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Poemas Guennadi Aigui Traduccién del ruso: José Manuel Prieto Guennadi Aigui (1934) es uno de esos rarisimos poetas (César Moro, Charles Simic) que, para asombro general, versifican felizmente en sus lenguas de adopcion. Nacido en Chuvachi, una reptiblica auténoma de Rusia en los bordes del Volga medio, si poesia comporta la especial oblicuidad de alguien situado al margen. De aht, quizd, la doble marginalidad que ha marcado su obra: la rareza de cultivar un verso libre escandalosamente oscuro (en Rusia, donde casi no se concibe la poesia en otro molde que la rima), y el rechazo de un medio que se negé a reconocerlo como poeta durante veinte aitos. Curiosamente, la lengua rusa, que él eligié a la edad de veintiséis arios, no ha pasado de ser un eslabon fantasmal en la cadena con la que finalmente ato la ‘fama: traductor él mismo, Aigui fue publicado por primera vez en traducciones y buena parte de su celebridad mundial, la reciente nominacién al premio que olorga la Academia Sueca, se las debe a ellas y no a los escasos tres libros —de una produccién de mds de veinte— aparecidos en su pais a partir de 1991. 1.M.P. B AEKABPbCKOM HOU 24 HY. B crpaxe Kak BYATO B AeKAOpECKOA HOUH canooceeniaiorca Rem AYU H Mi Kak TOBOpMM "rynuku” 4 "aoMa” ¥ "TyHHeAH” ompeaeasio 51 9To HeMHOroe- Koraa NoBTopsio: ‘ro OGFuMOCTH HA6paBiNMx Apyr Apyre COBMeCTHOCTS HX HBUeHCKas- Kak paspemtertiast mo HeAocMorpy! Ho HeoTMeHKMa ATO EKCAHEEHO OGs'3all XyAOXKIHK 3HlaTb 0 CHAe HW BpeMeHH CMepTit H 3HaTb HOTOMY: YTO AAS MpaBAbt he XBaTHT BCei ero ARHSIE 4TO MOAHO GhiTb CBETARM BCeTAS- O XOTH GEL OT Gor! KOrAa 97a GOAn- CAOBHO 3aQaHHas HeOTAKUHMA OT Beph Noche de diciembre Sobrecogido de miedo en una noche de diciembre —las cosas del alma irradiando luz— del mismo modo que pronuncio “atolladeros’ y “casas” y “tineles” puedo definirlas si repito: que la unién de dos almas —esa pobre alianza— jes como algo autorizado en un descuido pero ya irrevocable!; que el poeta debe sondear a diario la fuerza y el alcance de la muerte porque una vida no basta para descubrir la verdad; que siempre podemos vislumbrar la claridad —jo al menos con la ayuda del dolor!— cuando —como a una premisa— es imposible distinguirla de la fe; 26 ¥TO- Kak TOROpHHe- TeHARTe Be ULM AY Ut B CTpaxe- Kak B 3HMHel HOuH Bcio HOAHOTY OGpaays: HeOGXOAHMOTO HEIHYE Teprenns 1957 que leno de miedo en una noche de invierno las cosas del alma, ardiendo lentamente, parecen hablar redondeando la absoluta plenitud, la indispensable paciencia de este dia. 1957 i CHED 28 Or Ganakoro cuera UBeTBI Ha MOAOKORHMKe CTpaHHsl, Tht yARIGHUCk MHe xoTH Gm 3a TO TO He FOBOpIO # CAOBA, KoTopate HHKorAa He TOHMy. Bee, sro Te6e # Mory ronoput: erya, cher, pecnpunl, aamna H pyxn son TpOcTst # AAAeKE, 1 OKoHHue paNEt GyaTo BbIpesarpl 43 Geaolt 6ynarn, a Tam, 3a HAM, oxoro bouapeli, KpyKUTCA cHer © caMoro Hatero AeTcTBa, Vi Oyaet Kpy2kuTecs, noKa Ha 3emae re6a RCCOMMNAIOT H C TOGO! ToROpsIT. Nieve La proximidad de la nieve aporta extrafieza a las flores en la ventana. Sonrieme, al menos, porque evito pronunciar palabras que ni yo mismo sabria qué quieren decir: Sélo esto puedo decirte: silla, nieve, pestafias, lampara. Y mis manos, que son simples y lejanas, y el bastidor de la ventana como recortado en papel blanco, y més alld, a la altura de los faroles, la nieve que vuela desde nuestra infancia. Y que seguird volando mientras alguien te recuerde y tenga una palabra para ti. 29 H1 9TH Geaste xaomps KorAa-To YBHAeA 8 Hany, i 2aKPHIA Aa3a, H He MOTY HX OTKPHITH, H Kpykares Geanie HCKPEI, OCTaHOBATE UX a He Mory. 1959-1960 Alguna vez vi estos copos blancos en la vigilia, cerré los ojos entonces, y ya no pude abrirlos. Hoy sélo veo estrellas volando alrededor que en vano intento detener. 1959-1960 AOM APY3EM 32 K.u T. Dpacrossim bpiao copmectHoe coorpercrBie ABIX@HBA, ABFOKCHES HW 3BYKa BUX HepRo3AaHiiom, Bune. Haao 6nIAo yMerb He ycHanBaTs Hi OAHO M3 HEX. H Bo nce nponmKan CBeT SBYKa, CBeT BSTASAa, CBeT THUNMIDL, Hi rAe-TO 3a THM CReueHBEM TAaKaaH AeTH, H H306parKaao HAAMH CBESH nepeceuenis: Hallux uaros. Vi mur HaxoaMauch B cocTane KH3HH TAe-TO PAAOM CO CMepTBIO, © orem HC Bpemexem, HW caMH BO MHOrOM MBI OBIAH HMH. 1960 Una casa amiga Viviamos en ajustada concordancia de pristinos alientos, gestos y sonidos. (Debiamos procurar no incrementar ninguno de ellos.) En todo penetraba la luz del sonido, la luz de la mirada, la luz del silencio, y en algtin lugar fuera de aquel halo loraban unos nifios, mientras la llama de la vela repetia el caprichoso dibujo de nuestros pasos. Formabamos parte del compuesto de la vida muy cerca de la muerte, del fuego y del tiempo, y, en gran medida, éramos las tres cosas. 1960 33, O, Buxy TeOx #, KaK CBeT B anleaLcHue, Koraa ero pesky’ Taos riitana ocremaaa spauxu H3AGAH, EI€ He KOCBYBINKCE, CAOBHO Tht BHACAA ele AO 3payKon- Tam, B rayoune B ropses 4 Kpachom Kak Gyaro naevann H iueeli MAeHaM TI MOM OGBACHAAA TAC B GANSOCTH ECTS pacxomaeine, HO OHIAO A ITO CBHANO, Koraa 9TO 6LIAO Tue uaey, THe eH, rane pysi. Vi sine, kak orkpaitere cboproukH, sanomunaance BCe AeTCKHe TROH HMeHa, HX SHA TOABKO 5, H OCTAAHCE OHH, kak cHer To Ty Cropony viopemHaix Bopor- Tume chepra u tue Tebs. {Ohl, te veo como la luz en una rodaja de naranja. Tu silencio iluminaba tus pupilas desde lejos, sin llegar a rozarlas, como si pudieras ver desde atras de tus pupilas: desde lo profundo, en lo cdlido y rojo. Como si tus hombros y tu cuello explicaran a mis hombros donde la cercanja se trastoca en Iejania, Pero, ghubo dolor las veces que ésta fue menor que tus hombros, menor que tu cuello, menor que tus manos? Yo evocaba tus alias infantiles llenos de aire como ventanillas abiertas. Nombres secretos que habfan quedado en mi memoria como nieve fresca junto al portén de la carcel: mas calmos que la muerte y més calmos que tri. D3D, acero, 1993, 156 x 147 x 105 cm. 36

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