You are on page 1of 3
EL CONCEPTO DE EVALUACION DE PROGRAMAS. 57 en general, y de la Psicologia social, en particular, para efectuar un efectivo andlisis de los problemas sociales. En cualquier caso, las propuestas teéricas mostradas no agotan todas las posibilidades existentes en el ambito de la evaluacién, donde nuevas aporta- ciones de cardcter cualitativo han enriquecido el bagaje conceptual de la Evaluaci6n de programas (véase a este respecto, Eisner, 1971; Guba y Lincoln, 1989; Owens, 1973; Parlett y Hamilton, 1977; Wolf, 1975). 5. Propésitos y funciones de la evaluacién Las funciones que adquiere la prdctica evaluativa pueden ser muy varia- das. Las diversas conceptualizaciones de la evaluacién implican asumir dis- tintos propésitos, entre ellos la necesidad de (1)-medir y mostrar los resulta- dos de los programas, (2) determinar su eficiencia, (3) obtener conocimiento sobre los problemas sociales, (4) comprender cémo funcionan los programas, (5) fortalecerlos y mejorarlos, (6) aumentar la responsabilidad social, (7) descubrir deficiencias y sefialar necesidades de cambio, (8) apoyar a los gestores del programa, o (9) favorecer nuevas conceptualizaciones sobre los proble- mas, entre otros (Cook y Shadish, 1986; Chelimsky, 1997; Weiss, 1975). Las funciones de la evaluacién se han ido ampliando segtin avanzaba el conocimiento sobre la disciplina. En un primer momento, la evaluacién adop- t6 una funcién de medida y constatacién de la consecucién de los objetivos Perseguidos con los programas, mediante las llamadas evaluaciones retroac- tivas (Stufflebeam y Shinkfield, 1987) 0 de ejecucién (Levine, 1981). Mas adelante, pas6 a asumir una funcién de asistencia a la toma de decisiones sobre el programa a través de las evaluaciones proactivas (Stufflebeam y Shinkfield, 1987) 0 de asistencia (Levine, 1981). Sin embargo, la evaluacién es algo mds que una herramienta Util para guiar la toma de decisiones; la evaluacién permite profundizar en el andlisis de los problemas sociales que llevan al disefio de determinados programas de intervenci6n, desarrollando as{ funciones de interés cientifico, ademas de ayudar a los evaluadores a Perfeccionar sus herramientas técnicas. Por tanto, la evaluacién posibilita la contrastacién de teorfas e hipétesis de trabajo, y facilita una practica interventiva mas idénea (Casas, 1996). A todo esto habria que sumar alguna otra funcién que, desgraciadamente, la Evaluaci6n de programas ha desempefiado en algunas ocasiones, ya que muchas de las evaluaciones realizadas han servido para justificar actuaciones politicas ¥ presupuestarias ya emprendidas. Se trataria de las denominadas 58 ‘Teonta, MopeLos ¥ METODOS De EvaLUACION DE Procrasing pseudoevaluaciones, en las que ya sea de manera implicita © explicita, a evaluador recibe la peticién de guiar los resultados de la evaluacién con fines propagandisticos, bien para justificar una mala intervencién manipulando Jo, informes con el fin de ofrecer una buena imagen (estrategia de “misica ce. lestial”), bien para ocultar los fallos de un programa evitando la utilizacién, de métodos objetivos (estrategia de “blanqueamiento), © bien acabando con un programa sin tener en cuenta su valor real (estrategia de “submarino”) (Stufflebeam y Sinkfield, 1987). Todos estos propésitos son claramente legitimos y suficientemente razo. nables como para conducir una evaluacién (salvo las pseudoevaluaciones, claro est4). Sin embargo, teniendo presente que la evaluaci6n es una empresa interdisciplinar, en la que se pone en juego un arsenal variado de métodos, perspectivas, cuestiones y usos (Cook, 1997), es preciso aclarar desde un primer momento cuél serd el fin perseguido con la evaluacién, ya que sus propésitos determinarén el rol que adopte el evaluador y los métodos de acercamiento a la realidad del programa. Chelimsky (1997) ha realizado un intento de integracién, agrupando los propésitos de la evaluacién dentro de tres grandes perspectivas: (1) la evalua- cién para la responsabilidad, es decir, centrada fundamentalmente en la me- dicién de resultados y el andlisis de la eficacia y eficiencia del programa; (2) la evaluacién para el desarrollo, 0 lo que es lo mismo, evaluaciones dirigidas a proveer de ayuda para la mejora de los programas y el perfeccionamiento de quienes los ejecutan; y (3) la evaluacién para el conocimiento, esto es, la dirigida a la comprensién de las causas de los problemas que originaron la intervencién, contribuyendo asf a un aumento del conocimiento social. Vea- mos cada uno de ellos de forma més detallada. 5.1. Evaluacién para la responsabilidad La evaluacién para la tesponsabilidad persigue la emisién de un juicio “ valor acerca del programa o de sus componentes; para ello enfatiza la medi- cién de resultados, el logro de objetivos y el célculo de la efectividad ¥ eficacia de la intervenci6n, en comparacién con otras alternativas. Desde es! perspectiva, se parte del convencimiento de que la evalpacién puede propor cionar informacién de calidad a quienes toman decisiones para cumplir com el objetivo de la responsabilidad, En este contexto, la actividad evaluativa se centra en el estudio de - relaciones causales entre las entradas de] programa y los resultados obten BL CONCEPTO DE EVALUACION De PROGRAMAS 59 dos, pudiendo hacer referencia tanto a la eficacia como a la efectividad o la eficiencia. El énfasis puesto en el establecimiento de un nexo causal entre la variable independiente (intervencién, programa, actividades) y la variable dependiente (resultados, consecuencias, impacto) hace que resulte de vital importancia la potencia del disefio de investigacién utilizado para analizar esa relaci6n funcional, En el caso particular de la evaluacién de la eficiencia, la preocupacién esencial se centra en la relacién entre el coste y el beneficio recibido, as{ como en la comparacién con los costes de programas alternati- vos. 5.2. Evaluacién para el desarrollo La evaluaci6n para el desarrollo tiene como objetivo servir de guia para el perfeccionamiento de los programas. Persigue la mejora de las actividades, el mejor funcionamiento de la organizacién en la que se implantan los pro- gramas y el desarrollo personal y profesional de las personas que participan de una u otra forma en las intervenciones sociales. En este caso no tiene tanta relevancia la medida de resultados en térmi- nos de eficacia o eficiencia de las intervenciones, sino que lo importante es que la evaluacién ayude a que los gestores sepan cémo planificar y valorar mejor sus tareas. De este modo, la evaluacién esté més cercana a un estudio de caso, por lo que es mas adecuada la metodologia de tipo cualitativo, que Puede ser utilizada para mejorar la planificacién y la implantacién de los Programas; en definitiva, este tipo de evaluaciones sirven a distintos fines entre los que podemos mencionar los siguientes: (1) ayudar en la mejora del diseiio de los programas, (2) sugerir modificaciones en las actividades, (3) dirigir los proyectos que estén desarroll4ndose, (4) analizar la relaci6n entre organizaciones 0, por citar alguno més, (5) descubrir cémo se sienten los beneficiarios con los programas. 5.3, Evaluacién para el conocimiento La evaluacién para el conocimiento, por wltimo, tiene como objetivo fundamental comprender y explicar los fenémenos estudiados (Campbell y Stanley, 1966; Cordray y Lipsey, 1986; Chen, 1990; Chen y Rossi, 1980, 1983; Rossi y Freeman, 1989; Rossi y Wright, 1986). Su funci6n principal, Por tanto, es el desarrollo de conocimiento valido y generalizable sobre los problemas sociales, el funcionamiento de Jas intervenciones y sobre los sis- temas sociales que los implementan,

You might also like