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Omnia.

Derecho y sociedad
Recibido: diciembre/2020 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas
Aceptado: marzo/2021 de la Universidad Católica de Salta (Argentina)

Erving Goffman y las dinámicas de la identidad


social en las instituciones totales
Erving Goffman and the dynamics of social identity in total institutions
Víctor Hugo Ligarribay1

Resumen Abstract
En el presente ensayo nos proponemos estudiar el This essay aims to study the effect that institutions
efecto que las instituciones de encierro tienen en los of confinement have on the processes of shaping
procesos de conformación de las identidades socia- people’s social identities. To this end, a comparative
les de las personas. Para esto, se establecerá una re- entailment will be established between the two
lación comparativa entre las dos principales teorías main social theories that have focused on the
sociales que se han abocado al estudio de este tipo study of this type of institutions: Michel Foucault’s
de instituciones: la teoría de la sociedad disciplina- theory of disciplinary society and Erving Goffman’s
ria de Michel Foucault y la teoría interaccionista de interactionist theory. Then, we will carefully
Erving Goffman. Luego, se explorará detenidamente explore the methodology used by Goffman —the
la metodología utilizada por Goffman —el enfoque dramaturgical approach— in the study of total
dramatúrgico— en el estudio de las instituciones institutions, and the processes of «mortification of the
totales, y los procesos de «mortificación del yo» self» that occur within them. Finally, we will establish
ocurridos al interior de estas. Por último, establece- a brief review of the main criticisms of Goffman’s
remos un breve repaso de las principales críticas de perspective to certain postulates of North American
la perspectiva de Goffman a ciertos postulados del functionalism, especially to Robert Merton’s theory of
funcionalismo norteamericano, especialmente a la deviance.
teoría de la desviación de Robert Merton.
Keywords: Erving Goffman - social institutions -
Palabras clave: Erving Goffman - instituciones so- panoptism - dramaturgical approach - mortification
ciales - panoptismo - enfoque dramatúrgico - morti- of the self
ficación del yo

Sociología/ ensayo científico


Citar: Ligarribay, V. H. (2021). Erving Goffman y las dinámicas de la identidad social en las instituciones totales.
Omnia. Derecho y sociedad, 4 (4), pp. 91-99.

1
Licenciado en Sociología (UBA) y profesor de Sociología (UCASAL). Se desempeña profesionalmente como auxi-
liar docente en la materia Estado, Poder y Medios de la carrera de Ciencias de Comunicación de la Universidad
Nacional de Salta y como docente adjunto en la materia de Sociología de la carrera de Abogacía de la Universidad
Católica de Salta, entre otras materias a su cargo en diversas instituciones de nivel superior de la provincia. victor-
ligarribay@gmail.com

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Víctor Hugo Ligarribay

INTRODUCCIÓN HACIA UNA TEORÍA DE LAS INSTITUCIONES

En el presente trabajo nos proponemos Para Michel Foucault, incansable estu-


establecer un breve desarrollo de algunos dioso del poder, y de los mecanismos que
elementos centrales de la teoría dramatúrgi- lo posibilitan y lo distribuyen, la sociedad
ca de Erving Goffman y, su aplicación en el disciplinaria representa una forma de con-
estudio de lo que el autor llamó las «institu- traderecho que, en realidad, lejos de contra-
ciones totales». Esto no excluye que se haga ponerse a las libertadas desplegadas por la
referencia a otras obras y trabajados de Goff- modernidad, las complementa y las efectivi-
man, como por ejemplo su estudio sobre el za en la práctica. Las disciplinas, ejecutadas
estigma social. por las instituciones disciplinarias modernas,
En el primer apartado abordaremos las si- serían para el filósofo francés una suerte de
militudes y diferencias que presentan el estu- costado oscuro de la modernidad, su forma
dio de las instituciones disciplinarias de Michel subyacente. Entonces, la burguesía no es
Foucault y la perspectiva de los establecimien- solo —en el marco de esta lectura— la res-
tos totales del propio Goffman, con el afán ponsable de la universalización de un marco
de rescatar de cada uno de estos aportes los jurídico explícito en favor del igualitarismo
elementos teóricos y metodológicos más rele- formal entre los hombres, sino que también
vantes para el estudio de las instituciones de es la responsable de la internacionalización
encierro, aunque no solamente de estas. Con de «esos mecanismos menudos, cotidianos
este objetivo, nos basaremos sobre todo en el y físicos, todos esos sistemas de micropoder
desarrollo de dos libros claves del filósofo fran- esencialmente inigualitarios y disimétricos
cés: Vigilar y castigar y La historia de la locura en que constituyen las disciplinas» (Foucault,
la época clásica, ambos centrales en el análisis 2008, p. 255). Estos «lados B» de la moder-
de las instituciones de disciplina y control. nidad constituirán el eje de la reflexión del
En el segundo apartado analizaremos algu- filósofo francés: si la modernidad consagra
nos elementos centrales del enfoque drama- la razón como su idea fuerza fundante, Fou-
túrgico propuesto por Goffman, y sobre todo cault analizará la locura y el discurso médico/
su aplicación en el estudio de las interacciones psiquiátrico como su contracara; si la moder-
al interior de las instituciones totales. También nidad declara a las libertades individuales
estableceremos una breve comparación en- como el eje de las repúblicas democráticas,
tre este enfoque y el enfoque normativo del Foucault buscará en las disciplinas los fun-
estructural-funcionalismo. damentos del control y la docilidad de estas
Por último, ahondaremos en la crítica de los sociedades; y por último, si la modernidad
estudios de Goffman a los trabajos de la teoría consagra a la sociedad de mercado como el
de la desviación realizados por Robert Merton, pináculo del desarrollo productivo humano,
centrando nuestra atención en el carácter es- los talleres, las cárceles, y las fábricas ilustran
tigmatizante de algunas construcciones pro- los mecanismos reales mediante los cuales
pias del sentido común, y que la sociología se despliegan y organizan estas relaciones
muchas veces hace suyas de manera irreflexi- sociales de producción.
va, y sin medir las consecuencias sociales que Para Foucault, las disciplinas propias de
este tipo de extrapolación de términos implica. las instituciones de vigilancia y control son en

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la práctica —más allá de la institucionalidad fábricas, ya no se corresponde con la sociedad


y legitimidad con la que cuentan— todo lo de hoy en día (…) la sociedad del siglo XXI ya
contrario a la obligación contractual, de ahí la no es disciplinaria, sino una sociedad de rendi-
idea de contraderecho. Allí donde el derecho miento» (Han, 2010, p. 25). Para Han, la positi-
moderno despersonaliza, universalizando al vidad que genera la sociedad del rendimiento
sujeto jurídico, la disciplina opera en la direc- eleva la productividad de las sociedades basa-
ción contraria; ya que particulariza a niveles das en las disciplinas, el control y el deber. En
microsociológicos las prácticas concretas del este sentido, el sujeto de rendimiento está so-
control, la vigilancia y el castigo. Ahora bien, metido solo a sí mismo, a diferencia del sujeto
lejos de ser instituciones aisladas y reserva- de obediencia foucaultiano. No obstante, esta
das para ciertos sectores y espacios sociales, no-sujeción no conduciría a la libertad, sino a
la verdadera denuncia de Foucault radica una suerte de autoexplotación que tiene como
en que estos «aparatos» han devenido en el única meta la maximización del rendimiento.
«tipo ideal» de organización de las institucio- Una verdadera paradoja libertaria.
nes modernas. Y la mención al concepto de No obstante, el mismo Han reconoce que la
tipo ideal no es azarosa, ya que Max Weber sociedad del rendimiento representa una con-
fue de los primeros en advertir la contradic- tinuidad respecto a las instituciones disciplina-
ción —en principio insalvable— que consti- rias, continuidad que perfecciona y eficientiza
tuía la ampliación de derechos que, al tiempo los mecanismos instalados por las disciplinas.
que se conculcaban, suponían la ampliación Después de todo, las escuelas siguen existien-
de las redes de control burocrático de los Es- do, también las fábricas, los psiquiátricos y las
tados nacionales sobre sus poblaciones. prisiones, y sus diseños arquitectónicos e insti-
La mayoría de los filósofos y sociólogos tucionales no han variado gran cosa respecto
actuales relativizan la vigencia de estas insti- a los de sus predecesoras del siglo XIX. Ahora
tuciones disciplinarias, quizá porque el mismo bien, allí donde Foucault abunda sobre las ge-
Foucault se encargó al final de su vida de ana- nealogías del derecho penal y sus organismos
lizar la decadencia de este tipo de sociedades de aplicación, descuida la construcción de una
frente a la emergencia del biopoder y la biopo- teoría sistemática que sea capaz de dar cuenta
lítica. Consideramos apresurada esta tesis; des- de las prácticas interactivas que realmente ex-
pués de todo, las prisiones siguen existiendo, y pliquen el proceso de in-corporación de estas
su número de internos está muy lejos de dismi- disciplinas por parte de los internos. En otras
nuir. Como sostiene el sociólogo francés Loïc palabras, al posestructuralismo francés le falta
Wacquant, el neoliberalismo se apoya sobre una teoría comprensiva de la acción social que
la política de la mano dura, la prisionalización le permita entender la dinámica de la articula-
masiva, y el enclaustramiento socio-espacial ción entre lo institucional y lo relacional. En las
como mecanismos de control y disciplina- perspectivas estructuralistas, suele haber en
miento de los sectores populares, y esto no es general este tipo de saltos teórico/metodoló-
algo que sólo ocurra en Latinoamérica y el ter- gicos entre lo normativo y las prácticas, como
cer mundo (Wacquant, 2010). Para el filósofo si la explicación del funcionamiento institucio-
norcoreano/alemán Byung-Chul Han, «la so- nal diera cuenta por sí misma del mecanismo
ciedad disciplinaria de Foucault, que consta de mediante el cual se internalizan las normas
hospitales, psiquiátricos, cárceles, cuarteles y (Mills, 2010). El mismo Foucault, que solía decir

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que el poder siempre se encuentra con resis- chas palabras e ideas traen consigo» (Becker,
tencias, pareciera haber descuidado demasia- 2007, p. 259). Precisamente, si se acepta de ma-
do el carácter conflictivo de las relaciones de nera acrítica el lenguaje que utilizan aquellos
dominación. que tienen el poder para confinar a otros, se
Es curioso que, en Vigilar y castigar y mu- puede terminar legitimando las razones que
cho más aún en Historia de la locura en la época llevaron a dicho encierro, cuando es justamen-
clásica, Foucault no haya reparado en las inves- te la tarea de la sociología revisar reflexiva-
tigaciones —anteriores— que el interaccionis- mente esas razones, tanto en sus causas como
mo simbólico —y el propio estructuralismo en sus consecuencias. Por supuesto que Fou-
funcionalista— había realizado sobre las insti- cault sabía, quizá mejor que nadie, los efectos
tuciones y el poder. La ausencia más llamativa de las palabras sobre las cosas, lo que no impli-
es la de Erving Goffman, y sobre todo la de su ca que este conocimiento se materializara en
libro Internados, de 1961, publicado 14 años una recuperación de los relatos alternativos, y,
antes que el reconocido libro de Foucault so- por lo tanto, subterráneos, de las instituciones
bre las prisiones. El análisis de las instituciones disciplinarias.
de encierro se enriquece muchísimo con los
aportes que el interaccionismo simbólico de- LAS INSTITUCIONES TOTALES Y EL ENFOQUE
sarrolló en torno a las dinámicas instituciona- DRAMATÚRGICO
les. Y es que, justamente, lo que no abunda en
las genealogías foucaultianas es el relato de los Según Becker, la forma que Goffman en-
oprimidos por el poder; su voz pareciera haber cuentra para explicar la realidad de las insti-
quedado totalmente silenciada por la estruc- tuciones de encierro sin caer en los prejuicios
tura disciplinaria. En este aspecto, no es que el instalados por el lenguaje cotidiano es a par-
libro de Goffman sea una reivindicación de las tir de la utilización de un lenguaje neutral. No
voces de los dominados, pero sí al menos una obstante, una advertencia: el autor no se re-
forma de mostrar que las resistencias al poder fiere a neutralidad valorativa respecto al tema
son reales, y que existen justamente en las pro- de investigación; de hecho, el libro Internados
pias palabras y formas de interpretar la reali- representa una fuerte denuncia al funciona-
dad de los actores. Esto es porque, y en pala- miento y la organización de este tipo de insti-
bras de un compañero del propio Goffman, «el tuciones. Por el contrario, se refiere a la no uti-
modo en que se nombran los distintos objetos lización de palabras semánticamente cargadas
y actividades casi siempre refleja relaciones de o explícitamente potentes en sus significados.
poder» (Becker, 2007, p. 258). Esta característica de la escritura del autor, que
Según Howard Becker, el problema de las hasta cierto punto es efectivamente así, se
palabras y cómo estas nombran a los objetos puede rastrear en los distintos momentos del
es algo que Goffman tuvo que tener en cuenta libro. Cuando Goffman relata tanto el mundo
al estudiar las instituciones totales. Las ciencias del personal como el mundo de los internos,
sociales deben ser especialmente cautelosas a intenta no tomar partido por ninguno de los
la hora de reproducir el lenguaje coloquial de dos, y simplemente describe las palabras y las
las instituciones, ya que corren el riesgo de prácticas que cada grupo configura en su re-
«aceptar, voluntariamente o no, todas las pre- lación con los otros. Conceptos como «repro-
suposiciones acerca del bien y del mal que di- gramación de roles», «sustracción del equipo

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identitario» o incluso el de «prohibición del No obstante, a pesar de esta preocupación


looping» utilizados por el autor, intentan expli- común, y podríamos decir incluso epocal, res-
car, mediante el uso de palabras muy técnicas pecto a la condición de las personas en las ins-
y desprovistas de toda intencionalidad, prác- tituciones de encierro, el estudio de Goffman,
ticas sociales que sensibilizan fuertemente a si bien mucho menos ambicioso en términos
cualquier lector del libro. Y es que, en este sen- de crítica filosófica a la modernidad, cumple
tido, Becker da en la clave al decir que su cometido en cuanto propone una metodo-
logía alternativa a las perspectivas sociológi-
… bajo el lenguaje frío y carente de emo- cas funcionalistas de la época. Con su enfoque
ción de los ensayos que integran el libro, se dramatúrgico, Goffman presenta una nueva
advierte el palpitante latido de un apasiona- forma de abordaje de las instituciones o «esta-
do libertario civil. La adopción de un méto- blecimientos sociales» a partir del manejo que
do que emplea tanto un lenguaje «científi- los individuos hacen de las impresiones. Estas
co» aséptico como la comparación de casos impresiones, que no son otra cosa que —di-
desprovista de juicios permitió a Goffman cho en términos funcionalistas— expectativas
encontrar una solución al problema de las sobre los roles socialmente construidos, llevan
presuposiciones inherentes al pensamiento a los actuantes a desplegar diversas estrategias
convencional. (Becker, 2007, p. 267) con la finalidad de dar cumplimiento a dichas
expectativas, y viceversa, a esperar que el otro
Al igual que Foucault, Goffman no catego- responda también con sus acciones a esas ex-
riza las instituciones en función del sentido y el pectativas socialmente compartidas (Goffman,
rol que la sociedad les asigna, sino a partir del 2012, p. 281). En las instituciones totales, donde
grado de absorción de la vida social que estas toda la vida social de un individuo transcurre en
instituciones presentan. Así, un asilo de ancia- un único espacio físico, también existen meca-
nos, un convento de clausura, una prisión y un nismos expresivos de presentación social, aun-
hospital psiquiátrico compartirían la caracte- que mucho más limitados por las características
rística común de ser todas instituciones que totalizantes de este tipo de instituciones.
totalizan al interior de sus muros la vida social A diferencia del funcionalismo, en el inte-
de los internos que allí habitan. De la misma raccionismo simbólico tanto roles como es-
manera, el panoptismo no es algo exclusivo tatus no están definidos normativamente de
de los presidios, su diseño organizacional —y antemano, sino que son el producto de una
Foucault lo deja bien en claro con las imágenes actuación, de una representación dramática
que acompañan Vigilar y castigar— se replica, que los actores realizan de manera constante.
con distintos niveles de disciplinamiento, a lo En otras palabras, tanto el rol, como la legiti-
largo y ancho de todas las instituciones mo- midad que este confiere a la persona, el esta-
dernas, ya se trate de una escuela, una biblio- tus, están puestos permanentemente a prueba
teca o un hospicio de enfermos mentales. Este en el trascurso de cada interacción (Goffman,
afán común por demostrar el «diseño estruc- 2012, p. 282). En las instituciones totales los
tural subyacente» (Goffman, 2009) de las ins- internos construyen un modelo arquetípico
tituciones modernas es lo que de alguna ma- de personal, caracterizado como cruel, arbitra-
nera intentan demostrar ambos autores con su rio y despótico, y con base en esas expectati-
comparación de casos y documentos. vas desarrollan sus estrategias de impresión y

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presentación. También, desde el otro lado, el tificaciones que despojan al interno de su yo


personal asume ciertas características estan- preexistente o yo civil, la institución despliega
darizadas en los internos: los creen perezosos, lo que el autor llama un «sistema de privile-
interesados, mezquinos, y en función de estas gios» mediante el cual reorganiza la identidad
presuposiciones construyen su trato con los re- de la persona enclaustrada. A medida que la
clusos. Estas prácticas, que marcan los puntos institución va cercenando elementos del yo,
de contacto entre el mundo del personal y el inculca las «normas de la casa» en las rutinas
mundo de los internos, no siempre se encuen- del interno. Esté «aprendizaje» de normas
tran formalmente establecidas, y, sin embargo, puede ser logrado tanto por una vía amable,
se constituyen como rutinas preestablecidas a través una serie de pequeñas recompensas y
por la dinámica de la propia institución. Por gratificaciones, como por una vía menos ama-
ejemplo, y a nivel microsociológico, los dis- ble, castigando a los internos mediante la sus-
tintos momentos que configuran aquello que pensión de tales privilegios (Goffman, 2012,
Goffman llama la «mutilación del yo». p. 62). En este contexto del sistema de privile-
Con el estudio de las prácticas de mortifi- gios, la institución permite de alguna manera
cación del yo, Goffman intenta dejar claro que, la existencia de ciertos «ajustes secundarios»,
aunque no mencione directamente la relación es decir, ciertas prácticas que, sin desafiar el
de dominación —prefiriendo el uso de la pa- orden del establecimiento, les permiten a los
labra «jerarquía»— entre internos y personal, internos acceder a ciertas satisfacciones prohi-
la subordinación existe y se manifiesta en bidas, o bien permitidas, pero con medios pro-
cada mínima unidad de interacción. La mor- hibidos. Estos ajustes secundarios son un espa-
tificación o disminución del yo es justamente cio de resguardo del yo, que de alguna manera
eso, un proceso continuo y sistemático, insti- garantizan al interno cierto control, aunque
tucionalizado, aunque nunca formalizado, de mínimo, sobre su entorno y sus acciones.
reprogramación del yo del interno a partir de Estos sistemas auxiliares o secundarios
distintas microacciones desplegadas por el de organización, al margen de las disposicio-
personal, y que tienen como objetivo último nes oficiales, van generando un entramado
recortar el alcance del yo del recluso. Desde de relaciones que decantan en una suerte de
«rituales de presentación» que alteran la iden- subcultura presidiaria, que tiene como efecto
tidad que la persona ha construido afuera del el reforzamiento de los vínculos de fraterni-
establecimiento, hasta pequeñas sustraccio- dad y solidaridad entre los internos frente al
nes de elementos que conforman el equipo personal. Quizá el momento más álgido de
identitario del interno, todas constituyen prác- esta suerte de cultura de grupo sea en las pe-
ticas que se inscriben en un mecanismo conti- queñas insurrecciones o motines que ocurren
nuo de reducción de la autonomía del sujeto, y ocasionalmente en las instituciones totales. No
de reestructuración de su identidad en función obstante, las autoridades y el personal suelen
de los objetivos institucionales. ver con mucho recelo toda demostración de
Siguiendo lo anterior, Goffman también solidaridad o concertación, quizá porque es-
entiende que existen pequeños reductos don- tas son las que más abiertamente desafían el
de el yo de los internos puede protegerse de carácter individualizante del control social des-
esta desprogramación, que por cierto nunca plegado por las instituciones totales (Goffman,
es total. Paralelamente al ejercicio de las mor- 2012, p. 71).

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LA CRÍTICA A LA TEORÍA DE LA DESVIACIÓN identidad del sujeto, reduciéndola a una única


cualidad socialmente atribuida como negativa.
Como hemos podido observar hasta aquí, En este punto, también se pone de manifiesto
tanto Goffman como otros autores que han la crítica al funcionalismo de Robert Merton, y
continuado la metodología sociológica de fundamentalmente a su análisis del delincuen-
George Mead parten de la idea de que el yo te como un desviado social. En palabras del so-
(más precisamente, el sí mismo) es el resulta- ciólogo Albert Cohen:
do de un producto social y, por lo tanto, las in-
teracciones con los otros van modelando esa … una cosa es cometer un acto desviado
identidad socialmente construida. La escuela (por ej., mentir, robar, mantener relaciones
interaccionista sabe, entonces, de la impor- homosexuales, tomar narcóticos, beber
tancia que las etiquetas y los rótulos que la so- en exceso o competir deslealmente) y otra
ciedad nos atribuye tienen en nuestra propia muy distinta es ser acusado y calificado de
percepción y configuración como personas desviado, es decir, ser definido socialmente
sociales. Ahora bien, Goffman reconoce que la como ladrón, mentiroso, homosexual, dro-
vida social sería imposible si no acudiéramos a gadicto, borracho, embaucador, adulador,
nuestras interacciones con los demás llevando matón, estafador, rompehuelgas, etc. (como
con nosotros ciertas presuposiciones sobre la se citó en Taylor et al, 2017, p. 171).
conducta esperada en los otros. No obstante,
esta afirmación no implica que no haya casos En realidad, y para ser justos con la teoría
donde estas presuposiciones o estereotipos de Merton, no es que el autor crea que la des-
puedan convertirse en verdaderas etiquetas viación sea una suerte de escape biológico
en exceso peyorativas e infamantes, algo que frente a la falta de integración social sino, más
Goffman estudió con profundidad en su libro bien, una suerte de adaptación «normal» a un
Estigma. Para el interaccionismo, el principal ambiente egoísta. Estos postulados en Mer-
peligro del estigma radica en su capacidad de ton están fuertemente asociados a su propia
generar lo que podríamos llamar «profecías concepción de la noción de anomia, donde los
autocumplidas», es decir, cuando la persona objetivos de la población han alcanzado una
hace suya, y configura por lo tanto su identi- importancia desproporcionada frente a los
dad social, con base en ese rótulo infamante medios institucionales realmente existentes
que la sociedad le ha atribuido. para la consecución de tales objetivos (Taylor
Esto no sería un problema, como sostienen et al, 2017, p. 115). No es casual que los prime-
Taylor et al, si se tratara de una rotulación oca- ros escritos de Merton calaran tan hondo en la
sional, frente a la cual el yo puede desplegar academia norteamericana, y es que de alguna
estrategias de resiliencia; no obstante, el asun- manera el autor revisaba críticamente, con su
to toma otro cariz cuando estas rotulaciones teoría de la desviación, el excesivo hincapié
se enraízan en lo profundo de la cultura y las que la criminología ponía sobre el delito como
prácticas institucionales, convirtiéndose en un fenómeno de fracaso individual. En este
verdaderos fenómenos de violencia institucio- sentido, la obra de Merton venía a cuestionar
nal y vulneración de derechos (2017, p. 170). el principal postulado ideológico del american
Esto se debe a que el estigma in-habilita o, dream: la idea de que todas las personas —si
en términos del propio Goffman, deteriora la se esfuerzan— pueden lograr los objetivos

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socialmente establecidos. Además, venía a tes. Esta falta de una perspectiva más global
establecer la importancia que una estructura termina haciendo que muchos de los concep-
social desigual tiene en la frustración de esas tos utilizados se expliquen por sí mismos o, en
expectativas. palabras del propio Mills, se fetichicen (Mills,
Entonces, no es menor el hecho de que 2010). Contra esta objetivación de los concep-
Merton haya elaborado una lectura social — tos, y sobre todo, en contra de la utilización
sociológica— del delito como fenómeno des- acrítica de palabras provenientes del sentido
viado; ahora bien, el problema radica en que común (desviación es una de ellas), es que se
el determinismo de esta teoría no se comprue- levanta la perspectiva interaccionista de Goff-
ba necesariamente en la práctica. No se com- man y otros.
prueba, precisamente, porque olvida el carác-
ter interactivo y relacional de los fenómenos ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES:
sociales. Si la teoría de Merton fuera cierta, y LA IMPORTANCIA DE LA TEORÍA DE LA ACCIÓN
todas las personas en posiciones sociales sus- SOCIAL EN EL ANÁLISIS DE LAS INSTITUCIONES
ceptibles de cometer actos desviados come- DE ENCIERRO
tieran actos desviados, las cifras de delitos se-
rían enormes. Por otro lado, el delito, entonces, No es casual que las instituciones de control
¿es algo que probabilísticamente tiene más y enclaustramiento social sean las primeras en
posibilidades de ocurrir en sectores sociales llamar la atención sobre este problema de los
con menos recursos y oportunidades y, por lo estigmas sociales, ya que son ellas las principa-
tanto, más próximos a la frustración anómica les reproductoras de este este tipo de rótulos
de la que habla el autor? Y si queremos hilar infamantes. Este aspecto de la dinámica insti-
más fino, ¿los roles —como vimos en la teoría tucional en contextos de encierro lo revisamos
de Goffman— son categorizaciones estáticas e al trabajar las genealogías y los dispositivos de
inalterables sobre la realidad social? De hecho, Foucault, donde el autor trata de reconstruir
son todo lo contrario, lo que hace muy difícil históricamente el devenir de los argumentos
establecer la cuestión del éxito o el fracaso en detrás de los códigos penales (en el caso de las
la trayectoria social de una persona (Taylor et prisiones) y del conocimiento médico clínico (en
al, 2017, p. 133). el caso de los hospicios psiquiátricos). El conoci-
En la práctica, la denuncia que Charles W. miento científico es poder en la medida en que
Mills hiciera a la teoría parsoniana también puede jerarquizar, rotular y, por supuesto, ence-
puede aplicarse a la teoría de la desviación rrar a las personas en función de ciertas carac-
mertoniana, y es que ambos autores, que en terísticas construidas, desde la propia ciencia,
un principio intentan sentar los fundamentos como moralmente reprochables y socialmente
para una sociología de las instituciones, ter- inadmisibles. En la misma línea, aunque desde
minan desarrollando una teoría de la legiti- otra postura metodológica, podemos enmarcar
mación de las instituciones existentes. Y esto a la crítica del interaccionismo simbólico a la
es así porque, en la mayoría de los casos, el es- teoría de la desviación social.
tructuralismo funcionalista termina aceptando El concepto de estigma es fundamental
como válido el sistema valorativo vigente; es para entender las sociedades actuales, sobre
decir, como propuesta teórica, le cuesta pensar todo sus desigualdades sociales. Como el mis-
por fuera de las metas culturales predominan- mo Goffman sugiere, el estigma es una ideo-

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logía, un artificio social creado para explicar y solución colectiva a los padecimientos cotidia-
justificar la inferioridad de una persona, con el nos de millones de personas.
objetivo de deshumanizarlo a partir de su re-
ducción en tanto portador de atributos «nega- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
tivos». Como sostiene la autora María Pía Lara
(2009) en su libro Narrar el mal, la crueldad, pro- Becker, H. (2009). Outsiders. Hacia una sociolo-
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dispositivo ideológico, opera en una dimensión tu.
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indecible o inenarrable. El estigma no es otra Buenos Aires: Amorrortu.
cosa que la suspensión de la historia. ——— (2012). La presentación de la persona
Por último, si efectivamente esto es así, si el en la vida cotidiana. Buenos Aires: Amo-
estigma, la mortificación del yo, y la dinámica rrortu.
de las instituciones de encierro tienden a sus- Han, B. (2020). La sociedad del cansancio. Bue-
pender la historia de los sujetos reales a través nos Aires: Herder.
de los artificios burocráticos y sistémicos de las Mills, C. W. (2010). La imaginación sociológica.
instituciones de encierro, entonces, la única Buenos Aires: FCE.
opción es recuperar la historia de estos suje- Taylor, I; Walton, P. y Young, J. (2017). La nueva
tos des-historizados, recuperar su humanidad criminología. Contribución a una teoría so-
recobrando aquello que los hace intrínseca- cial de la conducta desviada. Buenos Aires:
mente humanos: su socialidad. Quizá, después Amorrortu.
de todo, la sociología pueda reencontrarse con Wacquant, L. (2015). Las dos caras de un gueto.
esa promesa inicial que le hiciera al mundo Ensayos sobre marginalización y penaliza-
moderno: encontrar una causa histórica y una ción. Buenos Aires: Siglo XXI.

Omnia. Derecho y sociedad, núm. 4, 2021: 91-99 99


e-ISSN 2618-4699

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