1.GUATTARI, La Transversalidad

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Psicoanalisis y transversalidad Critica psicoanalitica de las instituciones per Félix Guattari Prefacio de Giles Deleuze %0 PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD diantes salir de su “gheto”? Por una parte, podrian debatir toda una serie de problemas que no encontraran en Jos programas universitarios Y, por otra, obtendrian los medios de entrar en relacién con una serie de sectores de la sociedad de la que estén separados, por ejemplo invitando investigadores, técnicos, representantes sindicales y politicos de diversas ramas y tendencias, excritores, artistas, ete. Podria igual- mente tenerse en cuenta la organizacién de encuestas colectivas del tipo de las que fueron puestas en ejecucién, en el medio escolar, por los técnicos de métodos actives, como encuentros de estudiantes con trabajadores de diversas empresas. No me cabe ninguna duda que el primer resultado de tal encuesta permitiria poner de relieve el deseo de numerosos jévenes trabajadores de anudar relaciones continuas con los estudiantes. La_necesidad de principio de una lucha contra la segregacién social que se mantiene entre los obreros jévenes y estudiantes sexd Técilmente reconocida por los responsables estudiantiles, pero la difi- cultad se planteara, mis bien, en el nivel de los medios.que deben ponerse en. ejecucién, Sin embargo, existe una serie de posibilidades y desde abora podrian intentarse experiencias. Mientras que ‘el movimiento estudiantil aportaria asi el testimonio concreto de su rechazo de la situacién que se les crea a los jévenes trabajadores, contribuyendo a su modificacién por poco que fuera, los estudiantes, por su parte, ganarian mucho en este tipo de frecuentacién. Esta perspectiva me parece igualmente coherente con la reivindicacién de tun subsidio de estudios que pondria al estudiante como un trabajador en curso de formacién, La formacién profesional, tal como esta establecida para los j6venes trabajadores, implica una imposibilidad casi absoluta de acceder a una cultura’ profunda. Ahi incluso, los resultados merecerian ser confrontados. Fste, felizmente, no es el caso de los estudiantes, a pesar de las pretensiones de los grupos industriales y tecnécratas de todo orden por modelar completamente Ja universidad a su imagen. Encontrariamos, en otros niveles, la existencia de ese modo de alienacién que la sociedad industrial impone ciegamente a los sujetos individuales los cuales no tienen otra salida que remitirse al estado de cosas existente en la produccién, las instituciones, la Universidad, etc. 0 partir a la deriva, mas a menos mutilados por los efectos de 1a reaccién originada por su rechazo o de su imposibilidad de “ grarse”. Se trata de un fendmeno que cuestiona el conjunto de las finalidades sociales, en todos los niveles, y en primer lugar ef del estado, Estamos en presencia, de alguna manera, de-leyes incanscien- las relaciones entre sujetos y estructuras sociales, on, REFLEXIONES SOBRE LA TERAPIA INSTITUCIONAL, 1 funcién de objetivos inherentes a la produccién, en el marco de un Sistema basado en la-ganancia'y en a poder Ge"un estado dominada Por una clase que, desde hace mucho tempo, ha dejado de jugar un rol progresista en la evolucin histica Sélo el surgimiento de una estructura social que tendiera a tomar deliberadamente por tinalidad la respuesta a las verdaderas necest- daaes de los sujetos humanos srs capas de aportar sauciones dura es, puesto que no existré el interés de ningin grupo social por cuestionarlas, Una vez mas lo. decimos, solamente condicioa, de estar_ubicados en una perspectiva revolucionaria yen’ relation on évica efectiva dela lucha e clases, podrin tener. un. valor. as “reformas” que aqui sugicro: la recariedad constituye inchiso una garantia de que eran tomadas como una etap de lucha més bien que como” paliativeusceprible-de"sersirde__ "buena conciencia” al orden establecida. 1964 LA TRANSVERSALIDAD* La terapia insicional es un nifio endeble, por lo que es conveniente ‘Seguir de cerca su desarrollo y iF sus relaciones, pues esta rodeada de malas compas, La amenaza mortal que pesa sobre ella ne ide en una debilidad congénita, sino mas bien esta ods tipo de facciones estan. al acecho para arrebatarle sii objeto ifico, PsicSlogos, psicosociélogos y hasta. psicoanalistas, le arran- (valgiinos jirones que transformarin luego en ‘“su quehacer”, ‘mientras que la_rapacidad_ministerial_aguarda_la oportunidad de a los textos oficiales, Desde la ultima postguerra, ‘cudntos vastagos de Ta psiquiatria de vanguardia fueron de ese modo tempranaménte dewiados de su sendero: la ergoterapia, la tocialtera- pia, la. psiquiatria de sector, etcétera, cts tek ‘Proclamamos en primer lugar que existe un objeto de la terapia @iedos los_que real, Esto implica, a la wer, una toma ¢ en mas ampli sentido, 7 ejemplo el de una orientacién de la salud mental en Francia, y {na toms de poticidn doctrnaria en los niveles mls tenicos de iss terapias existentes. En cierto modo, podemos considerar que la ca fencia de una concepcién unitaria en el movimiento, priquidtrico actual es el reflejo de la segregacién que periste, bajo diferentes forma entre el mundo de ios Joes y el resto de ia sociedad, Exe corte, en los psiquiatras responsables de un establecimiento asistencial, tntre sus preocupaciones interiores los problemas sociales “mas xzenerales, tiende a ser transpuesto a diversos modos: desconocimiento Sistemitico de lo que ocurre més alla de los murot del hospital, psclogiaién dels problemas socials, wcotamiacin de su campo intencional dentro de la institucién, etc. Bl problema de la inciden el significante sia sobre el individuo 36 Plantes on (odo mom ie it todos los niveles,"y en la perspectiva de una terapia institucional ‘Be poderos hacer otf cOsi Gut apojamn6s en°eh-La relicion social * Informe presentado al 1, Congreso Internacional de Psicodrama, que se desarrollé en Paris en septiembre de 1964, y publicado en el a” | de la Retwe de paychothérapie intitationele LA TRANSVERSALIDAD 93 no constituye un més alld mas individuales y famil Por el contrario, podemos reconocerla en todas las instanctas’paico> Patolégicasy, creemos, su importancia es tanto més grande por cuanto ddebemos enirentarnos con sincromes psicéticos que se presentan bajo los aspectos més “desocializados" Freud, cuya obra se desarrallé.esencialmente en.tomno al problema dle 185 neUrSticOs, no desconoci6 esta_problematica, como se puede comprobar, por ejemplo, en la siguiente cita de sus Nuevas Confe- rencias: “Al estudiar las situaciones peligrosas, comprobamos que cada periodo de la evolucién corresponde una angustia que le es propia; el peligro del abandono psiquico coincide con el primer despertar del yo; el peligro de perder el objeto (o el amor), eon la falta de independencia que caracteriza ala primer intancia; el peligro de la castracin, con la fase félica; y por iltimo el temor del fuperyé, que ocupa un lugar especial, con el period de latencia, Los Antiguos motives de temor deberian desaparecer en el curso de la evolucién, puesto que las situaciones peligrosas correspondientes han perdido su valor gracias al reforzamiento del yo; pero no es asi como curren las cosas en la realidad, Muchos individuos no aleanzan nunca a dominar e] miedo a perder el amor; sentirse amados es para cellos una necesidad insuperable; persisten por tanto en comportarse, fn este aspecto, como nifios. Normalmente, el temor del superyé. no cesa nunca, porque el temor de la conciencia se revela indispensable en el mantenimiento de las relaciones sociales. El individuo, en efecto, depende siempre de una colectividad, salvo raras,excepciones, Muchas de las situaciones peligrosas se mantienen a’ veces hasta épocas tardias, aun cuando las causas del temor hubieran sido opor- tunamente modificadas”.* 2Cual es el obstaculo con el cual ropiezan los “antiguos motivos de temor” y qué hace que se nieguen a desaparecer? ¢De dande proviene esta persistencia, este mantenimiento de las angustias neurdticas, puesto. que han-desaparecido las s que Tueran soporte de su genesis, aun en “ausencia de cualquier stuacion peligrosa”?* Algunas paginas mis adelante, Freud realirma la anterioridad de la angustin sobre la represién: 1a angustia es causada por un peligro exterior, ello es real, pero ese peligro exterior mismo es recordado y condicionado por el peligro pulsional interior: “de hecho, el joven teme las exigencias 1 Freud, Nouvelles Conférences sur la Psychonalyze, Gallimard, p. 121-122. [Hay ed. cast: Nucoa conjerencia sobre af puicoandliis, Madrid, 1948, ed Biblioteca Nueva, Tomo n, p. 826} "Told, p. 129. TEA, cat: p. 890.) 94 PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD de su libido; en este caso, se asusta del amor que siente por su madre’.? De manera que es la amenza interior la que prepara el peligro exterior, El renunciamiento al objeto amado es correlativo, en ¢l plano de lo real, a la aceptacién de la pérdida del miembro, pero fl “complejo de castracién” no podria ser “liquidado” a través de {al renunciamiento. Es porque, en efecto, él implica la puesta en accién de un término suplementario en la wiangulacién situacional Gel complejo de Edipo, de manera que no habremos terminado nunca con esta amenaza de castracién que reactivara permanentemente lo gue Fred llama “un sentmiento inconscinte de culpabildad’+ El engranaje de los significantes sociales se encuentra en contacto ode reversible co Ta castracion y 1s culpab as qué hhasta esta etapa sus status seguian siendo precarios en razén del “principio de ambivalencia” que presidia la elecci6n de los diversos objetos partiales. A partir de ali, la instancia de esta realidad social fundard su persistencia en la instauraci6n de una moralidad irracional donde el castigo encontrard su justificacién s6lo en una ley de repeticign ciega en lugar de ser articulable en una legalidad ética. No bastard’ sin embargo buscar el reconocimiento, a través del impoti- ble didlogo entre el yo ideal y el supery6, de este efecto de permanencia de la angustia fuera de las “situaciones peligrosas” actuales, pues é] implica la pertenencia de esta cltimas a una “logica significante” specifica del nivel social considerado, y que conviene analizar con las mismas exigencias mayéuticas que las del psicoanlisis del indi- viduo. ‘La permanencia es la repeticién, es la expresién de una pulsién de mute, Se encubrird Inv interrogacion que est implicada ali, telaciondndola con. una nocién de continuidad. Parece normal protongar la resolucién del complejo de Edipo mediante una “buena” Integracion a un nivel social, No conviene considerar més bien que estos “efectos de persistencia” de la angustia tienen que estar articu- lados con esta dependencia, recordada por Freud, del individuo fn relacién con la colectividad? Se trata del hecho, ireversible hasta fnueva orden, de que el complejo de castracién no encontrar nunca tuna solueién satisfactoria en tanto que la sociedad contemporanea” pesista en confiarle un rol inconseiente de regulacién social. Exists he incompatibilidad cada vez mée pronunciada entre Ia funcién del padre, en tanto que soporte para el sujeto de una posible mediacién Ze las impasses identficatorias inberentes a la estructura de la familia 2 Ibid. p. 119. (Bd. cast: pp. 264827,) 4 Told’, p. 149. (Bd. casts 9.836.) LA TRANSVERSALIDAD 95 conyugal, y las exigencias de las sociedades. industiales par socieda iales para | lle un stodelointegradr del tipo padrerey-do tone Pneaes ieee ate cfectiva ademés de mistificadaca, siendo particularmente claro este hecho en ls fases de regretin seal, pos ele rs los regimenes fascias, dictatoriae, de poder pereneh anes ou Igar i atineie Se enbencs Pag Pena, prea clin lestva que desembocan ‘en una’ tecmisncen peste inoria de‘ jee, el que por otra parte permances ele eeceel in asidero real'en'la maquina sigificamte del apasate conte que no cua por Steontrario de reforzar su poder y la autonomia de su scionamiento. Los Kennedy y los Kruithes Cue ieee nis alld de eta ley fueron acide, sung an en iferente, uno en aras de los petroleros, de" los "ie | industria pesada el otro. ‘ee etl, de lov detosses oh a sbjetv pods de deca, defenores de la “eas "jo podtian identifica con una encarnacion individual como tampocchron bccn aoe Peauetio estado mayor esclarcido, Hats short, Ua naan Inconsconte ycego, an experanas de que un Bdivo Sede ee fla sus patos. Por cierto que la tlucon no etd an cong cence invoeacién yuna temativa de rehabiitacdn de ss feo a frcmens a uci an i ae Blansaroy I eu porn par dee pista de wstia mis all de la iodificaconessituaconaes Pee ease a los limites asignables ata proceso. cE ebjeta de a rape rons nal noes jstamente eld ‘ i 4l de proponeise Megara la reotgarteacign de Ios datos de “aceptacion” del superyo,tranomutindslos ey ae eee le nueva aprebacion“inicdica"vaciando de mu wntde fe oxen Social ciega de un cierto procedimiento pil sigs de Procedimiento castrador con la exclusién formulaciones que meh: Pon lencia entre los fenémenos de deslizamiento de sentido entee los, Ralcdttas, particularmente en los exquizofrenicos, los mecanames os anela ereciente que a a en Socias las capas de Ja PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD 96 ideal? Si el grupo tiende a estrucurarse_al_modo_del_rechazo Ete palabra, jebno-responderle de otro mddo que por el slencio? SE ETiG un pero cata sociedad Ge manera tal que se fren, iinque mis no sea un goco, ee proceso de reduccién de la palabra ae mane A party de ahi tomamnos el partio de distinguir la crreralees de los erpoe Semin que se ubiqued en und w ola aspesia. Se ee dcatnliar absolutamente de las descripeiones Ceraler que caractesian a fs grupos sadependientemense de 98 royecto, Los grupos 5 os en la terapia Piclenconal sain igades pos una aciwidad concreta, ng tienen anda gue er con Los queexin_cutstonado, gneralmente, ef las vee zaciones llamadas de di = grupo, Vinculados @ una institucién, Reem modo ae avn punto de via bre Ql mundo, una “mision” que cumplt. Ergucntarone ce primera din, Qu get ser dificil de manteney lego, en grupos-sujetos’ y_ grupos 5 ru ¥ ir ién de serlo, se esfuerza en influir rsu objeto y, en a ocasién, secreta Seite tia de ete pe de Papo tes id» oyente,y que por ete Recho opera el diprendl eetotde wa eargueaciin de ins estrcturas que Te permiich Shrine hci un mas ali deo interes del grupo. I erp samt soporta su jevarguizarién pel moments. de ir del grupo-sujeto.que ado, “su cays. a no 6 shat, no consti so una primera eee or pete setilar el po de grupo con el cua see eientames en nuestra. pricica. En realidad sirve como ro especialmente los grupos polos 70 espe te rips sujeto, Genden_ 3s dog_ posciones: se una “Subjetn ue tiene vocacién de tomar 1a palabra, y la de_una, subjetividad Wicnada hasta pecderse de vista én la altéridad. seeeglSrencia not servird de escudo para evitar que caigamas en ef formalista del andlisis de los roles, y nos Vevard a plantear a ccuestin del sentido. de 1a participacién del individuo en el grupo fn tanto que ser pariante y a cuestionar de este modo el mecanisme habitual de las descripciones psicosociolégicas y estructuralistas. Sin Gada, habra igualmene ati un modo de retomar las teorias de 1a Citade, p46. LA TRANSVERSALIDAD a buroracia, de la auogetién, de os “grupos de formacién”, gue regularmentepierder® su objeto. por’ hecho de un Techaso ide Cauietercontiicuta a impliar al ln contenides del sentido, ‘Hemos encontrado. ‘enel-nisel de los srupoirles “contenides manilstoe”constiiges porto que es dicho pera mes ee peri 4 ee de ciate» Hey hn ey Soe indo latente” que demanda ser descifrado a partir de una interpreta. Gide ds rae ea rea pettus eurmeetton desintsincacién de las pulsiones fundarnentales, cuyo problema anal tio consisia en Tegar a una reintzincacién susceptible de hacer desapatecer, por ejemplo, una. sintomatologia sadotaasoquista. La misma estructura de las instituciones que no tienen otra corporeidad aque imaginaria exige, pata intentar tal operacién, la instalacién de ‘Medios institucionales particulares, pero sin perder de vista que n0 podrian constituir otra cosa que rediaciones simbélicas que se indi phan por esencia a deshilvanarse en efectos de sentido. Bl objeto en juego no es el mismo que el que enconrames en la selacion de transferencia psicoanalitca. Los fenémenos de captura imaginaria po pueden ser comprendides y articuladee a panir de la interpretacion de un analista. Bl fantasma de grupo es por exencia simbélico, cuales- quiera sean lat imsaginerias gue drena en su sendero, Su’ inercia ‘no conoce otra regulacién que la remision, repetida incansablemente, a las mismas impasses problematicas. La practica de la terapia insti- cucional muestra que Ia fantasmatizacide indi é \icamente_a respetar_la_especificidad_de_este_nivel_ simbélico_del fantasma de grupo, Busca por el contratio incorporar y hacer sye Jos datos imaginarios singulares que vienen a esconderse “natural- mente” en los diferentes roles, potencialmente esteycturades por el despliegue de los significantes puestos en circulacién por el colecivo. Esta “corporizacion imaginaria” de cette nimero de articulacione sigiiantes del grip, bo prevetos de gata de acide prestigio o también de incapacidad. de no calificacion, tc, hace cris talizar. efeoniunte de la estructura, traba sus capacidades de madifi- cacién, Je da su aspecto_y su “pesades”, limita por tanto sus oubilidades de didlogo con todo jue: fendiera a ‘carstionar sus calas de juego”, en una palabra refine la condiciones de su despla- zamiento hacia 10 lamado el grupo sor 98 PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD El deo inconsiente_de_un_geupo, por ejemplo del “grupo mnidanera de Uh TORT Hadlional, coma even de-una usin “posers ne tard probable Gn el orden da la palabra y hard wurgir toda una gaina de Witomas.” ‘Aunque estos Ultimos estén de“algdn’modo “articalados-como un lenguaje”y sean descriptibles en una perpectva estructural en la medida que’ tienden a” disimular el ujeto. de. la intwucbn’ no Conseguirin nunca expresave de otro modo. que en una. frae incoherente a partir de la cual quedaré por descifrar el objeto (totem Y tabi) engido en el hagar mismo de la tmponibilided de urgmiento de una palabra verdadera en el grupo. La puesta al dia de ese lugar donde cdo es edie a mot ee np sn fala naz no podria dar acces el deseo mismo que, en tanto que tal de todoe todos, toguirh incomscente y rechtsarh sempre ani duilarse por el sesgo de una explicacién exhaustiva,segon la promesa ee vacuola ena que podria ser desubserto un primer plan de referencia tn eita inttancia del. deseo. del grupo, ‘ubicarh de. entrada, el Conjunto de In problemiica mis alle a contingenciasrlaconaley, acrar Sn lr ur a eons de oguiacon™y ovcurcerd tanto lat tentativas_de-descrpsign, formal’ y_aparentemente ee Mhaltco de grupo ° “ sss mordial ene ia. dealiznarion de grupo sta andl Ea efecto e ‘Tol de tn andlisis de grupo no €s idéntico al de una Cee del Coletivo de ingpiacion nso meno picosciolégice © a a nterven- clin de uh ingeiero en organvacion, Reptinoao,- andlsn de rupo se sitia mas acd y més alld de Jos problemas —del_ajusta- ‘tients de rles,-deteansmiiéa-deIen_infommarionss,—cte" Las cuestiones claves se plantean antes de la eristalizacién de las conste- Icons lt eplnonesy aacine en nel de un cet vided poatle del grupo, aunque generatmente te se ahoga en a mismo en la tama del siaentido Que #€ ega a asin, prefrendo tl grape cmagrase al baibuceo de sus “consignas, obtarando todo acceso a una palabra verdadera, es decir artcuable en las dems, ademas del dscuro histrico, centile, esitio,eteéera, {En qué especie de dese puede vivin por eiemplo, un grupo potlico “condenado por la hits” si ne en ele’ un cere feplegue sobre simismne? Tendra que secretar sin eesar mecanismes GF defenen, de denegaciin, de represién,fantasmas de grupo, ml, dogmas, ete Su andi no podra evar sino al descabetmieno de LA TRANSVERSALIDAD 6 haturaleza del deseo mortifero de grupo del cual son la expresén en su relacién con las pulsioneshiatricas enterradas y emasculadas de Jas masas, de las clases o de las nacionalidades sometides, bate Slime aspecto del andlisis cm el nivel mds elevado™ no’ pola see separado, en mi opinién, de los otros problemas pricosnalnices le sTupo, ni por otra parte de los individubles En el hospital psiquistico tradicional, por ejemplo, existe un srupo dominante constituide por el director, el ecGnono, lop mesicen, fs mujeres, ete, que forman una estructura opaca, que Tipide el Surgimiento'de tna expresién dal deseo de los conjuntes, humanos consttutivos de In insttucién. gDénde: puede relugiarse ese deseo? En un primer momento, la intexpretacion deberd dejarse guist or los sintomas manifesiades en el nivel de los divers subeonjunton soporte de las taras sociales lisicas, de la sedimentacioe de Th chochera, de la agitacién, de las segregaciones te tod tipo, pers igualmente por ottossignos come, por ejemplo, el alcoholitno, ave adece tal grupo de enfermeroy0 la tonteria difuss de al’ otro Srupo, tanto es asi, segin una férmula de Lacan, que ta tamoice & expresion de una pasién. No serd por una eapecie de reapers por, los enigmas que encarnan neurosis. puicoes que neces Modernos guardianes de tumbas se sienten lamados envilecsne ¥ saludar asi negativamente al mensaje de los que, implicades tox ‘ods la organizacion socal, deberian permanecer desconoridos? Tle ¢1 mundo no puede darse el jo, como cierts paiguiateas de rele, giarse en formas superiores de. esteticismo, sgnificativas. gor el hecho de que, para ellos, jningin tipo de cuestin ceencial eda Plantearse en ef nivel del hospital de grupo no se propondré por gbjetive poner al dia GEESE Se rig Ue era ei do de vei las condiciones favorable en uit miodo partilar ds inierpicuaran “Ta gue, al modo que Schotte consideraba las cons cs idchtce a ie ransferéncia; Transferencia e interpretacién constitayen un made de” trvencin simbélico, pero —indstimos en este punto no redifag sr el quehacer de una persona o de un grupo. que, pars Ul can se ubiera bautizado de “analizador”, La interpivtacion, quizae Acbilidad del servicio que la dard es, si estd'en condiconee’ de reclamar, en un momento dado, justo en ese momento en gee. tl Significante se convierta en operatrio en el nivel del conjonte ce in estructura, por ejemplo la organizacion de un juego rayecte Se ae ir al encuentro de la interpretacia Tmenteasueacucha de “pedaggaic 0 tera 100 PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD enfermero poseen una parcela del poder, deben ser considerados era mes et peter cone subjetividad inconsciente de la institucién. La transferencia. petifi cada, mecénica insoluble, por ejemplo la que hacen los enfermeros y los enfermos sobre el médico, la transferencia obligatoria, predeter- minada, “tervtorializada” en ‘un rol, un estereotipo dado. es peor que una resistencia al andlisis, es una forma de interiorizacién de la represién burguesa por el surgimiemto repetitive, arcaico y artificial de los fenémenos de casta con su cortejo de fantasmas de grupo, fascinantes y reaccionarios. Cua provisoria puesta ahi para preservar, al menos por un tiempo, el objeto de nuestra préctica, propongo intoducir, en lugar de la nocién demasiado ambigua de transferencia, institucional, un ‘nuevo concepto: el de transversalidad en ¢l grupo, Transversalidad oF oposicién a: ___ una verticalidad como la que encontramos por ejemple descripciones hechas por el organigrama de una estructura piran ‘eles, Sabjefes, etc.) ; —una Korizontalidad como la que se puede realizar en_el patio del hospital, en el pabellan de los furiosos, mejor aiin en el de los_ chochos, donde Tas cosas y la gente se las arreglan como pueden en’ Ia situacién en que se encuentran, Péngase en. un corral cerrado algunos caballos con anteojeras ~ regulables gation que el "cotiente de tanoralidad™ see justamente esa regulacién de las anteojeras. Comprendemos que @ “partir del momento en que los caballos estén completamente ence- uecidos, un cierto modo de choque traumatico tendra que producirse ‘A medida que se vayah abriendo las anteojeras podemos imaginar que la circulacién se realizaré de una qnanera mds armoniosa Intentemos representarnos la forma de comportamiento de los hombres lunos respecto a los otros desde el punto de vista afectivo. De acuerdo con la eélebre parabola de Schopenhauer sobre los puercoespines ue suften el {rfo, nadie soportaria un acercamiento tan intimo con ss semejantn: “Un dia de un iver gail, ls pureopine se apretaron unos contra’ otros, a fin de protegerse contra el irio Pinchazos de sus pas, no tardaron en separarse de nuevo unos de otros. Obligados a juntarse nuevamente, en raz6n del frio persistente, padecieron otra vez el efecto desagradable de los pincharos, y estas altemativas de acercamiento y separacién duraron hasta ef momento La Thansvensatsoav ol en que encontraron una distancia conveniente en la que se sintieron al abrigo de todos los males"® En un hospital, el “cosficiente de trancversalidad” es el grado. de ceguera caanteaee del personal. Pero, cuidado: formulamos la hipétesis de la regulacién oficial de todas las anteojeras y lox enunciados manafiestos que de ello resultan, dependen casi mecinice: mente de lo que ocurre en el nivel del médico-jefe, del director, del ecénomo, ete. En consecuencia todo parece’ repercutir desde la cilspide a la base. Por cierto que puede existir una “presign de la base”, pero generalmente es incapac de modificar las estructuras de eguera del conjunto. La modificacién debe efectuarse en el nivel Je una redefinicién estructural del rol de cada uno y de una reorientas cin del conjunto, En tanto que la ‘gente permanezca petrificada en si'misma, no verdn otra cosa que_asf-mismgn La transversalidad 1a_dimensign que preten¢ superar las do iimpasies, la de una pura vetticalidad y Jade una simple hori: zontalid efectia i.tiende a realizane cuanda una comunicacién. maxima 3 iueles y sabre todo en los diferentes Exel objeto mismo dela investigacién-de-un_geuposujeta, ipotesis.o4 Ia siguiente: es posible modificar los diferentes coeficientes de_tranversalidad inconsciente en los diferentes, nivelee. de una institucién. Por ejemplo, Ia comunicacién existente a le lec del dia” en el micleo consttuido en torno del médico-director, de los internos, qujzas quede en un plano muy formal, y podré coniderane ue el coeficiente de transversaidad es muy bajo. Al contrario, em el nivel del pabellén, el coeficiente latente y teprimido podra revelarse bastante superior: los enfermeros tienen entre ellos ‘elaciones mas auténticas en relacién a las cuales los enfermos:puedan electuar un cierto mimero de transferencias con un efecto, trapeutien Continuando con Ia hipétesis, podemos decir que. los’ multiple coeficientes de transversalidad, aunque diferentes en intensidad, ne son por ello menos homogéneos. En efecto, el nivel de transversalidad existente ‘en el grupo que posee el poder real determina incon cientemente la regulacién de las posiblidades extensivas de los otros niveles de transversalidad, Tomemos el aso bastante aro, en el uc existiera un fuerte coeficiente de transversalidad entre lov internte al no tener éstor por lo general ningiin poder teal sobre la institucée, ete Tuerte coeficiente permanecera latente y no potré repercutir seks ue sobre un area muy limitada, De este estado de la tranaversalided, © Parerga und P, ipomena, 2 parte, Gleichniste und Perabeln, Piycho- logie collective et an tu Moi, Payor, p. 112, 102 PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD en la medida que sea posible hacer una comparacién termodinémica cn ate mini on el que todo 2 da por neat de fuerza scales ia decirse que su gran entropia institucional desemboca en la Iarcin ced eoquisamento dete weeded nr deninsia local. Pero, no nos equivoquemos, el hecho de que postulemos que uno 0 varios grupos poseen la clave de la. regulacién de. la sranwvenaliad latent del conjunto de a insttucén noes designa sin embargo de qué grupos se trata. En efecto, no coinciden necesa- ‘Sette toni intanas frees del etaecmients lca no controlan mas que su expresién manifiesta. Hay que distinguir, pues, cuidadosamente el poder real del poder manifesto, El problema de Ja relaciGn de fyereas reales exige ser analizado: todo el mundo jue éfe#tads no hace la Jey en sus ministerios. Sucede igualmente hhospital_psiquidtrigo. el poder de hecho escape a. los ateniados por la ley y. se reparta entre divenos , caida cabecillas de grupos, 0 —Zpor qué n0?— club intezhosptalaio, aociaciOn del personal, etc. Parece eminente- mente deyeable que lon médicon y lo enfermeros, a quienes corres onde en principio el cidade dels enfermes, se aseguren un contacto coleetivo en la regulacién de lo que, mis ailé de la legalidad ordi- naria,controla los factores suscepubles de modifica el ambiente, los it esta materia transversalidad. Para que la pregonada intencién de los terapeutas tenga un aicance mis que negador, eau er mismo, como er del desc, lo que debe estar interesado y cuestionado por la estructura signifi- cante en la cual estan confrontados. Esto puede derivar en un cuestionamiento decsivo de toda una serie de datos més © menos ete el ae ser co aes nck La seguridad social, ¢por qué persiste en desconocer las psicoterapias de grupo? La facultad, de esencia liberal, sno es acaso retrograde del mismo modo que, por otra parte, las federaciones sindicales en principio mas “a la igquierda” de los problemas, por ejemplo, de Categorizacion, de jerarquia, etc.? El sujeto de Ja institucion, el sujeto efectivo, es decir inconsciente, el. que na ei dado de una vez pr todas Habra Gue 4 momento que 3e dé una biisqueda analitica que implica a veces enor- thes rodeos que pueden llevar no obstante a plantesrse ls problemas cruciales de nuestra época. LA TRANSVERSALIDAD 103 Si el andlisis de una institucién copsiste en. fijarse por tarea abrir ésta a Ia‘ vocacién de apoderarse de Ta’ pal devntervencign cre ‘Ta capacidad d de exist ‘en el sitio, donde “eso_habria_podido hablar” -sextm et modo. de ser maicade por el signilicante del_grupa,ca.desic asus, uun cierto modo. de castracidin Esta excoriacién, ‘esta barra, este rerio de sus potencialidades imaginarias remite por cierto al andlisis de esos objetos que el freudismo descubrié como soporte de una asuncién posible por el sujeto del orden simbélico: seno, heces, Pene, etc. todos elementos separables, al menos fantasmaticamente Pero igualmente remite al andlisis del papel desempeiiado por el conjunto de los objetos transicionales" que estan efectivamente articulados en la méquina de lavar, en la televisi6n, en una palabra en ja “razén de ser” moderna! Por otra parte, Ia coleccién de los ‘objetos parciales, comenzando por la imagen del cuerpo como soporte de 1a identificacién en sf mismo, gacaso ella misma no es lanzada cotidianamente al mercado, cotizada en la Bolsa oculta de los valores pseudoeréticos, estéticos, deportivos ...? La sociedad indus- trial se asegura asi el control inconsciente de nuestro destino por la exigencia, satisfactoria desde el punto de vista de la pulsion de muerte, de una desarticulacién de cada consumidor-productor, y de tal manera que en el limite de humanidad podria resolverse a devenir un inmenso cuerpo destrozado vuelto a armar Unicamente en el grado y en los lugares de las exigencias del Dios econ6mico supremo. Es initil, pues, forzar un sintoma social a ubicarse en el “orden de las cosas”, pues en iltima instancia éste es st verdadero soporte; lo recorre como las manifestaciones de un asesino @ quien se encierra en un cuarto donde no hay lavabo, cuando se lavaba las manos cien veces por dia, y que desplaza su sintomatolo- gia en el pinico y en una crisis de angustia insostenible. Sélo_la_puesta_al_dia_de up. nivel més 0 menos grande de (raniversalidad permilish que s.desencidene, durante” up tieinpo {pues en'esta materia todo esti siempre cuestionado), un proceso analitico que. ofreaca. unareal. posibilidad a los individuos de ise del_grupo al de un_espejo, Entonces, el individuo inanifestaré al grug ‘vez. Sis el grupo, en tanto que’cadena significante pura quien To aprueba, podra revelarse ast mismo més allé de sus impasses imaginarias y neuréticas. Pero, si por 1 contrario, descansa en un grupo profundamente alienade, fijado en su propia imagineria deformante, el neurotico hallaré la oportunidad omado en un sentido més general que el que le da. Winnicott, 104 PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD inesperada de un reforzamiento de su narcisismo, mientras que el psicstico podra continuar consagrandose en silencio a sus sublimes pasiones universales. Que sea posible a un individuo estar insertado en el grupo al modo de ser oido-oyente y tener acceso por ello mismo al més alld del grupo que interpreta, més bien que de ‘manifestarlo, tal es la alternativa propuesta a ia intervenci6n ana- litica de grupo. La consolidacién de un nivel de transuersalidad en una institucién instituya_en_el_grpo_un_didlogade_nuevo tipo: alquier otra mnanifestacién inconsciente en cl cfa_hasta_entonces certada_y modo de. expresién colectiva, La modificacién del superyé que recordamos precedentemente intervene al mismo tiempo en que un determinado modelo de palabra esta en condiciones de surgin en el momento y lugar en que las estructuras sociales no funcionaban mée que en el sentido del ritual, Tener en cuenta la posibilidad para los terapeutas de intervenis en tal. proceso plantearia el problema de un control analitico que supondria en arte ear en xi juisma resuelta una transformacién radical del movimiento psicoanalitico existente, el que, hasta ahora, ni siquiera se ha preocupado por un recentramiento de su actividad hacia los enfermos reales, ahi donde efectivamente los encuentran, es decir en {a esencial en el campo de Ja piquiatria hospitalaria y de sector. E! status social de médico-jefe subentiende una alienacion imagi- naria erigiéndola en “estatua de comendador”, ;Cémo llevarloa aceptar y a incitar que se lo cuestione, sin verlo retroceder ante el miedo piinico de estallar en pedazos? El médico que renuncia a su status imaginario, para situaf su rol,en un plano simbélico, esté al contrario en condiciones de operar la necesaria delimitacion de la funcién médica en miltiples responsabilidades que implican diferentes especies de grupos y personas. El objeto de esta funcién se separa de la “totemizacion” para transferirse a diversos 1ipos de instituciones, relevo y delegaciones de poderes, La misma asuncién de este fantasma de estallido por el médico actiia asi come tiempo primordial la instalacion de una estructura de transversalidad, Su tol, ahora taniculado como lenguaje", se hallarh en contacto can el conjunto de los significantes fantasmas del grupo. La transversalidad aparece como la exigencia de I+ demarcacién inevitable de cada ro) més bien {que como la comedia de la existencia, correlativa de la cosficacién del grupo, que cada uno representa para st eaisme y en los otros. Una vex instalado de modo durable por un grupo que posea una parte de} poder legal y del poder real, este principio de impugnacién y de redefi- LA TRANSVERSALIDAD 105 nicién de los roles tiene todas las posibilidades, si es aplicado en una Perspectiva analitica, de repercutir en todos los otros niveles, Tal re ‘composicién de 10s ideales del yo modifica los elementos de aprobacién del superyé y permite la puesta en circuito de un tipo de complejo de castracién articulado con exigencias sociales diferentes de las que los enfermos habian conocido precedentemente en sus relaciones familiares, profesionales, etc. La aceptacién de ser “cuestionada”, de ser desnudado por la: ah cisio ettila de impugnacin reciproca, de humor, la eliminacidn de las prerrogativas de la jerarquia, etc. todo esto buscara fundar una nueva ley del grupo ‘Guyos efectos “inicidticos” permitirin el surgimiento, digamos un, Semisurgimiento, de. cierta nimerd—de -signos preseitificantes de los aspectos trascendentales de la locura, que hasta entonces, habian ‘permanecido reprimidos. Los fantasmas de muerte, o bien de estallido del cuerpo, tan importantes en la psicosis, podrdn ser recobrados cn ‘wn qontexta de calor de grupo cuando hubiera podido ereerse que, Por esencia, su destino era permanecer cautivos de una neosociedad ue tiene ademés por misién exorcizarlos Dicho esto, no hay que perder tampoco de vista que, aun empedrada de buenas intenciones. la accidn. terapéutica atriesga sin embargo, a cada instante, caer en la mitologia entontecedora del “nosatras”. Pefo To experiencia demuestra que el surgimiento de las Jnstancias pulsionales del grupo constituye la mejor garantia contra ‘ate peligro, Estas interpelan a cada’ cual, los tratantes como los" ‘Fatidos, para cuestionarlos sobre su ser y sobre su destino, El grupo deviene entonces una escena ambigua, percibida en un doble plano, uno tanquilizante y protector, velo en todo acceso ala teascendencia, generador de defensas’ obsesivas, de un modo de alienacién “a pesar de todo reconfartante”, de eternidad improvisada, y ef otro dejando aflorar detras de este reaseguramiento artificial la imagen més acabada de 1a finitud humana, toda empresa mia esta esporeida en nombre de una instancia més implacable que mi propia muerte: la de su captura por la existencia ajena, iinica garante de todo lo que puede llegar por la palabra. A diferencia de lo que ocurre en el psicoandlisis llamado dual, aqui no subsiste ningin fecumo imaginario en ¢l nivel de las dialéticas de tos amos y lor exclavos, lo que constituye, segiin me parece, una superacién posible del complejo de castracion, a La transversalidad tn el grupo es una dimensiin contraria y tomplementoria « las estructuras generadoras de jerarquitacion pira- midal y de los modos de transmistin esterizadores de lor mensajes

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