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n BGA ot a8 JOEL HOROWITZ EL RADICALISMO Y EL MOVIMIENTO POPULAR (1916-1930) Traduceién de Horacio Pons Edicién a cargo de Juan Suriano ce oromi,jet ide desi denies (926-1990) ae = Cadad Aattnome de Buenos Ars Ed, 2015, inp 22a 5.5m, Thebes ee Pome ISBN 978-987-6282955-7 1. Hino Plea Argentina. Tons rac od CD 320.982 ‘Tila orignak rps Rae Poty nd Poplar Mbilizesion (1916 1990) Take tat Beep Co ich Primer eliciin en Arpaia abil de 2015 (0 The Penman Sate Univer, 2008 (© dels rade Horace Pons 2015, © dela pee eicio Ehan, 2015, Che 744.2 C, Boers los ‘nfs som at Inaptlorm hance Avda, Diagonal, 519.521. 09023 Parsons Feat icles hap wvcedhasacren (sas arcane poli a sec ice eas lr dl Copyright a iw sce table sep a reprint deve sb po cuakquier med © prcedimietn,comprendies beens {7 sent nmi, 7 dehicin de mips es ela aller 0 préxamo palin (Cond co dep gu melee ey 1.728 lunes por EL ATENEO GRUPO IMFRESOR S, A. Ingres en Argan Abreviaruras.. u Tntroduccién mec ~ Capitulo I. El marco econémice y politico... 5 Capitulo 2. La creacién dela imagen: construccién de las imégenes de Yrigoyen y Alvear a 53 Capieulo 3, Los limites del patronazgo 89 Capieula 4. Patronesy trabajadores se ponen de acuerdo: el fracaso de las leyes de previsidn SoCial oon one 125 Capieule 5. Yrigoyen y las limitaciones del obrerismo, 1916-1922... 149 Capieulo 6, Alvear y el intento de insticucionalizar {as relaciones con el movimiento obrero, 1922-1928 .ceonennne 19 Capitulo 7. Yrigoyen y la incapacidad de reinstaurar cl obrerismo, 1928-1930... 225 Conclusi Bibliograi Agradecimientos Indice analitico .. 235 neverene 267 Mae — Ei. RApICALISMo ¥ EL: MOvIMIENTO RoRULAR (1916-1930), * andere Proktaias Wa 30 de agosto de 1924 11 de abil y 5 de diciembre de 1985, ONT, Crdnica Mena, erode 1925, p 1530, julio de 1925, pp. 1602-1605,y | Jul de 1926, pp. 1822-1824; Boleatn de la Ltd, junio de 1925, pp. 27-33: La Prema, 30 tle muyo de 1924 y 10 ee ocvubre de 1925: Lr Nacidn, 24 de enero de 1525; La Baer tial 10y 18 ele octubre y 30 de octubre 22 de noviembre de 1925; La Argentine, 4 de de 19.25; Hl Constructor Naval, junio de 1925; Nnexore Palabra, junio de 1925; Bb ‘Ober Cd, mayo de 1928 abr de 1926, Noma Em (elaned,6 de cee da 924 y31 de octubre de 1925; Cémara de Diputados, Diario de scions, VLC1925), 13 de nero de 1926, p. 373; Anibal Jluregui, “El despeguc de los indusziales argentine’ ‘Waldo Ansa eta. (ed), Argomina en la px de dos ger, 1914-1945, Buenos Alves, Liblon, 1993, p- 189, y Bolen ae Sericion 20 de mayo a5 de julio de 1925, “EI nil del debate politi, rarto al eomienso como a inl de las dscusiones sobee Jas caja dejublaciones, fue extemadamente bajo y pared concentrane mis en los ben ‘son poicos que en la propia ley. Esea es una prucha adiconal de wis mosivaiones efene ‘iakmentepoliteas. Los debate sobre el prayertocootinuaron durante las sesiones de 1924, 1925 y 1926, Finalmente, a ey quel sepulrade pars siempee en septiembre de 1926, ‘Veste Caiman de Dipurados, Dian dé notons, V,xptiembre de 1926, pp 712-714. * La paca, 23 de junio de 1930, © Balen de Sercins, 20 de sepciembre de 1926, p. 410. “= ¥éaxe por ejemplo La Acc, 22 de abril de 1924, © Se enconirs I indicacién de fechas en. Ramnicome. Apunies pr le bstrig sy 2p. p66, Capitulo 5 Yrigoyen y las limitaciones del obrerismo 1916-1922 Al asumir la presidencix en octubre de 1916, t1as sina vietotia reiida € ineémoda en ef colegia cleetoral, Vrigoyen sinti6 ta necesidad de ampliar su base popular, En parte, ese sentimiento era una tipica muestra de la avided de votes de los politicos, pero. tambien reflejaba la petcepeién que Jos radicales tenian de si mismas como las verdaderus representantes de la voluntad popular argentina. Por otra parte los socialistas, con un Fuerte respaldo en la ciudad de Buenos Aires, parectan planteat un verdadero desafio al dominio radical. Uno de los principales objetivos politicos de Yrigayen eran los inte- grantes:nativos de las clases populares, ineluidos los hijos varones de in- imigrantes, La aceptacidn simbolica de los trabajadores como ciudadanos cra crucial. Permitia al presidente plantarse june con el pueblo contra las empresas (en muchos casos) extranjeras, El uso de los sindicatos de ten- dencia sindicalsta revolucionaria como un puente hacia la clase obrera era ‘unt elemento critico en. la estrategia de Yrigoyen. para construir una base polltica més amplia, como parte del obrerismo. Los sindicatos le perrai- tan. establecer una conexién personal con las clasex populares. Si bien esta situacién peesigia la tdctica utilizada por Perén en la década de 1940, la diferencia radica en que Yrigoyen nunca tratd de formalizar la relacién 0 ‘extenderla a todos los trabajadores. Preferta las relaciones informales y cn ‘eso coincid/a con los sindicaliseas revolucionarios, razén por la cual estos ‘eran un blanca ideal. Las sindicalistas revolucionarios comprendian que, 150 FEL RADICALISMO ¥ EL MOVIMIENTO POPULAR (1916-1 dadas las duras realidades de las relaciones laborales, los sindicatos obcuvieran la neutralidad 0, mejor ain, el favor oficial, estarian en situacién mucho més favorable que los que no contaran can cllos, Desde: punto de vista de Yrigoyen las sindicalistas revolucionarios exhiblan ventajas, Podian see una puerta de ingreso a la clase popular y admiclan buen grido Is telacién informal ambicionada por el radicalismo, cwalquiet otra activud habria cuestionado los fandamentos de su ideo! Dado su apoliticismo, también podian vorar libremente a la Unién Civ Radical. Ademés, tetsfan un aneagonismo extrema con los socialistas, y crecimiento impediria la expansi6n de estos, principales comperidores fos radicales en la capital, Ex importante recordar que aun cuando en esta época los sin ‘eran pequefios, solfan ejercer su influencia sobre gran cantidad de trabajar dores, {Por qué no tenian mas afiliadas? Los salarios eran bajos y, en secuencia, la cuora sindical era una carga; por otra parte, no exist ning sistema de descuento de las cuotas por planilla, Los afliados enfrentaban dl riesgo de represalias pacronales y la afiliacidn redundaba en pocos bene- ficios inmediatos. Sin embargo, a pesar de la escasa cantidad de afiiadas, con frecuencia las huelgas eran grandes y muchos coneursian a las manifes- taciones. Es evidence que la influencia de los sindicatos superaba con creces su limitada afiliacién. ‘Hasta mediados de 1921, una de las tictieas cruciales de Yrigoyen contistié en apoyar 0 al menos tolerar la actividad huelgufstica de algunos. sindicatos. El respaldo a las huelgas es una euestidn delicada. Las olas huel- ‘guisticas no pueden controlarse y la agitacién laboral tiende a converts ‘en una bola de nieve; en esos ticmpos suced{a asi, en especial, a ratz del seme timicnto de cxaltacién generado en muchos trabajadores por la revolucién bolchevique y la cormenta polftica y laboral que la siguié tanto-en Europa como en las Américas, Muchos integrantes de las clites y las clases medias reméan las repercusiones de la revolucién, al menos en la misma medida ‘en que esta despertaba el entusiasmo de algunos. Todo esto ocurria en un nuevo paisaje politico donde las reglas no eran dlaras. Pese al rechazo final de esa téctica, Yrigoyen entablé relaciones importantes cuyas ramificacio- nes politicas s¢ extendieron incluso a su Segundo mandato, Laactitud de Vrigoyen hacia las huelgas munca fue sistemdtica, Mavi- do por consideraciones politicas, asf como por una creencia general en el 151 Joe: Horownrz bienescar pablice, el presidente aetuaba caso par caso. Preferia intervenir personalmente o por medio de asistentes de confianza, en particular el jefe dle policfa de Buenos Aires. Invervenia de manera favorable en industriay en las que las huelgas serian visibles aun para quienes no cstaban directamente involucrades, y cuando una cantidad significativa de los trabajadores eran iudadanos argentinos o las ramificaciones politicas eran amplias por otras annes. Yrigoyen fivorecia a los ditigentes gremiales del sindicalismo re- volucionario y se mostraba hostil con los que tenian vineulos con organ- taciones politicastivales de los radicales. No obstante, como ha sefialado Ernesta Garguin, estuvo dispuesto 2 ayudar a La Fratemnidad, ef sindieat dd los maquinistas ferroviarios, pese al papel destacado que los socialiseas ‘desempefiaban en 412 Y lo hizo principalmente porque fa conduccidn gre- rmial subordinaba la politica a lo que percibfa como el interés del sindicato. Yrigoyen hizo de st actitud hacia él movimiento obrero un elemento fundamental del incento de ensanchar su base politica. No abandond de inmediato su tetica ii siquiera después de que se convirticra en ut serio lastre entre ciertor sectores de la poblacién. Siguié utilizindola después de li Semana Teigica. Y aun después de que, a mediados de 1921, eamproba 4a que esas politicas eran insostenibles, continué exploranilo caminos para J construccién de relaciones con la clase obrera a través de los sindicaros. Su disposicién a tratar a los trabajadares como ciuidadanos importantes tuvo un papel cave en la expansién de su popularidad. Los trabajadores podian sentir qué los radicales los consideraban importantes, y a cambio ‘muchos les entregaban su lealtad. El puerto El primer gram intento de conseruir us puente hacia la clase obrera se en el puerto de Buenos Aires. Los trabajadores del puerto no eran mayo titariamence argentiios. En 1914, segdn el dirigente socialista Angel M. Giméner, solo alrededor del 23% del personal maritime de la Argentina eran ciudadanos, pero estos, que ascendfan 2 3.139, constiruian aun ast un niimere significativo, Un estudio mas reciente de Geoffroy de Lafor- cade indica una presencia mucho més abundance deargentinos, al menos de iminera estacional; Laforcade también comprobé que los reglamentos

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