You are on page 1of 30

File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.

3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:06 I bozza (Paola)

STUDI E SAGGI 213

Esteban Bieda

GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO Â N.


ECOS DEL ENCOMIO DE HELENA EN EL DISCURSO
DE AGATO Â N*

Abstract
After Agathon's speech in Plato's Symposium, Socrates takes a little time
to make some comments about it. One of these comments is that the
speech brought Gorgias to his memory (198 c 2-5). In this article we
intend to track down in three complementary levels the diverse reasons
why this recollection took place: (A) regarding the form of the speech,
we will try to show that there is an equivalence in how both Gorgias in
his Encomium to Helen and the character of Agathon in the Symposium
construct their respective logoi; (B) regarding the style of writing, we will
see the frequent use in the poet's speech of the rhetoric resource of
``saying things alike'' (isa legein) usually ascribed to Gorgias; (C) finally,
regarding the contents of both speeches we will try to show that many of
the elements used by the sophist to praise the logos in his Encomium to
Helen may be found, more or less, in Agathon's praise of Eros. The
article will try to show, thus, which are the precise elements that may
have made Socrates remember Gorgias after listening to the tragic poet.
Keywords
Symposium, Agathon, Gorgias, Encomium to Helen, parallelisms

* El presente trabajo es resultado del Seminario de Doctorado ``Lectura de


Banquete de PlatoÂn'', dictado por la Dra. MarõÂa AngeÂlica Fierro durante el mes de
noviembre de 2008 en la Facultad de FilosofõÂa y Letras de la Universidad de Buenos
Aires. Agradezco los imprescindibles comentarios de la Dra. M.A. Fierro, de la
Prof. Victoria E. Julia y del Dr. Lucas Soares.

ELENCHOS
xxxi (2010) fasc. 2
BIBLIOPOLIS
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:28 I bozza (Paola)

214 ESTEBAN BIEDA

«Y AgatoÂn, el poeta traÂgico a quien la comedia considera sabio


y de fina expresioÂn, a menudo, en medio de los yambos, se
expresa como Gorgias»
FiloÂstrato, Vida de los sofistas, i 493 (= 82 a 1 D.-K.)
«Pues ciertamente el discurso me recordo a Gorgias...»
PlatoÂn, Banquete, 198 c

IntroduccioÂn

Una vez finalizado el discurso del tragedioÂgrafo AgatoÂn en el


Banquete platoÂnico, SoÂcrates toma la palabra a fin de ensayar su propia
alabanza a eros, alabanza que tendraÂ, a diferencia de los discursos
anteriores, un espõÂritu maÂs dialeÂctico-filosoÂfico que encomiaÂstico. No
obstante, antes de comenzar a hablar, el hijo de la partera dedica un
momento a comentar algunos puntos del discurso de su predecesor que,
seguÂn dice, provoco en eÂl reminiscencias gorgianas: «de modo que
[mientras lo escuchaba] habõÂa padecido lo de Homero: temõÂa no fuera
cosa que AgatoÂn, hacia el final, tras arrojar con su discurso contra mi
discurso la cabeza de Gorgias, terrible para hablar, me convirtiera en
piedra debido a la afonõÂa [que me producirõÂa]» (198 c 2-5) 1.
En el presente trabajo nos proponemos hacer un rastreo de la
presencia del sofista en el discurso del tragedioÂgrafo en tres planos
diferentes pero complementarios: (A) en lo que hace a la forma de
ambos discursos, veremos que existe cierta equivalencia respecto de
los distintos puntos en base a los cuales tanto el sofista, en su Encomio
de Helena, como el personaje AgatoÂn construyen sus respectivos logoi;
(B) en lo que hace al estilo de escritura, veremos la frecuencia del recurso

1
Todas las traducciones de los textos griegos son nuestras, salvo donde se
indica lo contrario. Cfr. 198 c 1-2: «Pues ciertamente el discurso me recordo a
Gorgias...» (cfr. Xenoph. symp. ii 26, donde se hace referencia a las coqci* eia
q<g*lasa). El verbo utilizado aquõÂ es a\malilmz*rjx, de la misma raõÂz que a\ma*lmgri|.
No se trata, pues, de un simple recordar (lilmz*rjx) sino de un volver-a-traer-a-la-
memoria, de un re-memorar. Para las referencias a la Gorgona cfr. Od. xi 633-5 y
Pindar. phyt. 10, 44-8 y las notas ad loc. de V. JuliaÂ, PlatoÂn. Banquete, Buenos
Aires 2004 y L. Brisson, Platon. Le Banquet, Paris 2007.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:28 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 215

retoÂrico, atribuido a Gorgias, conocido como ``decir cosas iguales'' o


``isofonõÂa'' (isa legein); (C) finalmente, en lo que hace al contenido de
ambos discursos, intentaremos mostrar que muchos de los elementos
utilizados por el sofista para encomiar al logos en su Encomio pueden
ser hallados, en mayor o menor medida, en la alabanza que AgatoÂn
dedica a Eros 2.
El trabajo intentara mostrar, pues, cuaÂles son los elementos con-
cretos que podrõÂan haber hecho que el discurso del poeta haya hecho
que SoÂcrates recuerde a Gorgias.
Contra una interpretacioÂn como la nuestra que intentara mostrar
los elementos gorgianos ± i.e. sofõÂsticos, retoÂricos ± del discurso de
AgatoÂn, hay quienes, como Stokes, sostienen que «el discurso poeÂtico
de AgatoÂn [...] le debe maÂs a la poesõÂa que a la retoÂrica» 3. En una lõÂnea
similar, Dover insiste en el caraÂcter poeÂtico del discurso de AgatoÂn 4

2
Nuestra principal obra de referencia para comparar el discurso de AgatoÂn
sera el Enc. de Hel. de Gorgias (b 11 D.-K.) por ser, a nuestro juicio, el texto gorgiano
con el que maÂs võÂnculos pueden establecerse. Esto no significa, desde ya, que no
puedan realizarse comparaciones con otros escritos o fragmentos ± nosotros mismos
haremos referencias a la Def. Pal., al Sobre el no ser y a alguÂn pasaje de la Orac.
fuÂnebre ±, mas ocurre que dichas referencias estarõÂan circunscriptas a alguno de los
tres planos (A), (B) o (C) mencionados cosa que no ocurre con el Enc. de Hel. donde,
si nuestra empresa no fracasa, veremos puntos de contacto de un modo maÂs integral.
3
M.C. Stokes, Plato's Socratic Conversations, Baltimore 1986, p. 116; nues-
tra trad. No obstante, poco antes de decir esto, el mismo Stokes habõÂa insistido en
que «aquõÂ es extremadamente difõÂcil, como a menudo ocurre en la prosa literaria
griega, distinguir el color poeÂtico del retoÂrico; las metaÂforas, el lenguaje elevado y
abstracto y las personificaciones eran mercaderõÂa tanto de algunos oradores como de
algunos poetas» (ibid., nuestra trad.). Para esta interpretacioÂn, pues, la variedad y
variabilidad de la meÂtrica de la poesõÂa lõÂrica griega darõÂa lugar a que ``cualquier''
pasaje en prosa que encadene frases pueda ser escandido y sometido a sus reglas.
¿En que sentido, entonces, el discurso en prosa de AgatoÂn serõÂa necesariamente maÂs
poeÂtico por el hecho de poder ser escandido?
4
Cfr. K.J. Dover, Edition and Commentary on Plato's `Symposium', Cam-
bridge 1980: «en su alocucioÂn [scil. la de AgatoÂn] aproximadamente todos los treinta
y un miembros ± o cola ± en los que el pasaje puede ser articulado ± prestando
atencioÂn al fraseo indicado por el sentido ± pueden ser reconocidos como unidades
meÂtricas familiares en la poesõÂa lõÂrica griega tras aplicar las reglas aÂticas normales de
prosodia, elisioÂn, crasis, etc.» (p. 123, nuestra trad.).
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:28 I bozza (Paola)

216 ESTEBAN BIEDA

pero al mismo tiempo afirma que «el nuÂmero total de tipos de colon que
ocurren en la poesõÂa lõÂrica griega es tan elevado que algunos de ellos
estaÂn obligados a ocurrir en cualquier pasaje de prosa constituido por
una cadena de frases [...]. PlatoÂn se ha tomado una molestia conside-
rable en dar a la peroracioÂn de AgatoÂn un caraÂcter poeÂtico en adicioÂn a
la caricaturizacioÂn de su estructura ``gorgiana'' (Gorgianic)» 5. La con-
clusioÂn de Dover apunta, pues, que la destreza de PlatoÂn ha consistido
en inyectar el estilo gorgiano en un pasaje que, ciertamente, tiene
condimientos poeÂticos.
En una direccioÂn similar a la de Stokes y Dover pero sin ser tan
concluyente respecto del caraÂcter poeÂtico del discurso de AgatoÂn, Hun-
ter relaciona las palabras del poeta en el Banquete con las de Gorgias en
el Encomio a causa de la falta de sustancia que ambos compartirõÂan y de
la atencioÂn puesta en el poder encantador de las palabras antes que en
el contenido de lo dicho 6.
Por uÂltimo hay quienes, en una lõÂnea similar a la que intentaremos
sostener nosotros, han indagado los elementos especõÂficamente gorgia-
nos de las palabras de AgatoÂn. Bury apunta que «en su discurso, Aga-
toÂn alega que va a mejorar el meÂtodo de sus predecesores; en esta
atencioÂn al meÂtodo probablemente este siguiendo el ejemplo del libro
de Gorgias, su maestro retoÂrico y modelo». Y de inmediato agrega que
«AgatoÂn se ha embebido de una ``adoracioÂn por la maquinaria'' ± la
maquinaria del meÂtodo ± de las escuelas de retoÂricas de moda» 7. Si
bien maÂs adelante, en su comentario a las lõÂneas 194 c 5-6 ± comentario

5
Ibid., p. 124, nuestra trad.
6
Cfr. R. Hunter, Plato's `Symposium', Oxford 2004: «la asociacioÂn entre
Gorgias y AgatoÂn es clara: el Encomio de Gorgias cuenta con muchas de las carac-
terõÂsticas verbales que hemos notado en el discurso de AgatoÂn ± rima, asonancia,
juegos de palabras, etc. ± y una seccioÂn central del sortilegio, el poder maÂgico de las
palabras que son `tales que traen placer y alejan del dolor' (EH 10), no encontrarõÂa
mejor ilustracioÂn que el discurso del AgatoÂn platoÂnico» (p. 74, nuestra trad.). Y un
poco maÂs adelante: «la comparacioÂn de SoÂcrates entre AgatoÂn y Gorgias apunta
tanto a la (falta de) sustancia en lo que ha sido dicho como al estilo en que ha sido
expresado» (p. 75, nuestra trad.)
7
R.G. Bury, The `Symposium' of Plato, Cambridge 1909, Introduction, § 3;
nuestra trad.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:28 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 217

que citamos infra ±, Bury da un ejemplo concreto de coÂmo el estilo del


poeta se relaciona con el del sofista, lo cierto es que hasta este punto no
cita pasajes que permitan justificar las resonancias gorgianas que todo
esto despierta en SoÂcrates. En esta misma direccioÂn, Robin insiste en
la filiacioÂn que el discurso de AgatoÂn tiene con la escuela gorgiana 8.
Seguiremos, pues, la lõÂnea de Bury y de Robin indagando las filia-
ciones gorgianas de AgatoÂn maÂs que sus aptitudes poeÂticas ± tambieÂn
presentes, desde ya, en su alocucioÂn ±. Intentaremos profundizar esta
lõÂnea aportando elementos y ejemplos concretos de dicha filiacioÂn: en
primer lugar, distinguiendo lo maÂs claramente posible los tres planos ya
mencionados en los que ambos discursos pueden relacionarse; en se-
gundo lugar, senÄalando concretamente doÂnde es que se hallan los ecos
que muchos comentadores mencionan pero que, en muchos casos, no
sustentan con apoyo textual; por uÂltimo, tratando de ver, en el apartado
(C), no soÂlo correspondencias cosmeÂticas ±que veremos en (A) ± o esti-
lõÂsticas ± que veremos en (B) ± sino tambieÂn conceptuales a propoÂsito de
lo que Gorgias dice acerca del logos en el Encomio y AgatoÂn acerca de
Eros. De este modo, la comparacioÂn serõÂa no soÂlo maÂs integral sino que
tambieÂn nos permitirõÂa comprender mejor que es lo que SoÂcrates oyoÂ,
que es lo que PlatoÂn pudo haber querido que nosotros lectores oyeÂsemos
en las palabras del poeta, de modo tal que su peroracioÂn quede tenÄida
por el fantasma de la Gorgona gorgiana 9.

A. Forma: correspondencias cosmeÂticas

Si bien a primera vista podrõÂa pensarse que el discurso de AgatoÂn


no comparte aspectos formales con el Encomio de Helena, lo cierto es

Cfr. L. Robin, Introduction et notes a `Le Banquet' du Platon, Paris 1951, pp.
8

xxxii, lxviii y lxix.


9
Los comentadores citados no pretenden, ni mucho menos, agotar la totali-
dad de bibliografõÂa crõÂtica dedicada a analizar el discurso de AgatoÂn. MaÂs bien
hemos querido, antes de comenzar nuestro propio anaÂlisis, resenÄar brevemente
un muestreo de las opiniones consagradas entre las que nos han parecido las maÂs
pertinentes.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:29 I bozza (Paola)

218 ESTEBAN BIEDA

que ambos son considerados tipos de enkomion. Ahora bien, ¿queÂ


significa esto en los casos concretos que estamos analizando 10?
Robin afirma que, en el contexto del Banquete, «aquello que se
entiende por enkomion es ante todo un canto ejecutado en un ban-
quete; pero la palabra ha conservado, sin embargo, una parte de su
significacioÂn primera: un homenaje, una celebracioÂn de alabanza».
Poco despueÂs se refiere al discurso encomiaÂstico de AgatoÂn en los
siguientes teÂrminos: «es muy interesante como testimonio de una con-
cepcioÂn retoÂrica del enkomion, quizaÂs de la escuela de Gorgias...» 11.
¿Que debemos entender, pues, cuando decimos que tanto el discurso
de AgatoÂn como el Encomio de Helena son enkomia?
En su anaÂlisis del Encomio de Helena, Mazzara afirma que «el
sentido dialeÂctico-agonõÂstico de este discurso de Gorgias quizaÂs pueda
consistir en el intento por parte del sofista de ingresar en un debate
cultural ± que, en suma, era aquel de los agones traÂgicos ± y de aportar
su contribucioÂn como reÂtor transfiriendo ciertos temas del plano poeÂ-
tico al epidõÂctico-filosoÂfico, contribucioÂn que probablemente tendiera a
conjugar el aspecto luÂdico del agoÂn con el aspecto serio de la demos-
tracioÂn» 12. Tanto la supuesta intencioÂn de Gorgias de formar parte de

10
Con respecto al par enkomion-epainos, no parece tan clara la diferencia
entre ambos al menos en el Banq., donde SoÂcrates usa ambos teÂrminos por igual:
cfr. symp. 199 a 3-6. Respecto de esto, afirma Robin: «dos palabras griegas expresan
esta idea de elogio: epainos y enkomion; en el Banq. los dos teÂrminos son a veces
empleados indiferentemente».
11
L. Robin, op. cit., p. xxxii (nuestra trad.). Robin cita un pasaje de la rhet. de
AristoÂteles (1367 b 28-36) que evidencia coÂmo el enkomion cambio del dominio del
lirismo al de la retoÂrica. Dover, por su parte, tambieÂn define concisamente que se debe
entender por ``encomio'' en el contexto del Banq.: si bien originalmente habrõÂa deno-
tado una cancioÂn de felicitacioÂn para cualquier tipo de persona o cosa, finalmente
tendrõÂa una definicioÂn bastante precisa: el orador deberõÂa alabar, primero, las bendi-
ciones de lo encomiado independientemente de sus buenas cualidades ± como familia,
belleza y riqueza ±; segundo, sus virtudes ± sabidurõÂa, justicia, valentõÂa, actividades
reputadas ±; tercero, sus antepasados; cuarto, sus logros. Si Dover no ejemplifica esto
con ninguno de los discursos del Banq. ± el ejemplo que pone es el del Ages. de
Jenofonte ± es porque stricto sensu ninguno satisface al pie de la letra los requisitos.
12
G. Mazzara, Gorgia. La retorica del verosimile, Sankt Augustin 1999, pp.
183-4 (nuestra trad.).
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:29 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 219

los debates culturales propios de la tragedia como el modo en que lo


hace (dialeÂctico-agonõÂstico-filosoÂfico) lo acercan al discurso de AgatoÂn
que, no casualmente, es un compositor de tragedias dedicado, en el
Banquete, a criticar y modificar lo que la tradicioÂn poeÂtica habõÂa legado
a propoÂsito del origen del dios Eros 13. Por otra parte, las uÂltimas
palabras de la cita de Mazzara podrõÂan ser perfectamente aplicadas
al discurso de AgatoÂn que, como veremos, combina la seriedad de
una (pretendida) demostracioÂn con el aspecto luÂdico de la contienda
con quienes hablaron antes que eÂl. Estamos, en definitiva, ante una
epideixis que, como claÂsicamente ocurre en algunos discursos sofõÂsticos,
pretende exhibir el estado de una cuestioÂn para luego abordarlo poleÂ-
micamente con la eventual intencioÂn de modificarlo 14.
Estas coincidencias estaÂn avaladas, como veremos en lo que sigue,
por una casi simeÂtrica organizacioÂn formal de ambos discursos en lo
que hace a la introduccioÂn, explicitacioÂn de alternativas, desarrollo de
temas y conclusiones.
Es sabido que el sofista Gorgias destruye, en su Sobre el no ser, la
idea de una verdad como correspondencia entre el discurso y la reali-
dad. La razoÂn principal la hallamos en la tercera tesis de dicha obra
donde se insiste en la heterogeneidad que existe entre el logos y las
cosas: «extremadamente diferentes son los cuerpos visibles de las pa-
labras, pues lo visible es aprehendido mediante un oÂrgano y la palabra
mediante otro diferente. En consecuencia, la palabra no da cuenta
(e\mdei* jmtsai) de la mayorõÂa de las cosas que subsisten (so+m t<pojei* le-
mom)» 15. Ahora bien, este resultado no implica que estemos ante un
pensamiento de corte nihilista o esceÂptico: luego de criticar y desmem-
brar la conexioÂn tradicional entre palabras y cosas, el sofista propone,
en el Encomio de Helena, un nuevo criterio de verdad, criterio que
posteriormente serõÂa denominado ``verdad como coherencia de enun-
ciados'': un logos verdadero ya no es aquel que de cuenta de las cosas
sino aquel que exhiba cierto ``orden'' (jo*rlo|) interno capaz de per-

Cfr. Ch. Rowe, Plato. Symposium, Warminster 1998, comm. ad 196 b.


13

Para el aspecto epidõÂctico particularmente del Enc. de Hel., cfr. G. Maz-


14

zara, op. cit., pp. 188-9 y nota 174.


15
Sext. Emp. adv. math. vii 86 (= b 3 D.-K.).
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:29 I bozza (Paola)

220 ESTEBAN BIEDA

suadir al oyente. El gran supuesto del maestro de retoÂrica es que el


orden garantiza la persuasioÂn: no importa coÂmo son realmente las
cosas, no importa que ocurre en la realidad, lo uÂnico importante, si
de consecuencias praÂcticas se trata, es decir las cosas de un modo
suficientemente articulado como para generar cambios concretos en
el alma ± y, por lo tanto en las conductas ± del oyente 16. El Encomio
de Helena es una clara muestra de esto: nada le importa a Gorgias la
verdad histoÂrica, los ``hechos'', sino maÂs bien exponer las causas por las
cuales resulta verosõÂmil (ei\jo*|) que Helena haya viajado a Troya para,
tras mostrar que por ninguna de ellas se la puede responsabilizar,
eximirla de culpa 17. El espõÂritu de un discurso que no se compromete
con una ``verdad'' como correspondencia puede rastrearse, a grandes
rasgos, en la peroracioÂn de AgatoÂn, peroracioÂn definida duramente por
Robin como «una construccioÂn puramente formal y la puesta en acto de
una foÂrmula retoÂrica, una disposicioÂn de frases y de palabras, brillante
sin dudas, pero carente de sustancia [...]. Es difõÂcil imaginar una cons-
truccioÂn maÂs artificial, maÂs sofisticada y maÂs vacõÂa; todo lo que aquõÂ se
reuÂne no es, en efecto, maÂs que un faÂctico ensamblaje de palabras,
collage de piezas y de pedazos, inflexiones simeÂtricas de frases, mala
poesõÂa, buÂsqueda pura del efecto musical en el ritmo o en la sonoridad a
costa del sentido, variaciones monoÂtonas sin tema». Finalmente, Robin
concluye algo que es de sumo intereÂs para nuestros intereses aquõÂ: «con
su prosa poeÂtica, sus metaÂforas desconcertantes y su abundancia hueca,
el discurso de AgatoÂn no es solamente un pastiche del modo y del estilo
del poeta; es tambieÂn un pastiche del modo y del estilo de Gorgias» 18.

16
Sobre el kosmos como criterio de verdad nos extenderemos infra. Para el
tema de la ruptura gorgiana con el criterio de verdad como adecuacioÂn y la instau-
racioÂn, en su lugar, de la verdad como coherencia de los enunciados, cfr. C. MaÂr-
sico, Argumentar por caminos extremos, in L.A. Castello-C.T. MaÂrsico (edd.), El
lenguaje como problema entre los griegos. ¿CoÂmo decir lo real?, Buenos Aires 2007.
17
Para nuestra interpretacioÂn integral del Enc. de Hel. ± que no daremos aquõÂ
por razones de espacio ± remitimos a nuestro E. Bieda, Why did Helen Travel to
Troy? About the Presence and Incidence of Fortune in Gorgias' `Encomium to Helen',
«Revue de Philosophie Ancienne», xxvi (2008) pp. 3-24.
18
L. Robin, op. cit., pp. lxiii, lxvii y lxviii, respectivamente (nuestra trad.;
destacado original). MaÂs alla de la dureza con que Robin adjetiva el discurso de
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:29 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 221

No nos detendremos, en el presente apartado, en aspectos pun-


tuales del contenido del Encomio de Helena puesto que nos interesa, de
momento, su ordenamiento formal. Partiendo de la base de que la
verdad gorgiana consiste, como dijimos, en un logos ordenado, es posi-
ble ver que el modo en que el opuÂsculo esta construido resulta un
ejemplo claro de esto.

a) El `kosmos' del `Encomio de Helena'

Los que siguen pueden ser considerados los principales hitos for-
males del argumento del Encomio de Helena; utilizaremos, para desig-
narlos, nuÂmeros romanos en minuÂsculas.

(i) Pauta metodoloÂgica: el § 1 hace las veces de un proemio en el que se


postula la pauta metodoloÂgica fundamental: la verdad sobre la que
versara el discurso es de caraÂcter cosmeÂtico: «orden (jo*rlo|) para
una ciudad es la hombrõÂa, para un cuerpo la belleza, para un alma la
sabidurõÂa, para una accioÂn la excelencia, para un discurso la verdad»
(Encomio de Helena § 1) 19. AsõÂ como un logos ordenado es un logos
verdadero, un alma ordenada es un alma sabia; la defensa de Helena
que se hara a continuacioÂn es un ejemplo de esto.

(ii) Status quaestionis, error de antecesores y objetivo perseguido: entre los


§§ 2-5 Gorgias releva el estado de la cuestioÂn acerca del tema a tratar,

AgatoÂn ± en la paÂgina lxvii habla de su ``fastidioso virtuosismo'' y de su ``ridõÂcula


preciosidad'' ±, lo cierto es que la forma parece ser privilegiada por sobre el sentido:
«en suma, este discurso se distingue netamente de los otros por la indiferencia
respecto de las ideas y por el cuidado exclusivo por el procedimiento» (p. lxviii,
nuestra trad.).
19
Para el texto del Enc. de Hel. seguimos mayormente las ediciones de O.
Immisch, Gorgiae `Helena', Berlin-Leipzig 1927 y de M. Untersteiner, Sofisti.
Testimonianze e Frammenti, Firenze 1967; para el orden lo los paraÂgrafos citamos,
no obstante, seguÂn D.-K. Traducimos pragma por ``accioÂn'' en la medida en que es
esa dimensioÂn praÂctica (presente en la raõÂz del teÂrmino) lo que Gorgias esta remar-
cando al referirlo a la arete.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:30 I bozza (Paola)

222 ESTEBAN BIEDA

esto es, hace un raÂpido recorrido por el mito de la bella mujer y lo que se
dice acerca de ella. Su mero nombre era sinoÂnimo de las desgracias
sufridas por los griegos en la guerra de Troya; esto era producto «tanto
de la creencia (pi* rsi|) de quienes escuchaban a los poetas, como de la
fama de su nombre que llego a ser recuerdo de las desgracias» (§ 2) 20.
Asimismo, estos paraÂgrafos tambieÂn dan cuenta del error en que habrõÂan
incurrido quienes precedieron a Gorgias en el tratamiento del tema asõÂ
como tambieÂn del objetivo del sofista en el opuÂsculo: «yo quiero, tras
dotar al discurso de una cierta loÂgica (kocirlo+m sima), hacer cesar la mala
fama de la acusacioÂn, exponer que los acusadores mienten y, tras mostrar
lo verdadero [del asunto], hacer cesar la ignorancia» (§ 2) 21.

(iii) Hoja de ruta: en el § 6 se presentan las alternativas posibles res-


pecto del tema a tratar. Dado que se trata de relevar las causas por las
que resulta verosõÂmil que Helena haya viajado a Troya, dichas causas
seraÂn presentadas en una lista a modo de ``hoja de ruta'' del resto del
opuÂsculo. AsõÂ: «en efecto, o por los propoÂsitos de la fortuna, los man-
datos de los dioses y los decretos de la necesidad, [ella] hizo lo que
hizo, o bien secuestrada con violencia, o bien persuadida con la pala-
bra, o bien enamorada mediante la vista» (§ 6) 22.

20
Algo similar hace IsoÂcrates en su Enc. de Hel. cuando, tras alabar a Gorgias
por haber escrito sobre Helena, le reprocha el no haber sido consecuente con el
tõÂtulo de su opuÂsculo: «pues dice haber escrito un encomio (e\cjx*liom) acerca de ella,
pero ha formulado, precisamente, una defensa (a\pokoci* am) de lo que ha sido hecho
por ella» (14-5).
21
La ``verdad'' de la que se habla aquõÂ es, por supuesto, la que se ha definido
en el § 1: un logos con kosmos; de allõÂ la intencioÂn de hacer cesar la ignorancia
muniendo a su discurso de cierto logismos.
22
Algo similar a este punto puede verse en la Def. Pal. § 5 cuando el heÂroe
explicita el plan que seguira su exposicioÂn: «... yo les expondre de dos maneras (dia+
dirro+m sqo*pom e\pidei* nx) que [mi acusador] no dice cosas verdaderas. En efecto: ni
[1] habiendo querido hubiese podido ni [2] pudiendo, hubiese querido emprender
acciones tales». Y a continuacioÂn agrega: «avanzo, en primer lugar (pqx&som), sobre
ese alegato (ko*com) de que es imposible que yo haga esto» (§ 6), dedicaÂndose desde
el § 6 al § 12 a desarrollar este primer punto; en los §§ 13-21 desarrolla la segunda
alternativa; luego, en los §§ 22-7 le habla a su acusador; finalmente desde el § 28
hasta § 36 les habla a los jueces para concluir su defensa en el § 37.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:30 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 223

(iv) Desarrollo de alternativas propuestas: entre los §§ 6-19 se desarrolla


cada una de estas posibles causas siguiendo el ``plan'' recieÂn trazado.
NoÂtese el celo puesto por el sofista en el orden del discurso, uÂnica
instancia donde radican sus posibilidades de ser verdadero, es decir,
persuasivo. AsõÂ, en el § 6 se aborda a la Fortuna, a los dioses y a la
Necesidad como causas posibles; en el § 7 a la violencia; entre los §§ 8-
14 al logos y, finalmente, entre los §§ 15-19 al eros.

(v) RecapitulacioÂn y conclusioÂn: en el § 20 se hace una breve recapitu-


lacioÂn y se explicita la conclusioÂn: «por lo tanto, ¿coÂmo hay que consi-
derar justo el cargo contra Helena, quien hizo lo que hizo ya sea ena-
morada, ya persuadida mediante la palabra, ya raptada con la fuerza, ya
coaccionada por una necesidad divina? De cualquier modo, escapa de la
acusacioÂn» (§ 20). Se repasa la ``hoja de ruta'' dando a entender al lector
que cada una de las alternativas anticipadas en el § 6 ± (iii) en nuestra
numeracioÂn ± fue abordada y se reafirma que, dado que ninguna de las
alternativas implica culpabilidad para Helena, entonces ella debe ser
absuelta ± seguÂn lo establecido como ``objetivo'' en el § 2 (ii) ± 23.

(vi) Cierre: finalmente, en el § 21 se realiza un cierre donde el sofista


retoma las pautas metodoloÂgicas enunciadas en el § 1 ± (i) en nuestra
numeracioÂn ± y enfatiza el hecho de haberlas satisfecho: «quiteÂ, me-
diante el discurso, la infamia de una mujer; permanecõÂ en la norma
(mo*lo|) que coloque al principio del discurso...». Como uÂltimas pala-
bras, la conocida apelacioÂn al paignion que, seguÂn algunos, sirve para
dar cuenta de que el Enc. de Hel. todo habrõÂa sido un mero ejercicio
retoÂrico o ``modelo'' para los alumnos y discõÂpulos del sofista 24.

Algo anaÂlogo ocurre en el § 37 de la Def. Pal.: «He dicho lo relativo a mõÂ.


23

Termino [de hacerlo], por cierto: en efecto, traer a la memoria con brevedad las
cosas dichas mediante largos [discursos] es razonable ante jueces torpes; pero no es
digno tan siquiera de considerar digno que los primeros griegos entre los primeros
griegos [scil. ustedes, mis jueces] no presten atencioÂn ni tengan en la memoria las
cosas que fueron dichas».
24
SeguÂn Dover, la alusioÂn al paignion hace del Enc. de Hel. una «composicioÂn
concebida para ser admirada por su elegancia, inteligencia y habilidad, pero no es
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:30 I bozza (Paola)

224 ESTEBAN BIEDA

b) El `kosmos' del discurso de AgatoÂn en el `Banquete'

A continuacioÂn, los hitos fundamentales del discurso de AgatoÂn


en el Banquete. Los designaremos con nuÂmeros romanos en mayuÂsculas;
noÂtese, asimismo, que, a medida que los mencionamos y comentamos,
senÄalamos su equivalencia con lo recieÂn expuesto a propoÂsito del En-
comio de Helena.

(I) Pauta metodoloÂgica: el comienzo del discurso de AgatoÂn propiamente


dicho explicita su intereÂs por enunciar el modo en el que debe hablar
para, soÂlo despueÂs de hacerlo, comenzar a hablar: «pero yo, ciertamente,
quiero decir, en primer lugar, coÂmo (x<|) es necesario que yo hable y
despueÂs hablar» (194 e) 25. Esta breve alusioÂn metodoloÂgica resulta cen-
tral en su discurso no soÂlo en virtud de nuestros intereses aquõÂ sino
tambieÂn en lo que hace al modus de SoÂcrates quien, como se sabe,
rescatara este comienzo del discurso de AgatoÂn 26. Dicho comienzo es,
como se ve, formalmente equivalente a (i). A este respecto, ya hemos
citado supra a Bury: «en su discurso, AgatoÂn alega que va a mejorar el
meÂtodo de sus predecesores; en esta atencioÂn al meÂtodo probablemente
este siguiendo el ejemplo del libro de Gorgias, su maestro retoÂrico y
modelo» 27. NoÂtese, en este sentido, la similitud de este comienzo del
discurso de AgatoÂn con el fr. 6 de Gorgias, lõÂneas 8-9: «ojala pudiera yo
decir las cosas que quiero y querer las cosas que es necesario [decir]
(ei\pei& m dtmai* lgm a= bot*kolai, botkoi* lgm d' a= dei& )», deseo que AgatoÂn
parece tener en mente cuando se dispone a empezar a hablar 28.

una contribucioÂn a la ciencia o a la filosofõÂa sino que soÂlo apunta a la polõÂtica


praÂctica» (K.J. Dover, op. cit., p. 123, nuestra trad.).
25
Si bien ei\pei& m es el infinitivo que aquõÂ se utiliza en las tres oportunidades,
no resulta gramatical traducirlo del mismo modo. En el apartado siguiente ± dedi-
cado al isa legein ± nos detendremos en este fenoÂmeno de la eufonõÂa gorgiana, casi
imposible de verter al castellano.
26
Cfr. symp. 199 c.
27
R.G. Bury, Introduction, § 3, cit. (nuestra trad.). RecueÂrdese, asimismo:
«AgatoÂn se ha embebido de una ``adoracioÂn por la maquinaria'' ± la maquinaria del
meÂtodo ± de las escuelas de retoÂrica de moda» (nuestra trad.).
28
MaÂs adelante, en 196 d 6, se intercala una precisioÂn metodoloÂgica de corte
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:30 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 225

(II) Status quaestionis, error de antecesores y objetivo perseguido: el modo


en que se debe hablar es explicitado como sigue: «en efecto, todos los
que han hablado antes parecen no haber encomiado al dios sino haber
felicitado a los hombres por los bienes de los que el dios ha sido para
ellos responsable; en cambio, ninguno ha dicho que el dios obsequioÂ
esos dones porque es de una determinada condicioÂn. Pero hay un uÂnico
modo correcto (sqo*po| o\qho*|) de hacer un elogio cualquiera sobre
cualquier cosa: exponer, mediante la palabra, por que tipo de cualidades
es precisamente causa, y de cuaÂles cosas, aquello sobre lo cual el discurso
trata, sea lo que fuere. AsõÂ entonces es justo que nosotros elogiemos, en
primer lugar, a Eros tal cual eÂl es, y luego sus dones» (194 e-195 a) 29.
Vemos que de modo similar a lo visto en (ii), AgatoÂn da cuenta del error
de quienes lo han precedido en la palabra acerca del tema, enfatizando,
como corolario, en la cuestioÂn metodoloÂgica 30: un epainos no puede
construirse de cualquier modo sino que se deben respetar ciertas normas
(cfr. x<|, sqo*po| o\qho*|, ot%sx|), normas que recuerdan a aquel nomos
que Gorgias dice haber respetado al finalizar su Encomio de Helena.
TambieÂn en este caso, pues, la verdad del logos parece estar vinculada
con cierto modo correcto (sqo*po| o\qho*|) de construirlo.

(III) Hoja de ruta: tras enunciar su estrategia metodoloÂgica, AgatoÂn pasa


a ponerla en praÂctica. Para ello, siguiendo el mismo orden esquemaÂtico
del Encomio de Helena, comienza por enunciar lo que hemos llamado su
``hoja de ruta'', esto es: las distintas alternativas a analizar a propoÂsito
del tema en cuestioÂn: «pues bien, sostengo yo, si es lõÂcito y no ofensivo
decirlo, que mientras que todos los dioses son felicies, Eros es el maÂs
feliz entre ellos por ser [1] el maÂs bello y [2] el mejor [scil. el maÂs
virtuoso]» (195 a) 31. La estrategia de AgatoÂn es la siguiente: una vez

tambieÂn gorgiano: «en la medida de lo posible, por cierto, se debe tratar de no pasar
nada por alto (e\kkeipei& m)».
29
Para este pasaje seguimos la traduccioÂn de V. JuliaÂ, op. cit.
30
Para la estrategia tõÂpica de la retoÂrica y la oratoria consistente en desacre-
ditar los dichos de quienes ya han hablado sobre la cuestioÂn a tratar, cfr. ad. es. Isocr.
encom. Hel. §§ 14-5, busir. 222 b, paneg. 41 b sgg. y R.G. Bury, op. cit., ad loc.
31
Retocamos levemente la traduccioÂn de V. JuliaÂ, op. cit., y agregamos,
desde ya, la numeracioÂn.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:31 I bozza (Paola)

226 ESTEBAN BIEDA

establecido que antes de preocuparse por los bienes que el dios dispensa
es preciso entender cuaÂl es su naturaleza, se postula que dicha natura-
leza consiste en ser ``el maÂs feliz'' (et\dailome*rsaso|) de todos los dio-
ses; a continuacioÂn se dan los motivos inmediatos por los cuales Eros es
el maÂs feliz: por ser bellõÂsimo (ja*kkirso|) y nobilõÂsimo (a>qirso|). Estas
dos caracterõÂsticas, que hemos numerado [1] y [2], constituyen la ``hoja
de ruta'' que seguira el discurso del tragedioÂgrafo. Tal como vimos en
(iii), una vez establecido el plan a seguir, se pasa a desarrollarlo.

(IV) Desarrollo de alternativas propuestas: entre las paÂginas 195 a y 196 b


AgatoÂn se explaya respecto de [1] la belleza del dios: Eros es el maÂs
bello por ser [1.1] el maÂs joven (mex*saso|) de los dioses, por ser [1.2]
delicado (a<pako*|) y por ser [1.3] flexible en cuanto a la forma (t<cqo+| so+
ei#do|) 32. Finalmente, en 196 a se cierra el tratamiento de la belleza:
«asõÂ pues, acerca de la belleza del dios, estas cosas son suficientes».
Luego, entre 196 b y 197 c, se avanza sobre [2] su virtud, me-
diante dos argumentos: [2.1] el hecho de que todos sirven a Eros de
buen grado (e<jx*m) ya que eÂl no se somete a nada ni a nadie; y [2.2] el
hecho de que participa de las virtudes cardinales 33.

(V) RecapitulacioÂn y conclusioÂn: en 197 c 1-3 AgatoÂn recapitula breve-


mente y concluye su argumento: «asõÂ, Fedro, me parece que Eros
primeramente fue, siendo eÂl mismo bellõÂsimo y nobilõÂsimo, por esto
[mismo], responsable para los demaÂs de las demaÂs cosas por el estilo» 34.

(Excursus poeÂtico): como adelantamos maÂs arriba, en 197 c-e, luego de la


argumentacioÂn ``dura'' en torno a la felicidad superlativa de Eros ± argu-
mentacioÂn que concluye, como recieÂn vimos, en 197 c 1-3 ± AgatoÂn
desarrolla un breve interludio poeÂtico en el que atribuye a Eros una

32
Cfr. 195 a-c, 195 c-e y 196 a-b respectivamente para cada una de las tres
caracterõÂsticas.
33
Al contenido de cada uno de estos argumentos nos abocaremos infra en el
apartado C.
34
Cfr. R.G. Bury, Introduction, § 3, cit.: «otra marca del meÂtodo formal [de
AgatoÂn] es su praÂctica de recapitulacioÂn» (nuestra trad.).
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:31 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 227

arrolladora gama de adjetivos entre los que encontramos capacidades y


caracterõÂsticas varias. Dicho excursus poeÂtico se abre del siguiente modo:
«se me ocurre decir algo tambieÂn en verso (e>llesqom): que eÂste [scil. Eros]
es el que produce paz entre los hombres, calma sin viento para el mar / reposo
de los vientos y el suenÄo en la inquietud» (197 c) 35.

(VI) Cierre: finalmente, en 197 e encontramos el cierre formal: «sea


ofrendado al dios, Fedro, este mi discurso, [discurso] que participa
del juego (paidia&|) en relacioÂn con unas cosas, y de una mesurada
seriedad (rpotdg&| lesqi* a|) ± en la medida en que me es posible ± en
relacioÂn con otras». Tenemos aquõÂ, pues, lo que muÂltiples comentadores
y traductores senÄalan: el sello explõÂcito del final del Encomio de Helena
gorgiano que implica la alusioÂn al juego, alusioÂn que nosotros hemos
comentado en (vi). Si bien el teÂrmino utilizado es otro ± Gorgias utiliza
el sustantivo paignion mientras que PlatoÂn le hace decir a AgatoÂn paidia ±,
lo cierto es que el concepto involucrado es el mismo: tanto el tragedioÂ-
grafo como el retoÂrico presentan discursos perfectamente construidos y
argumentados ± al menos desde el punto de vista formal ± para despueÂs
aclarar que no se trata, despueÂs de todo, de algo inmensamente serio
sino de un mero juego de su arte 36. No obstante, como veremos maÂs
adelante, tambieÂn sera importante rescatar la alusioÂn a la ``mesurada
seriedad'' de la que, seguÂn AgatoÂn, tambieÂn participa su encomio.

B. Estilo de escritura: el `isa legein'

Uno de los epõÂgrafes del presente trabajo muestra que ya desde la


antiguÈedad se ha hablado de cierto estilo caracterõÂstico de la prosa

Lo colocado en cursivas corresponde a lo escrito en verso en el texto


35

original. Al comentario de algunos de estos adjetivos atribuidos por AgatoÂn a


Eros nos dedicaremos infra en el apartado C.
36
Afirma L. Robin, op. cit., p. lxix, nuestra trad.: «por lo demaÂs, puede ser
que sea precisamente esta unioÂn de la deformacioÂn caricaturesca y de la verdad del
retrato lo que PlatoÂn ha querido sugerir al hacerle decir a AgatoÂn, hacia el final de su
discurso, que eÂste ha sido una mezcla muy haÂbilmente dosificada, de seriedad y
broma».
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:31 I bozza (Paola)

228 ESTEBAN BIEDA

gorgiana: FiloÂstrato se refiere a AgatoÂn mediante un verbo creado para


dar cuenta de este fenoÂmeno: «y AgatoÂn, el poeta traÂgico a quien la
comedia considera sabio y de fina expresioÂn, a menudo, en medio de
los yambos, se expresa como Gorgias (coqciafei& m)» 37. Si bien el verbo
gorgiazein figura soÂlo en las Vitae sophistarum (i 493 = 82 a 1 D.-K.)
resulta elocuente que se haya inventado para dar cuenta de un modo
tan especial y caracterõÂstico de expresarse 38. Este estilo que, seguÂn
FiloÂstrato, atravesaba los versos precisamente de AgatoÂn 39, es mencio-
nado explõÂcitamente en el Banquete tras la intervencioÂn de Pausanias,
motivo por el cual resulta cada vez menos extranÄo que el discurso del
traÂgedioÂgrafo haya hecho que SoÂcrates recordara a Gorgias; habla
Apolodoro: «habiendo pausado Pausanias ± pues los sabios [scil. los
sofistas] me ensenÄan a decir cosas iguales (i> ra ke*ceim), de este modo ±,
dijo Aristodemo que era necesario que hablara AristoÂfanes...» (185 c).
La aclaracioÂn entre guiones tiene sentido a la luz de lo que ocurre en
griego ± cosa que hemos intentado reproducir en castellano ±: lo que
traducimos ``habiendo pausado Pausanias'' se corresponde con el sin-
tagma de genitivo absoluto Patrami* ot de+ patrale*mot. La isofonõÂa

37
Cfr. L. Brisson, op. cit., nota 343, donde eÂste afirma, sin ulteriores pre-
cisiones, que Gorgias fue «le maõÃtre d'Agathon». Robin, por su parte, quien insiste
una y otra vez en su IntroduccioÂn al diaÂlogo en que AgatoÂn pertenece a la escuela de
Gorgias, sentencia que en el discurso de AgatoÂn «aparece una semejante fantasma-
gorõÂa verbal en maÂs de un pasaje del Enc. de Hel. de Gorgias» (L. Robin, op. cit., p.
lxix, nuestra trad.).
38
No obstante, ya en Jenofonte (symp. ii 26) encontramos atestiguado el
adjetivo Coqci* eio| (``gorgiano''), utilizado para referirse a los escritos del sofista.
Sobre la buena diccioÂn de AgatoÂn, cfr. Aristoph. Tesmof. de AristoÂfanes donde se
lo considera «de diccioÂn elegante (jakkiepg*|)» (v. 49) y se dice que «cambia los
nombres (a\msomolafei& m) » (v. 55)
39
De los fragmentos del AgatoÂn histoÂrico que nos han llegado (apenas unos
34, la mayorõÂa de los cuales consiste en un solo yambo), al menos en los siguientes se
puede observar el fenoÂmeno de la isofonõÂa, estilo particularmente gorgiano, que
comentaremos en lo que sigue (tomados de Tragicorum Graecorum Fragmenta, ed. B.
Snell, Gottingen 1971): #3, 4: Jot*qgse| ei#mai, jotqi* lot va*qim sqivo*|. #4, 3-4:
Rjthij{& se so*n{ [so] sqi* som g#m pqorelueqe*|. e>peisa sqio*dot| pka*cio| g#m pqorjei* -
lemo|. #6: se*vmg st*vgm e>rseqne jai+ st*vg se*vmgm ± donde ademaÂs se observa un
quiasmo ±. #11: so+ le+m pa*qeqcom e>qcom x=| poiot*leha, so+ d\ e>qcom x<| pa*qeqcom
e\jpomot*leha.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:32 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 229

entre ambos teÂrminos explica por que la ensenÄanza sofõÂstica que Apo-
lodoro alega sea llamada isa legein: ``decir cosas iguales'', practicar la
isofonõÂa. Este modo de decir es caracterõÂstico de la prosa gorgiana: «la
expresioÂn Pausaniou pausamenou, que implica asonancia y simetrõÂa a la
vez, se encuentra cualificada por la expresioÂn teÂcnica isa legein. Se
podrõÂa tratar de un ``giro'' (tour) proveniente de Gorgias, el maestro
y modelo de Pausanias y de AgatoÂn» 40.
A modo de ejemplo, citemos dos pasajes gorgianos destacando los
grupos de teÂrminos isofoÂnicos 41:

± Defensa de Palamedes §5
o%si le+m ot#m ot\ raux&| [ei\dx+|] o< jasg*coqo| jasgcoqei& lot, raux&| oi#da.
rt*moida ca+q e\latsx&i raux&| ot\de+m soiot&som pepoigjx*|. [...] ot>se ca+q
botkghei+ | e\dtma*lgm a/m ot>se dtma*lemo| e\botkg*hgm e>qcoi| e\piveiqei& m
soiot*soi| 42.

± Encomio de Helena §11


o%roi de+ o%rot| peqi+ o%rxm jai+ e>peiram jai+ pei* hotri de+ wetdg& ko*com
pka*ramse|. ei\ le+m ca+q pa*mse| peqi+ pa*msxm ei#vom sx&m [se] paqoivo-
le*mxm lmg*lgm sx&m se paqo*msxm [e>mmoiam] sx&m se lekko*msxm pqo*moiam,
ot\j a/m o<loi* x| o%loio| g#m o< ko*co|, [...] x%rse peqi+ sx&m pkei* rsxm oi<
pkei& rsoi sg+m do*nam rt*lbotkom sg&i wtng&i paqe*vomsai. g< de+ do*na rua-
keqa+ jai+ a\be*baio| ot#ra ruakeqai& | jai+ a\bebai* oi| et\stvi* ai| peqiba*k-
kei sot+i at\sg&i vqxle*mot|.

El Encomio es, maÂs alla del paraÂgrafo citado a modo de ejemplo,


una pieza de refinado isa legein. En virtud de nuestros intereses aquõÂ,
pasemos a ver algunos ejemplos de este fenoÂmeno tõÂpicamente gor-

40
L. Brisson, op. cit., nota 177, nuestra trad.
41
Dejamos sin traducir los pasajes que siguen y los que veremos luego del
Banq. debido a que el fenoÂmeno en cuestioÂn se da en griego.
42
En esta uÂltima claÂusula vemos, al igual que en el fr. #6 de AgatoÂn citado
supra, un quiasmo.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:32 I bozza (Paola)

230 ESTEBAN BIEDA

giano tal como aparecen a lo largo del discurso de AgatoÂn en el


Banquete 43:

± \Ecx+ de+ dg+ bot*kolai pqx&som le+m ei\pei& m x<i vqg* le ei\pei& m, e>peisa
ei\pei& m (194 e 4-5).
± x'm o< heo+| at\soi& | ai> sio|. o<poi& o| ... (194 e 7).
± ko*c{ diekhei& m oi'o| oi% xm ai> sio| x/m stcva*mei peqi+ ot' a/m o< ko*co| z#
(195 a 2-3).
± le*ca de+ sejlg*qiom s{& ko*c{ at\so+| paqe*vesai, uet*cxm utcz& so+ cg&qa|
(195 a 8-b 2).
± o< ca+q pakaio+| ko*co| et# e>vei, x<| o%loiom o<loi* { a\ei+ peka*fei. e\cx+ de+
Uai* dq{ pokka+ a>kka o<lokocx&m sot&so ot\v o<lokocx& ... (195 b 5-6).
± a\kk\ z'simi a/m rjkgqo+m g#ho| e\vot*rz e\mst*vz, a\pe*qvesai, z' d' a/m
lakajo*m, oi\ji* fesai. a<pso*lemom ot#m a\ei+ jai+ pori+ m jai+ pa*msz e\m la-
kajxsa*soi| sx&m lakajxsa*sxm, a<pakx*sasom a\ma*cjg ei#mai (195 e 5-
196 a 1).
± > Eqx| ot>s' a\dijei& ot>s' a\dijei& sai ot>se t<po+ heot& ot>se heo*m, ot>se t<p\
a\mhqx*pot ot>se a>mhqxpom (196 b 6-7).
± ei#mai ca+q o<lokocei& sai rxuqort*mg so+ jqasei& m g<domx&m jai+ e\pih-
tlix&m, > Eqxso| de+ lgdeli* am g<domg*m jqei* ssx ei#mai. ei\ de+ g%ssot|,
jqasoi& ms\ a/m t<po+ >Eqxso|, o< de+ jqasoi& , jqasx&m de+ g<domx&m jai+ e\pih-
tlix&m o< \Eqx| diaueqo*msx| a/m rxuqomoi& (196 c 4-8).
± sot& d\ a\mdqeiosa*sot sx&m a>kkxm jqasx&m pa*msxm a/m a\mdqeio*saso| ei> g
(196 d 3-4).

43
Hay en el Banq., y aparte del ya mencionado de Apolodoro, al menos un
pasaje maÂs donde el fenoÂmeno se repite fuera del contexto del discurso de AgatoÂn:
habla SoÂcrates: «¿acaso te parece, hijo de AcuÂmeno, que antes temõÂa un temor no-
temible (a\dee*| de*o| dedie*mai)...?» (198 a 4-5). Probablemente esta ocurrencia se
explique debido a que SoÂcrates se esta refiriendo justamente al temor que le produ-
cirõÂa hablar despueÂs de AgatoÂn cuyo discurso, como dira de inmediato, le recordo a
Gorgias. Cfr. tambieÂn al gorgiano Polo hablando de este modo en Gorg. 448 c 4 sgg.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:32 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 231

± Ot%sx| e\loi+ dojei& , x# Uai& dqe, > Eqx| pqx&so| at\so+| x/m ja*kkirso| jai+
a>qirso| lesa+ sot&so soi& | a>kkoi| a>kkxm soiot*sxm ai> sio| ei#mai (197 c 1-3).

A su vez, el extenso pasaje que cierra el discurso de AgatoÂn es la


muestra maÂs extensa y evidente de la presencia de un isa legein no soÂlo
foneÂtico sino tambieÂn gramatical-sintaÂctico:

± ot'so| de+ g<la&| a\kkosqio*sgso| le+m jemoi& , oi\jeio*sgso| de+ pkgqoi& , sa+|
soia*rde rtmo*dot| les' a\kkg*kxm pa*ra| sihei+ | rtmie*mai, e\m e<oqsai& |,
e\m voqoi& |, e\m htri* airicicmo*lemo| g<celx*m. pqyo*sgsa le+m poqi* fxm,
a\cqio*sgsa d\ e\noqi* fxm. uiko*dxqo| et\lemei* a|, a>dxqo| dtrlemei* a|.
i% kex| a\caho*|. heaso+| rouoi& |, a\carso+| heoi& |. fgkxso+| a\loi* qoi|,
jsgso+| et\loi* qoi|. sqtug&|, a<bo*sgso|, vkidg&|, vaqi* sxm, i< le*qot, po*-
hot pasg*q. e\pilekg+| a\cahx&m, a\lekg+| jajx&m. e\m po*m{, e\m uo*b{, e\m
po*h{, e\m ko*c{ jtbeqmg*sg|, e\piba*sg|, paqarsa*sg| se jai+ rxsg+q
a>qirso| ... (197 d 1-e 2).

Si se intenta hacer esto mismo con otros discursos del Banq. no se


encontraraÂ, a no ser excepcionalmente, esta sistemaÂtica recurrencia del
hablar con palabras isofoÂnicas. Esto, entendemos, es un segundo elemento
que da cuenta de que PlatoÂn esta imitando la prosa gorgiana en sus rasgos
caracterõÂsticos y maÂs faÂcilmente reconocibles para el lector de la eÂpoca 44.

C. Contenido: encomio del `logos', encomio de `Eros'

En lo que sigue intentaremos dar cuenta de una serie de puntos en


comuÂn que el discurso de AgatoÂn comparte, en lo que hace a su conte-

MaÂs alla del isa legein, hay otras elementos gorgianos que podrõÂan hallarse
44

en el discurso de AgatoÂn. Bury, por ejemplo, ve en los versos proferidos por el poeta
en 194 c 5-6, una nueva referencia a Gorgias; para que su comentario tenga sentido
se hace preciso citar en griego los versos en cuestioÂn: ei\qg*mgm le+m e\m a\mhqx*poi|,
peka*cei de+ cakg*mgm/ mgmeli* am, a\me*lxm joi* sgm t%pmom s\ e\mi+ jg*dei. Afirma Bury al
respecto: «obseÂrvese el efecto aliterativo, apreciado por la escuela de Gorgias, del
juego con la q y la m, la c y la k, en el primero, y con la m y la l, en el segundo de los
versos» (op. cit., ad loc., nuestra trad.).
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:32 I bozza (Paola)

232 ESTEBAN BIEDA

nido material-conceptual, con el Encomio. Nuestra intencioÂn sera mos-


trar que gran parte de lo dicho por el tragedioÂgrafo a propoÂsito de Eros
es afirmado por Gorgias a propoÂsito del logos. De este modo, conti-
nuando con nuestro objetivo general de trabajo, completamos el tercer
aspecto en el cual ambos discursos pueden ser comparados y, de ese
modo, firmemente relacionados. Dado que los puntos de contacto son
de õÂndoles diversas, los iremos refiriendo seguÂn el orden en que apa-
recen en el discurso de AgatoÂn en el Banquete.

1. 194 a: antes de comenzar a hablar AgatoÂn tiene lugar un breve


interludio en el que SoÂcrates responde iroÂnicamente a ErixõÂmaco luego
de que eÂste haya manifestado su ansiedad por escucharlos hablar de
Eros: «... si estuvieras, [ErixõÂmaco], donde estoy yo ahora, o mejor tal
vez, donde estare cuando AgatoÂn haya hablado bien, tambieÂn temerõÂas
(a/m uoboi& o) mucho y estarõÂas, por completo, tal como estoy yo ahora»
(194 a). A lo cual el tragedioÂgrafo, detectando la ironõÂa, replica: «quie-
res envenenarme (uaqla*sseim), SoÂcrates, para que quede pertur-
bado...» (194 a) 45. AgatoÂn, si bien iroÂnicamente, afirma que las pala-
bras de SoÂcrates, un orador haÂbil, pueden llegar a paralizarlo cual
veneno si lo deja hablar y, en particular, convencerlo de que el audi-
torio presente tiene una gran expectativa (pqordoji* a) por su inmi-
nente discurso 46. Este poder encantador o, maÂs precisamente, envene-
nador de la palabra es, quizaÂs, uno de los puntos maÂs sobresalientes del
Encomio gorgiano: «son anaÂlogos el poder de la palabra en relacioÂn con
la disposicioÂn del alma y la disposicioÂn de los faÂrmacos (ua*qlaja) en
relacioÂn con la naturaleza del cuerpo [...] del mismo modo [que en el
caso de los faÂrmacos], algunas de las palabras provocan dolor, otras
disfrute, otras miedo (e\uo*bgram), otras disponen a quienes escuchan

45
Rowe traduce el verbo uaqla*sseim por ``cast a spell'' inclinaÂndose maÂs por
el poder encantador o hechizador de la palabra antes que por su capacidad farma-
coloÂgica. Dicho poder encantador de la palabra aparece explõÂcitamente en el Banq.
(cfr. 197 e), y tambieÂn es relevado por Gorgias, aunque con un leÂxico maÂs proÂximo a
lo literalmente maÂgico o encantador (cogsei* a, lacei* a): cfr. Enc. de Hel. § 10 y § 14
(in fine).
46
Para la relacioÂn entre este tipo de expectacioÂn y el miedo ante un mal por
venir, cfr. Prot. 358 d sgg.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:33 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 233

para el arrojo y otras, [por uÂltimo], envenenan (e\uaqla*jetram) y he-


chizan al alma mediante cierta persuasioÂn malvada» (§14) 47. NoÂtese,
pues, que es un logos de este tipo, tal como lo caracteriza Gorgias,
aquel que puede producir miedo (uobei& m) envenenando (uaqlajet*eim)
las almas de quienes escuchan; precisamente lo que SoÂcrates, aunque
desenmascarado por AgatoÂn, parece querer hacer con eÂste uÂltimo 48.

2. 195 b-c: avanzando sobre el punto [1] de la ``hoja de ruta'' del


discurso de AgatoÂn seguÂn lo esquematizamos supra en III ± esto es:
con el caraÂcter de ``bellõÂsimo'' del dios ± vemos que de inmediato
aparecen, aunque cumpliendo roles diferentes en la argumentacioÂn,
tres de las cuatro causas que Gorgias considera en el Encomio como
posibles razones del viaje de Helena. En 195 b-c leemos: «... no estoy
de acuerdo [con Fedro] en eso de que Eros sea maÂs antiguo que Crono
y JaÂpeto, sino que sostengo que eÂl es el maÂs joven de los dioses y
siempre joven, y que los antiguos hechos relativos a los dioses que
narran HesõÂodo y ParmeÂnides han tenido lugar (si ellos eran efectiva-
mente veraces) por obra de Necesidad, no de Eros (\Ama*cjz jai+ ot\j
> Eqxsi). En efecto, no habrõÂa habido entre unos y otros castraciones ni
cadenas ni otras cosas, muÂltiples y violentas (bi* aia), sino amistad y
paz...» 49. Si bien, insistimos, la Necesidad, el Eros y la violencia estaÂn,
en el argumento de AgatoÂn, cumpliendo un rol absolutamente distinto
al del argumento del Encomio (primera, cuarta y segunda causa respec-
tivamente), lo cierto es que su mencioÂn al comienzo no parece casual:
resuenan los mismos conceptos del principio del opuÂsculo gorgiano.
¿Por que no esta mencionado el logos como cuarta causa? Porque es
del logos de lo que, a fin de cuentas, se esta hablando. Como conti-

47
``Son anaÂlogos'' traduce la claÂusula so+m at\so+m ko*com e>vei; traducimos los
preteÂritos aoristos por presente privilegiando el aspecto sobre el tiempo y respe-
tando el contexto de la cita.
48
Para el logos como pharmakon en el Enc. de Hel., se puede cfr. Ch. P. Segal,
Gorgias and the Psychology of the `logos', in «Harvard Studies in Classical Philology»,
lxvi (1962) p. 104 sgg., y A. Crockett, Gorgias's `Encomium of Helen': Violent
Rhetoric or Radical Feminism?, «Rhetoric Review», xiii (1994) p. 85.
49
Tomamos aquõÂ tambieÂn la traduccioÂn de V. JuliaÂ, op. cit., levemente
retocada.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:33 I bozza (Paola)

234 ESTEBAN BIEDA

nuaremos viendo en lo que sigue, AgatoÂn atribuye a Eros algunas de las


caracterõÂsticas que Gorgias atribuye al logos.

3. 195 e: se dice que Eros es ``delicado'' (a<pako+|) dado que no habita en


la tierra o en los craÂneos sino en lo maÂs blando entre los entes (lakajx*-
saso| sx&m o>msxm), a saber: los caracteres y las almas (g>hg jai+ wtvai* ).
Esta ``delicadeza'' de Eros que lo vincula con la ``blandura'' de las almas
tambieÂn se halla presente, a su modo, en el Encomio Gorgias utiliza dos
verbos fundamentales al caracterizar al logos respecto de su relacioÂn con
el alma: pka*rreim y stpot&m. Al primero ± utilizado tambieÂn por PlatoÂn
en resp. para hacer referencia a coÂmo los relatos mõÂticos pueden ``mo-
delar'' las almas de lo ninÄos 50± lo hallamos en el § 11 teniendo como
objeto al logos mismo: «¡y cuaÂntos persuadieron a cuaÂntos acerca de
cuaÂntas cosas, y [todavõÂa los] persuaden, modelando (pka*ramse|) un
logos falso!». El logos es, al igual que el alma, algo pasible de ser mol-
deado, tipificado y, por ello, implõÂcitamente ``blando'' o ``maleable''.
Esta palabra que se modela es la que, a su vez, modela al alma de quien
la escucha: «la persuasioÂn que acompanÄa al logos ciertamente moldeoÂ
(e\stpx*raso) al alma como querõÂa» (§ 13). Hallamos, aquõÂ, el segundo de
los verbos mencionados: stpot&m, una de las capacidades adscriptas al
logos persuasivo que remite a la accioÂn de imprimir una forma a un
objeto, de imprimir una cierta tipologõÂa, un typos, como en la accioÂn
de acunÄar una moneda; de allõÂ su sentido en tanto ``moldear'', ``for-
mar'', ``modelar'', adecuado a este contexto. Ya no se trata soÂlo de un
logos moldeable y, por ello, ``blando'' sino tambieÂn de un alma afõÂn, lo
cual podrõÂa suponer, como han sostenido algunos, que tanto en el En-
comio de Helena como en el Banquete el alma es material 51.

50
Cfr. ad. es. resp. 377 b 5-c 5.
51
«El ``caraÂcter'' y el ``alma'' son tratados aquõÂ no como perteneciendo a una
categorõÂa distinta de los cuerpos materiales sino como los elementos maÂs deÂbiles y
enrarecidos (tenuous and rarefied) en el cuerpo», K.J. Dover, op. cit., p. 126 (nuestra
trad.). Con respecto a los caracteres (g>hg), aquello sobre lo cual tambieÂn habita
Eros, cabe referir, quizaÂs, el siguiente pasaje del Enc. de Hel.: «...el alma es mol-
deada, respecto de sus modos de ser (soi& | sqo*poi|), a traveÂs de la vista» (§ 15). Para
la traduccioÂn de la claÂusula de la preposicioÂn en maÂs caso dativo como ``respecto
de...'', cfr. L.-S.-J. s.v. e\m, A.I.7. Para sqo*po| como ``caraÂcter'' o ``modo de ser'', cfr.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:33 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 235

4. 196 a: a la delicadeza de Eros recieÂn comentada se anÄade que es


fluido o flexible (t<cqo*|) 52 en cuanto a su forma (ei#do|), lo cual le
permite rodear las almas y, asõÂ, permanecer oculto (kamha*meim). Esta
``invisibilidad'' atribuida a Eros tambieÂn la hallamos adscripta al logos
gorgiano: «el logos es un poderoso soberano que, con un cuerpo peque-
nÄÂõsimo y harto-invisible (rx*lasi a\uamersa*sxB), realiza obras divinõÂsi-
mas» (§ 8). Asimismo, esta cita del § 8 del Encomio aporta una simi-
litud cuya importancia es fundamental: Gorgias hace del logos un dios
al otorgarle la posibilidad de realizar obras ``divinõÂsimas'' (heio*sasa).
Una vez maÂs, el dios Eros de AgatoÂn frente al (dios) logos de Gorgias.

5. ibid.: La gran prueba del aspecto simeÂtrico y flexible de Eros recieÂn


mencionados 53 es su et\rvglort*mg, literalmente: su ``buen (et#)-esquema
(rvg*la)'', su ``buena-forma'', su ``armonõÂa'' y ``proporcioÂn'' 54. Esta in-
sistencia en la forma buena y armoniosa de un Eros que siempre esta en
guerra con la deformidad y la falta de armonõÂa (a\rvglort*mg), su pro-
porcioÂn y medida, hacen recordar a la definicioÂn gorgiana de la verdad
que ya comentamos supra en el apartado A, a saber: un logos verdadero es
un logos ordenado (i.e. con kosmos), armoÂnico, formalmente organizado

L.-S.-J. s.v. III.2; buena es la alternativa de Casertano que traduce la claÂusula e\m soi& |
sqo*poi| por ``dans ses attitudes'' (G. Casertano, L'amour entre `logos' et `paÂthos'.
Quelques consideÂrations sur l'`Helene' de Gorgias'', in B. Cassin (eÂd.), Positions de la
sophistique, Paris 1986). AsõÂ, estos sqo*poi, al igual que los g>hg en el Banq., se
vinculan estrechamente con el alma.
52
Tomamos esta acepcioÂn de t<cqo*| como antoÂnimo de rjkgqo*|, ``duro'' (cfr.
195 e 1). Cabe senÄalar, no obstante, que t<cqo*| tiene connotaciones eroÂticas que lo
acercan, incluso, a ``afeminado'' (Cfr. L.-S.-J. s.v. II.6).
53
En 196 a 2, recieÂn citado en el punto 4, PlatoÂn utiliza el teÂrmino eidos para
dar cuenta del aspecto de Eros, mientras que aquõÂ, en 196 a 5, se refiere a su aspecto
mediante el teÂrmino idea. Si bien probablemente no haya diferencia semaÂntica
significativa entre ambos (cfr. L. Brisson, op. cit., nota 298), cabe notar que PlatoÂn
pone en boca de AgatoÂn, con su significado ordinario, lo que para eÂl sera su propia
terminologõÂa teÂcnica.
54
La connotacioÂn de ``armonõÂa'' y ``proporcionalidad'' del teÂrmino puede
rastrearse en resp. 400 c donde se hace de la et\rvglort*mg y de su opuesto, la
a\rvglort*mg, algo equivalente a lo ``rõÂtmico'' (et>qthlo|) y lo ``arrõÂtmico''
(a>qqthlo|) respectivamente.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:33 I bozza (Paola)

236 ESTEBAN BIEDA

y desarrollado, un logos que se ejemplifica en los discursos que estamos


analizando. El Eros de AgatoÂn al igual que el logos de Gorgias son
ejemplos de et\rvglort*mg o, lo que es equivalente, de realidades que
constituyen un kosmos, valga la redundancia, ordenado. Esto se refuerza
unas lõÂneas maÂs adelante cuando, a punto de concluir su discurso, Aga-
toÂn afirma que Eros es «kosmos de absolutamente todos los dioses y
hombres» (197 e 2) 55: logos verdadero y Eros coninciden, pues, en el
hecho de ser un cierto tipo de kosmos.

6. 196 b: entrados ya en el punto [2] de la ``hoja de ruta'' ± esto es:


Eros es el mejor entre los dioses ±, maÂs precisamente en el primero de
los argumentos [2.1] ± esto es: Eros no se somete a nada ni a nadie ±,
afirma AgatoÂn: «lo maÂs importante es que Eros no comete injusticia
con un dios ni con un hombre, ni padece injusticia a manos de un dios
o de un hombre». En este punto Rowe ve una nueva coincidencia con
el Encomio gorgiano en la medida en que, al igual que el sofista con
Helena, AgatoÂn se estarõÂa proponiendo revisar y eventualmente modi-
ficar la versioÂn mõÂtica de Eros. En esta misma lõÂnea, Dover afirma que
se trata de «una declaracioÂn un tanto temeraria [por parte de AgatoÂn],
considerando la importancia de eros como moÂvil de violencia y fraude
en el mito, la historia y la vida diaria» 56.

7. 196 b-c: «en efecto, eÂl [scil. Eros] ni padece a causa de la violencia
(bi* y) ni, si algo padece (pues la violencia no lo afecta), produce [vio-
lencia] cuando produce [algo]. En efecto: todo [hombre] sirve a Eros
voluntariamente (e<jx*m) en todo» (196 b 7-c 2). Hallamos aquõÂ parte del
leÂxico tõÂpico de la eÂtica del perõÂodo claÂsico: la alternativa entre, por un

55
El contexto y la polisemia del teÂrmino hacen sumamente difõÂcil justificar de
modo definitivo una traduccioÂn para kosmos; algunas traducciones posibles para
esta ocurrencia son ``ornato'' (V. JuliaÂ, op. cit.), ``gloria'' (M. MartõÂnez HernaÂn-
dez, PlatoÂn. Banquete, en PlatoÂn-DiaÂlogos, iii, Madrid 1986), ``honneur'' (L. Bris-
son, op. cit.), ``gobierno'' (K.J. Dover, op. cit.). Cabe agregar, como senÄalan L.-S.-J.
(s.v. III) y Dover (op. cit., ad loc.) la alternativa ``gobierno'', en referencia al nombre
de algunos magistrados en Creta: los jo*rloi.
56
Cfr. Ch. Rowe, op. cit., ad loc. y K.J. Dover, op. cit., ad loc. (nuestra
trad.), respectivamente.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:34 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 237

lado, la presencia de la violencia en la perpetracioÂn de un acto y, por el


otro, el hecho de que dicha accioÂn sea o no voluntaria. Hay un razona-
miento implõÂcito en el pasaje citado: dado que Eros no es afectado por la
violencia ± y que, por ello, eÂl mismo no la ejerce sobre quienes actuÂa ±,
entonces todos se someten a eÂl voluntariamente: el amor marcha por un
carril distinto al de la necesidad y la violencia y, por eso, permanece en
la esfera de lo voluntario 57. El Eros del Encomio de Helena es definido
en una direccioÂn praÂcticamente contraria a esta 58: «en efecto, las cosas
que vemos no tienen la naturaleza que nosotros deseamos sino la que a
cada una [de ellas] toco en suerte; asimismo, el alma es moldeada,
respecto de sus modos de ser, a traveÂs de la vista» (§ 15). El razona-
miento es claro: el aspecto visible de las cosas no depende de nosotros
sino de la naturaleza; nuestra alma es moldeada (eroÂticamente) me-
diante el influjo del aspecto visible de las cosas; por lo tanto, la forma-
cioÂn y deformacioÂn de nuestros modos de ser en lo que a asuntos
eroÂticos respecta, no depende de nosotros. A Gorgias le interesa probar
que, si enamorada a traveÂs de la vista, Helena no puede ser culpada
dado que no ha actuado voluntariamente: «por lo tanto, si el ojo de
Helena, complacido con el cuerpo de Alejandro, proveyo a su alma un
deseo-egoõÂsta y un conflicto de amor, ¿que es lo asombroso? Si el amor,
siendo un dios, tiene la potencia divina de los dioses, ¿coÂmo podrõÂa
quien es inferior ser capaz de apartarlo y repelerlo? Pero si, por otra
parte, [el amor] es una enfermedad humana (a\mhqx*pimom mo*rgla) y un
error-por-desconocimiento (a\cmo*gla) del alma, no hay que censurarlo
como si fuera un error-por-desmesura (a<la*qsgla), sino considerarlo
una desgracia (a\st*vgla). Pues llego como llego debido a los lazos del

57
Queda por mencionar ± cosa que en el diaÂlogo, en este contexto, no se hace ±
el segundo factor tradicional junto con la bia: la ignorancia (a>cmoia). Si bien puede
decirse que el enamorado no actuÂa compelido sõÂ podrõÂa afirmarse que lo hace ``po-
seõÂdo'' o preso de cierta (maligna) locura eroÂtica que le impide saber lo que realmente
esta haciendo. Para esto uÂltimo, que veremos de inmediato ejemplificado en el Enc. de
Hel., cfr. ad. es. Eurip. Hipp. 392-402 ± donde se hace de Eros una enfermedad
(mo*ro|) que produce insensatez (a>moia) ±; 525-32 y 1268-81. Cfr. tambieÂn Il. xiv 294.
58
Lo cual tambieÂn contribuye, aunque por oposicioÂn, al objetivo general de
nuestro trabajo: por que es que a SoÂcrates el discurso de AgatoÂn le recordo a
Gorgias.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:34 I bozza (Paola)

238 ESTEBAN BIEDA

alma, no a las deliberaciones del juicio; debido a las constricciones del


amor (e>qxso| a\ma*cjai|)...» (Encomio de Helena, § 19). El eros gorgiano,
si bien no sometido, aparentemente, a violencia ninguna, sõÂ la ejerce
sobre los hombres quienes, indefensos cual si enfermos, caen en la
desgracia (a\st*vgl) de tener que amar y de tener que actuar, compeli-
dos, en conformidad con dicho amor 59.

8. 196 c: «dicen las leyes soberanas de la ciudad que `las cosas que
[alguien] acordase de buen grado con quien [tambieÂn actuÂa] de buen
grado son justas'». La cita de AgatoÂn es atribuida por AristoÂteles a
Alcidamante de Elea, lo cual resulta de suma importancia para nuestros
intereses aquõÂ dado que el orador se habrõÂa contado entre los discõÂpulos
de Gorgias, junto a otros como LicofroÂn (a quien AristoÂteles menciona,
junto con Gorgias mismo y Alcidamente, en rhet. 1405 b 35 sgg.) 60.

9. 197 d-e: finalmente, en el paÂrrafo que AgatoÂn dedica a cantar las


cualidades de Eros (197 d 1-e 5), encontramos una serie de elementos
que lo acercan, una vez maÂs, a Gorgias. En 197 d 8-e 2 leemos lo siguiente:
«en el discurso (e\m ko*c{), [Eros] es capitaÂn-del-barco, marino, auxiliar-de-
a-bordo y tambieÂn salvador excelente» 61. Como se ve, Eros parece ser, en
lo que al logos respecta, el maÂs grande y poderoso de los sofistas en tanto es
capaz de ocupar todos los puestos ± capitaÂn, marino y auxiliar ±: puede
dirigir la nave dialoÂgica por sõÂ mismo y, ``salvador excelente'', llegar seguro
a buen puerto. No hay, en lo que al discurso respecta, cosa que Eros no

59
Algo similar ocurre con el logos en el Enc. de Hel. cuyo poder, en tanto
dtma*rsg| le*ca|, puede ejercer sobre los hombres ± de hecho, asõÂ lo hizo con
Helena ±; cfr. §§ 8, 9 y 12.
60
Para la cita en cuestioÂn, cfr. rhet. 1406 a 22. No obstante, como senÄala Q.
Racionero, AristoÂteles. RetoÂrica, Madrid 2000, nota ad loc., la frase puede ras-
trearse ya en PõÂndaro.
61
El texto griego reza: e\m ko*c{ jtbeqmg*sg|, e\piba*sg|, paqarsa*sg| se jai+
rxsg+q a>qirso|. Los teÂrminos de la enumeracioÂn tienen diversos significados pero,
como hacen notar Dover (op. cit., ad loc.) y Rowe (op. cit., ad loc.), todos comparten
una acepcioÂn relativa a los diversos puestos en un barco. L. Brisson, op. cit., nota
329, advierte la relacioÂn entre los dos primeros pero no incluye a los dos uÂltimos
(inclusive traduce del mismo modo paqarsa*sg| y rxsg+q: ``deÂfenseur'').
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:34 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 239

pueda hacer, omnipotencia que recuerda, mutatis mutandis, a aquella del


logos gorgiano caracterizado como dtma*rsg| le*ca|, capaz de realizar
``obras divinõÂsimas'' (heio*sasa e>qca). En segundo lugar, recordemos el
hecho de que Eros sea «kosmos de absolutamente todos los dioses y
hombres» (197 e 2) ± cuestioÂn ya adelantada supra en el punto 5 de este
mismo apartado ±. Por uÂltimo, en tercer lugar, en 197 e 4 leemos: «[Eros]
participa de un canto ({<dg*) que canta hechizando (he*kcxm) el pensa-
miento (mo*gla) de todos los dioses y hombres» 62. Esta capacidad de
hechizar (hekceim) que AgatoÂn atribuye a Eros es atribuida por Gorgias
al logos: «los encantamientos inspirados mediante palabras (ai< e>mheoi dia+
ko*cxm e\pxidai* ) inducen el placer y apartan del dolor. El poder del en-
cantamiento unido con la opinioÂn del alma la hechizo (e>hekne), persuadioÂ
y cambio mediante una fascinacioÂn [scil. a Helena]» 63.

10. 197 e: como adelantamos supra, el discurso de AgatoÂn concluye del


siguiente modo: «sea ofrendado al dios, Fedro, este mi discurso, [dis-
curso] que participa del juego (paidia&|) en relacioÂn con unas cosas, y de
una mesurada seriedad (rpotdg&| lesqi* a|) ± en la medida en que me es
posible ± en relacioÂn con otras». Ya hemos senÄalado la coincidencia
formal con el Encomio § 21 y la referencia que allõÂ se hace al paignion,
esto es: ambos discursos, construidos con una cuidadosa armonõÂa que,
podrõÂa creerse a primera vista, redundarõÂa en su verosimilitud o, al me-
nos, en su poder persuasivo, ambos discursos, decõÂamos, se cierran con la
quiza cõÂnica aclaracioÂn de quienes se saben haÂbiles en el manejo de las
palabras, aclaracioÂn que no teme declarar que todo fue un divertimento.
MaÂs desconcertante resulta la alusioÂn a la ``mesurada seriedad'' de la que

62
Otras alternativas para la traduccioÂn de mo*gla son: ``esprit'' (L. Brisson,
op. cit.), ``mind'' (Ch. Rowe, op. cit.), ``entendimiento'' (V. JuliaÂ, op. cit.). Opta-
mos por ``pensamiento'' porque, creemos, se trata aquõÂ de un uso no teÂcnico sino
geneÂrico del teÂrmino.
63
MaÂs arriba citamos el § 14 donde tambieÂn se dice algo vinculado con esta
cuestioÂn: «... algunas de las palabras provocan dolor, otras disfrute, otras miedo,
otras disponen a quienes escuchan para el arrojo y otras, [por uÂltimo], envenenan y
hechizan (e\necog*setram) al alma mediante cierta persuasioÂn malvada». Para este
``aspecto maÂgico del logos'', como eÂl mismo lo llama, cfr. M. Untersteiner, op. cit.,
p. 103 (en nota).
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:35 I bozza (Paola)

240 ESTEBAN BIEDA

AgatoÂn pretende haber dotado a su discurso. SeguÂn Rowe: «el resultado


es probablemente que AgatoÂn esta de hecho reclamando haber sido par-
cialmente serio, en contraste con su modelo, Gorgias [...] No queda
exactamente claro doÂnde descansa la supuesta seriedad del discurso de
AgatoÂn; con todo, PlatoÂn desea dejarnos con la imagen de alguien que
claramente tiene una incierta relacioÂn con algo siquiera parecido a la
verdad» 64. MaÂs alla del desconcierto de Rowe ± al cual, desde ya, adhe-
rimos ± cabrõÂa recordar la definicioÂn gorgiana de ``poesõÂa'' (poi* gri|) tal
como aparece en el Encomio de Helena: «considero y denomino a abso-
lutamente toda poesõÂa un discurso con medida (ko*com e>vomsa le*sqom)»
(§ 9). ¿Que tiene que ver esta definicioÂn con lo que estamos viendo? Ya
hemos mencionado al comienzo del trabajo que, como minuciosamente
ha mostrado Dover, el discurso de AgatoÂn puede ser escandido cual si
fuera un texto escrito en verso lo cual podrõÂa significar, seguÂn los paraÂ-
metros gorgianos, que se trata de un logos ``con medida''. Dado que,
como el mismo Dover senÄalaba, «PlatoÂn se ha tomado una molestia
considerable en dar a la peroracioÂn de AgatoÂn un caraÂcter poeÂtico en
adicioÂn a la caricaturizacioÂn de su estructura ``gorgianica''» 65, esto es:
dado que, ademaÂs de ser un discurso retoÂricamente organizado, se trata
de un tipo de (pretendida) poesõÂa, logos con metron, es probable que
AgatoÂn opte por hacer referencia a la mesurada seriedad (poeÂtica) de lo
que en realidad fue un juego (retoÂrico). DespueÂs de todo, el personaje
AgatoÂn no deja de ser, al igual que el dios Eros, poeta 66.

D. ConclusioÂn: AgatoÂn y el fantasma de Gorgias

Nos hemos propuesto rastrear la presencia oculta de Gorgias en el


discurso de AgatoÂn en el Banq. en tres planos: forma, estilo y conte-
nido. Si bien parece una tarea imposible, fatalmente contrafaÂctica y
especulativa, es dable pensar, por que no, que quizaÂs haya sido esa la
intencioÂn de PlatoÂn, esto es: solapar la alusioÂn a quien, una y otra vez a

64
Ch. Rowe, op. cit., ad loc. (nuestra trad., destacado original).
65
K.J. Dover, op. cit., p. 124 (nuestra trad., ya citado supra).
66
Para Eros poeta, cfr. 196 e.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:35 I bozza (Paola)

ÂN
GORGIAS EN EL BANQUETE DE PLATO 241

lo largo de su produccioÂn escrita, aparece como enemigo declarado.


Muchos de los argumentos que nosotros mismos hemos utilizado
para intentar dar cuenta de dicha presencia apelan, pues, a la t<po*moia
del texto, a aquella razoÂn y sentido que se esconde debajo de la lite-
ralidad de las palabras y que es, por ello mismo, materia de discusioÂn
irresoluble. Por que PlatoÂn ha optado por ``esconder'' a Gorgias detraÂs
del poeta AgatoÂn es un tema igual de irresoluble. QuizaÂs se pueda
responder que entre los comensales ya habõÂa un eventual retoÂrico
como Fedro y no un poeta; quizaÂs la supuesta rivalidad teoÂrica entre
SoÂcrates y Gorgias hubiese hecho inverosõÂmil la escena de un banquete
que los encuentre amenamente unidos en el debate y no, como hubieÂ-
semos podido prever, separados y enemistados. No obstante, al lector
de los diaÂlogos no deberõÂa sorprenderle que algunos personajes histoÂ-
ricos contemporaÂneos a PlatoÂn o levemente anteriores en el tiempo se
oculten tras la maÂscara de los interlocutores de SoÂcrates 67.
No pretendemos, pues, haber demostrado que detraÂs de los hombros
del poeta asoma la cabeza de la Gorgona gorgiana. MaÂs bien pretendemos
haber aportado elementos que permitan aunque maÂs no sea insinuar que,
debido a causas formales, estilõÂsticas y materiales, es esta una posibilidad
cuando menos verosõÂmil. Lo maÂs cercano a una prueba lo hallamos, una
vez maÂs, en el diaÂlogo mismo cuando SoÂcrates pronuncia las palabras que
hemos puesto como epõÂgrafe: «pues ciertamente el discurso me recordo a
Gorgias...». No hemos querido mostrar lo que PlatoÂn mismo aclara: que
el discurso tiene tintes gorgianos ± quieÂn osarõÂa discutirle eso nada menos
que a SoÂcrates ± sino maÂs bien las causas por las cuales dichos tintes
resuenan en la cabeza del lector de este pasaje del Banquete.

Universidad de Buenos Aires


estabanbieda@gmail.com

67
PieÂnsese, a modo de ejemplo, en ProtaÂgoras detraÂs de HermoÂgenes y en
Â
Antõstenes detraÂs de CraÂtilo en Crat., o en Gorgias mismo detraÂs de MenoÂn en el
Men. y de Polo y Calicles ± aunque estuviese presente ± en el Gorg., o en Lisias
detraÂs de Fedro en la primera parte del Phaedr., entre otros ejemplos posibles.
Asimismo, sobre la omisioÂn de un personaje como DemoÂcrito, maÂs ``escondido''
aun que los mencionados, debido a los supuestos ``celos'' de PlatoÂn, cfr. N.L.
Cordero, Los atomistas y los celos de PlatoÂn, «MeÂthexis», xiii (2000) pp. 7-16.
File: i:/Bibliopolis/elenchos/Fasc2-2010/1-Bieda.3dStampa: 09/12/2010 ore: 14:52:35 I bozza (Paola)

You might also like