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Carituto 5 Trabajar con adolescentes 0s adolescentes no son una misteriosa raza de humanos, come muchos pa- recen creer. Estdn atravesando por un proceso de desarrollo que es normal Yhecesario. Todos lo hemos vivido. He trabajado con cientos de adolescentes {cuenro que responden bartane ben al tipo de experiencia que ofeco sabios, petspicaces, divertidos y ansiosos por conocerse. Desde luego, cada sun individuo con necesidades especiales. Los talleres sobre adolescentes a menudo los he denominado “Trabajar con ladolescente resistente”. Fste titulo llama a atenciéa de los terapeutas porque palabra “resistence” resuena con la imagen que tienen de este grupo etario. Trecho, la mayoria de los adolescentes son resistentes por naturalcza. Algu- ‘mis honestos que otros respecto a su resistencia. Si son deciles y parecen cooperadores al principio, es probable que estén presentando un yo filso. realidad, la resistencia es algo positivo, Para mi implica honrar al yo, “;Por he de confiar en esta seftora si no sé nada sobre ella?”. “Por qué voy a ime y mosttarle mis sentimiensos més intimos2”. “;Quién es ella, a todo En este capftulo presencaré algunas eéenicas, junto con ejemplos de casos, me han servido mucho en mi trabajo con este grupo etario, Pero antes dité palabras acerca del adolescente, palabras que probablemente ustedes eto que vale la pena repasar. principal tarea de desarrollo del adolescente es individuarse y descubrie identidad. En realidad esta tarea comienza en la infancia —esa tem- lucha pata establecer un yo separado. Pero en la adolescencia se vuelve mental. En cada etapa de su desarrollo, el nifio busca un yo y descubre ites. Al legara la adolescencia, ¢s una tarea crucial. Ahi cs cuando debe se de su familia y enfrencar un fururo amenazance k McConville, un conocido terapeura gestiltico, en sti importante li- la adolescencia (1995), escribe extensamente acerca de este ntievo yo 105 106 Oaklander ¢ El Tere Bepicalo $ Teabsjar con adotescentee 107 ‘emergente, Poscula que el adolescente, especialmente el mis joven, no Un articulo de 1985 capra en forma notable la dificil situacién del adoles- nna quign ¢s él. No es un proceso cognitivo, Este yo adolescente aparccea cente. Aun después de tantos afos, sigue vigente: de sus cmociones y sus sentidos: es una experiencia visceral, Si,el adolescence aporta mucho bagaje a esta importance tarea, hi La transicién de nifio a adulto es quizds el proceso més traumético de la muy cificil, El nif desarrolla a temprana edad una forma de ser, un vida, pero el caos de la adolescencia es el proceso normal de formacié de vivir, enfrentar y sobrevivir, que lo acompaiia a medida que crece, de la identidad. Parte de esta formacién es la conducta de acting-out. proceso se rigidiza atin mds en la adolescencia. El nif més pequetio sea es una manifestacién del nifio experimentando con su propia iden- a que satisfagan sus necesidades de cualquier manera posible y desal tidad. Puede que no escuche, se rebele, se vuelva obstinado o verbal- proceso al tratar de lograr aquello, Por ejemplo, a temprana edad, mente abusive. Quizds crean que esté haciendo un acting-out, pero en 4 afos, cl nifo aprende que no esti bien que exprese sus sentimientos realidad esté experimentando con temas de autonoméa y dependencia. bia, Se enfienta ala ira, desaprobacién o quizas tristeza de sus padres Lo mejor —lo mas dificil— es reconocer que esta rebelidn, siendo mo- Poca arientacién, experiencia 0 madurez para expresarlos gemtil y di derada, cs importante para el nifio durante la formacién de su iden- camente. Temiendo set rechazado y abandonado, se guarda la rabia, tidad. Lo esencial no es lo que el niflo esté haciendo, sino hasta qué ‘organismo, en su continua biisqueda de salud y regulacién, debe de: punto: qué es verdaderamente destructivo y qué no lo es. nergia de alguna forma. Enronces, puede que el niio defect o ret [De un boletn publicade por el Hopi Vira del Ma, Torrance, Califor sentirrientos. Quizds se vuelva retraido y callado y desatrolle dolores de nia, “pExiste la Adolescencia ‘Normal’, de Kevin Cox, MD] ‘ode estémago. Puede que proyecte su Fabia en oteas personas. Es rebel ne pataletas, Es hiperactivo 0 ensimismado, o ambos. Desarrolla eniu ‘De modo que sabemos qué esti ocurriendo y tenemos una idea de lo que ‘encoptesis, tiene pesadillas. Estas son solo algunas de las conductas necesitamos hacer. :Cémo lo podemos hacer? ;Cémo ayudamos al nifio a su- que pueden ocurtir, y se convierten en su modo de ser o estar en el mi perar su resistencia a encontrarse a si mismo y sus fronteras del yo, para que manera de mangjar cualquier tensién), Junto con esto viene una sensaci pueda llevar una vida sana, productiva, buena, en esta sociedad tan estresante ‘minuida del yo, dado que la rabia es una expresion del yo, y cuando se Beonflictiva? el yo se disminuye. En la adolescencia, estas conductas pueden eransformarse en Mi adolescencia sofisticados de anestesiarse para evitar los sentimicntos, ya que el j aprendido que éstos son muy peligrosos. La poblacién adolescemte se tada por conducras como el consumo de dragas, promiscuidad sexual, nos alimentarios, actividades antisociales y vendencias suicidas. El preadolescente ha imtroyectado muchos mensajes erréneos que afe sentimientosrespecto asf mismo, mensajes que continian presentes en la cencia y la adultez, Sentimientos, recuerdos y fantasias del pasado inter el flujo natural del organismo. Sus sentimientos son tan profundos que le compartilos con su familia. Simplemente no puede ponerlos en palab puede arriesgarse a ser vulnerable, porque si lo es, perderi su frigil yo. Ne ayuda oara expresar sus sentimientos de angustia, soledad, frusteacién, precio de sf mismo, confusién sexual y miedo, Necesta ver c6mo incerru propio crecimiento sano, Esta es la tarea que enfrencamos. Ni siquiera he hablado sobre la época en cue el adolescente vive hoy y Io que enfrenta ca el mundo. Yo vivi mi adolescencia durante la II Guerra Mundial. EI foco para todos era ganar: todos congregados en tomo a este objetivo. Fue tuna guerra que considerdbamos justa y un 6 a todo el pais. Se enrolaban jéve- nes de 17 afios, como lo hizo mi marido, Los de 18 ya estaban en entrenamien- too peleando en el frente, Los més jévenes esperaban impacientemente para poder cnrolarse. Mientras tanto, como lo hice yo, ellos y las chicas ingresaban a organizaciones como los Cadetes de la Datrulla Aérea Civil. A los 16 afos pasé muchas horas bailando con jévenes scldados y marinos en las cantinas de 1s USO, Puc la mejor época para encontrar empleo, ya que los jovenes mayores, patticipaban en la campafa solidaria de la poblacién civil. Yo tuve empleos aque asombrarian a los adoleseentes de hor. Se nos enctegé nuestra idemtidad de una mancra novedosa y diferente. Crecimos ripido. Aprendimos pronto 108 Osklander ! £1 Tesoro Bu Copia § | Teabsjar com aolescentes te quiénes éramos 0 ereiamos ser. (En realidad, no pensdbamos en esas adolescente emergente. Este yo esté muy ligado a la experiencia sensorial inten- Pensibamos en el futuro —todo era posible, sificada por los cambios corporales. Siente un mayor sentido de si mismo y co- En Estados Unidos, los adolescentes formabamos el “frente dor ‘mienza a idencificarse con su experiencia y a separarla del medio interpersonal ‘Nuestros jévenes cruzaban los océanos para huchat, pero nosotros jams y familiar. Se torna agudamente conscience de la divergencia de su experiencia ‘mos peligro, como Jos adolescentes en Europa y Asia, Nos vimos priv del marco familiar proporcionado por lotto yo (McConville, 1995). algunas cosas, pero nunca senti que eso fuera un problema. Mis dos he Se siente incémodo a medida que sts pensamicntos, sentimientos, impul- mayores estaban en el extranjero, uno en Europa y el otto en el Pacifico: sos, percepciones y elecciones se ajustan cada vez menos a lo que debieran ser. a mi me enorgullecfa que hubiera dos estrellas en el ventanal de mi casas Cuando el adolescente puede reconocer esta pugna, en gencral es mas sano y Ja guerra llegé a mi hogar pocos meses antes de que terminara: uno de ‘maduro que si esté plenamence consciente de lo que esté ocurtiendo, Tiene hermanos murié en combate en Alemania. ¥ empezamos a saber de la due soltar al yo antiguo, pero no ¢s fécil. Se parece a la idea de Fritz Perls del masacre de judios. Recuerda haber pensado que si mis padres no ful “vacio fértil” o “lugar de la muerte”: ese sitio entre las modalidades antiguas emigrado a Estados Unidos cuando lo hicieron, nosotros habriamos yl nuevas, sin los habituales sistemas de apoyo (Rubenfeld, 1992). Muchos entre los que sucumbieron. Esto me hizo pensar y me ayudé a madi chicos entierran cualquier conciencia y no reconocen este tipo de conflicto. veces me pregunto cémo se manifest6 mi propia rebelign, Quiaés la gu Proyeccan todo en el mundo adulto. Elles no tienen problemas; os adultos son alejéa mi ya otros adolescentes de los tipicos modos de formacién de la {quienes los ocasionan. Ellos son las victimas. (Y, en cierta medida, asi es). Pero tidad, Teniamos otras maneras de definirnos. Yo lloré amargamente la sino asumen ninguna responsabilidad y ven mas claramente las cosas como de mi maravilloso hermano y traté de no mostrar mi dolor, ya que mis son, sélo se hundirén cada vez. mas en este lugar de vietimas. cstaban deshechos. Entonces, me volvi atin més responsable. Me fui Los mecanismos de defensa més comunes de los adolescentes son Ia pro- ‘muy joven, para abrirme camino en el mundo —quizas esa fue mi mat yeccidn, la negaci6n y la fantasfa, Los mecanismos de defensa, frecuentemente rebelarme, ‘onsiderados como resistencia, son el modo en que el adolescence se cuida, 1a juventud actual enfrenta un tipo de vida toralmence diference, cnfrenta la vida y sobrevive. Mientras més entreverado esté con su familia, tras escribo esto, nuestro pais est en guerra con Trak. No es ficil pe mayor es la influencia de ésta, hay més confluencia, mas se fortalecen los me- 1 fururo, Las profesiones ripidamente quedan obsoletas. Las emy ‘anismos de defensa reducen 0 subcontratan. La economia anda pésimo. La falta de fondos El trabajo con la familia es diferente: una instancia para evaluar la aptitud las oportunidades educacionales. Nada es Fiil ni sencillo para el a para comunicarse, grado de confluencia, oles adopeados e impuestos, verbalizar de hay. deseos y necesidades, obsticulos, ayudar a expresar sentimientos y conocer los Mientras tanto, nosotros, los terapeutas, tenemos una labor que cu mensajes detrds de lo que se dice, etc. Sin lugar a dudas, este tipo de trabajo es Pasemos a la tarea de cémo trabajar terapéuticamente con los jéve importance, una ayuda para el abajo individual que realizo. El adolescente con problemas. problemas pucde hencficiarse enormemente del trabajo individual, pues saca ala Juzlas polaridades que existen dentro de dl. Tiene un pic en la familia y otro en el Psicoterapia mundo, Ambos lugares estan plagados de cosas que lo angustian y atemorizan, Una implicaciéa imporcance para la verapia que hacemos comprenda lial Su auroescima ha sufrido debido a sus experiencias familiares y aquellos intro- rridades que existen en el adolescente. Es como si tuviera dos yo separa ‘yectos negativos. Yo creo que él mismo debe hacer este trabajo, para ayudar en la yo siente el tironeo de la experiencia pasada. El yo antiguo de la nifiez tarea de separar y encontrar sus propios .imites, definir el yo, y empezar a tener aparece md lcamcac. Have ca ol yo dnerayected que sguc'< oral alguna conciencia de cules son sus sentimientos y aprender a expresarls. wicrkerios desnupailice Ree yo adquicte ci ekiina deh opretacgm Cuando trabajo con un adolescente, también veo a los padres durante la ¥7acepraal icin adulko cal camo ei; sin mayor confilca, Hl otro primera sesién, si es posible, Hay muchas excepciones: cuando el joven acude no Osklander¢ El Tero Bu Capitulo 5 J Tabajar com adolescentes ppor su cuenta y se niega a que sus padres estén presentes, cuando viene de *:Qué estis leyendo?”. Me mostré la revista répidamente y luego siguidé casa de zcogida y no se ha producido un vinculo imporcante, 0 cuando leyendo, Fue la primera respuesta que obtuve de ella. Dije: “No aleancé en una institucién uw hogar grupal, por ejemplo. Si-es posible, veo a los averla’, La levancé de nuevo, pero mas lento. Era una revista de misica ccon quienes vive el nifio. Puedo hacerme una idea de la vida del nitio, los heavy metal. Le pregunté si podamos veela juntas, porque yo era bas- tintos puntos de vista, aclarar la razén por la cual viene a mi consulta, ante ignorante en este tipo de miisca y tenia varios clientes como ella las dindmicas. Necesito conocer las visiones divergentes sobre la vida: lo ‘a quienes les gustaba. As{ que entramos.a mi oficina y pasamos toda la dicen los padres y lo que dicen los chicos, y quizas descubrir lo que veal sesién mirando la revista. Me hablé de los diferentes grupos y de sus quieren decir. En esta sesin le pregunto al adolescente si estaria dispu favoritos, Intentamos encontrar miisica en mi radio, pero no pudimos. venir solo a algunas sesiones para poder conocer lejos de su familia. Le pregunté si podfa traer algunas cintas y acepté feliz, De més esta podemos decidir qué camino seguir. Puede que no esté de acuerdo en decir quc establecimos una excelente relacién y as letras de algunas de solo, pero este enfoque diluye la idea de que él es el enfermo. De modo Jas canciones fueron un material fetil para nuestro trabajo, ‘empiezo con lo que se me presenta. Sin embargo, algunos adolescemtes se niegan rotundamente a venir Aprendi lo importante que es presar atencién, observa, estar plenamente Una madre soltera, que tenia, segtin dijo, grandes problemas para cont ‘en contacto conmigo misma. sti hijo d= 16 aos, logré traerlo a una sesién, Senti que habiamos tenido primera sesién bastante buena, pero se negé a venir otra vez y su mi Caso N? 2 sentia imporente ante su fuerza. Le sugeri que viniera sola. Durante En otra situacién, bastance diferente, me vi enfrentada a un muchacho trabajo, comprendié cuanto se aferraba a este chico y cuanto lo necesi de 13 afos muy resistente. Cuando lo canoci, habia estado en siete casas para su propia autoestima. A medida que trabajaba para solrarlo y const de acogida y estaba a punto de ser enviado a una unidad para adolescen- propio sentido del yo, conté que su hijo empezé a rondarla como ella tes “incorregibles” de un hospital estata. En aquella época, yo les hacia habia qusrido. A menudo le preguntaba de qué hablaba en la rerapia, nifios con severos trastocnos emocionales que vivian en seguia negindase a asistir a sesiones conmigo. hogares o familias de acogida. Antes de esa dristica medida de traslado ala unidad de adolescentes “incorregibles’, se decidi6 que yo le hiciera La relacion terapia. La asistente social me eons por teléfono los antecedentes del Desde luego, establecer la relacin con el nifo es prerrequisito para cualquier hifi, luego lo teajo a mi oficina y se marché. Entré con una actitud de trabajo. Mi postura no enjuiciadora, no manipuladora, auténtica, por lo “duro” y se plancé en medio de la sala. De pie frente a dl, dij: “Yo sé que construye répidamente esta relacién YorTit. Debo aceprar al nifio tal cual es. probablemente no quieres estar aqui, pero ya que estis, te voy a decir lo ‘que sé de ti, para que me puedas decir sies correcto”. Procedi a contarle Caso N° lo que me habia dicho la asistente social. Depuso un poco su actitud ruda y me corrigié en algunas cosas. Luego, con firmeza, dije: “Jason, signeate”, Se senté en el sof. Le dije que tenia pensado Hevarlo en un. viaje de fantasia y que cuando hubiera terminado, hiciera un dibujo de algo de ese viaje. Por lo general, entrego papel de dos o tres ramafios y crayones, pasteles, marcadores y lipices de colores, y sc los mostré. (Los nips rara ver eligen los crayones). Le pedf que se pusiera cémodo y cetrara los ojos micntras dirigia su viaje de fancasfa. (Yo generalmente cierto los ojos cuando hago esto, y2 que la mayoria de los nifios mantie- Un juzgado me envié una nifia de 14 afios. Estaba en un progt de orientacin para delincuentes juveniles. La atendi unas tres ve antes de darme cuenta que debfa derivarla a otto terapeuta, Jamds mi respondié- nit mité y generalmente permanecia en su asiento rigida y en silencio. Decidi hacer un intento més. Sali a la sala de espera y la Jeyendo una revista, Puede que haya estado haciendo esto mismo en la ctras sesiones, pero en mi apuro por hacerla pasar a mi oficina, jamds presté atencién a lo que hacia, Esta vez me senté a su lado y preguntés uz Oaklander £1 Tesora Escondid nen los ojos abiercos —o sé porque atisbo para ver qué estin haciendo). Jason mantuvo los ojos abiertos al principio y luego se reclind y cerns los ojos mientras yo hablaba. Hice un breve ejercicio de relajaciém, que terminé al toque de un gong chino antes de iniciar la fantasia. Lo Mevé cen un viaje mas o menos largo a través de una pradera, una montaiia y ‘cavernas, hasta una puerta que se abriria a un lugar s6lo de él (ver Ver tanas.a Nuestros Nitios, p. 4). Caando cerminé, Jason, para mi sorpresa (pensé que estaba dur riendo), abrié los ojos y comenzé a dibujar con los marcadores. Tiayi- mos tina sesién asombrosa que describiré mas adelante. Vi a Jason una vezala semana durante cuatro meses y james Fue al hospital, pero si a foro hogar de acogida, a peticion suya, Gracias a esta experiencia aprendi la importancia de recibir al nifio donde se encuentra: él fue “duro” y yo firme. La clave aqui escuvo en com tie lo que sabfa de él, En nuestra dltima sesién, le pregunté qué cosa le impresionado mis de nuestro trabajo. Dijo: “Recuerdo la primera sesi6m. ‘me sermoneaste, como todo el mundo, acerca de ordenarme. Hicimos est tasia y el dibujo y ni una sola vez me dijiste algo sobre lo que yo hacia meterme en Ifos” Es cierto que no me focalizo cn la conducta. La consider sincomay rara vez el joven puede cambiarla conscientemente En la primera sesidn suelo pedile al cliente que dibuje una casa, un tuna persona y cualquier otra cosa que quiera. El nifio entra y se siene i doy ansoso, preguntindose, estoy segura, qué ocurrici. Por lo general a se ha establecido una rclacién como para que se abra, El dibujo Casa Persona (Jolles, 1986) no es dificil, porque la mayoria de los niios dil casas y thoes a muy temprana edad. Diré: “Me gustaria que hicieras tun dibujo que tenga una casa, un drbel, una persona y cualquier otra cos quieras. No te preocupes de hacer un dibujo maravilloso; de hecho, p que no te esmeraras demasiado, porque no tenemos mucho tiempo. C termines, te diré qué me dice sobre ti tu dibujo y ta podrés corregirme’, Para esta actividad dispongo crayones, pasteles y marcadores, pero es {que los chicos de 12 a 16 aos pidan un lépiz.o un mareador negro. Al incluso solicitan una regla, Ahora también coloco todos esos Giles. C nifio termina su dibujo, le digo lo que creo que significa y le pregunte tengo r3zén y en qué me he equivocado. A veces expreso mis propias cocras veces [eo directamente del Manual (Jolles, 1986). Capiculo 5 /"Trabalar con adolescentss Caso NY 3 ‘Observar el progreso del nifio puede ser revelador: Me trajeron un chico de 12 aitos que habfa incendiado su casa. Lee era hijo nico y vivia con su padre. Su madre habia fallecido cuando él ce- nfa 6 afios, En nuestra primera sesiér con su padre, permanecié mudo. Su acto incendiario tenfa desconcertado al padre. Dijo: s¢ porta muy bien —pasa mucho tiempo solo. Yo trabajo muchas horas y en general no tengo que preocuparme de Lee. Bl tinico problema que tenemos es que jamés hace sus deberes o las tareas domésticas que le asigno. Supongo que es flojo”. En nuestro tiempo a solas, le pedi a Lee que dibujara une casa, un arbol y una persona, Hizo una casa grande con ladrillos a un costado. Lucgo tomé un marcador café y empez6 a pintar laboriosamente cada ladrillo, Me di cuenta que jams terminaria el dibujo si seguia haciendo «0, as{ que dije: “Lee, va sé que todos los ladillos son de color café, de modo que haz el resto del dibujo". Cando concluyé, dij: “Este dibujo ime dice algo de ti, pero a veces me equivoco, asi es que tengo que corro- borarlo contigo. En primer lugar, vi zuin afanado estabas en colorear los ladrillos, pero te detuve porque sabia que nunca terminarias. Me pregunto si esto ocutre en tu vida. Quieres hacer las cosas muy bien —te pones metas muy altas—, pero no puedes terminar porque senci- lamnenes es demasiado trabajo? }¥entnees a gene cre qe ces flojo!”. Lee se puso a llorar, {Todo el mundo >iensa que soy flojo! Mi paps, mis profesores. ¥ me esfuerzo canto!", Lloré un rato, pero al final se fue con una sontisa en los labios. Yo sabia que tenfamos que encontrar la raz de su problema: la muerte de su madre, su soledad, las largas jornadas de trabajo de su padre. Sin duda, su acto incendiario habia sido un grito desesperado para que le prescaran atencién, Este es uno de los mejores cjecicios que he usado para iniciar una relacién, para llegar a conocer a un nifio y para que él se sienta escuchado. Los nis necesican desesperadamente que alguien los escuche, valide y apoye en un lugar seguro y no amenazanre. Cuando hago esto en la primera sesibn, nunca profundizo mas en lo que se presenta. He realizado este ejercicio con nitios de 6 anos en adelante, pero encuentro que los adolescentes responden especial- sence bien. Una chica de 16 afios bastante resiscente cambié totalmente su 4 Oaklander fl Tesora Eien actitud son respecto a venir a las sesiones, tanto asi que me preguntd sac su madre y su hermana podian hacer el ejercicio en la siguiente sesién! Contacto Analicéel contacto en un capitulo anterior. Para que una sesibn sea prodi tiva, el nifo, y el terapeuta, deben estar en contacto, plenamente present El contacto es distinto a la relaci6n. Yo puedo tener una relacién con un ni al cual le cuesta mantener cualquier contacto, o gue entra y sale del cont durante la sesién. Si un nifio muestra incapacidad para estar en contacto, tonces esto se converte en el foco de la terapia. A continuacién, ejemplos establecimiento de contacto. Ejemplo Ned Una made me llama para decirme que su hijo de 14 afs la persiguid con un cuchillo la noche anterior y la tiene may asustada. Acepto aten= dlerlsy no sécon qué me voy a encontrar. Salgo alasala de espera y ma “dre hijo se ponen de pie, EI muchacho tiene una enorme serpiente viva fenzollada en su cuerpo. Estoy asustada y antes de decir nada, la Se presenta luego me presenta a su hij. Este, con una amplia sons mcofrece sostener ala serpiente. Rechazo su ofrecimiento, diciendo q to sé sujetar serpiences, (Supongo que no es venenosa). Me dice que faclly a coloca en mis brazos. Me asegura que es amistosa y le gusta que le acaricien la cabeza, lo cual hago muy caurelosamente. Eseé compl doy me felicia por mi estilo para sujetar serpientes. (Estoy tembl: pot dentro y trato de no demostrarlo). Me impeesiona la habilidad Jokn para hacer contacto conmigo. Durante el tiempo que pasa juetos, descubro que sélo puede mantener contacto cuando involucra sus seepientes. (En sesiones posteiores, trae muchas culebras) No conversa de ninguna otra cosa que no sean sus serpientes. Ant sun Cémo esti”, responde con absoluto silencio. No le interes dl jars nila arilla,ni los juegos, ni nada de mi ofcina, ass que pass macho tiempo con sus culebras. En una sesién, mientras essabamos tl elo haciendo carreras con ellas,comencé a hablarle a la serpiente John, Dije algo como: “Oye, culebra, te gusta echar carreras con ‘alebra?”, John respondié por ella. De esta manera proyectiva, fue dleexpresar muchos pensamientos, ides y, especialmente, sencimien LLuego de varios meses, pudo meter a sus serpientes (que siempre Capitulo 5 / Tabajar com adolercenees ng, consigo) en un balde de arena y ocupar otras técnicas expresivas. Due rante el iio y medio que estuvimos trabajando, jamés volvi6 a perseguir su madee con un cuchillo. Ejemplo Ne 2 ‘Vino una familia con una muchache muy resistente de 16 afios. Hizo comentarios hostles durante coda la sesién y se neg6 a hacer contacto conmigo w otra persona. Gran parte del tiempo estuvo mirando el sue- lo, Su padee me conté que ela les hab'a advertido que no abriria a boca, pero, a pesar suyo, sf hablé, aunque de mala manera. Sus observaciones hosiles eran muy perspicaces y le dije que la familia en realidad no me necesitaba; ellos necesitaban escuchaila ella, ya que era can buena para evaluar correctamente la dindmica de este sistema familiar. Los padres cenmudecieron, con Io que de inmediato se establecié el contacto entre la chica y yo. En todo caso, mis comentarios eran totalmente sinceros Ejemplo Ne 3 Una madre desesperada me trajo a su hija. La nifia se habia unido a una secta de Testigas de Jchova y estaba obsesionada con sumar a su madre. La chica estaba enojada y sentia que habia venido contra su voluntad. Le dja la madre que nos dejaraasolas ye pe a anita que me habara de as ee eee at ey fendi nibigune tateneda de rar al grupo, pero no sabia nada de a organizacin y queria aprender. ‘Accedié y empez6 a contarme todas ls historias de como la eae y Jo que habia aprendido. Le hice muchas preguncas sobre el grupo que ella respondié de inmediato, aunque se dic cuenta que no sabia muchas cosas Hablé de su necesidad de ingreser a'este grupo y de ls casas buenas que le brindaba, Lo que mas le preocupaba era el fururo de su madre después de la muerte, pero dijo que ella no a escuchaba. El contacto entre nosotras fue excelent, lo que reforaé mi idea de que, para lograr el contacto, el rerapeuta debe ser ronesto, coherente y resperuoso de la postura del cliene y, sobre codo, comencar desde sus intereses. Qué pas6 des- pués? La madre aprendié a escuchar con aceptacién y, luego de varios meses, la hija abandoné el grupo por su propia voluntad. La nifia aprendis de si misma en nuescras sesiones y se convirrié mas en su. propia persona, i 16 aklander / £1 Tesoro Eicon Ejemplo Ne4 Un juzgado me envié un muchacho de 15 aiios como parte de un pro- gramea de orientacin para jévenes que han delinguido por primera vez. Jack habia llamado a su escuela diciendo que habia una bomba y se ddedicé a observar mientras toda la escuela era evacuada. Incapaz de ‘contenerse, le empezd a contar a otros nifios que él era el eausante de la evacaaci6n. EI director se enter6 y llamé a la policia, Jack estaba muy asustado cuando me vino a ver y queria complacerme lo més posible. Me di cuenta que me sentia muy incémoda con ruestras sesiones, aun {que al comienzo no le hice caso a mi molestia. Sin embargo, como la incomodidad persistia, me dispuse a descubrir qué estaba ocurriendo, De oronto se me ocurrié que Jack no estaba realmente en contacto conmigo en nuestras sesiones, aunque lo parccia. En la siguiente sesion hos sentamos frente a frente ¢ hicimos nuestso pequefio rituals “Hola, Jack. ;Cémo esti", “Muy bien”. “Hay algo que quieras hacer o habla hoy!” "No, Lo que ei digas”. Entonces, en lugar de mi habitual “ ro, hagamos..", me quedé pensando en cuil deberia ser mi proxi paso. Jack dijor “Bueno, qué quieres que hage hoy?", Respondi: “Ne sé. Fala algo y no sé qué es”. Jack se puso muy nervioso y se angustié “Pero si estoy haciendo todo lo que me pies”, concestd, casi gran “Losé, Has sido muy cooperador. Peco igual falta algo”. De pronto s qué era. “No has puesto el corazén en esto’. Se quedé atSnito y emp a llorar, “No sé hacer eso". Dije: “Sigamos adelante y hagamos algo quixds ocurta ahora. O podrias contarme qué opinas de estar qu y sientes. Yo sé que debes estar asustado y preocupado, aun cuando si pre actias como si todo estuviera fenomenal. {Qué te gustaria hact No quiero hablar. ;Podemos usar arcillz”. ¥ asi lo hicimos. N contacto fue fuerte y, a través dela arcilla, se expresaron muchos de senrimicntos. Esta experiencia me enscéé a confiar en mis propios sentimientos y saciones fisicas. La incomodidad en mi cuerpo fue una clave importa traté de ignorar, Sin embargo, persistis hasta que le presté arencién. Fortalecer el yo y la expresién emocional La principal tatea de desarrollo del adolescente es separarse ¢ indivi ‘Como se analizé antes, esta hucha fundamental es causante de muchas Capitula 5 / Trabajar com adolescentes a7 siones en la familia, Cuando atiendo a un adolescente, sé que part sé que parte importante cde mi trabajo ¢s ayudarlo, Muchos adoleseentes hablan de inmediato sobre sus hermanos, amigos, la escuela o la disfuncién de su familia. Rara vez son in- trospectivos o estén conscientes de si misraos. Deben destinar tiempo a hablar acerca de estas cosas que les interesan y necesican ayuda para llegar a un nivel ‘mas profundo. Adquirir mayor conciencia es clave para construir el autoapoyo y definir el yo. Cuando el adolescente tiene mas fortaleza interna, la ee cién resulta mas natural. El trabajo en uno mismo también suele estimular ‘a expresién emocional. Hay muchas técnicas proyectivas que fomentan este ‘rabajo, A continuacién, algunos ejemplos. Eldibujo del rosal Le pido al joven que cierre los ojos e imagine que es un rosal o cualquier ar- busto con flores que llamaremos rosal. Lo instigo bastante, por ejemplo: “Eres alto 0 bajo? :Estas lleno o escuélido? {Pienes espinas? Flores? Si es asi, de qué coloe? {Tienes raices? ;Dénde estis? Puedes estar en cualquier parte: en medio del océano, en la luna, en un patio. Hay otras arbustos 0 drboles cerca de tis animales, péjaros, una cerca? Quién te cuida?”. Luego le pido que dibuje su rosal y cualquier otra cosa que esté en la imagen. Cuando el dibujo esti ter- rminado, le pido que me hable de su rosal y anoto las respuestas. Puedo hacer picguntas para generar respuestas. Luego vuelvo atris y leo cada respuesta. “isto ce calza de alguna manera? ;O te recuerda algo de tu vida2”, ™ He hecho cientos de rosales con nifos y encuentro que los adolescentes responden especialmente bien. Un muchacho de 17 afios reconocié que queria ‘mori como la rosa que habia caido al suelo, (Dijo que no cenia idea que la rosa ‘que dibujé representaba su deseo de muerte. A los adolescentes les guscan los tests proyectivos. Jamas los uso para diag- nosticar 0 interprecar, pero siempre le pregunto al chico siesté de acuerdo con los posiblessignificados que aparecen en los manuales de los tests. Leo cada oracidn, ame detengo y pregunto: “Esto tiene sentido para t?”. He usado el Test de Aper cepcién ‘Temévica (Murray, 1943), que comprende una serie de ldminas muy antiguas en blanco y negro, para generar historias. Anoto la historia a medida que vamos viendo las tarjetas. La imagen de un nitio mirando un violin tendré diversas respuestas: "Debiera estar practicando, pero le carga y ojala no tuviera que hacerlo, “Esto re recuerda algo acerca de ti”. “Bueno, hay muchas cosas que ckebo hacer y que detesto hacerlas, pero estoy obligado”. Puedo quedarme con tsta respuesta por un tiempo para profundizas, o pasar a la tarjeta siguiente, 8 Oaklander/ Et Tesoro cond ‘Otros tests que he usado son el Test de las Manos (Wagner, 1969), la Lis de Verificacidn de Experiencias Probleméticas, Versién para Adolescentes ( vverton, 1991), y el Test de los Colores de Luscher (Lischer, 1971). Sea vuelto muy popular usar un libro de tipo astrolégico como Los Si del Zodiaco y su Cardcter (Goodman, 1971). Puedo leer una oracién corresp diente a su fecha de nacimiento y determinar con el chico qué importat tiene para él Arcilla La arcillaes muy popular. A los adolescentes les gusta que se les proponga jercicio espectfico: { Haz algo con los ojos cerrados (para ejemplos, ver Ventanas a Nuestros Nios). © Hazte a ti mismo como si fueras débil y como si fueras fuerte (Haz una imagen de ti mismo. Una joven que habia sido violada y no queria hablar de ello, se hizo cintura para arsiba sin darse cuenta de la implicancia de hacer su esta esta manera. Se sorprendié tanto que comen76 a hablar de su violacién, Ejercici con juguetes Le puedo pedir a un nifio que elija un juguece de la repisa 0 algiin obj la salay que luego hable como ese juguete. Una chica de 13 afios invents variaciin, sugiriendo que yo también escogiera uno y que hiego cada una giera para la otra. Es asombroso constatar cuénto de nosotros mismos sale luz mediante este ejrcicio proyectivo. Se me solicité vsitar a un grupo de chicos que estaban en la unidad de lescentes “incorregibles” de un hospital estatal. Llevé una bolsa con elt juguetes que se usan en la bandeja de arena. Los diez muchachos estaban inguictos, moviéndase por la sala y gritindose entre sf y a su terapeuta, rucgos para hacer silencio ignoraban. Cuando vac los juguetes al medio. habieacién, de inmediato se acercaron a observarlos. Les pedi que hice circulo y escogieran un juguete para un ejercicio que realizariamos. Lo ron felices y con gran estrépito, Luego hice una demostracién con un “Soy un camién tolva, Ando recogiendo la basura dela gente y después la a2.un basural, etc. ;Ah! Tiene mucho que ver conmigo, creo. La gente me Capitulo 5 J Teabajar con adolessences 119 ta sus problemas y de alguna forma nos deshacemos de ellos”, Los muchachos fueron respetuosos y permanecieron callados mientras hablaba. Enseguida pedf un voluntario, quien escogié una gran serpiente y dijo: “Soy una serpicn- te, La gente me tiene miedo. No les haré dafo, pero cfeen que si y huyen de mi gritando”. Cuando le preguetés algo decso Ie calzaba dijo que no. Los demas cempezaton a gritars “Si, le calza! ;Asustasa la gente porque eres tan grande y negro!”, “Pera jamds le haria dafio a nadie!” dijo. Los otzos chicos escuvieron de acuerdo en que efectivamente era ast. Cada muchacho tomé su turno en una atmésfera amistosa y alegre. Fl terapeuta me conté que no habia hecho ningtin cjercicio con este grupo porque pensé que jamés funcionaria, Estaba ‘muy asombradbo y les prometié a los chicos més actividades como ésta. Esto me hace recordar una experienca que tuve en otro hospital para nifios con enfermedades mentales, pero no incluia juguetes. Se me pidié reunirme con un grupo mixro de adolescentes, para darle algunas ideas a su terapeuta, Era un grupo bastante grande: unos 20 chicos. Reparet papel y crayones y les pedi que se dibujaran como personas débiles y como personas furtes, siempre tusando colores, lineas y formas. La mitad del grupo se negé a participar y se retit6. Los demés trabajaron diligentemence; cuando terminaron, le pedi a un voluntario que hablara de su dibujo con-nigo. Jill, de 16 afi, se senté al lado mio y desctibié las partes de su dibujo, dando detalles de cuando se sentia Abily cuando se senrfa fuerte, Esto lo procesamos un poco y luego le ped al grupo que formaran parejas para compartir sus dibujos. Mientras hacfan esto, Jos jévenes que habian abandonado la sala fueron regresando poco a poco y escuchaban a escondidas las conversaciones. Cuando me estaba yendo, vatios ‘me preguntaron si vendria otra vez ya que no habian hecho el dibujo y ahora sstaban arrepentidos, Theres A los adolescentes les fascinan los titeres. No son s6lo para nifios chicos. El problema es que al adolescente le avergtienza demostrar interés en los titeres, de ‘modo que hay que introducirlos subrepticiamente, aunque hay excepciones a la regla. Un chico de 15 afios leg asu sesién y se fjé en un titere tortuga que ha- bia en Ta mesa de centro. Lo agart6 y sos'uvo mientras hablabamos de su vida De pronto yo tomé otto ritere de un canasto y empecé a hablatle a la tortuga Oye, tortuga, zque tienes en la espalda? Es mi casa. Por qué la llevas en la espalda? = UU 120 Oaklander £1 Tesoro Excondide Cuando me canso, me meto ahi, También cuando tengo miedo, para {que nadie me vea. (Pausa) ¥ también puedo usarla para pegarle a alguien cuando lo necesito (dndome un suave pufietazo con su mano dentro de la tortuga). Seguimos asi durante un buen rato, Cada vez que el muchacho venia a I ‘oficina, buscaba este ttere. *igDénde est mi tortugai!”, decia, metiendo mano dentro de ella por el resto de la sesion, Definitivamente era més locu y comunicativo siendo su tortuga. Los adolescences gozan haciendo funciones de titeres, especialmente grapos. El grupo se divide en parejas y escogen una tarjeta de un montén ‘que he escrito temas relacionados, por ejemplo, con asuntos que atorment 4 ks adolescentes, como imagen corporal, presién de pares, soledad, sents rechazado y excluido, sentirse diferente, etc. Los estimulo a exagerar los per rgjes, lo que inevitablemente provoca muchas risas. Video Un dia Ilevé una cémata de video, pensando que podria grabar algunas nes. Pero los chicos inmediatamente decidieron usarla, de modo que se virtié en una excelente herramienta terapéutica. A los adolescentes les ent inventar los guiones. El padre de Chatlie lo trajo a mi oficina porque lo habjan soxpret robando en la casa de un vecino. Este chico de 15 afios habia tenido una traumética: estuvo en un refugio durante 6 meses mientras stu madre bi ca decidta si queria quedarse con él (el padre era desconocido); Fue ado por una pareja con la esperanza de que un hijo salvaria su matrimonio hizo); su padre adoptivo se mudé a otro estado y se volvié a casar; al stu madre uvo cada vez. mas problemas para controlatlo; fuc cnviado a la de su padre y su madrastra no estaba contenta de que este nifo viviera ellos, Durante nuestra sesién con sus padres, Charlie estuvo retraido y ‘Cuando lo via solas, mostrd un poco mas de energia y estuvo dispuesto cer un dibujo Casa-Arbol-Persona, pero no a decir mucho més. Todo ‘cuando llevé la cémara de video. Chaslieresucit6. El primer guidn que! y dirigié incluia una sesién de terapia donde él era el serapeuta y yo, la pa te. La cdmara estaba en un tripode. Como paciente, yo era huraia y Como terapeuta, él me sermoneaba. Vimos nuestra escena cn el hos reimos a carcajadas. Le pregunté a Charlie si querta que lo ser Capitulo 5 / Trbajar com adolescentes sat ‘nuestras sesiones, Admitié que hacfa cosas malas, pero no sabia qué hacer. Le cxpliqué que estaba reaccionando como un nifio chico, el nif chico que era, desesperado por recibir amor y llamar la atencién, y basicamente satisfacer sus necesidades. Le expliqueé el tipo de trabajo que yo harfa para ayudarlo a sentitse mejor consigo mismo y més feliz en su vida. Estaba ansioso por empe- zat, Trabajar con Charlie fue una de las experiencias més gratificantes que he tenido en mi vida profesional, (Entre ls técnicas proyectivas que le presenté, la camara de video siguid siendo una de las favoritas). Una nia de 13 aftos respondié a la cémara més que ante cualquier otra herramienta. Esctibi una lista de preguntas en tarjetas le dije que tbamos a hacer un “programa de entrevistas’: yo seria la anfitriona y ella, la invitada. La presemté al “pablico” mientras ella ria nerviosa,y luego comencé a lee las tarjetas y hacer las preguntas. Fue extremadamente receptiva y amable cn sus respucstas. Empecé con preguntas simoles: ":Que edad tienes? En qué curso estis?", y luego, al avanzar en las tarjeta, nos Fuimos a lugates més profundos *Podrias decienos algunas palabras acerca de cémo te afecta el divorcio de tus padres?”. Miramos el “programa” en el monitor y volvimos a refrnos tanto que apenas se escuchaba lo que deciamos. La bandeja de arena Un dia recibf una llamada de un joven de 21 aos que habia sido mi cliente a los 15. Tenia problemas con su novia y pensé que tal vea yo podria ayudarlos. ‘Cuando eneré a mi oficina, se drigié inmediatamente a las bandcjas de arena ye explicé a su novia cémo funcionaban y le describié algunas de las bandejas ‘que habia hecho. ;Quedé boquiabierta! Recordaba que era un muchacho extre- madamente “resistence” ¥ no habia pascdo gran cosa y que jamais dijo mucho. Me miré y dijo: “Me encantaba hacer esas bandejas. ;Me ayudaste tanto!”. ‘Allos adolescentes, de todas las edades, les gustan muchisimo las bandejas deatena, Les fascinan las miniaturas. Cuando se les pide que hagan una esce- na, cualquiera, las chicas suelen crear un lugar idilico y pacifico. Los mucha- ‘hos usan autos y motos o monstruos. Después de un rato, doy instrucciones ‘specificas: haz un lugar seguro en una bandeja y uno inseguro en la otra; haz luna escena que represeate el divorcio er la familia; haz una escena de cémo te sentirias en discintas situaciones, etc. Cuando se le pidi6 a Eric, de 15 afos, hacer una escena del divorcio en su familia, se puso 2 trabajar répidamence. Instalé dos figuras, un hombre yuna mujer, en cada extremo de la bandeja. Lucgo colocé unas bolitas de

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