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Epifanio Baca EL IMPACTO DE LOS PROYECTOS DE RIEGO EN LA SIERRA: LA EXPERIENCIA DEL PLAN MERISS INKA yectos de riego en dos fases. La inversién total ejecutada en estos proyectos fue de 41 millones de marcos alemanes, con lo cual se ha mejorado el riego en cerca de 9000 hectéreas en beneficio de un nimero similar de familias campesinas. Estas inversiones estuvieron localizadas en la cuenca alta y media del valle del Vilcanota. {Cuales han sido los resultados (econémicos, productivos y sociales) logrados con estas inversiones? {Qué procesos de cambio han ocurrido en los sistemas de produccién que accedieron a una mayor cantidad de agua para riego? Preguntas ineludibles para una institucién —el Plan MERISS— que tiene en cartera proyectos de hasta quince afios de antigtiedad. Este andlisis se basa en los resultados de un reciente estudio realizado por consultorfa externa en una muestra de proyectos de la primera y segun- da fase!. El propésito del estudio fue verificar si los resultados esperados en los sistemas de produccién intervenidos se han producido efectivamente. Al respecto, cabe precisar que los objetivos de la institucién se han ido mo- dificando en el tiempo: en la primera fase se proponfa «aumentar la produc- cién, mejorar Jos ingresos, generar mas empleo y disminuir la migracién, desarrollando la agricultura de regadfo en el valle del Vilcanota». En la se- gunda fase el objetivo definido es menos ambicioso: «organizaciones auto- gestionarias manejan eficientemente el recurso hfdrico para una mejor pro- duccién agropecuaria». Lo anterior muestra que en los veinte aiios de existencia institucional, los objetivos (y también los enfoques y metodologfas de trabajo) han ido evolucionando en funcién de los cambios en el contexto y de la propia insti- E ntre 1980 y 1994, el Plan MERISS Inka (PMI) ha ejecutado veinte pro- 1, Nos referimos al estudio de Efrain Franco «Evaluacién de impacto de las inversio- nes del Plan MERISS Inka». Este trabajo se basé en estudios de caso realizados en los proyec- tos Margen Derecha y Pitumarca, ambos de la fase I, y Urubamba, de la fase II. DEBATE AGRARIO / 28 56 Epiranio BACA tucién. Los estudios de caso realizados —Margen Derecha y Pitumarca~ co- rresponden a la primera fase, mientras que Urubamba a la segunda. ‘Un componente importante de la metodologfa utilizada fue la compara- ci6n en el tiempo (estatica comparativa) de algunos indicadores a parlit de la informaci6n contenida en los estudios de factibilidad y el levantamiento de datos realizado en 1996. Asi, fue posible realizar comparaciones muy ilustrativas de los cambios ocurridos. El} estudio ha tratado de diferenciar algunos efectos directos de Ja inversién en obra de aquellos mas vinculados a la capacitacién familiar (riego parcelario, manejo de cultivos) y comunal (organizacion) {Qué diferencias hay en los resultados conseguidos en cada uno de ellos y cuales son las lecciones que podemos extraer de estas expe- riencias? La revisién bibliogréfica realizada indica que los estudios sobre eva- luacién de impacto de proyectos de riego son todavia escasos en el pafs por ello, las propuestas metodolégicas son atin limitadas. Pero tal vez la mayor dificultad para realizar este tipo de estudios sea Ja falta de datos confiables que permitan determinar estadisticamente los cambios ocurri- dos en el tiempo. Nuestro andlisis muestra que los proyectos lograron, con diferencias entre ellos: a) aumentar la cantidad de agua, regular el riego y aumentar las frecuencias de riego; b) intensificar el uso de la tierra y diversificar los cul- tivos, obteniendo dos 0 mas cosechas al afio; c) lo anterior no seria posible sin la adopcién de tecnologfas nuevas en el manejo de cultivos; d) incre- mentar la produccién global y los ingresos con una mayor orientacién al mercado; y, e) mejorar las organizaciones de riego para una gestién mds adecuada del mismo. La medicién de los impactos ambientales queda como una tarea pendiente. EL CONTEXTO ECONOMICO ENTRE 1980 Y 1995 En el perfodo 1980-85 se inicia un cambio de rumbo en el manejo econémi- co respecto del que Ilev6 a cabo el régimen militar (1968-79), caracteriza- do, entre otras cosas, por un fuerte intervencionismo del Estado en la eco- noma, la promocién de Ja industria nacional orientada al mercado interno y la preocupacién por abastecer los mercados urbanos con alimentos baratos. El segundo gobierno del arquitecto Belaunde, iniciado en 1980, opts por reducir aunque timidamente- la intervencién del Estado y promover con fuerza los mecanismos de) mercado. Durante Jos primeros afios tuvo relati- vo éxito. Sin embargo, los crecientes desequilibrios fiscales y en Ja balanza de pagos que sobrevinieron después obligaron a introducir ajustes que ge- neraron mayor inflacién?, 2. Esconat, J, yX. BRICERO: El sector agropecuario peruano en 1992: Evaluecién y recomendaciones para su desarrollo. Lima: GRADE, 1992, Notas para el Debate n°. 5. La BXPERIENCIA DEL PLAN Mertss Inka. Ss7 La preocupacién del Gobierno por controlar Ia inflacién lo Ilev6 a so- brevaluar la moneda nacional, lo que generé el deterioro de los términos de intercambio para la agricultura y favorecié a la industria. Como consecuen- cia, las importaciones se incrementaron de manera significativa, especial- mente las de alimentos. E] Gobierno de Belaunde culminé en medio del descrédito generado por una creciente inestabilidad econémica, situacién que fue capitalizada por el Partido Aprista Peruano para ganar las eleccio- nes de 1985. A partir de ese afio el Gobierno presidido por Alan Garcia dio un giro radical a la politica econ6mica, pues puso en marcha un programa hetero- doxo que se propuso generar crecimiento econémico manejando el gasto publico. Una de sus ideas centrales fue redistribuir ingresos como medio para sostener dicho crecimiento. Ejecuté, con tal propésito, un programa de gastos entre cuyos principales beneficiarios estarian los estratos pobres de la agricultura nacional. Para mejorar los términos de intercambio de los pro- ductos agricolas, intervino directamente en la determinacién de los precios (de garantfa, de refugio). Estas politicas produjeron resultados positivos en el corto plazo: crecié el producto nacional y la inflacién se redujo. Los precios reales de la agri- cultura aumentaron considerablemente: los productos agricolas incremen- taron su capacidad de compra entre mediados de 1985 ¢ inicios de 1987, tal como se puede ver en el grafico 13. Pero estos resultados no pudieron ser sostenidos por mucho tiempo. Desde 1988 estas politicas Hevaron al paulatino deterioro de las cuentas fiscales y la balanza de pagos, lo que acentué Ia crisis econémica. En efec- to, la aplicacién de un populismo econémico desenfrenado generé un pro- ceso inflacionario sin precedentes en la historia econémica peruana, que perjudicé severamente a los productores agrarios. En estos afios la agricul- tura aparecfa «favorecida» por subsidios a los fertilizantes, al crédito, los combustibles y alimentos, y perjudicada por los controles de precios, im- portaciones baratas, la inestabilidad econémica y el desabastecimiento de insumos. En 1990, el flamante Gobierno de] Presidente Fujimori introdujo una radical correccién en la estructura de los precios relativos vigente, al aplicar un drdstico programa de estabilizacién econémica. Se produjeron alzas vio- lentas en los precios de los combustibles, de los alimentos y de los insumos agricolas. Paralelamente, desde 1991 se puso en marcha una serie de politi- cas de ajuste estructural (reforma del Estado, desregulacién de los merca- dos laboral y de tierras, apertura comercial, entre otras). 3. Est ice es una forma indirecta de medir la evolucién de la capacidad de compra de Jos agricultores, en este caso del valle de! Vilcanota, Se obtiene dividiendo un indice de precios reales agricolas entre el {ndice de la canasta de consumo campesina (sobre La base de productos industriales). Fue elaborado a partir de los precios de Ia ciudad det Cusco; se to- maron precios mayoristas para los productos agricolas y minoristas para los otros. 58 Epiranio Baca . Grafico 1 Indice de capacidad de compra campesina: 1985-1996 14 12 1 08 0,6 04 0,2 0 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 Los datos de los que disponemos y los de otros estudios muestran que desde 1991 en adelante se produjo una drdstica disminucién en el precio real de los principales productos agricolas (los precios de 1996 eran 47 por ciento del valor real que tenfan en 1990)*, Una tendencia similar tuvieron los precios de los productos industriales y agroindustriales que los campesinos compran para su consumo (los precios de 1996 tienen 68 por ciento del valor que te- nian en 1990). El resultado de estas tendencias se refleja en el indice de capa- cidad de compra que se muestra en el grafico. Entre 1985 y 1996 los agricul- tores disminuyeron su poder de compra en 36 por ciento aproximadamente. EI citado gréfico muestra dos aspectos que caracterizaron el entorno econémico de Ja regidn: a) entre 1985 y 1992 el contexto econémico estuvo marcado por la inestabilidad econémica con momentos favorables y adver- sos para la agricultura; y, b) de 1993 en adelante se ha logrado una estabili- dad econémica, pero con precios agricolas deteriorados. Al respecto, varios estudios han mostrado que la crisis de fines de los afios ochenta y el ajuste de 1990 provocaron una fuerte disminucién en el uso de insumos como fer- tilizantes y pesticidas, semilla mejorada, etcétera, debido al aumento de su precio relativo. Esta situacién se ha ido revirtiendo con la estabilizacién econémica y la mejora en el abastecimiento de insumos. Podemos afirmar, por tanto, que entre 1985 y 1996 los productores del valle del Vileanota (como los de otras regiones) trabajaron en un contexto econdémico mas adverso que favorable, a pesar de una estabilidad excepcionzl en la economia peruana. Los precios permanecieron deteriorados, el financia- miento ha sido -y sigue siendo- escaso y caro, y los servicios de asistencia técnica del Ministerio de Agricultura practicamente han desaparecido, hasta 4, Estos mismos resultados obtiene Escobal en un andlisis agregado realizado para el nivel nacional. (ESCOBAL, J.: «Impacto de las politicas de ajuiste sobre la pequeta agricultu- ra». Debate Agrario w°. 20. Lima: CEPES, 1994.) LA EXPERIENCIA DEL PLAN Meriss INKA 59 quedar sélo los que ofrecen las organizaciones no gubernamentales y el Pro- grama Nacional de Manejo de Cuencas Hidrograficas y Suelos. Pero, al mismo tiempo, los mercados locales, regionales e interregiona- les se han reactivado en los tiltimos afios, favorecidos por la estabilidad econémica y por la rehabilitacién de las vias de comunicacién provinciales y distritales. Por otra parte, la ciudad del Cusco y las principales ciudades intermedias —Sicuani, Quillabamba, Yeuri, Calca y Urubamba~ han crecido de manera apreciable, y constituyen demanda para la produccién de este valle. A ello se suma el auge reciente del turismo, que estimula la demanda de productos agricolas. La demanda proveniente de estos centros de consu- mo regional y aun extrarregional —las ciudades de Arequipa, Juliaca y Puno- ha cumplido un papel preponderante en la induccién de los cambios en los sistemas de produccién que describiremos mas adelante. LOS PROYECTOS DE RIEGO Y SUS IMPACTOS PROYECTO MARGEN DERECHA El dmbito de este proyecto abarca las comunidades campesinas de Ccuyo, Cayco, Huiscachani, Chauchapata y Uscupata. En 1980 estas comunidades contaban con riego parcial. El 88 por ciento de los informantes de nuestro estudio disponia de agua para sus cultivos, pero sélo la cuarta parte consi- deraba que Ia cantidad era suficiente; debido a ello, las dos terceras partes de los entrevistados debian regar de noche. Los meses de mayor escasez de agua de riego eran agosto y setiembre. Frente a este problema, el PMI propuso el mejoramiento del riego en 196 hectéreas y la incorporacién de 84 nuevas hectéreas, lo que hace un total de 280, en beneficio de un nimero igual de familias. El planteamiento hidrdulico consideraba una bocatoma de captaci6n para alimentar un canal con capacidad de conduccién de 0,42 m2/seg, con un tiempo de riego de diez horas en el mes de noviembre. El médulo de riego fue calculado en 1,53 litros por segundo por hectérea para las 280 hectéreas. El canal princi- pal, de 10,7 kilémetros de longitud, tendrfa ocho canales laterales y dos sublaterales. Entre las obras de arte se consideraron canoas, acueductos, ra- pidas y un sif6n. El diagnéstico, realizado en 1981, calculé que cada familia disponfa, en promedio, de una hectarea de tierra. En 1993, la evaluacién de la GFA con- cluy6 que el area por familia era de 0,72 hectareas. La informacién prove- niente del estudio leg a estimar un promedio de 0,56 hectareas de tierra irrigada por familia en 1996. El proceso de fragmentacién debido al creci- miento demografico es obvio. Por otro lado, el rango de la tenencia de la tierra es considerable: los predios més pequeiios tienen 0,05 hectareas, y los més grandes, 3 hectéreas. Este proyecto se ejecuté entre 1983 y 1985. El costo total fue de 1 627 577 marcos, y el costo por hectérea, 5 302 marcos. 60 Epiranio Baca PROYECTO PITUMARCA Su Ambito comprende los territorios de nueve comunidades campesinas ubi- cadas en los distritos de Pitumarca y Checcacupe. Algunas de estas comuni- dades (Pampachiri, Have y Checcacupe) disponfan de agua de riego de cap- taciones rtisticas que les permitia irrigar en forma deficiente una parte de sus tierras. La comunidad de Cangalli se abastecia de agua en forma limita- da mediante un canal construido por ORDESO; otras utilizaban agua prove- niente de pequefios manantes. En términos generales, el escaso caudal de los manantes y captaciones risticas era distribuido entre todos los usuarios de las comunidades. La es- casez de agua en los meses de mayor demanda era la causa de continuos conflictos y agresiones entre los usuarios. Las tierras irrigadas con estas limitacionés eran 373 hectéreas; las que trabajaban en secano, 462 hect4- reas. La superficie total, considerando mejoramiento e incorporacién, as- cendia a 800 hectareas. El planteamiento hidrdulico considera la captacién de 1,58 m3/seg me- diante una bocatoma principal construida sobre el rio Pitumarca, el mismo que alimenta dos canales principales que conducen el agua por las mérge- nes derecha e izquierda del rfo (ver croquis). El canal de la margen izquier- da, de 14,48 km de longitud, tiene dieciséis canales laterales para irrigar 339 hectdreas. El canal de la margen derecha, de 6,11 km de longitud, tiene seis canales para irrigar 243,5 hectéreas. A ello hay que afiadir la bocatoma y el canal Llocllora, de 8,8 km para irrigar 252,5 km. Seguin ef estudio de factibilidad, realizado en 1980, el tamafio promedio de las unidades de produccién era de 0,9 hectéreas por familia. Las unida- des mayores de 1 hectérea eran 22 por ciento del total y ocupaban 27 por ciento de la superficie total; las unidades menores de 1 hectarea eran 88 por ciento y ocupaban 73 por ciento de la superficie. Seguin nuestro estudio, el promedio actual es de 0,6 hectareas de tierra irrigada por familia, y el rango de variaci6n es relativamente grande (minimo 0,08 hectareas, maximo 4,6). Por tanto, es probable que el proceso de minifundizacién de la propiedad haya aumentado en los quince afios transcurridos. El costo del proyecto Pitumarca fue de 3 813 973 marcos, y su equiva- lente por hectarea, de 4568 marcos. PROYECTO URUBAMBA, Comprende el ambito de las microcuencas de Chicén y Pumahuanca. Los usuarios pertenecen a cuatro comunidades campesinas y también son pe- quefios y medianos productores. En 1989 el promedio de tierra cultivada bajo riego por familia era de 0,91 hectarcas, mientras que las estimaciones tealizadas en 1996 arrojan un promedio de 0,55 hectareas, El area irrigable tiene 672 hectdreas. En 1989 toda esta drea estaba irri- gada mediante un sistema de tomas y canales riisticos con baja eficiencia de ‘LA EXPERIENCIA DEL PLAN Meriss INKA 61 Gobierno Regional Inka Plan Meniss Inka U.K. Vileanota 3. Cuchicoa 4 Olanaytambo S.Pachar 6. Yanabuara 1. Urubanbe ULE. Quillabamba &Yucay ‘Ne 9, Urquilos chara . 10, Catea nee REGION UCAYALL 4 Gas 4. arp Conepsin 12, Muanda Huaylabamba 5. Agullayoe 13, Ain Haran Huayoccat 66 Macamange-Pintobamin 14, Sacha 7. Pethac 15. Moama Lamay 46. Amaru Pury Pars REGION U-k Pekachacs 1 Maio fren) CD Kapaa Ceca utanevione 2.Geazaea ‘ns De 3. chi rng 4. Cole 3 Orne: REGION LOS aes LIBERTADORES? SS meee 7. Casipata i 8 Sallamyo U.K Corahuas 1 Chahsyoe U.B.Colabambos 9, Haro Anus 2 aAsmayacs | Cabs in Hntanay 3, Baas Tent 2 Palme 1 Milesbanba ‘itunes 3. Comaeca 4 tus Pap JOSE CARLOS M al 5. Quebrada Honda oa LEYENDA REGION AREQUIPA — | 7. Huayllbanba © Proy. en funcionamiento-primera fase © Proy. concluidos-segunda fase OQ Proy. en ejecuccién © Proy. con estudio definitivo ‘O Proy. con estudio de factibilidad © Proy. con perfil (auto ayuda) OProy. de estabilizacién de suelos Limite de la Region Inka > Rios > Lagunas | tebe 62 Epiranio BACA conduccién. Los sectores mas afectados por la escasez de agua eran Media Luna y Chichubamba. E199 por ciento de los usuarios afirman que antes del proyecto tenfan acceso al agua de riego, pero 38 por ciento de ellos sefialan que el agua era insuficiente, raz6n por la que debian realizar riego nocturno. Urubamba es un tipico proyecto de mejoramiento de riego donde no hay rea de ampliacién. El planteamiento hidrdulico consideré aumentar el caudal disponi- ble disminuyendo las pérdidas por infiltracién, para lo cual propuso obras de captacién y el revestimiento de canales principales y laterales a partir del sistema existente. Se consideraron dos bocatomas en la quebrada de Chicén y otras dos en Pumahuanca. Los canales principa- les mejorados tienen una longitud de 6,49 km, de los cuales 3,97 km pertenecen al sistema Chicén y 2,53 al de Pumahuanca. Los canales laterales y sublaterales suman 9,13 km, y un reservorio nocturno con capacidad para 4 000 m?. Este proyecto se inicié en 1989 y concluyé en 1991. La gestién de la infraestructura mejorada fue entregada a los usuarios organizados en comi- tés y comisiones de regantes. El costo de este proyecto asciende a 2 749 966 marcos alemanes, de manera que el costo por hectarea es de 3 917 marcos. LOS IMPACTOS DIRECTOS DE LA INFRAESTRUCTURA: MAYOR DISPONIBILIDAD H{DRICA REGULA EL RIEGO Y ASEGURA LAS COSECHAS En ef proyecto Margen Derecha, el sistema de irtigacién entregado a los usuarios hace once afios se encuentra en pleno funcionamiento. Lo esencial de! problema identificado fue resuelto. En Pitumarca el proyecto ha solu- cionado en gran parte el problema del abastecimiento del agua de riego a las tierras de las nueve comunidades localizadas en el valle del rio Pitumarca y en un sector del valle del rfo Vilcanota. De [a misma forma, el proyecto Urubamba, de acuerdo con la aprecia- cién de los usuarios, ha logrado mejorar la eficiencia de conduccién y dis- tribucién del agua de riego y, por consiguiente, incrementar el caudal dis- ponible para irrigar las tierras ubicadas en las microcuencas de Pumahuan- cay Chicén. No obstante, se observa cierto grado de deterioro de la infraestructura y dificultades de operacién que los campesinos han sabido superar. Compara- do con los otros dos, Pitumarca es el proyecto donde la presencia de este tipo de problemas es mayor; se observan fisuras en canales de la margen izquierda, obras de arte deterioradas, un tramo de canal principal no se utili- za porque no se respeté el planteamiento hidraulico preexistente en el canal Checacupe y hay dificultades de captacién en la bocatoma Llocllora por alejamiento del rio. Parte de este deterioro se debe al deficiente manteni- miento, pero también al disefio hidrdulico y limitaciones en la calidad de la infraestructura construida. LA EXPERIENCIA DEL PLAN MEriss INKA 63 En los proyectos Urubamba y Margen Derecha los problemas de la in- fraestructura son menores; se hace referencia a filtraciones en algunos tra- mos de canal, deterioro de tarjetas metilicas, timones y pernos. La presencia de estas fallas en la infraestructura es sefialada por 30 por ciento de los campesinos de Pitumarca, 26 por ciento de Urubamba y 20 por ciento en Margen Derecha (véase cuadro 1). La presencia de filtraciones es un problema percibido por 43 por ciento de usuarios de Urubamba y 21 por ciento en Pitumarca, mientras que en Margen Derecha parecen ser menores. Cuadro 1 Problemas en la distribucién y administracién del agua (Porcentaje de usuarios que sefialan la existencia de problemas) Problemas Pitumarca Urubamba Margen Derecha Deterioro de fa infraestructura 30 26 20,5 Filtracién en Jos canales 2 43 4,5 Mala distribucién 13, 10 25,0 Escasez de agua 7 7 1,0 Conflictos entre comunidades 8 3 10 Mala organizacién 4 3 90 No obstante lo anterior, la inmensa mayoria de los usuarios muestra aceptacién de los proyectos: 95,5 por ciento en Margen Derecha, 94% en Urubamba y 96 por ciento en Pitumarca, lo que refleja que, de una u otra forma, la construccién de la infraestructura y las actividades de capacita- cidn en organizacién y manejo de cultivos del proyecto han logrado benefi- ciar a gran parte de los usuarios. La mayoria de los agricultores informa que disponen de agua suficiente para el riego de sus parcelas a partir de la construccién del canal. Este por- centaje sobrepasa el 90 por ciento en Pitumarca y Margen Derecha, mien- tras que en Urubamba alcanza 58 por ciento (ver cuadro 2). Pero ademas del incremento en el volumen de agua, se produce una regulacidn del riego, de manera que las parcelas ubicadas en el Ambito del proyecto tienen la canti- dad requerida de agua durante el tiempo necesario y en forma segura. Esto contribuye a garantizar las cosechas. Un indicador importante del mejoramiento del riego es la disponibili- dad de agua en los meses de mayor demanda (momentos criticos) y la fre- cuencia de riego. La mayor parte de los agricultores (68 por ciento en Uru- bamba, 84 por ciento en Pitumarca y 89 por ciento en Margen Derecha) admiten que ahora riegan con mayor frecuencia (ver cuadro 2) y que la ma- yor disponibilidad de agua les ha permitido adelantar el mes de inicio del riego, con lo cual ahora pueden adelantar sus siembras para conseguir me- jores precios en el mercado. 64 Epiranio Baca Los usuarios riegan con mds frecuencia en los proyectos Urubamba y Margen Derecha>; en Pitumarca, debido al mantenimiento de la cédula de cultivos anterior, este cambio es menos significativo. La mayor disponibili- dad de agua les ha permitido adelantar el riego de agosto a julio-junio en Margen Derecha, de setiembre a agosto en Pitumarca (aqui 58% no realiz6 cambio alguno). En Urubamba se riega practicamente en cualquier mes del afio, de acuerdo con la necesidad de los cultivos. La atenuacién de los conflictos cntre usuarios ~cosa que ha ocurrido en los tres proyectos— es otro de los impactos producidos por el mejoramiento de la infraestructura de riego y [a consolidacién de las organizaciones de usuarios. Este cambio repercute favorablemente en el grado de cohesién social de los campesinos. Cuadro 2 Impaetos de la infraestructura (Frecuencias y porcentajes) {Dispone de mayor volumen de agua para riego? Proyecto Si % No % Igual % Pitumarca oo 3 4 1 i Urubamba 37ST 28 B 8 8 Margen Derecha 40 91 3 7 1 2 {Riega con mayor frecuencia? Proyecto Si % No % Igual % Pitumarca_ 64 84 8 10,5 1 13 Urubamba @ 68 15 190 6 60 Margen Derecha 3989 si 7 {Tiene toda el agua que le toca en su turno? Proyecto Si % No % Igual % Pitumarea OQ 2 1 ws | 7 Urubamba e: GF 0 00 | . Margen Derecha a 93 2.0 = 5, En este proyecto, en papa mahuay se realizan cinco riegos por campafia con una frecuencia de riego de dieeiocho dias; en zanahoria, trece riegos con una frecuencia de diez dias; en cebada forrajera, nueve riegos con una frecuencia de diez dfas; y en cultivos como maiz y habas, entre uno y dos riegos por campaia. ‘La EXPERIENCIA DEL PLAN Meriss INKA 65 UNA AGRICULTURA MAS INTENSIVA Y DIVERSIFICADA La mayor disponibilidad de agua permite realizar siembras tempranas y abre la posibilidad para la habilitacién de cultivos de segunda campajia. Este cambio va acompafiado de una mayor diversificacién de los cultivos princi- palmente con las hortalizas, forrajes, habas y alverja verde. La condicién necesaria, aunque no suficiente, para el incremento de la intensidad de uso de la tierra, es la disponibilidad de agua en buena cantidad y condiciones climaticas favorables. La existencia de mercados accesibles, ja capacidad organizativa y Ja disponibilidad de mano de obra son los facto- tes que hacen que la intensificaci6n se dé en mayor o menor medida. La evaluacién realizada muestra que el cambio en Ja intensidad de uso de la tierra es diferenciado entre proyectos. En el proyecto Margen Derecha, el diagnéstico realizado en 1982 arrojé una intensidad agricola de 0,96; la pro- puesta institucional proyecté una intensidad de uso de 1,33 en el momento de su pleno desarrollo, y la estimaci6n realizada por la evaluacién de 1996 es de 1,198. Ello implica un incremento de 24 por ciento en la intensidad de uso de la tierra. Los cultivos que ganaron importancia con este cambio son el mafz, haba verde, hortalizas (cebolla y zanahoria) y los forrajes (cebada y avena); dicha expansién se da a costa de la cebada, el trigo y la papa, cuya importan- cia relativa disminuye (ver cuadro 3). El aumento en la intensificacién estuvo acompajiado de una mayor diversificacién de los cultivos: a inicios de los afios ochenta la cédula de cultivos tenfa seis cultivos importantes, y ahora se han encontrado doce, aun sin tomar en cuenta aquellos con dreas reducidas, En el proyecto Pitumarca, el estudio de diagnéstico calculé una intensi- dad de 0,95; la propuesta institucional se proponfa conseguir un indice de 1,51 para la situacién de pleno desarrollo del proyecto. La evaluacién reali- zada en 1996 arroja una intensidad de 1,12, lo que significa un incremento de 18 por ciento. Los cultivos que ven aumentar su importancia relativa son Ia papa, las habas y los forrajes (avena forrajera, alfalfa, rye grass); en cam- bio, la superficie destinada al trigo disminuye en 65 por ciento (ver cuadro 4), En Ja cédula actual de cultivos los productos mds importantes siguen siendo (como hace quince afios) el maiz, la papa, las habas, el trigo y la cebada, pero, al mismo tiempo, se observa una mayor diversificacién de cultivos: la avena forrajera y la alfalfa adquieren importancia notable, y, aunque en menor medida, se introducen las hortalizas y la alverja y haba verdes. En el cultivo del maiz, merece ser destacado el cambio ocurrido en la variedad sembrada, que permite mzyor rendimiento y mejor calidad. Comparados con los de Margen Derecha, los cambios en la intensidad agricola son menores, lo que se explica principalmente por: (i) la accesibili- 6. Este indicador resulta de dividir la superficie sembrada (cosechada) entre la superfi- cic bajo riego disponible, Respecto del dato citado, existe otra estimacién realizada por el GFA en 1993 con base en una muestra de tres fincas que arroja un valor de 1,28. A juzgar por Jos tamafios de muestra utilizados, la estimacidn realizada en 1996 es ms confiable. 66 Epiranio Baca. Cuadro 3 Margen Derecha: Cambios en cédula de cultivos Diagndstico (1982) Propuesta (1982) Cultivo Area (Ha) % Cultivo Area (Ha) % Papa 11 26,20 Papa 56 15,05 Trigo 59 21,77 Trigo 56 15,05 Cebada 56 20,66 Cebada forrajera 56 15,05 Haba grano 40 14,76 Haba grano a 25 Hortalizas 20] 1.38 Haba verde 56 15,05 Cultivos tradicionales 259,23 Hortalizas 14 3,76 Forraje 56 15,05 Total 2 1000 Pasto cultivado 70 18,82 Intensidad de uso 0,96 Total 372 1000 Intensidad de uso 1,33 Evaluacién 1996 Poblacion y superficie Cultivo Area (Ha) % 821996 Papa 63 18,26 Niéimero de familias 280 516 ‘Tigo 55 15,94 Area de tiego 196 289 Cebada forrajera 102,90 Area de secano 84 0 Cebada grano 22 © 638 — Haba verde 66 19,13 Haba grano 2B 667 Hortalizas 36 10,43 Maiz grano 1217 Papa mahuay 4 116 Quinua 16 4,64 Avena forrajera 46 Alfalfa 4 116 Total 345 100,0 Intensidad de uso 119 LA EXPERIENCIA DEL PLAN MeRiss INKA 67 Cuadro 4 Pitumarca: Cambios en cédula de cultivos Diagndstico (1980) Propuesta (1980) Cultivo Area (Ha) % Cultivo Area (Ha) % Matz 334 40,00 Maiz grano 185 14,75 Papa or 78 Mais choclo 60 4,75 ‘Trigo 280 33,53 Trigo 233 18,45 Cebada 60 7,19 Cebada grano 250 19,79 Haba grano 34647 Haba grano 100 7,92 Otros 42 5,03 Papa 135 10,69 — Cebada forrajera 195 15,44 Total 835 100,0 Tarwi 7 5,54 a Forestales yd Tntensidad de uso 0,95 eS Total 1263 100,00 Nota; El total incluye 462 hectareas de cultivos en secano, Intensidad de uso 1st Evaluacién 1996 Poblacién y superficie Cultivo Area (Ha) % 1982 1996 Matz grano 361 40,25 Namero de familias 900 1 204 Trigo 100 115 Area de riego BI 770 Papa 157 17,50 Area de secano 462 0 Papa mahuay a. 07 Cebada grano 819,03 Cebada forrajera I Olt Haba grano Us 13,15 Haba verde 2 022 Alfalta mM 268 Avena forrajera 33 3,68 Rye grass a 033 Arveja verde 2 027 Quinua 4 045 Zanahoria a 033 Cebolla 1 OU Total 897 1000 Intensidad de uso 1,12 68 Epiranio BACA dad al mercado juega un papel clave (en este caso el mercado de Sicuani); y, (ii) aunque en menor medida, la capacidad de organizacién’. Los campe- sinos de Pitumarca no Ilegaron a su situaci6n actual por inercia: estuvieron en constante biisqueda de alternativas mejores, pero no tuvieron éxito, y varios de ellos fracasaron con las hortalizas por problemas de mercado. La tendencia actual de incrementar las dreas de pastos se orienta en la perspec- tiva de intensificar la crianza (engorde) de ganado vacuno para el mercado de Combapata. En el proyecto Urubamba, el estudio de factibilidad (1989) estima la intensidad agricola en 1,26; la propuesta era incrementarla a 1,49 en situa- cién de pleno desarrollo. La estimacién realizada por el estudio de evalua- cidn da un valor de 2,15 (un aumento de 72%), cifra que parece algo sobre- estimada’, Pero, al margen de ello, no cabe duda de que en este proyecto se han producido cambios extraordinarios inducidos desde el mercado y que fueron posibles gracias a la mayor disponibilidad hidrica y a buena organi- zacién para la gestién de los sistemas de riego. En este caso las metas pro- yectadas por el estudio de factibilidad han sido ampliamente superadas. Los productos que adquieren mayor importancia relativa son las horta- lizas (zanahoria, repollo, lechuga, cebolla), la papa mahuay, el matz, cho- clo, las asnapas, el zapallo y las habas y arvejas verdes, ademis de cultivos como las flores y el frijol, que también tienen superficies apreciables (vet cuadro 5). En el caso particular de las asnapas y lechugas se obtienen entre tres y cuatro cosechas al afio, y estén orientadas al mercado del Cusco prin- cipalmente. Los cultivos que pierden importancia relativa son el trigo y la papa siembra grande; el maiz grano, que en términos de superficie disminu- ye menos, pierde importancia en comparacién con el dinamismo de las hor- talizas. Enel caso de las hortalizas, la propuesta del Plan Agricola era aumentar la superficie cultivada de 74 a 101 hectdreas, pero, como muestran los datos del cuadro, la superficie cosechada actualmente es de 369 hectareas. Asi- mismo, los cultivos de zapallo y arveja verde no aparecfan como cultivos importantes antes del proyecto, mientras que actualmente ocupan superfi- cies considerables (80 y 72 hectéreas respectivamente). En el caso del zapa- No, su rdpido desarrollo se debe al nicho de mercado encontrado en Arequi- pa gracias a Jas diferencias de estacién. ‘Un hecho que salta a la vista al comparar las cédulas de cultivo pro- puestas en los estudios de factibilidad con las que se encontraron actual- mente, es que existen por lo general diferencias considerables entre ellas, lo 7. Nos referimos a la capacidad para lograr acuerdos y reglas que faciliten 1a imple- ‘mentaci6n de cultivos de segunda campafta. En ausencia de ello, ocurren dafios de animales y también robos entre usuarios. 8. Decimos esto porque la estimacién de este indicador que propone el rea de Monito- reo y Evaluacign en 1995 es de 1,43. Es probable que la cifra real se encuentre entre esos dos extremos LA BXPERIENCIA DEL PLAN MEriss INKA. 69 Cuadro § Urubamba: Cambios en cédula de cultivos Diagndstico (1989) Propuesta (1989) Cultivo Area (Ha) % Cultivo Area(Ha) % Maiz grano 450 53,57 Matz grano 336 33,53 Mafz choclo 819,64 Mafz choclo 135 13,47 Papa mahuay 7 321 Papa mahuay 67 6,69 Papa 27 321 Papa 27 2.69 Hortalizas 74 B81 Hortalizas 101 10.08 Frotales 7 321 Frutales 343,39 Trigo 1301.55 Trigo 343,39 Haba grano B55 Haba grano 131,30 Cebada forrajera 101 12,02 Haba verde 134 Atveja verde 27321 Cebada forrajera 4 ‘Total 840 100,00 Frijol 27 Inersidad deo 125 Ae verde 8 Alfalfa 34 Evaluacién 1996 Total 1.002 SEE EEE EERE Intensidad de uso Cultivo Area (Ha) % Matz grano 4014 27,64 Matz choclo 123.3 8,49 Papa mahuay 1526 10,5! Papa 95 0,65 Poblacién y superficie Cobada forrajera 1446 9,96 ———_ Asnapa 813 5,60 1982 1996 Zapallo 80,6 5,58 > Zawahoria 147.2, 10,13 Namero de familias 734 1219 ‘Arveja verde 25 499 Area de riego 62 675 Haba verde 340 2:34 Repollo 661 458 Lechuga 27 294 Cebolla 29,1 2,00 Frutales 152 1,08 Flores 13,6 09% Frijol 128 088 ‘Avena forrajera Id 0,76 Trigo 60 O4l Olluco 30 © 021 Alfalfa 20 0,14 Avinea 14 0,10 Coliflor 14 0,10 Quinua 100.07 Total 14524 100,00 Intensidad de uso 215 70 Epiranto Baca que muestra, sobre todo, la poca capacidad que tenemos los técnicos para pronosticar dindmicas agricolas complejas y que son el resultado de un con- junto de factores econdémicos, sociales, organizativos y naturales. La leccién que nos deja el estudio de estos proyectos es la de evitar propuestas que busquen introducir cambios radicales en la cédula de culti- vos existente. Lo mas aconsejable es observar las tendencias de cambio en curso bajo las condiciones de mercado existentes y, de ser conveniente, re- forzarlas. Como decfamos al principio, la mayor disponibilidad de agua, la cali- dad de los suelos y el clima son condicién necesaria pero no suficiente para el cambio. Es la demanda proveniente del mercado la que finalmente deter- mina la orientacién de los cambios. Ello implica que en el largo plazo la oferta agricola no hace mds que adecuarse a la demanda proveniente del mercado. RENDIMIENTOS, PRODUCCION E INGRESOS La produccién y el rendimiento dependen de la interaccién de muchos fac- tores: el clima, el agua disponible, el suelo, la mano de obra y los insumos como la semilla, fertilizantes y pesticidas. La forma como se utilizan y com- binan estos factores constituye la tecnologia empleada. En la sierra el agua es un factor que, aun cuando es complementario a las Iluvias, influye fuerte- mente en la tecnologia utilizada y, por tanto, en los rendimientos producti- vos. Al respecto, Olarte? muestra que en el caso del cultivo del maiz en el Valle Sagrado, el riego es el factor mas importante en la determinacidn de los rendimientos, pues se trata del recurso més limitante del proceso pro- ductivo. La importancia de] riego como factor determinante de los rendimientos productivos se percibe nitidamente cuando se pasa de una agricultura de secano a otra de riego. En el caso del Valle del Vilcanota, los agricultores tenfan riego con frecuencia, pero en cantidad insuficiente. Cuando el agua es escasa, la agricultura es menos segura y las cosechas son inciertas. Por ello, al incrementar el volumen de agua disponible en la parcela, los proyectos de riego contribuyen a mejorar la tecnologfa utilizada y, por tan- to, los rendimientos y la produccién global. Asi lo evidencia la compara- ci6n intertemporal de los datos disponibles para los tres proyectos en estu- dio (ver cuadros 6 y 7). La medicién de {os rendimientos y de la produccién agricola constituye uno de los campos en los que diffcilmente se puede llegar a consensos. Los rendimientos varian mucho por razones climaticas y de la heterogeneidad 9. OLARTE, W.: «Rol del riego en las diferentes estrategias de produccién agricola del sur andino peruano», Cusco; UNSAAC-Facultad de Agronomia y Zootecnia, 1995. Informe 4, La EXPERIENCIA DEL PLAN MEriss INKA a Cuadro 6 Rendimientos productivos comparativos (En toneladas por hectarea) Margen Derecha Cultivo Diagnéstico M&E (1995) _Evaluacién 1996 Papa 5,0 13,80 7,83 Trigo 1,0 1,52 1,69 Cebada grano 10 1,42 1,32 Haba grano 15 1,90 114 Horializas (cebada, zanahoria) 8,0 12,30 13,74 Maiz grano 1,20 141 Haba verde 7,80 Alfalfa 14,00 31,75 Pitumarca Maiz 15 1,35 1,61 Papa 6,0 9,70 6,37 Trigo 14 134 1,62 Cebada grano 1.2 1,30 1,70 Haba grano 18 1,68 1,60 Alfalfa 14,20 33,28 Urubamba Matz, grano 17 29 2,17 Maz choclo 13,0 12.6 10,23 Papa mahuay 7A 12,0 7,50 Hortalizas (zanahoria) 12,6 14.2 9,80 Trigo 14 2,12 Arveja verde 3A 2,06 de los productores, pero también debido a los métodos de medici6n utiliza- dos. Por ello, los datos de] cuadro 6 tienen un valor referencial. Al margen de las diferencias en los datos registrados por cada fuente, se puede apreciar que, en términos generales, en los perimetros de los proyectos de riego los rendimientos productivos han aumentado debido a que la disponibilidad de tiego permanente facilita la adopcién de insumos modernos. 4Cual ha sido la contribuci6n de las acciones de capacitacién del PMI al incremento de los rendimientos? Es dificil medirlo con precisién, pero no cabe duda de que las acciones de capacitacién en produccién y riego reali- oF) Epiranio BACA Cuadro7 Produccién agricola por proyectos (En toneladas) Margen Derecha Diagndstico M& E (1995) Evaluacién 1996 Cultivo Area Produecién Area Produccién Area Produccién (Ha) (Im) (Ha) (Tm) Hla) tm) Papa 303 90 1246 6 49 ‘Trigo 539 37 45 68 54 2 Cebada grano 56 55 5 1 2 » Haba grano 40 4 1416 2B 6 Hottalizas (cebada, zanahoria) = 202160, 80 988 5 48 Matz grano 6 31 2 60 Haba verde 66 516 Alfalfa 4 0 a 130 Cebada fotrajera 28 326 10 2 Otros 25 18 Total 26423922942 3191-808 Pitumarca Maiz, eo ol GG Papa 50) 5757 1001 Trigo 280-330 100134 100182 Cebada grano 60 66 33 66 81 137 Haba grano 54 135 200 is ia Avena forrajera mw 79 Alfalfa 8,35 8,35 33339 Otros 34 48 2 Total 793 127635 868. 2301,35 «897 -3.367 Urubamba Matz grano Ge Matz chocto 841179 ie ar Papa mahuay foe Hortalizas* 17 1081 112 1595 286,43 803,8 Trigo 14 21 0 G60 B Haba grano 4 28 0 0 00 0 Forraje anual 70 1404 = 12617501583 2452 Arveja verde 28140 42 US 2S 362,5 Asnapas 81 144 Zapallo 813 797 Otros 20 «140 29 135 90 624 Total 840-5453 1003762114521 10450 “Incluye zanahoria, lechuga, repollo, cebolla y coliflor. LA EXPERIENCIA DEL PLAN Meriss INKA ves zadas a través de parcelas demostrativas (y los tambos comunales para el abastecimiento de insumos) contribuyeron a difundir el uso de semillas mejoradas ¢ insumos sobre todo en los émbitos de Margen Derecha y Pitu- marca!® (en Urubamba el uso de estos insumos ya era generalizado desde afios atrés). El estudio constata que el proyecto no fue ni es la fuente mayor de conocimiento tecnoldégico, que los agricultores tienen acceso a una serie de agentes y vias tales como el Ministerio de Agricultura, las organizacio- nes no gubernamentales, comerciantes de productos e insumos, medios de comunicaci6n, migraciones temporales, etcétera. En el caso de los proyectos analizados, la produccién agricola total aumenta tanto por el incremento de los rendimientos como por Ia intensi- ficacién agricola. Comparando los voliimenes de produccién registrados por los estudios de factibilidad y las medicines posteriores realizadas por el Area de Monitoreo y Evaluaci6n con el estudio de 1996, se constata un incremento sustancial de la producci6n total obtenida (ver cuadro 7). Si tomamos los valores menores, el volumen total de la producci6n se habria multiplicado por 2,8 veces en Margen Derecha, por 1,8 veces en Pitumar- ca y por 1,4 veces en Urubamba; si, en cambio, tomamos los valores ma- yores, la magnitud del aumento en la produccién global es mucho mayor. Por tanto, hay sustento para afirmar que, aun cuando con diferencias, los proyectos alcanzaron el objetivo de produccién agricola que se plantea- ron. En el valle del Vilcanota la agricultura esta vinculada a Ja crianza de ganado, particularmente del vacuno, como actividad complementaria. Por ello, los cambios descritos en la cédula de cultivos y la intensificacién agri- cola se acompafiaron de cambios en la ganaderia. Lo que se observa en los proyectos analizados es un incremento sustancial en el hato ganadero. En Margen Derecha la cantidad de ganado ha pasado de 552 cabezas en 1981 a 1532 en 1986; en Pitumarca, de 1100 cabezas en 1980 a 2630 en 1996. En ambos casos el incremento sefialado estuvo acompafiado de un mejoramiento en la raza del ganado (cruce con brown swiss). En Urubamba la cantidad de ganado se multiplicé por 2,2 veces. Este crecimiento sustancial del hato ganadero se basa en el incremento de los residuos de cosecha en las zonas irrigadas y en los pastos cultivados, cuyas superficies se expandieron de manera apreciable (alfalfa, avena y ce- bada forrajera, rye grass). En suma, los proyectos de riego realizados por el PMI contribuyeron de manera eficaz y significativa a los cambios hoy observados en los Ambitos de intervencién. El incremento sustancial del volumen de la produccién agri- cola y ganadera constituye la evidencia més clara de ello. 10. En Margen Derecha, 40 por ciento de los encuestados recuerda haber participado en los eventos de capacitacién del MERISS; en Pitumarca, 30 por ciento, Se constaté que no todos los que asistieron y adquirieron conocimientos técnicos aplican lo que saben, 74 Epiranio Baca LAS ORGANIZACIONES DE RIEGO GESTIONAN EL AGUA CON MAS EFICIENCIA Antes de la intervencién del PMI, la situacién de las organizaciones de riego era diferenciada. Asi, en Urubamba, con apoyo del Ministerio de Agricultu- ra, los agricultores estaban organizados en comités (Yanaconas, San Isidro, Catan, Palccaraqui, Media Luna y Chichubamba), en la mayorifa de ellos se pagaban cuotas por el uso del agua. Pero debido a la escasez del agua en los meses de mayor demanda, los conflictos entre regantes eran parte de la vida cotidiana. En Margen Derecha la distribuci6n del agua estaba a cargo de un tomero- mayordomo; la debilidad de esta forma de organizacién hacia que en los me- ses criticos el més fuerte agarrase toda el agua que necesitaba. Habia prefe- rencias consentidas por la comunidad en favor de los ex mayordomos!!, a quienes se les permitia regar antes que a todos los demas. Los Comités de Regantes creados con apoyo del PMI contribuyeron en gran medida a la des- aparicién de los abusos y problemas de la antigua forma de distribuir el agua. En Pitumarca, antes del proyecto al parecer no habia organizacién de riego. No habia turnos para repartir el agua: los «mestizos» con més tierras se apropiaban por dos o tres semanas del agua disponible, y los campesinos podian hacer uso de ella sélo cuando aquéllos terminaban de regar. En me- dio de la escasez, agarraba agua el que iba mas temprano a la toma, y los pleitos y conflictos eran frecuentes; el robo de agua obligaba a los regantes a utilizar ayudantes para evitarlo, lo que aumentaba los costos del riego. En la situacién actual, y gracias a las acciones del PMI, las organizacio- nes de riego han fortalecido su capacidad para gestionar el agua. En Margen Derecha existen cinco Comités de Regantes y una Cor sién de Regantes. La distribucidn del agua esta a cargo del tomero, funcién que cumplen todos los usuarios en forma rotativa sin recibir a cambio pago alguno. Para su funcionamiento, los comités cuentan con un reglamento in- terno de uso de agua elaborado con apoyo del PMI. En este caso los Comités de Riego reemplazaron sin problemas a los mayordomos y gozan de la acep- tacién mayoritaria de los usuarios: 84 por ciento de ellos manifiesta que estos comités funcionan bien. La participacién en las faenas de limpieza es casi total (96%). A partir de estos comités se ha formado una Comisién de Regantes que, por tener reconocimiento legal, es el tinico nexo con el Ministerio de Agri- cultura. Como instancia intercomunal, facilita la movilizacién de recursos y coordina esfuerzos para el mantenimiento de la infraestructura. En Pitumarca se crearon nueve Comités de Regantes. Las relaciones entre estos comités y la directiva comunal esta bien establecida. Los comi- tés y la comision reconocen la jerarquia de la autoridad comunal, y la comu- 11, Persona que voluntariamente toma a su cargo la responsabilidad (financiera y or- ganizativa) de la fiesta patronal de la comunidad.

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