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INSTI. JONI JON. FERNANDO ULLOA Parece oportuno aclarar algunos puntos en relacién al trabajo mediante una breve introduccién: En primer término acerca del titulo. He optado por "PSICOLOG{A DE LAS INSTITUCIONES. UNA APROXIMACION PSICOANAL{TICA". Con ello he conseguido la idea de Freud, quien llam6 "Psicologia de las masas" a su clasico trabajo. Pero ademés, lo he hecho asi, porque estando este trabajo en la categoria de los aplicados, me parecié importante mantener una cierta distancia entre el objetivo, LAS INSTITUCIONES, y el intento de comprenderlas psicolégicamente desde una perspectiva psicoanalitica. Entendiendo que atin me es prematuro obviar lo de aproximacién para hablar de psicoandlisis de las instituciones. Por otra parte, estrictamente éste no es un trabajo aplicado, si por aplicado entendemos la no modificacién del campo (modificacién real) sobre el que se aplica el conocimiento psicoanalitico, antes bien, este trabajo est4 hecho en base a experiencias que implicaron operaciones reales para provocar cambios en las instituciones en las que fueron realizados. En este sentido constituye més un intento de teorizar una prdctica que de practicar una teorfa. De cualquier manera, este intento esté hecho desde una perspectiva metodolégica y conceptual psicoanalitica, respetando el hecho obvio de que trabajar en un campo con las caracteristicas de lo institucional, no es lo mismo que trabajar con un paciente en el tradicional encuadre de un tratamiento psicoanalitico, no siendo legitima la menor extrapolacién de conceptos y ténicas de un campo a otro. Todo esto justifica una vez més el empleo del término “aproximacién” psicoanalitica. Por otra parte, si bien una comprensién exclusivamente psicoanalitica del fenémeno institucional ofrece notorias dificultades y limitaciones, me he propuesto explicitamente que ése sea el angulo de vista con el que he realizado este trabajo, lo cual explica la prescindencia en general de conocimientos metodolégicos provenientes de disciplinas que, como la Antropologia y la Sociologia, cuentan con una valiosa y especifica tradicién en este campo. Tal vez convenga aclarar més acerca de otro problema: el término “instituciones”. Es ambiguo, pues tanto puede designar un proceso de institucionalizacién (con el sentido de racionalizar y estabilizar conductas inicialmente de predominio irracional), como designar una organizacién social con el alcance que habitualmente tiene este término, 0 sea un organismo con una geografia_ y una ordenacién del tiempo y de las responsabilidades; con objetivos a alcanzar y medios racionales para tal fin. Que estd regulado por un cédigo y por normas de naturaleza implicitas y explicitas. La designacién més adecuada parece ser la de “organismos institucionales". No obstante, esto no aclara del todo el concepto, y aunque no es mi intencién abordar aqui este asunto, creo que una breve ordenacién de las instituciones desde la perspectiva de lo que es mi interés en esta investigacién -la salud mental-, contribuiré a ubicar lo institucional como objeto de estudi psicoanalitico. Explicitamente no uso el témino “clasificacién” en la ordenacién que sigue, pues la misma carece del rigor y la amplitud necesarios para tal nombre. Esta ordenacién esté hecha poniendo el énfasis en la situacién en que se encuentra el hombre en cada {tem institucional mencionado y en la modalidad o figura patolégica més frecuente para cada tipo de institucién. ‘A) Instituciones que se ocupan del hombre enfermo o disminuido. De una manera general cl individuo esté aqui en una situacin regresiva (en el sentido que este término tiene en Psicoandlisis). La figura o modalidad patolégica mds comtin es el predominio de la supresién sobre la claboracién de la enfermedad. B) Instituciones que se ocupan del hombre aprendiendo. De una manera no rigurosa podemos decir que aqui el individuo esté en una situacién progresiva 0 de crecimiento en su area emocional o intelectual. ©) Institueiones que se ocupan del hombre trabajando. Supuestamente aqui el hombre se encuentra en una situacién de haber alcanzado su madurez. Su figura 0 modalidad patolégica mds comin es la alienacién en el sentido sociolégico del témino, o sea, el drenaje y empobrecimiento de la condicién humana y la transvasacién de esta condicién al producto manufacturado. D) Un cuarto item en este ordenamiento podrfan ser las instituciones de tiempo libre. Posibilitan en el hombre la situacién de placer y de reflexién intelectual. En el mismo tiempo libre se generan predominantemente los cambios individuales y sociales. Se puede mencionar como figura patolégica el progresivo estrechamiento de este tiempo invadido por el tiempo reglamentado y su desjerarquizacién en el “hobby” compensatorio de la frustracién proveniente de la labor diaria. La anterior ordenacién indica cudl es el interés principal que encuentro en investigar en este campo como psicoanalist perspectiva psicoprofilictica. Entre los psicoanalistas argentinos algunas de las ideas y trabajos de Pichén Riviere y Bleger estén en esta linea, Otro tanto puede decirse de conocidos trabajos de Bion y de Jaques. Este tltimo autor ha sefialado cémo el conocimiento del objeto institucional enriquece y consolida muchos criterios psicoanaliticos y da oportunidad de examinar con gran aumento y por muchos la salud mental desde una observadores simultdneamente, fenémenos que se dan en micro-escala en el secreto de consulta. Interesa pues, este campo, no sélo desde la perspectiva de la psicohigiene en la medida en que se ocupa de los sistemas institucionales enfermantes, sino que estos sistemas cuando aparecen perturbados y representando la artealienacién de los conflictos internos de los individuos, podemos considerarlos, como sostiene Jaques, sistemas defensivos frente a la angustia. El estudio de estos sistemas defensivos traducidos en pautas institucionales, contribuye a esclarecer la naturaleza de la enfermedad. Finalmente, en esta introduccién debo aclarar que la reserva profesional es tan stricta en este campo como en un consultorie, con la diferencia sobreagregada de resultar casi imposible abundar en detalles sin identificar la situacién, me ha llevado a ejemplificar sélo con situaciones fragmentarias y sobre todo, a referirme sélo a aquellas observaciones que a lo largo de diferentes experiencias han mantenido tal seguridad que de por si tienden a perder especificidad pasando a adquirir la significacién de teorfas generales. Esto ultimo justifica la cldsica advertencia de que cualquier parecido es mera universalidad. Pero, no obstante hablar de algunas observaciones més o menos regulares, este trabajo no va més allé de un comienzo tendiente a describir un esquema teérico general para el abordaje y comprensién del objeto institucional. Sugiere también, algunos pasos metodolégicos para tal abordaje. PRINCIPALES PROPOSITOS DE ESTE TRABAJO Este trabajo, en cuanto a aproximacién psicoanalitica, constituye el desarrollo de las siguientes proposiciones: 1) Toda institucién esté organizada en base a tres _distribuciones: GEOGRAFICA, DE (JUEGO) TIEMPO, Y RESPONSABILIDADES. Esta distribucién cuyo grafico constituye un organigrama, configura en la realidad organismos que mantienen ciertas regularidades, atin confrontando instituciones de diferentes tipos. De alguna de estas regularidades se ocupa este trabajo. 2) En estos organismos existen ciertos observables que resultan titiles puntos de referencia para comprender su dindmica e intentar su abordaje psicolégico. 3) El primero de estos puntos de referencia (en orden de examen) lo constituyen los diferentes movimientos que se dan en una organizacién institucional. Son ejemplos de tales “movimientos” la circulacién entre la institucién y el contexto de la comunidad, las diferentes formas, modalidades y niveles de comunicacién intra-institucionales, la relacién entre el vinculo formal y el vinculo interno fantastico que determina el tipo de pertenencia del individuo a su institucién. 4) Dentro de la dindmica institucional se puede considerar un “movimiento” que tiene una categoria diferente a los anteriores, no pudiendo reducirse a uno observable. El mismo resulta del interjuego de la integracién o institucionalizacién frente a una tendencia de dispersién de sentido propuesto a la anterior. De la presencia de ambas tendencias y de su mutua regulacién resulta el crecimiento complejo de una institucién. 5) Los movimientos anteriormente mencionados suponen la existencia real e ideal de puntos de contacto articulares entre los diferentes elementos en juego. Son las articulaciones cuyo funcionamiento y modalidad estén regulados por las normas de la institucién. Una articulacién perturbada constituye una fractura. Sobre ella se organiza la patologia de una institucién. 6) La fractura presenta la particularidad de favorecer la depositacién proyectiva por parte de los integrantes de la organizacién de aspectos fragmentados del Self, transformandose en pantalla receptora de objetos internos, predominantemente ligados a primitivas ansiedades paranoides y depresivas, con frecuencia bajo una modalidad confusional. Las 4 articulaciones no fracturadas favorecen en cambio la “delegacién" 0 proyeccién de aspectos totales, cuya reintroyeccién refuerza la identidad del sujeto. 7) Esta proyeccién en las articulaciones fracturadas, constituye el nivel latente dentro de la patologia institucional, siendo el nivel manifiesto o sintomético el que resulta de los mecanismos de defensa a que recurren los miembros de la institucién frente al peligro de tener que reintroyectar lo proyectado en las fracturas. 8) El monto de articulaciones normales o fracturadas de una institucién, incidiré sensiblemente en las posibilidades de elaborar reactivar los conflictos arcaicos de sus integrantes. Esta posibilidad est4 centrada en la naturaleza del vinculo que con la institucién establezca y reintroyecte el sujeto. 9) En el sentido anterior, las instituciones donde viven hombres constituyen objetos da principal interés dentro de cualquier plan de salud mental, adquiriendo prioridad en este interés aquellas con las que el individuo se pone en contacto més precozmente (familia, colegios, etc.), y aquellas que reciben al individuo en situacién regresiva por estar disminuido (nstituciones asistenciales). 10)Un objeto institucional es factible de ser abordado con una metodologia clinica adecuada. Las condiciones para tal metodologia supon a) Una técnica que presente en si misma el minimo de fracturas tratando de reducir la improvisacién, mediante la adhesién a un esquema tedrico coherente acerca del dinamismo institucional. Un esquema asi se presenta aqui: b) Haciendo un abordaje gradual donde cada paso es de por si un nivel completo de andlisis. Posibilitando, pero no haciendo imprescindible para elaborar los datos obtenidos, el paso siguiente: ©) Teniendo amplia experiencia y conocimientos en interacciones grupales. PANORAMA DINAMICO DE UN ORGANISMO INSTITUCIONAL Seré ésta una resefia introductoria acerca de los principales puntos de referencia con que se puede contar para comprender la dindmica y la estructura de un objeto institucional. Estos puntos de referencia constituyen guias iitiles para, que un observador especializado pueda, de entrada, dirigir eficazmente su atencién en el abordaje de este objeto. Esta es la utilidad que espero cumpla también aqui esta resefia. Toda institucién est4 organizada basicamente sobre tres distribuciones: distribucién espacial, distribucién del tiempo y distribucién de la responsabilidad (roles y funciones). La graficacién de las mismas constituye el organigrama. Esta distribucién significa, literalmente, elementos distintos y articulados entre si, es decir, significa un cuerpo orgénico, como tal, posee movimientos. Es obvia la tentacién de utilizar aqui analogias antropomérficas, pensando en términos de anatomfa y fisiologia de una institucién, Ello no hace més que expresar la inevitable y estrecha relacién entre las pautas institucionales y los hombres que las originan y sustentan. Importa categorizar y diferenciar los distintos movimientos que se dan en una institucién y describir simulténeamente algtin indicador que sefiale la perturbacién de tales dinamismos. Antes de referirme detalladamente a cada uno de estos movimientos, voy a dar una visién de conjunto que muestre el ordenamiento dindmico existente entre ellos. Describiré cuatro movimientos 0 sectores dindmicos principales. No se me escapa que los mismos no siempre reconocen categorias semejantes, y que por momentos resultaré dificil delimitar estrictamente uno de otro, pero esto tiltimo no es un obstaculo, antes bien, habla del interjuego dindmico integrador. El ordenamiento a que debo recurrir para la exposicién, no significa que se puede establecer siempre una prioridad entre ellos, aunque el lector encontrard una cierta légica en esta ordenacién: A) El primer movimiento esta originado en el interjuego de dos tendencias contrapuestas: integracién y dispersién, a lo largo de toda la historia de una institucién (organizacién-desorganizacién). B) Las tendencias contrapuestas del proceso de institucionalizacién tienen su correlato en un segundo (segundo en cuanto a descripcién) interjuego, que puede formularse de la siguiente manera: las instituciones reflejan y dramatizan el contexto en el que estén incluidas y, a su vez, tienden a modificar ese contexto. 6 La materializacién de esta situacién, que representa la circulacién entre la organizacién institucional y la comunidad, esté dada por el intercambio de materia prima-producto manufacturado (que incluye al hombre, en aquellas instituciones que trabajan con él). © La circulacién anterior supone un movimiento interno o circulacién intra-institucional, representado por las distintas formas, modalidades y niveles de comunicacién, entre los diferentes elementos del cuerpo institucional. D) Toda esta estructura institucional representa para el sujeto que la integra un objeto real, normas formales y esponténeas para la utilizacién del espacio, del tiempo y de las responsabilidades, objeto con el cual mantiene una relacién explicita de naturaleza racional, a través del desempefio de su rol y, simulténeamente y en tanto objeto interno. mantiene con la institucién una vinculacién implicita de naturaleza fantastica. Esta doble pertenencia del sujeto a la institucién y de la institucién al sujeto, se organiza también en funcién del doble juego de la identificacién proyectiva-introyectiva, Desarrollaré ahora, separadamente y en este orden, cada uno de los cuatro puntos anteriores. A) Interjuego integracién-dispersi6n. Este punto se presta a extensas y ricas consideraciones, desde un Angulo sociolégico que escapa a mi propésito y también a mi especialidad, En toda institucién se observa una tendencia a la integracién orgdnica, que se da de inicio, entre los que podriamos lamar los diferentes micleos pre-institucionales. Estos nticleos, surgidos en una comunidad y que constituyen proyectos afines o semejantes, unen dichos proyectos en un proyecto comin, y tienden a mediatizar su integracién a través de la coexistenciactémporo-espacial, y la aceptacién de un régimen de normas que crean un comtin denominador, base de su institucionalizacién. Estos miicleos estén representados, en general, por personas (socios fundadores) 0 por agrupaciones que tienden a fusionarse. En esta unién participan elementos racionales de beneficio comtin y elementos de naturaleza emocional, con diferentes contenidos y diferentes grados de concientizacién. Cabe aclarar que no estoy postulando la existencia de una fuerza integradora en si, sino que esta integracién constituye de por si tal fuerza y, si buscamos un simil psicoanalitico podemos identificar esta tendencia integradora con el instinto de vida, sobre todo en un nivel de organizacién biolégica. Importa sefialar que los nticleos pre-institucionales unidos en un proyecto nico, serén también, posteriormente, el origen de la tendencia opuesta, 0 sea una tendencia a la dispersién, dando origen al surgimiento de corrientes especializadas que favorecen el crecimiento y. complejidad de la organizacién, y también poniendo en peligro de destruccién a la institucién, provocando rupturas cisméticas y amputaciones. Esta tendencia a la dispersin también puede, analdgicamente, identificarse con lo que en Psicoandlisis conocemos como instinto tanatico y, en Biologia, como segregacién de la materia orgénica. La primacia de esta tendencia a la destruccién parece acordar estrecha relacién con el grado de no explicitacién y ulterior negacién de las diferencias que inicialmente presentaban los nticleos pre-institucionales, pasando estos desacuerdos a constituir verdaderos puntos enquistados dentro de la historia de la institucién que, no obstante estar més 0 menos reprimidos 0 negados, contintian siendo eficaces para configurar pautas culturales y modalidades de pensamiento que sisteméticamente tienden a aparecer luego como antagénicas, atin en el caso de que no lo sean. Algo caracteristico y que puede tomarse como indicador de la existencia reprimida y enquistada de desacuerdos importantes, es la tendencia sistematica como contrapuestas y excluyentes, a las divisiones naturales que en la realidad tienen un sentido concurrente, sin que en cambio surjan los verdaderos motivos de enfrentamiento. Asi en un staff directivo, el personal técnico y el personal administrativo, que constitufan de por si una divisién itil y racional del trabajo, aparecian formando dos bandos rivales, por el solo hecho de ser técnicos y administradores, sin verbalizacién de las reales dificultades. Otro tanto ocurria en esta institucién con divisiones tales como Departamentos A y B. El anélisis de la situacién mostré que esta absurda divisién era una pauta tradicional de la institucién, que se mantenia culturalmente, dramatizando la rivalidad y cl resentimiento de esta organizacién frente a la casa matriz en el extranjero, de la cual era filial, y con la que mantenfa un régimen formal de mucha dependencia desde su fundacién. En la creacién de la filial ya se habfan insinuado y negado actitudes adictas y rebeldes frente a la casa central. Estas actitudes constituian nticleos que gravitaron en el curso ulterior de la organizacién, pero nunca en forma explicita. Es ademas muy frecuente observar cémo en la medida que estos micleos contintian no explicitados, frente a cualquier crisis 0 emergencia se produce una verdadera regresién a los mismos, originando una modalidad de conflictos que, cuando son analizados, se descubre que repiten en mayor © menor grado aquellos primitivos conflictos que fueron enquistados. Por supuesto, ésto es algo muy conocido para todo analista que examine la historia vital de un paciente; la diferencia aqui estriba en la magnitud dramética 8 que suele adquirir y, sobre todo, lo més notable es que generaciones o camadas posteriores, tienden a reproducir o expresar como una herencia cultural problemas que no les fueron propios, siendo ésto mds probable cuando no hay_verdadero conocimiento de la crénica o historia de la organizacién, permitiendo una mayor accién de los mitos culturales. Desde ya que el lector estard pensando que todo ésto esta relacionado con Jo que podriamos lamar los "miembros fundadores" y, en cierta forma es asi, pero estos nticleos pre-institucionales no siempre corresponden a personas, sino a otros elementos o circunstancias que se dieron en el proceso de institucionalizacién del organismo. Una asociacién de profesionales universitarios tenderé, predominantemente, a desintegrarse. Un andlisis de la misma mostré como elemento importante de esta falta de crecimiento el hecho -aparentemente no teniendo en cuenta- de haber sido fundada en base la existencia de un nticleo previo de profesionales con una tarea similar, pero sin status universitario. Esa circunstancia mantenida en forma més 0 menos oculta, gravitaba desjerarquizando la asociacién. Una forma de dramatizar esta situacién original era la desintegracién de las autoridades, entre cl niicleo de los inicialmente no universitarios, siendo luego estas autoridades desvalorizadas y atacadas por los miembros mas modernos. Desde ya que sobre estas imagenes parentales denigradas, se proyectaban conflictos arcaicos de los individuos, permaneciendo, por la culpa, anclados en esta situacién. En una organizacién que estudié afios atrés, fue separado un funcionario muy importante y muy popular. Nunca se aclaré un rumor acerca de un desfalco que habria dado origen a este despido. Cada vez que alguien importante era separado de su cargo, incluso por motivos naturales (ubilacién, renuncia, enfermedad) se incrementaba la frustracién y rumores de que habria habido una injusta acusacién de malversacién de fondos. Me he extendido un tanto sobre el valor de Ia historia en el decurso de una institucién, pero resulta que, tal como ocurre con un neurético de cuya historia el psicoandlisis puede extraer el sentido de sus sintomas, en una institucién el mismo método, sirve para desentrafiar en parte el sentido de su tendencia tandtica desorganizativa. Es tiempo de que mencione los indicadores prometidos, que permiten identificar las vicisitudes antes descriptas. El indice més evidente de una buena regulacién de ambas tendencias, esté dado por la aparicién de grupos formales que colectivamente detentan y regulan el poder, y asumen las responsabilidades dentro de la organizacién. Una férmula que traduce bien este indicador es que los escalones institucionales se transforman en grupos de trabajo con interaccién real. Estos 9 grupos revisten, ademés, el cardcter de entidades formales dentro de la organizacién. Esto es importante, porque un indicador frecuente de crisis institucional, -aun cuando dicha crisis sea una crisis de crecimiento-, es el predominio de grupos naturales de contenido altamente emocional y de existencia no formal, es decir, grupos que se retinen "en tiempo libre" y, con frecuencia, fuera de la geografia institucional y que, ademés, suelen estar integrados por miembros de status formal diferente, pero ligados emocionalmente. Estos grupos son siempre prolegémenos de cambios y cuando Ilegan a gravitar sin lograr una expresién legal, presagian un serio deterioro para la institucién. Es aqui precisamente donde vuelve a expresarse la tensién, en la sistematica exclusién contrapuesta de divisiones naturalmente concurrentes, siendo ésto precisamente lo que marca el camino de la desorganizacién. Debo ahora incluir una variante en relacién al interjuego de las tendencias integraci6n-dispersién que estamos considerando. Hay una situacién observada con bastante regularidad en organizaciones de muy diferentes finalidades. En un momento de su crecimiento se alcanza un alto grado de eficacia, Esta eficacia puede traducirse en grandes ganancias, si ésta es la finalidad de la institucién 0 en un buen nivel de produccidn cientifica, si es ésta la modalidad de trabajo, o haber logrado una dptima calidad en el manufacturado de un producto. Los ejemplos pueden ser miltiples, pero todos hablan de un aparente predominio de la tendencia integradora y, no obstante, puede observarse que esta tendencia integradora no se acompafia de una expansién hacia afuera. Podria decirse que no se acompafia de un crecimiento geografico, aunque ésto es sdlo una manera simplificadora de ejemplificar tal crecimiento. Lo cierto es que tal organismo institucional se ha transformado, si empleara una metafora, en un organismo denso con alto peso especifico. Podemos pensar en el staff de una organizacién cuyos integrantes han ido adquiriendo gran experiencia, y han logrado plenamente sus objetivos inicialmente propuestos, pero que este mismo crecimiento al no coincidir con una real expansién, no encuentra una facil manera de expresarse. Agregaremos que esta institucién con tal staff también debe haber experimentado un crecimiento en los escalones subalternos, del que surgen elementos con méritos para integrar una linea ascendente que los lleve a aspirar a ser, a su vez, miembros del staff. Sin duda, la analogia que aqui se advierte como inevitable es la de una familia donde los hijos crecen en funcién de una buena tendencia endogémica, pero si no surgen claros proyectos exogdmicos, es decir, no materializan la dispersién, creando nuevos micleos familiares, se incrementa a veces una lucha de contenidos incestuosos que, 0 bien se materializa en conflictos permanentes de 10 rivalidad 0, por el contrario, obliga a reprimir intensamente el surgimiento de estos sentimientos, credndose una situacién general muy empobrecida en todo el grupo familiar. Si volvemos al ejemplo del staff, veremos que aqui pasa otro tanto. El desenlace puede tomar diferentes formas, pero lo comin es la tendencia a fragmentar el logro aleanzado. En el nivel de las ideas se producen “crisis de originalidad”, donde las ideas son utilizadas por los integrantes fragmentadamente y como patrimonio exclusivo, tomando la parte por el todo y produciendo continuos enfrentamientos. Es aqui, en el nivel de las ideas, donde en funcién de la situacién que describimos, los logros conceptuales tienden a perder especificidad, siendo fragmentados en su verdadera aplicacién y utilizados como _calificativos aprobatorios 0 de condena. En el staff del caso, la palabra “moderno” que, originalmente significaba estar actualizado técnica y conductivamente, en su versién negativa “no modemo”, era un calificativo de intenso contenido emocional y usada mégicamente para “quemar” a cualquier presunto rival. Se la aplicaba indiscriminadamente para calificar una orden, manera de vertir las opiniones generales, etc. En el nivel de las normas que no hacen estrictamente a la organizacién en si, sino al estilo personal de cada uno, pasa otro tanto, pues se establece una suerte de modas irracionales y de tiranias en relacién a lo que esté bien y a lo que est mal, cortando el verdadero estilo original de sus miembros. Finalmente, en el nivel de la organizacién en si, tiende a expresarse este fraccionamiento mediante actitudes cisméticas. No hay un crecimiento por partenogénesis, tipo nuevas sucursales, sino una ruptura sistemética tipo organizaciones paralelas. Volviendo al ejemplo de la familia diremos que, finalmente, alguno de los hijos es expulsado o se va enojado y por propia cuenta, pero no logra o tiene suma dificultad para formar otra familia. En estas organizaciones, antes de la crisis pueden aparentar una gran productividad, pero a poco que se examine la situacién se verd que tal productividad, no se acompaiia del real aleance de los objetivos explicitos de la organizacién, ni del verdadero crecimiento de sus miembros. La explicacién de esta situacién paraddjica, donde puede aparecer alta productividad sin una real efectividad, debe tener relacién con situaciones de sobreproteccién dentro de la organizacién, lo cual hace que los integrantes tiendan a idealizarla, estableciendo una relacién dependiente con la misma, que les impide abandonarla. Esta situacién puede ser reforzada por una visién persecutoria del afuera. Todo esto hace que la tendencia dispersante que no se traduce en crecimiento, se traduzca en deterioro al volverse sobre los individuos. 1 Me he detenido en el andlisis de esta dinamica, en tanto global, quizas sin haber podido apartarme del modelo psicoanalitico de la desfusién y fusién de los instintos de vida y muerte. En principio, éste ofrece las ventajas explicativas de un esquema conocido, aunque el mismo no sea aceptado por todos los analistas, pero no se me escapa el peligro de un reduccionismo conceptual que quite especificidad al asunto y termine no explicando mucho. No obstante quiero dejar en claro que mi intencién ha sido sefalar la existencia real de estas tendencias con el origen que he descripto, y la utilidad que ofrece su identificacién para el abordaje clinico de un objeto institucional, advirtiendo ademas que Jo expuesto acerca de ésto no es la aplicacién aprioristica de un preconcepto tedrico del ‘campo institucional sino, antes bien, lo contrario, 0 sea que la experiencia préctica muestra esta situacién y es recién en su descripcién donde no puedo menos que remitirme a aquellos esquemas validos en el campo de la clinica psicoanalitica, con la conciencia de que se requieren mayores investigaciones que aclaren més estos procesos. B) En el plan trazado anteriormente, corresponde ahora que abordemos otro aspecto de la dindmica de un organismo institucional, describiendo la circulacién entre la institucién propiamente dicha y el contexto comunitario en donde ésta est incluida. Resulta un poco dificil sintetizar lo que aqui acontece pues hay grandes variaciones entre una organizacién que manufactura “materia prima" hombres (un hospital, un colegio, una sociedad gremial), y otra que lo haga con productos industriales, por ejemplo. No obstante, se puede establecer una formulacién general que destaque como indicador de alteracién de esta circulacién © movimiento la produccién efectiva, 0 sea el llamado indice de efectividad. Este factor marca el grado de coincidencia y logro que existe entre los objetivos explicitos y posibles de organizacién, y los resultados reales; considera también el grado de racionalidad entre los fines propuestos como objetivos y los medios puestos en juego para alcanzarlos. Un ejemplo clésico citado por A. Etzioni que ilustrard claramente la situacién, es el de la institucién psiquidtrica, que teniendo como objetivo explicito la rapida devolucién de sus internados a la sociedad, cuenta con un porcentaje muy pequeiio de especialistas y con un alto mimero de personal de vigilancia y de contencién Esta irracionalidad de los medios en relacién a los fines, obviamente hace que el indice de efectividad (aqui la recuperacién y retomo a la sociedad do los internados) sea minimo. Otro ejemplo frecuente en la practica, es la del servicio de psicopatologia que, teniendo una funcién asistencial como prioridad uno, adelanta para efectuar los primeros contactos terapéuticos con sus asistidos, a su personal menos capacitado (médicos 0 psicélogos sin adiestramiento, a cargo del 12 consultorio externo), con lo que comienzan cumpliendo deficientemente su cometido asistencial, al perder la alternativa de actitud activa inicial, tan ttil en el curso ulterior del tratamiento, no logrando hacer de entrada una acertada discriminacién de las necesidades y posibilidades terapéuticas de los pacientes, etc. todo lo cual no sélo envicia el encuadre, sino que aqui el indice de productividad efectiva ha disminuido, tiene expresin clara en la larga cola de espera que se produce y en los pobres resultados terapéuticos que suelen lograrse. Estos ejemplos ilustran una patologia tipica de las instituciones que puede hacer extensidn, con algunas variantes, a todas las organizaciones. Sintéticamente, se toma aqui como indicador de la alteracién del intercambio 0 movimiento entre La institucién y la comunidad, el indice de efectividad 0 de logro real en relacién a los objetivos explicitos y posibles en la organizacién. Debe aclararse nuevamente que, con frecuencia, puede observarse que no obstante registrarse una gran actividad 0, si se quiere, productividad dentro de la institucién, ésta no se traduce en un efectivo alcance de logros, pudiendo establecerse una analogia con el intenso y desgastante trabajo de un neurdtico grave que sélo alcanza penosamente algunos logros. En relacién a lo expuesto, quisiera recordar lo que adelanté en la resefia inicial, 0 sea aquello de que las instituciones mejor adaptadas tienden a reflejar y dramatizar dentro de sus propios limites al medio ambiente mas amplio en que se mueven. Este reflejo no es un reflejo pasivo automatico y sélo autoplistico, sino que, a su vez, se traduce en una accién modificada y creadora de nuevas condiciones dentro de la comunidad. Podriamos decir que una institucién que cumple estas condiciones, tal coro acontece con un individuo, estd actualizada. La no existencia de esta actualizacién se traduce en dos figuras institucionales tipicas: por un lado se trata de organizaciones totalmente referidas a una tradicién arcaica, que puede Hevar su conservadurismo a la estereotipia; en el otro extremo debemos ubicar a un tipo de instituciones que pretende funcionar sobre supuestos irreales propios de un futuro previsible pero Iejano. Constituyen, en cierta manera, organizaciones de estructura maniaca, que engendran organismos en cierta forma artificiales, destinados a un pronto fracaso. Se podria hacer un sinntimero de consideraciones acerca de la regulacién e interjuego de lo tradicional y lo moderno, dentro de un organismo institucional. Ello no se apartaria mucho de lo que ya hemos examinado como integraci6n-dispersi6n. Finalmente, en relacién a este movimiento descripto en segundo lugar, se puede agregar que una buena circulacién entre la institucién y la comunidad, depende de que la institucién haya encontrado una adecuada regulacién de las tendencias organizacién-dispersién, pero que, a su vez, esta buena regulacién 13 depende de haber logrado un buen intercambio entre institucién-comunidad. Siendo, pues, ambos dinamismos complementarios. Aunque aqui se haria més fécil establecer analogias entre esta situacién y la adecuada adaptacién de un individuo a su medio, encuentro riesgosa tal analogia, pues el nivel organismo institucién-comunidad tiene determinadas cualidades que hacen inadecuada cualquier explicacién antropomorfista. Para aclarar algo més este punto remito al lector a la parte del trabajo que se refiere a los roles basicos. ©) En tercer término me habia propuesto examinar dentro de la dindmica institucional todo lo atinente a los distintos niveles, sistemas y modalidades de comunicacién que se dan entre los diferentes elementos de una organizacién. Simplificando en extremo, a los fines de ilustrar de entrada el concepto principal, puede decirse que cuando la comunicacién -principalmente hablada- est coartada en su libre juego, tal como ocurre cuando la misma es unidireccional (por ejemplo, de los escalones directivos hacia las bases, pero sin posibilidad de retorno), surgen en la institucién diferentes formas de lo que podemos llamar clandestinidad. Son modalidades de esta clandestinidad el rumor, el chiste, la leyenda escrita en los muros, etc., y en general una produccién con una calidad mitica que configura, en los casos sostenidos largo tiempo, una cultura de gran accién normativa sobre los integrantes de la institucién. Por su componente fantéstico, esta produccién recuerda las cadenas asociativas de los procesos histéricos, donde precisamente la represién encuentra una analogia en la obstruccién que se da en la comunicacién entre el vértice y las bases de la pirémide institucional. Esta coartacién de la comunicacién no necesariamente debe darse en forma vertical, sino que también se da entre sectores horizontales del organigrama, siendo un ejemplo muy frecuente lo que ocurre entre los componentes de un escalafén -staff- 0 de otro escalafén, cuyos miembros tienen el mismo status, pero que se resisten a reunirse en el grupo de existencia real donde necesariamente se darian enfrentamientos que, en general, son temidos como catastréficos, cuando en realidad lo que les da tal cardcter peligroso son las fantasias destructoras que surgen, precisamente, al amparo de la incomunicacién-represién. Interesa aqui examinar un poco més en detalle la situacién que se crea cuando un escalén jerarquizado -cumpla 0 no funciones ejecutivas- se resiste a mantener un intercambio explicito en un grupo de existencia real dentro do las normas de la organizacién. Las razones que se esgrimen son miiltiples y van desde la falta de tiempo por sobrecarga de trabajo, hasta la negativa directa a reunirse con determinadas 14 personas. Voy a tomar como ejemplo un grupo -staff- de una institucién donde se daba en gran extremo este aislamiento entre sus miembros, que sdlo se avinieron a realizar varias reuniones en conjunto, por la intensidad conflictiva que habia adquirido esta incomunicacién. El andlisis de la situacién permitié confirmar una modalidad de funcionamiento que se presenta con bastante regularidad en aquellas instituciones con el mismo problema. Los miembros del staff, en la medida que no podian sentir como grupo de pertenencia a su escalén -ya que éste no tenia existencia real-, establecfan fuertes identificaciones con sus respectivos departamentos, que aparecian asi como feudos aislados. Esto tenia una primera consecuencia: la imagen institucional, que como objeto interno tiene cada miembro del staff, era una imagen fraccionada 0, si se quiere, parcial, a partir de la pertenencia a cada departamento, sin que en ningin momento se pudiera estructurar una imagen integrada total. Fécil es suponer las consecuencias de tal imagen fragmentada que se reproducia en todos los érdenes. Por otra parte, traténdose de un grupo staff, o sea el grupo directivo més jerarquizado de la organizacién, constituia este grupo el micleo del que emana, principalmente, la imagen actual de la institucién, La otra fuente que alimenta la imagen institucional es la tradicién histérica de la misma, cualquiera sea el grado de explicitacién de esta historia. En la institucién con la que estoy ejemplificando, ambos factores (nticleo staff 0 componente actual, y tradicién o componente no actualizado), eran factores negatives para integrar tal imagen. El staff por lo dicho, y la tradicién histérica por ser predominantemente mitica y no real, ya que varios hechos importantes tenian valor de situaciones trauméticas no explicitadas. Volvamos al andlisis del ejemplo. Cuando los Integrantes de un grupo directivo estén predominantemente identificados con sus respectivos sectores de trabajo, sin tener a su vez una adecuada pertenencia al escalén en si, se genera una linea ascendente donde cada miembro se siente sélo expresién de su sector, estableciendo enfrentamientos competitives con el resto del escalén. Aqui también las divisiones naturales y tiles de la organizacién, tal como son, precisamente, los diferentes departamentos, son tomadas como disociaciones contrapuestas y no concurrentes. Decia que se genera sélo una linea ascendente que, al traducirse en enfrentamientos, impide que se organice un cuerpo directive capaz de generar una corriente descendente integradora y, sobre todo, generadora de una imagen unitaria y total de la institucién. Otra vez debemos mencionar la importancia de que las dos tendencias opuestas -aqui las corrientes ascendentes y descendentes- se regulen entre si, siendo esta regulacién en este caso, la base de una buena comunicacién. 15 Existe una forma de perturbacién en la comunicacién intrainstitucional que resulta especialmente interesante para los fines de este trabajo. La ubicacién de esta perturbacién participa no sdlo de la circulacién interna de la organizacién, sino que también puede asignarsele a la circulacién con el exterior. Esto se debe a que se da en las instituciones que, trabajando con hombres, tal el caso de un hospital y sus pacientes, o de un colegio y sus alumnos, donde tanto los pacientes como los alumnos constituyen sdlo parte momenténeamente de la organizacién y, precisamente, siendo parte episédica de la institucién, la perturbacién se da cuando ésta participacién tiende a hacerse permanente. Lo esencial aqui -procuraré demostrarlo con un ejemplo extremo-, es que la comunicacién se presenta alterada por una particular modalidad de lo que conocemos en psicoandlisis como “tidentificacién proyectiva-introyectiva”, que leva a una confusién en cuanto a la asuncién, distribucién y desempefio de los roles dentro de la institucién. Todos conocemos cémo, en una sala de hospicio, se producen con frecuencia en la franja de contacto entre personal médico y paciente, diferentes fenémenos que llevan a que determinados pacientes, sin mejorar en su cuadro, antes bien, cronificdndose en el mismo, tiendan a ejercer funciones de limpieza, de enfermerfa y hasta administrativas, y que el personal auxiliar a su vez ascienda -sin mejorar tampoco en sus conocimientos-, al desempefio de tareas propias de los especialistas, mientras que, paralclamente, algunos de éstos no sélo hacen vacancia de sus funciones, sino que empiezan a adquirir en diferentes grados, conductas sintomaticas propias de los internados, siendo precisamente lo principal una cierta “internacién”, ya sea expresada en una estereotipia y estancamiento de sus conocimientos 0 en un estancamiento en cuanto a sus logros profesionales. Es precisamente esta estereotipia del paciente en su enfermedad al amparo de su aparente ascenso en su rol (hospitalismo) y del especialista sometiéndose y quedando aprisionado en la situacién enferma, lo que caracteriza la perturba de la circulacién, tanto dentro como fuera de la organizacién. He elegido un ejemplo donde, por la naturaleza extrema de la enfermedad, ésto tiende a verse con caracteres gruesos, y donde, tal como ocurre en la psicosis, los mecanismos proyectivos-introyectivos adquieren una intensidad que puede explicar de por si lo que aqui ocurre. No obstante, el ejemplo es valido para instituciones muy apartadas de lo que es un hospicio, y ello debe estar en relacién, tal como lo advierte E. Jaques en sus trabajos clasicos sobre instituciones, con que en éstas siempre se ponen en juego ansiedades de tipo psicético. 16 Sin duda, en el ejemplo anterior, la estereotipia surge de una cierta nivelacién de las funciones del paciente y del médico, como un intento de controlar por parte de ambos las ansiedades psicéticas. El resultado es una "decaracteropatizacién" © incorporacién del sintoma a la conducta habitual, resultando precisamente ésta la defensa. Cuando se examinan algunas organizaciones institucionales, maxime si las mismas configuran organismos cerrados, con poco contacto con el exterior (colegios de pupilos, sociedades muy exclusivas, etc.) sorprende el grado de conductas sintomaticas, que son aceptadas como normales por los integrantes de la organizacién, y donde se puede advertir que lo que ahora aparece como norma, en un comienzo fue una conducta defensiva. Asi, podemos suponer que el médico del ejemplo, frente a las condiciones penosas en que se encuentran sus pacientes, en funcién de su propia psicologia y de la culpa que experimenta puede identificarse con ellos, asumiendo en su prictica profesional un deterioro similar. Esto ocurriré en mayor grado si su formacién es deficiente. Ulteriormente se defendera de esta identificacién en la que se siente aprisionado, mediante conductas terapéuticas con contenido punitivo que le permiten mantener la diferencia con ellos. También trataré de comunicarse no directamente con ellos (sus pacientes), sino sdlo a través de medicamentos, con lo cual institucionalizara una modalidad que incluso, puede pretender fundamentar técnicamente. En nuestro medio, E. Pichén Riviere ha estudiado estos diferentes fenémenos. D) Finalmente consideraré el cuarto aspecto del interjuego institucional: la relacién formal y fantaseada entre el individu y la institucién. Claro que aqui resulta un tanto mas dificil seguir manteniendo la denominacién de movimiento, pero tal denominacién sigue presentando utilidad para la presentacién de un esquema dindmico institucional. Sintetizando también aqui de entrada el concepto, diremos que la normalidad o alteracién del movimiento que se da entre el individuo y la institucién de la que forma parte, est indicada por el grado y tipo de pertenencia que aquel experimente en relacién a ésta. Esta pertenencia no es un indicador de clara evidencia. Podria decirse que, més bien, es un sentimiento que el individuo puede 0 no expresar explicitamente. La idea es que existe adecuada pertenencia cuando, a la par que se siente incluido en Ia institucién, siente que ésta le pertenece en alguna medida. La situacién contraria es cuando sélo se encuentra perteneciendo a una institucién a la que vive como ajena. Esta formulacién, aunque da alguna idea del problema es, con todo sumamente limitada. v7 Vemos el asunto desde un Angulo que destaque, principalmente, a significacién y utilidad que presenta la institucidn a los fines personales del individuo, o sea el por qué, cémo se incluye ésta en el organismo. La experiencia terapéutica psicoanalitica con pacientes individuales es coincidente, en general, con una observacién que se puede hacer cuando se examinan los miembros de una institucién, y se advierte que algunos individuos tienden a tomar la institucién como soporte y andamiaje de su vida y que otros, en cambio, propenden a tomarla principalmente como instrumento o situacién instrumental para desarrollar su propio proyecto. Los primeros tienden, en general, a resistir cualquier modificacién fundamental en la institucién, ya que ello es vivido como poniendo en peligro su propia identidad. Los segundos, en cambio, suelen ser con frecuencia promotores de cambios basicos: se dirfa que imprimen a la organizacién su propia identidad. Pareciera que los primeros no contaran con un proyecto de vida propio, siendo s{ ésta una posibilidad para los segundos. Por otra parte, la existencia de tal proyecto est4 en relacién a la coherencia de la constelacién de imagos parentales que haya podido estructurar el individuo. Légicamente, el status dentro de una organizacién institucional, guarda relacién con el grado de integracién del mundo interno del sujeto. Pero sin duda, el aspecto de mayor interés en este movimiento es el que adelanté en la resefia inicial, al sefialar que la pertenencia del sujeto se organizaba en funcién del interjuego entre la vinculacién formal o real desempefiada en la institucién y la vinculacién con la misma como objeto interno. Ambos niveles han sido descriptos por Bion en su conocida formulacién de nivel sofisticado 0 grupo de trabajo, y nivel emocional o de los supuestos basicos. Bion desarrolla aqui algunas de las ideas de M. Klein acerca de los mecanismos de identificacién_proyectiva-introyectiva. Otro tanto hace E. Jaques cuando, més especificamente, se refiere a la utilizacién de las instituciones como control de las ansiedades psicéticas, paranoides y depresivas. De la necesidad de hacer 0 no tal utilizacién depende el tipo de pertenencia del individuo. Es también necesario recordar la idea original de Freud en “Psicologia de las masas”, donde describe dos modalidades de identificacién del sujeto con la organizacién. En una,ejemplificada por la Iglesia, el sujeto internaliza un objeto mediante la identificacién introyectiva. En otra modalidad, que ilustra con el ejército, el sujeto reemplaza el Yo Ideal por un objeto externo, permitiendo al soldado identificarse con su jefe. E. Jaques encuentra ligada esta formulacién a lo que luego describirfa M. Klein como identificacién proyectiva. Todos estos trabajos ilustran acerca de la pertenencia del sujeto a su institucién. Més adelante retornaré este punto de la pertenencia en relacién al 18 proceso de identificacién y su relacién con lo institucional, y sobre todo con la presencia de articuladores normales o articulaciones fracturadas. PAPEL DE LAS ARTICULACIONES Y FRACTURAS ARTICULARES LA DINAMICA INSTITUCIONAL. Voy a considerar ahora un punto central de mi trabajo, quizs el nticleo principal del mismo. He presentado los diferentes movimientos que se dan en una organizacién institucional. Légicamente, si aceptamos la existencia de tales movimientos, debemos también aceptar que los diferentes elementos méviles deben tener puntos de contacto donde se articulardn entre si. Es precisamente este asunto de las articulaciones institucionales lo que considero de central importancia para poder abordar, comprender y operar clinicamente con un objeto institucional. Antes de pasar a describir y ejemplificar acerca de las articulaciones, debo adelantar otra idea. Las articulaciones en si comienzan a ser titiles para un trabajo clinico-institucional, cuando presentan alguna particularidad anormal en relacién a la organizacién, es decir, cuando son patolégicas. Una articulacién patolégica constituye una fractura, de donde el concepto util clinicamente es, precisamente, el de fractura institucional. Luego veremos el importante papel que estas fracturas tienen en la dindmica patolégica de las instituciones, pero antes se impone una descripcién ejemplificada de las articulaciones. Para ello debo recordar lo ya dicho de las tres distribuciones sobre las que se asienta una organizacién institucional: distribucién geogréfica, del tiempo, de la responsabilidad. De la distribucién emanan otras tantas categorias articulares: geograficas, temporales, y las referidas a los roles y su desempefo. Si bien todas estas articulaciones estén en estrecha relacién con las normas institucionales, es percibir que el espacio generaré normas més rigidas y que el tiempo presentard una mayor plasticidad y que los roles son instrumentados con més elasticidad. Un buen ejemplo de lo que es una articulacién geogréfica lo ilustraré con una institucién de ensefianza, donde una puerta constituia el pasaje obligatorio entre un amplio patio de recreo y el sector donde estaban ubicadas las aulas. Esta puerta articulaba dos espacios distintos donde se desarrollaban actividades distintas, pero como ademas este pasaje, por sus dimensiones estrechas, era totalmente inadecuado a su funcién, se transformaba en lo que lamamos una fractura. Aunque luego faci 19

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