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Capítulo 1 • Fundamentos

En este capítulo introduciremos el concepto de revolución solar desde la perspectiva de


la ​astrología espiritual y el estudio de la biografía astrológica, entendiendo bajo este concepto
la revisión de los hechos de la propia vida o de otras personas bajo la luz del simbolismo
astrológico y la mirada más holística y abarcativa que este posibilita. Ese mismo trabajo es luego
utilizado para indagar acerca del “futuro”; no en un sentido predictivo, sino que la experiencia
adquirida en la revisión del pasado permite de esta forma desarrollar una percepción capaz de
“asistir” al presente de otro modo, con más consciencia, lo cual siempre traerá más paz y
armonía interna. Ése es el enfoque transmitido desde Venus Saturno Astrología.

Conocimientos requeridos
Para poder comenzar a trabajar en el estudio de la revolución solar, es necesario como
mínimo haber incorporado a nivel simbólico los componentes esenciales del lenguaje: signos,
planetas, casas y aspectos, y será mucho mejor aún si la persona ha dedicado tiempo a madurar
en su interior la percepción y el reconocimiento de aquello a lo que esos símbolos apuntan. Para
más información sobre un curso introductorio que abarque esas cuestiones, le remitimos a
nuestro “Taller Semilla”.
De todos modos es bueno poder comenzar a trabajar con esta técnica desde temprano,
dado que aporta un factor esencial a la comprensión de la astrología: el dinamismo temporal de
la carta natal. Estamos sumamente condicionados, en un principio, para pensar en la carta natal
como algo estático. Después de todo, es una imagen fija, y es fácil ignorar la vitalidad que se
encuentra contenida en ésta. A fin de cuentas, esa carta natal ​es cierta persona específica. El
estudio de las revoluciones solares, los tránsitos, y otras técnicas como las progresiones,
apuntan directamente a que recordemos toda la movilidad (cíclica) que la estructura natal
porta: el movimiento de la Vida misma, dentro de nosotros.

La carta natal y la noción de tránsitos astrológicos


Es importante recordar que la carta natal es como una fotografía instantánea del sistema
solar, en determinado momento del tiempo, visto desde cierto lugar del planeta tierra. Eso
queda “congelado”, es una forma definida, un conjunto de símbolos así plasmado que perdura,
como el mapa natal de un individuo. Pero al instante siguiente, el cielo continúa su curso (para
ser correctos, jamás se detuvo); así los planetas continúan moviéndose en sus órbitas y también
lo hace la tierra.
Tradicionalmente solemos decir, entonces, que en determinado momento posterior al
nacimiento de una persona, el cielo de ese instante que sucede está configurado en cierta forma,
y esa disposición de los planetas “afecta” al individuo de una u otra manera. En general esa es la
concepción más tradicional de los llamados tránsitos astrológicos. Por ejemplo, podría suceder
que alguien que nació con el Sol en Tauro y Saturno en Leo, a los 7 años de vida encontrará
Saturno transitando el signo de Escorpio y haciendo un aspecto de oposición a su Sol. En la jerga
de los tránsitos, se dice que “Saturno ​en tránsito ​se encuentra en oposición a su Sol ​natal,​ a los 7
años de vida”, y como decíamos es fácil pensar en una relación causal en la cual ése Saturno en
el cielo está ​afectando​ a la persona.
Pero veamos lo siguiente con mucho detenimiento: el curso de movimiento de los
planetas es regular, es predecible. Podemos saber dónde estará Saturno, o Júpiter o la Luna, con
exactitud, de aquí a diez, cien o mil años. Da igual. Entonces, técnicamente, para el momento que
un niño nace, podemos computar ​exactamente los tránsitos que estará viviendo a cualquier
edad. Volviendo al ejemplo anterior, supongamos que la persona ha nacido un 5 de mayo,
sabemos exactamente en ese momento, que siete años después tendrá la oposición de Saturno al
Sol, y esa información puede ser calculada con alta precisión según la fecha exacta que nos
interese contemplar.
Por eso, suena más adecuado concebir a la carta natal como una ​semilla que ya trae,
dentro de sí, la información de todas las interacciones futuras que se producirán, y que tienen
una finalidad esencial: desplegar todo su potencial. Esa es la finalidad de todo tránsito, ya sea de
un planeta personal o transpersonal, sea un aspecto duro o blando. ¿Esto indica que todo está
pre-determinado? Para nada. Si bien la temática es compleja, diremos que ​la consciencia con que
esos tránsitos son vividos no es algo que esté determinado de antemano. Un mismo patrón
energético puede ser vivido con una profunda comprensión, y dar lugar así a manifestaciones
muy creativas y orgánicas en la vida de un individuo. O ser vivido con mucha ignorancia, y el
aprendizaje, para esos mismos tránsitos, será otro.

Los retornos planetarios


Existe un tránsito particular: aquel que ocurre cuando un planeta pasa por la misma
posición en que se encontraba ubicado al nacer una persona, algo que se conoce como ​retorno​.
Es decir, si alguien nace con Saturno en 3° 12’ 3” de Sagitario, el momento exacto en que Saturno
vuelve a ubicarse en ese punto, luego de dar toda una vuelta al zodíaco (tardará cerca de 29
años), se conoce con el nombre de ​retorno de Saturno.​ Obviamente, es posible que esto
acontezca varias veces en la vida de la persona: cerca de los 29, luego alrededor de los 58 años,
etc. Lo cierto es que es un movimiento que ocurre para todos los planetas, dependiendo del
tiempo de traslación alrededor del Sol (o de la Tierra en el caso de la Luna) propio de ese cuerpo
celeste. Encontramos así el retorno de Marte, cada 2 años, el retorno lunar cada 28 días, el
retorno de Urano cada 84 años, etc. Y en particular, el ​retorno solar una vez por año, cada vez
que el Sol pasa por la posición exacta en que se encuentra en la carta natal de un individuo. Esto
suele coincidir con el ​cumpleaños ​de la persona (veremos esto más adelante) y astrológicamente
se conoce como ​revolución solar​ o ​retorno solar​.
El momento exacto de un retorno planetario ha sido siempre de gran importancia para
los astrólogos. Si bien, como hemos visto, el tiempo de retorno de cada planeta presenta siempre
tiempos regulares, el momento preciso debe ser calculado con exactitud para cada persona y
según el planeta de que se trate. Hoy en día, afortunadamente, estos cálculos pueden ser
efectuados con gran detalle por programas informáticos especializados.
Una vez que se cuenta con el momento preciso de un retorno planetario (el solar o lunar,
el saturno u otro), se procede a trazar la carta astral de ese momento, desde el lugar geográfico
en que el individuo se encuentre (hablaremos más sobre esto en otro apartado). Y esa carta
estaría describiendo fundamentalmente dos aspectos:
● El despliegue particular de las cualidades de ese planeta durante el lapso de tiempo
hasta su próximo retorno y,
● La maduración específica de la estructura natal en relación con esas cualidades
energéticas.

Tomemos el caso del primer retorno de Saturno. Se calcula el momento exacto, que será cercano
a los 29 años de vida de la persona, y se traza la carta para ese instante. Eso estaría indicando
particularidades energéticas del despliegue de las cualidades saturninas para los próximos 29
años (hasta el segundo retorno) y además estaría describiendo una dinámica específica relativa
a la maduración de Saturno en la carta natal de esa persona. Ambas cosas están relacionadas.

Importante: ​ninguna carta de retorno planetario puede hablar o describir un escenario de


despliegue energético ​ajeno a lo contenido en la estructura natal. De hecho, las cartas de los
retornos planetarios no pueden ser “interpretadas” del mismo modo que una natal, como ya se
verá.

Ciclos concéntricos de tiempo


En base a lo anterior se vislumbra que la estructura natal se encuentra siempre sujeta a
distintos despliegues concéntricos de su energía, cada uno abarcando un período de tiempo
distinto, y refiriendo puntualmente a un planeta particular. Así, a lo largo de un año estamos
inmersos en la energía de la revolución solar, pero a su vez “incluídos” en la revolución de marte
que tiene un período de 2 años, y la de júpiter aún mayor, abarcando un período de 12, etc. Son
como “capas de la cebolla”. Por supuesto, comprender ​sincrónicamente ​todos estos entramados
es demasiado para nuestro cerebro hoy. De todas estas revoluciones, la solar se muestra como la
más contundente y directamente observable, y es por eso que es la más estudiada
tradicionalmente.

El cumpleaños y la revolución solar


Coloquialmente, la revolución solar se corresponde con el momento del cumpleaños de
una persona. Sin embargo, los estudiantes se sorprenden muchas veces cuando ven que la carta
de revolucion solar tiene fecha para el día anterior del natalicio. Esto puede ocurrir, dado que el
ciclo de revolución del Sol (en realidad, nuestra traslación alrededor del mismo) nunca es
exactamente 365 días. Existe un pequeño desfazaje, el cual a nivel calendario es corregido con la
introducción de los ​años bisiestos​. Por esa pequeña diferencia, el ​momento preciso del retorno
suele ocurrir a algunas horas de distancia de la hora natal, causando a veces que ocurra el día
anterior.
Supongamos alguien que nace el 2 de Agosto de 1971 a las 6 am, en Buenos Aires. Su
cumpleaños número 47 ocurrirá exactamente el 1° de Agosto de 2018, a las 14:52 hs (hora de
Argentina). Es decir, 15 horas y 8 minutos antes de la hora natal. Como dijimos, estos cálculos
(que antes se realizaban en forma manual) son efectuados con precisión por programas
informáticos.

Cómo obtener la revolución solar


Veamos cómo obtener el gráfico de una revolución solar específica. Esto aplica a
cualquier programa de computadora o sitio web que se utilice para calcularlo.
Lo primero que se necesita es saber es ​el año ​para el cual se desea computar la
revolución solar. Por ejemplo, para alguien nacido el 3 de Febrero de 1990, el 2018 corresponde
con su cumpleaños número 28. Si se quisiera calcular la revolución solar correspondiente a sus
27 años, el año escogido sería 2017. Esa revolución solar abarcaría el período de tiempo
comprendido entre su cumpleaños número 27 y el número 28, es decir entre el 3 de Febrero de
2017 hasta antes del 3 de Febrero de 2018.
Lo segundo que se necesita es un ​lugar de referencia​​. Aquí tendremos que explicar más
en profundidad. Este lugar suele ser allí donde la persona se encuentra asentada, donde concibe
su hogar. Muchas personas creen que si alguien que vive en Buenos Aires viaja el día de su
cumpleaños a Santiago de Chile, debería usar éste último lugar como referencia. Esto suele no
ser así. La revolución solar responde al lugar raíz (donde actualmente mora). Algo más compleja
es la situación para alguien que hace tiempo se encuentre viajando, sin un lugar definido que
considere como “casa”. En ese caso puede utilizarse el lugar correspondiente al último
asentamiento donde haya permanecido al menos un par de meses.
En general, los programas informáticos nos facilitarán dos opciones para presentar la
RS:
- Mostrar la carta de RS sola
- Mostrar la RS en superposición con la natal

Ambas funcionalidades presentan ventajas, como veremos. Solemos recomendar dos ​sitios web
para confeccionar la revolución solar:
- www.carta-natal.es
- www.astro.com
Capítulo 2 • La mirada global
El segundo capítulo pretende delinear los puntos estructurales de toda revolución solar.

La mirada de revolución solar


Es importante considerar, como ya hemos anticipado, que una revolución solar no puede
tener una lectura idéntica a una carta natal, por el simple hecho de que la RS se ​desprende ​de la
natal, que determina el marco, el contenedor, dentro del cual daremos lectura y significado a la
estructura solar.

El pulso anual
El estudio de los movimientos astrológicos puede clasificarse inicialmente en dos
momentos fundamentales: introversión y extroversión. Para nosotros astrólogos, existen
momentos en que la energía “se abre”, se dirige hacia fuera, se expone, manifiesta. Y existen
momentos en que se repliega, se introvierte para que algo pueda reajustarse, reacomodarse.
Ambos constituyen un pulso: nada permanece continuamente en extroversión ni tampoco en
introversión. Sin embargo nuestra conciencia está muy poco familiarizada con esto. Tenemos
etiquetas para la introversión y extroversión. Quizás veamos el pulso de expresión y
exteriorización como estar en la cresta de la ola, pero ignoramos que eso está destinado a
cambiar. Cuando la polaridad se revierte, nos sentimos extrañados, buscando algo que ya no
tenemos. Olvidamos lo inmutable que trasciende a estas fluctuaciones.
Los análisis de RS nos ayudan a comprender estos movimientos, poco a poco. Veremos
secuencias de años que manifiestan una u otra polaridad, y nos permitirán acompañar, de forma
consciente, ese fluir natural. Esto se hace presente en todo lo que los astrólogos estudian: las
fases lunares, la retrogradación de los planetas, la dinámica de las casas o los aspectos.
Desde ya que ese pulso “adentro/afuera” se encuentra con otros más complejos
inmersos en el zodíaco: el de las modalidades (cardinal, fija, mutable) y el de los elementos
(fuego, tierra, aire y agua).

El ascendente de revolución solar


Este suele ser el primer punto que muchos astrólogos observan de una revolución. Al ser
la RS una carta astral completa, posee un sistema de casas y por consiguiente un ascendente
específico. De esto, dos cuestiones son de vital importancia:
- El ​signo ​del AC de RS
- La ​casa​​ de la carta natal en que se ubica ese grado exacto del signo ascendente de R

El signo del ascendente


El signo que se encuentra ascendiendo en la revolución solar es probablemente el factor
fundamental en la dinámica anual de la persona. Como veremos más adelante, qué signo
asciende para determinado año no es un factor aleatorio, sino que sigue una progresión en
relación con las tres cruces del zodíaco (cardinal, fija y mutable).
La casa del ascendente de revolución solar
Supongamos que una persona tiene ascendente en 20° ♋ y por consiguiente su
descendente se encuentra en el opuesto, 20° ♑. Y sumemos además que en cierta revolución
solar, esta persona tiene ascendente en Capricornio, en 23°. Entonces con esa información, nos
movemos a la carta natal y descubrimos que los 23° ♑ se ubican en su Casa VII. Así, decimos
que la persona “asciende en Capricornio, en Casa VII” ese año. Si el AC de RS hubiera sido 12° ♑,
eso se ubica en la Casa VI del sujeto, y así diríamos que asciende en Capricornio ese año, pero
“en Casa VI”. Las temáticas de la casa en que se asciende cada año tienen una relevancia
estructural, en este caso basta con remitirse a los conocimientos generales de casas.

La casa del Sol


Sabemos que la posición del Sol por signo no varía en las revoluciones solares, dado que
se calculan para el momento exacto de la conjunción con el Sol natal (dado que es el retorno
solar). Por este motivo, todas las RS tienen ubicado al Sol en el mismo grado, minuto y segundo
de nuestra carta natal.
Pero el resto de los planetas, y el Ascendente y demás casas sí cambian de retorno en
retorno. Por ese motivo, la ​posición por casa del Sol es un factor sumamente relevante, dado
que hablamos del retorno solar. Por ejemplo, imaginemos alguien con Ascendente en Aries y Sol
en Cáncer en Casa IV natal. Esta persona cierto año asciende en Leo en la revolución solar y su
Sol se encuentra entonces ubicado en la Casa XII (dado que está en Cáncer natal). Obviamente,
algunas posiciones del Sol por casa nos hablarán más fuertemente de un pulso de extroversión o
introversión anual.

La Luna
Fundamentalmente ​el signo de la Luna de revolución solar es un factor a considerar.
Ciertas necesidades se “amplifican” ese año en relación con ese signo; es como el piso que nos
brinda sostén. La expresión de la Luna de revolución solar suele fluir con naturalidad, y año tras
año también siguen una progresión, parecido a los ascendentes pero no el mismo.

El planeta dominante
Así como una carta natal, las revoluciones solares pueden presentar un planeta
dominante, siendo éste el más cercano a uno de los cuatro ángulos (AC, MC, DC o IC),
considerando un orbe por lo general menor a 10°. Si ningún planeta es candidato (no hay
planetas cerca de los ángulos), entonces la revolución solar no presenta una dominante que
podamos conjeturar por este medio. Y en caso de que varios planetas compitan por cercanía,
ganará el que esté partil con mayor exactitud a uno de los ángulos. Supongamos como ejemplo
que en una RS Marte se encuentra a 4° del MC y Saturno a 9° del AC, concluiriamos que Marte es
el dominante de esa revolución solar.
El planeta dominante suele tener una relevancia menor que el AC de RS o la casa del Sol.
Planetas en Casa XII
Especial atención pondremos en el caso que encontremos planetas en la Casa XII de la
RS, dado que suelen coincidir con años de cierre al respecto de esas energías. Si se presentaran
varios planetas en esta casa por RS, sobre todo personales, podríamos afirmar con seguridad
que se trata de un año de naturaleza “introvertida”, de una sensibilidad acrecentada y reajustes
en diversos ámbitos.

Aspectos duplicados
Llamaremos aspectos duplicados a aquellos que se presentan en la RS y que también
están en la carta natal del individuo. No necesariamente el mismo aspecto, pero sí similar dentro
de la categoría de aspectos duros o blandos. Por ejemplo, una persona que fuera Marte
oposición Plutón natal, y en la revolución solar de cierto año presenta Marte cuadratura Plutón;
al ser ambos aspectos duros, diríamos que estamos en presencia de aspectos duplicados. Es
decir que ese año “reaviva” esa temática natal descrita por el aspecto en cuestión.
Las orbes para los aspectos en la revolución solar suelen ser mucho más estrechos que
en una carta natal convencional, apenas 5° y quizás menos para los aspectos blandos.

Pensar la relación RS/natal


Comprendamos que la revolución solar es una “propuesta” que se hace al individuo para
ese año atravesar/experimentar ciertas energías. Es decir, fundamentalmente: ​su relación con
esas energías​​. ¿Y esto, de qué depende? Pues de su carta natal, y esto es lo importante. Siempre
será útil que nos preguntemos: ¿esta revolución solar, plantea algo cercano o distante de la
energía natal/estructural de la persona? Esa será una buena herramienta para determinar los
desafíos ​del año, e intentar comprender qué recursos será preciso que la persona despliegue en
relación con los aprendizajes que energéticamente se proponen.
Vamos a poner un ejemplo muy simple: una persona con Sol en Piscis, Ascendente en
Cáncer y Luna en Cáncer. Evidentemente para esta persona, un año con Ascendente en Acuario o
Aries no será lo más ameno, dado que con sólo considerar el ascendente de RS sabemos que esa
impronta del año está muy distante de sus energías fundamentales. Pero también sabemos que,
potencialmente, será un año de grandes desafíos y aprendizajes, si es vivo con consciencia.
Capítulo 3 • El Ascendente de RS

La secuencia de ascendentes
Ciertamente, el ascendente de revolución solar no es algo aleatorio. Dado el período
exacto de traslación de la tierra alrededor del Sol (es decir la duración exacta de un año, no la
duración de calendario), el ascendente de revolución solar avanza aprox. entre 70° y 120° de un
año al siguiente; siendo un valor cercano a los 90°. Esto hace que, en términos generales, este
ascendente avance ​por cruces (cardinal, fija, mutable). Por ejemplo, si una revolución solar
tiene ascendente en Aries, esperaríamos que la próxima tuviera ascendente en Cáncer, la
próxima en Libra, Capricornio, Aries nuevamente… Pero desde ya, si fuera así, serían
cíclicamente los mismos signos. Gracias a que hay una pequeña oscilación, y que en promedio el
avance es menor a 90° (88° aprox.), poco a poco el ​ciclo de ascendentes ​se desplaza hacia la
cruz anterior, es decir, siguiendo la secuencia:
Cardinal → Mutable → Fija → Cardinal

Pero este movimiento no es inmediato: no se sale de una cruz y se entra en la siguiente


“de golpe”, por el contrario, comienzan a “infiltrarse” signos de la cruz siguiente (vale decir,
anterior en modalidad) hasta que en cierto momento, en promedio, son más los signos de la
siguiente que de la cruz anterior, y podemos decir que en ese momento la cruz se ha desplazado
a la nueva, cambiando la secuencia.
Esto se verá más claro con un ejemplo. Supongamos la siguiente secuencia de
ascendentes de revolución solar:

Año Ascendente Modalidad Avance en grados

1994 ♈ 12° Cardinal

1995 ♊ 24° Mutable 72°

1996 ♎ 13° Cardinal 109°

1997 ♑ 21° Cardinal 98°

1998 ♈ 3° Cardinal 72°

1999 ♊ 15° Mutable 72°

2000 ♎ 1° Cardinal 106°

2001 ♑ 14° Cardinal 103°

2002 ♓ 26° Mutable 72°

2003 ♊ 7° Mutable 71°

2004 ♍ 11° Mutable 94°


2005 ♑ 2° Cardinal 111°

2006 ♓ 14° Mutable 72°

2007 ♉ 24° Fija 70°

2008 ♌ 20° Fija 86°

2009 ♐ 18° Mutable 118°

Puede verse en la tabla, como al principio, la secuencia de ascendentes está transitando


la cruz cardinal, con algún “infiltrado” de la cruz mutable, como ser Géminis en 1995 y 1999.
Para el 2002 ya se ha entrado fuertemente en la cruz siguiente (mutable, recordemos que el
movimiento es “hacia atrás”) con alguna reminiscencia de la cruz anterior (Capricornio en
2005). Y luego comienza la mezcla con la cruz fija, son Tauro en 2007 y Leo en 2008.
Para nuestro trabajo de investigación es útil notar que hay ciertos signos que no
aparecen en la secuencia. Por ejemplo, en la tabla anterior, no hubo ascendentes de RS en
Cáncer, porque justo ocurrió esos años (1995 y 1999) un desfazaje a Géminis. A veces se tarda
mucho en ver cierto ascendente de revolución solar, pudiendo ser más de 20 años. Por eso es
útil revisar la secuencia de ascendentes, porque sabemos que cuando esa revolución solar
llegue, será significativa simplemente por el hecho de que pone en contacto a la persona con la
experiencia de una energía poco frecuente en la dinámica anual. Más aún, si esa energía no se
encuentra enfatizada en la carta de la persona. O si es significativa en la misma pero se
encuentra proyectada (en sombra).
Comprendida la progresión de los ascendentes anuales, revisémoslos a través de los
doce signos.

El ascendente por los signos

Aries
Los años con ascendente en Aries la conexión con el propio deseo se hace más clara, y
luego solo resta tomar las decisiones y dar paso a la acción. Esto no siempre es directo para la
persona, y en ocasiones se “arma” un escenario externo que nos presiona para que decidamos y
definamos lo que queremos. Obviamente no es lo mismo para una persona Sol en Leo con Luna
en Aries que para otra con Luna en Libra y Ascendente en Piscis. Para la segunda este año
muestra un desafío mayor en principio. Es un año de extroversión, la energía se dirige hacia
afuera, hacia el hacer, y muchos inicios suelen tener lugar. Puede ser un emprendimiento, o un
suceso como ser padre/madre; algo que nos requiere activos y decisivos.

Tauro
Estos años la velocidad baja y posibilita un nuevo contacto con la dimensión corporal de
la existencia. El cuerpo cobra otra relevancia, y así también el contacto con lo orgánico, lo
campestre, la naturaleza. La experiencia del placer en el cuerpo también se expande, y en
muchos casos la sexualidad cobra una relevancia fundamental (en relación al goce de la misma).
El trabajo con la voz (sobre todo cantada) suele aparecer. Se puede acompañar la dinámica
anual explorando lo artístico, el canto, y lo corporal desde diversas técnicas de trabajo corporal
(ej. Método Fedora, Método Alexander, Bioenergética, Biodanza, etc.) También temáticas en
relación a la nutrición pues existe otra sensibilidad naciente respecto a qué materia
incorporamos/asimilamos. Suele ser un año de concreción, aunque a ritmos lentos.

Géminis
Con este ascendente el año tiene un tinte exploratorio. Desde el aspecto del ascendente,
son años de transición, en el sentido de que diversos caminos se están explorando, pero no hay
algo que se “cierre” para concretarse. La curiosidad florece, diversos cursos, intereses nuevos,
talleres, hobbies, etc. La temática es probar un poco de esto y de aquello, y por ello la movilidad
suele aparecer también en primer plano: mucho más transporte, mucho más “de aquí para allá”.
Hay una apertura e interés indagatorio especial que posibilita mayor sociabilización y también
mejor predisposición a recorrer los entornos comunes por los que transitábamos para
re-conocerlos (por ejemplo el barrio en que vivimos). Es bueno acompañar el movimiento
fomentando el despliegue de esa curiosidad como algo “liviano”. Desde ya, para alguien Sol y
ascendente en Capricornio (por ejemplo) esto no será tan sencillo.

Cáncer
Son años de mucha concreción, porque algo “se cierra” a nivel interno, se coagula, y la
dirección a tomar adquiere contundencia. Es claramente contrario a lo “exploratorio” del año
ascendente en Géminis. Aquí muchas alternativas se dejan afuera y algo a nivel interno gana
definición. (Recordemos que Cáncer es el signo del nacer de la identidad). También se gana
consciencia sobre las necesidades afectivas, algo que hace a la maduración de la función lunar en
la persona. Lo receptivo encarnado en lo materno/femenino también es temática este año, y eso
puede vivirse distinto según se trate de la carta de un hombre o mujer. En la carta de la mujer la
maternidad o el embarazo puede surgir. En la carta de un hombre ese incremento de la
sensibilidad/consciencia emocional puede fácilmente proyectarse en la pareja o en temáticas
con la madre, pero así también la potencialidad de llevar consciencia a eso para drenar la
proyección y fomentar una maduración más profunda.

Leo
Los años con ascendente Leo son años de una clara extroversión, hay una invitación a
mostrarse y desarrollar la creatividad y la autoexpresión. Trabajar la exposición es una buena
forma de acompañar la dinámica del año, con teatro, psicodrama o cualquier actividad escénica.
También hay aquí, como en el ascendente en Aries, una clara consciencia del deseo, pero no se
trata de “iniciar” sino de delinear un borde individual a través de las actividades que
desarrollemos.

Virgo
Con Virgo ascendiendo en la RS entramos en la temática de ​años sensibles​, en el sentido
de que la consciencia percibe más información que antes, y necesita tiempo y una velocidad
acorde (más lenta) para permitir que eso se ordene internamente y así posteriormente poder
actuar hacia afuera (hacer). Así, estos años hablan también de introversión y de ir poco a poco
asimilando lo que va surgiendo, para ordenarlo. De esta forma, existe la potencialidad de ganar
consciencia del funcionamiento relacional y sistémico de la realidad de la cual formamos parte,
lo cual tarde o temprano se transformará en ​potencia para actuar en el afuera con mayor
contundencia. Típicamente es posible que cuestiones requieran “atención milimétrica”, como
ser la salud, las finanzas, lo laboral, lo doméstico, etc.

Libra
Con este ascendente existe una apertura interna, se gana una consciencia del espacio
que uno conscientemente puede dejar para “que sea llenado” por otro, es decir, se comprende
mejor la complementariedad, y eso está íntimamente ligado a la integración de las polaridades
internas. Existe una receptividad activa, abierta al encuentro; se desarrolla la apertura, la
escucha, y así también la sensación de armonía tiene la posibilidad de crecer. A través de los
vínculos se gana conocimiento sobre sí, y la identidad/borde individual puede redefinirse para
volverse más estable. Las relaciones interpersonales, ya sea con socios/pareja son de
fundamental importancia este año, así como lo artístico, lo estético, la belleza.

Escorpio
Aquí el pulso anual es fundamentalmente de introversión; somos puestos frente a altas
intensidades y a nivel inconsciente hay mucho que está siendo expuesto para ser reprocesado y
reordenado. Eventualmente eso libera mucha energía que durante el mismo año podría implicar
un movimiento de extroversión, de hacer y actuar sobre el afuera, pero como consecuencia de la
liberación/movilización interna que se está produciendo. La intensidad de lo emocional florece
este año, y las fluctuaciones son más intensas, lo cual da una sensación de inestabilidad fuerte,
pero existe también una potencia muy particular en la dinámica anual. El dolor/lo negado
aparece en primer plano para ser observado, y todo trabajo terapéutico a nivel emocional es
bueno para acompañar la dinámica de este ascendente.

Sagitario
Este año es común encontrar viajes o temáticas nuevas en relación a los estudios. Sobre
todo, somos puestos en contacto con lo distante, lo nuevo. Son años de transición pues se está
produciendo una redefinición de horizontes, se están sembrando nuevas visiones, que luego
decantarán en años que tengan más que ver con la construcción y la raíz. Existe un abrirse a lo
desconocido y junto con esta apertura hay una mayor predisposición para la sociabilización, no
desde lo complementario típico de Libra, sino desde lo inclusivo.

Capricornio
Con Capricornio ascendiendo en la solar, el pulso es de extroversión en el sentido de que
hay concreción, hay muchísimo foco. El deseo a largo plazo se clarifica y algo sostiene esa
circulación de energía a lo largo del tiempo. En este sentido uno se encuentra trabajando sobre
lo estructural, con lo cual muchas cosas se excluyen por ser consideradas frívolas o superfluas,
lo cual puede derivar en cierto aislamiento y que claramente ciertas personas lo sentirán más
como un peso que otras (imaginemos por ejemplo alguien con Luna en Acuario y ascendente en
Géminis).
Acuario
Estos son también años de transición, en los cuales se despliega una necesidad creativa
que apunta a lo grupal. Así, lo común es una exploración de nuevos vínculos acompañada de una
apertura a lo distinto, a lo diferente, que permite gestar nuevas capacidades de conexión y
sociabilización. La problemática puede surgir dado que son años de “gran velocidad”; algo a
nivel mental funciona haciendo conexiones mucho más rápido. Así también la discontinuidad es
una temática que se está explorando este año y que claramente presentará un mayor desafío
para energías de “proceso” como los signos de tierra o agua.

Piscis
Finalmente, en años con ascendente piscis se despliega una sensibilidad particular que
marca una clima de introversión característico. También lo englobaremos en los “años de
transición”, dado que esa sensibilidad provoca que nos “inundemos de información”; que el
inconsciente florezca para que diversos procesos puedan recibir un cierre/culminación. Esto no
quiere decir que podamos ordenar racionalmente todo ese caudal de información; justamente la
energía vital se encuentra retraída y es común que la necesidad de dormir se vea incrementada.
Esa misma sensibilidad nos acerca a las realidades más espirituales de la existencia, y es
común que seamos atraídos (y es una buena forma de acompañar el pulso anual) hacia lo
espiritual, la meditación, la naturaleza y muy frecuentemente el trabajo con el sonido, ya sea
desde lo artístico o terapéutico. Es fácil imaginar que para signos “de acción” como ser Aries,
Capricornio o Leo, o signos rápidos como Géminis o Acuario, la dinámica del año implique una
integración más profunda.
Capítulo 4 • La dinámica de las casas de RS

Las casas como fases


Muchas veces en nuestra mirada sobre las casas de una carta natal solemos olvidar que,
profundamente, éstas nos hablan de fases en el desarrollo/despliegue de una energía (los
planetas que allí se encuentren). Es decir, tomemos como ejemplo la Casa 7. Ésto nos remite al
signo de Libra, y llegamos a comprender que la complejidad de un vínculo es mayor que la
individual (digamos Leo/Casa 5). O que la articulación del deseo entre dos polos (Libra) es más
compleja que la expresión del propio deseo (Aries, Casa 1). De estas doce fases que propone el
zodíaco, haremos incapié para la revolución solar en 5 en particular, que analizaremos a
continuación.

Primera fase • Casa 1


Los planetas ubicados en la Casa 1 de revolución solar se encuentran iniciando un nuevo
ciclo de expresión. Esto se verá con mayor claridad cuando más cerca estén estos planetas del
ascendente de RS. Quiere decir que previamente, un ciclo ha culminado al respecto de estas
energías y se encuentran ahora abriéndose camino hacia una nueva forma de manifestación,
todavía muy exploratoria, pero llena de fuerza y extroversión (Aries).

Cuarta fase • Casa 4


Los planetas aquí ubicados han llegado a cierta estabilidad; su extroversión o exposición
no aumenta, pero algo está listo para ser repetido en cierta forma y lograr los resultados
esperados. Quiere decir que en períodos previos se trabajó con esas energías y cierta fase de
exploración al respecto se ha dejado de lado (Cáncer).

Séptima fase • Casa 7


Como nos propone el séptimo paso zodiacal, las energías aquí ubicadas (planetas en
Casa 7 de RS) se encuentran en un punto de maduración muy especial, en el cual se contrastarán
con su polo complementario para lograr mayor definición. Obviamente en esta fase las
dinámicas vinculares (relaciones interpersonales) se activan fuertemente pues es ahí donde se
expresa esta lógica de consolidación de los planetas allí ubicados.

Décima fase • Casa 10


Ésta es la fase de mayor exposición. Cualquier planeta allí ubicado está siendo expuesto
ese año con mucha intensidad y potencia, en la forma que previamente ha adquirido (desde la
fase 4). Esto es algo que se juega con facilidad a nivel social en la dinámica anual. La persona es
reconocida por mostrarse ese año más expresivo al respecto de esas cualidades. También es
importante notar que un planeta así ubicado está ​a punto d ​ e comenzar su viaje de retorno por
las fases 11 y 12, es decir, al mismo tiempo, la forma actual de ese planeta se expone con fuerza
y es eso mismo lo que comienza a posibilitar su futura transformación (pudiéndose notar
incluso ese mismo año).

Doceava fase • Casa 12


Esta es una fase muy especial, y es típica de la percepción astrológica. Como astrólogos
sabemos (o intentamos comprender) que todo proceso recibe un “cierre” en el momento en que
la ​sensibilidad hacia esas energías es máxima,​ no antes. O podríamos reformular lo anterior y
decir: un aumento de la sensibilidad posibilita un cierre, una resolución en la expresión de las
formas que se desprendían de una sensibilidad menor. Por eso, todo planeta ubicado en la Casa
12 de la revolución solar, sobre todo si se encuentra suficientemente alejado del ascendente (es
decir, cerca de la cúspide de la Casa 12 o hacia el medio de ésta) se encuentra en un punto de
cese, de cierre. Es decir que ese año la propia sensibilidad se encuentra acrecentada en relación
con esas energías, lo cual posibilitará que se perciban órdenes más complejos al respecto y
puedan producirse comprensiones mucho más profundas (que son las que “resuelven”).
Como esto es sumamente importante y un factor muy claro en las revoluciones solares
que presentan aquí planetas, los analizaremos específicamente uno a uno en el siguiente
apartado. Vale decir que estos años suelen ser mucho más significativos en el caso de personas
que tienen natalmente planetas en Casa 12 y esos mismos se repiten en la revolución solar, por
ejemplo, alguien con Saturno en Casa 12 natal, y revolución solar con esa misma posición por
casa (aunque desde ya el signo del planeta podría ser otro).

Planetas en Casa 12

La Luna
Con la Luna en esta casa un ciclo culmina respecto al hogar, la raíz, la base
emocional/afectiva. Repetimos que para que esto suceda, ese año presentará una sensibilidad
mayor al respecto de estas cuestiones. De la mano de este movimiento pueden suceder
mudanzas, cambios de país, cuestiones respecto a la tierra natal, en el vínculo materno o con
miembros significativos del linaje femenino familiar.

Mercurio
Aquí el cierre o resolución está ligado a la vincularidad y la forma de
conectar/comunicar; también a la forma de aprender o explorar. Pueden presentarse temáticas
con compañeros de estudio o trabajo, o en relación a nuestro uso de los medios de comunicación
o tecnología en general.

Venus
En este caso la sensibilidad crece respecto a la energía femenina, de apertura a lo
complementario, a lo artístico y estético. Así, es posible que ciertos vínculos se cierren
(pudiendo reaparecer luego desde una manifestación nueva), sobre todo en relación a la pareja
o socios. Algo cambia respecto a la concepción de lo femenino, la propia sensualidad y los gustos
artísticos.
Sol
De más está decir que esta posición es de mucho peso dado que se trata justamente de la
revolución solar, y la posición del Sol por casa tiene máxima relevancia. Entonces, algo está
resolviéndose al respecto de nuestra identidad, que se encuentra intrínsecamente ligada a
nuestro potencial creativo. Quiere decir que una nueva creatividad, más integrada y vital está
pronta a surgir, pero para eso es preciso deconstruir la anterior, por eso no suelen ser años
“fáciles”, es decir, nuestra propia definición y sensación de “saber quién soy” y “qué me define”
está muy disminuida; la energía se está dirigiendo hacia adentro para hacer aflorar un nuevo
propósito de vital, más integrado y coherente que el de tiempos anteriores.
Con una posición así, podemos claramente decir que se trata de un año de fuerte
introversión y transición.

Marte
Aquí nuestra sensibilidad se ve acrecentada al respecto de la violencia, el uso de la
fuerza, la sexualidad, el deseo sexual. Algo permite registrar con mayor facilidad los niveles de
tensión que se generan a nivel corporal y psíquico cuando la energía marciana “se activa”, y es
posible que ocurran situaciones relacionadas, como oportunidades para observarnos “en la
acción” y recabar información para una una nueva síntesis de esa energía.

Júpiter
En este caso el cierre va asociado a algo que previamente fue dador de sentido en
nuestra vida. Así, un nuevo vínculo con esta energía de inspiración y visión podrá surgir. De esta
forma es posible ver finales en relación a lo académico, o cambios de rol al respecto (por
ejemplo, cambiar de estudiante a docente).

Saturno
Con Saturno en la Casa 12 de RS nuestra sensibilidad crece respecto de la energía de
responsabilidad y autosostén, involucrando también a las figuras de autoridad o el vínculo con
el padre o el linaje paterno. Algo en relación a la toma de responsabilidad está llegando a su fin.
De esta forma, es posible encontrar cambios de trabajo o de rol a nivel laboral (por ejemplo, de
ser empleado a ser empleador).

Urano
Aquí algo culmina en relación a nuestra sensación de libertad y a todos aquellos
procesos mentales uranianos (típicos de la libre asociación de pensamientos; de la velocidad
mental para conexiones espontáneas, de la sociabilización con alto grado de impersonalidad). Es
común que algo cambie en relación a nuestro vínculo con la tecnología, las redes sociales, y a
nuestros deseos de reforma de la sociedad establecida (o inconformidades al respecto).
Neptuno
En este caso es común encontrar que algo en nuestro vínculo con lo espiritual o nuestras
percepciones de lo místico se reformulan fuertemente. Existe una sensibilidad acrecentada al
respecto de todo aquello “que no se puede tocar”, lo cual permitirá realizar nuevas y más
profundas elaboraciones de “lo intangible”.

Plutón
Finalmente, con Plutón en Casa 12 de la RS la sensibilidad es máxima en relación a la
energía de pulsión; aquella que nos arrastra de forma irresistible, que nos magnetiza y capta
nuestra energía vital; lo sexual, las temáticas del poder, de los vínculos con mayor o menor
grado de dominación por una de las partes, de lo reprimido. Suelen ser años de una alta
intensidad vital, y existe una sensibilidad mayor respecto a aquello que causa miedo a niveles
inconscientes. Estos años posibilitan una nueva comprensión al respecto de la energía de Plutón,
la más transpersonal de todas, y por ende posiblemente una de las más incomprendidas por la
raza humana.
Capítulo 5 • La Luna de RS

Progresión lunar
Al igual que el ascendente de revolución solar, la luna sigue cierto orden año tras año; su
progresión no es aleatoria. Consideremos la misma secuencia de RS vista anteriormente, ahora
contemplando también la posición de la luna en cada una:

Año Ascendente Luna Avance en grados

1994 ♈ 12° ♏ 5°

1995 ♊ 24° ♓ 26° 141°

1996 ♎ 13° ♌ 1° 125°

1997 ♑ 21° ♐ 9° 128°

1998 ♈ 3° ♈ 26° 137°

1999 ♊ 15° ♍ 16° 140°

2000 ♎ 1° ♑ 20° 124°

2001 ♑ 14° ♊ 0° 130°

2002 ♓ 26° ♎ 17° 137°

2003 ♊ 7° ♓ 7° 140°

2004 ♍ 11° ♋ 10° 123°

2005 ♑ 2° ♏ 20° 130°

2006 ♓ 14° ♈ 8° 138°

2007 ♉ 24° ♌ 26° 138°

2008 ♌ 20° ♑ 0° 124°

2009 ♐ 18° ♉ 10° 130°

Promedio 132°

Vemos que el avance promedio de la Luna año tras año es cercano al trígono (120°), lo cual se
traduce en una secuencia que, por lo general, avanza ​por elementos​​. Lo más frecuente es
encontrar períodos de 3 años con lunas del mismo elemento, y avanzan siguiendo el orden usual
de los mismos (fuego → tierra → aire → agua → fuego…).
La función lunar en la RS
Es posible registrar que la Luna de revolución solar refiere a necesidades puntuales de
ese año; describe hábitos que ese año se harán muy presentes dado que crean un orden en la
dinámica cotidiana. También es común encontrar ​vínculos que se hacen manifiestos ese año, o
relaciones que se estrechan o se frecuentan más por resonar con esa cualidad.
Por ejemplo, es posible que con Luna en Aries en la RS tenga el hábito de hacer deporte a
diario, o con una Luna en Virgo mi necesidad de orden sea mucho más grande; se haga más
visible. A nivel vínculos, si es un año con Luna en Tauro es posible que conozca a personas con
esa misma Luna, o con esa energía dominante en la carta; o quizás se comience a frecuentar a
ciertas amigos con esas energías.
La Luna de RS no habla de aprendizajes puntuales a lo largo del año, más bien permite
concientizar ciertas necesidades. Si fomentamos la satisfacción de esas necesidades en lo
cotidiano de este período, seguramente encontraremos que ganamos potencia para dedicarnos
luego a otros asuntos.

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