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CARLOS BARCIELA, JOAQUIN MELGAREJO ANTONIO DI VITTORIO (EDS.) LA EVOLUCION DE LA HACIENDA PUBLICA EN ITALIA Y ESPANA (SIGLOS XVIII-XXI) Prologo de FRANCISCO COMIN COMIN PUBLICACIONS DE LA UNIVERSITAT D’ALACANT Bublioteca Dantel Costo Villegas EL COLEGIO DE MEXICO, A. Cs Est lito sd debamente exami y valor por evans leno ‘Univrhed de Alem eon lf de garantie iets mi, Impress eng urre ta dtr rier ela UNE, lo esata dis ycomeriiacion ie ao pe ‘acpi previa por a ey Diane a CEDRO (Cnt Egat de Deets Re [ae eee {INDICE PREFACIO Carlos Barcila, Joaquin Melgarjo y Antonio Di Vittorio PROLOGO: LA EVOLUCION DE LA HACIENDA PUBLICA EN ITALIA Y ESPANA: DOS HISTORIAS CASI PARALELAS. Francisco Comin EL FRAUDE FISCAL: REFLEXIONES DESDE LAS RELACIONES ITALO-ESPANOLAS Amparo Navarro Faure LA STRUTTURA DEL REGIME FINANZIARIO DELLA REPUBBLICA DI GENOVA TRA XVIE XVIII SECOLO, Paola Massa Piergiovannni ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA HACIENDA PUBLICA DE ESPANA EN EL «ANTIGUO REGIMEN», Tomds Garcia-Cuenca y Maria del Carmen Angulo ABOLIZIONE DEGLI ARRENDAMENTI E CONTABILITA DI STATO NEL REGNO DI NAPOLI ALLA FINE DEL SETTECENTO. Anna Citarella e Nicola Osturi «SOPRA BASI LIBERALI E RIPRODUTTIVE» LA POLITICA FINANZIARIA NEL GRANDUCATO DI TOSCANA. 1815-1847 Daniela Manet LA CONSOLIDACION DE LA HACIENDA LIBERAL EN PANA (1845-1900), Francisco Comin LA POLITICA FINANZIARIA ITALIANA NEGLI ANNI DELLA DESTRA STORICA (1861-76) E DELL'ETA GIOLITTIANA (1901-14) Giuseppe De Luca e Angelo Moioli HACIENDA Y POLITICA EN EL PRIMER TERCIO DEL SIGLO XX: LAS REFORMAS TRIBUTARIAS Miguel Martorell Linares 93 105 139 179 2u1 241 LA FINANZA PUBLICA IN ITALIA NEL PRIMO DOPOGUERRA (1919-1926), nr} Paolo Frascani LA HACIENDA DURANTE LA SEGUNDA REPUBLICA Y LA GUERRA CIVIL, 1931-1939 281 Rafael Vallejo Pousada LA HACIENDA PUBLICA DURANTE EL FRANQUISMO: PREFACIO EL RETROCESO EN LA MODERNIZACION DEL ESTADO (1936-1975), 325 Armen El presente volumen recoge las versiones defintivas de los trabajos presen- LA FINANZA PUBBLICA ITALIANA NEGLI ANNI DELLA tados en el VIII Encuentro ltalia-Espaita de Historia Econdmica eelebrado RICOSTRUZIONE POSTBELLICA. 353 cn la Universidad de Alicante durante los dias 18 y 19 de octubre de 2013, Andrea Leonardi dedicado al estudio de la evolucién de Ia Hacienda Piblica desde finales del Antiguo Régimen hasta la actualidad. En el Encuentro participaron nueve investigadores italianos y doce espattoles que presentaron estudios sobre los problemas de la Hacienda en el citado periodo historico y que hoy aparecen, {ras un proceso de revisién, en este libro, CRISI DI SOSTENIBILITA E FORME ISTITUZIONALI DI DETENZIONE DEL DEBITO PUBBLICO NELL'ITALIA UNITA..397 Giuseppe Conti e Giuseppe Della Torre LA DESCENTRALIZACION HACENDISTICA EN A nadie se le oculta que la situacién econémica de Espafa y,particular- EL ESTADO DE LAS AUTONOMIAS 443 Inte, de ut wvesdads eth sendo muy df en ests itimoe a. Angel Sanchez Sinchez y Estefania Lipez Llopis jemis, la crisis y desaparicion de las cajas de ahorros y de su obra social “ Son Cae ha supuesto el agotamiento de una fuente de financiacién que tradicional: Poe Be IO DES S AACA) ‘mente habia contribuido de manera destacada a apoyar este tipo de eventos MUNICIPALES ESPANOLAS (1760-2013). 463 cientificos, Salvador Salort i Vives En estas circunstancias, el VII Encuentro sélo fue posible gracias a las ayudas recibidas de la propia Universidad. Sumando esfuerzos y gra cias a la colaboracién del Vicerrectorado de Investigacién, el Consejo Social, el Vicerrectorado de Relaciones Intemacionales, el Decanato de la Facultad de Ciencias Econémicas, el Instituto de Economia Intemacional, 1 DE LOS SEGUROS SOCIALES A LA ORGANIZACION SOCIAL DEL CUIDADO. EL CASO DE ESPANA (1900-2014)....485 Lina Gives Mui LOS VAIVENES HISTORICOS DE LA EMPRESA PUBLICA: Departamento de Anilisis Econdmico Aplicado y las sedes de la ciudad de CORREOS, TELECOMUNICACIONES Y ELECTRICIDAD Alicante y de Villena de la Universidad de Alicante se pudo llevar a cabo el EN ESPANA DESDE 1975 523 ccongreso. Daniel Diaz-Fuentes y Julio Revuelta Pero las instituciones no son entes con vida propia. Tienen la vida que les insuflan sus responsables. En este sentido, queremos destacar la generasidad BGIEND AU LEAR ACIONAL SY FISCALIDAD) y el entusiasmo de Amparo Navarro, Juan Llopis, Carles Cortés, Ricardo RN ION SL ce ae Ferré, Luis Ramos, Maria Jess Santa Marfa, Carmen Martinez Mora, Andrés Maria Teresa Soler Roch Pedrefio, Gloria Pardo, Josefina Bueno y Antonio Martinez Puche. ENTRE LA REFORMA ¥ LAS CONTRARREFORMAS: Damidn Martinez, Gabino Ponce y Vicente Viizquez, compafieros de UNA HISTORIA POLITICA DE LA FISCALIDAD la Universidad, asf como Samuel Martinez, de la Oficina de Turismo del ESPANOLA EN LA DEMOCRACIA. Ayuntamiento de Villena, nos guiaron en nuestra visita a la Finca Collado Juan Pan-Montojo = Barciela Joaguin Melgar y Anton Dt Vitor cen la sierra de Salinas, a la colonia de Santa Eulalia y a Villena con la que culminamos, muy placenteramente, el Encuentro. Finalmente, hay que re saltar la crucial Inbor de los profesores Francisco Comin, Giulio Fenicia e Inmaculada Lépez Ortiz en las tareas de coordinacién académica del congre- 0, Para todos ellos nuestro mis sincero agradecimiento, Carlos Barciela, Joaquin Melgarejo y Antonio Di Vittorio LA EVOLUCION DE LA HACIENDA PUBLICA EN ITALIA Y ESPANA: DOS HISTORIAS CASI PARALELAS Francisco Comin Universidad de Alea byrropucci6n Los capitulos de esta publicacién hacen grandes aportaciones a la historia de | Hacienda Pablica en Espafia oen Italia pero no tienen una intencién compe rativa entre los dos paises. Por ao lado, salvo algunos casos extraordinarios, ‘como es el capitulo de la deuda pablica en Italia o las haciendas municipales ten Espaia, que analizan el problema a lo largo de dos siglos, la mayoria de las contribuciones se centran en el anilisis de la Hacienda Pablica de uno de los paises durante periodos coneretos de tiempo. Para el cabal entendimiento de las notables aportaciones contenidas en este libro es impreseindible una introduccién que relacione el comportamiento de la Hacienda en los dos paises y que aporte las claves de la evolucién de las principales variables fiscales en el largo plazo desde una éptica comparativa. Precisamente, ese 5 el objetivo que los editores del libro asignaron a este prOlogo: hacer un ejercicio comparativo de las finanzas publicas en Italia y Espatia en el largo plazo, bisicamente en la edad contemporinea, con el fin de aportar las claves, {que permitan al lector relacionar las grandes interpretaciones y aportaciones individuales contenidas en os excelentes capitulos que componen el libro. ‘Con esta finalidad, el prologo se ha organizado de la siguiente manera, En Ia seccién primera se compara la organizacién de las finanzas piblicas ‘en Espaia ¢ Italia en la era previa a la unificacién fiscal, que en Espafia tuvo ugar en 1845 y en Italia desde 1861. Antes de la unificacion, en Italia habia distintos Estados que tenian sus propias Haciendas que eran muy diferentes, centre si. Por su part, a pesar de Ia temprana unificacién politica de Espafia 2 Francisco Comin a finales del siglo xy, este pais tuvo unas Haciendas pliblicas fragmentas antes de 1845, con distintos sistemas tributarios segin los reinos y coronas, ¥ con aduanas interiores que los productos tenian que pagar al ser transpor- tados de unos terrtorios a otros. En las secciones siguientes se analizan las principales variables fiscales de los dos paises de forma conjunta, tas la 'unificacidn fiscal y lo largo de los siglos xrx y xx, para ver sus similitudes y sus diferencias. De manera que en la seccién segunda se estudia la evolucién de los gastos del Estado en Italia y Espatia entre 1850 y 2014, comprobando «que fueron mayores en relaci6n ai Producto Interior Bruto, en el primer pai ue tuvo, por tanto, una mayor capacidad de gasto pablico. En la seecién ter cera se analizan las transformaciones de los sistemas tributarios del Estado, comprobando asimismo, que, a pesar de compartir unos mismos prineipios tributarios adaptados del sistema tributario francés, Italia cargé una mayor presién fiscal sobre su economia que Espafa y que también modemizé sus tributos con una cierta antelacién frente a Espaita, tanto en el caso de la pre via implantacién de los impuestos nuevos de producto como de los impues- tos modemos del Estado del Bienestar, como el impuesto progresivo sobre la renta y el impuesto sobre el valor afadido, En la seccién cuarta se estudia el saldo presupuestario, con el resultado evidente de que ambos paises tuvieron unas Haciendas permanentemente deficitarias; ahora bien, en el siglo x1x, los minisros liberalesitallanos trataron de contener el descontrol del deficit, ‘cosa que lograron mediante el aumento de la presin fiscal, mientras que en el siglo xx, los gobiernositalianos tuvieron mis dificultades que los espatto- les para contener el déficit, que fue muy superior en Italia por la financiacién de las dos guerras mundiales y por la adopcién mas temprana del Estado del Bienestar. En la seccién quinta, finalmente, se examina la financiacién del déficit, en su mayor parte a través de la deuda pblica, en dos Estados permanentemente endeudados, aunque también abusaron los gobiemos de Italia y Espafia de Ia monetizacién del déficit, que generé serios procesos inflacionistas que contribuyeron a reducir el valor real de la deuda publica, haciéndola mas sostenible. ‘Todas estas secciones tienen una estructura similar, pues cada una de ellas consta de cuatro apartados para estudiar ls fases histricas por las que pasaron las principales variables fiscales, de los impuestos, los gastos, el deficit presupuestario y la deuda. La primera fase fuc la correspondiente al Estado liberal (1850-1914), cuando ambos paises tuvieron regimenes consti tucionates, siendo la principal diferencia que Espafa se estaba transformando de un imperio en una débil nacién, que fue perdiendo sus colonias a lo largo del siglo xix, porque no tenia fondos presupuestarios para defenderlas y se instal6 en el aislamiento internacional y el pesimism politico, mientras que La evolciin dela Hacienda Piblic en Nala y Expat: dos hisorix cas paralelas 13, Italia era una nacién de nueva creacién que trat6 de utilizar el presupuesto ppara promover las obras piblicas que favoreciesen el crecimiento econ6- ‘mio y los gastos militares para ampliar su poder nacional y crear un imperio colonial. La segunda fase comprendi6 el periodo de entreguerras (1914- 1945), siendo la principal diferencia que Italia participé en las dos guerras ‘mundiales, lo que transformé radicalmente sus finanzas piblicas asi como sus comportamientos sociales y politicos, mientras que Espafia no particips en las guerras, Io que mantuvo la sociedad y la politica estancadas. Hubo similitudes, como fue la existencia de dos regimenes dictatoriales, en la Italia bajo Mussolini y en Espaita bajo la dictadura de Primo de Rivera, con la diferencia de que este no contd con el apoyo de ningiin partido fascista; no obstante, en Espatia en los afios 1930 se instalé el régimen democritico de la Segunda Repiiblica, que sucumbié ante un golpe militar que se convirti6 en una eruenta guerra civil por el apoyo de Hitler y Mussolini a Franco. La tercera fase correspondié al periodo 1948-1967, En la fase posterior a Ia Segunda Guerra Mundial, en Italia se instauré una Repiblica mientras que en Espana se consolidé la dictadura personal de Franco. A pesar de ser regi rmenes politicos tan distintos, hasta 1965 ambos paises utilizaron politicas no keynesianas, En la cuarta fase, por el contrario, desde 1968 se produjo la consolidacién del Estado del Bienestar en la Italia republicana proceso ‘que Espata se retrasé una década hasta la consolidacién de la democracia. Finalmente, desde que Espafia entré en la Comunidad Econémica Europea, ‘en 1986, y desde que ambos paises comenzaron a realizar la politica de con vergencia monetaria para acceder a la moneda tinica, el paraleismo en Ia cevolucién de las Haciendas Pablicas en Espaila e Italia fue muy superior a las épocas precedentes. Expatia consiguié la unificacién politica siglos antes que Italia, pero la unifi- ccacién fiscal fe casi simultinea en ambos paises. La unién politica bajo una misma monarquia de Ios territorios de Espatia fue lograda por los Reyes Catslicos, con su matrimonio (que unia la Corona, de Castilla con la de Aragén) y sus conquistas de los reinos de Navarra y de Granada y de las islas Canarias a finales del siglo xv. Aquella unin politica se centré en la politica exterior, puesto que se mantuvieron los fueros, las sobe~ ranias y las instituciones, incluida las fiscales, de todos los reinos y coronas. Dos siglos mas tarde, en 1713, el Tratado de Utrecht finalizé la Guerra de Sucesion en Espatia, reconociendo al Borbin Felipe como rey de Espaia, ‘pero quitando a la monarquia espafiola sus posesiones europeas, incluidos _ 4 Francisco Comin Jos Estados italianos, que en 1530 habian aportado el 25,8% de los ingresos 4e la monarquia espatiola, menos que Casilla (69,1%) pero mucho més de lo que contribuian conjuntamente Cataluiia, Aragén, Valencia y Navarra, que era muy poco. La casa de Borbén aprobs en Espafa los decretos de Nueva Pianta (1707-1716) que impusieron en la Corona de Aragén las ins- titueiones castellanas, dejando solo con sus fueros antiguos a las Provincias Vascongadas y Navarra. En la éptica fiscal, empero, no hubo unificacién, pues en los distintos teritorios de la Corona de Aragén no se instauraron los impuestos vigentes en Castilla, sino unos tributos «equivalentes», De ‘manera que la unificacién fiscal de los terttorios espaiioles, no se aleanzé hasta la reforma tributaria de 1845. En realidad, ni siquiera entonces, pues el sistema tributario de 1845 no logré implantarse en las Provincias Vaseas que, tras las guerras carlistas, consiguieron un régimen fiscal excepeional, de tipo confederal, basado en el «concierto» que establecia que aquellas provincias recaudaban sus propios tributos y pagaban un cupo pactado a la Hacienda central (Comin y Yun, 2012) Por el contrario, la unificacién politica italiana no se logré hasta 1861, pero implic6 también la unificacién fiscal, porque se extendieron a los anti- {2u0s reinos los tributos del Piamonte. De manera, que ambos paises, Italia y Expat lograron su unificacién fiscal con apenas tres lustros de diferencia, Las diferentes Haciendas de los Estados preunitarios en Italia ‘Tras las guerras napoleénicas, en la peninsula italiana habia ocho Estados independientes, siete de los cuales desarrollaban unas polticas fiscales con- servadoras. La excepcién fue el Piamonte, que sobresalié por sus politicas militares y fiscales. Desde 1820, os gastos piblicos del Piamonte aumentaron notablemente. Tras 1850, Camilo Cavour inviti6 fuertemente en infraestruc turas y enel Ejército. Entre 1846 y 1858, larelacién gasto PIB se doblé de! 5% al 10% del PIB, en Piamonte. Para financiar los crecientes gastos piblicos, el gobierno piamontés auments los ingresos, reorganizando la Hacienda Pablica segtin los principios liberales, como el de legalidad, que exigia la aproba- cidn del presupuesto anual por el parlamento,y realizé una reforma tributaria para equiparar la tributacién en el reino, destacando el establecimiento del puesto Sobre lariqueza mobiliaria en 1851, En 1853, el gobierno rectified, adaptando un sistema impositivo de tipo francés, basado en los impuestos de producto, que aportaron el 20% de los ingresos fiscales de la Hacienda piamontesa. La presién fiscal creci6 al 8% y el déficitpiblico subié a casi el % del PIB en 1858. En este afi la deuda suponia el 70% del PIB, y equi- ‘alia al 54% de toda la deuda pilica de los Estados italianos, mientras que La evolucin de ta Hacienda Pilon en hala y Espa: dos historias eal paraelas 15 su PIB solo suponia e! 18% del total de Talia. Los empréstitos para financiar la politica de modemizacién econémica y militar del Piamonte se emitieron beisicamente en el exterior y permitieron que Cavour alcanzara sus objetivos politicos, consiguiendo la unificacién de Talia en 1861. Tras la Unificacién politica, las insttuciones y las politicas econémicas piamontesas fueron gene- ralizadas a las regiones del nuovo Estado italiano (Federico, 2010). Por el contrario, los siete Estados italianos restantes desarrollaron unas politicas fiscales liberales mis conservadoras que el Piamonte, con una baja presién fiscal y un gasto piblico reducido a financiar los bienes pablicos puros: defensa, justicia y policia. Estos otros Estados preunitarios tenian unos sistemas fiscales muy diferentes entre si y del vigente en el Piamonte, pero todos ellos coincidieron en que apenas aumentaron la presién fiscal. En su capitulo, Daniela Manetti estudia la politica hacendistica en el Gran Ducado de Toscana entre 1815 y 1847, que se construyé sobre bases libera- les. Por su parte, en el Reino de las Dos Sicilias predominaban los impuestos Indirectos (mas del 40% de los ingresos del Estado en 1856); el impuesto territorial suponia el 25%, mientras que lariqueza mobiliaria estaba préctica- mente exenta, asi como las transacciones empresatiales, Con la excepeién de Piamonte, los Estados italianos tenian pequefios ejércitos y reducidas admi- nistraciones publicas, y no promovieron gastos en obras piblicas nj milita- res, lo cual explica que sus presupuestos estuvieran equilibrados (Federico, 2010) La fragmentacién de las Hacienda Piiblica en Espanta antes de 1845 En su capitulo, Maria del Carmen Angulo y Tomas Garcia-Cuenca analizan la Hacienda Pblica espafiola del Antiguo Régimen centrindose en la rela- cin entre la economia y la capacidad recaudatoria de la Haciends. El pro- blema de las finanzas piblicas del Antiguo Régimen derivaba de la falta de equilibrio entre los ambiciosos objetivos politicos de la monarquia hispanica y las limitadas fuentes de financiacién, Los ingresos liquidos de la Hacienda procedieron en su mayor parte de la Corona de Castilla y se basaron en la Imposicién indirecta. El gasto piblico se dedicé sobre todo al sostenimiento de Ia defensa, y @ tender las cargas de la deuda, que también estaba condi cionada por la politica de defensa, Las contiendas bélicas fueron un elemento ddterminante del gasto y del déicit. La politica de ingresos y gastos piblicos ro benefici a los terrtorios de Castilla que fueron los que mas contribuye- ron al sostenimiento de la monarquia hispénica. Concluyen que el «sistema fiscal» de este periodo no fue tan perjudicial para el crecimiento econdmico ; 6 Franeiseo Comin ‘como tradicionalmente se ha afirmado, particularmente en Ia Corona de Aragon, En el petiodo de quiebra del Antiguo Régimen, entre 1808 y la reforma tributaria de 1845, en Espatia imperaba el desorden tributaro, tanto en la normativa como en la recaudacién de las rentas pablicas, diseminada por ‘miitiples tesorerias, compartida por distintas instituciones y arrendadores de la recaudacién de impuestos. En Espaiia no habia generalidad en los tributos, porque los nobles y los evlesiisticos no eran sujetos pasivos de los impuestos directoy; tampoco existia homogeneidad territorial, ya que la fiscalidad diferia segtin los reinos y coronas. Ni siquiera la Monarquia tenia el monopolio fis cal, puesto que la Iglesia cobraba el Diezmo, los sefiores jurisdiccionales per- cibian rentas,tasas y multas cedidas o enajenadas por la Hacienda real, como sucedia con parte de las Tercias y Alcabalas. Ademis, los distintos reinos y Jos municipios tenian autonomia fiscal y sus propias fuentes de ingresos. Las reformas tributaras liberales ensayadas antes de 1845 fracasaron, tanto en las Cortes de Céidiz (1808-1813) como en el Trienio constitucional (1820-1823), Porque eran ul6picas: en 1813 los liberales espaftoles intentaron implantar la ‘«inica contribucién» mientras que en 1821, se adoptaron los tibutos fia ceses, sin preocuparse de c6mo se iban a recaudar ni de realizar una reforma administrativa. Aquellas reformas fracasaron porque no tuvieron en cuenta las tradicionesfiscales de los distintus tettlories eypafoles ni la escasa viabilidad de los nuevos impuestos en una economia espatiola, poco comercializada y cn plena crisis econémica y politica. Ademis, aquellos nuevos gravimenes fueron abolidos por las restauraciones absolutistas de Fernando en 1814 y 1823; no obstante, en su efimera existencia, as nuevas contribuciones habian encontrado obsticulos insalvables en su recaudaci6n, sobre todo por la opo- sicidn de los campesinos. Los liberals financiaron la guerra civil contra los carlistas (1833-1840) con la desamortizacién de los bienes de la iglesia y los empréstitos y no pudieron realizar una reforma fiscal (Comin, 1990) La EVOLUCION DE LOS Gastos DEL EstADO EN ITALIA Y ESPASA ENTRE 1850 y2014 El perfil de Ia evolucién del gasto piblico/PIB (grifico 1) fue similar en los dos paises, aunque con la diferencia de que, desde 1881, Italia dedies un mayor porcentaje del PIB al gasto piiblico que Espatia, lo que fue un factor del mayor crecimiento econdmico en Italia, En el grético I se advier- ten las cuatro fases histéricas mencionadas en la introduecién, Este es el ‘momento de indicar que las fuentes de todos los grificos de este prologo son las siguientes. Las cfias originales de ingresos, gastos piblicos, déficits La evluciin dela Hacienda Piblica en Hata y Espana: dosh yas eas paraelas 17 ; | si j | | Fl i “wlob ih ri Grifico 1. Gast palo / PIB (porcentajes) presupnestarios y deuda piblien pan Espatia proceden de Comin y Diaz (2005), Las cifias fiscales correspondientes a Italia proceden de Flora (1983). Las ratios de las variables fiscales frente al PIB para lialia y Espafia proceden de Mauro, Romeu, Binder y Zaman (2013). Las cifras de la cotizacion de la ‘deuda pablica espaiolae italiana son de Javier Moreno (2014), Los gastos del Estado liberal (1850-1914) La politica fiscal de la Italia unificada fue inicialmente una prolongacién de la del Piamonte. De manera que el nuevo Estado italiano gasté fuertemente cen el Ejército y en ingraestructuras. Como los ingresos tributarios crecieron ‘menos, surgi6 un deficit piblico que se financié con empréstitos internacio- nales. La aeumulacin de la deuda creé problemas financieros a la Hacienda italiana en el periodo postunitario. Como liberales decimonénicos que eran, tras la unificacién, los politicos italianos pretendian hacer «economias» 0 rebajas en los gastos piblicos, son conseguitlo, Los ministros de Hacienda italianos consideraban el servicio de Ia deuda intocable y no podian desaten- derlo. Tampoco podin reducir los gastos militares, pues querian convertir 2 Italia en una potencia europea, ni las inversiones en educacién y obras Piblicas para no datar la politica de fomento de los gobieros italianos tras la Unificacién. De hecho, el gobierno central italiano utili26 estos gastos 8 Francisco Comin presupuestarios para legitimar y consolidar su existencia, como sucederia con el Reich aleman, desde 1871 (Comin, 1996a). Esto explica que, a pesar dela ideologia liberal de los ministros de Hacienda, os gastos publicos ere- cicran notablemente en la Italia unificada, No obstante, aquéllos se afanaron en controlar el crecimiento del déficit presupuestario y en asegurar su finan ciacién, con una politica responsable de la deuda (Federico, 1910), Esta poli- tica militar y de fomento de una nacién recién unificada explica la diferencia en el volumen y composicién del gasto piblico en relacién a Espatia que era tun pais que estaba decayendo de un gran imperio a una naeién sin potencia militar, Esta historia més larga de la monarquia espaitola también implied luna mayor carga de la deuda piblica heredada, que fue inmanejable por los liberales que tuvieron que recurtir a impagos de la deuda, lo que eneareci su financiacién, En efecto, durante Ia era del Estado liberal se distinguieron dos fases en la relacion existente entre el gasto total del Estado y el PIB en los dos pal- ses (grfico 1). En la primera fase (1850-1881) Espafae Italia mantuvieron ‘un gasto piblico que significaba un porcentaje similar con respecto al PIB. Con la Derechahist6rica (1861-1875) la razén gastovPIB rondé el 11% hasta 1880, pero aument6 con la Izquierda historica al 17,6 en 1888 (grafico 1), superando a Espaiia, que redujo su gasto relativo al PIB, pues en 1888 solo ast el 10%. Posteriormente, en una segunda fase (1889-1923) el gobiemo central italiano redujo su gasto frente al PIB al 13% en 1913, mientras que Espaiia lo mantuvo en et 11%. La diferencia era que en Italia el gasto /PIB, habia caido por e! mayor crecimiento econdmico en los afi de Giolitti. La diferencia entre los dos paises ocurri6, con todo, durante la Primera Guerra Mundial cuando Italia, que particip6 en la misma, aumenté el gasto del Estado con respecto al PIB al 40% en 1917; en 1922 todavia suponia el 32%. Por el contrario Espaiia, que permanecié neutral, solo alcanzé un porcentaje del 18,7% en 1920. La estructura del gasto del Estado también evolucioné de manera dife- rente en Italia y Espafa. En primer lugar, en esta primera fase del Estado liberal, la funcién del gasto del Estado mas importante era la defensa, cuyo Porcentaje en el gasto total fue similar en ambos paises, salvo las contingen- cias creadas por las guerras, principal factor determinante de esta funcién. La etapa liberal abare6 en Italia el largo siglo xix, entre 1850 y la vispera de la Primera Guerra Mundial (1911). En Italia, los gastos en defensa en el periodo Posterior a la unificacién, entre 1862 y 1866, fueron del 40%, En efecto, los ‘aobiernos de la Derecha realizaron fuertes gastos militares derivados de las ‘guerras de independencia (grifico 2), aunque también aumentaron los gastos de servicios generales para crear el aparato administrative del nuevo Estado, Ls evlacn dela Hacienda Pica en Nala y Espa: dos historias cas paralelas 19 Grifico 2, Gastos de defen / Gast del Estado (percents) Después, entre 1867y 1911, los gastos de defensa se movieron entreel 17% y €1 25%, pues con la Izquierda (1876-1895) se vivi6 una época pacifica. Hasta la década de 1880, los gastos militares no tuvieron efectos multiplicadores para la economia italiana, pues los pedidos se importaron del exterior, Por el contrario, después el Estado comenzé a favorecer a la industria italiana, en particular la metalirgica y mecdnica (Brosio y Marchese, 1986, y Zamangi 1990). En los afios previos al conflicto mundial, el gasto de defensa volvi6 a crocer al 30% de los gastos totales en 1913, por la guerra colonial. Segin el capitulo de Frascani, los altos gastos en defensa y los bajos en asuntos sociales, que luego veremos, reflejan la ambicién de los gobiernos italianos de consolidarse como una potencia colonial mediana, sin incurrir en déficit presupuestario, y, por otro lado, el desinterés por establecer un Estado de Bicnestar, En Espatia, en el gasto de defensa, esta fase del Estado liberal abarcé tun periodo més largo, entre 1850 y 1936, ya que Espafia no particip6 en Ja Primera Guerra Mundial. En este largo periodo, los gastos de defensa cn Espafia fluctuaron entre el 20 y el 28%, porcentajes no muy alejados de los italianos, pero muy inferiores a los que Espafa habia tenido durante el periodo 1808-1841, plagado de guerras, en la Peninsula frente a Napoleén y los earlstas, yen las guerras de independencia de la colonias americanas. Las 20 Francisco Comin Grito 3. Gasts en servicios econémicos Gatos del Estado (parent) lexcepciones fueron, naturalments, los ailos con guerras: los primeros aiios 1860, cuando los gastos de defensa en Espafa aleanzaron el 34% debido a la aventuras coloniales de O” Donnell luego, el gasto en defensa aleanzé el 46% en el conflictivo periodo de 1873-1875, pues a la guerra de los Diez Aflos en Cuba se sumaron las guerras en el interior, carlista y cantonal; finalmente, el gasto de defensa en Espaiiaalcanz6 el 43% entre 1895 y 1902, impulsado por la guerra de Cuba y contra Estados Unidos, En estos alos bélicos el gasto en ddefensa en Espafa se aproximaba a la mitad del presupuesto, superando al de Italia, con la excepei6n del periodo tras la Unifieacién, En la fase liberal, Por tanto, el Estado en Espaia gastaba menos que en Italia, pero dedicaba un ‘mayor porcentaje ala guerra, En segundo lugar, los gastos en servicios econémicos son bisicos para fomentar el crecimiento econdmico, junto con los de educacién. El grifico 3 ‘muestra una notable disparidad entre el gasto italiano y el espaftol en servicios ‘econdmicos en esta fase del Estado liberal y, como veremos, en la dictadura de Franco hasta 1964. En ambas fuses, el gobierno italiano invirtié mucho ‘mas en infraestructuras, lo que, sin duda, favorecié el mayor crecimiento econdmico en Italia, Los gastos en servicios econémicos en Italia fueron superiores a los espafioles desde 1867 (suponian 13,7% en Italia frente al 8.5% en Espafia) hasta 1905 (el 30% en Italia y solo el 11% en Espatia). El ‘ea evoluckin dela Hactenda Pica en lala y Exp: dos historias casi paralelar 21 ‘gobierno italiano hizo una mayor apuesta por el crecimiento econémico en estas décadas que el espaftol. En efecto, en la Italia postunitaria destacaron los gastos destinados a crear una infraestructura de transportes (carreteras y ferracarriles) y comunicaciones (correos y telégrafos). Los gastos de la Derecha historica en servicios econémicos (obras pablicas, especialmente) fueron altos y la politica de obras pablicas fue proseguida por los gobierno giolitianos (1903-1913) previos a la Primera Guerra Mundial. La creciente intervencién del Estado en la economia se manifest6 en la nacionalizacién de las companias ferraviarias en 1905, creando la empresa publica Ferrovia dello Stato. Por el contario, en Espafa, la politica de obras se circunscribié ala época de la Unién Liberal con las subvenciones a las compafias ferro- viarias y la construccién de carreteras; aquellos gastos piiblicos no crearon crecimiento econdmico, porque la construccién de las lineas ferroviarias se hizo con materiales importados. A prineipios del siglo xx, el plan Gasset para Ia construccién de pantanos se sacrific al plan Maura de reconstruccién de la Escuadra, y los ferrocarrles privados no se nacionalizaron hasta 1941, con la creacidn de Renfe. Italia iba por delante en la ayuda del Estado a la economia. En la vispera de la Primera Guerra Mundial, en 1914, los gastos en servicios econdmicos en Espafiae Italia se aproximaron, mis por la gran caida de los italianos que por el aumento de los espaiioles, suponiendo el 153% en Italia y el 12,8% en Espafa En tercer lugar, Italia mostr6 una mayor inversién en educacién y en capital humano que Espafa, particularmente en las dos fases esenciales de la industralizacidn y el erecimiento econémico: la segunda mitad del siglo xix-y durante la edad de oro del capitalism, después de la Segunda Guerra Mundial, En esta primera fase, durante el Estado liberal, los gastos en educa cidn (grifico 4) fueron crecientes en Italia pasando del 1,6% de los totales al 5.3%, entre 1862 y 1913; ademis, fueron mis altos que en Espafia, que solo ‘aumentaron del 0,8% al 1,0%, entre 1862 y 1901, A pesar de ser partidario de Ia instruccién piblica, el gobiemo central de la Derecha solo destiné a educacién el 1,6% de los gastos piblicos en 1870, lo que era un avance frente a los Estados preunitarios. La Italia unificada introdujo Ia enseBianza primaria obligatoria, pero dej6 su gestién a los ayuntamientos, sin fondos, para financiarla. Por el contrario, la Izquierda aument6 moderadamente los gastos en instruccién pablica,alcanzando el 2,5% en 1889 (grafico 4), y ain crecieron més en la era de Giolitt (el 5,3% en 1913) porque las competencias, de Ia ensefianza primaria pasaron al Estado en 1911. Los gastos sociales de los gobiernos italianos solo superaron el 1% con Giolitti en 1906, y en 1910, ya suponian el ,1%, como se ve en el grafico 5 (Frascani, 1988). En 1902, fen Espatia el gasto en educacién crecié al 2,8%, porque el Estado pasé a a Grafico 4, Gastos de educacién /Gasos del Estado (porcetaje) financiar la educacién primaria, y en 1914 ya suponia el 3,6%, cifra todavia inferior a la italiana, La distancia se recort6 pero el gasto en educacién seguia siendo mayor en Italia, lo cual influyé también en el crecimiento econémico diferencial. En cuarto lugar, los gastos sociales son importantes porque contribuyen a la pacificacién social y son el mejor indicador del surgimiento del Estado del Bienestar. En la era del Estado liberal, ambos paises gastaron muy poco en gastos sociales (gréfico 5). Con todo, Ids gastos sociales fueron mis altos en Italia, partcularmente en los periods 1862-1869 y 1894-1913. Aunque podria decirse que, en estos iltimos aflos, los gastos sociales en Halia solo suponian el 2%, hay que tener en cuenta que en Espatia esos gastos sociales ‘eran diez. veces menores, pues solo suponian el 0.2%, En quinto lugar, Espafia gast6 mis que Italia en los servicios de la deuda (grafico 6) en la fase del Estado liberal, salvo en los afios en los cuales se ccometieron impagos de los intereses de la deuda en Espa, como ocurrié entre 1872 y 1875. Los bajos pagos por intereses en estos alos derivaron de {ue los cupones no se pagaban con fondos presupuestarios, sino con nuevos titulos dela deuda, lo que engordaba més su volumen en eireulacién (grafico 6). Entre 1862 y 1882, la diferencia en los gastos por intereses entre Espatia, e ltalia no fue muy grande, correspondiendo el diferencial maximo al aio La evolucin dela Hacienda Piblica en Hala y Espana: dos historia cox paraelas hn tlle, iti i Grito 5. Gastos sociales /Gastos de Estado (porcetses) Grifico 6, Intereses de la dea / Casto del Estado (porcentes) 2% Fraetsco Comin de 1870, cuando Espafia gast6 un 52,6% en intereses de la deuda mientras que Italia gastaba un 38,70%; este era un nivel preocupante para Italia pero sostenible, mientras que aquel nivel de gastos en intereses en Espaia era completamente insostenible. Por eso dejaron de pagarse los intereses como ‘muestra la gran caida de la serie hasta 1874-1875, Tras el arreglo de la deuda dde Camacho, los pagos por intereses pudieron hacerse y su carga en el total del presupuesto volvié aumentar en Espana, siendo la diferencia en los gas- tos de intereses de la deuda con Italia inferior al periodo previo; el mayor diferencial se aleanzé en 1889, con el 35,1% en Espatia y el 29,4% en Italia, Finalmente entre 1903 y 1920., los pagos por intereses volvieron a aumentar tras el arteglo de Femandez Villaverde, alcanzando en 1908 en Espafia el 39,6% mientras que en Italia solo eran el 23,0%, Después los pagos por intereses cayeron en ambos paises, pero mas intensamente en Italia (debido ‘la reestructuracién de los intereses de la deuda), aumentando el diferencial, ‘Como Espafia gastaba altos porcentajes en defensa e intereses de la deuda, {quedaban menos fondos presupuestarios para los gastos econémicos, en edu ceacion y sociales. Los gastos piiblicos de los regimenes dictatoriales: lalia bajo Mussolini y Primo de Rivera Fue la época del fascismo en Italia, mientras que en Espaita se sucedieron una dictadura militar y una repdblica democritica. En lo que se refiere al volumen de gasto piblico, tras la Primera Guerra Mundial, el gasto piblico en Italia cayé det 33% al 11,4% del PIB entre 1922 y 1925. Es decir, tras estos miximos de la posgucrra, los gobiemos de Mussolini redujeron los gastos piblicos, despidiendo incluso a empleados pilblicos, para reactivar |a iniciativa privada. Por ello, en la década de 1920, entre 1924 y 1928, el gasto piblico se igual6, mis menos, en los dos paises: en 1924 el gasto Piiblico con relacion al PIB era del 14,7% en Italia y del 14,5% en Espaiia; mientras que en 1929, esos porcentajes habian caido al 12,3% en Italia y al 12,9% en Espaia, Primo de Rivera en Espatiatrataba de emular ls politicas econdimicas del Duce en Italia. La crisis de los alos treinta alteré la simili- tud, En efecto, entre 1931 y 1935, la Segunda Replica espaitola contuvo el gasto piiblico en el 12,8% en 1935, ya que mantuvo una politica fiscal tradicional, tratando de luchar contra el paro, pero sin forzar el crecimiento de los gastos paiblicos, mientras que el fascismo en Italia, como hiciera Hitler en Alemania, recurrié al aumento del gasto piblico hasta el 24,5% del PIB cen 1935, Eran de nuevo unas diferencias notables que marcaban una mayor imtervencién pablica a través del Presupuesto del Estado en Italia, Es més, el ‘a evolncin dela Hacienda Pica en Hala y Espana: dos historias asi paratelas 25 _gasto piblico aument6 mucho por las guerras coloniales de Italia y aiin mas por la financiacién de su participacién en Ia Segunda Guerra Mundial en Italia, situindose en el 42,6% del PIB en 1944; por el contrario, en Espanta en esa fecha el gasto piblico solamente era el 15%, a pesar de que Franco estaba pagando los atrasos en la financiacidn de la guerra civil. La distancia cen la relacién gasto/ PIB en ambos paises se redujo después de 1945, porque finalizada la guerra mundial, el gasto pablico en Italia se redujo mientras que Franco siguié pagando su guerra hasta 1947, En cuanto a su estructura, en primer lugar, los gastos de defensa siguie~ ron marcando el perfil de los gastos totales en los afios de entreguerras, Légicamente cl gasto en defensa (grafico 2) se multipli durante la Primera Guerra Mundial en Italia, alcanzando valores superiores al 50% entee 1916 y 1919. Las guerras del siglo xx eran ya guerras industriales que absorbian recursos muy superiores alas del siglo xrx. Posteriormente, en 1922 los gas- tos de defensa habfan caido al 22% en Italia y se mantuvieron en esos nive- les hasta que de 1935 a 1936 volvieron a crecer del 18 al 30% por la guerra de Etiopia. ¥ aiin crecieron més con la Segunda Guerra Mundial, pasando al 61,2% del gasto total en 1940 (Pedone, 1978). En Espafa, entre 1921 y 1925, el gasto en defensa alcanz6 valores relativamente altos, entre el 26 y el 33%, debido al recrudecimiento de la guerra colonial de Marruecos. Desde fentonces, los gastos de defensa se estabilizaron en torno al 22% (como en Talia), hasta que estall6 la guerra civil, en 1936, durante la cual los gastos de defensa en la zona franquista superaron el 60% del total del gasto del Estado. Si incluyéramos los gastos en defensa de la zona republicana, el ‘gasto total en defensa en Espafa superaria al PIB, lo cual fue posible porque se realizaron muchos activos, el oro del Banco de Espatia y muchas otras riquezas, para financiar la guerra, por uno y otro bando (Comin y Martorell 2013). En segundo lugar, los gastos en servicios econsmicos (grfico 3) fueron ‘més 0 menos parecidos en los dos paises en el periodo de entreguerras, con tun cierto desfase temporal. En el periodo 1920-1929, fueron algo més altos en Italia (entre el 17 y el 25%), a pesar de su gran caida tras 1921, mientras {que en Tos afios 1932-1934, los gastos en servicios econémices fueron lige amente superiores en la Espafa de la Segunda Republica, entre el 22 y el 26% del total de gastos de! Estado. Los gastos en servicios econémicos en Italia cayeron entre 1923 y 1930, recuperdndose en 1931-34, para volver a disminuir después, particularmente durante la Segunda Guerra Mundial (Repaci, 1962, y Zamagni, 1990) En tercer lugar, durante los alos 1920 los gastos en educacion todavia fueron muds alts en Italia, donde subieron del 2,5% en 1922 al 7% en 1925; 26 Francisco Comin Iuego cayeron al 2,8% en 1935 (grafico 4). Por ello, los gastos en edueacién en la Espatla del periodo entreguerras fueron menores durante la dictadura de Primo de Rivera, aunque aumentaron del 4,7% al 5.7% entre 1925 y 1929, Durante la Segunda Repitblica los gastos en educaci6n en Espafia mejoraron, hasta 6,9% del total en 1935, superando en este atio el porcentaje de los, ‘gastos en educacion de Italia. Con la Segunda Guerra Mundial, los gastos en ceducacién en Italia eayeron al 2,6% en 1944, En cuarto lugar, los gastos sociales (gréfico 5) en Italia crecieron al 9,1% en 1925, por efecto de los gastos para paliar las secuelas de la guerra sobre la poblacién; posteriormente, los gastos sociales cayeron al 6% en 1934. Por el contrario, en Espatia los gastos sociales seguian anclados en el 0,2% de los gastos totales del Estado. Por tanto, Italia se adentraba en el camino del Estado del Bienestar, mientras que Espafia seguia anclada en el Estado liberal, al no haber participado en la guerra mundial. Con la guerra colonial y Ia Segunda Guerra Mundial, los gastos sociales en Italia aumentaron al 14% en 1941 Finalmente, el endeudamiento italiano durante la Primera Guerra Mundial aumenté los pagos por intereses en Italia, mientras que cayeron en. Expafia. De manera que, en el periodo de entreguerras, los gastos por intere= ses (arfico 6) aumentaron en Italia hasta llegar a sobrepasar en 1933 (27%) 2 los de Espana (21,8%). En el perfodo de entreguerras, Espana no padecio ninguna crisis de la deuda, y las cargas por intereses se estabilizaron dentro del total presupuestario (Comin, 1988). El mantenimiento de la Hacienda liberal en los inicios de ta Repiiblica italiana y la dietadura franguista (1945-1975) En Ia fase posterior a Ia Segunda Guerra Mundial comenzé conformarse en la Europa democratica el Estado del Bienestar. Esto sucedi6 en la Italia republicana, pero no fue posible en el franguismo. Tras la Segunda Guerra Mundial, entre 1948 y 1967 el gasto piblico en relacién al PIB se estaneé en los dos paises, aunque el nivel seguia siendo mayor en la Italia de Repiiblica, pues rondaba el 18% del PIB hasta 1967, mientras que en la Espafia de Franco el gasto piblico en relacién al PIB estaba entre el 10 y el 12%, bajos porcentajes que se mantuvieron hasta mucho después, en 1977, Seyiin Leonardi, en la posguerra italiana la centralizacién se habia redueido ‘Pues el presupuesto del Estado, tras el gran protagonismo de la guerra, habia ‘eaido del 75% de los gastos piblicos totales en 1939 al 70% en 1948, y ain dlisminuiria més posteriormente. Ademis, las reformas de los seguros socia- les, itroducidas por los fascistas, aumentaron los gastos en seguridad social La evolucin del Hacienda Pilea on ay Espa: dos itorias casi parallas “durante la posguerra, a costa de los gastos de los municipios. Por otro lado, In estructura del gasto del Estado cambié en la posguerra, con el aumento de los servicios econémicos, de gasto social y del gasto en educacién publica En efecto, el gasto en defensa en Italia cayé verticalmente al 15,4% en 1946, y en 1964 todavia era el 14%; pero desde entonces el gasto en defensa en Italia cayé a minimos histéricos, con el 9,1% en 1973 (grifico 2). Tras la guerra civil, el caso espafiol fue muy diferente de la Europa democritica, porque en Espafia permanecié la dictadura de Franco, durante casi cuatro ‘décadas. El dictador Franco mantuvo los gastos en defensa mds altos que en Italia de manera que en 1957 todavia suponian el 27,6% del total y en 1965, ‘el 17,2%. En 1973, los gastos en defensa en Espana significaban el 12.4%

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