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open 2 LA Merapsr colt. Rautitier Capitulo 1 HF La pulsion y el objeto” rada, En este aspecto, deber brar la notable longevidad de la obra de Freud, pese al exito es que, desde el interior det Jcanzado por ciertas postulac andlisis, proponen modifc smbio sea en cierto novedad del esp do, pide investi razones pucd ar la aparicidn de teorta La primera de esas razones, y la mejor, es ria se incapaz de explicar cicrtos hechos que directa- mente ella desconocid, o.que no tuvo que conocer, 0 que, en el mejor de los casos, apenas e ye sobre Ia base de estos hechos ignorados. La cuestién que tentonces se plantea es si esa razdn es lamejor porque esclarece recesidad de cla antigua teo- est iG, La teorfa nueva se constr jerarse como un progreso ta adq saber, dejando que el futuro decida en cuanto a la posibitidad de aplicar los nuevos puntos de vista al saber antiguo 0 a otros Ambitos del saber atin inexplorados. Por desgracia, la segunda razén no podrd presentar argue mentos tan respetables, Proviene de un motivo menos honto- so: la teoria antigua no fue verdaderamente comprendida, es + 1086 ” Ta Metapicologs Reiss . Se me dird que, en este caso, no ccabe Iamentarse demasiado por una teoria que inuestra tan es: casas posibilidades de manejo, o que se pueda utilizar tan facile a, cuando la teoria se pone a desentraiar el psiquismo humano, no puede evitar este dilema: ser clara, simple y util aunque no siempre haga iad de st objeto, o bien esforzarse por res- iad y pagar el precio correspon oscuridades, contr Justicia ala compl petar esta comple Pienso que five el destino de ta teorfa freudiana soportar, en los efectos combinados de es cambio, habria gar, y no hay por qué extranarse, Lo sorprendente es el caréc~ ter desordenado d pliegan en direcciones diferentes. Como najes de la teorfa freudiana se prestaran por turno a remodelaciones y re-evaluaciones, que d gravedad para ofrecer los diversos engra lazan su centro de conjuto, Puede considerarse teonia del sig Jas aspirantes a robarse q) cepciones muy difer sta artagénicas, A Melanie Klein cuando critican 3 Fairbairn, tal al sefialar su desacucrdo con Kernberg, to a reconocer que los hechos, ¢s dl a, impusieron la re-evaluacion de los datos fundamentales de la teorfa cldsica, en cambio me es imposible no hacer notar bien estoy la experiencia elfni= Lapuisiso yet ojeto eto ylas demas +t despecho de sus diver: Bencias, si ataque al postulado fundamental de Freud que si ‘ia la pulsién en los origenes de la vida pstquica y concibe los canabios y conquistas de ésta como efec gendrados por dic los conflictos en- s que la teorfa de Ia relacign de objeto (aunque sus primeras expresiones hayan surgido en vida de lemstica le 1a posteridad de ta iva posible porla que pada pro- oanalitica ids importante del »- Merecerta, pues, cosa que hasta aqui vado cle lo queabarca su diferencia comla obra de Freud, asi como de sus expresiones (a veces contradiciorias) y de las justificaciones de ese cambio de erspectiva, Gracias a Bernard Brusset, contamos hoy con un estudio notable Hevado en forma rigurosa, ato de una reflexién profunda sobre el doble lugar de la clinica y la teorta, y que explora de um modo casi exhaustivo un campo conceptual de vastos horizontes.’ Recordé ade mismo he insistido en estos hechos y se Taclinica de tetiormente que la presién impuesta por la exis lado hasta qué punto rOticas necesit6 tomar en idea que nos hacemos de la etiopatogenia de estos sindromes, la parte especifica que le co- rrespondia al objeto. Conjuntamente, en vista de la cura de cs tos cuadros clinic donar la pos andl consideracién, 1a psicopatologia forzaba al anatista aaban- le desdibujamiento que es la propia en el de las neurosis, En resumidas cuentas, para sintetizar ia situaci6n, aqui encontraba st Iinite el solipsismo que salpicaba tanto la teorfa como la préctica analiticas. Podrd, pues, extra far el que hoy por hoy me muestre adoptando wn "B.Bveset Psychanalyse du len, La etston doje Pais, Le Certuren, 1088 ” levenir del objeto. En cambio, no podemos ie un mismo esfuerzo de pensa ado 3 fa pulsion. Para decitlo abiertamente, la ck del objeto-cuyo cardeter brayé- no hace oa cosa que volver a res algun dia lo que el pensamic udas, de mas subversivo, a saber: la revol gute produce en Ia teorfa de la subjetividad al instalar en su 10 de la pulsion, y haciendo del sujeto el sujeto de La pulsion ora bien, en psicoandlisis, sean cuales sean Jos avatares zacion del objeto (en el pasado transferide a su actu ‘ase conciba el proceso psicoanalitico como co que no se pueda entender la mente la extraiieza del didlogo psicoanalitic. do nada mds que de uno solo, pero de uno solo que es en sf 10 variost Todo, pues, debe conelucir de nuevo al sujeto y tio puede sino Nevar de nucvo a él. En este sentido el rodeo (por el objeto) vale sin duda el viaje, pero nunca serd mnds que un rodeo, Retorno al suet, pues, pero a un sujeto de la pulsida, 2Qué quiere decir Csujeto de la pulsidn »? Pese a su ambi giiedad, la expresicn es rica ei Sentides. Decir que no hay suje- mi se manifiesta a ratz de una eta pulsional qu de cumplir, de un objeto que se ha de conquistar; la subjetividad se ve arras- trada aqui por un einpuje que surge de las fuentes del cucrpp y 1a putionye je iento, haciénclolo sairse de sf mismo; nse ent esa Deisqueda, Dejamos asf muy atrds la concepcidn antigua de un sujeto neusto, distante des, Gesapasionado, o duefio de su destino. Si hay sujeto si éste no una ilusidn, st proyecto tiene grandes posibilidades de ser aquél mds que ningiin otro. En tltima instancia, toma la delane tera ls otra acepeién del término, Se hablaria del syjeta de ta pulsion como se dice « suibdito de Su Majestad ».” Se concebiria entonces stable, pe penisainientas del ser, sino por el contrario c sujeto, ho con ynente, centro de tovdas las ac precaria yc del didlogo que mantiene peranentemente con la pulsicn, Unas wees conduce a ésta yen otras ¢s conducida por ella. En 1 sujeto sigue la corriente que lo transporta ma niejando el timén de la embarcacién para sacar el maximo prov vecho de la energia que lo impulsa. En otros, por el comtrario, no sujeto precisaimente por resist a esa fuerza Jementando toda clase de medidas que u a otras fines. as veces do edescuidara la ol sacudimiento que Heva al sujeto lejos de sf mismo? No sc advierte qué cosa impulsaria a creerto sino un deseo de pen- sarcn ténninos de exclusién. Tan incémoda de aceptar es nues- iculted para imaginar algo que cause un catmbio de estax do del ser, Atin, todo se apoya sobre la pulsién.

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