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Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro III, Capítulo 3 Versión 2021

3. {Primero deliberación y reflexión y elección; después acción.}

Entonces, de algún modo, ¿se reflexiona en torno a todo o todo es susceptible de 1112a18
reflexionar o hay algunos temas sobre los que no se puede reflexionar? Tal vez ha de 20
llamarse un tema susceptible de reflexionar no aquello sobre lo cual podría reflexionar
un necio o un loco, sino sobre aquello que una persona sensible reflexionaría. Pues bien,
nadie reflexionaría en torno a lo eterno; por ejemplo, ni en torno al cosmos ni en torno a
la inconmensurabilidad de la diagonal y el lado. Ni tampoco sobre lo que está en
movimiento y siempre sucede del mismo modo, ya sea por necesidad, ya sea por 25
naturaleza, ya sea por cualquier otra causa, por ejemplo, en torno a los solsticios y a las
salidas de los astros. Ni en torno a lo unas veces sucede de un modo y otras de otro
modo, por ejemplo, en torno a las sequías y a las lluvias; ni a los eventos aleatorios,
como encontrar un tesoro. Pero no reflexionamos ni siquiera en torno a todos los asuntos
humanos; por ejemplo, ningún espartano reflexiona en torno a la mejor constitución para 30
los escitas. Pues ninguno de estos temas es realizable por nuestros propios esfuerzos. (1)

En efecto, reflexionamos en torno a lo que hacemos; y esto es lo que quedaba por


mencionar. Pues se piensa que son causas la naturaleza, la necesidad y el azar, además
de la inteligencia, y que todo depende del hombre. A saber, los hombres reflexionan en
torno a lo que pueden hacer ellos mismos. Pero en torno a las ciencias exactas y auto- 1112b1
contenidas no hay reflexión, por ejemplo, en torno a la letras del alfabeto (pues no
tenemos ninguna duda acerca de cómo se escriben). Pero todo aquello que se genera por
nosotros, no siempre del mismo modo, acerca de esto reflexionamos, por ejemplo, en
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torno a los tratamientos médicos y a los negocios, y más sobre la navegación que sobre
la gimnasia, en tanto que la primera está más lejos de haber alcanzado la exactitud, y del
mismo modo sobre todo lo demás, pero más en torno a las técnicas que sobre las
ciencias; pues tenemos más dudas en torno a las primeras. La reflexión tiene relación
con aquello que sucede la mayor parte de las veces de cierto modo, pero el resultado es 10
obscuro y con aquello cuyo resultado es indeterminado. Llamamos a otros para que nos
ayuden en la reflexión sobre cuestiones importantes, desconfiando de nosotros mismos y
no nos creemos suficientes para decidir. (2)
Entonces, no reflexionamos en torno a los fines sino a los medios. En efecto, un médico
no reflexiona si acaso ha de sanar, ni un orador si acaso ha de convencer, ni un político
si acaso ha de legislar bien, ni ninguno de los demás acerca de sus fines; pues habiendo
ya establecido el fin, investigan el modo y los medios para alcanzarlo; y siendo 15
manifiesto que hay varios que conducen a él, consideran por cuál se alcanzaría más
fácilmente y mejor, y si hay uno solo consideran cómo se logrará a través de ése, y éste
a su vez a través de cuál otro, hasta llegar a la causa primera, que es la última que se
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encuentra. Pues el que reflexiona parece buscar y analizar en el modo que hemos dicho,
como una figura geométrica (es manifiesto que no todas las búsquedas parecen
reflexiones, por ejemplo, las búsquedas matemáticas, pero todas las reflexiones son
búsquedas), y lo último en el análisis es lo primero en la génesis. Y si se llega a una 25
imposibilidad, se deja la búsqueda, por ejemplo, si se necesita dinero, y no se puede
obtener; pero si parece posible, se intenta hacerlo. Es posible lo que podemos hacer; lo
que podemos hacer a través de nuestros amigos lo es en cierto modo por nosotros; en
efecto, el principio está en nosotros. Se pregunta unas veces por los instrumentos, otras 30
veces por cómo se usan; de modo similar, en los demás casos, unas veces por el medio,
otras el cómo y otras por el modo de conseguirlo. (3)
Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 1
Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro III, Capítulo 3 Versión 2021

Pues bien, como se ha dicho, parece que el hombre es el principio de la acción; la


reflexión es en torno a la misma acción y la acción es en aras de algo distinto. En efecto,
no se reflexiona sobre el fin, sino que sobre los medios; ni puede ser sobre cada caso,
por ejemplo, si acaso esto es pan o está cocido como se debe; pues esto es asunto de la 1113a1
percepción. Pues si se quiere reflexionar siempre, se irá al infinito. (4)

Entonces se reflexiona y se delibera sobre lo mismo, excepto que ya esté determinado lo


que se delibera, pues se reflexiona a partir de lo deliberado. En efecto, dejamos de
buscar cómo realizar la acción cuando retrotraemos el principio del movimiento hacia 5
nosotros mismos; en efecto, esto es deliberar. Esto es claro a partir de las constituciones
antiguas, como Homero lo representaba: en efecto, los reyes anunciaban al pueblo lo
que habían deliberado decidientemente. Entonces, así como el objeto de la deliberación
es algo que está en nuestro poder, y es lo que se desea después de la reflexión, lo 10
decidido por la reflexión también está a nuestro alcance; pues cuando decidimos algo
después de reflexionar, deseamos de acuerdo con aquella reflexión. Hemos descrito en
resumen la deliberación, como es y sus medios. (5)

Notas.

(1) Recordamos del capítulo 2 la interpretación de los términos que usa Aristóteles en este capítulo: ‘προαίρεσις’
en general se interpreta como ‘deliberación’, la que se puede interpretar como ‘deliberación decidiente’ o
‘deliberación electiva’; el término ‘αίρεσις’ se traduce como ‘elección’; y el término ‘βούλευσις’, lo
traduciremos como ‘reflexión’. Reiteramos que previo a la acción, según Aristóteles, el ser humano ‘delibera’,
‘elige’ o bien ‘reflexiona’.

El Prof. Ross afirma que cuando Aristóteles se refiere la inconmensurabilidad de la diagonal es su ejemplo
favorito de una verdad matemática, luego algo eternamente verdadero.

(2) Aquí claramente Aristóteles entiende el ‘reflexionar’ como un acto previo a la acción: el médico ‘reflexiona’
sobre qué tratamiento emplear; el navegante ‘reflexiona’ sobre como lograr una ruta hacia su meta; etc. Hay
una estructura temporal: reflexión  acción. Ese es el hombre racional que estudia Aristóteles.

(3) Según el Prof. Ross esta sorprendente afirmación se puede hacer más plausible por medio de dos
consideraciones (reflexiones). El Prof. Ross traduce βούλευσις como ‘deliberación’. Dice, entonces Ross: la
deliberación presupone un fin a lograr; por tanto el doctor al lado del lecho del paciente delibera (reflexiona)
cómo curarlo, pero no si lo hace o no. Segundo, el término traducido como ‘medios’ literalmente dice ‘aquello
relacionado con el fin’. Pueden ser medios instrumentales (medicina, un discurso, etc.), pero el término puede
incluir algo que contribuya a un fin (como, por ejemplo, la excelencia ética de una persona contribuye a su
felicidad) sin ser un instrumento que contribuya a algo.

(4) Si entendemos ‘hombre’ como ser humano, entonces podemos decir que el ser humano es el principio de la
acción, pero la acción humana no comienza en ella, sino tiene un prolegómeno: la reflexión, la deliberación, la
elección. Pero Aristóteles pone un muro: no se puede reflexionar siempre, ello llevaría al infinito, algo que para
Aristóteles no existe.

(5) Según el Prof. Ross Aristóteles en forma fantasiosa compara los reyes homéricos (y como aparecen ante sus
súbditos) con el intelecto práctico de las personas – como origen de la reflexión.

Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 2

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