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MEMORIA Museo NACIONAL DE ARTE 0 i ram ese ete as | eae ee Now. 2 PRIMAVERA. Verano 1990 INBA Briss anes FUENTES Y DOCUMENTOS FUENTES PARA UNA HISTORIA SOCIAL DEL “ARTE POPULAR” MEXICANO: 1920-1950 KAREN CORDERO REIMAN on el propésito de aportar nue- vos elementos para el andlisis de la va- loracién estética del llamado arte po- pular, Karen Cordero presenta tres fuentes documentales de los treintas y cuarentas. En la primera se expone la necesidad de reorganizar el Museo de Arte Popular y, ademas, dos textos inéditos del Dr. Atl que constituyen un valioso testimonio para la historiogra- fia de nuestro arte verndculo. MEMORIA 1 (tras partes de la coleceiGn se exhiben en Guadala- Jara y en diversas ciudades a través del Programa Cultural de las Frooteras, 2 ‘Nome ecuparé aqude la definicin de este termina problemitico y ambiguo: el ‘arte popular leu ha sido cbjeto de malkipls dscusiones por inmume- ‘bles autores. Lo empleo aqui entre comillas pre ‘samente para sefalar la ambighedad que ha adquiti- do a través de su uilizaci6n en discursos vorindos. Proponge, a través de una historia social de este fen6meno, aclarar estos discusos y su contexto histérico en vez de formula tra definicin categs- 3 ‘Véase la oja de sala que x elaboré para acompatiar este nuevo guién museogréfica: Karen Cordero Reiman “Del Mercado al Museo: La valomicine¢- titica del Ante Popular, 1910-1950", en Museo Nacional de Arte: Salas dea Coleccin Permanente, siglos XVII al XX. México, Museo Nacional de ‘Ante INBA, 1989. ‘Vease, por ejemplo, Gobi Stromber. El Juego del coyote: Plateria y Arte en Taxco. México, Fondo de Cultura Bcontmica, 1984 y Catharine Good Eshelman. Haciendo la lucha: Arte y comercio rnahuar de Guerrero. México, Fondo de Cultura Econémica, 1988. Una parte de la coleccién de arte popular ‘‘Roberto Montenegro”’, pertencciente al Instituto Nacio- nal de Bellas Artes se integré al acervo del Museo Nacional de Arte desde su fundacién en 1982.! Sin embargo, la presencia del llamado ‘“‘arte popular’? en el contexto de un Museo que se de- dica principalmentea la preserva- cién, estudio, y difusién del arte del sector hegeménico, ha sido cuestionada en diversos momen- tos. De hecho, la sala que origi- nalmente se asigné al arte popular fue clausurada durante varios aiios, y s6lo se volvicrona incluir estas manifestaciones en la exhi- bicién permanente del MUNAL, cuando se revis6 el gui6n corres- pondiente al arte del siglo XX, y se modificé la muscografia del primer piso, en 1988. En aquella ocasién, se decidi6 presentar los objetos de la colec- cién “Montenegro” como indi- cadores del cambio en su valora- cién estética en los afios de la Revolucién y postrevolucién, y resaltar la importante incidencia que tuvo este proceso para el arte hegemsnico entre 1915 y 19502 En este sentido, se presenta una visién diferente dela que pre- domina en la mayoria de los museos de “‘arte popular’? y en los principales libros sobre el tema. Estos tienden a abordar su objeto de estudio desde una pers- pectiva ahist6rica, categorizando la produccién artesanal por técni- cas y regiones para dejar de lado las variantes y cambios de su proceso de produccién y caracte- risticas formales. Asf, refuerzan el mito de una artesanfa estatica y anacr6nica. Sin embargo, la valoracién es- tética de lo que antes se denomi- naban ‘‘industrias manuales” 0 “industrias étnicas”’, su incorpo- raci6n dentro del concepto post- revolucionario de la cultura na- cional, y su correspondiente re- funcionalizacién, aceleraron procesos de cambio propios de chas manifestaciones. Por raz6n, se considera que la hi del “‘arte popular” en el siglo: ‘en México no puede desligarse 1a historia intelectual, econémi y social (al igual que la hist del “‘arte culto’’, desde luego), que de hecho se integra a mismos procesos hist6ricos. Para hacer la historia de la tura visual del siglo XX en. 0, por lo tanto, es preciso exar nar la ideas de los intelectuales artistas sobre la cultura materi de los sectores populares, y politicas culturales respecto estas manifestaciones, asf cor la respuesta del sector popular a las ideas y polfticas mencionadas, en su organizaci6n social, pro- duccién plistica, e identidad cultural. El registro y estudio sistemati- co de esta interaccién dindmica esti por realizarse aunque existen algunos estudios de casos especi- ficos que contribuyen a este obje- tivo. Los documentos que ahora se presentan, podrén aportar nue- vos elementos para la reconstruc- ci6n y andlisis de esta historia, en lo que se refiere a los afios entre 1920 y 1950. Se trata de seis car tas del expediente del Museo de Arte Popular que se instalé en el Palacio de Bellas Artes en 1934y dos textos inéditos del Dr. Atl: Historia del Comité Nacional de las Artes Populares y la tercera versidn del libro Las Artes Popu- lares en México, fechado en 1940 (las dos versiones anteriores son de los veintes). El expediente del Museo de Arte Popular forma parte del Archivo Histérico del Instituto Nacional de Bellas Artes, y se encuentra hoy en dfa en el Centro Nacional de Investigacién, Docu- mentaci6n e Informacién de Ar- tes Plasticas del INBA. El acervo original del Museo de Arte Popu- larreunido por Roberto Montene- 10, se exhibi6 en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes hasta 1940, cuando se cambié a la sala oriente del primer piso del mismo edificio. Posteriormente, se retiré y se almacen6 en los stanos del Palacio hasta que, en 1955, se trasladé a un viejo edificio de La Ciudadela. Es esta coleccién -con las adiciones y pérdidas que ha sufrido a lo largo de los afios- la queconstituye el acervo ‘‘Rober- to Montenegro” del INBA, de la cual se exhibe una seleccién en el Museo Nacional de Arte. El nombre de la coleccién, aparte de reconocer al hombre que conformé su nticleo original, esunhomenajeal pintory promo- tor cultural, quien fue un actor significativo en la revalorizacién estética de las manifestaciones plasticas populares en la época Pprerevolucionaria. Escribié li- bros sobre mascaras (1926) y re- tablos (1959), y participé como pintor en la creacién de un arte nacional que integraba las carac- terfsticas de productos artesana- les con elementos estilisticos de las vanguardias artisticas. El estudio del expediente del Museo de Arte Popular permite ampliar la documentaci6n de la exposicién permanente del Mu- sco Nacional de Arte, ya que contiene un catilogo parcial del Museo de Arte Popular y malti- ples oficios relativos a adquisi- ciones de] Museo, sus programas de investigacién y difusién y asuntos administrativos. Adn més significativo, sin embargo, ¢s la informaci6n que proporcio- na respecto a las ideas sobre la exhibicién de las artes populares y sobre las funciones que debia cumplir un museo dedicado a estas manifestaciones. Fechadas entre 1935 y 1945, las cartas que reproducimos dan testimonio de las diversas pro- puestas de los directores del FUENTES Y DOCUMENTOS Museo, respecto a la relacién del arte popular con la cultura nacio- nal. Dejan entrever los variados criterios sobre la definicién de las artes populares. En una carta de 1935, por ejemplo, Manuel R. Calder6n sustenta que ‘de los ‘objetos ahi expuestos no todos pertenecen © las artes populares, siendo algunos completamente ajenos a este Museo’. Asimis- mo, se puede apreciar en estos documentos cémo la utilizacién del arte popular en las estrategias de integracién cultural y estética delas clases populares, se unirfaa ‘su manejo como instrumento de integracién econémica. Se plan- tea que el Musco debe identificar y promover a los productores de los objetos, convirtiéndose en una cooperativa de fabricantes, y que debe ser un érgano de ‘‘con- trol de calidad”’ y ‘‘autentifica- cién’”” en el proceso de exporta- ci6n de las artesanfas. Finalmente, es posible advertir a través de las repetidas quejas presentadas por los sucesivos rectores, la gradual pérdida de i tereses en el Museo de parte de instancias oficiales, conforme van avanzando los aiios cuarenta. De formar parte de un programa general de integracién cultural y econémica en la época vasconce- lista, la promocién de lasartes po- pulares se convierte en una lucha quijotesca, que no puede abatir el virtual desmembramiento del Museo hacia 1950. La Historia del Comité Nacio- nal de las Artes Populares del Dr. Atl, fechada en 1932, también registra la batalla insistente del autor frente a las instituciones oficiales, para promover las arte~ sanfas como fuente de integra- cién econémica, a través de la apertura de nuevos mercados para estos productos, especial- mente en los Estados Unidos y Europa. El Dr. Atl (seudénimo del MEMORIA GERARDO MURILLO, "DR. ATL" (1875-1965) Autorretrato, 1939 Oleo sobre yute 86 x 102 ems Col. Pascual Gutiérrez Roldin Nicola E: ‘ea: El Ateneo de Ia Juventud, Vasconcelos y Ia Primera etapa de Ia pntura mural postrevolucions- fia, 1921-1924." Tesis de maestrfa en historia de ate, UNAM, 1985, pigs. 77-78 ‘Caleby. "Ca constrain de na exi- pintor Gerardo Murillo), desde mediados de la década dela lucha armada habfa abogado en sus escritos por la apreciaci6n artisti- ca de las artesanfas en funcién de valores estéticos universalistas, y su empleo como base de un arte nacional’ Seguramente, le influyeronenestesentido las van- guardias europeas que conocié durante las primeras décadas del siglo XX, que utilizaban el arte popularde igual manera, aprove- chando a la vez sus vinculos con la abstraccién. Los dos textos del Dr. Atl que se transcriben, provienen del Fondo Reservado dela Biblioteca Nacional de México. En 1921, publicé en dos voli- menes la primera versién de su libro Las Artes populares en Mé- xico, para acomp#ara la exposi- cidn hom6nima en las fiestas del centenario de la consumacién de la Independencia. Con dicho evento el gobierno obregonista asumia y hacfa oficial, la identifi- cacién del arte popular con la cultura nacional, que ya se habia argumentado en el trabajodeinte- lectuales de la época. Una segun- da versién de este libro, ampliado y de mayor formato, se edité al afio siguiente. La primera edicién, después de una somera alabanza a la habili- dad indigena y de plantear una discusién de su cardcter decorati- vo que vincula el arte popular mexicano con el de otros pafses, se dedica a desglosar las diversas manifestaciones del mismo. En cambio, en la segunda edicién, el Dr. Atldedica un mayorespacioa la elaboracién del cuerpo te6rico sobreel tema y la ubicacién social hist6rica del arte popular en aquel momento. Identifica el arte popularclaramente con lo indige- nay lo nacional, y registra algu- nasde lasiniciativas entre elas, la exposicién de Arte Popular, mis- ‘ma que atestigua la oficializacion del presupuesto. Asimismo, indi ca cudles de las “‘industrias ver- iculas”” estin en decadencia y enfatizando que la industria- es el principal responsa- ile de ese debilitamiento. Conde- Jos intentos de algunos de sus ontempordneos por transformar artes populares indfgenas y umenta que no se pueden jorar. Afiade, que los intentos adaptarlas a las necesidades empordneas resultan en una dida de su valor estético. la versién del libro de 1940, nunca legs a publicarse, ica ain més espacio al comen- o teérico, y los cambios refle- Ja transformada situacién del arte popular al haberse grado a la cultura nacional. e mos aqui la primera del texto, que corresponde mente a la discusién teéri. 1 documento completo se nira en el Fondo Reservado a Biblioteca Nacional. este texto el Dr. Atl conti- loraci6n del arte popular en términos universa- destacando nuevamente el jiento estético propio del mexicano, pero hace hincapie en los procesos sformacién de las artesa- enfrentarse con la indus- i6n y el recuento de los ‘intentos, tanto a nivel in- comoa nivel nacional estarestadecadencia fomentar y difundir la pro- artesanal (entre ellos, el yde Arte Popular y el Mer- FUENTES Y DOCUMENTOS cado de Arte Popular, menciona- dos en los documentos anterio- res). Reitera la imposibilidad de mejorarlas artes populares, peroa la vez reconoce que sus formas de producci6n, difusién y consumo tradicionales se vinculan a un contexto cultural y social deter- minado, y cuando éstese transfor- ma, es inevitable el cambio en la cultura material. EI estudio detallado de este texto y su comparacién con las anteriores versiones de Las Artes Populares en México, proporcio- na elementos valiosos para anali- zar el cambio y la continuidad en las artes populares, y su interac- cién con su contexto cultural, tanto a nivel local como a nivel nacional e internacional. El Dr. All registra y comenta algunos cambios (otros estin implicitos al confrontar los textos) y a la vez incide en los mismos procesos que documenta. En conjunto, las tres fuentes que publicamos a continuacién sugieren el panorama dindmico en Ios afios de la postrevolucién que entrelaza la historia del “‘arte popular” con la historia intelec- ual y Social. Esperamos que puedan com.thwir a una mayor comprensi6n de los procesos his- t6ricos que documentan, y a la elaboracién, en un futuro proxi- mo, de una historia mAs integrada de la cultura visual mexicana del siglo XX. & DEPTO. DE BELLAS ARTES.* Palacio de Bellas Artes. Museo de Arte Popular. Proyecto para la modificacién y fun- cionamiento del Museo de Arte Popular. AIC. José Mufoz Cota, Jefe del Departamento de Bellas Artes de la Secretaria de Educacién Publica. Presente. Manuel R. Calderén, Director del Museo de Arte Popular, dependiente deese Departamento desu merecido cargo, tiene la honra de poner a la alta consideracién de usted, los puntos que encierra el proyecto que a continuacién se expresa, para la modificacién y funcionamiento del Museo en primer término citado. Habiendo estudiado detenida- mente las diferentes actividades a que este Musco se dedica, he encon- Irado las siguientes anomalias. I-De los objetos ahi expuestos no todos pertenecen a las artes popu- ares, siendo algunos completamen- te ajenos a este Musco. II- Que estos mismos objetos no han sido adquiridos directamente de sus fabricantes, sino de casas que se dedican a la explotaci6n de esta in- dusiria, y que por lo tanto, la exhibi- cin de éstos obje.os no proporciona ninguna clase de propaganda a sus productores; siendo ésta una de las principales finalidades de las ac- tividades del Museo, considero que ésto es una grave anormalidad. III- Que encontréndose los ob- jetos en exhibicién sin especifica- cién del lugar de su procedencia, la adquisici6n de éstos por las personas interesadas resulta por completo imposible, dificultando una vez més a los fabricantes la venta de sus pro- ductos y teniendo éstos en cltimo caso que recurrit a intermediarios para efectuar sus operaciones, obte- niendo en otras exiguas ganancias que no son compensables con cl esfuerzo y atte desplegados. Por lo que me permito someter al alto criterio de usted el siguiente plan de reformas para el funciona- micnto de este Musco: I- Que la denominacién del Mu- seo de Arte Popular sea cambiada por la de “COOPERATIVA DE MEMORIA FABRICANTES DE OBJETOS DE LAS ARTES POPULARES”, pudiendo pertenecer a ella todos los artistas fabricantes de los objetos de este ramo. TI- Las actividades de esta Cooperativa se dividiran en dos ramas: a) - Departamento encargado de mantener una exposicién per- manente de todos los produc- tos de arte popular, y b) - Departamento encargado del Almacén de ventas de estos mismos articulos y el cual ten- dr la misién de facilitar la venta de estos productos a sus fabricantes. Este mismo De- partamento a la vez compren- dera una seccién de propa- ganda y publicidad, ta cual se extenderé con preferencia en el extranjero con objeto de obtener del turismo un mayor rendimiento en la explotacién. IIT - Las entradas de la Coopera- tiva se distribuirdn en la siguiente forma: a) - Gastos propios del negocio, b) - Costos de la mercancia, y c) - Ganancia Ifquida, la cual ser- viré para formar un fondo de reserva que serviré para refaccionar a los productores que contribuyen en esta Coo- perativa. Es indudable, que dando a este departamento 1a organizacién ba- sada sobre los puntos del proyecto preinserto, él Henaré la finalidad para que fue creado, puesto que su funcién principal ser proporcionar de manera efectiva, ayuda directa a los trabajadores productores de nuesiro arte popular, quienes hasta el presente han sido victimas de ex- plotaciones inicuas debido a su imposibilidad de hacer valer sus tra- bajos artisticos, por carencia de medios de propaganda directa y atin de pequefios capiltales para el soste- nimiento de sus modestas explo- taciones. Y, dado el ferviente anhelo que anima a nuestro actual Primer Ma- gistrado para proporcionar a las cla- ses trabajadoras los medios de vida a que tienen derecho, y ésto, en ‘consonancia con los ideales de reno- vacién social que con ahinco venimos persiguiendo los revolucio- narios de corazén, toca a nosotros mismos cooperar dentro de nuestra esfera de acci6n a la realizacién de 36 los nobles fines que é1 persigue, y de ah{ mismo nace la intenci6n de dar al Museo actualmente a mi cargo, la organizacién y orientacién necesa- ria para Ilenar su cometido. Atentamente. México, D.F., @ 12 de febrero de 1935. EL DIRECTOR, [Manuel R. Calderén] c.c. Al C. Presidente de la Repabli- ca. DEPTO. DE BELLAS ARTES. Palacio de Bellas Artes. Musco de Arte Popular. Puntos complementarios del pro- yecto para la modificacién y funcionamiento del Museo de Arte Popular. C. Gral. de Div. Lézaro Cérdenas, Presidente Constitucional de la Repiblica. Presente. P Con relaci6n al proyecto de reor- ganizacién del Museo de Arte Popu- Jar, actualmente ami humilde cargo, tengo la honra de presentar a la alta consideracién de usted en forma de que gestionen los puntos comple- mentarios para la formacién de la COOPERATIVA DE PRODUC- TORES DE TRABAJOS DE LAS ARTES POPULARES de que habla el citado proyecto, del cual permito acompafiar una copia con el pre- sente escrito. PUNTOS 1. La formaci6n de la COOPE- RATIVA DE PRODUC- TORES DE TRABAJOS DE LAS ARTES POPULARES puede asimilarse a la LEY DEL CREDITO POPULAR, recientemente _ promulgada, sujetindose a los ordenamien- tosdel ARTICULO 9 Frac. II. 2. Otorgar a dicha cooperativa un SUBSIDIO bastante para cu- brirlos gastos desu formacién y crear el FONDO INICIAL de la misma para facilitar su funcionamiento, de acuerdo con los puntos sefialados en el proyecto en cuesti6n, y aplicar Ta correspondiente partida con cargo al FONDO DEL CRE- DITO POPULAR como to determina la ley respectiva en su ARTICULO 23 Frac. VII. CONSIDERACIONES De esta suerte se obtendré la ac- 6n conjunta del elemento oficial, ediante la aportaci6n del capital, y de los artesanos, que con su ¢s- e170, prestarén cooperaciGn a esta ; eredndose as{ un Depar- ento que en su resultado funcio- ponga de manifiesto los benefi- 0s positivos que el plan de refor- sociales prodiga a las clascs bajadoras patentizdndose una vez €l firme propésito que usted for Presidente tiene para lograt la lizaci6n de sus grandes y nobles slos en favor del pueblo mexi- ‘a usted mi adhesién y de mi mas atenta y consideracién. xico, D.F., a6 de marzo de 1935. EL DIRECTOR, Manuel R. Calderén. O: Haciendo conocer el py leyendas que deben osten- carteles. 0, D-F.,27 de marzo de 1937. dela Lanza, ador del Palacio de efiero al atento oficio de niimero 0409, expediente VII- .4 (VII-04)- 1, de fecha de e contiene la transcripcién cio del C. Director de este ‘en que pregunta si existen FUENTES Y DOCUMENTOS carteleras en que puedan colocarse Jos avisos que anunciando el Museo solicité, y que para contestar a la pregunta del C. Director, usted, a su ‘vez, me interroga qué clase de car- teles son los que deseo. En debida respuesta le manifiesto que los carteles que anuncien el ‘Museo serfan muy Iamativos he- chos en cartén del tamafio de la cartelera que se ostentaen laentrada principal del Museo y por ende, serfan colocados en carteleras idén- ticas. Esos cartones deben decorar- se con motives ornamentales de lacas etc. etc. y a continuacién Ieyendas como las que en seguida se expresan: LAS ARTES POPULARES SON EL MAS FIEL REFLEJO DEL ESPIRITU ARTISTICO DEL PUEBLO MEXICANO; ADMIRELAS Y ESTUDIELAS EN LAS SALAS DE EXHIBI- CION DEL MUSEO DE ARTE POPULAR Puerta norte-oriente del Palacio de Bellas Artes (frente al Co- reo). Abierto de las 9 a las 14 horas. Entrada Gratuita. NUESTRAS INDUSTRIAS AUTOCTONAS SON EL BLA- SON DE NUESTRA PERSO- NALIDAD DE PUEBLO AR- TISTICO. HAGAMOSLE JUS- TICIA COOPERANDO EN LA OBRA DE DIVULGACION. MUSEO DE ARTE POPULAR Puerta norte-oriente del Palacio de Bellas Artes (frente al Co- reo). Abierto de las 9 a las 14 horas. Entrada Gratuita. Es indiscutible que esta propa- ganda lamaré la atencién de cuan- tos la vean, teniendo como conse- cuencia el aumento de visitantes al Museo de Arte Popular. Infinitamente agradeceré a usted que los carteles de referencia sean hechos ala mayor brevedad posible. Atentamente, EL DIRECTOR DEL MUSEO, Manuel R. Calderén. vo alganos erores ortogrificos, se mantuvieron la omtgrafia y pantunci6n originales de los docu- rmentos reproducidee. (Comrespendencia que cod: serva el Centro Nacional de Investigacién, Docu: ‘meniacién e Informacion de Artes Plisticas, INBA), xe Sometiendo a su alta consideracién proyecto para el control de las artes populares. México, D.F., 17 de junio de 1937. C. Gral. Lazaro Cérdenas, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Palacio Nacional. Presente. Deun tiempo aesta parte la pren- sa nacional se ha venido ocupando de la mixtificaci6n [sic] de que son objeto nuestras artes populares en el extranjero, muy especialmente en los Estados Unidos de Norteaméri- ca, en donde existen almacenes ¢; pendedores de “curiosidades mexi canas’’ de fabricaci6n mal lograda por japoneses. Las personas que en ‘nuestros periédicos han abordado ¢l tema siempre han legado a la con- cclusi6n de que el mal estriba en la ninguna atencin que los diferentes gobiernos de nuestro pais han pres- ado a esa importantisima rama. Es verdad que existe el MUSEO DE ARTE POPULAR, pero desgra- ciadamente no ha podido Ilenar los fines para los que fue creado debido aa que se le tiene perfectamente ma- niatado, pues no sc Ie ha dotado con Ja partida para adquisiciones con que debiera contar, Io cual significa que sus actividades se encuentran estancadas; que el posible enrique- cimiento de sus salones est4 consti- tufdo por una fantasfa que se esfu- ma. ‘Ahora bien, después de estudios detenidos, el suscrito ha encontrado que la Gnica manera de proteger a nuestros productores contra la voracidad de los explotadores de la ingenuidad en el extranjero, es la creaci6n de un DEPARTAMENTO DE CONTROL DE LAS ARTES POPULARES ;Y quién més indi- cado para efectuar esa obra de revi- si6n que el Museo de Arte Popular? Nadie, porque esta Institucién no debe concretarse a ser una exhibi- ci6n, sino que en sus atribuciones debe estar la de orientar a los pro- ductores y velar porque las artes populares -que aquf poco esti- mamos, pero que en el extranjero son admiradas clogiosamente por- que ponen de manifiesto el espfritu artfstico de nuestra raza- no conti- MEMORIA. nGen siendo objeto de la sangrienta burla de gente sin escrépulo. Mediante esa labor de control, todos los objetos producto de nues- tro arte popular que salieran al ex- tranjero serfan perfectamente cono- cidos como genuinos, pues ostenta- rfan una pequefia marca 0 contrase- fia del Departamento que se crearfa. La labor mencionada se efectuaria mediante el pago de una cuota mini- ma, por ejemplo, un centavo por cada objeto. ‘Aparte de que la creacién de una oficina que tuviera ese cardcter pondrfa a salvo a nuestras industrias aut6ctonas, se contarfa con elemen- tos para el debido enriquecimiento del Museo. Por otra parte, se logra- rfa la adquisicién de verdaderas ri- quezas del arte popular de cardcter antiguo, que hoy son logradas por elementos extrafios a nuestra cultura con gravisimo perjuicio de nuestro arte y de nuestras tradiciones. En virtud de lo anterior, el sus- crito somete a la alta consideracion de usted, sefior Presidente, el pro- yecto de creacién del DEPARTA- MENTO DE CONTROL DE LAS ARTES POPULARES. No dudando que una vez estudia- do el punto, tenga usted la bondad de honrarme con su respuesta, me fs grato hacerle presente mi adhe- sign altamente respetuosa, EL DIRECTOR DEL MUSEO, Manuel R. Calderén. DIRECCION GENERAL DE EDUCACIONESTETICA. ‘Museo de Arte Popular. Proyecto para reorganizar el Museo de Arte Popular. México, D.F., a 8 de octubre de 1943. C. Subdirector General de Educa- cién Estética. Lic. Fernando Sastrias. Edificio. El Museo de Arte Popular de la Secretarfa de Educacién Publica, ‘cuya denominacién futura seré de Museo de Arte Popular Mexicano, desde su fundacién por razones econémicas ha sido hasta ahora un Museo de exposicién. La mas elemental muscografia moderna, sin embargo, recomienda el que los Museos no sean s6lo cen- tros de exhibicién sino organismos vivientes de renovadas exposicio- nes, investigaci6n y ensefianza. EL postulado fundamental, pues, para su reorganizacién es afadir al Mu- seo.un cardcter de instituto de inves- tigaci6n y de orientaci6n enrelacién ‘con las artes populares. En consecuencia, como plan de trabajo para el préximo afo me permito proponer a su estimable consideraci6n las siguientes bases de trabajo: 1.- Adscribiro nombrar un néme- ro inicial de cuatro investigadores especializados en arte y en etnogra- fia, asfcomo un fotdgrafo y un dibu- jante, que se encarguen de recorrer Jas zonas ricas en artes nativas a fin de que estudien no solamente la es- tética de aquellos artesanos, sino la técnica manufacturera_empleada; igualmente, de ser posible, las con- diciones econémicas y sociales de os artesanos. Capitulo muy impor- tante seré el de formar Ja primera carta geografica de la distribucién de las artes populares en México. 2. Por lo que se refiere a la labor dedivulgacién como medidas indis- pensables me permito subrayar ante usted la importancia de las exposi- ciones y publicaciones. Un progra- ma para elafio de 1944 compren- derfa seis exposiciones: 1.- Talavera poblana. 2.- Trajes y telas autéctonas de México. 3. Pintura popular mexicana del siglo XIX. _ ‘4.~ Cerdmica ind{gena mexicana. 5. Jugueterfa popular en México. 6.- El arte popular en el siglo XVIII. Més atin, por lo que se refiere a publicaciones es de recomendar ante usted la impresi6n de seis tra- bajos monogréficos que deberén cnincidir con las exposiciones men- cionadas, pues hasta ahora la repro- duccién y publicaciones de arte popular es minima: las obras del Dr. Al, la Sra, Toor, Cervantes, Valle Arizpe, Fernando Ledesma y Mon- tenegro. Las monografias para el préximo afio podrfan encomendarse a Manvel Toussaint, Salvador Tos- ano, Fernando Gamboa, Roberto Montenegro, Chavez Morado y Jus- tino Fernandez respectivamente. 3.-Por lo que se refiere a la labor ‘educativa del Musco, para el pr6xi- mo affo s6lo me propongo trabajar por realizar las exposiciones y pu- blicaciones ya mencionadas. Sin ‘embargo, de ser posible para 1945 y mediante su estimulo y colabora- cién, podrfa el Museo establecer ccursillos sobre determinadas ramas artisticas a fin de que, con la colabo- racién de los gobiernos de los Esta- dos, se procure el envio de artesanos a dichos cursos monograficos, pues s6lo asf podrfamos, atin a riesgo de hhacer perder el arte popular su ca- récter esponténeo, salvando de los peligros de la comercializacién ac- tual y de la destruccién de sus valo- tes primitivos. 4,- Un capitulo muy importante dentro de las reformas al Museo de Arte Popular es el de acrecentar los ‘ejemplares en exhibicién. Actual- mente las colecciones son incom- pletas y, no pocas veces, mal repre- sentadas: mediante una partida eco- némica regular podrfamos incluiren dichas colecciones ejemplares an- tiguos que nos remontarfan a las rafces, al pasado, de las bellas artes del pueblo mexicano. 5. Y, por tiltimo, debemos insis- tir en la necesidad de sefialar al Museo de Arte Popular de México un sitio de exhibicién adecuado. Confinado actualmente a los corre- dores del tiltimo piso del Palacio de Bellas Artes, las piezas se encuen- {ran mal exhibidas, sin contar que por lo dificil del acceso, los visitan- {es siempre son escasos. A este res- pecto hemos entrado en contacto con la familia Cervantes, propic- {aria de la residencia colonial de los Condes de Calimaya (Pino Suérez y El Salvador) a fin de que nos renten tan precioso monumento de la ar- quitectura colonial. Atentamente. EL DIRECTOR DEL MUSEO. Lic. Salvador Toscano FUENTES Y DOCUMENTOS eee ASUNTO: Memoréndum. México, D.F., a 13 de agosto de 1945. C. DIRECTOR GENERAL DE EDUCACION ESTETICA. Edificio. La vitalidad de un Musco esté basada en su movimiento interno con investigaciones, con descubrimientos, con estudios, publicando mensualmente folletos ilustrados, dando conferencias, ha- ciendo viajes de estudio, adquirien- do nuevos objetos para enriquecerla y no como una mera exposicién de ‘objetos muertos que aunque bien clasificados, no dan al espectador més que una visién superficial de los elementos que se exponen sin dar a conocer el origen, las necesarias transformaciones y la esencia mis- ma del arte popular. Este Museo de Arte Popular necesita de una manera urgente para poder darle toda la importancia que se merece, un local apropiado para 1o cual se podrfa buscar una vieja casa y acondicionarla en una forma de acuerdo con las reglas de la museograffa moderna que actual- mente se ha desarrollado sobre todo en los Estados Unidos de Norteamé- rica. Insisto en que, si no se puede ‘adquirir una casa en las condiciones ‘a que me refiero, se consiga de una vez por todas el Templo de San Diego, el cual puede arreglarse para resolver este problema, asimismo se necesita una partida anual para ad- quisiciones y personal adecuado para resolver las dificiles investiga- ciones y estudios que requieren nuestras artes populares. Las condiciones por las cuales pasa en estos momentos el em- polvado Musco de Arte Popular no se debe indudablementesinoal poco interés que se tiene por é1, en contra- posicién con el extraordinario inte- és que tienen no només los turistas que lo visitan, sino personas que vienen exclusivamente de los Esta- dos Unidos de Norteamérica a estu- diar de una manera dedicada nues- tras artes populares que son el resul- tado de la vida de las costumbres de nuestro pueblo, asf pues yo pro- pongo al sefior Director General de Educacién Estética, que recabe de las autoridades superiores la autori- zaci6n. 1o.- del cambio de local de un personal adecuado para las necesidades del mis- mo Museo 3o.- que se haga un folleto men- ‘sual de cada uno de los sec- tores de las artes populares en cerdmicas, hilados y tejidos, jugueterfa, indumentaria, dan- zas, de los cuales estén ya preparados algunos 4o.- que se dé una partida espe- cial para adquisiciones, con cl objeto de enriquecer el Museo, sobre todo en cosas antiguas que desgraciadamente se van perdiendo y que necesaria- mente servirdn para que no se degeneren en su origen. ‘Atentamente. EL DIRECTOR DEL MUSEO Roberto Montenegro. C.cp. el C. Oficial Mayor del Ramo.- Secretarfa de Educacién Publica Ciudad LA HISTORIA DEL COMITE NACIONAL DE LAS ARTES POPULARES.* La historia sucinta del COMIT puede resumirse asf: EL E FUERZO INDIVIDUAL PARA PROTEGER Y AYUDAR A LAS INDUSTRIAS_VERNA- CULAS, COMPRENDIDO_ Y AYUDADO POR EL GOBIER- NO Y DESTRUIDO POR EL MISMO GOBIERNO. Las Iineas que siguen son lasinte- sis del esfuerzo constante del suscri- to unido a la comprensién clara que algunos hombres del Gobierno han tenido sobre la importancia de nues- tras Artes Populares, y a la ayuda ‘que muchos de ellos Ie han prestado. Y es también el eco del rumor de la pesada méquina burocrética, puesta n constante movimiento para des- truir toda iniciativa 0 todo trabajode utilidad pablica. La montafia de papeles oficiales MEMORIA que amparan lo que aqut se afirma, bastarfa, por sf sola, para demostrar la falta de I6gica de la burocracia nacional. He aqui la historia: En 1920, el General Alvaro Obre- g6n, acepté la proposicién del in- geniero A.J. Pani, para abrir una Exposici6n de Artes Populares, con motivo del Centenario de la Inde- pendencia de México. Los sefiores Jorge Enciso y Roberto Montenegro, organizaron la Exposicién, que tuvo un éxito verdaderamente extraordinario, y el suscrito escribié una Monografia alusiva a nuestras artes verndculas. En vista del éxito de la Monografia y de la Exposicién, y del interés que ambas cosas despertaron en el publi- co, el suscrito formé, al cerrarse la exhibicién, un grupo que se de- nominé “COMITE NACIONAL DE LAS ARTES POPULARES” que tenfa como principio fundamen- tal, proteger ¢ intensificar todo lo que a ellas se refiere. En 1922, el suscrito fue comisio- nado por el sefior ingenicro A.J. Pani para hacer una segunda edicion de “LAS ARTES POPU- LARESEN MEXICO”, mucho més considerable en su texto y en sus ilustraciones que la anterior, la que fue dedicada por el Gobierno de Mé- xico al Pueblo y al Gobierno del Brasil, con motivo de la Gran Expo- sicién que en aquel afo se abrié en Rio de Janeiro. El éxito de esta se- gunda edicin, puede considerarse ‘como fantastico, tanto por el interés mundial que despert6, cuanto por ¢l considerable precio que han alcan- zado los dos volimenes de que se compone. Hoy dia se vende a cien pesos el ejemplar - lo que indica también la escasez de la obra -. LA FERIA DE PRAGA. En vista de ese interés tan intenso, ¢1 suscrito solicit6, en octubre de 1927, y en su calidad de Presidente del Comité, del sefior Luis N. Morones, Secretario de Industria, Comercio y Trabajo, la participacién oficial del Gobierno en la Feria Internacional de Praga, para que, a través de nues- tro Comité, se pudieran exhibir los productos de manufactura indigena. Esa proposicién estaba fundada en la aceptacién del Gobierno de México a la invitacién del de Che- coslovaquia, para asistir al Congre- so y Exposici6n de Artes Populares, que este dltimo habfa organizadoen aquella Nacién. Pero el sefior Secretario Moro- nes, contest6 en noviembre de 1927, que cl Gobierno de México no es- taba en condiciones de hacer gastos. En este asunto de la Exposicién de Praga, que fue prohijado por el Comité de Acercamiento Inte- Jectual de la Liga de las Naciones, tomaron participacién muy activa las Secretaria de Comunicaciones y Relaciones, pero nada pudo lo- grarse, y México perdi6 una o- portunidad de primer orden para abrir un mercado asus manufacturas populares. SUBVENCION DE; $310,000.00 AL COMITE. En 1929, elsuscrito, en su calidadde Presidente del Comité Nacional de las Artes Populares, se dirigié al sefior Lic. Emilio Portes Gil, Pre- sidente de la Repdblica, para ex- ponerle el programa del desen- volvimiento de nuestras actividades de proteccién a las Artes Verndcu- las. El Presidente Portes Gil aprobé el programa y subvencioné al Comité con $310,000.00. Fundamentalmente, el programa consist{a en las siguientes cléusulas: a)- Organizacin de cooperativas de productores de artes populares, especialmente en los Estados de Puebla, Oaxaca, Jalisco, Guerrero, México y Tlaxcala. )- Establecimiento de un Mer- cado Central de Artes Populares en Lex convento de 1a Me ©)- Organizacién de exposiciones internacionales. 4)- Publicacién de monografias y de revistas sobre artes populares. En sintesis: fomentar nuestras industrias verndculas y abrirles un amplio mercado. La Secretarfa de Hacienda elimi- 1n6 todas las trabas oficinescas, para que el Comité recibiera répidamen- te los $310,000.00 pero el suscrito no pudo evitar, por razones de orden administrativo, que esa suma fuera a parar a la Secretarfa de Industria, ($200,000.00) y a 1a de Comunica- iones ($110,000.00) para que fuera administrada. Los c6nsules mexicanos envia- ron informes sobre las posibilidades de hacer exposiciones y abrir merca- dos en Paris, Suecia, en Inglaterra, en Alemania, y sobre todo en los Es- {ados Unidos. Los centros artfsticos ‘en Nueva York, Paris, California y Berlin, acogicron el programa del Comité con entusiasmo, y algunas ‘empresas privadas en San Antonio y en Los Angeles, ofrecieron los sa- Tones de sus almacenes para hacer exhibiciones privadas. El Comité zaciones de las cooperativas en Tex- ‘e0co, en Teotitlén del Camino, Oax., en Tonal, Jal.; inicié las com- pras de objetos de cerémica, toman- do en consideracién el carécter de Tasexposiciones queiban ahacerse y Jas necesidades del mercado que se iba abrir y organiz6 sus oficinas y ‘acumul6 el material para las mono- {graflas que iban a imprimirse Pero la burocracia intervino, y cl programa y la organizacién del Comité, fueron deshechos. He aqui cémo: De los $310,000.00 dados como subvencién al Comité, $110,000.00 ‘eran destinados a consolidar y re- ‘el ex convento de la Merced, 'y $200,000.00 para exposiciones, ‘compra de objetos, organizacin de ‘cooperativas y pago de empleados. FUENTES Y DOCUMENTOS Del dinero destinado al ex con- vento, s6lo se gastaron $70,000.00, dejando las reparaciones suspendi- das. El patio del ex convento queds sin terminar, pero a pesar de esto, 1o que en €1 pudo hacerse, fue «til, y ahora sélo falta ponerle piso a los corredores y al patio, arreglar los muros y el cubo de la escalera, EL FRACASO DE LA COOPERA- TIVA Y DE LAS EXPOSICIONES. Mucho se avanz6 en el arreglo de este viejo edificio para convertirlo en el Mercado Central de Artes Populares; pero lo que se refiere a las cooperativas y a las exposi- ciones, constituy6 un fracaso ro- tundo, por que todo el trabajo ini- cial, no solamente fue indtil, sino nocivo -- nocivo, por que los grupos de miles de trabajadores que toma- ron contacto con el Comité para ser organizados, y para abrirle un mer- cado a sus productos, cuando se vieron desamparados, unos tuvic~ ron que abandonar su oficio por que no pudieron cumplir sus compromi- sos, contrafdos al margen de nucs- tras promesas, y otros no han queri- Batea Madera laqueada Procedencia: Michoacén 6 x 43 cms Col. Roberto Montenegro Museo Nacional de Arte, INBA olla Barro vidriado Procedencia: Taquepaque, Jal 27x 28 cms Col. Roberto Montenegro Museo Nacional de Arte, INBA (Documeniacén que conserva el Fondo Reservado de San Agustin, Biblioteca Nacicoal, UNAM) do creer mas en promesas posterio- res, después de haber sufrido, por nuestra causa, un fracaso moral y fi- nanciero. Por otra parte, los compromisos que habfamos contrafdo para hacer grandes exposiciones en Estocolmo, en Parfs, en San Antonio y en Los Angeles, no pudieron cumplirse por la oposicién sistematica del senor ingeniero Luis L. Leén, Secretario de Industria, y ésto perjudicé gran- demente los intereses pecuniarios y artfsticos del Comité, y hasta el pres- tigio del Gobierno, como se vera més adelante. En abril de 1930, el sefior ingeni- ero Luis L. Leén, Secretario de In- dustria, acord6 que el Comité se transformara en Cooperativa, y de- pendiese directamente de Industria. ‘Aquf empez6 el desastre. ‘A la Cooperativa se le disminu- yeron las ministraciones que le co- rrespondfan para cubrir sus gastos y los de los trabajos iniciados, y en {julio de ese mismo aio, la Coopera- tiva no pudo disponer de mas dinero que cl necesario para pagar los suel- dos de los empleados. De los $200,000.00, la Coopera- tiva dispuso al principio, conformea su programa, de las sumas suficien- tes para organizar su empresa, pero después, ya convertida en un De- partamento oficial, s6lo pudo tra- bajar como tal, y perdié todo lo que habia hecho como organismo inde- pendiente. ‘Sumida en la imposibilidad de reparar los dafios que se le estaban causando, se vio obligada a arrastrar una vida estéril, de oficina, hasta 1931, afio en que fue oficialmente disuelta, después de una serie de dis- cusiones y de escribir montafias de papel para pedir lo que era nuestro. Quise usar métodos revolucionarios pero yael ingeniero Luis L. Leénme habfa madrugado. Todos los esfuerzos del suscrito para continuar la labor emprendida, fueron completamente inatiles. LAS COOPERATIVAS. Como se ha dicho arriba, las coope- rativas empezaron a organizarse en diversos lugares de la Repiiblica y a ellas se les compraron gran nimero de objetos para las Exposiciones y el Mercado. Pero la Secretarfa de Industria creyé que habia también otras coo- perativas que, aunque no eran de MEMORIA Artes Populares, podrfan gozar del dinero para éstas obtenido, y a ellas fueron adar las sumas que a nosotros nos correspondfan, y cuyo total al- canz6 la mayor parte de la suma que el suscrito habfa obtenido del sefior Presidente Portes Gil, es decir, nues- tra organizaciGn dej6 de percibir muy cerca de $150,000.00 de los $200,000.00 que le pertenecfan. Asi pues, las cooperativas quedaron paralizadas desde su iniciacién. LAS EXPOSICIONES. La propaganda que se habfa hecho cn torno de nuestras industrias abo- rigenes, atrajo hacia nuestro pais un nimero considerable de interesa- dos, y los que no vinieron, el suscri- to fue a buscarlos. LA PRIMERA EXPOSICION. (SAN ANTONIO) Fue planeada en San Antonio, Te- xas. El suscrito se dirigié a aquella Ciudad y arregi6 con la sefiora Rab- be y con la Cémara de Comercio, una gran exposicién de Arte Popu- Jar, patrocinada por el comercio de Ja Ciudad de San Antonio. Lasefiora Rabbe, que es una de las mas gran- des propagandistas de nuestras in- dustrias verndculas, y la que ha lo- grado reconcentrar las més hermo- sas colecciones de nuestros art culos mexicanos, puso a disposicién del suscrito, todo el gran local de sus al- macenes, y la Cémara de Comercio ofreciésu patrocinio, para organizar la exposicién de que se trata; pero cuando el suscrito volvié a México, Ia Secretaria de Industria desaprob6 las gestiones, y la exposicién no se Ilev6 a cabo. SEGUNDA EXPOSICION. (CALIFORNIA) Posteriormente, el sefior Richard S. Requa, arquitecto de mucha nota en los Estados Unidos, vino a México para estudiar nuestra arquitectura, pero, habiéndose encontrado ca- ‘sualmente con la coleccién de ceré- mica que elsuscrito habfaempezado a reunir, oftecié proponer a todas las Camaras de Comercio del Estado de California, que patrocinaran una exposicin en aquel Estado, para que ella se llevase a efecto con motivo del aniversario de la funda- ci6n de Santa Bérbara. El sefior Requa fue a Los Ange- les, se puso en contacto con las (C4maras de Comercio de California y con algunas personalidades del Gobierno de aquel Estado, y en mayo de 1930 me anuncié ofi- cialmente, que esas Cémaras de Comercio, los artistas de California y la Ciudad de Santa Barbara, pa- irocinaban 1a Exposici6n, que se instalaria en el nuevo Palacio Mu- nicipal que iba a inaugurarse en Santa Barbara, con motivo del ani- versario de su fundacién. Se acordé el programa, se selec- cionaron los objetos, se acondicio- naron los salones del Palacio Mu- nicipal de Santa Barbara y la misma Ciudad ofrecié una suma de dinero para una fiesta tfpica dentro de la Exposicion. Se empacaron los objetos; se escribié la monograffa que iba a ilustrar la Exposici6n, pero el sefior Secretario de Industria se opuso. Jamds se pudo hablar con él, por que ya el dinero de que podfamos dispo- ner habja sido destinado a otros usos. Habfa tal interés en California por esta Exposicién, que intervinie~ ron cerca del Gobierno de la Repa- blica, el Alcalde de San Diego, las Autoridades de Santa Barbara, los Representantes de las Cémaras de Comercio Unidas; pero la Secretaria de Industria permanecié muda. Pocas semanas antes de la fecha fijada para abrir 1a Exposicién, el sefior General Tapia, Gobernador de la Baja California, hizo gestiones para que la Exposici6n no fracasara en vista de que se le habfa dado un cardicter oficial, y tomando en consi- deracién, los grandes gastos hechos por los organizadores de California. LaSecretariade Relaciones tom6 cartas en el asunto, y el teléfono fun- cioné desde San Diego, por varios dias para suplicar por boca de los Delegados de Santa Barbara que la Exposicién no se suspendiera. Nada pudo romper el silencio de la Secretaria de Industria. Finalmente, el sefior Requa, en nombre de las Cémaras de Comer- cio de California, y -cosa estupenda- jas aduanas Americanas, propor- cionaron todas las facilidades para que las mercancfas que iban a ex- hibirse no fueran detenidas en la frontera. Los ferrocarriles mexicano pusieron a disposici6n del Comité, un tren especial para el transporte de esas mercancfas, pero a pesar de todo esto 1a Exposicién no se veri-

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