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Conflicto violento
en Colombia:
una perspectiva
de largo plazo
Fernan E, Gonzalez
erin E. Gonzilez a rabsjado durante
232 aos cen inp como investigador
-sobrela historia polit de Colombia, a
reacon entre iglesia y Estado, yel tas:
fondo de a vclnca recente. Astor de
iversoslibrosy atcales. scant al
doctorado por la Universidad de Berkey
Califor, y ensefia en uriversdades en
Colombia yen el extranero.
ue
Familias desplacadas en Pavarands, Urabs
| conflicto colombiano es sobrecogedor por su com-
Plejdad yelimpacto devastador queha tenido sobre la
poblacién civil. Entre 1990 y 2000, hubo 26.985 ase-
sinatos de civiles relacionados con el contlicto armado mien:
{tas que so1o 12.887 muertos en acciones beéiicas. €| numero
{general de homicidios es mucho més ato: 9.087 homicidios
anualesen 1983 aumentando a 28,284 en 1993, aunqueesta
fendencia ha descendido levemente en los titimos afios. En
}995 hubo 92 homicdios por cada 100.000 habitantes, a
tase més alta del mundo,
Esta situacion se refleja en una expansion creciente de los
‘municipios afectados por acciones bélicas: entre 1990 y
2002, se pasa de 227 municipios afectados a 498, mien-
tras que las acciones contra la poblacién civil aumentan de
172.2436. Este aumento produce entre un mrillén y medio
y dos millones de personas desplazadas entre 1985 y 2003,
‘compusstos en su mayoria por madres cabeza de hogar,
ninosy ancianos. Ademis, esta expansion implica un cam-
bio de percepcién de a poblacién sobre el conflicto arma
do, que era consideradbo inicialmente como algo lejano de
la vida cotidiana y ahora como algo que incide cada vez
més en sus vidas.
En el conflicto colombiano los actos violentos no giran en
tornoa una sola polarizacién, claramente definida, en torno
{3 un @je especifico de conflictos (econémico, étnico, etc.)
sino que sus contradicciones se producen en torno a varias
dindmicas y @ procesos historicos diferentes, que se reflejan
‘2nidentidades ms cambiantes y producen cambios frecuen.
tes en el control de los teritorios.
Debido a esta complejidad la sociedad colombiana no ha
logrado un consenso sobre la naturaleza y los origenes
dl conflicto armado. Este es uno de los obstaculos para
la posibilidad de encontrar una solucién negociada, yo
ue los desacuerdos terminan por volverse parte de las.
divergencias en las explicaciones sobre la violencia, que
oscilan entre aquellas que privilegian los aspectos objeti-
vos, de tipo estructural, como la exclusion politica y la
esigualdad socicecondmica, y as que se centran en las
motivaciones y opciones yoluntarias de actores particula-
res. Este desacuerdo refleja a heterogeneidad misma de
la sociedad colombiane.
Para responder a estos problemas, este articuo intenta ex-
plicar las causas del conflicto relacionando la evolucién re-
Cente del conflcto armado y de la gica de sus actores ala
luz de una mirada de larga y mediana duracion,
Antecedentes historicos
del conflicto actual
Dos fenémenos histéricos son fundamentales para en-
tender el conflicto: primero, el fendmeno de la coloni-
zacién campesina de zonas periféricas, que ha constituido, a lo largo de la historia colombiena, Ia salida a
las tensiones de una estructura de la propiedad rural
muy concentiada, diferencia de otros palses de Amé-
rica Latina, Colombia no logré llevar a cabo una refor-
ma agraria que redistribuyera la propiedad de a tierra
sino que produjo una expulsién continua de campesi
‘nos pobres hacia zonas de frontera selvatica, donde era
minima le presencia de las instituciones reguladoras del
Estado central y poca la relaci6n con el conjunto de la
sociedad y la economia nacionales. En segundo lugar, a
este proceso corresponde, en términos politicos, un pro
eso gradual de construccién del Estado, cuya incorpo-
racién paulatina de tertitorios y poblaciones se tradujo
fen una presencia ciferenciada del Estado en las regiones
segiin las circunstancias de tiempo y lugar.
‘Ambos procesos tienen su origen en a historia del
poblamiento del pats desde los tiempos coloniales hasta
nuestros dias. Desde principios del siglo XVill os terito-
rios més aislados e inaccesibies se fueron poblando por
‘grupos marginales (como los blancos pobres, mestizos,
rnegros y mulatos). En esas zonas de colonizacicn periferica,
la organizacién de la convivencia social queda abandone-
‘daa libre juego delas personasy grupos sociales yel Esta-
do carece de! pleno monopolio de la justcie y coercién
legittma, Ademas, incluso en los teritorios mas integrados,
al dominio del Estedo, la presencia de las instituciones es-
tatales era diferenciada o dual porque su control se ejercla
a través de las elites locales y por lo tanto dependia de
estas estructuras locales de poder. La combinacién de este
poblamiento con esta dependencia de los podetes locales
hizo muy conflictivos los procesos de integracion de los
tertitorios recién poblados al conjunto de la nacién.
Entre el final del dominio espaol yla consolidacién de la
Colombia de hoy, e profundizaron muchos de los proble-
mas de la estructura agraria y de la organizacién politica
‘que provenian de la colonia espafola. Las disputas entre
los partidos Liberal y Conservador llnaron la vida politica
durante al siglo XXX [a primera mitad del XX. Esas dispu-
tas graban en tomo al alcance y ritmo de los procesos de
modernizacién econémico y socal y al papal de la iglesia
cat6lica, Frecuentemente, estos enfrentamientos partida
rios servian de canales de expresi6n de conflctos de caréc-
term social, como problemas de tierra, rvalidades entre
regionesy poblaciones, conflicts raciaes yenfrentarienios
entre familias y grupos de ella.
£505 conflicos prolongaban la estructura dual del poder
colonial: al lado de insttuciones polticas de cardcter for
malmente democrético y moderno operaban ios partidos
tradicionales como dos federaciones contrapuestas pero
complementarias de redes locales y regionales de poder,
de cardcter clientelsta. £sas dos federaciones servian de
Confcto wolento en Colombia una pespectvadelago azo | 17.puente entre las autoridades estatales del centro y las
realidades locales y regionales. Por esto, la presencia de
instituciones estatales en la sociedad y el territorio co-
lombiano ha sido altamente diferenciada en el espacio,
el tiempo y en su relacién con las diferentes regiones: en
las regiones mas integradas, la presencia del Estado es
mas directa y en otras, esa presencia aparece mediada
por los poderes locales de corte clentelista. En zonas de
colonizacién periférica la presencia del Estado se haria
posible solo cuando se concentrara la propiedad de la
Fiera y se produjara una cierta jerarquizacion social, como
base pare la creacién de poderes locales y regionales que
se articulaban a las redes nacionales de los dos partidos
ttadicionales y las instituciones del Estado.
Por esto, los fendmenos violentos seran muy diferencia-
dos segin la diferente consolidacién de las instituciones
estatales en las diversas coyunturas locales. Una ser la
violencia que confronta el dominio directo del Estado
en las regiones més integradas, muy distinta de aquellas,
donde este dominio debe ser negociado con las estruc-
turas locales de poder. ¥ otra es la violencia en las zonas,
donde no se han consolidado todavia los mecanismos,
‘radicionales de regulacién social, o donde estos meco-
nismos estan haciendo crisis: al no hay un actor clara~
mente hegemSnico sino una lucha por el control teri-
torial donde el predominio de unos actores u otros va
cambjando segun la coyuntura
La Violencia y el Frente Nacional
En los afi treinta, el Partido Liberal emprende reformas
sociales, econémicas y pliticas de tipo modernizante que
produjeron un ambiente de polarizacion que preparé el
camino a la Violencia de los afies cincuenta. Episodios
regionales de violencia entee liberates y conservadores se
sgeneralizan por todo el pais con el asesinato, en 1948,
{el lider liberal Gaitan, lider popular y aspirante a la pre-
sidencia, La reacciin popular del 9 de abril en Bogoté, el
famoso “Bogotaz0", y en otras regiones del pais, produjo
el contraataque conservador. En respuesta grupos libera-
les y comunistasruraloscrearon guerrillas de autodefensa
Campesina a las que los sectores conservadores comba-
tieron con grupos de contraguerila y bandas de asesi-
‘nos Seestima que hubo aproximadamente 200.000 muer-
tos entre 1946 y 1953.
En 1953 lleg@ al poder el general Gustavo Rojas Pilla, el
tinico periodo de régimen militar que experimenté Co-
ombia durante el siglo XX. E! gobierno de Rojas Finilla
intenté en vano la pacificaci6n del pats por medio de la
amnistia de los guerrilleros liberales, pero su
anticomunismo lo lev a enfrentarse con las guerrillas
produciendo una nueva generalizacién de violencia. Los
intentos de Rojas de consolidarse en el poder y marginar
a los partidos tradicionales,llevaron a éstos a urirse para
errocerio en 1957
El cardcter local dela violencia demostié la fragmentacion
‘ocutta debajo de las redes de poder de los dos partidos
‘radicioneles que compensaban la debilidad del Estado, lo
mismo que el predominio de estructuras locales de poder.
‘Ademds, enfrentamientos entre guertillasliberalesy comu-
nistas contribuyen a una mayor fragmentacién de campe-
sinado, que termina atomizado. Sin embargo, la violencia
fortalecié los partidos tradicionales como identidades co-
lectivas porque la pertenencia a ellos era la Gnica explica-
«ién que deba sentido ale violencia,
La necesidad de poner fin al conficto ala dictactra mil-
tar llevé a la creacién del acuerdo entre los dos partides
conocido como el Frente Nacional. Durante 16 afos, ibe-
rales y conservadores se turnaron le presidenciay se repar-
tieron los cargos del poder estatal. Aunque este régimen