PROCESO PENAL Y

MEDIDAS DE COERCIÓN

DERECHO PROCESAL PENAL

REDACTADO POR: Yesenia Rodriguez
Manrique
Grupo: D
 EL PROCESO DE PROTECCIÓN
Concepto y naturaleza jurídica
Su eje central son las medidas coercitivas, con una
subfunción de la jurisdicción y con una clase de
pretensión:

A. La jurisdicción: 1) El proceso declarativo de condena,

que satisface la pretensión punitiva y, por tanto,
soluciona definitivamente el conflicto penal a través de
la creación de un ‘título jurisdiccional de ejecución”. La
pretensión es declarativa de condena. 2. El proceso
penal de ejecución, destinado a la realización judicial
de la sanción penal. La pretensión es de ejecución
forzosa. 3. El proceso penal de coerción, satisface una
pretensión puramente procesal, de tutela del proceso
en su conjunto. El objeto de este proceso es, pues,
facilitar otro proceso, el de declaración, garantizando
la eficacia de sus resultado.

B. La resolución que se dicte, surge una subfunción de

la jurisdicción, llamada de seguridad que se realiza a
través del proceso de protección o de coerción o
cautelar, cuya finalidad es garantizar el cumplimiento
de las otras dos subfunciones: declaración y ejecución.

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C. La pretensión que se plantea, que es
puramente procesal: se pide el aseguramiento de
la plena efectividad de la futura sentencia de
condena durante el tiempo que se tarde en
tramitar el procedimiento.

NOTAS CARACTERÍSTICAS
Es sumario: corto o breve y de cognición limitada.
Genera una pieza o cuaderno separado.
En la dictación de las medidas, no rige el
principio de contradicción, salvo si hubiere una
medida intermedia previamente ejecutada o si se
trata de modificarla
Por lo general, es competente para dictarla el
juez que conoce del proceso penal declarativo.
El legitimado para dictarla es el fiscal para
medidas penales y civiles, y el actor civil para las
medidas civiles
Las resoluciones no generan cosa juzgada,
pueden modificarse

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 Las medidas de coerción
Concepto
Las medidas de coerción, personales y reales o
patrimoniales, se erigen en la piedra angular del proceso de
coerción. Dos son sus elementos centrales: l. La
configuración normativa de sus condiciones procesales
(presupuesto y requisitos procesales); 2. Sus efectos

Son, propiamente, garantías porque comportan la

tutela del desarrollo del proceso, y porque aseguran
las personas y los bienes en aras del cumplimiento
de la sentencia condenatoria.

Están sometidas a los principios de intervención

indiciaria y proporcionalidad, y son conducentes a
viabilizar la efectividad de la tutela jurisdiccional que
pudiere otorgarse en una eventual sentencia
condenatoria

La eficacia, como finalidad de la tutela coercitiva, y

la necesidad de evitar peligros que pongan en
cuestión el proceso mismo

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Respecto de la autonomía del proceso penal de
coerción, las medidas de coerción no son una
manifestación de la potestad punitiva pues lo impide
la garantía de presunción de inocencia; y, de otro lado,
que al incidir en los derechos fundamentales no es
posible considerarlas simples medidas instrumentales
del proceso principal, sino corresponde rodearlas al
máximo de las garantías de un proceso.

Los efectos de las medidas de coerción. Varían según

se trate de medidas reales y personales. A. Las
primeras, son de mero aseguramiento, de conservación
de una situación, y de efectos innovativos y
anticipativos de la satisfacción de la pretensión.

Las medidas cautelares personales tienen sus efectos

de aseguramiento pues de lo contrario afectarían la
garantía de presunción de inocencia.

De igual modo, los efectos en ambos casos están en

función a la instrumentalidad de las medidas de
coerción (imponer su adecuación a lo que se busca
asegurar) y de la entidad de riesgo, que además han
de respetar el principio de proporcionalidad.

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 La actividad procesal
Es diversa por el heterogéneo tratamiento relativo a
cada medida de coerción, por lo que es necesario
destacar tres características generales:

Solo se impone en instancia de parte (principio de rogación)

por el sujeto legitimado (fiscal, actor civil y como excepción
rige la imposición de oficio para el caso de secuestro
conservativo.

Rige la regla de “INAUDITA ET ALTERA PARS” (Sin oir a la

otra parte), salvo que existan medidas intermedias
previamente dictadas, y la necesidad de audiencia que
incorpora el régimen del debate contradictorio, la audiencia
está impuesta en los casos de prisión preventiva, de
prolongación de internación preventiva, de prolongación de
impedimento de salida, de suspensión preventiva de
derechos, y de variación y reexamen de incautación.

Son variables, no causan estado, se modifican en función de

la variación de los supuestos o condiciones procesales que
motivaron su imposición o rechazo, cabe que se reformen a
pedido de parte cuanto de oficio. También pueden
sustituirse o acumularse con otra medida más grave, de
oficio o a solicitud de la parte legitimada o cuando se
infringen sus disposiciones.

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 ESTRUCTURA:
El proceso penal de coerción tiene una estructura
similar al proceso penal de declaración. Tiene 4
fases:

Fase preparatoria: Conjunto de actividades

destinadas a obtener información necesaria o
conveniente para poder plantear y desarrollar
dicho proceso determinando los presupuestos y
requisitos.

Fase de alegaciones: Que se integra por el

conjunto de actos que tienen por finalidad
proporcionar al juez los fundamentos de hecho
y derecho que configuran el objeto de
controversia: Cumplimiento forzoso de la
sanción penal y civil de la sentencia
condenatoria.

Fase de prueba: Persigue la acreditación de la

procedencia de las medidas de coerción
requeridas, es decir la concurrencia de las
condiciones procesales (presupuestos y
requisitos) para sua adopción el “fumus delicti
comissi y periculum libertatis.

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 PRESUPUESTOS E IMPUGNACIÓN:
La norma que configura una medida de coerción, en
primer lugar preve un supuesto de hecho, un
presupuesto y requisitos, y en segundo lugar ordena
que se desarrollen unas consecuencias jurídicas.
Además sin ley no puede dictarse medida de coercion
alguna; nulla coativo sine lege.

FUMUS COMISSIO DELICTI

Es la determinación de la situación jurídica a la
que se refiere la pretensión del proceso principal y
POR LO CUAL SE ESTABLECE LA MEDIDA. Fumus =
apariencia o justificación del derecho subjetivo
(atribución que se le puede otorgar a una persona
“no es certero pero es probable”. Es el presupuesto
material de imputación, que consiste en un juicio
de carácter instrumental. Es probable, de carácter
objetivo, se funda en los actos de investigación
sobre responsabilidad penal o civil sobre el
imputado o sobre quien recae la medida, por lo
que deberá ser evaluado prudentemente por el
juez. REQUIERE UN GRADO DE PROBABILIDAD.

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 PERICULUM LIBERTATIS:
Es el daño jurídico derivado de la demora del
procedimiento o demora procesal e interés en
específico que justifica la emanación de los
hechos de coerción.

Es el requisito de IMPORTANCIA FUNDAMENTAL en tanto a lo

irremediable que resulta el proceso, en función a los riesgos
que quieren evitarse como consecuencia de la libertad del
encausado, para garantizar la efectividad del proceso y la
sentencia. Se subdivide en dos elementos: a) Retraso, demora
en expedirse el fallo y b) Realización en ese lapso de tiempo
de conductas que imposibiliten o dificulten la práctica del
proceso. Siendo tres los peligros o riesgos del periculum, 1
Ocultación personal o patrimonial del imputado, LA FUGA y la
insolvencia que afecta la responsabilidad pecuniaria. 2.
Ocultación de pruebas u obstrucción de la investigación. 3.
Comisión de nuevos delitos.

Se busca garantizar otros derechos o bienes jurídicamente

protegidos, por lo que toda decisión que limite tales derechos
han de asegurar que las medidas busquen el fin perseguido,
que se atiende a una proporcionalidad, y que respete el
contenido esencial.

PRESUPUESTO FORMAL:
Notas estructurales y de motivación,
que esto sea dispuesto por
resolución judicial motivada e
instada por Fiscalia o actor civil. Se
inscribe en proceso abierto y no
puede ser efectuada más que por el
juez que previno de conocimiento.
 EFECTOS JURÍDICOS:
Tienen efectos jurídicos de aseguramiento, pues
cualquier anticipación de satisfacer el ius puniendi, es
contraria al principio de presunción de inocencia. En la
prisión preventiva, produce efectos esencialmente
anticipativos, como se demuestra por la imputación del
tiempo de esta medida coercitiva al cumplimiento de la
pena que se imponga.
Recursos: La resolución coercitiva es impugnable por el
fiscal y el imputado, al igual en lo que afecta al actor civil
y el tercero civil.

CLASIFICACIÓN
Personales: Recaen o limitan los derechos vinculados a
la libertad personal y la libertad de tránsito y demás
derechos civiles del encausado. Buscan asegurar la
responsabilidad penal ligados al estatus libertatis.

Patrimoniales: Limitan el derecho de propiedad o de

libre disposición de los bienes del imputado, de los
que delictivamente estén en su poder o de los
responsables civiles. Aseguran la responsabilidad
pecuniaria: Multa, decomiso, costas. Son 15 según los
tipos, personales o patrimoniales.
Personales: Detención, Prisión
preventiva, Internación preventiva,
Arresto domiciliario, Arraigo,
Comparecencia, Vigilancia electrónica,
Suspensión preventiva de derechos.

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 Patrimoniales: Inhibición, Embargo, Secuestro
conservativo, Incautación, Medidas anticipativas
(suspensión de la actividad penal contaminante),
Medidas innovativas (pensión de alimentos y
desalojo preventivo), Medidas preventivas contra las
personas jurídicas (clausura temporal de
establecimientos, vigilancia judicial).

ELEMENTOS:
Jurisdiccionalidad: Adoptadas por un juez competente
Instrumentalidad: Están supeditadas o preordenadas en el
proceso penal, son un instrumento para hacer efectivo el
proceso.
Provisionalidad: Buscan asegurar la efectividad de la
sentencia, y su vigencia debe de ser limitada.
Homogeneidad: Son homogéneas, aunque no idénticas.
Proporcionalidad: Es una cualidad esencial que debe
cumplir toda medida de coerción, una ponderación entre
el derecho fundamental afectado y los bienes que se
buscan proteger.

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 Juicio de coerción:
Es el conjunto de razonamientos y juicios valorativos que se
llevan a cabo para decidir la procedencia y necesidad de
acordar o no varias medidas de este tema, comprende un
examen de los presupuestos materiales de las medidas de
coerción y de la aplicación de la regla proporcional. Se
requiere de un proceso, sujeto imputado, la existencia de la
frustración procesal y de la peligrosidad procesal. la aptitud
material y la actitud anímica para frustrar el proceso.

PRINCIPIO PRO HOMINE:

Este principio, propio del DIDH, en tanto las normas
coercitivas limitan derechos fundamentales, informa que
se debe acudir a la norma más amplia, o a la
interpretación más extensiva, cuando se trata de
reconocer derechos protegidos. A su vez, y como
contracara de ello, se debe imponer la norma más
restrictiva cuando se trata de la suspensión
extraordinaria de esos derechos. A tal punto llega este
principio que cualquier norma, con independencia de
cuál sea ella, en la medida que amplíe la aplicación de
los derechos humanos reconocidos en un tratado
internacional, se deba imponer frente a otra que lo
restrinja aunque esta última tenga mayor jerarquía
normativa

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 LAS MEDIDAS DE COERCIÓN PERSONALES:
1. CONCEPTO

Son aquellas plasmadas en resoluciones judiciales, mediante las

cuales se limita la libertad ambulatoria del imputado con la
finalidad de asegurar la celebración del juicio oral y
eventualmente la sentencia que oportunamente se pronuncie.
La libertad es un derecho fundamental, y que las medidas de
Coerción Personales limitativas, sean restrictivas o privativas
deben aplicarse con recto criterio siempre y cuando sea
necesario para los fines del proceso.
El CPP prevé las siguientes medidas de coerción personal::
-Detención.
-Prisión preventiva.
-Internación preventiva.
-Arresto domiciliario.
-Arraigo.
-Comparecencia.
-Suspensión preventiva de derechos.

DETENCIÓN:
Es una medida provisionalísima y personal,
quienes pueden optar por esta medida son la
autoridad judicial, la policía e incluso
particulares, con el motivo de la comisión de un
ilícito.
La finalidad que persigue es la puesta del
detenido a disposición judicial y la realización
de las investigaciones más urgentes. Ostenta
varias modalidades y especialidades: policial,
ciudadana, judicial preliminar y judicial
convalidada. En razón a la forma de
cumplimiento pueden ser ordinaria y
comunicada, o incomunicada.
 ANTECEDENTES DE LA REFORMA
DETENCIÓN POLICIAL
Esta es adoptada por la policía nacional, no se requiere
orden judicial, en los únicos supuestos de flagrancia
delictiva. Se requiere inmediatez personal, inmediatez
temporal y necesidad urgente.

Se entiende que se ordena la detención de una persona

cuando se presuma su eventual incomparecencia a la
autoridad judicial, y está sometida a un tiempo
brevísimo: 48 horas en delitos ordinarios y hasta
quince días en delitos exceptuados, son límites
cuantitativos máximos.

Al tratarse la detención policial como ejercicio de un

deber impuesto a la Policía Nacional, su omisión trae
como consecuencia, no solo responsabilidades de
carácter administrativo, sino de carácter penal pues
estaríamos frente a un delito de omisión de actos
funcionales (artículo 377 CP) u omisión o retardo
injustificado de apoyo policial (artículo 378 CP).

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 DETENCIÓN JUDICIAL PRELIMINAR:
Es la medida de privación de la libertad personal
dispuesta por el juez de la investigación preparatoria
a solicitud fundamentada del fiscal, dictada
mediante auto fundado y sin trámite alguno.
Como presupuestos materiales se exige:

1. Razones plausibles para considerar la comisión de

un delito.
2. Motivos de detención: que se desprenda cierta
posibilidad de fuga.
3. Delito de determinada entidad, como expresión
del principio de proporcionalidad: que el delito
esté sancionado con pena privativa de libertad
superior a cuatro años.
Otros supuestos de detención son: el sorprendido en
flagrante delito que logre huir, y el que se fugue de
un centro de detención preliminar.
La Casación n.° 01-2007/Huaura ha seguido estos
lineamientos sobre la naturaleza de la detención
preliminar:

1. No es presupuesto de la prisión preventiva que el

imputado se encuentre detenido policialmente o
por previo arresto o preliminarmente por orden
judicial.
2. La no aceptación de la detención preliminar no
imposibilita un posterior requerimiento de prisión
preventiva.
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 DECRETO LEGISLATIVO 1298
El Código Procesal Penal clasificó las medidas de coerción
personal privativas de libertad en dos: detención y prisión
preventiva. La primera, es una medida provisionalísima, de
auxilio, básicamente, destinada a evitar el riesgo de fuga, y,
por ende, de duración limitada 24 horas, 72 horas, 10 días y
hasta 15 días: artículo 264 del CP; y, la segunda, es una
medida provisional, estable y más grave, pues su plazo varía
en extensión entre 9, 18 o 36 meses: artículo 272 del CPP.

La garantía de ejecución consiste en la afirmación de la

jurisdicción preventiva judicial. El D. Leg. 1298 reconoce:
1. La detención judicial.
2. El plazo de detención: Detención policial (24 horas) y
detención preliminar judicial (72 horas), con diferentes
excepciones.
3. Un nuevo supuesto, la extensión del plazo de la detención
judicial por flagrancia.
El art. 264 no es censurable, dado que el 2.24.f), de la
Constitución, nos dice que el detenido debe ser puesto a
disposición del juez dentro de las 24 horas, y este debe decidir
la situación jurídica, si es que sigue la inculpación formal o
continúa el procedimiento preliminar.

Dictar una medida procesal privativa de la

libertad debe respetar los principios procesales,
la comparecencia debe ser ex ante no expost.
La ley N° 30558. trajo dos trascendentes
modificaciones: que el detenido debe ser puesto
a disposición del juzgado dentro de las primeras
48 horas de la detención, y que la detención de
quince días se extiende en caso de delitos
cometidos por organizaciones criminales. La
detención no durará más de lo estrictamente
necesario para la investigación.
 Arresto ciudadano:
Es la facultad que todo ciudadano tiene de privar de la
libertad a otro cuando es encontrado en flagrancia
delictiva, y posteriormente entregarlo a las autoridades
policiales en el plazo de lo que demora el traslado a la
dependencia policial más cercana, ya que no está
autorizado de ejercer ningún tipo de investigación.

Detención convalidada:
Medida jurisdiccional de extensión (7 días) de la
privación de la libertad que debe dictar el juez de la
investigación preliminar mediante auto fundado con el
fin de garantizar la efectividad de actos imprescindibles
de investigación, esto en delitos que sean penados con
más de cuatro años de prisión.

Detención incomunicada:
Modalidad de detención en total aislamiento, bajo las
siguientes características:
1. Procede solo si resulta indispensable para el
establecimiento de los hechos investigados.
2. Durará un plazo no mayor de 10 días.
3. No aplica en todos los delitos.

recurso de apelación :
Son apelables los autos que acuerdan la detención
judicial preliminar, convalidada e incomunicada. El
trámite es sumarísimo y calificado.
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