You are on page 1of 2

Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro III, Capítulo 2 Versión 2021

2. {Caracteriza la deliberación y su diferencia con la opinión.}

Pues bien, habiendo delimitado lo voluntario y lo involuntario, hemos de discutir en 1111b4


torno a la deliberación decidiente; en efecto, pareciera ser lo más relacionado con la 5
excelencia ética y es mejor discernir los caracteres que las acciones. (1)

La deliberación decidiente, entonces, se manifiesta de modo voluntario, pero no es algo


como lo voluntario, que es más extenso; en efecto, tanto los niños como los animales
comunes comparten las acciones voluntarias, pero no la deliberación decidiente, y
comparten también las acciones instantáneas que llamamos voluntarias, pero no como 10
deliberaciones decidientes. (2)

Los que dicen que la deliberación es un apetito o un temor o un deseo o un tipo de


opinión parece que no lo dicen de modo correcto. Pues la deliberación no es común a los
seres irracionales, pero sí el apetito y el temor. De nuevo, el hombre incontinente actúa
por apetito, y no por deliberación; el hombre continente, por el contrario, actúa por
deliberación y no por apetito. Además la deliberación es contraria al apetito, pero el 15
apetito no al apetito. Y el apetito se relaciona con lo agradable y lo doloroso, pero la
deliberación no a lo doloroso ni a lo agradable. Menos aún es el temor, pues que lo que
se hace por temor de modo alguno parece una deliberación. (3)

Tampoco es, ciertamente, un deseo aunque parece estar cerca de él. En efecto, la 20
deliberación no es sobre los imposibles y si alguien deliberara sobre aquellos, parecería
ser un necio; pero parece que hay deseos de lo imposible, por ejemplo, de la
inmortalidad. Además, los deseos se pueden referir a lo que de ningún modo uno mismo
podría realizar, por ejemplo, que un actor o un atleta gane una determinada competencia, 25
pero nadie delibera sobre aquello, sino solo sobre lo que el mismo cree poder realizar.
De nuevo, el deseo se refiere más bien al fin, la deliberación a los medios relacionados
con el fin, por ejemplo, deseamos tener salud, pero deliberamos acerca de los medios
para estar sano, y deseamos ser felices, y así lo decimos, pero no suena bien que 30
deliberamos acerca de ello; en efecto, holísticamente, la deliberación parece referirse a
lo que depende de nosotros. (4)

Tampoco sería una opinión; en efecto, una opinión parece relacionarse en torno a todo,
no menos a lo eterno e imposible que a lo que depende de nosotros; y se distingue por
ser falsa o verdadera, no por ser buena o mala, mientras que la deliberación se refiere
más bien a esto último. (5)

Por tanto, holísticamente, quizá nadie diría que la deliberación es idéntica con la 1112a1
opinión; ni que tampoco idéntica con algún tipo de opinión en particular; en efecto, por
deliberar sobre lo que es bueno o malo somos personas de cierto carácter, pero no por
opinar. Y la deliberación toma o evita algo bueno o malo, pero opinamos en cambio
acerca de lo qué es, o quien le conviene, o cómo; pero no opinamos de ninguna manera 5
si tomarlo o evitarlo. Y la deliberación se alaba por estar relacionada con el objeto
correcto y ser recta, la opinión por ser verdadera. Deliberamos también sobre lo que
sabemos muy bien que es bueno, pero opinamos sobre lo que no sabemos del todo, y no
son los mismos los que tienen reputación de deliberar y opinar bien, sino que algunos la 10
tienen por opinar bastante bien, pero a causa de un vicio, no deliberar como se debe. Si
la opinión precede a la deliberación o la acompañe, es indiferente: no es eso lo que
estamos investigando, sino acaso la elección es idéntica con alguna clase de opinión. (6)

Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 1


Aristóteles Ética a Nicómaco, Libro III, Capítulo 2 Versión 2021

Entonces, ¿qué es o de qué tipo es la deliberación, ya que no es nada de lo que hemos


mencionado? Manifiestamente es algo voluntario, pero no todo lo voluntario es
susceptible de deliberación. ¿Será acaso lo que ha sido objeto de una deliberación 15
previa? En efecto, la deliberación va acompañada de razón y reflexión y hasta su mismo
nombre parece sugerir que es lo que se elige previamente. (7)

Notas

(1) Con respecto a la noción de προαίρεσις hay varias interpretaciones posibles, especialmente si se considera que
hay varios modos de hacer una elección. Me he inspirado en Vigo, 2012, Decisión y deliberación según
Aristóteles para redactar esta nota. Holísticamente una elección, una decisión o una deliberación, tiene varios
elementos a considerar, por ejemplo, espacio, tiempo, la esfera afectiva, el placer, el dolor y otras. Para
simplificar en algo una primera lectura de la Ética vamos a considerar los siguientes casos: el término
προαίρεσις, interpretado como algo que contiene varios factores, especialmente un horizonte de tiempo
importante, lo traduciremos como ‘deliberación decidiente’ (corresponde a la ‘deliberación ascendente’ en el
sentido de Vigo); cuando incluye un número menor de factores, la traduciremos como ‘deliberación electiva’
(corresponde a la ‘deliberación descendente’ en el sentido de Vigo); en los casos que Aristóteles no aclare en
qué sentido usa la palabra, usaremos simplemente ‘deliberación’; el término αίρεσις lo traduciremos como
‘elección’; y, finalmente, el término βούλευσις, lo traduciremos como ‘reflexión’. Es importante considerar
siempre la estrecha relación entre deliberar y actuar, entre deliberación y acción. Por un lado, uno delibera para
actuar, y la acción está determinada por la deliberación previa. Previo a la acción, entonces según Aristóteles,
el ser humano ‘delibera’, ‘elige’ o bien ‘decide’.

(2) De acuerdo con el Prof. Ross προαίρεσις (elección, lo que para nosotros ‘deliberación’ se da en dos modos,
decidiente y electivo) implica voluntariedad, pero no viceversa. La categoría de actos ‘voluntarios-pero-no-
elegidos’ incluye: (1) aquellos de niños y animales (ninguno de los cuales es capaz de elegir (deliberar)); y (2)
los hechos bajo temor o al calor del momento, o cuando es por incontinencia. Ellos son voluntarios, y ameritan
alabanza o reprensión, pero es el tipo más estricto de elección, que refleja un carácter de excelencia o malvado.

(3) Según el Prof. Ross aquí Aristóteles plantea un principio de la teoría de la continencia y la incontinencia, como
se verá en el Libro VII, capítulos 1 a 9. De este modo, las acciones incontinentes son voluntarias (y
reprobables), pero no resultado de una deliberación.

(4) Opina el Prof. Ross que Aristóteles observa correctamente que se puede desear lo imposible, pero no se puede
deliberar sobre aquello que uno sabe que es imposible.

Según el Prof. Ross la afirmación de Aristóteles que la deliberación se relaciona con los medios y los deseos
con el fin parece incompatible con su insistencia anterior (Libro II, capítulo 4) que la persona de excelencia
ética delibera sobre sus actos en sí mismos. Pero no es así. Uno puede deliberar decidientemente para hacer
algo (por sí mismo) pero uno no puede deliberar decidientemente (sino sólo desear) sobre un fin tal como ser
feliz o saludable.

(5) Aristóteles deja clarísimo la diferencia entre opinar sobre algo y deliberar sobre algo.

(6) Esta discusión continúa en el Libro VI, capítulo 2.

(7) En efecto, la palabra griega para deliberación es ‘pro-airesis’, tiene el prefijo ‘pro’ que significa antes, para
justificar que hay una especie de reflexión previa. La palabra ‘airesis’ la hemos traducido como elección, es
decir, la deliberación es la reflexión previa a la elección misma.

Según el Prof. Ross el prefijo ‘pro’ en ‘pro-airesis’ puede significar ‘antes’ y ‘preferido a’. Probablemente
ambos significados son relevantes aquí: la deliberación (Ross habla de elección) es seguir más bien un curso de
acción que otro, pero también (ver oración anterior) es aquello que se ha decidido por deliberaciones
anteriores (esto es, acciones anteriores).

Traducción: Cristóbal Videla-Hintze 2

You might also like