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CONTROLE SU IRA ANTES DE QUE ELLA LE CONTROLE A USTED bolsillo paidés Come domtnar las emociones de structivas Raymond Chip Tafrate Teo oglu. ew a Conted Pe Anger Batre Canara Yaw Pblida en ighés po Cel Dbl Cramp, Seta, Nie fey, Sadat Unie ‘Touluciin be Bemnardo Mareca, ‘Calera de pales Para Janet y Lauren, con caritio 1 edicon en Ia coeccian Balall, 2007 ‘eda gaan pi pps mae hn el gr Debs onbdecdan tu bys psd a 9 ad st ft eae edi malin cepa Lempegagseeiee ‘nnn yates le ediner ae ein pl © 1997 Alber Els lntrae 1997 dela welucat Bestarda Moreo (©:2007 de toda en itera cella inne Pads Poti. SA. Av, Diagn, 6-664 ~ 034 Bases swe paidestons ISBN o7e-ecans-15780 Cocca ea TI peso €8 Litas Rosy S.A oes 11-27 - C8899 Gard (Bascclonah Angers ex Eapei- rined fo Spain La que pernarba nsverara mente no son les acantecionientis, tino be mati cone lr entctarnc. Epicteto, siglo 1 d. C. SUMARIO Prologo: :Podemos enfrentarnos a fa ira sin ira? 1. Los funestos costes de la ira. , : 2. Falacias sobre cdo enfrentatnos a a ira. 3, La TREC y ‘os fundamentos de hs ira 4. Aspectos racionales e irtacionales de le ira - 5. Descubrir naeseras screencias generadoras de rabia 6. Tres apreciaciones sobre las creencias autoencoletitadomas 62. er : 7. Disputar nuestras creenclas auroencaleruadaras - 4; Otrie ideas pa berated delat dtc ws 2 9. Mérodos aemotivose para liberames de la ira. - 10. Arciones concterze para liberarnas de Ia ira 11. Aprendera relsjamas 12. Mac ideat para liberacnos de la ira 13. Maneras suplementarias de reducir la ira. 14. Aceptaros con nuestra ita, 6. s+ 15. Observaciones a moda de conelusién Abell Rled enisaibd dal THE. Bibliografla. oo. cece eevee ee W B 7 6 a 55 63 re] 83 a1 103, 197 141 167 191 201 203 209 Prabogo ;PODEMOS ENFRENTARNOS A LA IRA SIN IRA? ‘No hace falta buscar mucho para encontrar ejemplos del po- der destructivo de la ira en fa vida humana, Basta con encender el televisor o leer el periddico para darnos cuenta de la constan- te presencia de fa ira en toda sueree de atrocidades, grandes y pe- quefias. La ira puede tener efectos igualmente desastrosos en nuestra propia vida, Sino le ponemos coto, puede destruir algu- nas de nuestras claciones mds ntimas e ir minande pace a paco austell y aba, ‘Una de las guandes paradojas de la psienterapia es que, sien do la ira una de las emociones mis destructivas, la gente suele e#- var bastante confundida al respecto 7 la escoge arus veces como tema de investigacién. Aunque existen nurnerosos libros y reviseas que tratan de cémo dominar I: ira, ninguno de los consejos que brindan pare= ce lograr su objefive. {Yen cadntas contradicciones incurten, ademie! A veces se nos aconseja que, cuando alguien nos crate mal, adopéemos uns actitud pasiva, de no resistencia. Pero la te signacién a menada conduce a la perpewacién de la injusticia, 0, lo que e: poor, puede inclusn acrecentat ‘Oftras veces s¢ nos invita, en cambio, a expresar libre'y ente- tamente nuestres sencimieatos de ira, a desfogaelon sin ninguns inhibicidn, a dares rienda sueta, a no traicionar nuestro yo co- ldtioo, Ast meteremas anejor en cinta a auesizas adversarion.. ‘Tal vez, Pero, asf como el amor engendra amor, la odbera en— gendra represilias. Hagamos la prucka, si no, y no tardaremos en verlo. 13 iQué hacer, entonces, visto que ambos enfogues producen tunes resultados poce convincentes? ;Defemos tragarnos nuestra rabia mansamente ¢ expresaria sin concemplacioncs? Esa es la cuestiGn, *Solucién? Eplcteto, un fildsofo estaice particulermente 3+ bio, sefiald hace unos dos mil aiios que solemas subrerreaccionar ance la conducta odiota ¢ injusta de los dems. Este es ua proce der sade recomendable, Es iis sensaro teaccionac de otra ma- era. completamente distinta, Esta es una de las principales ense- fares de la Terapia Racional Emotivo-Conducual (TREC), que deriva de la antigua sabidueia de numecasas fildsofas asi 0s y eurapeos, combindndola con algunos de los mérados més -mademnas de psicoterapia. Sogn la TREC, si conseguimos cam- biar mucstos pensamicntos, sensimientas y comporraraientos de ‘ing, cotaremos en condiciones de minimizar nuestra célera y te- net una vida mas feliz y mas eficiente, 2Padernns hacer esto solos? Ciertatnente, podemas hacer co sis imporeantes en cuanto 3 convivir con y enfrentarnios a la ira. stl cemprobado que, con un paco de esfuerzo, pademos. aprender a superar los estallides de ira y a dejar de despatricar, Los autores de este libro hemos dedicado gran parte de nuestra carreta a tratar de comprender y arudac alas personas que pade- cen problemas de ira, Asi pucs, comparciremos aqui con ues 25 lectares algunos de los métodas que nos han parecida ms eficaces en ¢! tratamiento de este problema. ‘Desde [a primera publicacién de este libro, hace ya mis de dos décadas, yo (A. Ellis} no he dejado de recibir muestra de agea- decimiento de pasre de muchas personas que han aplicads con ito los principios dela TREC a sus problemas de ita, Aunque en la presente edicdn hay muchos capnilas nievos y pares co- cregides que reflejan algunos de las interesantcs avances habides ca la investigacién de la ira, la mayor parve de los principias ba- ‘ices expurstes en la primera edicidn siguen sienda wilidos coda- ‘ia, mds de dos décadas después, Ast pues, en esta nueva edicién revisada y actuslizada, mi colaborador, el doctor Raymond Chip MW “Tafrate. y yo vamos a intentar explicar una ven mds eémo cren- mos los seres hurzanos nuestra propia filosofis de la ira recurrien- do, de manera consciente ¢ inconsciente, al pensamiento abso- lutista y dictatorial Asimismo, trataremor de mostrar como, si cambiar otiestros pensamientos, sentimientos ¥ com- ae disadiwrpae Wed, usinits ek comlldnney Ae mas para minimzaria y nuestra vida serd mis feliz y mds efica 15 Capinule-1 LOS FUNESTOS COSTES DE LA IRA Probablemente estemos leyendo este libra porque o bien no- sotras o bien alguien a quien apreciamas especialmente tiene un problema de ira. Paro, antes de mostvarle a usted o a sus sere ikidsa sfines bo"puisde wsdncis case seeimntentor echeracs in somero vistazo a algunos de sus costes mds funcitos, @Por qué nos cstortamos por desterrar de nuestra vida ba ca- ‘ia, un sentimiento sincero que brota esponténeamente del co- raxén? Nasuralmente, no hay ninguna ley del universa que nos obligue a hacerlo. Peto. hay algunas rones imporvantes que pueden deridimos x ello La 1A DESTRUYE LAS RELACIONES PERSONALES Una de los castes mas cortieates de la ies, probablemente ef mds elevado de tdos, e4 el dafio que causa a nucstras rclacioncs personales, Curisamente, las relaciones que quedan dafiadas sauelen sor las mejores que tenemos, Muchas personas creen que la ita la dirigimos principalmente hacia Je gente que nos cae ral. jNada mds falso! Varias estudios recientes, entre fos que deseaca uno de la Universidad de Hofstra (Kassinove y otros) yowo de la Universidad de Massachisterss (Averill), confirman que esto n¢ es siesto. La mayor parte de las veces nos enfadarnos con las perso- ‘has que mejor coaocemos, Enize los blancos mds frecuentes de la ‘ita figuran las odnyuges, los hijos, los compafieros de trabajo y los amigos. Los siguientes cjemplos ilustran esa afirmacién. 7 Jef ondaba lor serenta cuando acudid al terapeuca pra in- tenrar controlar su icmperamente explosivo, Esaba diverciado, tenia dos hijo, Dijo qc nu majers harm de sus esl de ira y desu Conducta aurariearia, se habla divorciada de di heseia ya ve- finsafins. Aunque ain mantentz conticro con sus bijor, aa rela ‘sin con elles solla ser rensa. Ex cierta ouasién, enicinccs visitn ba a su hija se enzareé en tana discusién con su jerno, Jeff se acalord tanto que legs a polpearla, Desde entonces, sui dos hi- jose: hubfan aegada también a dirigitle [a palabra. Valviend la vista ocr, Jef xe dab cuenta con tristeza de que a cuca de su ina habla dejado de relacionane can la mayor parte de sus fami- Hares. ‘Nancy tenia veintistis afiot cuando acudi.en buses de ayu- da tcrapettics, Llevaba viviendo aprasimadumente dos afos ‘eo amigo Fred. Hablan pensado en caiarse, pero tos arreba- wor de ira de Nancy cstaban destruyendo la relation. Esta eco. ‘nocfa sentive cehooa y ao sopurtar que él erabajara en estrecha solaborscida can otra meujeses, ys quejaba de que a ella no le preetsbs demasinda atenciéa, Sin teacr prucbas de que Fred e5- tuviers implicade semdnticamente on cualquiera de sus come Palieras de trabajo, buscabs conmanteiente sorprenderla cn al ‘tuna fala. Periédicamentela acwaba de tada suerte de horrotcs ¥ a veces chillaba y laneaba al suelo abjeros de [a cast. Final- mente Fred se haité de sas escenas de Futia, rorupié con allay 30 fue a vivir 3 otra parte. -Aungue cstos dot casos puedan parecer algo extremacios, én sealidad no son ada inhabieuales. Las personas coma Jeff suclen char ia culpa a los demas cuando sue telaciones se vuelven ten- 5, $e nlegun a transigir limar asperezas cuando surgen desave- ‘encias, no cargan con la responsabilidad de sy ira ni se dan real- menre curnta delos funestos costes de ra hasta que-no empieza a resquebrajarse alguna de sus mejores relaciones, Em muchos ca- 308, o sedan cuenta de que por sus sentimientes y arrebatos co- leticas esein perdiendn amigos y dejan de infleiren la gente har. ta que ya es demasiado tarde Bl de Nancy es un caso algo distinto. La pérdida de ana sola amistad importante fue suficientc para que viera clacamente que tenfa que hacer dge para controlar su ira. Al principio, sin em- barge, echd incso la culpa de sa rabla a su ex novia. Su rama namience era sercillamence que, como se sents tan agravisda y airada, Fred debla de tener la culpa. No hizo progresos en la te= rapia hasta que no aceptd la responsabilidad por su falea decon- teal emacional, Pensemos ahora en nuestra propia vida. 7H destruida nues- tra ira alguna relacién importante? :Tendemos a hacer a los de- ms responsable: de la manera como hos sentimos? Si seguimos eneste plan, addnde nos crrcontraremos de aqul a unas afas? Lik beratnos de nucoa iray scr mds tramsigences y flexibles con nucs- tras amistades nus reporrard, can toda seguridad, grandes venea- jasa largo —y también a cono— plein TAIRA ARECTA MECATIVAMEMTE 4 NUESTRAC RELACIONES LABORALES No nos engafiemor: el trabajo es a menudo muy frustrante. Jefes demasiado exigentes, calegas envidiosos, clicntcs airadas, plazos inflesibles, injuscicias de-todo tipo... motives desalrra para poner a prucha russtra pacicncia, Pero enfurecernos a causa de Jas frustraciones puede frustrarnos ms ain. En primer lugar, puede perjudicar seriamente las ectaciones laborales y emtorpecer nuestro éxito profesional. Ea segundo lugar, puede blaquesenos ax horw de abordar cuestiones imporrantes y limitar nuestra ca- pacidad pars realizar un trabajo de calidad, Llevarnos biew can los dems es importante para tenet éxita en el trabajo, camo inchs como nuestra capacided para hacer eve mismo trahajo, A nuestros colegas y superiores les molesta wrabajar con nosceros si mostramos frecuentes estallidos ccmpe- ramentales, Nos ¥erén como un cliente dificil y estarin desean- do perdernos de visra cuaneo antes, Segdin un estudio realirada 19 por el Centio pasa el Liderango Creativ (Center for Creative Leadership) de Carolina del Nome, a incapacidad para domeftar [a in entre los ejecurives, especialmente en situaciones de pre- ‘sn, figuraba como una de las principales causas de loz secensos Jaberales frusteades, de los despidos y de las «invitacionesy a pe- ir jubilacidn anticipada, ‘Yao sdle entre ejecutivas. Ta hostilidad puede hacer si ne- fasta aparicisn en todas los niveles del esealafdn laboral, Veamos lun par de ejemplos bastante discincos: Jerry, obsero de ls construccién, acudié a la terapia porque tenia. miedo de que su arrebates de ira pudieran acarteare la Détdida del parsto de crabajo. Aunque cra fisicamente capax de realizar st trabajo, Jetty eea bajivo, Su cempafietos s¢ mezfan ‘con dla menudo por sar eicass ettacara. Como teepueria a estos ingultos. Fery se dejaba llevar de be c6tera, lo que a su vex hacia aumentar hs burlas: Er un dewerminada ryote, Jerry oe en fads tanto que amenard con murrar atta empleado, Lé alejaron temparainene desu cnplo.y le arson de que, si vals 3 pétder otra ves los estribos, lo despedician definirivamente For forcuna, Jerry utilind los mécodas de la TREC pata re- ducir sus sentimicatos de ira, gracias x lo cual despucs se sintid mAs capax de cufientarse eficazmente a las burlas de la gente. Veamos otro caso: Howard em el propietsrio de una pequeria empeess de con tabilidad. Su es fo formaban é! y su auxiliar adminis- trative, Howard csuba deprimido. porque el negocio no iha ‘bien expecialmence porque; silo en el ao ase tabla ae Ubiado cinco veces de ayudance. E] trabajo importante no se ha- els porque dl tenia que formar constancemcnte a wn asistense nuevo, Howard sobrerieaccionaba Fuertementc a cualquier tipo de frusercién, gritande, aporreaado fos muebles ¥ fata rom Piendo el eléfona en mis de una ocasién, Ceeta, infirndadae ‘mente, que le wists el derecho a cnfadarse porque el negncinera suyo y pagabs d eueldo de su asistente, Unas cuanias sesiorves de 20 TREC le ayidaron a darse-cuenta de que sus accesus de ira es pantaban a la gente y le estaban ailienda siuy caros. En estos dés casos, vemos edtao unas inportances elaciones laborales se estin yendo pique 2 catiss de sentimientas y arre- batos de ira, Jerry necesitaba ef apoyo de sus colegas y superiores para conservar si trabajo y poder promocionarse. Por su parte, Howard creta, erréneamente, que dado que él era el jefe, codoel mundo tenia que aceprar sus rabieras. Saber controlar nuestras emociones en el crabajo, a pesar de las imevitables frustraciones, es a menudn crucial para la buena marcha de nuestra vida profesional. En cambio, aunque dar fiends suelea a macstra ira nos parezca ¢ menudo una cosa cxtu penda, suele ser harto perjudicial para nucscro ncgocie o para kas feliciones con nuestros compafieros de profesién, La ita hace también que desviemos nmestra energla y aren cidn del trabajo. Cémo? Obsesiondndones con alguna situa cidn sinjustas (dindole mil vueltas en Ia cabera).0 con la idea de ‘vengatnos de un sompafiero de trabajo o superior; o tambien in- duciéndonos a realizar algsin tipo de sabotnje util, a negurnos a ceguie directrices sensaras, a dejar que cosas importantes se ven- gan abajoo incluso a hacer un esfuerzo descamunal con tal de destruit el trabajo de otra persona, No pensemos que absesionarnas con a « nile de algue a persona, 0 vergamos della, nos ayudand a resolver construc sheamente los conflictos oa hacer un trabajo de calidacl. Ni mucho menos, Can el tiempo, nuestra ira no logrard pasar inadverticla a quienes nos rodean. Observernos el caso de Jane: Jane acdc a La consulta porque no hacia més que dale velar al hecho de que oe la hubierin ascendido, Llevabs mis dle cines afies en Ia emprest y capetaba. que ls atcendieran a un puesta ad nistrarive. Chemo esta no habia ceuerido, sens agnivinds y exasperada. Cuanre mds lo pensuba, mds eabia le aba, Si bien Jane ocultaba a is al jefe, 14 enusiasno por el trabajo decling, sm. remdimiento ne resiatid y no logré Mevar a a ‘érmino ninguno de los proyectos que tenfa cate manos. Ua mes dempods, ou jefe la amd a su despacho para expremrle su Preocupacién y hacerle saber que ol hecho de no haber obcenida el atceaso teala mds que ver cox problemas de presupuesco que on su rendiiente labora. Le asegued quc recta le siguiente en ser woendids; aunque, si no recuperaba si produciividad habi- tual lncmpresa eter obliga ascend ota penn en sa haga. Jane habia pasado tance tiempo y gustado tantas energias en- rabicrada contra su jefe que no se le ocurtié que pudiera haber otras rezone: por las que no la ascendéan, de manera que actud de una manera muy poco adecuada para sus posibilidades de censo, Resultado: estuvo a punta de dar al traste con sus pasil lidades de ascenso profesional. For supucsto, a veces podemas toparnos con situaciones la borales que son a todas huces injustas y nada gratificantes. Poo al reaccioniar airedamente o «salir huyendoe impulsivanente aler tamos 2 la gence a suponer que no sabemos domefiar la frustra- cin y que nos enfédamos cn cuanto las eusas se panen feas. Una alvernativa mucho mejor es conteolar nuestra ira y hacer lo post- ble por mejorar la sicuacién, S} esto na funciona, podemos deci- dir que-nos vamos tranquilamente con la misica a otra parte en busca de un entomo laboral mis fructifera, Expz0RaMos ta SIEUACION A pesar de lo que acabamos de decit, no tiene la jra ningu- nna ventaja? {No nos ayuds a veces una actieud airada a enfren- tainos a siuaciones dificiles? 2No moa syuda a sentirnos fuertes ¥ano perder el coarrol cuando aos acecha la adversidad? ,No es bueno expresar nuestra rahia para imponernos y hacer vale¢ Aluxstras argumentos? Interceances preguneas. La Investigacion psicolégica no se ha inclinade atin de manera concliyente sabre 2 sila ira hace que aumente 0 disminuya nuestra eapacidad para afrontar situacaanes diffciles. En realidad, son pocos los investi- gadores que se han molestado en estudiar esta cuestién comcre~ +, Con todo, sort muchas las personas, incluidos algunos tera- peutas y secritores famoros, que afimman'que debemos moscrar nuestro enfado crando nos hallemos frence a una situacién ine justa, Encontramos wna perspectiva algo difereare en algunos Hlé- sofos asidticos, griegos y romanor de hace mds de dos mil aft. En une de los primetos ensayos sobre la ira, el fildsefo estaico Séoeea la descrike como wla mds fea y-frenética de las emocio- nes». Para los esoices, la ira puede nublar be capacidad de las petsortad para iampar de maneta eficiente. Entre los numerosos clientes con problemas de ira que he- mies atendido, bry un alco porcentaje de personas inteligentes ‘con tna especial habilidad para resolver conflictns y difieulea- des... cuando no estén enfadadas, claro. Una ver que se han ss renado, suelen reconocer que existen otras maneras mejores pir enfrentarse a tales conflictos. ‘Traremos de recordar Ia viltirma vex que nes dejames llevar por ls ies: qué fue lo que absorbié nuestra atencién y edmo ac- tuamos? ;Fuimot capaces de butcar sensatamente buenas solu- siones de orden pricrica? 2Fuimas capaces de ver todas atsestras sptiones? Tomimos las mejotes decisionc®? {Lamentamos al- gana cosa que di lines © hicimos? Si somos come la mayoria de las personas, recenoceremos gue es diftcil pensar y canducirse scabalmence cuando ge pierden los estribos. ‘Observemes también cémo acedan otras personas cuando se enfurecen: par ejemplo, nuestros parientes, amigos a compane- ros de trabajo. ©, simplemente, fijémonos en la pantalla de nurstro televisor. Los programas de noticias y los colaquios es- tin llenos de ejemplos en este sentido, Ean ef rrameurso de tun co- loguio vense, ¢quf eficacia tienen las personas que pierden la cal- ma? zAyuda la ira a los participanees a exponer sus argumcntes de manera légica y razonable? 23 Pero pademos preguntarios también; ;Y Jas situaciones en fas siesta ‘soncra alguna forma de injusticia 0 sinrzzda, 0 mt pro de reformas sociales bisicas, coma, por ejemplo, el ves to de las desechos humanes? :No es cierto fekinw desde yeficaz en tales sicuaciones? Aunque ita pueda servir en algunas situaciomes, raras veces conrribuye a pooducir un cambio tazonable, Lideres respetador somo Martin Lusher King, Jr, mahatma Gandhi y otzas pa- tecidos defeadieron su causa con todas sus fuergas, pero también fuctos sumamente distiplinados y mantuvieran fa cabeza fifa. Bisse fruto porque apelaron besicamente a la raz6ay no alaira, (Quign de nosotros no se.ha peleado alguna vez? La vida es dificil y esed llena de desafios. Peco ani una efocidn humana nararal, esto na justifica en absoluta que sea la mis teil pata resolver loi problemas. Reflexionemos itn poco, y digemos ‘sinceramente si la-rabia nos ayuda o perjudica. LA IBA FOMENTA LAS AGRESIONES Ora razdns para mantenes la ita bajo control es porque de conducic Hcdmente a la agresividad. ;Quidn no ha sidlo fae ge de ks violencia en su propia vida? 20 en la pantalla, grande y pequetia? {No es Is norreamericana una de las culturas mds vic lentas del mundo industrializado? Segiin unas estadisticas recientes faclitadés por ka Oficina Le- deral de Investigacién (FBI}, en Estados Unidos se produce un ddelito violenta cada diecisiete tegandos (Deparramento de justi- cia de Estados Unidos). Los actos de fuerza brute n especial~ ‘mente corrientes entre ucstra juventud. FE! homicidie ¢ actual- mente la segunda causa principal de muerte de los jdvenes entre gunz ‘ete aos, lo que convierte la violencia ineerper- sonal en uno de los problemas mis importantes para la sanidad Publica (Oficina de Empadronamiento Hd Emacs Usided), 24 Lo mismo ocurre con la violencia familiar. Se estima que, en Estados Unidos, alrededor de un millén y medio de mujeres son multratadas cada afio por sus maridos, y que alrededor de un 40% de las mujeres asesinadas en este pals mueren asimismo a manag de sus maridos. Esto no quiere decir que fas mujeres es- io exentas de protagonizar acciones violentas. Segiin una inves- rigacidn reciente, hay actualmente mdi agresiones de mujeres a hombres que al revés; aunque hay que andar eon caurela con estas comparaciones, pues cuando los hombres atacan a bas mujeres, las conseciiencias suelen set mucho mas graves (Straus y Gelles). ‘La violencia en la familia se ceba también de manera especial en los nites peqvefias, Segin un informe gubernamental, apro- ximadamente 149,000 nifios estadounidenses padecen cada afia graves lesinnes a consecuencia de lox malos trator, Al menas 2.000 nies al ato —mis de § al dis— mueren a manos de aus padres © cuidaderes (Consejo Asesor de Estudos Unidos sabre ‘Matos Tratos y Nepligencia para con los NiBos).. La isa na conduce ausomdticamemte 2 la agresién, pero si muy & menudo, He aqui lo que dice un investigador de Le i La ina puede compararse al proyecto de un arquitccro. La dis- ponibilidad de un proyecto mo hace que el edificio se comstruya, pero facilina su construccidne, El conte de bi ira como gerteradara de agresivided aparece ilusceada en estos dos ejemplos: Rich, comada y con treinta y-siece afios de edad, acudié a la conmula después de que fuera detenide por letiones pewonales, Su mujer llevaba tempo quejindos-de stu comducta agresiva al volante. En cierta ocasién en que ouo conducror s¢ Ineeipiia delante de den un seméfora, provocande casi un ascicente, sm spor le sugirié que buscara ayuda. Rich se enfurecié cance que siguid al conduetoe hasta el semaéforo sigulente, Se bajé del co- che yse enzersé en una discusién con 4. Le propiné un pufers- zo en plena cara y Iuegs sbandond ol higar. La policts lo eité nfs tarde despods de que un testigo le faclitara su mimero de matricula. Cuando Rich acudié 2 terspis, reveld que se enfa- 25 seca yabonca x onto comatose un yea mes ‘soaducta habts condlucido a otras peleas, aunque aqualls h ba sido la primera vex.que lo hablan derenido. a Shirley tenfa rreinta y paces ais cuando bide ayuda por Que gaitaha copstancemeage a mut ces hijs pequesos, Dijo que ést0s ba volvlan loca conseantemente, que su marida no la aye daka y que no tents aj un mintite libre para sf misma. Sus para letas than de enal en peor, hasta el punta de que habia empeca doa meper algunos objets de ts cata, Le preocupaba poder ‘stir daniand asus hijos psicolégicamemte, y que un dia perdic- ra dl controle incluso les predujecs algun lesa. Aligual que Rich y Shirley, som muchas las personas que bus- can ayuda erapettica contra le ira a causa de la violene'a que sucle acompafarls, Entre otros castes asociados con las-agresio- nes, destican la pérdida de amisrades, la pendida del puesta de ‘abajo, lesiones, datos a lz propicdad, pleitos, penas de prisién y sentimienso de culpabilidad y vergtienzn. Traremos de recordar la lima ver que frimos agtesivos. Pensemos en las veces que hemas estado a puneorde desteuir un objeto, que hemos gritado, berreado, aallado, abofereade 0 propinado un pufiecazoa alguien. :Pus la ira la que nos empajd clio? Las expresiones de violencia, por raras que sean, aes puce den salir muy canis. As! que, si nos enfirrecemos con frecuencia, jfmuchs arenciéat ‘La IRA PUEDE PROVOCAR TRASTORNOS cannlacos Tal vex estemoe pensinda: +Yo estoy muy bien del corandin, Yesta seecidin no me incluyes. ;Pues no estemos tan segucas! Mids de ereinta aio: de investigacidn han mostzado que lo ira suele ir acompafiada del desarrollo de trastornos cardiovasculares. Una de las caums de muerte més cocrientes entre los noreamericanos & precisamente el para cardlace. Aunque nuestra ira no nos 26 haya procucido «din graves problemas de salud, sus efectos noi vos podeian estar incubdndese en este mismo momento, Para comprender odmo puede dafir la ira mucsero cuerpo, reviscmos #u utilidad y funcidn, Muchas investigadores la consi- dean como un sistema emocional que nos mantiene preparados contra una amemaza porencial y nos ayuda a movilizar nuestros recursos para hacer frenee a los conflictas. A principios de siglo, el fisidlogo Waker Cannan estudid este tipo de respuessa de emergencia, que acufié con el nombre de areaccidn de hucha o huida, Lo de «huine se refiere a le ansiedad que sentimos ante luna situaciée peligrosa, mientras que lo de sluchar tiene que ier mda picrceon ta rey bom ln teceaarlad de dedi ncecrsoe oan re las amenazas exteriones. (Qué oourre en nuestro cuerpo cuando nos enfadamos y pone en marcha nuestra teaccén de ememgecicla! Clerros cam- hios fisicos, como, por ejemplo, los incrementos en Ia tensién muscular, el ritmo cardfaco y respiracorin y el meeabolisms. sos ayudan a mantener el cuerpo listo para la accién. También la adrenalin afluye a nuestro flujo sanguineo, y la sangre lega hae- ta los masculos mds importantes de nuestro cuerpo. No ee ex- trafic que muchas personas hablen de la aecesidad que sienten dle golpearlo que consideran el blanco de si: ira, Sus euerpoe es- tin preparados para hacer exactamente 630, Asl pues, ln ka nos puede ayudar a enfrentarnos « cualquier cosa que amenace nucstra vida © # cualquier oto tipo de emer- gencint, Pero'nc tine mucho settide cusndo estamos reactor anda ance algune de las frustraciones habituales de la vida coxi- diana; en efeete, seguir activanda nuestro sistema generador de ira podrfa tener un coste muy elevado para nuestro cuerpo. ‘Roberr Sapalely, profesor de biologia y neurociencia de la Universidad de Stanford, afirma que, cuando provocamos repe- ‘das veces los cambios fisicos que siguen ala ita, podemos dafiar intiestrns sistemas cardiovasculares. Los aumentes repentinos de la presidn sanguinea que acompafian a nucstra ira incremenran la facrea con la que fluye la sangte por nuesitas attetias. Estos au- 7 mentos de flujo sanguinea suclen debilicar y dafiar el fino reves timiente de lax artetias, y peoducir cicatricés o agujeros, Una vez que se ha datado esc capa de tejdos, las dcddos grasos, la gluco- Sf onros elementos de la sangre cinpicean a peparse a ls pare- des daftadas de estos vasos, Can el ‘Gempo, fa acumulacién de es ‘tos mareriales puede eriginar la obstruccién de las arterias, con el resultado de una disminucidn general del flujo sanguineo. Esta parologla s¢ Mamma arteriosclerosis. $i esta acumulacién de dle- mentot, vonotidas eumbién como plaquetas, se produce en las atteriss que vari al corazdén, podemos ser candidatos a padecer enfermedades caionarias, isquemia de miocardia o algin otto grave wastorno cardiaco, Desde principios de los afos sesenta del siglo 30 no han de- jado de publicarse estudios importantes en los que se demuestra 4k ccisieneia de una relacion directa entre la ita y les trastornos cardiacos. No es nuestra propdsico offecer aguf un resumen de- tallado de esas investigaciones. En tineas generales, ve puede de. sr que la mayor parte de estos esnudios tienden a dividirse en ddos categoriss, Ei l primera, conocida como investigacién trans- versal, a Varios grupos de pacientes can trastomos cardfats se les pide que digan eon qué frecuencia ¢ intensidad experimencan la iia en su vid cotidiana. Sus respuesta se comparan Iuegn con un grupo hemogénen de personas, llamada grupo de control, que no sufren tascomos cardiacos. En la gran mayarfs de estos extudios, las persomas que padecen trastomas coronatios reconn ‘een tener niveles de ira mucho mis elevados que las personas que no les tienen, de donde se deduce quelas personas que registran niveles de ira mis elevadas son mds propensas a tener problermas con el corszdn, Existe otro estudio que abinda asimismo en la relacidn cau- sa-efecto encre fa iray las ‘del corarén: a tun emplio gnipo de peronas, bdsicamenesanas, x les formaulan varias pre ‘gumias sobre las nivcles de ira que experimentan en sus vidas. Se Jas sigue luego durance un largo de tiempo, hasta reinte © mds afios cn alunos casos, al final del cual se vuelver; a exasnt- 28 nar sus funcianes cardiacas. Se revisan entonces los niveles dela ina y agresividad originales y se corejan con el cuadea clinico de cada individuo. En la mayorta de estos estudios, un elevado grae do de ite y agresividad conlleva ol uherior desarrollo de la arte~ rivsclerosie. ; En otra de estas investigaciones, 255 estudiantes de medici- na rellenaron un cuestienatio sobre su personalidad. En los vein- ticinco aos siguientes se descubrié que los que puntuaban alco en agresividad renian de cuatro a cinco veces mis enfermedades cardfacas coronatias que los que registraban una puntuacidin mds baja, En una investigacidn similar llevada.a cabo con un grupo de ahopados, casi ano de cada cinco can puntuacién alta en apresividad habs mero alos cincuenta ahs de edad, rnienteas que, entice los abogados que purituaban en la franja mds baja, sélo habla mucrw uno de cade veimticinco. Asi pues, hagimonos estas preguntas pertinences: {Durante cslnto tiempo hemos estado bastante sits? ‘Somes propen- soz a ka hipertensidn o incluso a ataquescdel corardn? $i sufrimos crénicamente atques de irs, podemos estar sumentando ates treo riesgo de paderer una enfermedad grave pasados unos afios. La siguience vez que nos sintamos airader, twutemos de darnos curnta de alguna: de las sensaciones y carnbios isicos que se pro- dducen en nuestrv cuerpa. Recordemos que las reasciones Fisiess que scompafian a nuestra ine créniea pueden originar Iesionea, enfermedades y, tal ver también, una muerte premarurs. La TRA Y LOS PROBLEMAS PERSONALES Muchos de les costes de la na saltan a Ja vista, Oreos, sin em> bargo, pueden ser menos obvios, Encce éitor destacan bas pro- bleias ermacianales y personsles, como, par ejemplo, la dep sid y los sentimiencon de eulpabilidad, bochorno e inseguridad. )Sentimos algun de estas cosas junto con nuesra baja toleran- cia de la frusteacisn y con Ia ira? a Como hemss dicho anteriormem, la ira inuensa y frecuente Pde ser lt causa de que perdamos nuestro puesto de trabajo y tambidn importantes relaciones humanas. Cuando nuestra im arigina tales pérdidas, es fell que reams la vids de color negro ¥ que suftamos una depresidn, Laira y la depresiéo nos pueden afligic a veces simuultineamente, Adi, pedemos echar la culpa a otras personaso eircunstancias y enfacarnos, o autollagelacnos y caer en la depresida, Esto le ocurtis 2 Stacye = Stacy rondabs lor cuarena y tenls tres pequefios. Cuando scudica la consalta, manifesté sentirse tilste yoolay se ‘que)é de que nadie de cu entamo le peestaba la menor aymda, gue o6 le gurcaba nada serama de casa, De hecho, estaba bastanie esbceada por no haber podido realizar algunon de sis Juels, Su masido cena sicmpee mucho trabajo y no parecia pariculamiente imeresedo ef pasar el tiempo con ella Loe po. tdres de Stacy, que vivian cerca, areferian la compatila de un otra bila de su familia. Para colma, Stacy tenla pacos amigos. El casy de Stacy es interesante porque es posible que su pros blema de fondo esi relacionado ands can kira que con la depre- En otras acasiones, Stacy se reprochabs a s{ misma su soledad ¥ #¢ imaginaba un furuto sin amiseades y con sus ambiciones Frustradas. Luego cala en la tristeza y la depeesién, Qucilaba, asi, entre la ira y La depresién. Ninguno de estos sentimientos per- curbuados la aytdaban a lograt ¢l tipo de vida que querla, En rea- Jidad, su rabia la levaba 4 perder cada vez mde amigos ya seneir- se mis sola y deprimida, Simos tentimos deprimidos a causa de auestea ia, podemos romper esta relacién causal esforzindanos por liberarnex de ella Y por cambias las casas de nuestra vida que no funcionan. 30 Al igual que ocurre can la depresién, los seruimientos de cul- pabilidad y curbacién también pueden ser producto de nuestras fevcuentes rabietix. Axl, podemos sentionos tan nurbados por alpe que hemos dicho o hecho extarida enfadados que nos mo ospreciamos a raxotros mismos y tratamos de eviear a las per- somas con las que estamos irritados, He aqui! lo que le acurrid a Bob: Blob cenfa a sus espalctas un largo historial de problemas a consecuencis de su mal genio. En cierta acasién se pled con el tgerente de un supermercado por el precio de algunos artfculos. Camo Bob era harrante mayor, creta que el gerente debfa mot tratle mayor respero, Al no set as, se enfurecié, y le iasules y amend repetidas veves, hasta que finalmence Hamaron a lt po- lita, Bob se enfisrecis mas atin y ture que ser asta pe fuera 7 absadacsar el lugar exposade. Auaque luego retiraron len eon eb ded de ecapsiecdl a pmesenesa | oti las personas que sstabun al corriente dal incidents, pues ve sn fia muy avegonzado de lo ocucrido, Sibien el de Bob erun caso extremo, laculpsbilidad y lavee- giienza por nussta propia furia nos pueden catducie Ficilmen- tea aislarnos de los dems, Lo cual contribuird a su vex al det Fioro de nucstras relaciones peronales y a nuestro bloqueo palquico general. ‘La rabia también nos puede heter sentir que hemos perdide el conceal de la siruscién. Cuanda el corarén empicra a latirnos con firerza, la cara a acalorarse, los pensamientot a aemolina:- se, la presign sanguinea a dispararse y fa adrenalina a inundar nucstzo cuerpo, hay pocas probabilidades de que actuemos con la necesaria ecuaimidad. La rabia nos puede abligar a mante- eros er Ung tensign constante pera controlar todas nuesteas acciones, La furia puede resultar bastante incémoda y ser un Fe- cordatorio permanente de que no nos relacionamos debidamen- te con ef mundo sircundance. Et Miles venta veintinueve fos cuando acuditi en busea de ayuda pace combat ly ina. Se consideraba, $f auistno como un ssexsdanhélco y contd muchas incidemtes en los que habia peedido los ertibos y uctuado-de manera agresive. Después de acabarel bachillerar, no habia hecho mds que pender amistades lmportantes; asimisme, lo hablan detenido por agresiones y des. pedida de varios pusstos de emibsjo poe sus extllidos de ira, (Cuando aeudid a una comulta TREC, Jlevaba tres afins cardio, y facts poco que su mujer habla dado a luz un nifio, Este naci- ‘lento lo habta espoleado a buscar ayuds, Queria enntrolar sus smocisnes coma fuera; «No quiere dejarme llevar por la ira de- lante de mi , dijo, éMos preocupa rambién s nosotros, al igual que a Mike, pro- pasarnos con las demas cuando nos enfadamos? :Nos da miedo Ja idea de perder el contol y actuar de manera destructive? Per. der el control puede serla sefial de que ha llegedo la hora de pe- dir ayuda. Laira también nas puede hacer perder confianza en nutestea traro com los demis. Si fa rabia nos reporta unos resultados mae isimos, ¢¢ posible que empecemos a cutstioniar nuestra capaci- dad de discernimienca, que dejemnos de hablar con dectin » cenfianza par miedo a actuar aitadamente e ir demasiado lejos, Podemos sentimos turbadas a la hors de reaccionar ante las dift- cultades cotidianas, Es muy util saber dominar nuestras emocio- nes cuando nos acosan los problemas Libetarnos de nuestea irs no sighifica renuneiar 1 nuesthes suc- ios y desens. Bien al contrario, Al minimizar nuesera ira, condere- mos a actuar con canflariza y resolucién, y as! multiplicareros Nuestras probabilidades. de conseguir le que descamos en la vide. Pero si bien es cierto que muchos de los castes de la ira son muy grandes y ficilmente observables por las cemds, otros los expctimentamos en privado y producen pérdida de control, con= fusidn y falts de confianza. Sencirnos airsdos por causar verda~ ddevos desuguisados también nos deprimiré y culpabilizard.;Tves sartfculos. maloé por el precio de uno! 32 {EstaMos PADBCIENNO LOS COSTES DE 1A tna? Nox parocen familanes algunos de bs ¢jemplos que mostra mos en esta stociin? ;Nos esd ayudando Ia ira a conseguir lo que rsperamos dela rida? ;Som sus costes merecedores de los place- res que mos procim? Si no hemos expetimentade las pérdidas arriba descritss, sepamas que los daitos originados por la tabia no siempre sc menifiesean de manera inmediata, Podrlaa ean curtis varios affoi sin que se produjera nada grave, 0 decido —o cotremos al riesgo 1— los inconveniences de la ira, :a0 es kora ya de atajar de una vez. por todas exte pro- blema? ‘Cambiar de actirud e3 algo que a veces resulta bastante dift- il. Las tdcnicas ylos consejos que se ofrecen cn este lira no pre- tenden ser una solucién magica para nuestros problemas. Para superar una ira bien arraigada se necesita mucho ejercicin y ma- cho esfuero, Slo entonces nes resultard mas facil. La decisién de vivir com menos ira puede ser una de las mis importantes que jamée hayamot tomade en nuestra vida. (Reta mos de acwerdo? Capirulo 2 FALACIAS SOBRE COMO ENFRENTARNOS ALAIRA Sin duda tocos hemos oido muchas sugerencias sdictadas por el sentido comdine para hacer frente a nuestra ira. Ea las re- vistas populares j los colaquios televisados y radiofimnicus se nos oftece a diario malriuud de soluciones que nos ayudan supucsea- mente a viviela vida sin ira ni rencor. Lo malo de muichas de cx- tas ideas es que... simplemente ne funcionan, Si hoy consultamas a cinco psicoterapeutas distintos sobre cdo hacer free a nuestra ira, probablemente obtengamos sendos métados de tratamiento distintas. Unas sexperinss nes dirin que ka solucién de nuestro problema de ira 3 esconde en nuestro parado! la tinica manera de combatir con éxito aitectca rabia es mitar hacia ateds y estcar vieja hesidas e injusticias, que hhan hecho de norotros unas personas ittweguras y enfadadas, No ‘obseante, otras pueden aseguramos que nuestro pada no cuca ta para el casat al cambiar el trabajo, las relacionea o las sittacio- nies que nos quitan ef auefio en la actuolidad, nos ascguraccmos lana vida mis fell, mp sana y menos airada, Hay owas opiniones rexspecta a qué hacer con muestra irs, Unos profesioniles nos recomendarin ponerle freno y cvitar en lo posible cuaiquer encontionaze can personas conflictivas; que nos alejemos de bss situaciones sealiemtess y 60 volvamor 4 ellas hhasea habernos serenado..Oteas, ea catabio, nos pusdea alentara desfoyar nuesica ira siempre que la sintamas browr, per sjemplo, sapresindola abisrament: concra la gente que nos parete eipe- cialmence adiosaw bien, de manera menos directa y en privado, gritande, aporreando [a almohada o haciendo cjercici fisico, 38 Son miuchos los falsos conceptos que circulan if abl In ira, ;Por qué? Por fongnil dim eau lnvodined ee tifica de las causus y soluciones de los problemas relacionados ‘con ella, Leamas lo que die psiquara Allen Rothenberg: «La ‘ra, muy raras veces ha side considerada un tema independiente merecedor desct investigado... Esta no sélo la ha peivado de ser tun factor ieaporrante para comprender {a conducta humana, sino que adenuis ha dado pie a un ciimulo de definiciones con fusas, falsos conceptos y teorfas simplistase, Exponemes 2 continuacién las cinco falacias mds corrientes sobre cma nos debemos enfrestar al rencor y le rabia. Para somprenidet In verdadera naeuraleza de la ira, conviene prestar ‘sucha atencidn a estas falacias; slo asf, Inego las podremos de- secha con el escepticismo que merecen FALACIA N* I NUESTRA IRA S® REDUCE Si LA RXPRESAMOS ACTIVAMENTE La opinién de que debemos expresar activamente la ira pars reducia tiene fu principal valedar en el pensaraients freudienn, Segiin cl modelo hidrdulica de la emociones de Freud ( de Wil. jets Reich), sear esate de ira se acemulan con el ipo y steam un ode energia negativa. Si no ex ‘o-desfogamos esta rabia contenida, acabaré estallande en forma de disfunciones fisicas, enfermedades y pernrbaciones emceionales ‘Los terapeutas que suscriben esta teoria nos animan a airear a ics ‘os sentimientes de ita y, por tanto, a drenar nuescro depdsico de Ja tensidn conrenida. Se supone que al echar una beonca desagradable. o al realizar otros actos catérticon, ji 10s que Nuestra enengia agtesiva se acumule hasta niveles pesjudiciales, Esta falacia encrafa dos errores de buleo: el primero, que al ‘expresar nucsiza ira reducimos sus riesgos para la salud, y, en se~ gundo lugar, que al car rienda suelta a nuestro rencor sox venti nigs menns airadan. , Mi ‘Como hemos sefialado en el capitulo 1, hay wn gran numero de elementos quedemuestran que la ira crémica es en realidad un factor de riesgo para las enfermedades del corardn. Numemsos estudios muestran la existencia de una relacidn dirsexa entre ire reptimida y enfeamedad, Pero, gsc puede afirmar gue las perso- nas que desfogan su ira se encuentran mucho mejor que las que no lo hacen? iNo! {Ni mucho menos! Segiin el doctor Aaron Siegman, psi- edlogo y estudiem de la ira de la Universidad de Maryland, dar riendls guelta a la ira es un importante factor de riesgo para los eafermos del cotaz6n, Expresar fa tabia puede desencadenar- un tipo de excitacién intetma particularmente propicio para la apa- ricién de disfundones arteriales, as investigacione: del doctor Siegman, 1ay muchas més probabilidades de datiar nues- ira salud aircando activamente la irs que conteniéndola. Deafogar impulsivamente nuestta furia supone un riesgo bastance grave! 2¥ qué deciracerca de la falacia de que la gence que expresa su ira de manera abiera y libre ested menos expruesto a ella! :Es ciers que suftic una extursis eanduee a wna reduceién de la ins? Segiin numerosos experimentas pricolégicos tobre esta cuemtidn realizado ef los filtimos cuarents alos, no cabe ninguna duda de que expresat i ira tanto verbal come fisicamente origina més, no menos, ira y violencia. ‘Ast pues, desfogar la ira ya sea directa o indizcetamente sucle reformatla y forleceHa. Una colega nueirre que trabsja eon clientes aitados reficrea menudo cste visjo-chascartille: «;C3mo se va al Carnegie Halls. Respuesta: «Practicanda, practicanda y practicandor. De donde se deduce: »)Cémo nos convertimaes en. personas realmente aitadasix, Respuesta: »Practicando, practi- cand, practicandos. ‘Si desfogar bi ira suele tener un efecto rultiplicador de la misma, gpor qué impera entonces la filacia contraria? La res- puesta podria tener algo que ver con la naturaleza de la propia ira. Corn se ha softdlady en el capieulo 1, la ira es un sistema que aynda a prepararnuestro cuerpo para la accidn comers una ame- a sssza potencial, Cuando se producen los cambios fisicos que For maa parte de ene sircema, nuestro cuerpo se carga y prepara para emprender cierto tipo deacciones. En tales casos, artemeter con- tra le que nos enfurece parece lo mus narural. Podentos incluso seadr ciere alivio inmmediatamente después de haber protagoni- zado Un onumeritos vielento © haberle cantado las cuarcnta a alguien, Cana tras descarger la ia puede acurrit que nos sinsa- amas bicn, es también probable que volyamos a intentarlo, necia- ‘mente convencidos de que esta cs lo mds saludable que podemos have. Ours tarda. de la pessisrencia de Ia susodicha falacia es que la muyor parte de los terapeutas quiezen ayudar como sea 4 sus clientes a sentiese y a wrendire mejor, Gamo éstas pueden sentir siete alivie temporal después de dar rienda sueles a la ira, smu hos werapeusas suelen creer equivocadamente que eatin hacien- do algo sala] slentarlos a ssoltar el vapors, Adernds, os terapet- ‘as quieren apoyar a sus clientes. Despucs de haberlas oido escribir su indignacién por un incidente injusto, snelen croex sorrecto y oportune dejarlas expresas libremente sus sentimien- 4s, Et como una manera de mostrarles que los entienden y que ¥¢ preocupan por ellos realmente. Apesr de la cvidencia, dar rienda suel: la Furia es algo que sigue alentdndase en muchas formas de psicoterapis, asf come £0 nuestra cultura en general. Pero si atin creemos que desfopas fnucstra rabia cs lo mis saludable y produetive que pedemas ha. ser, ya ve siendo hora de poner en tela de jutieio esta idea anti. ssuada, Empecemos tesistitndonos a la tentacién de dejarnos lle. var por la ira. Tratemas de contenesla a préxima vez y veremos émo, al final, nuestro despecho y nuestra herrinche irén pes diendo fuelle, Y ahora sigamos leyendo para aprender la manera de no vernes arastrados, cn primera instanein, al interior del cfreu- Jo vicioso de la ira, FALACIA N° 2: TOMARNOS UNS TIEMPO MUBRTO CUANDO NOS ENFADEMOS. Anrc las datios y costes que supone dar ricnda sucka ala ira, algunos profsionales de la salud menral nos dicen que eraremes: por todos los medios de evitar —o escapar de— las siruaciones en las que mds probabilidades tengamos de suftir an acceso de célera, A esto, ellos lo llaman ¢! recurso al «tiempo muereox. Es decir, que si notamos, por ejemplo, que nas vamos a enfidar con usstras hijos, es conveniente tomaros una pausa: y si auestio nial humor hace ss aparicién en el trbajo, que vayamnos a dar un paseo hasea que notemos que emperames 2 calmarnos. Dicho ast patece un buen consejo, gnd es clerto? Pues tal ver ao lo sea! Hay varios peros que poner a esta mancra de solventar nuestra ira. Consideremes el caso de dos personas que usiliaron este metodo: Fred a menuda poet foals aarti Fal « Aunque nunca las ipritaba y y.aveses rom- SF ietioe cunieaed los estribos. Tras la péidida de varins araiseedes, acu a la consulta, Su eerapenta le recamen- dé que, cuanda norara que empemba a sentir la sabia, se cama aun descanso, Fred prob este mésado em su siguience relaciGa, y 1s coss pareeié fiuncionat blen durante ua par de meses Sin embargo, su. nueva compatiera también acsbé abandonindoto. Se quejaba de que no se comunicaba cont ella, y de que, came siempre se ita 2 otra parce, diffcilmente podfan watar de resolver sus discropanciaa, ‘Marjorie también estaba practicando 1a escraregia del her po mento. La empleaba casi siempre en el trabajo, cuando se sentls abruada por lus exigencias de sus dicases y superiotes. Si bien no incsrria en arrebatos de ira ni exabruptns, sx tdtica de quicatse ée enmedio fixe notada ensepaida por la gente que la trataba mds isiduamente, eon Is que se gand la fama de set una ‘persona emccionalmente frigil Sus superiares y colegasdejaron de encomendarle razeas che especial dificultad por miedo 2 que 39 ‘no pudiera Hevarlas a ténning, Al final, fue aparteda del erabajo Porque su director no creia que pudiera haces frente ala presidn ue die scarreabs, ‘Tanto Fred como Marjorie estaban practicando activamente {a tderica de la evitacién. E] primero evitaha cualquier tipo de desavenencia, pero tambien Ia cominicaciéin nigcesacia pant ‘mantener en pie una relacidn intima. Por su parts, Marjorie evi- taba en el trabajo cualquier cosa que, segiin ella, pradiera aumen- ‘ar st agitacién, por lo que era incapaz de tendir bien Dentro de un plazo cle tiempo suficientemente largo, a! final Ja tictica de la evitacién suele fracasar. En primer lugar, porque no abordamos unos problemas que esin pidiendo a gsitos una sapida resolucién, Cuanda huimes de las dificultades, éstas no desaparccen por arte de magia. Anres bien, tienden a encanarse yaconvertirseen prblemas alin mayores, Bn segundo lugar, al dar la espalda a nuestros sentimicntos no conseguimos descubris cull es la mejor manera de enfientar. fas a elles. Reflexionemos un poco. Si huimos de una simacién sestresante, qué aprendemos sobre nosotros mismos? {Muy po- co! La muduracién personal sdla se produce cuando nos enfren- tamos a has dificultades. Sino nos inhibimas, sino que nos cal- mamos y tratamos de abordar la situacién de manera diferente, entonees aprenderemos de nuestra experiencia y es probable gue seamos mds eficientes en el fururo. A veces la tictica del tiempo muetto puede resulear ttil. To- amos cero tiempo pars calmamos puede ser importante si Corremos el riesgo de hacer dafic a los demis com aamestra Furia, ismo, si extamos aprendiendo a domefiar nucetros cstalli ira. tomamos un respira puede ser dil en las primeras fa- ses-del cambio. Sin embarga, como cetrategid a largo plaro, el he- ‘cho de tomamnos ua tiempo muerte nos impedial conseguir el contol emocional necerario y encarar las dificulrades con efica~ cla. Sélo sirve para esquivarlas, EAIACIAAN® j: LA IRA NOS AYUDA A CONSEGUIR LO QUE Quenemos Tal vee, como oaurre con muchas personas, también noso- ‘ros ceames que (uestra ira nos ayuda a conseguir lo que quere- mos, © a superar la sdversidad a la injusticia. Como ya dijimos en el capitulo I, lejos de ayuclamos a lograr nuestros objetivas, lo mix probable <¢ que esto constiruya ua obstéeulo- en nuesteo camino. aCreemos deverdad que, sine aos mastramos encolerizados, la gene mo nos eseuchard, respetard ni atenderd a nuestros de- eos? Esto tal vez cea clerto con algunas personas: y otras pueden plegarse también a nuestra rabia. Es posibleque nuestra esposa o nnusstros hijas hapan ko que queremasa fin de no ofr nuestros es- tallidos. También es posible que nuestros colegas traten de stua- virar muestra furis. Asi que, por qué no seguir esce méeodo? Pues porque aunque 2 pasible que la gente saristapa nuestros deseos mientras eramos chillando © amenazando, lo hace sola mente a cauta de nacttsa constante pratida, Peto, con el paso del Hlempo, lo mas probable ex que la genre nov guarde rencor musttre una actitnd distante hacia nosotros. Esto es la que le eeurrid a Ned con su familia: ‘Ned rondaba los cincuents cuando acadis en bnsea de ers tamiento, Lieviza casado veimtisicte fios y tenfa das hijos, ean {og cuales 4e mostraba muy crite y exigent, Cuando +e lo De- vaban los demoniose, su mujer, Nora, y sus hijos se plegaban a menudo 1 sus deseas eon tal de no ciela berresr. Nora cijo que toda [a Familia via constannemente soon el almaen vikow yque hi bia decidido no enfrentarse a dl abieriamente, pot lo que ands= ‘ba siempre como de puntillas en sa presencia. Pero si bien Ned consegufa a menudo In que queria (2 cores plato), su familia acabs aprendiendo l modo de sabotear su omnimedo coatrol. Resultado: desapareci¢ la confianza y la in~ timidad. 40 ‘Son muchas las personas que vienen a la consulta tras haber alimentadoel error de atender sla las recom pensas de sa apre- sividad 2 corto plato. La gente puede plegarse a nuestros desens, Pucde satisfacer al punto auestras exigencias airadas, Pero no ol- videmos que a largo plaza tendremas que pagar un precio muy alco, de lo que se resentied Fundamentalmente el «éxivas por el que suspirames. Asimismo, perdesemos muchas de nuestras amistades a largo plo. FALACIA N° 42 EL ESTUDIO DEL PASKDO HACE DISMINUIA, MUESTRA TRA . Esta es otes falacia bastante carriemte entre los profesionales de [a salud mental, Eseos eayudadores: sostienen que, para haccr frente a nmestta ira, debemos eener presenrcs y rememorar los traumas de la imfaneia que nos enfurecieron en oto tiempo. ¥ que alin siguen enfurcciéndanos. $i aceptamos esta falucia. pro demos pasar auschas afios de cerapia tratando de imaginar por gud somos como somos. Muchus terapeutas nox ayudaria en-

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