You are on page 1of 101
SABER CONVIVIR Mensajes 1. SEPAMOS CONVIVIR De este tema me gustaria hablaros. De cémo ha de ser la convivencia entre Nosotros, entre las per- sonas. Tanto dentro de casa, como fuera de casa. A Cualquier nivel. A veces constituye un problema el hecho de convi- vir con los demas. Tienen otro temperamento, otra manera de ser y de pensar, otros gustos, otros de- Sos... Dentro de casa con facilidad perdemos los estri- bos, gritamos, hacemos sufrir, ofendemos a los demas. {No es cierto que pasa eso? Si os preguntara a cualquier familia cuando ha Sido el Ultimo enfado, ghabria que buscarlo muy lejos? Algo parecido y, aun quiz4 més, ocurre fuera de casa. En cualquier tipo de relaciones: 5 entre vecinos, entre compafieros de cluso en la diversion, en el juego, A diferentes grupos de personas. trabajo. In. VeCes, entre Interpretamos mal lo que otros han dicho 0 han hecho. Aguantamos poco. Vemos mala intencién se nos va la lengua.\Luego la lengua Provoca un in. cendio, una reaccién en cadena. A propésito de este tema de la convivencia, re- Cuerdo que en una ocasi6n un grupo de nifios esta- ba preparando su examen de conciencia, para la confesion. Tenfan una hoja para repasar sus faltas, y una de las preguntas decia: “;Eres autoritario con los demas?” Uno de ellos pregunté: “;qué quiere decir ser autoritario?”. Y entonces comentamos con ellos, Porque esto puede ser a todas las edades, la facili- dad que tenemos para alzar la voz, para imponer- Nos, para salirnos con la nuestra. Y al contrario, la dificultad que tenemos Para escuchar, para com- prender, para rebajarnos. Ahora te preguntaria a ti: dEres autoritario? ;Los que te conocen piensan acaso que lo eres? De ahi que la convivencia muchas veces se convierta en un atropello, Alguien me vino un dia con esta salida: “A ver si Sabe en qué se diferencia una persona de la linea Continua de la Carretera”? Como yo no veia por donde iba la pregunta, al final me lo dijo él asi: “Pues mire. Que las Personas se ae Pisar, pero la linea continua de la carre- tera, no” {Qué te parece? ;Es asi? La convivencia entre las personas {no es muchas veces pisarse unos a otros? juna falta de respeto, de comprensién, de i? AMO! Roblemas de la conivencia | 2doeroia Fay. a qué se debe este problema de la conviven- cia? Si le damos el nombre propio, yo diria que es, _ Soberbia/ Es decir, creernos superiores a los demas, | 0 tener a los demas en menos. 7 Y gcémo se arregla? Pues de una forma tan ele- mental y tan dificil como ésta: contra soberbia, hu- mildad. Sepamos pedirnos perdon. ;Lo hacéis? Lo ha- béis hecho alguna vez? ;Sabéis, como suele decir- se, ‘bajar del burro’? Es una necesidad. Es una exigencia. Si quere- mos ser duefios de nosotros mismos; si queremos amar a los demas, hasta este grado elemental que llamamos respeto y educacién; si queremos dar buen ejemplo y testimonio cristiano. Todo esto lo podriamos concretar asi: ( No habléis nunca estando ¢ enfadados. | Y digo nunca. Ni siquiera cuando sea ne, corregir a los hijos, o en cualquier otra ca! que parezca urgente. Cesario SION en No hables nunca estando enfadado. Y otro aspecto seria hacer el esfuerzo de escy. char a los otros; de poneros en su lugar; de com- prender la parte de razén que sin duda tienen. Terminaria este comentario con estas palabras de un canto, que quiz@ conozcas. Aquel canto: “Cristo te necesita para amar”. Asi dicen algunas de sus estrofas: Al que vive a tu lado, dale amor. Al que viene de lejos, dale amor. Al que habla otra lengua, dale amor. Al que piensa distinto, dale amor. Al amigo de siempre, dale amor. Y al que no te saluda, dale amor. 2. LOS ENFADOS Continuando el tema, quiero hablaros ahora sobre los enfados. A veces, a las personas mayores, cuando vemos los enfados entre nifios, por una parte nos dan pena y, por otra, hasta nos hacen reir, por las tonterias que son causa de enfado 0 de pelea. Pensamos, desde nuestro punto de vista, y es verdad: ‘;Qué lastima que se peleen por esas cosas!’, Pero, cuando nosotros mismos nos enfadamos, si al- guien nos observara, no tendria la misma sensa- ci6n? jQué pena que nos enfademos y peleemos por verdaderas tonterias! Bien mirado, no suele haber proporcidn entre el enfado y la causa que lo provoca. Todos sabemos de memoria y aceptamos aquel criterio: “No hagas a los otros lo que no quieras para ti”. ;Verdad que si? Y con qué facilidad lo per- demos de vista. Con qué facilidad_lo hacemos _al_ revés, Ademas, los enfados suelen provocar reaccio- nes en cadena. He lefdo una anécdota que os voy a “‘comentar: “Un sefior telefoned a su esposa, desde la ofici- na, diciéndole que al mediodia irfa a comer con dos amigos, y que, por tanto, preparase una comida un poco aceptable. La esposa acogié la noticia como un gato al que tiran de la cola. Y, después de pronunciar varios 1m- 9 properios, colg6 el aparato con rabia. sy quiso disimular ante los amigos la reaccién q posa. Pero el resentimiento y la ira empezaron ea moverse en su cuerpo. Y los primeros efectos los pa- decid un empleado suyo, que, por un ligero error que en otra ocasiOn hubiese pasado inadvertido, se gané la reprimenda y los gritos del jefe. Marido le su es. Este empleado aguanté la racha en silencio, pero, al salir de la oficina para ir a comer a casa, como estaba enfadado, aquella comida que su espo- sa le guisd, y que otro dia hubiera aceptado bien, la rechaz6 con violencia y desahogé con su mujer el enfado que llevaba dentro. Bajo los efectos del disgusto, la esposa del em- pleado no pudo dormir aquella noche. Y, al levantar- se de mal humor, casi sin darse cuenta, dio dos bofe- tadas al hijo pequefio, porque, almorzando, tiré el azucarero al suelo. EI nifio puso cara de rabieta y se marché al cole- gio. Algunas horas después, la maestra telefoneo a la madre para informarla de que el chico habia provo- cado en clase una verdadera revolucién con su vio- lento comportamiento. Y que, por eso, se habfa visto obligada a expulsarle del colegio durante una sema- na, como castigo”. Fijaos que, el que empez6 esta cadena de ira, no tuvo intencién de provocar todas esas Cosas, Pasé mal dia él. Y lo hizo pasar a varias personas. La cosa se fue complicando y, ¢todo por qué? Pues, dicho simplemente, por falta de dominio de si. ‘ Todas estas personas no supieron controlarse. No supieron dominarse. No eran duefias de si. Des- cargaron en los demas su ira, su enfado. Quiza podriamos contar, cada uno de nosotros, anécdotas muy parecidas, vividas o presenciadas por nosotros. dEs éste el estilo de vida y de convivencia que debemos cultivar? ;Cémo lograr todo lo contrario? Pues la verdad es que, cuando vemos acciones bue- nas en los demas y dominio de si, nos encanta. Hace unos dias fui de excursién con nifios. Era bonito, por ejemplo, ver como, al proponerles un juego, algunos sabian dominarse y jugar con entu- siasmo a aquel juego, aunque no era el suyo preferi- do. Pero jqué lastima cuando la reaccién era al revés! Y a veces perdimos un largo rato sin poder jugar a nada precisamente por no ponerse de acuerdo, por no aceptar los gustos y los deseos de los demas. Siempre que varias personas viven o conviven juntos tienen que hacer este ejercicio, tenemos que hacer este ejercicio, porque nos ocasionamos, aun sin querer, pequefias molestias. Tenemos que saber aceptar la manera de ser de los demas. A veces es saber, por ejemplo, esperar al otro. Cuantas veces ocurre esto entre los esposos. O saber aceptar el gusto del otro. a_verdadera causa_de nuestros enfados es siempre falta de dominio de nosotros Mismos. Por tanto no echemos las culpas a los demas; al menos, todas las culpas. Terminaria recordandoos que cuando rezamos ante el Sefior, por ejemplo al em- pezar la Santa Misa, con una actitud humilde deci- mos: si, yo confieso que he pecado mucho, y ha sido por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Oh, si supiéramos pensar siempre asi. En nuestras casas 0 en nuestro trato con los demas. Vamos a terminar estas palabras de reflexién con ese deseo de evitar, cuanto podamos, los enfados entre noso- tros. Pero, ya sabéis, cuando no sepamos evitarlos, estamos siempre a tiempo de repararlos. 3. Las cRiticas Vamos a centrar ahora nuestra reflexion en un problema siempre actual: las criticas. Empezaria con aquel proverbio arabe que dice: “El camello no ve su joroba, pero si la de sus her- manos”. O bien, con aquellos versos de un célebre cuento del P. Coloma, que dicen: “En una alforja, al hombro, llevo los vicios; los ajenos delante, detras los mios. Y esto hacen todos; asi ven los ajenos mas que los propios”. Este es el problema de raiz en este tema de las criticas. (Ver los defectos de los demas y no ver los propios., Y gqué es lo que se critica? Lo sabemos todos muy bien. Se critica todo: las maneras de ser y de vestir, las maneras de actuar de personas o de gru- pos... Todo. Y a veces, generalizando, se critica al pueblo entero. Se dice: “aqui no se puede hacer nada; todos son...” dad. Porque el humilde piensa enseguida: A mi me gusta mucho, y con eso terminaria, aquella pregunta del Catecismo que dice: “Dios lo 41 42. ve todo?” Y responde: “Si, Dios Io ve todo, lo pasa. do, lo presente y lo futuro, y hasta los mas ocultos pensamientos”. Piénsalo un poco, para conducirte bien y evitar choques con las personas con las que convives. 13. SABER RECTIFICAR En esta reflexion os diria: {Qué cosa tan grande saber rectificar! gSabeisndesd onde naceh MUCHOS ENfadosyspele- ‘as? Pues simplemente de no saber 0 no querer re- _ conocer nuestros errores, nuestra metedura de pata, nuestra parte de culpa. Ha habido, quiza, un malentendido con alguien de tu casa o con cualquier persona de las que tra- tas. Quiza has sido imprudente, quiza has tenido una reaccién descontrolada. Ha sido sin querer, desde luego, sin mala intencién, pero has ofendido, has herido, has molestado. ;Eres entonces capaz de reconocerlo? Ciertamente no pocas veces llegamos a recono- cerlo interiormente. Hasta nos duele; pero llegar a manifestarlo y reconocerlo abiertamente y saber decir a esa persona “me he equivocado, he hecho mal, ha sido culpa mia”... jLlegamos ahi? Nos sobra mucho orgullo y jqué malo es eso! De ahi viene el enfado, la pelea, la discordia. Supongo que conocéis aquel refran: “Es* de® Fijaos bien, es lo mas légico, para cualquiera de Nosotros, equivocarnos, meter la pata, obrar mal; Pero es de sabios reconocerlo y rectificar. En lenguaje especificamente cristiano, especifi. camente evangélico, decimos arrepentirse y reparar la falta. No seamos tan “tiesos”, como suele decir. se; sepamos “bajar del burro”. Y eso, ante Dios y ante los demas. Una y mil veces. Fijaos bien que deciamos al comienzo: {Qué cosa tan grande saber rectificar!, pero solamente. puede rectificar el que reconoce humildemente su. “error, mas atin, su culpa.- Recordadlo: Es de hombres equivocarse, pero es. 14 DEJATE CORREGIR otro mensaje para tu vida: déjate corregir. Son bastantes las cosas que, por ti mismo, si te a pensar, veras que debes rectificar en tu ares ortamient0. Pues bien, esas que ves jmanos a panes jLo has hecho al menos cada dia en algun getalle a lo largo de estos mensajes? Solo para quien ya va haciendo lo que ve ahora afiadiria: ne- cesitas que alguien te ayude a ver lo que no ves..Es que nos cuesta mucho conocernos. “Noshaysquiem, De ahi que sea im- prescindible para la perfeccién aquella consigna de San Juan de la Cruz: “Déjate ensefiar, déjate corre- Bir... si quieres ser perfecto”. A veces sucede que todos los que nos conocen coinciden en que tenemos tal defecto y nosotros quiz4 ni nos damos cuenta. Forma parte de nuestro temperamento o de nuestras costumbres, hasta el punto de que nosotros mismos lo consideramos Poco menos que virtud. Por eso lo excusamos y lo justificamos. “neecion=Gomencemos.por.sentirnecesidad-de esas~ ~erlas® Sera asi mas facil aceptarlas, agradecerlas y a £ ahaa noretatlss, iTienen los demas la conviccién de Que deseas ser advertido y corregido? gLes has dado 45 pruebas de que reaccionaras bien escuchando, sin enfadarte, sin defenderte, sin contraatacar, pensan. do y tratando de rectificar con mucho interés Io que se te dice? No seas propenso a pensar que se equivocan 9 que exageran. Mas bien suele ser al revés. Que, por prudencia o par caridad, slo nos dicen una Parte de lo que ven, pero hay mas, mucho mas todavia, semsentitiansanimados a seguir diciéndote..mas cosasmgMacomprendes qué ayuda tan grande ten- drias asi? Claro que a veces a nuestro amor propio le duele y le sienta mal. No te extrafies, pero puede tu amor Propio poner mala cara y tu ponerla buena. Es decir, no hacer ningtin caso de tu reacci6n interior y aceptar y agradecer de corazon lo que se te dice. : . ién Megaemalghecha. Por ejemplo, porque el otro te ha dicho lo que le ha venido a la boca en un momento de ira, como desahogo de una rabieta o de una re- vancha. Sin dar entonces importancia a la forma trata de recoger aquella Partecita de - ; ve que Dios quiere iluminarte y ayudarte, eee 46 15. TIEMPO DIARIO DE REFLEXION En este mensaje quisiera empezar con una pre- gunta, con un deseo: ;Podria hoy recomendaros un ratito diario de lectura de un libro formativo? Lo hago asi, en forma de pregunta, porque me merece un inmenso respeto el hecho de que querdis dedi- carme unos minutos de atenci6n. Cualquiera de los temas que os ofrezco, llega a vosotros como fruto de una pequefia victoria interior entre una conviccién, que me empuja a hablaros, y un reparo, que querria frenarme. Veamos. Hoy, por ejemplo, quiero hablaros de la impor- tancia de un tiempo diario de lectura formativa. El reparo, en esta ocasion, es que me parece ofr a algu- nos de vosotros diciéndome que no tenéis tiempo. {De verdad es escasez de tiempo? ;Sera tal vez preferencia por otras cosas, que nos resultan mas cémodas, por ejemplo, ver la tele...? No obstante, me atrevo a pediros un hueco dia- rio en vuestra vida para la lectura. Por qué? Por- que tiene ventajas. Una ventaja es que, quien lee, elige el tema, mientras que en la radio o en la tele nos lo dan elegido. Otra ventaja es que cuando uno lee puede detenerse en la lectura donde eel cuando quiera, 0 repasar y repetir el fragmen 0 ca mas le ha gustado; y eso ayuda a asimilarlo, a Cc prenderlo. 47 Ciertamente leer cuesta mas, pero, si Io Probéig veréis que trae grandes ventajas. Y équé tipo de leg. tura? Aparte de los ratitos que quizas Pasdis leyen, do por pasatiempo, 0 los que tengais que dedicar a leer en plan de estudio, yo me refiero hoy a leer para mejoraros, de cara a la vida; esas lecturas que puedan servir de orientacién, de espejo, de renova. cidn. Es lo que llamamos reflexion. Ojala que nos aficionaramos todos al gran libro, al Evangelio, o bien a aquellos otros libros que acerquen a nuestra vida los criterios de Cristo. Qui- 28s los tenéis; utilizadlos. Podria ser un Propésito interesante. Si lo llevaramos a la practica, veriamos el bien que puede hacernos. Por eso este mensaje es “una llamada, una invitacion al tiempo diario de lectura formativa”. 16. NECESITAMOS LEER BUENOS LIBROS Seguimos con el tema del mensaje anterior. Hoy querria daros como consigna 0 invitacion: “Necesi- tamos leer buenos libros”. Me ha provocado este tema la lectura de unas palabras del Papa, durante el verano, a los que han ido a verle en su residencia de Castelgandolfo. Les ha dicho: “Aprovechad el tiempo libre para dedicar- lo a la lectura de buenos libros, que aumenten y hagan mas profunda vuestra cultura religiosa... a través del contacto con grandes escritores, que os ayuden a pensar rectamente, a creer, a esperar, a amar. Sera ese un tiempo muy fecundo para vuestra vida espiritual.”. Hasta aqui las palabras del Papa. Nos conviene esa lectura de buenos libros, fijaos bien, que nos ayuden a pensar rectamente, a creer, a esperar, a amar. Y no sdlo cuando disponemos de mas tiempo libre, sino unos minutos diarios, para nuestra reno- vacién y formacién. Si toda vuestra formacién dependiera de los me- dios de comunicacién social, serfais muy superfi- ciales. Vuestra formacion sera muy deficiente, aun desde el punto de vista natural, no digamos ya desde el punto de vista cristiano. 49 Puedo deciros una experiencia: todos los que he visto progresar en SU vida espiritual han utilizado este medio de la lectura de buenos libros, y todos los que he visto aflojar en su vida espiritual han descuidado este medi -soen ta virtud. Y jqué libros os recomendaria? Por encima de todos la lectura sosegada del Evangelio. Deberia ser nuestro libro preferido. El libro mas familiar para un cristiano; un libro en el que encontraremos siempre algo nuevo, una luz para nuestra vida. Y, junto con el Evangelio, los demas libros del Nuevo Testamento (Los Hechos de los Apéstoles, las Car- tas...) Seguramente que en todas las casas lo te- néis. No os conforméis con tenerlo. Con todo, no os iria mal conocer otros titulos. Algunos son ya clasicos: La imitacién de Cristo, Ca- mino, Historia de un alma... Cualquier lista sera in- completa. En esta misma coleccién “Vida y Luz” te- néis titulos apropiados para las diferentes edades o circunstancias. Hoy simplemente queria llamaros la atencion sobre este tema, e invitaros a utilizar los que te- néis. Dedicad un ratito cada dia a leer. No os con- forméis con lo que veis u ofs en la Prensa, en |, radio o en la TV. La lectura facilita la reflexién 7 reflexion que no es para dar vueltas a las ideas cine para pensar en nuestra vida, a la luz de |o que a 50. mos, ¥ poderla rectificar y mejorar; es una auténtica revision. Fruto de esa lectura deberiamos llegar a cosas muy concretas, en las que dar un cambio, hacer un esfuerzo nuevo. Sin duda que esa lectura esa reflexion nos facilitaria también la oracién, el contacto con Dios. Os repito lo que os decia al comienzo: “Necesi- tamos leer buenos libros”. Es, por otra parte, un deber, porque hemos de estar en condiciones de dar razon de nuestra fe y de nuestra esperanza a cualquiera que nos la pida. Hemos de estar en con- diciones de defender nuestros criterios ante cual- quier dificultad 0 ataque del ambiente. Tenemos’ cailambiaganata tent a. ceos dee Seas vosotros los padres, con re! acién a vuestros hijos; es un deber; mas atin, es una necesidad. De lo contra- rio, nuestra vida cristiana se estancara, peligrara. Necesitamos leer buenos libros. 51 17. LA FELICIDAD DE REBOTE Los que me escuchdis idesedis ser felices? {Queréis que 0S diga el secreto de la verdadera felj- cidad? La llamaria asi: “Felicidad de rebote”. Tomo el titulo de una carta de un matrimonio amigo, en la que me dicen que estan descubriendo lo que ellos llaman “la felicidad de rebote”, es decir, la que se experimenta de hacer feliz al otro. Dicen: ‘estamos comprobando que lat félicidadnoy, “otra-lasdebuscarse“uno-arsi-mismo, es-pasajera y -vacia’, Me ha gustado mucho la expresi6n y la creo muy acertada y por eso os la comento y os la ofrezco. {Qué quiere decir “felicidad de tebote”? Pues, sen- cillamente, que lo que uno se propone es hacer feli- ces a los otros, olvidandose de si. Ver felizaliotrovte,. hatévfeliz-artine {Cémo se practica? Se practica, por ejemplo, es- cuchando a los otros y tratando de comprenderlos. Se practica cuando uno, por amor a los demas, pro- Cura quitarles trabajos y tomarlos para si; cuando uno se pone en actitud de servir a los otros, de ayu- darles, de adelantarse en todo lo que pueda hacer Por ellos... Ehillosdemas que en'si mismo. 52 jqué resultado produce esa entrega a los gemés? Me remito a vuestra Propia experiencia. siempre que habéis actuado asi os habéis sentido satisfechos, 0S habéis sentido felices. Y, si alguien io duda, si alguien piensa ‘no es posible que esa actitud de entrega, que lleva siempre sacrificio, haga feliz’, sOlo le diré para convencerlo: jPruébalo! Querria animaros a hacer la prueba de esa felici- dad de rebote, y, para ello, a descubrir las oportuni- dades que os brinda vuestra vida de familia, vuestro puesto en el hogar, sea el que sea; a descubrir las oportunidades que os brinda vuestro cargo y vuestra profesion; mas atin, a descubrir la llamada y exi- gencia que nos brinda a todos nuestra vocacién cristiana. _ El mayor motivo que puede darnos fuerzas para -entregarnos’a los demas, en cualquier circunstancia ettistianosjnuestfo"amorma Dios? Os lo digo con unas palabras, que me han gustado mucho, de un dis- curso reciente de Juan Pablo II. Dice él: “Las* per sonas-que.aman-a»Dios sirmreserva-tienen.capaci* dade-particular--dewamatearlosehermanosy=sift interesesspersonales y con la"inicarmirasde-su-bien temporally espiritual verdaderos"= Dejadme que os subraye lo que os acabo de leer, porque necesitamos encontrar el gran motivo, la gran fuerza para entregarnos a los demas, y asi poder experimentar esa felicidad de rebote, de la 53 ™ que hoy os estoy hablando. Dice e| Papa ~fijaog bien- “/as personas que aman a Dios sin reseryay porque de lo contrario no hay fuerza para la entre. ga; esas personas “tienen una capacidad Particular de amar al prdjimo sin intereses y con la unica mira de su bien”. Por eso decia al principio que os iba a dar e| se. creto de la felicidad verdadera, la que podriamos llamar ‘felicidad de rebote’, ~ sotros mismos. No lo perdamos de vista; hagamos la experiencia, Para saberlo de una forma personal y experimental; €SO Nos Convencera mas que todas las palabras. 18. VAMOS A QUERERNOS Hoy podriamos titular el mensaje asi: “vamos a querernos”. {Por qué os digo esto? En una convivencia de ju- ventud, en una provincia del sur, hubo un muchacho muy simpatico que, cada vez que se enzarzaba la discusién de una forma desagradable, la atajaba con esa frase, en su tono andaluz: “vamo a quererno”, y asi lograba descongestionar el ambiente. Yo os la digo hoy, como una llamada, como un programa. {Qué os parece si los esposos os dijerais y os pro- pusierais, asi con sencillez, “vamos a querernos”? {Qué os parece si los hermanos lo dijerais, lo pensa- rais y sobre todo, lo hicierais: “vamos a querernos”? {Qué os parece si los amigos os pusierais en este plan de “vamos a querernos”? ;Qué os parece si los vecinos superarais vuestras desavenencias con esa actitud y dijerais “vamos a querernos”? Es decir vamos a superar nuestros egoismos, vamos a aceptar nuestros diferentes temperamen- tos, vamos a superar nuestras tonterias, “vamos a querernos”. ;No seria todo mas bonito? iQue es dificil? jPero merece la pena! No sea- mos tontos. Si no nos decidimos a querernos, lo vamos a pasar muy mal. Parece mentira que las personas nos empefiemos tantas veces en hacer de nuestra casa un infierno. {Qué mal lo pasamos y lo 55 a hacemos pasar! ;Por qué no traéis a la memoria los dias y los momentos en que supisteis demostrar a los demas que les queriais de verdad, que les que- riais desinteresadamente, sdlo por ellos mismos? Quererles de verdad, asi, sin buscar nada, sin espe- rar nada. La reflexién, el mensaje, la consigna es: “Vamos a queremos y... a ver qué pasa”. En los préximos mensajes lo iremos desmenu- Zando un poco. 56 19. Vamos A RESPETARNOS n la reflexion anterior os decia “Vamos a que- rernos”. Es un tema muy amplio que habra que ir desmenuzando en diferentes aspectos. A ello vamos a dedicar los mensajes siguientes. Hoy os lo digo asi: “Vamos a respetarnos”. E Todos merecen respeto: Merecen respeto desde luego los padres. El ca- tecismo decia: amar, respetar y obedecer a los pa- dres. Merece respeto el consorte; debéis daros ese respeto mutuamente. Una de las preguntas que se os hizo el dia de la boda era ‘jestais dispuestos a a- maros y respetaros toda la vida?’ Merecen respeto los ancianos. Me impresiono el parrafo que, sobre este tema, dijo Juan Pablo Il a los ancianos en Espafia. Dijo: “la ancianidad es algo venerable para la Iglesia y para la sociedad y merece el maximo respeto y estima”, y recordaba él “ya el Antiguo Testamento ensefia: ‘alzate ante una cabeza blanca y honra la persona del anciano’, por eso... me inclino ante vosotros e invito a todos a manifestar siempre la reverencia afectuosa que me- recen quienes nos han dado la vida”. Merecen respeto las personas mas débiles que pueda haber a nuestro lado: En ese sentido los 57 nifios merecen respeto especial. Merecen un respe- to particular los enfermos... en respeto también, por un motivo pecu- Merec' ’ r . liar, los pobres. No sé si conocéis una poesia, sobre . : i “ n la que se hizo una pelicula, hace ya tiempo, “El Pi- yayo”. El estribillo decia: “A mi me da pena y me causa un respeto imponente”. El motivo fundamental de este respeto, que todos merecen, es su dignidad de personas, su dig- nidad de hijos de Dios. Desmenucemos un poco el alcance del respeto. Merece respeto la persona, merece respeto su ma- nera de ser, su temperamento; merecen respeto sus ideas, merece respeto su fama, merece respeto su situacién; debemos respetar su tiempo, merece res- peto su fe. Una forma de empezar esa podria ser practicando las nor! educaci6n, de urbanidad y de los mayores nos resulte facil r que quizas hoy se tengan m el punto de desconocerlas! actitud de respeto Mas elementales de Convivencia. Quizas a €cordarlas. (Qué pena enos en cuenta, hasta 58 No todos los deberes para con el prdjimo termi- nan con la educacién y el respeto, pero quizas si ye empiezan por él. Vamos a pensarlo y a tenerlo en cuenta en nuestra vida de estos dias. Os lo repi- to: “Vamos a respetarnos”. 59 20. Vamos A ACEPTARNOS 6n de hoy la titulamos: “Vamos a parece que el primer acto de frecer a cualquier persona es La_reflexi aceptarnos”. {No 0s amor que podemos 0 aceptarla? Aceptarle es el primer derecho que el otro tiene y el primer deber que nosotros tenemos hacia cual- quiera. Todos tenemos el derecho a ser acogidos y a ser aceptados. Aceptar_a uno ‘con todo_incluido’. Quiero decir, no neguemos a nadie el derecho a su temperamento, a tener la edad que tiene, las ideas, las costumbres...; incluso me atrevo a decir que no neguemos a nadie el derecho a sus defectos. Y eso ypor qué? Primero porque a veces esos de- fectos, o lo que a nosotros nos parecen defectos, pueden ser sdlo aparentes y desde luego inferiores a lo que nos parecen, ya que nuestra imaginacion y nuestro egoismo pueden actuar como una lente de aumento; aceptar ademas y llevar con paciencia los defectos ajenos, sencillamente, porque es imposible andar por la vida libres totalmente de defectos. Tam- bién los demas tienen que soportar los nuestros En una palabra, ser intransigentes con los otr casi equivaldria a negarles el derecho a existir. eee iNo seraé que queremos ahorrarnos m veces Sleaucae y la entrega inherentes al eae ro amor? El verdadero amor a las personas se mida porta capacidad de sacrificarnos por ellas. Fijaos 60 rtunidades tenemos para ello, precisa- is Opol oe cuanta 5 deficiencias y limitaciones de cada mente por la uno. La aceptacion del otro incluye siempre entre sus ingredientes: la humildad, la comprension, la pa- ciencia...; en realidad, todas las virtudes, Ademas esa capacidad de aceptar a los otros es la condicién para poder hacerles algun bien, para poder estar en disposicion de ayudarles a mejorarse. 7Querra esto decir que hemos de cerrar los ojos alo,quemnossparece:negativoren "los demas, que'te- nemos que cerrar los ojos-a-las consecuencias, a veces nefastas, que podrian derivarse de sus actua- cionesmisisno:intervenimos? jNo! No podemos des- entendernos, porque eso podria ser un pecado de omision. El planteamiento que hemos de hacer ante los defectos de los demas podria ser este: Puesto que ellos son asi ;cOmo debo ser yo? ¢cdmo debo actuar yo? A veces sera necesario saber adaptarse a su ma- nera de ser; otras veces, mas bien, saber compen- sarmlas"deficiencias de su manera de’ ser con-una actitud nuestra mas virtuosa; puede que haya inclu- sO Que contrarrestar 0 neutralizar lostetectosmegati- v6 desis" acCiones; incluso puede ser que, mas de una vez, tengamos el deber de advertir, rectificar 0 corregir. Pero... que el motivo sea siempre el amor. 61 Para nosotros, los creyentes, aparte de aceptay al préjimo como es, queda algo Mas: orar y oftecg, por él y pedir para nosotros mismos el acierto en las palabras y en las actuaciones. SabeduqueNpueas Todavia querria afiadir, en esta linea de aceptar a los otros, una Ultima consideracién: ‘sabenvacep- : ; 1 20, tratar de mejorarnos. Asi, para todos hoy, nuestro mensaje: “Vamos a aceptamos”. 62 21. VAMOS A ESCUCHARNOS Comienzo con una anécdota: Una vez en la mon- tafa, en una excursi6n con nifios, hicimos esta prueba: quedarnos en silencio para escuchar los di- ferentes ruidos y sonidos que se ofan a nuestro alre- dedor. Fue muy interesante. Al callar y prestar aten- cion, nos fuimos dando cuenta de muchos ruidos y sonidos de la naturaleza, que no habiamos adverti- do durante el rato anterior, porque no prestabamos atencién. Uno se fij6 én el canto de los pajaros, otro en el murmullo del torrente que se deslizaba cerca de nosotros; hasta el viento hacia notar su efecto en las hojas de los arboles; a lo lejos se oyé la voz de un campesino... Ante todo os recuerdo que no es lo mismo escu- char que oir. ¢ Unas preguntas para pensar: id gSueles prestar aten- cién a tu esposa 0 esposo? ;Sueles prestar atencion a tus hijos? ;Sueles escuchar asi, con interés y atencion, a tus padres? éPrestais atencion a vues- tros profesores? Y vosotros, los profesores, {prestais atencion a vuestros alumnos cuando os hablan? 63 ¢Prestais atencién a los ancianos? ;Prestais aten- cidn incluso a los nifios pequefios? Y alin os hago |g insinuacién mas importante: cauggipeinanis A \befbialSolo el humilde escucha, sdlo el humilde = deja ensefiar 0 se deja advertir. ¢ MISSA és aun, dejadme que os diga que no escuchar es una insensatez, porque no creéis que a los demas se les puedan ocurrir cosas que valgan la pena. No escuchar a Dios es ademas un desprecio, el mayor de los desprecios. Y la mayor falta de sensatez. Todos tenemos mucho que aprender de los demas, hasta de los nifios. Si no escuchamos, po- demos privarnos de grandes luces que Dios quiere darnos precisamente por ese conducto. Quizds seria suficiente Para comprender este tema con claridad que pensarais cada Uno @66hiGm | Una advertencia elemental: Sabéis que nuestra Capacidad de atencién es muy li Mitada, que es muy 64 n, a la vez, a dos cosas diferentes: ario saber dejar la tele, el perid- mos haciendo, cuando alguien char hay que hacer eso sdlo: aici tender PY era pues neces lo que esta a? Para escu char ynada mas.” en ese momento no podemos dejar lo que ilevamos entre manos? ZY si nos es imposible pres- tar esa atencion que los demas nos reclaman? Eso tiene facil solucién. Podriamos decirle: “mira, en este momento no puedo; luego te escucho”. Pero e sea verdad ese luego. : iY sl ’, Debemos saber es- cuchar al otro, ver al otro, sentir al otro, pero con amor Con facilidad somos exigentes con los demas. {Por qué no dedicarnos a facilitarles la entrada en nuestro corazon, a través de esa puerta que son los idos? Tratemos de cambiar nuestra actitud con los otros y quizas nos Ilevemos una grata sorpresa, des- cubriendo en ellos valores y actitudes buenas, que no sospechabamos, una rectitud de sentimientos e intenciones, que desconocfamos; 0 que nos demos cuenta que, aquello que nos habia desagradado, fue-mas una equivocacién u olvido involuntario, que mala voluntadr Y, si en algun caso excepcional, al escuchar a alguien, nos convencemos que hay moti- vos por los que no conviene el trato con esa persona 65. concreta, veremos que, también para darnos Cuen ta, ha valido la pena escucharla. Pero eso, en cagy de que llegue, sera excepcional. Hay mayor bondag en el corazon de las personas que tenemos al lado que la que hasta este momento hemos descubierto, Antes de terminar, quiero deciros que hay ung excepcion: : . Para eso no tenemos ni ofdos ni tiem- "PO. Fuera de esta excepcidn, os invito a hacer un gran ejercicio, tanto en la vida de familia como a cualquier nivel de convivencia, de saber escuchar mas. 22. DEMANDA DE AFECTO Enm or todas partes hai drias t ofrecerlo?” He lefdo unas palabras de la madre Teresa de Calcuta, esa Mujer que tiene tanta experiencia del hambre que padece la gente. Dice que “aun mé grande que el hambre de alimento, es el hambre de afecto; y, no sdlo en el tercer mundo, sino en todas artes” Suele decirse que ‘a nadie amarga un dulce’. Si, a nadie le va mal que le queramos. Pero, asi como de un dulce se puede prescindir, sin afecto no se puede vivir. Qué es el afecto? Quizas no sea facil definirlo, pero es facil experimentarlo. Todos nos hemos sen- tido mirados y tratados con afecto muchas veces. Lo notamos, por ejemplo, en la manera como nos hablan y nos dicen las cosas, pero también en una infinidad de detalles. Todos necesitan y esperan afecto. los nifios; no les x les basta tener afecto. ; mensaje de hoy os digo: “Me parece que y demanda de afecto, {no po- Lo necesitan, por ejemplo, ; basta estar alimentados y limpios, ni juguetes 0 poder ir al colegio: necesitan eee . los ancianos. Pueden tener Lo necesitan j on, pero zy el corazon? comida, ropa, calefacci _67. —t Lo necesitan los adolescentes. En todas las eda. des, pero quizds mas en esta, es mejor entrar por gj corazon. iY los matrimonios? Pensad por donde empiezan Use todas las crisis matrimoniales. Ahi esta siempre |o NY gares, hay ccarencia, “mucha carencia, de! signos de afecto. El gran criterio podria ser éste: “piensa en los demas y olvidate de ti”. Todos -y a todas las eda- des- asi como son sensibles al calor y al frio, lo son -y mas- al amor y al desamor. — “.Quizas_recordaréis el canto titulado “Viva la gente”. En él se dice: “Al lechero, al cartero, al policia saludé, / detras de cada ventana y puerta reconoci / a mucha gente que antes ni siquiera la vi"... Afiade: “habria menos gente dificil /y mas gente con coraz6n”. Concluye: “las cosas son importantes, / pero la gente lo es mas”. : ren, Owicamos: Con facilidadey-atropellamosea-las “aye nuestro coraz6n no produce tanto? Hemos (ae arn0s a la fuente, que es Dios} Dios es de hechos a su imagen, y, en eso se hg or, estamos su am conocel que somos discipulos suyos. Todos demandamos, en la convivencia, un poco més de corazon, de calor; que se nos quiera. Esta» gritaryresrame Y, si alguna vez hace falta una advertencia o una correccién, pensad que sera ucho mejor recibida si va hecha con amabilidad y.con educacién, como pide el evangelio, y hasta sera recordada con agra- decimiento toda la vida. .C Que esta reflexion nos ayude a poner en marcha un poquito mas nuestra capacidad de afecto y de amor a los que nos rodean. 69 23. SONREIR UN POCO MAS Hoy os propongo: no podriamos sonreir un poco mas? Sonreir es bueno, es necesario, pero jes fre- cuente? ;Es facil? ;De donde nace la sonrisa? presién:espontanea de paz, de afecto;de serenidad, de-alegriamSaber sonreir es muy importante, y aun tiene mas valor si se hace en momentos dificiles 0 de contrariedad. Santa Teresita de Lisieux, que murié tuberculosa a los veinticuatro afios, solia repetir: “amar, sufrir, siempre sonreir”. Hay un canto que dice: “Una sonrisa vale mas que un grito, puede mas que todo”. Luego afiade: “Cuando Ilego a mi casa y me encuentro una dulce sonrisa, / yo me olvido de todo lo malo y me siento feliz; / cuando voy por la calle y veo sonreir a un nifio, / me pregunto Por qué mu- chos grandes no rien asi”. Quizas alguno de vosotros me dira que en algun momento ‘no esta el horno para bollos’, Puede ser, pero... gpor qué? , 70 emientosayedesde=luego; nuestras*palabras y rues- ~eggereacciones, Sin justificarnos. Qs recuerdo: contra soberbia, humildad; contra ira, paciencia; contra envidia, caridad. Asi como de la humildad y de la caridad nace espontanea la sonrisa, asi es imposible que nazca de la soberbia, de la ira y del amor propio. Los santos han producido y producen las mayo- res y mejores sonrisas, a veces incluso al enemigo, y no pocas veces en medio del dolor. Os habéis fi- jado en la sonrisa que tenia Madre Teresa de Calcu- ta, aquella sonrisa luminosa y contagiosa, aun con una cara vieja y arrugada? La-sonrisa-hace*hermoso ~ feoshastaselerostromas hermosor iPodria este mensaje ser un acicate para cada uno de nosotros, en este esfuerzo por sonreir mas a los que nos rodean? n 24. PIENSA EN LOS DEMAS Y OLVipaTE DET, Mi mensaje de hoy lo empiezo con este Criterig que ya ha salido en otros temas: “Piensa en log demas y olvidate de ti”. Tomo esta frase de un Car. tel que lef en un local parroquial. Es un gran Crite- rio para la vida; no es dificil de entender, pero es de valientes vivirlo; os lo repito: “Piensa en los demas y olvidate de ti”. No se trata de tener este cartel ante los Ojos, sino de tenerlo siempre presente en el pensamiento y en la vida. Os lo desmenuzo un poco: Piensa en los demas, por ejemplo, el que en el momento de la comida sabe tener una palabra de agradecimiento y felicitacién a la esposa, a la madre, 0 a la persona que ha Preparado aquella co- mida con tanto interés, en vez de sélo disfrutarlo, sin el menor agradecimiento, Piensa en los demas aquél que se adelanta a servir y a hacer favores, més que a pedirlos. Piensa también en los demas y se olvida de si aquél que no tiene en cuenta SU Cansancio 0 estado de Animo, sino mas bien el Cansancio 0 estado de animo de los demas. 22 Se olvida de sf, sobre todo, el que sabe aguantar _sin quejas— las molestias que le causan los demas. Piensa en los demas el que se esmera en la puntualidad, en el orden, el que es detallista con todos y en todo. Piensa también en los demas el que evita dar mo- tivos de queja y el que sabe ver y hacer aquellos de- talles, de ayuda 0 de servicio, que les hace felices. Son tantas y tantas las ocasiones en las que po- demos pensar en los demas y olvidarnos de noso- tros mismos... Pueden parecer pequefieces, pero ejercitarse en estas cosas supone una ‘conciencia despierta’, una actitud generosa, que luego con fa- cilidad nos saldra en cosas més costosas, cuando llegue la oportunidad. Puede llegar esa oportunidad en la propia casa, en la familia, por ejemplo con la enfermedad o la ancianidad. A veces pueden ser cosas que no suceden a nuestro lado, pero para las que ya nos hemos hecho més sensibles y generosos; por ejemplo la Campafia del Hambre. Imposible que uno piense en los demas y se ol- vide de si en las cosas grandes, si no esta muy en- trenado en las cosas pequefas. Por eso hoy os ofrezco este pensamiento como criterio para la vida y como punto de examen: “piensa en los demas y olvidate de ti”. 73. 25. No APASIONARSE Este mensaje vamos a titularlo “cuidado Con apa. sionarse”. Y me lo sugiere una noticia muy lamenta- ble de algo sucedido en un partido de flitbol. Todos habréis sido testigos, u os habréis enterado alguna vez del apasionamiento al que se llega a veces en éste o en otros deportes o juegos. Aunque no sea este vuestro caso, va a servirnos de punto de partida para entender cualquier apasionamiento, en cualquier otra circunstancia. El tema sirve, por tanto, para muchos momentos, para muchas actividades en la vida. Digo ‘cuidado con apasionarse’. ;Por qué?=Por- i i 6n» Y entonces la lengua se desata y facilmente nos descontrolamos. Hay un viejo refran que dice: “En la mesa y en el juego se conoce al caballero”. Cierto que da alegria ganar y duele perder. Eso es normal. Cierto que hay jugadas buenas que entusias- man, y fallos que decepcionan. Pero, en medio de cualquier juego, o en cualquier otra Ccircunstancia, es vital saber controlarnos, saber dominar la indigna- cién, dominar las palabras, ser desapasionados. Por otra parte fijaos cémo cambia nuestra actitud, cuando el arbitro tiene algdn error, pero a favor nuestro. : Hay temas que apasionan. El d cimos, puede ser uno de ellos, Politica, incluso las Cuestiones r eporte, como de- Otro puede ser la eligiosas. Nos con- 74 aber escuchar, saber respetar, sabernos con- viene S trolar siempre. Hay dos vicios capitales que van muy unidos: la goberbia y [a ira. La soberbia nos ciega porque nos hace creer que s6lo nosotros vemos las cosas como son, mientras que los demas todos estan equivoca- dos 0 son unos ignorantes. Y la ira, que hace que no nos sepamos dominar y controlar. Nuestra vida se puede vivir a un triple nivel: A un nivel de pasion, y entonces estariamos como a nivel de los animales. A nivel de razon, cuando es ella la que dirige todas nuestras palabras y reacciones, y por eso sabe frenar y encauzar la pasién. Pero atin hay otro nivel: el nivel de la raz6n, iluminada por la fe, que deberia ser siempre la actitud de un cristia- no. Es cuando pensamos y reaccionamos segiin los criterios y ejemplos de Jestis en el Evangelio. Cuando nos dirige la pasion, que es muy fre-— Hay un expresivo refran catalan, que dice: “La Ilen- gua no té ossos, pero els trenca de molt grossos” (La lengua no tiene huesos pero los rompe muy gruesos). La lengua descontrolada es terrible. Suele decirse de alguno que ‘tiene lengua de vibora’. No creo que te agradara que te aplicaran ese piropo. Cuando nos toque perder en los juegos 0 no salgan las cosas como queremos 0 nos contrarien... procure- mos tener dominio de nosotros mismos, que SO hara bien a todos y sera ejemplo para los que nos rodean. 75. Algunas veces, en esos momentos, de descontry, he sentido deseos de grabar en una cinta |o Que se dice, para después, cuando haya Serenidaq calma, poderlo escuchar con los protagonistas, Qui- z4s aquello, que hemos dicho en un Momento de pasion, luego nos doleria y nos pareceria imposible, Pues bien, en el flitbol, en cualquier otro juego, en casa, y en todas nuestras actividades, Procuremos no perder de vista este mensaje: Cuidado con apa- sionarse; es peligroso. Para superar este defecto, te Propongo cuatro puntos: “Primero: Conviene poner suavidad en el primer momento que uno se da cuenta que empieza a irri- tarse. Cuanto antes, mejor. “Segundo: Como eso no es nada facil, pidele ayuda al Sefior. Dile que é| calme la tempestad que empieza. ;Recuerdas que Jestis calm6 la tempestad en el mar, estando en la barca con los apéstoles “y vino una gran calma"? ; -Tercero: De todas formas siempre queda la posi- bilidad de rectificar Y Pedir perd6n. éTienes costum- bre de hacerlo? "0uarto;, Importa mi ucho habituarse a hablar con suavidad y respeto si mpre, aunque no haya ningtin Motivo de lucha. Asi se adquiere facilidad Para do- minarse cuando las cosa 1 IS empiezan a Ponerse qifj- ciles, Empieza esta practica Cuanto antes, 76 26. DEJEMOS DE CRITICAR En una reflexién anterior os dije “Vamos a escu- charnos” y, hacia el final del comentario, os decia que habia una excepcién: no debemos escuchar las criticas; para las criticas no debemos tener ni tiem- po ni ofdos; por eso hoy mi reflexién va entorno a este tema: “Dejemos de criticar”. En una reuni6n alguien aplicé a este tema aque- llas palabras de Jestis en el Evangelio: “Quien esté limpio de pecado que tire la primera piedra”. Seria un buen remedio, para curarnos de raiz en el afan de hablar mal de los otros, hacernos conscientes que nosotros tenemos aquel mismo defecto que cri- ticamos, u otro parecido u otros mayores. ;Quién de nosotros esté enteramente limpio y no tiene bastan- te tarea para corregirse a si mismo? Hay dos pecados que algunos confunden, aun- que tienen un nombre diferente y un contenido di- ferente: la critica y la calumnia. -Criticanesshablar ‘mal del préjimo, aunque las cosas que se dijeran fUSPaniGiertasy: Mayor gravedad todavia tiene la ca- lumnia. Calumniar es decir cosas del prdjimo que, por afiadidura, no son verdad. Las dos llevan consi- go la difamacion. No podemos permitirnos ninguna de las dos cosas: ni criticar, ni calumniar. Santa Teresa no se lo permitia a si misma, ni a los que estuvieran a SU 77. lado. “Todos sabian que donde estaba ella tenian bien cubiertas las espaldas”. Une buensremedio" para” las*criticas=sera, ‘pues, CE mprmerepctaineT Ne amada,a,examinarnosia:nosotrossMISmoss Os planteo unos interrogantes: gdénde, cuando, con quién, de qué solemos criticar? Si tenemos pre- sentes las ocasiones, podremos evitarlas mas facil- mente. Repito, pensemos cada uno de nosotros jcuando, dénde, con quién, de qué? Otra pregunta: {Te gustaria que, en ese momento de la critica, apareciera el interesado? ;Cual seria tu sensacion y tu reaccién? Eso pone en evidencia que ya nuestra misma conciencia nos advierte. Para abundar mas en el tema, os afiado estos pensamientos: Preguntaba uno: ‘;Sabéis cudles son los anima- les mas dafiinos?’ y respondia: ‘los calumniadores’. 78 En el catecismo hay un punto importante sobre este tema: dA qué esta obligado el que ha perjudi- cado a otro en Su fama? La respuesta es que ‘esta obligado a reparar en lo posible el dafio causado’. Lo aclaro con una anécdota: Se cuenta que a una mujer, que se habia confesado de este pecado de la critica, el sacerdote le puso una penitencia aparentemente muy extrafa; le dijo: ‘como peniten- cia va a tomar un saco de plumas y va a subir a lan- zarlo desde lo alto del campanario’. A ella le parecié muy extravagante, pero pens6: ‘no pasa nada, voy a hacerla’. Cuando ya la hubo realizado, bajé y le dijo al sacerdote: ‘ya he cumplido la penitencia’. EI le dijo: ‘no, hasta ahora sdlo ha hecho la mitad, ahora tiene que hacer |a otra mitad: recoger las plumas que ha esparcido al viento. Como ella manifest6 que eso era imposible, el sacerdote le dio la leccién:ES® lo dificil es reparar despues el dao causado”. Rectificar, reparar. Deberiamos tener verdadera alergia a las conversaciones de critica, aunque al- gunos para quitarle importancia las califican de ‘simple comentario’ o de ‘simple pasatiempo’. Ojala que sepamos emplear mejor nuestro tiempo, aun el tiempo de esparcimiento, sin ofender nunca a Dios y al projimo. 27. FOoRMAR EL TEMPERAMENTO Al haceros este mensaje pienso sobre todo en vosotros, los jovenes. Vuestra edad es para cons. truir. Digo sobre todo para los jévenes, pero es igual- mente valido para los que quieran mantener espiri- tu joven durante toda la vida. Vuestra edad es para construir y, en primer lugar, para construiros a vos- otros mismos. Un primer aspecto que quiero comentar es: construid vuestro temperamento. {Qué es el temperamento? Sabéis que el tempe- ramento es la manera espontanea de ser de una persona, que depende de su misma constitucion fi- siolégica; es la manera espontanea de ser, antes de educarnos. Lo que sale de nosotros sin filtrar, sin ese trabajo sobre nosotros mismos. Y digo que de- pende de nuestra misma constitucién fisiolégica; y asi hay temperamento sanguineo, colérico, nervio- so, flematico... Cada uno de nosotros somos como un diamante en bruto, sin pulir; una mezcla de Cosas buenas y cosas no tan buenas. Como los metales Preciosos, que salen de la mina mezclados con ganga con otros materiales de los que hay que irlos separando Todos nuestros temperamentos son aptos para forjar un gran hombre, para forjar un Cristiano de 80 verdad, pero eso no se logra sin esfuerzo. El tempe- ramento no lo podemos cambiar, pero si que pode- mos y debemos pulirlo, modelarlo, perfeccionarlo. Cada uno de nuestros temperamentos tiene al- guna cosa positiva 0 negativa. Asi, por ejemplo, el temperamento sanguineo posee un gran corazon, pero es inconstante; el nervioso es muy reflexivo, pero es mas propenso al orgullo; el temperamento colérico es muy organizador, pero es violento; el fle- matico es tranquilo y sereno, pero es muy dificil de mover. En primer lugar, se trata de conocernos, distin- guiendo en nosotros lo que es positivo y lo que no lo es, sin excusarnos. No vale esa expresion tan como- da y facil con la que decimos jes que soy asi! jNo! Podemos cambiar; otros lo han logrado. Los afios j6- venes son especialmente aptos para construir. Comencemos por aceptar nuestra manera de ser y por decidirnos a perfeccionarla. No se trata de compararnos con nadie ni de querernos parecer a nadie, sino de quitar lo defectuoso y fomentar lo bueno de nuestra propia manera de ser. En cada temperamento, podriamos decir, hay algo que frenar y algo que espolear. Hay que frenar tendencias espontaneas que no van dirigidas por la razon, y hay que espolear actitudes que nos cues- tan, pero que debemos procurar. Es importante exi- girnos a nosotros mismos. “Debes conocerte y debes exigirte”. 81

You might also like