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Escribe una navracion realista Las narraciones realistas otorgan mucha Importancia a repro- | Sucir con fideliciad los lugares, las personas y los hechos que ‘curren para dotar al texto de verosimilitud Toma este texto como modelo ‘ atalino El caballero de la mesa redonda Famoso era, en tal concepto, hacfa muchos afios, un joven en- fermo del higado, de color de cordoban', que en la ciudad no hablaba con nadie. Una tarde de lluvia, aquel joven hipocondrfaco llegé a caballo 2 los baitos del seftor Campeche. Se aped, se acercé a un ami- 80, a quien pregunt6 con voz de sepulcro: —#s cierto que aqui hacen ustedes atrocidades? —Si, sefior, cierto. HI médico me ha mandado mirar correr el agua, y dis- traerme. He visto correr las cataratas del Nidgara... y como si tuviese un surtidor... nada. Voy a ver si distrayéndome... voy a hacer también alguna atrocidad... jeste higado! ¥.en efecto, se fue la cuaclra, monté otta vez en su caballo, picé espuela... Y se meti6 en el comedor de la fonda, saludando muy serio a los presentes 1a broma produjo bastante impresién; algunas seftoras se desmayaron; en fin, todo fue como se pedia; el joven del higado enfermo, que en vano habia visitado el Niggara, mejor6, recibi6 cordiales felicitaciones, y confe- 86 que hacia muchos afios que no se habia divertido tanto. Sin embargo, algunos envidiosos comenzaron a murmurar, diciendo que aquello no era completamente original, que prescindiendo de Raimundo Lulio, quien se- iin Ia leyenda habia entrado a caballo en la iglesia siguiendo a una dama, ¥2 alli mismo, en aquel mismo comedor, se habia presentado jinete en un burro garafion’, y todo era montar, un diputado provincial, famoso por esto ¥ Por haberle rajado una ingle a un elector, de una navajada, afios adelante. El joven del higado supo qué se murmuraba, y dispuesto a eclipsar a todos los diputados provinciales del mundo, al dia siguiente se distinguié de una vez para siempre del vulgo de los bromistas con una hazafia que dej6 la Perpetua memoria a que antes me referia, Y fue que, colocando, con gran trabajo, encima de la balaustrada de una galeria abierta sobre el comedor, una gran cOmoda, una tarde dej6 caer cl mueble, que bien pesaria dos quintales, sobre una de las mesas en que estaban comiendo hasta doce sefioras y unos veinte caballeros. No muri6 nadie, pero fue por casualidad: jel del higado hizo lo que pudo! (Clan, Cuentos morales, ianza Editorial, el curtida de cabra,“Garafién: asno semental Escribe una narracion realista * Escribe una narracién realista sobre un hecho cotidiano, que haya ocurrido en tu entorno. Tal vez puedas afiadir alguna ca~ racteristica de la novela naturalista. Leopoldo Alas, Clarin, PA Consejos C * Adopta el punto de vis- ta de un narrador om- nisciente, que conozca todo lo que ocurre y lo ue sienten los persona- jes: «que en fa ciudad no hablaba con nadie...» *Detente en hechos o detalles objetivos y con- cretos: «que bien pesa- ria dos quintales...» * Redacta con sobriedad, sin excesos retéricos: «se fue a la cuadra, monté otra vez en su caballo, picé espuele... y se metié en el comedor de la fonda Lp. 79 BD

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