INTRODUCCION Me he propuesto como objeto de estudio el denominado, dentro de la ccorapsicoanalia, QGGBBMERIERED, cn continnidad con el trabajo te6rico-clinico que vengo desarrollando desde hace casi cuarenta afios. El periodo de latencia, formulado por $. Freud (1905) @SMOMMIGEe Este periodo, a diferencia de las faseslibidinales, eferirse a los nifios Bra «i latencia, tizar la desaparicién de las conductas sexuales manifiestas, particular- ment la masturbacién, la masiva utilizacién de defensas, la disminucién de 1h emergencia de lo inconsciente en sus expresiones y conductas, la suspen- sién del desarrollo de la sexualidad, la desexualizaci6n, el contrainvestimien- to, la represién, las formaciones reactivas, la virtualizacién del deseo, y es ‘usual caracterizar al aparato psiquico como centrado en el control represivo de los retofios pulsionales, en vez. de tratar de dar cuenta de los fenomena- les cambios que se dan en la onganizacién y el fncionamiento del aparato, tanto como de las conductas y las relaciones sociales que establece. Pueden también observarse postulaciones donde el periodo de latencia ¢s relegado tan s6lo a una aburrida espera, una posta, para el gran perio- do de cambios de la adolescencia, desjérarquizando su importancia y des- dibujando sus profundas modificaciones ¢ implicancias futuras. Algo si- milar puede plantearse con las formulaciones que lo “definen” como un =i [[Estructuracién psiquica y subjetivacion del ni subproducto advenido con la disolucién del complejo de Edipo GD ‘No se puede pretender teorizar un perfodo en los términos antedichos, sea como una casi inexplicable espera (de la madurez fisica) 0 teleol6gi- camente, como un acopio de “armamentos para la guerra que se aveci- m2”, sino que es necesario tratar de desentrafiar las causas que lo gene- ran, dar cuenta de las modificaciones que se producen, delincar sus ca- racteristicas y esclarecer sus logros. Es cierto que se instala a partir de la disolucién o naufragio del complejo de Edipo, al igual que es clave para las vicisitudes de la adolescencia, pero esto es insulficiente para definirlo. No es cientifico definir s6lo por los aspectos negatives puestos en jue- 80 (lo que no hay, o deja de ocurrir), pues conjunta y preponderante- mente, permitiendo la salida del bloqueo (0 coartacién) del Edipo y la continuidad del desarrollo, se encuentran procesos de cambio y de reor- denamiento psicodindmico. Junto a lo que se destruye o coarta esté lo que se construye y posibilita; junto a lo que obliga al renunciamiento, lo que offece y construye nuevos placeres y destinos; a lo que aliena y aje- niza se contrapone lo que se domina y autonomiza, expresado en activi- dades, aprendizajes, expansiones, relaciones, complejizaciones diversas, tc., tanto en Jo intra como en lo intersubjetivo. Por tanto, debemos ca- racterizar los procesamientos de la latencia, sus modificaciones respecto de la primera infancia y qué implicancias tiene para la adolescencia. Como bien dice C. David (1961): “Ia adguisicién de posibilidades, de ‘aperaciones? nucoas, tanto sométicas, como pslquicas, tanto de memoria pragméticas, como afectivas, imaginarias ¢ intelectuales (particularmente a través del dominio del lenguaje y los efectos de la inscrcién escolar y social), t0- do esto representa dificiles integracioncsy una importante movilizacién ener= gética, al mismo tiempo que una ‘complejizaciin’ dintmica y thpica donde serd quizhs artificial pretender aislarlo del destino libidinal” (pig. 81 . Cuando la publicacién de los Tres Ensayos(1908), s6lo alu- Rodolo Urribrr | Panteando la ona progresivamente, en funcién de la’clinica, las Entra y a cpaelaro va surgindo una diene ci6n de las etapas pregenitales de la libido, primero la anal (1908-13), lue- g0 la oral (1915) y la filica (1923-24) y la sucesién, que dan cuenta del decurso libidinal a través de zonas erdgenas preeminentes en la biisqueda de descarga y placer, también en parte del tipo de relacién de objeto y de defensas predominates; no las liga a una particular y diferente organiza- ci6n del aparato para cada una de ellas, ni cambia la esencia del proceso. ‘Utiliza la palabra etapa en el sentido de realizacién parcial de un desatto- lo mayor que culmina en un fin, para él, sin duda, el complejo de Edipo. Recién marca un hito trascendental y diferencial en la estructuracién del aparato psiquico como consecuencia del naufragio (0 sepultamiento) del complejo de Edipo con la organizacién del Supery6. miento de la sexualidad hasta el surgimiento del segundo momento de florecimicnto y maduraci6n, descuidando esclarecer su especifici Propongo en este libro establecer una desctipcién sistemética, articufarizar nt-en fo individual, rien la clinica, aunque conozco las limitaciones de este enfoque. No obs- tante, la generalizaci6n posibilita tener nocién de lo posible o esperable cn cada niio, si las condiciones (individuales, familiares y sociales) no le ey ast Ie chesc jue se movilizan, ol [J Estructuracion psiquia y subjetivacin del nif... Tambien espero que, en tanto se aclare el funcionamiento del latente, aggeaoeane la banalidad y escaso conocimiento de aquellos que, de- i MleVar por To aparente (por cjemplo, alguna expresion.de intcsés seaual.de.nn nito), Sfirman que la latencia ya no existe debido.a la aper- fareseRtA social, sin poder captar que, més allée alguna manificsta.ace sividad sexual o una picaia intencionalidad, 16 que importa son las pro> fundas modificaciones en el aparato psiqutico y en la vida de relacin con BABS ¢ institucional que se gestan en la latencia. ‘Como hipétesis general me propongo 4Ghiiie{ii (eS peaneSEABaO SPsiquicoldellateneialPrabajo psiquico en el sentido del esfuerzo para la organizacién, diferenciacién, complejizacién y ampliacién del aparato psfquico; y también en cuanto a la exigencia de tramitar a pulsién en un ‘nuevo ordenamiento dindmico y estructural. Trabajo y no perfodo, en- fatizando la imporrancia y el eje central en las madificaciones y neogéne- GSIERTEI apaiatol Vino eentiado Enlo.ronologica\(si bien esto ocurre ha- bityalmente dentro de cierta edad del sujeto). ‘Delo planteado se deriva que: el trabajo de latencia bisicamente cen dos planos (si bien =o intrasubjetivo e ir cme 2 insinndndose en el transubjetivo. En el plano intrasubjetivo se com vay amplifa el aparato psfquico en » dinimico y eco- némico (metapsicolégicos). En el plano intersubjetivo se retrabajan la problematica edipica y fraterna, y se amplian fas relaciones con pares y nactuitos, rencias y con otros trabajos psiqucos. ACERCA DE LA TEORIA S. Freud, al escribir (1925) sobre la acometida en dos tiempos que ca- racteriza la vida sexual humana, dice que, luego del “florecimiento tem- prano de la sexwalidad, las aspiraciones hasta entonces vivas eaen bajo Ia ‘represién y sobreviene el periodo de latencia, que se extiende hasta Ia puber- id” y agrega, en una nota al pie de 1935, “EI periodo de Latencia es un _fenbmeno fisiolégice. Empero, sélo puede provocar una interrupcién comple- cy Rodolfo Urribarri | Planteando la latenci ta de la vide sexual en aquellas organizaciones culturales que ban inclui- do en su programa una sofocacién (represion) dela sexunlidad infantil. No cs este el caso de la mayora de los pueblos primitives? (pig. 38). ‘Alo largo de su obra, S. Freud QIiS@6AUAtEREa| aESTCORTO ES! tante-de las defensas puestas cn. juego por zan ellos a establecer pohibicione at eees a pares eens nies ie” ores, onde es claro el bacer active lo sufido pasivamente y fr operancis del meeanismo de identificai6n eon ef agicsor (COmtn cn esis “hocks ‘mo forma de internalizar 108 mandates y critica externas) Stay —— i {implica una cierta dificultad para Jas noxmnas,ECaSER hiciones € incorporarlas, suscit I sana inacion, buscando revert y descargar en la accién sobre otros, @nmuiisentidowrevanchista. En otros casos, ‘vemos que realiza\ limitaciones a adults (en particular & los paces), (TES PHEGERTENPlicarsSamSIon aa srorinrentondecoasolicat-susidentidadyiientlicadonoycO”€1 ABTS ‘onto fa norma no es ivida-como castigo deemdante), a de techos y buscando un lugar que él también defina y lo idence. SSSA NONGA Rind REPI{O NOCNOLE STE BP AGE LK LUZ Y¥ DUERNA a Wo EcSiQW “YY @ Na Noh Noho NO cao ces que wn io "emplifal aterior uno de los varon ctl Prd clocaba cl poeta de habia. fe siete aos, inalizando 103 | J] Eseucturacon psiquicay subjtivacion del nino... * Las graduales posibili- dades que la maduracién brinda, las nuevas capacidades intelectuales, las, facilitaciones del entorno social y la instrumentacién provechosa de estos ‘con las afirmaciones de B. Bornstein (1951) de que es- te cambio se debe a que: a. Los requerimientos sexuales se tornan menos pujantes. Nada per- mite fundar dicha aseveracién, ni presumir que el Ello pierda, im- previstamente, pujanza o vigor. b. El Superyé se ha vuelto menos rigido. No ocurrié nada en la orga- nizacién anterior, ni en ésta, que explicara la menor rigidez. 0 seve- ridad del Supery6. Por otra parte, sabemos por los tratamientos psi- coanaliticos (tanto de nifios como de adultos) qué arduo, trabajo- so y prolongado cn el tiempo es el esfuerzo conjunto de analizan- do y analista para conseguir neutralizar la severidad superyoica y su operancia intrapsiquica como para aceptar que, espontinea y ripi- damente, se modifique el Superyé en la latencia, Puede admitirse 1. Por ejemplo, la mietinizacion de haces eético-talimicos, la modificacién de activida- des coordinadas éculomotrices (que posibilitan acciones como el bateary el golpe en cl tenis) y Ia motrcidad fina. Respecto de la lateralidad, en general un nito de seis altos puede diferencia izquierda de derecha en su propio cuerpo, peto no en los de los otros, lo que recién logea luego. [to ie dapat Rodolfo Urribarrt | Planteando la latencia que, en parte, pierda peso relativo frente al Yo en cuanto a sus exi- gencias, debido a un paralelismo con la parcial declinacién del va- Jor de los padres para el nifio (y la progresiva pérdida de valor en la cteencia en la omnipotencia parental), Pero, por otta parte, el Su- peryé se ve reforzado desde lo externo por los mandatos de la so- ciedad mediante otras figuras de autoridad, lo que podria compen- sar el proceso anterior. EI Yo se encuentra expuesto a conflictos menos severos. Finalmen: te, el Yo se encuentra mediando ante los mismos peligros internos (antasfas incestuosas, pujanza pulsional, masturbacién), requeri- ‘mientos externos y superyoicos. Dirla que esta apariencia de Super- y6 mis permisivo, conflictos menos severos o debilitamiento pulsio- nal, es debida a la consolidacién de un Yo més efectivo en su aecio- nar, dada la operancia fluida de las descargas sublimatorias favoreci das por el accionar concurrente de las defensas conexas, que redii- get la pulsién, lo que implica menor presién superyoica, ¥, por con siguiente, decrece la emergencia de angustia (en este modo de rela- cién intrasistémica, se nota la utilizacién de la angustia como seal). ro, acid placenta del despiguey Getic dese (gslsapcals (anco mowiess, de dominio, de desplazamientos en el exterior”, © cognitivas, con un cierto crotismo en juego, soportes y re- fuerzos, tanto del autoerotismo primario como del narcisismo secunda~ tio, siguiendo las formulaciones de placer funcional y de placer del fun- cionamiento del Yo) sencia de ot ‘que se les oponen, como investigadores, policias, médicos (sefialado por A. Hagelin y C. Sarnoff). 105 | [Estructuracin psiquica y subjtivacion del ni. PREM PUBERTAD La estabilizaci6n y afirmacién de una nueva organizacién psfquica y su diferenciacién interna y expansién propias de la latencia tardia, que se ex- presan generalmente en un funcionamiento més distendido y efectivo del nifio, se verdn gradualmente jaqueadas por el embate puberal, produ- ciéndose un progresivo cambio del funcionamiento de la latencia a la transicién hacia la adolescencia. “También aclaro que, por lo que S. eon ee Tercer en- sayo de teorfa sexual: Metamorfosis de la pubertad. Si bien orientado a los cambios sexuales y psiquicos de la adolescencia, considera en él también aspectos fisicos (como, por ejemplo, en el apartado 2, cuando analiza el papel de las sustancias sexuales) y luego Ia teorfa quimica en especial la nota al pie 12-, o en el apartado siguiente sobre la libido o cuando refie- te, como tope de la latencia, “hasta las primeras exteriorizaciones de la pu- bertad? (1908, pig. 154). Los cambios corporales de la pubertad son graduales, algunas veces entos, otras més bruscos o intensos, y el correlato psicolégico también, Las primeras manifestaciones conductuales observables suclen ser la emergencia de inquietud y desasosiego sin causa manifiesta, con incre- mento de la motricidad, descargas biuscas y pérdida de la concentracién. En el aula, se produce una “inversién” de lo observado a comienzo de la escolaridad ~como el logro de “quedarse quieto” para dar paso a la aten- cién y luego a la concentracién-, que se ve alterado por el movimiento (sea en el banco o por el aula), la distraccién, las charlas paralelas, los co- ‘mentarios fuera de tema, el incumplimiento, etcétera. Esta etapa de transicién en la que, aun sin poder observarse cambios corporales rhanifiestos, s{ pueden mediirse cambios en los dosajes hormo- | 106 Rodolfo Unrbarri | Pianteando la latent rales y en las caracteristicas histol6gicas de los Srganos genitales~ trac aparejada la sensacién de que “algo les pasa”, aunque no puedan definir de qué se trata y, por eso, genera desasosiego, ansiedad ¢ inquietud. Desplegado mis claramente el proceso fisico puberal, se altera clara- mente el comportamiento observable (por ejemplo, se hace manifiesto el interés por los cambios corporales, las sensaciones sensuales y las inquie- ‘tudes genitales). En el pasaje impreciso de latente tardfo a incipiente ado- lescente, més allé de lo corporal, van cambiando conductas ¢ intereses. Creo ejemplificador un breve pasaje literatio de J. M. Coetzee (2000), aludiendo a su nueva ciudad de residencia: “Ys no monta en bicicleta: no ay donde ir en Plumstead, (...)y de todas formas le ha quedadto pequenia la Smiths, que estd empezando a parecer una bicicleta de nifio(...) Montar en bicicleta por las calles, de hecho, va resultando tonto. Otras cosas que antes lo absorbian también han perdido su encanto: construir maguetas de Mecca- no, coleccionar sells. Ya no entiende por qué malgasté su tiempo con ellos. Pasa horas en el cuarto de baiio, analizandose ante el espejo, sin gustarle lo ‘gue ve. Deja de sonreir, frunce el entrecejo. La tinica pasibn give no hi men- _guado es su pasion por el eriquet (...) Juega al evlquet en el colegio, perm es ‘nunca es suficiente (...) bf juega solo, sosteniendo el bate con Ia mano iz- quierda, lanzando la pelota contra el muro con In derecha, golpedndola en el rebote, imagindndose que esté en un campo. Hora tras bora lanza In bo- Iarontra Ia pared. Los vecinosse quejan a su madre del ruido, pero él no ba~ ce.caso(...) Pero Ia verdad es que prefiere el juego solitario en el porche al criquet de verdad. La idea de batear en un campo de verdad lo emociona, pero también lo intimida” (pig. 149). Es claro cémo el autor muestra el cambio de intereses y actividades hacia la preocupacién por el cuerpo y otras maneras 0 formas de lo anterior, como con el crfquet. En la pigina 150, dice: “Recordando estorfrncasos, se consuela asf mis- ‘mo con anécdotas de entrenamientos en los que una figura solitaria, babi- tualmente un hombre de Yorkshire, tena, estoico, con los labios apretados, baten durante varios turnos, sin desfallecer, mientras se van desplomando as estacas a su alrededor”, Este iltimo pérrafo muestra al ensuetio no como exutorio y consuelo, ubicindose como una figura heroica, ast como defensa junto a la accién repetitiva y compulsiva, mientras elude el juego compartido y la confrontacion. 107 | [[ Estructuracién psiquica y subjetivacion del nfo... En cuanto a lo metapsicol6gico, el aparato psiquico se ve desequilibra- do en el interjuego de las instancias logrado en la latencia debido al in- cremento pulsional, lo que requiere cambios de las otras instancias y de su acomodaci6n con los requerimientos sociales que serén parte del pro- cesamiento de la adolescencia. En este sentido, se produce un salto cua- litativo debido a la genitalizacién creciente que cambia el panorama psi- quico, donde son cruciales los logros de la latencia (que luego aborda- ré), en tanto posibilitan un procesamiento psiquico més arménico fren- te a la ruptura puberal y a la genitalizacién, que inauguran el proceso adolescente con las modificaciones estructurales, tanto del Yo y del Su- pery6, como de la consolidacién del carécter, del ideal del Yo y del inter- juego y economia de las instancias, lo que serfa objeto de otro libro. lee Capitulo 11 ae DE LO OBSERVABLE A LO INFERIDO EN LO INTRASUBJETIVO

You might also like