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Dr. José Maria Gil Vicent El masaje es, de todas las terapias, la més utilizada en los cuidados y en los tratamientos recuperadores que se aplican a los ciclistas. Hasta tal punto es asf, que ha quedado ya como clisica la frase del médico deportivo y profesor de rehabilitacién milanés, el Dr, Ivano Colombo, “allt donde hay ciclismo, hay masa- je’ Las técnicas de masaje empleadas en el tratamiento de los ciclistas para su descanso, su entrenamiento y el tratamiento de sus lesiones puntuales no difieren en nada de los tratamientos que se aplican a otros depor- tistas, por lo que el contenido de este capitulo no ten- dria motivo de ser si en él nos limitéramos a enumerar- las y describirlas, puesto que todas cllas se hallan perfectamente expuestas con todo detalle en otros ca- pitulos de este magnifico libro del Dr. Vazquez Galle- g0 0 en otros libros suyos. Por ello quiero agradecerle desde aqui toda su obra anterior y el que me haya per- mitido participar en este libro para exponen, desde la perspectiva de mis muchos afios de dedicacién al eui- dado de los cilistas, un tipo especial de tratamientos cde masaje muy extendidos en esta modalidad deporti- va, como son los ‘nasa decane a En el argot terapéutico del deporte conocemos “ee dcp aguelas que se apa en eto a MASAJE EN EL CICLISMO no donde tiene lugar la propia competicién o el encre- namiento. Ast, amamos ‘pruebas de campo” alas in- novaciones y adaptaciones mecénicas aplicadas en las bicicletas en busca de una mejor ergonomia, a los cambios posturales de trabajo del ciclista sobre la mé- quina en busca de una mejor aerodinémica, o a los tests fisioldgicos de esfuerzo realizados, no en un labo- ratorio, sino en la carretera o en la pista. Por ello lla- mamos también “masajes de campo” a los eratamien- tos de masaje realizados a pie de carretera, antes 0 después de la cartera, 0 a los realizados a pie de pista en las competiciones en el velédromo, se apliquen es- tos antes, durante los descansos o esperas entre prue- bas o inmediatamente después de elas. Hay ocasiones en que los ciclistas, por exigencias cde molestias secundarias al esfuerzo 0 a lesiones sufti- das en su actividad de la jornada anterior, necesitan algiin tratamiento de masaje, sobre todo de caricter antilgico, a primera hora de la mafiana. Estos erata- ‘mientos los suelen realizar “en camilla” en la habita- ci6n del hotel los masajstas del equipo. Algunos trata- mientos de este tipo ya estin programados desde la noche anterior. Otros obedecen a las exigencias de unas molestias aparecidas en el transeurso de la. no- che 0 que ha notado el ciclista en el momento de po- nerse en pie. Pero estos no son “inttamientos de cam: 70". Lo que caracteriza a los “tratamientos de campo" es el hecho de que son masajes aplicados inmediatamen- te antes de la actividad deportiva -sea ésta competi- cién 0 entrenamiento y que se realizan cerca del punto de salida de la prueba, bien en el autobiis del equipo donde se dispone cominmente de camillas, bien en la trasera de un auromévil, o con el ciclista sentado en los escalones de la entrada de un inmueble © incluso en el bordillo de la acera si se trata de una prueba de carretera. En el caso de la pista, el masajisea dispone muchas veces de camillas en el box del equi po, 0 de tumbonas de descanso que aprovecha para ello, en la “pelouse del velédromo. Las secuencias de tratamiento de estos masajes suelen ser cortas, La secuencia de calentamiento cor- poral generalmente no necesitamos hacerla, puesto que los corredores han aprovechado los tltimos kilé- metros del traslado desde el hotel hasta el lugar de competicién para rodar en bicicleta a marcha y ritmo recientes, unas veces protegidos del viento por los co- ches del director de equipo y de asistencia mecénica, a cuya trasera se sitdan pricticamente pegados en su marcha; otras veces recorriendo unos cuantos kiléme- tos con “agilidad” —utilizando relaciones cortas de transmisién, al combinar plato pequetio con piftones grandes— para entrar en calor y romper a sudar sin ccansar las piernas; y algunas veces es todo el equipo el que se desplaza en grupo, a una velocidad cada vez mis ripida, mientras sus componentes se relevan en cabeza del pequetio pelorén “haciendo la rueda”. El motivo de todos estos ejercicios no es otro que calen- tar la “mdguina corporal” pata acondicionatla al mo- ‘mento de la salida de la prueba, pues todo ciclista sabe ‘muy bien que ningtin tratamiento, por bueno que sea, puede sustituiral precalentamiento, Por esta razén, en estos masajes nos dedicaremos tan s6lo a acondicionar y poner a punto los grupos musculares que van a recibir mas demanda de trabajo cn la primera fase de la competicién, como son el cud- driceps sural, los misculos isquiotibiales, los muisculos de las pancorrillas y, si nos sobra tiempo, las extremi- dades superiores y los misculos de la regién lumbar. Y generalmente esto lo haremos utilizando las secuen- ‘as manipulativas expuestas a continuacién, El Dr. J. Véaquer Gallego, experto en masaje ge- neral y deportivo, a quien me une desde hace mucho tiempo una gran amistad, intent en una ocasién sis- tematizar con mucho acierto una “secuencia bdsica de ‘masaje de calentamiento” que pudiera ser vil en todo 290 momento, es decir, aplicable en general a practicantes de distintas disciplinas deportivas y que, basndose en unas técnicas comunes, sirviera de guién rutinario de tratamiento precompetitivo. Y asf, mas o menos, que- 6 sistematizado este tratamiento en diez manipula- ciones de aplicacién sucesiva, cuyo orden podremos variar en ocasiones sin alterar su resultado: 1. Maniobra general de presiones deslizantes, ‘con pases largos y lentos al comienzo y més cortos y répidos después, mientras la intensi- dad a su ver ird progresando de suave a més enérgica. 2. Fricciones en sentido centripeto (de la parte mis distal a la mds proximal de la extremidad, alcanzando las articulaciones limitantes de ca- da segmento tratado). 3. Amasamientos circulares, dobles, en pinza, a dos manos, nudillares y con retorcimiento (del 75% al 80% de la sesién). 4. Maniobras centripetas de ¥: linfitico. 5. Vibraciones estéticas, batiendo cada misculo. 6. Trabajo periarticular de calentamiento de la cépsula y los tejidos vecinos. 7. Movimientos articulares pasivos de faci- licacién articular. 8. Percusiones, en especial con las palmas de las manos si el deporte en cuestién requiere ¢s- fuerzos de caracter intenso o explosivo. 9. Vaciados y vibraciones, en especialidades de- portivas que no requieran trabajo de resisten- ca. 10. Secuencia final con manipulaciones breves de acariciamiento. do ven0s0 y Con todo, el Dr. Vazquez Gallego reconocia que, de todos los deportes, el ciclismo es el deporte mds ai- pico para que se le pueda prefijar una secuencia de “masaje de campo’, sobre todo en las competiciones Por etapas en las que el comportamiento del ciclista en la etapa previa, en muchas ocasiones, nada tiene que ver con las condiciones tanto fisicas como psico- Nogicas que presenta éste al despercar al dia siguiente, lo que es capaz de romper los esquemas de trabajo del masajista, del médico, del entrenador e incluso las del director deportivo mejor cualificado. Ari entender, desde mi experiencia en estos trata- mientos y después de muchos afios de peregrinar pot esas carreteras de Dios entre ciclistas de base, cadetes, juveniles, amateurs y profesionales de las mis variadas procedencias, asi como de veteranos confiados plena- mente en su antiguo estado de forma, en el caso del ciclismo yo prefiero aconsejar “una farmula mis breve y menos rigida’, de manera que admita cambios y ‘modificaciones sobre la marcha, sin resentirse con ello Ia intencionalidad de este acto terapéutico tan atipico y desigual, como es el masaje de precompeticién para los ciclistas. Asi, teniendo en cuenta que el calentamiento del deportsta ya se ha efectuado previamente sobre la bi- cicleta, con el ciclista en decibito supino sobre una camilla portiil, o bien sentado en una silla con res- paldo tipo camping o en el portén trasero de la furgo- neta 0 del coche de equipo -que a todo se puede recu- rrir-, propongo: MIEMBROS INFERIORES a) Trabajar las pantorrillas, con la rodilla en fle- xi6n de 90°, mediante fricciones rpidas, mien- tras aplicamos el linimento calentador, seguidas de maniobras de expresién venosa y renovacién circulatoria, para seguir con un amasamiento cuidadoso y largo en duracién, pero a ritmo mas rapido, seguido de percusiones activadoras antes de pasar al muslo. b) Hacer lo propio con las masas musculares de los isquiotibiales en la misma posicién de relaja- cién por el acortamiento de las inserciones que provoca la postura antes dicha, insistiendo en las maniobras circulatorias (yaciados venosos se- guidos de fricciones répidas de activacién arte- rial), y también en el amasamiento. ©) Dedicar més tiempo al cudriceps y a los miscu- los de la cara interna del muslo (los aductores), asi como al sartorio y al censor de la fascia la- ta, con maniobras de friccién superficial y profunda, maniobras de barrido y fricciones circulatorias y amasamiento palmodigital cui- dadoso y derallado, insistiendo mas en el vasto interno y los aductores en caso de encontrarnos ante pruebas de pista o pruebas cortas de carre- tera (ctapas prélogo), y haciendo lo propio con cl vasto externo, el sartorio y el tensor de la fas- cia laa si se trata de pruebas de resistencia (era- pas largas, pruebas de montafia y carreras indi- viduales © por equipos en la modalidad de contrarreloj), para terminar aplicando percusio- nes activadoras en toda la zona trarada. MASAJE EN EL CICLISMO ) Todas estas maniobras irin seguidas de una gran friccién general de todo el miembro, En alguna ocasién, por escasez de tiempo (por ejemplo, cuando por circunstancias ajenas a nuestra voluntad se llega con poco margen temporal al punto de salida de la carrera o cuando contamos con un solo masajsta pata varios corredores), esta gran ftiecién, aplicada con un guante de crin o de toalla empapado en locién calentadora, tendré que sustituir a todas las maniobras antes descritas, pero esto no es lo més dese- able. Asimismo, si tenemos tiempo suficiente podemos extender la sesidn al tratamiento de los miembros su- periores. MIEMBROS SUPERIORES a) Fricciones palmares de las manos, antebrazos y brazos, 'b) Amasamiento palmodigital de toda la extremi- dad. ©) Maniobras de renovaci6n circulatoria ) Sacudidas en traccién de ambas extremidades. ©) Movilizaciones articulares de hombros y mufic- os £) Friceién general Después del masaje es el propio ciclista quien debe realizar unos “estiramientas actives” de sus extremida- des y, por iltimo, el masajista puede practicarle algu- ros “etiramientos pasivos postisomérices” de los grupos musculares més exigentes antes de dirigirse al punto de salida de la carrera Finalmente, en caso de lluvia, se secan y limpian las zonas trtadas con una toallao con papel absorbente y se aplica, mediante friccién 0 con un pulverizador, una capa de accite hidréfugo en todas las zonas expuestas ll agua, 0 en caso de frfo, una crema calentadora con pro- piedades termoaislantes, de las que hay numerosas en Jas tiendas 0 comercios especializades. MASAJE EN LAS CARRERAS DE PISTA __ Las carreras de pista tienen particularidades espe- ciales que las hacen inicas. Se celebran en los vel6dro- mos, que son pistas ovales de 200 a 400 metros de longitud, con curvas intensamente peraltadas en sus 291 extremos, donde los ciclistas compiten montados en bicicletas sin frenos, sin cambios de marchas y con el pin fijo para aprovechar la fuerza de su inercia y mantener asi altas velocidades, por lo que no pueden detener el movimiento de sus piernas durante Ia carre- ray han de mantencrse sumamente atentos durante la misma a cualquier cambio de ritmo en el grupo, cualquier desplazamiento lateral de éste (sobre todo al circular por los peraltes) y a evitar cualquier inciden- cia, como puede ser un contacto, un empujén o un enganche con otto ciclista, 0 bien una caida de los participantes que van inmediatamente por delante 0 a los lados del propio corredor. Hay prucbas, como el “krm/salida parada” 0 los "200 mlclasficacién” en las que un solo corredor com- pire contra el crono. Hay otras, como la “velocidad” y Ia ‘persecucién individual” en las que son dos los corre- dores en pista. También hay persecuciones por equi- pos. Hay pruebas tras moto individuales 0 en grupo. Y hay pruebas en grupo por puntos, de clasificacién individual como el ‘fondo” o por parejas como la de “relevos a la americana’, asi como otras modalidades, menos conocidas, pero siempre de gran dureza y exi- gencia. En los “iratamientos de campo” que se aplican a los ciclistas en las disciplinas de pista (carreras en velédro- mo), hay que distinguir entre los masajes precompeti- tivos inmediatos y los aplicados entre dos esfuerzos préximos en el tiempo. En los boxes de equipo, situados en la ‘pelouse’ hay casi siempre una camilla de masaje -en ocasiones a compartir entre dos boxes contiguos— donde se rea- lizan los tratamientos de masaje. En las pistas con me- nos instalaciones también podemos recurrir alas tum- bonas de descanso de los ciclistas, aunque suelen ser muy bajas y utilizarlas para tal menester acaba siendo un martirio para las espaldas de los masajistas al no poder estos trabajar ni de pie ni sentados, por lo que no son lo mas aconsejable. Por ello es conveniente contar entre el material del equipo con una camilla plegable y transportable ~en el comercio las hay de muy ligeras y estables~ muy apta para estos tratamien- tos. En estas sesiones de masaje, cuyo efecto debe ser inmediato, se busca: a) Preparar y calencar la musculatura. b) Asegurar la disponibilidad de las articulaciones al trabajo muscular que les exigiré el movimien- to ininterrumpido del pedaleo y a los cambios bruscos de ritmo. ¢) Estimular y preparar las funciones respirat y circulatorias a una mayor demanda, <) Optimizar la respuesta nerviosa que permita y facilice respuestas musculares répidas y bruscas ias sin riesgo de lesiones. 6) Ketardar la apatici6n de la fatiga. £) Crear en el estado psicoldgico del corredor una necesidad de accién inmediata (lo que se cono- ce en el argot del ciclismo por ‘poner al corredor en el disparadera’). Todos estos objetivos se alcanzan mediante la apli- cacién de un masaje estimulante y tonificante a la vez, corto pero enérgico y cuya secuencia de ejecucién va- mos a explicar aqui. Con el ciclista rumbado en Ia camilla 0 recostado comodamente en la cumbona de descanso, iniciare- ‘mos el tratamiento por los tobillos para seguir con las pantorrillas y pasar luego a la musculatura de los mus- los y més tarde a las extremidades superiores, comen- zando por las manos y cerminando en los hombros, aplicando asi estas manipulaciones: 2) Mowilizaciones pasivas de las articulaciones. b) Fricciones palmares superficiales que nos servi- ran para calencar, activar y aplicar la crema o la locién calentadora. ©) Maniobras de estimulacién circulatoria (drenaje y renovacién).. d) Amasamiento ripido palmodigital, que debe prodigarse mas en los miembros superiores, ya que durante las carreras de pista tendrin menos movimiento y soportarin mayor ten- sién. ¢) Fricciones antélgicas en las zonas doloridas. £) Trabajo especial activador en el misculo cuadri- cceps mediante amasamientos cortos, fricciones intercaladas, y percusiones activadoras. Esta maniobra trabajard preferentemente el vasto in- terno en las pruebas de velocidad (200 me- tros/salida parada, el kilémetro y la prueba de Keyrin) y todo el misculo por igual en la perse- cucién individual y por equipos, en las pruebas de puntuacién y en la carrera americana de rele vos por parejas. g) Vibraciones de baja frecuencia para tranquilizar cel miisculo y para valorar el grado de tono basal alcanzado con el tratamiento. h) Secado del aceite o crema sobrances y aplicaci6n de un linimento calentador en caso de frio» cuando se trate de carreras en velddromos lo abierto (que son la mayoria de ellos), o bien de una locién con efecto refrescante en los velé- dromos cerrados con mucho publico, por la sensacién de calor agobiante que hay en ellos. Afortunadamente en la actualidad esta prohibido fumar en estas instalaciones, donde no hace muchos afios el ambiente enrarecido por el humo Ilegaba a convertirse en agobiante para los corredores. No sera necesaria la aplicacién de aceite hidréfugo en caso de lluvia, pues en los velédromos a cielo abierto en caso de Iluvia no se celebran competiciones ni entrena- mientos, ya que una pista mojada es impracticable y peligrosa. En el caso del masaje aplicado entre dos esfuerzos préximos en el tiempo, estos tratamientos son mas propios de las carreras de pista, aunque en carretera los podremos efectuar en los casos de ‘doble etapa’, por ejemplo cuando en una vuelta ciclista hay en un mismo dia una etapa corta contrarreloj por la mafiana y una etapa en linea por la tarde. Esta sesign de masaje en estos casos se divide en dos tiempos, que en el caso de la doble etapa en ruta estan separados por el perfodo de aseo 0 ducha, la co- mida y un corto descanso postprandial, siendo sus se- cuencias como siguen: MASAJE EN EL CICLISMO Primer tiempo. En este tiempo se busca con el masaje una accién defatigante, sobre todo por sus efectos psi- colégicos. El poco tiempo de que disponemos para el tratamiento entre dos mangas de velocidad nos obliga a limitar el masaje a los muisculos y articulaciones so- metidos a mayor esfuerzo y castigo repetidos, de ma- nera que aplicamos manipulaciones de cardcter circu- latorio como presiones y bombeos, realizadas a ritmo lento. Es conveniente que los gestos sean profundos y largos, pero sin provocar dolor, y si obtenemos pronto una desaparicién del cansancio y la “fatiga local”, pa- saremos al segundo tiempo. Segundo tiempo. Consistird en un masaje activador de corta duracién, compuesto de fricciones répidas y ‘pétrisages” (pellizqueos) seguidos de palmoteos activa- dores, pero lo bastante enérgico para crear en el corre- dor una estimulacién neuromuscular tal, que le invite a “entrar en accién” de inmediato. De esta manera, un buen segundo tiempo en un masaje de campo en la pista se basard en fricciones su- perficiales rdpidas seguidas de fricciones profundas “en baterfa”, pellizcamientos generalizados y repetidos de las zonas tratadas y percusiones y palmoteos repetitivos, se- guidos de fricciones répidas con guante de toalla im- pregnado de alguna locién calentadora de tipo volatil.

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