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PRIMERA PARTE LA VARIACION EN LA LENGUA. CapiTULO 1 LA VARIACION EN LOS NIVELES DE LA LENGUA Lengua y variabilidad Por la variedad que hay de usos y diferencias de hablar, no digo en todo un reino, no en toda una nacién, pero aun en cual- quier provincia y no sé si en cualquier ciudad. (Damasio bE FRIAS, Didiogos de fas lenguas, s. XV1) La lengua es variable y se manifiesta de modo variable. Con esto se quiere decir que los hablantes recurren a elementos lingilisticos distintos para expresar cosas distintas, na- turalmente, pero a la vez tienen la posibilidad de usar elementos lingiisticos diferentes para decir unas mismas cosas. En efecto, el uso de ciertas unidades linguisticas en lugar de otras puede expresar significados diferentes 0, de forma més amplia, valores seminticos diferentes; piénsese, por ejemplo, en el uso de z ys (caza, casa), de -dor y -dero (vestidor ‘que viste [a alguien]’, vestidero ‘que es vestido’), de seryy estar (ser fuerte, estar fuerte), en Iaausencia o presencia de determinante en el sintagma nominal (he bebido cerveza, he bebido una cerveza), en €1 uso de la forma enclitica de -se (tirar, tirarse) o de los tiempos verbales en determinados actos de habla (puede venir maitana?, ;podria venir maiia- na?). Pero hay ocasiones en que el uso de un elemento en lugar de otro no supone ningin tipo de alteracién seméntica: tanto si se usa uno como si se usa otro, se esta diciendo lo mismo. Esto ¢s lo que los sociolingiistas denominan variacién lingilistica. He aqui algu- nas muestras de variacién en espafiol: realizaciones [s, h, @] del fonema /s/ implosivo (ca- sas, casah); realizaciones [r, 1] de los fonemas /+/ 0 /V/ en posicién final de silaba (multa, murta); realizaciones mas 0 menos tensas de ch, el uso del seseo, ¢l ceceo o la distincién de Sy; la realizacion de /t/, en posici6n final, como alveolar o como velarizada; el uso de los morfemas -ra 0 -se para el imperfecto de subjuntivo; el leismo, el laismo o el loismo; la presencia o ausencia de sujeto pronominal; la preferencia por ciertas construcciones acti- ‘vas 0 pasivas. Todos ellos son casos de variacién. Al elemento, rasgo o unidad lingiiistica que puede manifestarse de modos diversos —esto es, de forma variable— se le da el nom- bre de variable lingiistica. Asi, una variable lingistica es un conjunto de manifestaciones de un mismo elemento y cada una de las manifestaciones o expresiones de una variable re- cibe el nombre de variante lingiiistica. Al identificar un fendmeno de variacién, las preguntas que surgen de modo inmedia- 22 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE. 10, en cualquier nivel lingtiistico, son ;por qué? ,cémo se ha originado? Y las respuestas suelen requerir el auxilio de disciplinas como la dialectologia o de la historia de la lengua porque es habitual que haya factores extralingiiisticos implicados en la variacién: factores ‘como la geografia (variacién geolingtiistica), la historia (variacién historica) o la situacién comunicativa, en su sentido mas amplio (variacion estilistica). Todos estos factores pue- den explicar o ser responsables de muchos casos de variaci6n, Pero los especialistas en 50- ciolingiiistica se plantean preguntas mas concretas: ,cémo se manifiesta esa variacién? {qué factores la determinan? qué capacidad de determinacién tiene cada uno de los facto- res concurrentes? ,qué variantes lingiisticas caracterizan a unos grupos sociales y a otros? La sociolingtiistica se preocupa de estos asuntos porque los factores sociales también pue- den determinar y explicar la variacién. Henrietta Cedergren (1983: 150) y Humberto Lopez Morales (2004: 86-57) han se- fialado, desde la sociolingilistica y con toda claridad, que los factores que determinan la aparicion de unas variantes lingiisticas en ciertas circunstancias y de otras variantes en circunstancias diferentes, dentro de una comunidad de habla, respondena estas cuatro po- sibilidades: a) Que las variantes vengan determinadas exclusivamente por factores lin 5) Que las variantes vengan determinadas exclusivamente por factores sociales. c) Que las veriantes vengan determinadas conjuntamente por factores lingilisticos y sociales. ) Que las variantesno vengan determinadas por factores lingiiisticos ni por facto- res sociales. De las cuatro posibilidades comentadas por Cedergren y Lépez Morales, la sociolin- Blifstica csté especialmente interesada en a y enc, sobre todo en esta tltima. Cuando se comprueba que la variacién lingilistica esté correlacionada con factores de naturaleza so- cial, hablamos de variacién sociolingiistica. La posibilidad b se refiere principalmente a factores externos a Ja lengua, a menudo relacionados con el contacto o la influencia de otras variedades. En lo que se refiere a la posibilidad d, que recoge los casos tradicional- mente lamados de variacién libre 0 de polimorfismo, podria ser reformulada de Ja si- guiente forma: «que las variantes no vengan determinadas por factores lingiiisticos ni por factores extralingtiisticos». Estos casos interesan a la sociolingiistica en tanto en cuanto también es necesario demostrar empiricamente que un fenomeno de variacién no viene de- terminado efectivamente por tales 0 cuales factores. ‘Como se infiere de los ejemplos presentados més arriba, la variacién, definida como 1 uso alterno de formas diferentes de decir lo mismo, se puede encontrar précticamente en todos los niveles de la lengua, desde el mas concreto (fonético-fonologico) al mas amplio (discurso, por ejemplo), pasando por la gramatica y el léxico. Y, a partir de aqui, se puede formular un principio sociolingiiistico de la variacién, que ha estado presente en la mayor parte de la investigacién geo y sociolingiiistica de las iltimas décadas (Preston, 1986): Principio de la variacién sociolingiiistca Los usos lingiiisticos variables —fonéticos, gramaticales, léxicos o discursivos— pue- den covariar con otros elementos lingiisticos o extralingiisticos. LA VARIACION EN LA LENGUA 23 Para explicar el funcionamiento de estos usos, vamos a prestar atencién separada- mente a la forma en que ejercen su influencia los factores lingiiisticos (variacién interna) y a la forma en que lo hacen factores sociales como la edad, el sexo (género) o la profesion, entre otros. Pero, previamente hemos de detenernos en un concepto fundamental: «comu- nidad de habla». Comunidad de habla Cuando se usa el término comunidad en Lingiiistica, se hace referencia al hecho de compartir algo y ese «algo» puede entenderse de formas distintas. Asi, se puede pensar en el conjunto de todos los hablantes de una lengua histérica (comunidad idiomatica) 0 en los hablantes de una lengua en un momento y en un territorio determinados (comunidad lin- istica). Los individuos que han utilizado, utilizan y utilizarén una lengua, como el espa- fol, en cualquiera de sus variedades geograficas, sociales y estilisticas, forman unacomu- nidad idiomatica; los hablantes de lengua espafiola en este momento forman una comuni- dad lingitistica. Una comunidad de habla esta formada por un conjunto de hablantes que comparten efectivamente, al menos, una lengua, pero que, ademas, comparten un conjunto de normas y valores de natureleza sociolingiiistica: comparten unas mismas actitudes lingiiisticas, unas mismas reglas de uso, un mismo criterio a la hora de valorar socialmente los hechos lingiisticos, unos mismos patrones sociolingiiisticos. Los miembros de una comunidad de habla son capaces de reconocerse cuando com- parten opinion sobre lo que es vulgar, lo que es familiar, lo que es incorrecto, lo que es ar- caizante o anticuado. Desde este punto de vista, los hispanohablantes de México y de Espaiia pertenecen a una misma comunidad lingiiistica, pero no a una misma comunidad de habla, Por eso el cumplimiento de las normas sociolingiisticas al que obliga la perte- nencia a una comunidad puede servir de marca diferenciadora, de marca de grupo, y por eso los miembros de una comunidad suelen acomodar su discurso a las normas y valores compartidos. Tales normas y valores pueden no respetarse en la comunicacién entre miembros de distinias comunidades de hebla, pero aun en estos casos es frecuente que se intente seguir los criterios caracteristicos de la comunidad del interlocutor respectivo: si un hispanohablante se desplaza a un pais hispinico que no es el suyo, probablemente evite el uso de formas lingilisticas que son tabii en el pais de destino, por ejemplo. Sacando factor comin de todo lo anterior, podemos formular el principio sociolin- giistico de la comunidad de habla del siguiente modo: Principio de la comunidad de habla ‘Una comunidad de habla esté formads por un conjunto de hablantes que comparten al ‘menos una variedad lingtifstica, unas reglas de uso, una interpretacion de ese uso, unas actitu- des y una misma valoracién de las formas lingiisticas. 1. Sobre el concepto de comunidad de habla véase el epigrafe correspondiente en el manual de H. Lépez Morales (2004: 180-185). Este concepto, que es el més gencralmente aceptado, fue propuesto por W. Labov (1972e; 120). Véase también S. Romaine (1980: 41-59). Para la distinci6n entre comunidades idiomaticas, co- ‘munidades lingiisticas y comunidades de habla, véase el trabajo de F. Gimeno (1987: 689-698). LA VARIACION EN LA LENGUA 25 @) Lafrecuencia. Cuanto més frecuente es una variable en la lengua hablada, ex- presada en sus distintas variantes, mas posibilidades hay de conseguir un buen analisis, es- pecialmente cuantitativo, Esta caracteristica se halla a menudo en las variables fonéti- co-fonolégicas, dado que se cuentan por docenas los casos de fonemas como /s/ o como al, por ejemplo, en unos pocos minutos de habla, si bien es cierto que la frecuencia es mu- cho menor en elementos como /py/o //. 6) Laintegracién en sistemas cerrados. Cuanto més integrada esté una variableen un sistema cerrado, cuanto mAs depende su valor del valor de otros elementos de un mismo sistema, ms idénea resulta para el andlisis sociolingiiistico. Desde este punto de vista, las unidades fonologicas son perfectamente adecuadas para un analisis de la variacién puesto que pertenecen a inventarios cerrados, formados generalmente por un nimero bastante re- ducido de elementos. El espaiiol, por ejemplo, cuenta con un nimero de fonemas consonén- ticos que oscila entre las 17y las 19 unidades, segin la variedad de que se trate (piénseseen los dialectos que no tienen /6/ ni /A)); el sistema vocdlico del espafiol dispone solamente de cinco elementos, si bien algunas lenguas pueden llegar a tener 12, 15 0 mis vocales, y otras ‘menos (en arabe son tres los fonemas vocélicos) (Martinez Celdrin, 1988). ¢) Distribucién estratificada socialy estilisticamente, Esta propiedad se refiere a la correlaci6n que puede existir entre ciertas variantes lingilisticas y ciertos factores socia- les y situacionales: unas variantes se encuentran principalmente en hablantes de determi- nadas caracteristicas sociales y en determinadas situaciones, y otras variantes en otros. Se- mejante circunstancia se da en lo que, algunas lineas mds arriba, hemos llamado posibili- dad e: que las variantes vengan determinadas conjuntamente por factores lingiiisticos y so- ciales. Cuando esto ocurre —y es relativamente frecuente en el nivel fonético-fonologi- co-, la identificacién de los factores que determinan la variacién resulta mis simple. Tenemos, por tanto, que las tres caracteristicas presentadas (frecuencia, integracion en-un sistema, estratificacién social y estlistica) se encuentran muy a menudo en las varia- bles fonético-fonologicas, convirtiéndolas en objeto de estudio predilecto para la sociolin- ailistica. Ahora bien, eso no quiere decir que este campo de la sociolingiistica esté exento de problemas; ni mucho menos. Una de las dificultades practicas més complicadas de salvar en todo estudio de la va~ riacién fonética es el establecimiento de las clases o tipos de sonidos que van a ser consi- derados como variantes, porque es bien sabido que las posibilidades de realizacién fonéti- ca de un fonema cualquiera son pricticamente infinitas y que dependen de factores més 0 menos regulares (contextos, variantes dialectales), pero también de factores absolutamen- te aleatorios, como las condiciones coneretas de cada articulacién o la constitucién del aparato fonador de cada hablante en particular. Para el estudio de la variacién es imprescindible manejar y fijar una serie limitada de variantes o de posibles realizaciones, que van ser consideradas como auténticas clases o ti- pos, puesto que han de incluir todos los sonidos que cumplan unos requisitos determina- dos. Asi, cuando Orlando Alba estudia el comportamiento variable del fonems /V/ en posi- cién final de sflaba, distingue las variantes lateral (I), vibrante (1), vocalizada [i] y elidida {0}, y puntualiza (1990: 135-136): ‘Come es gico, Ia seleccién de estas varientes lleva consigo algunas simplificaciones cenel sentido de que cada una de ellas representa més bien un tipo de realizacién, La lateral, por ejemplo, agrupa varias realizaciones alofénicas que se diferencian no sélo en cuanto al 26 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE Tugar de articulacién sino también en lo relativo al gradode contacto de la lengua con la zona donde se produce la articulacién: los alvéolos, los dientes, el paladar, etc. De forma similar sucede con la variante vocalizada que, como han indicado algunos investigadores, presenta diversos grados de aberturay de localizacin. Seha creido prudente trabajar con una variante tipo y no intentar discriminar diferencias fonéticas sutiles que a simple oido resultan muy di- ficiles de transcribir de manera consistente. S6lo un andlisis instrumental podria recoger de- terminadas variaciones alofénicas de forma precisa, constante, fidedigna Como han sefialado numerosos especialistas, entre ellos Lopez Morales (2004: 57-64), los factores lingiiisticos con capacidad para determinar la variacién fonéti- co-fonoldgica pueden dividirse en tres grupos: distribucionales, contextuales y funcio- nales. Los factores distribucionaies tienen que ver con el lugar en que aparece el fone- ma: posicién inicial de silaba, final de silaba interior de palabra, final de silaba y final de palabra, etc. Los factores contextuales estan conformados por los elementos que antece- den y siguen a la variable: consonante antepuesta o pospuesta, vocal antepuesta 0 pos- puesta, pausa. Los factores funcionales se refieren a la naturaleza de las categorias gra- maticales en las que se incluye la variable: funcién gramatical, tipo de morfema, lugaren la curva de entonacién, etc. Unos pocos ejemplos nos scrvirén para ilustrar como se ma- nejan los tipos (las variantes) de diversas variables y cémo se correlacionan esas varian- tes con otros factores.? Los ejemplos de variacién fonético-fonologica que ofrecemos a continuacién proce- den de varios lugares hispanohablantes y se refieren a variables fonéticas diferentes. Co- menzamos con un ejemplo procedente del espafiol de Espaiia; més concretamente, de la ciudad canaria de Las Palmas. José Antonio Samper (1990: 263-271) ha observado alli el comportamiento variable de la -d- cuando aparece en posicién intervocdlica. Distingue este investigador tres posibles realizaciones: una d plena (partido, nada, ayuda), otra rela- jada y una tercera, elidida (ago ‘lado’, dividieo ‘dividido’ , cufiéga ‘cuftada’). En la apari- cién de cada una de ellas influyen factores tanto lingiiisticos como sociales. En lo que ata- jie a los primeros, se aprecia que los més significativos para explicar la variacién de la den- tal son el estatus gramatical, el contexto fonico y la categoria léxica. De este modo, la eli- sién se hace mds frecuente cuando la -d- forma parte de un participio (estatus gramatical) 0 ‘cuando la vocal anterior esa wo y la vocal posterior es o (contexto fonico). También se ve favorecida la elisin cuando la palabra en cuestidn es un adjetivo y, muy especialmente, en 1a palabra todo, cuando es adyacente. Los casos de variacién fonético-fonolégica menudean también en las hablas america nas. Antes haciamos referencia a las clases de variantes que distinguia Orlando Alba para estudiar la variacién del foncma // implosivo: lateral, vibrante, vocalizada y elidida. Los factores lingiiisticos que se han considerado como posibles agentes de esta variacién son el segmento fonolégico siguiente, la vocal precedente y el lugar del acento en la palabra. En Santiago de los Caballeros (Reptiblica Dominicana), la presencia de un elemento foné- tico cualquiera (lateral, vibrante o vocal), como realizacion de -/V/, es més frecuente en po- 2. Eneste momento s6lo nos interesa comentar como las variantes pueden venir determinadas por facto- res lingdiisticos, lo que supondrd, de hecho, que los ejemplos propvestos no scan auténticas muestres deestudios sociolingiisticos sino de meros estudios lingisticos: se intenta explicar cémo funciona la lengua en si misma, internamente. Con otras palabras, aunque en larealidad suele haber factoresexiralingiisticosimplicados en la variacién lingbistica, sobre todo en la fonético-fonlogica, peferimos dejar su presentacién para cl capitulo si- sienie, insistiendo en Ia idea de que la sociolingiistica encuentra su sentido cuando los hechos linglisticos se correlacionan con variables socisles y situacionales. 28 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE La emtonaci6n es [...] el vehiculo lingdistico ideal pare transmitir informaciones, que, aunque en el proceso de la comunicacién vayan tremendamente mezcladas, el oyente desco- difica autométicamente, y sabe si su interlocutor pregunta o afirma, es de Chile ode Espafia, esti enfadado o contento, pertenece a un estrato social 0 a otro, etc. No distinguir estas fun- ciones supone presentar una masa de datos indiscriminados y dificilmente utilizables Basdndose en estos argumentos, Quilis distingue tres niveles para el estudio de la en- tonaci6n: el nivel lingiiistico, que califica de denotativo, nocional u objetivo, el nivel ex- presivo y el nivel sociolingiistico, que considera connotativo y subjetivo. Los datos deun estudio sociolingiiistico realizado en Alcald de Henares nos llevan a afirmar que existen marcas prosédicas que se correlacionan con variables de naturaleza social y, consecuente- mente, que Ja funcion sociolingiiistica de la entonacién consiste en la aparicién de ciertos rasgos prosédicos que pueden ser reconocidos como marcas de grupo social (Moreno Fer- nandez, 19985; 1999). Variacién gramatical: morfologia y sintaxis ‘Que se deve usar esta composicién de la manera que digo y no andar por las ramas como algunos que, por no hablar como los otros, dizen por ponerlos, los poner y por traerlas, las traer. (JUAN DE VALDES, Didlogo de Ja lengua, 1535) La variacién gramatical, de igual forma que la fonético-fonolégica, puede venir de- terminada por factores lingUfsticos o por la combinacién de factores lingitsticos y socia~ les. Si distinguimos, dentro del plano morfoldgico, entre los fenémenos pertenecientes s la morfologia gramatical (morfemas gramaticales o con significado gramatical) y los corres- pondientes 2 la morfologia léxica (morfemas con significado léxico), encontramos que la variaci6n que mas se acerca a las propiedades de la variacién fonético-fonolégica es la que pertenece a la morfologia gramatical: son elementos frecuentes, pertenecientes a sistemas estructurados (género, mimero, sistema verbal) ya menudo distribuidos social y estilisti- camente, Pero las ventajas de la morfologia gramatical se vuelven inconvenientes en la morfologia léxica, donde nos topamos con dificultades derivadas de una presencia mas dé- bil de esa triple caracteristica. Esto también ocurre en le sintaxis 0 el léxico, aunque los problemas no son insuperables, ni mucho menos Segi Silva-Corvalén (2001: 129-132), la naturaleza de la variacién sintdctica no es andloga a la de la variacién fonolégica por varias razones: 1, Enna lengua hay menos variacién sintictica que fonologica. 2. La variacién sintictica es mis dificil de medir y cuantificar, debido a Ia escasa frecuencia con que se dan los contextos de ocurrencia y a la dificultad de obtener directa- mente ejemplos de] uso de una u otra variante. 3. Los contextos de ocurrencia de una variable sintdctica son en general mas difici- les de identificar y definir. 4. Lavariacién sintictica plantea el problema de las posibles diferencias de signifi- cado entre las variantes. LA VARIACION EN LA LENGUA. 29 Acllo puede afiadirse quela variacién sintéctica, muy frecuentemente, no esté estrati- ficada social ni estilisticamente, sino que viene determinada por factores netamente lin- gilisticos, ‘Al margen de lo complicado que pueda resultar el andlisis de la variacién de elemen- tos poco frecuentes, de inventario abierto y no correlacionados social ni estilisticamente, el escollo que se ha considerado como mis dificil de evitar es el relacionado con la demos- tracion de que un conjunto de variantes son realmente formas diferentes de decir lo mismo, esto es, de que son formas cquivalentes; estamos, pues, ante un obstaculo esencialmente semintico. Tal escollo no elimina, sin embargo, la posibilidad de identificar y analizar eon éxito numerosos casos de variacién gramatical. Advertidos de las dificultades que encierra el estudio de la variacién gramatical, es- pecialmente la sintéctica, se hace necesario comentar qué clases de variables son las que quedan incluidas en este tipo de variacién. Pedro Martin Butraguefio (1994) ha intentado llegar a una tipologia de la variacién gramatical en la sociolingiiistica del espafiol y ha pro- puesto la siguiente clasificacién de las variables: variables de tipo morfoldgico, de tipo ca- tegorial, de tipo funcional y de tipo posicional. Las variables de tipo morfolégico son aquellas que afecian, claro esté, a elementos de la morfologia, sobre todo de la morfologia gramatical, cuya variacién rera vez implica los niveles sintactico y pragmitico y que suelen verse determinadas por factores tanto socio- lingiisticos y estilisticos, como hist6ricos y geogrificos. Serian variables de tipo morfolé- gico las que se expresan a continuacién: a) Bluse de-mos o de -nos como terminacién verbal. ‘para que fuéramos a buscario | para que fuéranos a buscarlo. 6) Eluso de-ste 0 de -stes como terminacion verbal. no quisiste avisarme/ no quisistes avisarme. ¢) Eluso de -rao de -se como terminacién verbal. si quisiera, lo podria hacer | si quisiese, lo podria hacer. d) Eluso de -ria o de -ra como terminacién verbal. si pudiera, lo haria | si pudiera, lo hiciera. si vendrias todos los dias, no te Hamaria | si vinieras todos los dias, no te lla- maria e) Valor funcional o referencial de le, la y lo. e.l) anduvieron buscdndola todo el dia / anduvieron buscdndole todo el dia (la casa), €.2) no le has dado las gracias / no la has dado las gracias (a esa mujer). 3) Te dio una buena noticia a su hermano | lo dio una buena noticia a su her- mano. Es evidente que esta relaciOn podria ser més amplia, sobre todo si se piensa en varie- dades dialectales concretas, como es claro que algunos de estos ejemplos rozan el limite de Ja sintaxis, aunque no por ello dejan de ser buenss muestras de fenémenos morfologicos. Las variables de tipo categorial son aquellas que afectan, en algunos casos, a ¢le- 30 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE mentos de le morfologia y, en casi todos, a la sintaxis, cuya variacién implica a veces los niveles semintico y pragmitico. Es importante tener en cuenta que este tipo de variables a menudo no vienen determinadas por factores sociolingiiisticos, estilisticos, histdrieas y geogrificos o se ven determinadas por ellos de un modo bastante irregular. Serian varia- bles de tipo categorial las que se expresan a continuacién:? a) Uso de subjuntivo o de infinitive con para. me llaman para que yo redacte el informe | me laman para redactar el informe. b) Uso de adjetivo 0 de adverbio. ella subié las escaleras muy rdpida | ella subié las escaleras muy rapido. c) Uso de secuencias de preposiciones, voy por agua / voy a por agua. @) Tipo de unidad sintdctica (oracién cldusula, sintagma,...): se reficre a la posibili- dad de formar construcciones con diferente grado de complejidad. Las variables de tipo funcional son aquellas que afectan a la sintaxis, parcialmente a Ia morfologia, y que no suelen estar correlacionadas con otros factores de naturaleza se- mantica. Por otro lado, como ocurre con las variables de tipo morfolégico, a menudo re- sultan determinadas por factores histéricos. geogréficos, sociolingiisticos y estilisticos, aunque no siempre es asi. Algunos ejemplos de estas variables son los siguientes: a) Uso de que o de de que (quetsmo y dequeismo). a.1) me enteré de que Maria llamé | me enteré @ que Maria llamé. 2.2) yo digo que esto es cierto | yo digo de que esto es cierto. 4) Sujeto pronominal presente o ausente. entonces yo decidi que si/ entonces decidi que si. c) Personalizacion de haber. ha habido muchos problemas | han habido muchos problemas. @) Personalizacién de hacer hace seis aitos que no nieva | hacen seis afios que no nieva. ©) Presencia o ausencia de pronombre étono (clitico) no argumental. la agenda contiene un calendario / la agenda le contiene un calendario. f) Uso de loo Ios. se lo adverti a ustedes | se los adverti a ustedes. 3. Martin Butragueito incluye més variables en la relacién correspondiente al tipo categorial, pero su consideracién nos obligaria « hacer justificaciones que nos alejarian reucho del interés principal de este capitu- Jo, Hemos prescindido también de las variables que no parecen responder a factores de indole sociolingiistica. 32 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE cn los casos en que el referente de la oracién no coincide con el referente de la oracién an- terior (nunca quise salir a cenary ella nunca me lo reproché), cuando el nimero es singu- lar y cuando el verbo es de percepeién (ver, oler, etc.). En esta variable, y asi lo han com- probado tanto Bentivoglio como Silva-Corvalén (2001: 154-169), no suelen tener inci- dencia alguna les variables de origen extralingiistico. Variacién léxica Pero en esto podels considerar la riqueza de la lengua caste- Mana, que tenemos en ella vocablos en que escoger como entre peras. (QUAN DE VALDES, Didlogo de la lengua, 1535) ‘Yo comparo este abundanciaa lade los sindnimos, que, dado que los aya rigurosamente tales, solo sirven para la variedad, i harmonia del decir. (GREGORIO MaYANs, Origenes de la lengua espaol, 1737) El estudio de la variacién léxica se enfrenta a los mismos problemas que la variacién gramatical. Entre esos problemas destaca, naturalmente, el establecimiento de equivalen- cias entre supuestas variantes, que tiene como trasfondo, muy especialmente en este nivel léxico-seméntico, la larga porfia sobre la existencia o la imposibilidad tedrica de la sinoni- mig (Salvador, 1984). Es cvidente que la sociolingiiistica no aspira a solucionar de modo definitivo una cuestién que lleva muchisimo tiempo ocupando y preocupando a los espe- cialistas en semantica, pero no es menos cierto que, por eso mismo, la sociolingiiistica se ve obligada a proponer salidas y a tomar decisiones practicas. La sociolingiistica se ha convertido, casi pornecesidad epistemologica, en defensora acérrime de la existencia de la sinonimia, al menos en el nivel del discurso: las unidades lé- xicas, como ocurre con determinadas construcciones sintacticas, pueden verse neutralis das seménticamente en el discurso, en el uso comunicativo de la lengua. Esto no elude, sin ‘embargo, la dificultad que supone demostrar que existe realmente una neutralizacién, es decir, que dos o més variantes son manifiestamente equivalentes, La demostracién se hace poco menos que imposible cuando el uso de cierte forma viene acompaiiado de valoracio- ‘es 0 connotaciones particulares 0 cuando el hablante maneja en su seleccién léxica crite- ios que pueden pasar inadvertidos a los oyentes; hablamos de intenciones comunicativas, de consideraciones de estilo y de otros factores en cierto modo imprevisibles. Escollos aparte, nada nos impide plantearnos una pregunta elemental: ;qué su busca al estudiar la variacién léxica? Y la respuesta no puede ser muy diferente de la que se ha dado a propésito dela variacién fonético-fonolégico o dela gramatical. Se intenta explicar el uso alternante de unas formas Jéxicas --normalmente sustantivos, verbos 0 adjetivos— en unas condiciones lingiiisticas y extralingilisticas determinadas. Luis Escoriza (2002; 2004) ofrece en sus trabajos varias muestras de variaci6n léxica, procedentes de la comu- nidad de habla de Cidiz, tratadas desde el prisma de la sociolingiistica: conocido /famoso /célebre; casa / domicilio / vivienda /residenciai; facil / simple / sencillo; mono /lindo / bonito /bello; picapleitos / abogado /letrado; malo / perjudicial / nocivo; empezar / co- LA VARIACION EN LA LENGUA. 33 menzar /iniciar; panza/barriga /vientre /: carro/ coche /automévil; guita/parné /pasta /dinero; cabrearse/mosquearse /enfadarse; pirarse /largarse / irse /marcharse; canijo / flaco / delgado; currar / trabajar / laborar; terminar / acabar / concluir / finalizar. Las formas léxicas susceptibles de entrar en variacién pueden ser unidades de distinto origen geolingiistico que han confluido en una comunidad (gorrién, pardillo), formas adscritas a niveles cultos oa niveles populares, asi como a estilos mas o menos formales (hijastro, en- tenado; encinta, prefiada, embarazada; rasgufio, raspén, rozon; burbuja, gorgortia, gar- ‘golito, farol) o formas tabaes 0 cufemisticas (jorobado, chepita; axila, sobaco), entre otras posibilidades (Casas, 2003: 564-565). Para abordar el estudio de la variacion léxica hay que demostrar la equivalencia de una serie de variantes léxicas y, logicamente, encontrar esas variantes en el discurso natu- ral, Tal labor exige, a la vez, decidir qué caracteristicas han de tener las variantes, porque, como ha seialado Julio Borrego (1994), lo cierto es que pueden obedecer « motivaciones muy diversas, aparte, claro esti, de la etimologia: diferente pronunciacién (rocio / rucio), diferente evolucién fonética (laguna | laguna), diferente género (el dote / la dote), dife- rente derivacion (rapifia / rapifioso ‘avaro’), diferente modificacion (cogujada mofiuda / cogujada copetuda). Enum primer momento, podria parecer evidente que formas como lagunay laguna, 0 pescadero y pescatero, més que variantes léxicas, son elementos que responden a una variacién fonética; en muchas ocasiones, sin embargo, tal variacién fonética es ficticia, por tratarse de rasgos fonicos que han dejado de funcionar como variantes y que han que- dado fosilizados en determinadas unidades Iéxicas. Con otras palabras, los limites entre las variantes léxicas no siempre son didfanos y, consecuentemente, la decisién sobre qué unidades merecen ser consideradas como variantes de una misma variable entrafia un ries- go notable. Ante tan delicada circunstancia, cada investigador se dejar guiar por los inte- reses particulares de su estudio y por las caracteristicas historicas y dialectales de las va~ riantes analizadas. Asimismo, la cuestién de localizar auténticas variantes léxicas no es baladien absolu- to, dada la escasa frecuencia con que alteman en el discurso. De ahi que algunos especia- listas hayan optado por encontrar las variables fuera del discurso continuado y natural: por medio de encuestas y cuestionarios. Si los hablantes no usan a menudo formas léxicas equivalentes en su habla esponténea, lo mejor es preguntar directamente por ellas.en una encuesta, Sin embargo, el lamento de los sociolingtiistas a la hora deutilizar los cuestiona- rios para recoger unidades léxicas ha sido general: A pesar de los inconvenientes que desde el punto de vista sociologico y psicolégico puede tener la utilizacion de cuestionarios fijos, hemos procedido de este modo (Etxebarria, 1985: 73). Aqui el estudio sociolingiistico del léxico}, mas que en ningén otro campo resulta im- prescindible el recurso de la encuesta, con todos los problemas que tal instrumento conlleva (Borrego, 1994: 120). Este lamento nace, no del rechazo dela encuesta misma, muy usada en otro tipo de in- vestigaciones (geolingilistica, lingiistica aplicada), sino de los inconvenientes que pre- senta enrelacién con lo que William Labov Ilamé la paradoja del observador (1972¢ apud 1983: 266): LA VARIACION EN LA LENGUA. 35 Variacién pragmético-discursiva Alinicio de este capitulo se explicaba que la variacién puede producirse y encontrar- se en cualquier nivel lingiiistico, comenzando por el fonico, el mas concreto y el aparente- mente mas simple. Pero también puede darse variaci6n en el proceso de construccién del discurso y de formacién del enunciado. En estos casos, la dificultad de demostrar la equi- valencia entre frases, expresiones o recursos discursivos es extrema, dado que en ellos vie-~ nen a coincidir todos los obstéculos comentados para otros niveles de menor complejidad. Ademés, al manejo de unidades con significados gramaticales y léxicos se afiade ahora todo lo relacionado con el significado en su dimension pragmatica. No estamos en condiciones de establecer una relacién pormenorizada de los posibles casos de variacién pragmético-discursiva susceptibles de estar correlacionados con facto- res sociales, pero si podemos apuntar algunos posibles objetos de estudio. Uno de ellos es el de las formas de tratamiento, de extraordinaria significacion sociolingiiistica, por mu- ‘chos motivos. Aunque las formas de tratamiento incluyen recursos diferentes para expre- sar distintos tipos de relaciones entre interlocutores, también es posible encontrar casos de competencia de formas o de sustitucién de unos sistemas pronominales, caracteristicos de una generaci6n o un grupo social, por otros sistemas. Pongamos como ejemplo la pugna entre los sistemas de tratamiento basados en las relaciones de poder (con un uso més gene- al de usted) y los sistemas basados en la solidaridad entre interlocutores (con un uso més general de 1), Esta pugna puede llevar a la alternancia de usos pronominales en el discur- so, cuando el referente es el mismo. Pensemos también en los casos en que conviven, den- tro de una misma comunidad, hablantes que usan un sistema de dos pronombres (tti-usted) con hablantes que usan un sistema de tres (tt-usted-vos) (Solé, 1970; Moreno Fernandez, 1986; Carricaburo, 1997). Como se ha dicho, el émbito del discurso —y especificamente de la variacién discur- siva— ofrece numerosas posibilidades de estudio, una vez que se acepta la posible equiva- lencia (semintica, funcional) entre varias alternativas. Es un hecho que las opciones que ofrece el discurso pueden asociarse a unos valores sociales y estilisticos determinados y, por Jo tanto, tiene sentido su estudio sociolingiiistico. Veamos estos ejemplos propuestos por Antonio Narbona: 1.a) Total: que cogi un libro y me senté debajo de un drbol. 2.a) Ti no tienes cabeza més que para la cocina. ;¥... y! En ambos casos estamos ante enunciados que cualquier hispanohablante catalogaria como coloquiales (dimensién estilistica) y més propios de hablantes de niveles so- cio-culturales bajos. El uso de «Totaly y de «Y...j$» posee alternativas reales en la lengua hablada, como las que se anotan a continuacién, variantes de las que se desprenden conno- taciones sociales y estilisticas diferentes: 1.5) En resumen, cogi el libro y me senté debajo del arbol. 2.8) Tid no tienes cabeza més que para la cocina. Y es mucho decir. En estos ejemplos se puede apreciar también otro hecho de singular relevancia: la in- tima relacién que existe entre la variacién sintactica y la variacién del discurso, hasta el punto de que muchas variantes aparentemente sintacticas solo pueden tener explicacién 36 PRINCIPIOS DE SOCIOLINGUISTICA Y SOCIOLOGIA DEL LENGUAJE desde el discurso y la pragmatica, a la vez que la concrecion del discurso suele implicar a ‘componentes sintacticos (por ejemplo, el orden de palabras). Otro posible émbito para la variacién es el de la conversacién cotidiana, la lengua co- loquial. Aqui es posible encontrar muestras de variacién, correlacionadas con factores s0- ciales, en expresiones de muy diverso tipo: saludos, presentaciones, preguntas por la sa- lud, agradecimientos, despedidas (Moreno Femnéndez, 1989), y en el uso de diversos me- canismos conversacionales. De ello hablaremos més adelante. Finalmente, también pue- den ser variables en su uso los llamados marcadores de! discurso, unidades que no ejercen una funcién en el nivel oracional, sino en el discurso propiamente dicho, ordenandose en diversas categorias: pero, entonces, mira, asimismo, encima, entonces, ahora, asi pues, por consiguiente (Portolés, 1998; 25-26; 135-146; Martin Zorraquino y Montolio 1998). ‘Aquellos marcadores que pertenecen a la misma categoria, cuando coinciden sus caracte- tisticas seminticas y pragmaticas, pueden establecer una relacién de variacién (por ejem- plo: por un lado / por una parte; de todas formas / de todos modos / de todas maneras) € incluso pueden ser sometidos a tratamiento cuantitativo en el que pueden estar implicados factores sociales y, por supucsto, estilisticos (Cortés Rodriguez, 1998). Variables lingiiisticas y extralingiiisticas A\la vista de lo comentado a lo largo de todo este capitulo es posible proponer una diferenciacién, al menos como hipétesis de trabajo, entre los niveles de la lengua segin 1a naturaleza de las variables explicativas que en ellos suelen incidir: mientras la varia cién fonético-fonolégica y la de tipo morfolégico y funcional se ven determinadas fre- cuentemente por factores lingilisticos y extralingilisticos, la variacion categorial, posi- cional (sintictica) y discursiva se ve explicada mayoritariamente por factores lingiisti- cos y la variacién léxica por factores extralingiiisticos. Es preciso llamar la atencién,no obstante, acerca de dos realidades. La primera es que la variacién sociolingiiistica, en la que intervienen tanto factores de lengua como factores ajenos a ella, se puede hallar en todos los niveles: fonétice, gramatica, léxico, discurso, La segunda es la preeminencia de los factores lingilisticos sobre los extralingiiisticos. Como sefiala Lopez Morales (2004: 178-179): Debe advertirse, sin embargo, que todos los factores sociales, por importantes que sean, estén supeditados 2 los imperativos del sistema lingilistico; hasta la fecha se ha comprobado cen repetidas ocasiones que los factores sociales no son tan categéricos como los gramatica- les: actian donde el sistema lo permite Aci pues, las variables extralingiiisticas, especialmente las sociales, actiian alli donde la lengua lo permite y no es casualidad que sea en el nivel léxico—el mas periférico 0 su- perficial, el mas sujeto a los vaivenes historicos, el de mayor carga simbélica— donde es- tas variables parecen revelarse como més determinantes. 4, También por variables de indole lingtistica, pero més irregularmente.

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