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UNIDAD II:

LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN LA CONSTITUCIÓN

CAPÍTULO 1:
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA

SUMARIO: I. NACIONALIDAD; II. LA CIUDADANÍA; III. SISTEMA


ELECTORAL

INTRODUCCIÓN
En este apunte se tratarán tres temas fundamentales. En primer lugar se abordará la
regulación constitucional de la nacionalidad. En segundo lugar, se tratará la regulación
constitucional de la ciudadanía. Finalmente, se realizarán unas breves reflexiones sobre la
noción de sistema electoral y su consagración constitucional.

I. NACIONALIDAD
1. Concepto
El término “nacionalidad” puede ser definido, al menos desde dos puntos de vista,
sociológico y jurídico.

1.1.Concepto sociológico
Desde un punto de vista sociológico, la nacionalidad se entiende como la
pertenencia a un grupo humano en función de una comunidad de nacimiento, sangre,
lengua, cultura, costumbres e historia. Esta definición se asocia, a su vez, con el concepto
de Nación, vale decir, es señal de la inclusión de un individuo a una Nación determinada.

1.2.Concepto jurídico
Si bien el anterior concepto es útil para el desarrollo de determinadas áreas del

1
conocimiento, como las Ciencias Políticas, para los efectos de este curso se tomará en
cuenta la definición de nacionalidad desde un punto de vista jurídico.
Desde este segundo punto de vista, la nacionalidad es el vínculo jurídico, que
existe entre una persona y un Estado determinado, del cual derivan derechos y
obligaciones recíprocas.
En este segundo concepto, la nacionalidad se asocia con la noción de Estado y no
con la definición de Nación. Al tratarse de un vínculo jurídico, genera naturalmente
derechos y obligaciones recíprocas entre el Estado y la persona de su nacionalidad.

1.3.La nacionalidad como un derecho fundamental


La nacionalidad además de ser vínculo entre un Estado y una persona, constituye
un derecho fundamental de las personas. Así, la Declaración Universal de Derechos
Humanos, en su art. 15 señala que “toda persona tiene derecho a una nacionalidad, y que a
nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad.” Asimismo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos establece
en su art. 24.3 que “todo niño tiene derecho a adquirir una nacionalidad”. Finalmente, de
acuerdo al art. 20 de la Convención Americana de Derechos Humanos (o Pacto de San
José de Costa Rica) “1º Toda persona tiene derecho a una nacionalidad; 2º Toda persona
tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació si no tiene derecho a
otra; 3º A nadie se le privará arbitrariamente de su nacionalidad, ni del derecho a
cambiarla”.
Por tanto, aunque cada Estado en principio regula el régimen de la nacionalidad,
los tratados de derechos humanos establecen algunos límites1.
Si la nacionalidad es un derecho fundamental, entonces, posee todas las
características de este tipo de derechos y se hacen aplicables las reflexiones planteadas en
la primera unidad de este curso.
Sin perjuicio de lo anterior, es posible destacar que la nacionalidad cuenta con las
siguientes características:

1
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 669.
2
1) Vincula a un sujeto con un Estado.
2) Genera derechos y deberes recíprocos entre el Estado y el nacional.
3) Toda persona tiene derecho a una nacionalidad, con lo cual el Derecho pretende
evitar la situación de los apátridas.
4) Toda persona tiene derecho a cambiar de nacionalidad, en conformidad con la
legislación interna de los Estados involucrados.
5) La nacionalidad es irrenunciable, a menos que se adquiera otra.
6) Nadie podrá ser privado arbitrariamente de su nacionalidad.

2. Fuentes de la nacionalidad

2.1. Regulación constitucional


Las fuentes de la nacionalidad están reguladas en el art. 10 de la CPR en los
siguientes términos: “Son chilenos:
1º Los nacidos en territorio de Chile, con excepción de los hijos de extranjeros que
se encuentren en Chile en servicio de su Gobierno, y de los hijos de extranjeros
transeúntes, todos los que, sin embargo, podrán optar por la nacionalidad chilena:
2º Los hijos de padre o madre chilenos, nacidos en territorio extranjero. Con todo,
se requerirá que alguno de sus ascendientes en línea recta de primer o segundo grado,
haya adquirido la nacionalidad chilena en virtud de lo establecido en los números 1º, 3º ó
4º;
3º Los extranjeros que obtuvieren carta de nacionalización en conformidad a la
ley;
4º Los que obtuvieren especial gracia de nacionalización por ley.
La ley reglamentará los procedimientos de opción por la nacionalidad chilena; de
otorgamiento, negativa y cancelación de las cartas de nacionalización; y la formación de
un registro de todos estos actos”.

2.2. Concepto

3
Las fuentes de la nacionalidad son los hechos de la naturaleza o actos jurídicos
que generan o dan origen a la nacionalidad.

2.3. Clasificación
Las fuentes de la nacionalidad pueden clasificarse en fuentes originarias y fuentes
derivadas. Las primeras, a su vez, pueden ser originarias “por nacimiento en el territorio”
(ius solis) o “por filiación” (ius sanguinis).

2.3.1. Fuentes originarias


Las fuentes originarias también se denominan “originales, ”“biológicas” o
“naturales”.
Son aquellas que confieren la nacionalidad a una persona desde y en razón de su
nacimiento, teniendo en consideración, ya sea el territorio en el que tuvo lugar el
alumbramiento o la nacionalidad de sus progenitores.
Por lo mismo, las fuentes originarias pueden obedecer a dos reglas:
i. Ius solis: es aquella por la cual se reconoce nacionalidad a una persona en
función del Estado en cuyo territorio nació.
ii. Ius sanguinis: es aquella por la cual se reconoce nacionalidad a una persona en
razón de su filiación, vale decir, en función de la nacionalidad de sus
progenitores.

2.3.2. Fuentes derivadas


Las fuentes derivadas son conocidas también como “fuentes jurídicas” o
“adquiridas”.
Son aquellas que otorgan la nacionalidad a una persona, mediante un acto de un
órgano estatal.
Por lo mismo, no tienen efecto retroactivo sino que son declarativas, operando sólo
para el futuro.

4
2.4.Situación en la Constitución chilena
Nuestra Constitución consagra en su artículo 10 fuentes tanto originarias
(numerales 1 y 2) como derivadas (numerales 3 y 4) de la nacionalidad.

2.4.1. Fuentes originarias en la CPR


La regulación constitucional de las fuentes originarias puede explicarse a través de
una regla general y de algunas excepciones.

2.4.1.1. Regla General


A partir de la reforma constitucional del año 2005, la Constitución Política opta
por un sistema de ius solis como regla general. Por tanto, en principio son chilenos todos
los nacidos en territorio chileno (art. 10 Nº 1, primera parte, CPR).

2.4.1.2. Excepciones
Sin embargo, esta regla reconoce dos tipos de excepciones, en las cuales prima la
regla de ius sanguinis:

a) Nacidos en territorio nacional, pero que sin embargo, no serán chilenos


(art. 10 Nº 1, segunda parte, CPR)
En los siguientes casos, las personas nacidas en territorio chileno no serán
consideradas de nacionalidad chilena:
i. los hijos de extranjeros que se encuentren en Chile en servicio de su Gobierno
(lo que exige que ambos padres sean extranjeros y que al menos uno de ellos esté al
servicio de un Estado extranjero)2;
ii. los hijos de extranjeros transeúntes (lo que exige que ambos padres sean
transeúntes)3.
En ambos casos, estas personas podrán optar por la nacionalidad chilena4.

2
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 670.
3
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 670.
4
El procedimiento para hacer uso de esta opción se encuentra regulado por el art. 10 del DS N º 5.142 del
5
b) Nacidos en el extranjero, pero que serán considerados chilenos (art. 10 Nº 2
CPR)
Los hijos(as) de padre o madre chilenos nacidos en territorio extranjero tendrán la
nacionalidad chilena, siempre que alguno de sus ascendientes en línea recta de primer o
segundo grado, haya adquirido la nacionalidad chilena en virtud de lo establecido en los
números 1º, 3º o 4º del art. 10, o sea, que la hayan adquirido por haber nacido en territorio
chileno, o por opción, o por carta de nacionalización, o por nacionalización por gracia5.

2.4.2. Fuentes derivadas


La Constitución chilena reconoce como fuentes derivadas de la nacionalidad a la
nacionalización por carta y la nacionalización por gracia, en los arts. 10 Nº 3 y Nº 4,
respectivamente.

2.4.2.1. Nacionalización por carta


a) Concepto
La nacionalización consiste en adquirir una nacionalidad distinta de la originaria y,
dependiendo del caso, en substitución de ella.
Por su parte, la carta de nacionalización o nacionalización por carta es una
forma derivada de adquirir la nacionalidad chilena previo cumplimiento de los requisitos
legales y que consiste en el otorgamiento de un decreto.

b) Requisitos para obtener la nacionalidad chilena


El art. 10 Nº 3 de la CPR establece que la obtención de la carta de nacionalización,

Ministerio del Interior de 1960. Para tal efecto, la solicitud debe presentarse dentro del plazo de un año
contado desde que el interesado hubiere cumplido 18 años, ante el Intendente o Gobernador, o ante agente
diplomático o consular chileno si estuviese en el extranjero. En ella el peticionario deberá acreditar que
nació en Chile y que sus padres eran extranjeros transeúntes o que se encontraban al servicio de su
Gobierno.
5
Vid. CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 670: “A partir de la reforma constitucional de 2005 no es
necesario que el padre o madre esté en el extranjero en servicio del Gobierno ni existe la obligación de
avecindarse por más de un año en Chile para acceder a la nacionalidad. Con esto se refuerza el principio de
ius sanguinis”.
6
debe ser “en conformidad a la ley”. Al respecto, el Decreto Nº 5.142 de 1960 fijó el texto
refundido de las disposiciones sobre nacionalización de extranjeros y establece los
requisitos para obtener la carta de nacionalización. Estos requisitos son (art. 2 Decreto Nº
5.142):
i) Que el extranjero haya cumplido 18 años de edad. Hay dos situaciones
especiales:
(a) También podrán solicitar carta de nacionalización los hijos de
extranjeros que hayan cumplido 14 años de edad, tengan más de cinco
años de residencia en el territorio de la República, cuenten para ello con
la autorización de quienes estén a cargo de su cuidado personal y hayan
obtenido permiso de permanencia definitiva.
(b) Los menores de 18 años cuyo padre o madre tenga la calidad de
refugiados reconocidos por Chile, podrán nacionalizarse chilenos desde
el momento en que, al menos, uno de sus padres haya obtenido la carta
de nacionalización, sin necesidad de cumplir cualquier otro requisito
legal.
ii) Que tengan más de cinco años de residencia continuada en el territorio
nacional6.
iii) Ser titular de permiso de permanencia definitiva vigente. La Permanencia
Definitiva es el permiso concedido a los extranjeros para radicarse
indefinidamente en el país y desarrollar cualquier clase de actividades, sin otras
limitaciones que las que se establezcan en las disposiciones legales y
reglamentarias (art. 41 DL 1094 que establece normas sobre extranjeros en
Chile, 14 de julio de 1975).
Según el texto original de la Constitución de 1980, para que un extranjero pudiera
obtener la carta de nacionalización, debía renunciar expresamente a su nacionalidad
anterior7. Además, se establecía que los nacionalizados sólo podían optar a cargos de

6
Será el Ministerio del Interior quien calificará atendidas las circunstancias, si algún viaje accidental al
extranjero ha interrumpido o no la residencia continuada.
7
No se exigía esta renuncia a los nacidos en país extranjero que, en virtud de un tratado internacional, hubiera
7
elección popular después de estar cinco años en posesión de sus respectivas cartas de
nacionalización.
Con la reforma constitucional del 2005, se introducen dos modificaciones a este
precepto. En primer término, se elimina la exigencia constitucional que consistía en que los
extranjeros renuncien a su nacionalidad de origen. En segundo lugar, la exigencia de estar
en posesión de la carta de nacionalización por más de cinco años para optar a cargos de
elección popular, se “traslada” al inc. 2° del art. 14. Este último requisito se ha establecido
con el ánimo manifiesto de impedir que un extranjero se nacionalice sólo para ejercer este
tipo de cargos.
Habiéndose eliminado el requisito de la renuncia a la nacionalidad de origen, la
posibilidad de detentar una doble nacionalidad queda sujeta a la voluntad del
legislador, el que podrá exigir o no la renuncia a la nacionalidad anterior o consentir
respecto de uno o más países una doble nacionalidad. Esto permite, por ejemplo,
considerar la posibilidad de doble nacionalidad reconocida legalmente, como es el caso del
Tratado de Doble Nacionalidad celebrado con España, o por mera tolerancia, cuando se
produce una colisión positiva de normas jurídicas. De acuerdo a lo que se deduce de la
historia de formación de esta reforma, la intención de la Comisión de Derechos Humanos,
Nacionalidad y Ciudadanía del Senado fue establecer como regla general la posibilidad de
adquirir la nacionalidad chilena por un extranjero, conservando su nacionalidad anterior.
No obstante lo anterior, el artículo 2, inciso segundo, del Decreto Supremo Nº 5.142 de
1960, actualmente exige la renuncia previa a la nacionalidad anterior para acceder a la
nacionalidad chilena. El Ministerio del Interior, mediante la Circular Nº 100 de la
Subsecretararía del Interior ha concluido que esta disposición habría quedado tácita mente
derogada por la reforma constitucional de 2005. De todas formas, lo razonable hubiera sido
modificar expresamente esta normativa.

b) Prohibiciones para obtener la nacionalización por carta


No podrán obtener la nacionalidad por esta vía (art. 3 Decreto Nº 5.142):

concedido el mismo beneficio a los chilenos, situación que sólo ocurría con España (DS Nº 569 del Ministerio
de Relaciones Exteriores de 1958).
8
i. Los que hayan sido condenados y los que estén actualmente procesados por
simples delitos o crímenes, hasta que se sobresea definitivamente a su
respecto.
ii. Los que no estén capacitados para ganarse la vida.
iii. Los que practiquen o difundan doctrinas que puedan producir la alteración
revolucionaria del régimen social o político o que puedan afectar a la integridad
nacional.
iv. Los que se dediquen a trabajos ilícitos o que pugnen con las buenas
costumbres, la moral o el orden público;
v. En general, aquellos extranjeros cuya nacionalización no se estime conveniente
por razones de seguridad nacional.

d) Formalidad para obtener la nacionalización


La “Solicitud de Carta de Nacionalización”, adjuntando la documentación que
corresponda, debe presentarse en la Intendencia Regional o Gobernación Provincial del
lugar de residencia del solicitante (art. 4 Decreto Nº 5.142).
La nacionalidad la otorga el Presidente de la República en decreto refrendado por
el Ministerio del Interior (art. 1 Decreto Nº 5.142).

2.5.La nacionalización por gracia


a) Concepto
Es aquel modo derivativo de adquirir una nacionalidad, mediante la expresión
formal de gratitud que un Estado expresa en beneficio de un extranjero, sin que ello
implique la pérdida de su nacionalidad anterior. En este sentido, es un reconocimiento a
“extranjeros ilustres” o “grandes servidores”.

b) Requisitos
La Constitución Política no establece requisito ni condición alguna del extranjero a
quien se le conceda este beneficio.

9
c) Formalidades
La nacionalización por gracia debe materializarse a través de una ley.

3. Pérdida de la nacionalidad
3.1.Regulación constitucional
Las causales de pérdida de la nacionalidad están reguladas en el art. 11 de la CPR:
“La nacionalidad chilena se pierde:
1º Por renuncia voluntaria, manifestada ante autoridad chilena competente. Esta
renuncia sólo producirá efectos si la persona, previamente, se ha nacionalizado en país
extranjero;
2º Por decreto supremo, en caso de prestación de servicios durante una guerra
exterior a enemigos de Chile o de sus aliados;
3º Por cancelación de la carta de nacionalización, y
4º Por ley que revoque la nacionalización concedida por gracia.
Los que hubieren perdido la nacionalidad chilena por cualquiera de las causales
establecidas en este artículo, sólo podrán ser rehabilitados por ley”8.

3.2.Causales de pérdida de la nacionalidad


Analizando las causales de pérdida de la nacionalidad antes anotadas, es posible
deducir que una de ellas consiste en un acto voluntario de una persona nacional chilena (Nº
1), dos derivan de actos de la autoridad administrativa (Nºs 2 y 3) y una del órgano
legislativo (Nº 4).

3.2.1. Renuncia voluntaria a la nacionalidad chilena


Este numeral reemplazó al antiguo art. 11 Nº 1 de la CPR, según el cual la sola

8
La Reforma Constitucional del año 2005 eliminó como causal de pérdida de nacionalidad, la del antiguo Nº
3 del art. 11: “Por sentencia judicial condenatoria por delitos contra la dignidad de la patria o los intereses
esenciales y permanentes del Estado, así considerados por ley de quórum calificado. En estos procesos, los
hechos se apreciarán siempre en conciencia”.
10
nacionalización en país extranjero era causal de pérdida de nacionalidad9. Con la reforma
constitucional del año 2005, lo que produce la pérdida de nacionalidad es la renuncia de la
misma manifestada ante autoridad chilena competente.
Esta modificación busca propender a una mayor tolerancia y aceptación de la figura
de la doble nacionalidad. Además, la norma intenta evitar la situación de los apátridas,
toda vez que renuncia a la nacionalidad sólo puede tener lugar si el sujeto se ha
nacionalizado previamente en otro país.
Por lo tanto, para que una persona pierda la nacionalidad chilena por aplicación del
art. 11 Nº 1, se requiere:
a. que exista renuncia a la nacionalidad chilena;
b. que esta renuncia se haga “ante autoridad chilena competente”, aunque este
punto hasta a la fecha no ha sido resuelto legislativamente. Para Contreras y
García Pino “Por autoridad competente se entiende el Cónsul chileno si el
interesado se encuentra en el extranjero, o el Departamento de Extranjería y
Migración del Ministerio del Interior, si se encuentra en Chile”10.
c. que la renuncia sea precedida de nacionalización en país extranjero.

3.2.2. Prestación de servicios a enemigos de Chile durante una guerra


Para que opere la causal del art. 11 Nº 2 de la CPR, deben cumplirse los siguientes
requisitos:
a) Que exista guerra exterior entre el Estado de Chile y un Estado extranjero.
Dado que la Constitución exige que sea “durante una guerra exterior", algunos
entienden que ella se presenta desde que se ha declarado por el Presidente de la
República, previa autorización por el Congreso Nacional (art. 32, N° 19° de la

9
Según la versión anterior del art. 11 de la CPR, “La nacionalidad chilena se pierde: 1º Por nacionalización
en país extranjero, salvo en el caso de aquellos chilenos comprendidos en los números 1º, 2º y 3º del artículo
anterior que hubieren obtenido otra nacionalidad sin renunciar a su nacionalidad chilena y de acuerdo con lo
establecido en el Nº 4 del mismo artículo./La causal de pérdida de la nacionalidad chilena señalada
precedentemente no regirá respecto de los chilenos que, en virtud de disposiciones constitucionales, legales o
administrativas del Estado en cuyo territorio residan, adopten la nacionalidad extranjera como condición de su
permanencia en él o de igualdad jurídica en el ejercicio de los derechos civiles con los nacionales del
respectivo país”.
10
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 671.
11
Constitución) hasta que por decreto supremo se expresa que ha concluido.
Además, de la letra de la norma se infiere que debe tratarse de un conflicto
armado internacional y que no podría ser aplicada a conflictos armados no
internacionales.
b) Que durante dicha guerra la persona preste servicios a enemigos de Chile o de
sus aliados. En cuanto a la naturaleza de los servicios, la norma no aclara si
deben tratarse de actividades bélicas o de otros servicios de naturaleza más
amplia, por ejemplo, de índole administrativa, comercial, científica, de
propaganda, entre otras. Para Contreras y García Pino “Estos servicios pueden
ser de cualquier naturaleza”11. Los servicios deben prestarse a los enemigos
directos de Chile o a los aliados de tales enemigos.
c) Que se dicte de un decreto supremo fundado y firmado por todos los ministros,
donde se deja constancia de los motivos de la decisión.

3.2.3. Cancelación de la carta de nacionalización


Una de las causas de pérdida de la nacionalidad es la cancelación de la carta de
nacionalización. Para que opere, deben concurrir los siguientes requisitos:
a) Debe haber existido la obtención de una carta de nacionalización, por decreto
supremo.
b) La cancelación de la carta de nacionalización deberá realizarse en virtud de otro
decreto supremo, fundado y firmado por el Presidente de la República, previo
acuerdo del Consejo de Ministros.
c) La cancelación de la carta de nacionalización debe ser fundada en (art. 8 Decreto
Nº 5142):
i. haber sido concedida a pesar de la concurrencia de alguna de las
prohibiciones antes señaladas y reguladas en el art 3. del Decreto Nº 5142;
ii. que la persona se haya hecho indigna de la nacionalidad chilena; o

11
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 671.
12
iii. que la persona haya sido condenada por alguno de los delitos contemplados
en la Ley 12.927 sobre Seguridad Interior del Estado.

3.2.4. Por revocación de la nacionalidad chilena otorgada por gracia


Recordemos que la nacionalidad por gracia se concede en virtud de una ley. Por
tanto, para que opere la revocación en este caso es necesario que:
1) Se haya concedido a una persona la nacionalidad chilena por gracia en virtud de
una ley; y
2) Se revoque dicha nacionalidad en virtud de otra ley.

3.3. Recuperación de la nacionalidad


La persona que hubiere perdido la nacionalidad chilena por cualquiera de las
causales establecidas en el art. 11 sólo podrá ser rehabilitada en virtud de una ley (art. 11
inc. final CPR). Esta apreciación no es absoluta y debe necesariamente interpretarse a la luz
de las demás disposiciones constitucionales, especialmente, del art. 12 de la CPR sobre la
acción de reclamación de la nacionalidad.
Por otra parte, el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del
Interior ha estimado que los chilenos que hubieren perdido la nacionalidad chilena, por
haberse nacionalizado en país extranjero, bajo la vigencia de la antigua norma
constitucional y que registraren la anotación de pérdida de la nacionalidad chilena en su
inscripción de nacimiento, pueden solicitar la eliminación de dicha anotación. Por esta vía
administrativa, y sin norma constitucional o legal que lo establezca, se ha procedido de
hecho a suplir la ausencia de una norma reguladora de esta materia.

4. Acción por pérdida o desconocimiento de la nacionalidad (art. 12º CPR)


Esta acción procede en caso de acto o resolución de autoridad administrativa que
prive o desconozca la nacionalidad12.

12
El año 1957, en virtud de reforma constitucional del art. 6 de la Carta de 1925, se creó el recurso de
reclamación por pérdida de la nacionalidad, pero sólo respecto de cancelaciones de la carta de
nacionalización. La actual acción del art. 12 de la Constitución tiene una mayor amplitud.
13
A continuación se formularan algunas preguntas y respuestas sobre esta acción.
1) ¿Se trata de una acción o de un recurso? En sentido estricto no constituye un
recurso, sino una acción constitucional13.
2) ¿Qué se requiere para su procedencia? Para proceder a la acción, el acto o
resolución administrativa debe haber privado o desconocido la nacionalidad
chilena a una persona.
3) Sólo procede contra actos o resoluciones de autoridad administrativa, no
respecto de decisiones judiciales o legislativas.
4) ¿Quién es el titular? El titular de la acción es la persona a quien se la prive o
desconozca de la nacionalidad chilena, quien podrá recurrir por sí o cualquiera a
su nombre para el reconocimiento o declaración de su derecho.
5) ¿Dentro de qué plazo puede interponerse? La acción deducida tiene un plazo de
30 días fatales contados desde que el afectado toma conocimiento del acto o
desde su notificación, según sea el caso.
6) ¿Cuál es el tribunal competente para su conocimiento? La acción se deduce para
ante la Corte Suprema, quien conocerá en pleno y como jurado, esto es fallará
en conciencia.
7) ¿Su presentación genera algún efecto respecto del acto o resolución? Desde el
momento en que se interpone la acción se suspenden los efectos del acto
privativo o de desconocimiento de la nacionalidad.

II. LA CIUDADANÍA
1. Noción de ciudadanía
La ciudadanía comprende la cualidad o condición de ciudadano como sujeto de
derechos políticos en un Estado determinado14. En términos amplios, la ciudadanía es el
reconocimiento político de la facultad de los ciudadanos para participar en la comunidad
deliberante que, a su vez, le reconoce derechos fundamentales y le exige obligaciones
13
Las acciones tienen por objeto solicitar el reconocimiento o declaración de un derecho que se cree tener,
mientras los recursos tienen por objeto impugnar resoluciones judiciales, al pretender modificarlas, revocarlas
o invalidarlas.
14
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 138.
14
básicas de membresía15.
La ciudadanía tiene un origen que se remonta a la Grecia clásica y a la relación de
ciertos individuos aventajados con la polis. Se trataba de una calidad restringida a los
varones, adultos, libres y con propiedad. Sólo gracias a la modernidad y al influjo del
iusnaturalismo y de la filosofía contractualista la ciudadanía comenzó a ser entendida cada
vez más con un derecho fundamental, como una calidad inherente al ser humano que deja el
estado de naturaleza y que adquiere la libertad de participar políticamente en la gestión del
poder. Sin embargo, la ampliación del concepto de ciudadanía en razón de criterios tales
como la edad, el sexo, el nivel educacional, la propiedad, la etnia, la nacionalidad, la
residencia o los deberes de registro, responde a un proceso de luchas históricas y hoy en día
sigue reflexionándose sobre la necesidad de seguir expandiendo esta noción.
Existen matices conceptuales entre la noción de ciudadanía y las nociones de
población y pueblo. Aunque todos son conceptos polisémicos, en general la población
entendida en sentido genérico la integran todos los habitantes de un Estado en un momento
determinado. Desde un punto de vista jurídico corresponde al conjunto de habitantes de un
Estado, dotados de derechos y obligaciones civiles. El pueblo, siguiendo con la concepción
rousseauniana, corresponde al conjunto de ciudadanos. Para hacer la diferencia jurídica con la
población, el pueblo se define como el conjunto de habitantes de un Estado, dotados de
derechos y obligaciones tanto civiles como políticas. En ese sentido pueblo y ciudadanía
serían conceptos emparentados. Sin embargo, la noción de pueblo también viene definida en
razón de vínculos culturales, raciales, religiosos, entre otros, con lo cual adoptándose una
definición de esta índole el concepto de pueblo se acercaría al concepto de Nación.

2. Ciudadanía y derechos políticos


La ciudadanía, entonces, comprende la calidad de ciudadano y el ciudadano puede
ejercer “derechos políticos”. Estos derechos, en sentido estricto, comprenden la facultad
para elegir a los gobernantes y para ser elegido. Sin perjuicio de lo anterior, una
comprensión más amplia de los derechos políticos obligaría a incluir otros derechos

15
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 138.
15
relacionados con la participación política del ciudadano en el funcionamiento del Estado y
en el juego democrático, entre otros, el derecho de asociación, el derecho de formar parte
de movimientos y partidos políticos, la libre expresión de ideas políticas, entre otros. De
hecho, el art. 23.1 de la CADH consagra los derechos políticos en un sentido relativamente
amplio: “1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
a) de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de repre-
sentantes libremente elegidos; b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas
auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre
expresión de la voluntad de los electores, y c) de tener acceso, en condiciones generales de
igualdad, a las funciones públicas de su país”. Como se infiere, la esencia de los derechos
políticos es la participación en la comunidad y la gestión del Estado.

3. Los derechos políticos que comprende la ciudadanía según la CPR


La Constitución contiene un muy restringido abanico de derechos políticos
derivados de la ciudadanía, lo que podría ser susceptible de crítica, aunque parece ser
coherente con el sustrato subyacente a otras normas constitucionales que están dirigidas a
atenuar la presencia política de los individuos en la gestión de la cosa pública. Basta
recordar la concepción nacional de la soberanía consagrada en el art. 5 de la CPR.
De acuerdo al art. 13 inc. 2, los derechos que derivan de la ciudadanía son:
4.1.1. el derecho a sufragio,
4.1.2. el derecho a optar a cargos de elección popular, y
4.1.3. los demás derechos que la Constitución o la ley establezcan.
Es un listado muy restringido si se lo compara con la redacción de la CADH sobre
la materia.
Ahora bien, a quienes se les reconozca estos derechos, podrán ser catalogados como
“ciudadanos” de acuerdo a nuestra Constitución. Por este motivo, es importante evitar
confusiones y tener en cuenta que es posible detentar ciertos derechos propios de la
ciudadanía sin ser ciudadanos. Por ejemplo, cuando la Constitución acepta que ciertos

16
extranjeros pueden ejercer derecho a sufragio, no se les reconoce la calidad de ciudadanos
por ese simple hecho.

4. Los ciudadanos
Conforme al art. 13 inc. 1° de la CPR “Son ciudadanos los chilenos que hayan
cumplido dieciocho años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva”. Por lo
tanto, los requisitos para ser ciudadano chileno son:
i. ser chileno, cualquiera haya sido la fuente de su nacionalidad;
ii. haber cumplido 18 años de edad; y
iii. no haber sido condenado a pena aflictiva16.

Existen algunas situaciones excepcionales:


1) Respecto de chilenos que hubieren adquirido su nacionalidad por lo
dispuesto en el art. 10 Nºs 2 y 4 (ius sanguinis y nacionalidad por gracia),
sólo podrán ejercer los derechos que le confiere la ciudadanía, luego de
avecindarse en Chile por más de 1 año (art. 13 inc. 3° CPR).
2) Quienes hubieren obtenido carta de nacionalización, sólo podrán optar a
cargos de elección popular luego de estar en posesión de sus cartas de
nacionalización al menos durante 5 años (art. 14 inc. 2° CPR).
3) La Constitución reconoce la posibilidad de que los extranjeros ejerzan el
derecho a sufragio en los casos y formas que establezca la ley, sin que ello
signifique concederles “ciudadanía” (art. 14 inc. 1° CPR). Para ello se requiere
que la persona:
i. se encuentre avecindada en Chile por más de cinco años;
ii. haya cumplido 18 años de edad;
iii. no haya sido condenados a pena aflictiva; y

3. El derecho a sufragio
16
Del art. 37 del Código Penal se infiere que la pena aflictiva es una pena privativa de libertad cuya duración
es igual o superior a tres años y un día.
17
3.1 Concepto
El derecho a sufragio es el libre ejercicio de participación ciudadana en las
decisiones colectivas y democráticas para la elección de autoridades y para la
reivindicación de la soberanía popular en los casos que la Constitución lo determine17.

3.2 Clasificación
El derecho a sufragio puede ser activo y pasivo. El sufragio activo implica el
reconocimiento de la facultad de participar en las elecciones. Esta condición se acredita
con el padrón electoral. En virtud de la le Ley 20.568 que regula la inscripción
automática, modifica el servicio electoral y moderniza el sistema de votaciones18, las
personas que cumplen con los requisitos para ejercer el derecho a sufragio quedan
automáticamente inscritas en el Registro Electoral19.
El sufragio pasivo es la aptitud de todo ciudadano de ser elegido en un cargo de
elección popular. En general, todos los ciudadanos tienen derecho de sufragio pasivo con
las salvedades que constitucionalmente se establezcan. Así, por ejemplo, es posible que
para ciertos cargos se exijan determinados mínimos de edad, nacionalidad o nivel de
estudios.

4.2. Características del sufragio


El art. 15 inc. 1° de la CPR contempla las principales características del sufragio:
i. Personal: implica que el ciudadano no puede delegar su facultad de voto a otra
persona y que concurrir por sí mismo a emitirlo sin que exista la posibilidad de

17
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 361.
18
Esta ley modificó la LOC N° 18.556, sobre sistema de inscripciones electorales y Servicio Electoral.
19
Artículo 5°: “Los chilenos comprendidos en el número 1° del artículo 10 de la Constitución Política de la
República, mayores de 17 años, serán inscritos automáticamente en el Registro Electoral. Los chilenos
comprendidos en el número 3° del artículo 10 de la Constitución Política de la República serán inscritos
automáticamente luego de obtener su carta de nacionalización de conformidad a la ley”.
Artículo 6° inc. 1 y 2: “Los chilenos comprendidos en los números 2° y 4° del artículo 10 y los extranjeros
señalados en el artículo 14, ambos de la Constitución Política de la República, serán inscritos en el Registro
Electoral desde que se acredite que cumplen los requisitos de edad y avecindamiento exigido por el inciso
tercero del artículo 13 o por el artículo 14 de la Constitución Política de la República, según corresponda.
La inscripción procederá de forma automática en la medida que el Servicio Electoral tenga acceso a la
información que acredite el cumplimiento del requisito de avecindamiento”.
18
remitir el voto por otra vía.
El TC ha declarado que el “voto asistido” no constituye una vulneración
constitucional puesto que confrontando los bienes jurídicos de voto personal y
secreto, por un lado, y la posibilidad de ejercer el derecho de sufragio asistido
para las personas con discapacidad, por otro lado, aquél debe ceder a favor de
éste produciendo el menor impacto posible sobre la dimensión personal y
secreta del voto (STC R. 745-07, c. 12°-18°).
ii. Igualitario: significa que todos los votos valen lo mismo, de modo que cada
persona pesa un voto.
iii. Secreto: significa que nadie puede conocer cómo sufraga un elector debiendo
estar salvaguardada la libertad de elección20. Por ello, la ley establece una serie
de garantías para evitar la manifestación pública de la preferencia electoral, por
ejemplo, la existencia de cámaras secretas o la prohibición que los votos o
papeletas estén marcados.
iv. Voluntario: implica, por un lado, que nadie que esté en condiciones de votar
pueda ser forzado a hacerlo y, por otro lado, la prohibición de imponer
sanciones a una persona que decida no concurrir a votar. Esta característica se
ha perfeccionado con el sistema de inscripción automática antes señalada. La
única excepción se produce frente a la carga pública igualitaria de asistir como
vocal de mesa designado en la elección y por los cuatro años siguientes21.
Sin perjuicio de lo dispuesto por el art. 15 de la Constitución, otras características
del sufragio son las que siguen:
i. Universal: significa que no existe ninguna barrera de acceso a su ejercicio.
Dicho con otras palabras, no puede haber ningún criterio diferenciador en
razón de factores como la propiedad, el sexo, el nivel económico, u cualquier
otro factor discriminador. En Chile la condición de sufragio universal se

20
Fue introducido en Chile mediante la Ley electoral del 20 de agosto de 1890.
21
Art. 47, LOC n° 18.700 sobre votaciones populares y escrutinios.
19
alcanzó con la plenitud de ejercicio del derecho de sufragio femenino a partir de
la Ley 9.292 de 8 de enero de 1949.
ii. Directo: significa que no existe ninguna elección de intermediarios que a su vez
voten por los representantes definitivos.

4.3. Derecho de voto de los chilenos en el extranjero


La ley de reforma constitucional 20.748 de 2014 modificó el art. 13 de la
Constitución, introduciendo un nuevo inc. 3, según el cual los ciudadanos con derecho a
sufragio que se encuentren fuera del país podrán sufragar desde el extranjero en:
i. las elecciones primarias presidenciales;
ii. en las elecciones de Presidente de la República y
iii. en los plebiscitos nacionales.
Conforme a este inciso, una LOC establecerá el procedimiento para materializar la
inscripción en el registro electoral y regulará la manera en que se realizarán los procesos
electorales y plebiscitarios en el extranjero. Este mandato del constituyente ha sido
cumplido mediante la Ley 20.960 que regula el derecho a sufragio en el extranjero.

4. Suspensión del derecho a sufragio


El art. 16 de la Constitución contempla las causales de suspensión del derecho a
sufragio. Como lo indica su nombre, estas causales no significan la pérdida de la calidad de
ciudadano, sino sólo que la imposibilidad de ejercer temporalmente el derecho a sufragio
mientras dure la inhabilidad. Según esta norma, el derecho a sufragio se suspende:

1º Por interdicción en caso de demencia


La interdicción consiste en una resolución judicial que declara que una determinada
persona se encuentra bajo una condición de demencia. En la actualidad la declaración de
interdicción de demencia es materia de competencia de los Tribunales de Familia. Por ende,
la mera existencia discapacidad física o mental no suspende el derecho de sufragio si no

20
hay una resolución judicial en los términos antes indicados22.

2º Por hallarse la persona, acusada por delito que merezca pena aflictiva o por
delito que la ley califique como conducta terrorista.
Para que opere esta causal, deben darse los siguientes requisitos:
i. Que exista acusación. De conformidad con la jurisprudencia del TC, se trata de
personas respecto de las que exista un auto de apertura del juicio oral firme o
ejecutoriado (STC 2152 c. 33). Si se declara el sobreseimiento del imputado la
suspensión llega a su término. A su vez, con la condena del imputado la
suspensión se transforma en pérdida de la ciudadanía. Es necesario criticar esta
norma, ya que no satisface el estándar de la CADH en relación con la
presunción de inocencia, porque conforme a su art. 23.2, la ley puede
reglamentar el ejercicio de los derechos políticos “exclusivamente por razones
de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental
o condena, por juez competente, en proceso penal” (las cursivas son nuestras).
ii. Que el delito por el cual sea acusado, se trate de delito que merezca pena aflictiva
o que la ley califique como conducta terrorista 23 . Este requisito debe ser
entendido en estricta conexión con el art. 9 de la CPR y al repudio que el
constituyente expresa en varias disposiciones del texto fundamental al fenómeno
del terrorismo.

3º Por haber sido sancionado por el Tribunal Constitucional en conformidad al


art. 19 Nº 15 inc. 7º de la Constitución
Se refiere a la sanción que se le impone a una persona que hubiere tenido

22
CONTRERAS/GARCÍA PINO, op. cit., p. 384.
23
Cabe hacer notar que la reforma constitucional del año 2005 modificó este punto, por cuanto según el texto
original, el derecho a sufragio se suspendía “por hallarse la persona procesada” por delito que mereciera pena
aflictiva o que la ley calificara como conducta terrorista. El objetivo de la reforma, en este aspecto, fue adecuar
el precepto constitucional, respecto de la reforma procesal penal. A pesar de esta modificación, sin embargo,
“también se suspenderá el derecho de sufragio de las personas procesadas por hechos anteriores al 16 de junio
de 2005” por los mismos delitos señalados, según lo establecido en la decimonovena disposición transitoria de la
Constitución.
21
participación la declaración de inconstitucionalidad de partidos políticos, movimientos u
otras formas de organización política cuyos objetivos, actos o conductas no respeten los
principios básicos del régimen democrático y constitucional, o que procuren el
establecimiento de un sistema totalitario, o aquellos que hagan uso de la violencia, la
propugnen o inciten a ella como método de acción política. En este caso, la suspensión dura
5 años, contados desde la fecha de la declaración del Tribunal. El art. 19 n° 15 además
contempla otras sanciones.

5. Pérdida de la ciudadanía
El art. 17 de la CPR establece las causales por las que se pierde la ciudadanía
chilena; a saber:

1° Por pérdida de la nacionalidad


Puede operar cualquiera de las causales de pérdida de la nacionalidad del art. 11 de
la CPR.

2° Por condena a pena aflictiva


Sin perjuicio de ello, una vez extinguida la responsabilidad penal se recuperará la
ciudadanía en conformidad a la ley.

3° Por condena por delitos que la ley califique como conducta terrorista y los
relativos al tráfico de estupefacientes y que hubieren merecido, además, pena
aflictiva
Esta causal es relativamente similar a la anterior, pero su consagración como una
causal adicional refleja la especial condena del constituyente al tráfico de estupefacientes
y al terrorismo. Tanto es así que la recuperación de la ciudadanía en este caso es más
exigente que en el anterior, dado que se exige solicitar la rehabilitación al Senado, una vez
cumplida la condena.

22
III. EL SISTEMA ELECTORAL PÚBLICO

1. Votaciones Populares
El inciso segundo del citado artículo 15 establece que: “Sólo podrá convocarse a
votación popular para las elecciones y plebiscitos expresamente previstos en esta
Constitución”.
De esta norma puede concluirse que:
1. No podrá convocarse a votaciones populares en casos diferentes a los que establece
la Carta Fundamental. Por lo tanto, ni la ley, ni decisión administrativa alguna podrán
llamar a votación por otros motivos, por loables que pudieren parecer.
2. Como vimos anteriormente, la Constitución sólo contempla los siguientes
plebiscitos y elecciones:
1. Plebiscitos:
o Durante la tramitación de las Reformas Constitucionales, en casos de
discrepancias entre las Cámaras del Congreso Nacional y el Presidente de
la República (art. 128 y 129 de la CPR), o
o En el casos de plebiscitos comunales, regulados por el art. 118 CPR.
2. Elecciones periódicas:
o Presidente de la República (art. 26 CPR),
o Diputados (art. 48 CPR),
o Senadores (art. 49 CPR),
o Gobernador Regional (art. 111 CPR)
o Consejeros Regionales (art. 113 CPR)
o Alcaldes (art. 57 de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades, por aplicación del art. 119 CPR),

2. Regulación del Sistema Electoral


El art. 18 de la CPR dispone:
“Habrá un sistema electoral público. Una ley orgánica constitucional

23
determinará su organización y funcionamiento, regulará la forma en que se realizarán los
procesos electorales y plebiscitarios, en todo lo no previsto por esta Constitución y
garantizará siempre la plena igualdad entre los independientes y los miembros de
partidos políticos tanto en la presentación de candidaturas como en su participación en
los señalados procesos. Dicha ley establecerá también un sistema de financiamiento,
transparencia, límite y control del gasto electoral.
Una ley orgánica constitucional contemplará, además, un sistema de registro
electoral, bajo la dirección del Servicio Electoral, al que se incorporarán, por el solo
ministerio de la ley, quienes cumplan los requisitos establecidos por esta Constitución.
El resguardo del orden público durante los actos electorales y plebiscitarios
corresponderá a las Fuerzas Armadas y Carabineros del modo que indique la ley”

De esta norma se desprenden materias de especial relevancia:


1. Habrá un sistema electoral público. Por sistema electoral, debe entenderse la
fórmula jurídica que permite convertir los sufragios ciudadanos en la elección de
una autoridad pública. A su vez, este sistema es único y, además, público.
2. Regulación del sistema electoral. Es materia de ley orgánica constitucional.
Actualmente, esta materia está regulada por:
• Ley 18.640 sobre Tribunal Calificador de Elecciones;
• Ley 18.556 sobre Sistemas de Inscripciones Electorales y Servicio
Electoral;
• Ley 18.603 sobre Partidos Políticos;
• Ley 18.700 sobre Votaciones Populares y Escrutinios.
• Ley 19.884 sobre transparencia, límite y control del gasto electoral.
• Ley 20.640 sobre Elecciones Primarias.
• Ley 18.918 sobre Congreso Nacional.
• Ley 18.695 sobre Municipalidades.
3. La regulación del sistema electoral deberá establecer un sistema de
financiamiento, transparencia, límite y control del gasto electoral. Estas
24
cuestiones están desarrollado en las mismas leyes citadas en el numeral anterior.
4. Resguardo del orden público durante actos electorales y plebiscitarios. Por
último, la norma en comento, encarga este resguardo a las Fuerzas Armadas y
Carabineros.

25

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