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11-24-2015
Scott Monks
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, monks.scott@gmail.com
Maritza López-Herrera
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Recommended Citation
Pulido-Flores, Griselda; Monks, Scott; and López-Herrera, Maritza, "Estudios en Biodiversidad, Volumen I" (2015). Zea E-Books.
Book 35.
http://digitalcommons.unl.edu/zeabook/35
This Book is brought to you for free and open access by the Zea E-Books at DigitalCommons@University of Nebraska - Lincoln. It has been accepted
for inclusion in Zea E-Books by an authorized administrator of DigitalCommons@University of Nebraska - Lincoln.
Estudios en
Biodiversidad
Volumen I
Editores
Editores
Griselda Pulido-Flores
Scott Monks
Maritza López-Herrera
Zea Books
Lincoln, Nebraska
2015
Cuerpo Académico de Uso, Manejo y Conservación de la Biodiversidad
Text and illustrations copyright © 2015 by the respective authors. All rights reserved.
Texto e ilustraciones de autor © 2015 por los respectivos autores. Todos los derechos reservados.
Electronic (pdf) edition available online at / Electrónica (pdf) edición disponible en línea en
http://digitalcommons.unl.edu/zeabook/
2
Presentación
Este libro es el producto del trabajo colegiado que han desarrollado los profesores, investigadores,
y estudiantes que conforman la Red Temática de Calidad Ambiental y Desarrollo Sustentable, a tra-
vés del macroproyecto “Evaluación del impacto ambiental por actividades antropogénicas: Alter-
nativas de mitigación”. El cual fue apoyado con recursos financieros por parte del Programa para el
Desarrollo Profesional Docente (PRODEP), de la Secretaria de Educación Pública (SEP) en México.
Las instituciones de educación superior y cuerpos participantes en la red temática son la Univer-
sidad Autónoma del Estado de Hidalgo (Uso, Manejo y Conservación de la Biodiversidad UAEH-
CA-10; Ciencias Ambientales UAEH-CA-59); Universidad Autónoma de Guerrero (Recursos Natura-
les Marinos y Costeros UAGRO-CA-143; Ambiente y Desarrollo Regional UAGRO-CA-29; Procesos
Sociales, Económicos y Políticos en el Desarrollo Regional UAGRO-CA-110); Benemerita Universi-
dad Autónoma de Puebla (Desarrollo Sustentable BUAP-CA-165; Evaluación, Manejo y Conservación
de Sistemas Agroproductivos y Forestales BUAP-CA-93; Ingeniería en materiales BUAP-CA-177);
Universidad Autónoma de Zacatecas (Biología Experimental en Plantas UAZ-CA-131); Universidad
Autónoma de Baja California (Biotecnología Integral UABC-CA-51); Universidad Autónoma de Ta-
maulipas (Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable UAT-CA-29).
Cada una de las contribuciones giran entorno al conocimiento de la biodiversidad, manejo y con-
servación de los recursos naturales de algunas entidades federativas de México; particularmente de
Hidalgo, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Baja California, Tamaulipas, Zacatecas y Puebla.
3
4
Contribuciones
Helmintos parásitos de fauna silvestre en las Costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México
Griselda Pulido-Flores, Scott Monks, Jorge Falcón-Ordaz y Juan Violante-González . . . 52
Revisión del uso de céstodos como indicadores de contaminación por metales pesados
en mamíferos de medios terrestres
Jorge Falcón-Ordaz, Scott Monks, y Griselda Pulido-Flores . . . . . . . . . . . . . 96
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos, en dos lagunas
costeras del Estado de Guerrero, México
Juan Violante-González, Griselda Pulido-Flores, Scott Monks, Agustín A. Rojas-Herrera,
Miguel A. Melo-García, Sergio García-Ibáñez, Edgar León Esparza-Ibarra,
Edvino Larumbe-Morán, y Jonatan Carbajal-Violante . . . . . . . . . . . . . . . 104
Calidad del agua en la subcuenca fluvial La Garita, Acapulco, Guerrero por monitoreo
con insectos
Ana Yolanda Rosas-Acevedo, Audel Sánchez-Infante, y José Luis Rosas-Acevedo . . . . 121
Indicadores bióticos de calidad ambiental del sur del Estado de Tamaulipas, México.
Caso de estudio: Aves
René Bernardo Elías Cabrera-Cruz, Marco Antonio González-González,
Julio César Rolón-Aguilar, y Juan Carlos Gaytán-Oyarzún . . . . . . . . . . . . . 130
5
Co nt ri buc i o nes
Los hongos agaricales de las áreas de encino del estado de Baja California, México
Nahara Ayala-Sánchez, Irma E. Soria-Mercado, Leticia Romero-Bautista,
Maritza López-Herrera, Roxana Rico-Mora, y Amelia Portillo-López . . . . . . . . . 215
6
Contribuidores
Araujo-Andrade, Cuauhtémoc. Universidad Autónoma de Zacatecas, Unidad Académica de Física, Cal-
zada Solidaridad esq. Paseo, La Bufa s/n, C.P. 98060, Zacatecas, Zacatecas, México.
Ayala-Sánchez, Nahara. Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Ciencias, Carretera Tijuana-
Ensenada Km 103, C. P. 22830, Ensenada, Baja California, México.
Bautista-Hernández, Christian Elizbeth. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica
de Biología, Laboratorio de Morfología Animal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo
Km 4.5, C. P. 42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Cabrera-Cruz, René Bernardo Elías. Universidad Autónoma de Tamaulipas, Facultad de Ingeniería “Ar-
turo Narro Siller” División de Estudios de Posgrado e Investigación. Centro Universitario Tampico-Madero.
C. P. 89138. Tampico, Tamaulipas, México.
Cadena-Iñiguez, Jorge. Colegio de Postgraduados, Campus San Luis Potosí. Iturbide 73, C. P. 78600, Sa-
linas de Hidalgo, San Luis Potosí, México.
Castagnino, Ana María. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNCPBA), Fa-
cultad de Agronomía. República de Italia 780 - C.C. 47 - (7300) Azul – Provincia de Buenos Aires, Repú-
blica de Argentina.
Esparza-Ibarra, Edgar León. Universidad Autónoma de Zacatecas, Unidad Académica de Ciencias Bio-
lógicas, Biotecnología de plantas. Jardín Juárez No. 147 Centro Histórico, C. P. 98000, Zacatecas, Zacate-
cas, México.
Falcón-Ordaz, Jorge. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biología, Labora-
torio de Morfología Animal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P. 42184,
Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
García-Prieto, Luis. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Biología, Laboratorio de Hel-
mintología, Apdo. Postal 70-153, C. P. 04510, Distrito Federal, México.
García-Ibáñez, Sergio. Universidad Autónoma de Guerrero, Unidad Académica de Ecología Marina, Gran
Vía Tropical No. 20, Fraccionamiento Las Playas, C. P. 39390, Acapulco, Guerrero, México.
Gaytán-Oyarzún, Juan Carlos. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biolo-
gía, Laboratorio de Genética Evolutiva y Ambiental, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulan-
cingo Km 4.5, C. P. 42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Gil-Guerrero, Jaime Salvador. Universidad Autónoma de Guerrero, Unidad Académica de Ecología Ma-
rina, Gran Vía Tropical No. 20, Fraccionamiento Las Playas, C. P. 39390, Acapulco, Guerrero, México.
González-Salazar, Irving Giovanny. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de
Biología, Laboratorio de Morfofisiología Vegetal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo
Km 4.5, C. P. 42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Hernández-Hernández, Sarahi. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biolo-
gía, Laboratorio de Morfología Animal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5,
C. P. 42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Islas-Santillán, Miguel Ángel. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biolo-
gía, Laboratorio de Etnobotánica, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P.
42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Larumbe-Morán, Edvino. Centro de Estudios Tecnológicos del Mar No 16, Interior Isla del Cayacal s/n,
Zona Industrial Cd. Lázaro Cárdenas, C. P. 60950. Michoacán, México.
Lira-Guerrero, Georgina. Universidad La Salle Pachuca, Belisario Domínguez No. 202, Colonia Centro, C.
P. 42000, Pachuca, Hidalgo, México.
López-Gutiérrez, Berenice N. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biolo-
gía, Laboratorio de Etnobotánica, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P.
42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
López-Herrera, Maritza. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biología, La-
boratorio de Morfofisiología Vegetal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C.
P. 42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
López-Velasco, Rocío. Universidad Autónoma de Guerrero. Unidad de Ciencias en Desarrollo Regional. Ca-
lle Pino S/N Col. El Roble, C. P. 39770, Acapulco, Guerrero, México.
Melo-García, Miguel A. Universidad Autónoma de Guerrero, Unidad Académica de Ecología Marina, Gran
Vía Tropical No. 20, Fraccionamiento Las Playas, C. P. 39390, Acapulco, Guerrero, México.
Monks, Scott. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biología, Laboratorio de
Morfología Animal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P. 42184, Mine-
ral de la Reforma, Hidalgo, México.
8
Co nt ri bui d o res
Pérez-Escandón, Blanca Estela. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Bio-
logía, Laboratorio de Etnobotánica, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P.
42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Portillo-López, Amelia. Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Ciencias, Carretera Tijuana-
Ensenada Km 103, C. P. 22830, Ensenada, Baja California, México.
Pulido-Flores, Griselda. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biología, La-
boratorio de Morfología Animal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P.
42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Raymundo-Ojeda, Tania. Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Departa-
mento de Botánica, Laboratorio de Micología, Plan de Ayala y Carpio s/n Colonia Santo Tomas, C. P. 11340,
Distrito Federal, México.
Rico-Mora, Roxana. Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Ciencias Marinas, Carretera Ti-
juana-Ensenada Km 103, C. P. 22830, Ensenada, Baja California, México.
Rodríguez-Ibarra, Amado Erick. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Bio-
logía, Laboratorio de Morfología Animal, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5,
C. P. 42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Rolón-Aguilar, Julio César. Universidad Autónoma de Tamaulipas, Facultad de Ingeniería “Arturo Na-
rro Siller” División de Estudios de Posgrado e Investigación. Centro Universitario Tampico-Madero. C. P.
89138. Tampico, Tamaulipas, México.
Romero-Bautista, Leticia. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Biología, La-
boratorio de Etnobotánica, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P. 42184,
Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Rosas-Acevedo, Ana Yolanda. Universidad Autónoma de Guerrero. Maestría Gestión Sustentable del Tu-
rismo, mención Ciencias Ambientales y Turismo. Cerrada de Papantla s/n, Col. Alta Progreso. C. P. 39610,
Acapulco, Guerrero, México.
Rosas-Acevedo, José Luis. Universidad Autónoma de Guerrero. Unidad de Ciencias de Desarrollo Regio-
nal. Doctorado en Ciencias Ambientales. Laboratorio de Control Biológico. Los Pinos s/n, Col. El Roble, C.
P. 39640, Acapulco, Guerrero, México.
Rössel-Kipping, Erich Dietmar. Colegio de Postgraduados, Campus San Luís Potosí, Agustín de Iturbide
No. 73, Salinas de Hidalgo, C.P. 78600, Salinas, San Luís Potosí, México.
Sánchez-Infante, Audel. Universidad Autónoma de Guerrero. Maestría Gestión Sustentable del Turismo,
mención Ciencias Ambientales y Turismo. Cerrada de Papantla s/n, Col. Alta Progreso. C. P. 39610, Aca-
pulco, Guerrero, México.
9
Co nt ri bui d o res
Silva-Gómez, Sonia Emilia. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Instituto de Ciencias, Depar-
tamento Universitario para el Desarrollo Sustentable, Calle 14 sur 6301, Colonia San Manuel, Ciudad Uni-
versitaria, C. P. 72592, Puebla, Puebla, México.
Soria-Mercado, Irma. Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Ciencias, Carretera Tijuana-
Ensenada Km 103, C. P. 22830, Ensenada, Baja California, México.
Ticante Roldán, José Antonio. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Departamento de investi-
gación en Ciencias Agrícolas, ICUAP. Avenida 14 sur 6301, edificio 103 B, Ciudad Universitaria, Col. San
Manuel, C. P. 72570, Puebla, México.
Toxtle-Tlamani, José Silvestre. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Escuela de Biología, Ciu-
dad Universitaria, Colonia San Manuel, C. P. 72592, Puebla, Puebla, México.
Valenzuela-Garza, Ricardo. Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, De-
partamento de Botánica, Laboratorio de Micología, Plan de Ayala y Carpio s/n Colonia Santo Tomas, C. P.
11340, Distrito Federal, México.
Villavicencio-Nieto, Miguel Ángel. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Área Académica de Bio-
logía, Laboratorio de Etnobotánica, Ciudad del Conocimiento, Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4.5, C. P.
42184, Mineral de la Reforma, Hidalgo, México.
Violante-González, Juan. Universidad Autónoma de Guerrero, Unidad Académica de Ecología Marina, Gran
Vía Tropical No. 20, Fraccionamiento Las Playas, C. P. 39390, Acapulco, Guerrero, México.
10
Revisión bibliográfica de algunos términos
ecológicos usados en parasitología, y su
aplicación en estudios de caso
Resumen
Se realizó una revisión bibliográfica de los términos ecológicos usados en parasitología, de acuerdo con Mar-
golis et al. (1982), Esch et al. (1990), Bush et al. (1997), Bush et al. (2001) y Zander, (2001), que hasta 1982 era
un conflicto en parasitología, ya que a que no existían conceptos establecidos para esta área del conocimiento,
debido a que esta disciplina se enfocaba principalmente en investigaciones médicas. Aunado a esto, se incurría
en conflictos con los conceptos ecológicos como hábitat, sitio, localidad entre otros de igual valor. Con base
en lo anterior Margolis et al. (1982) propusieron el desarrollo de nuevos conceptos, que sin duda alguna han
ayudado en el entendimiento de la dinámica de los parásitos. Estas herramientas son indispensables para el
conocimiento de la diversidad, ecología, biogeografía, y evolución del parasitismo.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
11
12 Bautista-Hernández, Monks, Pulido-Flores, y Rodríguez-Ibarra
y extrañas patologías, y comúnmente, la primera reac- una población de hospederos. Se ha manifestado que la
ción hacia estos organismos es matarlos y desapare- distribución de las frecuencias de los parásitos puede
cerlos de los ecosistemas; sin embargo, los parásitos explicarse por una distribución de Poisson o bino-
son organismos comunes en los ecosistemas y se les mial negativa.
encuentra en plantas, hongos, animales, etc. Varias es- La distribución de Poisson asume que la varianza
timaciones han propuesto que por lo menos un 50% es igual a la media; sin embargo se ha observado que
de todas las plantas y animales están parasitados con por multiples razones, la cantidad de variación para
algunos de los estadios del ciclo de vida de un pará- cada unidad muestreada es típicamente más alta que
sito. En el amplio sentido, todos los virus, bacterias, y lo esperado por el proceso de Poisson, generando así
hongos son parásitos, pero tradicionalmente muchos una sobredispersión, como resultado de una hetero-
parasitólogos se enfocan en el estudio de los parási- geneidad espacio-temporal en el proceso de produc-
tos de tipo eucarionte, es decir los helmintos (Bush ción de datos; típicamente por el efecto en los errores
et al., 2001). del muestreo, o una inadecuada observación (Lin-
Los helmintos son un grupo de organismos muy dén y Mäntyniemi, 2011). En el caso de los parásitos,
abundante en la naturaleza, que no están relaciona- Shaw et al. (1998) explicaron que en un escenario hi-
dos filogenéticamente, es decir, que no constituyen un potético, en el que se asume que el encuentro pará-
grupo monofilético; en el que se incluyen miembros sito-hospedero es aleatorio, en el que no hay morta-
de cuatro fila: Platyhelminthes, Acanthocephala, Ne- lidad de los hospederos por el efecto de los parásitos;
matoda y Annelida. Todos ellos se caracterizan por ser o un efecto inmunosupresor de los hospederos a la
metazoarios, macroparásitos y por tener un aspecto infección de los parásitos, y en donde la carga para-
vermiforme (Brusca y Brusca, 2003). sitaria alcanzara rápidamente un equilibrio en dife-
La esencia del parasitismo se apoya en la natura- rentes períodos (edades) del hospedero, entonces se
leza de la relación parásito-hospedero, que bajo una esperaría que la carga parasitaria siguiera una distri-
definición ecológica es el estudio de las relaciones en- bución de Poisson.
tre organismo y su medio ambiente. Sin embargo, eco- Se ha observado que la abundancia de los pará-
lógicamente la relación parásito-hospedero es una “es- sitos es usualmente sobredispersa con relación a la
pada de doble filo”. Debido a que puede considerarse distribución de Poisson; por lo que la carga parasita-
simultáneamente la ecología del hospedero en el ci- ria se ajustan mejor al modelo de la distribución bi-
clo de vida de un parásito, de tal forma que el hospe- nomial negativa; debido a su cualidad de agregación,
dero es el hábitat para el parásito. Muchas de las va- es decir, una gran cantidad de hospederos alberga un
riantes bióticas y abióticas influyen en la ecología de número pequeño de parásitos; mientras que la mayor
los hospederos, afectando también al parásito. Pero parte de los parásitos se concentran en pocos hospe-
un hospedero vivo puede ser capaz de responder fi- deros (Alexander et al., 2000). Aunque existan dife-
siológicamente e inmunológicamente a la infección rentes grados de agregación en un conjunto de datos
del parásito (Bush et al., 2001; Roberts y Janovy Jr., de infección parasitaria, la distribución binomial ne-
2009), por lo que los parásitos comúnmente exhiben gativa sigue ajustándose mejor a éstos datos (Shaw et
algún grado de adaptación y modificación en sus es- al., 1998; Monks y Nickol, 1989; Fig. 1).
tructuras; mostrando una tasa reproductiva elevada, En el contexto histórico, el uso de la distribución
utilizándola como estrategia para su supervivencia; binomial negativa se ha utilizado desde hace casi un
con ciclos de vida complejos, y reproducción asexual centenar de años para el ajuste estadístico de datos
y sexual que les permite mantener una variabilidad biológicos. Pero su uso en la medición de infecciones
genética, sin pasar por alto una distribución binomial parasitarias proviene desde el trabajo de Bliss y Fisher
negativa o sobredispersa también conocida como con- (1953) quienes investigaron el ajuste de diferentes con-
tagiosa (Esch et al., 1990; Bush et al., 2001; Brusca y juntos de datos empíricos, incluyendo datos de abun-
Brusca, 2003; Roberts y Janovy Jr., 2009). dancia de parásitos, en diferentes modelos de sobre-
dispersión. Los autores compararon varios modelos
Distribución Binomial Negativa estadísticos como, la distribución de Neyman tipo A,
La carga parasitaria se mide básicamente por la dis- la distribución logarítmica de Fisher, y la distribución
tribución de frecuencia de una especie de parásito en binomial negativa; y encontraron que ésta última es la
Revisión bibliográfica de algunos términos ecológicos usados en parasitología 13
Figura 1. Gráfica demostrando la dinámica de la distribución binomial negativa en una carga parasitaria con datos empí-
ricos. En la que se observa que pocos individuos de la población de hospederos albergan un alto número de parásitos y
muchos hospederos infectados con poco número de parásitos.
que mejor se ajusta al conjunto de datos de las infec- nivel de comunidad. Una comunidad de organismos
ciones parasitarias, de tal forma que se propuso a la es definida como un grupo de poblaciones de dife-
distribución binomial negativa como el modelo más rentes especies ocupando un hábitat similar o ecosis-
adaptable y generalmente más útil en un conjunto de tema. Un ecosistema incluye a la comunidad de orga-
datos parasitológicos. Adicionalmente Anderson y May nismos, más el medio físico; y un gremio se describe
(1978) propusieron la distribución binomial negativa como, especies funcionalmente similares en una co-
como un modelo ecológico de la simulación de agre- munidad, es decir especies que comparten o utilizan
gación de parásitos dentro de sus hospederos. Este recursos en común. Los conceptos antes mencionados
modelo ha tenido gran influencia en la literatura pa- son aplicados en la ecología de organismos de vida li-
rasitológica, ya que en el contexto de macroparásitos, bre, pero cuando estos conceptos se aplican en la eco-
donde el conteo de los parásitos por hospedero es más logía de los parásitos causan conflicto, en la autoeco-
factible, la distribución binomial negativa se ha con- logía y en la sinecología (Bush et al., 2001; Roberts y
vertido en el método predominante para la modela- Janovy Jr., 2009).
ción de agregación (Yakob et al., 2014). Mientras que en las poblaciones de organismos de
vida libre se considera a todos los individuos de una
misma especie, en un área geográfica determinada;
Ecología en parásitos
en parasitología se consideran a los parásitos de una
La ecología puede ser considerada en dos contextos, misma especie dentro de un hospedero; o dentro de
la autoecología y la sinecología. En lo que respecta una población de hospederos, o se considera la co-
al primer enfoque, se refiere el estudio de los orga- munidad de los parásitos dentro de un hospedero,
nismos individuales o especies, por lo que el estudio población de hospederos, gremio de hospederos y/o
a nivel de población se considera autoecología. Una ecosistema.
población se define como un grupo de organismos de De tal forma, que para un pez de un lago, su há-
la misma especie ocupando o viviendo en un espa- bitat es el lago, pero para un parásito de los peces de
cio y tiempo determinado, que comprende un único este lago, su hábitat no es el lago, es el intestino de
pool genético. un pez en particular; mientras que para el sitio de co-
La sinecología se refiere a grupos de organismos lecta de un parásito no es la referencia geográfica de
de diferentes especies, que viven en el mismo espacio colecta si no que es el órgano, cavidad o/y sistema en
y tiempo determinado, es decir contempla estudios a donde el parásito se encuentra alojado etc. Debido a
14 Bautista-Hernández, Monks, Pulido-Flores, y Rodríguez-Ibarra
esta diferencia surgieron conflictos en la aplicación de de hospederos, porque no existía ningún concepto que
las otras definiciones con los parásitos. definiera algo intermedio entre un nivel de compo-
Para estos términos el enfoque son la población o nente de población y suprapoblación, y/o el compo-
la comunidad de los parásitos con respecto a los hos- nente de comunidad y supracomunidad. Por lo que
pederos y el ecosistema, que es donde los parásitos propuso conceptos para delimitar lo que pareciera un
se desarrollan para culminar su ciclo biológico, de- solo nivel, y así medir con mayor facilidad la diversi-
bido a que el parásito necesita del medio ambiente dad ecológica dentro de una población o comunidad
en donde se desarrolla y de distintos hospederos, ya de hospederos. Zander (2001) introdujo dos términos
sea como hospederos intermediarios, paraténicos y de gremio a lo propuesto por Margolis et al. (1982) y
reservorios (Esch et al., 1990; Bush et al., 2001; Ro- Bush et al. (1997).
berts y Janovy Jr., 2009). Originalmente Root (1967) definió el término de
gremio, describiéndolo como “especies funcionalmente
Primeros intentos de establecer términos similares en una comunidad”, es decir especies que
ecológicos en parasitología comparten o utilizan recursos en común (Esch et al.,
1990). Zander (2001) uso el concepto de Root (1967)
Hasta 1982 se hacía un uso incorrecto de las medidas
e introdujo dos términos de gremio a lo propuesto por
estadísticas, y de los conceptos en el área de la para-
Margolis et al. (1982) y Bush et al. (1997), como un
sitología, lo que había sido objeto de un amplio de-
nuevo nivel para el estudio de la ecología en los pa-
bate (Margolis et al., 1982). Con base en los problemas
rásitos, abriendo nuevas oportunidades para futuras
mencionados, el presidente de la Sociedad Americana
investigaciones, como el estudio del proceso co-evo-
de Parasitología comisionó en 1981 la organización de
lutivo entre los parásitos y los hospederos, incluso
un grupo de científicos enfocados en esta área, para
cuando el gremio no es un ensamble. Hasta la fecha,
definir, proponer y estandarizar conceptos ecológicos
estos trabajos citados son los más seguidos en los tra-
enfocados en parasitología, debido a la confusión que
bajos de ecología de los parásitos.
existía en el manejo de los términos ecológicos de los
organismos de vida libre. Desde entonces, los estudios
en las comunidades de parásitos han sido más frecuen- Términos ecológicos actualmente usados en la
tes y diversos a nivel mundial. Como resultado de lo parasitología
propuesto, la Sociedad publicó “The use of ecological
Conceptos a nivel población
terms in parasitology (Report of an ad hoc commit-
tee of The American Society of Parasitologists)” por Infrapoblación: Incluye a todos los individuos de
Margolis et al. (1982). una especie de parásito que habitan en un indi-
En esta publicación se establecieron nueve tér- viduo de hospedero, en un tiempo determinado.
minos, incluyendo medidas estadísticas para pobla- Componente de población: Incluye a los parási-
ciones de parásitos; las cuales permiten cuantificar tos de una población de la misma especie, en una
y describir las poblaciones de los parásitos, y algu- población de hospederos (Margolis et al., 1982;
nos términos generales. Cabe mencionar que el único Bush et al., 1997) (Figura 2).
propósito fue establecer definiciones con el objeto de Gremio de población: Incluye a los parásitos de
estandarizar axiomas, y poner en orden aquellos que una población de la misma especie, en una comu-
caían en confusión, o podrían estar usándose equivo- nidad de hospederos (Zander, 2001).
cadamente (Margolis et al., 1982). Posteriormente, Suprapoblación: Todos los individuos de una espe-
Bush et al. (1997) publicaron un complemento de lo cie de parásitos, en todas las etapas de desarrollo
publicado por Margolis y colaboradores, puntuali- dentro de todos los hospederos en su medio am-
zando que fueron aportaciones, sugerencias y nue- biente (Margolis et al., 1982; Bush et al., 1997).
vos términos para la ecología de los parásitos; así
mismo dieron el mismo valor para la ecología de co- Conceptos a nivel comunidad
munidades y la ecología de poblaciones utilizadas Infracomunidad: Todas las especies de parásitos
en parasitología. infectando a un solo hospedero.
Posteriormente, Zander (2001) encontró una difi- Componente de comunidad: Todas las espe-
cultad al evaluar la carga parasitaria en una comunidad cies de parásitos explotando, una población de
Revisión bibliográfica de algunos términos ecológicos usados en parasitología 15
Figura 2. Esquemas a nivel población y comunidad de helmintos en sus diferentes representaciones dentro de sus hospe-
deros (Modificado de Zander, 2001). A) población de helmintos; B) comunidad de helmintos.
hospederos, en un tiempo determinado (Bush et despeña tanto como en el medio en que se desa-
al., 1997; Margolis et al., 1982). rrolla e interactúa dentro de una comunidad (Bush
Gremio de comunidad: Incluye a toda una comu- et al., 1997). Margolis et al. (1982) mencionan que
nidad de parásitos, en un ensamble o gremio de el uso de nicho debería ser generalmente evitado,
hospederos determinados (Zander, 2001). a menos que sea específicamente aplicado con la
Supracomunidad: Incluye a toda una comunidad de definición de Whittaker et al. (1973).
parásitos, en un ecosistema (Margolis et al., 1982; Hábitat: Se refiere a la localización espacial de los
Bush et al., 1997). parásitos, y su ambiente físico y químico dentro
del hospedero (Fig. 3).
Conceptos que ayudan a comprender la dinámica Colonización: Es el fenómeno mediante el cual un
de los parásitos parásito llega y establece una población donde nin-
Sitio: Es un hospedero o grupo de hospederos, en el gún parásito está presente, en un tiempo determi-
cual se recolecta una muestra particular de pará- nado. Este término se refiere a poblaciones dentro
sitos, este término es paralelo a la localidad geo- de hospederos y no a localidades (ver conceptos en
gráfica pero a la escala del parásito. el nivel poblacional).
Localidad: Es el lugar geográfico de captura o co- Especies núcleo: son esas especies que ocurren con
lecta del hospedero. una alta frecuencia y densidad (Esch et al., 1990).
Nicho: El nicho de un parásito se refiere al papel que Dogiel (1964) analizó los cambios de la diversidad
16 Bautista-Hernández, Monks, Pulido-Flores, y Rodríguez-Ibarra
Figura 3. Dinámica de parásitos; Localidad: Península de Baja California Sur; el sitio de los parásitos puede ser relativo de
acuerdo al tipo de estudio que se pretenda realizar, si se puntualiza en la competencia interespecífica (competencia de las
especies) el sitio de la especie 1 es la parte posterior del intestino delgado, y su hábitat es el intestino delgado; especie dos
y tres, válvula espiral es el sitio y su hábitat; la especie satélite es la número uno; la especie tres es núcleo.
Figura 4. Parámetros ecológicos; se observa un total de ocho hospederos de los cuales sólo cinco se encuentran infecta-
dos por una especie de parásito, con un total de 31 ejemplares de parásitos de la misma especie. Prevalencia = 62 %, de la
población está infectada; incidencia se considera cuando existen más de un muestreo, donde se describe estadísticamente
el riesgo de adquirir la infección por nuevos individuos en una población de hospederos; la densidad = 6.2; la intensidad
se representa con un máximo y mínimo, intensidad = 1, 1, 3, 8 y 18 (18-1); y la abundancia = 3.83.
conceptos clave que se han determinado, han dado importantes reguladores de las poblaciones, y son po-
pauta para evaluar a los parásitos en los niveles de tentes agentes de mantenimiento de los ecosistemas
población y comunidad. de la integridad y estabilidad. También, los parásitos
En una población de parásitos se puede evaluar la pueden ser importantes mediadores de la conducta
caracterización de la infección. Esto es la dinámica del de sus hospederos, son indicadores estables de la es-
parásito, en una población o comunidad de hospede- tructura trófica de los ecosistemas (Brooks, 2000).
ros. A través de esto se puede conocer la competen- La fauna parasita aporta una nueva dimensión al
cia intraespecífica que existe en un hospedero. Esto entendimiento de las interacciones ecológicas, de los
se determina con la medida de intensidad, mientras patrones de distribución de los hospederos, y al de la
que la infestación de un parásito se logra por medio compleja historia de muchas regiones y biotas (Gard-
de la prevalencia, algunas de estas medidas son muy ner et al., 1992; Lamothe-Argumedo, 1994; Pérez-
utilizadas en parasitología médica ya que describen Ponce de León y García-Prieto, 2001).
la dinámica de algunos micro y macroparásitos, eva-
lúa el porcentaje de un muestra tomada a través del Agradecimientos
número de organismos infectados, y se considera un
Los autores agradecen a la Universidad Veracruzana,
número real. En algunos casos la incidencia se ha uti-
Campus Tuxpan y la Dra. María Alejandra López-Ji-
lizado incorrectamente como sinónimo de prevalen-
ménez y la Dra. Marisela López-Ortega por la ges-
cia; la intensidad nos expresa un intervalo numérico,
tión para el uso de las instalaciones de dicha institu-
mientras que la abundancia también es conocida como
ción. Asimismo, AERI agradece al CONACyT por la
densidad relativa.
Beca Nacional concedida para los estudios dentro de
Así mismo, con los valores de estas medidas se
la Maestría en Ciencias en Biodiversidad y Conserva-
puede conocer la calidad de un ecosistema, se puede
ción (reconocido en PNPC), UAEH.
vislumbrar una explicación de las interacciones ecoló-
gicas, y la distribución de los hospederos entre otros.
Literatura citada
Todo lo anterior influye en el conocimiento de los
términos ecológicos, sin embargo las definiciones y Alexander, N., R. Moyeed, y J. Stander. 2000. Spatial mo-
delling of individual-level parasite counts using the ne-
conceptos ecológicos descritos para organismos de
gative binomial distribution. Biostatistics 1:453-463.
vida libre no tiene el mismo significado en los pará-
Anderson, R. M., y R. M. May. 1978. Regulation and sta-
sitos. Por ende, fue necesario adecuarlos al área de la
bility of host-parasite population interactions I. Re-
parasitología. gulatory processes. Journal of Animal Ecology 47:
En algunos casos sólo se les asignó un enfoque res- 219-247.
pecto al hospedero, situándolo como “el área geográ- Bliss, C. I., y R. A. Fisher. 1953. Fitting the negative binomial
fica”. En los endoparásitos, su entorno y su recurso distribution to biological data and note on the efficient
natural primordial es el hospedero, relativamente, de- fitting of the negative binomial. Biometrics 9:176-200.
bido a que el parásito consigue su alimento directa- Brooks, D. R. 2000. Parasites Systematics in the 21st Cen-
mente del hospedero por medio de ósmosis, mientras tury: Opportunities and obstacles. Memorias del Insti-
que otros parásitos no absorben el alimento, sino que tuto Oswaldo Cruz, Río de Janerio 95:99-107.
lo ingieren de manera directa del hospedero. Brusca, R. C., y G. J. Brusca. 2003. Invertebrates. Sinauer
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Bush, A. O., J. C. Fernandez, G. W. Esch, y J. R. Seed. 2001.
La importancia de los parásitos es diversa; son úti- Parasitism (The diversity and ecology of animal para-
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tróficas en los ecosistemas, y como agentes etiológi- Bush, A. O., K. D. Lafferty, J. M. Lotz, y A. W. Shostak. 1997.
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Revisión bibliográfica de algunos términos ecológicos usados en parasitología 19
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A. Schad. 1982. The use of ecological terms in parasi- logy 44:339-342.
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logy 68:131-133.
87:484-488.
Riqueza de helmintos parásitos de vertebrados
silvestres del estado de Hidalgo, México
Resumen
La diversidad de helmintos parásitos de vertebrados del estado de Hidalgo, en México es poco conocida, a
pesar de que su estudio se inició desde 1937. Asimismo, mucha de la información generada se ha publicado
de manera dispersa, lo que dificulta aún más el establecer con precisión los valores actuales. Por ello, el obje-
tivo de este trabajo fue determinar la riqueza de la fauna helmintológica asociada a vertebrados silvestres de
Hidalgo. Para alcanzar dicho objetivo, se realizaron tres acciones: 1) recopilación bibliográfica retrospectiva de
información; 2) consulta al acervo de diversas colecciones científicas nacionales e internacionales, e 3) incor-
poración de nuevos registros producto de nuestras investigaciones. Con base en lo anterior, el número que se
ha establecido hasta el presente trabajo es de 117 taxa de helmintos en Hidalgo, divididos en Acanthocephala
con tres taxa, Platyhelminthes con 53 y Nematoda que es el grupo más diverso con 61 taxa. Estos datos repre-
sentan el 7.9% del total de helmintos parásitos de vertebrados terrestres presentes en la República Mexicana
que es de 1,477 especies, ocupando el noveno lugar en diversidad de helmintos dentro del país.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
20
Riqueza de helmintos parásitos de vertebrados silvestres del Hidalgo 21
constituir una parte integral de los programas de in- existencia de valles, facilita la existencia de elemen-
vestigación sobre biodiversidad; una muestra de ésto tos tropicales a elevaciones relativamente altas y ele-
es el uso de los parásitos como pruebas contemporá- mentos montañosos a altitudes menores.
neas de biodiversidad y como organismos que permi- La Región Neotropical se encuentra representada
ten monitorear el estado de los ecosistemas (Brooks et en el estado por la Provincia del Golfo de México, que
al., 2001; Hudson et al., 2006, Pérez-Ponce de León se extiende desde Tamaulipas hasta el norte de Gua-
y García-Prieto, 2001). De la misma forma, debido a temala (Morrone, 2005).
que la obtención de los parásitos solamente puede lo- Asi mismo, Hidalgo se divide políticamente en 84
grarse si se accede a la especie hospedadora, ésta tiene municipios y éstos a su vez se encuentran compren-
un efecto de cascada sobre el estudio de la biodiversi- didos en seis ecorregiones que son:
dad, por lo que al inventariar los grupos de parásitos Valle de México: localizada en la parte sureste del
de algún tipo de hospedero, se contribuye al conoci- estado e integrada por 15 municipios (Almoloya, Apan,
miento de la biodiversidad de una localidad. Emiliano Zapata, Epazoyucan, Mineral del Monte,
Una de las formas de dar a conocer la biodiversi- Pachuca de Soto, Mineral de la Reforma, Singuilu-
dad es la realización de listados como el que ahora nos can, Tepeapulco, Villa de Tezontepec, Tizayuca, Tol-
ocupa, ya que a partir de éstos se da a conocer infor- cayuca, Zapotlán de Juárez, Zempoala y Tlanalapa),
mación de organismos que se encuentran depositados con una vegetación de bosque de encino, juníperos,
en colecciones científicas cuyos datos no han visto la pino y chaparral, con clima semiseco y subhúmedo.
luz en alguna publicación, además de recopilar la in- Valle de Tulancingo: se localiza en la porción cen-
formación de diferentes fuentes bibliograficas. El uso tro - sureste del estado, está conformada por seis mu-
que se le puede dar a este tipo de listado es diverso, ya nicipios (Acatlán, Acaxochitlán, Cuautepec de Hino-
que entre otros beneficios, proporcionan datos sobre josa, Metepec, Santiago Tulantepec y Tulancingo de
alguna región geográfica, del espectro hospedatorio de Bravo) rodeados de montañas altas, mesetas y valles
un parásito e información taxonómica reciente sobre volcánicos que se caracterizan por superficies planas
algún organismo; además, esta información puede uti- a ligeramente inclinadas. Presenta clima semiseco,
lizarse en trabajos biogeográficos que perrmiten pro- seco y subhúmedo. La vegetación predominante es
poner áreas para su conservación, y predecir la pre- bosque de encino, pino chaparral.
sencia de alguna especie de interes biológico o médico Valle del Mezquital: es la ecorregión más extensa
por medio de sistemas de información geográfica (Es- del estado, enclavada en la porción suroeste de la en-
calante et al., 2011; Haverkost et al., 2010; Martínez- tidad, conformada por 27 municipios (Actopan, Aja-
Salazar et al., 2013). cuba, Alfajayucan, El Arenal, Atitalaquia, Atotonilco
de Tula, Cardonal, Chapantongo, Chilcuautla, Fran-
Área de estudio cisco Ignacio Madero, Huichapan, Ixmiquilpan, Mix-
quiahuala, Nopala de Villagrán, Progreso de Obre-
El estado de Hidalgo representa el 1.1% (20,813 km2)
gón, San Agustín Tlaxiaca, San Salvador, Santiago
de la superficie total del país; se localiza entre los para-
de Anaya, Tasquillo, Tecozautla, Tepeji del Río de
lelos 19° 35’ 52”- 21° 25’ 00” de latitud norte y 97° 57’
Ocampo, Tepetitlán, Tetepango, Tezontepec de Al-
27” - 99° 51’ 51” de longitud oeste. Colinda al norte con
dama, Tlahuelilpan, Tlaxcoapan, Tula de Allende).
los estados de San Luis Potosí, Veracruz y Querétaro,
Comprende una de las superficies más planas del es-
al sur con el Estado de México y Tlaxcala, al este con
tado con predominio de valles volcánicos. La agrupa-
Veracruz y Puebla, y al oeste con Querétaro (INEGI,
ción vegetal más abundante en la zona es el matorral
2013). El estado de Hidalgo se localiza entre dos zo-
xerófilo. Presenta un clima semiseco a seco.
nas biogeográficas que son la de Transición Mexicana
Otomí-Tepehua: los municipios que la integran son
y Neotropical; en la primera el estado se ubica en la
cuatro (Agua Blanca de Iturbide, Huehuetla, San Bar-
Provincia de la Sierra Madre Oriental que se extiende
tolo Tutotepec, Tenango de Doria) y está conformada
desde el centro de Nuevo León hasta el norte de Pue-
por montañas semicálidas y templadas, con bosque
bla y Veracruz en el sur, donde se une con el Eje Volcá-
mesófilo de montaña y de pino - encino.
nico transmexicano. La ladera occidental es más seca
Sierra Hidalguense: formada por 20 municipios
y la oriental es mas húmeda pues recibe los vientos
(Atotonilco el Grande, Chapulhuacán, Eloxochitlán,
alisios del Golfo de México. Lo anterior, aunado a la
22 Falcón-Ordaz, Monks, Pulido-Flores, García-Prieto, y Lira-Guerrero
al., 2004); Herichthys labridens (Aguilar-Aguilar et RÍO ATLAPEXCO: Herichthys cyanoguttatus, Poeci-
al., 2004; Salgado-Maldonado et al., 2004); RÍO TA- liopsis gracilis, Poeciliopsis sp., Xiphophorus sp.
LOL: Herichthys cyanoguttatus, Herichthys labri- (Salgado-Maldonado et al., 2004); RÍO CANDELA-
dens, Poecilia mexicana (Salgado-Maldonado et al., RIA (HUEJUTLA): Astyanax mexicanus, Poecilia
2004); RÍO TECOLULCO: Poecilia mexicana, Poeci- mexicana, Poeciliopsis gracilis (Salgado-Maldonado
liopsis gracilis (Salgado-Maldonado et al., 2004); et al., 2004); RÍO TALOL: Herichthys cyanogutta-
ARROYO TENANGO: Dionda ipni, Poecilia mexi- tus (Salgado-Maldonado et al., 2004); ARROYO TE-
cana, Xiphophorus sp. (Salgado-Maldonado et al., NANGO: Gambusia vittata (Pérez-Ponce de León et
2004); RÍO VENADOS: Gambusia vittata (Ortega- al., 2007), Xiphophorus sp. (Aguilar-Castellanos,
Olivares, 2004), Poecilia mexicana (Salgado-Maldo- 2002); CENTRO ACUÍCOLA (TEZONTEPEC DE
nado et al., 2004). ALDAMA): Aristichthys nobilis, Cyprinus carpio,
Uvulifer ambloplites (Hughes, 1927) Dubois, Cyprinus rubrofuscus, Hypophthalmichthys mo-
1938 litrix, Megalobrama amblycephala (Nava-Honc,
Pez (M): Aletas, escamas y piel. 1994), Ctenopharyngodon idella (Arizmendi-Espi-
ARROYO TENANGO: Dionda ipni, Poecilia mexicana, nosa, 1989), Cyprinus carpio (Pérez-Ponce de León
Xiphophorus sp. (Salgado-Maldonado et al., 2004); et al., 1996), Ictalurus punctatus, Oreochromis au-
RÍO VENADOS: Poecilia mexicana (Salgado-Maldo- reus, Oreochromis sp., Poecilia reticulata (Scholz y
nado et al., 2004). Salgado-Maldonado, 2000), Mylopharyngodon pi-
Echinostomatidae Poche, 1926 ceus (Arizmendi-Espinosa, 1992).
Echinostomatidae gen. sp. Ave (A): Intestino.
Pez (M): Cerebro. CENTRO ACUÍCOLA (TEZONTEPEC DE ALDAMA):
LAGO DE TECOCOMULCO: Chirostoma jordani (Her- Anas sp.; Gallus gallus (Arizmendi-Espinosa, 1992).
nández-Hernández et al., 2008). Mamífero (A): Intestino.
Echinostoma revolutum (Froelich, 1802) Dietz, CENTRO ACUÍCOLA (TEZONTEPEC DE ALDAMA):
1909 Mus musculus (Arizmendi-Espinosa, 1992).
Ave (A): Intestino. Comentarios: el registro en aves y mamíferos fueron ob-
TECOCOMULCO: Anas discors (Padilla, 2010) tenidos por infecciones experimentales.
Gorgoderidae (Looss, 1899) Looss, 1901 Lecithodendriidae Luhe, 1901
Gorgoderina attenuata (Stafford, 1902) Stafford, Maxbraunium tubiporum (Braun, 1900) Caba-
1905 llero y Caballero y Zerecero, 1942
Anfibio (A): Vejíga urinaria. Mamífero (A): Intestino.
METZNOXTLA, RESERVA DE LA BIOSFERA BA- SAN ISIDRO (TEZONTEPEC DE ALDAMA): Pterono-
RRANCA DE METZTITLAN: Lithobates spectabilis tus parnelli (Caballero y Caballero y Zerecero, 1942).
(Pulido-Flores et al., 2009). Ejemplares depositados: CNHE (1373).
Haematoloechidae Odening, 1964 Macroderoididae McMullen, 1937
Haematoloechus complexus (Seely, 1906) Krull, Glypthelmins quieta (Stafford, 1900) Stafford,
1933 1905
Anfibio (A): Pulmón. Anfibio (A): Intestino.
METZNOXTLA, RESERVA DE LA BIOSFERA BA- METZNOXTLA, RESERVA DE LA BIOSFERA BA-
RRANCA DE METZTITLAN: Lithobates spectabilis RRANCA DE METZTITLAN: Lithobates spectabilis
(Pulido-Flores et al., 2009). (Pulido-Flores et al., 2009)
Haploporidae Nicoll, 1914 Magnivitellinum simplex Kloss, 1966
Saccocoelioides sogandaresi Lumsden, 1963 Pez (A): Intestino.
Pez (A): Intestino. RÍO ACAMALULCO (ORIZATLÁN), RÍO ATLAPEXCO:
RÍO AMAJAC: Poecilia mexicana (Salgado-Maldonado Astyanax mexicanus (Salgado-Maldonado et al.,
et al., 2004); RÍO SAN PEDRO (ORIZATLÁN): Poeci- 2004); RÍO VENADOS: Astyanax mexicanus (Sal-
liopsis gracilis (Salgado-Maldonado et al., 2004); RÍO gado-Maldonado et al., 2004).
TECOLUCO: Poecilia mexicana, Poeciliopsis graci- Plagiorchiidae Lühe, 1901
lis (Salgado-Maldonado et al., 2004); ARROYO TE- Ochetosoma grandispinus (Caballero y Caba-
NANGO: Xiphophorus sp. (Salgado-Maldonado et llero, 1938) Skrjabin y Antipin, 1959
al., 2004). Reptil (A): Esófago.
Heterophyidae Leiper, 1909 TASQUILLO: Drymarchon corais (Caballero y Caba-
Centrocestus formosanus (Nishigori, 1924) Price, llero, 1938a).
1932 Ejemplares depositados: CNHE (960, 1455).
Pez (M): Cavidad del cuerpo, bránquias, hígado.
Riqueza de helmintos parásitos de vertebrados silvestres del Hidalgo 25
Ejemplares depositados: CNHE (446, 4935, 4936, Hymenolepis diminuta (Rudolphi, 1819) Wei-
4937); CIB-UAEH (5097, P00001, P00002, P00003, land, 1858
P00004). Mamífero (A): Intestino.
Catenotaeniidae Spasskii, 1950 PASO DE LEÓN (METZTITLÁN): Peromyscus difficilis
Catenotaenia peromysci Smith, 1954 (García-Prieto et al., 2012).
Mamífero (A) Intestino. Ejemplarers depositados: CNHE (490).
PASO DE LEÓN (METZTITLÁN): Peromyscus difficilis H. horrida (Von Linstow, 1901) Lühe, 1910
(García-Prieto et al., 2012). Mamífero (A): Intestino.
XIHUINGO, TEPEAPULCO: Peromyscus difficilis. PASO DE LEÓN (METZTITLÁN): Peromyscus difficilis
Comentario: Esté es el segundo registro de la especie en (Carmona-Huerta, 1994).
el estado de Hidalgo, además no se ha registrado en Nematotaeniidae Lühe, 1910
otro estado de la república. Bitegmen gerrhonoti (Telford, 1965) Jones, 1987
Davaineidae Braun, 1900 Reptil (A): Intestino.
Railletina baeri Meggitt y Subramanian, 1927 DURANGO: Lepidophyma gaigeae (Goldberg et al.,
Mamífero (A): Intestino. 2002).
HUEHUETLA: Liomys irroratus (García-Prieto et al., Ejemplares depositados: USNPC (91755).
2012). Proteocephalidae La Rue, 1911
Ejemplares depositados: CNHE (488). Proteocephalidae gen. sp.
Gryporhynchidae Spassky y Spasskaya, 1973 Pez (P): Hígado.
Glossocercus sp. LAGUNA DE ATEZCA: Micropterus salmoides (Agui-
Pez (Me): Mesenterio, vesícula biliar. lar-Aguilar et al., 2004).
LAGUNA DE METZTITLÁN (METZTITLÁN): Chiros- Ophiotaenia perspicua La Rue, 1911
toma jordani, Poeciliopsis gracilis (Monks et al., Reptil (A): Intestino.
2005a; Monks et al., 2005b); LAGO DE TECOCO- TASQUILLO: Crotalus sp. (Flores-Barroeta et al., 1961).
MULCO: Cyprinus carpio (Alemán-García et al., Taeniidae Ludwing, 1886
2008); Girardinichthys viviparus (Bautista-Her- Taenia sp.
nández et al., 2008). Mamífero (C): Dermis, hígado.
Ejemplares depositados: CIB-UAEH (P00005, P00006). HUASCA: Mus musculus; RANCHO SANTA ELENA
G. auritus (Rudolphi, 1819) Bona, 1994 (TULANCINGO): Peromyscus maniculatus (Pulido-
Pez (C): Hígado, grasa. Flores et al., 2005); SAN MIGUEL ALLENDE, TE-
RÍO CALABOZO, XOCHIATIPAN: Poecilia mexicana PEAPULCO: Peromyscus sp., Peromyscus difficilis
(Scholz y Salgado-Maldonado, 2001, Salgado-Mal- (Pulido-Flores et al., 2013).
donado et al., 2004); RÍO TALOL: Poecilia mexicana Ejemplares depositados: CHE (F00012).
(Aguilar-Castellanos, 2002). T. multiceps Leske, 1780
Ejemplares depositados: CNHE (4120). Mamífero (ND): ND
Hymenolepididae Ariola, 1899 PASO DE LEÓN (METZTITLÁN): Peromyscus leucopus
Cloacotaenia megalops (Nitzch in Creplin, 1929) (García-Prieto et al., 2012).
Wolfflugel, 1938 Ejemplares depositados: CNHE (491).
Ave (A): Intestino. T. pisiformis (Bloch, 1780) Gmelin, 1790
TECOCOMULCO: Anas discors (Padilla, 2010). Mamífero (ND): ND
Vampirolepis sp. PASO DE LEÓN (METZTITLÁN): Peromyscus difficilis
Mamífero (A): Intestino. (García-Prieto et al., 2012).
PASO DE LEÓN (METZTITLÁN): Peromyscus difficilis Ejemplares depositados: CNHE (485).
(García-Prieto et al., 2012). T. taeniformis Batsch, 1786
Ejemplares depositados: CNHE (487). Mamífero (C): Hígado.
Rodentolepis nana (vonSiebold, 1852) Blan- SAN CRISTOBAL Rattus rattus (Pulido-Flores et al.,
chard, 1891 2005).
Mamífero (A): Intestino. Ejemplares depositados: CHE (P00027).
METZTITLÁN, SAN CRISTOBAL: Mus musculus (Pu-
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Nuevos registros y redescripción de Rhabdochona
xiphophori Caspeta-Mandujano, Moravec y Salgado-
Maldonado, 2001 (Nematoda: Rhabdochonidae)
en el Estado de Hidalgo, México
Resumen
Teniendo en cuenta la diversidad de los ecosistemas acuáticos en México y la infinita riqueza de especies de
peces en el país, la lista actual de nemátodos parásitos de peces de agua dulce en México está incompleta.
Hasta la fecha en México el género Rhabdochona se encuentra registrado como parásito en una amplia gama
de familias de peces de agua dulce. El objetivo del presente trabajo es redescribir ejemplares de Rhabdochona
xiphophori parásita de Xiphophorus malinche colectados de dos localidades del estado de Hidalgo y compa-
rarlos morfológicamente.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
38
Nuevos registros y redescripción de Rhabdochona Xiphophori Caspeta-Mandujano 39
Rhabdochona sp. Atherinopsidae, Cichlidae, Cyprinidae, Morelos, Nuevo León, Puebla, Tabasco, Tamaulipas y
Eleotridae, Ictaluridae, Megalopidae Veracruz
y Scianidae
R. acuminata Characidae Chiapas
R. ahuehuellensis Goodeidae Jalisco, Morelos, Puebla y San Luis Potosí
R. canadensis Cyprinidae Hidalgo, México, Guerrero, Michoacán, Morelos,
Oaxaca y Querétaro
R. cascadilla Cyprinidae Baja California Norte
R. guerreroensis Gobiidae Guerrero y Jalisco
R. kidderi* Bythitidae,Cichlidae, Campeche, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo,
Heptapteridae e Ictaluridae San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán
R. lichtenfelsi Goodeidae y Poeciliidae Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán,
Querétaro y San Luis Potosí
R. mexicana Characidae Guerrero, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Querétaro y
San Luis Potosí
R. ovifilamenta Catostomidae Durango
R. salgadoi Profundulidae Guerrero y Oaxaca
R. xiphophori Poeciliidae y Goodeidae Hidalgo, Michoacán y Nayarit.
Carácter/Sexo ♀ ♂ ♀ ♂ ♀ ♂
de los ríos Pánuco, Santiago y Balsas así como del Bilqees, F. M., y K. Kamran. 2010. Rhabdochona (Filo-
estado de Colima (Caspeta-Mandujano et al., 2001; chona) gubernaculus new species (Nematoda: Rhabdo-
Mejía-Madrid et al., 2005; Salgado-Maldonado et al., chonidae) from riverine fish Cyprinion watsoni (Day,
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logy 42:75-80.
gistros anteriores, R. xiphophori en el estado de Hi-
Bilqees, F. M., y A. Khan. 2012a. On a new species of spiru-
dalgo se encontró parasitando a peces del género Xi-
rid nematode Rhabdochona (Rhabdochona) annai (Spi-
phophorus sin determinar la especie del pez. En un
rurida: Thelazioidea) from freshwater Mahseer, Tor pu-
río temporal del Arroyo Tenango del municipio de titora (Ham.). Pakistan Journal of Zoology 44:845-849.
Tianguistengo (Caspeta-Mandujano et al., 2001; Sal- Bilqees, F. M., y K. Khan. 2012b. A new parasitic nematode
gado-Maldonado et al., 2004) por lo que este trabajo species Rhabdochona pakistanica, new species from Cy-
es el primero en el que se mencionan dos especies de prinion watsoni (Osteichthyes: Cyprinidae) in central
Xiphophorus (X. birchmanni y X. malinche) parasi- Balochistan. Pakistan Journal of Zoology 44:851-857.
tadas por R. xiphophori que habitan únicamente en Caspeta-Mandujano, J. M., F. Moravec, y G. Salgado-Maldo-
ríos de la cuenca Pánuco en el estado de Hidalgo, lo nado. 2001. Two new species of Rhabdochonids (Nema-
que apoya lo mencionado por Moravec (2010), que toda: Rhabdochonidae) from freshwater fishes in Mexico,
propone que las especies de Rhabodochona sostie- with a description of a new genus. Journal of Parasito-
nen una especialización hospedatoria a nivel de fa- logy 87:139-143.
milia, subfamilia o género en peces; en México R. li- Caspeta-Mandujano, J. M. 2005. Nematode parasites of fres-
chtenfelsi y R. ahuehuellensis se consideran como hwater fish in Mexico: key to species, descriptions and
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relos, Cuernavaca, Morelos, México. 447 p.
y Pérez-Ponce de León, 2003; Sánchez-Álvarez et
Garrido-Olvera, L., L. García-Prieto, y G. Pérez-Ponce de
al., 1998); mientras que la especie de R. xiphophori
León. 2006. Checklist of the adult nematode parasites
es considerada como especialista de Poeciliidae por of fishes in freshwater localities from Mexico. Zootaxa
que se ha registrado en Xiphophorus sp. y X. helleri 1201:1-45.
(Caspeta- Mandujano et al., 2001; Mejía-Madrid et González-Solís, D., S. P. Chavan, P. Kannewad, y G.
al., 2005), lo que es apoyado por los registros obte- Gyananath. 2014. A new species of Rhabdochona Railliet,
nidos en el presente trabajo. 1916 (Nematoda: Rhabdochonidae) from cyprinid
Por último, Mejía-Madrid et al. (2005) registra- fishes in the Western Ghats Region, India. Systematic
ron a R. xiphophori infectando dos especies de Goo- Parasitology 87:273-281.
deidae (A. catarinae y X. eiseni), aunque los autores Kakar, A., F. M. Bilqees, y A. Khan. 2012. On a new species of
proponen que esta infección fue probablemente cau- spirurid nematode Rhabdochona (Rhabdochona) annai
sada por una extensión ecológica de los hospederos. (Spirurida: Thelaziodea) from freshwater Mahseer, Tor
putitora (Ham.). Pakistan Journal of Zoology 44:545-550.
Mejía-Madrid, H. H., A. Choudhury, y G. Pérez-Ponce de
Agradecimientos
León. 2007. Phylogeny and biogeography of Rhabdo-
Los autores agradecen el financiamiento otorgado al chona Railliet, 1916 (Nematoda: Rhabdochonidae) spe-
proyecto de Ciencia Básica “El efecto de hibridiza- cies from the Americas. Systematic Parasitology 67:1-18.
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Evaluación de las infracomunidades
de tres especies de peces en dos localidades
de la Huasteca Hidalguense
Resumen
Uno de los problemas más severos y menos controlados en México es el gran número de especies introducidas
en las cuencas del país, hecho que pone en peligro la existencia de muchas de las especies endémicas. Ade-
más, las especies introducidas pueden transportar sus parásitos, que con frecuencia afectan a las poblaciones
de especies endémicas. Anteriormente se realizó un estudio de las comunidades de parásitos de tres especies
de peces, dos endémicas y una exótica (Xiphophorus birchmanni, Pseudoxiphophorus bimaculata y Amatitlania
nigrofasciata). En ese trabajo se realizó el análisis de éstas comunidades evaluándolas a nivel infracomunidad,
además se calculó la caracterización de las infecciones de cada población de los parásitos. Se midió la diversi-
dad considerando el promedio de los atributos de: dominancia, diversidad y riqueza. Los monogéneos son la
especie dominante en todas las infracomunidades y se observó que como todas las especies de agua dulce,
las tres especies de peces aquí estudiadas son pobres en riqueza de parásitos.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
44
Evaluación de las infracomunidades de tres especies de peces 45
casos en los que la distribución de cierta especie de pez segunda tiene una distribución más amplia abarcando
ha originado la dispersión de sus parásitos que infec- desde la vertiente del Pacífico mexicano hasta Hon-
tan especies endémicas. Entre los casos más graves y duras (Froese y Pauly, 2014).
que ha generado gran impacto en la diversidad de pe- En este caso, la especie introducida que comparte
ces, es el céstodo Botriocephalus acheilognathi Yama- hábitat con los dos poecílidos nativos es Amatitlania
guti, 1934 y la metacercaria Centrocestus formosanus nigrofasciata (Günther, 1867), un cíclido originario
(Nishigori, 1924). El primero fue introducido con la de América central, con distribución en el Salvador,
importación de peces de uso comercial, Ctenopharyn- Guatemala, Honduras y Costa Rica (de donde se creía
godon idellus (Valenciennes, 1844) y la segunda es- era endémico) (Figura 1C); sin embargo por su belleza
pecie fue consecuencia de la introducción accidental de ornato se ha aprovechado en el comercio acuaró-
del cáracol Thiara tuberculata (Mueller, 1774), espe- filo. Uno de los pocos trabajos donde se ha reportado
cie usada como fuente de alimento en centros acuíco- A. nigrofasciata en México es en el estudio de especies
las (Salgado-Maldonado y Rubio-Godoy, 2014). invasivas de Mejía-Mojica et al. (2012) en la Reserva
Particularmente en este trabajo, consideramos dos de la Biosfera Sierra de Huautla, Morelos, México; re-
especies de peces nativas y una especie introducida portando que la presencia de poblaciones de A. nigro-
que habitan simpátricamente en dos localidades de fasciata podría estar alterando y disminuyendo las po-
la cuenca del Río Pánuco. Xiphophorus birchmanni blaciones de otro cíclido nativo Cichlasoma istlanum
Lechner y Radda, 1987 y Pseudoxiphophorus bima- (Jordan y Snyder, 1899).
culata (Heckel, 1848) son dos especies pertenecien- Anteriormente Bautista-Hernández et al. (2014)
tes a la familia Poeciliidae (Figura 1A y 1B), la primera describieron las comunidades de parásitos de X. bir-
tiene una distribución restringida que se limita en los chmanni, P. bimaculata y A. nigrofasciata (Figura 1)
afluentes de la cuenca del Pánuco, mientras que la que co-habitan en dos localidades de la Huasteca de
Hidalgo, sin embargo el enfoque fue solo a nivel com-
ponente de comunidad (todas las especies de parási-
tos infectando a una población de hospederos en un
punto determinado del tiempo). Con el presente tra-
bajo se amplia la información sobre las comunidades
de parásitos en estas tres especies, calculando los pa-
rámetros de infección de cada especie y analizando
las infracomunidades (todas las especies de parási-
tos infectando un hospedero individual) en cada es-
pecie de hospedero.
Material y Método
Así como se planteó el estudio de Bautista-Hernán-
dez et al. (2014), para realizar el presente estudio se
retomaron los datos de abundancia y riqueza de las
especies parásitas de trabajos previos (Bautista-Her-
nández, 2010; Quiroz-Rojo, 2010; López-Martínez,
2010). La identificación y clasificación taxonómica de
los peces se realizó con base en Froese y Pauly (2014)
y Agorreta et al. (2013).
Para cada especie de parásito se calcularon los pa-
rámetros de infección usando los términos propues-
tos por Bush et al. (1997) prevalencia, abundancia e
intensidad promedio. Para la descripción de las in-
fracomunidades de helmintos, se usaron los paráme-
Figura 1. A = Xiphophorus birchmanni; B = Pseudoxipho- tros de riqueza, diversidad y dominancia, que se mi-
phorus bimaculata C = Amatitlania nigrofasciata. dieron de la siguiente forma: para medir la diversidad
46 Bautista-Hernández, Monks, y Pulido-Flores
entre las comunidades se usó el promedio del índice hospedero revisado; HZNP=15%, 1.3 monogéneos por
de Brillouin, para la dominancia se usó el promedio hospedero revisado). Mientras que en caso de pobla-
del índice de Berger-Parker. La riqueza y abundancia ciones de Spinitectus sp. aunque está presente en las
de las infracomunidades se midió como el promedio dos localidades, tiene una alta prevalencia en San Pe-
de especies parásitas y el número promedio de pará- dro (39%), registrando en promedio de seis nemáto-
sitos. Para más detalles de metodología ver Bautista- dos por hospedero, en comparación con Huiznopala
Hernández (2010). donde solo el 15% de peces revisados resultó infectado
con 1.5 gusanos por hospedero. Las poblaciones de la
Resultados otra especie de nemátodo Rhabdochona sp. tuvo ma-
yor incidencia en Huiznopala (12%) que en San Pe-
Tal como lo reporta Bautista-Hernández et al. (2014)
dro (6%), observándose también una alta intensidad
se enlistan siete especies de helmintos parasitando las
promedio con 2.3 helmintos en promedio en Huiz-
tres especies de peces simpátricas. Tres nemátodos
nopala y 1.5 nemátodos por hospedero parasitado en
adultos, Rhabdochona sp., R. kidderi Pearse, 1936 y
San Pedro (Tabla 3).
Spinitectus sp., dos digéneos en etapa larval metacer-
Para X. birchmanni, dos de las tres especies de hel-
caria Centrocestus formosanus y Uvulifer sp. y dos
mintos se encontraron en las dos localidades: Ur. va-
monogéneos Gyrodactylidae sp. y Urocleidoides va-
ginoclaustrum y C. formosanus, las cuales registraron
ginoclastrum Jogunoori, Kritsky y Venkatanarasaiah,
en San Pedro los valores más altos de infección con
2004 (Tabla 1). Ninguna de estas especies de parási-
respecto a lo que se observó en Huiznopala. Mientras
tos se comparte entre las especies de peces.
que las metacercarias de Uvulifer sp. en San Pedro
presentaron una prevalencia del 38% y una abundan-
Caracterización de las infecciones
cia de 0.08 por pez revisado e intensidad promedio de
El análisis de las poblaciones de los parásitos en cada 2.3 metacercarias por pez infectado (Tabla 4).
especie de hospedero mostró que los valores de infec-
ción varían de acuerdo a la localidad. El nemátodo Análisis de datos a nivel infracomunidad
R. kidderi es más prevalente en la localidad de San
Para A. nigrofasciata los análisis a nivel infracomuni-
Pedro (53%) que en Huiznopala (Tabla 1).
dad no fue posible realizarlos, debido a que se regis-
En las poblaciones de parásitos de P. bimaculata
tra una sola especie de parásito infectando la pobla-
se observó que el monogéneo Gyrodactilidae tiene la
ción de hospederos en las dos localidades (Tabla 5).
más alta prevalencia y abundancia en peces de San Pe-
Aunque X. birchmanni como P. bimaculata presentan
dro y Huiznopala (SPED= 51%, 5.6 monogéneos por
tres especies de helmintos, a excepción de la locali- el número de infracomunidades con más de dos es-
dad de Huiznopala donde X. birchmanni solo pre- pecies (Tabla 5).
senta dos especies, el número de hospederos que se Con respecto a los peces de X. birchmanni, no se
registraron con por lo menos dos especies de parási- pueden hacer comparaciones con base en el índice de
tos fueron bajos. diversidad, debido a que en la localidad de Huiznopala
En el caso particular de P. bimaculata, en la loca- el número de infracomunidades con más de dos espe-
lidad de San Pedro tuvo el valor más alto de infección cies fueron muy pocas (2 hospederos). En la localidad
(78.8%), de 33 hospederos, 21 registraron una infec- de San Pedro, las infracomunidades presentaron una
ción con una sola especie de parásito y solo cinco in- riqueza de especies de 0.78 y una abundancia de 25.4
fracomunidades se registraron con dos especies. La helmintos por hospedero revisado.
localidad de Huiznopala, tuvo un 57% de peces infec- A pesar que en P. bimaculta y X. birchmanni son
tados, de éstos cinco infracomunidades tuvieron una dos especies de Poeciliidae habitando en las mismas
especie y tres hospederos albergaban dos especies. Al localidades, las infracomunidades fueron dominadas
comparar los valores del índice de diversidad se ob- por monogéneos de especies diferentes. No se pudo
servó que en San Pedro tuvo un valor más alto que diferenciar a nivel especie los monogéneos de Gyro-
en Huiznopala (SPED=0.39; HZNP=0.35). Sin em- dactylidae, pero conocemos que los monogéneos de
bargo, esta diferencia debería analizarse con precau- U. vaginoclaustrum no pertenecen a esta familia sino
ción debido a que podría deberse a la diferencias del son considerados dentro de Dactylogyridae, lo que sus-
número de peces colectados en las dos localidades y tenta clasificarlas como especies diferentes.
Tabla 5. Análisis de las infracomunidades de helmintos de tres especies simpátricas de la Huasteca Hidalguense. SPED (San
Pedro); HZNP (Huiznopala); U=Urocleidoides vaginoclastrum; G=Gyrodactilidae.
X. birchmanni P. bimaculata A. nigrofasciata
SPED HZNP SPED HZNP SPED HZNP
Riqueza (S) 3 2 3 3 1 1
Número de Helmintos 1445 394 267 55 41 394
Especie Dominante U U G G -- --
Dominancia Berger-Parker 0.59 0.99 0.43 0.78 -- --
Diversidad de Simpson (1-D) 0.5 0.01 0.68 0.35 -- --
48 Bautista-Hernández, Monks, y Pulido-Flores
A pesar que X. birchmanni, P. bimaculata y A. ni- endémicas a las cuencas de México, mientras que el
grofasciata, comparten el mismo hábitat, es claro que cíclido es una especie introducida. Se ha documentado
no comparten el mismo nicho. Los poecílidos son pe- la nocividad de la introducción de especies de peces
ces que habitan las partes menos profundas, de aguas a ambientes naturales, debido a que pueden despla-
someras y con alta cubierta vegetal, mientras que el zar a las especies endémicas o trasferir sus parásitos
cíclido prefiere ambientes rocosos. (Miranda et al., 2012; Salgado-Maldonado y Pineda-
La presencia de los primeros hospederos definiti- López, 2003).
vos es otro aspecto que debe considerarse. Los peces En el caso de Amatitlania nigrofasciata, se desco-
de Xiphophorus birchmanni en San Pedro estuvie- noce si desde su sitio de origen estaba infectado con
ron parasitados por Uvulifer sp. pero esta metacer- R. kidderi, pero considerando que este nemátodo se
caria no se reportó en Huiznopala, es probable que ha encontrado parasitando a otras especies de peces
esta diferencia, sea porque en un lugar se encuentran en diferentes estados de México, mayormente en el
todas las condiciones necesarias para que el ciclo de sureste del país. Sumado a que A. nigrofasciata es
vida del parásito continúe, mientras que en la otra lo- una especie exclusiva del comercio acuarófilo, donde
calidad una variable del ciclo no está presente lo que los criadores siempre mantienen a poblaciones de pe-
evita que el parásito infecté a los peces. ces con el mayor cuidado posible para evitar parasi-
Así también se debe considerar la especificidad tosis que puedan ser dispersadas con facilidad en los
hospedatoria de los helmintos, pues como se observó acuarios que se refleje en la salud y aspecto de los pe-
en este trabajo en las dos especies de Poeciliidae con ces. Podríamos descartar que A. nigrofasciata haya
comunidades dominadas por monogéneos, éstos no fungido como vector de R. kidderi en las poblaciones
fueron de la misma especie. Por definición, una es- estudiadas aquí. Es posible que cuando A. nigrofas-
pecie especialista es aquel parásito que presenta una ciata colonizó las localidades de San Pedro y Huizno-
marcada afinidad por una familia, género o especie pala se infectó con R. kidderi, nemátodo que proba-
de hospedero. Es posible que estos hospederos estén blemente está presente en otros cíclidos nativos que
infectados por especies especialistas estrictas a nivel habitan en estas localidades. Así como lo reporta Sal-
género, sin embargo esta asunción no puede ser vali- gado-Maldonado et al. (2004), que enlistan los pa-
dada hasta corroborar la identificación taxonómica a rásitos de varias especies del Río Pánuco, incluido
nivel de especie de los monogéneos clasificados den- R. kidderi infectando dos especies de cíclidos nativos
tro de la familia Gyrodactylidae. Por lo que se hace de la cuenca (Herichthys cyanoguttatum y Crassicu-
imprescindible que en futuros trabajos, la fijación y tis cichlasomae).
preservación de los especímenes sea llevado a cabo de También, Salgado-Maldonado (2006) hace un lis-
la manera adecuada con el fin de identificar correcta- tado de por lo menos 13 especies de helmintos parási-
mente a los ejemplares y que la interpretación de los tos de A. nigrofasciata, en su mayoría son especies ge-
resultados pueda ser más precisa. neralistas (10 especies) con ciclos de vida involucrando
Otro factor que debe tomarse en cuenta en la es- aves ictiófagas, lo que es un indicador que A. nigro-
tructuración de las infracomunidades de estas tres fasciata es infectada por un conjunto de especies que
especies, son los hábitos alimenticios de cada espe- están disponibles localmente.
cie de hospedero. Amatitlania nigrofasciata es un cí- Tal y como lo sugiere Bautista-Hernández (2010)
clido omnívoro (Froese y Pauly, 2014) mientras que los componentes de comunidad de peces dulceacuí-
los dos poecilidos son insectívoros. Es conocido que colas del altiplano mexicano, tienden a ser pobres en
los parásitos pueden infectar a su hospedero mediante riqueza de especies y dominadas por especies genera-
las cadenas tróficas, pero también por el contacto en- listas. Como se ha demostrado en el presente, las co-
tre los individuos de la misma población, tal es el caso munidades de helmintos solo presentan un máximo
de los monogéneos, que cumplen un ciclo de vida di- de tres especies de parásitos y en el caso de A. nigro-
recto y pasan de un hospedero a otro en una misma fasciata, solo se presento una sola especie. Aunque no
población de peces. dominaron las especies generalistas, si se registraron,
El origen de los hospederos, juega un rol impor- Centrocestus formosanus y Uvulifer sp. que son me-
tante en la composición y estructura de las comuni- tacercarias con una amplia distribución neártica, de-
dades de parásitos, los dos poecílidos son especies bido a que son parásitos de aves ictiófagas migratorias.
50 Bautista-Hernández, Monks, y Pulido-Flores
En conclusión, los componentes de comunidad de Especies acuáticas invasoras en México. Comisión Na-
X. birchmanni, P. bimaculata y A. nigrofasciata son cional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,
pobres en especies y altamente influenciadas por los México. pp. 413-424.
hábitos alimenticios de los hospederos y sus requeri- de la Vega-Salazar, M. Y. 2003. Situación de los peces dul-
mientos de nicho. ceacuícolas en México. Ciencias. 72:20-30.
Froese, R., y D. Pauly. (Eds.). 2014. World Wide Web elec-
tronic publication (www.fishbase.org; última consulta,
Agradecimientos
04 de septiembre del 2014).
Este estudio fue apoyado por el Patronato Universita- López-Martínez, T. 2010. Helmintos parásitos de Heteran-
rio (Presidente Gerardo Sosa Castelán) de UAEH, el dria bimaculata (Heckel, 1948) en tres localidades del
Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMEX), por municipio de Calnali, Hidalgo, México. Licenciatura en
el proyecto “Helmintos de algunas especies de Xipho- Biología. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo,
phorus de la Huasteca Hidalguense” (Clave 091431) a Pachuca, Hidalgo. 37 p.
SM y la Red de Calidad Ambiental y Desarrollo Sus- Martínez-Aquino, A., G. Salgado-Maldonado, R. Aguilar-
tentable. CEB-H agradece al fondo CONACYT por la Aguilar, G. Cabañas-Carranza, y M. Ortega-Olivares.
2004. Helminth Parasites of Chapalichthys encaustus
beca de posgrado (número 217861).
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el centro de México. En: Mendoza R., y P. Koleff (Eds.), Mexico. Biological Invasions 5:261-268.
Evaluación de las infracomunidades de tres especies de peces 51
Resumen
La costa sureste del Pacífico en México es rica en biodiversidad, en parte por la posición en la intersección de
las corrientes oceánicas ecuatoriales. Sin embargo, los helmintos son un grupo de organismos que ha sido poco
estudiado en la región y los registros están en diversas fuentes de información. El propósito de este trabajo es
juntar todos los registros de las diferentes especies de hemintos en uno solo. Los registros publicados de hel-
mintos parásitos de vertebrados de la zona incluyen 192 especies de Digenea, Monogenea, Cestoda, Acantho-
cephala, Nematoda e Hirudinea. Los Digenea son los mejor representados con 34 familias y 91 especies, se-
guido de los Monogenea, con 15 familias y 43 especies. Nematoda, Cestoda, Acanthocephala e Hirudinea son
los menos representados (23 familias con 36 especies, 8 familias con 10 especies; 5 familias con 10 especies y
2 familias con 2 especie, respectivamente). Los peces son el grupo de hospederos más estudiados (69 espe-
cies; 73% del total). Seguidos por las aves y reptiles (9 especies, 10% para cada uno). Los anfibios y mamíferos
no han recibido mucha atención (4 y 3 especies, 4% y 3% respectivamente), y los invertebrados aún menos (3
especies de equinodermos). La distribución geográfica de las especies registradas es asimétrica, ya que gran
cantidad de ellas se han reportado en Acapulco, Guerrero. Sin embargo, este patrón es el resultado de la con-
centración de los estudios en una región, y no representa la distribución real de las especies.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
52
Helmintos parásitos de fauna silvestre en las Costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas 53
en la década de los años 30, se dio inicio al estudio de de éstos los Digenea son el grupo de helmintos más
los helmintos de fauna silvestre, los trabajos consistie- abundante; seguido por los Nematoda y en tercera po-
ron en estudios taxonómicos con el registro, distribu- sición se encuentran los Cestoda; también se ha regis-
ción y/o descripción de nuevas especies. Por mencio- trado la presencia de Turbellaria en este tipo de inver-
nar algunos, se encuentran los estudios de Caballero y tebrados (Peoples, 2013).
Caballero (1930a, b) sobre las helmintiasis de México Pérez Ponce de León et al. (2011) mencionaron que
y su profilaxis, y sus contribuciones al conocimiento el registro de los helmintos parásitos de fauna silves-
de los hirudineos, particularmente de Limnobdella tre en México ascendía a 1900 especies (5 Aspidogas-
mexicana Blanchard, 1893. trea, 634 Digenea, 331 Monogenea, 271 Cestoda; 87
Después, se continuó con estudios de sistemática y Acanthocephala; 538 Nematoda y 34 Annelida), pará-
las relaciones filogenéticas a nivel de género y familia, sitas de 1145 especies de vertebrados. Asimismo, estos
ecología de poblaciones y comunidades de helmintos autores concluyeron que el registro de helmintos en los
en fauna silvestre y biogeografía (Bautista-Hernán- vertebrados silvestres de México es asimétrico, con la
dez et al., 2013). Recientemente, los helmintos se han mayor cantidad de especies en peces (1064), seguidos
abordado como indicadores de calidad ambiental de por los mamíferos (332), aves (275), reptiles (242), y
los ecosistemas (Pulido-Flores et al., 2005; Monks et anfibios (156). Cabe mencionar que, el número total
al., 2013); además, su presencia y ausencia permite (2069), no corresponde con las 1900 especies mencio-
inferir la riqueza de las especies que los albergan y nadas, porque algunas de las especies de helmintos se
el estrés que sufren los ecosistemas (Pulido-Flores y han registrado en dos o más grupos de vertebrados.
Monks, 2008). Los helmintos son un componente im-
portante de la biodiversidad, que con frecuencia son Sistemática
excluidos por falta de conocimiento, o por conside-
La nomenclatura y clasificación para cada especie de
rarse que son organismos patógenos y sin valor. Sin
helminto se realizó con base en las claves taxonómi-
embargo, los helmintos juegan un papel importante
cas de Gibson et al. (2002, 2008), Schmidt (1986), li-
en los ecosistemas, aportan información para el enten-
teratura especializada para cada grupo de helminto,
dimiento de las interacciones ecológicas, patrones de
así como en Index of the Described Animalia of the
distribución de hospederos, y la historia de regiones
World (Hallan, 2008). Los nombres científicos de los
y biotas (Pérez-Ponce de León y García Prieto, 2001).
peces y anfibios fueron revisados en FishBase (Froese y
El registro helmintológico de parásitos de verte-
Pauly, 2013) y Amphibian Species of the World (Frost
brados en México es grande, si consideramos que al
2013), respectivamente.
menos por cada especie de vertebrado existe una es-
Los registros de la Tabla 1 (pp. 64–77), corresponde
pecie de helminto, y si se compara el número de es-
al registro taxonómico de la zona de estudio.
pecies de helmintos con otros grupos de animales.
Los vertebrados que se han estudiado con mayor én-
Importancia ecológica y económica
fasis en la helmintología son los peces, hecho que se
refleja en la cantidad de registros de su presencia en Los peces son un grupo de vertebrados de importan-
todo el territorio nacional, y las costas del océano Pa- cia para el hombre, por su valor alimenticio y porque
cífico, particularmente las de Guerrero, Oaxaca y Chia- su captura es una actividad económica indiscutible.
pas, no son la excepción (Tabla 1). Sin embargo, el es- Desde este punto de vista, el conocimiento de sus pa-
tudio de los helmintos parásitos en invertebrados en rásitos es importante, ya que tienen un efecto negativo
México es prácticamente nulo, Lamothe-Argumedo sobre los peces al reducir su valor comercial, limitar
et al. (1997) reportaron 26 especies de helmintos pa- sus poblaciones, o producir mortalidad en masa. Ade-
rásitos de invertebrados: 5 en moluscos, 9 en miria- más, algunos de los parásitos pueden transmitirse al
poda, 11 en crustacea y una en equinodermos; hecho hombre cuando los peces se consumen crudos o mal
que contrasta con el trabajo de Peoples quien regis- cocidos, causando diferentes tipos de ictiozoonosis
tró la presencia de 35 especies de helmintos parásitos (Peréz-Ponce de León et al., 2012).
únicamente en Poliquetos, en diversas localidades a Por lo anterior, las enfermedades parasitarias que
nivel mundial; los poliquetos actúan como hospede- afectan a los peces de ambientes marinos, dulceacui-
ros intermediarios de varias especies de helmintos, colas y salobres representan un grave problema desde
54 Pulido-Flores, Monks, Falcón-Ordaz y Violante-González
el punto de vista biológico, económico y sanitario para (1999) mencionan la presencia de especies de este
el hombre (Grabda, 1991; Rohde, 1993; Williams y grupo de helmintos en la zona; señalando la presencia
Jones, 1994, Peréz-Ponce de León et al., 1996, 1999). de Lobatostoma pacificum Manter, 1940 en Trachino-
Basicamente, los helmintos pueden causar: 1) enfer- tus rhodopus en Chamela, Jalisco. Asimismo, esta es-
medades o muerte a sus hospederos en la naturaleza, pecie de Aspidograstrea fue registrada en Trachinotus
2) afectan a peces bajo condiciones de cultivo, 3) pro- paloma en San Blas, Nayarit (Lamothe-Argumedo et
ducen detrimento de la salud humana o animal, y 4) al., 1997), y las Islas Galápagos (Manter, 1940).
cuando su abundancia y prevalencia son influencia- Las especies biológicas son una unidad básica en
das por el hombre, pueden indicar una alteración en el la biodiversidad, en la que se agrupan a organismos
ambiente en el que habitan (Williams y Jones, 1994). que son similares en morfología, en desarrollo y en
Independientemente del efecto negativo que los pa- sus demandas ecológicas (White et al., 2010). Por su
rásitos pueden causar al hombre, estos organismos parte, Hohenegger (2012) define a las especies como
pueden actuar como indicadores biológicos en inves- un pool de genotipos similares que están interconec-
tigaciones sobre pesquerías, calidad del agua, cam- tados a través de las generaciones sucesivas. El “pool
bios ambientales (naturales o inducidos por el hom- genético” puede ser homogéneo o estar dividido en
bre) y como agentes de control biológico (Monks et “subpools”, y la interconectividad entre estos está de-
al., 2013; Williams y Jones, 1994). terminada por la transferibilidad, que significa el po-
tencial de pasar el genoma completo o la mitad de este
Colecciones a la siguiente generación, perpetuándose la transferi-
bilidad del genoma. Un cambio en la frecuencia de los
Las especies de helmintos presentados en el listado
genotipos en las futuras generación puede ser conse-
de este trabajo se encuentran depositadas en la Co-
cuencia de diferentes factores intrínsecos o extrínse-
lección Nacional de Helmintos (CNHE) del Instituto
cos. Cuando se interrumpe la transferibilidad entre
de Biología, de la Universidad Nacional Autónoma de
las generaciones se lleva alcabo el proceso de especia-
México. La CNHE cuenta con registro nacional ante la
ción, el cual se define como el cambio del “pool gené-
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
tico” en diferentes pools con frecuencias genotípicas
(SEMARNAT), y alberga ejemplares (holotipos, pa-
diferentes, y con una perdida de la transferibilidad del
ratipos y vouchers) de los grupos de Temnocephala,
genoma o la mitad de este entre los “pools” de las si-
Aspidogastrea, Digenea, Aspidogastrea, Monogenea,
guientes generaciones (Hohenegger, 2012).
Cestoda, Acanthocephala, Nematoda e Hirudinea, pa-
Entre algunos de los factores extrísencos que inte-
rásitos de todas las clases de vertebrados y de algu-
rrumpen la transferibilidad del “pool” genético entre
nos invertebrados.
generaciones se encuentran las barreras biogeográ-
ficas. La barrera terrestre del continente Americano
Lista de especies
forma un bloque total, que impide el movimiento de
El listado de especies de helmintos que se presenta las especies marinas tropicales entre el Pacífico este y
en las costas de Guerreo, Oaxaca y Chiapas fue esen- el Atlántico oeste. Esta condición ha existido desde el
cialmente obtenido de 140 referencias primarias for- Pleistoceno tardío (aproximadamente 2.59 millones
malmente publicadas en artículos especializados para de años), de tal forma que las faunas del Pacífico este
cada grupo de helminto, así como en monografías y y del Atlántico oeste son distintas (Okolodkov, 2010).
el catálogo de la Colección Nacional de Helmintos. Por lo antes mencionado, se recomienda tomar con
El registro de especies de helmintos parásitos de reserva el registro de 20 especies de helmintos en la
vertebrados para la zona de estudio es de 192 especies. zona de estudio, las cuales fueron registradas en re-
El grupo mejor representado son los Digenea (34 fa- giones biogeográficas diferentes, que no tienen con-
milias y 91 especies), seguido de Monogenea (15, 43), tinuidad con las costas de Guerrero, Oaxaca y Chia-
Nematoda (23, 36), Cestoda (8, 10), Acanthocephala pas, como consecuencia no existe o en su caso se ha
(5, 10), e Hirudinea (2, 2) (Tabla 1). Cabe mencionar perdido la transferibilidad del genoma.
que, no se cuenta con el registro de ninguna especie Entre las especies de Digenea, se encuentran
de Aspidogastrea para las costas de Guerrero, Oaxaca Stephanostomum baccatum Nicoll, 1907; Stepha-
y Chiapas. Sin embargo, Pérez-Ponce de León et al. nostomum casum (Linton, 1910) McFarlane, 1936;
Helmintos parásitos de fauna silvestre en las Costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas 55
(= Pyragraphorus caballeroi Zecerecero, 1960); Pseu- Parvitaenia cochlearii Coil, 1955, está establecido en
domazocraes monsivaisae Caballero y Caballero y las lagunas de Tres Palos y Coyuca. Este helminto uti-
Bravo-Hollis, 1955 y Microcotyloides impudica Ca- liza a 3 especies de peces Eleotris picta Kner, 1863;
ballero y Caballero, Bravo-Hollis y Grocott, 1955 tam- Dormitator latifrons (Richardson, 1844); Gobiomo-
bién se han registrado en Zihuatanejo, Guerrero, y Sa- rus maculatus (Günther, 1859) como hospederos in-
lina Cruz, Oaxaca (Lamothe-Argumedo, 1970a y 1997; termediarios (Scholz et al., 2002; Violante-González
Bravo-Hollis, 1981b y 1985). y Aguirre-Macedo, 2007; Violante-González et al.,
La especie de Acanthocephala Floridosentis paci- 2007), y 2 especies de aves Ardea alba y Nyctanassa
fica Bravo-Hollis, 1969 [registrado como Floridosen- violacea como hospederos definitivos (Violante-Gon-
tis mugilis Bullock, 1962] se ha encontrado en Tres zález et al., 2012).
Palos, Guerrero (Violante-González et al., 2007) y Sa- La larva de Acanthocephala, Southwellina hispida
lina Cruz, Oaxaca (Bravo-Hollis, 1969; Rosas-Valdez Van Cleave, 1916 también se ha registrado en diversas
et al., 2012); Neoechinorhynchus brentnickoli Monks, especies de peces, mientras que las forma adultas se
Pulido-Flores y Violante-González, 2011 (Fig. 1C) [re- encontraron en aves de Tres Palos y Coyuca, Guerrero.
gistrado como Neoechinorhynchus golvani Salgado- Las formas adultas de los nemátodos Gnathostoma
Maldonado, 1978; Neoechinorhynchus cf. golvani turgidum Stossich, 1902 y Contracaecum multipapi-
Salgado-Maldonado, 1978] se ha encontrado en Tres llatum Drasche, 1882 se han registrado en Didelphis
Palos, Chautengo, Coyuca, Mitla, y Tecomate, Gue- virginiana Kerr, 1792 (León-Règagnon et al., 2005);
rrero, y Netzahualcoyotl y Chicoasen, Chiapas (Sal- asimismo, se han registrado larvas de Gnathostoma
gado-Maldonado, 1978a; Violante-González et al., sp. en varias especies de peces en las lagunas de Tres
2010; Monks et al., 2011). De Nematoda, Gnathos- Palos, Coyuca, Chila, Superior y Corralero, Guerrero
toma sp. se registró en Coyuca, Tres Palos, Corra- (García-Prieto et al., 2003; Garrido-Olvera et al. 2004;
lero, Chila y Superior, Guerrero (Garrido-Olvera et León-Règagnon et al., 2005; Martínez-Salazar y León-
al., 2004; León-Règagnon et al., 2005; Violante-Gon- Règagnon, 2005; Salgado-Maldonado, 2006; Violante-
zález y Aguirre-Macedo, 2007; Violante-González et González y Aguirre-Macedo, 2007; Violante-Gonzá-
al., 2007) y Oaxaca (Cabrera-Guzmán et al., 2007). lez et al., 2007).
Es conocido que los helmintos utilizan a los hos- Algunas especies de helmintos registradas para
pederos intermediarios y definitivos cuyas relaciones la zona de estudio tienen potencial de riesgo zoonó-
tróficas permiten que los ciclos de vida de los parásitos tico. Las metacercarias de Clinostomum complana-
se completen en los ecosistemas (Schmidt y Roberts, tum, Austrodiplostomum mordax, Centrocestus for-
1977). En las lagunas costeras de Tres Palos y Coyuca, mosanus, Echinochasmus leopoldinae, Ascocotyle
Guerrero, 6 especies de Digenea (Clinostomum com- longa pueden parasitar al hombre. En Brasil, Uru-
planatum (Rudolphi, 1814) Braun, 1899; Austrodi- guay, España y otros países se ha registrado su riesgo
plostomum mordax Szidat y Nani, 1951; Centrocestus zoonótico (Arizmendi-Espinosa, 1992; Carnevia et
formosanus (Nishigori, 1924) Price, 1932; Posthodi- al., 2005; Monks et al., 2005; Morais et al., 2011).
plostomum minimum (MacCallum, 192) Dubois, 1936; De igual forma, las especies de Nematoda Contracae-
Echinochasmus leopoldinae Scholz, Ditrich y Vargas- cum multipapillatum, Eustrongyloides sp., Gnathos-
Vázquez, 1996; Ascocotyle longa Ransom, 1920) uti- toma turgidum; Gnathostoma binucleatum e Hyste-
lizan varias especies de peces como hospederos inter- rothylacium perezi también se han registrado como
mediarios en sus ciclos de vida, en los cuales se han especies de riesgo zoonótico en México y otros países
registrado sus metacercarias (Garrido-Olvera et al., (Lamothe-Argumedo et al., 1989; Martínez-Cruz et
2004; Violante-González y Aguirre-Macedo, 2007; al., 1989; Lamothe-Argumedo, 1997; León-Règagnon
Violante-González et al., 2007, 2008, 2009b, 2011a et al., 2000; Barros et al., 2004; Palmer et al., 2011).
y 2012). Las formas adultas de esas especies han sido El litoral de la República Mexicana es de 11,600
registradas en 3 especies de aves ictiófagas: Nycta- km, y consta de 1567,000 ha cubiertas por superfi-
nassa violacea (Linnaeus, 1758); Phalacrocorax bra- cies estuarinas, de las cuales 892,800 ha se encuen-
silianus (Gmelin, 1789); y Ardea alba Linnaeus, 1758 tran en la costa del Pacífico (Contreras-Espinosa y
(Violante-González et al., 2011a, 2012). Castañeda, 2004). Para el estado de Guerrero, el sis-
De igual forma, el ciclo de vida del céstodo tema lagunar costero consta de 10 lagunas: Sistema de
Helmintos parásitos de fauna silvestre en las Costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas 57
Apozahualco, Chautengo, Tecomate, Tres Palos, Co- Eustrongylides ignotus Jäegerskiold, 1909 and Contra-
yuca, Mitla, El Tular, Husco, Sistema del Cuajo y Po- caecum multipapillatum (Drasche, 1882) Baylis, 1920
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Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Phylum Platyhelminthes
Clase Turbellaria Ehrenberg, 1831
Familia Leptoplanidae Stimpson, 1857
Bivesiculoplana lamothei Pineda-López y González- Pineda-López y González-Bulnes
Fissurella gemmata Menke, 1847 • •
Bulnes, 1984 (1984)
Pineda-López y González-Bulnes
Siphonaria gigas Sowerby, 1825
(1984)
Familia Umagillidae Whal, 1910
Stephanostomum casum (Linton, 1910) McFarlane, 1936 Lutjanus novemfasciatus Gill, 1862 • Manter (1940)
Stephanostomum hispidum (Yamaguti, 1934) Manter Seriola lalandi Valenciennes, 1833 [= Seriola
• Manter (1940)
1940 dorsalis (Gill, 1863)]
Stephanostomum longisomum Manter, 1940 Caranx caninus • Manter (1940)
Crassicutis cichlasomae Manter, 1936 Cichlasoma trimaculatum (Günther, 1867) • Pérez-Ponce de León et al. (2007)
Dactylotrema squamatum Bravo-Hollis y Manter, 1957 Gerres sp. • Bravo-Hollis y Manter (1957)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Calycodes anthos (Braun, 1899) Loss, 1901 Lepidochelys olivacea (Eschscholtz, 1829) • Pérez-Ponce de León et al . (1996)
Pérez-Ponce de León et al .
(2007); Violante-González y
Cichlasoma trimaculatum (Günther, 1867) •
Aguirre-Macedo (2007); Violante-
González et al. (2008a)
Violante-González y Aguirre-
Eleotris picta Kner, 1863 •
Macedo (2007)
Gobiomorus maculatus (Günther, 1859) • Violante-González et al. (2007)
Nyctanassa violacea (Linnaeus, 1758) Valenciennes,
• Violante-González et al. (2012)
1836
Mugil curema Valenciennes, 1836 • Violante-González et al . (2007)
Polycryptocylix leonilae Lamothe-Argumedo, 1970 Lutjanus guttatus (Steindachner, 1869) • Lamothe-Argumedo (1970b)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Lintonium srivastavai Lamothe-Argumedo, 1969 Sphoeroides annulatus (Jenyns, 1842) • Lamothe-Argumedo (1969b)
Monascus typicus (Odhner, 1911) Yamaguti, 1954 Caranx caninus • Lamothe-Argumedo (1969c)
Tergestia laticollis (Rudolphi, 1819) Stossich, 1899 Caranx caninus • Lamothe-Argumedo et al. (1997)
Plesiochorus cymbiformis (Rudolphi, 1819) Looss, 1901 Lepidochelys olivacea • Lamothe-Argumedo et al. (1997)
Xystretum caballeroi Bravo-Hollis, 1953 Balistes polylepis Steindachner, 1876 • Pérez-Ponce de León et al . (2007)
Salgado-Maldonado et al .
Saccocoelioides sogandaresi Lumsden, 1963 Poecilia sphenops • (2001a); Violante-González y
Aguirre-Macedo (2007)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Haematoloechus coloradensis (Cort, 1915) Ingles, 1932 Lithobates cf.forreri • Cabrera-Guzmán (2002)
Haematoloechus elongatus Caballero y Sokoloff, 1934 Lithobates zweifeli (Hillis, Frost y Webb, 1984) • León-Règagnon y Brooks (2003)
Lecithochirium microstomum Chandler, 1935 Katsuwonus pelamis (Linnaeus, 1758) • Lamothe-Argumedo (1965)
Ascocotyle sp. [= Ascocotyle (Phagicola ) sp.] Nyctanassa violacea • Violante-González et al. (2012)
Centrocestus formosanus (Nishigori, 1924) Price, 1932 Ardea alba • Violante-González et al. (2012)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
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Odhneria raminellae (Dery, 1958) Travassos, 1921 Ardea alba • Violante-González et al. (2012)
Cainocreadium lariosi (Caballero, 1946) Cribb, 2005 "Mero" • Caballero y Caballero (1946)
Cladocystis trifolium (Braun, 1901) Poche, 1926 Cichlasoma trimaculatum • Pérez-Ponce de León et al. (2007)
Pachypsolus irroratus (Rudolphi, 1819) Looss, 1902 Lepidochelys olivacea • Pérez-Ponce de León et al. (1996)
Parorchis avitus Linton, 1914 Recurvirostra americana Gmelin, 1789 • Coil (1957)
Enodiotrema megachodrus (Looss, 1899) Looss, 1901 Chelonia mydas • Lamothe-Argumedo et al. (1997)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Ribeiroia ondatrae (Price, 1931) Price, 1942 Ardea alba • Violante-González et al. (2012)
Rhytidodes gelatinosus (Rudolphi, 1819) Looss, 1901 Chelonia mydas • Lamothe-Argumedo et al. (1997)
Prosorchis psenopsis Yamaguti, 1934 Lepidochelys olivacea • Pérez-Ponce de León et al. (1996)
Apharyngostrigea cornu (Zeder, 1800) Dubois, 1968 Ardea alba • Violante-González et al. (2012)
Apatemon gracilis (Rudolphi, 1819) Szidat, 1928 Casmerodius albus (Linnaeus, 1758) • Pérez-Ponce de León et al. (2007)
Zeuxapta seriolae (Meserve, 1938) Price, 1962 Caranx caninus • Lamothe-Argumedo (1970a)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Pseudochauhanea mexicana Lamothe-Argumedo, 1966 Sphyraena ensis Jordan y Gilbert, 1882 • Lamothe-Argumedo (1966)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Bicotylophora trachinoti (MacCallum, 1921) Price, 1936 Trachinotus rhodopus • Amato (1994)
Cynoscionicola sciaenae Tantalean, 1974 Umbrina xanti Gill, 1862 • Bravo-Hollis (1981a)
Cynoscionicola srivastavai Bravo-Hollis y Caballero y
Umbrina roncador Jordn y Gilbert, 1882 • Lamothe-Argumedo et al. (1997)
Caballero, 1970
Microcotyloides incisa (Linton, 1910) Fujii, 1944
Lutjanus argentiventris • Fujii (1944)
[= Microcotyle incisa Linton, 1910]
Polymicrocotyle manteri Lamothe-Argumedo, 1967 Lutjanus colorado Jordan y Gilbert, 1882 • Lamothe-Argumedo (1967a)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Paradilepis caballeroi Ryšavy y Macko, 1971 Phalacrocorax brasilianus • Violante-González et al. (2011a)
Escherbothrium molinae Berman y Brooks, 1994 Urotrygon sp. • Zaragoza-Tapia et al. (2013)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Violante-González y Aguirre-
Cichlasoma trimaculatum •
Macedo (2007)
Ctenogobius sagittula • Violante-González et al. ( 2007)
Pachysentis gethi (Machado, 1950) Schmidt, 1972 Spilogale pygmaea Thomas, 1898 • Salgado-Maldonado (1979)
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Didelphostrongylus hayesi Prestwood, 1976 Didelphis virginiana Kerr, 1792 • Monet-Mendoza et al. (2005)
Contracaecum sp.
Ascarididae gen. sp. Leptodactylus melanonotus (Hallowell, 1861) • Mata-López et al. (2013)
Ophidascaris ochoterenai Caballero y Caballero, 1939 Drymarchon corais (Boie, 1827) • Caballero y Caballero (1939)
Atractis impura Caballero, Bravo-Hollis y Cerecero, 1944 Rhinoclemmys pulcherrima (Gray, 1855) • Dyer y Carr (1990)
Aplectana incerta Caballero y Caballero, 1949 Lithobates forreri • Cabrera-Guzmán et al. (2007)
Cosmocerca podicipinus Baker y Vaucher, 1984 Dormitator latifrons • Garrido-Olvera et al. (2004)
Leptodactylus melanonotus • Mata-López et al. (2013)
Lithobates cf. forreri • Cabrera-Guzmán et al. (2007)
76 Pulido-Flores, Monks, Falcón-Ordaz y Violante-González
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Eustrongylides sp.
Tabla 1. Registro de helmintos parásitos/hospederos de las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, México (continuación)
** = Forma larvaria
Distribución
Taxón Hospedero Guerrero Oaxaca Chiapas Referencias
Oswaldofilaria brevicaudata (Rodhain y Vuylsteke, 1937)
Iguana iguana (Linnaeus, 1758) • Caballero y Caballero (1939)
Freitas y Lent, 1937
Familia Oxyuridae Weinland, 1858
Caballero y Caballero y Peregrina
Passalurus ambiguus (Rudolphi, 1819) Dujardin, 1845. Lepus europaeus Pallas, 1778 •
(1938)
Philometra sp. 2 [reportado como Philometra sp.] Centropomus robalito • Violante-González et al. (2007)
Resumen
No obstante que los parásitos representan un porcentaje muy importante de la biodiversidad global a nivel
mundial, en muchas ocasiones son excluidos de estudios con este enfoque, debido principalmente a que han
sido considerados durante muchos años, como simples agentes causantes de enfermedad. A partir de los da-
tos obtenidos de varios estudios parasitológicos de peces y aves, efectuados en algunas lagunas costeras del
estado de Guerrero a lo largo de varios años, se presenta un análisis global de la riqueza de la parasitofauna
de peces, en estos altamente productivos y complejos sistemas acuáticos. La parasitofauna total estuvo cons-
tituida por 66 especies de parásitos metazoarios (425,980 individuos). En los peces se registraron 52 especies
de helmintos (34 adultos y 18 larvas), en tanto que en las aves 23 (17 digéneos, dos cestodos, un acantocéfalo
y tres nemátodos). Solo nueve especies principalmente digéneos, recuperadas de las aves en forma adulta, fue-
ron encontradas también en los peces en forma larvaria. La parasitofauna estuvo conformada por dos grupos
principales de parásitos, uno de origen marino constituido principalmente por monogéneos y digéneos autogé-
nicos, y otro por especies dulceacuícolas alogénicas. Las comunidades de parásitos en peces, presentaron una
riqueza de especies muy variable (7 a 26 especies), la cual fue relacionada con el número de lagunas examina-
das para cada uno de los hospederos. De manera general, los resultados indicaron que la riqueza de la parasito-
fauna puede ser aún mayor a la aquí reportada, si un mayor número de hospederos y lagunas son examinados.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
78
Parasitofauna de peces de lagunas costeras del Estado de Guerrero, México 79
vivos. Sin embargo, uno de los grupos zoológicos que se han realizado en un mayor grado para poblacio-
ha recibido una menor atención en estos estudios, han nes de vertebrados, siendo los peces el grupo de hos-
sido los organismos parasitarios (Luque, 2008). Esto pederos de los cuales se tiene un mayor conocimiento
puede deberse, a que los parásitos viven en un mundo en la actualidad. Esto es atribuido principalmente, a
totalmente diferente, al que los seres humanos per- que constituyen el grupo más numeroso (2,692 espe-
cibimos normalmente (Luque, 2008; Pérez-Ponce de cies descritas) y a la importancia económica que pre-
León et al., 2011). sentan, dado que algunos parásitos pueden afectar a
Existen muchas razones para incluir a los parási- los peces cultivados, y llegar a ocasionar problemas
tos en los estudios sobre la diversidad de la fauna de al ser humano, a partir de la infección accidental de
una localidad y una de ellas, es que juegan un papel algunos parásitos (por ejemplo nemátodos), los cua-
muy importante en la estructuración de los ecosiste- les emplean a los peces como hospederos interme-
mas (Marcogliese, 2001, 2005). Los parásitos son tam- diaros (Pérez-Ponce de León et al., 2011). Sin duda
bién importantes en la dinámica poblacional y estruc- alguna, los helmintos de peces dulceacuícolas son el
turación de las comunidades de sus hospederos, dado grupo mejor conocido, entre los parásitos de vertebra-
su papel regulador. Además, pueden proporcionar in- dos en México. De acuerdo con Pérez-Ponce de León
formación sobre el estrés ambiental (Lafferty, 1997, et al. (2011) la helmintofauna de los vertebrados exa-
1999; Vidal-Martínez et al., 2009) y la estructura de minados hasta septiembre del 2009, consistía de 258
las redes alimenticias (Marcogliese, 2001, 2005), por especies incluidas 37 de digéneos adultos y 43 larvas
lo que son considerados como piezas clave en la regu- (metacercarias), 62 monogéneos, 15 céstodos adultos
lación de la biodiversidad animal en distintos ecosis- y 18 larvas (metacestodos), seis acantocéfalos adultos
temas (Luque, 2008). y cuatro larvas (cistacantos) y 54 nematodos adultos
Los estudios sobre biodiversidad y riqueza de co- y 15 larvas (L3).
munidades de parásitos, se han centrado principal- No obstante, algunos otros grupos de vertebrados
mente en el grupo de los metazoarios, que incluye a como las aves, han sido menos estudiados, debido
los helmintos (Monogenea, Aspidogastrea, Digenea, principalmente a la dificultad que conlleva el obte-
Cestoda, Nematoda y Acanthocephala) y Crustacea. ner tamaños de muestras suficientes, dado el redu-
Estos parásitos se caracterizan por ser de mayor ta- cido número de sus poblaciones, o a que se encuen-
maño y por tener una tasa de reproducción menor que tran bajo algún tipo de protección (Pérez-Ponce de
la observada en otros organismos tales como los vi- León et al., 2011). De acuerdo a algunos estudios, de
rus, bacterias, hongos y protozoarios. Además, la ma- las 1,096 especies de aves registradas en México (Sa-
yoría tienen un ciclo de vida bastante complejo y la rukhán et al., 2009), solo para un 12% de estas espe-
patología inducida por ellos, esta correlacionada po- cies, se han efectuado estudios parasitológicos (Pérez-
sitivamente con el número de individuos dentro del Ponce de León et al., 2011).
hospedero (Anderson, 1993). Por otra parte, a dife- En este contexto, las lagunas costeras se encuen-
rencia de las comunidades de organismos de vida li- tran entre los ambientes acuáticos de más alta pro-
bre, las comunidades de parásitos están jerarquiza- ductividad en el mundo y representan áreas de gran
das en tres niveles: el más básico la infracomunidad, potencial pesquero, debido a la gran cantidad de espe-
se define como la agrupación de especies de parásitos cies de peces que en ellas se capturan (Yáñez-Aranci-
dentro de un hospedero individual. El siguiente nivel bia, 1978). Por otra parte, las características que pre-
de organización es el de la comunidad componente, sentan las lagunas del estado de Guerrero, en cuanto
la cual es el conjunto de especies de parásitos que se a diversidad de especies de peces de diferentes am-
encuentra en una población de hospederos; mientras bientes y una gran variedad de organismos inverte-
que el último es el de la comunidad compuesta, la cual brados bentónicos y planctónicos, que pueden actuar
está constituida por todas las comunidades de pará- como hospederos intermediarios en el ciclo de vida de
sitos contenidas en una comunidad de hospederos en helmintos, así como de aves acuáticas las cuales ac-
un momento dado en una localidad (Holmes y Price, túan hacen hospederos finales, constituyen un marco
1986; Bush et al., 2001). ideal para estudios sobre biodiversidad de parásitos.
Los estudios sobre diversidad y riqueza de dife- El estado de Guerrero cuenta con unas 10 lagu-
rentes grupos de parásitos metazoarios en México, nas costeras distribuidas a lo largo de su línea de
80 Violante-González, Pulido-Flores, Monks, Rojas-Herrera, Gil-Guerrero, García-Ibáñez, y Carbajal-Violante
costa, en las cuales se capturan una gran variedad lagunas consideradas en el estudio. De manera com-
de especies de peces de diferentes ambientes (dul- plementaria, durante los mismos años de estudio se
ceacuícolas, salobres y marinos). Sin embargo, solo examinaron un total de 91 aves ictiófagas de las lagu-
en 2 lagunas (Coyuca y Tres Palos), se han realizado nas de Coyuca y Tres Palos: 48 Phalacrocorax brasi-
algunos estudios sobre los parásitos de peces (Vio- lianus (Gmelin), 30 Ardea alba (Linnaeus) y 13 Nyc-
lante-González, 2006; Violante-González y Aguirre- tanassa violacea (Gmelin).
Macedo 2007; Violante-González et al., 2007, 2010),
así como de al menos unas tres especies de aves ic- Examen helmintológico
tiófagas que habitan en esas mismas lagunas (Vio-
A todos los ejemplares de cada especie de pez, se les
lante-González et al., 2011, 2012). Los datos obteni-
practicó a un examen parasitológico completo, inclu-
dos de estos estudios, así como de otros efectuados
yendo la revisión de todos los órganos a excepción de
sobre la riqueza de especies de parásitos en dos es-
la sangre. Los parásitos internos y externos recupera-
pecies de Centropomidae (Centropomus nigrescens
dos de las diferentes especies de hospederos, fueron
y C. robalito) de cinco lagunas costeras del estado
procesados de acuerdo con los métodos descritos por
(Violante-González et al., 2010, 2011), incluidas las
Lamothe-Argumedo (1997) y Vidal-Martínez et al.,
dos anteriores, son utilizados aquí para tratar de es-
(2001). El examen de las aves incluyó la revisión de
tablecer un patrón de la riqueza de la parasitofauna
casi todas las estructuras internas como la traquea,
de peces, en estos tan importantes y complejos sis-
esófago, corazón, pulmones, riñón, hígado, páncreas,
temas acuáticos.
bazo, intestino y cloaca. Los helmintos registrados en
cada estructura fueron contados y colocados tempo-
Material y Métodos ralmente en una solución salina antes de ser fijados.
Colecta y biometría de los hospederos El procesamiento de los helmintos tanto de peces
como de aves, fue de acuerdo a la metodología suge-
Un total de 3,005 peces de diferentes ambientes, fue-
rida para este tipo de organismos. Los digéneos y cés-
ron colectados entre abril del 2000 y diciembre del
todos fueron fijados temporalmente en AFA (Alcohol-
2008, principalmente de dos lagunas costeras: Co-
formol-ácido acético) y fijados finalmente en alcohol
yuca (16º57’ N; 100º02’ W, n = 1,079) y Tres Palos
al 70%; en tanto que los acantocéfalos fueron coloca-
(16°48’ N; 99°47’ W, n = 1,611). Datos de parásitos
dos en agua destilada y puestos en refrigeración en-
de peces de dos especies de Centropomidae, obteni-
tre 6 y 12 horas para que evertieran la probóscide y
dos de otras tres lagunas costeras: Chautengo (16°36’
después fijados en alcohol al 70%. Los digéneos, cés-
N; 99°09’ W, n = 177), Mitla (16°59’ N; 100°14’ W, n
todos y acantocéfalos fueron teñidos con carmín clor-
= 12) y Tecomate (16°41’ N; 99°19’ W, n = 126), tam-
hídrico o tricrómica de Gomori, siendo deshidratados
bién se incluyeron en el análisis.
con una serie de alcoholes y aclarados con salicilato de
Los peces examinados correspondieron a 13 espe-
metilo, para ser montados finalmente en resina sinté-
cies de 10 familias: Ariidae-Ariopsis guatemalensis
tica. Los nemátodos fueron aclarados con glicerina o
(Günther 1864), Characidae-Astyanax fasciatus (Cu-
lactofenol para el examen de sus estructuras y poder
vier 1819), Centropomidae-Centropomus nigrescens
ser identificados, siendo posteriormente fijados tam-
(Günther 1864), C. robalito (Jordan y Gilbert 1882),
bién en alcohol al 70%.
Cichlidae-Cichlasoma trimaculatum (Günther 1867),
Eleotridae-Dormitator latifrons (Richardson 1937),
Eleotris picta (Kner y Steindachner 1864), Gobiomo- Caracterización de las infecciones
rus maculatus (Günther 1859), Gobiidae- Ctenogo- Para caracterizar las infecciones de cada especie de
bius sagittula (Günther, 1862) [= Gobionellus sagit- helminto, se emplearon dos de los parámetros de in-
tula (Günther 1865)], Gerridae-Diapterus peruvianus fección propuestos por Bush et al. (1997): a) Preva-
(Cuvier 1839), Mugilidae-Mugil curema (Cuvier y Va- lencia: Número de individuos de una especie de hos-
lenciennes 1836), Lutjanidae-Lutjanus argentiventris pedero infectados con una especie de parásito entre
(Peters 1869) y Poeciliidae-Poecilia sphenops (Cuvier el número de hospederos revisados (se expresa en
y Valenciennes 1846). Solo los Centropomidae C. ni- porcentajes). b) Abundancia promedio: Número total
grescens y C. robalito fueron examinados de las cinco de individuos de una especie particular de parásito
Parasitofauna de peces de lagunas costeras del Estado de Guerrero, México 81
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. Distribución de los pa-
rásitos y los hospederos: Dulceacuícola (Dul), Salobre (Sal), Marino (Mar). Estrategia de colonización: Au = autogénica, Al
= alogénica. Laguna: Coyuca (Co), Mitla (Mi), Tres Palos (TP), Tecomate (Te), Chautengo (Ch). P (%) = prevalencia de infec-
ción (porcentaje de infectados). Total = número total de parásitos. Abundan. = número promedio de parásitos por hospe-
dero infectado ± desviación estándar. Rango: = intervalo de intensidad (mínimo-máximo). Valores significativos de preva-
lencia (G-test) y abundancia (Ancova), son presentados en negrita
Parasitofauna de peces de lagunas costeras del Estado de Guerrero, México 83
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
84 Violante-González, Pulido-Flores, Monks, Rojas-Herrera, Gil-Guerrero, García-Ibáñez, y Carbajal-Violante
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
Parásito Hábitat Hospederos Laguna P (%) Total Abundan. Intervalo
Haplorchis pumilio Looss, 1896 Dul, Al Intestino Ny. violacea TP 30.8 233 1.9 ± 70.3 5 - 160
Macroderoididae McMullen, 1937
Dul, Au Fw
Magnivitellinum simplex Kloss, 1966 Intestino A. fasciatus TP 10.8 1 1 1-1
Hígado, mesenterio,
Clinostomum complanatum (Rudolphi, 1814) Braun, 1899 Dul, Al E. picta
Dul
TP 53.4 1403 11.2 ± 28.2 1 - 152
músculo
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
Parásito Hábitat Hospederos Laguna P (%) Total Abundan. Intervalo
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
Parásito Hábitat Hospederos Laguna P (%) Total Abundan. Intervalo
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
Parásito Hábitat Hospederos Laguna P (%) Total Abundan. Intervalo
Contracaecum multipapillatum Drasche, 1882 Dul, Al Estómago, intestino Ph. brasilianus Co 100 2530 105.4 ± 71.2 1 - 263
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
Parasitofauna de peces de lagunas costeras del Estado de Guerrero, México 89
Tabla 1. Parásitos de peces y aves registrados en lagunas costeras del estado de Guerrero, México. (continuación)
Tabla 2. Parámetros de las comunidades componentes de parásitos de peces y aves de la laguna de Tres Palos, Guerrero,
México
Especie de hospederos No. de No. de No. total Divers. IBP Especie
Hosp. especies de indiv. S dominan
Peces
A. guatemalensis Sal 443 10 7,149 0.23 0.25 Plam
Ci. trimaculatum Dul 358 12 69,909 0.9 0.95 Erg
D. latifrons Dul 529 10 90,717 0.4 0.61 Echi
E. picta Dul 136 13 38,372 0.51 0.69 Erg
G. maculatus Dul 258 11 19,615 0.75 0.87 Pse
M. curema Mar 277 9 101,123 0.93 0.96 Asc
A. fasciatus Dul 37 9 430 0.36 0.52 Echi
C. nigrescens Mar 454 24 44,121 0.27 0.41 Erg
C. robalito Mar 277 16 44,363 0.17 0.26 Para
Di. peruvianus Mar 137 11 4,588 0.29 0.44 Aris
Ct. sagittula Sal 27 7 214 0.31 0.5 Pse
L. argentiventris Mar 52 11 11,387 0.54 0.71 Erg
P. sphenops Dul 114 10 16,975 0.58 0.72 Echi
Aves
Ar. alba 30 13 6,533 0.44 0.63 Asc
Ny. violacea 13 16 1,066 0.25 0.42 Parv
Ph. brasilianus 48 14 6,661 0.3 0.51 Con
Distribución de los hospederos: Dulceacuícola (Dul), Salobre (Sal), Marino (Mar). S = índice de diversidad de Simpson. IBP = índice de do-
minancia de Berger-Parker. Especie dominante: Aris = Aristocleidus hastatus, Asc = Ascocotye (Ph.) longa, Con = Contracaecum sp., Echi =
Echinochasmus leopoldinae, Erg = Ergasilus sp., Para = Paracryptogonimus sp., Parv = Parvitaenia cochlearii, Plam = Pseudoleptorhynchoi-
des lamothei, Pse = Pseudoacanthostomum panamense.
en estadio juvenil, aunque sólo presentó una mayor En este sentido, la parasitofauna de 13 especies de
abundancia en Di. peruvianus (Ancova F = 7.28, P peces y tres de aves colectadas principalmente de dos
< 0.05). En el caso de los nemátodos, Contracae- lagunas costeras del estado de Guerrero, estuvo cons-
cum sp. fue la especie más compartida (11 hospede- tituida por 66 especies de parásitos (64 helmintos y
ros), siendo más abundante en E. pictus (Ancova F dos crustáceos). No obstante, es probable que la pa-
= 10.69, P < 0.05). rasitofauna real de las lagunas del estado sea mucho
más rica, si consideramos que tan solo para la laguna
Discusión de Tres Palos Gil (2005), reporta una ictiofauna cons-
tituida por unas 38 especies de peces, en tanto que Ya-
ñez-Arancibia (1978) reporta unas 34 especies para la
Composición de la parasitofauna
laguna de Coyuca. Por lo que del total de especies pre-
La composición de la fauna parasitológica de una o va- sentes en cada laguna, solo han sido examinadas hasta
rias especies de hospedero en un área determinada, ahora entre un 29 (Coyuca) y un 34% (Tres Palos).
así como la prevalencia y la intensidad de infecciones Por otra parte, el registro parasitológico de las tres
con que dichas infestaciones se presentan, tienen una especies de aves ictiófagas Ardea alba Nyctanassa
gran importancia ecológica, ya que nos proporcionan violacea y Phalacrocorax brasilianus examinadas
información no sólo sobre la interacción entre los pa- en las lagunas de Coyuca y Tres Palos, estuvo consti-
rásitos y sus hospederos, sino también de los factores tuido por un total de 23 especies de helmintos (Tabla
que influyen sobre sus hábitos alimenticios y ciclos de 1), de las cuales hasta la fecha solo unas nueve espe-
vida (Bush et al., 2001). Por lo tanto, generalmente cies principalmente de digéneos, han sido registradas
los primeros datos que se requieren en el estudio de en los peces de estas lagunas en forma larvaria (Vio-
una comunidad de parásitos de tipo descriptivo, con- lante-González, 2006; Violante-González y Aguirre-
sisten en un listado de especies presentes. Macedo, 2007; Violante-González et al., 2007), por
92 Violante-González, Pulido-Flores, Monks, Rojas-Herrera, Gil-Guerrero, García-Ibáñez, y Carbajal-Violante
lo que es posible estimar que tan solo de estas aves, Principales especies compartidas entre los peces
se pueden registrar unas 14 especies más en los peces La composición de la parasitofauna de las dos princi-
de estas lagunas en forma larvaria. pales lagunas estudiadas (Coyuca y Tres Palos), pre-
De acuerdo con la composición de especies de la sentó dos componentes principales de especies, uno de
parasitofauna, el grupo de los digéneos fue el mejor re- origen dulceacuícola constituido principalmente por
presentado en cuanto a porcentaje de especies (48%) especies alogénicas generalistas, las cuales maduran
y de individuos (58%). Esta parece ser una caracte- en aves (por ejemplo, A. (Ph.) longa, Au. compactum,
rística de muchas comunidades de parásitos de peces Ec. leopoldinae, Contracaecum sp., S. hispida) y se
dulceacuícolas (Salgado-Maldonado y Kennedy, 1997; encuentran ampliamente dispersas tanto entre hos-
Salgado-Maldonado et al., 2001, 2004; Pineda-López pederos de este mismo origen, como de aquellos sa-
et al., 2005) y salobres (Violante-González y Aguirre- lobres y marinos. Un segundo componente de origen
Macedo, 2007; Violante-González et al., 2007) en Mé- marino, estuvo representado por especies autogéni-
xico, a diferencia de lo observado en las comunida- cas, principalmente monogéneos y digéneos las cua-
des dulceacuícolas de regiones templadas, donde los les son exclusivas de peces marinos, y no son compar-
acantocéfalos están mejor representados y los digé- tidas con peces de otros orígenes.
neos contribuyen en menor grado a la riqueza de es- La gran influencia de especies dulceacuícolas prin-
pecies (Leong y Holmes, 1981; Kennedy, 1990; Valto- cipalmente en las lagunas de Coyuca y Tres Palos,
nen y Crompton, 1990), o en ambientes salobres donde puede ser atribuida a las condiciones oligohalinas de
los céstodos y los nemátodos son los grupos que con- estas lagunas (1.5 a 5 ups), como resultado de un gran
tribuyen en un mayor grado (Valtonen et al., 2001). aporte de agua dulce principalmente durante la tem-
Los acantocéfalos y los nemátodos fueron tam- porada de lluvias, y a su conexión temporal con el me-
bién dos grupos importantes de parásitos dentro de dio marino (Violante-González, 2006). Una situación
la parasitofauna registrada, ya que representaron en similar ha sido reportada por Valtonen et al. (2001)
conjunto un 25% del total de especies y el (8%) del en la Bahía de Bothnian, la mayor área oligohalina del
total de individuos. Los nemátodos constituyen un mar Báltico, en la cual las especies marinas represen-
grupo ampliamente diversificado entre los helmin- taron solo el 13%, de las 63 especies parásitos recupe-
tos dulceacuícolas en México, en cambio los acanto- radas de 31 especies de peces y las dulceacuícolas do-
céfalos son muy escasos (Salgado-Maldonado et al., minaron la composición de especies de la comunidad.
2001, 2004; Pineda-López et al., 2005). La abundan- Valtonen et al. (2001) señalan además, que el in-
cia de nemátodos y acantocéfalos en las lagunas es- tercambio de especies de parásitos entre peces mari-
tudiadas (16 especies), así como de la presencia de nos y dulceacuícolas observado en las aguas salobres
cuatro especies de céstodos (P. cochlearii, Pa. caba- del mar Báltico, ha sido probablemente el resultado
lleroi, Pr. chamelensis y Proteocephalus sp.), pueden de factores ecológicos que actúan a lo largo de cortas
ser atribuidas a la gran abundancia de zooplancton escalas de tiempo, más que de procesos evolutivos que
que existe en estos cuerpos de agua salobre, como re- actúan a través de periodos más largos; además de que
sultado de la gran productividad existente. Muchos el factor clave probablemente ha sido la presencia in-
integrantes del zooplancton como copépodos, ostrá- mediata de hospederos intermediarios adecuados y
codos y anfípodos, actúan como primeros hospede- definitivos. En las lagunas costeras estudiadas, ocu-
ros intermediarios de helmintos de estos grupos de rre un situación similar a lo observado en el Báltico,
helmintos (Marcogliese, 1995). Por otra parte, algu- no obstante la abundancia de especies de origen ma-
nos integrantes del plancton como los copépodos, no rino (23/52) principalmente de monogéneos y varios
sólo juegan un papel importante en los procesos de digéneos adultos como Neoapocreadium marina, Bu-
transmisión de helmintos a los peces, sino que pue- cephalus margaritae, Pseudacaenodera cristata, Pa-
den actuar también como parásitos, como es el caso ropecoelus parupenei y Paracryptogonimus sp., sólo
de Ergasilus sp., el cual infectó a 12 de los 13 hos- la última especie es compartida entre tres hospederos
pederos examinados y representó el 30 % del total de origen marino (C. nigrescens, C. robalito y L. ar-
de parásitos recuperados en los peces, siendo por lo gentiventris). Por lo tanto, la mayor parte de las espe-
tanto el ectoparásito más importante registrado du- cies de parásitos que intercambian los peces marinos
rante los muestreos. con los dulceacuícolas o salobres, son parásitos que
Parasitofauna de peces de lagunas costeras del Estado de Guerrero, México 93
son adquiridos una vez que han ingresado en las lagu- registradas en 31 especies de peces). Por otra parte, si
nas costeras, principalmente por medio de la preda- consideramos además que de las 23 especies de hel-
ción de peces residentes o de invertebrados infectados. mintos registradas en las aves, solo unas 14 especies
Esto parece indicar, que pocas especies de digéneos han sido registradas en forma larvaria en los peces
de origen marino, han podido encontrar hospederos de lagunas costeras de Guerrero (Violante-González
adecuados (gasterópodos) en estas lagunas costeras. et al. 2011, 2012), es posible que aún puedan ser re-
gistrados helmintos en forma larvaria de varias espe-
Representatividad de los muestreos cies como: Ap. cornu, A. (Phagicola) sp., Cl. ovatum,
Dr. olivaceus, E. californiensis, H. pumilio, M. fa-
Los resultados de la curva acumulativa de especies cetum, Me. minutum, O. raminellae, R. ondatrae,
construida a partir del número de hospederos exa- Pa. caballeroi y S. trachea. Por ejemplo, en los casos
minados (peces y aves), sugieren también que el re- de las especies Dr. olivaceus y R. ondatrae, algunos
gistró parasitológico aún no está completo, dado que estudios señalan que las metacercarias de estas espe-
la curva no alcanza a estabilizarse (Fig. 2). Las curvas cies se localizan generalmente sobre las escamas y la
de acumulación de especies también llamadas curvas línea lateral de varias especies de cíclidos dulceacuíco-
de colecta, son una herramienta útil para estimar la las (Vidal-Martínez et al., 2001). En este sentido, en las
riqueza de especies en función del esfuerzo de mues- lagunas costeras del estado de Guerrero, habitan dos
treo empleado (Magurran, 2004). El esfuerzo de mues- especies de cíclidos, una especie nativa (Cichlasoma
treo puede ser aplicado en este caso, no solo al número trimaculatum) y otra introducida (Oreochromis ni-
de hospederos examinados, sino también al número loticus), las cuales posiblemente sean los hospederos
de lagunas muestreadas para cada uno de los hospe- intermediarios de los dos helmintos anteriores, esto
deros. Por ejemplo, la riqueza de especies registrada naturalmente puede incrementar aún más la riqueza
para los Centropomidae C. nigrescens y C. robalito de las comunidades componentes de algunas espe-
(24 y 16, respectivamente) fue significativamente ma- cies de peces y por lo tanto de la parasitofauna local.
yor en comparación con las demás especies de peces
(Tabla 2), lo cual puede ser atribuido a que estos hos-
La parasitofauna y el estatus trófico de las
pederos fueron muestreados hasta en cinco lagunas
lagunas costeras
distintas (Tabla 1). Las lagunas costeras presentan
generalmente características ambientales muy dife- De acuerdo a la distribución de la parasitofauna en-
rentes, las cuales son determinadas por el grado de tre los hospederos examinados, las especies alogénicas
aporte de agua dulce, su tamaño, profundidad y nivel fueron más abundantes en cinco comunidades com-
de conexión con el ambiente marino, factores que de- ponentes (Ci. trimaculatum, D. latifrons, E. pictus,
termina muchas veces las características de la com- G. maculatus y P. sphenops), además de estar presen-
posición de su ictiofauna (Yañez-Arancibia, 1978), y tes en todas las comunidades de hospederos de origen
por lo tanto de su parasitofauna (Violante-González marino (C. nigrescens, C. robalito, L. argentiventris,
et al., 2010, 2011). Di. peruvianus y M. curema). Algunas de las espe-
cies alogénicas más abundantes y más ampliamente
dispersas entre los hospederos, como A. (Ph.) longa,
Comunidades de parásitos Au. compactum, Contracaecum sp., Ec. leopoldinae y
No obstante que las comunidades de parásitos de los S. hispida, representaron en conjunto el 42% del total
peces examinados, pueden ser consideradas como po- de parásitos registrados en peces. Todas estas espe-
bres en especies (7 a 13 especies), poco diversas y al- cies de helmintos alogénicos, han sido registradas en
tamente dominadas por una sola especie de parásito, las tres especies de aves ictiófagas examinadas, en las
la riqueza promedio estimada (4 especies) conside- cuales alcanzan altos niveles de infección (Violante-
rando solo las especies registradas en los peces (52 es- González et al., 2011, 2012).
pecies en 13 hospederos), fue más alta a la reportada Varios autores han señalado que las características
por Pérez-Ponce de León et al. (1999) para peces de presentadas por un cuerpo de agua principalmente su
la Bahía de Chamela (0.80: 92 especies registradas, estatus trófico, tienen un efecto importante sobre la
en 114 especies de peces) y por Valtonen et al. (2001) composición de la parasitofauna de peces en ambien-
en peces de la Bahía de Bothnian (2.03: 63 especies tes dulceacuícolas. En este sentido, Wisniewski (1958)
94 Violante-González, Pulido-Flores, Monks, Rojas-Herrera, Gil-Guerrero, García-Ibáñez, y Carbajal-Violante
y Esch (1971) sugirieron que la proporción de larvas Autónoma de Guerrero, así como con recursos pro-
de parásitos que maduran en aves o mamíferos (alo- porcionados por el PROMEP (Programa de Mejora-
génicas), se incrementa de los sistemas oligotróficos a miento del Profesorado) a la Red de Calidad y Desa-
los eutróficos. La eutroficación de un cuerpo de agua rrollo Sustentable, de la cual los autores forman parte.
tiende con frecuencia a incrementar los niveles de pa-
rasitismo en peces, debido a que el incremento en la
Literatura citada
productividad origina un gran crecimiento poblacio-
nal de crustáceos y moluscos herbívoros y detritívo- Anderson, R. M. 1993. Epidemiology, in modern Parasito-
logy (ed. F.E.G. Cox), Blackwell, Oxford 75-116 p.
ros, los cuales son utilizados como primeros hospede-
Banderas, T., y R. González. 2000. Eutroficación y estrate-
ros intermediarios por muchas especies de helmintos
gias de manejo de la laguna costera de Tres Palos, Aca-
(Zander y Reimer, 2002).
pulco, México. Resumen. XII Congreso Nacional de Ocea-
Por lo tanto, la abundancia de especies alogénicas nografía, Huatulco, Oaxaca, México.
registrada en las lagunas estudiadas, puede ser con-
Bush, A. O., J. Fernandez, G. Esch, y J. R. Seed. 2001. Pa-
siderado como un reflejo de las condiciones ambien- rasitism: The diversity and ecology of animal parasites.
tales existentes. De acuerdo con Banderas y Gonzá- Cambridge University Press, 566 p.
lez (2000) la productividad existente en la laguna de Esch, G. W. 1971. Impact of ecological succession the pa-
Tres Palos [clorofila-a = 80 a 106 µgL-1] corresponde rasite fauna in centrarchids from oligotrophic and eu-
a un sistema altamente hipertroficado, en el cual, la trophic ecosystems. The American Midland Naturalist,
producción fotosintética se incrementa significativa- 86: 160-168.
mente durante la temporada de lluvias, debido a un Esch, G. W., y J. C. Fernández. 1993. A functional biology
mayor volumen de aguas residuales que es trasportado of parasitism. Chapman and Hall, London.
el río La Sabana y al poco intercambio de agua con el Gil, J. S. 2005. Sobreexplotación de las pesquerías en la La-
medio marino. Las condiciones que presenta esta la- guna de Tres Palos México, Guerrero, México. Tesis de
Maestría. U.C.D.R, UAGro.
guna, son muy similares a las registradas en las otras
Holmes, J. C., y P. W. Price. 1986. Communities of parasi-
lagunas estudiadas (Mitla, Coyuca, Tecomate y Chau-
tes in chapter 9. In: Kikkawa, and D. J. Anderson (eds).
tengo). Por otra parte, las grandes poblaciones de aves
Patters and process. J. Community ecology: 1a. Ed. Cha-
acuáticas que viven de manera temporal o permanente pman and Hall. London. Pahs, 335 p.
en los márgenes de las lagunas costeras, contribuyen Kennedy, C. R. 1990. Helminth communities in freshwater
también al incremento de la eutroficación, ya que sus fishes: structures communities or stochastic assembla-
heces ricas en fósforo, fertilizan aún más el agua. Las ges? In: Esch, G.W., A. O. Bush, and J. M. Aho. (eds). Pa-
aves juegan además un papel importante en el ciclo rasite communities: patterns and process, Chapman and
de vida de los parásitos alogénicos, al actuar como Hall, London, pp. 131-156.
sus hospederos finales, así como en su diseminación Lafferty, K. D. 1997. Environmental parasitology: what can
a otros cuerpos lagunares. parasites tell us about human impacts on the environ-
Finalmente como conclusión podemos decir, que es ment?. Parasitology Today 13:251-255.
muy posible que la riqueza de la parasitofauna de pe- Lafferty, K. D., y A. M. Kuris. 1999. How environmental
ces, así como de aves de las lagunas costeras de Gue- stress affects the impacts of parasites. Limnology and
rrero, se incremente de manera significativa, si un Oceanography 44:925-931.
mayor número de hospederos y lagunas son exami- Lamothe-Argumedo, R. 1997. Manual de técnicas para pre-
parar y estudiar los parásitos de animales silvestres. AGT
nados, como lo sugieren los resultados presentados.
Editor, México, 43 p.
Leong, T. S., y J. C. Holmes. 1981. Communities of meta-
Agradecimientos zoan parasites in open water fishes of Cold Lake, Alberta.
Una mayor parte de los datos examinados en la pre- Journal of Fish Biology 18:693-713.
sente investigación, fueron obtenidos con recursos Magurran, A. E. 2004. Ecological diversity and its measure-
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Parasitofauna de peces de lagunas costeras del Estado de Guerrero, México 95
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Revisión del uso de céstodos como indicadores de
contaminación por metales pesados en
mamíferos de medios terrestres
Resumen
En México son pocos los estudios realizados con invertebrados para conocer la concentración de metales pe-
sados en el ambiente, los primeros trabajos fueron realizados con organismos acuáticos. Sin embargo, la ne-
cesidad de conocer la contaminación ambiental en medios terrestres ha llevado a los investigadores a utilizar
otras herramientas, por ejemplo los helmintos, que se utilizan como bioindicadores de contaminación ambien-
tal basados en su capacidad de absorción, y concentración de contaminantes del medio en su cuerpo. El uso de
bioindicadores es ventajoso y económico comparado con el análisis directo de contaminantes por que solo las
fracciones que están biológicamente disponibles son tomadas y concentradas por los animales. Por otro lado,
los bioindicadores pueden ser utilizados como auxiliares en la detección de concentraciones bajas de conta-
minantes en el medio o en áreas que se cree están libres de contaminación.
Los céstodos, son parásitos del intestino de vertebrados, quienes al vivir en ese entorno pueden contener parte
de los metales pesados que el vertebrado desecha debido a su capacidad de absorción por que cuentan con
un tegumento a lo largo del cuerpo que permite el paso de los metales pesados al parásito. Es por esta parti-
cularidad que los céstodos pueden servir como excelentes bioacumuladores de metales pesados, sobre todo
en ambientes terrestres.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
96
Revisión del uso de céstodos como indicadores de contaminación por metales 97
Los organismos centinelas sirven para mapear la contaminación antropogénica. Durante la búsqueda
fracción de contaminación biodisponible en un eco- de indicadores para monitorear los efectos de la con-
sistema por su capacidad de retención para dichos taminación en el ambiente se han utilizado los helmin-
contaminantes en sus tejidos. Estos organismos son tos por su capacidad de absorción, y concentración de
efectivos si integran una señal de contaminación de contaminantes del medio en su cuerpo. Con base en
un área en un intervalo de tiempo, el cual puede me- esta capacidad pueden ser utilizados como auxiliares
dirse y mostrar una correspondencia simple entre los en la detección de concentraciones bajas de contami-
niveles del tejido y el ambiente. nantes en el medio o en áreas que se cree están libres
Los centinelas pueden ser utilizados de tres mane- de contaminación, ya que estos parásitos pueden acu-
ras: Acumulador, que incrementa analíticamente la mular concentraciones que pueden ser altas en com-
sensibilidad para un contaminante; compara la con- paración con sus hospederos o el ambiente (Sures,
centración entre sitios, resume la señal de un com- 2004; Sures et al., 1999).
plejo de contaminantes. Integrador, que provee datos La gran mayoría de estudios sobre contaminación
a lo largo del tiempo y del espacio; y Medida de ex- involucrando parásitos han sido en medios acuáticos
posición, que sirve para cuantificar la biodisponibili- (Sures et al., 1999), los primeros en ser utilizados fue-
dad de un contaminante en particular (Beeby, 2001). ron Gyrodactylus sp., parásitos de peces con los cua-
Sures (2004) menciona nueve puntos que de- les se detectó la contaminación de sedimentos; acanto-
ben cumplir los organismos que son utilizados como céfalos en la contaminación de efluentes municipales
centinelas: e industriales y Ligula intestinalis como indicador de
1.- Alto potencial de acumulación y la misma corre- metales pesados (Billiard y Khan, 2003; Marcoglise
lación entre el contenido del contaminante del et al., 1998; Oyoo-Okoth et al., 2010; Tekin-Ozan y
centinela y el promedio de la concentración del Kir, 2005; Tekin-Ozan y Barlas, 2008; Tenora et al.,
contaminante en el medio en todas las localiza- 2000). En México se han realizado investigaciones de
ciones, y bajo todas las condiciones. calidad ambiental utilizando a los helmintos parási-
2.- No se deben utilizar organismos muertos. tos de peces como bioindicadores en el río Metztitlán,
3.- Sedentario o con una distribución geográfica de- y Laguna de Tecocomulco, Hidalgo (Pulido-Flores et
finida, para encontrar una relación entre áreas al., 2005; Monks y Pulido-Flores, 2008; Monks et al.,
estudiadas. 2013) y en los lagos de San Miguel, Limón y Caracol,
4.- Cuerpo grande para proveer suficiente tejido Chiapas (Sánchez-Ramírez et al., 2007).
para su análisis. En contraste, las investigaciones con parásitos en
5.- Especie abundante para no alterar la estruc- ambientes terrestres es menor, por eso la necesidad
tura de edad o tener un efecto significativo en de buscar centinelas para este tipo de ambientes es
la población. inminente. Hasta la fecha sólo se han llevado a cabo
6.- Dispersos para facilitar comparaciones entre estudios para párasitos de mamíferos como roedores,
diferentes áreas. cerdos, ovinos y también en algunas aves. Los resul-
7.- Fácil de colectar e identificar. tados que se han encontrado evidencían que los ne-
8.- Fisiológicamente bien estudiados, incluyendo mátodos de mamíferos son similares a los de peces ya
los efectos de edad, tamaño, estacionalidad, y que no son eficientes indicadores de acumulación de
actividad reproductiva en la asimilación de los contaminantes (Sures, 2004), por que a diferencia de
contaminantes. los otros helmintos utilizados, estos organismos cuen-
9.- Organismos con periodos de vida largos para la tan con una cutícula que no permite la libre absorción
integración de contaminantes por amplios lap- a través de su cuerpo.
sos de tiempo.
de diferentes vertebrados como centinelas de conta- transporte activo, debido a que carecen de aparato di-
minación por metales pesados. gestivo. El tegumento se encuentra constituido por dos
La información disponible de parásitos indicado- capas: la externa formada por una serie de proyeccio-
res de contaminación por metales pesados que utilizan nes citoplasmáticas (microvellosidades o microtricos),
como hospederos mamíferos es escasa, estos estudios que cubren todo el cuerpo del parásito, aumentando
detallan el análisis de metales como Plomo (Pb), Cad- la superficie de absorción. La segunda capa es llamada
mio (Cd), Zinc (Zn) y Níquel (Ni). Se han analizado citoplasmática donde se localizan un gran número de
acantocéfalos (Macracanthorhynchus hirudinaceus), organelos celulares (Lamothe-Argumedo, 1983; La-
nemátodos (Ascaris suum) y digéneos (Fasciola he- mothe-Argumedo y García-Prieto, 1988).
patica) de ganado porcino y bovino provenientes de El monitoreo de metales pesados en diferentes ti-
rastros de Bolivia y Alemania (Greichus, 1980; Sures pos de ambientes utilizando céstodos se inició hace 15
et al., 1998; Sures et al., 2000). El estudio con acan- años (Tabla 1), los primeros estudios fueron en am-
tocéfalos realizado por Sures y colaboradores (2000) bientes acuáticos donde se involucraron peces con sus
quienes experimentalmente observaron la acumula- parásitos, el trabajo inicial se realizó con los céstodos
ción de plomo en Molniliformis moniliformis arrojó Bothriocephallus scorpii y Monobothrium wageneri
que las hembras acumulan más plomo, que los órga- parasitando a Scophthalmus maximus y Tinca tinca
nos de su hospedero (ratas) a diferencia de los ma- respectivamente; tanto en los peces como en los pa-
chos, que acumulan la misma cantidad de metal que rásitos se analizaron metales como Pb y Cd, encon-
los órganos de los roedores. trando concentraciones de los contaminantes más
En el caso de los nemátodos solo dos estudios se altas en los cestodos, que las encontradas en sus hos-
han realizado con estos parásitos en mamíferos sil- pederos (Sures, et al., 1997).
vestres, el primero fue con Protospirura muricola Posteriormente se hizo un estudio donde se revi-
parásito de un topo (Heliophobius argenteocinereus) saron larvas del céstodo Ligula intestinalis encontra-
proveniente de Malawi, África, en el cual se detecta- das en peces, además de analizar Pb y Cd se agregó el
ron concentraciones altas de Pb, Cd, Cu y Zn con res- Cr (Tenora, et al., 2000). Así mismo, se ha trabajado
pecto a su hospedero (Barus et al., 2003). El segundo con céstodos parásitos de aves en los cuales se incluyó
trabajo se llevó a cabo en una zona contaminada de la Ni como metal pesado analizado (Barus et al., 2000;
República Checa con ejemplares de zorras rojas para- Tenora et al., 2001).
sitadas por Toxocara leonina, de quienes se analiza- A partir del año 2002 se iniciaron investigacio-
ron metales como Pb, Cd, Cr, Cu, Mn, Ni y Zn, obser- nes con céstodos parásitos de mamíferos dentro de
vando que el nemátodo acumuló mayor cantidad de las cuales aparte de analizar Cd, Cr, Ni y Pb se inclu-
metales pesados que su hospedero con excepción de yeron los metales Cu, Mn, Mb y Zn, los resultados de
Cd (Jankovska et al., 2010a). Con los estudios anterio- estos estudios han demostrado que los céstodos son
res se vislumbra una gran oportunidad para el uso de buenos indicadores de la bioacumulación de metales
los helmintos de contaminación en medios terrestres. pesados principalmente para Pb en céstodos parási-
tos de roedores de la familia Muridae (Sures et al.,
Céstodos como indicadores de contaminación 2003; Sures et al., 2002; Torres et al., 2006), lo que
queda de manifiesto en los trabajos con Hymenolepis
por metales pesados
diminuta y Cysticercus fasciolaris, parásitos de Rat-
Los céstodos son organismos pertenecientes al phylum tus norvegicus y R. rattus provenientes de El Cairo,
Platyhelminthes que se caracterizan por tener el Egipto y Teherán, Irán (Sures et al., 2003, Teimoori et
cuerpo aplanado dorsoventralmente, su cuerpo está al., 2014). En lo que se refiere a estudios con helmin-
dividido en tres regiones: escólex, cuello y estróbilo tos parásitos de mamíferos silvestres se tienen investi-
con forma de cinta, carecen de cutícula y presencia de gaciones en Europa, donde se ha analizado la presen-
parénquima. Llegan a medir desde 1 milímetro hasta cia de Cd y Pb en el ambiente a través de los céstodos
varios metros como en el caso de Taenia solium que de los roedores (Apodemus sylvaticus), en dicho es-
mide de 6 a 8 m (Lamothe-Argumedo, 1983). tudio se ratifican los céstodos como indicadores de la
El tegumento que cubre el cuerpo de los céstodos presencia de Pb en el ambiente (Torres et al., 2004;
es un tejido vivo, puesto que a través de él absorben Torres et al., 2006).
los nutrientes necesarios ya sea por difusión o por
Tabla 1. Estudios de bioacumulación de metales pesados en céstodos parásitos de diferentes hospederos
ESPECIE DE CÉSTODO HOSPEDERO Al As Ba Be Cd Cr Cu Fe Hg Li Mn Mo Ni Pb Se Sn Te Ti Tl U Zn REFERENCIA
Estudios con Mosgovoyia ctenoides parásita de Ni, Pb y Zn, encontrando que las concentraciones de
Oryctolagus cuniculis e Inermicapsifer arvicanthidis los metales pesados en el tejido de estos organismos
proveniente de Heliophobius argenteocinereus regis- son bajas, correspondiendo a los niveles naturales de
traron concentraciones bajas de metales pesados con dichas especies filtradoras (Paez-Osuna et al., 1988).
respecto a lo obtenido en sus hospederos (Barus et al., En el mismo tenor del estudio anterior está el de
2003; Eira et al., 2005), por lo que se concluye que Lango-Reynoso et al., (2010), ya que evaluaron la con-
estos dos modelos no son convenientes para el estu- centración de metales pesados (Ar, Cd y Pb) en ostio-
dio de contaminación por metales pesados a diferen- nes provenientes de la Laguna de Tamiahua, Vera-
cia de los trabajos anteriores. cruz, observando que las concentraciones de Cd en
estos moluscos rebasan los límites permisibles de con-
sumo que establecen las normas sanitarias, represen-
Estudios de contaminación por metales pesados tando un riesgo para la salud humana.
en México Sánchez-Ramírez et al. (2007) evaluaron la pre-
sencia y abundancia de monogéneos de la especie Ci-
En México son escasos los estudios realizados para
chlidogyrus sclerosus como parásito de Oreochromis
conocer la contaminación ambiental por metales pe-
niloticus, los cuales estuvieron expuestos a diferentes
sados utilizando como indicadores algún organismo
concentraciones de hidrocarburos policlicos y meta-
invertebrado; dos de ellos fueron en el año de 1998: el
les pesados en tres lagos de Chiapas.
primero fue realizado por Villanueva y colaboradores
Falcón-Ordaz y colaboradores en 2013 realizaron
en dos localidades del estado de Veracruz (Río Coat-
un análisis de metales pesados en céstodos de la fa-
zacoalcos y Laguna del Ostión) utilizando como orga-
milia Dilipedidae parásitos de roedores (Peromyscus
nismos de bioacumulación peces, crustáceos y molus-
difficilis), provenientes de un área rural poco pertur-
cos, dichos autores analizaron Cu, Fe, Mn, Ni y Zn en
bada del municipio de Otumba México, encontrando
los tejidos de los diferentes organismos, encontrando
que los metales pesados fueron Al, Cd, Zn, Fe, Ni y Pb,
que las concentraciones de los metales es baja, presen-
de los cuales este último fue el que se encontró con
tando una acumulación los elementos analizados en
mayor concentración, en comparación con registros
la siguiente secuencia: moluscos>crustáceos>peces.
previos a nivel mundial (Tabla 2).
En el segundo estudio se analizaron cuatro orga-
nismos filtradores: moluscos (Crassostrea corteziensis
y Mytella strigata) y esponjas (Sigmadocia caerulea Conclusiones
y Zygomycaela parishii), provenientes de las costas A pesar de los resultados presentados por Barus, et al.
de Mazatlán, extrayendo los Cu, Cr, Co, Cd, Fe, Mn, (2003) y Eira, et al. (2005) el uso de céstodos como
Tabla 2. Concentraciones (mg kg-1 peso seco) de metales pesados en céstodos parásitos de algunos roedores
Especie/ Familia Pb Cd Cr Zn Ni Fe Al Referencia
Datos de dos localidades en el mismo trabajo * Parque Nacional Begues a 32 Km de Barcelona, España. + Tiradero de residuos munici-
pales Garraf en Gavã, Barcelona, España. ^ Helwan, Egipto. # Abou Rawash, Egipto. Familia de céstodo 1) Hymenolepididae, 2) Anoplo-
cephalidae, 3) Catenotaeniidae y 4) Taeniidae.
Revisión del uso de céstodos como indicadores de contaminación por metales 101
“indicadores de bioacumulación” o centinelas en me- Beeby, A. 2001. What do sentinels atand for?. Environmen-
dios terrestres ha sido de gran ayuda puesto que es- tal Pollution. 112:285-298.
tos organismos cumplen con varios de los puntos pro- Billiard, S. M., y R. A. Khan. 2003. Chronic stress in cun-
puestos por Sures (2004): ner, Tautogolabrus adspersus exposed to municipal and
Presentan un tamaño adecuado para la obtención industrial effluents. Ecotoxicology and Environmental
Safety 55:9-18.
de materia orgánica seca, además de su capacidad de
Eira, C., J. Torres, J. Vingada, y J. Miquel. 2005. Concen-
absorción por presentar un tegumento vivo.
tration of some toxic elements in Oryctolagus cunicu-
Se pueden considerar organismos centinelas con
lus and in its intestinal cestode Mosgovoyia ctenoides,
base en su alto potencial de acumulación de conta- in Dunas de Mira (Portugal). Science of the Total Envi-
minantes en su cuerpo [lo que se ha comprobado en ronment 346: 81-86.
los diversos trabajos presentados en la Tabla 2] (Fal- Falcón-Ordaz, J., S. Monks, G. Pulido-Flores, y C. Romo-
cón-Ordaz et al., 2013; Jankovská et al., 2009, 2010a, Gómez. 2013. Análisis de metales pesados en un cés-
2010b, 2011; Retief et al., 2006; Torres et al., 2004, todo de la familia Dilipididae. En G. Pulido-Flores, G., y
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para el análisis de metales y son fáciles de colectar. suum, and certain tissues of its host. International Jour-
nal for Parasitology 10:89-91.
Con base en los trabajos de céstodos, estos organis-
Jankovská, I., D. Miholová, I. Langrová, V. Bejcek, J. Vad-
mos tienen una gran capacidad de bioacumulación de
lejch, D. Koliová, y M. Sulcs. 2009. Influence of parasi-
Pb y Zn. Como se observa en la Tabla 2, existen dife-
tism on the use of small terrestrial rodents in environ-
rencias para la acumulación de estos metales depen- mental pollution monitoring. Environmental Pollution
diendo de la familia de céstodos analizados, teniendo 157: 2584-2586.
que para el Pb las que más acumulan son Hymenole- Jankovska, I., D. Lukesova, J. Szakova, I. Langrova, J. Vad-
pidae y Dilipedidae (cabe mencionar que de esta fa- lejch, Z. Cadkova, P. Valek, M. Petrtyl, y M. Kudrnacova.
milia solo existe un trabajo), mientras que para el Zn 2011. Competition for minerals (Zn, Mn, Fe, Cu) and Cd
es la Anoplocephalidae. between sheep tapeworm (Moniezia expansa) and its
definitive host sheep (Ovis aries). Helminthologia 48:
Agradecimientos 237-243.
Jankovska, I., D. Miholová, V. Bejcek, J. Vadlejch, M. Sulc, J.
Los autores agradecen el financiamiento otorgado al
Szakova, y I. Langrova. 2010a. Influence of parasitism on
proyecto de Ciencia Básica “El efecto de hibridización trace element contents in tissues of Red Fox (Vulpes vul-
en la diversidad de helmintos parásitos de peces del pes) and its parasites Mesocestoides spp. (Cestoda) and
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Importancia de las aves ictiófagas como hospederos
finales de helmintos, en dos lagunas costeras
del estado de Guerrero, México
Resumen
Se examinó la composición y riqueza de comunidades de helmintos en tres especies de aves ictiófagas: Ardea
alba, Nyctanassa violacea y Phalacrocorax brasilianus en dos lagunas costeras del estado de Guerrero, México.
La helmintofauna estuvo constituida por 23 especies: 17 digéneos, un acantocéfalo, dos céstodos y tres ne-
mátodos. Cinco especies (Ascocotyle longa, Mehrastomum minutum, Riberoia ondatrae, Southwellina hispida y
Contracaecum multipapillatum) co-ocurrieron en las tres especies de aves de ambas lagunas. Los niveles de in-
fección de un 50% de las especies identificadas, variaron significativamente entre las especies de aves y lagu-
nas. A nivel componente, la riqueza de especies varió significativamente de 10 (A. alba de Coyuca) a 16 espe-
cies (N. violacea de Tres Palos). Diferentes especies de helmintos dominaron las comunidades de cada especie
de hospedero. La similitud de las comunidades de helmintos fue más alta entre poblaciones de la misma es-
pecie de ave. Diferencias en el comportamiento alimenticio de las aves (hábitos diurnos/nocturnos), así como
en las abundancias de las especies de peces y los niveles de infección de helmintos en cada laguna, fueron
consideradas como posibles responsables de las variaciones registradas en la estructura de las comunidades.
Palabras clave: Aves ictiófagas, helmintos, Coyuca, Tres Palos, Guerrero, México
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
104
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos 105
permite alimentarse de diferentes presas durante sus a causar en éstos grandes epizootias (Chappell et al.,
rutas de migración, lo que potencia la obtención de 1994; Violante-González et al., 2009). Por ejemplo,
diversas especies de helmintos (Kennedy et al., 1986; muchas especies de digéneos terminan su ciclo de vida
Ortega-Olivares, 2007). Esch y Fernández (1993) se- en las aves, utilizando como segundos hospederos in-
ñalaron también que en el caso de las aves migrato- termediarios, a diferentes especies de peces. Entre
rias, los factores que juegan el papel más importante las especies de digéneos que parásitan a los peces en
en la diversidad de especies de parásitos que presen- forma larvaria (metacercarias) se encuentran las de
tan, son el cambio en la exposición a potenciales hos- los géneros: Clinostomun, Diplostomum y Posthodi-
pederos intermediarios, y los grandes cambios en la plostomun las cuales son consideradas como especies
dieta que ocurren durante las migraciones, los cuales cosmopolitas; así como también algunos miembros de
originan cambios significativos en la fisiología intes- las familia Heterophydae, Echinostomatidae, Strigei-
tinal, lo cual a su vez, tiene un significativo impacto dae y Cataemasidae (Valencia, 1990).
sobre la diversidad de parásitos. No obstante el reciente interés por el estudio de
Por otra parte, algunos estudios sobre comunida- los helmintos de aves ictiófagas, los trabajos efectua-
des de helmintos intestinales indican que éstos pue- dos hasta la fecha son escasos y se encuentran total-
den ser muy útiles como bioindicadores del estatus mente dispersos, siendo la mayoría estudios taxonó-
trófico de los sistemas acuáticos, a partir del análisis micos de una sola especie de ave de una sola localidad,
de la biodiversidad local, la estructura de las comu- o de un grupo de helmintos (Lamothe-Argumedo y
nidades y las etapas de desarrollo presentes (Esch y Pérez-Ponce de León, 1986; Scholz et al., 2002; Or-
Fernández, 1993; Zárate-Ramírez, 2003; Monks et tega-Olivares et al., 2008). Otros estudios presentan
al., 2005). Uno de los estudios más completos efec- en cambio solo listados de helmintos de aves, pero no
tuados sobre comunidades de parásitos a nivel eco- describen sus comunidades en forma cuantitativa (Ra-
sistema indicó, que la caracterización de un cuerpo de mos-Ramos, 1995; Barrera-Guzmán y Guillén-Her-
agua puede ser establecida por los ciclos de vida de su nández, 2008; García-Prieto et al., 2010). Se consi-
fauna parasitaria; de modo que si la mayor cantidad dera que hasta la fecha solo han sido examinadas unas
de especies parásitas terminan su ciclo de vida en pe- 14 especies de aves acuáticas de cuatro familias: Pele-
ces, es probable que se trate de un sistema oligotró- canidae, Phalacrocoracidae, Anhinguidae y Ardeidae
fico, o bien eutrófico si la mayoría de las especies pa- (Ortega-Olivares, 2007).
rásitas terminan su ciclo de vida en aves y mamíferos, Dentro de la familia Phalacrocoracidae, el cormo-
empleando a los peces únicamente como hospederos rán neotropical Phalacrocorax brasilianus (Gmelin,
intermediarios (Wisniewski, 1958). En este sentido, 1789) es una de las pocas aves que habita en agua
los conceptos de especies alogénicas y autogénicas dulce y en ambientes salobres, y es la única especie
han sido introducidos en los estudios de ecología de del género encontrada dentro de toda la región neo-
parásitos, como un esfuerzo para definir la dinámica tropical (Kalmbach y Becker, 2005). Esta ave ictió-
de transmisión de las distintas especies de parásitos. faga es considerada como un residente permanente
Estos conceptos son utilizados actualmente para in- en las lagunas costeras del estado de Guerreo, en las
terpretar los patrones de colonización de especies de cuales forma grandes colonias, anidando en las áreas
helmintos en sus hospederos. De acuerdo con Esch de manglar, y se alimenta de varias especies de peces,
et al. (1988) una especie autogénica es definida como las cuales captura buceando activamente en las aguas
una especie cuyo ciclo de vida es completado en los fangosas. Los únicos estudios que abordan el estudio
confines de un ecosistema acuático; en tanto que una de los parásitos de cormoranes del género Phalacro-
alogénica es aquella que emplea peces u otros verte- corax a nivel comunidad o infracomunidad, son los
brados acuáticos como hospederos intermediarios y efectuados por Threlfall (1982) en P. auritus, Fedy-
madura en aves o mamíferos. nich et al. (1997) en P. auritus y P. brasilianus, Ob-
El estudio de la helmintofauna de aves ictiófagas en mann (2008) en P. carbo y Monteiro et al. (2011) en
México ha despertado un gran interés en los últimos P. brasilianus.
años, debido a que muchos de sus parásitos utilizan En el caso de la familia Ardeidae, ésta se encuen-
como segundos hospederos intermediarios a diferen- tra ampliamente distribuida en toda la República
tes especies de peces cultivados y silvestres, llegando Mexicana y es la familia de la que se tiene un mejor
106 J. V i o l a n t e - G o n z á l e z e t a l .
conocimiento en cuanto a su helmintofauna. De las 15 (Vidal-Martínez et al., 2001). Se examinaron casi to-
especies de ardeidos que habitan en México, se cuenta das las estructuras internas como la traquea, esófago,
con el registro helmintológico al menos parcial para corazón, pulmones, riñón, hígado, páncreas, bazo, in-
unas 10 especies (Ortega-Olivares, 2007). La helmin- testino y cloaca; los helmintos registrados en cada es-
tofauna registrada hasta ahora en aves de la familia tructura fueron contados y colocados temporalmente
Ardeidae está constituida por unas 57 especies de pa- en una solución salina antes de ser fijados. El proce-
rásitos, distribuidas en 36 géneros (Ortega-Olivares, samientos de los helmintos fue de acuerdo a la me-
2007), confirmando que estos hospederos se caracte- todología sugerida por Lamothe-Argumedo (1997) y
rizan por poseer una alta riqueza y diversidad de hel- Vidal-Martínez et al. (2001). Los digéneos y céstodos
mintos (Kennedy et al., 1986; Poulin, 1999). fueron fijados en AFA (Alcohol-formol-ácido acético)
Por otra parte, la abundancia de algunas especies y posteriormente almacenados en alcohol al 70%; en
de aves ictiófagas como el pato buzo P. brasilianus y tanto que los acantocéfalos fueron colocados en agua
la garza blanca Ardea alba (Castañón, 2012) en las destilada y puestos en refrigeración entre 6 y 12 ho-
lagunas costeras del estado de Guerrero, sugiere que ras para que evertieran la probóscide y después fijados
estas aves pueden presentar comunidades de parási- en alcohol al 70%. Los digéneos, céstodos y acantocé-
tos más ricas que otras menos abundantes como Nyc- falos fueron teñidos con carmín clorhídrico o tricró-
tanassa violacea, debido a que ha sido sugerido que mica de Gomori, siendo deshidratados con una serie
las poblaciones de hospederos abundantes, pueden de alcoholes y aclarados con salicilato de metilo, para
mantener con mayor facilidad grandes poblaciones ser montados finalmente en resina sintética. Los ne-
de helmintos adultos (Bell y Burt, 1991; Takemoto et mátodos fueron aclarados con glicerina o lactofenol
al., 2005). Por lo tanto, el objetivo de la presente in- para el examen de sus estructuras y poder ser identi-
vestigación fue realizar un análisis de las comunida- ficados, siendo posteriormente almacenados también
des de parásitos de estas aves, con base en la hipótesis en alcohol al 70%.
que las especies más abundantes presentarían comu-
nidades de helmintos más ricas y diversas que las me- Caracterización de las infecciones
nos abundantes.
Para caracterizar las infecciones de cada especie de
helminto, se emplearon dos de los parámetros ecoló-
Material y Métodos gicos propuestos por Bush et al. (1997): a). Prevalen-
Colecta y biometría de los hospederos cia: Número de individuos de una especie de hospe-
dero infectados con una especie de parásito entre el
La colecta de las aves se llevó a cabo entre los me-
número de hospederos revisados (se expresa en por-
ses de mayo y diciembre del 2008, en las lagunas de
centajes). b). Abundancia promedio: Número total de
Coyuca (16º57’ N; 100º02’ W) y Tres Palos (16°48’
individuos de una especie particular de parásito en
N; 99°47’ W). El número total de aves examinadas
una muestra de hospederos entre el número total de
fue de 91: 48 P. brasilianus, 30 A. alba y 13 N. viola-
hospederos revisados.
cea. Las aves fueron sacrificadas por desnucamiento
Se utilizó el estadístico G (Sokal y Rohlf, 1998),
en los sitios de colecta y trasladadas inmediatamente
para determinar si existía alguna diferencia significa-
al laboratorio de Ecología, de la Unidad Académica
tiva entre los porcentajes de infección de las especies
de Ecología Marina, de la Universidad Autónoma de
de helmintos entre hospederos y lagunas. Las diferen-
Guerrero siendo disectadas dos horas después de ha-
cias entre las abundancias promedio de las especies
ber sido sacrificadas. A cada uno de los ejemplares se
de helmintos, se determino mediante una prueba de
les midió la longitud total (cm) y su envergadura con
una cinta métrica, el peso total (g) fue obtenido con χ2. Se aplicaron además pruebas de correlación por
una báscula granataria. rangos de Spearman (rs) (Krebs, 1999), para deter-
minar si existía relación entre los valores de preva-
Examen helmintológico lencia y abundancia promedio de cada especie de hel-
minto (P ≤ 0.05).
El examen helmintológico que se aplicó a los hospe-
deros, se basó principalmente en las técnicas con-
vencionales propuestas para este tipo de estudios
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos 107
Caracterización de las comunidades longitud total de 65 a 71.5 cm (66.5 ± 2.33 cm). Mien-
La descripción de las comunidades de parásitos se tras que las garzas Ardea alba presentaron un peso
efectuó a dos niveles: componente de comunidad (nú- mínimo de 680 g y un máximo de 1,175 g (885. 77 ±
mero total de parásitos presentes en una muestra de 140.7 g), así como una longitud total de 61 a 100 cm
hospederos) e infracomunidad (número total de pa- (90 ± 11.66 cm). En el caso de Nyctanassa violacea
rásitos en un hospedero individual), utilizando los no fue posible obtener datos biométricos.
siguientes atributos ecológicos en cada caso: a nivel
componente se consideró el número total de especies, Registro parasitológico
el número total de parásitos, el índice de diversidad Se identificaron un total de 23 especies de helmintos
para comunidades muestreadas de Shannon-Wiener parásitos en las 91 aves ictiófagas examinadas en las la-
(H), la uniformidad de las abundancias de las diferen- gunas de Coyuca y Tres Palos: 17 digéneos, un acanto-
tes especies (equidad), así como el índice de Berger- céfalo, dos céstodos y tres nemátodos (Tabla 1, Figura
Parker (IBP) como una medida de abundancia numé- 1). El grupo de los digéneos representó el 74% de las
rica (Magurran, 2004); este índice mide la proporción especies recuperadas, mientras que el de los nemáto-
del total de individuos parásitos en la muestra que es dos se ubicó en segundo lugar con un 13 % (Figura 1).
debida a la especie más abundante. Un total de cinco especies de helmintos de las 23
A nivel infracomunidad los análisis incluyeron el registradas, co-ocurrieron en aves de las tres espe-
número promedio de especies de helmintos por hos- cies en ambas lagunas, siendo éstas los digéneos As-
pedero, el número promedio de individuos y el valor cocotyle longa, Mehrastomum minutum y Riberoia
promedio del índice de diversidad para comunidades ondatrae, el acantocéfalo Southwellina hispida, y el
censadas de Brillouin (H´). Un análisis de varianza nemátodo Contracaecum multipapillatum. En tanto
(Anova) fue aplicado para determinar diferencias sig- que cuatro se registraron solo en una especie de ave:
nificativas en los parámetros de infracomunidad entre Haplorchis pumilio y Ascocotyle sp. se colectaron solo
hospederos y lagunas. La normalidad de los datos fue en la garza gris N. violacea, Tylodelphys sp. única-
evaluada empleando la prueba de Kolmogorov-Smir- mente en A. alba de Tres Palos y Euhaplorchis cali-
nov (Sokal y Rohlf, 1998); cuando los datos no pre- forniensis solo del cormorán P. brasilianus. La dis-
sentaron una distribución normal, fueron log-trans- tribución de frecuencias de los valores de prevalencia
formados (log x+1). La significancia en todos los análisis de cada especie de helminto indicó, que las comuni-
estadísticos fue establecida a un nivel de P ≤ 0.05. Se dades de cada especie de garza estuvieron conforma-
empleó el índice de infracomunidad (ICI) propuesto das por dos grupos de especies: un grupo de especies
por Zander (2004), para determinar cuales fueron las clasificadas como comunes, con prevalencias > 20%
especies que contribuyeron en un mayor grado a la y una abundancia promedio > 2 helmintos y un se-
estructuración de las infracomunidades; este índice gundo de raras, con prevalencias < 20% y abundan-
describe la frecuencia de dobles y múltiples infeccio- cias promedio < 1 helminto (Figuras 2 a 4). El mayor
nes por parte de una especie de parásito en diferentes número de especies comunes fue registrado en la co-
hospederos y es calculado mediante la siguiente fór- munidad de N. violacea (8 especies, Figura 4), seguido
mula. ICI = (Mij/Nj) x Ij. Donde: Ij = número prome-
dio de especies de parásitos en el hospedero j (= infra-
comunidad promedio), Mij = número de hospederos j
infectados con el parásito i y otros parásitos, Nj = nú-
mero total de hospederos j infectados.
Resultados
Aspectos poblacionales de los hospederos
Todas las aves examinadas en el presente estudio fue-
ron organismos adultos, los ejemplares de Phalacro- Figura 1. Composición de especies de helmintos parásitos
corax brasilianus registraron un peso mínimo de 739 en tres especies de aves ictiófagas, en dos lagunas coste-
ras del estado de Guerrero, México.
g y un máximo de 1,045 g (956. 87 ± 102.33 g), y una
Tabla 1. Parámetros de infección de los helmintos de tres aves ictiófagas en dos lagunas costeras del estado de Guerrero, México. Pb = Phalacrocorax brasilianus,
Aa = Ardea alba, Nv = Nyctanassa violacea
108
Helminto CNHE NI/Laguna P (%) Total Abund. prom. Rango de intens. ICI
Digenea
Apharyngostrigea cornu Zeder, 1800 (Intestino) Aph 8010 10/Aa/Co 71.4 150 10.7 ± 15.1 2 - 39 0.16
8011 14/Aa/TP 87.5 194 12.1 ± 15.4 2 - 49 0.18
8012 5/Nv/TP 36.5 15 1.15 ± 1.41 1 - 4 0.06
Ascocotyle longa Ransom, 1920 (Intestino) Asc, Alo 7572 6/Pb/Co 25 172 7.17 ± 24.60 1 - 52 0.06
7575 12/Pb/TP 50 312 13.00 ± 25.33 3 - 61 0.09
8013 9/Aa/Co 64.3 2214 158.1 ± 244.1 2 - 700 0.14
8014 16/Aa/TP 100 1938 121.1 ± 153.5 3 - 415 0.21
8015 2/Nv/TP 15.4 15 1.1 ± 6.4 3 - 12 0.03
Ascocotyle (Phagicola) sp. (Intestino) Asc 8016 2/Nv/TP 15.4 5 0.4 ± 0.7 2 - 3 0.03
Centrocestus formosanus Nishigori, 1924 (Intestino) Cen 8017 7/Aa/Co 50 255 18.2 ± 39.0 4 - 120 0.11
8018 6/Aa/TP 37.5 480 30 ± 41.4 37 - 129 0.08
Clinostomum complanatum Rudolphi, 1814 (Estómago, 7576 2/Pb/TP 8.3 2 0.08 0 - 1 0.01
esófago) Cli 8019 4/Aa/Co 28.6 7 0.5 ± 1.0 1 - 3 0.06
8020 2/Aa/TP 12.5 26 1.6 ± 11.3 5 - 21 0.03
8021 2/Nv/TP 15.4 60 4.6 ± 41.0 1 - 59 0.03
Cloacitrema ovatum Yamaguti, 1935 (Cloaca) Clo 8022 1/Nv/TP 7.7 2 0.1 0 - 2 0.01
Austrodiplostomum mordax Szidat y Nani, 1951 7574 6/Pb/Co 25 12 0.50 ± 0.89 1 - 3 0.06
[=Austrodiplostomum compactum Lutz, 1928] (Cloaca, 7572 24/Pb/TP 100 474 19.75 ±16.98 1 - 54 0.17
estómago, intestino) Aus 8023 1/Nv/TP 7.7 2 0.1 0 - 2 0.01
Drepanocephalus olivaceus Nasir y Marval, 1968 (Intestino) 7577 22/Pb/Co 91.67 690 28.75 ± 38.44 1 - 136 0.21
Dre 7578 20/Pb/TP 83.33 282 11.75 ± 8.53 1 - 29 0.14
Echinochasmus leopoldinae Scholz, Ditrich y 7579 6/Pb/TP 25 22 0.92 ± 2.58 2 - 7 0.04
Vargas-Vázquez, 1996 (Intestino) Ech 8024 4/Aa/TP 25 978 61.1 ± 280 2 - 487 0.05
8025 3/Nv/TP 23.1 36 2.8 ± 12.1 1 - 25 0.04
Euhaplorchis californiensis Martín 1950 (Estómago) Euh 7580 2/Pb/Co 8.33 2 0.08 0 - 1 0.02
Haplorchis pumilio Looss, 1896 (Intestino) Hap 8029 4/Nv/TP 30.8 233 1.9 ± 70.3 5 - 160 0.05
Mehrastomum minutum Saksena, 1959 (Cloaca) Meh 7581 4/Pb/Co 16.67 6 0.25 ± 0.58 1 - 2 0.04
7582 2/Pb/TP 8.33 2 0.08 0 - 1 0.01
8026 3/Aa/Co 21.4 3 0.2 0 - 1 0.05
8027 2/Aa/TP 12.5 2 0.1 0 - 1 0.03
8028 2/Nv/TP 15.4 25 1.92 ± 16.26 1 - 24
Microparyphium facetum Dietz, 1909 (Cloaca) Mic 8030 2/Nv/TP 15.4 3 0.2 ± 0.7 1 - 4 0.03
Odhneria raminellae Travassos, 1921 (Estómago) Odh 7583 2/Pb/Co 8.33 99 4.13 ± 21.92 34 - 65 0.02
8031 1/Aa/Co 7.1 69 4.9 0 - 69 0.02
Posthodiplostomum minimum (MacCallum, 1921) Dubois, 8035 2/Aa/TP 12.5 6 0.4 ± 1.4 2 - 4 0.03
1936 (Intestino) Pos 8036 10/Nv/TP 76.9 127 9.8 ± 10.5 2 - 32 0.13
Riberoia ondatrae (Price, 1931) Price, 1942 (Intestino, 7584 2/Pb/Co 8.33 8 0.33 0 - 4 0.02
estómago) Rib 7585 18/Pb/TP 75 646 26.92 ± 22.04 6 - 70 0.13
8032 3/Aa/Co 21.43 5 0.36 ± 0.58 1 - 2 0.05
8033 10/Aa/TP 62.5 60 3.7 ± 7.1 1 - 19 0.13
8034 6/Nv/TP 46.1 4 7.2 ± 25.3 1 - 66 0.08
Tylodelphys sp. (Intestino) Tyl 8037 1/Aa/TP 6.2 3 0.2 0 - 3 0.01
J. V i o l a n t e - G o n z á l e z e t a l .
Helminto CNHE NI/Laguna P (%) Total Abund. prom. Rango de intens. ICI
Acanthocephala
Southwellina hispida (Van Cleave, 1925) Witenberg, 1932 7588 8/Pb/Co 33.33 24 1.00 ± 3.17 1 - 9 0.07
(Intestino) Sou 7589 16/Pb/TP 66.67 64 2.67 ± 4.03 1 - 13 0.12
8046 9/Aa/Co 64.3 29 2.1 ± 1.7 1 - 6 0.14
8044 10/Aa/TP 62.5 16 1.0 ± 0.8 1 - 3 0.13
8045 12/Nv/TP 92.3 45 3.5 ± 2.1 1 - 8 0.16
Cestoda
Paradilepsis caballeroi Rysavy y Macko, 1971 (Intestino) Para 7586 16/Pb/Co 66.67 90 3.75 ± 6.45 1 - 20 0.15
7587 8/Pb/TP 33.33 144 6.00 ± 23.48 1 - 55 0.06
Parvitaenia cochlearii Coil, 1955 (Intestino) Par 8038 3/Aa/Co 21.4 6 0.4 ± 1.7 1 - 4 0.05
8039 2/Aa/TP 12.5 10 0.6 ± 1.4 4 - 6 0.03
8040 12/Nv/TP 92.3 444 34.1 ± 38.3 3 - 91 0.16
Nematoda
Capillaria sp. (Intestino) Cap 7594 4/Pb/TP 16.67 146 6.08 ± 22.52 17 - 56 0.03
2/Nv/TP 15.4 5 0.4 ± 2.1 1 - 4 0.03
Contracaecum multipapillatum Drasche, 1882 (Estómago, 7590 24/Pb/Co 100 2530 105.42 ± 71.22 1 - 263 0.22
intestino) Con 7591 20/Pb/TP 83.33 860 35.83 ± 33.93 12 - 128 0.14
8041 14/Aa/Co 100 40 2.9 ± 2.7 1 - 9 0.22
8042 8/Aa/TP 50 42 2.6 ± 4.1 1 - 10 0.1
8043 11/Nv/TP 84.6 160 12.3 ± 10.8 2 - 34 1.4
Syngamus trachea (Montagu, 1811). Chapin 1925 7592 14/Pb/Co 58.33 68 2.83 ± 3.86 1 - 12 0.13
(Esófago) Syn 7593 6/Pb/TP 25 6 0.25 0 - 1 0.04
CNHE: Colección Nacional de Helmintos. Ni = número de infectados. Laguna: Coyuca (Co), Tres Palos (TP). P (%) = prevalencia de infección (% de infectados). Total
= número total de parásitos. Abund. prom. = número promedio de parásitos ± desviación estándar. Intensidad = rango (número mínimo y máximo). Valores sig-
nificativamente más altos de prevalencia (G-test), abundancia promedio (χ2-test), e Índice abbre de infracomunidad (ICI > 0.10) se presentan en negrita (P < 0.05).
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos
109
110 J. V i o l a n t e - G o n z á l e z e t a l .
Tabla 2. Prevalencia de infección de helmintos en tres aves acuáticas de dos lagunas costeras de Guerrero, México
Tres Palos Coyuca
Helminto Cod.
N. violacea A. alba P. brasilia A. alba P. brasilia G P
Tabla 3. Abundancia promedio de helmintos en tres aves acuáticas de dos lagunas costeras de Guerrero, México
Tres Palos Coyuca
Helminto Cod.
N. violacea A. alba P. brasilia A. alba P. brasilia Χ 2 P
Variación entre los parámetros de infección de P < 0.05) fueron más prevalentes en este mismo hos-
las especies de helmintos pedero, pero en la laguna de Coyuca (Tabla 2).
En el caso de la abundancia promedio, unas 11 es-
Del total de especies registradas (23), la prevalencia
pecies registraron diferencia significativa en este pa-
de 12 helmintos varió significativamente entre los hos-
pederos (Tabla 2), en las dos lagunas. El acantocéfalo rámetro de infección entre hospederos y lagunas: el
S. hispida (G = 10.87, P < 0.05), el céstodo Parvitaenia céstodo Par. cochlearii (χ2 = 48.69, P < 0.05) y los di-
cochlearii (G = 81.63, P < 0.05) y el digéneo Postho- géneos Cl. complanatum y Po. minimum (χ2 = 6.09;
diplostomum minimum (G = 46.41, P < 0.05) fueron 8.7, P < 0.05, respectivamente) presentaron una ma-
más prevalentes en la garza N. violacea; los digéneos yor abundancia promedio en N. violacea (Tabla 3);
Apharyngostrigea cornu y As. longa registraron un mientras que el digéneo Ap. cornu en A. alba de am-
mayor porcentaje de infección en A. alba en Tres Palos bas lagunas (χ2 = 9.94, P < 0.05). En tanto que Echi-
(G = 45.56; 60.29, P < 0.05, respectivamente). Mien- nochasmus leopoldinae y As. longa en A. alba de las
tras que el nemátodo C. multipapillatum (P < 0.05) y lagunas de Tres Palos y Coyuca, respectivamente (χ2
los digéneos Cl. complanatum y Me. minutum regis- = 83.15; 244.95, P < 0.05).
traron mayores porcentajes de infección en A. alba de Los digéneos R. ondatrae y Au. mordax (χ2 =
Coyuca (G = 16.02; 8.62, P < 0.05). 44.07; 18.33, P < 0.05), así como el nemátodo Capi-
Los digéneos R. ondatrae y Au. mordax fueron llaria sp. (χ2 = 5.02, P < 0.05) registraron una mayor
más prevalentes en P. brasilianus en Tres Palos (G = abundancia promedio en P. brasilianus de Tres Palos.
30.42; 68.92, P < 0.05); en tanto que los nemátodos En tanto que el digéneo Dr. olivaceus y el nemátodo
C. multipapillatum y Sy. trachea (G = 36.67; 13.33, P C. multipapillatum (χ2 = 7.14; 88.28, P < 0.05), lo hi-
< 0.05), así como el céstodo Pa. caballeroi (G = 11.11, cieron en P. brasilianus de Coyuca (Tabla 3).
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos 113
Comunidad componente
El número de especies de helmintos parásitos re-
gistrado en las tres especies de aves ictiófagas va-
rió significativamente, entre 10 y 16 especies (χ2 =
4.38, P < 0.05) (Tabla 4). En tanto que el número Figura 7. Porcentajes de similitud entre las comunidades
total de individuos parásitos fluctuó entre 1,271 y componentes de tres especies de aves ictiófagas, en dos
3,755, siendo significativamente más alto en A. alba lagunas costeras de Guerrero, México. Aa = Ardea alba;
Nv = Nyctanassa violacea; Pb = Phalacrocorax brasilianus;
de Tres Palos (χ2 = 339.72, P < 0.05). Los valores
TP = Tres Palos; CO = Coyuca.
del índice de diversidad de Shannon-Wiener varia-
ron entre 1.37 y 3.2 bits/ind., aunque no registra-
ron diferencia significativa entre los hospederos (P
> 0.05). Los valores de equidad fueron ligeramente Infracomunidades
más bajos (0.44) en P. brasilianus colectado en Co- Todas las aves examinadas resultaron infectadas, en el
yuca. Mientras que el valor del índice de dominan- caso de las especies de garzas A. alba y N. violacea de
cia (IBP), fue más alto en A. alba de Coyuca (0.80); Tres Palos, presentaron un máximo de ocho especies
sin embargo tanto la equidad como este último pa- por ave infectada (Figuras 8 y 9). De manera general,
rámetro, no registraron diferencia significativa en- un 28% de las A. alba de Coyuca estuvo parasitado
tre lagunas (Tabla 4). hasta por cuatro especies de helmintos, mientras que
La especie dominante fue característica para cada un mayor porcentaje de las garzas de Tres Palos (31%)
uno de los hospederos: el digéneo As. longa lo fue en presentó también 4 especies. Un mayor porcentaje de
A. alba, el nemátodo C. multipapillatum en P. bra- los ejemplares de N. violacea presentaron entre seis
silianus y el céstodo fue la especie dominante en y siete especies, y solo un 15% presentó ocho (Figura
N. violacea (Tabla 4). En cuanto a la semejanza en la 8). En el caso de P. brasilianus, el 50% de los cormo-
composición de especies, ésta fue más alta entre las ranes de Coyuca estuvo parasitado hasta por cinco
comunidades de A. alba (71.53 %), seguida por las de especies de helmintos, y solo el 8% presentó tres es-
P. brasilianus (45 %), en tanto que la similitud entre pecies; mientras que en Tres Palos el 75% de las aves
las comunidades de hospederos de diferente especie presentó de cinco a seis especies, en tanto que solo el
fue baja (Figura 7). 15% registró de siete a nueve (Figura 10).
Tabla 4. Parámetros de las comunidades componente de tres especies de aves acuáticas, en dos lagunas costeras de
Guerrero, México
* Valores significativamente diferentes se presentan en negrita (P < 0.05). Alo = As. longa, Con = C. multipapillatum, Par
= Parvitaenia cochlearii.
114 J. V i o l a n t e - G o n z á l e z e t a l .
Tabla 5. Parámetros de las infracomunidades en tres especies de aves ictiófagas de dos lagunas costeras de Guerrero, México
A. alba P. brasilianus N. violacea
Parámetros Tres Palos Coyuca Tres Palos Coyuca Tres Palos Anova
* Valores significativamente diferentes se presentan en negrita (P < 0.05). H = índice de diversidad de Brillouin.
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos 115
Tabla 6. Valores del índice de infracomunidad (ICI) para especies de helmintos de tres aves ictiófagas de dos lagunas cos-
teras de Guerrero, México
Especie ICI Rang ICI Rang ICI Rang ICI Rang ICI Rang
* Valores del ICI ≥ 0.10 en negrita. Nv = N. violacea, Aa = A. alba, Pb = P. brasilianus. Rang = rango de ubicación.
Considerando la helmintofauna total registrada estudiadas (Violante-González et al., 2009) y las me-
en este estudio (23 especies), los digéneos (17 espe- tacercarias de Ce. formosanus han sido reportadas
cies) fueron el grupo dominante en las tres especies co-ocurriendo con E. leopoldinae en las branquias
de hospedero, en ambas lagunas (Figura 1), lo cual de Poecilia sphenops y Astyanax fasciatus (Violante-
es similar a Salgado-Maldonado et al., 2001, 2004; González y Aguirre-Macedo, 2007; Violante-Gonzá-
Pineda-López et al., 2005) y de manera general a lo lez et al., 2007).
reportado para comunidades de helmintos de peces Por otra parte los acantocéfalos son un grupo de
dulceacuícolas en México (Violante-González y Agui- helmintos muy poco abundante, siendo generalmente
rre-Macedo, 2007; Violante-González et al., 2007). muy raros en peces dulceacuícolas (Salgado-Maldo-
En peces de ambientes salobres, los digéneos están nado et al., 2001, 2004). Para las lagunas de Coyuca
representados principalmente por especies alogéni- y Tres Palos, se han reportado solo cuatro especies
cas, las cuales emplean a los peces como hospede- en peces: tres adultos y un cistacanto (Violante-Gon-
ros intermediarios. Por ejemplo, en la laguna de Co- zález y Aguirre-Macedo, 2007; Violante-González
yuca Violante-González y Aguirre-Macedo (2007) et al., 2007). Mientras que a nivel nacional, en aves
registraron un total de 31 especies de helmintos en acuáticas de las familias Ardeidae (garzas) y Phala-
10 especies de peces, de las cuales 18 (58%) fueron crocoracidae (cormoranes), solo se han registrado
digéneos (7 adultos y 11 larvas), mientras que Vio- cinco especies de acantocéfalos adultos: Andracantha
lante-González et al. (2007) en Tres Palos registra- gravida, Hexaglandula corynosoma, Polymorphus
ron 35 especies de helmintos en 13 especies de pe- brevis, Southwellina dimorpha y S. hispida (Gar-
ces de las cuales también 18 (51%) fueron digéneos cía-Prieto et al., 2010). No obstante, solo la especie
(8 adultos y 10 metacercarias). S. hispida fue recuperada de los tres hospederos exa-
En muchas comunidades de parásitos de aves los minados, además de que su abundancia fue general-
digéneos constituyen también el grupo de helmintos mente baja (1 a 3.5 helmintos por hospedero exami-
dominante. Por ejemplo, en especies de aves acuáti- nado, Tabla 1).
cas como A. alba, A. cinerea, A. herodias, Charadrius
wilsonia, Egretta thula, Himantopus himantopus,
Leucophoyx thula, Numenius phaeopus, Nycticorax Especies comunes y raras
nycticorax, Pelecanus erythrorhynchus, P. olivaceus, Algunos estudios en ecología de parásitos señalan
Rhynchops niger, Sterna maxima y Sula leucogaster, que las especies comunes (poco abundantes pero fre-
se ha registrado un mayor número de especies de di- cuentes), confieren una mayor constancia en la com-
géneos (Ramos-Ramos, 1989, 1994; Valencia, 1990; posición de especies dentro de la comunidad, por lo
Hernández, 1995; Sepúlveda et al., 1999; Nogueserola que pueden ser consideradas como el componente
et al., 2002; Navarro et al., 2005; Barrera-Guzmán y predecible de la misma, a diferencia de las especies
Guillén-Hernández, 2008). raras que constituyen el componente impredecible
Dentro de los digéneos, el grupo de los heterófidos (Kennedy y Hartvigsen, 2000). En el presente estu-
[As. longa, Ascocotyle sp., Ce. formosanus, Eu. ca- dio fue posible establecer que en tres de las poblacio-
liforniensis y Haplorchis pumilio] fue el mejor re- nes de aves (A. alba, N. violacea y P. brasilianus de
presentado entre las especies ictiófagas estudiadas. Tres Palos, Figuras 3, 4, 6), el conjunto de especies
En estudios previos de parásitos de peces en México, clasificadas como comunes, fue igual o mayor al de
los heterófidos han constituido también el grupo más las raras, por lo que estas comunidades pueden ser
abundante y frecuente de los helmintos generalmente consideradas como más predecibles en cuanto a su
reportados (Scholz et al., 2001), y los adultos son pa- composición de especies. Por otra parte, algunas de
rásitos del intestino de la mayoría de aves ictiófagas las especies de helmintos consideradas como comu-
(Ramos-Ramos, 1994; Sepúlveda et al., 1999; Scholz nes en los tres hospederos, así como en ambas lagu-
et al., 2001). De acuerdo con Scholz et al. (2001) al nas, han sido ya registradas en estudios anteriores:
menos dos especies de heterófidos (Ce. formosanus y el nemátodo C. multipapillatum ha sido reportado
H. pumilio) fueron introducidos a México, desde Asia de unas 10 especies de peces y el acantocéfalo S. his-
a partir de la introducción accidental del caracol de pida de seis especies de peces en Coyuca y Tres Pa-
agua dulce Melanoides tuberculata. Actualmente este los (Violante-González y Aguirre-Macedo, 2007; Vio-
caracol es muy abundante en las dos lagunas costeras lante-González et al., 2007).
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos 117
Sin embargo, algunas especies consideradas tam- lagunas. Dogiel (1966) señalaron que el número y la
bién comunes como en los casos de los digéneos variedad de parásitos que un ave puede albergar, di-
Ap. cornu, Dr. olivaceus y R. ondatrae (Figuras 2 a fiere de un individuo a otro, así como entre localida-
6), éstas no habían sido reportadas en los estudios des. Estos investigadores indicaron también, que la
sobre parásitos de peces realizados en estas 2 lagu- continua migración de las aves contribuye a la dis-
nas. Esto puede ser atribuido a que posiblemente al- persión de las especies de helmintos a través de va-
gunas especies han pasado desapercibidas, debido a rias zonas geográficas, causando grandes infecciones
que los estudios efectuados en estas lagunas, se han en aquellos lugares donde existen hospederos adecua-
enfocado principalmente en comunidades de endo- dos para su desarrollo.
parásitos. En este sentido, es señalado que las meta- Por su parte Kennedy et al. (1986) en su estu-
cercarias de Dr. olivaceus y R. ondatrae se localizan dio comparativo sobre la riqueza de especies de in-
generalmente sobre las escamas y la línea lateral de fracomunidades de helmintos de peces y aves, esta-
varias especies de cíclidos dulceacuícolas (Vidal-Mar- blecieron que las principales diferencias entre estos
tínez et al., 2001). En las lagunas costeras del estado dos grandes grupos de hospederos podían ser atri-
de Guerrero, habitan dos especies de cíclidos, una es- buidas a varios factores, entre los cuales se encuen-
pecie nativa (Cichlasoma trimaculatum) y otra intro- tra la complejidad de la dieta de algunas aves, lo cual
ducida (Oreochromis niloticus), las cuales posible- puede contribuir al incremento en la diversidad de
mente sean los hospederos intermediarios de los dos parásitos. En este sentido, una dieta variada aunada
helmintos anteriores, por lo que es necesario que en con un mayor consumo de alimento, puede dar como
estudios posteriores, estos cíclidos sean re-examina- resultado una mayor exposición a un amplio número
dos con la finalidad de evaluar su contribución en la de potenciales hospederos intermediarios, además de
helmintofauna de las aves ictiófagas estudiadas. que la complejidad del sistema digestivo de las aves,
Por otra parte, de acuerdo con la información exis- puede incrementar el número de nichos disponibles
tente los estadios larvarios del digéneo Ap. cornu re- para la colonización por parte de los parásitos (Ken-
quieren de invertebrados como hospederos interme- nedy et al., 1986).
diarios y emplean ya sea peces o renacuajos como Con base en lo anterior, es probable que las dife-
hospederos paraténicos (Navarro et al., 2005), por rencias registradas en los parámetros de infección de
lo tanto es posible que este helminto utilice renacua- algunas especies de helmintos (Tablas 2, 3), sean de-
jos o ranas como hospederos paraténicos en las lagu- bidas al diferente comportamiento alimenticio pre-
nas costeras estudiadas, debido a que restos de estos sentado por las tres especies de aves (Threlfall, 1982;
anfibios fueron encontrados en el estómago de algu- Ramos-Ramos, 1994). Por ejemplo, no obstante que
nas garzas que fueron disectadas. Apharyngostrigea la dieta de las dos especies de garzas es muy similar,
cornu es considerado además un helminto especia- debido a que incluye una amplia variedad de presas
lista de la familia Ardeidae (Navarro et al., 2005) y como peces, renacuajos, ranas, caracoles, crustáceos,
nuestros resultados apoyan esta hipótesis, debido a insectos acuáticos y pequeños mamíferos (Ramos-Ra-
que este digéneo fue encontrado solo en las dos espe- mos, 1994), A. alba es de hábitos diurnos, en tanto que
cies de garzas examinadas en el presente estudio (Ta- N. violacea es una garza nocturna. En este sentido,
bla 1), no así en el cormorán P. brasilianus, el cual es cinco especies de helmintos (Po. minimum, R. ondra-
una de las aves ictiófagas más abundantes que habi- tae, Par. cochleari, S. hispida y C. multipapillatum)
tan en las lagunas costeras del estado de Guerrero registraron niveles de infección más altos en la garza
(Castañón, 2012). N. violacea (Tablas 2, 3), la cual se alimenta durante
la noche de una amplia variedad de especies de peces,
Parámetros de infección de las especies de los cuales se ocultan entre las raíces de los mangles o
entre la vegetación sumergida, siendo posiblemente
helmintos
más fácilmente capturados durante la noche cuando
El análisis de los parámetros de infección de las son más indefensos.
diferentes especies de helmintos indicó que la pre- Por otra parte, en el caso del cormorán P. brasi-
valencia de 12, así como la abundancia de 11 espe- lianus las diferencias registradas en la prevalencia
cies (Tablas 2, 3), presentaron una variación signifi- (Tabla 2) de las especies Pa. caballeroi, Sy. trachea,
cativa tanto entre las tres especies de aves como entre As. longa, Au. mordax, R. ondatrae y S. hispida y las
118 J. V i o l a n t e - G o n z á l e z e t a l .
abundancias (Tabla 3) de C. multipapillatum, Dr. oli- de parásitos, es la que sugiere que la diversidad de es-
vaceus, Au. mordax y R. ondatrae, pueden ser atribui- pecies es positivamente correlacionada con la abun-
das a pequeñas diferencias en los hábitos alimenticios dancia del hospedero, debido a que los hospederos
de los cormoranes en cada laguna (Threlfall, 1982). que presentan poblaciones de mayor tamaño, pueden
No obstante que casi las mismas especies de peces es- mantener con mayor facilidad grandes poblaciones de
tán presentes en ambos cuerpos de agua, sus abun- helmintos adultos (Bell y Burt, 1991; Takemoto et al.,
dancias no son las mismas (datos no publicados), así 2005). Sin embargo, esta hipótesis no es apoyada por
como los niveles de infección de las especies de pará- nuestros resultados, debido a que de las 10 especies de
sitos presentes (Violante-González y Aguirre-Macedo, ardéidos registrados en la localidad A. alba es la más
2007; Violante-González et al., 2007). abundante, mientras que la población de N. violacea
es la más escasa (Castañón, 2012). Lo mismo aplica
para el caso del cormorán P. brasilianus, el cual es
Comunidades
también muy abundante en las lagunas costeras (Cas-
Las comunidades componentes fueron muy simila- tañón, 2012); por lo tanto, la mayor riqueza y diver-
res tanto entre especies de hospedero, como entre la- sidad de especies registradas en la garza N. violacea,
gunas, esto es, presentaron un bajo número de espe- pueden ser atribuidas a sus hábitos de alimentación
cies (10 a 16) y fueron dominadas por una sola especie nocturnos, lo cual le confiere una mayor ventaja en
de helminto [As. longa en A. alba, Par. cochleari en la captura de una mayor variedad de presas, en com-
N. violacea y C. multipapillatum en P. brasilianus] paración con los otros dos hospederos que presentan
(Tabla 4), el cual es el mismo patrón observado en las un comportamiento diurno.
comunidades de parásitos de peces en estas dos lagu- Por otro lado, los valores de riqueza promedio re-
nas (Violante-González y Aguirre-Macedo, 2007; Vio- gistrados en las dos especies de garza (4.5 a 5.9 espe-
lante-González et al., 2007). Estos resultados pueden cies, Tabla 5), fueron más altos a los reportados para
ser atribuidos a la falta de comportamiento migrato- otras especies como Nycticorax nycticorax, Egretta
rio por parte de estas especies de aves, lo cual limita garzetta, Ardea cinerrea y A. purpurea (1 a 1.5 espe-
su exposición a otras especies de helmintos de un área cies, Navarro et al., 2005), pero similares a los repor-
geográfica más amplia. En este sentido, se considera tados para infracomunidades de A. albus (Sepúlveda
de manera general, que las comunidades componen- et al., 1999). Mientras que la parasitofauna registrada
tes de aves migratorias son frecuentemente más ricas en P. brasilianus (14 especies) en las dos lagunas, fue
y diversas en especies, en comparación con aquellas más baja a la reportada para la misma especie de cor-
que no lo son, debido a que por su mayor vagilidad, morán: 17 a 20 especies (Fedynich et al., 1997; Mon-
se exponen a un mayor número de parásitos infecti- teiro et al., 2011) y más similar a las de otras como
vos (Threlfall, 1982; Fedynich et al., 1997; Kennedy, P. auritus, P. carbo y P. floridanus: 12 a 17 especies
1998), por lo que la limitada dispersión de las aves ic- en diferentes áreas geográficas (Threlfall, 1982; Fedy-
tiófagas estudiadas, dado que anidan en los márgenes nich et al., 1997; Obmann, 2008).
de las lagunas costeras (Castañón, 2012), en las cuales Las diferencias registradas en los parámetros de
tienen a su disposición alimento suficiente para ellas infracomunidad (Tabla 5), fueron atribuidas a dife-
y sus crías, evita que éstas puedan estar en contacto rencias en el grado de dominancia de las mismas. Por
con otras especies de parásitos que posiblemente se ejemplo, las infracomunidades más ricas y diversas
encuentran en otros sistemas lagunares del mismo, u fueron aquellas que presentaron una mayor unifor-
otros estados del Pacífico mexicano. midad en su abundancia de especies (Tabla 5). Con
No obstante la baja riqueza en especies de helmin- base en los valores obtenidos para el índice de infra-
tos registrada en las tres especies de aves, fueron evi- comunidad (ICI) se puede establecer, que las especies
dentes algunas diferencias entre sus comunidades responsables de la estructuración de las infracomuni-
componentes; por ejemplo, la comunidad con mayor dades difieren tanto entre las especies de hospedero,
número de especies y más diversa, fue la registrada como entre lagunas (Tabla 6). No obstante, al menos
en N. violacea, lo cual posiblemente se debió a que dos especies de helmintos contribuyeron de manera
esta comunidad componente fue menos dominada, a importante en la estructuración de las infracomunida-
diferencias de las otras comunidades (Tabla 4). Una des de los tres hospederos, como es el caso del acan-
hipótesis que se maneja en ecología de comunidades tocéfalo S. hispida y el nemátodo C. multipapillatum.
Importancia de las aves ictiófagas como hospederos finales de helmintos 119
Como conclusión podemos decir, que es necesario Acanthocephala in wildlife vertebrates of Mexico. Zoo-
efectuar un mayor número de estudios de estas mis- taxa 2419:1-50.
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Resumen
La subcuenca La Garita (Región Hidrológica: Rh19Ac) ha sufrido la influencia del hombre, presenta escorren-
tía y momentos de estiaje, además de puntos aislados de contaminación por basura y descargas. Se realizó
un monitoreo de insectos. Se exploró la posibilidad del uso del índice BMWP (Biological Monitoring Working
Party), para arroyos y ríos, en la determinación de la calidad del agua y del ecosistema. En la parte alta o ca-
becera (BMWP=122) correspondió a excelente (ecosistema no impactado), en la zona media o de transferen-
cia (BMWP-CR=118) fue buena (ecosistema no alterado de manera sensible) y en la parte baja o zona de de-
pósito (BMWP-CR=98) fue regular (ecosistema moderadamente impactado).
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
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122 A . Y. R o s a s - A c e v e d o , A . S á n c h e z - I n f a n t e , y J. L . R o s a s - A c e v e d o
de los ecosistemas, ya que no solo permiten recono- protocolos de biomonitoreo y el índice BMWP (Biolo-
cer la calidad del agua, sino en general la calidad del gical Monitoring Working Party) con macro inverte-
ambiente, que puede estar degradado por fenómenos brados bentónicos como bioindicadores. Los objetivos
variados, como por ejemplo afectaciones al caudal y específicos fueron analizar química y biológicamente
no necesariamente contaminación. el agua para identificar el grado de contaminación del
Los indicadores pueden agruparse en tres gran- cauce; con la cartilla de índice de BMWP, por medio
des tipos (Ordeix et al., 2012): de calidad hidromor- de la identificación de los macroinvertebrados bentó-
fológica, de calidad fisicoquímica, y de calidad bioló- nicos presentes en el cauce, con énfasis en los insec-
gica; éstos últimos relacionan los organismos con el tos, determinar la calidad del agua y del ecosistema, e
ecosistema y los índices bióticos, que permiten valo- identificar los focos de contaminación asociados con
rar el estado ecológico a partir de la riqueza y la abun- los asentamientos humanos a lo largo del cauce del
dancia de organismos presentes. ramal principal de la subcuenca La Garita-Amates.
La creciente necesidad para evaluar estos impor-
tantes recursos acuáticos superficiales y tomar accio- Materiales y Métodos
nes orientadas hacia la conservación de los mismos,
El área de estudio fue el cauce La Garita-Amates, lo-
exige formas de evaluación costo eficientes, científica-
calizado en la zona 9 Garita (Protección Civil y Bom-
mente válidas y ambientalmente benignas. Adicional-
beros, 2007) y Rh19aa (CONAGUA/SIATL, 2011), que
mente, estas evaluaciones deben ser de fácil acceso al
va desde la parte alta (El Veladero) hasta desembocar
público, que faciliten la toma rápida de decisiones, y
al mar en su parte baja.
al mismo tiempo, que ofrezcan certidumbre sobre las
Solo se muestreó en la época de sequía pues de
acciones emprendidas para la conservación.
acuerdo a Barbour et al. (1999), es cuando las comu-
Los índices biológicos pueden dar información no
nidades acuáticas son más estables y se minimiza el
sólo de las condiciones momentáneas, sino también
efecto de deriva provocado por las variaciones en el
de lo sucedido en momentos previos a la toma de las
flujo durante la época de precipitaciones (Karr, 1987;
muestras. Junto con la medición de parámetros fisico-
Fleituch, 1992; Lyons, 1992; Dall, 1995 y An et al.,
químicos, esta alternativa permite evaluar el impacto
2002). Uno de los supuestos en los protocolos rápidos
que la actividad humana tiene en el medio ambiente,
de valoración es su valor regional, por lo mismo su uso
ya sea en ecosistemas abiertos como en efluentes in-
extensivo es limitado. Sin embargo, aprovechando la
dustriales o de aguas grises y negras (Klemm et al.,
amplia distribución de los macroinvertebrados en el
2002).
nivel de familia, se explora la posibilidad del uso del
Este trabajo consistió en la aplicación de un bio-
protocolo BMWP, para arroyos y ríos.
monitoreo de la calidad del agua en el cauce pluvial
Para la toma de muestras se dividió el cauce en tres
La Garita-Amates que recorre un área desde el Par-
áreas: alta (cabecera), media (zona de transferencia)
que Nacional el Veladero hasta desembocar en la bahía
y baja (zona de depósito), considerando la accesibi-
de Santa Lucía (Acapulco). A las interrogantes ¿cuál
lidad en las partes cubiertas del cauce. Se realizaron
es el nivel de contaminación del cauce pluvial La Ga-
recorridos mensuales de muestreo, para el análisis
rita?, ¿cuáles son las principales causas al problema
fisicoquímico (Clesceri et al., 1998; Carrera y Fierro,
ambiental que presenta?. Se realizó la determinación
2001; Fenoglio et al., 2002) y para la colecta de las
de los focos contaminantes en la zona y la colecta de
muestras biológicas, se recomienda utilizar muestras
los macroinvertebrados (larvas de insectos acuáticos).
tomadas en la época de estío por varias razones: una
El uso de insectos indicadores en la evaluación del
cualidad de los biomonitoreos es tomar desiciones rá-
agua, ha sido ampliamente recomendados (Alba-Ter-
pidas (Karr y Chu, 1999), por qué en la época de es-
cedor, 1996; Figueroa et al., 1996; Rosenberg et al.,
tío las comunidades acuáticas son más estables (AF-
1997; Leiva, 2003; Alba-Tercedor et al., 2004), esto
NOR, 2003; Williams y Gaston, 1994; Pérez-Munguía
se debe a que ofrecen numerosas ventajas (Carter et
y Pineda-López, 2005; Pérez-Munguía et al., 2006).
al., 2007; Segnini, 2003) en estudios de impacto ur-
Se empleó una red acuática con malla mosquitero
bano (Pavé y Marchese, 2005).
tipo cuchara (las que se utilizan para el levantamiento
El objetivo general fue determinar la calidad
de hojas en las albercas o coladores de malla fina), de
del agua en el cauce pluvial La Garita utilizando los
500 µm de diámetro de poro. La red se sumergió en
Calidad del agua en la subcuenca fluvial La Garita, Acapulco 123
Tabla 1. Parámetros fisicoquímicos y microbiológicos a lo largo del cauce La Garita-Amates, en la época de estiaje
PARÁMETRO PARTE ALTA PARTE MEDIA PARTE BAJA
el agua y se hicieron levantamientos de los sedimen- consideraron los valores de referencia (límites per-
tos, los organismos encontrados fueron colectados y misibles de calidad) citados en la Norma Oficial Mexi-
depositados en recipientes plásticos. Este procedi- cana NOM-127-SSA1-1994.
miento se repitió tres veces como mínimo en todas las Para el análisis de los resultados fisicoquímicos
estaciones de muestreo. Los macroinvertebrados fue- se empleó el programa Excel versión 2010, que per-
ron depositados en frascos con alcohol al 90% y eti- mitió obtener los datos de cada una de las variables a
quetados para su posterior separación, cuantificación través de un análisis univariado, tamaño de muestra,
e identificación utilizando una lupa estereoscópico y valor promedio, valor máximo y mínimo, varianza y
siguiendo los criterios taxonómicos de McCafferty y desviación estándar.
Provonsha (1998) y Merrit et al. (2008).
La composición y la estructura de las asociaciones
de macroinvertebrados acuáticos para aplicar el índice Resultados
BWMP, fue con base en lo establecido para aguas en co- En el estudio espacio-temporal realizado en el cauce
munidades rurales y aguas residuales de zonas urbanas Garita-Amates, se evaluaron cinco variables básicas,
(Itzep et al., 2009) y aguas en lagunas como la de Co- que permitieron entender la dinámica del cauce a par-
yuca en Guerrero, México (Rosas-Acevedo et al., 2014). tir del comportamiento de estas variables (Figuras
Los parámetros fisicoquímicos a monitorear fue- 1-3). La temperatura del agua, pH y el oxígeno disuelto
ron determinados de acuerdo a MMA (1997) y SE- presentaron poca variación de los resultados entre es-
MARNAP-INE (2000). Se realizaron los análisis de taciones de muestreo, en tanto que la alcalinidad y los
temperatura (⁰C), oxígeno disuelto (mg/L), pH, al- coliformes fecales variaron, con lo que se pudo visua-
calinidad (mg/L) y coliformes fecales (CONAGUA, lizar que los valores permanecieron estables durante
2006; Guerrero, 2006). Los fines de este trabajo el tiempo en que se realizaron los muestreos.
Figura 1. Insectos colectados y BMWP en la zona alta (cabecera) del Cauce Pluvial La Garita. A = Diptera; B = Hemiptera;
C = Odonata; D = Coleoptera; E = Plecoptera; F = Trichoptera; G = Ephemeroptera; H = Mollusca; I = Crustacea.
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Figura 2. Insectos colectados y BMWP en la zona media (zona de transferencia) del Cauce Pluvial La Garita. A = Diptera; B =
Hemiptera; C = Odonata; D = Coleoptera; E = Plecoptera; F = Trichoptera; G = Ephemeroptera; H = Mollusca; I = Crustacea.
Con base en los registros de los parámetros fisico- insectos presentes en aguas de muy buena calidad
químicos, la parte alta (cabecera) obtuvo los mayo- a excelente; Naucoridae, Notonectidae y Corixidae
res registros en cuanto a Oxígeno Disuelto (OD), me- (Hemiptera), familias presentes en aguas con calidad
nores con respecto a la temperatura (Tabla 1), que se regular a mala; Gomphidae y Calopterygidae (Odo-
expresa por la diversidad de macroinvertebrados (Fi- nata), indicadores de aguas con calidad buena a re-
gura 1), lo que permite determinar que en esta área del gular; Dytiscidae y Gyrinidae (Coleoptera), organis-
cauce el ambiente se encuentra aún estable, no conta- mos presentes en aguas con calidad regular a mala.
minado o no alterado de manera sensible, en donde Además, Perlidae y Pelodidae (Plecoptera), insec-
la calidad del agua es buena. El incremento de la ma- tos indicadores de aguas con calidad excelente a muy
teria orgánica es el principal factor a considerar que buena. Hydrobiosidae, Lepdostomatidae y Helicop-
contribuye a la reducción de la cantidad de OD e in- sychidae, (Trichoptera), los dos primeros presentes
cremento de la temperatura, por consecuencia natu- en aguas con calidad de excelente a muy buena, y con
ral del propio ecosistema y a las descargas clandesti- buena a regular el último; Heptageniidae y Leptophle-
nas de aguas residuales y a tiraderos a cielo abierto. biidae (Ephemeroptera), se encuentran generalmente
El segundo grupo (Figura 2) constituido por el pH, en aguas con excelente a muy buena y de buena a re-
Temperatura y Oxígeno disuelto, presentó una alta dis- gular calidad; Physidae y Lymnaheidae (Mollusca), or-
tribución espacial, la respuesta en las concentraciones ganismos en aguas de calidad regular a mala; Hyalleli-
y valores de estas variables son, posiblemente, el re- dae (Crustacea), presentes en aguas de buena calidad.
sultado de modificaciones de los escenarios acuáticos En la zona de transferencia o media (Figura 2),
del cauce, en donde el deterioro ambiental está estre- se colectó a Chironomidae, Tipulidae, Ephydridae,
chamente asociado con las acciones de tipo antrópico Blephariceridae y Simulidae (Diptera); Naucoridae,
que se registran en este ecosistema. Notonectidae, Corixidae y Bellostomatidae (Hemip-
Los grupos (Ordenes) de insectos encontrados en tera); Gomphidae, Megaponagrionidae, Platysticti-
el recorrido del cauce pluvial desde la parte alta (cabe- dae y Calopterygidae (Odonata); Dytiscidae, Gyrini-
cera) hasta la zona de depósito o baja fueron Diptera, dae y Dryopidae (Coleoptera); Perlidae y Perlodidae
Hemiptera, Odonata, Coleoptera, Plecoptera, Trichop- (Plecoptera), Odontoceridae (Trichoptera); Baetidae
tera, Ephemeroptera. También se encontró al Phylum y Heptageniidae (Ephemeroptera); Physidae (Mo-
Mollusca, algunos caracoles y del Phylum Arthropoda llusca); Hyallelidae (Crustacea).
algunos organismos de la clase Crustacea, que repre- De la misma manera en la parte baja o zona de de-
sentan la diversidad presente en este cauce (Figura pósito (Figura 3) se colectaron Chironomidae, Syrphi-
1). A continuación se detalla para la parte alta (cabe- dae y Ephydridae (Diptera); Naucoridae, Notonectidae
cera) las familias presentes. Blephaceridae (Diptera) y Corixidae (Hemiptera); Gomphidae y Calopterygidae
Calidad del agua en la subcuenca fluvial La Garita, Acapulco 125
Figura 3. Insectos colectados y BMWP en la zona baja (zona de depósito) del Cauce Pluvial La Garita. A = Diptera; B = He-
miptera; C = Odonata; D = Coleoptera; E = Plecoptera; F = Trichoptera; G = Ephemeroptera.
(Odonata); Dytiscidae, Dryopidae y Gyrinidae (Coleop- Con base en lo anterior la calidad del ecosistema,
tera); Perlidae y Perlodidae (Plecoptera); Hydrobio- se etiqueta en azul para la zona alta (cabecera) y media
sidae, Lepidostomatidae y Odontoceridae (Trichop- (zona de transferencia), mientras que para la parte baja
tera); Baetidae y Leptophlebiidae (Ephemeroptera). (zona de depósito) le corresponde el verde (Tabla 2).
En tanto que los números del índice de calidad (1 Con respecto a la presencia positiva de coliformes
a 9) para cada familia en cada una de las áreas de co- fecales en la zona de transferencia o media y en la
lecta, son los utilizados en la suma de puntajes para zona de depósito o baja del cauce La Garita, se debe
las familias identificadas para establecer un índice en parte, a la frecuente descarga de aguas negras, re-
de calidad del agua y ambiental con base a los pará- siduales y jabonosas por parte de los vecinos en dife-
metros establecidos en los protocolos de BMWP. De rentes puntos del cauce, sin tomar en cuenta el im-
acuerdo a estos resultados, se pudo establecer las pacto ambiental que se produce por la descarga de
áreas de calidad del agua (Tabla 2). En la parte alta aguas con alto índice de contaminación, esta final-
o cabecera (BMWP=122) correspondió a excelente mente llega al mar, provocando contaminación en
(ecosistema no impactado), en la zona de transfe- las playas aledañas a la desembocadura del cauce. La
rencia o media (BMWP=118) fue buena (ecosistema alta conductividad y los niveles de pH propician un
no alterado de manera sensible) y, en la parte baja ambiente ideal para las bacterias que como se men-
o zona de depósito (BMWP=98) fue regular (ecosis- cionó anteriormente, pueden ocasionar severos pro-
tema moderadamente impactado). Sin embargo se blemas de salud.
encontraron ejemplares de Perlidae y Perlodidae, De tal modo, que en el análisis de agrupamiento
con tolerancias de uno y cero respectivamente, de se observan dos ramificaciones principales (Figura
igual forma Trichoptera y Leptophlebiidae (muy in- 4). La primera está conformada por las estaciones de
tolerantes a la contaminación). muestreo en la zona baja (B1, B2 y B3); la segunda
Tabla 2. Total de los puntajes para familias de insectos presentes y los niveles de calidad de agua según BMWP
PARTE DEL CAUCE Σ ÍNDICE FAMILIAS CALIDAD DEL AGUA/ECOSISTEMA COLOR REPRESENTATIVO
Figura 4. Dendrograma del análisis de similitud de especies encontradas en los sitios de muestreo a lo largo del cauce
de la Garita-Amates.
ramificación se divide en dos subgrupos, el primero valores espaciales más estables, como fueron la alcali-
muestra las relaciones por pares de las estaciones de nidad y los coliformes fecales. Aunque aparentemente
colecta en las zonas media (M1, M2 y M3) y alta (A1, estas variables no tuvieron incidencia en la determina-
A2 y A3) y el segundo, con los puntos de colecta de la ción de la calidad del agua en el cauce Garita-Amates,
zona baja (B3), de este modo, en general se obtuvo un son ampliamente estudiadas en la evaluación de las
porcentaje de similitud de 48.24%. condiciones ambientales de los sistemas lóticos (Cai-
Los resultados obtenidos por el análisis de simi- cedo y Palacio, 1998).
litud mostraron con respecto al coeficiente de pér- El pH, Temperatura y Oxígeno disuelto, presen-
dida de la comunidad, una mayor pérdida de taxones taron una alta distribución espacial y se relacionan
en las estaciones de colecta en la parte baja o zona de principalmente con las descargas de aguas residuales
depósito con respecto a la parte alta (cabecera) y me- vertidas directamente al cauce y con la presencia de
dia (zona de transferencia), lo que valida el resultado residuos sólidos en las riveras y dentro del cauce (Ro-
del índice BMWP, con respecto a la calidad del agua. sas-Acevedo et al., 2012a). El comportamiento espa-
La alcalinidad total y los coliformes, fueron las va- cial de las variables fisicoquímicas guarda una estre-
riables fisicoquímicas que indicaron variaciones am- cha relación con las características eco-fisiológicas de
bientales espaciales, al parecer como una respuesta la comunidad de macroinvertebrados acuáticos deter-
de las modificaciones de los escenarios acuáticos del minados (Rosas-Acevedo et al., 2012b).
cauce, donde el deterioro ambiental está estrecha- Los insectos representan un importante vínculo en-
mente asociado con las actividades antrópicas que tre los recursos de materia orgánica, tales como hoja-
se manifiestan en los puntos donde se levantaron los rasca, algas y detritus, entre otros aspectos, así como
muestreos. de las descargas por la actividad antrópica, que afec-
tan a los organismos consumidores de niveles supe-
riores en la red trófica (Allan y Castillo, 2007).
Discusión Sin embargo, aunque la concentración de los conta-
Basados en el análisis de datos de las variables fisico- minantes disminuye en ciertos meses del año, no se lo-
químicas, se permite diferenciar dos grupos de varia- gra compensar los efectos sociales y salubres que pue-
bles de acuerdo con la distribución espacial. El primer den ser ocasionados por la contaminación del cauce en
grupo lo conforman aquellas variables que presentaron la parte media (zona de transferencia) y baja (zona de
Calidad del agua en la subcuenca fluvial La Garita, Acapulco 127
depósito), asociados a los asentamientos humanos y a Con base en lo anterior se considera que el cauce
las actividades que se desarrollan en los mismos y que en general presenta contaminación moderada, pero
generan problemáticas de tipo microbiológico y epide- con la presencia de insectos propios de agua con cali-
miológico en los cauces, por ejemplo: Aguas Blancas, dad excelente, indica que este ecosistema presenta mi-
Río del Camarón y Base Naval o Brisas (Dimas-Mo- croambientes con una capacidad de resilencia rápida.
jarro, 2006; 2009) y en el manejo de los residuos só-
lidos urbanos para los cauces fluviales de la zona ur- Literatura citada
bana y suburbana de Acapulco (Juárez-López, 2009). AFNOR: Association Francaise de Normalisation T 95
Por otro lado, la presencia de ciertos microorganis- F. 2003. Norme Indice Biologique Global Normalise
mos en las aguas cercanas a los asentamientos huma- (IBGN). Projet de Norme IBGN. Mars 2003.
nos, acarrean enfermedades de alto riesgo como son Alba-Tercedor, J. 1996. Macroinvertebrados acuáticos y
tuberculosis, dengue, fiebre tifoidea y cólera (Dimas- la calidad del agua de los ríos. VI Simposio del agua en
Mojarro, 2006; Sampedro-Rosas et al., 2011). Otro de Andalucía (SIAGA). Vol. II. 203-2013.
los problemas que también presenta el cauce La Ga- Alba-Tercedor, J., P. Jaimez-Cuéllar, M. Álvarez, J. Avilés,
rita-Amates es la emisión de olores desagradables, pro- N. Bonada, J. Casas, A. Mellado, M. Ortega, I. Pardo,
ducto de las descargas clandestinas de aguas negras y N. Prat, M. Rieradevall, S. Robles, C. E. Sáinz-Cantero,
de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que pueden cau- A. Sánchez-Ortega, M. L. Suárez, M. Toro, M. R. Vida-
labarca, S. Vivas, y C. Zamora-Muñoz. 2004. Carac-
sar severas infecciones respiratorias (Moreno, 2003),
terización del estado ecológico de ríos mediterráneos
debido a la composición química del olor, la concen-
ibéricos mediante el índice IBMWP (=BMWP´). Lim-
tración de estos en el agua y su inminente presencia netica 21(3-4):175-185.
en el aire y por el periodo de exposición a los que se Allan, J. D., y M. M. Castillo. 2007. Stream ecology, struc-
someten las personas que viven en los alrededores de ture and function of running waters. Chatman & Hall.
la zona (Sampedro-Rosas et al., 2011). New York. N.Y. United States of America. 388 p.
Los habitantes a lo largo de la cuenca no tienen una An, K. G., S. S. Park, y J. Y. Shin. 2002. An evaluation of a
cultura sobre el agua y muchos lanzan al cauce los de- river health using the index of biological integrity along
sechos sólidos y poseen descargas clandestinas, situa- with relations to chemical and habitat conditions. En-
ción similar a lo que ocurre en otros cauces en Aca- vironment International 28:411-420.
pulco (Sampedro-Rosas et al., 2011). Barbour, M. T., J. Gerritsen, B. D. Zinder, y J. B. Stribling.
Las construcciones urbanas y el entubado del cauce 1999. Rapid bioassessment protocols for use in streams
Garita-Amates, han originado que el agua que corre and wadeable rivers: periphyton, benthic macroinverte-
a lo largo del mismo y sus encharcamientos se vayan brates and fish. Second edition. EPA 841 – B4199002.
U. S. Environmental Protection Agency. Office of Water.
contaminando y que esta contaminación se haga más
Washington, D. C. 280 p.
fuerte en las partes bajas. Sin embargo, la biota regis-
Caicedo, O., y J. Palacio. 1998. Los macroinvertebrados
trada para las zonas media (de transferencia) y la baja
bénticos y la contaminación orgánica en la quebrada La
(de depósito), incluyen a bioindicadores de aguas ex- Mosca (Guarne, Antioquía, Colombia). Actualidades Bio-
celentes (Merrit et al., 2008), lo que demuestra la ca- lógicas. 20(69):61-73
pacidad de resilencia del ecosistema. Camprodon, J., M. T. Ferreira, y M. Ordiex. 2012. Res-
tauración y gestión ecológica fluvial. Manual de bue-
Conclusiones nas prácticas de gestión de riberas y ríos. CTFC/ISA
Press. 390 p.
La composición espacial y el comportamiento eco-fi-
Carrera, C., y K. Fierro. 2001. Manual de monitoreo: los ma-
siológico de la comunidad de insectos acuáticos per-
croinvertebrados acuáticos como indicadores de la cali-
mite deducir que el agua del cauce La Garita-Amates,
dad del agua. EcoCiencia. Quito. 70 p.
son de excelente calidad en la zona alta, considerando
Carter, J., L. Resh, V. H. Hannaford, y M. J. Myers. 2007.
al ecosistema no impactado (BMWP-CR=122), en la Macroinvertebrates as biotic indicators of environmen-
parte media el ecosistema no está alterado de ma- tal quality. En: Haeuer, F. R. and G. A. Lamberti. eds.
nera sensible, por lo que la calidad del agua es buena Methods in stream biology. 2a. ed. Academic Press, Ca-
(BMWP=118), en tanto que en la zona baja son de cali- lifornia, United States of America. pp. 805-831.
dad regular, y se considera que el ecosistema está mo- Clesceri, L. S., A. E. Greenberg, y A. D. Eaton. 1998. Standard
deradamente impactado (BMWP-CR=98). methods for the examination of water and wastewater.
128 A . Y. R o s a s - A c e v e d o , A . S á n c h e z - I n f a n t e , y J. L . R o s a s - A c e v e d o
Resumen
Este trabajo plantea una evaluación de prioridad biológica para la conservación de aves en la región sur de Ta-
maulipas, México. La metodología empleada fue la técnica Evaluación Rápida de Prioridad Biológica (ERPBIO).
Esta permite determinar las principales zonas y grupos a conservar en flora y fauna para amplias zonas de es-
tudio de manera rápida y precisa. La región sur de Tamaulipas comprende los municipios de Aldama, Altamira,
Ciudad Madero, González y Tampico, con una superficie total de 8,969.05 km2. Dentro de los resultados obte-
nidos se elaboró una base de datos por municipio, encontrando una amplia cantidad de estudios con un to-
tal de 494 registros. Para Aldama 48, Altamira, en Ciudad Madero y Tampico 176 registros, González con 48, en
cuanto a las especies con algún status en la NOM 059; Aldama y Altamira, Ciudad Madero y Tampico cuentan
con 3 c/u, González 2. La fragmentación del hábitat y el impacto de las actividades humanas de esta zona, asi
como lugar de especies migratorias, debe ser considerado una prioridad biológica.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
130
Indicadores bióticos de calidad ambiental del sur del Estado de Tamaulipas 131
descritas por la ciencia. La pérdida de habitát es de- un índice (Hammond et al., 1995), una pieza de infor-
bido a la expansión de la agricultura en regiones se- mación (UNEP/RIVM, 1994), una cantidad única de-
miáridas, a la tala de los bosques y a la disminución rivada de una variable y utilizada para reflejar algún
de pantanos ha reducido la población de muchas es- atributo, un modelo empírico de la realidad, un signo
pecies (Dellsperger, 2003). (Ott, 1978; Marcus, 1983). Por otro lado, los Indica-
América Latina y el Caribe ocupan el segundo lu- dores Biológicos Ambientales, contemplan que las es-
gar en el mundo en especies de aves amenazadas (des- pecies indicadoras son aquellos organismos (o restos
pués de Asia y el Pacífico), y el tercero en especies de de los mismos) que ayudan a descifrar cualquier fe-
mamíferos en peligro (después de Asia, el Pacífico y nómeno o acontecimiento actual (o pasado) relacio-
África). Asimismo, la región tiene el mayor número nado con el estudio de un ambiente.
de especies marinas amenazadas (después de Asia y El estado de Tamaulipas cuenta con más de 400
el Pacífico, y América del Norte), el segundo en espe- Km de costas y una gran biodiversidad en sus distin-
cies de reptiles en peligro y también el segundo en an- tos ecosistemas, lo cual le da un alto valor en materia
fibios amenazados (después de Asia y el Pacífico). Se de recursos naturales. La gran riqueza de los recursos
cree que hay 1,244 especies de vertebrados en peligro naturales del estado, constituidos por bosques, plani-
de extinción. Los ecosistemas y su vegetación también cies, montañas, humedales y hábitats marinos; su es-
están amenazados (Dellsperger, 2003). tratégica ubicación geográfica que confluye en tres re-
La diversidad biológica mundial está cambiando giones fisiográficas: la Planicie Costera Nororiental, la
a un ritmo sin precedentes (Pimm et al., 1995). Los Sierra Madre Oriental y la Altiplanicie Mexicana con-
motores más importantes de este cambio son la con- cuerda con la existencia de una gran variedad de eco-
versión del uso de las tierras, los cambios del clima, sistemas y una alta riqueza en flora y fauna.
la contaminación, la explotación no sostenible de re- La diversidad de la flora, a lo largo de su territo-
cursos naturales y la introducción de especies forá- rio y dentro de sus diferentes zonas biogeográficas, es
neas (Sala et al., 2000). Las causas fundamentales abundante y muy relevante; existen aproximadamente
de la pérdida de la diversidad biológica son el creci- 22,000 especies en el país; de las cuales Tamaulipas
miento de la población humana, las pautas de con- tiene un poco más de 5,000. Dentro de esta gran ri-
sumo no sostenibles, el aumento de la producción de queza vegetal, existe una cantidad considerable de es-
desechos y contaminantes, el desarrollo urbano, los pecies clasificadas como endémicas, amenazadas y en
conflictos internacionales, y las desigualdades cons- peligro de extinción.
tantes en la distribución de la riqueza y los recursos. En cuanto a los muestreos de las comunidades de
En cuanto a los Indicadores Ambientales, de las aves son útiles para diseñar e implementar políticas
definiciones existentes, es muy importante la esta- de conservación y manejo de ecosistemas y hábitats.
blecida por la Organización para la Cooperación y el Además, aportan información técnica para la identi-
Desarrollo Económicos (OCDE) que considera que un ficación de comunidades que necesitan protección e
indicador es un parámetro, o valor derivado de otros información científica para el desarrollo de estudios
parámetros, dirigido a proveer información y descri- en biogeografía, sistemática, ecología y evolución. El
bir el estado de un fenómeno con un significado aña- estudio de la estructura de las comunidades de aves
dido mayor que el directamente asociado a su propio proporciona un medio rápido, confiable y replicable
valor. A su vez, este organismo define el concepto de de evaluación del estado de conservación de la mayo-
índice como un conjunto agregado o ponderado de pa- ría de hábitats terrestres y acuáticos. También permite
rámetros o indicadores (Aguirre, 2001). realizar comparaciones a lo largo de gradientes climá-
En el campo específico de indicadores ambienta- ticos y ecológicos en cuanto a la riqueza, recambio y
les los significados asignados al concepto son aún más abundancia de especies. Con la información recopi-
variados. Un indicador ha sido definido como una va- lada en los inventarios también se pueden documentar
riable, un parámetro, una medida estadística (Tuns- algunos aspectos de la historia natural de las especies
tall, 1992), un proxy para una medida, un valor, un como dietas, periodos reproductivos, migraciones, es-
metro o instrumento de medida (Adriaanse, 1993), tructuras sociales y hábitos entre otros. Las aves po-
una fracción que compara una cantidad con una me- seen una serie de características que las hacen ideales
dida seleccionada científicamente o arbitrariamente, para inventariar gran parte de la comunidad con un
132 Cabrera-Cruz, González-González, Rolón-Aguilar, y Gaytán-Oyarzún
buen grado de certeza, y así caracterizar los ecosiste- consecuencias alarmantes para la persistencia de la
mas y los hábitats en que residen (Stotz et al., 1996). humanidad, las zonas protegidas son el pilar de gran
La biodiversidad tamaulipeca ha sido atribuida al parte de todas las propuestas de políticas encamina-
resultado de la confluencia de dos regiones biogeográ- das a mantenerla, pero la eficiencia de éstas es muy
ficas (Neártica y Neotropical) y la confluencia de tres debatida (Zamora-Tovar, 2007). El inventario de la
grandes provincias (Las grandes llanuras de Nortea- biodiversidad es un tema altamente complejo por la
mérica, las llanuras costeras del Golfo norte y la Sierra cantidad de problemáticas que incluye, desde aspec-
Madre Oriental). Una de las primeras expediciones a tos puramente científicos (por ejemplo, taxonómicos)
Tamaulipas fue realizada entre 1892 y 1906, a cargo hasta los instrumentales (por ejemplo, los informáti-
de los estadounidenses Edward W. Nelson y Edward cos, que permiten asegurar el acceso a la información
A. Goldman comisionados por el United State Biolo- generada). La factibilidad de ejecución, la fiabilidad
gical Survey, quienes dieron paso al conocimiento de de la información obtenida, la forma de acceso a los
esta gran diversidad. A partir de estas exploraciones, datos, la calidad del relevamiento, entre otras cosas,
se describieron varias especies y subespecies de aves, dependen en gran medida de los modelos de ejecu-
algunas de las cuales son especies endémicas del no- ción propuestos para el desarrollo de un inventario.
reste de México o de la Sierra Madre Oriental (Gold- Debido a esto, ante la falta de datos confiables so-
man, 1951; Friedmann et al., 1950; Miller et al., 1957). bre la biodiversidad y su distribución en la zona sur de
La gran riqueza avifaunística de Tamaulipas, se Tamaulipas, es necesario hacer un esfuerzo sistemati-
ha dado a conocer principalmente por Richmond zado y consistente para elaborar dicha base de datos,
(1895), Phillips (1911), Sutton et al. (1950), Zimmer- de tal manera que permita la construcción de indica-
man (1957), Gehlbach et al. (1976), y Hedges (1990), dores de calidad ambiental que a su vez puedan com-
autores que proporcionaron listados puntuales o plementar los criterios oficiales para auxiliar a los to-
bien, registraron la presencia de especies para la en- madores de decisiones en sus funciones y contribuir
tidad como es el caso de: Richmond (1895), Eaton y a un mejor conocimiento y mejora de la calidad am-
Edwards (1947), Mayfield (1948), Saunders (1953), biental de la región.
Sutton (1960), Banks (1974) y Olson (1978). Para la
sección de la costa tamaulipeca, específicamente re-
saltan los trabajos de Baker y Fleming (1962), quie- Materiales y Métodos
nes trabajaron en las barras marinas de la Laguna El presente trabajo se realizó en el estado de Tamau-
Madre y los de Contreras-Balderas et al. (1990); Con- lipas en el periodo 2009-2012, se divide en seis regio-
treras-Balderas (1993) quienes reconocen para la La- nes que son: Franja Fronteriza, Valle de San Fernando,
guna Madre un total de 86 especies de aves. Estudios Centro, Altiplano, Mante y Sur. La zona de estudio se-
más recientes de Vargas-C. et al. (1998), Garza-To- leccionada fue el Sur del Estado, el cual está confor-
rres (1998), Rodríguez-Ruíz et al. (2012), Garza-To- mado por los municipios de Aldama, Altamira, Gon-
rres y Navarro-Sigüenza (2003) y Garza-Torres et zález, Madero y Tampico (Figura 1).
al. (2003), están enfocados todos ellos en la parte no- Se utilizaron los criterios contenidos en el método
reste de Tamaulipas. ERPBIO, así como los registros de riqueza de la biodi-
El objetivo principal de esta investigación fue: Es- versidad que marca la NOM-059-SEMARNAT-2010.
timar indicadores de calidad ambiental basados en la El método ERPBIO consiste en generar indicadores
riqueza de biodiversidad de aves en la región Sur de de estado de calidad ambiental (Gaytán-Oyarzun et
Tamaulipas, México, mediante la aplicación de crite- al., 2012). Con esto indicadores se realizó una eva-
rios contenidos en la legislación ambiental mexicana; luación rápida del estado de la riqueza de diversidad
así como los propuestos por la Técnica de Evaluación de especies y su calidad ambiental en la zona de es-
Rápida de Biodiversidad para Estimar la Prioridad tudio (Figura 2).
Biológica (ERPBIO), para proponer un instrumento Los climas de Tamaulipas responden fundamen-
de impacto ambiental que permita medir los efectos talmente a la influencia de tres condiciones geográ-
de la actividad antropogénicas sobre el entorno. ficas, que son: la latitud a las que se encuentra la en-
Es importante la realización de esta investiga- tidad, su cercanía al Golfo de México, y la altitud de
ción, ya que la pérdida de la diversidad biológica tiene sus tierras (Figura 3).
Indicadores bióticos de calidad ambiental del sur del Estado de Tamaulipas 133
En la zona sur de los municipios de Tampico y Ma- Lugares como la Laguna Madre, los humedales del
dero se localiza el clima tropical con invierno seco, sur, y la Reserva de la Biosfera El Cielo, albergan y
el mes más lluvioso del verano supera al menos en conservan un gran diversidad. Quedan sitios, sin em-
10 veces las precipitaciones del mes más seco del in- bargo, de gran importancia por estudiar y por salva-
vierno (aW1). La mayor parte de la zona de estudio guardar como son: la Sierra de Tamaulipas, la Sierra
es aW0 el cual es parecido con el anterior con la di- de San Carlos, los humedales del sur, y la zona norte
ferencia de que las precipitaciones son menores. Al con el matorral espinoso tamaulipeco. Estos sitios, en-
norte de Aldama se encuentra clima templado con tre otros, prevalecen sin protección y sin ser aún de-
inviernos secos Cw. cretados como áreas naturales protegidas, en apoyo a
Las especies de aves sin duda unas de las más vul- la conservación de esta gran riqueza (Figura 4).
nerables y frágiles, las actividades antropogénicas po- La priorización de áreas para la conservación puede
nen en riesgo su supervivencia, por lo cual las accio- ser particularmente útil para diseñar estrategias de
nes para la conservación de las especies y sus hábitat conservación adecuadas en países megadiversos en
deberían encaminarse principalmente a estas espe- desarrollo como México, Tamaulipas cuenta con di-
cies, lo cual garantizaría la conservación de muchas versas áreas de conservación de aves como son: los hu-
otras especies asociadas a sus hábitat. medales del sur de Tamaulipas que incluye a los muni-
Tamaulipas conserva aún gran parte de su riqueza cipios de Altamira, Madero y Tampico. En Aldama se
avifaunística, así como sus bosques, lagunas, mares y encuentra el cerro del Metate y el rancho los Colora-
ríos, por lo cual aún es posible rescatar y salvaguar- dos, hacia el norte y considerando una parte de Gon-
dar mucha de las especies y ecosistemas de la entidad. zález se encuentra la sierra de Tamaulipas.
134 Cabrera-Cruz, González-González, Rolón-Aguilar, y Gaytán-Oyarzún
Tabla 1. Número de especies registradas, por grupo y municipio de la Zona Sur de Tamaulipas
Grupo/Municipio Aldama Altamira Ciudad Madero González Tampico Total
Aves 48 46 176 48 176 494
Tabla 2. Número de especies registradas en algún status de la NOM-059-SEMARNAT 2010, por grupo y municipio de la
Zona Sur de Tamaulipas
Grupo/Municipio Aldama Altamira Ciudad Madero González Tampico Total
Aves 5 3 17 4 17 46
Indicadores bióticos de calidad ambiental del sur del Estado de Tamaulipas 135
mexicana y 3 son endémicas. El municipio de Gon- de la zona, provocando que el área este bajamente
zález cuenta con 48 registros, 4 se encuentran en al- fragmentada, y la conservación de la especie repre-
gún status de la Norma y 2 endémicas. Se elaboró sentativa esta medianamente conservada, en cuanto
una descripción de las especies que se encuentran en a la comercialización de especies representativas no
la NOM-059, con datos esenciales como: nombre co- es explotada. Se localizan entre una y tres especies en-
mún, taxonomía, hábitat, alimentación, comporta- démicas a nivel nacional, y la zona es de importancia
miento, distribución, descripción reproducción y el para especies migratorias que están bajo protección
estatus de protección. especial. Además se localizan más de tres especies en
En relación a los datos que se obtuvieron de peligro de extinción y cuenta con cinco áreas de im-
acuerdo al método ERPBIO, se encontró que el mun- portancia biológica que son: los cenotes de Aldama,
cipio de Aldama es de mayor prioridad de conserva- Rancho Nuevo, Laguna de San Andrés, la Sierra de
ción biológica al hacer la comparación con los otros Tamaulipas y Encinares tropicales de Lomas las Pitas.
municipios. Si bien es cierto que las actividades huma- Para el municipio de Altamira se detectó que la
nas han ocasionado un mediano impacto en la biota actividad humana tiene un alto impacto en la biota,
Tabla 3. Número de especies registradas en Endemismo en la NOM-059-SEMARNAT 2010, por Phylum y municipio de la
Zona Sur de Tamaulipas
Grupo/Municipio Aldama Altamira Ciudad Madero González Tampico Total
Aves 3 3 3 2 3 15
136 Cabrera-Cruz, González-González, Rolón-Aguilar, y Gaytán-Oyarzún
por lo cual el estado de conservación de la zona está la NOM-059-SEMARNAT 2010. Además este muni-
altamente fragmentada y/o aislada. La conservación cipio se considera parte de los humedales del sur de
de la especie representativa es baja, y no es explo- Tamaulipas.
tada comercialmente; en la zona se localizan de una En lo que respecta a González existe un mediano
a tres especies endémicas a nivel nacional. Esta zona impacto por la actividad humana, el estado de conser-
no cuenta con especies microendémicas, y en relación vación esta bajamente fragmentado. La especie repre-
a las especies migratorias no se localiza ninguna. Por sentativa es bajamente conservada, y no es explotada
lo tanto no es un sitio de reproducción para las mis- comercialmente; cuenta con más de tres especies en-
mas. Además, se encuentran seis especies indicadas démicas a nivel nacional y en esta no se encuentran
en la norma oficial mexicana bajo el status de amena- especies migratorias que la utilizan como zona de re-
zadas, y considera un área de importancia biológica producción. Además, se localizan más de tres especies
que es la Laguna de San Andrés. en algún status de la norma, y la mayoría se encuentra
Asimismo en Ciudad Madero, se encontró que hay amenazada. Por otro lado en la zona se localiza un área
un alto impacto de la actividad humana sobre la biota natural protegida denominada Bernal de Horcasitas.
de la esta zona, está altamente fragmentada y/o ais- En Tampico el impacto ocasionado por la activi-
lada. El estado de conservación de la especie repre- dad humana es alto, y el estado de conservación de
sentativa es bajamente conservada, y no es explotada esta zona se encuentra altamente fragmentado y/o
comercialmente; ninguna especie es endémica y no aislado. El estado de conservación de la especie repre-
cuenta con registros de especies con algún status en sentativa es bajo, y no es explotada comercialmente;
Indicadores bióticos de calidad ambiental del sur del Estado de Tamaulipas 137
Tabla 4. Evaluación del Sur de Tamaulipas del grupo aves, y por municipio
Municipio
1.- Impacto de la actividad humana sobre la biota del área de interés: Es una
estimación numérica de la magnitud del impacto y la tendencia que genera la
influencia humana sobre biota en un área determinada que se analiza. Considera
aspectos como la presión por asentamientos humanos, contaminación, uso,
comercio, tráfico, cambio del uso de suelo, introducción de especies exóticas,
realización de obras de infraestructura, entre otros. 3 1 1 3 1
2.- Estado de conservación del área de interés: Es una estimación numérica de la
magnitud del grado de impacto humano sobre el estado en que se encuentra
el ecosistema del área de interés. Considera aspectos de fragmentación del
hábitat y/o pérdida de bioma característico. 3 1 1 3 1
3.- Estado de conservación de la “especie representativa” del área de estudio: Es
una estimación de especie más representada en un bioma, que cuando
desaparece produce una transformación en la estructura de la comunidad 3 1 1 3 1
4.- Importancia comercial de la “especie representativa”: La especie actualmente
está sujeta a la explotación. 1 5 5 1 5
5.- Importancia biológica del área de estudio con base en la presencia de especies
endémicas a nivel nacional: Es una estimación basada en una “Especie endémica”,
es aquella especie que habita en una limitada área geográfica. 2 2 2 2 2
6.- Importancia biológica del área de estudio con base en la presencia de especies
endémicas en la zona de estudio: Es una estimación basada en una “Especie
microendémica”, es aquella especie que habita en una muy reducida área geográfica. 0 0 0 0 0
7.- Importancia biológica de la zona con base en su relación con especies migratorias:
Estimación que se basa en datos reportados de especies migratorias y/o sitios de
reproducción. Se refiere a la migración y a los viajes estacionales regulares realizados
por muchas especies a sitios de alimentación, reproducción o en busca de mejores
condiciones ambientales. 5 5 5 3 5
8.- Importancia biológica de la zona con base en la presencia de especies migratorias
que estén bajo protección por acuerdos nacionales o internacionales. 5 5 5 5 5
9.- Importancia biológica del área de estudio con base en la presencia del número de
especies en algún estatus de protección. Esta estimación es referida en las “categorías
de protección de la normatividad mexicana” (NOM). 5 3 5 5 5
10.- Importancia biológica del área de estudio con base en la presencia de especies
según el estatus de protección. Es una estimación referida en las “categorías de
protección de la normatividad mexicana” (NOM). 5 5 5 5 5
11.- Importancia ecológica y de conservación del área de interés. Estimación que se
basa en las áreas naturales protegidas (ANP), que constituyen el instrumento total
en la conservación de la biodiversidad, de los bienes y servicios ecológicos. 4 4 4 5 5
Total 36 32 34 35 35
Fuente: Propia
Nota: 2= Municipio de Aldama; 3= Municipio de Altamira; 9= Municipio de Ciudad Madero; 12= Municipio de González; 38= Municipio
de Tampico
Figura 5. Índice de valoración de la prioridad biológica para la conservación en la Zona Sur de Tamaulipas.
especies. Las evaluaciones de impacto ambiental con- ya que la diversidad de aves son marinas, de aguas in-
sideran más aspectos fisicoquímicos que biológicos, y teriores y no se reproducen en el continente (Sapoz-
el utilizar la técnica ERPBIO presenta varias ventajas nikow et al., 2010).
y desventajas como son: la evaluación es rápida, siem- La gran cantidad de aves en Altamira, Ciudad Ma-
pre y cuando se cuenten con los datos confiables; es dero y Tampico, se debe principalmente a la hume-
barata su aplicación ya que no es necesario hacer co- dad de la zona, el tipo de selva que se encuentra como
lecta de campo; trata de ser objetiva para resultados selva baja caducifolia que están estrechamente rela-
reales; es necesaria la participación de especialistas cionados con la disponibilidad de recursos principal-
para aplicar la técnica. mente de alimento y seguridad. La alta humedad del
Aunque México ocupa el octavo lugar en cantidad ambiente provista por las lluvias puede ser necesaria
de especies de aves, se observa que los registros en- para las migraciones desde los hábitats terrestres a los
contrados son limitados. Para la zona sur de Tamau- sitios de apareamiento. Las aves acuáticas constituyen
lipas, solamente hay 494 especies y se considera que uno de los componentes más carismáticos de la fauna
de acuerdo a las condiciones tanto de orografía, hi- que habita los humedales. No obstante, y con una fle-
drología, climática, tipo de vegetación y uso de suelo, xibilidad mayor que la de los peces, las aves pueden
esta cantidad debería ser mayor. hacer uso de estos ambientes durante sólo parte del
En Aldama se presenta un gradiente altitudinal, año y para cubrir una determinada etapa de su ciclo
y tomando en cuenta toda el área del municipio, así anual, como ser la nidificación y cría, o la muda del
como su extenso litoral; la riqueza de aves es amplia plumaje (Blanco, 2010).
Indicadores bióticos de calidad ambiental del sur del Estado de Tamaulipas 139
Entre los indicadores que se identificaron se en- Madero es de 0.00089. Estos datos se obtienen por la
cuentran los correspondientes a la cantidad de espe- cantidad de habitantes que tiene cada municipio que
cies por kilómetro cuadrado, como se observa para el son: Aldama 29,470; Altamira 212,001; Ciudad Ma-
caso de Ciudad Madero corresponden 3,859 especies dero 197,216; González 43,435; Tampico 297,554 y
por km2 y para Tampico es de 1,897 por km2 , el total el total para la zona de estudio es 779,676 (Tabla 6).
para el sur de Tamaulipas es de 0.055 especies por En lo que respecta a el número de especies en al-
km2, estos datos tan variados se debe a que los muni- gún status de la NOM-059, en total se localizan 18,
cipios presentan las siguientes extensiones territoria- de las cuales 4 están en el estatus de amenazada, 2 en
les Aldama cuenta con 3,671.78 km2; Altamira tiene peligro de extinción, y 12 sujetas a protección espe-
1,666.53 Km2; González cuenta con 3,491.41 Km2; Ma- cial. Destacando Geothylpis flavovelata, que solo se
dero con 45.60 Km2 y Tampico cuenta con 92.73 Km2. localiza en el municipio de Altamira, de ahí su nom-
Total de la zona de estudio 8,968.05 Km2 (Tabla 5). bre común que es mascarita de Altamira (Tabla 7).
Con respecto a el número de especies por ha-
bitante, en el municipio de Tampico se encuen- Literatura citada
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A= Amenazada; P= En Peligro de Extinción; Pr= Sujetas a
Protección Especial; 2= Municipio de Aldama; 3= Municipio Contreras-Balderas, A. J., J. A. García-Salas, y J. I. González-
de Altamira; 9= Municipio de Ciudad Madero; 12= Rojas. 1990. Aves acuáticas y semiacuáticas de la Laguna
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Problemática de contaminación en la zona agrícola
de la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán,
Hidalgo, México
Resumen
El presente trabajo se generó con el objetivo de dar a conocer la problemática que existe actualmente en una
zona agrícola de gran importancia en el estado de Hidalgo, la “Vega de Metztitlán”, zona que forma parte de
la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán, sitio declarado como reserva federal. El aporte de agua resi-
dual que se hace a través de los acuíferos que irrigan a la zona, ha generado que este sitio se vea expuesto a
un gran riesgo de contaminación por metales pesados, hidrocarburos y demás contaminantes, los cuáles que-
dan biodisponibles para las plantas e indirectamente existe una alta posibilidad de entrar a la cadena alimen-
ticia de animales y finalmente el ser humano, con los riegos que esto generaría para los habitantes y consumi-
dores finales de los productos agrícolas que ahí se generan.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
142
Problemática de contaminación en la zona agrícola de La Reserva de la Biosfera Barranca 143
Los metales también tienden a acumularse en los comprende parte de las subcuencas Río Calabozo, Río
sólidos de los sustratos y sedimentos, y se ha obser- Los Hules, Río Amajac y Río Metztitlán. Según la CO-
vado que se acumulan en los tejidos vegetales de algu- NANP (2003), el principal rasgo hidrológico superfi-
nas especies de plantas. La adsorción, coprecipitación cial de la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán
y bioacumulación, son algunos de los mecanismos por lo conforma el Río Venados (Río Grande Tulancingo
los cuales los metales pesados se acumulan en algunas al Sur de la reserva y Río Metztitlán al Norte). El Río
especies de vegetales, sedimentos y cuerpos de agua. Es- Venados corre de SE a NO y al norte de la reserva des-
tos procesos minimizan el transporte y propagación de emboca en la Laguna de Metztitlán.
los metales pesados provocando así a largo plazo algu- En general el clima de la zona es seco y semiseco
nas alteraciones medioambientales puesto que pueden cálido en diferentes partes, está determinado por el
lixiviarse en cantidades considerables y de este modo efecto de sombra de lluvia que la Sierra Madre Orien-
quedar disponibles para la biota. La acumulación de es- tal ejerce sobre esta región. En época de lluvias, en
tos metales en tejidos vegetales puede causar daños ge- verano, los vientos alisios descargan su humedad so-
notóxicos en las células, y pueden entrar a los animales bre la zona y las partes elevadas donde se encuentran
a través de la cadena alimenticia, de tal forma el hom- bosques de pino y encino, entre otros tipos de vege-
bre no es la excepción y puede es vulnerable de la in- tación templado-fría. En la zona agrícola, denomi-
gesta de alimentos contaminados con metales pesados. nada Vega de Metztitlán la altitud fluctúa entre 1,200
Como es de notarse, existe un peligro latente para a 1,300 msnm en las cercanías de la laguna (Figura 1).
humanos y para algunos ecosistemas biológicos puesto
que los metales pesados en concentraciones significa- Hidrografía de la zona
tivas, pueden provocar grandes efectos negativos. Este
Tres son los sistemas hidrográficos que existen en Hi-
trabajo documenta la problemática de contaminación
dalgo, todos son tributarios del Golfo de México; el pri-
en la zona agrícola de la Reserva de la Biosfera Barranca
mero es el Amajac que nace en la Sierra baja y se pre-
de Metztitlán, Hidalgo, México, considerando la conta-
cipita sobre Omitlán, donde recibe diversos afluentes,
minación del agua de riego y suelo agrícola de la zona
sigue bordeando los municipios de Actopan y Atoto-
por la presencia de metales pesados.
nilco el Grande, donde se une con el Río Tizahuapan
y más adelante constituye el límite de los municipios
La Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán
de Metztitlán e Ixmiquilpan, y continua por el rumbo
El estado de Hidalgo se ubica entre las coordenadas de Chalpuhuacán y Tepehucán de Guerrero para salir
19° 35’ 52” y 21° 25’ 00” de latitud Norte, y los 97° 57’ por el estado de Veracruz.
27” y 99° 51’ 51” de longitud Oeste. Limita al Norte con El otro sistema es el del Río Metztitlán que nace
el estado de San Luis Potosí, al Noreste y Este con Ve- con el nombre de Tulancingo y recoge en primer tér-
racruz, al Este y Sureste con Puebla, al Sur con Tlax- mino las aguas de algunos afluentes conectados con
cala y México, y al Oeste con Querétaro. las lagunas de Apan, Atocha y Tecocomulco, cruza por
En el estado de Hidalgo, se ha utilizado el agua re- Acatlán, Huasca y Atotonilco el Grande hasta llegar
sidual para riego de los cultivos desde hace más de 100 a la barranca de Metztitlán, donde humedece las tie-
años, como consecuencia se han acumulado paulati- rras de la fértil vega de ese nombre y vierte sus aguas
namente algunos metales pesados en los suelos agrí- en la laguna Metzca, de donde sale para unirse con el
colas; cabe destacar que el agua que se ha utilizado Amajac a la altura del municipio de Tlahuiltepa (Vega-
para fines agrícolas, en su mayoría proviene de la Ciu- Isuhuaylas et al., 2006).
dad de México y Zona Metropolitana (Vázquez-Alar- El río Tulancingo nace en los límites del estado de
cón et al., 2001). Puebla con el nombre de Río San Lorenzo, su caudal
La Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán es regulado por la presa La Esperanza, que tiene una
se ubica en el estado de Hidalgo, se localizada entre capacidad de 2.5 millones de m3, cambiando de nom-
los paralelos 98° 23’ 00” y 98° 57’ 08” longitud Oeste bre a Río Santa María, Río Tulancingo, Río Grande,
y 20° 14’ 15” y 20° 45’ 26” latitud Norte, con elevacio- en este trayecto el agua es aprovechada para la irri-
nes entre 1,000 y 2,000 msnm. A su vez, la zona de gación de tierras del Distrito de Riego 028, de Tu-
reserva está comprendida en la Región Hidrológica lancingo (de 250 a 500 l/s, sin considerar los escu-
Río Pánuco (RH26), la cuenca del Río Moctezuma y rrimientos máximos). También toma los nombres de
144 López-Herrera, Romero-Bautista, Ayala-Sánchez, Soria-Mercado, y Portillo-López
Figura 1. Cuenca del Río Metztitlán, Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán, Hidalgo, México.
Río Acoculco, Río Mesillas, Río Metepec, Río Meco, temporal. La agricultura de temporal se realiza en los
hasta su cruce con la carretera México-Tampico, en suelos más pobres, en terrenos de tepetate y lomeríos,
el poblado Puente de Venados cambia nuevamente su se cultiva con técnicas tradicionales y fuerza de tra-
nombre a Río Venados, llegando finalmente a la la- bajo familiar, el beneficio que la familia obtiene es en
guna de Metztitlán, donde es aprovechado para uso la cosecha, cuando toman parte del producto para sa-
piscícola. En su recorrido se acumulan sólidos disuel- tisfacer sus necesidades de alimento y los excedentes
tos y suspendidos (Rubiños et al., 2005). los canalizan al mercado. El ingreso que obtienen por
El tercer sistema hidrográfico está constituido por las ventas de sus productos es usado para abastecerse
el Río Moctezuma, originado al Noroeste de la ciudad de bienes que no producen, complementar la dieta ali-
de México, que penetra al estado de Hidalgo por el menticia, comprar vestido, calzado y la adquisición de
municipio de Tepeji de Ocampo, donde recibe el nom- insumos para el siguiente ciclo agrícola. Los cultivos
bre de Río Tula. A lo largo de este recorrido recoge que más se siembran son maíz y frijol. En esta moda-
las aguas de varios afluentes, hasta llegar a los lími- lidad es común la asociación de cultivos de maíz-fri-
tes con el estado de Querétaro, donde se le une el gran jol, maíz-calabaza y maíz-haba. Los productores rea-
caudal del Río San Juan y las aguas del Tecozautla, lizan esta práctica buscando alcanzar dos objetivos:
en este sitio cambia su nombre a Río Moctezuma. Al el primero es satisfacer sus necesidades de alimento
margen de estos sistemas existen otras corrientes de y el segundo es fertilizar los suelos de forma natural
agua autónomas, como las de los ríos Candelaria, Gar- (Vega-Isuhuaylas et al., 2006). Un rasgo importante
cés, Atlapexco, Hule, Tlacolula y Yahualica, que na- de este tipo de agricultura es que la gran mayoría se
cen en la sierra Alta y riegan los terrenos de la Huas- utiliza para el autoconsumo familiar (Figura 2).
teca Hidalguense. La agricultura de mayor importancia económica
se realiza en el valle agrícola de Metztitlán; en el que
Actividad Agrícola de la Vega de Metztitlán se siembran: frijol, maíz, ejote, calabacita, jitomate
y chile, además de otros cultivos como sorgo. Así
La actividad económica de mayor importancia en la
mismo, se encuentran establecidos huertos de no-
región es la agricultura, en ella se ocupa el 73% de la
gal y otros frutales en asociación con cultivos anua-
población de los municipios que conforman el área
les, sobre todo en la parte norte de la barranca. Este
de la Vega y se desarrolla en la modalidad de riego y
Problemática de contaminación en la zona agrícola de La Reserva de la Biosfera Barranca 145
de agroquímicos en cultivos agrícolas, las descargas eutroficación, además de algunos efectos tóxicos que
de aguas residuales y el cambio de uso de suelo con afectan al ecosistema acuático, representando ries-
fines agrícolas. gos a la flora y la fauna, pero sobre todo para las po-
Aún cuando se encuentra prohibido en la reserva blaciones que habitan en las márgenes del río (CO-
verter o descargar aguas residuales, aceites, grasas, NANP, 2003) (Figura 4).
combustibles, desechos sólidos y/o líquidos, usar ex- Tanto más cerca se esté de la laguna, el cauce del
plosivos o cualquier otra sustancia que pueda oca- río habrá recibido más sedimentos de las laderas, más
sionar alguna alteración a los ecosistemas, además fertilizantes y agroquímicos de las zonas agrícolas en
de arrojar sobre los cauces y vasos, o infiltrar en los la vega y más descargas de drenajes de los poblados
mantos acuíferos aguas contaminadas que excedan establecidos en las márgenes, con impactos en el con-
los límites establecidos por las normas oficiales mexi- tenido de sedimentos, patógenos, productos químicos
canas, o cualquier otro tipo de contaminantes, la rea- orgánicos y nutrientes. En efecto, la turbidez del agua
lidad es que esto sucede a lo largo de todos los causes es notablemente mayor al acercarse a la laguna; asi-
de la zona (CONANP, 2003). mismo, diversos nutrientes como el fósforo, los bicar-
El agua de Río Venados es turbia, con abundan- bonatos y la conductividad eléctrica, aumentaron su
tes sedimentos. Dada la alta productividad agrícola concentración cerca de ella. Se considera que los man-
en la vega, el uso de agroquímicos como fertilizan- tos freáticos están más contaminados si se encuentran
tes, insecticidas, herbicidas, acaricidas y fungici- cerca de la Laguna de Metztitlán. Se piensa que estos
das es intenso (Figura 3). Desde luego, una parte factores pueden implicar contaminación y mortalidad
de estos productos van a dar al río, donde aparente- de los peces, efecto que es mayor en la cercanía de la
mente se presentan procesos de sedimentación y de laguna (CONANP, 2003).
El cauce del Río Venados, en el poblado Puente Ve- Los metales pesados contenidos en las aguas resi-
nados, queda encañonado con un pequeño valle flu- duales, son transportados y se acumulan por lo me-
vial de uso agrícola y cultivo de frutales. Después de nos inicialmente en los horizontes superficiales de los
esa población se interna en el valle de Metztitlán. A suelos (García y Méndez, 2003). De esta forma, pue-
su paso capta las afluencias del río Metzquititlán y los den ser absorbidos por algunas plantas y en concen-
escurrimientos laterales del valle, hasta descargar su traciones elevadas se acumulan en tejidos de estas o
caudal en la laguna de Metztitlán, donde es aprove- por los microorganismos que los requieren para sus
chado para uso piscícola (Camargo, 1999). funciones metabólicas (Kabata-Pendias, 2011).
abastecida en este distrito de riego, los usuarios del de Hinojosa hay cierto tratamiento del agua de dre-
distrito utilizan las pozas de acumulación de agua. naje antes de ser vertido nuevamente a las corrientes.
En cuanto a contaminación de cauces, el agua uti- En otros municipios, los organismos operadores se en-
lizada para riego llega contaminada en época de ave- cargan del servicio de alcantarillado de la zona, pero
nidas ya que arrastra las aguas de descargas residua- no se realiza el trabajo de tratamiento de aguas para
les, industriales, domésticas y de riego, de la zona alta regresarlas a las corrientes por la falta del recurso fi-
de la subcuenca. Sin embargo en época de estiaje, esta nanciero para realizar esta actividad.
agua contaminada no llega por que el cauce principal Un aspecto interesante en esta zona es que los
ya que se seca en el camino, y las aguas que llegan a usuarios del módulo de riego de aguas negras del Dis-
este Distrito de Riego son las aportadas por los ma- trito de Riego de Tulancingo no están de acuerdo con
nantiales y afluentes de esta zona intermedia. el tratamiento de las aguas residuales que llegan ha-
Al final del distrito de Riego Metztitlán, se forma cia su módulo, ya que eso le quitaría la materia orgá-
una laguna-presa, la cual tiene dos túneles y un resu- nica al agua y sus cultivos se verían perjudicados (Her-
midero que de modo natural filtra agua todo el año nández-Acosta et al., 2006).
aguas abajo y va a dar hasta el río Moctezuma; cuando En el análisis realizado con base en la información
el nivel de la laguna empieza a crecer, trabaja el pri- proporcionada por informantes claves y usuarios de
mer túnel, y en caso de crecientes el flujo de agua no los diferentes usos de agua, el concepto de cuenca hi-
se puede controlar lo cual trae tanto problemas al Dis- drográfica no es manejado por la población la cual
trito de Riego como a la parte baja de la cuenca (Men- tiene una participación tangencial al problema del
doza, 2010). agua, además de poco conocimiento y conciencia de
Los pobladores asumen que la corriente, aguas la contaminación de las corrientes. Los problemas de
abajo de la laguna, es más cristalina por el filtro na- contaminación de las zonas altas preocupan a zonas
tural de los cerros, y por ello, las aguas contaminadas aledañas a nivel Municipal, autoridades e institucio-
que pudieran llegar de la zona alta de la subcuenca, nes, más no tanto a nivel poblacional.
como desechos de los sueros de los establos y pestici- Si consideramos que el recurso agua en la zona
das desaparece, sin embargo, cuando hay vertimiento alta de la cuenca es escaso, que además es la zona de
directo por el túnel, se estima que llega el agua conta- mayor consumo de agua por el uso industrial, riego
minada a la corriente aguas abajo (Mendoza, 2010). y uso poblacional y que es en donde se concentra la
Por otro lado, el Distrito de Riego Tulancingo, ubi- mayor cantidad de población de la subcuenca, se ge-
cado en la parte alta de la subcuenca, se riega con nera toda una problemática en la gestión del recurso
aguas de la presa La Esperanza, con aguas residuales ya que las zonas medias carecerán de agua sobre todo
procedentes de la ciudad de Tulancingo y de munici- en la calidad adecuada para la población que habita
pios aledaños que descargan en la corriente principal, en esas zonas y que utiliza el recurso de las corrien-
y con el bombeo de pozos profundos, particulares en tes, como por ejemplo en el caso del distrito de Riego
su mayoría. En las zonas que no cuentan con agua para del Metztitlán que se alimenta de las agua del río del
riego o pequeños canales de irrigación, la agricultura mismo nombre.
practicada es la de temporal que es complementaria Dada esta situación, existen estudios realizados en
en su economía y básicamente para autoconsumo. la zona que están arrojando información relacionada a
Los mayores volúmenes están concentrados en la las consecuencias de la contaminación del agua en la
zona alta de la subcuenca la actividad textil y la fabri- zona agrícola de la región. De esta zona se han repor-
cación de productos lácteos, que está contaminado zo- tado algunos trabajos sobre la calidad del agua, como
nas de cultivos y acuíferos, y por consiguiente las co- los de Hernández-Acosta et al. (2006), donde se in-
rrientes de agua. A los volúmenes de descarte de las dica que las aguas del Río Tulancingo, están muy con-
industrias se añade los proporcionados por los siste- taminadas. Se han determinado valores por encima de
mas de drenaje municipales, a través de las redes de la norma de sólidos solubles, sólidos totales, oxígeno
abastecimiento para uso público urbano. A los usua- disuelto y coliformes fecales y totales. El 59% de los
rios de agua para uso industrial, se les cobra solo la cuerpos de agua están en la categoría de contaminados
tarifa por uso de agua para industrias, pero no hay un dentro del intervalo de ICA = 30 a 49, valores con los
cobro por contaminación de las corrientes. Sólo en el que el líquido solo podría tener uso industrial o agrí-
área de los municipio de Tulancingo y de Cuahutepec cola con tratamiento. Esta es la situación para la presa
Problemática de contaminación en la zona agrícola de La Reserva de la Biosfera Barranca 149
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Presencia de metales pesados en la Reserva de la
Biosfera Barranca de Metztitlán, Hidalgo, México
Resumen
La Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán es un área natural protegida por la gran diversidad de flora y
fauna existente en la misma. La zona es atravesada por un río de gran longitud que se extiende desde el muni-
cipio de Tulancingo hasta su desembocadura en la Laguna de Metztitlán, en la zona núcleo de la reserva. A lo
largo del cauce del río se ubican algunos asentamientos humanos y zonas industriales, que vierten aguas re-
siduales domésticas e industriales. Además, el agua del río es un recurso natural utilizado como agua de riego
para las zonas agrícolas, que con frecuencia por el efecto de arrastre y erosión se depositan en el agua agro-
químicos. De tal forma que se ha registrado la presencia de metales pesados en los suelos destinados para la
agricultura. En el presente trabajo se presenta una compilación de las diferentes investigaciones realizadas en
la zona, evidenciando la presencia de metales pesados en agua, suelo y organismos de la reserva.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
151
152 González-Salazar, López-Herrera, Monks, y Pulido-Flores
En la RBBM la actividad agrícola es de gran im- músculo, 80.400 en vísceras, 71.200 en branquias,
portancia, aproximadamente el 73% de la población 56.400 en huesos y piel 47.000 mg/100 g de base seca.
se dedica a esta actividad, en la modalidad de riego y Se determinó 161.100 en músculo, 80.400 en vísceras,
temporal. Principalmente se cultiva maíz-frijol, maíz- 71.200 en branquias, 56.400 en huesos y piel 47.000
calabaza, maíz-haba, chile, tomate de cascara y fru- mg/100 g de base seca de Na.
tales cómo el nogal. Los desechos y aguas residuales Posteriormente, López-Herrera y Gordillo-Martí-
son depositados en el río, y con el agua de éste se irri- nez (2008) determinaron la presencia de Al, Pb y Cd
gan los cultivos agrícolas que se producen en la Vega en Phaseolus vulgaris L. (plantas de frijol) y en Capsi-
de Metztitlán. Con la actividad agrícola, existe un in- cum annum L. (chile) en tres etapas del desarrollo (ve-
tenso uso de agroquímicos que contribuyen al incre- getativa, floración y llenado de fruto), los datos fueron
mento de la contaminación propiciando la acumula- tomados durante un ciclo de siembra en las localida-
ción de metales pesados en suelos destinados para la des de Puente Venados y Jilotla. Las concentraciones
agricultura (Pilon-Smits, 2005; Chen et al., 2007). de Al que registraron fue de 19 mg/kg en fruto, y de
Los cultivos agrícolas de maíz, trigo y alfalfa, entre 181 mg/kg en raíz de frijol; y de 105 mg/kg en hoja y
otros, son sembrados en los suelos contaminados, y de 75 mg/kg en raíz de chile. Mientras para Cd se en-
son irrigados con aguas residuales; estas plantas acu- contraron 9 mg/kg en hoja y 8 mg/ kg en raíz de fri-
mulan metales pesados en todas sus estructuras, pero jol, y 18 mg/kg en fruto y 22 mg/kg en hoja de chile.
principalmente en el tejido foliar (Lucho-Constantino El Pb se presentó en una concentración de 118 mg/
et al., 2005). kg en fruto y 130 mg kg-1 en tallo en frijol y 93 mg/kg
En la RBBM se han realizado diferentes estudios en fruto y 139 mg/kg en hoja de chile. De las cuanti-
que han registrado la presencia de metales pesados, ficaciones anteriores los valores de Al y Cd presentan
Pulido-Flores et al. (2005) reportaron la presencia de un nivel de fitotoxicidad de moderado a alto, mien-
31 elementos en agua del Río Venados, de los cuales tras que los valores de Pb presentan un nivel alto de
el Aluminio (Al), Arsénico (As), Berilio (Be), Cadmio fitotoxicidad (López-Herrera et al., 2007).
(Cd), Cloro (Cl), Fierro (Fe), Manganeso (Mn), Mercu- Ramírez-Avilés et al. (2012) obtuvieron mues-
rio (Hg) y Vanadio (V) sobrepasaron los límites máxi- tras de agua, sedimento y algunos peces de la espe-
mos permitidos por la (NOM-001-SEMARNAT-1996). cie Oreochromis niloticus en la laguna de Metztitlán
Posteriormente, Lozada-Zarate et al. (2007) mediante en épocas de secas y lluvia para analizar Hg, As, Cd,
el método EPA-3015 (EPA, 2007) y a través de emisión Cr, Mn y Pb. Detectando la presencia de Mn y Hg en
atómica con plasma acoplado inductivamente (ICP) agua en época de secas y lluvias, registrándose una
determinaron la concentración de Al, Cd, Calcio (Ca), mayor concentración en el periodo de secas, además
Cromo (Cr), Plomo (Pb), Magnesio (Mg), Potasio (K), estas concentraciones rebasaron los límites estableci-
Sodio (Na) y Zinc (Zn) en piel, branquias, músculo, dos por la legislación (LFDMA, 2009). En sedimento
hueso y vísceras de Cyprinus carpio, un pez exótico registraron la presencia de Hg, As, Cd, Cr y Mn a ex-
que se cultiva en la laguna de Metztitlán para consumo; cepción del Pb; las concentraciones de Hg y Mn, para
el Al se registró en todos los tejidos del pez, con mayor ambas épocas de muestreo sobrepasaron los están-
concentración en las branquias con 10.400, piel 9.900, dares establecidos por la legislación (OMEE, 1993),
vísceras 9.600, músculo 8.300 y huesos 8.200 mg/100 mientras que en los peces a excepción del As, se re-
g de base seca. El Cd y Cr no se detectaron, mientras gistraron concentraciones de Hg, Cd, Cr, Mn y Pb, los
que el Ca lo detectaron en concentraciones de 2395.600 cuales sobrepasaron los límites de metales pesados es-
en huesos, 247.000 en piel, 740.700 en branquias, tablecidos para consumo humano en la norma oficial
42.600 en músculo y en vísceras 23.900 mg/100 g de (NOM-027-SSA1-1993), cabe destacar que los peces
base seca. El Pb lo detectaron en mayor concentración de la especie O. Niloticus son de importancia econó-
en huesos 1.400 y en piel 0.900 mg/100 g de base seca, mica y comercial en la región.
pero no lo encontraron en músculo, branquias y vísce- Vázquez-Larios et al. (2013) cuantificaron Cd, Trió-
ras. El Mg también se bioacumuló en mayor cantidad xido de Cromo (Cr (VI)) y Pb en muestras de sedimen-
en los huesos con 609.500, branquias 396.500, mús- tos procedentes del Valle de Metztitlán, los valores de-
culo 301.500, vísceras 153.700 y piel 78.100 mg/100 terminados de estos metales estuvieron por encima la
g de base seca. Para el K lo encontraron 161.100 en norma (NOM-001-SEMARNAT-1996).
Presencia de metales pesados en La Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán 153
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Percepción de calidad de vida, contaminación
y riesgo en localidades rurales del Municipio
de Tecoanapa, Guerrero
Resumen
En el presente trabajo se realizó un análisis sobre la percepción de calidad de vida, contaminación y riesgo en
nueve comunidades rurales del Municipio de Tecoanapa, Guerrero. Para ello, se seleccionaron nueve comuni-
dades que cumplieran con tres aspectos: rezago social (muy alto, medio y muy bajo); ubicación (cerca de ríos);
y vivencias en conflictos y embates ambientales. Se levantó una encuesta a jefes de familia en febrero de 2014.
Registrando que el 70% de los habitantes afirmaron tener una buena calidad de vida. Al cuestionarlos sobre
contaminación, el 59.9% consideró que si existe y está asociada al agua. El 52.0% de la población percibió bajo
riesgo familiar ante los fenómenos naturales, sin embargo, la percepción cambio de acuerdo a la localización
geográfica de lalocalidad. Se concluye que la paradoja no fue ajena al estudio, porque los encuestados se dije-
ron satisfechos con su calidad de vida, a pesar de los grados de rezago social, y su percepción sobre contami-
nación y riesgo. Uno de los retos para los estudios ambientáles para mejorar la calidad de vida de la población,
es estudiar las zonas rurales. Con ello, se pueden generar alternativas de mitigación, además, de reconocer la
percepción del riesgo adjudicádo a problemas ambientales específicos en áreas rurales.
Palabras claves: Riesgo familiar, riesgo meteorológico, contaminación de agua, contaminación de aire y con-
taminación de suelo
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
155
156 L ó p e z - V e l a s c o , R o d r í g u e z - H e r r e r a , G o n z á l e z - G o n z á l e z , O l i v i e r - S a l o m é , y M o n t a l v o - M a r q u e s
población, no sólo en zonas urbanas cercanas a zonas Se aplicó una encuesta, previamente evaluada en
industriales (Guevara et al., 2014) sino también, en una prueba piloto, que fue aplicada por los integran-
localidades rurales. Por esto, es importante conocer tes del proyecto entre febrero y marzo de 2014. Se cal-
la percepción del riesgo y contaminación que tiene la culó una muestra para un universo pequeño con base
población rural sobre problemas ambientales y ries- a la siguiente fórmula (Rodríguez et al., 2014):
gos meteorológicos.
2
La presente investigación se realizó en nueve co- Z P(1 – P) N
n ≥ 2
munidades del Municipio de Tecoanapa, Guerrero, Z P (1 – P) + (N – 1) ε2 P 2
cercanas a los ríos de Tecoanapa y el Pericón; locali-
dades con vivencias en conflictos por el uso y manejo Donde:
de los recursos naturales (agua), embates ambientales ε = es el error de muestreo al 5%
como las Tormentas Ingrid y Manuel en 2014, y con Z = es el nivel de confianza en el rango Percenti-
grados de rezago social muy alto, medio y muy bajo. lar de 2.5 a 97.5
Las particularidades geográficas, ambientales y N = es el tamaño de la población (17,687
sociales de estas comunidades contribuyen para que habitantes)
la calidad de vida de sus habitantes esté sometida a n ≥ 170.721 ≈ 171 número de encuestas a aplicar
riesgos potenciales asociados a la presentación de des-
laves por fenómenos hidrometeorológicos y a pro- Se encuestó a jefes de familia que habitaban en
blemas de escases de agua por conflictos sociales. Es las comunidades mencionadas. El cuestionario es-
decir, la competencia por el recurso hídrico en la ca- tuvo compuesto, en su mayoría, de preguntas cerra-
becera municipal de Tecoanapa ha sido causa de con- das de opción múltiple, y en menor medida, por pre-
flictos a diferentes escalas, y a diferente intensidad, guntas abiertas. Los grandes temas que se abordaron
presentándose entre distintas comunidades en un in- en el cuestionario fueron: salud, buen gobierno, eco-
tento por controlar el recurso. Este tipo de situacio- nomía, educación, bienestar personal, seguridad so-
nes tienen efectos perjudiciales sobre las condiciones cial, riesgo, contaminación, tratamiento de Residuos
de vida de la población; este conflicto fue el motivo a Sólidos Urbanos (RSU) y vida comunitaria. Bajo es-
evaluar en esta investigación mediante el estudio de tos temas, el cuestionario se distribuyó en tres partes:
la percepción de la comunidad en relación a su cali- la primera se refirió a preguntas relacionadas con la
dad de vida, riesgo, contaminación y sus consecuen- cultura del cuidado del medio ambiente y los RSU; la
cias sobre la misma. segunda se refirió a educación, empleo y salud; la ter-
cera contempló vivienda, ingresos, buen gobierno, vida
Materiales y Métodos comunitaria y calidad de vida. Se efectuaron análisis
La investigación fue observacional, y para obtener in- estadístico descriptivo y bivariado.
formación se eligieron nueve comunidades que pre-
sentan los siguientes tres grados de rezago social: muy Resultados
bajo, medio, alto (Tabla 1). Ubicación geográfica. El municipio de Tecoanapa
se localiza a 950 metros sobre el nivel del mar, al su-
reste de Chilpancingo, ubicado entre los paralelos
Tabla 1. Localidades estudiadas y grado de rezago social
16°48’ y 17°11’ de latitud Norte y en los 99°09’ y 99°11’
Localidad Grado de rezago social de longitud Oeste respecto del meridiano de Green-
Tecoanapa Muy bajo wich. Limita al norte con los municipios de Mochitlán,
Barrio Nuevo Medio Quechultenango y Juan Ranulfo Escudero; al sur con
El Guayabo Medio San Marcos; al oeste con Ayutla, y al oeste nuevamente
Huamuchapa Alto
con San Marcos (Honorable Ayuntamiento del Muni-
Mecatepec Medio
Ocotitlán Medio cipio de Tecoanapa, 2014) (Figura 1).
El Pericón Medio El tipo de relieve lo distingue en tres formas: las
San Francisco Medio zonas accidentadas, localizadas en la parte noreste,
Xalpatláhuac Medio cubriendo un 8 % de la superficie; las zonas semi pla-
Fuente: Secretaria de Desarrollo Social, México, 2010. nas ocupan un 10 % de territorio, localizadas hacia el
Percepción de calidad de vida, contaminación y riesgo en localidades rurales 157
norte, comprende pequeños lomeríos con pendientes Para la encuesta se seleccionaron nueve localidades,
suaves; las zonas planas se encuentran en el sur, este de la muestra de residentes entrevistados, 52% fue-
y sureste del municipio, cubren una porción de 82 % ron mujeres y 47.4% hombres. El promedio de edad
con características constituidas de grandes planicies y de los encuestados fue de 47 años. El 25.7% terminó
algunas con pendientes suaves. De las principales ele- la secundaria y el 5.9% tuvo estudios de licenciatura.
vaciones con que cuenta el municipio se mencionan En relación a su situación laboral el 62% manifestó
los cerros del Limón, los Cimientos, la Estrella, Hua- no tener un empleo fijo, pues la mayoría son ejidata-
muchapa, Pochotillo y Culcolyos (Honorable Ayunta- rios y se emplean en trabajos agrícolas.
miento del Municipio de Tecoanapa, 2014). El 41.4% manifestó ganar entre $1,501.00 y $3,000.00
Este municipio está regado por los ríos Saucitos o pesos y el 38.2% menos de $1,500.00 pesos. A pesar
Lagartero, Tecoanapa, Tlaltenango, y el Mitlán; ade- de ello, el 77.0% de los entrevistados contestaron que
más, cuenta con los arroyos: Limoncitos, la Peña, Po- sus ingresos alcanzan para la alimentación familiar.
chote, Ocotitlán o Techale, Pochotillo, Chautipa, Tepa-
nole, Balsamar y el Encanto. En general el municipio Rezago Social de las nueve comunidades. De
de Tecoanapa está constituido por un total de 48 co- acuerdo al CONEVAL (2014) estas nueve localidades
munidades (Honorable Ayuntamiento del Municipio presentan deficiencias en educación, acceso a servi-
de Tecoanapa, 2014). De acuerdo al Consejo Nacional cios de salud, servicios básicos, calidad y espacios en
de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CO- la vivienda, y en activos en el hogar.
NEVAL, 2014), el municipio presenta un grado de re- En la Tabla 2, se presentan indicadores promedio
zago social alto desde el año 2000. Rezago social que de rezago social para las comunidades estudiadas. En
se expresa en 82.7% de la población total en situación ella se muestra que las comunidades registran en pro-
de pobreza; donde la pobreza extrema alcanza el 47.1% medio 57.4% del total de la población de 15 años y más
de la población del municipio. con educación básica incompleta.
158 L ó p e z - V e l a s c o , R o d r í g u e z - H e r r e r a , G o n z á l e z - G o n z á l e z , O l i v i e r - S a l o m é , y M o n t a l v o - M a r q u e s
Tabla 2. Porcentaje promedio de las poblaciones (total = Comparando las respuestas por localidad, se en-
17687 individuos) y de las indicadores de rezago social. Pro- contró que la comunidad de Tecoanapa identifico el
medio = Promedio de los porcentajes de las 9 localidades recurso agua como la principal fuente de contamina-
Rezago social Promedio ción en la localidad.
Los entrevistados del Pericón reconocieron al suelo
Población de 15 años o más analfabeta 18%
como el elemento más contaminado y, finalmente,
Población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela 4%
Huamuchapa es la localidad de mayor rezago social,
Población de 15 años y más con educación básica 57%
incompleta en donde los encuestados infirieron que la contami-
Población sin derecho-habiencia a servicios de salud 33% nación de aire es la que más les perjudica.
Viviendas con piso de tierra 10% Entre las enfermedades más recurrentes estuvo la
Viviendas que no disponen de excusado o sanitario 55% gripe (7.2%) y fiebre (5.9%), enfermedades que están
Viviendas que no disponen de agua entubada de 44% asociadas a la contaminación del ambiente, en parti-
la red pública cular de los ríos y por la proliferación del mosquito
Viviendas que no disponen de drenaje 57% que trasmite el virus del “dengue”. Esta enfermedad
Viviendas que no disponen de energía eléctrica 6% ocupa el primer lugar en importancia, después le si-
Viviendas que no disponen de lavadora 92% gue la diabetes (5.3%).
Viviendas que no disponen de refrigerador 42%
Más del 30% de las personas han asistido al me-
nos una vez al médico en el mes anterior a la encuesta,
En relación al acceso de la población a los servicios aunque más del 20% carece de seguridad social.
de salud, más de un tercio de la población (33.3%) no
cuenta con este servicio. El 55.1% de las viviendas no Percepción de riesgo. Sobre el tema de riesgo ante
disponen de sanitario; el 43.6% de las casas de ha- los fenómenos naturales, el 52% consideró poco el
bitación no cuentan con agua entubada; el 56.8% de riesgo que se vive ante manifestaciones hidrometeo-
las viviendas no disponen de drenaje, más del 90% rológicas. El 27.6% de las personas encuestadas con-
no cuentan con lavadora, y el 42.0% no cuentan con testó que el peligro era regular, y solo el 20% supuso
refrigerador. que era alto.
La perspectiva cambia cuando se analiza la apre-
Percepción sobre contaminación. Un 52.6% de ciación del riesgo por comunidad. En este aspecto, en
los residentes encuestados manifiesto que la condi- cinco comunidades los entrevistados consideraron de
ción de contaminación en su comunidad era grave; el alto riesgo la afectación de los fenómenos meteoroló-
42.8% contestó que era regular. Del total de encues- gicos (Tabla 4).
tados, el 59.9% identificó contaminación por agua, el En este aspecto coinciden las comunidades de El
23.7% describen que la causa de la contaminación en Guayabo, Barrio Nuevo, Mecatepec y San Francisco;
su comunidad es el aire, y sólo un 12.5% percibió con- y la localidad de mayor rezago social es Huamuchapa.
taminación en el suelo, y de manera general el 94.7% En el otro grupo, cuatro son las localidades que
relacionó la contaminación con alguna enfermedad percibieron como poco el riesgo de los fenómenos
(Tabla 3). hidrometeorológicos.
Tabla 3. Respuestas a la pregunta ¿Qué tipo de contamina- Tabla 4. Respuestas a la pregunta ¿Usted percibe riesgos
ción es la que más le afecta? familiares ante fenómenos naturales?
Localidad Aire Suelo Agua Ninguno Localidad Poco Regular Alto
Percepción sobre calidad de vida. Bajo las con- Los factores ambientales son las características
sideraciones señaladas en relación al rezago social en del vecindario/comunidad que pueden influir en la
el que vive la población, y la percepción sobre conta- calidad de vida, como: la presencia y acceso a servi-
minación y riesgo, un gran porcentaje (85.5%) de los cios, grado de seguridad y criminalidad, transporte
residentes encuestados manifestaron tener una buena y movilización, habilidad para servirse de las nue-
calidad de vida y sólo el 9.9% visualizaron tener una vas tecnologías que hacen la vida más simple. Tam-
muy buena calidad de vida. bién, las características del hogar son relevantes en
La percepción por comunidad varía, es decir, el determinar la calidad de las condiciones de vida (Pa-
100% de los encuestado de las comunidades de Oco- lomba, 2002).
titlán y Xalpatlahuac calificaron su calidad de vida En esta investigación más del 80% de los encues-
como buena; mientras que las comunidades de Te- tados percibieron tener buena calidad de vida, sin em-
coanapa y Huamuchapa coincidieron en los porcen- bargo la paradoja no fue ajena al estudio, porque los
tajes (83.0%) en cuanto a valorar su calidad de vida encuestados que participaron en el análisis se dijeron
como buena (ver Tabla 5). satisfechos con su calidad de vida, a pesar de su per-
Los entrevistados de El Guayabo y Barrio Nuevo cepción sobre contaminación de agua, suelo y aire,
dividieron su opinión en buena (50.0%) y muy buena y riesgos familiares que enfrentan ante los fenóme-
(50.0%). Los pobladores de Barrio Nuevo y San Fran- nos naturales.
cisco dividieron más sus consideraciones sobre su ca- Es importante señalar que este estudio fue explo-
lidad de vida, pues si más del 50% valoran tener una ratorio y descriptivo de las percepciones de calidad
buena calidad de vida, entre el 8% y el 13% percibie- de vida, riesgo y contaminación. En lo que se refiere
ron tener una muy mala calidad de vida (Tabla 5). a la percepción de riesgo y contaminación, la aprecia-
ción por la población estudiada podría implicar la so-
Discusión y Conclusiones cialización de una preocupación colectiva que gira en
torno a cuestionar el impacto que la contaminación
El concepto de calidad de vida representa un término
pueda ejercer sobre sus comunidades y áreas natura-
multidimensional que significa tener buenas condi-
les (Conde, 2007).
ciones de vida ‘objetivas’ y un alto grado de bienes-
Si bien, los resultados muestran una perspectiva
tar ‘subjetivo’; también incluye la satisfacción colec-
general del problema, pueden permitir tomar estos es-
tiva de necesidades. Es un concepto multidimensional
tudios como una oportunidad para dirigirse a las au-
e incluye aspectos del bienestar material y no mate-
toridades competentes en relación a protección civil y
rial, objetivos y subjetivos, individuales y colectivos
cuidado del medio ambiente, a fin de evaluar los gra-
(Palomba, 2002).
dos de riesgo y contaminación ambiental que enfren-
En otros términos en la calidad de vida intervie-
tan estos núcleos poblacionales que habitan en zonas
nen otros factores como: factores materiales, facto-
rurales y que afectan su calidad de vida.
res ambientales, factores sociales, políticas públicas
y factores subjetivos.
Literatura citada
Conde, F. 2007. La percepción social de los riesgos en Sa-
Tabla 5. Percepción sobre calidad de vida de la población lud Pública en la Comunidad de Madrid. De la percep-
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El arbolado de los espacios públicos abiertos
de la zona de monumentos del centro histórico
de la Ciudad de Puebla
Resumen
Los conglomerados humanos, presentan espacios públicos abiertos (EPA´s), sobre todo arbolados, con funcio-
nes estéticas, sociales y ambientales. Se requiere información e indicadores con un enfoque ecológico, para
que su atención descanse sobre una planeación documentada. Así, se pretende conocer la composición arbó-
rea, su distribución y la biodiversidad en los Espacios Públicos Abiertos (EPA´s) de la Zona de Monumentos del
Centro Histórico de la Ciudad de Puebla (ZMCHP). Por tanto, se contaron los especímenes, se ubicaron en los
EPA´s y se identificaron. Para determinar la biodiversidad se aplicó el Índice de Diversidad de Shannon-Wiener
(H´). En 25 EPA´s, se censaron 1,120 individuos comprendiendo 29 especies y 16 familias. Se percibe cierta re-
lación directamente proporcional entre la extensión de los EPA´s y la frecuencia de individuos. Para los indivi-
duos juveniles, Ficus retusa (Laurel) dará paso a Ficus benjamina (Ficus) como la especie más representativa. La
diversidad en la mayoría de los EPA´s (19) se aprecia por encima del 0.5 por lo que hay cierto equilibrio en la
abundancia entre las especies. Dos EPA´s solo tienen una especie. Se recomienda que se reforeste con espe-
címenes de las especies: Juniperus (tascate, enebro), Quercus (encinos), Pinus (pinos), Leucaena (guaje), Arbu-
tus (madroño), Agave (maguey, yuca), Yuca (izote o yuca), Platanus (sicomoro), Buddleia (tepozan), Morus (ár-
bol de mora), Pronus (capulín), Ipomoea (cazahuate) entre otros.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
161
162 Gutiérrez-Pacheco, Silva-Gómez, Toxtle-Tlamani, y Hernández-Zepeda
“islas de calor” (Granados y Mendoza, 1992; Secretaría ONU-Banco Mundial de 1988 y la “Conferencia de
del Medio Ambiente del Distrito Federal, 2008). La Hábitat II” de 1993 en Estambul con “Indicadores de
disminución de la contaminación urbana, disipando Desarrollo Urbano” como: infraestructura urbana,
la polución del aire, amortiguando los ruidos desagra- transporte, medio ambiente y otros.
dables, enmascarando los malos olores y ocultando Así que, bajo la lógica de que “mejor información
las vistas indeseables (Rivas, 2001). La protección produce mejores políticas y mejores políticas arrojan
a otros recursos evitando la erosión hídrica, favore- mejores resultados”, conocer el fenómeno urbano se
ciendo la infiltración del agua y la recarga de acuífe- ha convertido en una acción estratégica. Sin embargo,
ros, y contribuyendo a la generación de oxígeno a tra- a nivel nacional, estatal y municipal se carece de un
vés de sus procesos fotosintéticos (Rodríguez, 2003; sistema que integre ordenadamente la información
Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal, que existe y la que se produce cotidianamente sobre
2008). Siendo elemento decisivo en el sostenimiento los procesos urbanos.
de la biodiversidad en la medida en que se convier- El interés es pues, contar con una herramienta es-
ten en fuente de alimento y abrigo para la fauna sil- tadística confiable para la toma de decisiones, por lo
vestre, ya que a causa de la depredación y persecución que la creación de un sistema de indicadores para el
de que ésta es objeto, muchas especies de aves, repti- desarrollo urbano debe facilitar el manejo de infor-
les y mamíferos encuentran su último refugio en jar- mación estructurada, congruente entre si y sistema-
dines privados y públicos (Rivas, 2001). Así mismo, tizada que permita conocer el estado actual de la ciu-
contribuyen en la recreación y salud mental de los ciu- dad midiendo aspectos específicos como la densidad
dadanos impactando positivamente en su estado de (habitantes por hectárea), longitud y clasificación de
ánimo y sus emociones (Martínez y Chacalo, 1994), y la red vial, estado de los espacios públicos abiertos
desempeñando funciones importantes en la arquitec- entre otros.
tura, como: definición y articulación de espacios, cons- A la par de los esfuerzos por generar indicadores
trucción de pantallas o cortinas, control de la privaci- urbanos como los señalados, se hace imprescindible
dad y realce del paisaje (Granados y Mendoza, 1992). incorporar conceptos como la sustentabilidad y parti-
Respecto a los procesos de sociabilización que se cipación social de tal manera que se transite de la idea
generan en los espacios, encontramos aquellos que tie- de la gestión urbana como una responsabilidad única
nen que ver con la apropiación, desde la infancia con de los gobiernos, a una en que se comprenda que las
el juego, de los espacios públicos abiertos por parte actividades de planeación y solución de los problemas
de los ciudadanos, lográndose así que dichos espacios son una responsabilidad compartida entre estado, ca-
se constituyan en remansos para la reapropiación del pital y sociedad civil (Friedman, 1999; Villasis, 2005).
individuo hacia su ciudad y convirtiéndose con ello Esta nueva planeación comprende cuatro dimen-
dichos espacios en “paisajes participativos” es decir, siones: económica, física, socio-cultural y ambiental.
elementos centrales de la vida urbana que reflejan La dimensión económica comprende la diplomacia de
la cultura, creencias y valores (Baylina et al., 2005). la ciudad; la física incluye el transporte, uso de suelo,
Estos espacios son fundamentales por lo ya refe- diseño urbano y otros; la socio-cultural, inmigración,
rido en un mundo que se urbaniza a pasos acelerados multiculturalidad y sectores vulnerables entre otros, y
y que sin embargo este, como la mayoría de los fenó- la ambiental, el uso de agua, contaminación de agua y
menos que caracterizan a dicho proceso han sido muy aire, desechos sólidos, planeación de espacios abiertos
poco documentados y por ende, muy poco entendidos. y otros (Friedman, 1999). Con esta nueva perspectiva
Esto como resultado de que los sistemas de medición y con la participación de los diferentes agentes sociales
del crecimiento urbano se evidencian inadecuados e como se pueden abordar los problemas urbanos con
incompletos a más de que muy pocas ciudades en el miras a lograr el “reequilibrio territorial”.
mundo producen, en forma sistemática y seria, in- Así, este trabajo busca colaborar fundamental-
dicadores urbanos para medir dicho fenómeno (Ló- mente en la construcción de la dimensión ambiental
pez, 2005). bajo la premisa que el estudio de los EPA´s blandos
Por lo tanto, se hace necesario mejorar el cono- debe abordarse fundamentados en un enfoque ecoló-
cimiento sobre lo urbano a tono con acciones como gico como el indicado por el Programa sobre el Hom-
el “Programa de Indicadores de Vivienda” de la bre y la Biósfera (MAB) de la UNESCO; que parte de
El arbolado de los espacios públicos abiertos de la zona de monumentos del la Ciudad de Puebla 163
la idea de considerar a las ciudades como sistemas y ordenadas; así como un diseño, aplicación y sanción
ecológicos complejos con funciones y estructuras de- de las normas conducentes de forma más completa.
finidas. Por esto, diversos grupos de investigación se La zona de estudio arriba referida se denomina así
han dado a la búsqueda de marcos conceptuales que por concentrarse en ella el mayor número de edificios
puedan explicar el origen y función de la diversidad catalogados como patrimonio, que comprende el polí-
biológica, con el propósito de elaborar proyectos fac- gono de la 11 Norte-Sur, 18 Poniente-Oriente, Boule-
tibles de manejo y conservación, en los sistemas ur- vard 5 de Mayo, y la 17 Poniente-Oriente (Terán, 1996).
banos. Estos estudios han permitido observar que, Un elemento adicional de relevancia, por lo que el es-
como señala López-Moreno y Díaz-Betancourt (1998) tudio del arbolado es importante en estos espacios, lo
citando a su vez a Holfftery Ezcurra (1992), “la biodi- constituye el hecho de que los edificios de la ZMCHP
versidad es una respuesta del proceso evolutivo que presentan características arquitectónicas particulares
se manifiesta en la presencia de diferentes estrategias que los hace estar catalogados como patrimonio his-
o modos de ser para la vida” en concordancia preci- tórico, y para el caso de los que circundan alguno de
samente con el hecho de que los sistemas urbanos es- los EPA´s debe observarse que los árboles presentes
tán compuestos, además del hombre y sus mascotas, en estos, estén en equilibrio con el patrimonio edifi-
por especies silvestres tanto de plantas como de ani- cado y no constituyan un elemento que potencie su
males (nativos e introducidos) que se han adaptado deterioro u obstaculice su apreciación.
con éxito a los nuevos hábitats que prevalecen en los La Ciudad de Puebla se encuentra en la provin-
ecosistemas urbanos. cia fisiográfica del eje neovolcánico, correspondiente
Así, los estudios desarrollados sobre la diversidad a la subprovincia de los lagos y volcanes de Anáhuac.
biológica en sistemas urbanos se han agrupado en cua- En el estado de Puebla, la ciudad del mismo nom-
tro categorías correspondiendo la primera a recopila- bre se localiza en la parte centro-oeste y en el valle de
ciones descriptivas relativas al número de especies de Puebla en la posición centro-sur con una altitud pro-
diferentes grupos, en áreas de muestreo de distintos medio de 2,000 msnm. La zona de asentamiento se
tamaños (López-Moreno y Díaz-Betancourt, 1998). En caracteriza por su topografía plana con un ligero de-
México, como reporta Moreno (2001) y otros, estudios clive en dirección noreste-sur con pendientes meno-
con este enfoque y características es una concepción res de 2o. Esta uniformidad es solo interrumpida por
relativamente reciente por lo que no se cuenta con es- cerros de poca altura periféricos a dicha ciudad (Di-
tudios básicos, precisos y confiables sobre el metabo- rección de Medio Ambiente y Ecología del Municipio
lismo de las ciudades. de Puebla, 2005).
Por lo tanto, basados en este enfoque se busca con El tipo de clima predominante es el templado sub-
este trabajo conocer la composición arbórea, la dis- húmedo con régimen de lluvias en verano, y la tempe-
tribución de los especímenes y la biodiversidad en los ratura presenta una media de 20 °C. El registro anual
EPA´s de la Zona de Monumentos del Centro Histó- de la temperatura reporta su mínimo en el mes de
rico de la Ciudad de Puebla (ZMCHP). Para contribuir enero y su máximo en el mes de mayo (Ayuntamiento
en la optimización los servicios que los EPA´s propor- de la Ciudad de Puebla, 2005).
cionan a la ciudadanía a través de aumentar nuestro La Ciudad de Puebla fue fundada el 29 de septiem-
conocimiento sobre las características y el estado de bre de 1531, en un lugar llamado Cuetlaxcoapan que
los árboles, organizar las actividades relacionadas con quiere decir “Donde las Serpientes Cambian de Piel”
su mantenimiento, la integración de este componente por Fray Toribio de Benavente, a quien los indígenas
con la arquitectura del paisaje, el urbanismo, la arbo- llamaban “Motolinía”. (I.C.S.H, BUAP, 1994; Gonzá-
ricultura, la jardinería y la educación ambiental, las lez, 2000).
especies que una vez en su madurez se convierten en Estos son pues los inicios de lo que hoy es una de
un peligro, la pertinencia o impertinencia de la siem- las ciudades y zonas metropolitanas más grande de
bra de ciertas especies en espacios definidos (plazas, la República Mexicana y lo que fue su trazo original,
parques y plazuelas). Todo esto como un paso necesa- hoy conforma el Centro Histórico el cual ha sido re-
rio para una mejor gestión de este patrimonio en ac- conocido como un patrimonio histórico y cultural im-
ciones como una guía para la sustitución de arbolado portante, por lo que el 16 de Noviembre de 1977 fue
inapropiado con acciones de reforestación coherentes declarado Zona de Monumentos Históricos y el 11 de
164 Gutiérrez-Pacheco, Silva-Gómez, Toxtle-Tlamani, y Hernández-Zepeda
Acacia 1 1
Araucaria 1 2 3
Casuarina 34 2 1 37
Naranjo 1 1
Limón 3 2 5
Cedro blanco 5 5 18 1 2 1 2 1 35
Cedro limón 4 2 1 10 111 5 1 134
Ciprés Italiano 1 7 2 3 5 1 11 36 2 5 73
Níspero 3 1 4
Colorín 1 1 1 3
Eucalipto 11 11
Ficus 3 1 2 3 21 18 2 3 2 3 14 22 4 28 1 4 16
147
Palo de hule 3 2 1 2 1 3 12
Laurel 9 13 11 2 31 4 1 2 50 49 9 4 32 10 8 3 2 240
Fresno 87 31 9 8 5 1 8 4 24 2 2 14 8 9 3 2 217
Grebilia 1 1 2
Jacaranda 5 1 3 1 8 2 3 2 25
Sabino 4 1 5 1 11
Trueno 5 4 7 1 1 12 2 9 41
Ahuacate 1 1 1 3
Palma datilera 2 19 1 1 2 11 2 38
Capulín 3 3
Chabacano 1 1
Durazno 1 1 2
Pirú 1 2 1 2 6
Tulipán de la India 4 4 8
Yuca 12 12 4 2 4 2 2 3 41
Palma Abanico 15 15
Zapote blanco 1 1
Total 144 28 123 56 40 11 30 82 8 3 3 11 22 57 256 29 41 15 16 93 11 13 3 6 19
1120
EPA´s: 1: Parque de San José, 2: Parque de San Pablo de los Frailes, 3: Parque de Enamorados, 4: Plazuela Carmen Serdán Alatriste, 5: Plaza de San Francisco, 6: Plaza poste-
rior de la Iglesia de Dolores, 7: Parque de la 12 Poniente y 5 de Mayo, 8: Jardín Álvaro Obregón, 9: Jardín del Barrio del Artista, 10: Plazuela del Parián, 11: Plazuelas adjuntas
al Teatro Principal, 12: Plaza del Teatro Principal, 13: Parque de San Luis, 14: Calle 5 de Mayo, 15: Zócalo, 16: Plazuela de los Sapos, 17: Plazuela Sor Juana Inés de la Cruz, 18:
Parque Luis Donaldo Colosio Murrieta, 19: Plaza de Santa Inés, 20: Parque del Carmen, 21: Plaza de la Democracia, 22: Plaza John Lennon, 23: Plazuela Cuco Sánchez, 24: Jar-
dín del Boulevard y Palafox, 25: Plazuela Vicente Lombardo Toledano.
Gutiérrez-Pacheco, Silva-Gómez, Toxtle-Tlamani, y Hernández-Zepeda
El arbolado de los espacios públicos abiertos de la zona de monumentos del la Ciudad de Puebla 167
en extensión menor, sí están por debajo de la media. (217) mientras que las especies con menor frecuen-
Además, para estos EPA´s, se adiciona el hecho de cia de individuos son la Acacia retinoides (uno), Ci-
que el primero es un área con muchos locales comer- trus sp. (uno), Prunus ameniaca (uno) y Casimiroa
ciales y el segundo, de los tres especímenes que pre- edulis (uno).
senta, son de talla grande. En la Tabla 4 se representa el porcentaje que las
En la Tabla 3 y la Figura 2, se observa las frecuen- especies obtienen en comparación con el total del ar-
cias totales que presentaron las especies encontra- bolado censado. En esta se distingue que las especies
das durante el censo, nos permiten ver que las espe- que presentan mayor porcentaje de individuos censa-
cies con mayor número de individuos en la zona de dos respecto al total son el Ficus retusa con el 21.3%,
estudio son el Ficus retusa (240) y el Fraxinus uhdei el Fraxinus uhdei con el 19.3%, el Ficus benjamina
Figura 2. Frecuencias totales de las especies. Ac = Acacia; Ar = Araucaria; Ca = Casuarina; Na = Naranjo; Li = Limón; CB
= Cedro Blanco; CL = Cedro Limón; CI = Ciprés Italiano; Ni = Níspero; Co = Colorín; Eu = Eucalipto; Fi = Ficus, PH = Palo
de Hule; La = Laurel; Fr = Fresno; Gr = Grebilia; Ja = Jacaranda; Sa = Sabino; Tr = Trueno; Ah = Ahuacate; PD = Palma Da-
tilera; Ca = Capulín; Ch = Chabacano; Du = Durazno; Pi = Pirú; TA = Tulipán Africano; Yu = Yuca; PA = Palma Abanico; ZB
= Zapote Blanco.
168 Gutiérrez-Pacheco, Silva-Gómez, Toxtle-Tlamani, y Hernández-Zepeda
% 19 0.2 2.2 1 3.7 0.3 3 0.3 0.1 0.2 1 1 3.7 1.3 0.1
Especies: Ac = Acacia; Ar = Araucaria; Ca = Casuarina; Na = Naranjo; Li = Limón; CB = Cedro Blanco; CL = Cedro Limón; CI
= Ciprés Italiano; Ni = Níspero; Co = Colorín; Eu = Eucalipto; Fi = Ficus; PH = Palo de Hule; La = Laurel; Fr = Fresno; Gr =
Grebilia; Ja = Jacaranda; Sa = Sabino; Tr = Trueno; Ah = Ahuacate; PD = Palma Datilera; Ca = Capulín; Ch = Chabacano; Du
= Durazno; Pi = Pirú; TA = Tulipán Africano; Yu = Yuca; PA = Palma Abanico; ZB = Zapote Blanco.
con el 13.1%, el Cupressus macrocarpa con el 12%, y de los Enamorados con 11 especies y el Parque de la
el Cupressus sempervirens con el 6.5%. Iglesia de San Pablo de los Frailes con 10 especies. Los
La Tabla 5 permite relacionar cada EPA con el nú- EPA´s que menor riqueza presentan (una especie) son
mero total de especies presentes en cada uno de ellos, la Plaza del Teatro Principal y la Plazuela Cuco Sán-
el total de individuos, la especie más común con su nú- chez. También se observa que especie, de las existen-
mero de individuos, el número de juveniles y la espe- tes en cada EPA, es la que presenta mayor número de
cie que presenta mayor número de juveniles. individuos en cada uno de estos. Las especies que en
Se puede observar que el Parque de San José es el mayor medida presentan esta condición son el Ficus
que mayor riqueza de especies presenta (15 especies) retusa (11 EPA´s), el Ficus benjamina (seis EPA´s) y
y le siguen en este aspecto el Zócalo con 14 especies, el Fraxinus uhdei (cuatro EPA´s).
el Jardín Álvaro Obregón con 12 especies, el Parque Respecto a la población juvenil de la zona de
estudio, en este mismo cuadro se puede observar benjamina es la especie que en mayor número de
que 19 de los EPA´s presentan especímenes juveni- EPA´s coincide en cuanto a mayor número de juve-
les mientras que seis EPA´s solo presentan indivi- niles con la especie más común (cuatro EPA´s) y tam-
duos adultos. Así mismo, se puede observar cual es- bién es la que en mayor número de EPA´s presenta
pecie de cada EPA es la que presenta mayor número mayor frecuencia de juveniles en contraste con la es-
de individuos juveniles respecto a la especie más co- pecie con más frecuencia total (tres EPA´s).
mún actualmente y al número de individuos totales. En la Tabla 6 también se introduce el concepto de
Así, la especie que mayor frecuencia de juveniles pre- especies de talla pequeña y mediana y especies de ta-
senta en más número de EPA´s es el Ficus benjamina lla grande lo cual es un elemento importante que con-
(siete). Otras especies también están representadas sideran las dependencias en sus programas de man-
de esta manera aunque en solo dos o un EPA: Fraxi- tenimiento de arbolado y reforestación. Cabe hacer la
nus uhdei (dos), Cupressus sempervirens (dos), Ficus observación que el concepto talla pequeña y mediana
retusa (dos), Phoenix datilifera (uno), Cupressus lu- o talla grande para este trabajo, tiene que ver no solo
sitánica (uno), Washintoniana robusta (uno), Yuca con la altura del espécimen sino también contempla
elephantipes (uno), Cupressus macrocarpa (uno) y las características de sus raíces considerando como de
Citrus sp. (uno). talla pequeña y mediana a aquellas raíces que sobre
En la Tabla 6 podemos observar concentrados los todo penetran hacia lo profundo del suelo, como en
datos respecto a aquellas especies que presentan el el caso del Cupressus lusitánica o el Cupressus ma-
mayor número de especímenes juveniles por EPA. En crocarpa y de talla grande a aquellas raíces que so-
la primera columna tenemos las especies que presen- bre todo tienden a extenderse a nivel del suelo como
tan juveniles en los EPA´s. En la segunda columna el es el caso del Ficus retusa o el Fraxinus uhdei. Otra
número de EPA´s en los que la especie más común característica contemplada es el si son frutales o no,
es la misma con el mayor número de juveniles. En la como en el caso del Citrus sp., que se colocó en el ru-
tercera columna están aquellos en los que la especie bro de especies de talla grande por ser frutal. Esto úl-
más común es diferente a la que presenta mayor nú- timo porque el uso de frutales está en desuso en los
mero de juveniles. En la cuarta y quinta columnas se EPA´s por considerarse que en la época de cosecha en-
enumeran los EPA´s cuyas especies con individuos ju- sucian el lugar con los frutos caídos y no aprovecha-
veniles se consideran árboles de talla pequeña y me- dos. El resultado en la Tabla 5 indica que 14 EPA´s
diana o árboles de talla grande. tienen como juveniles más comunes a especies de ár-
Con relación a la especie con mayor frecuencia de boles de tallas pequeña y mediana mientras que cinco
juveniles por EPA y la especie con mayor frecuencia los tiene de especies de talla grande.
total por el mismo EPA, se tiene que nueve de los es- Dado que el arbolado es un componente dinámico
pacios presentan a la misma especie, mientras que en tanto son poblaciones de seres vivos, con base a
10 presentan una especie con mayor frecuencia de estos resultados podemos de alguna manera prever
juveniles diferente a la especie con mayor frecuencia la composición poblacional que presentará la zona
total. En vista a los datos que se presentan, el Ficus de estudio en un mediano plazo siempre y cuando
Tabla 6. Especies con mayor número de juveniles en los EPA´S y su relación con la especie más común en cuanto a adultos
Especie Similar Diferente Talla pequeña y mediana Talla grande
Fresno 2 EPA´s 0 0 2
Ciprés Italiano 2 EPA´s 0 2 0
Palma Datilera 0 1 EPA 1 0
Cedro Blanco 0 1 EPA 1 0
Palma Abanico 0 1 EPA 1 0
Laurel 1 EPA 1 EPA 0 2
Ficus 4 EPA´s 3 EPA´s 7 0
Yuca 0 1 EPA 1 0
Cedro Limón 0 1 EPA 1 0
Naranjo 0 1 EPA 0 1
Total 9 EPA´s 10 EPA 14 5
170 Gutiérrez-Pacheco, Silva-Gómez, Toxtle-Tlamani, y Hernández-Zepeda
las tendencias observadas en cuanto a las políticas de para tales fines y así evitar acciones emergentes. Tal
atención se mantengan ya que hay que recordar que es el caso de los árboles de la Plaza John Lennon y de
estos espacios experimentan una constante interven- la Plazuela de los Sapos que por su crecimiento exce-
ción humana y no discurren de acuerdo a dinámicas sivo se les debió aplicar prácticas que no son recomen-
naturales intrínsecas. En vista a los datos que se pre- dables como las podas de despunte que rompen total-
sentan, la composición tiende a modificarse teniendo mente con la estructura y estética de los especímenes.
al Ficus benjamina como una especie que se perfila (Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Dis-
en los próximos años para posicionarse como la más trito Federal y Banco Interamericano de Desarrollo,
representativa en los EPA´s en detrimento del Ficus 2000; Acuerdo del Honorable Cabildo del Munici-
retusa. Estas proyecciones están en concordancia con pio de Puebla del 29 de Septiembre del 2004, 2005).
la idea circulante en las dependencias encargadas de Respecto a los resultados sobre biodiversidad, des-
parques y jardines de la ciudad, de que el Ficus retusa pués de haberse aplicado el índice de Shannon Wiener
es una especie altamente agresiva para la infraestruc- (H´), en la Tabla 7 se expone la diversidad máxima hi-
tura mientras que el Ficus benjamina es una especie potética (lnS=H´max ) para cada EPA en función del
de menor talla y agresividad. número de especies presentes en cada uno de ellos, el
Dada esta situación, con base en este trabajo, se índice de diversidad (H´) que representa la diversi-
podría generar un programa de seguimiento y aten- dad relativa de cada EPA, así como la proporción que
ción individualizado para los 1,120 especímenes de la la diversidad relativa de cada EPA representa en fun-
zona de estudio y con ello determinar las acciones a ción de su diversidad máxima posible.
seguir en cuanto al mantenimiento o sustitución de Con base en los resultados que arroja el índice, se
aquellos árboles que así lo requieran o que ya hayan puede ver que contra lo esperado para espacios fuer-
llegado al fin de su vida útil, con un programa ad hoc temente impactados por el ser humano, la diversidad
en la mayoría de estos (19 EPA´s) se aprecia por en- Finalmente, se espera que con este trabajo se sien-
cima del 0.5, esto es que respecto a las especies pre- ten las bases para que en futuros trabajos, se generen
sentes la abundancia de alguna de ellas en detrimento indicadores de estado para los EPA´s de la ZMCHP,
de las demás no es tan acentuada sino que hay cierto buscando también que tales indicadores se constitu-
equilibrio en la proporción de especímenes entre ellas. yan en la herramienta para evaluar el estado de los
Esto también se ve fortalecido por el hecho de que va- EPA´s de ciudades del país con centros históricos.
rios de los EPA´s presentan pocas especies con pocos
especímenes en total.
Se observa que dos EPA´s no muestran resultado Bibliografía
en cuanto a su diversidad ya que al presentar solo
Acuerdo del Honorable Cabildo del Municipio de Puebla
una especie el hablar de abundancia o diversidad no del 29 de Septiembre del 2004. 2005. Criterios y espe-
tiene sentido. cificaciones técnicas bajo las cuales se deberá realizar la
poda, el trasplante y el derribo, así como la forestación
Conclusiones y Recomendaciones y reforestación del arbolado en zonas urbanas del Mu-
nicipio de Puebla. Honorable Ayuntamiento del Muni-
Los resultados de este trabajo sientan las bases cog-
cipio de Puebla. Periódico Oficial del Gobierno Cons-
nitivas que permitirán la generación de indicadores titucional del Estado de Puebla, 11 de marzo del 2005.
para un mejor seguimiento en el futuro de las con- Puebla, Puebla, México.
diciones de los EPA´s, su mejor atención por las de- Ayuntamiento de la Ciudad de Puebla. 2005. Programa Mu-
pendencias correspondientes y con ello lograrse que nicipal de Desarrollo Urbano Sustentable para el periodo
proporcionen un mejor servicio comunitario con un 2005-2008. Honorable Ayuntamiento del Municipio de
menor gasto de recursos tanto humanos como mone- Puebla. Puebla, Puebla, México. 845 p.
tarios. Así mismo, este trabajo puede servir ya en el Baylina, M., M. Prats, y A. Ortiz. 2005. Espacios de juego
estado en que se concluye como documento de con- como escenarios educativos urbanos. Red de Investiga-
sulta a quien se interese en la atención de los EPA´s, ción Urbana. México. Ciudades 67:20-24.
permitiendo que la atención no se realice a ciegas sino Calderón de, R. G., y J. Rzedowski. 2001. Flora fanerogá-
de forma planeada, a los espacios que lo requieren y mica del Valle de México. Instituto de Ecología A. C. y
en los aspectos en que verdaderamente se necesita. CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y
Uso de la Biodiversidad). Distrito Federal, México. 400 p.
Además, de los resultados obtenidos se puede re-
comendar a las instancias pertinentes el trabajar en Dirección de Medio Ambiente y Ecología del Municipio de
Puebla. 2005. Diagnóstico Ambiental del Municipio de
un programa de atención al arbolado y en su caso de
Puebla. Honorable Ayuntamiento del Municipio de Pue-
sustitución por especímenes adecuados para estos lu- bla. Puebla, Puebla, México. 798 p.
gares; atendiendo aspectos de talla de los mismos, que
Friedman, J. 1999. El reto de la planeación en un mundo
sean especímenes de la región, propiciando mayor di- sin fronteras. Ciudades 42:3-6.
versidad de especies, dimensiones de los EPA´s, pre- Gobierno del Estado de Puebla. 2009. Centro Histórico de
sencia o no de edificios históricos en la periferia de Puebla. Gobierno del Estado de Puebla. Página en red:
estos, entre otros. www.puebla.gob.mx. (consultada 23 de marzo, 2013).
Al reconocer que los EPA´s son sistemas ecológi- González, R. A. E. 2000. Cambios en la gestión del agua y
cos complejos; es pertinente ahondar en este aspecto del saneamiento en la Ciudad de Puebla, 1988-1994. Ins-
recomendando que los especímenes adecuados para tituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Dis-
acciones de reforestación sean aquellos que por ser trito Federal, México. 235 p.
propios de la región, generen hábitats propicios para Granados, S., y A. Mendoza. 1992. Los árboles y el ecosis-
diversos géneros de fauna también propia de la re- tema urbano, Universidad Autónoma Chapingo. Estado
gión y de tallas mediana y grande dependiendo de de México, México. 135 p.
las características del EPA en cuestión. Así, se reco- Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades. 1994. La Ciu-
mienda reintroducir especimenes de los géneros Ju- dad de Puebla. Patrimonio Cultural 1:132.
niperus, Quercus, Pinus, Leucaena, Arbutus, Agave, López, M. E. 2005. Urbanización y observatorios locales.
Yuca, Platanus, Buddleia, Morus, Pronus, Ipomoea Ciudades 68:2-10.
entre otros, pues su presencia es prácticamente nula López-Moreno, I. R., y M. E. Díaz-Betancourt. 1998. Urba-
nización y Biodiversidad. Ciudades 38:8-13.
en los EPA´s en cuestión.
172 Gutiérrez-Pacheco, Silva-Gómez, Toxtle-Tlamani, y Hernández-Zepeda
Martínez, G., y H. Chacalo. 1994. Los árboles de la ciudad de Federal y Banco Interamericano de Desarrollo. 2000.
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Autónoma Metropolitana, Distrito Federal, México. 165 p. Árboles y Arbustos de la Ciudad de México. Distrito Fe-
Moreno, C. E. 2001. Métodos para medir la biodiversidad. M deral, México. 63 p.
y T-Manuales y Tesis SEA Vol. 1. Zaragoza, España. 243 p. Suárez, A. S., y Q. E. F. Robles. 2005. Dasonomía Urbana
Rivas, T. 2001. Importancia y ambiente de los bosques y ár- del Municipio de Oaxaca de Juárez, Oaxaca. Universi-
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Secretaría del Medio Ambiente del Gobierno del Distrito dad urbana y observatorios. Ciudades 68:21-27.
Plantas útiles de tres municipios (Metztitlán,
Atotonilco el Grande y Huasca de Ocampo)
de la Reserva de la Biosfera Barranca
de Metztitlán, Hidalgo, México
Resumen
Existen muy pocos trabajos etnobotánicos realizados en la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán, por
lo que el objetivo de este estudio fue generar un listado preliminar de plantas útiles de la Reserva. Se aplica-
ron entrevistas a habitantes de localidades ubicadas en la zona, para colectar las plantas útiles mencionadas
se hicieron recorridos de campo en compañía de informantes, posteriormente las especies fueron identifica-
das con el uso de claves dicotómicas. Se registraron 83 especies de plantas útiles, distribuidas en 39 familias
y 20 categorías de uso, siendo la medicinal la mejor representada por número de especies. Conocer el uso y
manejo de la flora en áreas naturales protegidas es un punto de partida para desarrollar propuestas viables de
aprovechamiento sostenible, que tengan como objeto la conservación de la biodiversidad y su conocimiento
tradicional asociado.
Palabras clave: Etnobotánica, conservación, área natural protegida, conocimiento tradicional, plantas medicinales
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
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174 Villavicencio-Nieto, Pérez-Escandón, y López-Gutiérrez
desierto de Chihuahua y Sonora, funcionando actual- En este sentido, se presenta un listado preliminar
mente como corredor biológico de las zonas áridas en sobre las plantas útiles de la Reserva de la Biosfera Ba-
el altiplano central del país. Debido a esta aislación rranca de Metztitlán registradas en los municipios de
geográfica el ecosistema en Metztitlán mantiene una Metztitlán, Atotonilco el Grande y Huasca de Ocampo,
diversidad rica de especies endémicas, por lo que es lo cual puede contribuir en los planes de conservación
considerada como un refugio pleistocénico de la biota y uso sostenible en el área.
desértica mexicana (CONANP, 2003).
La flora de la Reserva de la Biosfera Barranca de
Metztitlán, ha sido una fuente de productos útiles para Materiales y Métodos
los habitantes del área. Sin embargo, la explotación La Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán se
de sus recursos debe ser restringida debido al estatus localiza en el centro del estado de Hidalgo, México,
de área natural protegida, que debe llevarse a cabo entre los 19°35’52” y 21°25’00” N y los 97°57’27” y
en un esquema sostenible y de conservación. En esta 99°51’51” O. Con una extensión de 960.42 km2 ocupa
forma, el presente trabajo tiene como objetivo docu- el décimo noveno lugar en cuanto a superficie res-
mentar el uso tradicional de las plantas del área. Este pecto al conjunto de las Reservas del país y es la única
conocimiento integra creencias, sistemas de valores, en su género en Hidalgo (CONANP, 2003). Presenta
respeto y cuidado al medio ambiente, así como el co- un gradiente altitudinal que va desde los 1,100 hasta
nocimiento y manejo de la flora nativa que da como los 2,600 msnm, lo que le confiere diversos climas y
resultado un recurso viable de manejo (Cortés-Rodrí- tipos de vegetación; el clima varía de seco semicálido
guez y Venegas-Cardoso, 2011). Por tanto, valorar la a seco templado, con temperatura promedio anual
presencia e importancia que las plantas brindan a los de 18 a 22°C y precipitación media anual de 400 a
pobladores, es un punto de partida para contribuir 700 mm (CONANP, 2003). Comprende ocho muni-
a conservar hábitats completos (Adams et al., 2004, cipios, de los cuales para este trabajo se han conside-
Wiersum et al., 2006, Lagos-Witte et al., 2011; Pay- rado tres: Atotonilco el Grande, Huasca de Ocampo
yappallimana y Fadeeva, 2013). y Metztitlán (Figura 1).
Figura 1. Localización de los tres municipios que forman parte de La Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán, en los
que se realizó la colecta de plantas útiles.
Plantas útiles de tres municipios de La Reserva de la Biosfera Barranca 175
Para recabar la información acerca de las plan- plantas útiles de la Reserva de la Biosfera Barranca de
tas que se utilizan en la Reserva de la Biosfera Ba- Metztitlán, pues al ser una comunidad xerófila ais-
rranca de Metztitlán, se realizaron entrevistas a los lada del resto del altiplano mexicano, presenta alto en-
habitantes de diferentes localidades ubicadas en demismo de especies (CONANP, 2003). Como ejem-
la zona, generando una base de datos. Posterior- plo, se reportó a Cephalocereus senilis como especie
mente, se colectaron las especies de plantas útiles ornamental, pero es una especie endémica, bajo esta-
de la zona, y se identificaron mediante el uso de cla- tus de amenaza en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
ves dicotómicas. Los datos se analizaron para clasi- El mismo caso se presenta con Echinocactus platya-
ficar a las especies de acuerdo a sus diferentes ca- canthus, bajo protección especial y utilizada en la zona
tegorías de uso, distribución en familias, géneros y como comestible y ornamental. Por lo que es impor-
números de especies. tante continuar con estudios etnobotánicos para fun-
damentar el aprovechamiento sostenible y conserva-
Resultados y Discusión ción de la flora nativa y el conocimiento tradicional
asociado a su uso y manejo.
Se determinó que en algunas comunidades de Metzti
Las plantas útiles registradas se clasifican en 20 ca-
tlán, Atotonilco el Grande y Huasca de Ocampo, los
tegorías de uso, siendo el uso medicinal el que ocupa
habitantes utilizan 83 especies de plantas, que se dis-
el primer lugar, pues para este fin se utilizan 57 espe-
tribuyen en 74 géneros y 39 familias. El listado com-
cies de plantas, seguido por la categoría de comesti-
pleto de las especies se presenta en la Tabla 1. Las es-
bles con 38 especies, ornamental con 28 y plaguicida
pecies útiles registradas representan el 18% de la flora
con 13. Lo cual se observa como tendencia en el es-
reportada para este sitio y casi el 50% de las fami-
tado de Hidalgo respecto a la flora útil (Pérez-Escan-
lias (CONANP, 2003). Considerando que el 25% de la
dón et al., 2003). La clasificación completa se pre-
flora mundial es utilizada (Sarukhán, 1995); este lis-
senta en la Figura 2.
tado preliminar representa un número significativo de
Figura 2. Número de plantas distribuidas en las veinte diferentes categorías de uso registradas.
176 Villavicencio-Nieto, Pérez-Escandón, y López-Gutiérrez
Tabla 1. Especies por familias de plantas útiles de la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán
FAMILIA/especie Nombre (s) Uso (s) Municipio (s) Tipo de
común (es) vegetación
AGAVACEAE
Agave lechuguilla Torr. lechuguilla, ts’uta medicinal, comestible, forrajera, M MX
construcción, doméstico, artesanal,
combustible
Agave xylonacantha Salm maguey comestible, forrajera, combustible M MX
Yucca filifera Chab. palma comestible, medicinal, artesanal, M MX
ornamental, plaguicida, veterinario, forrajera
ALOACEAE
Aloe vera L. Sábila medicinal, comestible, ornamental M C
APIACEAE
Coriandrum sativum L. cilantro comestible, medicinal M C
Eryngium carlinae Delar. hierba del sapo medicinal H BQ
Eryngium deppeanum Cham. & Schl. hierba del sapo medicinal H BQ
APOCYNACEAE
Vallesia glabra (Cav.) Link. cristalillo, tlahuishil combustible, doméstico, forrajero M MX
ASTERACEAE
Ambrosia psilostachya DC. artemisa medicinal, plaguicida M MX
Bidens odorata Cav. rosilla medicinal, forrajera M MX
Cirsium rhaphilepis (Hemsl.) Petrak cardo morado medicinal M MX
Tagetes erecta L. cempoalxóchitl, ornamental, mágico religioso, medicinal, M C
cempasúchitl plaguicida
Tagetes lucida Cav. pericón medicinal, plaguicida, comestible M, A MX, C
Sanvitalia procumbens Lam. ojo de gallo medicinal A MX
Stevia serrata Cav. sopita, encaje medicinal, ornamental, ritual H R
Schkuhria pinnata (Lam.) Kuntze anís cimarrón medicinal, plaguicida H R
Ambrosia psilostachya DC. artemisa medicinal, plaguicida H R
Stevia pilosa Lag. sopita rosa medicinal, ritual H R
Bidens odorata Cav. rosilla medicinal, forrajera H R
Cosmos bipinnatus Cav. mirasol ornamental H R
Pinaropappus roseus (Less.) Less Ispul, espolen medicinal H BQ
var. roseus
Piqueria trinervia Cav. hierba o raíz de san nicolás medicinal H BQ
Tithonia tubiformis (Jacq.) Cass. gigantón forrajera, artesanal, H R
Parthenium hysterophorus L. chamiza, chilchayate plaguicida, medicinal M MX
Eupatorium petiolare Moc. ex. DC. yolochichi, yolochiche medicinal, cerca, plaguicida M MX
Ambrosia psilostachya DC. artemisa medicinal M MX
Parthenium hysterophorus L. chamiza medicinal, plaguicida M R
BIGNONIACEAE
Tecoma stans (L.) HBK. truenitos, tronadora, medicinal, plaguicida M MX
cátadé
BROMELIACEAE
Tillandsia recurvata (L.) L. heno, pashtle forrajera, ritual M MX
Tillandsia usneoides (L.) L. heno, heno largo ornamental, medicinal M MX
CACTACEAE
Cephalocereus senilis (Haworth) Pfeiffer viejito ornamental M MX
Echinocactus platyacanthus biznaga comestible, ornamental M MX
Lk. & Otto f.
Echinocereus cinerascens (DC) pitaya comestible, ornamental M MX
Först. & Rumpl.
Hylocereus undatus (Haw) pitaya, reina de una noche comestible, ornamental M MX
Britton & Rose
Mammillaria geminispina Haw. biznaga de chilitos comestible, ornamental M MX
Mammillaria magnimamma Haw. biznaga de chilitos comestible, ornamental M MX
Mammillaria sempervivi (DC.) Br. & Rose biznaga de chilitos comestible, ornamental M MX
Myrtillocactus geometrizans garambullo comestible, medicinal combustible, M MX
(Mart.) Cons. plaguicida, veterinario
Municipios en los que se realizaron las colectas. M: Metztitlán, A: Atotonilco el Grande y H: Huasca de Ocampo. Tipos de vegetación. MX:
Matorral xerófilo, C: cultivadas, BQ: Bosque de Quercus, A: Arvense y R: Ruderal.
Plantas útiles de tres municipios de La Reserva de la Biosfera Barranca 177
Tabla 1. Especies por familias de plantas útiles de la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán (continuación)
FAMILIA/especie Nombre (s) Uso (s) Municipio (s) Tipo de
común (es) vegetación
Municipios en los que se realizaron las colectas. M: Metztitlán, A: Atotonilco el Grande y H: Huasca de Ocampo. Tipos de vegetación. MX:
Matorral xerófilo, C: cultivadas, BQ: Bosque de Quercus, A: Arvense y R: Ruderal.
178 Villavicencio-Nieto, Pérez-Escandón, y López-Gutiérrez
Tabla 1. Especies por familias de plantas útiles de la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán (continuación)
FAMILIA/especie Nombre (s) Uso (s) Municipio (s) Tipo de
común (es) vegetación
MARTYNACEAE
Probocidea lousianica (Mill.) Thell. Toritos comestible M MX
Proboscidea lousianica ssp. fragrans Toritos comestible M MX
(Lindl.) Bretting
MELIACEAE
Melia azedarach L. pioche, piochi ritual, maderable, percha, sombra, M MX, C
construcción,
NYCTAGINACEAE
Bougainvillea glabra Choisy bugambilia medicinal, ornamental M C
ONAGRACEAE
Fuchsia microphylla HBK aretillo ornamental, comestible H BQ
Lopezia racemosa Cav. ssp. racemosa perilla, cabeza de hormiga medicinal H BQ
PLANTAGINACEAE
Plantago australis Lam. ssp. hirtella antén, llantén, yantén medicinal H BQ
(H.B.K.) Rahn
PUNICACEAE
Punica granatum Choisy granada ornamental, comestible, medicinal M C
RUBIACEAE
Bouvardia ternifolia (Cav.) Schlecht. trompetilla, medicinal, ritual M R
trompetilla roja,
RUBIACEAE
Bouvardia ternifolia (Cav.) Schlecht. trompetilla medicinal, ritual H R
RUTACEAE
Casimiroa edulis Llave & Lex. zapote, zapote blanco, comestible, medicinal, ornamental M MX
t’axmuza
SALICACEAE
Salix babylonica Linn. sauz ornamental, medicinal M C
SCROPHULARIACEAE
Leucophyllum ambiguum H.& B. flor de pan, cenizo medicinal M MX
Penstemon roseus (Sweet.) G. Don. jarritos, chulpa, cantaritos medicinal H BQ
SOLANACEAE
Datura inoxia P. Mill. toloache medicinal M A
Datura stramonium L. toloache medicinal M A
STERCULIACEAE
Waltheria americana L. tapacola medicinal M R
TURNERACEAE
Turnera diffusa Willd hierba del moro, medicinal, comestible M MX
hierbamoro
TYPHACEAE
Typha latifolia L. tule artesanal, forraje M AC
VERBENACEAE
Lippia graveolens H.B.K. orégano, orégano comestible, medicinal M MX
mexicano, danga
Lantana camara L. orozuz, gobernadora medicinal, ornamental M MX
Municipios en los que se realizaron las colectas. M: Metztitlán, A: Atotonilco el Grande y H: Huasca de Ocampo. Tipos de vegetación. MX:
Matorral xerófilo, C: cultivadas, BQ: Bosque de Quercus, A: Arvense y R: Ruderal.
Plantas útiles de tres municipios de La Reserva de la Biosfera Barranca 179
Resumen
El Parque Nacional Malintzi comprende una superficie de 45,852 hectáreas, de las cuales corresponden 14,544
al estado de Puebla. El deterioro a su riqueza forestal tiene sus inicios desde la época colonial y hasta nuestros
días la presión sobre los recursos de este parque nacional aumenta debido a que los pobladores de la zona,
tradicionalmente ven en la montaña su fuente de sustento mediante la agricultura y la extracción de madera,
que aunadas a la tala clandestina inmoderada, han influido drásticamente en la pérdida de biodiversidad y
cambio de uso del suelo. Los objetivos de este trabajo fueron describir la distribución espacial de los hongos
macroscópicos, y su relación poblacional con respecto a la perturbación del ecosistema. La colecta de indivi-
duos, para conformar un herbario. Generar el cultivo del micelio o germoplasma, en el laboratorio registrando
los parámetros físicos y condiciones nutrimentales que permitieran esta acción. Los puntos de muestreo se se-
ñalaron por el sistema GPS y se realizó la gráfica de distribución poblacional de una especie micorrízica. En-
tre los puntos de muestreo se examinó la aleatoriedad espacial completa, estimando la intensidad del patrón
de puntos espaciales y la no existencia de interacciones entre ellos. La validez de las hipótesis planteadas se
probó con las herramientas estadísticas del módulo S+SPATIALSTATS del sistema computacional S-PLUS 2000.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
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La biodiversidad de los hongos ectomicorrízicos 181
talados, sólo entre 1960 y 1995, una superficie de equi- los recursos. Las comunidades y ejidos forestales del
valente a 10 veces España, África y América latina per- país son 8,417, sin embargo únicamente en 421 de
dieron el 18% cada una. Durante la primera mitad de ellos la forestería es la actividad económica más im-
los años noventa, más de la mitad de la pérdida neta portante, para el resto el aprovechamiento del bos-
durante 1980 y 1995 tuvo lugar en solo siete países. que tienen importancia secundaria, como comple-
Brasil, Indonesia, Congo, México, Venezuela y Mala- mento de la agricultura y la ganadería (INEGI, 1990;
sia, como se puede observar, los bosques secos, los INI-PNUD, 2000).
Manglares y los bosques templados han experimen-
tado perdidas muy altas (FAO, 2012). Los bosques en México y sus recursos no
Al comenzar el siglo XXI se ha registrado una pér- maderables
dida neta anual de 113 millones de hectáreas de bos-
Por lo general, cuando se habla de bosques y selvas
ques, según la FAO esta superficie se ha determinado
se piensa sólo en árboles y en la madera que de ellos
a otros usos (Boa, 2005).
se extrae. Esta visión, herencia de una forma erró-
Las amenazas a los bosques no son simples amena-
nea de ver la naturaleza y de los viejos modelos ex-
zas a los árboles, cuando desaparecen los árboles tam-
tractivos de explotación de los recursos naturales,
bién desaparece todo lo que depende de ellos, desde
deja de lado a la mayoría de las especies animales y
microorganismos hasta flora y fauna.
vegetales que junto con los árboles, constituyen lo
que se conoce como ecosistemas forestales. En di-
Condiciones sociales de los bosques en México chos ecosistemas existe un sinnúmero de plantas y
Dos condiciones sociales son características de la si- animales que, asociados con los árboles de valor co-
tuación de los bosques de México: la pobreza en que mercial reconocido o maderables, aportan numero-
viven la gran mayoría de sus habitantes, y el carác- sos bienes y servicios como: productos alimenticios,
ter social de su tenencia. De principio los bosques forrajes, materiales para curación, construcción, re-
mexicanos son bosques habitados, en los que viven tención de agua, captura de carbono, extracción de
casi 18 millones de personas en su mayoría indíge- materias primas y principios activos, o simplemente
nas, dependen directamente de los recursos fores- como refugio de otras especies. Todos estos organis-
tales para sobrevivir y cuyas condiciones de vida se mos forman parte de complejas redes de relaciones
encuentran entre las de mayor pobreza en el país. biológicas, mismas que crean las condiciones nece-
Para esta población que se dedica a la agricultura sarias para el equilibrio y la preservación de los eco-
de subsistencia, los bosques son un recurso funda- sistemas forestales en bosques, selvas y semidesier-
mental, ya que constituyen fuentes de combustible, tos (Boa, 2005).
materiales de construcción, plantas de uso alimenti- Gran número de esas plantas y animales han sido
cio y medicinal y piezas de caza, de los bosques estas aprovechados históricamente por los pueblos campe-
poblaciones obtienen también recursos maderables sinos indígenas, éstos han generado sistemas tradi-
y no maderables que destinan al mercado y que re- cionales de saberes sobre su manejo, uso y propieda-
presentan para ellas fuentes de ingresos suplemen- des. Incluso han establecido normas y restricciones
tarios (FAO, 2010). para controlar su extracción, buscando con ello evi-
Las condiciones de tenencia de la tierra de los bos- tar que se extingan. Gran cantidad de especies se co-
ques mexicanos son particulares, únicas en el con- mercializan en mercados regionales y una pequeña
texto internacional, ya que mientras en la mayoría cantidad de ellas han pasado a venderse en circui-
del los países del mundo los bosques están en manos tos nacionales e inclusive internacionales. Es a esta
privadas o de los estados, en el país el 80 % de ellos amplia gama de individuos animales y vegetales, y
es propiedad de ejidos y comunidades indígenas, el a los bienes e insumos que se extraen de ellos apro-
15% es propiedad privada, y pertenece a pequeños vechados hoy y con grandes potenciales de aprove-
propietarios con extensiones de menos de 20 ha, y chamiento a futuro que forman parte de los ciclos
5% son terrenos nacionales. El carácter social de la productivos, alimenticios, religiosos y culturales de
propiedad de la tierra forestal en México implica un los pueblos rurales, se les a denominamos genérica-
punto de partida insostenible para la definición de mente: productos forestales no maderables (PFNM)
políticas y estrategias de conservación y manejo de (Boa, 2005).
182 Marín-Castro, Silva-Díaz, Linares-Fleites, Castagnino, y Ticante-Roldán
altura del bosque oscila entre 10 y 25 m, pero en oca- temperatura extrema, el suelo arenoso y pobre en ma-
siones se han observado arboles viejos de hasta 35 m teria orgánica con abundantes afloramiento rocosos
como con un grosor de casi un metro. que hacen de este paraje un lugar inhóspito; siendo la
baja temperatura el factor limitante más importante.
Bosque de Encino: Los encinares guardan relacio- El cual constituye el filtro que pocas especies pueden
nes estrechas con los pinares con los que comparten resistir (Rzedowski, 1978; SARH, 1993; INEGI, 2000).
infinidades ecológicas, por lo que es común encontrar
bosques formados por ambos elementos. Esta comu-
Recursos no maderables del Parque
nidad habita desde los 2,200 hasta los 2,800 msnm,
de altitud y no es del todo continua ya que en algunas Estos recursos naturales también generan recursos
partes, dominan únicamente los pinares debido por económicos por lo que son consumidos y aparte de su
un lado a las condiciones microclimáticas y edáficas y valor económico, estos producen adicionalmente otros
por otro lado la intervención del hombre. En altitudes beneficios tales como los servicios ambientales (cap-
por debajo de los 2,500 msnm, los arboles dominan- tura de agua, protección de suelos, captura de carbono
tes son con frecuencia Quercus laurina y Q. crassifi- etc.) y la conservación misma de la biodiversidad. El
lia. A menudo P. leiophylla forma parte de la asocia- aprovechamiento de los productos forestales no ma-
ción. Estos encinares en su mayoría se encuentran derables (PFNM), no se basa en algún tipo de vegeta-
fuertemente perturbados y solo se les encuentra ha- ción en particular, estos recursos incluyen a diversas
bitando en pequeñas barrancas. partes de las plantas como: hojas, frutos, gomas, ce-
ras, fibras, suelo, corteza, raíces, así como diferentes
Pastizal Natural: (zacatonal): bajo el rubro de pas- tipos de hongos. Para la mayoría de estos recursos su
tizales se consideran los tipos de vegetación en el que aprovechamiento se realiza por recolección (extracti-
predominan las gramíneas. Indudablemente se trata vismo) y es terminal, en otros casos se siguen proce-
de una comunidad secundaria favorecida por el dis- dimientos de recolecta en los que incluso se ponen en
turbio, esta formación vegetal se presenta en forma riesgo la capacidad reproductora de las plantas a largo
de manchones relativamente pequeños en altitudes plazo; porque se destruye o altera el hábitat o micro
desde 2,600, hasta los 3,800 msnm, siendo más fre- hábitat de las especies, o bien, porque el aprovecha-
cuente encontrar a esta comunidad ocupando los cla- miento es tan intensivo, que elimina en una superfi-
ros en medio del bosque de pino y oyamel. En general cie considerable a ciertos individuos y en ocasiones
tiende a ocupar suelos profundos y ricos en materia a especies completas, como sucede en el parque Ma-
orgánica. Las especies más comunes son Festuca to- lintzi. Varios estudios demuestran que el aprovecha-
lucensis, Muhlenbergia macroura, y Stipa ichu. miento de los PFNM proporciona las utilidades más
bajas por unidad de área dentro del bosque, esta con-
Chaparral: esta comunidad, se trata de una agru-
dición obliga a los colectores a sobre explotar el inven-
pación densa de encinos bajos y delgados que brotaron
tario, buscar nuevas actividades o bien manipular el
a partir de tocones, siendo el más común Q. laurina.
bosque para obtener mejores utilidades.
Así como otras especies arbustivas como Ceanothus
Dentro de los trabajos que se están realizando por
coeruleus, Arctostaphylos discolor, y Baccharis con-
parte de la Comisión Estatal Forestal y de la Fauna
ferta. Este chaparral solo se encuentra en una pequeña
Silvestre, con respecto a la conservación del parque,
porción al sur del volcán a los 3,300 msnm, en el es-
además de realizar reforestaciones con plántulas pro-
tado de Puebla; es una comunidad secundaria que sur-
cedentes de otros bosques y viveros del país, no se
gió después de una tala total y un incendio que dejo
están tomando en cuenta las consecuencias que trae
la superficie desprovista de vegetación, y que propi-
consigo la perdida de la micobiota nativa, la impor-
ció las condiciones para el establecimiento de dicha
tancia en especial de las especies micorrizógenas que
comunidad.
están asociadas a las plantas nativas, tampoco la re-
Páramo de Altura: (zacatonal alpino): este tipo colección indiscriminada de hongos comestibles y
de vegetación se presenta en las partes más altas del destrucción de los no comestibles por parte de los
volcán entre los 4000-4300 msnm, constituyendo la pobladores de la montaña, los estados de Tlaxcala y
vegetación de la cima, donde la insolación y el viento Puebla no han tomado como punto esencial la pre-
son intensos, por lo que la evaporación es alta, la vención de esta extracción de material no maderable
184 Marín-Castro, Silva-Díaz, Linares-Fleites, Castagnino, y Ticante-Roldán
Incidencia de incendios forestales. La alta inci- generándose un conjunto de datos que recibe el nom-
dencia se debe a la quema de pastos que tienen como bre de patrón espacial de puntos. La metodología ha-
finalidad favorecer renuevos, así como la práctica de bitual en el estudio de estas estructuras asume que el
quema agrícola que generalmente se salen de control. patrón espacial de puntos de una población, comuni-
dad, etc., es una realización concreta de un proceso
Deforestación y Pastoreo. La tala clandestina para
espacial de puntos subyacentes. Un proceso de pun-
la obtención de productos maderables, así como la
tos es un proceso estocástico que “genera” patrones
elaboración de carbón, establecen zonas de pastoreo,
de puntos aleatorios que comparten la misma estruc-
altamente destructivo para la renovación de la cu-
tura espacial, por ejemplo, patrones de Poisson (dis-
bierta vegetal.
tribución completamente al azar), regulares o agru-
Recolección de leña. Es una actividad que se realiza pados (de la Cruz Rot, 2006).
en forma continua, el daño es menor en comparación Bajo la suposición de estacionaridad (el proceso
con otras actividades forestales incluso se considera es homogéneo o invariante a la traslación) e isotro-
que hasta cierto punto, es una manera de mantener pía (el proceso es invariante a la rotación), las carac-
libre de material combustible, plagas y enfermeda- terísticas principales de un proceso de puntos pueden
des. Sin embargo, cuando se vuelve una fuente de re- ser resumidas por su propiedad de primer orden (λ o
cursos económicos este produce un efecto contrario. intensidad, que es el número esperado de puntos por
unidad de área en cualquier localidad) y por su pro-
Contaminación del suelo. El problema radica en
piedad de segundo orden, que describe las relaciones
el origen y deposición de los residuos que son gene-
entre pares de puntos (por ejemplo, la probabilidad
ralmente de uso doméstico, tanto de material plás-
de encontrar un punto en las inmediaciones de otro).
tico y vidrio así como los plaguicidas que se utilizan
En el caso de patrones uniformes o regulares, la
en la agricultura.
probabilidad de encontrar un punto en las inmedia-
Calidad del agua. En lo que representa a este re- ciones de otro es menor de la que tendría un patrón
curso, la principal repercusión se refleja en el cambio aleatorio, mientras que en los patrones agrupados la
del régimen de lluvias, al que se suma el aumento de probabilidad es mayor.
la velocidad de escurrimiento debido a la perdida de El estimador más popular de las propiedades de
cubierta vegetal, con lo que la infiltración y recarga de segundo orden es la función K de Ripley, que las es-
manto friático disminuye considerablemente. tima a todas las escalas.
Cálculos aproximados señalan que la superficie La función K se define como
boscosa a la llegada de los españoles era aproxima-
K(r) = λ‑1 E (número de puntos en un radio r
damente de 75,000 ha, hoy la cifra difícilmente llega
alrededor de cualquier individuo)
a 15,000 ha. También se calcula que se pierde un mi-
llón de toneladas de suelo por época de lluvia (SE- Donde
GOB, 2002). λ es la densidad de individuos (número de in-
dividuos por unidad de área) y
Contexto del trabajo de investigación E denota el valor esperado o media.
En la naturaleza, generalmente los organismos no se La ventaja de la función K es que el valor teórico
distribuyen al azar, sino que tienden a estar agrupa- de K(r) se conoce para varios modelos útiles de pro-
dos o estar espacialmente estructurados. La hetero- cesos de puntos espaciales (Kaluzny et al., 1997). Por
geneidad espacial medio ambiental, de extraordinaria ejemplo, para el proceso de Poisson se cumple que si
importancia, no siempre es detectada por las técnicas
estadísticas clásicas, por lo que en los últimos años, se ● No hay dependencia espacial: K(r) = Π r2
han desarrollado nuevas técnicas que permiten refle- ● Hay agrupamiento: K(r) > Π r2
jar la estructura espacial de los fenómenos ecológicos ● Hay espaciado regular: K(r) < Π r2
(Diggle, 1983; Fortín et al., 2002).
En muchas ocasiones, dependiendo de la escala Dixon (2002) expone los estimadores que se uti-
de estudio, los elementos pueden describirse acepta- lizan comúnmente, y Venables y Ripley (2002) los
blemente mediante sus coordenadas espaciales (x, y), desarrollan en lenguaje S. Estos estimadores están
186 Marín-Castro, Silva-Díaz, Linares-Fleites, Castagnino, y Ticante-Roldán
Resultados
Delimitada la zona y los puntos en la carta topográfica
con sus coordenadas de posición global, se describió la
distribución de los hongos colectados, determinando
a que altitud (msnm) se desarrollan, el tipo de vegeta-
ción asociada y el grado de perturbación del área co-
rrespondiente, en la Tabla 1, se describe las ubicacio-
nes de siete especies y tres géneros.
Con los datos obtenidos para el género Suillus, se
describió su distribución en la zona muestreada (Tabla
2). Estos datos fueron sometidos al análisis estadís-
tico de distribución espacial con el programa S- Plus
2000, con la finalidad de comprobar dos hipótesis:
a) los hongos colectados presentan una distribución
aleatoria (completamente al azar), y b) los hongos co-
lectados siguen una ley de distribución.
Contar con las coordenadas geográficas hizo po-
sible estudiar la distribución espacial de dichos hon-
gos, específicamente, fue posible probar la hipótesis de
Aleatoriedad Espacial Completa (en inglés, Complete
Spatial Randomness (CSR)) contra la hipótesis alter-
nativa de que los hongos no presentan CSR, sino que
se distribuyen como patrones regulares o con agru-
pamientos. Estadísticos tradicionales para la bondad
de ajuste, como la Chi cuadrado, no pudieron detec-
tar la heterogeneidad espacial, sin embargo, la me-
dida de autocorrelación espacial de Moran detectó la
existencia de agrupaciones de estos hongos.
De los 25 puntos de muestreo observados, se de-
Figura 4. Cultivo del micelio de los hongos colectados.
tectó la presencia de Suillus spp., en 9 de ellos (Linares
La biodiversidad de los hongos ectomicorrízicos 189
593151 2122947 3122 Boletus sp. 3 Lactarius deliciosus 12 Lactarius deliciosus 5 Pino
Suillus sp. 5 Russula brevipes 2 Media
588268 212145 3003 Boletus sp. 1 Russula brevipes 8 Boletus sp. 3 Pino-encino
Suillus sp. 2 Media
588901 2122303 3122 Russula brevipes 4 Amanita caesarea 2 Boletus sp. 2 Pino-encino
Boletus sp. 1 Boletus sp.
591000 2121700 3040 Suillus sp. 2 Boletus sp. 4 Lactarius 5 Pino-encino
salmonicolor
Amanita caesarea 1 Media
599176 2121910 2707 Suillus sp. 5 Russula brevipes 7 Lactarius deliciosus 8 Pino-encino
Lactarius deliciosus 3 Russula brevipes 3
Russula brevipes 2 Alta
Boletus sp. 3
593151 2122947 3122 Boletus sp. 2 Amanita caesarea 1 Amanita caesarea 1 Pino-encino
Suillus sp. 3 Boletus sp. 1 Boletus sp. 2
598498 2121083 3030 Boletus sp. 2 Boletus sp. 2 Amanita caesarea 1 Pino-encino
Russula brevipes 1 R.brevipes 4 Boletus sp. 2 Alta
A. caesarea 1 Russula brevipes 2
Cortinarius sp. 1
et al., 2004). Bajo la hipótesis nula de que estos hon- correlación espacial fue rechazada con p-empírico
gos se comportaban según la ley de Poisson, con pa- (dos colas) de 0.0389.
rámetro λ, se procedió a buscar su estimador máximo Para la detección de CSR, utilizamos el gráfico LHAT
verosímil, dado por la media muestral igual a 0.36. Las derivado de la función KHAT de Ripley. El gráfico LHAT
probabilidades estimadas de presencia y ausencia de (Figura 5) mostró valores positivos, por encima de la
Suillus sp. fueron 0.6972 y 0.252. Como las observa- recta diagonal del gráfico, lo que indica que el género
ciones son independientes, las frecuencias de las cel- Suillus spp. de hongos ectomicorrízicos coleccionados
das poseen distribución multinomial con los paráme- en la parte poblana del Parque Nacional Malintzi no se
tros anteriormente estimados, por lo que los valores presenta de manera aleatoria, sino que se ha detectado
esperados estimados de las frecuencias son, también la existencia de agrupaciones en estos hongos.
respectivamente, 17.5 y 6.3. El estadígrafo Chi cua-
Tabla 2. Coordenadas de ubicación del género Suillus en
drada observado tomó el valor 1.2856, que es menor la zona de muestreo
que el punto crítico obtenido de la una distribución
Chi cuadrada con un grado de libertad al nivel de sig- 14 Q UTM Altitud Presencia
Longitud Latitud msnm
nificación del 10%. Por tanto, podemos concluir que la
evidencia que proporcionan los datos no es suficiente 598040 2120544 2962 no
para contradecir la hipótesis nula de que la variable 598309 2121279 3020 no
598393 2121374 3024 si
aleatoria que define la presencia o ausencia de Suillus 599176 2121910 3131 si
spp., posee una distribución de Poisson. 599560 2122486 3240 si
Sin embargo, la medida de autocorrelación espa- 599621 2122193 3220 no
cial de Moran contradice los resultados de la prueba 598498 2121083 3030 si
Chi-cuadrada de bondad de ajuste anterior. La co- 598393 2121374 3024 si
599176 2121910 3131 si
rrelación de Moran fue de 0.4792, con varianza de 599560 2122486 3240 si
0.0636 y error estándar de 0.2522. El estadístico Z 599621 2122193 3220 no
fue igual a 2.065, por lo que la hipótesis nula de no 598498 2121083 3030 si
190 Marín-Castro, Silva-Díaz, Linares-Fleites, Castagnino, y Ticante-Roldán
Figura 5. Gráfico LHAT para Suillus spp.; las zonas más claras se representa la mayor distribución del género seleccionado.
El programa indicó que los hongos de este género Se aislaron ocho cepas de los géneros: (2) Russula
observan una ley de distribución, al cumplirse esto, el spp., (1) Lactarius spp., (1), Cantharellus spp., (3) Sui-
programa nos permite modelar o graficar dicha distri- llus spp., y (1) Boletus edulis determinando que los
bución poblacional de este organismo y también poder medios apropiados para su crecimiento en laborato-
predecir su presencia en zonas adyacentes que no se rio fueron el extracto de malta (EMA) y el de Melin
hayan muestreado. En la Figura 6 se puede apreciar Norkrans Modificado (MNM). Los periodos de incu-
en las zonas más claras dentro de las coordenadas de bación fueron de tres a cuatro semanas, realizando re-
ubicación la distribución del género. siembras de cada cepa (Figura 7).
Figura 6. Distribución espacial de Suillus spp. en coordenadas del área; la zona más clara se representa la mayor distribu-
ción del género en tercera dimensión.
La biodiversidad de los hongos ectomicorrízicos 191
Figura 8. Fotos de ejemplares de cuatro especies de los hongos colectados que fueron identificados. A. Geastrum triplex;
B. Morchella elata; C. Lactarius deliciosus; D. Morchela esculenta.
ellas, los hongos ectomicorrízicos. Los árboles, en El desarrollo de métodos para describir la confi-
todo el mundo, aun los que no están siendo cortados, guración espacial de un conjunto de puntos y la po-
están muriendo por causas diversas, incluyendo en- sible relación con otros fenómenos espaciales es de
fermedades, contaminación y degradación del suelo. extraordinaria importancia y es aún un reto para la
Las amenazas a los bosques no son simples amena- estadística como ciencia. En particular, el poder des-
zas a los árboles, hay que comprender que cuando cribir cómo está distribuido éste y otros hongos mico-
desaparezcan los árboles también desaparece todo lo rrízicos en el parque permitirá generar una propuesta
que depende de ellos, desde hongos y microorganis- de reforestación sostenible en el sistema forestal de
mos hasta flora y fauna. la Malintzi.
La biodiversidad de los hongos ectomicorrízicos 193
Figura 9. Fotos de ejemplares de seis especies de los hongos colectados que fueron identificados. A. Helvella crispa; B.
Amanita muscaria; C. Clytocibe gibba; D. Russula brevipes; E. Boletus edulis; F. Suillus luteos.
194 Marín-Castro, Silva-Díaz, Linares-Fleites, Castagnino, y Ticante-Roldán
Resumen
Los hongos poliporoides son excelentes descomponedores de la madera, aunque también hay ectomicorrizó-
genos; su importancia ecológica radica en que ayudan a mantener el equilibrio del ciclo del carbono en la na-
turaleza. Además presentan potencial biotecnológico dadas sus características nutrimentales, medicinales y de-
gradadoras, por su capacidad de producir metabolitos secundarios y ser potencialmente cultivables. Se analiza
la importancia del impacto ambiental en los ecosistemas de la subcuenca del río Metztitlán y la diversidad de
este grupo de hongos asociados a ellos. Se revisaron ejemplares de herbario y se realizaron exploraciones mi-
cológicas en 13 comunidades vegetales de 11 municipios, y 37 localidades de la zona de estudio. Se determi-
naron 62 especies clasificadas en 13 familias y 6 órdenes, se indican los hábitos de vida de las especies, encon-
trándose 10 micorrízógenas, 30 saprófitas, y 22 parásitas y en relación a su uso 21 especies son comestibles,
39 medicinales, tres tóxicas, nueve con potencial en biorremediación, además de 11 potencialmente cultiva-
bles. La deforestación, la urbanización y las alteraciones de las condiciones bioclimáticas han modificado el ci-
clo hidrológico, el clima y la biodiversidad, lo cual afecta los ecosistemas asociados a esta subcuenca y pone
en riesgo la permanencia de las especies fúngicas que tienen relevancia ecológica, económica y social en be-
neficio de las comunidades.
Palabras clave: subcuenca, área natural protegida, recursos forestales no maderables, comestible, medicinal,
biotecnológico
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
196
Los hongos poliporoides de la subcuenca del Río Metztitlán 197
se han incrementado a 421 especies a la fecha con los que tienen un papel clave en la producción de O2, pro-
trabajos de Nava y Valenzuela (1993), Valenzuela et cesamiento de CO2, conservación del suelo, recarga
al. (1994, 1996, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2011, de mantos acuíferos, así como en la preservación de
2012a,b, 2013), Rodríguez-Alcantar et al. (1996), Ray flora, fauna y micobiota.
mundo y Valenzuela (2003), Montaño et al. (2006), México es uno de los 12 países con mayor biodi-
Raymundo et al. (2008, 2009, 2012a,b, 2013a,b,c), versidad, que debería ser reconocido en primer lugar
Romero-Bautista et al. (2010) y Amalfi et al. (2012). como un país con aptitud forestal por encima de su
Con respecto a los estudios que se han realizado en el vocación agrícola y ganadera, debido a sus diferen-
estado de Hidalgo sobre hongos poliporoides, destacan tes tipos de vegetación. Sin embargo, resulta contras-
los de Romero-Bautista y Valenzuela (2008) quienes tante que se encuentra entre las naciones con mayor
estudiaron 73 especies de las Áreas Naturales Prote- pérdida de superficie forestal, que es transformada en
gidas del estado y Romero-Bautista et al. (2010) quie- zonas agrícolas, ganaderas, centros urbanos y subur-
nes registran 104 especies para la entidad. banos, para atender la demanda alimenticia, indus-
Romero-Bautista et al. (2010) consideraron 12 es- trial y de vivienda (Serrano-Gálvez, 2002). Esta pre-
pecies comestibles con alto valor nutrimental que con- sión repercute en las cuencas hidrográficas, causando
tienen vitaminas, proteínas, minerales y fibra, 200 problemas en el balance hídrico por la sobreexplota-
medicinales con propiedades antitumorales, antican- ción de mantos acuíferos, contaminación de afluen-
cerígenas, inmunomoduladoras, antihiperglicémicas tes y deforestación, debido a que más del 75% de la
y cardiorreguladoras, entre otras, así como 3 especies población se concentra en 13 cuencas: cuenca de Mé-
con potencial biotecnológico para obtención de me- xico, Lerma-Chapala, Grijalva-Usumacinta, península
tabolitos secundarios, elaboración de productos nu- de Yucatán y de los ríos Balsas, Bravo, Santiago, Pá-
tricéuticos, establecimiento de cultivos y aplicacio- nuco, Papaloapan, Nazas, Verde, Tijuana y Tecolutla,
nes en biorremediación. En este trabajo se analiza la mientras que el 25% se sitúa en las 380 cuencas res-
importancia de la subcuenca del río Metztitlán, su in- tantes (Cotler et al., 2010).
fluencia en los ecosistemas que la conforman en rela- Estudios realizados con base en el grado de frag-
ción a los hongos poliporoides y el impacto ambien- mentación de los ríos y el estado de la vegetación, de-
tal que la actividad humana ha generado. Así mismo, terminaron que las cuencas de México, río Balsas, Lago
se registran algunas especies y se hace una revisión de Cuitzeo, río Bravo, río Santiago, río Pánuco y río
de su potencial de uso de acuerdo con datos reporta- San Luis Potosí presentan mayor deterioro ecohidro-
dos para este grupo. lógico (Cotler et al., 2010).
El proceso de transformación ambiental de nues-
Las cuencas hidrográficas tro país ha sido gradual y progresivo; durante la época
precolombina los territorios americanos estuvieron
Las cuencas hidrográficas formadas por el escurri-
habitados por culturas indígenas, con un profundo
miento de arroyos y ríos superficiales o subterráneos
respeto por la tierra y una cosmovisión que giraba
fluyen desde las montañas y mesetas, entrelazando los
en torno a los recursos naturales (González, 2001).
valles con las costas al transportar los nutrientes hasta
Sin embargo, a partir de la conquista, el paisaje se
las planicies y deltas de los ríos (Cotler et al., 2010).
cambió de manera evidente durante los siglos XVI y
Sus características físicas (altura, caudal, área, relieve
XVII del Virreinato, con una intensa deforestación.
y clima) han favorecido el desarrollo de diversos eco-
Además, el despojo de tierras a los indígenas obligó
sistemas entre los que se encuentran: bosque tropical
su desplazamiento a zonas forestales. De igual forma
perennifolio, bosque tropical subperennifolio, bosque
la construcción de nuevas ciudades, la necesidad de
tropical caducifolio, bosques espinosos, matorral xe-
combustible en los hogares y la explotación minera,
rófilo, pastizal, bosque de Quercus, bosque de conífe-
demandaron el consumo de grandes cantidades de re-
ras y bosque mesófilo de montaña, en donde interac-
cursos (González, 1992) y contribuyeron a la explota-
túan el agua y la biodiversidad que albergan.
ción de los bosques en el centro del país (Castañeda-
En el Programa Hídrico Nacional, son considera-
Rincón, 2006). Humboldt en 1803 estimó que la mitad
das zonas prioritarias porque promueven y preservan
de la Nueva España estaba forestada, mientras que
el equilibrio ecológico de las zonas en donde se ubi-
Simonian (1999) calculó que al inicio del Virreinato
can, como ocurre en las cuencas con zonas boscosas,
198 Romero-Bautista et al.
tres cuartas partes de su superficie estaban cubiertas incluyen los servicios ambientales asociados y bie-
por bosque y que al término de éste periodo, se había nes de origen biológico distintos a la madera, leña
perdido una cuarta parte. y carbón vegetal (Secretariat of the Convention on
Esta situación empeoró después de la Indepen- Biological Diversity, 2001), utilizados para obtener
dencia y en el Porfiriato, al norte del país las hacien- alimentos, medicinas, fibras, aceites, colorantes y
das dedicadas a la ganadería extensiva alteraron las materiales para construcción, que se destinan al au-
zonas áridas y semiáridas, en el altiplano las empre- toconsumo y comercialización (Zamora et al., 2001)
sas reanudaron la explotación minera, mientras que al y de acuerdo a las normas oficiales mexicanas NOM-
sur el cultivo extensivo de azúcar, café, cacao, tabaco, 010, NOM-027 y NOM-028, se definen como la vege-
hule, henequén y la explotación de maderas preciosas, tación y hongos de poblaciones naturales, sus partes,
perturbaron selvas y bosques. Así mismo, el impulso sustancias y residuos, no constituidos por materiales
del ferrocarril y el desarrollo industrial demandaron leñosos y los suelos de terrenos forestales o de apti-
grandes cantidades de carbón, ocasionando un cam- tud preferentemente forestal.
bio drástico en los ecosistemas, disminuyendo las po- De acuerdo a Tejeda et al. (1998), alrededor de
blaciones de mezquite, encino y coníferas principal- 1,000 PFNM son extraídos principalmente de los bos-
mente (Castañeda-Rincón, 2006). ques templados ubicados en la Sierra Madre Occiden-
Durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas tal, Sierra Madre Oriental, Eje Neovolcánico, Sierra
del Río, se realizó el reparto agrario y el fracciona- Madre del Sur y Sierra Madre de Chiapas, entre los
miento de latifundios, concediendo a los ejidatarios que destacan: resinas, exudados, aceites esenciales,
predios improductivos sin sistemas de riego, ni in- tierra de monte, especies vegetales ornamentales y
fraestructura, y con áreas boscosas que fueron trans- medicinales, cortezas, colorantes, taninos, follaje, flo-
formadas en campos de cultivo poco productivos, que res, frutos, raíces, rizomas, conos, semillas forestales
perdieron su fertilidad debido a su ubicación en lade- y hongos silvestres (Figura 1).
ras de montañas. Existen reportes sobre el aprovechamiento tradi-
Entre los años de 1940 y 1980, fueron devastadas cional de más de 240 especies de hongos silvestres con
9 millones de hectáreas de selvas tropicales en el su- propósitos alimentarios, medicinales y ceremoniales,
reste mexicano (50% de la cobertura original), para tal es el caso de los estados de Chihuahua, Durango,
crear potreros con pastizales inducidos y favorecer la Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca en donde se
ganadería extensiva (Challenger, 1998). Así mismo, conoce el uso de 185 especies, distribuidas en 40 fa-
la colonización de zonas tropicales, la apertura de ca- milias (Zamora-Martínez et al., 2001).
minos, la ampliación de carreteras y la construcción Los Hongos Comestibles Silvestres (HCS) desta-
de presas para abastecer de agua y generar electrici- can por su importancia cultural, alimentaria y eco-
dad, han contribuido a la reducción, fraccionamiento nómica entre la población indígena y mestiza de zo-
y destrucción de ecosistemas, de tal forma que se cal- nas rurales, debido a que su recolecta, consumo, y
cula que el área actual de las selvas altas equivale so- venta en tianguis y mercados durante la temporada
lamente al 10% de la superficie original (Rzedowski, de lluvias contribuye a la subsistencia familiar, ade-
2006). Datos de la Secretaría de Medio Ambiente y más de ser una opción para el manejo sustentable de
Recursos Naturales (2001), indican que la superficie los bosques (Bandala et al., 1997; Montoya et al., 2003
deforestada en México entre los años de 1993 y 2000 y 2004; Garibay-Orijel et al., 2006; Ruan-Soto et al.,
fue de 7’894,921 ha, con una tasa anual de 1,127,845 2006) (Figura 2).
ha, y de continuar esta tendencia pudieran desapa- Sin embargo, la legislación mexicana para el apro-
recer las selvas en 58 años y los bosques en 127 (Se- vechamiento de éste recurso cuenta con 2 normas ofi-
rrano-Gálvez, 2002). ciales: NOM-059-SEMARNAT-2010 en la que se ca-
tegorizan 46 especies de hongos en diferente nivel de
Uso de los productos forestales en México riesgo: 10 en peligro de extinción, 28 amenazadas y 8
con protección especial; y la NOM-010-RECNAT-1996
Los ecosistemas boscosos proporcionan Productos
que establece los procedimientos, criterios y especifi-
Forestales Maderables (PFM) constituidos por ve-
caciones para realizar el aprovechamiento, transporte
getación leñosa susceptible de aprovechamiento y
y almacenamiento de hongos.
Productos Forestales No Maderables (PFNM) que
Los hongos poliporoides de la subcuenca del Río Metztitlán 199
Con base en éstas normas y otros estudios, el Ins- Área de estudio: Subcuenca Hidrográfica del
tituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrí- Río Metztitlán (RH26DV)
cuolas y Pecuarias (INIFAP) y la Secretaría de Medio
El estado de Hidalgo ocupa el 1.1% del territorio nacio-
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) edita-
nal (INEGI, 2014), cuenta con una superficie priorita-
ron de manera conjunta el “Manual que establece los
ria de conservación de 614,157.38 ha, que equivale al
Criterios Técnicos para el Aprovechamiento Susten-
29.38% de su territorio, posee 36 Áreas Naturales Pro-
table de Recursos Forestales no Maderables de Clima
tegidas (ANP), de carácter federal, estatal y municipal,
Templado-Frío”, que incluye fichas técnicas de 8 es-
que en conjunto suman una extensión de 139,357.56
pecies de HCS, con especificaciones para su recolecta
ha, lo que representa el 22.9% de la superficie priori-
y comercialización.
taria de conservación y el 6.67% del territorio estatal.
200 Romero-Bautista et al.
Figura 3. Mapa de los municipios que conforman la subcuenca hidrográfica del Río Metztitlán, Hidalgo.
Figura 4. Mapa del area natural protegida (ANP), comprendida en la subcuenca de Río Metztitlán.
cajas de cartón debidamente etiquetadas, y deposi- La familia Polyporaceae fue la mejor representada
tados en el Herbario de la Escuela Nacional de Cien- con 14 géneros y 17 especies, seguida por las familias
cias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Na- Hymenochaetaceae con siete géneros y 10 especies,
cional (IPN). la Fomitopsidaceae con seis géneros y siete especies,
Albatrellaceae con tres géneros y cinco especies y Ga-
nodermataceae con un género y cinco especies. Así
Resultados mismo, la familia Meruliaceae presentó dos géneros
Los ejemplares revisados y recolectados, correspon- y tres especies, las familias Stereaceae y Gloeophy-
dieron a 37 localidades de 11 municipios del estado de llaceae presentaron un género y tres especies, mien-
Hidalgo, en las que existen 13 comunidades vegeta- tras que Bankeraceae con un género y dos especies,
les: bosque de Abies (BA), bosque de Abies-Juniperus tres especies incertae sedis, las demás familias sola-
(BAJ), bosque de Fagus (BF), bosque de Juniperus- mente tuvieron un género y una especie. De acuerdo
Quercus (BJQ), bosque mixto ( BM), bosque mesófilo con sus hábitos de vida 10 especies fueron micorrí-
de montaña (BMM), bosque de Pinus (BP), bosque zógenas, 30 saprófitas y 22 parásitas, de las especies
de Pinus-Juniperus (BPJ), bosque de Pinus-Quer- degradadoras de madera viva o muerta, 40 fueron
cus (BPQ), bosque de Pinus-Quercus-Abies (BPQA), causantes de pudrición blanca y 12 de pudrición café.
bosque de Quercus (BQ), bosque de Quercus-Alnus Con base en su uso, tres especies: Sparassis crispa,
(BQAl), matorral xerofito (MX) y plantación de Pinus Albatrellus cristatus y A. ellisii (la segunda llamada
(PP), a lo largo de un gradiente altitudinal de 1,400 a “lengua de toro”) se consumen de manera tradicional
3,212 msnm (Tabla 2, Figura 5). como parte de la dieta habitual en Zacualtipán y Agua
En este trabajo se determinaron 62 especies de Blanca, respectivamente. Sin embargo, en los esta-
hongos poliporoides correspondientes a las familias dos de Puebla y Veracruz se registran como comesti-
Albarellaceae, Bondarzewiaceae y Steraceae del orden bles a Albatrellus subrubescens y Favolus tenuiculus
Russulales, las familias Fomitopsidaceae, Ganoderma- porque se han encontrado en los mercados de algu-
taceae, Meripilaceae, Meruliaceae, Polyporaceae y Spa- nas localidades. Por otro lado, la literatura reporta 21
rassidaceae del orden Polyporales, Hymenochaetaceae especies comestibles a nivel mundial de las presenta-
y especies Incertae sedis del orden Hymenochaetales, das en este trabajo, las cuales no son consumidas tra-
la familia Gleophyllaceae del orden Gloeophyllales, la dicionalmente y son potencialmente utilizables en la
familia Bankeraceae del orden Thelephorales y la fa- zona de estudio. De igual forma se encontraron re-
milia Fistulinaceae del orden Agaricales, de acuerdo portes de 39 especies con propiedades medicinales,
con Kirk et al. (2008). entre las que destacan: antitumorales, antileucemia,
204 Romero-Bautista et al.
Figura 5. Mapa que muestra los sitios de recolección de los especímenes de hongos. Sitios de recolecta: 1 = Los Reyes; 2 =
El Tejocotal; 3. = Agua Blanca; 4 = Los Cuves; 5 = Potrero de Monroy; 6 = Doñana; 7 = La Nogalera; 8 = Los Lirios; 9 = El
Guajalote; 10 = Nopalillo; 11 = San Miguel Cacaloapan; 12 =San Miguel Regla; 13 = Huasca; 14 = Bosque Real; 15 = Cueva
Ahumada; 16 = Tezoantla; 17 = El Jarilla; 18 = Pueblo Nuevo; 19 = Ciénega Larga; 20 = Real del Monte; 21 Omitlán; 22 =
Ricón Chico; 23 = Velasco; 24 = Rancho Alegre; 25 = Barranca de Metztitlán; 26 =Caarpinteros; 27 = Km 78 Carretera Pa-
chuca – Tampico; 28 = San Miguel; 29 = Segundas Lajas; 30 = Cuyamaloya; 31 = Matías Rodríguez; 32 = San Miguel; 33 =
Carpinteros; 34 = Cumbre de Alumbres; 35 = El Crucero; 36 = La Mojonera; 37 = La Estación; 38 = Zaragoza.
explotación y deterioro de recursos naturales, con inundaciones periódicas en la vega del río Metztitlán.
implicaciones en el ciclo hidrológico, la biodiversi- Además, se estima que la transformación es en la co-
dad, la erosión del suelo y el clima local. A consecuen- bertura vegetal pueden desencadenar alteraciones de
cia de la deforestación, la urbanización y las intensas las condiciones bioclimáticas de la zona con posibi-
lluvias de verano se ha aumentado el escurrimiento lidades de un cambio climático en la época de secas
de los afluentes a lo largo de la cuenca, ocasionando (Barradas et al., 2004).
Tabla 3. Características generales de las especies reportadas
206
Orden Agaricales
Familia Fistulinaceae
Pseudofistulina radicata (Schwein.) Burds. 1971 4 saprófito C x x
Orden Gloeophyllales
Familia Fistulinaceae
Gloeophyllum mexicanum (Mont.) Ryvarden 1972 12 saprófito C
Gloeophyllum sepiarium (Wulfen) P. Karst. 1882 15 saprófito C x x
Gloeophyllum striatum (Fr.) Murrill 1905 22 saprófito C x
Orden Hymenochaetales
Familia Hymenochaetaceae
Coltricia focicola (Berk. & M.A. Curtis) Murrill 1908 4 micorrícico
Coltricia montagnei (Fr.) Murrill 1920 2 micorrícico
Coltricia perennis (L.) Murrill 1903 8 micorrícico x
Fomitiporia calkinsii (Murrill) Vlasák & Kout 2011 6 parásito B x
Fuscoporia gilva (Schwein.) T. Wagner & M. Fisch. 2002 20 saprófito B
Fuscoporia ferrea (Pers.) G. Cunn. 1948 9 saprófito B
Inocutis jamaicensis (Murrill) A.M. Gottlieb, J.E. Wright & Moncalvo 2002 4 parásito B
Inonotus fulvomelleus Murrill 1908 11 parásito B
Onnia circinata (Fr.) P. Karst. 1889 11 parásito B x
Xanthoporia radiata (Sowerby) Ţura, Zmitr., Wasser, Raats & Nevo 2012 1 parásito B
Incertae sedis
Trichaptum abietinum (Dicks.) Ryvarden 1972 17 saprófito B x
Trichaptum biforme (Fr.) Ryvarden 1972 15 saprófito B x x
Trichaptum fuscoviolaceum (Ehrenb.) Ryvarden 4 saprófito B
Orden Polyporales
Familia Fomitopsidaceae
Climacocystis borelais (Fr.) Kotoloba & Pouzar 1958 10 saprófito B x x
Fibroporia radiculosa (Peck) Parmasto 1968 2 saprófito C
Fomitopsis cajanderi (P. Karst.) Kotl y Pouzar 1957 15 parásito C x
Fomitopsis pinicola Karsten 1889 18 parásito C x
Laetiporus sulphureus (Bull.) Murrill 1920 7 parásito C x x x
Leptoporus mollis (Pers.) Quél. 1986 1 parásito C
Phaeolus schweinitzii (Fr.) Pat. 1900 15 parásito C x
Familia Ganodermataceae
Ganoderma applanatum (Pers.) Pat. 1887 18 parásito B x x
Ganoderma australe (Fr.) Pat. 1889 1 parásito B x x
Ganoderma brownii (Murrill) Gilb. 1962 1 parásito B x x
Ganoderma curtisii (Berk.) Murrill 1908 14 parásito B x x
Ganoderma resinaceum Boud. 1889 7 parásito B x x
Familia Meripilaceae
Hydnopolyporus fimbriatus (Cooke) D.A. Reid 1962 12 parásito B x
Romero-Bautista et al.
Familia Meruliaceae
Bjerkandera adusta (Willd) P. Karsten 1879 18 saprófito B x x
Bjerkandera fumosa (Persoon: Fries) P. Karsten 1879 4 saprófito B x
Junghuhnia luteoalba (P. Karst.) Ryvarden 1972 1 parásito C x
Familia Polyporaceae
Coriolopsis gallica (Fries) Ryvarden 1973 11 saprófito B x x
Cryptoporus volvatus (Peck) Shear 1902 11 saprófito B x
Daedaleopsis confragosa (Bolton) J. Schröt. 1888 1 saprófito B
Echinochaete brachyporus (Montagne) Ryvarden 1978 9 parásito B x
Favolus tenuiculus P. Beauv. 1806 20 saprófito B x
Fomes fasciatus (Sw.) Cooke 1885 15 parásito B x
Lenzites betulina (L.) Fries 1838 15 saprófito B x x
Lenzites elegans (Spreng.) Pat. 1900 23 saprófito B x x
Neofavolus alveolaris (DC.) Sotome y T. Hatt 2013 9 saprófito B x x
Neolentinus lepideus (Fr.) Redhead y Ginns 1985 1 saprófito B x x
Perenniporia tepeitensis (Murrill) Ryvarden 1985 2 parásito B
Polyporus arcularius (Batsch) Fr. 1821 17 saprófito B x x
Spongipellis unicolor (Fr.) Murrill 1907 3 parásito B x
Trametes hirsuta (Wulfen) Lloyd 1924 16 saprófito B x x
Trametes versicolor (L.) Lloyd 1921 22 saprófito B x x x x
Trametes villosa (Sw.) Kreisel 1971 25 saprófito B x x
Trametopsis cervina (Schwein.) Tomšovský 2008 11 saprófito B x x
Familia Sparassidaceae
Sparassis crispa (Wulfen) Fr. 1821 4 saprófito C x x x
Orden Russulales
Familia Albatrellaceae
Albatrellus cristatus (Schaeff.) Kotlaba & Pouzar 1957 14 micorrícico x x x x
Albatrellus ellisii (Berk.) Pouzar 1966 9 micorrícico x x
Albatrellus subrubescens (Murrill) Pouzar 1972 11 micorrícico x x x
Jahnoporus hirtus (Cooke) Nuss 1980 5 micorrícico x
Los hongos poliporoides de la subcuenca del Río Metztitlán
E = número de estados de la República Mexicana con reporte de las especies; TP = tipo de pudrición; C = comestible; M = medicinal; T = tóxico; B = biorremediación;
PC=potencial de cultivo.
207
208 Romero-Bautista et al.
Figura 6. Algunas especies de poliporoides. A = Fomitopsis pinicola; B = Ganoderma brownie; C = Sparassis crispa; D = Ste-
reum complicatum.
Valdez-Lizalde et al. (2011) calcularon una baja el Grande al matorral, debido a que éstas poblacio-
tasa de deforestación (0.5 % anual), originada por la nes tienen mayor presión demográfica por su ubica-
apertura de terrenos agrícolas de temporal en áreas ción estratégica entre la zona metropolitana del Va-
forestales que posteriormente se integraron a la man- lle de México y la del Golfo.
cha urbana, aunque, ésta situación se ha incrementado
un 250 % en 22 años, con un ritmo anual de 4.3 %. De Discusión y Conclusión
manera general el crecimiento urbano en la cuenca
Se deben desarrollar estrategias para un Manejo Fo-
ocurrió principalmente en zonas de agricultura de
restal Sustentable (MFS) que contribuyan a estimular
temporal donde se han establecido asentamientos hu-
su protección, al considerar las interacciones ecológi-
manos y en menor grado en bosques, zonas de riego
cas, económicas y sociales, de manera que se asegure
y pastizal. De manera particular en Tulancingo, las
la producción de bienes y servicios en los ecosistemas
zonas urbanas desplazaron a la agricultura de riego
forestales (Torres-Rojo y Moreno-Sánchez, 1992). Sin
y temporal, en Zacualtipán al bosque y en Atotonilco
embargo, son insuficientes los estudios que evalúan la
Los hongos poliporoides de la subcuenca del Río Metztitlán 209
Figura 7. Algunas especies de poliporoides. A = Ganoderma curtisii; B = Lenzites betulina; C = Trametes versicolor; D = Tri-
chapum biforme.
situación actual y los cambios recientes en la cober- de los estudios de impacto ambiental y de las políti-
tura vegetal y el uso de suelo, para desarrollar mode- cas de protección.
los de monitoreo ambiental que revelen cómo es que Existen especies de hongos silvestres con propie-
influyen estos elementos en la hidrología, biodiversi- dades terapéuticas, de uso ritual y con potencial bio-
dad, erosión del suelo, producción agrícola y forestal tecnológico que pueden ser aprovechadas. Entender
(Linke et al., 2007). la dinámica de los complejos sistemas naturales y de
Este trabajo representa una contribución a las es- los recursos asociados a esta subcuenca, permitirá su
pecies de poliporoides que se encuentran creciendo en aprovechamiento a fin de lograr una prosperidad eco-
la subcuenca del río Metztitlán, y aunque ninguna de nómica sostenida a través de la protección de los sis-
estas especies está incluida en la NOM-059, no garan- temas naturales para mejorar la calidad de vida para
tiza que realmente se encuentren fuera de riesgo por las personas que conviven con estos recursos y garan-
la destrucción del hábitat, cambio en el uso de suelo tizar su permanencia.
y contaminación ambiental.
Pocos estudios se han realizado con relación al gran Agradecimientos
número de especies existentes, debido a la dificultad en
Los autores agradecen al proyecto colaborativo Ca-
la localización de los cuerpos fructíferos que se presen-
lidad Ambiental y Desarrollo Sustentable “Evalua-
tan sólo cuando las condiciones ambientales son favo-
ción del Impacto Ambiental por Actividades Antro-
rables y a que se requiere un mayor esfuerzo de mues-
pogénicas: Alternativas de Mitigación” con fondos del
treo comparado con otros organismos, son excluidos
210 Romero-Bautista et al.
Figura 8. Algunas especies de poliporoides. A = Albatrellus ellisii; B = Laetiporus sulphureus; C = Fibroporia radiculosa; D =
Fomitiporia calkinsii; E = Leptoporus mollis; F = Perenniporia tepeitensis.
Programa de Mejoramiento del Profesorado (PRO- de productos alimenticios a base de hongos silvestres y
MEP). Diversidad Biológica del Estado de Hidalgo. cultivo orgánico de plantas. Inmujeres-Conacyt (clave
Fondos Mixtos-Conacyt - Gobierno del Estado de Hi- S0005-2012-2-198333). RV-G y TR-O agradecena al
dalgo (clave 95828). Empoderamiento económico de IPN el apoyo financiero otorgado en los proyectos SIP
las hongueras del municipio de Acaxochitlán, Hidalgo, 20150540 y SIP 20151530, así mismo RV-G agradece
a través de procesos organizativos para la elaboración a la COFAA el apoyo otorgado a sus investigaciones.
Los hongos poliporoides de la subcuenca del Río Metztitlán 211
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Los hongos Agaricales de las áreas de encino del
estado de Baja California, México
Resumen
Se realizó una recopilación de las especies de hongos del orden Agaricales (regionalmente conocido como
“agaricoides”) de los bosques Quercus spp. de la península de Baja California (México), con la pretensión de
contar con un panorama de la diversidad de este grupo taxonómico en el área, su distribución y dinámica den-
tro de estos ecosistemas y el papel ecológico de cada una de las especies citadas. Para la realización del pre-
sente estudio se reunió la información obtenida de las especies recolectadas de las diferentes localidades de
las áreas de encino del estado de Baja California desde 1996 hasta el presente, ejemplares de herbario y la re-
copilación de las citas de hongos Agaricales de estas áreas. En este trabajo se obtuvo un listado de 95 espe-
cies que se incluyen en 16 familias y 47 géneros. Estos resultados son un referente único de los constituyentes
fúngicos de este grupo taxonómico en este tipo de vegetación, de una de las áreas poco estudiadas desde el
punto de vista micológico, como lo es la península de Baja California.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
215
216 Ayala-Sánchez, Soria-Mercado, Romero-Bautista, López-Herrera, Rico-Mora, y Portillo-López
Tabla 1. Localidades de recolección de los hongos Agaricales del estado de Baja California
Localidad Ubicación
Tabla 2. Listado de las especies de hongos Agaricales de las áreas de encino de Baja California
Familia Especies
Agaricaceae Agaricus bitorquis; A. californicus; A. campestris; A. fuscofibrillosus; A. silvaticus; A. texensis; A.
xanthodermus; Chlorophyllum molybdites; C. rhacodes; Coprinellus domesticus; Co. truncorum;
Coprinopsis atramentaria; Coprinus comatus; Lepiota cristata; Leucoagaricus leucothites;
Phaeolepiota aurea
Amanitaceae Amanita bisporigera; Am. ceciliae; Am. cokeri; Am. crocea; Am. fallax; Am. flavoconia; Am.
gemmata; Am. magnivelaris; Am. magniverrucata; Am. ocreata; Am. pantherina; Am. rubescens;
Am. strobiliformis; Am. valens; Am. velosa; Am. verna; Am. volvata
Bolbitiaceae Agrocybe dura; Ag. pediades; Panaeolus papilionaceus
Boletaceae Boletus amygdalinus; B. barrowsii; B. chrysenteron; B. dryophilus; B. flaviporus; B. satanas; B.
subtomentosus
Cortinariaceae Crepidotus calolepis; Cr. epibryus; Inocybe godeyi; I. rimosa; Phaeomarasmius erinaceus; Tubaria
conspersa
Entolomataceae Clitopilus hobsonii; Entoloma juncinum; E. lividoalbum; E. sericeum
Hydnangiaceae Laccaria bicolor; L. laccata; L. proxima
Hygrophoraceae Hygrocybe miniata
Marasmiaceae Armillaria mellea; Ar. tabescens; Contumyces rosellus; Gymnopus quercophilus; Marasmius
copelandii; M. ferrugineus; M. plicatulus; M. siccus; Micromphale inodorum
Omphalotaceae Omphalotus olivascens var. Indigo
Paxillaceae Paxillus involutus
Pleurotaceae Hohenbuehelia petaloides
Pluteaceae Pluteus cervinus; Volvariella gloiocephala
Psathyrellaceae Psathyrella candolleana; P. spadiceogrisea
Russulaceae Lactarius alnicola; La. argillaceifolius var. megacarpus; La. camphoratus; La. rufulus; Russula
alutacea; Ru. emetica; Ru. lutea
Strophariaceae Hypholoma fasciculare, Pholiota highlandensis, Deconica coprophila; D. Merdaria; Stropharia
aurantiaca; S. coronilla; S. melanosperma; S. semiglobata
Tricholomataceae Clitocybe fragrans; Cl. trulliformis; Cystodermella cinnabarina; Hemimycena hirsuta; Lepista
nuda; Leucopaxillus gentianeus; Melanoleuca rasilis; Mycena californiensis; My. pura; My.
Sanguinolenta; Ossicaulis lignatilis; Resupinatus applicatus; Tricholoma columbetta, T. equestre,
T. scalpturatum; Xeromphalina cauticinalis
Tabla 3. Función ecológica de los hongos Agaricales en bosques con Quercus spp. Claves: saprobias humícolas (Sh); sapro-
bias folícolas (Sf); saprobias lignícolas (Sl); saprobias lignícolas sobre troncos muertos (Sltm); saprobias lignícolas sobre tron-
cos vivos (Sltv); saprobias pratícolas (Spr); saprobias ramícolas en ramas muertas (Srm); parásitas (P) y micorrizógenas (M)
Especies Papel ecológico
Amanita bisporigera; Am. ceciliae; Am. cokeri; Am. crocea; Am. fallax; Am. flavoconia; Am. gemmata; M
Am. magnivelaris; Am. magniverrucata; Am. ocreata; Am. pantherina; Am. rubescens;
Am. strobiliformis; Am. valens; Am. velosa; Am. verna; Am. volvata; Boletus amygdalinus;
B. barrowsii; B. chrysenteron; B. dryophilus; B. flaviporus; B. satanas; B. subtomentosus;
Inocybe godeyi; I. rimosa; Laccaria bicolor; L. laccata; L. próxima; Lactarius alnicola;
La. argillaceifolius var. megacarpus; La. camphoratus; La. rufulus; Leucopaxillus gentianeus;
Russula alutacea; Ru. emética; Ru. lutea; Tricholoma columbeta; T. equestre; T. scalpturatum
Omphalotus olivascens var. Indigo P
Deconica coprophila; D. merdaria; Stropharia semiglobata Sc
Gymnopus quercophillus; Marasmius copelandii; M. plicatulus; M. siccus; Mycena sanguinolenta Sf
Agaricus bitorquis; A. californicus; A. fuscofibrilosus; A. texensis; A. xanthodermus; Sh
Chlorophyllum molybdites; C. rhacodes; Clitocybe fragrans; Cl. trulliformis; Contumyces rosellus;
Coprinopsis atramentaria; Coprinus comatus; Cystodermella cinnabarina; Entoloma juncinum;
E. lividoalbum; E. sericeum; Hemimycena hirsuta; Hygrocybe miniata; Lepiota cristata;
Lepista nuda; Melanoleuca rasilis; Mycena pura; Phaeolepiota aurea; Pholiota higlandensis;
Psathyrella spadiceogrisea; Stropharia melanosperma; Volvariella gloiocephala
Clitopilus hobsonii; Micromphale inodorum; Coprinellus domesticus; Co. truncorum; Sl
Marasmius ferrugineus; Mycena californiensis; Paxillus involutus; Tubaria conspersa;
Pluteus cervinus; Xeromphalina cauticinalis.
Crepidotus calolepis; Cr. epibryus; Hohenbuehelia petaloides; Hypholoma fasciculare; Sltm
Phaeomarasmius erinaceus; Resupinatus applicatus
Psathyrella candolleana Sltm-Sltv
Ossicaulis lignatilis Sltv
Armillaria mellea; Ar. tabescens Sltv-P
Agaricus campestris; A. silvaticus; Agrocybe dura; Ag. pediades; Leucoagaricus leucothites; Spr
Panaeolus papilonaceus; Stropharia aurantiaca; S. coronilla; S. semiglobata
No. de Taxa encontrados 103
Micorrizógenos 40 38.83%
Parásitos 1 0.97%
Saprobios 64 61.13%
esbelto, separable, frecuentemente curvado hacia la hialina, con hifas de 5-7 µm. Hifas del anillo hiali-
base, de 5-15 cm de altura por 1 a 1.5 cm de diámetro, nas, de pared simple, no fibuladas de 4-5 (6) µm.
que vira a amarillento cromo al roce. Anillo amplio Trama himenial constituida por hifas de 7-8 µm de
y doble con caras diferenciadas, la superior mem- diámetro, hialinas.
branosa y consistente, y la inferior fugaz y dentada. Especies próximas son: A. arvensis Schaeffer, la
Contexto blanquecino que se torna rápidamente al cual es superficialmente similar, pero no se tiñe de
amarillento especialmente en la base. Olor fenólico amarillo en la base del estípite y tiene sabor farinoso.
y sabor desagradable. A. californicus es también similar superficialmente,
Esporas de 5-7 x 3,5-4 µm, subglobosas, pardo pero la variación al amarillento es más pálida, tiene
pálidas, lisas, con apéndice hilar algo excéntrico. esporas más grandes y un disco más obscuro. Otra
Basidios de 22-23 (25) x 6-7.5 µm, hialinos, tetras- especie también próxima es A. hondensis Murrill,
póricos. Queilocistidios de 24-25 x (4.5) 5-6 µm, pero no es flavescente y tiene esporas más angostas.
esfero-pedunculados a claviformes, escasos. Pi- Moreno et al. (1986) consideran que esta espe-
leipellis formado por hifas de 7-8 (8.5) µm de diá- cie constituye un taxón heterogéneo. Biek (1984),
metro, hialinas, de paredes delgadas. Estipitipellis señala que el índice de escamosidad sobre el píleo
Los hongos agaricales de las áreas de encino del estado de Baja California, México 219
puede estar relacionado con el clima seco y que en diámetro, convexo a plano, de color naranja pá-
carpóforos juveniles todas las partes del hongo, in- lido, de borde estriado, con una escama central de
cluso láminas y velo pueden teñirse de amarillo. 2.5-3.5 cm de diámetro, a manera de caliptra de
Agrocybe dura (Bolton) Singer, citada por Moreno color blanquecino. Láminas blanquecinas. Arista
y Ayala (2007). concolor con las láminas. Estípite de 11-14 x 1.5- 2.5
Ag. pediades (Fr.) Fayod, citada por Moreno y Ayala cm, cilíndrico, de color blanquecino, pruinoso en
(2007). el ápice. Volva membranosa sacciforme de borde
Amanita cokeri (E.-J. Gilbert y Kühner) E.-J. Gil- superior libre. Contexto pardusco. Olor agradable
bert, citada por Moreno y Ayala (2007). y sabor dulce finalmente picante.
Am. gemmata (Fr.) Bertill., citada en Baja Califor- Esporas de 9.5-11 (12.5) x 6-8 µm, elípsoidales a
nia por Moreno y Ayala (2007). Am. magnivela- subglobosas, hialinas, lisas, inamiloides. Basidios
ris Peck, citada por Ayala et al. (1988). de (25) 40-45 (50) x 10-12.5 (17.5) µm, con este-
Am. magniverrucata Thiers y Ammirati, citada rigmas de 2.5-3.5 µm, hialinos, tetraspóricos. Pi-
por Moreno y Ayala (2007). leipellis formada por hifas de 4-4.5 µm de diáme-
Am. ocreata Peck, citada por Moreno y Ayala (2007). tro, hialinas, de paredes delgadas. Hifas del anillo
Am. pantherina (DC.) Krombh., citada por Moreno hialinas, de pared delgada. Trama himenial cons-
y Ayala (2007). tituida por hifas de 4-6 µm de diámetro, hialinas.
Am. rubescens Pers., citada por Moreno y Ayala Fíbulas no observadas.
(2007). Especies próximas son Am. fulva (Schaeff.) Pers.,
Am. valens (E.J. Gilbert) Bertault, citada en Baja que tiene píleo pardo rojizo a bronceado con tin-
California por Ayala et al. (1988). tes ocráceos y volva sacciforme, Am. calyptrata
Am. velosa (Peck) Lloyd, citada por Moreno y Ayala Peck, que presenta un anillo persistente y píleo de
(2007) (Figura 1B). Píleo de 7.5-8 (8.5) cm de color amarillo.
220 Ayala-Sánchez, Soria-Mercado, Romero-Bautista, López-Herrera, Rico-Mora, y Portillo-López
Am. verna (Bull.) Lam., citada por Ayala y Guzmán Especies próximas son B. erythropus (Fr.)
(1984) y Ayala et al. (1988). Krombholz, que presenta coloraciones más páli-
Am. volvata (Peck) Lloyd, citada por Moreno y Ayala das en el píleo y en el himenóforo, no obstante es
(2007). importante considerar que en los basidiocarpos
Armillaria mellea (Vahl) P. Kumm., citada de Baja maduros de esta especie, la coloración se vuelve
California por Ayala y Guzmán (1984). más intensa y puede dar lugar a confusión, aun
Ar. tabescens (Scop.) Emel, citada por Ayala y Guz- cuando, B. amygdalinus también puede separarse
mán (1984). de esta especie por poseer esporas y cistidios de
Boletus amygdalinus (Thiers) Thiers, citada de mayor tamaño.
Baja California por Gil (1989) y Ayala (1996) (Fi- B. barrowsii Thiers y A. H. Sm., citada por Ayala
gura 2A). Píleo de 12-18 cm de diámetro, convexo (1996).
a plano, rosa pálido a pardo pálido con tintes ro- B. chrysenteron Bull., citada por Ayala (1996).
jizos, superficie seca, algo tomentosa. Tubos ama- B. dryophilus Thiers, citada por Moreno y Ayala
rillentos. Poros angulares de 0.5-1.5 mm, rojizo a (2007) (Figura 2B). Píleo de 3-7.5 cm de diámetro,
naranja-rojizo obscuro cambiando a amarillo ocrá- convexo a plano, pardo-rojizo con tintes oliváceos,
ceo al secarse, al roce virando rápidamente a azul. seco, agrietado, con tomento oliváceo que le da una
Estípite bulboso, de 14-17 cm, pardo rojizo en su apariencia aterciopelada, ligeramente apendicu-
porción apical y basal, tomentoso a granuloso en lado. Tubos de 1 cm de longitud, ocre a ocre-oli-
la base. Contexto amarillento con ciertos tintes ro- váceo, que viran al azul a la exposición. Poros an-
jizos que al exponerse vira al azul. Con unas gotas gulares de 1 mm de diámetro, amarillentos, que al
de KOH los poros viran a rojo-parduzco, los tubos roce se tornan azul. Estípite 3-5 x 1-2 cm, amari-
se obscurecen y el contexto se torna ocre-naranja. llo intenso en la región superior y rojo-vináceo ha-
Olor y sabor agradable. Esporas de (25) 27-28 x 12- cia la base. Contexto amarillenta pálida rojiza pá-
14 (15) µm, elipsoidales a subfusiformes, ocre-oli- lida hacia la base del estípite, y que a la exposición
váceas. Basidios de 28-32 x 7.5-9 µm, hialinos, te- vira lentamente al azul, con micelio basal amarillo
traspóricos. Pileipellis formada por hifas de 10 µm pálido. Olor ligero afrutado y sabor dulzaino. Con
de diámetro, hialinas, de paredes delgadas. Esti- unas gotas de KOH el píleo cambia lentamente de
pitipellis hialina, con hifas de 7-9 µm de diámetro, coloración al rojo pálido, el estípite y el contexto
ocráceo pálidas entremezcladas con algunas hi- adquieren tonos rosado pálido a amarillo-anaran-
fas púrpura pálido, no fíbuladas. Trama himenial jado, y los tubos se tiñen rápidamente de rojizo,
constituida por hifas de 5-11 µm de diámetro, hia- con NH4OH el estípite, píleo y la carne adquieren
linas, no fíbuladas. una coloración rojiza.
Los hongos agaricales de las áreas de encino del estado de Baja California, México 221
Esporas de (11) 12-14 x 5-6 µm, subelipsoidales, basal. Contexto de 10-22 mm, pálido rosada a ama-
oliváceo pálidas. Basidios de (16) 18-22 x 6-8.5 µm, rilla con tonos rojizos, que vira lentamente a rojizo
hialinos, tetraspóricos. Pileipellis formada por hi- al exponerse. Con unas gotas de KOH, el píleo se
fas de 5-8 µm de diámetro, hialinas, de paredes del- torna pardo y con NH4OH vira a violeta. Olor ina-
gadas algunas con terminación redondeadas, Pilei- preciable y sabor ácido.
pellis constituido por células ocre-amarillento con Esporas de (12) 13-15 (16) x (4) 4.5-5 µm, ocre pá-
pigmento extracelular, ultima célula de 30 x 10 µm lido, elipsoides a subfusiformes, de pared lisa. Basi-
y penúltima célula de 45 x 13 µm. Estipitipellis hia- dios de 20-25 (30) x 10-12 µm, hialinos, tetraspóricos.
lina, con hifas 2-5 µm, no fibuladas. Trama hime- Pleurocistidios de (49) 52-60 (70) x 9-12 µm,
nial constituida por hifas de 4-6 µm de diámetro, hialinos, con una inclusión globular apical. Pilei-
hialinas, no fibuladas. pellis formada por hifas de 5-7 µm de diámetro,
Especies próximas son B. subtomentosus L., de hialinas, de paredes delgadas, algunas células con
la que se diferencia por la distinta coloración del terminaciones algo angulares. Estipitipellis cons-
píleo y del estípite y la ausencia de tonos azules al tituida por hifas turgentes de 30-35 µm, de diáme-
contacto con unas gotas de NH4OH y B. chrysen- tro, hialinas, no fibuladas. Trama himenial cons-
teron, con la cual comparte el píleo generalmente tituida por hifas de 3-4 µm, de diámetro, hialinas,
agrietado en la madurez, pero se distingue por la no fibuladas.
distinta coloración de la subcutis y el estípite. Especie próxima es B. auriporus Peck, pero de
B. flaviporus Earle, citada por Moreno y Ayala la que se diferencia por ser de menor porte, con di-
(2007) (Figura 3A). Píleo de (3) 4.5-6.5 cm de diá- ferentes coloraciones en el píleo y cistidios hime-
metro, convexo a plano-convexo, glabro, pardo pá- niales con una fuerte y característica pigmenta-
lido a pardo-rojizo, viscido a glutinoso. Tubos de ción amarillenta.
0.5-1.5 mm de longitud, amarillentos, decurrentes. B. satanas Lenz, citada por García-Jiménez (1999).
Poros redondos, 2-3 por mm, amarillo brillante. B. subtomentosus L., citada por Moreno y Ayala
Estípite de 6-9 x 1-1.5 cm, amarilllo-ocráceo a na- (2007).
ranja-blanquecino en su región media y con tintes Chlorophyllum molybdites (G. Mey.) Massee, ci-
rojizos, pruinoso a levemente granuloso en la región tada por Moreno y Ayala (2007).
222 Ayala-Sánchez, Soria-Mercado, Romero-Bautista, López-Herrera, Rico-Mora, y Portillo-López
C. rhacodes (Vittad.) Vellinga, citada por Moreno pardo con algunos tintes gris-oliváceos, higrófano,
y Ayala (2007). ligeramente viscido, margen levemente estriado y
Clitocybe fragrans (With.) P. Kumm., citada apendiculado. Láminas adnatas, amplias, de color
por Ayala (1996). ocre parduzco con la arista pálida. Estípite 7-9 cm
Cl. trulliformis (Fr.) P. Karst., citada por Candusso de longitud, grisáceo a gris pálido, parduzco en la
et al. (1994). base. Anillo blanquecino, apical, membranoso. Con-
Clitopilus hobsonii (Berk. y Broome) P. D. Orton, texto pálido a parduzco pálido.
citada por Moreno y Ayala (1996). Esporas de 11-12 x 7-8.5 µm, citriformes a lenti-
Contumyces rosellus (M. M. Moser) Redhead, formes, hexagonales en vista frontal, poro germi-
Moncalvo, Vilgalys y Lutzoni, citada de Baja Cali- nativo central y pared gruesa. Basidios de 20-32 x
fornia por Candusso et al. (1994). 6-7.5 µm, claviformes, hialinos, tetraspóricos. Quei-
Coprinopsis atramentaria (Bull.) Redhead, locistidios de 25-30 x 6.5-7 µm, lageniformes. Pi-
Vilgalys y Moncalvo, citada por Moreno y Ayala leipellis y trama himenial formada por hifas hiali-
(2007). nas de 3-5 µm de diámetro, fibuladas.
Coprinus comatus (O.F. Müll.) Pers., citada por Especies próximas son Psilocybe moelleri Guz-
Moreno y Ayala (2007). mán, que posee esporas de igual morfología que
Coprinellus domesticus (Bolton) Vilgalys, Hopple D. merdaria pero de distintas dimensiones, velo
y Jacq. Johnson, citada por Moreno y Ayala (2003). efímero y se ubica preferentemente en climas fríos.
Co. truncorum (Scop.) Redhead, Vilgalys y Mon- Entoloma juncinum (Kühner y Romagn.) Noor-
calvo, citada por Moreno y Ayala (2007). del., citada por Moreno y Ayala (2003).
Crepidotus calolepis (Fr.) P. Karst., citada por Mo- E. lividoalbum (Kühner y Romagn.) Kubička., ci-
reno y Ayala (2003). tada por Candusso et al. (1994).
Cr. epibryus (Fr.) Quél., citada por Moreno y Ayala E. sericeum (Bull.) Quél., citada por Candusso et
(2003). al. (1994).
Cystodermella cinnabarina (Alb. y Schwein.) Gymnopus quercophilus (Pouzar) Antonín y Noor-
Harmaja, citada por Moreno y Ayala (2007). del., citada por Moreno y Ayala (2003).
Deconica coprophila (Bull.) P. Karst., citada por Hemimycena hirsuta (Tode) Singer, citada por
Candusso et al. (1994). Moreno y Ayala (2003).
D. merdaria (Fr.) Noordel., citada por Moreno y Hohenbuehelia petaloides (Bull.) Schulzer, citada
Ayala (1996) (Fig. 3B). Píleo de 3-4.5 cm de diáme- por Ayala (1996) (Figura 4A). Píleo de 3-6 cm de
tro, hemisférico a campanulado, pardo ocráceo a diámetro, con forma de abanico, convexo a plano
Los hongos agaricales de las áreas de encino del estado de Baja California, México 223
con borde involuto, ondulado y levemente estriado, 8-11 x 0.5-1 cm, de color ocre amarillento. Velo fi-
ocráceo pálido, pardo, pardo grisáceo o pardo obs- broso. Contexto amarillento. Sabor muy amargo.
curo, superficie gelatinosa, lisa. Láminas decurren- Esporas de (7) 8-9 x (3,5) 4-4,5 µm, elipsoida-
tes, céreas, cremas amarillentas a cremas grisáceas. les, operculadas, lisas. Basidios de (21) 22-24 (27)
Arista concolor con las láminas. Estípite de 1.5-3.0 x (5) 7-9 µm, hialinos, tetraspóricos. Crisocistidios
x 1.2 cm, levemente comprimido lateralmente, gris de (30) 32-35 (40) x (9)10-11 µm. Pileipellis for-
a gris blanquecino, finamente piloso, textura car- mada por hifas de 10-13 µm de diámetro, subhia-
tilaginosa a levemente fibrosa. Contexto blanque- linas, septadas, algunos segmentos algo globosos.
cino. Esporas en masa de color pálido. Olor dul- Estipitipellis hialina, con hifas fibuladas de 3-5 (7)
zaino y sabor a maíz. µm de diámetro.
Esporas de 6.5-9 (10) x (3) 3.5-5 µm, elipsoida- Especies próximas son H. sublateritium
les a amigdaliformes con una extremo romo, hiali- (Schaeff.) Quél. 1872, de porte grande, píleo pardo-
nas, de pared muy delgada e inamiloides. Basidios rojizo, láminas amarillentas en la juventud y púr-
de (16) 17-25 x (3) 3.5-5.5 (10) µm, con esterigmas pura grisáceas a oliváceas en la madurez y H. cap-
delgados, hialinos, de monospóricos a tetraspóri- noides (Fr.) P. Kumm., con píleo de igual coloración
cos. Lamprocistidios de hasta 65 µm de longitud. pero con láminas de color grisáceo con tonalidades
Pileipellis formada por hifas fibuladas, con denso amarillas verduzcas y sabor dulzaino.
contenido citoplasmático, con numerosas inclusio- Inocybe godeyi Gillet, citada por Ayala (1996).
nes citoplasmáticas, de 1.5-3 µm de diámetro. Es- I. rimosa (Bull.) P. Kumm., citada por Moreno y
tipitipellis hialina, con hifas septadas, fibuladas de Ayala (2003).
(4) 6.5-10 µm. Laccaria bicolor (Maire) P. D. Orton, citada por
Especies próximas son H. geogenia (De Cand.) Ayala y Moreno (1996).
Singer, con píleo de color amarillo parduzco y L. laccata (Scop.) Cooke, citada por Ayala y Mo-
H. atrocaerulea (Fr.: Fr.) Singer, que tiene píleo reno (1996).
ancho y corto, pardo a negro azulado, finamente L. proxima (Boud.) Pat., citada por Ayala y Moreno
piloso. (1996).
Hypholoma fasciculare (Huds.) P. Kumm., citada Lactarius alnicola A.H. Sm., citada por Candusso
por Moreno y Ayala (2007) (Fig. 4B). Píleo de 4-6 et al. (1994) (Figura 5A). Píleo de 8,5-9 (11) cm de
cm de diámetro, convexo a plano, amarillo ocrá- diámetro, infundibuliforme, ocre-naranja pálido,
ceo pálido, con tintes naranja en el disco, liso. Lá- concéntricamente zonado, glabro, ligeramente vis-
minas adnatas, oliváceas, amarillo-oliváceo a ocrá- cido. Láminas blanquecinas a cremas pálidas, ad-
ceas. Arista concolor con las láminas. Estípite de natas a decurrentes. Arista con color al resto de la
224 Ayala-Sánchez, Soria-Mercado, Romero-Bautista, López-Herrera, Rico-Mora, y Portillo-López
lámina. Estípite 3-4 x 1-1.5 cm, ocre-amarillento Melanoleuca rasilis (Fr.) Singer, citada por Mo-
a naranja ocráceo pálido, cilíndrico a ligeramente reno y Ayala (2003).
más delgado hacia la base, fistuloso, escrobiculado. Micromphale inodorum Dennis, citada por Can-
Contexto blanquecino que vira a amarillento al ex- dusso et al. (1994).
ponerse. Unas gotas de KOH 5 % provocan un cam- Mycena californiensis Berk. y M. A. Curtis, citada
bio en la coloración de las láminas y el contexto a por Moreno y Ayala (2003).
amarillo pálido. Látex blanquecino que a la expo- My. pura (Pers.) P. Kumm., citada por Ayala (1996).
sición vira muy lentamente al amarillento pálido. My. sanguinolenta (Alb. y Schwein.) P. Kumm.,
Olor dulzaino y sabor sumamente picante. Espo- citada por Ayala (1996).
ras de (4.5) 6-10 x (4) 6-9 µm, globosas a subglo- Omphalotus olivascens var. índigo G. Moreno,
bosas, verrugosas, con retículo parcial, amiloides Esteve-Rav., Pöder y N. Ayala, citada por Candusso
y con prominente apéndice hilar de (1) 1.5-2 µm. et al. (1994) (Fig. 5B). Píleo de 4.5-9 (12) cm de diá-
Basidios de 40-50 (55) x (9)10-15 µm, hialinos, te- metro, rojizo anaranjado parduzco con fibrillas pei-
traspóricos. Crisocistidios de 45-48 (55) x 6-7(10) nadas radiales, con disco ligeramente más pálido,
µm. Queilocistidios de (25) 29-40 (54) x (7) 8-9 con tonos amarillento oliváceos, el borde anaran-
µm, con cuello largo. Pleurocistidios de 40 x 12 jado, incurvado, ligeramente estriado. Láminas con-
µm, ventricosos, hialinos, claviformes, con ápice color con el pileo, con tonalidades oliváceas. Arista
agudo y varios estrangulamientos en su longitud. ligeramente más obscura que la lámina. Estípite de
Pileipellis formada por hifas de 3-4.5 µm de diá- (3.5) 4-6 x 1-1.5 cm, naranja parduzco, cilíndrico
metro, fibuladas, y esferocistos de (21.5) 10-52 (56) a levemente radicante, con fibrillas arraigadas y
x (20) 22.5-35 (45) µm. Estipitipellis hialina, con dispuestas longitudinalmente, base del estípite to-
hifas fibuladas. mentosa. Contexto al corte de grisáceo a gris-azu-
Especies próximas son L. scrobiculatus var. lado obscuro, a la exposición cambia a gris violáceo
pubesces Smith, que tiene esporas pequeñas, sa- obscuro. Unas gotas de KOH 5 % sobre el contexto
bor farinoso a ácido y látex blanquecino que vira provocan un cambio en su coloración hacia el oli-
rápidamente al amarillento con la exposición y váceo o vináceo obscuro, con FeSO4 el contexto ad-
L. subvillosus Hesler & Smith se diferencia por la quiere una coloración grisácea intensa. Olor dul-
coloración zonada del píleo de color pardo-amari- zaino y sabor ácido y persistente. Esporas de (6.5)
llento a naranja-parduzco con margen piloso y es- 7-8 (8.5) x (5) 6-6.5 (7) µm, subglobosas, ocre oli-
poras pequeñas. váceo pálido, de pared gruesa, inamiloide. Basidios
La. argillaceifolius var. megacarpus Hesler y de (30) 32-35 (40) x (7) 7.5-8 (9) µm, claviformes,
A.H. Sm., citada por Candusso et al. (1994). ocráceo pálido a hialinos, bispóricos a tetraspóri-
La. camphoratus (Bull.) Fr., citada por Ayala cos, con esterigmas de (5) 6-7 (8) µm. Crisocisti-
(1996). dios de (25) 26-30 (40) x (6) 9-12 (25) µm. Estipi-
La. rufulus Peck, citada por Moreno y Ayala (2003). tipellis hialina, con hifas fibuladas .
Lepiota cristata (Bolton) P. Kumm., citada por Ossicaulis lignatilis (Pers.) Redhead y Ginns, ci-
Ayala (1996). tada por Moreno y Ayala (1996).
Le. nuda (Bull.) Cooke, citada por Ayala y Guz- Panaeolus papilionaceus (Bull.) Quél., citada por
mán (1984). Ayala (1996).
Leucoagaricus leucothites (Vittad.) Wasser, ci- Paxillus involutus (Batsch) Fr., citada por Ayala
tada por Moreno y Ayala (2007). (1996).
Leucopaxillus gentianeus (Quél.) Kotl., citada Phaeolepiota aurea (Matt.) Maire, citada por Ayala
por Ayala y Guzmán (1984). (1996).
Marasmius copelandii Peck, citada por Moreno Phaeomarasmius erinaceus (Pers.) Scherff. ex
y Ayala (2003). Romagn., citada por Moreno y Ayala (1996).
M. plicatulus Peck, citada por Moreno y Ayala Pholiota highlandensis (Peck) A.H. Sm. y Hesler,
(1996). citada por Moreno y Ayala (2007).
M. siccus (Schwein.) Fr., citada por Ayala y Guz- Pluteus cervinus (Schaeff.) P. Kumm., citada por
mán (1984). Ayala (1996) y Rodríguez (2006).
Los hongos agaricales de las áreas de encino del estado de Baja California, México 225
Psathyrella candolleana (Fr.) Maire, citada por extensivo del presente estudio, está claro que aún no
Ayala (1996). se tiene el registro de todas las especies fúngicas de
P. spadiceogrisea (Schaeff.) Maire, citada por Mo- este taxa en estas áreas en particular. Por lo que es-
reno y Ayala (2003). tos resultados solo pudieran representar un acerca-
Resupinatus applicatus (Batsch) Gray, citada por miento al conocimiento de estos organismos en las
Moreno y Ayala (2003). zonas de estudio.
Russula alutacea (Fr.) Fr., citada por Ayala y Guz- Con relación a la función ecológica de los organis-
mán (1984). mos estudiados, Mueller et al. (2004), indican que de-
Ru. emetica (Schaeff.) Pers., citada por Ayala y Guz- bido al importante papel que juegan los hongos en el
mán (1984). ecosistema, los datos de abundancia y composición
Ru. lutea (Huds.) Fr., citada por Ayala y Guzmán de sus especies en un ecosistema, pueden ser usados
(1984). como indicadores de la salud del ecosistema y de los
Stropharia aurantiaca (Cooke) M. Imai, citada efectos provocados por alteraciones del mismo. Al res-
por Ayala y Guzmán (1984). Píleo de 2 a 6 cm, de pecto, el presente estudio fue sustancialmente diri-
hemisférico a convexo extendido, con amplio ma- gido al conocimiento de las especies que se ubican en
melón central, margen de incurvado a plano, algo estos ecosistemas. Por lo cual, y aún cuando a través
más claro que el sombrero, con restos flocosos del apoyo de importantes referencias bibliográficas se
blancos del velo universal, rojo anaranjado. Lá- ubicó el papel ecológico de cada una de las especies
minas adnatas con lamélulas, blancas a grisáceas, estudiadas, se requiere establecer metodologías más
con tonos púrpuras y arista blanquecina. Estípite precisas para poder utilizar a los hongos como bioin-
largo y delgado, de recto a curvado, blanco-crema, dicadores de calidad ambiental, tal y como lo ha ci-
algo ensanchado en la base, con cordones micelia- tado Moore et al. (2001).
les blancos y con manchas naranja oscuro, liso so- Por otra parte, considerando las observaciones de
bre el anillo y escamoso debajo. Anillo fugaz. Con- Frankland et al. (1982), quienes asignan a los hon-
texto blanco-amarillento. gos macromicetos a tres grupos (micorrizógenos, sa-
S. coronilla (Bull.) Quél., citada por Moreno y Ayala probios y parásitos) cuando se estudia el componente
(2007). vegetal de los ecosistemas, algunos son hábiles para
S. melanosperma (Bull.) Bres., citada por Ayala utilizar más de una fuente nutricional, por lo que de-
(1996). pendiendo de su tipo de nutrición pueden ser coloca-
S. semiglobata (Batsch) Quél., citada por Moreno dos en más de una categoría. Más aún en el caso de
y Ayala (2007). específico de los hongos simbióticos, Pilz y Molina
Tricholoma columbetta (Fr.) P. Kumm., citada (1996), indican que estos hongos pueden variar en su
por Candusso et al. (1994). potencial ectomicorrizógeno, y que muchas especies
T. equestre (L.) P. Kumm., citada por Ayala (1996). tienen amplios rangos de posibles hospedantes, mien-
T. scalpturatum (Fr.) Quél., citada por Ayala tras otras especies fúngicas tienen rangos más angos-
(1996). tos y/o son ectomicorrizógenos obligados de una sola
Tubaria conspersa (Pers.) Fayod, citada por Mo- especie o de las especies de un solo género, ejemplo
reno y Ayala (2003). de esto es Amanita velosa, quien se asocia exclusiva-
Volvariella gloiocephala (DC.) Boekhout y En- mente con Q. agrifolia.
derle., citada por Candusso et al. (1994).
Xeromphalina cauticinalis (With.) Kühner y Conclusiones
Maire., citada por Moreno y Ayala (1996).
La presentación de 95 especies Agaricales asociadas a
áreas de encino, constituye un referente de la diversi-
Discusión dad fúngica de estas comunidades vegetales del estado
La presentación de 95 especies del orden Agaricales de Baja California. La ubicación de las especies deter-
asociadas a áreas de encino, pone de manifiesto la ri- minadas con relación a su función ecológica, establece
queza biótica de estas comunidades vegetales en el un marco básico de referencia muy general para futu-
estado de Baja California, no obstante y a pesar de lo ros estudios en las zonas estudiadas.
226 Ayala-Sánchez, Soria-Mercado, Romero-Bautista, López-Herrera, Rico-Mora, y Portillo-López
Resumen
En el Altiplano Potosino y Zacatecano, los agaves mezcaleros son un componente socioeconómico importante
ya que se pueden aprovechar desde el punto de vista económico, ya que tiene valor en el mercado para la pro-
ducción de bebidas espirituosas como el mezcal; social, ya que su producción y modo de empleo genera jor-
nales disminuyendo la migración; en la salud, por la producción de aguamiel, jarabes e inulinas como comple-
mento nutricional; científico, por los aportes al conocimiento en la variación biológica de los agaves; debido a
la diversidad y su plasticidad para enfrentar temperaturas extremas y sequías prolongadas, entre otros. Es por
todo ello de importancia la caracterización de cada una de las variantes biológicas de esta especie, para lo cual
se describieron sus caracteres morfológicos mediante el uso de una guía técnica descrita para agaves. La des-
cripción es sólo un primer paso para su registro y protección legal, además de preservar la biodiversidad de
este recurso genético de la nación, generando estrategias para su aprovechamiento sustentable con el fin de
valorar la conservación de este patrimonio que se mantiene hoy en día vivo en manos de numerosas comuni-
dades, que requieren opciones para su desarrollo socio económico donde el agave es protagonista.
Publicado en Estudios en Biodiversidad, Volumen I, editores Griselda Pulido-Flores, Scott Monks y Maritza López-Herrera (Lincoln, NE: Zea
Books, 2015).
227
228 Esparza-Ibarra, Violante-González, Monks, Cadena-Iñiguez, Araujo-Andrade, y Rössel-Kipping
Los agaves son plantas hermafroditas y monoco- La forma más tradicional de producción del agave,
tiledóneas, que se caracterizan por ser suculentas pe- es la de siembra por hijuelos; éstos son trasplantados
rennes y con un tronco corto. Sus hojas, o “pencas”, se a los 3 o 4 años, ya que se dejan hasta que alcancen
disponen en rosetas y tienen forma lanceolada (forma el tamaño necesario para cosecharlos. Otra forma de
de lanza), rígidas, carnosas, acabadas en espina y con producción es la germinación de semillas, las cuales
los márgenes dentados y espinosos. La zona donde se cultivan en viveros previamente acondicionadas
reside la base de las hojas recibe el nombre de tallo para después ser trasplantadas a otro lugar. Actual-
y se le conoce también como “corazón” o “piña” (Fi- mente existe la posibilidad de su reproducción in vi-
gura 2). Posee inflorescencias en espigas o racimos si- tro en el laboratorio.
tuados sobre un largo escapo floral o “quiote”. El pe-
rianto es tubular con los estambres sobresaliendo a
éste y su fruto se encuentra en cápsulas, con semillas
negras achatadas (Aguirre et al., 2001).
El final de la vida del agave lo marca la floración,
que es resultado de las flores polinizadas por murcié-
lagos, aves e insectos que producen las semillas las
cuales aseguran la descendencia y una alta diversidad
genética en la población. Si las semillas no se logran,
pueden desarrollarse por apomixis yemas vegetativas
o bulbilos en las ramas. Otra opción reproductiva son
los hijuelos, que se producen a partir de un rizoma o
raíz que surge de la base de la planta a lo largo de la
vida del agave (Figura 3). Figura 2. Anatomía del agave.
Los agaves mezcaleros del altiplano Potosino y Zacatecano 229
Tabla 1. Usos y productos tradicionales que se pueden obtener de las especies de Agave
Destino Partes de la planta Destino Partes de la planta
Bebidas Levadura Residuos de pulque
Aguamiel Piña del maguey Condimento Pulque
Bacanora Piña del maguey de Tortillas Quiote
sonora Mezcal dulce Penca asada u horneada
Jarabe Aguamiel concentrada Barbacoa Hoja verde
Pulque Aguamiel fermentada
Miel Aguamiel concentrada Ornato
Vinagre Aguamiel fermentada Adornos de navidad Maguey completo
Aguardiente Pulque destilado Base para adornos de pluma Pencas
Mezcales Piña de los agaves y oro
mezcaleros Fibras para arcos florales Pencas
Tequila Piña del agave tequilero Adornos corporales Semillas
Atoles Aguamiel Juguetes para niños Semillas
Sonajas Semillas
Tejido y vestuario Tocados para mujeres Fibras del quiote
Hilos y tejidos Fibra de la penca
Costales, bolsas y mantas Pencas Uso doméstico general
Tapetes, lazos y morrales Pencas Jabón para ropa Raíces y pencas
Sandalias y huipiles Pencas Cepillos para lavar Raíces
Cinchos y hamacas Pencas Cepillos y escobas Raíces
Petates y petacas para tortillas Pencas Canastas Raíces
Sombreros y ayates gruesos Pencas Clavos Espinas
para carga Aguja con hilo incluido Púa terminal con fibra
Recipientes para comida Pencas
Construcción Bateas para masa y otros Pencas
Vigas Quiote seco alimentos
Adobes Bagazo de la piña Recipiente para agua Piña
Material para cubrir la Pencas
Medicinal barbacoa de borrego
Sifilis, Cancér, etc. Diversas partes (agavinas) Tapones para castañas y Pencas
barriles
Comida y condimento Estropajos y estopa Pencas
Gusanos blancos Pencas Escobetas Pencas
Gusanos rojos (chinicuiles) Raíces Combustible Pencas y piñas secas
Sal de gusano Piña Bancos para sentarse Mezontete
Condimentos para barbacoa Pulque
Guiso de gualumbo Flores Agropecuario
Postre Quiote asado, piña Deslindar terrenos Planta completa
horneada Formar y proteger terrazas Planta completa
Azúcar Aguamiel concentrada Cercas protectoras Planta completa
Saborizante de tamales y pan Aguamiel y piña Abono Cenizas de pencas y
Mixiotes Epidermis del meyolote piñas secas
Guiso de huevito Corazón del meyolote Protección contra la erosión Planta completa
Alimento para aves Residuos de pulque
En México existe una inmensa diversidad de pro- denominación de origen en México para los siguientes
ductos cuya calidad la definen su biología, geografía productos: 1) La piedra ámbar de Chiapas, 2) las caji-
e historia. Es por ello, que la denominación de ori- tas de olinalá en Guerrero, 3) la talavera en Puebla y
gen permite designar y hacer el reconocimiento de Tlaxcala, 4) el café de Chiapas, 5) el café de Veracruz,
que un producto es originario de una región geográ- 6) el café pluma de Oaxaca, 7) el chile habanero de Yu-
fica del país y que sus características y calidad obe- catán, 8) el mango Ataulfo de Chiapas, 9) la vainilla de
decen exclusivamente al medio geográfico, a los fac- Papantla, Veracruz, 10) el agua mineral en Tehuacán,
tores y recursos naturales y humanos (Artículo 156, Puebla. Así como para las bebidas destiladas o espi-
Ley de la Propiedad Industrial). Actualmente existe la rituosas de: 11) bacanora de Sonora, 12) charanda de
230 Esparza-Ibarra, Violante-González, Monks, Cadena-Iñiguez, Araujo-Andrade, y Rössel-Kipping
Figura 3. Murciélago polinizador y formas de reproduc- Figura 4. Mezcales. A. Joven; B. Reposado; C. Añejo.
ción del agave.
Michoacán, 13) sotol de Chihuahua, Coahuila y Du- Según la NOM-070-SCFI-1994, hay dos tipos de
rango, 14) tequila de Guanajuato, Jalisco, Nayarit, mezcal: el Tipo I que se elabora con el 100% de los
Michoacán y Tamaulipas; y 15) mezcal de Durango, azucares del agave, y el tipo II que contiene solo 80%
Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, San Luis de los azucares del agave. Además existen tres catego-
Potosí, Tamaulipas y Zacatecas (IMPI, 2013). rías del mezcal: el joven o blanco, que es el mezcal tal
El DOF (2012) señala que el mezcal obtuvo su de- cual sale de la destilación y que puede ser abocado; el
claratoria desde 1994 (DOF-1994-11-28) y actualmente reposado, que es el que se deja reposar al menos dos
existe un organismo certificador que es el Consejo meses; y el añejo, que es el que tiene un año madu-
Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (CO- rando en barricas de roble blanco o encino (Figura 4).
MERCAM, 2007), el cual vigila el cumplimiento de El mezcal debe cumplir con las siguientes especi-
la norma oficial mexicana para su elaboración (NOM- ficaciones: de 36 a 55 por ciento de grados de alcohol
070-SCFI-1994) en los estados con denominación de volumen a 20°C, de 30 a 300 mg de metanol, de 0 a
origen mezcal. 170 mg de acidez, de 0.2 a 10 gramos por litro de ex-
El mezcal a diferencia de otras bebidas, se puede tracto seco y de 0 a 400 mg de alcoholes superiores
elaborar de varias especies diferentes de Agave (Ta- (NOM-070-SCFI-1994). El último de los parámetros,
bla 2), siempre y cuando, no se utilice el mismo ma- es la característica por lo que es considerado como
terial para producir otras bebidas diferentes dentro una de las bebidas espirituosas que menos alcoho-
de los estados con denominación de origen. Por lo les superiores contiene, a diferencia de otras bebidas
que es necesario profundizar y sistematizar los cono- como el tequila, charanda, whisky, etc., que están por
cimientos sobre la riqueza de las variantes múltiples arriba de estos parámetros fisicoquímicos (Tabla 3).
de las plantas de Agave y sus distintos mezcales de- Lo cual lo hace una bebida idónea para su consumo
rivados de ellos. moderado debido a que causa menos toxicidad a di-
El mezcal se define como una bebida alcohólica re- ferencia de otras bebidas destiladas.
gional, que se obtiene por la destilación y rectificación En Zacatecas, existen dos regiones productoras
de los mostos provenientes de los azucares de las ca- de mezcal, una en el sur conocida como los cañones,
bezas maduras del maguey previamente cocidas y so- donde se produce solo de Agave tequilana weber va-
metidas a fermentación alcohólica con levaduras, cul- riedad azul con 5,300 hectáreas principalmente en los
tivadas o no (NOM-070-SCFI-1994). Existe la creencia municipios de Jalpa, Juchipila, Trinidad García de la
popular que el mezcal produce un efecto similar al de Cadena y Téul de González Ortega. Mientras que en el
un tónico, pues además de su inmediato efecto afrodi- sureste, existen alrededor de 59,000 hectáreas de po-
síaco, aseguran que el hábito de consumirlo, con mo- blaciones naturales de Agave salmiana spp. (maguey
deración, prolonga la vida sexual del individuo y por verde) y que comprenden los municipios de Loreto,
ende, la vida misma. Ojocaliente, Pinos, Noria de Ángeles, Villa Hidalgo,
Los agaves mezcaleros del altiplano Potosino y Zacatecano 231
Tabla 2. Riqueza de agaves (Agave) más comunes, empleados para la elaboración del mezcal en los estados con deno-
minación de origen (CONABIO, 2005)
Tipo
Tipo de planta
de planta Especie
Especie Característica Característica
Tabla 2. Riqueza de agaves (Agave) más comunes, empleados para la elaboración del mezcal en los estados con denomi-
nación de origen (CONABIO, 2005) (continuado)Su hermosa inflorescencia tiene importantes usos ornamentales y
A. marmorata
Tipo de planta Especie ceremoniales.
Característica
Villa García y Villa González (Figura 5). En San Luis más eficiente para la otra región, ya que se produce
Potosí, el maguey verde y la producción de mezcal, se de manera más tecnificada o industrial. Es interesante
encuentran distribuidos en los municipios de Ahua- el procesamiento, ya que la bebida obtiene un sabor
lulco, Charcas, Matehuala, Mexquitic, Villa de Reyes y característico dependiendo de la región en la que es
Venado; donde hay una gran diversidad de estos aga- elaborada y a la mayor diversidad que se encuentran
ves. Existen diferencias en cuanto al proceso de elabo- en los agaves silvestres Agave salmiana, que crecen
ración del mezcal en el altiplano Potosino-Zacatecano junto a otras plantas y animales en ecosistemas lle-
con respecto a la región sur del estado de Zacatecas. nos de vida; por lo que los agaves de cada región son
Siendo de manera rústica o artesanal en el altiplano, un patrimonio que es necesario conservar y aprove-
mientras que el proceso de producción de mezcal, es char de forma sustentable.
Por otra parte, se sabe que en el A. salmiana puede describimos los agaves mezcaleros del altiplano Po-
presentar una amplia variación fenotípica y que no tosino y de Zacatecas.
han sido caracterizadas dichas variantes biológicas,
además de que existe confusión respecto a su nivel
de domesticación y adaptación al ambiente. Por lo Materiales y Métodos
que deben existir caracteres morfológicos y molecu- Se realizaron descripciones en campo de los magueyes
lares dentro de la riqueza de su variación que permi- mezcaleros (n=160) en varias comunidades de las re-
ten su distinción; que puede asegurar a los produc- giones productoras de mezcal (Tabla 4). Así como tam-
tores de la región del altiplano Potosino-Zacatecano, bién se determinaron la edad promedio y el contenido
las características homogéneas de olor y sabor que de azúcares de cada uno de los agaves (grados brix).
garanticen la calidad del mezcal que elaboran tra- Para ello se utilizó la guía técnica de descriptores
dicionalmente de estos agaves. Además de que se varietales para agave del SNICS, en el cual se hicie-
puede preservar este recurso genético, mediante el ron 30 mediciones de los descriptores de la guía téc-
registro de sus variantes biológicas ante el Servicio nica de agaves (SNICS, 2007). En la Tabla 5, se enlis-
Nacional de Inspección y Certificación de Semillas tan los caracteres que se midieron; así como el estado
(SNICS) para su protección legal. Es por ello, que del carácter.
234 Esparza-Ibarra, Violante-González, Monks, Cadena-Iñiguez, Araujo-Andrade, y Rössel-Kipping
A los 160 agaves muestreados se les aplicó la guía y máximos; para luego someter a diversos análisis. Se
técnica para agaves y se obtuvieron alrededor de realizó un análisis de componentes principales (PCA
4,800 datos, los cuales se vaciaron en tablas. Luego en inglés), desarrollado por Karl Pearson en 1901.
se homogenizaron los datos, obteniendo los mínimos En el cual se toman p variables correlacionadas, las
Tabla 5. Lista de caracteres y sus estados con base a los descriptores de la guía técnica para agave, según la unión inter-
nacional para la protección de las obtenciones vegetales
Carácter Estado de carácter
Hoja
1. Presencia del segundo color 1-ausente y 9-presente
2. Tonalidad del segundo color 1- blanco y 2-amarillo
3. Distribución del segundo color 1-marginal, 2-central y 3-reticulado
4. Textura 1-lisa y 2-rugosa
5. Tipo de curvatura 1-ausente, 2-recurvado, 3-incurvado y 4-ondulado
6. Tipo de margen 1-liso, 2-ondulado, 3-dentado y 4-crenado
7. Visibilidad (Tallo) 1-no visible y 9-conspicuo
8. Color 1-verde amarillento, 2-verde y 3-azul
9. Intensidad del color 3-débil, 5-medio y 7 fuerte
10. Forma 1-lineal, 2-espatulada, 3-deltoide, 4-lanceolada, 5-oblonga y 6-ovada
11. Glausencia 1-ausente y 9-presente
12. Longitud 3-corta, 5-media y 7-larga
13. Anchura 3-estrecha, 5-media y 7-ancha
14. Relación largo/ancho 3-pequeña, 5-media y 7-grande
15. Forma del corte transversal 1-plano, 2-en forma de “v”, 3-en forma de “u”, 4-cóncavo, 5-quillado,
6-obdeltado, 7-oblato, 8-hemioblato y 9-circular
16. Forma de la espina terminal 1-recta, 2-curvada, 3-filiforme y 4-polifurcada
17. Longitud de la espina terminal 3-corta, 5-media y 7-larga
18. Forma de las espinas laterales 1-recta, 2-curva, 3-ganchuda y 4-filífera
19. Perfil de la espina lateral 1-única, 2-bifurcada, 3-trifurcada y 4-polifurcada
20. Color de las espinas laterales 1-blanco, 2-marrón, 3-rojizo y 4-negro
21. Estrías en las espinas laterales 1-ausente y 9-presente
22. Uniformidad en el tamaño de las espinas 1-homogénea y 9 heterogénea
laterales
23. Número de espinas laterales 3-pequeño, 5-medio y 7-grande
24. Distancia entre las espinas laterales 3-baja, 5-media y 7-alta
Planta
25. Hábito de crecimiento 1-rosetófila acaulescente y 2-rosetófila caulescente
26. Diámetro de la roseta 3-pequeño, 5-medio y 7-grande
27. Número de hojas por filotaxia 3-bajo, 5-medio y 7-alto
28. Número de hojas 3-bajo, 5-medio y 7-alto
29. Altura 3-baja, 5-media y 7-alta
Hijuelos
30. Prolificidad 1-ausente, 3-baja, 5-media y 7-alta
cuales describen n objetos y se encuentra una com- (Figuras 7 a 14), se realizaron los análisis de compo-
binación lineal de estas para generar otras variables nentes principales para cada grupo.
nuevas que no estén correlacionadas, las cuales son En el PCA (Figura 15), se pueden identificar cuatro
llamadas Componentes Principales (CPs ó PCs en in- grupos correspondientes a cada una de las especies de
glés). El PCA tiene un doble objetivo: una transfor- agaves (A. americana, A. salmiana, Agave sp. y A. te-
mación dentro de un sistema de coordenadas más re- quilana), lo cual es congruente con la localidad y ca-
levante y una reducción de dimensionalidad (usando racterísticas morfológicas de cada una de estas espe-
solo la componente principal que refleja la estructura cies. Así mismo, al realizar el PCA (Figura 16) en los
en los datos). Agave sp. (AA y AB), éstos se agruparon de manera
independiente, lo cual nos dice que existen diferen-
Resultados y Discusión cias entre ellos, que permiten su distinción.
Para el caso de los A. salmiana (AP, AS y AC), se
Una vez que se colectaron los datos en todas las po-
puede observar que todos se agruparon en un mismo
blaciones de agaves que comprendieron el estudio
236 Esparza-Ibarra, Violante-González, Monks, Cadena-Iñiguez, Araujo-Andrade, y Rössel-Kipping
Figura 14. Agave salmiana de la comunidad de Charcas, San Luis Potosí (AC).
244 Esparza-Ibarra, Violante-González, Monks, Cadena-Iñiguez, Araujo-Andrade, y Rössel-Kipping
Figura 15. Gráfico de PCA de cuatro especies de Agaves: Agave sp. (AH), A. salmiana (AC), A. tequilana (AT) y A. ameri-
cana (AM).
grupo, ello nos indica que son muy similares entre hijuelos como un acto de reforestación.
ellos, pero diferentes a los Agave sp. (Figura 17). El
análisis de filogenético para el caso de los A. salmiana
Conclusiones
(datos no mostrados) arrojó diferencias al interior de
cada grupo, estos ecotipos además están relacionados El análisis de componentes principales resultó ser
entres sí, al analizar todas las localidades de donde una herramienta útil para analizar diferencias y se-
provienen los A. salmiana y ello podría atribuirse al mejanzas entre diversas especies de agaves mezca-
intercambio directo o indirecto de material vegetativo leros. Donde se pudieron diferenciar las especies de
entre los productores de agave-mezcal, debido a que Agaves americana, A. salmiana, Agave sp. y A. tequi-
existen políticas gubernamentales de transplantar los lana. Los datos obtenidos de los agaves mezcaleros,
Figura 17. Gráfico de PCA de dos especies de Agave: Agave sp. (AA) y A. salmiana (AP, AC y AS).
servirán para el registro de las variantes de agaves Chiang, R. Bye, T. Elías (eds). Conservación de plantas
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national or ethnic origin,
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