You are on page 1of 15
Politicas culturales y democracia: hacia una teoria de las oportunidades* José Joaquin Brunner ‘Nos interesa en este trabajo levantar un mapa analitico que ubique en un plano mas 0 menos comprensivo las oportu- nidades que existen para actuar mediante politicas cultura- les. Nos proponemos responder preguntas del estilo: zpor dénde empezar a pensar este tipo de problemas? ;Dénde mirar cuando se quiere incidir mediante politicas en el terreno de la cultura? Como articular un discurso razona- ble sobre “‘lo cultural” que no sea ni demasiado trivial ni tampoco tan abstracto como para convertirse ya bien en ciego o en mudo frente a las necesidades de la accion? Y, {como moverse en este terreno sin caer en la generalidad de que “‘todo ¢s cultura’ asi como a veces se sostiene que “todo es politica’’? E. Agentes e instancias organizativas Para iniciar el levantamiento de nuestro mapa necesita- * Una primera y mts extensa version de este trabajo fue presentada en el ‘Seminario sobre “Pollticas culturales en la transiign ala demoeracia™, of fganizado por el cENECA, cues € vrexcoN 1 Punta de Trale, Chile, los Sias 20 4 28 de marzo de 1985 ™ 176 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA, ‘mos pensar simulténeamente en dos categorias de pro- blemas: Uno, quiénes son los agentes habituales de la accion cultural; Dos, cuales son las principales organizing institutions (Lindblom, 1977: 11) que procesan esas acciones cultu- tales; esto es, que articulan los circuitos que regulan (Controlan) la produccién, transmisién y consumo (0 reco- rnocimiento) de la cultura en una sociedad determinada. Partiremos por identificar cuatro tipos de agentes co- munes: Productores profesionales (individuos y grupos) Empresa privada Agencia piblica ‘Asociacién voluntaria El primer y cuarto tipo de agentes necesitan algiin gra- do de precision complementai — Entendemos por productor profesional al agente cul- tural, individual o integrado en un grupo profesional, que realiza alguna actividad (pintura, teatro escritura, danza) de manera independiente, ya sea que reciba subsidios o ‘que venda su producto o servicio en el mercado, Tipica- mente: el escritor, un artista plastico, etcétera. — Asociacion voluntaria es un agente colectivo, institui- do como grupo no-profesional, que actéia en el terreno cultural habituaimente con motivaciones de “‘compromi: 50" 0 “‘militancia”” de algin tipo. Pero, como ocurre fre- cuentemente con los grupos de aficionados, dicho compo- nente de ‘‘compromiso’* no ¢s indispensable. Pasemos ahora a las organizing institutions. Se trata de dispositivos o mecanismos de organizacién social de actividades y también, por ese concepto, de regulacion 0 control de ellas. Distinguiremos tres grandes tipos de instituciones organizadoras de la accion cultural en una sociedad (y nos referimos casi siempre —tanto en el caso de los agentes como en el de estas instituciones— a la cultura entendida como producto especializado, con su POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA. 7 espacio propio y especifico, que tiene una forma macro y piblica de aparecer y de transmision): El mercado La administraci6n publica ‘La comunidad Brevisimamente: el mercado existe, donde quiera hay competencia, incluso solamente unilateral, por oportu- nidades de intercambio entre una pluralidad de partes potenciales. Sociolégicamente, el mercado representa ‘una coexistencia y una secuencia de “‘consociaciones ra- cionales’’, cada una de las cuales es efimera en tanto que termina con ¢l acto de intercambio (Weber, 1978: 635- 36). Mediante este mecanismo, la produccidn se contro- Ja idealmente por la demanda (expresada en el mercado) de miles y miles de consumidores. En este sentido es un ‘mecanismo predominantemente de ‘‘soberania del con- sumidor’’. (Pero, como muestra Lindblom, el mercado. ‘nO es necesariamente un sistema de consumer sovereignty. Puede haber ‘mercado socialista”” con planner sovereign 49) (Lindblom, 1977:98 y ss.). Aqui usaremos ef término mercado para referimnos al tipo ideal de ese mecanismo de soberania del consumidor. En el caso del mecanismo institucional de administra- cién ptiblica, la producci6n, circulacién y distribucion de la cultura es administrada por organismos publicos. Se trata por tanto de una forma de control que formal- mente puede lamarse burocrética, en sentido weberiano (Weber, 1978:956 y ss.). Este mecanismo opera median- te lo que Lindblom (1977:110) llama “governmental ad- ministration of production by government employees’, O sea, que hay organizacién piblico-administrativa de tuna produccién cultural euyos productos no controla el mercado. Finalmente, en el caso de la comunidad nos encontra- ‘mos con una instancia institucional de organizacion de Ja produccion, transmision y consumo de la cultura que ‘opera sobre la base de relaciones de solidaridad interperso- 478 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA nal que no poseen una dimensi6n fundamental de compe- tencia ni, tampoco, una dimension esencial de autoridad. (Es decir, los fenomenos de competencia y de autoridad pueden estar presentes pero no definen este tipo de organi- Zing institution.) La comunidad se basa, en cambio, en una forma de control por normas compartidas en el grupo y, frecuentemente, también por tradiciones, valores, lidera- {08 carisméticos, experiencias comunes significativas, etcé- tera. (Grupos religiosos, grupos politicos, movimientos amtsticos, etoétera). Naturateza y clasificacién de cireuitos culturales De la combinacién tipica de agentes y de instancias insti- tucionales de organizacion surgira la matriz basica de circuitos culturales que —segin la formulaci6n que aqui haremos— son el principal terreno y objeto de las politi- cas culturales. ‘Al efecto podemos emplear el siguiente cuadro: CUADRO I Productores imprest Agencia Asociacin profesionsles privada pabliea voluntaria Mercado rar a Administracion Boa we Comunidad BR 8 En términos generales, entonces, lamamos a cada com- binacion tipica de agentes ¢ instancias institucionales POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA 9 de organizacion CIRCUITO CULTURAL, que abarca ade- mas (en una desagregacion no representada en el cita- dro) las fases de produccién, transmision y consumo de los respectivos bienes culturales. ‘Antes de describir brevemente cada circuito, conviene tomar algunas precauciones de orden conceptual. ‘Primera precaucién. Conviene reiterar que en nuestra nomenclatura los agentes culturales representan partici- ‘pantes directos en la esfera de la produccion y transmi- ibn culturales. En consecuencia, ellos son agentes direc- tos de acciones culturales (artista, empresa productora de programas de TV, grupo de musica, conjunto folclé- rico, ballet nacional, etc.) pero, al mismo tiempo, pue- den ser sujetos formuladores de politicas culturales (esto €s, que intervienen dentro de un circuito determinado ya no solamente con el propésito de ofrecer un producto simbélico, sino de influir en la orientacion del circuito; de crear una tradicion artistica determinada; de comba- tir una escuela opuesta; de criticar con esa accion cultu- ral al gobierno, etc.). Finalmente, en un tercer momento, dichos agentes pueden ser, ademas, objetos de politicas determinadas por otros sujetos. Es conveniente tener presente todo lo anterior pues hay momentos en que resulta facil entrar en confu- siones. Por ejemplo: una cosa es que existan circuitos ‘organizados por el mercado en los que intervienen agen- tes directos diversos (incluso agencias publicas), los cuales pueden tener cada uno sus propias politicas “de produccién directa’; y otra cosa bien distinta es que de- terminados organismos pdblicos intervengan en ese mer- cado para producir determinados efectos de politica cul- tural (otorgando subsidios; desgravando importaciones culturales 0 fomentando exportaciones; regulando la li- bertad en ese determinado mercado, etcétera). ‘Segunda precaucién. Cada uno de los casos que he- mos identificado se trata de circuitos tpicos, esto es, de representaciones ideales de funcionamiento de 1a cultu- 180 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA ra. Es necesario, por tanto, estudiar, dentro de cada tipo de circuitos, los modos concretos de operacién de los ‘circuitos pertenecientes a esa clase; hasta entonces se apreciaria que existen muchas modalidades variables de rcuitos de un mismo tipo. Para efectos de nuestro ejer- cicio basta con la identificacién de circuitos tipicos, pues son ellos los que permiten formarse una idea de como pueden disefiarse politicas que intervengan en cada tipo de circuitos. Tercera precauci6n. La clasificacion de circuitos es ‘itil, incluso en su tipicidad, también por un segundo concepto. Permite identificar cuales son los tipos de cir- cuitos que debieran recibir atenci6n prioritaria durante el disefo de politicas culturales. Cuarta precaucién. Hemos definido un CIRCUITO por una matriz que contiene dos elementos basicos; agentes ¢ instancias institucionales de organizaci6n. Pero, ya lo dijimos, cada circuito comprende ademas —en cada caso histérico conereto— un conjunto de otros elemen- tos y procesos, Efectivamente, a través de cada circuito se realizan funciones de produccién, de transmision y de recepcién (consume o reconocimiento) de bienes simbé- licos. Luego, los elementos presentes en un circuito cual- Quiera sern siempre muchos mas que los incluidos en ‘nuestra matriz de dos componentes. Analizaremos este punto més extensamente, considerando varios angulos de aproximacién. ‘Desde el punto de vista de la PRODUCCION. Es eviden- te que la diversa naturaleza de los agentes introduce una primera variacion con respecto a las formas de organizar la produccion, (Pignsese en la diferencia —desde el pun- to de vista de la produccion— entre un artista plastico profesional, que trabaja por su cuenta y vende su pro- ducto en el mercado, y una industria cultural compleja.) ‘Una manera de abordar esta diversidad es la que pro- porciona Williams (1983) cuando se propone distinguir entre formas de produccién que emplean medios (de ey seen POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA 18 produccién) integramente dependientes de inherent, cons- Tituted physical resources; y aquellas otras que utilizan me- dios que dependen integra 0 principalmente del uso o transformacién de non-human material objects and for- ces. En el primer caso se encuentran el canto y la danza, por ejemplo. En el segundo, la pintura, la escultura. Pero, en realidad, lo que interesa destacar es que en el segundo tipo de formas de produccién (las que dependen de practicas que usan o transforman objetos y fuerza materiales no- humanas), las relaciones sociales involucradas se vuelven mucho mas complejas y variables, Williams distingue aqui cinco tipos de practicas (1983:90). ‘a) Combinaci6n en el uso de objetos externos y de re- cursos fisicos inherentes (como en el drama, y el uso de méscaras en la danza). b) Desarrollo de instrumentos para nuevos tipos de perfomance (como en el caso de los instrumentos musi- ales). ©) Seleccién, transformacién y produccién de objetos separables que entonces adquieren significacion cultural (como ocurre con la arcilla, el metal o la piedra en la es- cultura). ) Desarrollo de sistemas materiales de significacion se- parables, diseflados para las labores de significacién cul- tural (como sucede con la escritura). €) Desarrollo de sistemas tecnicos complejos de ampli- ficacion, extension y reproduccién que hacen posible nuevas formas de presentacién de todas las précticas se- fialadas en (a) hasta (d), junto con nuevos tipos de pre- sentacion de practicas basadas en el uso de recursos in- herentes. ‘Como resulta facil apreciar, los tipos de practicas se- fialadas en (d) y (©) introducen nuevos problemas en la sociedad. Williams indica algunos, dos de los cuales son atingentes para nuestra discusion de politicas culturales: — Problemas de acceso. Las practicas del tipo (a), (6) y © hacen posible un acceso relativamente generaliza- 182 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA do. No se requiere, en principio, entrenamiento especia- lizado. La distincién entre practicantes y pitblicos slo se introduce por un avance en la division del trabajo de produccién cultural con la correlativa especializacion de funciones. En cambio en el caso de las practicas (d) y (©), el acceso al dominio de las técnicas requeridas se ‘convierte en un problema de division social del trabajo. — Propiedad. El acceso y el control sobre los medios, de produccién es muy diverso en las diferentes formas ti- picas de précticas que antes se seflalaron. A partir de las practicas del tipo (d) se produce una definitiva separa- cin entre productores profesionales y sus medios de Produccién. “Every kind of cultural and productive worker, within the highly capitalized systems of these advanced technologies, becomes an employee of owners or managers who need not be directly concerned with cultural production at all.” (Williams, 1983: 116.) En el caso de esos complejos sistemas técnicos de re- produccién, amplificacion y extensién que coménmente forman la base de lo que se denomina la industria cultu- ral, podria introducirse otra serie de distinciones, decisi- va para la formulacién de politicas. Por ejemplo: Girard (1982) propone distinguir entre RAMAS de la industria cultural y FASES en los procesos de produccion y de distribucién de los bienes culturales producidos. RAMAS de la industria cultural libros diarios, revistas discos television cine nuevos productos y servicios audio-visuales fotografia reproducciones de arte publicidad POLITICAS CULTURALES Y DEMOCRACIA FASES de la produccion y distribucién trabajo creative publicacién, produeci6n manufactura, reproduccion promocion ribucién al por mayor distribucion minorista importacion exportacién (archivos) Uno podria seguir adelante introduciendo las distin- cciones que estime necesarias para el caso de los procesos de TRANSMISION y RECEPCION; siempre, obviamente, desde el punto de vista del levantamiento de un mapa adecuzado para el disefio de politicas culturales. Por nuestra parte, no continuaremos en esa direccién sino que retomaremos el esquema de tipos de circuitos y caracterizaremos, en lo que sigue, brevemente cada uno de ellos (el niimero con el que se inicia cada circuito, es el que le corresponde en el cuadro antes expucsto). IL. Circuitos de produccién profesional para el mer- cado. Los agentes son productores profesionales inde- pendientes, cuya accion es regulada, en ultima instancia, por el mercado. Producen para el mercado. Por lo general, los productores controlan aquf sus propios medios de produccién. No operan como empre- a8 altamente capitalizadas. 12. Circuitos de produccién profesional organizados como servicio pliblico. No basta que el producto reciba ‘un subsidio. Su producci6n debe estar organizada admi- nistrativo-burocraticamente, como en el caso de ciertos laboratorios universitarios de investigacin o de los gru- pos estatales de extensién artistica, etc. El productor est separado de sus medios de produccion, salvo que trabaje exclusiva 0 primordialmente con medios que 184 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA descansan en el uso de recursos inberentes. 13. Cireuitos de produceién profesional regulados co- munitariamente. Tenderan a ser circuitos esporadicos, intermitentes, pues el productor profesional no puede organizar estable y continuadamente su accion con base en una practica inspirada exclusivamente en valores y re- gulada solidariamente. Sin embargo, puede pensarse en algunos casos: los grupos de artistas del partido, esto es, subsidiados por el partido (directamente o a través de sus fuentes indirectas de financiacién). 21. Circuitos privados de produccién industrial regu- lados por ef mercado (0 el fendmeno del mercado de mensajes). La cultura de masas originada en la empresa privada (y regulada por un sistema de consumer sover- eignty) tiene aqui su lugar. 22. Cireuitos privados de produccién industrial orga- nizados administrativamente por el Estado. Aqui, \a empresa privada de produccién cultural opera no para el mercado, sino de acuerdo alas demandas expresadas au- toritariamente por un érgano piiblico. (No se trata, pues, de que éste “regule” o intervenga de una u otra forma en el mercado o en la empresa, sino que controla y organiza su produccién.) Dicho control puede ser di recto, bajo la forma de imperativos que obligan, prohi- ben 6 permiten; o bien, indirecto (pero no de mera ‘‘in- tervencién piblica”), como en el caso de la produecién ajo la formula que Lindblom llama de Planner sovereignty (1977:110). Esto es, control a través de la adquisicién gubernamental de productos finales. (Por ejemplo: el ‘gobierno compra a la empresa privada programas de TV y solamente él acttia como comprador.) 23. Circuitos privados de produccién industrial orga- nizados comunitariamente. Se trata de una figura, otra vez, s6lo esporadica o marginal dentro de las operacio- nes regulares de una empresa. Para operar continua- mente. ésta necesita hacerlo en el mercado o mediante subsidios (directos o bajo la forma indirecta de “‘pode- POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA 185 res de compra”). Por lo general, esta forma no abarcara procesos de produccion sino de distribucién de bienes cculturales (y entonces, habitualmente, productos de alta cultura). Caso ilustrativo: salas de exposiciones mante- rnidas por empresas privadas. 31. Circuiros de administracién ptiblica donde los agentes producen para ef mercado. Es decit, en compe- tencia con otros agentes buscando rentabilidad en el mercado. Vendiendo directamente el producto 0 servi- cio al piblico (venta de artesanias por organismos esta- tales por ejemplo), o indirectamente, como ocurre cuan- do operan en el mercado publicitario. Se trata pues de ‘empresas piblicas que trabajan bajo el sistema de con- ‘sumer sovereignty. 32. Circultos piiblicos cuya producci6n es organizada administrativamente. Esto es, que no venden sus pro- ductos en el mercado 0 que lo hacen con precios subsi- diados, sin competir con otras empresas 0 agentes. Aqui cabe la empresa publica de produccion cultural 9 in- dustria cultural de propiedad piblica. 33. Circuitos piiblicos cuya produccién es organizada comunitariamente. Son vn fenomeno raro como algunos de los que hemos encontrado previamente. Pero. puede concebirse una empresa piblica, que sea regulada comu- nitariamente, siempre que el Estado esté en manos de un solo partido, o de una religion, etcétera. ‘41. Circuitos de asociacién voluntaria que operan ‘para el mercado. Bs decir, agentes colectivos no profe- sionales que actéan sobre una base de solidaridad mo- ral, pero que se ven llevados a actuar en el mercado, muchas veces para sostener su propia actividad o para lograr una distribucion mayor de su producto o servicio cultural. 42. Circuitos de asociacién voluntaria que operan bajo comando administrativo. No se trata solamente de ‘que el agente recibe un subsidio, sino de la forma como organiza su produccion. Un caso ilustrativo puede ser el 186 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA de los grupos populares (auréctonos) que hacen ariesanias, cuya produccion y venta es organizada estatalmente. 43. Circuitos de asociacién voluntaria que organizan Su produccién comunitariamente. Son el caso mas tipico de organizacion de la produccion de esta clase de agente. Aquf, caben los grupos artisticos populares que actian pa- ra la poblacion local; los grupos de aficionados que operan fuera del mercado y de manera auténoma, etcétera, Realizada esta breve tipologia de CIRCUITOS CUL- RALES, €s conveniente dar ahora otro giro a esta cues- tion, consistente en un estudio de la significacion relat va de cada tipo de circuitos. Cireuitos culturales puros Una primera observacion que puede hacerse es que exis- ten historicamente tres tipos de circuitos “*puros"": — Los circuitos privados de produccién industrial para el mercado; , Los cireuitos pablicos cuya produccién es organi- zada administrativamente; — Los circuitos de asociacion voluntaria que organi- zan sui produccién comunitariamente. Estos circuitos son “puros”” en el sentido de que his- t6ricamente han surgido como una combinacion siste- matica y casi natural de agentes e instancias instituciona les de organizacién que llegan a ser caracteristicos de Giertos sistemas socioecondmicos: los circuitos privados de produccién industrial para el mercado se identifican con el sistema capitalista; los piblicos organizados admi- nistrativamente con el sistema socialista. (Los asociati_ vos organizados comunitariamente aparecen tedricamen- te-como un cireuito puro, pero no tienen el mismo grado de “natusalidad’’ y “sistematicidad”” de los otros dos.) POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA 187 muier discusion es posible observar que los GArtIared de ongaidear lod riers cunts So ‘uno 0 otro tipo ideal de circuitos puros se separan rapi- damente, dando lugar a una dicotomfa pura que en la ica, sin embargo, no existe. : Pe Section apstatio commis son decisivos en cualquier sociedad, aunque hoy en dia pareciera que no pueden existic como circuitos dominantes. (Un modo de produccion simbélico asociativo/comunitario se co- rresponde con sociedades feudales de hegemonia religio- sa.) (En la sociedad capitalista y en la socialista y, en ge- neral, en las sociedades modernas, predominan circuitos de uno u otro tipo, encarnados en sus formas no-puras.) Yolviendo a los circuitos asociativo/comunitarios, ellos son portadores, incluso contempordneamente, de gran parte de la comunicacién religiosa en la sociedad; de un sector de la comGnmente llamada cultura politica, y de ‘casi todas las experiencias que forman parte de las cultu- ras populares. Ademés, recogen gran parte de las expe- riencias propias de la cultura cotidiana. ‘Componentes de todo circuito brevemente un punto anterior, el de los component que concurren al funcionamiento de un Circuito cultural. Sabemos que son més de los que inte- atriz basica. Dor lo menos podemos distinguir, desde el punto de vista de las POLITICAS (o del interés de pensar y hacer oliticas culturales), entre — agentes : — medios de produccién: i) base teenolégica ii) propiedad de medios _ jorganizacién agente/medio 188 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA — canal de comunicacién: i) condicionamiento tecno- légico i) acceso de agentes iii) acceso de piiblicos — publicos — instancias institucionales de organizacién Tipos de poltticas eulturates Podemos ahora distinguir entre diversos TIPOS DE POLI- ZTicAS culturales, segin ef componente de todo circuito en que ellas buscan incidir. 4% Politicas que presentan intervenciones en el nivel de los agentes Aauf hay que distinguir entre politicas autoritatias (pit. blicas) y politicas “‘persuasivas’” oes Las primeras, son modalidades de intervencién de or- ganismos plblicos y pueden adoptar diversas formas (Minowa, 1982; Girard 1982b): favorecer a agentes mo- nopolicos poniendo bajo su control exclusive un medio © Feservandole el mercado; otorgamiento de licencias o para asegurar la persistencia de un patrimonio cultural local, etc. (Digamos esto ademas: la garantia de los de- rechos individuales propios de la esfera cultural —liber~ tad de conciencia, derecho de asociaciOn, libertad de cultos, libertad de informacién, etc.— constituye, desde el punto de vista del esquema aqui desarrollado, un componente juridico-institucional esencial que posi ‘ta esa estructuracion pluralista de los circuitos en que i tervienen Jos agentes profesionales, las agencias pabli- cas, la empresa privada y las asociaciones voluntarias.) Las politicas culturales democraticas deben pensarse primeramente bajo un modelo liberal 0 tocquevilliano 498 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA —que combina la presencia de agentes privados y publi- ‘cos, regulados por el mercado, la adrinistracién y la comu- nidad—, y, posteriormente, cuando se traia de pensar esas politicas desde a sociedad civil (no desde el Estado), bajo un modelo gramsciano 0 de competencis hegeménica Lo que resulta contradictorio, en cambio, es pensar politicas democraticas que lleven en si uno de estos dos elementos o persigan uno de estos objetivos: 4) Politicas que pretenden suprimir ciertos tipos de circuitos fundamentales 0 que permitan que esos cir- ‘cuitos sean suprimidos por el uso de los recursos de po- der (econémicos, organizacionales, ideologicos) de gin grupo u organizacion de la sociedad. (Partido en el poder que suprime circuitos de mercado 0 controla, con exclusion de cualquiera otra ideologia, los cireuitos pik blicos/administrados; empresa privada que controls mo nopélicamente circuitos privados/mercado con exclu- sion de otros competidores, etcétera.} ») Politicas que, desde el Estado, persigan la hegemo- nia de ciertos valores, creencias 0 ideologias y que em- pleen para ello los circuitos donde intervienen como agen- tes los propios organismos piiblicos. En otras palabras, las politicas culturales democrat cas son —en un sentido mas general— politicas forma- Jes. Persiguen arreglos institucionales mas que aplicar contenidos cognitivos a la sociedad. Persiguen crear estructuras de oportunidades (mercados, sistemas de eleccion, pluratidad de ofertas, variedad} y, al mismo tiempo, impedir (mediante conttabalances, procedimien- tos, formas de control, medidas de competencia, apertura de cierres, etc.) que esas estructuras de oportunidades sean objeto de social closure, de cierre ideolbgico o de cual- quier otra forma de manipulacién monopélica. Es <1 dente que esas politicas nunca obtienen un equilibrio per- Jecto —ni en el mercado, ni en las opiniones, ni en los comportamientos de las personas, ni en los valores social- mente vigentes, etc.—; por el conirario, producen efectos POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA perversos, solu torias, redistribi desplazan, etcétera En fin, las politicas democraticas en el terreno de la cultura tienen las siguientes caracteristicas: J. Buscan producit y preservar determinados arreglos institucionales. Sobre todo, impulsaran la existencia combinade y simulténea de una variedad de instancias organizadoras y de circaitos culturales, particularmente aguellos articulados por el mercado y por las comunidades. Pero ademas son politicas que, en tanto el Estado se halle organizado democréticamente —via elecciones, di- vision de poderes, papel central del parlamento, accoun- ability de las autoridades, etc., deberén impulsar, cada vez. que sea necesario, Ia intervencion pablica y colectiva en los circuitos privados y de mercado y en los asociati- ‘vo/comunitarios (allé para contrarrestar las tendencias monopélicas; acé para asegurat Ia libertad y subsidiar circuitos débiles), y la configuracion de circuitos pabli- cos controlados idealmente por el piblico (0 por érga- ‘nos representativos). 2. Incluyen una consideracién permanente sobre los. derechos individuales, en tanto éstos deben considerarse como parte esencial de esos arreglos institucionales. 3. En este plano organizativo global, no persiguen la imposicién o la promocidn de contenidos. En este sentido, son politicas que deben pensarse de acuerdo al modelo I beral 0 tocquevilliano para hacer politicas culturales. 4. Para producir soluciones, estas politicas descansan en Ia informacion y las preferencias obtenidas mediante procesos interactivos (sea la politica, el mercado 0 la co- municacién civil}, aunque dicha forma de resolucién produzea soluciones epifenomenales, efectos perversos Y, necesariamente, desequilibrios continuo’. 200 POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA, Politicas culturales democrdticas: sentidos espectficos Hasta aqui hemos hablado de tas politicas culturales para a democracia, en el sentido mas general: exio es, nos he- mos movido en tomno al problema de como crear y asegu- Tar arregios institucionales que permitan a la sociedad se- guir el juego democratico en el terreno de Ia cultura. En realidad, nos hemos movido preferentemente en tuna sola de las dimensiones en que esta cuestién puede ser respondida: la dimension de la cultura macro, piblica y relativamente institucionalizada, Pero podria responderse también en una segunda dimension: la de la cultura coti- diana, vivida a través de microcircuitos privados de inte- raccién y comunicacién situada. En este ditimo ambito, las preguntas que uno tendria que responder son del estilo de las siguientes: — ¢Responde la constitucién de la familia a las exi- gencias de un juego democratico en-ei terreno de la cul- tura cotidiana? — Las relaciones en el lugar de trabajo y en los luga- res ptiblicos, gson 0 no conducentes a una estructura- cién de interacciones que permitan el desarrollo de esa cultura democratica cotidiana? — La organizacion y distribucion del capital escolar en la sociedad, gtiende o no a hacer posible una comuni- cacién cotidiana que pueda ser definida como base de una cultura democratica en el nivel de la vida privada? Ahora bien, las politicas democraticas especificas son aquellas que continuamente procuran impulsar los in- tereses expresivos de los diversos agentes y grupos, y que buscan producir rearregios institucionales que favorez- ‘can esos intereses pero que, a la vez, eviten la desapari- cion de las condiciones basicas que hacen posible el Juego democratico en el terreno de la cultura; 0 que, cuando esas condiciones no existan, puedan surgir; 6 ‘que permitan ampliarlas, fortalecerlas y perfeccionarlas. POLITICAS CULTURALES ¥ DEMOCRACIA 201 (Categorias estas dltimas que carecen de una definicién ‘sustantiva y que solo adquieren sentido cuando expresan consensos transitorios en torno a lo que (mediante los mecanismos institucionales de la politica democratic) se decida que constituye una “‘ampliacion”’, un ‘forta- lecimiento”” 0 un “‘perfeccionamiento” de esas condi- ciones basicas para el juego democratico en el terreno dela cultura.) Esas politicas especificas tendientes a impulsar intere- ses expresivos determinados, y a producir rearreglos ins- titucionates: — Sern siempre politicas de alcance limitado, que no alteran aspectos bésicos del arreglo institucional prexis- tente; — Buscaran, por tanto, efectos de ajuste institucional (en este sentido: reformas); — Evitaran que desaparezcan condiciones necesarias para el juego democratico en la cultura (aspecto que incluirén en el propio célculo estratégico); — Intentaran crear esas condiciones alli donde no existan; — Buscarén corregir situaciones que impidan o entor- pezcan el funcionamiento de esas condiciones (por ejemplo, cuando una desigual distribucion de los recur- S05 econdmicos distorsiona el acceso a los medios); — Creardn balances y contrabalances para asegurar el juego democratico (como puede hacerse por ejemplo mediante intervenciones selectivas de caracter piblico o colectivo); — Ampliarén o profundizaran el juego democratico. Las politicas culturales podran buscar efectos de rearre- glo institucional frente a cualquiera de los componentes de ‘un circuito: agentes, medios (base temoldgica, propiedad, organizacion), canal (condicionamiento tecnolégico, acce- so agentes, acceso piiblicos), piblicos, instancias institu- cionales de organizacién. POLITICAS CULTURALES EN AMERICA LATINA Bibliografia Brunner, José Joaquin, Polfticas culturales para la democra~ ‘id, CENECA, Santiago de Chile, 1985. ___, La cultura autoritaria en Chile, FLACSO y Universidad de Minnesota, 1981. Fuenzalida, Valerio (1984a): ‘Notas sobre medios masivos de comunicacién ¢ industria cultural”, 1984a (mecano- escrito). , Democratizacién de ta TV chilena, CPU, 1984b Girard, Augustin, “Cultural industries: a handicap or a new opportunity for cultural development?”, Cultural In- dustries, UNESCO, 1982a. ——— ‘The role of the public authorities", UNESCO. j Habermas, Jurgen, Historia y erltica de la opinion publica, Gustavo Gili, 1981. Heiskanen, lkka, “Public intervention and private-sector autonomy in cultural industries in Finland’”, UNESCO, 1982. Hirschman, Albert, Exit, Voice and Loyalty, Harvard Uni- versity Press, 1970. Lindblom, Charles B., Politics and Markets, Basic Books, 1977. Minowa, Shigeo, “A purely liberal strategy: public and pri- POLITICAS CULTURALES Y DEMOCRACIA. 203 ‘vate intervention in cultural industries in Japan’”, UNES. co, 1982, Parkin, Frank, Marxism and Class Theory: a bourgeois cri- tigue, Tavistock, 1979. Praeworski, Adam, “Democracy as a contingent outcome of conflicts’, 1983 (mecanoescrito). Vial, Gonzalo, Historia de Chile, Santillana, 1981. Weber, Max, Economy and Society, Edit. by Roth and Wit- tich, University of California Press, 1978. Williams, Raymond, Culture, Fontana, 1983.

You might also like