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CAPÍTULO

Penfigoide 40

nas (5.8 a 23%); esto último ocurre principalmente en per-


Sinonimia sonas de 65 a 70 años de edad, particularmente en casos de
Penfigoide ampollar, penfigoide buloso. cáncer gástrico.
La presencia de anticuerpos contra varios antígenos
propios en el penfigoide cicatrizal sugiere que se trata más
Definición de un fenotipo que de una enfermedad nosológica.
Enfermedad inflamatoria, autoinmunitaria, caracterizada La dermatosis por IgA lineal (LAD) es una enfermedad
por ampollas grandes y tensas, y por lesiones urticariales. autoinmunitaria vesiculoampollar subepidérmica que pue-
Predomina en ancianos y afecta el tronco y extremidades, y de ser idiopática o inducida por fármacos. Hay depósitos
rara vez cabeza, cuello y mucosas; no deja cicatrices atrófi- inmunitarios de IgA en la lámina lúcida de la membrana
cas. La evolución es crónica, por brotes. Hay una ampolla basal, y los anticuerpos se dirigen contra una proteína de
subepidérmica con eosinófilos, y se detectan IgG y C3 en la 97 kilodaltones (kDa); esta proteína forma parte del BPAg2.
zona de la membrana basal. Los anticuerpos se dirigen con-
tra antígenos que están en el hemidesmosoma que une el
queratinocito a la membrana basal.
Clasificación
I. Penfigoide ampollar: generalizado, localizado, polimor-
fo, vegetante y nodular.
Datos epidemiológicos II. Penfigoide cicatrizal: mucocutáneo y cutáneo.
No hay predilección por raza o sexo, se estiman 7 a 14 casos
por millón de personas, y del penfigoide cicatrizal, un ca-
so por millón. Predomina en mayores de 60 años de edad, Cuadro clínico
pero puede observarse en adultos relativamente jóvenes e La dermatosis puede ser local o diseminada; predomina en
incluso en niños; la mortalidad es baja. En Escocia la inci- abdomen, muslos y caras de flexión de las extremidades
dencia es muy alta en mayores de 85 años. (figs. 40-1 a 40-3). La lesión fundamental es la ampolla, que
aparece sobre una base eritematosa o edematosa; hay pla-
cas urticariales pruriginosas y dolorosas; las ampollas son
Etiopatogenia claras o hemorrágicas, de tamaño variable, a menudo gran-
Es un padecimiento autoinmunitario. El análisis inmuno- des y extendidas, poco frágiles; cuando se rompen quedan
genético de pacientes con penfigoide ha identificado un cubiertas de costras melicéricas o melicericosanguíneas
incremento del haplotipo DQB1*0301 del HLA. En esta (figs. 40-1 y 40-4). No se observa signo de Nikolsky, es de-
enfermedad los anticuerpos están dirigidos contra el antíge- cir, la piel no se desprende al frotar con el dedo. Puede afec-
no del penfigoide ampollar BPAg1 (BP230), proteína que es tar las mucosas. Es de inicio repentino, y su evolución es
miembro de la familia de las plaquinas, un componente crónica, por brotes; en ocasiones remite de manera espon-
intracelular del hemidesmosoma, mientras que el BPAg2 tánea. La mortalidad es de menos de 6%, y está más relacio-
(BP180) es una glucoproteína transmembranal colágeno (tipo nada con la edad y las condiciones generales.
XVII). Las lesiones aparecen después de que los anticuer- La coexistencia del penfigoide con el liquen plano se co-
pos IgG se unen a la membrana basal, activan y fijan noce como lichen planus pemphigoides. Ha mostrado vínculo
complemento, y promueven la producción de mediadores con enfermedad maligna, y ésta es más frecuente cuando el
inflamatorios (quimiocinas), lo que origina reclutamiento estudio de inmunofluorescencia indirecta (IFI) resulta ne-
de células, principalmente eosinófilos, que liberan protea- gativo.
sas, degradan las proteínas del hemidesmosoma y favorecen El penfigoide ampollar generalizado de Lever se manifiesta
la formación de ampollas. Por otra parte, se incrementa la por una dermatosis que afecta áreas muy extensas de cual-
permeabilidad vascular, lo que contribuye a la formación quier región; las ampollas son tensas y suelen afectar las
del edema papilar. mucosas. Evoluciona con remisiones y exacerbaciones.
Algunos consideran fortuita la relación ocasional con El penfigoide ampollar circunscrito es menos frecuente;
otras enfermedades inmunitarias o con neoplasias malig- origina ampollas tensas en la cabeza y las extremidades.

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218 Sección V  Enfermedades ampollares y vesiculares

A B C

 Figura 40-1. A. Penfigoide ampollar. B y C. Penfigoide: ampollas y exulceraciones.

La variedad polimorfa causa una erupción generaliza- dular y pruriginosas, que pueden preceder por años a las
da, con pápulas, vesículas y ampollas de base eritematosa, ampollas.
que predominan en superficies de extensión, el dorso y las El penfigoide cicatrizal de tipo mucocutáneo, llamado benig-
nalgas. En la forma vegetante se observan ampollas, escamas no mucoso de Lortat-Jacob u ocular, afecta las mucosas,
y lesiones vegetantes en áreas intertriginosas, la cabeza, el principalmente la oral, conjuntival, laríngea, genital, rectal
dorso y las extremidades. El nodular es una variedad rara y esofágica (fig. 158-4A y B).
caracterizada por lesiones hiperqueratósicas de aspecto no- Las ampollas dejan cicatrices retráctiles, sinequias, y pue-
de haber ceguera, dificultad respiratoria y estenosis esofágica.
Las lesiones cutáneas son raras. En el penfigoide cutáneo
cicatrizal, o de Brunsting-Perry, se observan lesiones cutáneas
sólo en la cabeza y el cuello, que dejan cicatrices atróficas. Se
han descrito dos formas muy raras: vegetante y nodular.
Se ha descrito otra forma clínica de penfigoide, el anti-
p200, padecimiento autoinmune poco frecuente, con am-
pollas tensas sobre una base eritematosa o piel de aspecto
normal, de predominio acral, los anticuerpos de clase IgG
están dirigidos contra la laminina gamma-1, una proteína de
200 kD de la membrana basal.

 Figura 40-2. Penfigoide: eritema, ampollas y lesiones


urticariales.

 Figura 40-3. Penfigoide: lesiones vesiculares y ampollares


diseminadas.  Figura 40-4. Penfigoide: lesiones graves en un anciano.

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Capítulo 40  Penfigoide 219

 Figura 40-5. Ampolla subepidérmica (HE, 40×).


 Figura 40-7. Penfigoide: depósitos de IgG en la membrana
basal (IFD).
Datos histopatológicos
La biopsia debe obtenerse de una ampolla incipiente. Se exclusivos del penfigoide (fig. 40-7). Para diferenciarlo se
observan ampollas subepidérmicas con techo epidérmico realiza la técnica de separación de la epidermis (salt split
intacto, que contienen fibrina y pocas células. Hay infiltra- skin), que pone de manifiesto los depósitos en el techo de la
dos dérmicos, con predominio de eosinófilos (figs. 40-5 ampolla, característicos de penfigoide, mientras que su pre-
y 40-6). Puede haber espongiosis eosinofílica. sencia en la base de la ampolla indica epidermólisis ampollar
En las variedades vegetante y nodular se presentan hi- adquirida (fig. 40-8).
perplasia seudoepiteliomatosa, e hiperqueratosis y acanto- Inmunofluorescencia indirecta. Se detectan anticuerpos
sis notorias, respectivamente. circulantes en el suero del enfermo. Son fijadores de com-
La microscopia electrónica muestra que la ampolla se plemento y los títulos no se correlacionan con la actividad
localiza en la lámina lúcida entre la membrana basal, y el del padecimiento.
antígeno se localiza en el hemidesmosoma que une el que- Inmunoelectrotransferencia Western blot. Se usa para de-
ratinocito basal a la membrana basal. Estos datos no son terminar la especificidad fina de estos anticuerpos, y aproxi-
madamente 75% reacciona contra el antígeno BPAg230,
mientras que sólo 50% reconoce el antígeno de 180 kDa.
Las pacientes que presentan herpes gestacional tienen anti-
cuerpos contra BPAg180.

 Figura 40-6. Ampolla subepidérmica: infiltrado mixto  Figura 40-8. Penfigoide: anticuerpos en el techo de la


(HE, 40×). ampolla (salt split).

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220 Sección V  Enfermedades ampollares y vesiculares

Se han creado pruebas ELISA (ensayo inmunoenzimá- la dosis de sostén es de alrededor de 10 mg/día. Pocas veces
tico) con las proteínas recombinantes BPAg230 y BP180. se requieren otros inmunosupresores como azatioprina (véa-
se cap. 169), metotrexato (véase cap. 169), ciclofosfamida
Datos de laboratorio (véase cap. 169), ciclosporina A (véase cap. 169) o micofe-
nolato de mofetilo. Recientemente se han empleado corti-
Eosinofilia en sangre periférica, y en 50% aumento de IgE. costeroides tópicos potentes, como propionato de clobetasol,
40 g/día, con reducción de los efectos secundarios, las com-
Diagnóstico diferencial plicaciones y la hospitalización. Sin embargo, en formas
Pénfigo (fig. 38-1), dermatitis herpetiforme (fig. 42-1), der- extensas es un tratamiento costoso. Otras alternativas son la
matosis ampollar crónica de la niñez, eritema polimorfo dapsona o diaminodifenilsulfona (DDS) (véase cap. 169), las
(fig. 12-1), dermatosis medicamentosas (fig. 11-2), prurigo tetraciclinas, la eritromicina y la nicotinamida, y en casos
nodular de Hyde (fig. 19-1), porfiria cutánea tarda (fig. 120- graves y resistentes, el rituximab.
4), epidermólisis ampollar (fig. 58-1) y liquen plano (figs. En el penfigoide cicatrizal no ha mostrado eficacia el
49-1 y 49-2). micofenolato de mofetilo, pero ha sido útil la inmunoglobu-
lina por vía intravenosa, 1 g/kg de peso corporal, en dos
días consecutivos cada cuatro semanas. Se aconseja el uso
Tratamiento local de glucocorticoides (véase cap. 169) e inhibidores de la
El manejo debe ser multidisciplinario. Se administra cortico- calcineurina como el tacrolimus, que especialmente podrían
terapia sistémica, 1 mg/kg/día de prednisolona o prednisona; usarse en casos localizados.

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