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SECCIÓN

V Enfermedades ampollares
y vesiculares

Contenido
Capítulo 38. Pénfigo Capítulo 42. Dermatitis herpetiforme
Capítulo 39. Pénfigo crónico benigno familiar Capítulo 43. Dishidrosis
Capítulo 40. Penfigoide Capítulo 44. Miliaria
Capítulo 41. Penfigoide gestacional (herpes gestacional)

CAPÍTULO
Pénfigo 38

el seborreico. El pénfigo familiar es raro. La presencia de


Definición hiperprolactinemia reportada en los pacientes con pénfigo
Enfermedad autoinmunitaria de causa desconocida, carac- puede ser debida a un epifenómeno, más que a una causa
terizada por ampollas intraepidérmicas en piel y mucosas, patogénica de la enfermedad. De los pacientes que reciben
originadas por la separación de las células epidérmicas por d-penicilamina, en particular si portan HLA-B15, en 10%
un proceso llamado acantólisis debido a autoanticuerpos puede aparecer pénfigo. Otros casos son inducidos por
contra antígenos de los desmosomas (en especial las des- antiinflamatorios no esteroideos, como fenilbutazona, y pi-
mogleínas 1 y 3). La evolución es aguda, subaguda o cróni- roxicam y sus derivados; rifampicina y captopril, y por fac-
ca, y habitualmente es mortal en ausencia de tratamiento. tores físicos, como las quemaduras y la radioterapia. En el
pénfigo endémico brasileño se sugiere un origen viral, pro-
bablemente transmitido por el mosquito Simulium nigrima-
Datos epidemiológicos num, que puede desencadenar el proceso autoinmune.
Aunque rara, es la más frecuente de las enfermedades am- El pénfigo es una enfermedad relacionada con la pro-
pollares autoinmunitarias; se la ha observado en todas las ducción de autoanticuerpos de clase IgG dirigidos contra
edades y predomina entre los 40 y 60 años de edad; afecta antígenos de los desmosomas, en particular contra las des-
a todas las razas, principalmente a los judíos; ocurre en am- mogleínas 1 y 3, que causan la separación de los queratino-
bos sexos, con leve predominio en mujeres (1.5:1); en me- citos (acantólisis) por un proceso de emisión de señales
nores de 30 años se ha observado en 12.6%. La frecuencia enzimáticas que finaliza en apoptosis (fig. 38-8). En el pénfigo
varía de 0.5 a 3.2 por 100 000 habitantes por año o 1 a 16 vulgar los anticuerpos están dirigidos contra la desmogleí-
por millón por año. La mortalidad es de 17.7%; la principal na 3, una proteína de 140 kDa, y en el pénfigo foliáceo,
causa de muerte es el choque séptico. contra la desmogleína 1, una proteína de 165 kDa; ambas
proteínas forman parte de la familia de las cadherinas (es-
quema 38-1). En el pénfigo foliáceo se ha señalado que la
Etiopatogenia producción de IgG4, IgM e IgE contra desmogleína 1 (Dsg1),
Si bien se desconoce la causa, existe predisposición genéti- puede ser iniciada por sensibilización a alergenos ambienta-
ca, que se manifiesta por alta frecuencia del antígeno les; más aún, los anticuerpos IgM anti-Dsg1 se detectan en
HLAA10, en judíos del HLA-DR4 (90%) y en mexicanos del las fases iniciales del padecimiento y durante la enfermedad
HLA-DR14 y HLA-DR10 en pénfigo vulgar y HLA-DR1 en se pueden cuantificar a títulos altos. En el pénfigo para-

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neoplásico los anticuerpos están dirigidos contra proteínas


de la familia de las plaquinas, como la desmoplaquina (250
Cuadro clínico
kDa), la periplaquina (190 kDa) y la envoplaquina (210 kDa), El pénfigo vulgar (fig. 38-1) representa 80 a 85% de los ca-
además de anticuerpos contra las desmogleínas 1 y 3. sos. La erupción empieza en cualquier parte de la piel o de
Los títulos de anticuerpos se relacionan con la gra- las mucosas (60%), con predominio en la piel cabelluda,
vedad de la enfermedad, pero en estudios secuenciales no pliegues inguinales y axilares, ombligo y región submamaria
siempre existe correlación; además, las IgG1 e IgG4 indican (fig. 38-2). Hay ampollas flácidas de 1 a 2 cm, que aparecen
enfermedad activa, mientras que los anticuerpos IgG2 en la piel sana o eritematosa, y que al romperse dejan zonas
se encuentran en periodos de remisión. Se ha señalado que denudadas, excoriaciones y costras melicéricas. El paciente
la ampolla acantolítica representa la etapa final de un pro- experimenta dolor, pero no siempre prurito. En general,
ceso citopatológico grave. En el pénfigo la respuesta celular las lesiones curan sin dejar cicatriz o sólo hay hiperpig-
es de tipo Th 2, no obstante, los mecanismos involucrados mentación. Una presión fuerte del pulgar sobre la piel sana
en el desarrollo de las ampollas implican mecanismos de perilesional ocasiona su desprendimiento (signo de Nikol-
regulación, dispersión de epítopes, inducción de citocinas sky). Si se ejerce presión directa con el dedo sobre una
proinflamatorias y antiinflamatorias y células T autorreacti- ampolla intacta, se produce extensión lateral (signo de Asboe-
vas, entre otros. Hansen). La mucosa más afectada es la oral (80 a 90%);
empieza en este sitio en 50 a 70% de los pacientes, y muchas
veces es el único lugar afectado. Las ampollas muestran
Clasificación rotura temprana y dejan erosiones irregulares y dolorosas
que afectan la mucosa gingival, paladar, lengua, borde
Formas clásicas:
bermellón y, en casos graves, la orofaringe y laringe. Tam-
I. Superficial.
bién puede afectar los ojos, el esófago, la uretra, la vulva
a) Foliáceo (esporádico y endémico).
y otros sitios; es posible que haya cambios ungueales que
b) Eritematoso.
dependen de las ampollas. Se observa afección temprana del
II. Profundo.
estado general; puede haber fiebre, anorexia, vómito y
a) Vulgar.
diarrea, así como complicaciones pulmonares y renales,
b) Vegetante.
y muerte.
Formas raras: El pénfigo vegetante (1.3%) se clasifica en tipos de New-
mann y Hallopeau; el primero es más grave y el segundo
I. Herpetiforme (pénfigo con IgA).
remite con el tratamiento. Predomina en pliegues, ingles,
II. Paraneoplásico.
alrededor de la boca y en las manos y los pies; comienza
III. Neonatal.
con ampollas que dejan erosiones, las cuales originan a su
IV. Inducido por fármacos.
vez vegetaciones húmedas, rojas, cubiertas de costras y que
Algunos consideran que el pénfigo eritematoso es una dejan pigmentación residual. La lengua puede tener aspec-
variedad del foliáceo, y el vegetante, una del vulgar. to cerebriforme.

Ampolla subcórnea
IgG

Dsg 1

Ampolla suprabasal
Dsg 3

IgG

Esquema 38-1. Representación esquemática de la ubicación de desmogleínas en la epidermis y formación de ampollas en pénfigo


vulgar y foliáceo.

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Capítulo 38  Pénfigo 207

A B

D E

 Figura 38-1. A. Pénfigo vulgar. B. Pénfigo, signo de Nikolsky. C. Pénfigo, lesiones orales. D. Pénfigo, úlceras orales. E. Pénfigo,
úlceras incipientes en las encías.

A B C

D E

 Figura 38-2. A. Pénfigo vulgar, piel cabelluda. B. Pénfigo vulgar, ampollas en la piel cabelluda. C. Pénfigo vegetante. D. Pénfigo
vegetante, lesiones en pliegues. E. Pénfigo vegetante con lesiones orales.

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 Figura 38-3. Pénfigo foliáceo.  Figura 38-4. A y B. Pénfigo seborreico.

El pénfigo foliáceo (13.7%) es una dermatosis que empie- Se caracteriza por lesiones anulares con eritema y edema,
za como pénfigo o dermatitis seborreica y se transforma en vesículas en los bordes, y prurito.
eritrodermia exfoliativa y rezumante (de Darier); predomi- El pénfigo paraneoplásico o síndrome autoinmunitario para-
na en judíos. La ampolla es flácida y delgada, y tiene una neoplásico multiorgánico se caracteriza por una erupción mu-
base eritematosa (fig. 38-3). cocutánea polimorfa, relacionada con una neoplasia maligna
Excepcionalmente afecta las mucosas; puede haber principalmente hematológica; orienta hacia el diagnóstico
alopecia, onixis y perionixis. Casi no hay afección del esta- una estomatitis dolorosa e intratable. Se relaciona más a me-
do general. Esta variante esporádica, cuando se presenta en nudo con linfoma no Hodgkin, leucemia linfocítica crónica
niños, puede tener un modelo circinado o policíclico que y enfermedad de Castleman. Es grave y la muerte es casi siem-
suele ser de evolución benigna. pre por sepsis, insuficiencia respiratoria o complicaciones
El pénfigo foliáceo brasileño, fogo selvagem o pénfigo endé- del tratamiento.
mico sudamericano, es endémico de las zonas rurales de El pénfigo neonatal es una enfermedad transitoria que se
Brasil y otras regiones de Sudamérica. Por la distribución presenta en hijos de mujeres con pénfigo y títulos altos de
geográfica se especula sobre un ciclo de insecto-vector-vi- anticuerpos de clase IgG1 que cruzan la barrera placentaria
rus. Afecta a adolescentes y adultos jóvenes. Es familiar en y se depositan en la piel. En general, la enfermedad se resuel-
10%. Puede ser circunscrito o ser una eritrodermia exfolia- ve en algunas semanas, cuando el recién nacido produce sus
tiva. No existe afección de mucosas. propias inmunoglobulinas. También se ha señalado pénfigo
El pénfigo seborreico o pénfigo eritematoso (enfermedad inducido por fármacos, que en clínica es similar al foliáceo.
de Senear-Usher) empieza con lesiones ampollares o placas
eritematoescamosas en la parte media del tórax, los hom-
bros, la región lumbosacra, piel cabelluda, surcos nasoge- Enfermedades relacionadas
nianos, zona retroauricular (figs. 38-4 y 38-5). Las lesiones
Timoma, miastenia grave, artritis, lupus eritematoso, síndro-
recuerdan el lupus eritematoso o se acompañan de éste.
me de Sjögren, anemia perniciosa, liquen plano y neoplasias
Hay poca afección de mucosas, es una enfermedad autoin-
malignas.
mune múltiple que mezcla datos clínicos y de laboratorio
de dos enfermedades, pénfigo y lupus; en ocasiones puede
agregarse otro padecimiento autoinmune.
El pénfigo herpetiforme, pénfigo con IgA o dermatitis
Complicaciones
herpetiforme con acantólisis, es raro y de evolución crónica Las causas de muerte son anormalidades bioquímicas y efec-
y benigna, aunque puede evolucionar hacia pénfigo vulgar. tos del tratamiento con glucocorticoides, como diabetes, úl-

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Capítulo 38  Pénfigo 209

A B

 Figura 38-5. A y B. Pénfigo seborreico, lesiones faciales. C y D. Pénfigo seborreico en piel morena.

cera gástrica, neumonía y septicemia, o con azatioprina, co-


mo depresión de médula ósea e infecciones, así como embolia
pulmonar.

Datos histopatológicos
La biopsia debe tomarse de una ampolla reciente; donde se
encuentra una ampolla intraepidérmica acantolítica (figs.
38-6 a 38-8). Las células basales adoptan una disposición en
“hilera de lápidas”, y las células acantolíticas o de Tzanck,
que son malpighianas, grandes, redondeadas o poligonales
y basófilas (monstruosas), recuerdan a las células baloni-
zantes propias de infecciones virales; es posible que haya
polimorfonucleares y eosinófilos. En los pénfigos vulgar y
vegetante la ampolla es suprabasal (fig. 38-6), y en el foliá-
ceo y el seborreico, subcorneal (fig. 38-7); en el vegetante
hay hiperplasia seudoepiteliomatosa, hiperqueratosis, papi-
lomatosis y abscesos intraepidérmicos con abundantes
eosinófilos. En el pénfigo herpetiforme, la ampolla es sub-
corneal, con acantólisis leve, y contiene leucocitos y eosinó-  Figura 38-6. Ampolla acantolítica epidérmica suprabasal
filos (espongiosis eosinofílica). (HE, 10×).

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 Figura 38-7. Ampolla acantolítica subcorneal, en pénfigo


foliáceo (HE, 40×).

 Figura 38-9. Anticuerpos contra sustancia intercelular (IFI).


En el pénfigo paraneoplásico puede haber cambios de
interfaz y un infiltrado liquenoide. La microscopia electró-
nica muestra primero disolución del cemento intercelular noglobulina de clase IgG (100%) con isotipos IgG1 e IgG4
y, después, destrucción de desmosomas y retracción de to- (40% de los casos fija complemento) y en menor propor-
nofilamentos. En el pénfigo inducido por fármacos y para- ción de clases IgM e IgA; presentan una configuración en
neoplásico se observa necrosis de queratinocitos. panal de abeja. En el pénfigo vulgar se observan en toda
la epidermis, y en el foliáceo son suprabasales. En el pén-
Datos inmunopatológicos figo eritematoso, además de los depósitos en la sustancia
intercelular, se observan depósitos granulares de IgG y C3
Inmunofluorescencia directa. Para este estudio, el mejor si- en la unión dermoepidérmica. Esta prueba es de gran
tio para realizar la biopsia es una zona de piel de aspecto ayuda para distinguir el pénfigo de otras enfermedades
normal habitualmente no expuesta a la luz solar; en todas ampollares.
las variedades de pénfigo se observan depósitos de inmu- Inmunofluorescencia indirecta. Los títulos de anticuerpos
antiepiteliales circulantes se correlacionan en general con la
actividad de la enfermedad y permiten evaluar la respuesta a
la terapéutica. Es posible detectar anticuerpos parecidos en
pacientes quemados, en dermatosis por medicamentos y
en padecimientos con extenso daño cutáneo, como en la ne-
crólisis epidérmica tóxica. En el pénfigo paraneoplásico los
anticuerpos están dirigidos contra las plaquinas (fig. 38-9) y
en el pénfigo herpetiforme, también se han demostrado an-
ticuerpos contra desmocolinas.
La técnica enzimática, valoración inmunosorbente liga-
da a enzimas (ELISA), permite evaluar la especificidad de
los anticuerpos antiepiteliales que se encuentran dirigidos
contra la desmogleína 1 en el pénfigo foliáceo y el brasile-
ño, y contra desmogleína 3 en el vulgar. Sin embargo, tam-
bién en 50% de los casos de pénfigo vulgar esos estudios
reconocen anticuerpos contra la desmogleína 1.

Datos de laboratorio
Suele haber anemia, leucocitosis, eosinofilia, disminución
de la concentración de proteínas plasmáticas, inversión de
la proporción entre albúmina y globulina, y aumento de la
sedimentación eritrocítica.
Citodiagnóstico. Permite un diagnóstico rápido al descu-
 Figura 38-8. Acantólisis en la biopsia (HE, 40×). brir células acantolíticas o de Tzanck.

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Capítulo 38  Pénfigo 211

38a Pustulosis subcorneal La dermatosis afecta el tronco y pliegues, respeta la ca-


beza y mucosas, y está constituida por pústulas flácidas o
Sinonimia vesículas con un nivel (fig. 38-10). Estas lesiones muestran
coalescencia y dan lugar a figuras circinadas o abigarradas;
Enfermedad de Sneddon-Wilkinson. aparecen sobre piel sana o eritematosa, se rompen con rapi-
Es una dermatosis crónica y recidivante de origen des- dez y se cubren de costras. Se presentan por brotes en días
conocido, cuyos mecanismos inmunopatógenos se entien- o semanas y puede haber prurito o ardor. No hay afección
den muy poco; se caracteriza por la presencia de pústulas del estado general y suele coexistir con pioderma gangre-
en la subcórnea, con neutrófilos y una reacción dérmica noso, colitis ulcerosa, paraproteinemia y mieloma. No está
leve. Se observa buena respuesta a sulfamidas y sulfonas. claro si se relaciona con depósitos epidérmicos de IgA, y
Afecta a cualquier raza y a ambos sexos, con predominio anticuerpos circulantes del mismo tipo, o si se trata de una
en mujeres y en mayores de 40 años de edad. Se considera enfermedad diferente.
una dermatosis neutrofílica.

A B C

 Figura 38-10. A, B y C. Pustulosis subcorneal.

Diagnóstico diferencial Tratamiento


Dermatitis herpetiforme (fig. 42-1), penfigoide (fig. 40-1), Consta de prednisona, dosis inicial de 1 mg/kg/día (100 mg/
síndrome de Stevens-Johnson (fig. 13-1) y síndrome de día), hasta disminución de los síntomas y de los títulos de
Lyell (fig. 14-2), pénfigo benigno familiar (fig. 39-1), impéti- anticuerpos antiepiteliales, con decremento calculado y pru-
go (fig. 72-1), epidermólisis ampollar (fig. 58-1), dermatitis dente de la dosis; el tratamiento es por tiempo indefinido,
seborreica (figs. 8-3 y 8-5). con una dosis eficaz mínima.
En las lesiones orales deben excluirse también candi- Algunos prefieren ciclos breves con dosis altas, y en casos
dosis (fig. 96-2), infección herpética (fig. 105-1), liquen plano con respuesta insatisfactoria los inmunosupresores constitu-
y penfigoide benigno de las mucosas, y en el paraneoplási- yen una segunda posibilidad, combinados con glucocorti-
co, eritema polimorfo (fig. 12-1). coides (véase cap. 169); se usa azatioprina, 2 mg/kg/día (100
En el estudio histopatológico, el pénfigo vulgar puede a 150 mg/día) (véase cap. 169); metotrexato, 20 mg por
confundirse con pénfigo benigno familiar y enfermedad semana (véase cap. 169), o ciclofosfamida, 50 a 100 mg/día
de Grover; el foliáceo, con enfermedad de Sneddon-Wilkin- (véase cap. 169). Se ha utilizado dapsona o diaminodifenil-
son e impétigo, y el seborreico, con lupus eritematoso. sulfona (DDS), 100 mg/día (véase cap. 169), particularmente
en pénfigo foliáceo, que permite disminuir con mayor rapidez
la dosis de glucocorticoides.
Pronóstico También se utiliza ciclosporina A (véase cap. 169),
Antes del tratamiento con glucocorticoides la mortalidad plasmaféresis (para eliminar anticuerpos circulantes) o
era de casi 100%, hoy se ha reducido a 5 a 15%, y depende fotoféresis extracorpórea. La combinación de ciclosporina,
de complicaciones del tratamiento, más que del pénfigo en azatioprina y glucocorticoides durante un periodo breve
sí. La infección más frecuente es la septicemia por Staphylo- puede ser una opción en enfermedad resistente a glucocor-
coccus aureus. ticoides (véase cap. 169) o anormalidades hematológicas.

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212 Sección V  Enfermedades ampollares y vesiculares

En casos con escasa respuesta al tratamiento conven- En los casos graves, al inicio del tratamiento se requie-
cional se ha iniciado el uso de terapia inmunomoduladora ren hospitalización, vigilancia con análisis clínicos, radio-
con micofenolato de mofetilo (2 g/día) o con medicamentos grafías, y control del peso y de la presión arterial mediante
biológicos (véase cap. 169) como anticuerpos monoclonales una dieta con bajo contenido de carbohidratos y grasas,
quiméricos, como el rituximab (anti-CD20), además de in- y restricción de sodio.
munoglobulina por vía intravenosa, pero sus resultados to- Es conveniente administrar isoniazida para prevenir
davía no son muy claros y pueden tener efectos adversos tuberculosis pulmonar y, si existe candidosis por el mismo
importantes. tratamiento, antimicóticos por vía local o sistémica.
Aunque no es concluyente, hay evidencia reciente de El pénfigo oral a menudo muestra respuesta diferente a
que el uso de 60 o 120 mg de prednisona da igual resultado, la del cutáneo. Pueden utilizarse glucocorticoides por vía
y que la administración intermitente (en pulsos) de gluco- tópica, como ungüento de fluocinonida en “orabase” 6 a 10
corticoides en dosis altas genera poca mejoría (véase cap. veces al día (véase cap. 169), o propionato de clobetasol o
169); en cambio, se presentan mayores efectos adversos. La mometasona cuatro veces al día. En ocasiones conviene
azatioprina y ciclofosfamida generan beneficio en cuanto al usar una guarda oclusal para mejorar la absorción. Es im-
ahorro de esteroides (véase cap. 169). El micofenolato es más portante realizar un buen diagnóstico para establecer un
eficaz que la azatioprina en el control de la enfermedad; tam- tratamiento oportuno.
bién es útil el factor de crecimiento epidérmico por vía tópica.

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