You are on page 1of 49
il psicoanilisis (...) tanto en las pricosis como en las neurosis nos facilica por vez primera en la histo- tia de la Medicina una visién de los origenes y el mecanismo de estas enfermedades. (..) El psicoandllisis aspira a interesar a hombres de ciencia distincos de los psiquiatras, pues se extiende a otros varios sectores cientificos diferentes y esta- blece entre ellos y Ja patologia de Ia vide psiquice relaciones insospechadas.» (O. C. Ul, 1851). PEDRO EF.-VILLAMARZO Catedritico de Pricologis Profunda de la Universidad Pontificia de Salamanca y Director del Centro Pricoanalitico «Oskar Pfister» de Madrid CURSOS SISTEMATICOS DE FORMACION PSICOANALITICA I Primer ciclo: Cursos sobre S. Freud Vol. 1 TEMAS INTRODUCTORIOS Colaboradores: En Ia fijacion de cextos Carmen Bueno Acero Licenciada en Filosofia Pura En la revisién ecnica José Aurelio Argaya Ortiz Profesor de Psicoterapia de Grupo en la Universidad Pontificia de Salamanca Direeci6n y revisién general del propio autor marova : © 1987 ha INDICE GENERAL Pedro F.-Villamarzo © 1987 Ediciones Marova, S. L. primera edicién i ‘octubre 1987 ! cubierta y disefio | ‘ Taller grifico de Ediciones Marova I PRESENTACION GENERAL DE LA OBRA. a n VTEMA PRIMERO: INTRODUCCION TEMATICO.METODO- LOGICA ALA OBRA...... 3 LA, Precisiones seménticas peévas 36 é LLL. Bvolucin histbriea de estos concept08 enn a A) Primers utlizacién de cada término. a 1B) Empleo posterior de estos téeminos, 50 112. , Propuesta de precsién cerminologica basic. 3 1.13. Cossecuencias pricticas de exles precsiones cert O18 GIES nnn 56 12. Sispuestos cientfico-metodologices 6 121, Estudio dicecto de feat nnn @ 122. Permanence confrontaciéa con la clinica 6 123, Merodologia histévico-titica.. @ 124, Procedimieace investigador ansiftice-sintéico.. 71 | 125, Rigurosa ueilizcién del lenguaje téenico. w 13. Visiéa panactmice de meteris.. va 78 : - 13.1. Volimen primero, Temas incroductorios 8 Para obtener inforiacisn sobre las obras publicadas 0 en programa rac 132, Volumen segundo. Temas metapsicol6gicos ca Y¥ pact propuestas de nuevas publicaciones, dtigire =: 133. Volumen tercero, Temas 85 de Ediciones Marova, S. L. 134. Volumen cuacto. Temas clivicos F 87 C/ Cedaceros, 3, 2° - Tels, 252 26 06 - 232 26 15 - 28014 Madcid 135. Volumen quiaco, Temas psicoligicos. 30 3 sie ic cg ee 2 Indice general Pgh 136. Volumen sexeo. Temas psicodinémicos: El yo y los mecanismos de defens. 94 134. Volumen sépcimo. Vias inconsciences x ‘TEMA SEGUNDO: FUENTES FREUDIANAS Y DE DOCUMEN- ‘TACION. 21 22. 23. “Texzo origial alemin y principales traducciones de a obca 8€8, Freer emma 105 DAL. Presentacién del eexco original avaneveninenne 107 AY Carectertstices formales de la obra. 107 B) Caracceriscicas edioriales de la obfQecc----- 108 ©) Evaluacibn critica de la be cone 108 21.2, Presentaciin det cexco cxtico 2 ‘A. Caraccersticas forrnales de la obra. uz 1B) Garacceristicas edioriales de la obra. 18 (©, Evaluacién ercica de la obra. 15 243, "Peesentacida del eatto bisico 20 A) Caracreristices formales del obeBencenie 123 B) Caracceristicas editoriales de a Obthennne 123, ©) Evaluacibn critica de la obra... 130 Principales obras de estudio y documencaciin histérica 135 22.1, Obras de estudio. 22.2. Obras de docamencacién histérica. Obeas de documentacin bibliogréfica y temitice 138 23,1. Obras de documentacién bibliogcitica. 158 73.2. Obras de documentacion temética mw 165 Principals escrites feeudianos histécice, inteoductorios y tesimenes o de siatesis doctrinal. Escritos histércos. 42, Escritos inteoducrorios 243. Escritos resimenes ws 24. vnmnrnan 174 ‘TEMA TERCERO: HISTORIA DEL MOVIMIENTO PSICOANA- 3A 32. 33, Todice general Pags. A) Javeatud de Feend (1856-1900) nnn 183, B) “Epoce de madurex (1900-1920) -0-cewcnnens 187 ©). Atios de plenicud (1920-1959). Jeventud de Freud (1856-1900). 3.11. Nacimienco y afos de formacin (1856-1881 193, A) Nacimienco (ciecunstancias condicionantes) 193 B) Adios de formacién.. aS 3.1.2, Enoventtos “preliminares”y“décisivos” (1882-1887). 222 m A) Encventeos preliminares B)_ Encuencros decisivos 313. Auoandlisis de Freud 0 “Ad 1900) 238 BLA, Obras resumen vee 245 Epoce de madurez (1900-1920) enn 321, Primeros pasos del movimiento (1901-1906) wuss 252 322. Expunsibn del movimiento pial (1508- 1911)... : 323. Primeras disensiones y elaboraciones gieas (1911-1918). A). Primeras disensiones. B). Elaboraciéa de reatmenes metapsicolégicos... 267 ©) Creacién del llamado "Comicé ée los Cinco”. -269 232 260 324. Obras-resomen un ~ 7m ‘Afios de plenitud (1920-1938) _ 75 33.1, Horas de dolor (1920-1933).. ms A). Dolorosa crcnstancia familiares: Perdidas J se seres querides 2B) Dificulesdes politicas—-—— ©) Nuevas disersiones en el Movimiento. D)_ Obras-resumer 332. Gloria final y destierro (1956-1939) A). Revonociimiento fin! BY Destierto y horas finales... ©) Obeas-resumen... moses Indice general Page. TEMA CUARTO: LAS GRANDES ETAPAS DEL PENSAMIEN- ‘TO FREUDIANO a oT 41. Dif de ode een de cea eas 259 ALL, Tiealo ambicios0 won 300 412. Necesided de oriencacién metodoldgica 30 413. Posibles enfoques del cuadeo ceferencial 306 42. Criterios metadolégis y presentacida del euadco. 309 42.1. Criterioe metodol6gicos pacs sa cealizaciéa « 310 422. Presenracibn general del cusdro.. 315 A) Tomas centrales.. a5 B) Momentos de arviculacion.. aT ©) Arciculacién del cuadto referencias 319 43, Naruraleza epistémica de ls grandes temas merapsicoigicos. 324 43,1. Dimensiéa empicice de tales constructos mecapsi- ‘olégicos. 326 432. Diversidad {gin los diferentes tomato 228 ‘A)_ Primer gran ceraa: Descripcién en clave fisio- logicisea de apecaco psfguicn nnn 329 B) Segundo gran tems: Descripciga ea clave cenergetists del concepto de pulsibnrnenmme 332 ©) Tercer gran tema: Descripciin en clave mices- nicisea del concepco de conflico psiquicn .... 337 1D) Resumen sobre ia aatucaleza epistémics de ios [grandes conceptos merapsicolO pices muvee 340 44, Presentacién panorimica de los grandes momentos de ar- tioulaci, ua 44.1. Primer gran tema visea t6pico). A) Primer momento: Concepcién neurolégics.. B) Segundo momenco: Primera concepeion (6- ©) Tescer momento: Segunda concepciéa tépica. 353, 442. Segundo gran ems: Teorta de a putin (puna de vista econémico) is 357 4) Printer momeaca: Primera tora de las ar siones 338 B) Segundo momenta: leeroduccidn de la eoria del naccisisme. a See a TEMA QUINTO: INTRODUCCION A LA EPISTEMOLOGIA PSI- COANALITICA von 40. Preémbuto, Indice general ©) Tercer momento: Segunda teoria de las pul- 443, ‘Teccer gron tema: Concepcién de conflicto pslquice (punto de vises diadmico). 7 A) Primer momento: Concepeién eSpico-teaumd- ‘lea de conflicts B) Segundo momento: Concepcibn faneaseniicn ©) Tercer momento: Concepcion, delensivo-es- ceuctural.. Primera parte: Estaeato cenrlfca del psicoaodlisis en Te (bea de E2004 rovnnmnnnnnn se Sut. Metodologia empleads 7 5:12 Presentacién y recopilacon de textos aaa A) Presentaciéa de roxeos. B) Recopilacién de rexros 5.13, Coastantes del pensamiento episeémico-priconns: licco de Freud A) Ciencia BY Empitiea na © Nacurel D) Singular B Psieniégica ee F) Aplicable coe Sepunds act £1 pricoanliis fein ene concer general de las ciencias 5.2L. Prncipelescorsintes epistemogias. A). Corrientes paracieaifeas B) Corriences meeacienifias ©) Corrientes cieneties.. 522, Bespeciva seni del psc diversas corcientes ‘Teccera parte: Originalidad epistémica det psicoanilisis, 53,1 El psicoundlisis como protociencia. 9 389 301 sat 395 48 20 a 26 80 86 88 w 43 ad 49 452 432 Indice genecal Pagr. sy = “a PRESENTACION GENERAL DE LA OBRA A) Respecto al objeco nn 454 B) Respecto al mérodo... 437 ©) Respecto a Is eeorla 461 53:2. El psicoanilisis como ciencia orginal yproblemitics. 467 A) Problematicidad dal psicnandlisis en'razsa de su objeto... 9 B) Problemacicided del psicoundlisis en cazén de ‘su mécodo, a ‘TEMA SEXTO: BIBLIOGRAFIA SISTEMATICA DE ESCRITOS FREUDIANCS... a7 60. Predimbulo.e nnn a 79 6.1. Bibliograffe sistemética de escritos Freudian 481 Gi, Fuentes cexcuales criginales y de tradvecibm mone 481 612, Relacién general de escricas freudiais. 483 A). Escritos de 1873 2 1900 Juventud de Freud). 483, Ls intencién —de este obra— na es, gor supuesto, pro- B) Escritos de 1900 a 1920 (Epocs de madurez). 496 ‘| mover Ia credulidad o desperear conviceién. Les ensefenzas ©) Bscritos de 1920 2 1939 (Epaca de plenind) 534 el psicoandiisis estén barades 0 un sadinery inealeolable de observaciones y experiencia y slo aquel que a cepetido estas APENDICES (documentos) «0 7 sm bservaciones en si mismo y en los dems exd ea tuna pesi- cién de aleanzar un juicio personal sobre ellaso(S, Freud, 0.C BIBLIOGRAFIA CITADA EN EL PRESENTE VOLUMEN, 581 TH, 3379), <. Residentes por aquel entonces en la ‘capital francesa, comienza alli a la saz6n.nuestra especializaci6n sistemética en Freud y en los principales autores psicoanaliticos. Tanto la Universidad Catdlice parisina, como Ja Sorbona y el Instieuto Psicoanalitico de Paris, mas focalizado este iltimo en nuestra materia de especializacién, se convirtieron en les tres ‘grandes instieuciones en que habria de desarrollarse nuestra investigacién doctoral y simultdneo perfeccionamiento en el ‘campo del psicoandlisis (cf. P. F.-Villamarzo, 1982) Paris, por otra parte, se habla convertido por aquel enconces en la principal capital europes de lo que ya se habla convenido en denominar econtestation un peu partout». «Contestacién» de la que no se librarta insticucién alguna (cf, G. Lapassade, 1966), y a ene 4 la.que, por tanto, habrian de enfrentarse también todas las insti- } quciones profesionales y formativas de tipo psicoanalitico (cf. J.C. * Sempe, 1968, y J. P. Valabrega, 1969). Es precisamente en medio | Ge cee catmésferay contestararia y, probsblemente, como © intento de matizada respuesta a determinados radicalismos auto- © didactas, proliferantes a 1a sazén especialmente en torno a la |. Universidad parisina de Vincennes, cuando concebimos la idea de — comengar nuestra especializacién sistematica en Freud y en los pales autores psicoanaliticos. Nos servimos para ello, ade- ‘mis de nuestro personal trabejo de investigacién en la obra freu- diana, de los cursos bienales teécicos (Seminaires metapsycholo- giques et Conférences d’introduction) que por esas fechas se im- paceian en el elnstieut Psychanalytique de Paris», bajo la disec- cién de Christian David y M. de M'Uzan. Semejantes cursos ‘Parisinos, aunque extremadamente esqueméticos en su contenido y en su desarrollo, fueron la verdadera base y auténtico punto de ppartida de nuestra ulterior especializaci6n, tanto en la obra freu- diana como en los restantes autores psicoanaliticos coherentes |p con el freudismo. Si a este inicial punto de partida formativo e 1 investigador le sumamos nuestra posterior carrera docente y pro- {fesional, podrin los lectores fécilmence comprender la verdadera base cientifico-didéctica de esta obra psicoanalitica que ahora se les ofrece. Podriames decir —construyendo una metéfora— que la balanza de esta obra se equilibraria de la siguiente manera: nues- 14 Presentacién general de Ia obra 3s iniciales cursos patisinos y ulterior investigacién directa en Jas fuentes freudianas, constituye la garantia cientifica de la obra; auestra larga carrera docente y le préctica clinica que habria de seguir a tal investigacién bésica, aportan a la obra sus eventuales sutlidades didécticas y evidentes inquietudes empiricas A nuestra vuelta de Paris en 1971, por otra parte, tres fueron, J por este orden cronolégico, las instieuciones acedémicas y pro- fesionales que, como verdaderos ebancos de prueba», habrian de conformat 1a gradual elaboracién cientifico-didactica de la pre- sente obra de formacién psicoanalitica. En primer lugar, el Instituto de Psicoterapia Analitica «Molina Nufiez» de Madrid. En calidad de Secretario Técnico de esta Institucién primero, de Director Cientifico después, y de profesor de Pensamienco Freudiano y de Autores Psicoanaliticos siempre, durante seis largos atios tuvimos a nuestro cargo la formacién psicoterdpica de dos promociones de futuros terapeu- tas de orientacién analitica. Los cursos sistemdticos que allf hubimos de impartic, permanentemente entiquecidos por aues- ta personal experiencia analitica taro en Clinica como en Ambulatorio, estén en la base de los cursos que, progcesivamente ampliados y debidamente sistematizados, habriamos.de seguir impartiendo en sucesivas insticuciones de cardcter cl{nico y docente. La fundacién, con posterioridad, del Centro Psicoanalitico Freudiano «Oskar Pfister» de Madrid, nos permitié estructurar definitivamente un nuevo y mas ambicioso plan’ formativo de «studios. Inicialmente fue proyectado un ciclo de formacién psi- coanalitica de cinco afios que, en la préctica, habria de tener una més amplia duracién de sieve. Verias fueron, y seria muy largo pormenorizarlas, las ciccunstancias favorables que confluyeron en esta primera promociéa del 79 de nuestro recientemente creado Instituto Superior deEstudis Freudianos. De entre ellas, podriamos destacar la gran calidad humana y profesional de la prictica totalidad de los psiquiatras y psicélogos que componian esta numerosa promociéa, asi como fa total coherencia freudiana, tanto tedrica como profesional, del equipo «Oskar Pfister» que con nosotros colaboré en esta tarea. Todo ello cristalizé en un mis completo y extenso cplan de estudios» que habria de permi- tic un definitivo replanteamniento y ampliacién de aquellos inicia- les cursos sistemiticos, hasta convertirlos en el verdadero 5 Peesentaciéa general dela obra ezquema bésico de Ciclos, Cursos y Temas que habria de servic fin de bese al proyecto general de la presente obra. ‘Nuestro acceso, por otra parte, a lz Cétedra de Psicologia Profunda de la Universidad Pontificia de Salamanca en 1979, simultaneado con nuestra continua experiencia clinica y didéctica fen el Centro «Oskar Pfister» de Madrid, habrfa de proporcionar, © finalmence, un importante toque epistemolégico ¢ interdiscipli- | gar al definitivo enfoque de los esquemias bésicos de los ceferidos © eqursos> (cf. P. F-Villamarzo, 1986e). Pero deciamos al principio de este apartado que, ademés de su elaboracién antigua, la obca era también edicorialmente re- © Giente. Efectivamente, hace sélo un ao escaso que nos pusimos personalmente 2 trabajar sobre el proyecto de la misma. Par- tiendo para ello de los diversos eesquemes> y , el sexto y tltimo volumen del cicio. El Tercer Ciclo, Curso monogrifico de autores, tirula sus tes volimenes como sigue: «S. Ferenczi o el Tema de las varia- ciones técnicas», el primero del ciclo; «K. Abraham o el Tema de la clinica psicoanaliticax, el segundo, y «M. Klein 0 el Tema del mando fantesméticos, el rercero. 23 Presentacién general de la obea El cuarto y Ultimo de los cilos, por su parce, Curso General de Técnica Psicosnalitica, distribuye ast los titulos de sus tres volimenes: «Temas introductorios», es el titulo del primero; | Yeonduccién del tracamienco analitica», el del segundo, ¥ «Proto- colos de sesiones y docamencacisn critica, el del ercero £ "Er volumen XX con el stulo: Registros generales y docu- E © méatacion didéctica, no forrma parte de ningiin ciclo puesto que [porta el preceptivo instrumental critico para el mejor manejo de [code a obra en su conjunto. ‘Afiadamos todavia, y ya respecto al contenido sistemdtico de cada uno de los diecinueve volimenes de texto, que cada uno de ellos consta regularmente de los siguientes elementos didacticos: {) Erquema general del contenido textual de cada tema, con lo que, al principio de cada uno de ellos, se ofrece una visién esque- imética del desarrollo de todo el texto; 2) Desarrollo sistemdtico de los diverios temas 0 capicalos que componen Ja unidad e6pica de cada volumen; 3) Material de apoyo intercalado en el texto y destacado en ésangrado>; 4) Material didéctico complementario (que ilustra ineuicivamente el desarrollo de cada uoo de los temas; 5) Informe bibliografico especifico y general en el que se apoya critica y exegéticamente el desarrollo de los contenidos teméticos de cada volumen. E) MANEJO DE LA OBRA - Digemos siquiera sea unas palabras acerca del mejor aprove- chamiento general y espectfice del conjunto de esta obra... En lo.que se refiere a la utilizacién general de la misma, partimos de aquellas caracteristicas fundamentales que —segin vieos— conforman la verdadere naturaleza de la obra. Todas elias coinciden, en ilcimo extremo, en que el aucéatico caricter de ésta es eminentemente formativo. La utilizacién, pues, de le presente obra viene indicada, en primer lugar y en su sentido més pleno; para todos aquellos candidatos @ una sistemitica formaciéa psicoanalitica o simple- mente psicocerapéutica, pero de verdadera orientacién analitica En este punto preciso, nos conviene aclarar que esta obra, por su - p ‘ e 4 Presentacién general de fa obra ~seardcter fundamentalmente tedrico de ensefanza psicoanalit puede resulter de una indudable utilidad para todo tipo de candi- datos en este campo, independientemente de la orientacién espe- clfica 0 de «escuela» que finalmente éstos suscriben. La sistemé- tica lectura y adecuada asimilacién de los contenidos de la obra ‘enriqueceré su panorama tedrico fundamental, abriendo nuevas vias a una més especifica lectura de le obra freudiana y de los principales autores psicoanaliticos. Bésicamente, por su funda- mental carécter freudiano, esta obra puede prestar una sélida y coherente plataforma conceptual sobre la que construir la poste- tior especializacin y especificacién formativa individual 0, en su «250, institucional, de acuerdo con la personal opcién formative de cads uno. En este sentido, tanto esta obra como el propio Instituso «Oskar Pfister» en que la misma se gest6, nacen con una verdadera vocacién de coherente dilogo y abierta universalidad, ims allé de todo estrecho capillismo de «escuela», Un segundo tipo de posibles y sistematicos usuarios de la obra podemos encontrario en todos aquellos terapeutas en ejercicio que, por lus mis diversas razones (formacién asistensdtica, Lec tura aurodidzcta un tanto anécquica 0 simple necesidad de puesta al dfa), deseen reciclar sisceméticamente sus previos conocimien- tos psicoanaliticos. La hoy tan constantemence encomiada nece- sidad de formacién progresiva 0 permanente en todos los domi- aos profesionales debe egar, cada vez con mayor extensidn, 3 este nuestro campo psicoanalitico. Pero todavia existe una tercera posible motivaciéa en el acceso a nuestra obra, aunque enveste caso ya no se intente un abordaje sistemético de la misma. Nos referimos, por uns parte, a todos aquellos terapeutas profesionales més experimentados ¢, inclusive, enseffantes de psicologia profunda o del psicoandlisis, quienes pudieran evencualmente desear servirse con utilidad de algano de los voltimenes o temas monogrificos. Esta obra les setvird, bésicamente, para su puesta al dia en un determinado t6pico de su personal interés. Fuera, por otra parte, del campo especifico del psicoaailisis, podriamos, inclusive, referimnos también a todos aquellos profe- sionales, investigadores y aun estudiantes de cursos avanzados de cualquier tipo de ciencia, principalmente humana, que interdisci- plinarmente puedan interesarse por el estudio 0 consulta mono- géfica de alguno de los grandes temas del pensamiento psicoana- 23 serach Presentaci6n general de la obra Iirico. Meaci6n especial merecerian, en este punto, los estudian- res de psiquiatrla, psicologia o carreras afines, aunque su orienta- Giga profesional no vaya a seguir especificamence el modelo ‘psicosnalitico, Para ellos, habria que desear —como peda Freud Ensu «trabajo sobre la Universidad» de 1918— que los planes de Genudio de estas carreras hiciecan oficialmente «accesible el psi- Coanilisis a los estudiantes de estas ramas de [a ciencia». Mas como, lamentablemente, es un dato de realidad que tal situacién seadémica no existe en general, seria deseable que al menos estos ‘estudiantes de carrecas afines al campo psicoanalitico tuvieren la ‘oportunidad de leer, cuando menos, el primer ciclo de esta obra ‘enorden aun mis serio conocimiento dei modelo psicodindmico de Ia personalidad. Respecto al manejo especifico de las diversas partes y conte- nido de la obra, diganios algo sobre la posible forma y ritmo de trabojo. Por lo que 2 la forma de trabajo se refiere, conviene distinguir entre quienes se acerquen a ella —ccandidatos» 0 ‘ereciclados»— con fines fundamentalmente formativos, y aque- los otros —«terapeutas avanzados» 0 conmigo mismo de estos cursos. Podemos asegurar, sin riesgo de cexageraciba alguna, que sin el gran interés profesional y cons- -tante_estimulo de ésta excepcional promocién, ni estos cursos hubiecan logrado la extensién y sistematizacién que han tenido ni, en coasecuencia, esta-voluminosa obra bubiera visto nunca st aparicidn. Nuestra enorme geatitud, pues, a toda esta gran pro- mocién que desde 1979 nos ha acompafiado, entre exigente y valorativa, en esta personal singladura investigadora y continua reflexibn clinica en voz alee. Particularmente, y por lo que a su colaboraciéa en la trans- cripcién y primeros retoques de los «apuntes» policopiados se - refiere, nuestro mas sincero agradecimiento a Teresa Sanchez, ‘M. Luisa Cardona y Margarita Chivice, inteligentes y laboriosas teanscriptoras de diccéfono y méquina de escribir. No podemos, sin embatgo, cerrar este capitulo de agradeci- mientos ‘elativos 2 la confeccién de esa treintena larga de voli- menes de «Apuntes de clase» policopiados que estén en la base de esta obra, sin hacer una mencién especial‘al Dr. José M.* Blanco, £ “quien, a lo largo de estos siete afios de la actual promociéa, ha corrido con la responsabilidad de coordinar y supervisar el tra- bajo de confeccién de los referidos «Apuntes». Junto a él, en las, prolijas tareas administrativas del registro legal de los mismos, estuvo siempre Rocio Cervera: a ella también nuestro més sin- cero agtadecimiento. Unas palabras de gratitad, todavia, a las ya siete largas pro- mociones de psicblogos de la facultad de Psicologia de la Univer. sidad Pontificia de Salamanca. Su constante y juvenil estimulo ha servido, a la vez, de epistemoldgice e interdisciplinar confronta- Preseneacién general de la obra «idm para la consolidacién de estos Cursos sistematicos, aut, ya convertidos en verdaderas aApunces de Cétedras. Aunque el niiero de gratirades pasaria en este caso de las mil, al no poder citarlas nominalmente, sepan que sus nombres estén, de alguna forma, presentes en las paginas de gran parte de esta obra. ‘Mas no podria faltar en este punto una mencién especial de reconocimiento para las autoridades académicas de aquella uni- versidad, quienes con su gran visiOn de futuro hicieron posible la definitiva salida a concurso-oposiciéa de la primera Cétedra de Psicoandlisis en la universidad espafiola. Tres nombres destecan, sobre otros, en su interés y eficaz gestidn para que esto fuera posible: el Rector Magaifico de la referida Universidad, Prof. Juan Luis Acebal Lujén, el por entonces decano de aquella Facul- tad de Psicologia, Prof. Gerardo Pastor Ramos, y el también por centonces vicedecano y profesor de la misma, Prof. Sabino Ayeste- rin Etxebertia, A ellos nuestra personal graticud y el més general reconocimiento de cuantos nos movernos en Espafia en el campo del psicoandlisis, as tltimas menciones nominales de gretitud, precisamente por lo més definitivo y obvio de su importante colaboraci6n en la fase final de la realizacién de esta obra, requieren, paradéjica- ‘mente, tina menor extensién en este momento de generales gra: titudes. Efectivamente, con todo aquel material bruto, durante tanto tiempo allegado y finalmente plasmado en los més de treinta volimenes de los «Apuntes de Cétedras, habla que reali- zar una general reunificacida estilistica, asi como una actualize- cidn de! aparaco critico y revisi6n técnica de contenidos. Ni que decir tiene que, aunque desde un principio nos propusimos res- ponsabilizarnos personalmente de esta ingente tarea de defini- tiva elaboracién cual corresponde al verdadero autor de una obra, hhubimos de acudir, no obstante, a nuestros mas préximos com ‘pafieros y colaboradores del equipo «Oskar Pfister», en demanda ‘de ayuda operativa para el peinado o refundicién de textos, segia los casos, y para la mis completa apoyatura critica y la revision técnica de sus contenidos. Esce verdadero trabajo en equipo era el nico medio de garantizar el ritmo de definitiva preparacién de originales que razones editoriales y de todo orden aconsejaba como el més idéneo. ‘Nombres, como el de Carmen Bueno Acero, secretaria técnica de investigacién y dltima responsable conmigo de la fijacién de Bt Presencacién genersl de la cbea cextos; hombres, sobre todo, como los de los doctores: José Aure- lio Argaye Orti2, Victor de Dios Galocha, Pablo Gallo Mezo, M. Vieroria Gonzélez Quintana, José M. Bianco Villagaccfa, Bliss “stray Pumpido, Pedro Dominguez y Marcelo Arroyo, quienes Comparten conmigo las responsabilidades técaicas de la revisién Ge contenidos de los diversos voltimenes, escapan aqui, debido ‘precisamence a la iemporrancia y generosidad de su colaboracién, 2 tina simple y-répida mencién de gratieud. Nuestro reconoci- miento hacia todos ellos quiere expresarse, con mayor justicia, haciendo figurar sus nombres junto al nuestro en los correspon: dientes volmenes de acuerdo con su més especifica responsabili- dad y colaboracién en cada uno de ellos. Cumplido, pues, este grato deber de gratitud para con todos aquellos sin cuya inteligente, generosa y entusiasta colaboracién festa obra nunca hubiera sido posible, nada mejor que terminar la presentacién general de la misma atreviéndonos a pacafrasess, con las abismales distancias de rigor, unas histéricas palabras del ‘propio Freud al final de su Autobiografia: -cAsl pues, volviendo Ia vista a lz labor —de esta obra idéctica— poedo decir que he inicizdo —en ella— muchas cosas y sugerido oteas, de las cuales dispondrs el faruro, Por mi mismo 20 puedo decir lo que en tal fucuro legaria a ser Sin embargo, puedo expresar una esperanza de que —qui he abjerro un sendero para un avance importance —en la fucurs didiccica— de auestro conocimiento peicoanaliticon (OC Mt, 2798). ‘Madcid, sepeiembee de 1986 32 TEMA PRIMERO INTRODUCCION TEMATICO-METODOLOGICA. ALA OBRA La. 12. 13. Precisiones semdnticas previas Evoluciga histbriea de estos concepros Propuesta de precisi6n terminolégica bisica Consecuencias pricticas de tales precisiones terminolégicas ‘Supuestos cientifico-metodolégicos 121. Estudio directo de fuentes 122. Permanente confrontacién con la clinics 123. Metodologia histético-critica 124 Procedimiento investigador analitico-sintético 125. Rigurosa utilizaciéa del lenguaje téenico Visi6n panorémica de materias 134. Volumen primero: Temas introductorios 13.2. Volumen segundo: Temas metapsicolégicos 133. Volumen tercero: Temas clinicos: Neurosis 134, Volumen cuarto: Temas clinicos: Psicosis 135. Volumen quinto: Temas psicolégicos 136. Volumen sexto: Temas psicodindmicos: El yo y los mecanismos de defensa 137. Volumen séptimo. Vias inconscientes de la cultura 34 Tanto este tera como el que sigue son de cardctet general € inetoductorio a tode la obra en su conjunte! Este primero puede ser considerado como introductorio desde el punto de vista mato dolégico; el siguiente lo ser& desde una perspectiva documenta, puesto que en 41 abordaremos el inefudible tema de las fuentes bibliogréfitas y de documentacién. En el presente tema vamos a desarrollar sisteméticamente, pues, los tres puntos siguientes: 1. Precisiones seménticas previas: Ea esta primera pacte investigaremos histética y etimolégicamente el preciso significado de diversos términos freudianos cayo contenido gira en torno al concepto genético de psicoand- isis. Con ello conseguitemos deslindar los limites preci- sos de los contenidos del pensamienco freudiano que vamos a desarrollar, principalmente, en este primer ciclo. 2. Supuestos ciontifico-metodolégices: Expondremos aqui toda una serie de principios metodolégicos de rigu- r0S0 cardcter cientifico, sobre los que se ha apoyado nuestra investigacién en [a obra freudiana y, en conse- ‘cuencia, sobre los que se basa la exposicidn sistemntica del pensamiento de Freud, y aun de todos los autores psico- analiticos que habrin de seguir en los restantes ciclos. 3. Vision panorémica de materias: Daremnos, final- 35 | | : i Toeroduecién semdcico-metodolSgics fa obea mente, en esta tiltima parte del rema, la perspectiva gene- ral de los principales concenidos a desarrollar, especial- mente en el presente ciclo. El caricter propedéutico de semejante visién panordmica no necesita ser encomiado, dada [a naturaleza fundamentalmente didéctica de toda la obra. Ll. PRECISIONES SEMANTICAS PREVIAS Siel objetivo fundamental de este ciclo, y aun de toda la obre, gira en torno a lx exposicitin sistemdrica del pensamiento frew. diano, a primera vista no parece muy necesaria ninguna occa precisiéa cerminolégica y de contenido, puesto que ponramsionto freudiano y psicoanélisis son expresiones précticamente sindni= ‘mas. Asi lo deja bien asentado Freud en la Adicién de 1935 a su Ausobiografia de 1925: Dos remas surcan ets pins isola de mi vida ya bistocis del picoanliss, antes Tntimamente ecrelazsdoe Est esudi arobigelcn rea come el pcan vino 4 coven pes dee St an oil aingona experience personal mie es de alge ners Srpecedoles# mis reions con eva cence (OCT, 2798) Pero si profundizamos més en el tema, ficilmente observa- remos que el término psicoanilisis (Prychoanalyse) esti muy lejos de sec, aun en le misma literatura freudiana, un término absolucamente univoco. ins? ibtmos yo fuera dela lneraurs exccamence frea- liana. En estos campos el confesionismo rerminolégico des- emboca en ua verdadero babelismo seméatico, El térming Pricoandiiris es empleado con la mis absolura ambigledad ‘por no decis equivocided— para desigrar corrientes 0 plsn- ‘camientos psicodinimicos que ya nada 0 muy poco tienen que ver con una concepcida propiamente freudiana, Nuestra posi- ), Freud iniia uaa nueva coleccin de esricos, dedicados «temas ‘no esttictamente psicoanalitcas. A esta eoleccién Fret la va a dar el tiwlo genérico de Schriften zur andgewandten Seelen- bande (Ercritos sobre peicologia aplicada)(B, Jones, 1953,49 359). En la nota editorial con que Freud abre esta nueva colec- ibn en 1907, éste define el objetivo de los trabajos a publicar ‘en f misma Como dedicados «a Ia splicacibn de conocimientos psicoldgicos ~se sobteentiende, psicoanaliticos— a temas de arte lteraruce, de hiszoria de la culeura y de la eeligisn, 7 ‘campos andlogos» (S.E. IX, 248; AE. IX, 225) De este modo el concepto de psicoandlisis que, segiin veiamos antes, podia ser contemplado como teorks, como clinica y como #éenica, puede desde otra perspectiva ser considerada, por otsa ‘parte, como doctrina psicoldgice, método terapéusico y procedi- miento de investigacién. Con la denominacién genérica de psi- coanélisis aplicado nos teferimos desde entonces, también, a €s2 ‘cuarta categoria de escritos psicoanaliticos dedicados incerpreta- sivamente a cualquiera de las ciencias del hombre. Ante nosotros aparece como indudable que el procedimiento psicoanalttico de investigacién, independientemente de la doctrina psicolégica que a partir de él se elabore y del método terapéutico que eras él se inserumente, puede interesar a otros hombres de ciencia ajenos al campo del psicoandlisis elinico, El propio Freud, en su Miltiple interés del pricoandlisis de 1913 (Das Interesse an der Psycho- analjse), sostiene inequivocemente este posicién cuando aficma textualmence: (OC | ML, 3941; aur den Anfingen, 138), bea El intenco, pues, de cescructurar una psicologia que see una ciencia naturals (O.C. I, 211) ha sido ya précticamence abando- nado en estas fechas de 1896; del mismo modo, han sido ya dejades atrds sus experiencias en ios laboratorios de Briicke y Meynert, que en 1895 cristalizaron en su sorprendente Proyecto de sna pricologis para neurélogos, del que en su momento hablaremos ampliamente (cf. O.C. [, 211-276) Sin embargo, conviene adelantar que el paso de esta su primera concepcién neurolégice del psiquismo humano a st ‘ueva concepcida 72 propiamente psicologics, ao va aquedar { AUTH (50% definicivamente piasmado hasta el modelo de la llamada pri- mera tépica de 1900. 3 Incroduccibn cemético-merodeligica a fa obra Pero va a set la segunda vez que Freud utilice ef nombre de metapsicologia, ceando éste nos dara una mayor precisién de Io. que él entiende por semejante voczblo, : Decimos sombre de meapsicologia, pou eno forma Ladd ath clo und eerie cos anetetlad guns caplet 06 BE 80) A La scorrespondencia con Fliess» ser4 de auevo el ugat ele- gido por Freud para estos sus iniciales tanceos seméaticos. En esta nueva carta de marzo de-1898, Freud responde a otra de su amigo y confidence Fliess en la que éste diltimo le nasraba ua suefio premonitorio sobre la futura publicacién de Ja obra freu- diana, La interpretacién de los sueftos. Ef celacién cod los importantes descubrimientos psicoldgicos ‘que Freud habria de exponer en esta su obra maestca —en trance de redaccién por aquel entonces—, Freud confia a Fliess en esta ‘carta sus dudas seminticas al respecto en los siguientes téeminos: +> 4-8 proptsito, queria preguntarce seramente, si rees que puedo adoptar el nombre de metapsicologia (den Namen Merapszebologie) para ri pscologia que penesca tras a cone dencia (fr meine binter das Bewenzstein dbrenden Psycho. “L, boie)» (OC Ill, 3598; As den Anfongen, 211), Uniendo estas dos primeras utilizaciones freudianes del nombre de metapsicologia (den Namen Metapzychologie), nos fencontramos con que Freud tiene aqui ya un concepto de meta: sicologla equivalence al de una teorta pricoldgica sobre los pro Gir pudioar gat tonen gat nal Ud dae conine ee porttee salar ges sora Coocepros as Co {baico, que Freud tiene en estos primecos momentos de metapssicalogta, la preposicién de origen griego meta (después de, o més allé de) ‘no acompafia propiamente al término psicologia (Prychologie), sino al vocablo conciencia (Bewusstsein): «..que penetra tras la conciencia (binter das Bownsstsein fidbrenden)», ha dicho Freud en Ia carta de 1898, Gtimamente citada. Ea resumen, pues, el nombre de metapsicologia recubre, en estos momentos, el con- cepto de esa nueva psicologts (die neue Psychologie) (O.C. II, 3357; Aus den Anfingen, 158), que por estas fechas Freud estd ec, trance de slumbrar. eee Men RRNA RIDA att . 44 Precisiones seménticas previas 2. Concepto de psicoanilisis (Psychoenalyre) El segundo término en aparecer, cronoldgicamente, es el de x je Psicoanilisis. Esta aparicién tiene lugar en marzo de 1896, mes y medio después, por tanto, del de metapsicologia. El escrito en el que Freud utiliza por primera vez este término fue redactado y Publicado originariamente en francés (cf. E. Jones, 1953, 256), probablemente en recuerdo y homenaje a la figura de Charcot, ‘maestro‘del joven Freud en La Salpétrire durante el curso aca- démico de 1885-1886. El titulo francés del escrito, L’bérédité et UEtilogie des névroses (La herencia y la etiologta de las neurosis) +— (cf. G.W. I, 407-422), bien indica que el término psicoandlisis va aparecer_por primera vez en la literaruca freudiana bajo el” ropaje linglistico del vocablo Francés de prychanalyse. Ta enorme importancia de la primera aparicién de este tér- mino, que va a hacer definiciva fortuna en la literatura freudiana 2 partir de este momento, bien merece los honores de la trans- ccipciéa completa de aquel parrafo en cuyo contexto aparece éste eamaccade: Para la seguoda clase de grandes neurosis, la hisceriay la T ‘eurosis obsesiva, ia solucidn del problema etiolégico es sor prendentemente seniilla y uniforme. Debo mis resultados al | empleo de un nuevo método de psicounilisis (méshode de | iychenalyre), a1 procedimienco explorador de J. Breuer, un tanto sutil, pero insusticable por su eficacia para uminas los ‘oscuros carminos dela ideacién inconscience. Por medio de este procedimiento —cuys descripciéa no hemas de emprender Aaqul— se persiguen los sincomas histéricos hasta su origen, ‘constiquido siempre por un suceso de la vida sexual del iadivi< = duo, muy apropiado para. producie una emociée. penos Explorando paso a paso el presétto del enfermo, dirigidos siempze por el encadensmiento ocginico de lo siatomss, los recuerdos y los pensemientes en estado de vigils, hemos con- seguido egar al punto de pastiéa del proceso pacol6gic y ‘hemos comprobaci queen el fondo de todos ls casos someti= dos al anilisis exiseia lo mismo Ia accidn de un agente que habia de ser aceptada como causa especifica de la histeria» (OC. 1, 282; G.W. 1 416). + A a luz del contexto inmediato en que Freud utiliza por primera vez el término psicoandlisis, queda ésce asentado como procedimiento explorador en la investigacién de los procesos x 45 Introduecién cemitio-metodolégica a la obra inconscientes del psiguismo humano, Sin embargo, cabe todavia fa dada de si en es0s primeros momentos Freud se refiere > como parete darlo 2 entender el contexto especificamente psi- copatoldgico en que se mueve— a un simple método terapéutico se esegin podria desprenderse de lo gentrico del enunciado que fo acompatia: «procedimiento exploradon— a un método gene- © ral de investigacién. sta posible duda va a quedar definitivamente aclarads por el propio Freud en la segunda ocasién en que emplea el término de poisoandlisis. Esta segunda ucilzaci6n del cérmino por parte de Freud tiene lugar el 15 de mayo del mismo afio de 1896, con motivo de la publicacibn de sus Nuevas observaciones sobre las puiconenrosis de defenra. Al comenzar este escrito, Freud hace Tefercacia a su anterior exposicin de los conceptos de “repre- sién’ y “defensa” en su célebre “Comunicaciéa Preliminar’, asi come a Ja descripciéa allé hecha del método psicoanalitico, en los siguientes términos: «<..método psicoaaaliticn, penoso pero sepia, de que me sievo en estas iavestigaciones, las cuales conscizuyen, simulté- ‘peamente, una cerapia (O.C I, 286) El mérodo psicoanalitico, pues, al cual se cefiere aqui Freud, es | a rocelintonto generd ibezploracion deo Sn de los procesos i | Zemves, aplicable también’ los procesos paicopatdlonicos con fines inmediatos de cardcter terapéutica. sean Ure RNR Se ciate del cérmino més taxdiamente utilizado por Frevd de centre Jos tres estudiados. Aparece por primera vez en la obra freudiana en un escrito de 1913 citulado Maltipte interés del psicoandlisis (Das Interetse an der Psychoanalyse).Se trata de un ‘escrito de un cierto incerés desde un punto de vista epistemolé- ico, puesto que en él Freud intenta explorar las aplicaciones cientificas del psicoanilisis. Por ello, sitaa el nuevo término ya claramente como independiente de la carea psiquidtrica que, por ozra parte, le dio origen, relacionéndolo, por el contrario, no s6lo «oa la psiquiatria sino con las restantes ciencias del hombre. 46 3. Concepto de psicologie profunda (Tiefenpsychologie) '13 wry Precsiones seméncicas previes De entre todas aquellas ciencias humanas a las que esta joven ciencia que es el psicoanilisis, tiene algo que aporter, cuenta destacadamente la ciencia psicolégica. Pero para que el psicoand- lisis se constiruya como ciencia y aporte nuevos datos a las cien- ccias humanas en general, y especialmente, a la llamada pricologia normal, ésce ha de ir més alld de sus iniciales afanes tecapéuticos. De este modo podré instrumentacse un método de investigacion de fendmenos psiquicos de la vida normal y se habré de estructu- rar una verdadera teorda psicoanalitica de la personalidad. Es precisamente a este método de investigaciéa de los fend- menos de la vida psiquica en general y a la consiguiente elabora- cidn de una teorla psicodindmica de le personalidad, a lo que Freud parece denominar, ya desde su primera utilizacién del eér- mino, con la expresién de psicologia profunda. No olvidemos que, pacs estas fechas (1913), Freud ha publicado ya —sia concar con los Tres ensayos pare sna teorie ‘sexual (1905)— obras tan importantes sobre psicologia aoc- ‘mal como lo son La tnterpretacidn de lar euetos (1900), Psi copatologta de la vida cotidiana (1901), y Elcbistey vw relacién con el inconsciente (1905). El texto concrero, por otta parte, en el que aparece este sér~ ‘mino por primera vez en Freud, cortesponde al primer capitulo —«laterés psicol6gico del psicoanilisis»— del referido escrito de 1913. El pérrafo en que se encuentra es el siguiente: «Puede deciese sin emores que el estudio psicoanalitico de fos suefos ha procurado [a peimera visiin de un. psicologia abizmal 0 psicnlogia de lo inconsciente (Tiefenprychologie) no sospechads hasta ahora, Le psicologia nocmal hsbed, pues, de suftie modificeciones fundamencales pare armonizarse con estos aueves conocimientos.» (0.C. I, 1855; G.W. VILL, 398). Iomedistamence hacemos referencia a la verdaders pat nidad det termina de Tiefenpsychologie, que muy probable ‘mente es debida al gran psiquiatce zuriqués E. Bleuler. Por otra parte, mbiacemos siempre en adelante al citar Is traduecién ceepafola la expresidn de Lépez Ballesteros: psicologis abis- mal, por ia més usual y exacie de psicologia profunda, = —— |Al margen de estas breves aclaraciones, dos indicaciones freudianas fos parecen especialmente resefiables en esta primera aparicién del cérmino, en fo que al concepto que éste recubre se a7 eecoducci6n semético-merodoidgice « la obca + por una parte, la relativa al estudio psicoanalltico de los tee or oten la relerente a la primera visién de una psicolo- Gas profunda, Con tespecto a la técnica del estudio psicoanal Se Pie los suefios, podsiamos decir que ésta nos conduce direc- TeRente al método psicoanalitico de interpretacién. Técnica | jnterpretativa que, posteriormente, secd indistineamente aplicada 2 qualguler otro tipo de conducta humana, a saber: acts fallidos, prictias religiosas, actividades artistcas 0 culcuales, et Ea los eblebees «Articulos de enciclopedia» —imporcance trabajo resumen sobre Pricaandlisis y Teorle de la libido de 1922 Freud va a zeafirmar que, y2 desde un principio, wel psicoandlsis era, en-peimer término, un arte de invexprecs- _. Sba. (OC. TH, 2663). Peto ademés este: método interpretative est en a misma base —de ahi deducimos su extraordinaria importancia— de la nueva visién de psicologia profundao teorfa psicoanalitica de la petsonalidad. Podslamos decir que, epistemolégicamente ha- blando, ambos conceptos se interrelacionan y complemencan entre si. Teoria pricoanalitica de la personalidad, pues, y método de interpresacidn: he aqui la doble connotacién con que aparece el término de Tiefenpsychologie, ya en esta primera utilizaci6n del mismo por parte de Freud. Y decimos bien, en esta primera utilizacién porque, en contra de lo que habia sucedido con los dos términos anterior pricologiay Psicoandlisis), éste no parece haber sido ini acufiedo por Freud. En este sentido, serd el mismo Freud quien, la segunda vez que lo emplea, hace referencia a una previa utiliza- ign del mismo por parte de E. Bleules. En esta segunda utiiz cidn, que tiene lugar en la Historia del movimiento psicoanalitico (1914), Freud cita textualmente a Bleuler en su trabajo sobre La critica de la esquizofrenia también de 1914, en los términos que siguen: ‘<-Pienso —dice Freud cicando « Bleuler— que las diversas psicologias conseruides hasta hoy para le explicacién de los sintomas 7 los estados paeolégicos psicégenos ban dado excasi- simo rendimiento, y que, en cambio, Ia pricologia profunda (dia Tisfenpsychologie)consteuye wea patte de aquella psco- logia sda por crear que el médico precisa para compcender y ‘carat a sus enfermos, Llego incluso a opinar que en mi Exgui- Precisiones seméanticas previse zofrenis he dado alain paso hacia tal compeensio.» (O.C. Il 1915-6; GW. X, 8233), i Semejante pronunciamiento de Bleuler acerca de la pricologia profunda, extendida aqui no s6lo como ayuda a la comprensién dela personalidad humana normal, sino también de la patolégica, merece Ia siguiente apostilla por parte de Freud: “Dado que con las palabras psicologia profunds (Tis fenprychologie) no puede sludirse sino al psicoandliss (Pry choanalyse), podemos declacaraos conteatos, por ahots, con tal coniesiéas (ibidem). Digamos, por orex perte, que en el texto que acabamos de citar renemos un nuevo ejemplo de esa relativa ambigledad de la cerminologis freudiana cespecto a los términos psicoandlisis y psicologia profunde, de la que venfamos heblando. A pattir de estos dos textos freudianos, no queda suficiente- mente claro a quign de ellos —Freud o Bleuler— ¢s inicialmente scribuible la paternidad del término. Cuando Freud utiliza por segunda vez el término de Tiefenprychologie —que es en este texto de I914—, hace dnicamente referencia como antecedente del mismo a le Critica de le esquizofrenia de Bleuler, que es también de ese mismo afio. De este modo, quedaria siempre como posible padre del término el propio Freud, quien yx lo habia utilizado, segiin hemos visto, en Miltiple interés del Psi- coandlisis de 1913. Una laboriosa investigaci6n personal, por otra paste, nos ha petmicido identficar el exo concreso en el que Blevles, cfectivamente, parece haber ulizado por primers ver el refe- ido eérmino, con tres efios de antelacida al texto del propio Freud, Elescrio blealerisna en cuestién es de 1910 y su cleo: EL puicoanlisis de Froud (Dia Prychoansiyre Freud). ‘Digamos para concluir, que es Frend en todo caso quien real- mente hace suyo un término que, si bien creado por Bleuler, lo fue paca designar més precisamente la aueva psicologia que s6lo el psicoanilisis freudiano vino a alumbear. Por lo que semejance psicologia profunda, ya en esta su primers comprensién semin- tica, es tanto una doctrina pricaldgica 0 teorla de la personalidad —con el descubrimiento de la dimensién del inconsciente al 49

You might also like