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Traduecn Hos capital 4, adocio por Ic er | Sobre el castigo | Por una justicia penal que 1 hable el lenguaje de la q comunidad Antony Duff Saleccin de textos a cuidado se v0 Baad yo autor DK eevee 1, Un derecho penal democratico En los hechos, nuestro derecho penal suele ser ex dente: excluye de los derechos y beneficios ela ciudad tia aquellos contra quienes ejerce su poder. Esta stuacion Gene st ilustracién mis vvida en muestra uso del encarce lumiento, sobre todo (pero ne sélo} en los reyimenes dr initicamente opresivos y deshumanizadores de las prisiones ‘upermas [de supermsxima seguridad] (véas,recientemente, Butler, 2012): en ella el preso queds, tanto en to material ‘como en lo stmbolico, exclu de la paticipacion em la vida las relacionescivicas correntes Esto adquiere fuerza re {xen el infame lema “wes sey estés ous ests “Tuera” de a sociedad civil, excluido de ella, Pero esta situacion puede contin atm después de que formalmente el castigo haya liegado a si fin: wna persona que ha cnmplide su pena de crcl (un “ex convict”, en el curiosa léxico que discutig ‘nds adelante) ques compruche que todavia esta excluida de aspectos de la sociedad evi tan witales como la vvienda pl blica, el bienestar social a educacién,rchos tipos de em- pleo y hasta el derecho a voto (Chia, 2012; Hoskins, 2014) {a exelusién también es evidente en la retirica politica del ‘derecho penal: el castigo penal es algo que "nosotros" los ci adanos cumplidores con I ley es imponemos a “lle, los ‘otros peligrosor de quienes debemos estar protegi desde el oto lado, se recibe como algo que “ellos, ls pode= ows, nas infigen a “nosotros, los destavorecidos. Por es0 el lenguaje de la guerra -bien conocido a esta altura “guerra” contra las drogas, el terrorism o el delito~ es ala vez revels: ddoryalarmante. Aquellos contra quienes se ira una guerra ‘no sot (o han deja de sr), justamente, restos come ddanos, son enemigos algo jen a nosotros Alguiensostendr quizi que lis cosas no pueden ser de otra manera: el derecho penal debe exchlra las personas contra ascitalesse lo activa. A voces se uiliza exe "debe" en sentido descriptive, para recordamnos ragos al parecer invitales de ‘nuestro mutdo socal y politico: ef derecho penal es y slo puede ser una técnica (un arma, para seguir eon el lenguaje fe Ia guerra) por meio de la eal los poderosos oprimen los dewalidos ylos gobernantes controtan a wna pablacin so merida: de esto se seguir que, si vamos a dedicarnos a hacer tcoria normativa sobre el derecho penal, debemes promover ‘8 abolicién, junto con todo el aparato de poder estaal, 0 bien buscar maneras de mejorar su funcionamiento inevit Dlemente opresivo, Ms a menudo, sin embargo, el “deher™ se entiende de manera ormativ: cl derecho penal ene que ser excluyente, porque quienes cometen delitos pierden su status de ciudadtanos (Goldman 1982; Mors, 191). Eso es to que implica la veiriea dela guerra”: los delincuentes se excluyen de la comunidad con nosotros al atacarnos, y por ‘nuestra parte debemios defendemos de ellos nuestra defensa ‘es responsabilidad del Estado, quel eerce por medio del de echo penal. (Dejo de lado el hecho de que esta concepcign {de os dlitosy de quienes los cometen ex electiva: no se com sidera que todos quienes cometen lo que la ley define como tun delito se excluyan asf mismes © que se justiique que Tos Ber co kf ate ‘excluyamos esto slo cabe para quienes cometen ls tipos de elites que “nosotros” no cometcios) ‘Mi objetivo es ressirme a ambos tipos de “deber”,sostener {que potlemos y debersamnos aspirar um derecho penal de Inocttice que sea incluso y'no excluyente; un derecho pe nalapropiado para que los cudadanos de un sistema politico repibicano se lo impongan a sf mismos y unos a ottos. As también presaré atencién a algunos de los diferentes roles sociales yjurdicos (roles con wna fuerte dimension noriat ‘2) que los ciudadanos pueden deserpenar en relacién con, derecho penal Antes de embarearme en esa tare es preciso hacer dos suivertencias. Primero, al hablar de “nuestro derecho penal” {tengo la dolorosa conclencia de que el aleance de tao" tal ver sea discuible. Hablo sobre a base de una razon be familardad com la justica y el derecho penales inglses Ynorteamericanos, que en mi opinién tenen con mucha Frecuencia ee caricter exclivente; alo cual alguien podria repliear que esto es un teflejo de las patologias particulares ‘yespectfcamente nacionales del derecho penal en e30s pl tes (véaxe Stuntz, 2001), 7 que no ex vilido,o-no lo es ane, para el derecho penal de otros paises que se las ingeniaron para cvtar cl estilo angloamericano de exceso punitivo, No tengo dudas de que harta cierto punto eso es verdad, al me nas en el caso de algunos otros pases: pero sampoco de que Ja tendendia a la ereacidn ee un derecho penal exchayente ‘oes una patologiasingulammenteangloamericana, Con todo, aim val I pena embarcarse en a empresa de trazar los om. foros de un derecho penal auéaticamente inclusive, a fn {de hacernos una idea ms clara de lo que exe derecho de beriaaspirar a ser, sin importa lo lejos o cerca que “nue twos" derechos penalesvigentes puedan estar de cunmpli esa sspirncion Segundo, he hablo yseguiré hablandlo del modo en que an relacomare eon sa derecho penal, y los papetes que deberan desempeiae respecto de este, Que los iudadanos debe 2s esto pacezca desbaratar de inmediato mi iniciava, dada ‘que muchos de quienes estan sometidos al derecho penal de un Estado comtemporineo no san chudadanos de este: pe den esar en el pais como turstas, como tabgladores “extra, jerosresidentes, como refuglos 0 potencials inmigrantes \legales oilegales). Una toriracién normatva del derecho. penal debe estar en condiciones de explicar la autoridad de teste sobre todos aquellos 2 quienes afirma oblige, asf come su relacién con ellos; pero una teoria que silo hable de au relacion con los civdadanos det Estado en el cuales ley no puede dar es explicacin No obstante, una deseripeion del derecho penal ene que empezar por ls cludadatnos, aur {que no pueda terminar en ellos? puesto que, como veremen em la seccin siguiente, estos son los destinataics primaricn e esas eyes. En cuanto ala stuacin de los no cdadanos, puedo hacer aqui tes observaciones. La primera es que cual ‘quer ans exhaustvo de la cudadanga tiene que ocupare, ‘enalgin momento, de lt cuestin de cdo deheria obtené= sela (o perdesa),y la faildad 0 dfcultad para hacerlo: la ‘ia, pero tambign la privacidad. Para ejemplifcarlo pode epee del suogobiemo. Oro qemplo es el de los lies pe ofan a ln medhda y el modo en que los cudatane y fh gobiemo se entrometca en l ida dels indniduos, eto i respeto sn “gear ben reconocere unos a ots como participants iguales en Igemprescviea En su vida pritada al margen de a esera pba, pueden ser parce} prestar especial tencn ast Erigos famiaresw ouosallegedon, pero cuando actian en ‘limbic chico como chadanosdeben verse atarse wnat otvn deers forma, “Terceo, un sipecto de la iguakiad de consderacion y 1904; Dut, 20154: 190-182}, Los cutadanosdeben verse Y Gras (Hod y Young, 1081: 44) lo bastante recepuvos a porque ciudadanos demoeriticos de de lanzaralaques cits. Esa confianzacivica no es nngena sino que es congruente con la toma de precauciones ante la posbilidad de ser vitimiza Ja medida en que debemos confiar unos en otros en nestras relaciones privadas slo ineumbe a nuestro modo de tatar- fos en cuanto cindadanos que actian en el ambito piblic, Pero es, en ese ambto, una dimensién importante de va replica democritica, ‘Cuarco, br cindielania implica agencia, Ser un ciuadano to es ser un mero portador de derechos o unt receptor de beneficios involueradeheresy responsabilidades que deben ‘umplirse de manera activa como parte de la vida efvea per sonal. La identificacién de esos deberes Jn determinaciin ‘de Jo ampiasyexigentes que deben ser las rexponsabiliadey de ls chudadania constiuyen tna cuestién sobre a eal, otra ‘ex diferentes cominidades poles adopearin perspectiras diverse, pero cualquier sociedad democritia reconoceri, ere tae ofras, el deer de tomar parte en el proceso politica” ye de contribuira Ia prestaeién de serdcios pblicos, medkante te pag de impuestos a bien fa intervencion activa en a fire ‘én publica, Més adelante retomaré algunos de los deberes ) responsabilidad especficos que los ciudadanos pueden acquirir en relacion com el derecho penal: aqut simplemente ‘abe scalar que los ciudadanosrepublicanos son agentes, no solo pacientes. Quinto y timo, en una democracia iberal (un sistema po Iitico que se autodefine por valores liberates centrales como la auronomia individual, a privacidad ya aceptacin de com: cepciones pluraes del bien) la eiudadana es un papel con Timiaciones: In comunidad politica reré slo una, y para mi ‘chos no Ia mis importante, de ls comunidades 0 asociaco nes denteo de hi que sus miembros viven su vida y ponen en prictca sis concepeiones del bien; su papel de ciudadanos Send uno unis de Ios numerasos roles que desemperian, So: mos ciudadans, pero también somos miembros de wna f- tli, amigos, wabajadores 0 colegas ental 0 eal aesvidad ‘intcgramtes de una gama de asociaciones, muchas acaso pas fundamentals para nuestra vida que a iudaania. Una fares cntzal de cualquier comenidad politica es defini la | sire publica: las reas de actividad, ls exextiones que cons faiyen nuestra vida como ciudadanoso la empresa cviea en aque estamos colectivamente empeiades. Uno de los rasgos euclales de wn sista politico liberal es la definicion de fan dmbito pblieolimitado; jars grandes zonas de La vida fhe sis ciudadanos en ls esfera privada, donde individvos y © jpupos evan ala pricciea us propia concepciones defo que Dada esa interpretacin de la cudadania en una repiblica denocrtia liberal, podemos ara volver al principal interro- inte de este raha: zqu tipo de derecho penal es apropiado pata les ciadadanos le sna comunidad politica con eas earac ferinicas? Ml interés en esta eneatin no reside en ol contenido fel derecho penal sstantivo, en lo que deberia penalizarse, imque indudablemente esta es una cveniin crucial ala que lncomunidad politica debe dar respuestay reside mas bien en fl fancionamiento del derecho penal, del sistema de justia penal, como insiacién polidca, este es algo que fle ace, que sels infig; las eneationes que nos plantes: fos conciemnen a lo que podemos o debemos haceites. Mi Imtencion es, en cambio, oponerme a esa concepeién y ver A pocemos asignar a esos roles un caricter active y civic, Acfinido pore responsabildadesy debere civcos (ai como por los derechos) que acarrean, eri como una manera de fer cudadano. Es certo, dead hrego, que la comisiOn de un also no esen sun acca civico (a menos que se comets como | unacto de desobediencia culo peotesta) ni un eereicio del Tol de cindadano; es un incuanplimiento de ese papel. Pero, aun as, esto deja lugar a su presentacin como algo que los 49 somencasrico indadanos podvian hacer, ala pregunta de eémo deberian responder ellos, en cuanto cudadanos, a sus propios acy incorrect y los de ss pares Un entico quiza pregunte por qué deberiamos hacer ex intent: por qué no simplemente reconocer Io contrat, que quienes cometen delits (graves) pietden, en efecto, al me. ‘ho aspectosesencales de su estatus cro que, si bien para J mayoria de ellos debe haber un camino de regreso a a di dada plena luego del proceso punitivo, no deberfamnos ver ‘ce camino, en sf mismo, como tn ejrcicio de ciudadanta, [Lo maximo que deberiamos pedir de un sistema de justia penal es que proporcione ese camino de regreso a a cus ania plena & quienes cometen delitos; no-que trate como udadanos a aquellos que, por sus deltes, han egado los lazos de la iudadanta No tengo un angumento definitive conta este punto de vista a decir verdad, 0 estoy seguro de que to hay, a ta igen de un Hamada a ser ms ambiciosose inchuyenteso- raly politicamente. Uno podria ostener que, al menos para Jos castigos que no legan a immpicar Ia dramadca exelusdn ejempliicada porlapena capital ola prisién perpetia sin po sibilidad de iberad condieional,” es un tanto incongraen- te tontener que los delincuentes han perdida su poscidn de dudadanos y todavia pedir ~como nosotros hacemos que acepten Ia autoridad del sistema que fos castign. En efecto, siya no son ciudaddanos, por qué habria que suponer que van a aceptatla? Sin embargo, aunque estoy seguro de que as actinides de los politicos y el plico can respecto sexta ceuestién distan de ser congruentes, pueden legaea serlo.eon ‘state facilidad, Como sefalé antes, el derecho penal de fer astena politico reivindica su autoridad sobre los no ciu- Tdadanos que quedan bajo su jurisdiceién,en la mismna me- Gita que sobre los ciudadanos; asi, o hay incongruencia al Grmar que una persona dehe sceptar I antaridad del site fs qu la castiga y negar, ala ver, que sea un cindadano, Po Jira parte en cl caso ce lox delinewentes que son (0 Feron) indadanos, podréamos decir que lo que se require de ellos ‘en materia de sometimiento al castigo ya las ous exigencias Sel sistema de jstcia penal consste en una condicién para farcadmisino la reparacion: as, pueden recuperar ss esta jus de ciadadanos.* Sin embargo, crea que deberfamostratar de resistr ft enca excluyente en el derecho yel castigo penales: esa dea fle que al cometer un delito, el delincuente pierde su catego- Fiedecudadano.L ‘etna idea de solidaridad de unos can otros como seres fal bese imperfectos (a menudo radicalmentefalibes eimpér Feetos) que debetos vise juntos si de alin modo aspiramos ‘a prospcrar, Para la mayoria de nosotros, aun en estos tiem posde incrementada movilidad, la ciudadania noes algo que foblengamos de mancra vokuntaria se nos impone en vitud the nuestro nacimiento; nos descubsimes miembros de esa 0 aguella comunidad politica. Pero esa pertenencia no elegi- fa también es esencial para nuestro bienestar, la comunidad proporciona la esuctura dentro de la cual podemos llevar Adelance muestra vida, y deberia prestar el apoyo que haya posble est empresa; inchiso nos da una parte importante de festa identidad, Ademss ~y de manera deci, la com ida politica noes (no deberfa ser) una sociedad escogida

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