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Dictamenes 4
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DICTAMENES RELACIONADOS
FUENTES LEGALES
ley 18883 art/156 ley 18883 art/120 lt/d ley 18883 art/123 ley 18883 art/142 ley 18883
art/82 lt/I ley 18883 art/82 lt/m ley 19880 art/35 inc/1 ley 18695 art/63 lt/c ley 18695
art/63 lt/d
MATERIA
DOCUMENTO COMPLETO
En este orden de ideas, y según consta a fojas 190 del expediente, se formularon seis
cargos al peticionario, por conductas de agresión y hostigamiento -constitutivas de acoso
laboral- respecto de funcionarios de su unidad; por daños a bienes públicos, en específico, a
paneles de la sala cuna de un liceo municipal; por haber tenido un trato no acorde a su
calidad de servidor, con un particular; por faltas de respeto a diversas personas, incluyendo
términos ofensivos y discriminatorios; por haber impuesto a una trabajadora contratada a
honorarios, el ejercicio de labores propias de la entidad edilicia, sin tener atribuciones para
ello; y, por su conducta social reprochable, al haber proferido insultos y amenazas en una
actividad recreativa celebrada por el municipio.
Ahora bien, luego de examinados los antecedentes sumariales, cabe indicar que no se
advierten irregularidades en la tramitación de la indagatoria de que se trata, ya que en
esta se realizaron todas las diligencias necesarias para comprobar la veracidad y existencia
de las conductas imputadas, procurándose las instancias a fin de asegurar la debida
defensa del inculpado, tal como aparece de su declaración, de fojas 86 a 88; de la
presentación de sus descargos, de fojas 197 a 207; de la fijación de una audiencia
testimonial aceptando su solicitud en dicho sentido, a fojas 213; y, del recurso de
reposición deducido a fojas 254, respetándose, en definitiva, la garantía de un justo y
racional procedimiento.
Enseguida, y en cuanto a la generación de prueba de manera anticipada por parte del fiscal
instructor, debe hacerse presente que en el decreto N° 1.064, de 2015, rolante a fojas
265, que rechazó el recurso de reposición interpuesto por el peticionario, se le aclaró que
los testimonios por cuya preconstitución reclama -de fojas 62, 69, 79 y 71- son
posteriores a la respectiva denuncia, existiendo solo un error en la fecha asignada a los
mismos, lo que queda de manifiesto de su propio tenor, al hacerse referencia a hechos
acaecidos luego del inicio del sumario; y que, en todo caso, dicha equivocación no
constituye un vicio que afecte la validez del proceso en comento, ya que no incide en
aspectos esenciales de este, de conformidad con lo previsto en el artículo 142 de la
anotada ley N° 18.883.
Por su parte, y acerca de la precisión de los cargos formulados, los que según el recurrente
habrían sido planteados en términos potenciales y no categóricos, es dable indicar que la
jurisprudencia administrativa contenida, entre otros, en el dictamen N° 42.292, de 2014,
ha señalado que el principal objetivo que se persigue con ese trámite es presentar en
forma clara al inculpado el hecho anómalo que se le imputa, de tal manera que tenga la
posibilidad de defenderse en cada una de las instancias legales establecidas para ese
efecto, lo que -a la luz de los antecedentes sumariales- se cumplió en el caso en comento,
según dan cuenta sus descargos y la interposición de su respectivo recurso de reposición,
en que aparece de modo manifiesto el cabal conocimiento que tenía de las infracciones
que se le atribuyeron y la época en que habrían acontecido.
En este sentido, y en relación con las imputaciones que habrían configurado el acoso
laboral y malos tratos que se le atribuyen en los cargos números uno y cuatro, debe
señalarse que en estos aparece una descripción pormenorizada del comportamiento
objetado, de la normativa vulnerada y del servidor afectado, consistente, en el primer caso,
en tirar documentos y pilas al escritorio y golpear la mesa, encerrar en una habitación con
el objeto de reprender, amenazar respecto de situación laboral, golpear de forma
sistemática y reiterada el teléfono, perseguir y llamar por otro nombre de manera irónica,
cometer acto de provocación con riesgo de daño, y proferir frases de connotación sexual;
y en el segundo, en referirse a funcionarios en los términos ofensivos y discriminatorios que
se indican; lo que significó una infracción a los artículos 82, letras l) y m), de la ley N°
18.883.
Lo mismo ocurre con el resto de los cargos formulados, en donde se expresa la conducta
reprochada y la respectiva disposición que se entiende vulnerada.
Pues bien, respecto de la acreditación de dichas actuaciones, cabe manifestar que tal y
como ha concluido el dictamen N° 21.093, de 2015, entre otros, si bien a esta Entidad
Fiscalizadora le corresponde custodiar la regularidad del procedimiento, no puede sustituir
a la Administración activa en el examen de los elementos de convicción destinados a fijar
un juicio de valor sobre la responsabilidad disciplinaria del inculpado, los que deben ser
analizados en conciencia, de acuerdo con lo dispuesto en el inciso primero del artículo 35
de la ley N° 19.880 -aplicable supletoriamente en la especie al no contener la citada ley N°
18.883 normas al efecto-.
No obstante lo anterior, cumple con hacer presente que las acusaciones efectuadas fueron
principalmente verificadas a través de testimonios de funcionarios del municipio, que son
contestes en la ocurrencia de las conductas reprochadas, lo que permite colegir que dichas
declaraciones constituyeron un medio de prueba idóneo y suficiente para acreditar
fehacientemente aquellos actos; en las propias afirmaciones del señor Canales Canales,
quien reconoce, en su presentación de fojas 92 a 94, haber roto el panel de acrílico de la
sala cuna cuya ampliación y remodelación le correspondía fiscalizar, constando los daños
en fotografías rolantes a fojas 19 a 21; del contrato a honorarios de la persona a quien el
recurrente habría encomendado funciones municipales, y de los propios dichos de este en
el reclamo interpuesto ante esta Contraloría General, en donde admite haber proferido
amenazas en el acto recreativo llevado a cabo por la entidad edilicia, y sostiene que resulta
impropio que se objete golpear un teléfono o depositar documentos en el escritorio de otro
funcionario y no la burla de la que fue objeto en tal evento.