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4.

1 Estrategias de intervención

Las problemáticas que viven las generaciones estudiantiles en la actualidad, recaen

ante la necesidad de vincular el proceso de enseñanza aprendizaje con el entorno

sociocultural, de tal manera que los contenidos curriculares no sean visualizados como

objetivos ajenos a la comunidad en la que se encuentra inmerso el alumno. Si bien, el

enfoque humanista por el cual se rige la educación primaria, exige que los docentes opten

por una alternativa de trabajo de gestión que incluya los tres escenarios (el aula, la escuela

y el entorno), para lograr el propósito de contribuir a la formación de ciudadanos activos en

la vida en sociedad.

El decidir una línea de acción que atienda un problema identificado, se basa en el

análisis de los agentes involucrados y su entorno, estableciendo las metas, las actividades

sistemáticas, los recursos y los tiempos, que en conjunto brinden una mejora en el ámbito

educativo. Abordado desde una mirada holística se define a esta estrategia de intervención

como un proyecto, siento este “un conjunto de actividades elaboradas que se ejecutan con

el fin de resolver un determinado problema” (Tobón, 2006, p.1).

En materia educativa, un proyecto debe estar consolidado por una estructura que

contenga los propósitos generales, las líneas de acción, las metas, los sustentos teóricos, la

metodología, las actividades y estrategias, los recursos, así como el plan de evaluación. Lo

antes expuesto hace mención al denominado Método de Trabajo por Proyectos (MTP),

teniendo como uno de sus fundadores al pedagogo e William Heart Kilpatrick, quien a

mediados del siglo XX postuló que los educandos logran el aprendizaje relacionando lo que

estudian en la escuela con la vida en general, abogando por una filosofía experimental.
En la época actual el investigador Sergio Tobón define al MTP como “una

estrategia que enlaza la teoría con la práctica en el marco de los intereses de los

estudiantes” (Tobón, 2006, p.2). Al ser un partidario de la socioformación y el aprendizaje

por competencias, propone que este método sea considerado desde el Enfoque

Socioformativo complejo (ESC), poniendo énfasis en el estudio riguroso del contexto, las

actuaciones integrales ante actividades que se conduzcan con idoneidad y compromiso

ético.

Bajo el ESC se desglosan una serie de fases que son interdependientes al

establecerse como un ciclo. Estas fases constan de ocho momentos, enlistándose

principalmente el definir las competencias, es decir, integran y articular los saberes

disciplinares y tecnológicos con saberes populares y no académicos, teniendo en cuenta los

espacios sociales donde se encuentra la institución educativa.

Posteriormente se establece la contextualización y el diagnostico, en el que se

determinaran los intereses, las necesidades, el proceso formativo, detectando el nodo

problematizador más imperante. De la misma manera se realiza una proyección de las

pautas para mediar los recursos, espacios, metodologías, técnicas y saberes.

En la tercera fase correspondiente al encuadre, se establece un dialogo con el grupo,

puesto que se requiere dar a conocer en que consiste el proyecto, explicando el nodo

problematizador, las competencias a implementar, se elige en consenso el nombre del

proyecto, así como el establecimiento de los acuerdos a seguir. Cabe resaltar que en este

momento se identifica con mayor claridad la aplicación de una cultura cooperativa, ya que

todos aprenderán de todos; rompiendo con el paradigma de que solo el profesor cuenta con

el conocimiento a transmitir al alumno.


En continuidad a la cultura cooperativa, se encuentra la cuarta fase, en la cual los

estudiantes conformaran equipos de trabajo, procurando la adecuada organización del

trabajo. En este momento el docente asume el rol orientador, al procurar que en los equipos

exista una complementariedad, donde el educando potencialice sus talentos y competencias,

donde a su vez, sea capaz de ejercer un dialogo asertivo con sus compañeros, tomar

acuerdos y ser un mediador.

La quinta fase a relevancia a la construcción de un problema específico,

definiéndose como problema a “una situación insatisfactoria frente a una situación ideal

esperada” (Tobón, 2006, p.7). Dicha construcción debe tener coherencia con el problema

previamente identificado.

Ulteriormente se encuentra el momento de la planeación estratégica, en la cual cada

uno de los equipos diseñaran un plan para dar solución al problema especifico trabajado en

la fase numero cinco. Las estrategias que los alumnos integren a su plan, y las cuales

deberán poner en práctica, proporcionaran al docente información nueva que muestra el

carácter cíclico propio de esta estrategia de intervención.

La séptima fase indica la puesta en practica del plan de trabajo elaborado por los

estudiantes, misma que será guiada por el docente y a su vez adoptará la actitud de

reconocer y hacer valorar el trabajo de cada estudiante.

Por último, se establece el momento de la valoración, en el que el maestro

recolectara toda la información sobre la manera en la que se está desarrollando el proyecto.

Conforme a la evaluación formativa, la octava etapa indica llevarse a cabo en todo

momento, no solo al final, con el fin de establecer correcciones, determinar resultados,


implementar nuevas estrategias, revisar la metodología y establecer la formación de las

competencias.

El trabajo por proyectos posibilita desarrollar competencias básicas, genéricas y


específicas dentro del currículo integrando los diferentes saberes (el saber hacer, el
saber conocer y el saber ser), facilitando que los estudiantes se formen en el
aprender a emprender dentro del ámbito social y empresarial. (Tobón, 2006, p.4).

Tomando en cuenta que el MTP tiene como uno de sus principales objetivos

contribuir a la formación integral del estudiante, se optó por esta estrategia como propuesta

para intervenir pedagógicamente en el contexto de estudio, logrando así, atender y

transformar la formación académica de las y los alumnos.

4.2 La planeación y sus componentes

El Método de Trabajo por Proyectos revoluciona la enseñanza tradicional,

proponiendo una didáctica que sea regida por la interdisciplinariedad, generando una

vinculación de asignaturas que contengan aprendizajes esperados constituidos por una

relación en sus contenidos.

Para llevar a cabo la aplicación del MTP, se requiere del diseño de un plan de

trabajo que integre los elementos idóneos que intercederán en el proceso de enseñanza

aprendizaje, organizados por el docente de tal manera que faciliten el desarrollo de las

estructuras cognoscitivas de sus alumnos.

Dentro de los componentes base de la planeación se establecen al principio el

objetivo y el propósito, mismos que son extraídos de los contenidos curriculares. Se

encuentran como principal punto a establecer ya que clarifican los aprendizajes que se

quieren lograr, planteándose como metas o puntos de llegada. En cuanto al propósito en la


planeación, se debe integrar en el objeto de estudio (lo que se va a estudiar), indicando los

productos que los alumnos elaboraran.

Continuamente y a partir del establecimiento de los primeros puntos, se integran las

actividades o situaciones de aprendizaje. Para diseñar las actividades, se es necesario el

análisis profundo de las asignaturas y de sus contenidos, pues al ser un proyecto de carácter

transversal entre disciplinas, es fundamental conocer tanto el aprendizaje esperado la gama

de temas que se interrelacionan.

Es importante mencionar que cada una se las sesiones integradas en la planeación,

se conforman por tres momentos: inicio, desarrollo y cierre. En el primer momento se

presentan actividades que le permitan al alumno acceder a los conocimientos previos del

tema, mediante trabajos de discusión por equipos y grupales. Por otro lado, en el desarrollo

se fomentará el análisis mediante la búsqueda de información en diferentes fuentes, la

contrastación de la misma. Como cierre de la clase se hará una construcción más compleja

del objeto de estudio, momento en el que el profesor se percatará del avance, en

comparación al inicio de la sesión. Como en toda planeación la evaluación se estima como

una parte integral de todo el proceso, aplicando la evaluación diagnostica, formativa y

sumativa.

Considerando que el MTP es una alternativa de trabajo innovadora por su carácter

colaborativo, democrático y transversal, se requiere elaborar la planeación bajo las

corrientes didácticas del constructivismo, la enseñanza basada en competencias y la

didáctica critica, todo ello con la finalidad de las actividades integradas en la planeación

continúen con la congruencia del método y del perfil de egreso del nivel educativo.
Bibliografía

Tobón, S. (2006). Método de trabajo por proyectos. Madrid: Uninet

Alonso, M. (2009). La planeación didáctica. México, Jalapa, Veracruz.

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